Professional Documents
Culture Documents
El Notariado en Chile
El Notariado en Chile
Abogada
tratamiento orgánico y sistemático en cuerpo legal alguno. Existe sólo a su respecto una normativa dispersa
conocida como Ley Orgánica de Tribunales, dictada el 15 de octubre de 1875, es donde, por primera vez, se
trata a estos funcionarios en forma organizada, otorgándoles a cada uno de ellos un título en la citada ley.
Esta etapa, cuyo inicio está determinado por las primeras acciones del proceso de Independencia
En la citada ley, los escribanos reúnen en sí la totalidad de las funciones propias de los ministros de
fe, es decir son los titulares y quienes ejercen la Fe Pública. Esto es así debido a que en la legislación
aplicable a estos funcionarios hasta la época, no se hacía distinción alguna en las funciones que debían ejercer
los actuales Notarios, Secretarios de tribunales y Receptores. Son ellos los herederos de las originarias
La importancia del Código Civil en materia notarial dice relación con las funciones que el escribano
En lo sustantivo, con la dictación del Código Civil chileno, que legisla en lo notarial todo lo relativo
al instrumento público, a la escritura pública, reglando su valor probatorio (Artículo 1698 y siguientes), y en
lo referente a los testamentos, formas de otorgamiento e intervención del escribano en dichos actos, poniendo
La Ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales de Chile de 1875, pone término a este
período.
Como ya se señalara anteriormente, el gran mérito de esta Ley, dictada con fecha 15 de octubre de
1875, fue haber tratado orgánica, sistemáticamente y por primera vez, a los Notarios en Chile. Sistematizó
organizadamente, en un solo cuerpo legal, todo lo referente a los Notarios, Secretarios de Juzgados y de
Cortes, y Receptores. La particularidad de tal norma es que se refiere a la circunstancia de incorporarlos como
funcionarios del Poder Judicial y aplicar a los notarios en lo que se refiere a su nombramiento, juramento,
fianza y forma de emolumentos, las mismas normas que a los secretarios de tribunales.
litigiosos, se encontraban sujetos a las mismas normas prohibitivas de los Jueces de Letras. A partir de esta
Ley los notarios, secretarios y receptores pasan a depender estructural y jerárquicamente de los tribunales de
Justicia, situación que se mantiene hasta nuestros días, es decir a forman parte de los Auxiliares de la
Administración de justicia.
La Ley Orgánica y Atribución de Los Tribunales de 1875 trata a cada uno de los auxiliares de la
administración de justicia, entre otros a los Notarios en un título especial. Los Notarios están tratados en los
Concepto.
En el artículo 361 define a los Notarios como “ministros de fe pública encargados de redactar,
autorizar y guardar en su archivo los instrumentos que ante ellos se otorgaron, de dar a las partes
interesadas los testimonios que pidieren, y de practicar las demás diligencias que la ley les encomiende”.
Se les encarga el ministerio especial de ejercer las funciones contenidas en su definición, separando
- Una función relativa a los actos y contratos que se consignaban en sus registros o protocolos;
- Por otro lado, las funciones ejercidas ante los jueces y en los procesos en su función de
actuarios públicos. Estas dos clases de funciones son las que la Ley Orgánica ha distinguido y
Para la primera clase ha instituido a los Notarios y para las funciones de la segunda clase se ha
instituido a los secretarios de los juzgados de letras. Los secretarios de Cortes Superiores y Suprema siempre
Número de Notarios.
El artículo 362 dispone que "En cada departamento de la República habrá el número de notarios
que fuere preciso para satisfacer las necesidades del servicio público. El Presidente de la República, con
previo informe de la respectiva Corte de Apelaciones, determinará dicho número para cada departamento.
Ningún notario podrá ejercer sus funciones de tal fuera del departamento que para ello se le hubiese
señalado Cada notario tiene, por lo tanto, un territorio jurisdiccional determinado dentro del cual puede
actuar.
De acuerdo al artículo 337, que exige ser abogado para ser secretario de juzgado de letras, mantiene
igual exigencia respecto de los notarios. Asimismo, en su inciso final, este artículo dispone que en caso que a
una oposición no se presentare ningún abogado, puede ser nombrado cualquier individuo que posea las
calidades necesarias para ejercer el derecho a sufragio en las elecciones populares y que acredite aptitud para
desempeñar el cargo.
Por aplicación del artículo 338, los notarios deben ser nombrados por el Presidente de la República.
