MULLHOLLAND

DRIVE - REESCRITURA
BETTY DESCUBRE QUE RITA NO ES RITA
VS II

1. INT. APARTAMENTO DE LA TÍA RUTH - DÍA

BETTY (20-30) está tendida en el gran sofá de cuero de la

sala. Habla por teléfono, con una sonrisa de emoción y
optimismo.

BETTY
(alegre)
Sí, tía... lo voy a intentar. Me
voy a aprender bien mis diálogos.
Sí..., aquí en la sala, o en el
jardín con un cafesito, como una
actriz famosa.
(risas)
Ah, oye, casi se me olvida - me
topé con tu amiga Rita aquí en la
casa.
(risa apenada)
Se estaba bañando y le abrí la
puerta...
(pausa)
¿cómo?... Pues, RITA ¿tu amiga
Rita? tuvo un accidente...

Betty se incorpora lentamente en el sofá y cambia su

expresión de alegría a un rostro serio, consternado.

BETTY (CONT.)
¿no es tu amiga?... No, Coco fue
quien me abrió la puerta… pero no
la vio.

Comenzamos a desplazarnos a través de una habitación de gusto

anticuado, como lo tendría una abuela - paredes color ocre,
cuadros oscuros, el retrato de algún familiar jóven, una
excéntrica flor rosada, libros.

Mientras atravesamos la sala y llegamos al pasillo, aún se

escucha la voz de Betty.

BETTY (V.O.)
Se quedó dormida… no, pues,

seguramente hubo una confusión
aquí... noo, ¿cómo voy a llamar a
la policía? No creo que sea
necesario, tía. Por favor
tranquilízate, ahorita lo resuelvo
yo.

Cuando se extingue su voz, estamos llegando a una puerta

cerrada al otro lado del pasillo. La puerta se abre. Rita
está sentada al borde de la cama con el rostro mojado y una
mano que sostiene su cabeza adolorida.

Betty entra a la habitación y contempla a Rita con

inseguridad. Ella le devuelve una mirada apenada y confusa.
 2.

BETTY
Oye Rita..., creo que te entendí
mal. Pensé que conocías a mi tía y
por eso estabas aquí, pero acabo de
hablar con ella y quiere que llame
a la policía.

Por un momento Rita parece sorprendida, pero luego cede al

llanto con más fuerza.

BETTY (CONT.)
¿Rita?

RITA
Lo siento, yo…

BETTY
¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Betty se acerca, se arrodilla frente a Rita y la observa con

compasión.

RITA
(todavía sollozando)
Es que pensé que cuando me
despertara... pensé que al dormir
recordaría...

BETTY
Pero, ¿de qué estás hablando?

RITA
(llorando)
No sé quién soy.

BETTY
¿Cómo que no sabes quién eres? Eres
Rita.

RITA
(llorando)
No, no, no. Eso me lo inventé... No

sé cuál es mi nombre.¡Ni quién soy!

La mirada de Betty flagela ante la confesión. Observa a su

alrededor y encuentra el bolso junto al vestido de Rita. Lo
recoge y se lo da.

BETTY
Oye, pero ve, aquí en tu bolso...
Adentro seguro está tu cartera y
encontremos tu identificación.

Rita replica con un gesto de cabeza angustiado, temblando, en

shock.

BETTY (CONT.)
Sí quieres saber, ¿no?
 3.

RITA
No..., sí, pero…

BETTY
Entonces, ¡ábrelo!

Una lágrima se desplaza por el rostro de Rita, pero Betty la

mira insistente.

Rita toma una respiración. Abre lentamente la cremallera del

bolso. Ya abierta, las dos intercambian miradas de sorpresa.

Rita inserta su mano en el bolso y extrae un enorme fajo de

billetes. Saca uno por uno. Betty sigue sus movimientos como

intentando contarlos. Los deja a su lado, sobre la cama.

La mirada de Rita cae sobre el último objeto que se encuentra

dentro del bolso. Este parece darle esperanza, o quitarle un
gran peso de encima. Saca del fondo del bolso una llave azul
que no parece servir para abrir una puerta. Betty y Rita
fijan sus miradas sobre la llave, como intentando descifrar
para o de qué es.