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lavidacotidionaen Grecia y Roma AA La vida cotidiana en Grecia y Roma ‘Traducci6n: Isabel Mord y Miguel Morén ‘Titulo original Greeke and Roman life © British Museum 1986 Para todas los paises de habla hispane © Ediciones Akal, S. A, 1958 Sector Foresta, 1 28760 Tres Cantos Tels: 91 806 19 96 Improso en Orymus S. A. Pinto (Madrid) ustracion de cubjerta: Dos figuras de terracota representando a una mujer ‘moliendo grano y a otra amasando pan. Grecia, siglo V a.C. Portadilia: Relieve de terracota representando una earrera de caballo. Una euddriga de cuatro eaballos se acerea ‘alas cuatro columns que indican ef extremo de la pista. Un jubilator, jinete {que anima a los particlpantes, ha girado ‘ya, mientras el cochero frena su tiro. Un Cochero caido se acurruca al pie de tas ‘columanas del final de la espinia de la pista. Relieve romano, hecho en lala, Siglo rd.c. ‘im esta pagina: Nada mas llegar a casa de ‘su marido, Ia novia es conducida por ste hasta un altar, La pareja va acompanada por un flautista y varias mujeres ortando antorchas encendidas, Junto al fltar se encuentra otra mujer con un biiculo en su mano izquierda yun objeto sacrificial en la diestras se trata, quizi, de ‘una personificacion de Hestia, diosa del ‘corazon y del hogar. Mediante su pparticipacion en un sacrificio ante el altar, Ia novia queda colocada bajo Ia Protecclén de los dioses de Ia casa y se be Aacepta como nuevo miembro de la familia de su marido. Fscens pertenceiente a un pxis (caja de tocador) de fondo blanco fabricado en Atenas hhacla el 470-460 aC. y atribuide al pintor Splanchnopt. Contraportada: Figusilla de plata representando un pastor que leva 2 una oveja a sus espaldas dentro de un saco. Estatuilla romana. Fechable probablemente en el siglo 1. indice Prefacio, pag. 4 Lacasa, 5 La familia y el papel de la mujer, 15 El vestido, 23 . Los nifios y su educacién, 30 EI matrimonio y 1a muerte, 38 Los juegos alléticos. Los festivales dramaticos en Grecia, 44 Los juegos romanos y los gladiadores, 55 Trabajo y esclavitud, 62 Bibliograta, 71 Citas tomadas de autores clasicos, 71 Créditos totograticos, 71 indice de nombres, 72 1. La casa 1, Reconstruccion de una Yipiea dons Se suele decir que “la casa de un inglés es ‘su castillo”, pero, probablemente, ésta era una afirmacion que resultaba aun mis cierta entre los antiguos griegos y romanos, dos pucblos profundamente conscientes de 10s. limites, tanto fisicos como sociales, que separaban la vida privada de la piiblica, La mayoria de las casas griegas y romanas, grandes ¥ pequena: en la ciudad y en el campo, por razones de intimidad tanto como de seguridad, estaban construidlas hacia el interior, con sus habitacio- res abriéndose en forno aun patio central Durante todo el periodo clisico, la mayor pare de las casas se construian de ladtillo, un ‘material barato, manejable y facil de fabricar. Una ‘mamposteria mis sGlida resultaba mis costosa y dlficil de trabajar, quedando reservada, normale ‘mente, s610 para los edificios civicos y religiosos. Los romanos hicieron un buen uso de sus earac- terfsticas ladiilos cocides no s6lo para const ciones domésticas, sino también para obras publicas de gran envergadura. Sin embargo, lo més normal, y especialmente en Grecia, era que las casas se construyeran simplemente con ado- bes secados al sol, reforzados a veces con made- ra, sobre cimientos de piedra. El adobe es un material perecedero que se degrada ripidamente; por eso, muy a menudo, los arquedlogos qu intentan reconstruir una casa antigua se encuen- tran con nos resios muy escasos y poco fiables. Lo mis freeuente es que no se conserve nada sobre el nivel del suelo y, quiza, la Gnica serial ‘que indica donde se encontraba construida ut ‘casa sea una linea més oscura marcada sobre la tierra; tan s6lo algunos escombros esparcidos alrededor pueden indicar como eran los muros y las cubiers. Aquellos elementos de la casa que podrian haberse conservado, probablemente fuc- ron alterados ya en la propia antiguedad, Las pie deas de los cimientos, por ejemplo, solfan ser reutilizadas en otras construcciones posteriores. ‘Tucidides, el historiador griego, cuenta como, a finales del siglo Vac. y como consecuencis de ra con Esparta, los campesinos ater se vieron obligados a abandonar sus hogares buscando refugio en el interior de las murallas de la ciudad, y nos consta que llevaron consigo las puertas de madera y las contraventanas de sus ‘casas porque la madera era un bien escaso en el ‘Atica, y se pod transportar y reutilizar con fae lidad. “Asi empez6 el proceso de desmantela mento de aquellas casas que nunca mas iban a ser ocupadas; Ia naturaleza y el tiempo se cur paron del resto, La casa romana Los restos arqueol6gicas nos dan_menos informacion sobre la casas griegas que sobre las ‘que constituyen nuestra principal fuen- te de conocimiento sobre como eta la distribu- ‘cin domestica en el mundo clisico. Hay pocas fuerzas mis devastadoras que las de la erosion paulatina; por es0 los arqueologos prefieren ‘encontrar un lugar que haya suftido una dlestr i6n repentina por causi de un terremoto, un incendio 0, en el mejor de los casos, una erup- ‘ion volainica, y en ningdin sitio como en kas ci dades romanas de Pompeya y Herculano se ha ‘demostrado de manera més dramatica las venta: jas que, para la arqueologia, supone este ultimo tipo de catistrofes. En el breve espacio de unas horas, el 24 de agosto del afio 79 de nuestra era, a erupcion del Vesubio destruyo ambas ciudades yy varios kilometros de tierra a su alrededor. EL suceso se puede Fechar con toda exactitud gracias 5 ‘una carta de Plino el Joven al historia rom: no Tacito, en a que describe de manera muy gr- fica los acontecimientos; en ella, Plinio cuenta como la gente, enloquecida por l miedo, huy6 de sus casas y villas, abandonando no sé6lo sus hogares sino tambien, en Ia mayor parte de los ‘cases, todas sus pertenencias personales. Jamis voivieron a ellasy ha habido que esperar hasta cl Siglo XVIII para que Pompeya y Herculano foe- ran descubieras de nuevo, continuando atin hoy ‘en dia los trabajos de excavacion, reconstruccion Yy consenvacion del conjunc. Enel ano 79, Pompeya, como cualquier otra ciudad con una large historia 2 sus espaldas, era Jun conjunto urbano constiquido por casas de reciente construccidn que se alineaban cn sus calles unas junto a otras mucho més antiguas. En muchos casos resulta posible comprobar como, con el paso del tempo, el nicleo de una anti ‘gua vivienda ha ido creciendo y adaptindove a fas nuevas eircunstaneias.Algunas easas pompe- yanas, evacuadas en el ano 79, se encuentran ‘construidas sobre otras mis antiguas, edificadas incluso algunos silos antes. Este cs el caso, por ejemplo, de la lamada Casa de Salustio, cons- truida en predra caliza 2 finales del siglo TV ac © a principios cel siguiente: aungue en el momento de la erupei6n la disiibucién interna ‘original se habia alterado ya, ain resulta posible reconstnair como era ésta en un principio. Fn si tratado de arquitectura, escrito en tomo al ano 25 a.C., Viteuvio se reficre a este tipo de casas ‘con la palabra domus. La domus primitiva con- sistia en un patio central, amado atrium, en euyo alrededor se disponian varias habitaciones, cada una de ellas con una funcion especifica. En algtin momento del siglo I1a.C. en a techumbre del arrium de ka Casa de Salustio se dlispuso una abertura 0 comphiwnen, un vano rectangular que, al mismo tiempo que la luz, dejaba pasarel agua de la llavia que se deslizaba por los cana jones del tejado y cafa en un estangue 0 imple tinim, desce donde pasaba, a través de una ‘caneria, a una cisterna dispuesta en la parte de atris de la casa donde los miembros de la fam lia Se abastecfan del agua necesaia para su con- sumo diano. En el airium se encontaba el altar familiar © lararium, donde se conservaban las image nes de los dioses protectores de la casa, Loy lares y los penates, y alli se encontraba tam 6 ABCD = donniorics bien la caja fuerte de la familia, 4 é! se Hlega- ba a través de una entrada (eestibulun) y un corto pasillo que se abria tras ella (en cl siglo TL a. se remodelo la fachada de la Casa de Salustio para aclaptaria a una fila de tiendas) Alrededor del atrium se disponian los dormi- torios y detris de ellos dos alae (alas) daban acceso a tres habitaciones dle mayor tamano. De las tres, la que se encontraa en el meclio era el tablinium, donde, originalmente, se encontraba la habitacién del duenio de la casa y se conservaba también el archivo familiar. Parece que al principio las comicas formales tenian lugar en el. atrium, pero a partir del siglo ILa.C. en la Casa de Salustio se habilit6 come comedor, © frictinium, una de las dos hahitaciones que Mlangueaban el fablintura EL nombre de trclininm deriva del nombre grie- 0 del canapé (kliné), y parece que los rom ros habian tomado de lop griegos la costum- bre de comer reclinados, normalanente: en tres canapes dispuestos a lo largo de las paredes de la habitacién. La domus tradicional satisfacia a la perfec- cion la doble necesidad de intimidadl y seguri- 2, Planta de fa Casa de Selustio enel siglo 3. (denecha, aria) Un Taran de la Cas de os Vets, Pompey, cxyas pinniras representan alos choses dela ‘casa en el medi, el gona Sostenienda una taza Stencil Yuna caja de ofrends, a 81 lado se encuentran los ars, ‘cada uno de ellos con un ‘suemo pora beber yin cabo. ful; debajo cogend una ‘frenda del ase 4. Dioses del hogae un lay, {que sosiene un cuemne par Deber en sts mano dere ‘una taza para ibaciones rituals en lo aquierda, an ‘gon con la cabors cubiera ‘Somo los stcerdotes cuando ‘estin cectusndo un sacficio, tino de ls ponates espiius pretectores ssociacios {specalmense con la dlespens, sexteniondo una ‘comucopia y una taza pare lbaciones yun expiente ‘erguida, Romano, orks ellos probablemente del siglo 1 d.C dad, aunque a veces a costa de una atmésfe interior un poco oscura. Aqui era donde el cabe- 7a de familia romano, el paterfamiiias, veinabra sobre su reino privado; aqui era donde ejercia celosamente su poder de vida y muerte sobre Jess miembros de su familia y Los esclavos ce su casa. Sin embargo, los austeros interiores de la domus no se encostraban completamente come dos al mundo exterior: la casa, y en particular el tabiinium, eran el centro de una complex: red de relaciones sociales que salvaban la separa ion entre la vida publica y la privada, Durante toda la historia de Roma existié la costum ue los ciudadanos libres pero pobr caran fajo a proteccién de un patron rico y poliicamente influyente, al que los. clienies como se Thamaban, le brindaban su lealiad y apoyo como pago a sus didivas diarias y a la promesa de su. ayuda legal, Diartamente cum- plian con ef rto de la salutatio, vistando a su patron cada manana. Podemos imaginaries pasando por la ascura entrada hasta el atrium, ‘quiz esperando aqui su tumo para ser recibi dos. En el tablintum el paironus escuchaba sus agradecimientos y exponia sus propios descos, A pesar de estar abierto sobre el atrium, el tablintum podia cerrarse y convertirse en U espacio privado con biombos, como los que tran encontrado en la llamada Casa cle las Mam- paras en Herculano. Después de su visita, los Clientes desandaban su camino y volvian a salir ala luz del dia, sirviendo como emisarios en el ‘mundo exterior del buen nombre de su patron, Probahlemente es en los elienteyen quienes esta pensando Vitruvio cuando escibe que ‘los hombres de fortuna normal no necesitan das amplias en sus casas, ni iablinia ‘atrium construido en un gran estilo, pues tales hombres suelen cumplir con sus obligaciones sociales yendo a casas ajenas mas que reeibien- do en las propias’ la Casa de Salustio es un buen ejemplo de ‘cimo era en Italia el tipo tradicional de casa dle tuna familia acomodada durante fos tltimos ates del siglo ut aC. Después de este period pode- ‘mos detectar un cieito ntimero cle moxlificacio- original, que se encuentran dicectamente vinculadas a la h de Koma y que refiejan las nuevas i Jes Megadas a Talia desde ouos lugares de su ruciente impeno, especialmente desde Grecia. La Grecta del Este era rica, material y cultu- ralmente, y la expansion de la politica y de los intereses econdmicos de los romanos hacia el Oriente hicieron que en Roma hubiera mucho dinero y muchas cosas en las que gastarlo. Los sectores mis conservadores de aquel momento denunciaban este lujo reciente, que considera ban contrario a ka austeridad de cardeter y cos- tumbres propias del pueblo romano, El impacto de la influencia cultural griega no fue menor en los puertos de la bahia de poles, y sus consecuencias se dejan sentir, nitidamente, en las casas de Pompeya. Por ejemplo, en’ el siglo 1 9.C., el rico propietario. 