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FACULTAD DE TEOLOGÍA DEL URUGUAY

“MONS. MARIANO SOLER”

Historia de la Filosofía Antigua y Medieval

Los orígenes de la Filosofía

Actividad de evidencia

Estudiante: Márgare VAIRO (3.455.048-9)

Docente: P. Sergio PINTO


Montevideo, agosto, 2023

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LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA

1. Diferencias entre origen y comienzo de la Filosofía


Seguramente más de una vez hemos utilizado en forma indistinta, casi como
sinónimos, las palabras origen y comienzo. En Filosofía, no lo son. Comienzo se refiere al
inicio de algo; el lugar histórico, geográfico. Cuando hablamos de orígenes nos referimos,
sin embargo, a lo que motiva, lo que anima a que surja la Filosofía. Lo que motiva puede
ser el asombro, la duda, las situaciones límites.

El inicio o comienzo es histórico, cronológico, temporal. El origen puede ser


múltiple y, según Karl Jaspers, tiene que ver con aquella fuerza o voluntad que surge del ser
humano y que lo lleva a preguntarse por la realidad que lo rodea.1

2. Motivos que impulsan al hombre a filosofar. Consecuencias que


acarrea
Si consideramos qué es la Filosofía, podemos afirmar que es una disciplina que nos
ayuda a pensar, a ir al conocimiento de las cosas “calando hondo” en la realidad. Es un
proceso reflexivo que nace del amor, del anhelo y del gusto del saber.

Desde siempre el hombre ha intentado responderse acerca del origen de las cosas,
del origen del propio ser. Los griegos fueron aquellos que comenzaron a filosofar dando un
sentido a esas preguntas que el hombre se formuló desde siempre.

La sed de saber el origen de cada ser, de cada cosa, los ha llevado a filosofar dando
nacimiento a una serie de interrogantes que no necesariamente han llevado a una respuesta
única, concreta. Es más, muchas veces a lo largo de la historia han acarreado diferencias
entre las visiones de los más destacados filósofos.

Preguntas que llevan a más preguntas porque en realidad el filosofar no tiene un


“punto final”. En eso se diferencia de la ciencia que racionalmente planteándose hipótesis,
llega a una conclusión “veraz”.

1
Cf. Apuntes del profesor.

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Los motivos que impulsan al hombre a filosofar traen consigo el surgimiento de
grandes pensadores, de grandes filósofos que han intentado dar respuestas a las diversas
interrogantes. Han elaborado métodos que han ido enriqueciendo la realidad del
pensamiento del hombre y muchas veces estableciendo en un cierto sentido, corrientes que
marcan posturas incluso morales.

No han sido ni son pocas las discusiones surgidas entre las diversas corrientes
filosóficas. Muchas veces concepciones opuestas, pero que de todos modos han ido
entretejiéndose y muchas veces complementándose, hasta llegar a ser fuertes levas que han
sostenido incluso visiones antropológicas diferentes y que a lo largo de la historia han
contribuido a posturas dentro de la Iglesia que ayudaron a desarrollar y fundamentar
reflexiones cristianas.

Podemos subrayar algunos aspectos que nos “hablan” de las “consecuencias” del
filosofar humano: llegar a profundizar sobre su mundo, su realidad compleja y al mismo
tiempo “misteriosa”. Del ansia de profundizar en aquellas verdades que a veces resultan
incomprensibles. Buscar el sentido más profundo de las cosas, del creado y por qué no del
Creador, han llevado y llevan a transformar la vida humana en aquello por la que el mismo
Señor lo ha puesto como vértice de la creación. Llegar a conformarse con el Hijo, sin
olvidarnos que somos creaturas, implica alcanzar la imagen más genuina del Padre, por el
Hijo en el Espíritu.

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3. Vinculación de los primeros fragmentos trabajados en la primera clase
con los orígenes de la Filosofía presentado por Jaspers.
Para Jaspers es necesario poder distinguir entre los conceptos de origen y comienzo
de la Filosofía. Sostiene que el comienzo es un momento histórico, cronológico temporal,
mientras que el origen tiene que ver con la fuerza de voluntad que emana del ser humano y
que lo lleva a preguntarse por la realidad que lo rodea. El origen puede ser múltiple. Jaspers
distingue tres orígenes: el asombro, la duda, y las situaciones límites.

Gracias al asombro el hombre llega a preguntarse los por qué de lo que acontece.
Frente a lo que acontece nacen en el hombre todos los cuestionamientos y por ende el
filosofar. Para Platón era el origen de la Filosofía. También para Aristóteles era así ya que
consideraba que el hecho de maravillarse de frente a los distintos acontecimientos, a las
distintas realidades llevaba a la admiración. Esta genera preguntas y las preguntas impulsan
al conocimiento. Me admiro cuando tomo conciencia del no conocer algo, entonces busco
respuestas por el saber mismo.

Filosofando surge la duda que se vuelve la fuente del examen crítico de todo
conocimiento. Es importante ver cómo se puede encontrar y dónde, a través de la duda
misma, el terreno de la certeza. 2 A través de esta duda, usada como camino para llegar a las
certezas, pongo mi atención en aquello que está fuera de mí, me olvido de mí mismo y
puedo llegar a estar satisfecho de alcanzar estos conocimientos. Poniendo la atención en mí
mismo llego a darme cuenta de mi propia situación y me enfrento a situaciones que por su
propia esencia son permanentes aunque en apariencia puedan presentarse como situaciones
que se pueden cambiar. Son estas las situaciones límites.

