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IV EL PUNTO DE VISTA DE UNA TEORIA DEL ESTADO REALISTA FRENTE AL PROBLEMA DE LA GLOBALIZACION A. LA MISION DE LA TEORIA DEL ESTADO REALISTA HOY -na Teoria del Estado realista se propone, ante todo, describir el Estado real en el aqui y en el ahora. Ahora bien, el movimiento globalista que hemos delineado es el marco de referencia del Estado contempordneo y por eso toca describirlo. Pero, en virtud de la légica de nuestra de- finicién de TE, esto es, en virtud de la primacfa de la con- templacién sobre Ja accién, debemos antes examinar las caracteristicas del orden estatal en su constituci6n realista. Posteriormente, mediante una acertada descripcién de este proceso histérico politico de Globalizacién, podra estimar- sea precisa medida en que el Estado Mundial se aparta en suesencia yen su orden constitutivo del deber ser necesario de toda comunidad politica, para hacer realmente buenos alos hombres, Solo en la medida en que podamos definir a la Teoria del Estado como una Teoria del Conocimiento del todo estatal, que se inscribe en el todo mayor de la Crea- cién, a fin de comprobar alli su estructura propia y su lugar yfuncidn en el Orden de los Ordenes, que es el orden de la Creacidn, solo en esa medida podré estimarse correctamen- te cual es el camino que, en el plano ético-politico nos im- ponela hora actual. A esta altura resulta obvio sugerir que el 1 ejercicio del Derecho de Resistencia poste Por Alberto Magno y por Tomas de Aquino se nos oftece como tinica solucién, Se trata de un Derecho, que, en rigor, es Obliga. ign de resttuir las cosas, el hombre y la Creacién alos cay. ces del orden que emerge de la esencia de todas las cosas creadas por Dios, segiin que de nosotros dependa. Se trata de rehabilitar para nosotros y para las generaciones futuras Ja libertad de decir NO al programa del Estado Mundial que expresamente hace suyo el Nuevo Orden Mundial. No obs- tante, el legitimo ejercicio de ese derecho inalienable y pres- crito por nuestra Constitucién, exige conocer previamente el Estado segiin el Orden Natural. Lo exige, asi como el mé- dico, que debe restituir la salud del enfermo, debe conocer antes la constitucién del cuerpo sano. DEFINICION DE LA Gewpia-THEORIA REALISTA DEL Estao. La Gewpia-Theoria del Estado es fundamentalmente una Teoria del Conocimiento del todo estatal y de sus circunstancias en el aqui y en el ahora, a fin de comprobar su estructura propia y su lugar y funcién en el Orden de los Ordenes que es el orden de la Creacion La Oewpla-Theoria del Estado consiste en la contemplacién de |i realidad estatal concreta, a la luz de un horizonte mucho més amplio que el del Estado, a fin de verificar sus propios limites y especialmente, la funcionalidad de esa realidad estatal, respecto de una realidad mayor que lo abarca y condiciona. _, Comencemos por reconstruir la auténtica nocién de Te0- ta del Estado, en primer lugar, recorriendo brevemente St desarrollo histérico, Posteriormente, examinando la etimolo- 92 | gia de la palabra Teoria, su definicion real, sus relaciones con otras formas posibles de conocimiento, Aleanzaremos luego justificar debidamente la definicién que buscamos rehabili- tar. Posteriormente, propondré siete postulados orientadores a fin de ejercer concretamente esa Teoria del Estado. Recién entonces podremos considerar el objeto propio de esa forma de Teoria que es la Teorfa del Estado, podremos determinar su lugar concreto dentro de los saberes filoséficos ymis tarde, podremos reconstruir las relaciones que mantiene la Teoria del Estado, con la Ciencia Politica, con la Prudencia Politica Arquitecténica y con el Derecho Constitucional, B, BREVE DESARROLLO HISTORICO. DE LA MODERNA TEOR{A DEL ESTADO como Teorfa DEL ConociMIENTO La Teoria del Estado como disciplina filos6fica, esa disci- plina que conocemos hoy, nacié hacia fines del Siglo XIX. Su impronta fue iluminista y por tanto constructivista. Qué significa aqui constructivism? La TE es ante todo una Teoria del Conocimiento. Ahora bien, 0 el conoci- miento puede ser considerado en su versién pre-moder- na, 0 en su concepcién moderna. La Teoria del Estado que pretendo rehabilitar mediante la modificacién de su nom- bre como Theoria-Sewpia, nos retrotrae hacia las formas pre-modernas de esa Sewpia-Theoria, esto es como actitud contemplativa y realista. Por su parte, la Teoria del Esta- do como disciplina jurfdico politica, esto es, aquella que abandona la amplitud y profundidad de la Gewp{a pre-mo- derna, apenas nos circunscribe a la construccién ideal del objeto Estado. En sintesis; reconocemos una TE animada 93 an a por el espiritu contemplativo pis melerag y oe) aque- lla que se estudia en