5 de la llamada Casa de Pansa decidio adomar su domus tradicional, ampliandola sobre el jar din en la pane trasera, De acuerdo con las nuevas tendencias de la arquitectura domésti- "a gtiega, esta ampliacion consistiO en una ‘columnata construida alrededor de estanque decoritivo, El patio era una pieza capital en la vida familiar griega; en él, us un. alto muro que rodeaba toda Ia casa, ai mismo tiempo que se disfrutaba de la benignidad de! lima mediterrineo, la vida familiar podia salvo de miradas indiseretas. En. ¢ hizo en la Casa de Pansa, cl patio porticado era una tipologia arquiteco. nica prestada, y, como suele suceder en estos sos, ha perdido su funcion original cons: tructiva para adoptar una mas decorativa: con tun estanque © un jardin en su centro, el patio porticado se ha convertido ahora en un lugar Gestinado al deseanso, la diversion 0 la exhi- bicion de esculturas, Ta existencia de un jardin, rodeado por un muro, era algo que se daba ya en las primiti: vas domus, pero los jardines de placer parecen haber sido un elemento importado de la Gre~ cia helenistica, Uno de los jardines mas sun- tuosos que se han descubierto en Pompeya es el de la casa de Marco Loreyo Tiburtino se encontraba dividido en dos zonas separadas por un canal que brotaba de una fuente, yen algunos lugares, conservados en el interior de a capa de lava, los arquedlogos han encontra- do parte de los fritos y arbustos que, en otro tiempo, florecieron alli, y que han servido para reconstruir el jardin EI jardin y la columnata que le rodeaba (peristiio) domus un nuevo punto de 8 vista La Casa de Loreyo Tiburino, por ejemplo, tenia un comedor de verano que se abra, a tr vvés de una terraza, sobre el jardin trasero. Al mnismo tiempo que aumentaba la preocupacion por dotar de mayor luminosidad y ventilacion a les habitaciones de la casa que se encontraban alrededor del perisilo, al menos, durante el verano, el atrisim debid de ir perdiendo parte de st antigua importancia come centro fisico y social de Ia casa. Y, aunque atin se encontraba Iejos de desaparecer yen el ano 79 seguia sien- do un clemento importante de Ins casas pom- enelsigo ac Fl Sombreuda indica el ss primana. Seon 6. Dos visas del interior de un sascbfago eeculpido con In imagen de i dunt rocleada por sis pertenencis personales y objetos que pods necesita’ en a otra id, Romano, probablemente de principio el igo u dC. Leiden, Masco Nacional de Antgedides 7. Vise del jardin de a casa ‘inns de M. Loreus Pompey peyanas, los efectos del helenismo se dejaron sentir, incluso, en este lugar especialmente venerado: los viejos #mplueta, por ejemplo, en los que se utilizaba terracora 0 la piedra ealiza volednica propia del lugar, se empezaron a sus title por tines nuevos, mis a ks moda, cons truidos a base de méemol, y, atin mas, como prueba del entusiasmo con el que los propieta- Fios de las casas acogian las nuevas modas, empezaron a introducir en los airium column de marmol, eel 0 fingido, En Pompeya, a partir del siglo 1 aC. una de las evoluciones mis coloristas en la deco: raci6n de los interiores fue la introduecion de pinturas murales. E! primer estilo pompeyano Se limitaba a imitar con pintura revestimientos de marmoles, algo que parece habia sido muy popular en amplias zonas del este de Grecia desde el siglo tv a.C. en adelante, En la Casa de Salustio los muros se cubrieron con estuco wando una especie de bajortelieve pintado imitando marmol Alllegar al siglo 1a.C.encon- ramos un nuevo concepto, mas elaborado, de la decoracion mural. Al principio se. si rmanteniendo li idea de simular placas de ‘mol, pero, a pattir del ano 80 a.C. empezaron a pintasse en las paredes columnas que pare- as. Esta voluntad de provocar on de unos espacios fingidos mas pro- ndos se acentuaba en la parte superior de las paredes, pintadas como si se encontraran per foradas para permit, a través del propio ‘muro, la vision de un mundo fantistico que se encontraba detris de él. Ademis de estos dos extilos", se pueden identifiear otros dos pos- teriores antes de que la fase més atractiva de s encontrara_ un re del cian estar € la ilus decoracién de interio fentino y abrupto final con el desa afto 79 dc Nos hemos detenido en las casas de Pompeya porque son ellas las que nos ofte- cen un conocimiento mas completo de la arquitectura doméstica romana. Sin embar- go, cometeriamos un grave error si conside- aramos que todos los romanos podian dis- frutar de unos ambientes tan espléndidos En Roma, por ejemplo, la mayor parte de la poblacién vivia en un ipo muy diferente de habitaciones, las fnsulae, grandes casas de veeinos como las que atin pueden verse en Ostia, el puerto de la ciudad, y que abun- @ 8, Gquierda) Pintura mural de! segundo estilo pompeyano en la Vila de Jos Mierios. Pompeys, Siglo 1a 9. Reconstruceion de La fachada de una insula de Oxi en el siglo nd ‘con apartamentos en los pisos superiores y tiendas edo. Segtin Boethius y Ward-Peskins daron mucho en la propia Roma. Fl vertigi- oso crecimiento experimentado por su poblacion a partir del siglo it fue 1a causa de una gran escasez de espacio, cuyo reme- dio se encontro en un desarrollo en altura de la constnuccién, una solucién excesiva- mente familiar para nosotros. Y ¢s mente el aspecto moderno de las vecinos romanas lo que mis sorprende a aquellos turistas que, en nuestros dias, visi- tan la ciudad de Ostia El descubrimiento del hormigon y la enorme versatilidad del ladrillo romano fue- ron los elementos que posibilitaron 2 aque- los especuladores inmobiliarios alojar a la poblacién en altura, lejos del suelo: cuanto ‘mas altos eran los edificios que levantaban, los beneficios que conseguian los ducnos de los solares eran mayores. El “populacho* usbano vivia apretado en apartamentos alqui- lados que con excesiva frecuencia eran la causa de su muerte, bien a causa de derrum- hes o bien a causa de los incendios, que fue- ron una amenaza constante para todos los romanos. Este tipo de alojamientos masivos provocaban una enorme canticad de proble~ ‘mas: mientras que los vecinos que ocupaban os apartamentos de las plantas bajas disfru- taban de los beneficios del agua corriente, Jos que habitaban en las plantas superi de aquellos mismos edificios se veian obliga dos a emplear métodos antiguos para conse- guirla y llevarla a sus hogares, subiendo fat gosamente una enorme cantidad de escale. ras, Aunque el impresionante sistema de alcantarillado de Roma -la Cloaca Maxima es Ia mayor y mas antigua de las que se han conservado~ constituyen la prueba de la habilidad de los ingenieros romanos, la mayor parte de los habitantes de la ciudad, sobre todo aquellos que vivian en los gra des bloques de apartamentos, no podian di frutar de desagiles en sus propias casas, care. ciendo, incluso, de pozos negros y viendose obligacos a llevar sus aguas sucias al lugar mis proximo destinado a tal efecto; sin embargo lo mis normal solfa ser que las arrojaran a la calle por la ventana y muchos de los viandantes sorprendidos por tan repentina Iluvia acabaron exigiendo ante los tibunales de justicia las. corresponciientes indemnizaciones. En cambio, la higiene esta- ba garantizada mediante los banos pablicos, las termas, que hicieron famosa a la antigua Roma y que constituyeron un elemento importantisimo de [a vida social de todos sus ciudadanos, tanto los ricos como los pobres. No resulta extrano que aquellos que podian permitirselo buscaran en sus villas del campo un refugio contra la suciedad y el ruido de Roma; y asi, sobre todo en Los dlti- mos tiempos de la Republica y durante el Imperio, los cludadanos mas ricas constru- yeron impresionantes. mansiones, muchas de las cuales eran, en realidad, espléndic: granjas cultivadas por esclavos en las que se almacenaban y elaboraban las cosechas. Normalmente todas las actividades econ6- micas de la villa eran controladas por un ‘capataz, que podia disfrutar de la tranquili dad y ventajas del lugar en ausencia del dueno, que encontraba para si y para su familia una confortable residencia en una zona de la hacienda donde se encontraban sus magnificos apartamentos privados. 1" En cambio otras villas tenian una funcion més decorativa. 4 Jos romanos, como a cuale quier otra gente ociosa, les gustaba distrutar de la brisa del mar, y la bahia de Népoles se con- irtid en un lugar de moda, Los ricos y pode rosos rivalizaban entre sien el ntimero y esplendor de sus villas marinas, en las que e sencillez exterior que caractetiza las fachadas de la arquitectura doméstica romana, se aban- dona en favor de elegantes pOrticos que pro- clamaban al mundo marino la riqueza y el buen gusto de sus propietarios. En la época imperial el emperador tenia el privilegio de demostrar una opulencia superior a la del resto de los ciudadanos, y el palacio imperial subrayaba el gran abismo que separaba las casas humildes de la mayor parte de la pobla- cion de los salones cubiertos de marmol de la minoria pudient. Ta casa griega En Grecia no existe ningtin lugar cuyo est do de conservacion sea comparable al de Pom- peya y Herculano; quiz4, lo que mas se pueda acercar a ellos es el yacimiento de Akrotiri en la isla de Santorini (la antigua Thera), donde los arquedlogos han descubierto un considerable nimero de restos de casas destruilas en la Edad del Bronce por una erupcién voleanica, Este es, sin embargo, un caso aislado y nuestos conoc- ‘mientos sobre cémo eran las viviendas privadas en el mundo griego posterior es menos espects- cular ¥ mis incompleta. Uno de los lugares mejor conservados se encuentra, al norte de Grecia, en Olynthos, una ciudad trazada sobre tuna planta reticular que fue destraida por los macedonios en el afio 348 a.C, Sus habitantes vivian, segiin parece, en casas pequenas pri- morosamente distribuidas en tomo a un patio central, invisible desde la calle, sobre el que se abrian'la mayor parte de sus habitaciones. Resulta interesante senalar la frecuencia con que las excavaciones descubren en Olynthos la exis- tencia de altares en estos patios. Tanto la casa sgriega como la romana tenfan una dimension religiosa importante, con diferentes dioses que protegian cada una de las partes del hogar: la entrada, el patio y las habitaciones que servian de almacenes estaban todas puestas bajo la pro- teccion de sus dioses respectivos, y en el lugar 12 {que representaba el centro de la vida familiar se encontraba el fuego sagrado. Aunque lo tortuoso de las calles de Atenas podria motivar que sus casas no tuvieran nada fen comin con la regularidad que ofrecen las plantas de las casas de Olynthos, sin embargo cen ellas también se organiza la dstribucion de las habitaciones alrededor de un patio central, como ha quedado patente en las pocas casas {que se han excavado en el interior de las muros de la ciudad. Parece que, en el siglo v aC, las wsas de Atenas eran modestas pese aque en quella época la ciudad y sus habitantes atrave- saban su mejor momento; frente al explendor de las edificios piblicos de la ciudad, con sus ele- ines fachadhas deeoradas con porticos y escule {uras, as