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AUTORIZADA Cee ey creme (FredioriaiPuertodePalos LITERATURA Dee en Escaneado con CamScanner CONTINUIDAD DE LOS PARQUES JULIO CORTAZAR Habia empezado a leer la novela unos dias antes. La abandoné por negocios urgentes, volvié a abriria cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestién de aparcerias, volvi6 al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillén favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejé que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los tltimos capitulos. Su memoria retenia sin esfuerzo los nombres y las imagenes de los protagonistas; la ilusion novelesca lo gané casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando linea a linea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cémodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguian al alcance de la mano, que mas alla de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sérdida disyuntiva de los heroes, dejandose ir hacia las imagenes que se concerfaban y adquirian color y movimiento, fue testigo de! ultimo encuentro en la cabafia de! monte. Primero entraba la ‘mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restafiaba ella la sangre con sus besos, pero é! rechazaba las caricias, no habia venido para repetir las ceremonias de una pasién secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El pufal se entibiaba contra su pecho, y debajo latia la libertad agazapada. Un didlogo anhelante corria por las paginas como un arroyo de serpientes, y se sentia que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada Escaneado con CamScanner habia sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenia su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpia apenas para que una mano acariciara una mejilla, Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rigidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabafia. Ella debia seguir por la senda que iba al norte, Desde la senda opuesta él se volvié un instante para verla correr con e! pelo suelto. Corrié a su vez, parapetandose en los Arboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepisculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debian ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaria a esa hora, y no estaba. Subié los tres peldafios del porche y entré. Desde la sangre galopando en sus oidos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galeria, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitacién, nadie en la segunda. La puerta del salén, y entonces el pufial en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillon de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el silln leyendo una novela. Escaneado con CamScanner Discurso de Maria Teresa Andruetto para el cierre del Congreso de la Lengua Espaiiola - 2019 Hay una grieta en todo / asi es cémo entra Ia luz, dice Leonard Cohen, Y entonces es ahi, en las fisuras, donde quisiera mirar. No fue sencillo para mi aceptar la invitacién a cerrar este congreso, por las disidencias diversas que con él tiene, por razones también diversas, la comunidad a la que pertenezco y por mis propias disidencias. Me tranquilizan dos cuestiones, la primera es que antes de aceptar hice saber mi posicién y la invitaci6n se sostuvo ~con un espiritu democratico y una amplitud que mucho agradezco-; la otra es que estoy aqui como escritora y el lugar de quien escribe es, en lo que respecta a la lengua, un lugar de desobediencia, de disenso. En nombre de ambas cosas digo estas palabras. La primera cuesti6n tiene que ver con el nombre mismo del Congreso, llamado aqui =y es al menos curioso que con la contraparte nacional se haya llegado a esa denominacién- Congreso de la Lengua Espafiola, porque para nosotros, para nuestro sistema educativo, la academia, la alta cultura y Ja cultura popular, esta lengua en la que aqui hablo siempre ha sido la lengua castellana. Asi llegé a América, con la conquista y con la iglesia, la lengua de Castilla, y fue esa lengua y no otras que se hablaban o se hablan en Espaiia como la que se impuso ~ no sin dolor, no sin lucha, no sin resistencia~ sobre las lenguas originarias. Esto nos lleva a preguntarnos de quién es la lengua, quién le da el nombre y quiénes reconocen st lengua en ese nombre. Aunque en las previas a este Congreso se ha insistido en la idea de que la lengua es de todos sus hablantes, en la amplia procedencia geografica de los ponentes y en la alta presencia de mujeres en las mesas, me pregunto si esa que se dice de todos es la misma lengua; en caso de serlo, quiénes son sus dueftos y atendiendo a que una lengua con tantos hablantes, ademas de un capital simbélico es un capital econémico, quiénes hacen usufructo de ella. Desde Madrid, el ministro de Educacién de la Provincia, a la pregunta de un periodista acerca de ciertos contenidos, reconocié que ni la parte argentina ni la cordobesa intervienen en la elecci6n del temario. Es la Real Academia, dice. A su vez, el director de la Real Academia, remarcé la importancia de estos congresos con la frase: “Durante unos dias, se trataré de ponerle voz espafiola a los asuntos que nos acupan a todos, tal vez sin tener dimensién de lo que la frase “voz espaiola” significa aqui, para nosotros. Entonces, no debiéramos desentendernos de ciertas preguntas, aunque incomoden. Preguntas como: Para qué un congreso en estas pampas sin intervencién local sobre sus contenidos? Es la lengua de Espaita la misma que se habla en América? EI muy diverso castellano de cada uno de nuestros paises es la misma lengua Escaneado con CamScanner espariola de la que el Congreso