nuestras universidades actualmente, animada por el espiritu constructivo de la Modernidad. La TE adscripta al Derecho Publico est4 caracterizada por una concepcién moderna y constructivista acerca del acto del conocimiento que, como es comun a casi todas esas teorias del Conocimiento, niega las esencias de los obje- tos de conocimiento. Dicha Teoria del Conocimiento y su correspondiente Teoria del Estado niega que pueda cono- cerse algo asi como la esencia del objeto Estado ;Cémo es entonces posible el conocimiento? ;Cémo es entonces posible una Teoria del Estado? El Estado moderno es deudor de la herencia Tuminista y Post-Iluminista. ;Qué quiero decir con ello? Que tanto la concepcién de Estado, como de las disciplinas que lo reco- nocen como objeto parten de una negacién fundamental. La Ciencia Moderna parte de la arbitraria negacién de las esencias. Asi, por tanto, en la forma mentis moderna el su- jeto que conoce, al no poder inteligir las esencias, las crea, Jas construye, en el recinto de su propia inteligencia, sin refe- rencia alguna a la realidad extra mental. Por tal motivo, esta TE es de cardcter constructivista. Si esa actitud congoscitiva reconoce un cierto a priori, el mismo jamés emerge de la abstraccion quiditativa, sino que esta conformado por cate- gorias inmanentes como el tiempo y el espacio kantiano, 0 como sus conocidas categorias a priori del entendimiento. Asi pues, deudora de esa actitud, la moderna TE pierde de vista ese centro de referencia de toda perfeccién del inte- ecto que son las esencias. Su molde no es otro que el de Ja actitud critica de I, Kant, Por tanto, se trata mds bien de un deber ser, impuesto por la inteligencia del investigador, antes que del develamiento del ser concreto estatal. El Esta- 94 | | do debe ser de un modo determinado. Por ello, dicha TE se inscribe entre las disciplinas juridicas, o bien entre las disci- plinas propias de la Ciencia Politica empirica. La TE y la Ciencia Politica modernas no conciben al hombre como primer realidad y fundamento del orden politico. Tales disciplinas conciben tan solo la actividad del pensamiento, pero no a Ja persona integral como fun- damento del orden politico. Desde el realismo metafisico en cambio, las dimensiones del orden politico no son mas que una proyeccién analégica de las dimensiones del alma humana. Contemplar el Estado actual y su desarrollo his- torico implica responder, desde el realismo, en qué medi- da el Estado contribuye a perfeccionar al hombre inscrito en el todo comunitario hacia el que, en virtud de su esen- cia, esta adscripto. La TE pre-moderna est animada por un nticleo filoséfico como es la Teoria del Conocimiento de base metafisica. No se trata aqui de una actitud cons- tructivista, sino contemplativa y posteriormente cons- titutiva, Es el caso de lo que podriamos delimitar como Teoria del Estado en las obras, por ejemplo, de Platén, Aristételes 0 Santo Tomas de Aquino. Afirmamos que se trata de una TE y de una TC de base metafisica, pues la completa actividad del conocimiento esta orientada hacia el develamiento posible de las esencias. Es absolutamente posible y aun necesario conocer qué cosa ¢s el Estado en Ja realidad concreta. Por su parte, la TE de la CRI es tera- péutica del Orden Natural y constructivista. Su punto de partida es también el conocimiento, entendiendo por co- nocimiento, no la libre actitud espiritual del hombre, sino la combinacién légico-matematica de premisas de valor a veces heuristico, que lleva a cabo incluso una maquina. Propongo pues, a fin de diferenciar este tipo de TE de 95 la primera, restituir su etimologia griega denominandola Theoria -Gewpia~ del Estado. El micleo diriamos, filos6- fico de la CRI lo constituye, no una TC realista de base metafisica, sino lo que ha dado en llamarse una completa Revolucién del Conocimiento, més bien vulgarizada como Inteligencia Artificial-IA (Capitulo VI-M). C, DEFINICION ETIMOLOGICA DEL TERMINO @ewpia-THEORIA Ante todo, una distincién en orden al campo semintico de la Teoria. Nuestra Teoria es, en sus origenes griegos, Sewpia-THEORIA vale decir, Conocimiento-ciencia-sabidu- ria y contemplacién’®. He aqui el marco de referencia de los tres significados mas amplios de la Theoria, que enmarcan el presente estudio. La primera observacién en el campo ri- gurosamente etimolégico, nos pone en evidencia que la raf de nuestra @ewp{a nos remite a ea, que sefala la actitud de contemplar. De alli Gedojiat que significa contemplar. El verbo contracto derivado es Gewpéw-theoreo, que significa contemplar, asistir como espectador. Posiblemente poda- mos derivar desde aqui nuestra palabra Teatro, que indica Precisamente la actitud propia del espectador. El espectador no