Su Nombre Es Hilario Díaz Peña

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Su nombre es Hilario Díaz Peña.

Sus apellidos españoles esconden su verdadero origen, del cual él se siente muy
orgulloso. Es y se autodefine como un indígena bora. Hoy es lo que siempre quiso ser: un maestro.
Pero Hilario no es un docente como la mayoría. Es un maestro intercultural bilingüe, a cargo de los aprendizajes de
una docena de niños y niñas que tienen como lengua materna el shipibo y que cada mañana asisten a la escuela de
Puerto Bethel en la región Ucayali.
Hilario nos cuenta que entre las cuatro paredes de madera que constituyen el aula donde enseña hace realidad su
sueño de infancia: enseñar a niños y niñas que no hablan castellano
.“Yo tenía 7 años cuando mi familia se mudó al caserío de San Andrés, cerca de Iquitos, en Loreto. Ahí el docente y la
mayoría de niños hablaban castellano. Para mí fue chocante. Los
docentes eran distantes y los niños me gritaban cosas que al principio
no entendía. Aunque fui aprendiendo el castellano, lo traducía desde la
lógica bora y entonces lo que contestaba no tenía sentido. Repetí el
tercer grado de primaria. Me iba mal en la escuela hasta que me enseñó

la profesora Norma Esther Díaz García, quien se percató de que yo


traducía mis respuestas. Ella me enseñó que debía interpretar”, nos
cuenta

su interés por enseñar a niños y niñas y sus constantes recorridas por la Amazonía peruana lo han convertido en un
hombre que habla seis idiomas: shipibo, bora, asháninka, yaminahua, amahuaca y portugués.
Pero llegar a convertirse en maestro no fue fácil. Para empezar, en San Andrés no había escuela secundaria. Debía
caminar por dos horas y, en tiempos de lluvia, cuando el caudal del río crecía, debía llevar ropa para cambiarse y no
llegar mojado a la escuela. Pero su interés por aprender era tal que se encontraba entre los mejores estudiantes.
Sin embargo, la economía familiar no permitió que pudiera culminar la secundaria. Por ello, ingresó como voluntario
al Ejército peruano. Culminado este periodo volvió a la escuela y luego de unos años de realizar diversos trabajos
postuló a un instituto pedagógico. “Me decían que estaba loco, que loro viejo no aprende, pero fui terco e insistí
porque me acordaba que en mi escuela de San Andrés cuando veía al maestro pensaba: algún día seré yo quien esté
ahí”.
Además de transmitir sus conocimientos, Hilario está enfocado en rescatar los saberes de la comunidad shipiba y en
lograr que se acabe el machismo en la comunidad. “En el aula promuevo que chicos y chicas compartan las labores
de cuidado del aula como hacemos mi esposa y yo en casa. Al principio, cuando los vecinos me veían lavando ropa o
barriendo mi casa, me miraban con asombro y cuchicheaban entre ellos. Hoy lo ven con naturalidad.
Hilario Díaz vive hoy en la comunidad de Puerto Bethel donde se desempeña como director y docente de la escuela
primaria de la comunidad. Su esposa, también maestra, es de origen shipibo. Ambos comparten el amor y
compromiso con la Educación Intercultural Bilingüe. Hilario, como los otros profesores que trabajan en escuelas
interculturales bilingües, recibe constantes capacitaciones para mejorar su trabajo gracias al apoyo que Unicef y la
Embajada de Canadá brindan a la Dirección Regional de Educación de Ucayali
1- ¿Cómo se percibe a sí mismo el profesor Hilario? ¿Qué pudo motivarlo a aprender seis lenguas? ¿Lo harías tú?
2- ¿De qué manera el profesor Hilario ha contribuido y contribuye al desarrollo de las culturas amazónicas?
3-Te interesa el tema ambiental como a Irene y a Miguel? ¿Te animarías a viajar a la Amazonía? ¿Qué lugar preferirías