viviendas particulares carecian de cual- quier tipo de pretensiones y en ningtin caso pre- tendian atraet la mirada del espectador. En lineas generales, sabemos mas sobre las casas construidas en el campo, cuyos cimientos no han sido alterados por cons- trucciones posteriores. En una zona rural al sur de Atenas, cerca de Ja actual Vari, los arqueologos descubrieron una casa habitada 10, Casa de campo habiada or una familia que viva al Sur de Atenas hacia los anos 350-300 aC. Sus habitartos feun grankzos,y cerca de la feasa subssten atin restos de les vallas de prea que deliniaban los apisces y hhsercs, Tumba tenian abeas en colmenss de aro, ‘como las que todavia hoy se siguen ulizando ea algunos igure del Mechterineo. La ‘casa ental consti base ide adel de barro sobre ‘cimientos de piedss. El patio ‘esta embaldosido con Lj de plea y el techo cubierto con teas de cerimica, BI patio tenia un pbrtico Srkenado al Suen donde Jos miembros dela Familia pockiantrabjaro retrarse a Aescasir, proteydos del sl en verano ¥ de los vientos Segiia Jones, Grabarn y Sacket, 11, derecha) Pinar murat procedente de Eaaba, en la que puede verse una villa a fnilas del mn Roaraina, Siglo 1 4.C. Napoles, Museo Arqueolégico Nacional por una familia campesina en torno al 350 300 a,C. El sitio gozaba de buenas vistas y casa se encontraba construida en lo alto de un promontorio orientacio hacia el Sur para apto- yechar mejor las ventajas del clima mediterra- neo. En este remoto lugar del Atica, lejos de ka ciudad, la casa resultaba especialmente vulne rable frente a cualquier ataque. El siglo v a. fue ua tiempo durante el que Atenas se encon- ud en guerra casi continuamente, primero contra los persas al comienzo de la centuria, y mms tarde contra otras ciudades griegas, espe cialmente Esparta; y un tiempo umbién en el que constituian una amenaza adicional aqueli la Antigiiedad, que solian terminar en peleas sangrientas. Por eso, la seguridad ent un asun- to capital en el diseno de Ia casa; y en de Vari, el grosor de los cimientos de uno de Jos dngulos ha hecho pensar a los arquediogos que estaba dotada de una torre defensiva. Este tipo de torres eran habituales en las casas cons- ttuidas en el campo, y las fuentes literarias anti {guas las mencionan con frecuencia: en uno de Sus discursos, Deméstenes recordaba como, en el curso de una de estas dispuias, las mujeres de determinada familia se vieron obligadas a refugiarse en la torte cuando los miembros de la familia rival consiguieron forzar Ia entrada de fh casa, yo a solo ers lo suficientemente grande como con oe se 14 2. La familia y el papel de la mujer En el mundo antiguo la familia Coikos «1 ‘griego y fiumiliaen latin) era patrilineal, olo que ¢¢5 lo mismo, la linea sucesoria y la herencia se transmitia de! padre al hij. El principal miem- bro masculino de la familia, al que los romanos Hamaban el paterjamilias, era quien la goberna- ba y en quien residia la ultima instancia de auto- ridad, aunque la mujer fuera quien superyisara el funcionamiento de la casa. Bajo el dominio (manus) del paterfamlias y su equivalente griego se encontraban sometidos fas mujeres y el resto de los varones de la familia “los hijos, os hermanos menores que atin pet ‘manectin solteros, los esclavos y, en ocasiones, también su propio padre; exe titimo, gue en su momento fue el cabeza cle ka Familia, mediante la correspondiente ceremonia, podia dejar que ocu- para su lugar su heredero, mis joven y poderaso que éb. Ademis, las palabras Jamilia y othos se tuilizaban no solo para referirse a los componen: tes humanos de la familia, si nificado se inci resto de las propiedades. La unidad familiar tenia una funcion tanto politica como doméstica. Las familias patricias eran quienes formaban el principal Grgano politico de la Repablica Romana, el Senado, y durante el Imperio las familias principales intervenian tanto en el gobierno de la ciudad como el propio emperador. De la misma manera, a pesar de que en el siglo v aC. Ate. ‘as era, constitucionalmente, una democracia, su gobierno atin segufa controlado por un pequeio ntimero de familias importantes. Y ‘e3t0 es valido tambien para la mayor parte de las ciudades del mundo antiguo, fuera cual fuera su sistema de gobierno. Los miembros de cada familia no tentan que vivir necesariamente bajo el mismo techo, pues resultaba inevitable que en cada genera- cin se crearan nuevas ramas dentro de ella tan pronto como los hijos recibian su parte de la herencia familiar y se iban a vivir fuera de la ‘casa paterna, Sin embargo, todas estas diferen- tes ramas de la familia estaban unidas por lazos de parentesco y podian unirse para constituir tuna poderosa fuerza politica e, incluso, militar. Los romanos ricos, en particular, reforeaban su influencia familiar, como ya hemos visto, mediante la institucién de la clientela, Es mas, si un esclavo conseguia su libertad tomaba ef nombre de su antiguo amo y seguia permane- ciendo dentro del ambito de su influencia ‘A partir del siglo xx, cuando los historiado- res empezaron a interesarse en serio por las formas de vida social en la Antigtedad, comen- zaron a discutir sobre cual habia sido el papel de la mujer en aquellas sociedades, y muy ‘especialmente cual habia sido éste en el mundo ‘griego; y mientras que algunos intentaron demostrar que las limitaciones que sufrian no feran exeesivas, wos insistian en que viv sometidas al mismo aislamiento que padecian en las sociedades del Proximo Onente, Esto parece ser cierio al menos pata la Atenas lis a, peso tenemos muy. pocas prchas sobre cudles cran las costumbres sociales en otros lugares de Grecia, Si es posible hacer alguna generilizacién, podriamos decir que en la ‘mayor parte de In antigua Grecia y en el Impe- fio Romano las mujeres no dlisfrutaron jams de nada gue pudiers parecerse a la bbertad de la que gozan hoy en el mundo occidental. Sin embrago resulta dificil determinar qué grado de libertad se le concedi6 a las mujeres en cada lugar y en cada época, ni podemos saber tam- poco lo que las propias mujeres pensaban de su Condicion, pues los Gnicos testimonios que nos han llegado al respecto, escritos por hombres, reilejan exclusivamiente el punto de vista mascu- lino, Pero quiza esta misma circunstancia puede servirnos de indieador da hasta qué punto las mujeres tenian limicada su capacidad para expresar piblicamente sus opiniones dejar constancia de ellas. 1a tinica esfera de la vida pablica en la que la mujer podia aspirar a desempenar un papel era en la religiosa, y un buen numero de las que conocemos hoy es, exclusivamente, por- ue han aparecido sus nombres documentaclos como sacerdotisas de algtin culto, Sin embargo, tanto en Grecia como en Roma, las mujeres estaban excluidas en virtud de st sexo de las otras actividades civicas importantes —militares, politcas 0 legales~ nadie habria defendido su derecho al voto con mas interés que el de los esclavos a ser libres. ¥, de hecho, el satus pol- > y social de las mujeres y de los esclavos cera, en muchos sentidos, similar En esie sentido las excepeiones confirman la tegla, En el teatro, por ejemplo, las grandes heroinas de la tragedia clasica despertaban la 15 admiracion de los espectadores porque su comportamiento resulta diferente al de los usos sociales establecidos en aquel tiempo: es el caso de Clitemnestra que en el Agamendn le Esquilo, gobernaba su casa como un hom- bre en ausencia de su marido y, después, tras ‘su regreso conspiraba con suv amante ‘para atentar contra [a vida del rey. Fl de la inversion de papeles era uno de los temas favoritos de la comedia, y, con mucha frecuencia, Aristofa- nes parodiaha a las mujeres atenienses descri- bigndolas en situaciones y actitudes que nor ‘malmente eran exclusivas de los hombres “Aspasia constituyd una de las pocas excep- ciones que se produjeron en la vida real; era la mujer de Pericies, el famoso politica ateniense, y sabemos que ejercié una cierta influencia politica sobre él mientras estuvo al frente cle la democracia ateniense en cl siglo v aC. Sin tembargo hay que tener en cuenta que Aspasta era una cortesana, y que, por tanto, estaba exena de kas limitaciones que sufifan las muje- res respetables de los ciudadanos atenienses. ¥ avin mas, cuanto mayor era el status social de tuna mujer, a libertad de que podia gozar era ‘menor; [os atenienses menospreciaban a uque- llos hombres que, por escasez de recursos, se veian obligados 4 pemitir que sus esposts desemperaran determinados trabajos como el de vendedoras en el mercado 0 el de nodrizas, Una mujer que permanecia en su casa conser vaba suite pallida y, con ella, su virtud, y la pri mera lleg6 a considerarse indice de la segunda, Ni siquiera en el interior de ka casa las mujeres atenienses eran libres de moverse a su placer; tenian sus propias habitaciones, el gineceo, que, normalmente, se encontraban, Situadas en la parte trayera de la casa, lo mi lejos posible de la calle. El eseritor romano Cometio Nepote, refiriéncose a la disposicién [griegos hacia sus mujeres, senalaba que: ‘Muchas de las cosas que se consideran nor males en Roma no lo eran en Grecia: Ningdin romano tiene el mis minimo inconveniente en que su mujer le acompafe a una cena; la mujer, la matorfamilias, ocupa el lugar mas importante en la casa y la vida social gira a su alrededor. En cambio, la situacion era muy 16 diferente en Grecia, donde la mujerjamas esta- ba presente durante la cena, a menos de que ‘se tatara de una reunion familiar, y pasaba la ‘mayor parte de su tiempo en un lugar aparta- do de la casa que se llamaba los Apartamentos de las Mujeres, donde jamas penesran los hom- bres sise trata de algo muy intimo. El lugar opuesto al gineceo era el andron, la habitacion donde los hombres de la cast obsequiaban a sus invitados. La mayor parte de las casas de Olynthos tenfan un andron, {que normalmente se encontraba situad junto atl entiada, cevca de la calle, para evitar que los se vieran obligaclos 2 penetrar hast el interior de la casa y_pudieran encontrarse con. las mujeres de la familia; y es que, segin parece, Ja vietud de sus mujeres les produeia a los ate nnlenses un grado tal de ansiedad que les sit- ba al borde mismo de la neurosis, Esto no mbargo, que en el andron y para la diversion de sus invitados admitioran conesanas, las etairat, muchas de las cues eran constimadas miisicas y bailarinas a las ‘que, a menudo, se las habia preparado desile nas para su ofici. Ta vids diatia, como demuestra el texto de ‘Comelio Nepoie, parece haber tenido menos res trcciones para las mujeres romanas que para kas sriegas, y Otros esenitores romanos, lems, nos han dejad retatos muy completos de algunas cle sus mujeres, Por eemplo, el historiador Plutarco znos ha dejado la siguiente descripcion de Corne- dia, una mujer ibre y noble de nacimiento, hia de Meteln Facipién, cuyo segundo marido fue Pom- eyo, el famoso general y pol Esta joven poseia multitud de encantos, ad mnvis de los de su belleza, Sabja tocar la lira centendia de literatura y geometria, y estalya acostumbrada a escuchar con provecho dis- ‘cusiones filosoficas, Ademdis su naturaleza estaba libre de la soberbia que este tipo de ‘conocimientos daba a las mujeres jovenes. El tono del autor resulta, quiza, ligeramen- te condescendiente, pero resultaria dificil ima- ginar a un ateniense haciendo este tipo de ‘observaciones sobre cualquier mujer de su circulo a no ser que se tratara de uns cortesana. vitaclos a tomar unas copas (Sympositim) 1.14 14. Nasos griegos para beber: 2) pspler(enfiadoe Ge vino), i saemnas ue pars aimacenar el vino), ©) ampora (ats para almacenar el vino} (Wy cratea de camara {recipient para merc el vino y el agoa, ©) ertera de columns (recipi para mezclar et vino y el gua 1 ys (copa) vista desde aba, 2) ti: ny yf sa pe D alyphes (copa), Dcoladory venencia de Bronce pura el vino, 1) pexuenos recipentes part sal ygolosinas D eimechoe Gata para vino). 