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Ctonara Federal de Casavisn Penal cans wero, “Rodrigues, Diego : Hernén s/ rec. Do. casacién” REGIS@RO W? 25 ¥9g //1@ Ciudad de Buenos Aires,.a los (@* dias del mes de noviembre del afio dos mil doce, se reGne la Sala II de la Camara Nacional de Casaci6én Penal integrada por el doctor “Alejandro W, Slokar como Presidente y los doctores Ana Maria Figueroa y Pedro R. David como Vocales, asistidos por la Secretaria de Cémara, doctora Maria Jimena Monsalve, a los efectos de resolver el recurso interpuesto contra las resoluciones de fs, 965/972 vta. y fs. 1010/1013 vta. de la causa n2 10.347 del registro de esta sala, caratulada: “Rodriguez, Diego Hernén s/ recurso de casacién’, xepresentado el Ministerio Péblico Fiscal por el sefior Fiscal General doctor Rat] 0. Plee, la Quexella por el Dr. Claudio Acosta.y la Defensa Oficial por el doctor Juan C. Sambucetti. | Habiéndose efect sorteo para que los sefiores jueces emitan su voi Bee designado para hacerlo en primer ‘término el ae Pedro R. David y en segundo y tercer lugar ‘los doctores Alejandro W. Slokar y Aha Maria Figueroa, respect.ivanente. ‘Bl sefior juez doctor Pedro R. David dijo: “Ie 12) Que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 14 resolvi6 -~por mayorfa~ xechazar el planteo de Ainconstitucionalidad del art. 121 inc. ¢) de la ley 24.660 - fs. 965/972 vta.- y condenar a Diego Hernén Rodriguez a la pena de 25 afios de prisién, accesorias legales y costas, por considerarlo autor penalmente responsable de los delitos de homicidio simple reiterado -dos hechos- en perjuicio de Rese Metin 'y de’ Meme Vismmmmia Dé en concurso real con privacién ilegitima de la libertad coactiva calificada en perjuicio de Mami Piammme- Dili en concurso real con amenazas en perjuicio de Regi Melia (arts. 12, 29 inc. 30, 45, 79, 142 bis primer pérrafo in fine y 149 bis primer parrafo del Cédigo Penal) -fs. 1010/1013 vta.-. 1 j Contra dichas decisiones, la defensa oficial de Rodriguez interpiso sendos recursos de casacién ‘a fs. 994/005 y a fs. 1132/1145, los que concedidos por el 4 quo a fs. [1006/1009 y: fs. 1161/1163 vta., iespectivamente, fueron mantenidos en esta instancia ~cfr. fs. 1177 y £8. 1191-. | 29) Que en el recurso de casacién de fs. 994/1005, la defensa oficial de Rodriguez solicit6 la revocacién de la resolucién de fs. 965/972 vta., por la qlie el a quo -por mayorfa- rechaz6é el planteo de inconstitucionalidad del art. 121 ine. c) de 1a ley 24.660. i Manifest6 que en la xesolucién impugnada era arbitraria dado que “varios aspectos del problema sobre 1a constitucionalidad de la norma analizada no fueron evaluados por el voto de la mayoria”. | Por otra parte, el recurrente sostuvo que “ain recdnociendo el carécter excepcional que tiene la fulminacion de dna norma al eclararla inconstitucional, la contenida en el articulo 121 inciso c) de 1 tee +660 no supera el test de ,razonabilidad y GRE el resto del ordenamiento juridico, “en especial con el de corte constitucional”. tras efectuar referencias a distintos articulos de la’ ley mencionada, expuso que es el Estado el que tiene “el deber de cumplir con los. objetivos trazados, los que tienen. origen primigenio en los principios de humdnidad y fin de resocializacién de la pena; y una ley que revierta, aunque en un minimo, esta obligacién asumida por el Estado poniéndola en cabeza del detenido resulta transgresora ge la Ley Fundamental, pues no puede obligarse a los internos a solventar los gastos ordinarios que demanden su estadia en la ‘prision y ninguna norma puede prestarse a una interpretacién que sugiera lo contrario”. En. el recurso de casacién de fs. 1132/1145, la defensa oficial estim6 procedente el remedio en virtud del art. 456 inc. 2° del C.P.P.N., al sefialar que la decisién atacada “adolece de una adecuadae fundamentacién, lo que la torna arbitraria, resultando de este modo infringido el mandate establecido en el inciso 2° del articulo 404 del Cémara Federal de Casacitn Penal causa y°10.247-$10 12- Rodriguez, Diego Horan 8/ rec. De casacién” C.P.P.N.”