A Irene le sorprendió que Hilario haya aprendido tantas lenguas. A ella también le gustan los idiomas, pero no se
imagina cómo haría para aprender tantos... Todo esto la hizo pensar en cuáles son las motivaciones que nos llevan a
esforzarnos y a darles importancia a los elementos culturales de nuestro lugar.
Se reconoce que Hilario tiene habilidades para aprender lenguas. En cada lugar que conoció y en los que trabajó,
respetó a las comunidades y su cultura. Logró integrarse con los pobladores y convivía con ellos. Como él dice: “No
me aislaba. Ganaba una amistad, también ganaba idiomas”.
La identidad no solo se relaciona con un idioma, sino también con otras expresiones culturales. En el caso de Irene,
desde el año pasado participa en el concurso Coplas de Carnaval. A ella le gusta cantar, y su papá suele acompañarla
tocando la guitarra. Disfruta mucho de este evento porque son días muy importantes para su pueblo. Es un día en el
que todas las personas viven las tradiciones de la comunidad de una manera muy particular.
Siempre recuerda a su madre y a su padre preparando trajes coloridos para que su club provincial participe en el
desfile de carnavales de la entrada del Ño Carnavalón. Los recuerda entusiasmados por la llegada de gente, incluso
del extranjero, que se acerca a su ciudad a ver estas fiestas.
A lo largo de los años, Irene ha participado de diferentes maneras en dicha fiesta tradicional, y, hoy, a sus 15 años, ya
se atreve a cantar en público. De pequeña solo acompañaba a su papá, pero ahora se siente más segura de poder
estar frente a un público y concursar por su pueblo. Aunque a veces siente un poquito de vergüenza y nervios antes
de salir a cantar, cuando escucha los aplausos de su gente todo queda en un segundo plano y se siente orgullosa de
sus logros.
El otro día, conversando con sus amigas y amigos, estos le dijeron que no se sentían bien con tanta gente extraña en
la ciudad durante esos días, y que preferirían que los eventos duraran menos tiempo. Irene se preguntó: “¿Por qué
mis amigos tendrán esa percepción? ¡Yo disfruto tanto esos días!”.

Cuando Miguel e Irene se encuentran en sus trabajos de campo, suelen conversar sobre las características particulares
de su región y las diferencias que hay entre ellos y las personas de otros lugares. Les llamó mucho la atención el hecho
de que Hilario haya viajado por la Amazonía y haya tenido contacto con diferentes culturas, y que eso lo haya llevado
a tomar muchas decisiones importantes en su vida, como, por ejemplo, su vocación docente.
Irene le comenta a Miguel que en su pueblo no hay muchos institutos de formación superior, que pronto va a terminar
la secundaria y que le preocupa el hecho de que quizá elija una profesión a la que no pueda acceder. Miguel coincide
con Irene en su preocupación por todo ello, y teme que no pueda cumplir sus metas personales.
Luego de escuchar la historia de Hilario, se han puesto a pensar en alternativas de solución para este problema, y se
les ha ocurrido que podían considerar postular a una beca. Claro que eso implicaría mucho esfuerzo para poder
calificar, pero también la posibilidad de mostrar sus capacidades.
Por otro lado, Irene le comenta a Miguel que ella ha visto que, en su región, el turismo es muy importante y que hay
mucho trabajo en ese ámbito, por lo cual ha pensado en una carrera que se relacione con el turismo.
Miguel también había pensado en una opción: ser ingeniero ambiental. Si estudia esa carrera, podrá evaluar los daños
a los suelos, el aire y la atmósfera. Asimismo, podrá realizar estudios ambientales, y podría informar si una empresa
está afectando un ecosistema. En Pucallpa pasa mucho esto, y se le ocurrió que esa sería una fuente importante de
trabajo que debería aprovechar. Además, él conoce muchos lugares recónditos que deberían protegerse. También
piensa que con esa carrera podría enseñarles a otras personas a cuidar y proteger nuestro mundo