18 15: jet conversnd en ‘dos de las mujeres se es ha Celvian del fuente con fos Sn oe yor col Sobre el coaado, Una qunta Thurs encuenia de pe teperandoa quest inno serene con el agus cue rots de un suitor en forma de cabers de leon No queda dro uilae njces eatin cogiendo agua pura Sprowslonaieno in fetal regs, pues en Condiciones normals esr Solo tas eujres pares y Tnsexravas quienes fcupaban de hacer e Pim, Ecem procedonte {de une bya (he pare osu) de figure ness ita en Atnss fac I como podria ser 16, Cachatos y e208 romanos:colador de bronce para el servicio de mes; Imorero de terracota y mano Se meter para moker ‘sami Che tan hbacance {que tabsiaba 6 9, cazo de bror or de plata; sane y Los hombres consideraban la excelencia de tuna mujer en relacion directa a como ésta desem= penaba su trabyjo. En las casas de los ciudadanos ins acomodados, sin duck a atbuscarel agua y prepara a cescliva na, el tralaajo ce i micla lo hacian las, de petables, como el >. También las mures romans eran habilesen ests teas, Pero parece que, a pricipies cel siglo rd, el eer en sa era algo que, entre la buena socedad ror na, pertenecia ya ‘Augusto intentaba demostrar que las mujeres de la familia imperil hilaban y teyan sus propias ropas resullaba Curiosamente anaer6nica, yno hay dda ‘alguna en que con ello el emperador queria mani fesar su apoyo a los valores romanos tricionet les, y en particular aquellos referents. al vitud de las mujeres, que, segin la opinion de los wx tores mis conservadores de la sociedad, habian entrado en decadencia. Por desgracia, pricticamente no ha sobrevivi do casi ninguna muestra de aquellas exquistas telas griegas y romanas que conocemos por desesipeiones literasias y 14s represeataciones pi téncas El clima mechierzinen, en el que alternin Jos veranos calurosos ¥ secos con Js inviernos feos y htimedos, no resulta tan adecuado pari conservaciGn de las telas como las secas arenas de Egipto o las turbas heladas de Escandin Sin embargo, los arquedlogos han podico tect pera algunos fragmentos, ¥ en los tlimos afios Se han producico dos imponantes hullazgos en Grecia, E] primero de ellos, encontrado en un lugar llamado Lefkinc, en la isha de Eubea, son dos trozos de una tiniea de lino, enrollados y ‘guardados en et interior de una vasia de bronice depositada, janto a otros objetos, en el interior de tuna tumba del siglo x a.C. El segundo hallazgo, producido en una tumba real en Vergina, al nore de Grecia, consiste en dos piezas trapezoi de un vestido,tejtas como un tapiz con hilos de ‘ro y piispura y fechables en el siglo w aC, que la mayoria de los istoriadores ereen que pueden haber pentenecido a Filipo It de Macedonia, el padre de Alejandro Magno. Sin embsigo, en la ‘nuayor parte de los casos, los frutos ce un taba jo-al que consagraron la mayor parte de su tiem Po generaciones enteras de mujeres griegis y romanas se han perdido para siempre. 17. Géerecha) Moliendo gran. eocido y seco para cer {algun (igo cascade), Koruista, Greet modern 18, Dos mijeres weliendo graro fenian momero. De un amphona de iguras negras fabricad en Atenas aca los ats 540-520 1c San Petersburgo, Muse de Srmitage 19 19. Gari) Conjumo de cnonstioe pars hiary tej in modelo de tert en miniatura de tin bolabero cesta pes inlana Greca, siglo 2.) ves e pata y huso de Balen ‘Roma, sigs viva, y tee feces tos por har (Gres, sglos aC) 20 Las tareas del hilado y el tejido doméstico resuitaban especialmente importantes porque era un terreno en el que cada familia podia |canzar el ideal econdmico del autoabasteci- ‘miento, Durante toda la Antigitedad, la lan fue la principal materia prima; las’ familias campesinas podian obtenerla de las ovejas ctiadas en sus tierras, y las mujeres de Ia casa ofrecian una mano de obra barata. Después de la lana, Ia o1ra materia prima mas utilizada era el lino, pero la mayor parte de las tierras de Grecia’ continental © alia no resultaban lo suficientemente fértiles como para culivarlo y se veian obligados a importarlo de otros lu res del Mediterraneo mas feraces, como Eeip- to, especializados en la produccion y expo: clon de este producto, Otro tejido, especial- ‘mente lujoso, que se importaba era la seda, tuna materia que sigui6 siendo rara y cara, incluso en aquellos momentos en los que el Imperio Romano habia penetrado profunda- mente en el interior de Asia y las comunica- ciones con China y la India resultaban relati vamente faciles, El algodén, que hoy dia crece en Grecia por 1odas partes, resultaba entonces tan raro, 0 incluso mas, que la propia seca Herodoto, en el siglo v a.C., es el primero en mencionatlo, y lo hace como una planta extra fha que crecia en los confines orientales de la tierra, y quizd los griegos no lo emplearon nunca hasta que el ejéreito de Alejandro con ) 20, Myeres trabajando is lana. Lae gues a, By f ns preparando madejas Tacs para hilar a figura a esa sertada y vite una tinica sobre ol qui para senalar su rango ‘como dueaa do la casa y Supervisora de todo el tralajo); € 9 d doblan lz ropa y la colocan sobre un tuburete junto a ellass € fests hilando com tin huso y luna ruecs: gy I esti tcjendo sobre un tekar con pests jets una balan con Is ayuda dej, es pesando balas de lana: Kk, ‘gai, est evando ls cuenta. La escens procede Ade un lesbos Gespien para aceltes) hecho en Atenas slrededor dean 540.4.C. y atribuido al =poiian Museum of Act quist6 la India, cuando sus soldados empeza ron a utilizar algodén para curar sus heridas, Los romanos si lo utilizaron, especialmente para las velas cle sus barcos y los toldos de sus teatros al aire libre. Por todo esto Ia lana fue siempre el mate rial del que tanto los griegos como los roma- nos podian disponer con mis facilidad. La transformaci6n de la fibra en bruto en un teji do ya acabado suponia una serie de opera- ciones previas. En primer lugar, habia que limpiar los vellones de todo resto de grasa y suciedad, dejindolo listo para tefir. Los anti- ‘guos disponian de una gran variedad de es minerales y vegetales, pero el color 1 apreciado por ellos era la purpura que se extraia a verdadera, pues habia otras imita ciones mas baratas) del mGrice, un m s¢ encontraba en las costas del Medite- rrneo oriental. La ptirpura de apreciada por el brillo y la inalterabilida su color Después de tefida, la lana se hilaba mediante un procedimiento que atin se sigue utilizando hoy dia en algunos lugares del Mediterraneo, Ni los griegos ni los romanos utilizaron nunca el torno de hilar, empleando lugar Ja rueca y el huso en una forma elemental de hilado manual. Las mujeres ‘empleaban interminables horas en preparar el a1 hilado, convirtiéndose en hilanderas experts Las mujeres pobres ganaban dinero hilando, a el mercado, algo que, incluso, podian fn las cortesanas, a juzgar por lo le ver en las representaciones de las cerimicas atenienses. Teas el hilado se pocia empezar a tejer. Este proceso, aunque aparentemente compli- 222 Calor se basa en el sistema clemental de tna serie de hilo, la trama y la urdimbre, que se Clisico se utizaba un telar vertical en et que lx inferior se aseguraba sobre un segundo ho, com posemos ver en ilgunss representa pests de el, 10 que era mis frecuene en cl Thundo griego. Este tipo de telares two una Smplia clifton entre los puebles de la antigua tuna antopéloga noniega llamaca Marta Hoff ann, encontro vesigios de esta forma de tet Ente ks lapones y algunos pucblos de Finn dia, y sus deseripoones y fas folografas que fomé tienen un valor incalculable para expicar Ios detalles tecnicos de estos ancguos tears, dos de forma exque El telar se uulizaba para fabricar ts dife tes clases de tclas que se necestaban en la Sa: por ejemplo, los cojines los cobertores se utlzaban para hacer més atratives y 21. Telar de pesas (1) enulo @) sopores laters, 3) ‘urdimbe. Para tej a tela primero se hace pasar en una ‘irecein el hilo dela tama 2 través de ln urcimbre con ayuda de Je Innzadera, luego despats de que se ha movide cllizoy ha variado la posiién de les hilos de la uadimbre, se ‘uclve a pasar [a wrama en la recicn conta 22 c6modos los muebles de madera; 0 las colga- Guras para cubrir las paredes y proteger el interior de los frios invernales. Se suele decir a menudo que las casas gricgas tenian un mobi- liario muy sobrio y escaso; sin embargo tene- mos que imaginar que e hogar y los accesorios domésticos i importante a crear el an especialmente, los personajes acomod arian gala de su riqueza ante sus invitados mediante telas clegidas para decorar las habi taciones de su hogar. 22. (amiba a a tzquierda) Mujer bilando con un huso y lina rieea, Sostene la weca con la mano szqueta y ra de lana con la devecha; abajo cuelga la hebra de lana en ‘euyo extremo de la cual aparece colgando el so. El hhuso eat cagado por unt nuez de huto que aereciont ¥yestabiza al mbsno tiempo el movimiento de roc. 1a pierna det huso ests reead ya por el sdevana una vez que alearza la longitud suf ‘Atenas hacia el ac 490 a, Atribuido a Pintor de Bros 23, Mujer laponateiendo en un telar de pees, 3. El vestido 2A. Dos lfieres de bronce de Jos que se utiliaban para sujetarel pep a los hotnbros ‘Mugen sededo7 de 18 pulgcias Prooeden de Beocia Grecia) dl siglo vn a. La ropa del hogar era uno de los productos que se obtenian en los telares domesticos; los Vestidos eran ottos. La forma de ls ropa que Usaban se encontraba determinada, en gran medida, por le forma rectangular del telar. Hoy fen dia uillizamos grandes rolios de tela procu- ‘dos industrialmente, que los sastres cortan de la manera adecuada para adaptarlos al cuerpo: sin embargo, los tclares antiguos producian Unas piezas de telas rectangulares, relativa- mente cortas, que podian utilizarse dirccta- mente para vest, sin necesidad de cortarkis de una forma especial; incluso la toga romana, que era semicircular, estaba tejida en una sola pieza. AS{ no se producian despilfarros y, en Una época anterior a la maquina de coset, la costura se reducta al minimo. Los alfileres, alforzas y los cinturones se utilizaban para ‘mantener las prendas en su sitio y, si eta pre- iso, para ajustar su longitud. Aunque a primera vista, por ejemplo en una estatua, los vesticios antiguos parecen complica- dos eran a menudo muy sencillos. El vestido se ‘componia, bisicamente, de una tinica holgada, corta o larga, que, si el frio u otras circunstan teas Jo requeran, podia ser cubiera con un munio, normalmente una capa, aunque, en oca- siones, podia consistir en una segunda tinica hecha de un tejido mais grueso, que se coloca- ba sobre la primera. Los escultores eran muy aficionados a explotar los efectos de los con- trasies que existian entre los pliegues de ambos tipos de telas, cuando, en casos como éstos, se utiizaban simultineamente. En el mundo anti guo las modas cambiaban mucho mas lenta- ‘mente que ahora, no existian afin ex0s cambios rapidos de la ropa de confeccion producida industrialmente que apenas lanza al mercado se encuentra ya pasada de moda, tan caracte- Fisticos de la industria de la moda moderna, Las mayores diferencias en las vestidos se produ- jan entre los ricos y los pobres, entre los miembros de las clases desocupadas y los que pertenecian a las clases trabajadoras, y entre los dos extremos del arco social habia un amplio abanico en el grado de ostentacion que demos- traban, En la segunda mitad del siglo vi aC. por ciemplo, la ropa de los arist6cratas atenien ses parece haber sido especialmente osientosi, incluso afeminada en el caso de los hombres, pero cuyo uso era fomentado por Pisisirato, el tirano que gobemaba la ciudad durante aquel periods en el que Atenas se encontraba bajo la influeneia oriental, Entonces estaba de moda llevar complicadas tunicas de purpura sobre tinicas blancas brillintes. Este tipo de © ras medicas, cuando se introdujo en Atenas un nuevo talanie conservador en el vestido ate- niense. A principios del siglo V a.C., Atenas ‘encontraba unida @ las demas