. En primer término, advjo que la sentencia era arbitraria porque se ha omitido valorar las condiciones personales de su asistido al momento de resolver, sefialando que ‘no se ha llevado a cabo la audiencia "de visu”. Al respecto, dijo que las condiciones personales de Rodriguez datan del. conocimiento “de visu” que tuvieron los jueces al momento de dictar Ia primera sentencia, habiendo transcurrido desde’ entonces més de dos afios y cinco meses, tiempo en el que el nombiado perttanecié privado de libertad, sujeto a los diversos periodos de progreso establecidos. para la xesocializacién del penado. En dicho lapso, remarcé la defensa, Rodriguez no registré sanciones disciplinarias, a la vex que destac6 que trabaja y estudia. infringié gq de la “reformatio in pejus”. BX@%s6 en tal inteligencia que en la primera e ‘oportunidad el tribunal oral condené a’ su asistido a la pena de 30: afios de prisi6n al sefialar que el m&ximo de pena posible en abstracto era de 37 afios y 6 meses de prisién, y que tras la revocacién de dicha decisién por parte de esta Ca4mara en el sentido de que el maximo de la pena en abstracto era de! 25 afios de prisién, el a quo ahora impone el maximo de pena =25 afios de prisién- sin tener en cuenta los atenuantes considerados en la anterior resolucién. De este modo, puntualizé que “el tribunal de juicio, al dictar la primera condena -ilegitima- de 30 afios de prisién tuvo en consideracién las condiciones personales de mi asistido para fundar una pena que implicaba reconocerle 7 afiod y 6 meses menos del méximo previsto”, por lo que solicit6 que se “dicte una nueva en la que se condene a mi pupilo Rodriguez a una pena que no supere los 17 afios y 6 meses de prisién”. 39) Que, durante el plazo del art. 465 del Cédigo Procesal Penal de 1a Naci6n y en la oportunidad del art. 466 7 £ m= ibidem, 1a Defensa Oficial ante este Tribunal se presenté a fs. 1183/1189 vta., reiterando los agravios oportunamente vertidos en sendos remedics casatorios y solicitando que se hagan lugar a los recursos interpuestos. 42) Que se dej6 debida constancia de haberse superado la etapa prevista en el art. 468 del Cédigo Procesal Penal dela Nacion. -11- Llegadas las actuaciones a este Tribunal estimo que el recurso de casacién interpuesto a fs. 994/1005 es formalmente admisible toda vez que del estudio de la cuestion sometida a inspeccién jurisdiccional surge que el recurrente invocé fundadamente la inconstitucionalidad del art. 121, inc. “ce”, de la ley 24.660. La xesoluci6én atacada es impugnable por esta via en virtud del art. 491 del Cédigo Procesal Penal de 1a Nacién. Asimiemo eh que 1 recurso de casacién deducido‘a fs< eg Ate ‘con invocacién de lo normado en el art. 456, ine. 29, del C6digo Procesal Penal de 1a Nacién es formalmente admisible toda vez que del estudio de la cuestién sometida a inspeccién jurisdiccional surge que la recurrente invoc6é la errénea aplicacién de la ley procesal. Adem&s, el pronunciamiente . impugnado es recurrible en virtud de lo dispuesto por el art. 457 del mencionado digesto procesal. <11I- Es del. caso sefialar que el presente recurso trae a estudio una cuestién sustancialmente an&loga a la que ha sido recientemente tratada por nuestro maximo tribunal in xe: Méndez, Daniel Roberto s/ recurso de’ casacién M.821. XLITT, ta. el 1/11/2011. Alli, la Corte Suprema de Justicia de la Nacién sostuvo que si se acepta, como surge claramente de normas de rango constitueional, que se encuentra en cuesti6n un deber netamente estadual con el propésito de sustentar el fin de readaptaci6n social de las persenas condenadas, el articulo 