habla? Y finalmente, porque estamos en Argentina, gse trata de la misma lengua que aqui se habla? Si yno. La misma y otra. Para los hablantes de mi pais se trata de una cuestién que lleva mas de un centenario, cuestién desestimada o minimizada por las instituciones espafolas de la lengua, sus espacios de formacién, sus editores..., como lo expresa blanco sobre negro el reciente planteo del director mexicano Alfonso Cuarén, quien declaré en la clausura de un ciclo de cine en Nueva York, que le resultaba ofensivo para el ptiblico (e imagino sin dudas que para si mismo) que su pelicula Roma se haya subtitulado en Espaiia. “Me parece muy, muy ridiculo, a mi me encanta ver, como mexicano, el cine de Almodévar y yo no necesito subtitulos al mexicano para entender a Almodévar”. Le parece ridiculo, dice, que un espaiiol necesite que le digan “No os acerquéis al borde” en lugar de "Només no se vayan hasta la orilla". Entiendo muy bien lo que dice Cuarén, me ha pasado que una editora espafiola haya pretendido cambiar durazneros por melocotoneros con la extrait fundamentacidn de que en Espaiia nadie entenderia la palabra duraznero, pero sucede que melocotonero es una palabra tan artificial para un argentino que nunca jamas podria usarla. En fin, cierta pretensién de uniformidad, la homogeneizacién que destruye lo singular o lo invisibiliza, el modo en que se ilumina la propia lengua al ver como toma caminos diversos. Todo eso borrado, dice la cordobesa Eugenia Almeida, porque el castellano de esta América es un conjunto de variables mestizadas por pueblos originarios, aportes rabes, africanos, europeos y asidticos que -esclavizados, sometidos, aceptados o bienvenidos- impregnaron nuestros modos de decir y de pensar. Hablaba el ruso en quince lenguas, dice en algtin lugar Julia Kristeva. La segunda cuestién aparece cuando reparamos en que esto no es reciproco. Casi 600 millones de personas de 22 naciones hablamos la misma lengua. 2Son soberanas lingiifsticamente esas naciones? Y si es asi, por qué sus modos de decir necesitan ser traducidos a un decir mejor, a un bien deci En la Declaracién Universal de los Derechos Lingiiisticos firmada en Barcelona en 1996, se expresa que los hablantes pueden usar la lengua segiin las necesidades de cada lugar de origen, garantizando asi “los principios de una paz lingiiistica mundial justa y equitativa, factor decisivo de la coexistencia social y cultural”. Més del 90 por ciento de los hablantes de lengua espaitola habita en paises de América, y menos del 10 por ciento, en Espafa. Sin embargo, las variedades idiométicas americanas no tienen tantas posibilidades de ser reconocidas por la Academia y, cuando lo son, pasan por formas folkloricas, americanismos. Escaneado con CamScanner Por su parte, en el Diccionario Panhispanico de Dudas, alrededor de un 70 por ciento de lo que se considera “malos usos de la lengua” es de origen latinoamericano, lo cual tiene que ver no sélo con la idea de purismo y la pretensién de uniformidad, sino sobre todo con la conviccién de que el bien decir se decide fuera de nosotros. Se trata de las politicas de control del idioma, de la tensién entre las hablas de una comunidad y las normas que esa comunidad dicta 0 acepta y de la lucha entre transformacién y preservacién. La advertencia gramatical no me limita, sino que me recuerda que yo estoy en la lengua, y me da movilidad dentro de ella. Me recuerda que la lengua es mia y que no es solo mia... me recuerda que el vinculo es el vehiculo compartido. El interés por la gramética trasunta el interés por la conservacién del espacio piblico, dice la colombiana Carolina Sanin. Sin leyes seriamos mis libres? Necesitamos instituciones reguladoras pero necesitamos también que esas instituciones nos representen de una manera mas justa, porque una lengua —que por cierto es mucho més que sus reglas- vive en las bocas de sus hablantes y es asombrosa la velocidad con que lo vivo deviene en frase hecha, en palabra muerta, en clisé, Un idioma es una entidad en permanente movimiento, una inmensidad, un rio, en su adentro caben muchas lenguas como caben muchos pueblos. Argentina, para dar el ejemplo que mas a mano tengo, no se hizo sdlo con descendientes de hispanohablantes, es un pafs que mezclé la poblacién originaria con la invasora, y recibié aluviones migratorios de italianos, gallegos, arabes, aymaras, vascos, polacos, guaranies, armenios, coreanos, alemanes... se trata de un pais que nunca vivié el purismo idiomatico, la necesidad de conservar la “casticidad”, palabra por otra parte tan cercana a la castidad. En fin, que somos impuros 0 mestizos (muchas veces mestizos étnicos y siempre mestizos culturales), que es impura nuestra lengua y esa impureza es nuestra riqueza. Dice el colombiano Fernando Vallejo que preguntarse quién habla bien es una tonteria porque el castellano se habla como se puede en todos los ambitos del idioma, un idioma de 22 paises entre los cuales contamos a Espana. En fin, que para riqueza de hablantes, escribientes y lectores, y para riqueza de nuestras literaturas, peninsulares, latinoamericanos y ecuatoguineanos debiéramos cuidarnos mucho de una lengua que se someta a la lengua oficial, una escritura que ponga en retirada a cada modalidad de la lengua en particular, cuidamos de no confundir la lengua viva con los cementerios de la lengua, acoger, dice también Fernando Vallejo, el idioma de la vida, que es el local. Hasta acd, un poco distraidos, podriamos pensar que se trata de diferencias de habla, de lo singular que se aleja de ciertas normas, de ciertos corrales, cierta legislacién que va y viene desde una regién a otra, pero