Tanto Irene como Miguel integran un grupo social (red de estudiantes de todo el país) que promueve el cuidado
ambiental. Ellos hacen algunas actividades voluntarias para contribuir al cuidado de los recursos naturales como el
suelo, el agua, el aire, los bosques y la protección de especies en peligro de extinción. Algunos fines de semana, ellos
asisten a talleres que algunos profesionales brindan en diferentes instituciones educativas o realizan intervenciones
de sensibilización o reparación (por ejemplo, limpieza) en diferentes espacios
.Irene: A mí me gusta el voluntariado porque puedo conocer y aportar a mi región y a otras en algo que considero
importante para nuestro planeta. Además, puedo conocer a chicas y chicos de otros lugares, y me encanta viajar. Nos
reunimos en el colegio, casi siempre los sábados, y ahí nos enseñan muchos temas interesantes. A veces viajamos a
pueblos cercanos para investigar sobre el suelo y el agua. Algunas amigas no entienden cómo puedo entretenerme
con estos temas, pero a mí siempre me gustó desde muy pequeña la investigación.
Miguel: Cuando estoy en el grupo de conservación ambiental, me siento muy bien, me siento importante; siento que
puedo aprender y a la vez ayudar a otras personas. En especial, puedo conocer otros lugares y otras formas de vivir.
Si bien le dedico un poco de tiempo los fines de semana, eso no quita que pueda hacer otras cosas. Pero mis amigos
me dicen que me hago de rogar para salir o que me creo importante y que por eso no salgo con ellos. Eso me fastidia
un poco, pero no lo puedo evitar

Las experiencias grupales con otras personas que comparten nuestros intereses son muy importantes, ya que nos
permiten ir construyendo nuestra identidad y, a la vez, nos abren un espacio en el cual podemos desarrollar nuestras
habilidades y aptitudes.
Cuando elegimos un grupo, tendemos a buscar afinidades que se relacionan con nuestra historia personal y con el
contexto en el cual hemos interactuado, crecido y experimentado vivencias desde temprana edad.
Existen muchos grupos en los cuales pueden integrarse las chicas y los chicos, y todos tienen una particularidad:
compartir intereses comunes que los identifican y que los diferencian de otros grupos. Las relaciones se van
entretejiendo según las experiencias vividas dentro de esos grupos

Mientras Miguel e Irene limpian y ordenan el aula donde han trabajado toda la mañana, entablan un diálogo muy
interesante y muy personal.
Miguel: ¿Recuerdas que el profesor Hilario nos contó que cuando veían que él realizaba las labores del hogar, como
las que hacía su esposa, sus vecinos lo criticaban y se reían? ¿Por qué reaccionaban así?
Irene: Felizmente, poco a poco, las personas de la comunidad van viendo con naturalidad que tanto los hombres
como las mujeres realicen las labores del hogar. Claro, pues, así como tú y yo lo estamos haciendo.
Miguel: En algunas culturas se han asignado determinados roles a mujeres y hombres, y estos se repiten desde hace
mucho tiempo. ¡Qué importante es ver que mujeres y hombres tenemos las mismas condiciones y responsabilidades,
y los mismos derechos!
Las costumbres hay que respetarlas, comprender sus lógicas, sus significados y sentidos en el contexto del grupo
social, cultural o étnico en el que se practican, y requieren de nosotros que tomemos una actitud dialogante y de
negociación cultural y política para proponer nuestros puntos de vista y modelos de desarrollo que pueden mejorar
las relaciones de género en la comunidad.
Irene: ¡Sí, claro! Valoro cada cultura, sus particularidades y su diversidad. Hoy las mujeres participamos más en todo,
tenemos otras expectativas. No sé cómo hubiera actuado o cómo me hubiera sentido si me decían que no podía
cantar mis carnavales en público. Creo que el profesor Hilario enseña, desde su vida cotidiana, a sus estudiantes y
vecinos, que hay que establecer nuevas formas de interactuar entre mujeres y hombres.
Miguel: Hoy en día, en los grupos sociales, tanto mujeres como hombres participamos de la misma forma. Cuando
salimos con el grupo de conservación ambiental, todos hacemos las mismas actividades en el campo y, de hecho, nos
ayudamos mucho, ya que cada uno tiene una visión interesante de las exploraciones que vamos haciendo. Creo que
el profesor Hilario ha visto la necesidad de reflexionar sobre algunas costumbres de su cultura, respetando sus
expresiones y sentidos, que son los que le otorgan su particularidad. Eso me parece significativo valorar