ciudac en una lucha sangrienta por la hbertad contra el poderio de! Imperio Persa, que queria anexio- harsc la Grecia continental, era una guerra entre Goliath y David de la que salieron vencedores, Sin embargo, Atenas habia sido saqueada, sus santuarios destruidos, y muchas familias de la Giudad habjan suftido pérdidas en vidas ¥ pro- piedades; no era, pues, el momento adecuado para hacer ostentacion de riquezay parece que se produjo, también, un rechazo nacional con: tea las modas lujosas de vestir, asociaclas con el ahora odiado Oriente. Asi pues, a lo lago del Siglo v a.C,, la moda masculina se volvi6 m: sencilla y umiforme de lo que lo habia sido en clsiglo anterior. Se abandon el uso de las tin as largas, y tanto la cerimica pintada como la cescultura de este periodo nos muestran a 10s hombres llevando s6lo una prenda, una simple tinica (himation) que podia ser vestida de muy diferentes maneras con distintos graclos dle mo- esti Esta forma de vestir se equiparaba con la sobriedad de costumbres espartana, y el histo- fiador ateniense Tucidides, esenibiendo sobre el vestico de los campesinos contemporancos suyos, sefalaba que: “Despues de la moda actual, los espartanos fueron los primeros en adoptar un tipo de vestimenta morigerada y, fen otros aspectos, las clases acomodadas (por ejemplo en Atenas) cambiaron su modo de vida para ajustario Jo mas posible al del hombre de la calle” Segtin otro historiador griego, Herodoto, por las mismas fechas, durante un enfientamiento centre Atenas y la ciudad rival de Egina, se pro- {dujo tambien un cambio en ls mode femenina ‘de manera mas repentina y espectacular incluso. Los atenienses habian enviado una expedicion ‘contra sus enemigos con un resultado desastro- 30; s6lo un hombre regres6 vivo para llevar la noticka de la desrota. Cuando las mujeres ate- 23 25, vests grlegos: (a) ‘peplos, (2) eben Co) Dimaiom, (d) chiamnis 26, Dragrams Ta tanica que i 1a toga y nienses se enteraron de la muerte de sus ¢spo- ‘sos, hermanos e hijos, rodearon al inocente mensajero y, llenas de resentimiento contra él por haber sido cl nico superviviente, cogieron los prendledores de sus vestidos y le dieron muerte con ellos, La brutalidad de semejante 2 acci6n afrenté a la ciudad y, tanto para castigar a las mujeres como, presumiblemente, para eve tar que aquellos prendedores pudieran volver a utilizarse como armas, impusicron el cambio de moda, sustinuyendo los vestidos dticos por los jonicos. Hasta aquel momento las mujeres se habian vestido con el peplos dérico, sujeto sobre os hombros por aquellos largos y amenazado- res prendedotes; pero a partir de entonces se 2» vieron obligadas vestir el chifon jnico, que lad de ellos. y la ceramica pintada ateniense, el chiton empez6 @ ponerse de moda en torno a la mitad del siglo vi a.C., justo en el momento en que, probablemente, se produjo el men- cionado conflicto con Egina, aunque parece dudoso que este cambio de moda se produ. jera por las razones expuestas por Herodoto. las verdaderas razones para ello hay que bus- Carlas, mas bien, en la creciente prosperidad de Atenas y en la influencia ejercida por Pisis trato, el chiton, utilizado indistintamente por hombres y mujeres, era un tipo de vestido importado del Este y, a diferencia del peplos local tejido con lana trenzada en casa, se hacia con lino. Como el lino tenia que’ ser importado, resultaba un producto mas lujoso y caro que, en un momento en el gue la Ostentaci6n no se consideraba renida atin con el orgullo nacional, les resultaba mis atcactivo alos atenienses Sesgo dé le acl oc sacho ——> rs Sesgo de a axa <— archo —> v 27. H“Amingatore (omdos). Viste una tinea sin mangas y sobre ella leva una toga semeieubr Bronce etrsco de finales dll sigh nC. Florencia, Museo Arqueokigico La toga, Hevada sobre una ttinica, ert el 2e.27 vestido nacional de los romanos, y todos los nnacidlos libres tentan derecho a lle varla, Aunque era majestuosa, también resulta- ba incomoda, y por ello tinicamente solfan Je continuo los miembros de las clases mientras que los trabajadores prefertan utilizar una simple tnica. Los funcionarios importantes levaban en sus togas una banda porpura, y también los ninos la Hlevaban en I suyas hasta el momento de cumplir los dieciséts anos, edad en la que los jévenes oftecian sus vestidos infantiles a los dioses del hogar en medio de una ceremonia que marcaba etapa importante de su crecimiento y se ves con la sencilla toga virilis. Quo tipo de vestido altemative era el paitiuum, la version romana del bimation grie: go, aunque durante la época de la Rept esta prenda no resultaba aceptable soc te por quienes consiceraban al vestico griego antirromano y afeminado. Eseipion, cl gran general que derroto a los cartagineses, decta que ‘do censusado por llevar pallium y sandalias en el gynaasium de Sicilia. Las mujeres se vestian con la pail, un velo de lana, rectangular, colocado alrededor de los hombres y con el que a veces se cubrfan la cabeza; junto con la sfola, una tinica 28, Peinados griegos. 26 holgada parecida al chiton griego, constituia el vestido tradicional de las mujeres romanas. En la antigua Greeia y en Roma las mujeres lievaban, invatiablemente, el pelo largo; llevaslo corto, en ef mundo griego era signo de escla- vitud’ 9 de ducto, en cuyo caso lo levaban recogido en un mofo. Las mujeres. grlegas libres raramente dejaban caer libremente largas trenzas, sino que las recogian en moos y peinados segtin las modas de cada momen- to. En las decoraciones de los vasos griegos se encuentran las mejores representaciones de como eran los peinados femeninos. Con mucha frecuencia utilizaban una cinta ancha y larga rodeando la cabeza para mantener el cabello en posicién. A veces el cabello se reco- ‘gia dentro de una rececilla (sakkos), para cuya confeccidn se utilizaban vanos hilos paralelos que se tensaban mediante dos. travesaios horizontales incluidos dentro de un pequeno istidor en el que se trenzaban entre si para mar un tejido solide. Donde el ane de! peinado consigui6 sus crea iones mas elaboradas fue en las cabezas de las ‘mujeres elegantes de la Roma Imperial, y algunos de estos peinados que encontramos en los retra- tos escultéricos de aquel momento, verdaderas obras de arquitectura, resultan casi incretbies, Los interminables padecimientos de las mujeres, que permanecian durante horas bajo las manos desus Pelugueros, formahan pare de los temas hab tuales de los eseritores satiricas romanos, ¥, pro bablemente, muchas mujeres conseguian lucir los ‘eapnichosos peinados que imponia li mo cl sencillo expedicnte de utilizar una peluca. Tas hombres no eran menos vanidiosos, y ‘tanto Grecia como Roma tuvieron su buena por cién de “dandys”. Ya nos hemos referido al lujo de los vestidos masculinas en el siglo via.C., y el mismo deseo de ostentacién que manifestaban se reflejaba también en el pelo, que se levaba largo y sujeto con un broche de oro, especialmente entre los miembros de la aristocracia que, en este tiempo, se distinguian por la longitud de sus bellos. Los griegos se dejaban crecer la b ‘no utilizaban la navaja de afeitar, que se consid ba un objeto de tocador mis propio de las os hombres. Por el contrario, en afeitarse ke mujeres que d Roma los hombres acostumbr. arba hasta que, en el siglo dC, la puso de moda el emperacior Adriano. 29, (derecha) Mujer tejiendo sobre un bastion Ins redecilas se hacian sin Crdimbre wensando hilos sujetos entre das arras honzontales, Precedent de un lebydhos Garra de sceites) de seis tenica fabricado en Atenas back Tos ator 480-470 a.C 30. (emremo dere Retrto de una mujer con un pedo muy esborac Busto romano de mécmol de hacia ol 100-1204 31. Dos frascos ce perfirme a con la forma de Tabricados en Gr 0 cnel De la misma forma que cuidaban su eabe- Ilo, las romans elegantes intentaban dar a sus rostros el mejor aspecto posible a base de maquillaje, y esta manifestacion de vanidad femenina fue objeto de burla entre los poetas, como podemos ver en este texto de Lucan Si pudi levar fas ver a las mujeres cuando se in por la mahana, te darias cuenta de que sesultan menos deseables que una Por esa razén se mantienen aisladas estran jams ante los ojos de un Algunas viejas brujas y una corte de servidoras, no mas atractivas que sus propias amas, las rodean, emplasteciendo Sus miserables rostros con una enorme \d de remedios, Después de todo, no na lavarse simplemente con agua feia para borrar de su rostro las huellas del y marchar a enfrentar los trabajos importantes diarios, En lugar de ello, para embellecer su poco agradable aspecto, utilizan innumerables potingues pomads, y como los participantes en una procesién pablica, cada una de sus sirvien- 27 32, Conjure de objets cle tocar (Ge izquicrd provable Siliesban ps rosmetos fs de ype ens exctho: Adis, Movdestina 33. Un grupo de sinvkenus a, sents den a Le otf0 eseritor que ia tentacion de gar las mujeres tuas estén con el mar ‘crema mal oliente con la que uniade Ta cara y el emplaste antiene el color de sus mejill: jue tomaba no para seducirl seducit al amante con el que ib encontratse al da siguiente. polvo de plomo, una sustancia que era poten dalmente peligrosa 29 4. Los nifios y su educacién Uno de los aspectos mas chocantes del arte y la literatura gricgos es el interés que muestran por representar nifios y jovenes. En el texto que reproducimos a continua- cidn, perteneciente 2 la segunda de las tres ‘obras dedicadas por Esquilo a la Orestiada, Orestes, el hijo del rey de Micenas, ha muer- to de miedo y esto sirve @ su vieja nodriza para hacer la siguiente reflexién sobre el pasado: Yo le erie, le tome, recien nacido, de lo de su madre Y oh en un tempo me lamaba durante la noche, me hacia levantarme y me marca ba con esto y con quello. Y todas mis esperanzas en vano! :Por qué no Io entiences? Un niffo no sabe qué es lo mejor; hay que cuidarle, al contrario de cualquier animal, que por torpe que sea, siempre parece saber qué es lo bueno, Un nifio en la cuna no puede decir lo que le preocupa; si quiere comer, beber u otinat. El interior de un nino no admite ordenes; es demasiado joven, Con frecuencia puedo hablarle; a me también, preveo las cosas malas, y luego puedo conjurarlas Una nodriza y una lavandera tienen un mismo par de manos, Por eso yo tuve un trabajo doble; si, yo presenté 4 Oresies a su padre. Y ahora, oft esto, Orestes muerto! Estos versos constituyen una de las mani- festaciones mas emotivas de los sentimientos que el tema del nino pequeno podia desper tar en el mundo griego. Nosotros hemos encontrado un testimonio visual de ello en las escenas infantiles pintadas sobre las ceri micas de figuras rojas, y especialmente en las representadas en un grupo de copas de vino llamadas choes. Estas copas se daban a los nifios durante una fiesta denominada la Anthesteria, Parece que se entregaban, con- cretamente, a los ninos de un edad determi nada, quiza para significar que acababan de 30 abandonar la infancia. Una de estas copas muestra a un nino sentado dentro de un ori- al de barro que hace sonar su sonajero ante alguien situado a su izquierda, quiz4 para indicarle que abado” y que quiere ser sacado de alll para jugar con el andador que se encuentra a la derecha, apoyado sobre la pared, En los afios cincuenta de nuestro siglo aparecio un tipo de orinal semejante en unas excavaciones que se hicieron en el mercado de Atenas. El artista ha representado el orinal con pin- celades ripidas y su inmediatez contribuye de manera notable al éxito de la imagen. Otra ‘escena de tema infantil, pintada sobre una vasi- ja conocida como pelike, esti mucho mas cl borada pero resulia mds confusa, Muestra ‘c6mo una mujer, la madre o la nodriza del nifo, le anima para que se alce sobre sus pies y aprenda a caminar. El hombre que se encuen- ra de pie es, quiz’, el abuelo del nifo, que, retirado ya de la vida publica, se encuentra mas inclinado a interesarse por los progresos