121, inciso c de 1a ley 24.660 no e6lo frustra y desvirtia los propésites de la ley en que se encuentra inserto, sino Gederal de Casacitn Penal Causa ¥°10.347-Sa2a In “Rodriguez, Diego \ Mornin s/ rec. De. 7 casacién” gue colisiona con enunciados de jerarquia constitucionel, y e8 deber de los jueces apartarse de tal precepto y dejar de aplicarlo a fin de asegurar la supremacia de la Constitucién Federal. : El Mas Alto Tribunal ha sefialado reiteradamente el deber que tienen las instancias ordinarias de conformar sus decisiones a las sentencias de 1a Corte dictadas en casos similares (Fallos: 30721094; 31212007; 316:221; 318:2060; 319:699; 321:2294), que se sustenta tanto en su carécter de intérprete Supremo de la Constitucién Nacional y de las leyes dictadas en su consecuencia, como en razones de celeridad y economia procesal que hacen conveniente evitar todo dispendio Ge actividad jurisdiccional (arg. Fallos: 25:364; 212:51 y 160; 256:208; 303:1769; 311:1644 y 2004; se RBR: 32021660; 32123201 y sus citas). 2, eo “ n3v- Por otra parte, entiendo que le ‘asiste razén a la defensa en su. recurso de casacién de fs. 1132/1145, toda vez que jen la decisién recurrida -fs. 1010/1013 vta.- se ha infringido la prohibiciéa de la “reformatio in pejus” al no tenerse en cuenta los atenuantes en 1a valoracion de la pena Gel modo que lo tuvo en la primera resolucion del a quo, revocada por esta Sala -en su anterior composicién- a instancias de la defensa. is En este sentido, se aprecia que en la primera resolucién del tribunal oral -fs. 531/551- que fuera posteriormente revocada por esta Sala, al sefialarse que el maximo de la escala penal era de 25 afios de prisién y no de 37 afios y 6 meses de prisién, se sostuvo que “...la naturaleza y la gravedad de los hechos realizados son demostrativos de una conducta sumamente violenta, lo que pone de manifiesto la calidad del delincuente para apreciar su peligrosidad material demostrada. Asimismo la oportunidad en que el homicidio de Rome ggg tuvo lugar -se encontraba en compafifa de quien seria su nieto e hijo del imputado de tan 5 PE athe 3610 dos afios- y de su vulnerabilidad, propia por ser una mujer de mayor edad que el enjuiciado. También el dafio causado al menor pues al segar la vida de su joven contubina Mente Vieciemie- 0 filam, quien seria la tiadre del nifio, a quien le destruy6 su familia porque se quedé sin su madre y sin su abuela. Con respecto al homicidio de Neate Vegemite aumenta el injusto el hecho de haberla engafiado para que concurriera a su domicilio valiéndose para ello de su propia hermana. Adenés la crueldad puesta de manifiesto con respecto a Mase FRpgemmin: Deaiin durante todo el tiempo que la retuvo en su vivienda impidiéndole solicitar auxilio para su madre y oblig4ndola a limpiar las manchas de sangre, son todas demostrativas de la gravedad de su conducta”. Agregé el a quo que "desde el punto de vista subjetivo (art. 41, inc. 29 del C.P.), se trata de un sujeto de veintinueve afios, con contencién familiar en su ‘nicleo de origen, perteneciente a un nivel econémico medio y con trabajo (segin surge del informe socio-ambiental de fe 12) Ademas, carece de Bei antecedentes penales ER Ghaks trae policial de fg. 1, el informe del Registro Nacional de gGn da cuenta la planilla Reincidencia (£8. 7) y la certificacién actuarial debidamente actualizada a £8. 