por cierto que no se trata de un camino de ida y vuelta entre modes diversos de usar la lengua, sino de una corriente que va Escaneado con CamScanner pretende ir desde Ja antigua metrépoli hacia sus dominios de antafto y nunca de modo inverso. Esa corriente de poder lingiiistico unidireccional viene a nuestros paises con las formas de decir y escribir que Espana considera correctas sin comprender que a muchas expresiones del castellano de Espafa las comprendemos nosotros poniendo a prueba nuestros oidos, porque la musica, y el habla, y el gusto, no son los mismos para todos y porque, parafraseando un relato cristiano, hay ovejas que son de este corral y otras que son de otro corral pero de todas es el universo de la lengua. No hace mucho, una investigadora madrileia me dijo llena de sorpresa ella y mas sorprendida yo por su reflexién: "No entiendo por qué los argentinos necesitan traducir a Dante (a raiz de una edicion aqui de La divina comedia, con traduccion del poeta Jorge Aulicino) si ya est traducido al espaiiol”, pero es que tal vez ni se advierte siquiera cémo pegan en nuestros oidos muchas traducciones de editoriales espaiiolas, especialmente cuando se trata de escritores que trabajan con lo coloquial; pero no me extiendo en el tema porque de todo esto habran dado cuenta las mesas sobre traducci6n del Congreso, ya que es materia habitual de debate entre nuestros traductores. No se trata de una cuestién menor, ni tampoco meramente retérica. Durante la pasada dictadura, los escritores argentinos en el exilio espafiol se preguntaban qué hacer con nuestro lenguaje. Elijo dos respuestas a esa pregunta: el escritor y critico David Vifas, en julio de 1980, dice en una carta ",Se academiza la cosa, se la agayega, se le pone almidén y se la plancha?" En otra carta, de agosto de 1980, el escritor Antonio Di Benedetto, dice: "He procurado clarificar un tanto el vocabulario para el lector espafiol sin dar la espalda a mi potencial lector argentino o latinoamericano. Con tal criterio he sustituido algunas voces. Ejemplo: no “saco”, que aqui sugiere “bolsa”, sino chaqueta, diccién que no es extrafa al argentino, everdad? ¢Verdad?”. Podemos oir un grito ahogado en ese gverdad?, un gesto de desesperacién, porque la eleccién de la lengua (y dentro de ella, la de sus infinitos matices) indica en qué sistema literario puede o quiere insertarse un escritor, indica por quiénes y de qué modo desea ser leido y revela también el costo que ese escritor esta dispuesto a pagar para encontrarse con sus lectores. Cuando comencé a publicar y se abrié timidamente alguna posibilidad de editar mis libros fuera de Argentina, la lengua, esa materia con la que trabaja un escritor, comenz6 a presentarse como un obstaculo. No es el libro, no es la historia, es el lenguaje... tan argentino, se me dijo en muchas ocasiones. En 1876, Juan Maria Gutiérrez, preocupado por el lenguaje rioplatense (como Esteban Echeverria y Juan Bautista Alberdi, sus colegas de la Asociacién de Mayo), rechaz6 piblicamente la propuesta de integrar la Real Academia Espaiiola, lo que Escaneado con CamScanner provocé una serie de cartas con un periodista espaitol que también polemizé acerca de ello con Sarmiento. La cuesti6n de si hablar castellano o una de las lenguas originarias del territorio que ocupa nuestro pais, y en el caso de hablar castellano, qué castellano hablar y escribir, en fin, la pregunta acerca de si era conveniente seguir a pie juntillas a la Academia Real del pais del cual estabamos independizdndonos o si debiamos dejar que la lengua, aun siendo la misma -la misma y otra, por cierto- se independizara a su vez y corriera a su aire, aceptando nosotros, sus hablantes, las transformaciones que le ibamos dando, se discutié aqui en la segunda mitad del siglo 19, una discusién que nuestros prohombres dieron por saldada hace ya mas de 150 afos, Esa cuestién, que en nuestras carreras de letras se estudia como la polémica acerca de la lengua, polémica que es por supuesto lingiiistica y estética pero por sobre todo fuertemente politica, se dirimié en el marco del movimiento estético/politico roméntico, y la llevaron adelante Gutiérrez, Echeverria, Sarmiento y Alberdi, los cuatro grandes escritores romdnticos argentinos, a la vez cuatro politicos centrales, Jo que es casi decir los fundadores de nuestra literatura y de la nacién. De todo ello emergié la conviccién de que ese castellano que se hablaba no necesitaba sujetarse a los dictémenes de su casa central, de modo que ser un hablante o un escritor argentino es también ser un usuario de la lengua desobediente ante la demanda de casticidad. La tercera cuestién aparece cuando reparamos en la lengua como un capital no s6lo simbélico, cuando comprendemos su faz econémica, y entonces nos preguntamos zquién usufructtia los dividendos que da esta lengua en el mundo? El gobernador de la provincia dice “sabemos que es un recurso natural inmenso, un bien renovable que se multiplica con el uso, que gana valor cada dia y hoy es deseable inclusive para los nacidos y criados en otras lenguas’, lo cual coloca en primer plano este aspecto de la lengua como capital econémico. A la hora de certificar internacionalmente los cursos de aprendizaje como lengua extranjera, las jornadas internacionales para profesores de espanol, como suelen lamarse, cquién certifica? {Quién obtiene los dividendos de esas acciones? ¢Se distribuyen esos dividendos entre los diversos paises en que se habla castellano o se trata de un recurso que le pertenece mayoritariamente a instituciones espanolas? Todas las relaciones humanas estan mediadas por la politica, atravesadas por