hace la obra de teatro, sino que solo es espectador de la misma. La palabra griega Gewpia-THEORIA alude, ante todo, a la actitud. expectante ante cierta realidad, pero nunca ala accién constructiva de esa realidad, Podria decirse que una 8ewpia -THEORIA- del Estado no puede articularse a > RITTER-GRUEND| ER rl rr , Sak, 1958, 7 1, ek torches Worterbuch der Philosophie, Da 96 sin referencia a Dios, a la contemplacién del orden total de Ja Creacién, del Orden de la Naturaleza creada y de la rea- lidad tempo-espacial en que concretamente se enmarca el Estado real existente. ‘Tampoco puede articularse una Teoria del Estado sin referencia alguna a sus relaciones intra-sistémicas respecto de la Theologia, Ello porque la Gewpia del orden politico tiene por objeto el conocimiento, la sabiduria y la contem- Placién del orden. De hecho, ese es el sentido en el que elaboré mi propia definicién. El lugar concreto donde esa concepcién de la Theoria Politica puede encontrase es el Mito de la caverna del que se vale Platén, para explicar lo medular de su Filosofia general". Pero al mismo tiempo, se verifica alli el marco epistemolégico de su propia Theoria, entendida en su posterior orientacién filoséfico politica. Platon articula su reflexién politica, no slo considerando as exigencias semanticas de la Theoria, sino fundamental- mente, las exigencias de una realidad que, en su tiempo, Ppermanecia inescindiblemente ligada a la divinidad. La m6Mtc era el lugar donde convivian las cosas humanas con las divinas. Sin embargo, y de un modo més moderno y al mismo tiempo polémico, esa Teorfa del Estado, tal como nacié en el Siglo XIX a partir del programa critico del kan- tismo de Ja Escuela de Marburgo, nos permite detectar una clara ruptura respecto de aquella significacion griega origi- naria. Si por Filosofia debemos entender ahora una activi- dad radicalmente auténoma del intelecto humano respecto del mundo de las esencias, entonces la Teoria del Estado que de esa postura emerge, deberé renunciar a su connota- * Cfr. BARKER E.; Greek Political Theory. Plato and his Predecessors, London, 1951, ps. 176-180. 97 én contemplativa. Esa nueva disciplina deberé enunciarse Sp in referencia a la transliteracién, como TEORIA, vale decir, si castellana de la letra griega ©-TH que, por su parte, ala inequivocamente ala contemplacién. Ello implica, demi, dos cosas. La primera; adoptar la forma constructiva del co- nocimiento. Dado que no podemos conocer la esencia del Estado, entonces debemos construirla desde nuestra pura razon, sin referencia alguna a la realidad precedente. Nos encontramos ahora frente a una actitud claramente ideo- Jégica, pero ya no genuinamente filoséfica. La segunda; renunciamos al mundo de las esencias y con ello, a toda actitud metafisica de base. Con ello abrimos, ante todo, el cauce del subjetivismo. Podremos llamar bueno a lo malo y malo a Jo bueno, asi como justo a lo injusto e injusto alo que es objetivamente justo. La nueva concepcién del co- nocimiento nos impone pues un transito abrupto e injus- tificado desde la ewpia a la noinots ~poiésis- que es un simple construir. He aqui la nota comin de las Teorfas del Estado modernas. Se comprenderé con facilidad, que la TE de la CRI es esencialmente poiética, en el sentido de arte mecanica. Prescindir de la argumentacién metafisica, supo- ne considerar a la Metafisica como un prejuicio (Enge- 1s-Marx). Pero la Metafisica, lejos de ser un prejuicio, es una orientacién natural del pensamiento, cuya sistemati- zacién debemos a los filsofos pre-modernos. La actitud natural del hombre es la pregunta acerca de los porques. No debemos perder de vista, que entre los grandes obje- tivos de esta CRI esté la interrupcién del camino natural de ascenso del espiritu humano hacia la Trascendencia. La Pea fundamental acerca del qué y del por qué nos ele- va hacia la Trascendencia, A la CRI no le interesa nuestro 98 cuestionamiento profundo de la realidad, sino solo nues- tra reacci6n instintiva, inmediata y controlada frente a la misma. De un modo u otro, el campo seméntico nos indica que una @ewpia del orden politico debe inscribirse necesaria- mente en el interior de una contemplacién de la totalidad que abarca y aun condiciona ese orden politico que hoy Ila- mamos Estado. Como se ve, nos mantenemos en la tensién integrativa entre las partes y el todo. Esa totalidad puede ser de tres tipos. O bien se trata, como en el caso del modelo griego, de un cosmos ultimamente subordinado a las divi- nidades, o bien, se trata de un cosmos entendido como Ordo Creationis (Tomas de Aquino) o bien se trata, por tltimo, como es el caso de Kant en adelante, de una estructura crea- da -construida- arbitrariamente por la razén