20 (todo del legajo de personalidad)” ~fs. 549 vta./550-. Por su parte, en el posterior pronunciamiento del tribunal oral de fs. 1010/1013 vta., equi recurrido, 1a mayoria -integrada por los jueces Cataldi y Lescano- reiteré idénticos argumentos, pero concluy6 que “todas estas circunstancias no inciden en la actual pena a imponer, que es la de-25 afios de prisién, accesorias legales y costas, toda vez que s6lo se tuvieron en cuenta, en su oportunidad, para no aplicar la pena maxima de 37 afios y 6 meses de prisién” - fs, 1012-. La jueza Bistué de Soler -que voté en disidencia-, tras recordar fallos del Alto Tribunal sobre la mensuracién de la pena, sostuvo que apreciab& como ajustada a derecho, la imposicién a, Rodriguez de una sancion de 23 afios de prisién, accesorias legales y costas -cfr. fs. 1012/1013-. Causa N°10.347-Sala rr “Rodriguen, Diego Hernan s/ ree. De casacién” En ese orden cabe Practicar la revisién de la sentencia conforme a los esténdares ‘indicados en la Szgumentacién del fallo “Casal” (Fallos: 328:3399), pues en virtud de la doctrina expresada por 1a corte Suprema de Justicia de la Nacién en ese precedente se hace operativa la determinacién de la Corte IDH en el caso “Herrera Ulloa v. Costa Rica”, sent. de 2 de julio de 2004, serie c, Ne 107, en cuanto otorga la garantia a una revision amplia de la condena que incluya 1a consideracién de la pena. Esto mismo resulta congruente con las previsiones del art. 14.5 del PIDCyP que asegura el control sobre la Geclaracién de culpabilidad y 1a pena por parte de un tribunal superior. Bn la Observacién General 32, de agosto del 2007, e©1 Comite de gare, Humanos de la oNU, ha recordado en el parag: + “Bl pérrafo 5 del articulo 14 del Pacto dispone wom persona declarada culpable de ~ un “delito tendré derecho a que el fallo condenatorio yoila Pena ‘que se le haya impuesto sean ‘sometidos a un tribunal superior, conforme a lo. prescrito por la ley", gn tal sentido, en el parégrafo 48 ha indicado que: “el derecho de toda ‘persona a que el fallo condenatorio y la pena impuesta se sometan a un tribunal superior... impone al Estado Parte 1a obligaciéi de’ revisar sustancialmente 1 fallo condenatorio y-la pena, en lo relativo a la suficiencia tanto ge las pruebas como de la legislacién, de modo que el Procedimiento permita tomar debidamente en consideracién la naturaleza de la causa. Una revisién que se limite a los aspectos formales o juridicos de la condena solamente no es suficiente a tenor del Pacto . Por tales motivos ha de evaluarse en esta instancia sila determinacién de 1a pena se encuentra adecuadamente fundada y sin vicios de arbitrariedad y, al mismo tiempo, si el a quo ha ponderado © sopesado la importancia de los agravantes y atenuantes que concurran a la cuantificacion de i Sancién a partir de la intensidad del injusto y el grado 7 7 sseweanye de responsabilidad del sujeto. La normativa del Cédigo Penal establece justamente dos lineas de consideraci6én sobre estos elementos que fundan el discernimiento de la pena. ‘Asi el inc. a del art. 41 del c.P. toma en cuenta para eso las circunstancias de naturaleza Nobjetiva” del hecho, que son las que permiten una graduaci6n sobre 1a intensidad del injusto. Por su parte, en el inc. by se remite a las caracteristicas y situacién del autor - aspectos subjetivos~ que junto con el “hecho” son el objeto de xeproche. Injusto y culpabilidad entonces son los presupuestos de la pena que, en tanto cuantificable en vartud de las escalas penales previstas por el legislador, exigen de un andlisis particular por parte de los jueces dirigidas a su graduaci6n. pe esta forma, observo que el a quo en su voto mayoritario- si bien los consigné, no ha tenido en consideraci6n al momento de mensurar la pena “los aspectos subjetivos” wart. 41, inc. “b’, Cédigo Penal- que fueron velorados como atenuantes wie Wines resolucion a fin de no imponer la maxima deigeevista en abstracto. En este sentido, conforme lo afirm6 la jueza que yvoté en disidencia, 1a Corte Suprema de Justicia de la Nacién ha descalificado la resoluci6n en la que ”...e1 tribunal de anterior instancia s6lo. aplicé el incremento de la sanci6n sobre la base de pautas objetivas, sin fundar cudles serfan las subjetivas. que, en conjunta valoracién con las anteriores, justificasen el aumento...", a la vez que “...se advierte una omisién de considerar la gran cantidad de elementos de juicio favorables respecto de la personalidad de la procesada que habian sido tomados en cuenta por el juez de primera instancia...