diferencias de poder, y ese poder se materializa en el lenguaje que, citando a Bajtin, es producto de la actividad humana colectiva y refleja en todos sus elementos tanto la organizacién econémica como sociopolitica de la sociedad que lo ha generado. La biisqueda de uniformidad, el paso de un rasero que aplane las particularidades de nuestros castellanos, va en consonancia con la persecucién de un mayor Escaneado con CamScanner rendimiento econémico, con que libros, peliculas y series, publicaciones en papel 0 digitales, cursos de ensefianza y literatura destinada a nifios y jévenes sirvan para Ia mayor cantidad posible de usuarios. Por eso la persistente biisqueda de un castellano a la espafiola o un latinoamericano neutro que permita a esos productos circular en todo el continente, viajando més y mejor, penetrando de modo ms rapido, sin que importe que eso sea a costa de nuestra singularidades y vaya -cémo de hecho va- contra la riqueza del idioma. Baste escuchar en nuestro pais a alumnos, hijos o nietos, hablando de lefios, carros yneveras para comprender lo que digo. Por qué hablan cémo hablan los personajes en los programas infantiles enlatados? @Por qué se subtitula una pelicula de un castellano a otro, como sucedié con la ya citada Roma y sucede con tantas otras? ¢Es porque los espafioles no comprenden la palabra “orilla” y necesitan que se las traduzca como "borde"? 20 se trata de simplificar y uniformar para atraer el mayor ntimero posible de espectadores hacia una pelicula o una serie que pueden generar mucho dinero? Empresas y capitales multinacionales promueven la ampliacién del mercado del castellano, en su modalidad espafiola o en lo que llaman americano neutro para, en lo uniforme y hegeménico, reforzar el monopolio de la lengua como negocio; buscan un idioma de modalidad tinica (para tantos hablan hablantes de culturas tan distintas), a costa de su depredacién, del mismo modo que los monocultivos en su busqueda desmedida de dinero van contra la riqueza del suelo y la diversidad que nos ofrece la naturaleza. Victor Klemplerer, en su libro sobre las transformaciones de la lengua alemana durante el Tercer Reich, registra en su diario de manera minuciosa cémo el Ienguaje se va falsificando, va perdiendo su singularidad y su verdad, lo que constituira la mas potente difusién del nazismo en todas las capas de la poblacién. La vida de una lengua, si en algiin sitio reside, es en lo particular, en su inestabilidad; la uniformidad como estrategia econémica, la mono lengua, la neutralidad, lo que produce es destruccién, depredacién. En ese arco ingresan las Industrias de la lengua, el turismo idiomatico, la correccién politica donde se incluyen los debates actuales sobre si el lenguaje es inclusivo o no y en qué medida es e inclusion incluye la diversidad de todo tipo, no sdlo la de género. Pero volvamos a nuestra resistencia ante la demanda de uniformidad en los modos de decir, ya que el pensamiento se construye en y con el lenguaje a través del cual se manifiesta, podriamos avanzar un paso en nuestro razonamiento y decir que se trata de una demanda de uniformidad No sélo en los modos de decir sino también en los modos de pensar. Por eso, si bien muchos acceden a esas demandas, otros tantos nos sostenemos en el desacato, el desacomodo, el rechazo a una lengua apta para todos los piiblicos. No se trata de un capricho, se trata de una bisqueda de identidad que se refleja en Escaneado con CamScanner el modo de hablar y de escribir, desvios de cierto extranjero deber ser para encontrar en lo individual mas hondo, alli donde refracta lo social, ecos de la lengua de un pueblo, una regién, una comunidad, un sector social, btisqueda de un contrapoder frente alo hegeménico. Se dice que la lengua no es de las instituciones sino de los hablantes. Y aunque asi es en lo que hace al uso cotidiano, no parece suceder lo mismo en el aprovechamiento econémico que una lengua provee porque, sin dudas, no es mayoritariamente el castellano argentino, ni el mexicano, ni el peruano, ni el boliviano... el que se comercializa en la ensefianza Internacional del idioma. La cuarta cuestién, el lenguaje inclusivo. “El Congreso de la Lengua se ocupard del presente del espanol, pero no diseutira sobre lenguaje inclusivo’, han dicho a la prensa, con total firmeza, las autoridades dela Academia. “Tendremos participacién igualitaria entre varones y mujeres", se dijo, y yo no puedo dejar de preguntarme si habra habido mujeres y en qué proporcién en las decisiones de contenidos. Desconozco si la Academia y el Instituto tienen mujeres en sus directorios, pero si las tienen, ellas no han dado sus opiniones ala prensa. Se dijo que hay 250 ponentes de 32 paises... 250 ponentes y ni una sola mesa de discusién sobre un tema como es la inclusién de género, vivamente presente en la agenda actual, tanto de América latina como de Espana. El lenguaje inclusive nos pone delante de la carga ideolégica de la lengua, que habitualmente nos es invisible. Claro que compartimos la lengua y que ella no es de nadie, ni siquiera de las buenas causas. Claro que corremos riesgos de que el lenguaje inclusivo se vuelva pura correccién politica, Claro que no sabemos qué pasar con la literatura, ni si es posible escribir en lenguaje inclusivo de un modo lo suficientemente cargado de ambigtiedad como para conservar la funcién poética del lenguaje, de un modo que ademas de hacernos pensar, nos conmueva, nos emocione, nos complejice. Claro que no sabemos qué sucederd en el largo plazo, si ese lenguaje que viene a irrumpir se estabilizara en la lengua y en tal caso de qué modo, si ingresara y de qué manera a