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Sócrates: La Pregunta Por El Hombre
Sócrates: La Pregunta Por El Hombre
SÓCRATES
A partir de la segunda mitad del siglo V a.c. ocurre una se produce un cambio
en cuanto a especulación y las preguntas planteadas sobre el universo; los
filósofos empiezan a dirigir su pensamiento hacia la vida humana. Esta actitud
se fundamenta por la carencia de pruebas a las afirmaciones de los cosmólogos.
Atenas había llegado a ser la directora de Grecia tanto en el orden intelectual
como en el político, Pero a partir del año 431 a.c. la ciudad se embarcó en una
guerra (guerras del Peloponeso) que la llevó a su caída treinta años después.
Atenas ya no era un lugar en que la investigación resultase fácil, sino al
contrario era una ciudad en la que los problemas de la vida y de la conducta
humana eran cada día más apremiantes. Otro dato a tener en cuenta es la
situación política ateniense en aquel período, una democracia que garantizaba
la participación de todos los ciudadanos libres.
El desplazamiento del interés hacia el hombre está asociado con la aparición de una clase nueva de
pensadores, los sofistas. La sofistica se suele reconocer como una profesión (ya que a partir de ella se
comienza a cobrar por transmitir el conocimiento, que hasta ese momento no había sido concebido como
un medio de vida, una profesión); eran algo así como maestros ambulantes que transmitían el arte de
persuadir; una habilidad esencial para la vida política de aquel momento, y que de ningún modo se
centraba en el conocimiento en sí, sino en la mejor manera de defender cualquier idea, por más falsa que
fuere, centrándose para ello en el perfeccionamiento de la retórica (el arte de refutar, persuadir y
convencer con la palabra).
Para los sofistas las verdades, los valores y las leyes son relativos ya que son diferentes para cada pueblo, y
son escépticos porque renuncian a la posibilidad de alcanzar verdades absolutas.
Por otro lado aparece Sócrates, famoso entre algunas cosas por su sentencia “virtud es
conocimiento”. La actuación de Sócrates se basaba en la creencia de que el conocimiento es posible y tiene
valor en sí mismo, oponiéndose de esta forma al escepticismo y relativismo de los sofistas, defendiendo la
búsqueda de la verdad universalmente válida.
El verdadero socratismo representa ante todo una actitud mental de búsqueda de la verdad y de crítica al
pensamiento dogmático que se cree poseedor de la verdad. Representa también la humildad intelectual
fácilmente confundible con la arrogancia, ya que el verdadero socrático está convencido de la ignorancia
no solo suya, sino de toda la humanidad.
Cuando el saber se convirtió en una cosa útil, porque el progreso económico y el régimen político de
Atenas así lo exigían como condición para luchar y brillar en la vida, Sócrates “regalaba su saber”, pero,
además. Sócrates pretendía restaurar la moral griega mediante el saber o el conocimiento para asentarla
sobre bases que incluyeran el examen de sí mismo, y no la aceptación de la tradición fundada en la
autoridad y el hábito.
Cuestión socrática:
SÓCRATES, (469-470–399), hijo del escultor Sofronisco y de Fenareta, comadrona u obstetra. Nació
en Atenas, y aprendió en su primera juventud, el arte de su padre. Pero es sabido que abandonó ésta
actividad, dedicándose a la meditación especulativa. Se alejó de Atenas sólo 3 veces para cumplir su deber
de soldado. Siendo consecuente con su propio pensamiento y manera de comprender el mundo Sócrates no
escribió nada. Los testimonios principales para conocer el pensamiento de Sócrates son:
ARISTÓFANES, “ Las nubes”
JENOFONTE “Apología de Sócrates”
PLATÓN, “Diálogos Platónicos”
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La discrepancia entre los relatos más antiguos constituye una gran dificultad para hacer una
exposición documentada de la filosofía socrática. El propio Sócrates al no dejar obras escritas; hace que
resulte dificultoso caracterizar con fidelidad el pensamiento del filósofo, siendo todas las fuentes,
testimonios indirectos.
Se considera a PLATÓN (428 - 347 a.C.), una fuente primordial para conocer a Sócrates ya que
integró el círculo de discípulos socráticos, acompañó entre otros, a su maestro durante el proceso judicial, y
permaneció a su lado hasta los últimos momentos de su condena a muerte. El cuerpo de obras platónicas,
llamado “CORPUS PLATÓNICO”, su primera parte está constituida por obras, cuya figura socrática es
predominante. Los llamados “Diálogos de Juventud” o de la Primera Época, son tanto elaboraciones del
pensamiento socrático como exposición de las conversaciones mantenidas entre Sócrates y sus amigos,
discípulos y adversarios. Platón fue en un principio, poeta de tragedias, pero luego, su contacto con
Sócrates lo lleva a adoptar un género de exposición literaria en “DIÁLOGOS”, y éste, se convierte en el
único medio para expresar y comunicar a los demás la vida de la investigación filosófica. Platón rindió a
Sócrates el tributo de utilizarlo como portavoz; para Platón, Sócrates era por excelencia sabio, de tal modo
que cuando algo le parecía sabio a Platón lo ponía en boca de Sócrates.