El artículo 320 dispone que en caso que se trate de proveer un empleo de Notario, se convocará a un concurso
público al que podrán presentarse todos los abogados que reúnan los requisitos necesarios para desempeñar el
cargo, la Corte los examinará y designará a los tres que considere más dignos, esta terna será elevada al
La oposición debía hacerse ante la Corte de Apelaciones a que pertenecía el distrito en que se
prestaban los servicios. Como requisitos para desempeñar el cargo se debía prestar Juramento y Fianza.
El Juramento debía hacerse al tenor de la siguiente fórmula: “Juráis por Dios Nuestro Señor y por
estos santos Evangelios que guardaréis la Constitución y las leyes de la República y que desempeñaréis
objeto de dicha fianza era responder de las multas e indemnizaciones de perjuicios a que pudieran ser
Oficiales subalternos.
Cada notario tenía el número de oficiales subalternos que estimaba preciso para un buen
servicio de su cargo. Para nombrarlos necesitaba el permiso y aprobación de la respectiva Corte, la que
también podía ordenar al notario despedir a alguno de estos oficiales cuando lo estimare conveniente. En lo
demás los oficiales subalternos dependían directamente del notario al que servían.
Según el artículo 364, inciso final, los notarios en aquellos departamentos donde hubiere dos o
Los notarios gozaban, al igual que los secretarios, de los emolumentos que señalaba el
Asistencia.
Deber de residencia y asistencia diaria: El artículo 367 les hacía aplicable lo prevenido respecto
de los secretarios en relación a ausentarse de la oficina. Para ausentarse del lugar de su residencia o dejar de
asistir diariamente a su oficina requerían permiso del presidente de la Corte, en los departamentos que sean
asiento de Corte, ó del Juez de Letras respectivo. La duración máxima de tal permiso era un mes. Cuando
excedía de este término, no excediendo de un año, el permiso debía solicitarse al Presidente de la República
por escrito. Si transcurría el año y el notario aún se encontraba inhabilitado para ejercer sus funciones, la
1. Extender los instrumentos públicos con arreglo a las instrucciones que de palabra o por escrito
les dieren las partes otorgantes, sin emplear para ello abreviaturas ni otros signos que los
2. Guardar y conservar con buen arreglo los instrumentos que ante ellos se otorgaren,
ordenándolos de modo que se precava todo extravío y se haga fácil y expedito su examen.
3. Dar a las partes interesadas, con arreglo á la ley, los testimonios o certificados que pidieren de
otorgaren;
5. Asistir diariamente á su oficina y mantenerla abierta para el servicio público desde las diez de
El artículo 369 agrega otra obligación a los notarios consistente en entregar a los archiveros,
cuando hubiere en el departamento, empastados los protocolos, cerrados con el certificado de estilo, un mes a
Inhabilidad de un notario.
Según el artículo 365, cuando el notario se inhabilitaba para el ejercicio de sus funciones por
cualquier causa, el juez de letras respectivo era quien designaba a la persona que lo reemplazaría mientras
Según el artículo 368, les estaba prohibido, al igual que a los jueces, el ejercicio de la abogacía y sólo
podían asumir la defensa de causas personales, de sus cónyuges, ascendientes, descendientes, hermanos y
pupilos.
Finalmente el último artículo del Título XVIII, relativo a los notarios, artículo 370, disponía que en los
departamentos que a juicio del Presidente de la República no era posible o conveniente hacer recaer los cargos
de secretario, receptor y notario en distintas personas, por no permitirlo la exigüidad de los salarios asignados
a dichos cargos, estos podría ser desempeñados por una misma persona.
Todos lo notarios debían tener un sello para signar los instrumentos que otorgaban. Antes de la
dictación de la Ley Orgánica este era designado por el Ministerio de Justicia en el decreto de nombramiento
del notario, con posterioridad a esta ley, era el mismo notario quien presentaba el signo o timbre de que
Corte Suprema.