nuestras literaturas, pero sabemos de su uso y expansién en ciertos sectores sociales (especialmente urbanos) y en jévenes de cualquier género, y vemos cémo impregna y permea los usos pitblicos, periodisticos y politicos, y entonces resulta asombroso que no se haya incluido siquiera una mesa de discusién sobre algo que esta moviendo los cimientos de nuestras sociedades. En la lengua se libran batalllas, se disputan sentidos, se consolida lo ganado y los nuevos modos de nombrar estos que aparecen con tanta virulencia - vuelven visibles los patrones de comportamiento social. Palabras 0 expresiones que llegan Escaneado con CamScanner para decir algo nuevo o para decir de otro modo algo viejo, porque el lenguaje no es neutro, refleja la sociedad de la que formamos parte y se defiende marcando, haciendo evidente que los valores de unos (rasgos de clase 0 geograficos o de género 0 de edad...) no son los valores de todos. Algo que no existia comienza a ser nombrado, algo que ya existia quiere nombrarse de otro modo, verdadera revoluci6n de la que no conocemos sus alcances, ni hasta donde ira, ni si abarcara un dia a la mayor parte de la sociedad, a sus diversas regiones, a las formas menos urbanas de nuestra lengua y a todos sus sectores sociales. No podemos prever su punto de llegada, pero si sabemos que est entre nosotros de un modo tal que no podemos obviar. Lo que queda claro, lo insoslayable, es que se trata de una cuestién politica, de que la lengua responde a la sociedad en la que vive, al momento histérico que transitan sus hablantes, porque como dice también Victor Klemperer, "el espiritu de una época se define por su lengua’ El asunto entonces es cémo se las ingeniaré la lengua para conservar un territorio comin entre sus hablantes, para seguir siendo en su diversidad, sus diferencias y su riqueza, su lugar de reunién, para usar el nombre de un poema de nuestro Alejandro Nicotra. La lengua es mia pero no sélo mia, entonces cada uno de nosotros es duefto de la lengua, siempre que tenga la conciencia suficiente como para advertir su componente social. Este cédigo compartido, este contrato entre hablantes, esta libertad tiene siempre por limite el deseo de ser comprendidos, porque no hablamos solos ni para nosotros sino para comunicarnos con otros. Ante esa complejidad, s6lo caben la diversidad y la flexibilidad; por otra parte, la lengua nos da todo el tiempo muestras de saber transformarse sin destruirse y, finalmente, sacudir el lenguaje, es ~en palabras de Althusser- una forma entre otras, de practica politica. Otra cuestién, el castellano como lengua de las ciencias y del conocimiento. El posicionamiento del castellano como lengua cientifica y filos6fica, nos lleva a la disputa ante el inglés como lengua dominante, a entrar en didlogo y tensién con otras lenguas y contra la imposicién de una lengua tinica para el universo cientifico. En fin, que el mismo razonamiento sostenido en defensa de las variables americanas del castellano, ante su variante oficial se aplicaria en este campo de disputa en el que nuestro idioma esta en condicién de minoria con respecto a la lengua oficial de las ciencias, el inglés como lengua tinica, Una tarea de principal importancia es la recuperacién del castellano como lengua del saber, lo que no equivale a promover un provincianismo autoclausurado y estéril sino un universalismo en castellano que se acompaiia con el aprendizaje de muchas Escaneado con CamScanner otras lenguas para acceder a todas las culturas y entrar en interlocucién con ellas contra la imposicién de una lengua tinica. El desarrollo del castellano como lengua del saber, del pensamiento y del conocimiento académico postularia un internacionalismo de otro orden, babélico y no monolingiie, y requeriria un cambio radical en nuestra cultura de autoevaluacién universitaria y cientifica, dice el cordobés Diego Tatian y el argentino / mexicano Enrique Dussel, en su libro Filosofias del sur, pregona que las diversas tradiciones se dispongan para un auténtico y simétrico didlogo, gracias al cual cada una aprenderia muchos aspectos desconocidos, mas desarrollados por otras tradiciones. Se trataria de un mutuo enriquecimiento. La amenaza de una lengua de comunicacién tinica es muy real. Contra esa amenaza, es necesario que cada uno hable su lengua y més de una lengua, dice Barbara Cassin, Lugar comtin la lengua y el pensamiento, donde lo comin no aspira a lo uniforme, lo aceptado por todos ni lo ya dado, sino a un territorio que, abrigando las singularidades, permita encontrar en un tesoro acumulado por generaciones de escribientes y de hablantes, las palabras que nos permitan abrir la historia, decir cosas nuevas y a la vez reconocer la radical igualdad de los seres humanos. Para ir cerrando El lenguaje da acogida a la experiencia de los hombres, nos promete que lo que se ha experimentado no desapareceré del todo, dice John Berger. Una novela, un cuento, un poema, dice también él, usan los mismos materiales que el informe anual de una corporacién multinacional. EI hecho de que estén hechos con casi las mismas palabras y similar sintaxis no significa mas que el hecho de que un faro y la celda de una prisién puedan construirse con piedras de la misma cantera, unidas con el mismo cemento. En fin, que casi todo depende del modo en que se articulan las palabras, el modo en el que cada uno de nosotros se vincula con el lenguaje como lugar de reunién, en el convencimiento de que é1 es -ademés de instrumento practico- vehiculo de expresién de la subjetividad de un individuo y de una sociedad, tesoro fecundado por miiltiples desvios e innovaciones, sostenido por