de la 34. Una niders otrega ei Senora, que se Giiemes)y a caves Rataibos (eens para lana). Procece de una bydria Ceara para agua) de figuras rojas hecha en Atenas hacia el 440-430 a. 135. Conjunto de juguetes infantile, (De iaquier dderecha) peonza de terracola, siglo Val aC. Dallarina con eastanuelas en sus manos hecha de tewracot,fabricada en Corinto hacia el ano 350 €: libero de cerdmiea neg rego que dice: “Bebe, no Mes!" hecho en el sur de Italia en el siglo w aC; ‘hus Gjarra de vino) en pintade que representa 2 un fino gateando hacia una hacia Jos aos 425-400 aC sonajero de cerdmica en forma de cerdo, hecho en Chipre en los sighs mt 3.C, 36, Fichas de piegos. En sentido de ls agujes del reo} desde la faquienda) Ficas romanas de marfil con las inscrigciones victor, magator (necio) y makes (mala suerte) asingal (tabas) de broace, vidrio y énice ~se traban como dads y cada cars tea dstntovaloe-, dos ‘anicas de vidrio romans procedentes de Eaipto otra canica de barto minx, 2000-1700 a.C, dados romanos fn picdira verde facerada, ¥ Agata; dado de plata romano en forma de figuras scurucadas, siglos hl ACs fichas romanas, siglos rd. ¥ ene! centro) fichasomanas de maemo representanco 3 las Musas, una lebre, un ‘cammero y una langost (probablemente del sig.) 31 37. hous Gara de vino figuras ros mosirindo a un nino sertad en un orn, 1 rina, ‘olocade sabre una hase aka tere la forma de una vas honda en la que te sienta el nif co ns pionas colgando a través de sends agujeros. El nifo ex agitando su senajer, quiza como senal de que "ya ha aeatncy” Conta la pare de I clenecta se encuentra favoritos de la antigua Grecia, Hecho en Atenas hacia ks ates 440-490 4.6 238 (en la pigina opus, amba) Muneco actual sentado en un antiguo orinal encontrado en el agora (plaza) ateniense durante unas excavacienes. Hecho en Atenas hacia ef ano 580 a. Atenas, Museo del Agora, ‘nueva generacién, Por el contrario, el padre del nino, en este momento, se ocuparia muy poco de su hijo, delegando la tarea de educar al niio ‘a su mujer mientras que él se ocupaba de lo asuntos fuera de casa. El hombre de edad represeniado en la cerimica podria ser consi- derado también como el patdagogos, casi sie pre un esclavo al que, eventualmente, se enco- mendaba la misiGn de supervisar la educaci6n del nino. Los romanos se preocuparon miis que los griegos en conseguir representaciones precisis de los diferentes tipos humanos: ellos perfec Gionaron el arte del retrato, y nos han legado las imagenes mas evocadoras del mundo infantil jue se hayan creado en todo el mundo, Estos temas encantadores no deberian, sin embargo, oscurecer las aspectos mis desagra- ables de la actitud de los antiguos frente a los nihos. Leemos, por ejemplo, que los esparta- nos miraban atentamente si los recién nacidos presentaban sfntomas de poser alguna enfer medad mental o fisica, y si descubrian algu mataban al nifto arrofindoto desde lo alto de un acantilado. Esparta, hay que admititlo, representaba un caso ex na socieclad totalitaria en la que la vida familiar se encon- taba rigidamente subordinada a las necesida- des del Estado. El espiritu castrense de los espartanos no era, sin € e estas f que los métodos que se empleaban en’ otros lugares eran probablemente menos violentos, as infanticidas, aun 32 ee a 39. (pi in pete art) de figuras rojas. Hee a opuesta, izquierda) Niko aprendiondo a caminar, de “Aerias hacia ks aos pagina opesta derecha) Retato de nino, Buso romano de marmol, siglo ac VOC LOSGOGT 33 41. La muerte de Pramo. BL ep ey se encienta cae Sobre el dkar de Zeus, donde esperaba encontar refuge: eprolemo, con arma completa, ets junto al rey, © ignorando el derecho de aslo que tenfa el santuars, bande el euerpo de Astanacte,nieto de Piano, ‘con ef que glpearé al anctano hasta mere Escena procedente de un ‘amphora de figures nearas fabricada en Atenas hacia el ano 540 ac literatura el lamento de “2Quién cuidara de mi ‘cuando llegue mi veje2?" es un geito que se repite a menudo entre los padres aturcicdos y acongojados que han visto morir a sus hijos antes gue ellos. No hay padre mas desgracia- do que Priamo, el rey de Troya, que crié ‘inco hijos, el mayor de los cuales murié combatiendo contra el héroe griezo Aguiles. Priamo mismo murio violentamente a manos de Nepiolemo, et propio hijo de Aquiles. La ‘ceramica pintada que representa la muerte de wade también la de Astianacte, cl hijo de Héctor (y nieto de Priamo). Neptole- mo enarbola el cuerpo de Astianacte como una potra con la que golpea hasta la muerte al pobre viejo, que habia buscaco refugio en el altar de Zeus, La fuerza de esta imagen de su peculiar horror radica, para el pen: miento griego, en la extinci6n simultinea de dos generaciones: Priamo, el venerado «1 patriarea, resulta destruido por el cuerpo de Astianacte, en quien se cncarnaba la esperan- za del funiro. as relaciones entre abuelo y nieto resulta- ban especialmente estrechas en el mundo antiguo. En Grecia los nifios recibian, norm: mente, el nombre de su abuelo, y se les daba mediante una ceremonia conocida como ‘amphidromia, pues las mujeres de la casa lle- vaban al nino corriendo alrededor del hogar. Asi cl recuerdo de las Viejas generaciones per- manece vivo en las nuevas, y tanto en Grecia ‘como en Roma la ceremonia en la que se daba ‘el nombre marcaba la aceptaci6n del nino por parie del grupo familiar. Fnire el nacimiemto y a imposicion del nombre transcurrian entre siete y diez dias, durante los cuales los padres podian decidir si el niio tenia posibilidades de 42, Escenas en las que se narra el enscimiento de Un nito. En la parte de lo ‘aquierda una made da de rmamar a sa bebe ante La tents mirada de su marido. Despues el packe aparece sosteniendo en ss brazos a i hiio, quiza come prucbs ‘deat acepticion en'el send ‘de la familia En a siguiente feseena ol nino aparece Jugundo, qulando un carro tido por un burro, Finalmente el nino sus lecciones escolares Relieve de mérmol procedente de un sarcofago fomano de memol del siglo 1 dC. Paris, Museo del louvre, sobrevivir y decidir, quiza, si querian criarlo o no. En Roma la aceptaci6n fisica del nifto por pare de sus padres tenia lugar mediante la Ceremonia cel sublaius, cuando el padre levantaba al bebé en sus brazos. Este tipo de actos rituales se encuentran documentadios en 1 el relieve de un sarcéfago en el que se repre sentan varias fases diferentes del crecimiento le un nino romano, En el mundo antiguo, la escolarizacion resultaba un hecho mucho mas fortuito que en el mundo actual, y nicamente los hijos de familias acomodadas recibian algo que pudie i considerarse como una edueacion comple- ta, A los pedagogos podia contratarseles con tn sueldo 0 elegir para ello a alguno de los esclavos de ki casa. No habia unas norms fijas sobre cudndo debja comenzar li instruccion escolar, pero lo ns habitual, tanto en Grecia como en Roma, es fa com en tomo a los siete afos de edad a educacion tradicional habia consistide fen una preparacién para la guerra. Aquiles, ¢l here homérico que, en muchos sentidos, constituye el arquetipo del joven aristocrata perfectamente educado, habia _aprendido musica y atletismo con su preceptor, el cen- tauro Quir6n, Las competiciones atléticas for- talecian el cuerpo y desarrollaban el espiritu de competicion que resultaria tan necesario guerrero victorioso; mientras que la de la que formaban parte la poes constituia un medio de asimilacion el siglo v aC. cada ciudadano era un soldado en porencia. En torno a [a edad de dieciocho aos todo javen ateniense se encontraba sometido a un entrenamiento militar intensive, y en Roma, durante los tiltimos afios de la Repaiblica y los primeros del Imperio, el haber cumplicio él servicio militar era una condicion previa para desempefiar un cargo politico, Sin embargo, no habia ningun lugar cn el que la eucacidn se orientara de manera mas ditigida hacia la guerra que en Esparta, Alli, a la edad de siete anos se arrebataba a los nino: familias y se les llevaba a vivir a unos austeros barracones en los que s¢ encontraban sujetos ‘una disciplina rigurosa, Incluso siendo ninos, los espartanos eran endurecidos continuamen- te por sus educudores. Asf es como el escritor Plutarco describe el trato que estos nifios rec! Dian de sus insensatas nodkizas: No fajaban a los nis y les dejaban libres los miembros y el rosso, aclemay pensaban que les hacfan felices ensciandoles @ prescindir de xgolosinas en sus comidas, a no tener miedo a Ia escuridad nia la soledad, y haciéndoles despreciables las rabietas y los lloriqueos. Bstas son las razones por las que algunos ‘extranjeros contrataban a veces a_nodrizas ‘espartanas para sus hijos, y, por ejemplo, sabe. 10s coneretamente que Amycla, la nodsiza del ateniense Alcibjades, eri espartana. La instruccién militar espartana culminaba con la krypteta, cuando se obligaba a los 6 espartanos a vivir aislados de la comunidad, reti- indose a vivirsolos en el campo. Hambrientos y solitaros, su existencia era similar a la de los bycanthropas w hombres-lobo, viéndose obliga- dos a sobrevivir a base dle su astucia, robando comic y eapnurando durante la noche esclavos espartanos (ilotas), de los que, al menos, debian matar a_uno, Este tiempo durante el que se teneontraban al margen de la vida normal podria ponerse en relacién con los ritos iniciticos que, ten muchas otros pueblos, marcaban el paso de kt Infancia ala vida adulta, [Ni siquiera las mujeres espartanas se encon- traban libres de esa obsesi6n nacional por la preparaciGn fisica, y las futuras madres de los uemeros espartanos competian entre si en pruebas alléticas. Esta era una costumbre que resultaria inconcebible en Atenas, donde las nifas se encontraban recluicas, como. sus madkes, y, aparentemente, no recibian la misma edlucacion que los ninos. A las ninas atenienses se las educaba para ser unas buenas amas de casa; y si acaso recibian una educacién mis esmerada, lo mas habitual era que la recibieran cde una ce lay esclavas de la casa ‘También los nis, como e! heroico Aqui- les, podian tener un preceptor panticular, pero en el siglo v a.C. se establecieron en Atenas un buen numero de maestros profesionales que abrieron escuelas especializadas en diferentes materias. Los grammatistes ensefaban los rudimentos de la leccura, la escritura y quiz tambien de la aritmética, los kitharistes ense= aban musica; y los patdotribes, que se ocu- paban de la formacion fisica. Ningin padre ateniense podia permitirse enviar a su hijo a las tres escuelas, y, probablemente, la mayor parte de los muchaehos no secibieron més que las lecciones de los grammatisies, pero, des- pues de todo, éstos eran los que ensenaban las dlisciplinas mas titles para la vida. Sin embar- 0, entre las clases acomodadas se considera- bal indispensable una formacién atléticay musical En las ailtimas fases de la adolescencia los hijos de las familias. pudientes solian recibir tuna educaci6n ms profunda en distintos cam: pos de la filosofia, Normalmente se trataba de lases de retérica, pues aquellos que deseaban dedicarse a 1a politica o la abogacia necesita- ban aprender 2 exponer sus argumentos de 36 forma pausible y metddica, pero habia tam- bign algunos pedagogos que enseftaban mate- Flas mas abstractas, como geometra o filosofia moral. Entre estos dtimos se encontraba Socrates, cuya insistente biisqueda de la ver- dad y la insistencia con que cuestionaba las opiniones tradicionales, le valieron un proce- 50, y su posterior condena y ejecucién, por impiedad. El poeta romano Horacio decia que “Grecia, conguistada, acabd conquistando a su propio ‘conguistador’. Y no hay mejor prueba de la verdad de esta afirmackin que en la forma en ‘que, entre los romanos, evolucion6 la pedago- ‘aia, completamente helenizada ya a principios Gel siglo 1 d.G. Ta conquista del Mediterraneo ‘oriental por Roma mares el inicio de la profun- a influencia de los griegos en Telia; muchos de 