radicalmente auténoma. Un ejemplo nos permitiré comprender mejor esta idea. En efecto, un clasico de la Teoria del Estado de orientacion tomista como fue Arturo Sampay, ha definido al Estado como un ente de cultura®’. Nada més acertado en punto a este breve esbozo y a cuanto dije a propésito del modo de integracién cultural de la persona humana en el Capitulo III. Las cuestiones politicas estan, sin duda, condi- cionadas por el cultivo del saber general de la Filosofia Pri- mera y por el culto de Dios. oes Sampay y algunos de sus contemporéneos ejercieron pues nuestros tres niveles de la Theoria, vale decir, transita- ron desde la Theoria, como acto del conocimiento del objeto singular Estado, pasando luego ala Theoria, entendida como configuracién del conocimiento universal y necesario ~esto Cf; SAMPAY AE, La Criss del Estado de Derecho Liberal Burgués, Buenos Aires, 1942, ps. 27 y sgts. 99 es, elde la Ciencia Politica~ que es la no) rruct, smo. 60 litke episteme o Scientia politica, hasta alcanzar el méximo nivel de refleriin que es la sabidurfa ~aopla~ de las cosas politicas, 0 bien la contemplacién de la Politica a la luz de la Eternidad. He aqui entonces, el camino del pensamiento hacia una necesaria ampliacién vertical trascendente de las dimensiones de la actual Teoria del Estado. La interrupcién del ascenso del pensamiento, para limitarlo tan sdlo al co- nocimiento constructivo del Estado singular, es el resultado de la actitud ideolégica a que hice alusién més arriba, vale decir, aquella actitud gnoseolégica que construye el objeto real tan solo apoyada en una determinacion de la voluntad del investigador. La tinica referencia legitimadora del Estado es la mente del investigador, del gobernante 0 de los grandes centros de poder. No resulta dificil advertir que, en el caso dela moderna Teoria del Conocimiento, estamos frente a la justificacién epistemoldgica del Totalitarismo. EL CAMINO DEL PENSAMIENTO REFLEXIVO HACIA LA SUPERACION DE LA MODERNA TEOR{A DEL ESTADO "1. Conocimiento del orden politico singular. Formas sucesivas de la 2. Articulacién dela Teoria : yas | enelnelemeeman Theoria del orden politico como Spied aa 3. Sabiduria entendida como contemplacién de los dos niveles anteriores —alaluz dela divinidad. 100 D. Hacta UNA DERINICION HISTORICA DE La ewpia-THEORIA Desde el punto de vista histérico filoséfico, Bewpia esta aso- ciada a contemplacién ya desde la formulacién de Anaxdgo- ras de Clezamonte, pero es en la obra de Herddoto donde la Palabra alcanz6 por primera vez, el significado de Sabiduria, Una teorfa determinada esta pues, asociada a la contempla- cién de cierta realidad previamente dada, pero a una con- templacin en cuyo centro se sittia Dios Creador y el hombre que es su creatura. Se puede colegir entonces la ordenacién logica de los capitulos precedentes y del camino a seguir. No existe el orden politico estatal, sino como creacién humana a partir precisamente de esos rasgos impresos por Dios en el hombre, a saber, la religiosidad natural, la racionalidad y la natural inclinacién hacia la vida comunitaria. Encontramos pues nuevamente la primera tridimensién de la persona hu- mana. Sabiduria-oogia- por su parte, esta también asociada a sabor, pero sabor de las cosas més altas. Asi, para Aristéte- les, todos los conocimientos humanos deben estar incardi- nados en la auténtica sabiduria, que es el saber ala luz de las cosas divinas. Ese y no otro fue el final de su Metafisica. La auténtica sabiduria politica es el ideal de toda TE. La misma busca conocer el Estado real existente aqui y ahora en el ho- rizonte del todo de la Creacién. Un filésofo arabe perteneciente al siglo X como fue Al-Farabi sostuvo, en el contexto de una reflexién teolégica diferente de la asumida por Aristételes, que auténticamen- te sabio es aquel que puede conocer todas fas a iy mismas y por referencia a Dios Creador. Segun : ae auténticamente sabio es aquel que puede reconstruir el a den de la Creacion, segtin que ello es posible, en punto ao 101 G limites de la inteligencia humana*, Por ello, su Teoria de] orden politico puede encontrase en el md una obra més teoldgica que politica”. Mas tarde, endl siglo XII, fue Tomas de Aquino, quien intenté servirse de la Filosofia pre- cedente, de modo especial, dela de Platén y de Aristételes, a fin de articular su Teologia del Dios Revelado. A partir de entonces, el proyecto filoséfico de Tomis de Aquino quedé enteramente consumado, pues acabé por abrirle las puertas de la visién de Dios. De este modo, la Contemplatio o Theoria le permitié demostrar que el fraca- so de la Filosofia es al mismo tiempo, el momento de su mayor triunfo. Dicho de otro modo, el reconocimiento de los limites del conocimiento