En relación a la conducta ministerial de los notarios, se hallaban bajo la vigilancia de las Cortes de
Apelaciones las que procediendo de plano podían imponer a los funcionarios diversas penas correccionales
por falta o abusos que cometieren y que la ley no calificare, como crimen o simple delito. Las penas eran:
a) Amonestación privada;
legislar acerca de las solemnidades a que quedaban sujetas las escrituras públicas, satisfaciéndose este vacío
solamente en el año 1925 con la dictación del D. L. 407. En el ínter tanto la Corte de Apelaciones de Santiago
recomendó la aplicación de un antiguo proyecto de reglamento que databa de 1831 y que estaba basado en las
normas pertinentes a la materia del Título XVIII, libro 1 de la Novísima Recopilación y de la Partida III, del
Las normas que la esta ley dictó a propósito de los Notarios subsisten vigentes hasta hoy día en
gran parte sin modificación. El actual Código, Orgánico de Tribunales, dictado en el año 1943, refundió en un
solo texto esta Ley Orgánica y todas las leyes que la han modificado o complementado. Así lo expresa la carta
dirigida por don Arturo Alessandri, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
de Chile, al Ministro de Justicia de la época, de fecha 14 de junio de 1943, con la cual acompaña el texto del
mencionado Código. Esta ley se mantuvo plenamente vigente, prácticamente sin ninguna modificación hasta
el año 1925 en que se dictó el D.L. 407 conocido como "Código del Notariado", el que se encuentra
disposiciones vigentes en la Ley 407, a la cuales se le han incorporado modificaciones que se precisarán más
adelante.
El D.L. 407 conocido como "Código del Notariado", está regulado en 10 Títulos. En el párrafo
7 del título XI podemos encontrar una cantidad importante de sus disposiciones y de la normativa anterior.
que el Presidente de la República determine previo informe favorable de la respectiva Corte de Apelaciones,
En el inciso segundo de este artículo se innova al exigir para la creación de nuevas notarías que el
departamento respectivo tenga una población superior a 40.000 habitantes, y al prohibir, al mismo tiempo,
que haya más de un notario en un departamento cuya población no sea superior a este número.
En su inciso final, por último, este artículo delimita el campo de actuación de los notarios al
Ser chileno; tener 25 años de edad a lo menos; ser abogado con dos años de ejercicio de profesión a
El artículo 4 señala quienes no pueden ser notarios: Los interdictos por causa de demencia, los
sordos, los mudos, los ciegos, los que se hallaren procesados por crimen o simple delito y los que estuvieren
Incompatibilidades.
Los artículos 6 y 7 disponen que las funciones de notarios son incompatibles con las de cualquier
otro cargo rentado de nombramiento por el Presidente de la República, salvo algunos como los que requieran
la calidad de notario o los de profesores. Son además incompatibles con el ejercicio de la profesión de
Al igual que en la ley de 1875, para proveer un cargo de notario vacante se hace a través de concurso
público.
FIANZA.
Para ejercer el cargo se exige, al igual que la ley orgánica, rendir fianza a satisfacción del Presidente de la
Corte respectiva. El monto es de 15.000 pesos para los notarios de asiento de Cortes; 10.000 para los de
ante el Presidente de la Corte de Apelaciones respectiva de guardar “la Constitución i las leyes de la
Se mantienen por lo tanto los dos requisitos exigidos por la Ley Orgánica para desempeñar el
cargo.
Inhabilidad de un notario.
Se reproduce la norma anterior en el sentido que en este caso es el Juez de Letras el que debe
designar al reemplazante.
El título 11 que comprende los artículos 14 y 15, señala las atribuciones de los notarios y sus
obligaciones, respectivamente. Nos encontramos que este D.L., a diferencia de Ley Orgánica, separa lo que
1.- Extender los instrumentos públicos con arreglo a las instrucciones que de palabra o por
5.- En general, dar fe de los actos para que fueren requeridos y que no estuvieren
1. Guardar y conservar en riguroso orden cronológico los instrumentos que ante ellos se otorguen,
2. Dar a las partes interesadas los testimonios o certificados que pidan, de los actos que ante ellos
público, por lo menos desde las diez de la mañana hasta las cuatro de la tarde."
En materia de obligaciones de los notarios, se mantienen casi sin variación alguna las
carga a medida que avanza el tiempo va siendo cada vez más frondosa, descargando el Estado gran parte de
su rol fiscal en el agente fideidante. Algunas de estas normas, siguiendo un orden temporal, son:
El notario debe enviar a impuestos internos una lista de las transferencias de bienes raíces que
hayan tenido lugar en su oficio. El reglamento de esta misma ley impuso las obligaciones de exigir el
c) D. F. L. Nº 344 de 1931
Obliga a los notarios a velar por el cumplimiento del impuesto de segunda categoría sobre la renta.