generaciones de hablantes y escribientes como motor de creacién, factor de mutacién, de transformacién, para dar testimonio de lo vivido e imaginado, de la ligaz6n con lo sagrado, la celebracién de lo acontecido y el lamento por lo perdido. En fin, para construir Memoria e Historia. Entre lo personal y lo politico, lo privado y lo piblico, lo individual y lo colectivo, crece esta lengua nuestra. Para que su energfa no se pierda, para que eso que habita en ella y es facilmente corrompible, no pierda su musica, nervio o alma -la diversidad puesta a vivir en nuestras bocas-, ella se distancia de lo oficial, de lo abstracto, lo general, lo convencional, en busca de lo sepultado bajo capas de Escaneado con CamScanner artificios, condicionamientos y convenciones, porque cuando por mentirosa, farragosa, fangosa o inexacta, por excesiva, hinchada, henchida o snob, gtandilocuente, criptica o burda, se corrompe la relacién entre las palabras y las cosas, todo el delicadisimo equilibrio, todo el misterioso artefacto, se desploma. La homogeneizacién a través de una lengua, la biisqueda de una lengua de nadie producto del capitalismo, dice Barbara Cassin y nos advierte sobre la amenaza de un lenguaje tinico para la comunicacién. Necesitamos diversidad en las lenguas, como parte de la diversidad de los ciudadanos. Cada palabra es el resultado de una historia y de una serie de representaciones, pero s6lo adquiere su significado, que designa una cosa y no otra, en su diferencia con otras palabras de la misma lengua. Cada lengua tiene su forma de inventar, de inventariar, de describir, de concebir, de comprender. Una lengua es una energia y se inventa todo el tiempo. Sabemos que las leyes son necesarias para sistematizar la lengua y ensefarla a las siguientes generaciones, y sabemos también que una lengua esta en permanente movimiento y que, de no ser por esos movimientos, desvios, disidencias y transformaciones, estariamos hablando hoy lenguas romances o latin vulgar... de hecho, el castellano comenz6 desobedeciendo, como lo muestran las Glosas Emilianenses, esas anotaciones al margen en un cédice escrito en latin, que en el siglo X o XI algiin monje hizo para aclarar algin pasaje, anotaciones en un modo de decir en el que ya hablaba el pueblo pero que todavia no habia pasado a su forma escrita, En fin, que en una lengua cabe un mundo, y en ese mundo caben los disensos y las luchas. Digo esto sabiendo del lugar en el que estoy, deseando profundamente que unos y otros, de aqui o alld, podamos volvernos mas y més conscientes de que la uniformidad no es el camino para que la lengua que compartimos se mantenga viva; pienso entonces en congresos de la lengua donde el pais receptor intervenga activamente en los contenidos, en un congreso que revise su nombre, un congreso donde se discutan los beneficios econémicos de la ensefianza de castellano en el mundo y donde no se vuelva costumbre traducir en un pais el castellano de otro pais, porque si hay riqueza en esta lengua nuestra, esa riqueza no est en la rigidez sino en la posibilidad de aceptar la potencia de lo diverso y de lo miiltiple, la riqueza del permanente movimiento, como sin ir més lejos han hecho los hablantes de lengua inglesa -donde la estandarizacién proviene de la literatura, los medios y el uso- en distintos modos de hablarlo y escribirlo. Necesitamos ofrnos en nuestras semejanzas y nuestras diferencias, en los mtltiples meandros que ofrece este idioma nuestro en el que Cervantes y Rulfo, Sor Juana, Escaneado con CamScanner Garcia Marquez, Gabriela Mistral y Roa Bastos, Teresa de Avila, Luis de Géngora, Elvira Orphee y José Donoso, César Vallejo, Quevedo, Borges, Blanca Varela y Juana Castro, Gil de Biedma, Lemebel, Lugones, Arguedas, Watanabe, Sara Gallardo y Onetti, Humberto Akabal, Arlt, Saer y Rosario Castellanos, entre tantos otros. abrieron con mano de seda y de hierro los intersticios de la lengua que de mil maneras les habia sido impuesta, para poder decir lo que atin no habia sido dicho, Alfabetizando a poblacién chiriguana en la frontera saltefa, nuestra educadora Maria Saleme entendié que no servian las cartillas hechas en Buenos Aires, que tenia que empezar por la palabra agua, porque el chiriguano es hombre de rio, y cuando lo hizo en los valles calchaquies descubrié que la palabra nudo no era agua, sino tierra. Adrién Bravi, escritor argentino de la lengua italiana, en un libro que se lama La gelosia della lingua cuenta acerca de una tia que emigré a Argentina en un barco en el que falté agua potable y donde murieron casi todos los nifios de brazos, una tia que podia contar lo vivido en castellano pero al intentar decirlo en italiano, se quebraba porque al evocarlo sus recuerdos tomaba vida propia. GBs borde la palabra? 20 es orilla? 20 es canto, o linea, 0 costa, o ribera, o margen? Cada uno tiene sus razones para decir de uno u otro modo porque la lengua es mia, pero no solamente mia. Esa lengua en la que nuestros recuerdos toman vida propia, en la que podemos razonar y conmovernos, conocer y cuestionarnos, aprender e imaginar, hasta que lo nombrado adquiera vida propia. Porque, como en la parabola que relata Gershom Scholem, aunque no sepamos encender el fuego ni encontrar aquel lugar en el bosque, ni seamos ya capaces de rezar, podemos seguir conténdonos unos a otros nuestras historias y la Historia. Perder eso seria perdernos, seria una nueva forma de barbarie. Escaneado con CamScanner mmo desplaza- as intenciones obvio que esa uno de los ar- ©. Muchos es- de un cuarto En doso tres jieron ser re- momentos el ite la obstina- JUAN José SazR (Serodino, Santa Fe, 1937-Paris, 2005). Fue