filoséfico riguroso de las cosas. politicas, y el Estado es una de estas, constituye su mayor triunfo, De este modo, mediante la orientacién ascética de la Theoria del Estado, el investigador podra conocer el Esta do real concreto a la luz, no apenas de la situacién histérica concreta, sino segiin la perspectiva de la Eternidad. Nunca como hoy estas precisiones resultan relevantes para noso- tros, pues el proyecto globalista de la CRI se propone abolir por completo el proyecto de Dios Creador. Se propone abo- lir el ascenso desde lo concreto a lo universal y abolir con ello el sentido filos6fico del devenir histérico. Al parecer, al Globalismo no le importa la historia, ni el presente, sino el futuro utépico de un mundo feliz, En la forma mentis del post-iluminismo, cabe recordarlo, las categorias de tiempo y espacio son puramente subjetivas. ® Gir. ALBERTUS MAGNUS, Poiticorum libri Sd liticorum libri VIN, ed. A. Borgnet, T. VIII, ‘7 Me refero en particular, a la obra politica de Al Farabi. Cf: ABU NA s ala obra politica arabi. Cir SR ALEARABL On the Pert Stat, Oxford University Press, 1985 mn A fin de comprender mejor estas ideas, consideremos al- gunos modelos de la TE. Las Teorfas del Estado inmediata- mente posteriores al Siglo XIX, como la de Hans Kelsen por caso, se desarrollaron fundamentalmente a partir de la ne- gacién de ese registro que Dios ha dejado en todas las cosas, esto es, las esencias. Kelsen ha reducido pues la realidad de Dios Creador al fuero privado de la conciencia personal. Su TE es una imposicin de quien posee el poder politico, Su TE es ante todo un deber ser de fuerte impronta ideolégica. En cambio, la TE delimitada en el interior de la obra teolégica de Agustin de Hipond o de Tomés de Aquino, se estructura re- conociendo la orientacién trascendente de todas las cosas. La completa realidad, el Estado entre ellas, se sittia en el orden de lo ordenes. Ese es su horizonte de referencia. Posteriormen- te, el Orden Politico constituye una especificacion del Orden Natural y finalmente ambos érdenes se inscriben en el orden total de la Creacién. La consecuencia mas inmediata de este segundo modelo consiste en que el orden politico estatal no puede en modo alguno prescindir de esa especificacién de la Ley Eterna, formulada para los hombres, segiin la medida de lainteligencia, que es el Derecho Natural. He aqui el horizon- te orientador y legitimador del quehacer politico. En cambio, la TE que presupone el Globalism, el Nuevo Orden Mundial ya Cuarta Revolucin Industrial es, como dije, constructivis- ta, pero lo es en un grado tan radical como jamés se lo habia conocido hasta hoy. Ese Nuevo Orden Mundial se propone la construccién de un Estado Mundial a partir, ya no del hom- bre tal y como Dios lo ha creado, sino tal cual emerge del intelecto del Super Hombre de nuestros dias, vale decir, de un intelecto omniabarcador, controlador y castigador por ex- celencia, cuyo disefio combina lo que queda del hombre sin espiritu, con modificaciones genéticas elaboradas segtin los 103 ditimos avances de la cibernética para dar lugar, ya no al ciu- dadano planetario, sino al cyberpolitico. Tas Teorlas del Estado modernas, aquellas que abrieron el cauce del Estado Mundial, también pueden delimitarse en el interior de proyectos teolégicos con orientacién politica Veamos sino. Una Teoria del Estado como la de Thomas Ho- bbes sera indescifrable, sin el marco teol6gico referencial que nos ofrece el mismo titulo de su obra capital, esto es el Levia- than. Una TE como la de Baruj Espnosa seria andlogamen- te incomprensible sin sus manifiestas criticas a las Sagradas Escrituras, seguin veremos a su tiempo. En sintesis, una Teo- ria del Estado, entendida como asociada a la Teologia, nos permite dividir la totalidad de las Teorias del Estado segin dos modelos. El primero, el de aquellas Teorias del Estado incardinadas en el interior de una reflexién teol6gica, articu- Iada sobre el Dios Revelado. El segundo, el de aquellas otras Teorias del Estado, como las modernas y contempordneas, estructuradas a partir de un dios mortal o Super-hombre. E. @ewpia, npakic Kai noinots LA CLASIFICACION TRIMEMBRE DE ARISTOTELES Aristételes delimité tres grandes esferas en las que todo conocimiento humano se desarrolla. Ellas son, la esfera de la Theoria® de la que venimos hablando, la de la Praxis” y finalmente, la de la Poiesis®. Basicamente esos tres nive- les se podrian caracterizar del siguiente modo, Una Theoria £n sentido riguroso, vale decir, aquella que incluye los tres * Chr ARISTOTELES, Me © Che ARISTOTEL SS ft Xl 1072 24, Ea. Bekker Darmstadt, 1960 * Tbidem, OP. cit. p. 1025 b 25. 