De todos los testigos expuestos, ninguno es exactamente lo que un historiador podría haber querido
que fueran. PLATÓN es sobradamente quien más tiene que decir sobre el asunto, pero en calidad de guía
objetiva hacia Sócrates queda inhabilitado por el hecho de que prácticamente le rindió culto. Es, por tanto,
muy posible que Platón hubiera exagerado en Sócrates aquellas cualidades que consideró como las mejores.
Misión socrática:
Los griegos pensaban que los seres humanos podían enterarse de su destino a través del famoso
Oráculo en Delfos, Apolo era el Dios del Oráculo, hablaba a través de la sacerdotisa llamada Pitia. Al
llegar a Delfos uno entregaba primero su pregunta a los sacerdotes, quienes se la daban a la Pitia. Ella
emitía una contestación tan incomprensible y ambigua que hacía falta que los sacerdotes interpretaran la
respuesta.
Cabe aclarar que se tomaba a la palabra del oráculo como una verdad incuestionable, ya que no era
digno de un Dios mentir (los dioses sabían todo acerca del pasado y el futuro). En todo caso si la profecía
fallaba sería un error de interpretación y no un error de la misma profecía.
En el diálogo Platónico “Apología de Sócrates” se hace mención de las palabras de la Pitia “No hay
hombre más sabio que Sócrates”, esto sorprende mucho al Filósofo que no se reconoce como sabio, lo
cual lo lleva a investigar el sentido que se oculta tras estas palabras. Esta investigación lo lleva a una
conclusión importante: La sabiduría no consiste en poseer determinado conocimiento sino en el
reconocimiento de la propia ignorancia.
Sócrates estaba convencido de que los dioses hacen señales, indican a los hombres lo que debían
hacer. ¿Cuál es la significación e importancia del oráculo de Delfos que consideraba a Sócrates el
más sabio de los hombres?
Por lo tanto las inscripciones del oráculo de Delfos fueron aceptadas por Sócrates como base de su
doctrina. Ya que solo en este examen de uno mismo y de los demás podemos llegar a reconocer nuestra
ignorancia, y dar lugar a la búsqueda del conocimiento (solo se busca aquello que reconocemos no poseer).
Esta misión consiste entonces la purificación del alma de aquellas cosas que son indignas (pretensión de
sabiduría) y dar paso al conocimiento verdadero que se encuentra ya en el alma.
Cree Sócrates que el conocimiento de uno mismo ha de ser beneficioso, como todo conocimiento,
pues del saber salen bienes, como del error salen males. Para conocerse uno mismo hay que estudiar
también los ejemplos de los demás hombres.
Esta conciencia de misión es lo que le da el carácter de religiosidad a su actividad de reformar la
moral griega, pero que Sócrates la realiza espontáneamente como una especie de llamado interior,
conciencia interior o vocación denominada DAIMON. Es, entonces, el despertar de una nueva conciencia, y
que Sócrates la alcanza con la FILOSOFÍA a través del ejercicio de su tarea de purificación espiritual; y para
tal misión se afirma en el dictamen del oráculo de DELFOS: conócete a ti mismo.
En el oráculo había una inscripción: “Conócete a ti mismo”, colocada por los antiguos siete sabios.
Originariamente esto significaba “sabes que eres mortal y no debes pensar en cosas divinas”, en otras
palabras todo conocimiento absoluto es divino, y toda sabiduría humana es incompleta,
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cuestionable, debes conocerte a ti mismo en el sentido de conocer tus limitaciones como humano. Sócrates
dará una interpretación distinta a esta frase: sabes que tienes un alma divina y debes purificarla de todo lo
que es indigno de su naturaleza y tarea. Por eso “la vida sin examen es indigna del hombre “
Conócete a ti mismo, significa entonces: adquiere conciencia de tu fin ideal y de tus faltas reales: la
primera entre todas es la falta de conocimiento verdadero, que se esconde bajo la pretensión de sabiduría.
Saber que no se sabe, he ahí el primer resultado del examen y conocimiento de sí mismo: primera sabiduría
verdadera
Método Socrático.