profesor en la Universidad Nacional del Litoral. En 1968 se radicé en Paris y ensefié en Ja Facultad de Letras de la Universidad de Rennes (Francia). Su vasta obra narrativa abarca cinco libros de cuentos ~En la zona (1960), Palo y hueso (1965; Seix Barral, 2000), Unidad de lugar (1967; Seix Barral, 1996), La mayor (1976; Seix Barral, 1998) y Lugar (Seix Barral, 2000)—y doce novelas: Responso (1964; Seix Barral, 1998), La vuelta completa (1966; Seix Barral, 2001), Cicatrices (1969; Seix Barral, | 1994), EI monero real (19743 Seix Barral, 2002), Nadie nada munca (1980; Seix Barral, 1995), El ‘entenado (1983), Glosa (1985; Seix Barral, 1995), La ocasi6n (1986, Premio Nadal; Seix Barral, 1997), Lo imborrable (19923 Seix Barral, 2003), La pesquisa (Seix Barral, 1994), Las mubes (Seix Barral, 1997), La grande (Seix Barral, 2005). En 1983 publicé Narraciones (relatos), yen 1988, Para una literatura sin atributos. En 1991 publicé el ensayo EI rio sin orillas, con ‘gran repercusion en la critica, y en 1997, el libro de ensayos literarios El concepto de ficci6n (Seix Barral). Su produccién poética esta recogida en El arte de narrar (1977; Seix Barral, 2000). En. 1999 publicé el ensayo La narracién-objeto (Seix Barral) y en 2006 se publica su libro de ensayos terarios Trabajos (Seix Barral). Ha sido traducido al francés, inglés, alemén, italiano, holandés, portugués, sueco y griego. s editores por nes y casi nin- yytal como es- Ihaberlos de- peto religioso ‘por saber e6- 10, todos esos Jaro: en trein- muchas repe sslo quea mi sarzo de 1997) Nunca sabremos cémo fue James Joyce. De Gorman a Ellmann, sus bidgrafos oficiales, el progreso p Gnicamente estilistico: lo que el primero nos t vehemencia, el segundo lo hace asumiendo u: vo y circunspecto, lo que confiere a su relato grande de verdad. Pero tanto las fuentes del prime: las del segundo —entrevistas y cartas— son por lo m: inseguras, y recuerdan el testimonio del "hombre que vio al ‘hombre que vio al oso”; con el agravante de que para la mas fantasiosa de las dos biografias, la de Gorman, el informan te principal fue el oso en persona. Aparte de las de este dl mo, es obvio que ni la escrupulosidad ni la honestidad de los informantes pueden ser puestas en duda, y que nu interés debe orientarse hacia cuestiones tedricas y metodo- logicas. En este orden de cosas, la objetividad ellmaniana, tan celebrada, va cediendo paso, a medida que avanzamos lectura, a la impresién un poco desagradable de que el bié- grafo, sin habérselo propuesto, va entrando en el aura del biografiado, asumiendo sus puntos de vista y confundién- dose paulatinamente con su subjetividad. La impresion de- sagradable se transforma en un verdadero malestar en la secci6n 1932-1935, que, en gran parte, se ocupa del dio més doloroso de la vida de Joyce, la enfermedad me: tal de Lucia. Echando por la borda su cbjetividad, Ellmann, con argumentos enfiticos y confusos, que mezclan de nera imprudente los aspectos psiquiftricos y literarics de! a 9 ‘zones con CamScanwer Escaneado con CamScanner problema, parece aceptar la pretensién demencial de Joyce de que unicamente él es capaz de curar a su hija, Cuando. se trata‘de m mntecimientos exteriores y anecdsticos, acundarios, la blograla puede i i mos con'€l pro-"- mos por la préctica de a fécién no lo hacémos con el p espe ee eer Bencia jerérquica entre verdad y ficcién, segin la cual la priv ras poseerfa una positividad mayor que la segunda, «5 desde nego, en el plano que nos interesa, una mera fantasi io pocas veces secundarios, ede mantener su aa apenanpasa al campo interpretative el ot alam todologta. La primera exigencia de la bio; = dad, atributo \didamente cientifico, n cosa que el supuesto retérico de un género literario, no menos convencional que las tres unidades de la tragedia clasica, ” a desenmascaramiento del asesino en las tltimas paginas El rechazo escrupuloso de todo elemento ficticio no es un criterio de verdad. Puesto que el concepto mismo de ver- _dad es incierto y su definicion integra elementos dispares y ‘aun contradictorios, es la verdad como objetivo univoco del texto y no solamente la presencia de elementos ficticios lo ‘que merece, cuando se trata del género biogréfico o auto- biogréfico, una discusién minuciosa. Lo mismo podemos decir del género, tan de moda en Ia actualidad, llamado, con certidumbre excesiva, non-fiction: su especificidad se basa en la exclusién de todo rastro ficticio, pero esa exclusion no es de por si garantia de veracidad. Aun cuando la intencién ee ee eee ee eae té exactos —Io que no siempre es asi— sigue existiendo el obstéculo de la autenticidad de las fuentes, de los criterios Interpretativos y de las turbulencias de sentido propios ato- ‘da construccién verbal. Estas dificultades, familiares en 16- gica y ampliamente debatidas en el campo de las ciencias humanas, no parecen preocupar a los practicantes felices de la non-fiction. Las ventajas innegables de una vida munda- na como la de Truman Capote no deben hacernos olvidar que una proposicién, por no ser ficticia, no es automitica- mente verdadera. Podemos por lo tanto afirmar que la verdad no es ne-_ cesariamente lo contrario de a feci6n, ¥ que cuando opta~ (aoral. Aun con la mejor buena voluntad, aceptando ¢sa je- Firguia y atribuyendo a la verdad el campo de la realidad Sbjetiva y ala ficcién la dudosa expresién de lo subjetivo, persistiré siempre el problema principal, ¢s decir Iaindeter- Fiinacion de que sufren no la ficcién subjetiva, relegada al terreno deo intitil y caprichoso, sino la supuesta verdad ob- jetiva y los géneros que pretenden representarla. Puesto que ‘autobiografia, biografia, y