104 Jos que me he referido (el conocimi, i ¥.el nivel de la sabiduria), oe tne deconocininta es RCN .d misma de las cosas, con entera Prescindencia de su ién. Practica. Un ejemplo de ello estaria dado por quellos conocimientos que Corresponden a la Filosofia peculativa o Metafisica. En efecto, el estudio del ente en into ente, asi como el de sus Propiedades, alcanza su fina- idad en si mismo. El hombre auténticamente sabio no nece- a otra cosa que la posesién de la Verdad. El mejor ejemplo a vida tedrica o contemplativa nos lo ofrece nuevamen. te el mismo Tomas de Aquino, quien, sélo en virtud de la dy de la humana condescendencia, concurria a los es del mundo, abandonando temporariamente el 4m- conocimiento teorético puede traducirse con una practico-politica y/o moral. Se trata de la Praxis télica. Es este un tipo de conocimiento que acaba en la ‘misma. Aqui la verdad especulativa se torna accién. ad especulativa que solo se buscaba por si misma, se ahora como bien, el bien del ente concreto que es el , la persona humana concreta, por caso. La primera del Ser es la Verdad y la Verdad es la fuente de to- s bienes, También del Politico. Sin embargo y dado mpakic-Praxis es un tipo de conocimiento, vale decir, seracién del ordo rationis, conviene subrayar que la cién teorética de una accion honesta no basta para lirse en un auténtico conocimiento practico, sino is a yasta be necesariamente tornarse praxis concreta’ . No bi 1aco, ed. cit. 1179 b. 105 pues, saber acerca de las cosas eae beer que brar conforme a la bondad, a la hoi fady ala a rnuestras acciones. Dicho con las palabras de José seeder, en nadale aprovecha al hombre la condiciOn de buen conocedor de la Etica y dela Politica de gabinete, pues nada es mejor garante de cada uno que la propia conducta honrada®, Por su parte, la Teoria del Conocimiento de la CRI se agota en el mero contacto material con los objetos de conocimiento. Por iltimo, aquel tipo de conocimiento al que desig- namos como roinatc se refiere a lo que hoy llamariamos Ja Estética o arte mecdnica. Se trata aqui, ya no de la con- templacién en sentido estricto, ni de la realizacién del bien, sino de la construccién de obras de arte, exteriores al hombre, en las que también se proyecta un esquema teorético y moralizador previo. Me refiero a la construc- cién, aqui si podemos hablar de construccién, de la obra de arte que eleva el alma de modo andlogo que la realiza- cién de obras virtuosas y que el conocimiento de la ver- dad. Las obras de arte articulan la cultura desde nuestra sensibilidad. Asi, tomando una sentencia de Leopoldo Lu- gones, la sensibilidad de un pueblo sefiala su grado de ele- vacién cultural. Nos interesa aqui, no la verdad y el bien de las cosas, sino su belleza. Afirmamos enfaticamente, hay una belleza de la verdad y una belleza de la bondad. Asi por caso, las catedrales géticas nos ofrecen el modelo apropiado en el que Theoriay la Praxis se presentan en sus fee een con la Poiesis. Una catedral del me- » lo es la catedral de Colonia, en Alemania, re Cfr. ALBERTU: : 1S MAGNUS, Super ethi tionesed- W Kibel, Aschendorf, Minster, 1968- 7 a a fe 106 representa el bello modelo de una construccién poietica en Ia cual, todas Jas cosas elevan el alma porque miran hacia la Eternidad. En su interior, cada cosa se ordena a Dios y mejor se aprecia, segiin la luz que, a través de sus vitrales, desciende desde el Cielo. La tecnologia moderna no pudo superar hasta hoy, la belleza de esas catedrales, Y No porque careciera de recursos técnicos, sino debido a que las actuales construcciones poieticas estan vaciadas de toda dimensién espiritual positivamente transformadora. Hobbes -siguiendo a Descartes- ha vaciado al hombre de toda su dimensién espiritual hasta transformarlo en un autémata o en un reloj. Exactamente lo mismo pretende en nuestros dias la CRI. El resultado de ello, para lo que aqui me interesa, ha sido y sera decretar la necesidad del control total y la reconfiguracién de ese autémata o de ese androide. Esa es, en la orientacién hobbesiana® compar- tida por el Estado Profundo de nuestros dias, la tarea au- toimpuesta por la CRI. El Estado Mundial que nos ocupa y su condigna Teoria del Estado consiste, ante todo, en la re-construccién mecdnica del hombre. A propésito de las relaciones posibles entre orden natural y orden politico | esbozadas en mis reflexione preliminares, la construccion poiética de Hobbes no es arménica respecto del orden de la naturaleza, sino claramente antinémica, Lo mismo vale para el proyecto politico de la CRI. 16, p- 9. > Cfi. HOBBES ‘Th., Leviathan, ed. de R. Tuck, Cambridge, 1996: P- | 107 REPRESENTACION GRAFICA DEL SIGNIFICADO. pe LA Oewpia- THEORIA A. Como conocimiento singular. = 1,Como Bewpia _ rigurosa: B. Como conacimiento cientifico