Es necesario que la mujer de todos los espacios del Perú logre su desarrollo personal y participe en el desarrollo
nacional en igualdad de condiciones que los hombres. Esto lo reconocen el Estado peruano y organismos de la
sociedad civil, quienes advierten que las mujeres son personas que tienen que remontar muchos obstáculos para
conseguirlo. Una forma de reconocer ese esfuerzo es mediante la “Orden al Mérito de la Mujer” que el Ministerio de
la Mujer y de Poblaciones Vulnerables otorga todos los años. Este es el máximo reconocimiento que el Estado peruano
concede a las mujeres que destacan en el compromiso y la defensa de sus derechos

Para reconocer el contexto social en el que vivimos, podemos hacernos las siguientes preguntas (unas son simples,
otras más complejas):
¿En qué época vivimos? ¿Qué es la globalización? ¿Qué son las redes sociales?
¿Cuáles son actualmente las carreras que tienen mayor demanda? ¿Por qué? ¿Hay trabajo para esas carreras?
¿Mi familia y el Estado garantizan mis derechos a la salud, a la educación, a la seguridad?
¿Se respetan las formas de pensar, sentir y actuar de cada una de las personas?
¿Hay equilibrio de poderes en el Estado? ¿Tenemos un gobierno democrático o una dictadura?
¿Qué ideas se imponen? ¿Qué sistema de producción predomina

La noción de contexto social se relaciona con las características del tiempo y del lugar en los que vivimos y de las
sociedades con las que convivimos. Abarca la interrelación de las dimensiones sociales, económicas, culturales,
políticas, históricas, tecnológicas, etc. Todo ello va configurando parte de la identidad y de la realidad de una persona,
de lo que somos. Son condiciones o posibilidades que limitarán o potenciarán el desarrollo de cada una de las
personas y de la sociedad. Pareciera que, frente al contexto social, cada uno de nosotros “no es nada” y que no
tenemos ningún poder sobre este. Pero ¿realmente es así? ¿Nos dejaremos llevar por ese contexto si no nos satisface?

Podemos sentir que nuestro contexto nos ayuda a lograr ciertas metas o a desarrollar ciertas habilidades, o que en
otras circunstancias se nos presenta como una limitación que no nos permite acceder a nuestros intereses y
motivaciones. Por ejemplo:

Estos son solo ejemplos que nos hacen pensar en cómo contrarrestar las limitaciones, así como en las circunstancias
que tenemos a nuestro favor para buscar una salida positiva que nos permita cumplir con nuestras metas. Es así que,
tomando decisiones oportunas, construimos un contexto social favorable para cumplir las metas personales.
Actividades:
1.En el marco del desarrollo personal y la ciudadanía activa, ¿qué aspectos de tu cultura valoras y cuáles crees que
puedes cuestionar? ¿Por qué?
2. Elabora un organizador gráfico en el que identifiques las características de tu contexto social que actúan como
limitantes o como oportunidades para tu desarrollo personal y el de tu comunidad.
3. Dentro de cinco años, cómo completarías las siguientes frases:
• Lo que valoré de mi cultura fue... Entonces, yo decidí... para posibilitar mi desarrollo personal.
• Mi contexto social fue favorable en... Por ello, yo decidí... para posibilitar mi desarrollo personal.
4. Con respecto a mi identidad, ¿cómo se ha ido configurando esta según la cultura y los grupos a los que pertenezco
y al contexto en el que vivo

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