todo lo que puede entrar en la ca- tegoria de non-fiction, Ia multitud de géneros que vuelven la espalda a la ficci6n, han decidido representar la supuesta verdad objetiva, son ellos quienes deben suministrar las pruebas de su eficacia. Esta obligacién no es fécil de cum- plir: todo lo que es verificable en este tipo de relatos 5 en general anecdético y secundario, pero la credibilidad del re- lato y su razén de ser peligran si el autor abandona el plano de lo verificable La ficcién, desde sus origenes, ha sabido emanciparse de esas cadenas:Pero que nadie se confunda: no se escriben ficciones para eludir, por inmadurez o irresponsabilidad, los rigores que exige el tratamiento de la “verdad”, sino justa- mente para poner en evidencia el cardcter complejo de la si- ‘tuaci6n, cardcter complejo del que el tratamiento limitado alo verificable implica una reduccién abusiva y un empo- brecimiento. Al dar un salto hacia lo inverificable, la ficcién multiplica al infinito Jas posibilidades de tratamiento. No -vuelve Ja espalda a una supuesta realidad objetiva: muy por el contrario, se sumerge en su turbulencia, desdenando la actitud ingenua que consiste en pretender saber de antema- no cémo esa realidad esta hecha. No es una claudicacién an- te tal o cual ética de la verdad, sino la busqueda de una un poco menos rudimentaria. ‘zones con CamScanmer Escaneado con CamScanner yr ai ficcién no es, Por lo tanto, una reivindicacién de lo ‘Aun aquellas ficciones que incorporan lo falso de un modo deliberado —fuentes falsas, atribuciones falsas, con- fusién de datos hist6ricos con datos imaginarios, etcesere Jo hacen no para confundir al lector, sino para sefialar el. as racter doble de la ficcién, que mezela, de un modo inevita. Dle,. Jo empirico: y lo imaginario. Esa mezcla, ostentada solo en cierto tipo de ficciones hasta convertirsc en un aspect determinante de su organizacion, como podria ser el caro de algunos cuentos de Borges o de algunas novelas de Tho. mas Bernhard, estd sin embargo presente en mayor o me. nor medida en toda ficci6n, de Homezo a Beckett. La para- doja propia de la ficci6n reside en que, si recurre alo fal ‘To hace para aumentar su credibilidad. La masa fangosa de ‘To empirico y de To imaginario, que otros tienen la usién de fraccionar a piacere en rebanadas de verdad y falsedady no le deja, al autor de ficciones, més que una posibilidad sumergirse en ella. De ahi tal vez la frase de Wolfgang Kay- ser: “No basta con sentirse atrafdo por ese acto; también hay que tener el coraje de Ievarlo a cabo”. Pero la ficcién no solicita ser creida en tanto que ver~ dad, sino en tanto que ficcién. Ese deseo no es un capricho de artista, sino la condicién primera de su existencia, por- que sélo siendo aceptada en tanto que tal, se comprenderd ue la ficcién no es la exposicién novelada de tal o cual ideo- logia, sino un tratamiento especifico del mundo, insepara~ ble de lo que trata, Este es el punto esencial de todo el pro- blema, y hay que tenerlo siempre presente, si se quiere evitar Ja confusion de géneros. La ficcién se mantiene a distancia tanto de los profetas de lo verdadero como de los euféricos deo falso. Su identidad total con lo que trata podria tal vez resumirse en la frase de Goethe que aparece en el articulo ya citado de Kayser (“;Quién cuenta una novela?”): “La Nove- Ia es una epopeya subjetiva en la que el autor pide permiso ara tratar el universo a su manera; el snico problema con- siste en saber si tiene o no una manera; el resto viene por afadidura’, Esta descripcién, que no proviene de la pluma de un formalista militante ni de un vanguardista anacréni- co, equidista con idéntica independencia de lo verdadero y de lo falso. Para aclarar estas cuestiones, podriamos tomar como ejemplo algunos escritores contemporaneos. No seamos modestos: pongamos a Solienitsin como paradigma de lo verdadero. La Verdad-Por-Fin-Proferida que trasunta sus re- 4atos, si no cabe duda que requerfa ser dicha, ;qué necesidad tiene de valerse de la ficcin? sPara qué novelar algo de lo ‘que ya se sabe todo antes de tomar la pluma? Nada obliga, sise conoce ya la verdad, y si se ha tomado su partido, a pa- sar por la ficci6n. Emapleadas de esa manera, verdad y Sc- ign se relativizan mutuamente: la ficci6n se vuelve un es- queleto reseco, mil veces pelado y vuelto a recubrir con lz carnadura relativa de las diferentes verdades que van susti- ‘tuyéndose unas a otras. Los mismos principios son el fun- damento de otra estética, el realismo socialista, que la co cepcién narrativa de Solienitsin contribuye 2 perpetuar. Solienitsin difiere con la literatura oficial del estalinismo en su concepci6n de la verdad, pero coincide con ella en la de la ficcién como sirvienta de la ideologia. Para su tarea, sin duda necesaria, informes y documentos hubiesen bastado. ‘Lo que debemos exigir de empresas como la suya, es un afin-/ camiento decidido y vigilante en el campo de lo verificable. Sus incursiones estéticas y su gusto por la profecfa se reve- Jan a simple vista de lo més superfiuos. ¥ por otro lado, no basta con dejarse la barba para lograr una restauracin dos- toyevskiana. Con Umberto Eco, las amas de casa del mundo entero han comprendido que no corren ning peligro: el hombre 5 medievalista, s#midlogo, profesor, versado en légica, en informatica, en filologia. Este armamento pesado, al sexvi- cio de “lo verdadero”, las hubiese espantado, cosa que Eco, como un mercenario que cambia de campo en medio dels batalla, ha sabido evitar gracias a su instinto de conserva B ‘zones con CamScanmer Escaneado con CamScanner

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