universal. — C.Como sabidurta. Theoria —| 2. En su proyeccién hacia lampaeic 3. En su relacién con la — roinors La Theoria del Estado que nos proponemos rehabilitar frente al inhumano proyecto de la CRI guarda perfecta ar- monia con la propia esencia de la persona humana segun el orden mismo en que fue creada por Dios. Esa TE es clara- mente arménica respecto del orden de la naturaleza y del orden de la persona humana en particular. La TE de base realista y metafisica ocupa una Posicién intermedia entre Theoria y Praxis, Es una teoria con orientacién practica, 0 lo que es equivalente, nuestra Teorfa del Estado es bidime- sional. Veémoslo gréficamente de conformidad con la casi- ficacién aristotélica que he adoptado. 108, ! DIVISION TRIMEMBRE DEL CONOCIMIENTO SEGUN ARISTOTELES | Theorfa as | Lugar de la Teorfa Politica Conocimiento —| Praxis |— Poiesis Desde el punto de vista sistematico, Teorfa alude a tres niveles de anilisis. Ellos son, el de la realidad sobre la que se proyecta, el del sujeto que contempla esa realidad y por ultimo, el nivel de su proyeccién hacia la praxis. En este Ultimo nivel, o bien la Teoria del Estado se propo- ne la refundacién del Estado o bien su correccién segin, las exigencias del orden natural y las circunstancias tem- po-espaciales concretas. F, HACIA UNA DEFINICION REAL DE 1a Sewpia-THEORIA DEL ESTADO, SEGUN EL PUNTO DE VISTA DEL REALISMO METAF{SICO La Theorfa Politica, a la que situé en un emplazamiento intermedio, entre Theoria y Praxis, es un tipo de Teoria que abarca la totalidad de las acciones con significado politico. Brevemente: desde esta perspectiva, Theoria del Orden Politico estatal -TE- podria definirse en pri- mera instancia, como Ia contemplacién de la realidad es- tatal concreta, a la luz de un horizonte mucho mds amplio que el del Estado, a fin de verificar sus propios limites y, 109 L especialmente, la funcionalidad de Ca pee estatal, alidad mayor que lo abarca y condi- erode Tea ida, el orden de la present ciona. He aqui en buena medida, el P fe nite de la clasificacién aristotélica del saber, la ‘Theoria en su significado més amplio vendria a identifi- carse con la Filosofia Especulativa o Metafisica. Vale decir, ‘Theoria en sentido riguroso, es ante todo Metafisica. La TE en cuanto tiene de Theoria, es parte de la Metafisica, pero en cuanto esa forma de Theoria se refiere al objeto Estado, entonces pertenece a la Filosofia de la Praxis. Por ese motivo, he ubicado ala TE en una posicién bidimensio- nal. La TE es tanto metafisica, como finalmente practica. Ahora bien, es mas practica que metafisica, pues la con- templacién que le es propia, se pone a prueba segiin que se realiza practicamente como Teoria del Estado. La Teoria del Orden Politico estatal es un tipo de conocimiento al servicio de la configuracién y articulacién de la Filosofia Practica, debido a que nos ofrece el conocimiento previo de una determinada realidad, la estatal en este caso, que luego seré objeto de una reflexién mucho mas profunda Por parte de la Filosofia Especulativa. He aqui entonces el lugar que ocupa la TE en cuadro general de las disciplinas filos6ficas. Va de suyo que con nuestra modificacién del nombre Sewpla-Theoria, hemos recuperado el estatuto fi- los6fico y la fundamentacién metafisica de la TE. a0 (en sus tres grados, como conocimiento Ontologia y por del singular, como ltimo el ente conocimiento divino fuente de universal y necesario todos los entes, y como sabiduria). como Teologia Natural y apertura ala Teologia Sobrenatural que ya no és filoséfica. mpakic. -Btica Cuyo objeto es Filosofia Practica |-Ciencia politica _|la bondad de -Theoria del Estado | las operaciones voluntarias de la persona humana. roinats. Cuyo objeto es Poiesis-Estética Ia belleza de las obras de arte. La Teoria del Estado™, en su acepcién més elemental, ape- nas como conocimiento del Estado singular, no tiene por objeto Bn adelante y luego de precisar el sentido en que amplio el significado de la Teoria del Estado, para entenderla como Teoria del Orden Politico estatal, \s valorativos, sino era descriptivos. Esq i ‘ente critica, como es la de juzgar en términos fone fo ervor de Josticiao de Ijustici, queda reservada en itima instanca ala Ciencia Politica, pues esa tarea estim, tiva se cumple partiendo de la inmutabilidad de los Principios de la Moral y de la Politica. La Ciencia Politica es universal y necesaria, a diferencia de la Theoria del Estado. La Filosofia Préctica -0 Scientia Polftica- forma los conceptos capitales de la Politica, esto es, aquellos de valor y alcance universal que sirven como criterio de valoracién de la realidad contingente, Lo hace a partir del cuidadoso conocimiento de los casos sin- gulares que