Creó cinco nuevas plazas de notarios para el departamento de Santiago. Este decreto vino a
satisfacer un imperiosa necesidad que se venia manifestando desde hace varios años, ya que dado el aumento
En su artículo 74, estableció la obligación para los notarios de insertar en las escrituras de
Afortunadamente en los últimos años se ha visto una reacción por parte del Poder Ejecutivo en esta
materia y muchas de estas disposiciones han sido derogadas habiéndose insertado en la Ley 18.181 de 1982,
• En lo relativo a las inserciones documentales, el artículo 410 expone que: "no será obligado insertar
en la escritura documentos de ninguna especie, a menos que alguno de los otorgantes lo requiera.
entenderá cumplida esta obligación con su exhibición al notario, quien dejará constancia de este
hecho antes o después de la firma de los otorgante; el documento será agregado al final del
protocolo".
• En lo referente a la vigilancia de los tributos, el artículo 32 prohíbe a los notarios otorgar copia de los
Dicha ley modifica disposiciones del Código Orgánico de Tribunales en el tratamiento de los
notarios, específicamente sustituye el párrafo 7° de su título XI "Los Notarios", por el que contiene la ley.
instrumentos que ante ellos se otorgaren, de dar a las partes interesadas los testimonios que
• Se mantiene la definición que aparecía en la Ley Orgánica de 1875, pero habiéndose suprimido la
facultad de redactar se aprecia un serio atentado en contra de la función asesora del ministro de fe.
No obstante ello, el artículo 401, en su número primero, mantuvo lo dispuesto por la mencionada ley
en el sentido de “extender los instrumentos públicos con arreglo a las instrucciones que, de palabra
de bonos de sociedades anónimas, sólo pueden ser extendidas en los protocolos sobre la base de
minutas firmadas por algún abogado, lo que, contrario sensu, implica que los restantes instrumentos
copias de estos documentos y de los libros por llevar. Algunas de estas alteraciones permiten que los
instrumentos puedan manuscribirse, o bien mecanografiarse u otorgarse en cualquier otra forma que
leyes especiales autorice. Se permite que puedan emplearse palabras de otro idioma diferente del
castellano, lo que antes estaba prohibido, siempre que sean generalmente usadas, o bien como
• Se elimina a los testigos del acto y se crea el libro llamado Repertorio. En éste se anotaran en estricto
orden numérico día a día las escrituras y documentos protocolizados según el orden de presentación.
• Respecto a la dación de copias, se elimina el sistema tradicional de las primeras y segundas copias y
“Es una función profesional y documental autónoma, jurídica, privada y calificada, impuesta y
organizada por la ley para procurar la seguridad, valor y permanencia de hecho y de derecho, al interés
jurídico de los individuos, patrimonial o extrapatrimonial, entre vivos o por causa de muerte, en relaciones
los primeros tiempos los actos y contratos sólo eran verbales, luego fueron ante testigos y, después de
numerosas y sucesivas transformaciones, pasaron a celebrarse ante un funcionario que se denominó escribano
o notario, quien es investido por el estado para cumplir su misión que es dar fe.
La característica más importante de la función notarial desde sus inicios y hasta nuestros días es
la de solemnizar y dar fe de los derechos y obligaciones de las personas. Dentro de su función está el
planteamiento y resolución de los negocios y problemas de todo tipo, en los cuales su actitud fiel y
determinada es evitar dudas y conflictos. Es una función preventiva, neutral, imparcial, en resguardo de todos,
sin distinción ni preferencia. En todas las legislaciones predomina el dicho “el notario es el arbitro de la
verdad”.
El notario desempeña una función social por excelencia con toda la jerarquía de un oficial
público, ellos deben tener el más alto concepto de la responsabilidad profesional, ya que en sus manos se
encomienda la atención de intereses tan cuantiosos, como delicadas cuestiones patrimoniales y de familia. Por
lo que el notario debe ser una persona muy recta y escrupulosa a fin de lograr el respeto, o más bien conservar
el respeto por su investidura y sea merecedor de confianza absoluta. El Estado, a su vez, tiene el derecho y el
deber de velar porque las aptitudes morales del profesional a cuyo cuidado se entrega diariamente el honor y
la fortuna de sus conciudadanos por lo que sus facultades están regladas en forma clara y precisa.
Misión tan elevada como esta le exige al notarios, según algunos autores, “de ciencia”,
“conciencia” y “experiencia”, además de una sólida vocación. La experiencia, estudio y una comprensión
complejas y delicadas en forma apropiada, conforma a derecho y justicia, ya que muchas veces las
interpretaciones de las leyes, estatutos y reglamentos, la misma ignorancia, astucia, avaricia y malas
intenciones de las partes, procuran perturbar su criterio, por lo que necesita, además, de habilidad y firmeza
para no obligarse ante las impresiones y eludir de este modo con serenidad, semejantes peligros.