“ (Fallos: 315:1658)- Asimismo, el Alto Tribunal ha afirmado que resultaba arbitraria la resolucién en la que “...ha sido soglayado el dexecho que tiene todo procesado para que en la fijaci6n del monto de la pena, sean incluidos aquellos 32021463). Es decir, no obstante haberse enunciado una serie aspectos que hacen a su atenuacién...” (Failo: Cause N°10.347-Sala I1- “Rodriguez, Diego Hernan s/ rec. De casacién” de circunstancias atenuantes, los jueces que suscribieron el voto mayoritario los ignoraron al momento de, la medicién de la pena, imponiendo’ a Rodriguez el maximo de 1a sancién prevista en abstracto -25 afios de prisién-. La arbitrariedad de la decisién atacada también ‘queda patentada en la afirmacién de la mayoria del tribunal oral en el sentido de que los atenuantes fueron tenidos en cuenta cuando la -sanci6én en abstracto era de 37 afios y 6 meses de prisién pero no si ella es de 25 afios de prisién, puesto que -aparte de no encontrase razén legal que autorice tal interpretacién- ello .contradice no s6lo el art. 41 del Cédigo Penal sino también la jurisprudencia de la Corte que puntualmente sefiala que deben valorarse las circunstancias subjetivas atenuantes del ae eye En este Wnien puede sefialarse la infracéion a la eg nde la “reformatio in pejus", no obstante que en la segunda resolucién del a quo se cae al “ acusado 25 afios de prisién cuando en la primera decisién se habfa \gancionado a Rodriguez con 30 aiios de’ prisién. Ello asi porque en la primera sentencia se habia descartado el mAximo de la pena en abstracto -37 afios y 6 meses de prisién- debido alas circunstancias atenuantes subjetivas del autor valoradas por el tribunal oral, y recurrida esa decisién por la defensa fue revocada por esta Sala -fs. 665/671 vta.- en el entendimiento de que el maximo posible de la pena en abstracto era de 25 afios de prisién, por lo: que se dispuso que se devuelva la causa para que el a quo adecue la sancién, y en dicho trance el tribunal de juicio -por mayoria- entendié que ahora no eran operativos los atenuantes previstos por el art. 41 inc. “b” del. Cédigo Penal. Es decir, la violacién al principio que prohibe la “reformatio in pejus” est4 dado por la omisién de la mayoria del tribunal de anterior instancia en la segunda resolucién de valorar los atenuantes que fueron tenidos en cuenta en el 9 MARIA, Seca ae SA primer proriunciamiento, cuando justamente éste fue revocado por esta Sala en virtud de un recurso de la defensa. En esta inteligencia, el Alto Tribunal sefialé que viol6 la prohibigién de la “reformatio“in pejus” la sentencia de reenvio que “... agravé la situacién del procesado originada en el fallo anterior de la alzada que habia sido anulado ‘a instancia suya. Bn sintesis, cabe concluir que resultaria ilégico concedexle al imputado la facultad de impugnacién, y, al mismo tiempo, exponerlo al riesgo de que por el ejercicio de esta potestad -en ausencia de recurso de la parte acusadora- su situacién procesal se vea empeorada, puesto que de esta manera se lo colocarfa en la disyuntiva de correr ese riesgo o consentir una sentencia que considera injusta (conf. Fallos: . 300:671 y 3072236)” {Fallos: 32921447). Asimismo, es del caso recordar que la Corte Suprema de Justicia de la Nacion na,geciaths en el precedente citado que“... 1a ptohibiciag &e We-Yeformatio in pejus cuando no media recurso acusatori6 tiene jerarquia constitucional, por lo cual toda sentencia que ignore este principio resulta invélida en tanto importa que ha sido dictada sin Jurisdiccion, afectando de manera: ilegitima la situacion obtenida por

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