4. Disminución del asombro del hombre moderno

Actualmente encontramos una realidad muy diferente. En algunos sentidos


podemos decir que hemos avanzado mucho como por ejemplo en el área de la tecnología,
de las nuevas formas de comunicación.

2
Cf. Apuntes del profesor

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Esta realidad, con sus cambios y progresos tan acelerados, ha llevado al hombre a
vivir en una carrera “desenfrenada” para obtener más y más. El consumismo nos ha
“degradado”, en un cierto modo, llegando a convertirnos en “máquinas” de hacer, de
obtener, de consumir. Todo es necesario ¡ahora y ya!

El tiempo del compartir, del verdadero diálogo, del preguntarnos del por qué de las
cosas, no existe o, para no parecer pesimista, es muy escaso. Nuestros temas de
conversación se reducen a lo superficial de la vida. Muchas veces no se “cala hondo”.

El habernos acostumbrado al quiero y puedo todo, nos ha convencido de ser


“merecedores” del premio a nuestro esfuerzo y a ver en la vida que todo es “debido”.

Poco a poco la capacidad de asombro se ha ido “adormeciendo”. Podríamos citar


una canción que no hace tantos años atrás fue la ganadora o si no lo fue sí se destacó y se
viralizó por un cierto tiempo y no tan breve, en Italia: “I bambini fanno oh!”.3 El autor nos
describe en su sencillez, la pérdida de la capacidad de asombro que sólo la conservan los
niños, y los muy pequeños, no todos.

Una puesta de sol pocas veces nos lleva a detenernos y asombrarnos.

Dadas las condiciones tan cambiantes, tan variadas, ¿somos capaces de asombrarnos
de la posibilidad de despertar cada día a la vida? ¿Somos capaces de sorprendernos por el
hecho de que seamos unos bendecidos con la paz? La lluvia, bien tan preciado, ¿es algo
deseado como un don del cielo? ¿O es algo que la naturaleza nos “debe”?

3
Giuseppe Povia, “I Bambini fanno Oh”( Los niños dicen Oh!)
https://www.angolotesti.it/P/testi_canzoni_povia_3951/testo_canzone_i_bambini_fanno_ooh_136101.html.
Visitado en julio 2023.

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5. Los seres humanos, ¿se enfrentan a situaciones límites?
¡Sin dudas! Los seres humanos, aunque no lo queramos, vivimos cada día
enfrentados a situaciones límites. La muerte, las enfermedades muchas veces incurables.
Los accidentes provocados o sufridos que lamentablemente nos llevan a situaciones
irreversibles en la vida. Una vez sucedidos, no los podemos cambiar. Tampoco a sus
consecuencias.

Las situaciones y los acontecimientos que no nos permiten dar un giro en la vida
para volver allí donde estábamos, nos hablan de los límites de ellos. El límite de las
situaciones límites, podríamos decir.

Un ejemplo muy concreto y que lo hemos podido escuchar, ver o experimentar en


carne propia es el de los accidentes, que de una te “arrebatan” a un ser querido. Situación
irreversible… Reacciones diversas: quienes quieren “hacer pagar” al “culpable y quienes,
con mucho dolor y con mucha paz, consideran innecesario el hacerlo pensando que ya la
propia conciencia del “culpable” lo está haciendo sufrir.4

6. Reacción de la mayoría de las personas ante las situaciones límites.


No podríamos afirmar que en la mayoría de las personas haya una única reacción.
Hay quienes de frente a una situación límite se congelan. No son capaces de reaccionar. No
toman iniciativas para enfrentar aquello que los puede llegar a perjudicar. Personas que son
capaces de reaccionar asumiendo a veces hasta actitudes que rozan la temeridad.

Por ejemplo, de frente a una misma situación, pensemos en un asaltante que está
amenazando incluso tu vida para robarte, hay quienes se paralizan y ahí quedan. Otros se
defienden arriesgando incluso la vida y otros que actúan con una cierta capacidad de
dominio de las propias emociones.

4
Experiencia familiar con la muerte de mamá.

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Lo mismo podemos afirmar de frente a la muerte de un ser querido. Hay quienes no
llegan a expresar los sentimientos y no logran hacer contacto inmediato con esa realidad
que los “supera”. Otros, y no sólo quienes profesan una cierta fe sólida, recuperan fuerzas
enseguida y salen a seguir luchando y muchas veces asumiendo el rol que la persona
querida dejó “vacío”. Otros lo procesan serenamente pero con tiempos personales muy
marcados.

Reacciones diferentes también entre aquellos que viviendo una serie de situaciones
límites se convierten en personas fuertes, resilientes, capaces de dar un paso más allá de las
adversidades utilizando esas situaciones límites para crecer y desarrollar al máximo su
potencial. Podemos pensar y citar a Helen Keller. Seguramente es de esos casos “muy
especiales”, pero debemos concluir que no podemos señalar una reacción que sea común a
todas las personas.

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