la Teoria del Estado le ofrece a consideracién. Por ejemplo, Arist6teles ejercié la teorfa del orden politico cuando, en su Politica, comparé, ante todo, los diversos ordenamientos politicos de su tiempo. Finalmente, la Metafisica es aquel nivel de reflexién, en cuya esfera mas amplia, la esfera del Ser y del Bien en sus relaciones con el ente concreto, los conceptos ca- pitales de la Politica ganan su lugar y ultima fundamentacién, Aristételes, bajo una mirada profundamente metafisica, supo discernir en el devenir politico, aquellos rasgos comunisimos ue mas se acercan a las esencias de las cosas. Por ejemplo, desde la observacién empirica pudo postular que, al parecer, todos los grupos politicos buscan un cierto bien. formular juicio: G. Los sizre postutapos FUNDAMENTALES DE UNA Sewpia THEoRtA Dey ESTADO REALISTA DE BASE METAFISICA Abra bien, zqué debe conocer el investigador que tiene Pormision elaborar una Teorfa del Estado realista? He aqu! uutilizo ambas expresiones, Gath como equivalenna o"# Ael Estado y Teoria del Orden Politico pues os siete postulados que considero indispensables. Vea- mos. El orden de la naturaleza humana se perfecciona me- diante la proyeccién de todas nuestras acciones al modo de un plan de vida, y cada una de ellas en particular, vale decir, las morales y también las politicas, de conformidad con las exigencias de la Ley Natural, en primer lugar, y, en segundo lugar, en plena armonfa con el obrar de Dios. Ahora bien, obrar de conformidad con la Ley natural es obrar de con- formidad con la Voluntad de Dios. En efecto, Dios ayuda al hombre de dos modos en su orientacién hacia el Bien. Dios instruye al hombre mediante la ley y lo auxilia mediante la Gracia Sobrenatural*, A su vez, la Ley de la Naturaleza es el punto de partida que ilumina el obrar politico, pero sdlo en el nivel de nuestra inteligencia que la reconoce como primer marco de referencia. Mas, la vida de la Gracia fortalece la voluntad e ilumina la inteligencia y la voluntad de modo que la orientacidn hacia Dios, por la Ley Natural, no se vea obstaculizada por las inclinaciones puramente humanas. As{ por tanto, una Teoria del Estado de base, no sélo me- tafisica, sino cristiana, debiera pensar el Estado en la perspec- tiva de la Eternidad™. Vale decir, el te6rico del Estado debe poder describir su objeto, que es el Estado, dentro del orden dela naturaleza y este, dentro del orden total de Ja Creacién. He aqui, para lo que nos interesa, la traduccién epistemol6- »S Cf, SANCTI THOMAE DE AQUINO; Summa Theologiae, 1-1, Q.90, ed San Paolo, Torino, 1999, p. 939. % Esta consideracién es de tal importancia que John Rawls, un autor inequivocamente moderno, en el sentido filos6fico de esta valoracién, ha reducido la perspectiva de la eternidad al plano de la subjetividad. The per spective of eternity is not a perspective from a certain place beyond the world tor the point of view ofa trascendent being: rather itis acertan form of thought dnd feeling that rational persons can adopt within the world. RAWLS J» Theory of Justice, Oxford, 1973, p. 587 13 deorden de los érdenes, Lo dicho nos autorigg a pact tes postulados fundamentales para o a formular los siguien' tedrico del Estado: 1. Elorden de la naturaleza humana -ordo naturae— que se pres como a forma (lama) ya materia humana (el cuerpo) vive en una fensién permanente, que se constata en la tensién que tiene lugar entre las potencias y su debi- da actualizacién. Luego, a la luz de lo dicho, 2. el hombre -con sus dos tridimensiones- es una esencia que fluye en busca de las perfecciones que in-hieren sy entera humanidad, 3. ese fluir de la naturaleza humana se plasma en el orden de Ja temporalidad, como historicidad y fundamentalmente como orden politico. Por eso, la TE presupone el conoci- miento de la Historia del orden politico. 4. La Ley Natural, que la inteligencia discierne, es el primer marco referencial que permite perfeccionar la orientacién de ese fluir, constituyendo a partir de alli, la estructura del orden politico. 5. La Politicidad en cambio, es el segundo marco referencial en el que se cumple la perfeccién temporal de la persona humana. No basta constituir un orden politico determi- nado, pues su prueba decisiva est dada por la capacidad de posibilitar una vida politica auténticamente perfectiva dela persona humana, 6 En virtud pues de las exigencias del Orden de la Creacion I Politica, va no en su estructura originaria, ni en su desarrollo, sino en su dimensién finalista, deberd alcanzar su mis alta nie eel Bien Comin Politico, como apenas ee a ae Vale decir, la auténtica Sewpia del Estado Peg en la dindmica del Principio de Trascendenca 114

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