El mito de la conquista tuvo en su momento cierta importancia como una forma
demostrar o enaltecer un sentimiento nacionalista en afán de superar los días
pasados y darle sentido a la lucha que se llevó a cabo en su debido momento. Esto puesto que las personas que estuvieron a cargo necesitaban una justificación o una forma de dirigir a la gente encauzar sus emociones y acciones hacia la construcción de un nuevo territorio libre. Sí bien es cierto que hicieron cosas buenas y malas aquí y allá, detenernos a juzgar sus acciones no va a construir nada nuevo. Lo que si podemos hacer por el contrario es entender cuánto afectó este mestizaje, que surgió, que incorporamos y adaptamos Y de qué manera nos conforma en lo que somos hoy en día, de modo que aceptemos y así poder tomar lo mejor y lo peor de ambas partes. Entonces la importancia del mito de la conquista está más en que fue una forma de entender o explicar los fenómenos que se suscitaron durante esta, nacidos del resentimiento sí, y como bien menciona el texto la historia de quién la escribe, por lo que muchos de los hechos que se narran pueden estar sesgados o ser poco objetivos, por lo que no nos queda más que recabar lo más que podamos de esta y así podemos entender un poco más de nuestro país y de los problemas que surgen incluso desde este periodo que aunque ni siquiera era un país todavía pero que al identificarlos, podemos dar un paso más en el camino a solucionarlos.