En temas como la honra y el patrimonio, dos de los atributos más estimados del ser humano, en
el notario son imprescindible. En muchas oportunidades más que el conocimiento rígido de las leyes, importa
el criterio y probidad, especialmente al tratar con ciudadanos que viven situaciones de pérdida dolorosas, que
contraen graves compromisos, que deben pedir prestamos onerosos, o deben hacer ventas inevitables, etc,
En la actualidad los Notarios están regulados en el párrafo VII del título XI del Código
Orgánico de Tribunales, párrafo enteramente sustituido por la ley 18.181 del 26 de noviembre de 1982, que
instauro una profunda reforma en el sistema notarial chileno. Tal normativa ha tenido modificaciones
establecidas por las leyes 18.776 del 18 de enero de 1989 y número 18.969 de 10 de marzo de 1990.
Según el artículo del Código Orgánico de Tribunales: “Los notarios son ministros de fe
pública, encargados de autorizar y guardar en su archivo los instrumentos que ante ellos se otorgaren, de
dar a las partes interesadas los testimonios que pidieren y practicar las demás diligencias que la ley le
encomiende.”
La función genérica de los notarios es ser “ministro de fe pública”. Lo que implica distinguir
entre el notario y la función notarial. La primera se refiere al cargo determinado por ley y la segunda, a las
Martínez Segovia1 señala que : “El notario es un jurista facultado por la ley para interpretar y
configurar, autenticar y resguardar tanto el documento notarial – o medio objetivo – como el objeto material
Por otra parte, en 1948 se realiza en Buenos Aires el Primer Congreso Internacional del Notariado
Latino en donde se señala que: “El notario latino es un profesional de derecho encargado de una función
publica consistente en recibir, interpretar y da forma legal a la voluntad de las partes redactando los
instrumentos adecuado a este fin y confiriéndoles autenticidad; conservar los originales de estos y expedir
Al decir de Enrique Jiménez Arnau: “El notario es un profesional del derecho que ejerce una función
pública para robustecer, con una presunción de verdad, los actos en que interviene, para colaborar en la
formación correcta del negocio jurídico y poder solemnizar y dar forma legal a los negocios jurídicos
privados y de cuya competencia, sólo por razones históricas, están sustraídos los actos de la llamada
jurisdicción voluntaria”.
La ley 18.181, con su artículo 399 del Código Orgánico de Tribunales otorgaba a los notarios la
función de redactar los instrumentos que ante ellos se otorgaban, expresión que posteriormente fue suprimida,
esto no significa que se prohíba al notario tal función. Por otra parte, el artículo 401 Nº 1 entrega la función
de “extender” escrituras públicas, de lo que se deduce que necesariamente debe “redactar”. De acuerdo al
1
Martínez S. Francisco. “Función notarial” Ediciones Jurídicas Europa – América, B. Aires, 1961
artículo 413 se debe señalar que la ley establece que las escrituras deben ser extendidas en base a minutas
profesional y documental autónoma, jurídica, privada y calificada, impuesta y organizada por la Ley, para
procurar la seguridad, valor y permanencia de hechos y de derechos, al interés jurídico de los individuos,
patrimoniales o extramatrimoniales, entre vivos o por causa de muerte, en relaciones jurídicas de voluntades
De acuerdo al artículo 400 del Código Orgánico de tribunales " En cada comuna o agrupación de
comunas que constituya territorio Jurisdiccional de jueces de letras, habrá a lo menos un notario. En
República, previo informe favorable de la Corte de Apelaciones respectiva, podrá crear nuevas notarías
disponiendo que los titulares establezcan sus oficios dentro del territorio de una comuna determinada.
Estos notarios podrán ejercer sus funciones dentro de todo el territorio del juzgado de letras en lo civil que
corresponda.
En aquellas comunas en que exista más de una notaría, el Presidente de la República asignará a
cada una de ellas una numeración correlativa, independientemente del nombre de quienes la sirvan. Ningún
comunal, siendo además necesario el informe de la Corte de Apelaciones para proceder a la creación de
nuevas notarias.
2
Martínez S. Francisco. “Función notarial” Ediciones Jurídicas Europa – América, B. Aires, 1961