3. Conpeto deters procedente e a sumbu de wan pina Podia raase de pues ‘leads porella en da, per pedran present umbin,ala fins como iat mje casa, coceckéndole fo que a muene Tebabra negado, Btos tos Anchen ina muecs co Tes trae ariulados (uno de ellos ha ssesparcido, un li par de Doras en miniatura un gpa Geerilouiado ex repuracia de alan) ex rina yn bs gamaes eas se bod), tumbién en minanur, ‘ese aba en bis ceremorias rupees Grego fbeado en ‘Arenas aca el ao (2D. “4 Uina clase de musica, E tmaesto ce msi, con baba, ‘Specie de lit concxida con el nombre de hares sent él ano de fenop dun perm que td Iientras que otos ds venes se dvienten con ur leopard ica Ela zona de fa we ence ellos habfan recibido una educaci6n de lo normal conocimientos mas de ensefianza, sobre todo en literatura, transformaron, te los metodos utiliza dos por los roma cieron siendo biling a llegar a los niveles mas altos de su educacidn la posibilidad de acceder a los autores griegos les abrié unas perspectivas inconmensura- plement mis ampl fas que habian teni do hasta aque! momento. Como su cole ek no tenia que comenzar su forn aprender las cosas mas elementales. Los Me teraior, equivalent romanos de los es podian asistit palabra fudus, la se uti misma que se juego; y lo ine lingiiistico ha los mod no, pensa bre para que se habia ele a los ninos Ta escuela era ‘nos, Festus, un etimologista roma- do este nom lo de lo que era en realidad; sin embarge tuna hipotesis mas moderna, y probable ‘mente ms exacta, supone que ¢l término se né en aquellos tiempos en que los jue gos, entendidos como una forma de entre miento fisico ps consti Jeo de la educacién Fl ejercicio 6 constituyendo entre I de la edi fantil, que inclufa también la m ‘a, aunque le daban m: ela que tenfa entre los 37 El matrimonio y la muerte 38 Escena procedente de un pp ss rs que muestra una procesion nupcil novia, npafida pers novi, Nevada en un caro hogar Grcga, siglo V A.C. Atibuida al pitor de En Grecia resultaba normal el hecho de que fuera en el dia de la boca cuando muchas novi se encontraran por primera vez con su marido. #1 matrimonio se negociaba como una transaeci6n comercial, y Gnicamente los padres y sus respec- tivos testigos tenian que estar presentes. Ast, ‘cuando el dia de su boda, al anochecer, la novia se veia obligada a abanconar cl ambiente familiar de la casa donde aba transcurrido su infancia, y a dirigirse a a casa de su marido, el mateimonio, Icjos de ser un acontecimiento feliz.-0 al menos agridulee-, podia le} algo espantoso, © incluso una experien atic el dia novia sactificaba sus jug misa, una diosa virgen y, por tanto, adecuada para’ que una doncells le ofteciera aquellos ‘objetos asociados con su propia pureza, Proba- blemente, también en ese m E i luna vasiga conocida como fouthropus € para el baso ritual que debia tomar la novia segtin parece, también el novio), y en las pint ras de muchas cermicas que representan esce- ras de bodas podemos reconocer la peculiar forma de esta vasija, de cuellos largo, bo amplia y asas delgadks; aunque podria tratarse ‘novi que se encuent (peices). Leytites(rasquto de acete) de figs rege, auido al Pato d ey. echo on Atenas hacia 540 aC Nueva Yor, Ihe Metropoktan Musctim oF A también de una fanebre, pues algunas veces se colocaba un foulrophoras sobre la tumba de aquellos que murieron antes del matrimonio y es que los griegos, como muchos ‘otros pueblos, crefan que el alma de quienes habian mueno sin contraer nupcias permancci ‘en un limbo poco deseable, pues, en el caso de las mujeres, éstas no habian podido desempenar su rol social como esposas y madres, y en cl de los hombres, porque no habfan podido engen- drar hijos ni proporcionar un hogar a sus anc nos padres. Por eso el Joutbrophores constitu tun simbolo sustitutive de esa vide matrimonial {que les habia negado la muerte El mismo cia de la boda se celebraban s ficios y banquetes en la casa de la novia y en la del novio. Bl encuentro de la pareja nuptial se producia al anochecer, cuando el novio, acom- pafiado por sus “mejores hombres’, iba a buscar a la novia. Bn la cerimica pintada aparecen con frecuencias escenas que recogen este momento en las que se representa a Ia pareya, especial ‘mente si se trata de una pareja divina, montados ‘en un carro; sin embargo, en la vida real este tipo de vehiculos se utilizaban exclusivamente en lay bodas mas aristocriticas, mientras que en el resto pssesenta ol dino del novo de las bodas solia utiizarse simplem canreta de lahor tirada por mulas 0 bueyes ‘Como hemos dicho antes, en el momento de eruzar el umbral de su casa y subir al c Jos sentimientos de la novia ticularmente alegres; y quiz4 podamos tomar como punto de comparacion las lamentacio- nes que atin hoy dia siguen haciendo las novias en las ceremonias nupeiales griegas: ‘Ocultame, octiltame madre, para que este exirano no me Heve consigo", a las que madre replica; "Como podria ocultarte, queri da mia, si ya le penteneces a El carro nupeial se ditigia ya de noche hacia la casa del novio, donde ki recién casa da se encontrarfa con la madre del novio, que la esperaba fuera, con antorchas para iluminar ce] cruce del umbral. El novio conducts a la novia a través de la puerta hasta el interior del hhogar y al Hegar al lugar que constituiria ef centro de su futura vida doméstica, los dos se arrodillaban e inclinabs lluvia de nueces y golosinas (katakysmate), simbolos de ki prosperidad que su enlace debia llevar a ka casa, A los nuevos moradores se les recibfa con una ceremonia en el interior de la easa y se les ponta bajo la proteccion de los dioses del hogar Tras la ceremonia de la kurakysmata la novia era conducida hasta la puerta de la ‘camara nupeial entre canciones obscenas. Se nsumaba el matrimonio y, al dia siguiente via a aparecer Ia miembro mas de Ia nueva Familia, Ese ¢ dos familias se reunian en casa del novio “segiin parece por primera vez durante todas las ceremonias nupciales~ para una fiesta comtin, en la que los la novia llevaban regalos y, si no lo habia antes, la dote, en dine: hecho ya la novia el dia 10.0 especkas, cx monial, Pero si el ma mente 0 el mairimonio te a novia pot segundo 1 En caso de que se celebrara un segunclo matrimonio, no se volvian a repetir las cere. monias y riios realizados en el primero, pues fue entonces cuando se produjo ese acontect miento triscendenual en la vida de la novia de perder su Virginidad para convertirse en mujer. 39 47. Anillo nupcial de oro tmosirando Ia dextran Iuocti Canon de las anc), Romano, siglos wan dC, 48, Cexemonia nupeial romana de la dexinartiom Juncit. Reeve proceente de un surecfago romano de ‘mdsnol del siglo di 40 Los autores griegos hablan de la novia como un ser salvaje que debe ser domado por el ‘matrimonio, y la ceramica pintada representa ccon frecuencia llevando a la novia cogida por Ja muneca como si se tratara de una prisione- ra, En Esparta era donde se manifestaba de manera mis acusada esta idea de considerar a la novia como cautiva, y asi es como describe Plutarco una ceremonia nupcial espartana: Las mujeres eran levadas al matrimonio por la fuerza, no cuando erin pequenas e incapaces de contraerlo, sino cuando eran jévenes com: pictamente desarrolladas. Una vez que la mujer dana de honor, por lla parla de alguna manera, la tomaba a su cargo, le cortaba el pelo, le ponia un manto y unas sandalias de hombre y la umbaba en un jergén suclo, sola y en la oscuridad. Entonees el novio, despues de haber cenado en sw mesi ‘como solia hacer, ni borracho, ni debilitado por los exeesos, sino en plena forma, se desizaba silenciosamente en la habstacién, le hacia per dlr la virginidad y la Nevaba en’sus brazos al echo nupeial. Despues, tras pasar un conto espacio de tiempo con ella, regresaba trangui lamente a sus aposentos paniculares para doc init alli con el resto de los hombres jovenes, Esta idea de secuestro ritual también aparece en el ca generates, sigue un modelo similar 21 cle los matnimonics atenienses. En el momento de mar- char con el novio, la novia se refugiaba en los bbrazos de su madre, de los que era arrancada a Ja fuerza, Una vez mas el ritual se consideraba ‘como lun sito de iniciacion mediante el que la novia pasaba de un estado de su vida a otro. ¥ fo mismo puede decirse del adorno de las novias romanas: su vestido consistia en tina tinica de forma arcaica, puesta de una forma especial; sobre la cabeza llevaban un velo de un color harania especial, y su cabello se peinaba seguin ‘una moda antigua en seis crenchas separindolas previamente con una punta de lanza El paso de doncella a mujer solfa resaltarse mediante una serie de ceremonias cclebradas ante el umbral de la casa de su marido: ¢ do llegaba la procesién nupeial, la novia rocia- ba las jambas de la puerta con aceite y sebo y las rodeaba con lana, y s6lo entonces, como en los matrimonios’ modemos, cruzaba el umbral en brazos En la Antiguedad, e] hecho de quedar inst pulto y no recibir las honras fiincbres se con- sideraba una desgracia mayor que la muerte misma, Los titos funerarios podian ser caros complejos cuando se trataba de ciudadanos ticos, 0 modestos y sencillos si se trataba de gente pobre, pero en ambos casos su finalidacl ‘era exactamente la misma: asegurar al alma del difunto su transito a la otra vida, Segin la mitologia, Hermes (Mercurio entre los roma: nos), cl dios mensajero, era quien levaba el alma hasta 1a orilla de ia laguna Estigks, que marcaba la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y era Caronte, el bar- quero, quien la eruzaba hasta el Hades 0, cl caso de las ins aforturadas, a la Isla de los Bienaventurados. Resultaria excesivamente simplista pensar que tuvieran un concepto tan ingenuo de la vida y de la muerte. Nilos griegos ni los roma nos tenfan una idea clara y uniforme sobre la otra vida, mas alla de Ia que los muertos for maban una comunidad de almas que, para su supervivencia, necesitaban de las plegarias de los vivos. Tanto en Grecia como en Roma creia que los muertos permanecian vivos determinados fechas, tras el funeral y a lo jonial romano, que, en sus lines «7 48 49, 10s lbythos fasts de ungiemios) con eseenas de cardter uneraio: Corpor es anes lan a difuneo teaclkio en su atadd; (entro) Caronie, el bbarquer, tiene su mano ‘hacia una de las almas alas aque debe leva aves de Ja laguna Estgia, el gan ro ‘que separa el mundo de los viv0s del de los muertos (cerecha) una mujer est realzanco un rt conmemorativo junto a una Tumba, rodeando eon cinzas hresela que marea el lagar de la sepultun. Eyoven represen, quizd, al dfunto. Todos ellos fueron realizados fe Atenas en la pine tntad del siglo a.C. Bl vaso de a i2quierda est acrbuico al Pinor de Sabourolf y los ‘90s al Pintor de las Cana largo del ato, les oftectan libaciones y les lle- vaban alimentos, por lo que resulta normal {que los sepuleros dispusieran de un conducto através del cual pudiesa introducirse comida y bebida en la camara funeraria. Y a traves de esta ofrenda de alimentos era como se incor- poraba el recuerdo del difunto en Ia vida dia- a de la familia a la que habia pertenecido. Las poesias y los epitaflos dedicacios a Tos Jovenes que murieron pronto, antes de poder Contraer matrimonio, normalmente hacen referencia de forma simbdlica a un matrimonio én el mas alld. Ademds, en términos generales, las ceremonias fuinebres, con el aseo y vestido del cuerpo, las auirnaldas y antorchas, los can- tos y el viaje en carro a un nuevo “hogar”, parecen haber seguido unos modelos pareci= dos 2 los que regian en las ceremonias matt ‘moniales. Los mismos antiguos eran conscien- tes de este paralelismo, y veian el matrimonio y la muene, la boda y el funeral, como expe- fencias similares. El momento en que el alma abandonaba el cuerpo, como aquel en el que la novia abandonaba la casa paterna, se consi: deraba como un momento de iniciaciOn a tra vés del eual se producia el paso de una etapa de la vida a la siguiente, os ntos fiinebres (como también los mat ‘moniales) no eran necesarios s6lo para el “inicis- do"; también eran precisos para canalizr el dolor yel sentiment de pérdica de aquellos a quie- hes habia dejo tras ces. Los dleudos se encon- vralun fitimamente asociacos con el hecho mismo de la muerte por la que se consideraban at " ‘contaminads, en particular, por el contacto fis co com el cadaver, que marcaba con un estigma 2 los vivos. De la misma manera que la muerte habia separado al difunto de la vida y de los vivos, el contacto con él, y aquellos sentimientos que la mene: producia en el corazdn y la mente de sus deudos, les situaban 2 ellos al margen del resto de la conunidad. Las vestiduras negras, cl corte ritual de cabellos, Ios llantos, el desfile de Joy parientes y los lamentos estentGreos servian para relajar la tension de los deuclos y, al mismo tiempo, para marcar su separacion del resto dela sociedad a través de los rtos funerarios los deu- «dos experimentaban su propio “tito de la separa cin”, Sufriendo una época de aistamiento y rein- ‘corporacion a la comunidad de los vivos, 1Los propics familiares del difunto eran quic- nes oficiaban las ceremonias ffinebres. Normal- mente: eran las. mujeres de la casa-quienes se ‘encargaban de la tarea de preparar el cackiver: 1o lavaban, lo ungian y luego lo envoivian en la ‘mortaja, que en el caso de los ciudadanos roma- nos solia ser la toga; se colocaba una guirnalda en su cabeza y, tanto en Roma como en Grecia en el altimo periodo, una moneda en la boca para pagar a Caronte. Una vez. dispuesto, el cadaver s¢ colocaba sobre tuna cama —a esta costumbre Hamalzan los [gtiegos prothesis mientras que los romanos util zaban para referirse a ella el verbo collocare- para permitir que tuvieran lugar las lamentacio- nes finebres durante las cuales los parientes del dlifiunto desfilaian por su casa para manifestar su condolencia. En Grecia, la prothesis soli durarun solo dia, pero en Roma podia llegara durar site, y, Una vez terminada ésta, s¢ llevaba el cackivera |i tumia en una carreta 0 sobre unas ands por- tadas por sepultureros. El lujo que se desplegaba cen el conejo fiinebre variaba segtin la fortuna posicién del muito, pero en la Antigiedad clisi- a se promulgaron tna serie de leyes cestinadas 2 evitar que en los funerales se gastasen unas cantidades de dinero que las autondades consi- deraban excesivas. Asi, por cjemplo, en Atenas las mujeres, recluidas normalmente en el interior se sus casas, aprovechaban este tipo de acontec- ‘mientos para mostrar sus mejores galas, y ha que- dado constancia en un proceso legal de cémo se iniciaron unos amores iictos cvando la viuda de tun tal FratGscenes, durante los funerales de st marido, encandil6 la mirada de un admirador. 42 50. Leudrephores de figuras rojas sobre el que se representa un grupo de mujeres, vestidas de negro ¥ ‘on ss cabellos cmtados, ‘Que estin lorando alrededor de un atald, El buatropbores ‘= vtlizaba habitualmente para traer agua para ls exemonia del bao aupeial ‘que debian tomar los novies, pero también se utlizaba para colocirlo encima de is tumbas de aquellos que Dabian mento antes del _matcenonio, ¥ podkan estar \Secorades tanto con escerts 52. (derecha) 2 difunto, reclinado como sise tat de un espeetador de su propio funeral, yace sobre el ataGd, El conejo exté encabezado por un grupo de misicos. a los que sigve inmedlatamente detris la Familia del muerto. Relieve procedente de va sarGfago romano, probablemerte del Siglo 1a. 0 del dC Los funerales daban, también, la oportu- nidad de hacer una demostracion publica de solidaridad familiar, y parece que, en este 6 una fuerte sivalidad entre nilias que comperian enite rntacién de riqueza, y periddica: secesario prohibit los lujo- planideras profesionales Ss que ¢ sobre el vehiewlo tomada de un kentharos 1p) fabicada en enas hacia ol ano 520 A€. Pars, Bibliotheque Nationale pilblicos estaban reservados, normalmente, solo al emperador, pero durante el periodo in miembro mt frecuente republicano, cuando moria al de las familias nobles, res que su cadaver se expusiese en el Foro. Las fami ambien a \S por los mbros del cortejo. Esta cosiumbre tuvo en el Imperio, y en las honras perador Ves} 9 figurante con con palabras y gesios 43 6. Los juegos atléticos. Los festivales dramaticos en Grecia En los tiempos de Grecia y Roma proliferaron Jos especticulos pablicos que, como suceda con Jas bods fonerales, se enconirahan someticos 4 unos esquemas tradicionales fijos que la cos- tumbre habia hecho sagrados. La esencia de la religion antigua se encontraba cimentada, més que sobre el dogma, sobre el rio, y este co tia un elemento imprescindible de cualquier actividad religiose, desde una simple ofrenda hhecha en un altar hasta las ceremonias oficiales sms complicacas Etre todos los actos religiosos, el que se cele- braba con mayor meticulosidad, cumplendo hasta las mis minimas preseripciones, era cl del sactificos y esque se creia quella eficacia del acto ritual dependia ce que las palabras y los gestos comedtos se pronunciaran ¢ hiceran exactamen- te en el momento preciso. La finalidad del sacri ficio era establecer comunicacién con los dioses, para ello no se conocia un medio mejor que el de ua sacnficio cruento, TTodo el largo friso del Partenon representa una escena tiniea en la que una comunidad ~en este caso la de Atenas reclama, a waves de un Saerficio, Ja atencidn Ge los doses. En el fiso se recoge lt procesién con que culminalma el gran festival de las Panateneas, celebrado cada cuatro anos (anualmente se celebraba otro de menor imporanc), para conmemorar el cumpleatos de Atenea, la diosa proxectora de la ciudad. Los dioses aparecen sentados, frente al corejo for- mado por jOvenes mujeres que llevan jamtos y vvasos para las libaciones Ge vino rituales; tras ellas vienen hombres llevando los carers. y fous animales que se iban a sacriicar. Eto, junto al vino y la harina de cebada espareica sobre el alias, constiuian la comida sacrificial que Compantian fos doses con sus morales anfitio- nes, uniendo 2s, através de la comensalicd, el mundo de los dioses y el de los hombres que, rnormalmente, se encontraban separados La procesitn y el sacificio posterior eran dos formas a traves de las cuales se pocia conseguir la atencion de los dioses y establecer la comuni- cacién con ellos, otra eran las competiciones ~aileticas, musicales o dramiticas~ celebradas en honor de una deidad y presiiddas y desarrliadas ante la presencia del dios 0 de los doses 44 Los juegos atléticos Los juegos cumplieron un importante papel en la religion de la antigua Grecia, Los mas antiguos de todos eran los que se cele- braban en Olimpia, donde desde los tiempos més remotos existia un santuario dedicado a Zeus; mis tarde, a mediados del siglo vi a.C. Se ahadieron 2 éstos ol10s tres juegos impor- tantes, desarrollacio cada uno de ellos junto al santuario del dios en cuyo honor se celebra- ban: los Juegos Piticos, dedicados a Apolo, tenfan lugar en Delfos cada cuatro aftos; cada dos, acudian los ailetas 2 los que se celebra- ban en el bosque sagrado de Nemea, puestos bajo el amparo de Zeus; y, también cada dos afios, tenfan lugar los Juegos Istmicos junto al templo de Poseidon en el isimo de ‘58. Un jab rxdeado por ‘ina cnt est Sendo condod al scnticio Relieve romano de bronce dalsigorondc ‘54, EI Camino de las Panateneas, scendiendo hata Ia Acropolis a waves el agora (plaza) de Aten, formabs parte del tayect del conte de ls Gran Hest de las Panatenens Estaban calculados de tal manera que, por lo menos, todos los afios se celebraba uno de estos Juegos Panhelénicos, y el conjunto de ellos era conocido como periodos. Los antiguos griegos eran competitives por aturaleza. En la vida pablica lo que un hom- bre valoraba por encima de todas las cosas era su reputacién, y, al triunfar sobre sus iguales, el atleta vencedor alcanzaba la gloria (timé).La gloria individual se encontraba tan intimamen: fe vinculada a la de la familia y a la de la ctu: ada uno de los grandes Juegos arriesgaban su propia reputacién personal, sino tambien las de sus parient nos, pues la rivalidad que existia entre cada una de las pequefias ciudades-estado de la antigua Grecia rho era menos intensa que la que existe hoy dia centre las distintas naciones que participan en los Juegos Olimpicos actuales. Los antiguos Juegos Olimpicos se celebraban sobre un tra fondo de frecuentes discordias politicas, cada Cuatro primaveras, antes del comienzo de los juegos, unos heralds recorrian el pais invitan- do a los griegos a acogerse a una tregua sagra da, que, aunque nunca servia para evitar una guerra, 51 garantizaba al menos la inmunidsd dle quienes se dirigian hacia Olimpia. Incluso en medio de juegos siempre pudi Papel y se celebraron ininterrump urante cerca de mil afios El vencedor de los juegos re mio una corona, que en Olimpia estaba hecha con amas de olivo cortadas de un drbo! sagra do que florecia en el santuario, pero los senu- mientos de oxgullo civico eran tan fuertes que normalmente os atletas vencedores solian reei= pir una recompensa econdmica por parte de su Giudad cuando regresaban a ella, Hacia finales el siglo v a.C, se desarrollo una casta de 2 tas profesionales que iban de ciudad en ciudad do las suculentas recompensas que jan reportarles las victorias consegt uno de estos jueges, y esto era algo que fue socavando el ideal de noble amateurismo sobre el que se habian cimentado estos juegos. En el mundo helenistico y en el romano los atletas profesionales, surgidos de todas las Ccapas sociales, con sus entrenamientos y técni cas especiales, dominaron los juegos. 46 Ademas de los Juegos Panbelénicos, habia Tas que los juegos, ontancia; de todas a Gran Fiesta de muchas otras celebraciones atléicas tenfan una gran i éllas, la mis imporame Panatenea, que aunque nunca llego a aleanzar ka categoria panhelénica, deypertaba mucho mas amplio que el meramente loc ccontaba con la participacién tanto de ciu atenienses como ce extranjeros. EI feliz vencedor tidad de ace a hoy con el regresaba a casa con una buena c te de oliva en una vasija conoc de anfora par En los Juegos Panatenaicos habia competicio- res para gentes de todas las edades: nifos, jove res imberbes y hombres, La educacion tradicio. nal de los hijos dle las Familias més ricas insist mucho en la preparacion fisica, que, en los tiem- pos més remotos, podia correr a cargo del props pace del nino o de un preceptor privado. Sin mbargo, a finales del siglo v a.C. y entre los ate: nienses, se empez a extender la costumbre de enviar a sus hijos a una escuela especial llamada palesira, o escuela de lucha donde los nifos y los jovenes recibian clases con un instructor profe Sional (paidetribes), que cobraba unos honorarios por sus servicios. Los padres ponian un cuidado especial en In clecci6n de la palaistra, y parece que habia muchas entre las que elegit planta de la palatsira estaba disenacla sas que la de la ca siguiendo las mismas lin grlega con un ganas ple sein como Campo de deportes, rodeado por un muro y a cuyo alrededor, sobre uno o mas de sus lados, se brian una serie de piezas, a veces con una gale- rfa donde podian colocarse los espectadores, res guatdados del sol en verano y del frio en invier no. Estas habitaciones se utilizaban como ves- 57 tanarios y euarios de asco para los atletas y se mpbora panceenaice que muesta una escena de i und ce estas vais se fabca specaimente para contener el aceite de ova con que s los atletas vencedores en los Juegos de Panateas,Fabricada en Atenas hacia ls aos 530490: Ambul al Pini Fuchatides. 56, Aletas, Dos de ellos evan adalinas, otro un sco mito eon las peste que se utizaban en ol sao de longtud mr nerementar la distancia. Escona procedenve de un famplona panatersia abuse al Pskor Bupbiletos, heck fen Atenas hia fos af 530-520 a.

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