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The Archaeological Complex of Tipón is a majestic Inca citadel. Surrounded by the impressive wall, it's
composed by thirteen terraces, platforms around the complex, the main source with 4 slopes and water
pipes, warehouses or collcas, Inca sovereign' residence of stone rooms with niches and trapezoidal
windows, military citadel, altar to the sun or Intihuatana, the Cruzmoqo strategic observatory with
petroglyphs, and the Pukará field crop and urban sector.
Located in the Sacred Valley of the Incas, precisely in the Community of Choquepata, district of
Oropesa, Quispicanchi province, just 27 kilometers southeast of the Imperial City, the Archaeological
Park of Tipón extends up to an elevation of 3,960 meters above sea level. It is part of the Qhapac Ñan
route, and according to the chronicler Garcilaso de la Vega, it was built by the Inca Huiracocha as the
residence of his father Yahuar Huacac, after he was overthrown for escaping from a Chanca rebellion.
This model of hydraulic engineering - recognized since 2008 by the American Society of Civil Engineers
(ASCE) as an International Monument, marvel of Civil Engineering, - show the perfect Incas technology
in hydraulic works, and the various ecological floors of the platforms would have served as a center for
agricultural experimentation. Dedicated to practice water cults, it's a testimony of the sacredness of the
place and of the veneration that Incas rendered to its powerful natural environment.
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El complejo arqueológico de Tipón, - antigua capital del reino Pinagua, declarado Parque
Arqueológico Nacional en 1984, con una extensión de 239 hectáreas donde los
habitantes locales cultivan mayormente plantas alimenticias como papa, olluco, maíz y
una impresionante muralla protectora que circunda el complejo. Según referencias del
Dr. Luís A. Pardo, el nombre de Tipón pudo derivar de la palabra quechua Timpuj, que
significa estar hirviendo, posiblemente relacionado al brote del agua en las fuentes
(Pardo, 1957).
Tipón se encuentra entre dos quebradas - limitado por los riachuelos Huaycconan y
ramificado de tipo dendrítico, conformado por los arroyos Parqo Mayo, Batan Waqo,
Qoyawarkuna, los mismos que confluyen en la quebrada del río Tipón que a su vez
este de Cusco. Se extiende en el flanco sur del cerro Yanaorqo, comprende parte del
Oropesa, provincia de Quispicanchi. El área del Parque abarca una franja altitudinal que
va de 3250 msnm. hasta los 3960 msnm., y sabemos que limita al Norte con la
El material utilizado por los Incas para la construccion de las andenes y recintos fueron
rocas volcánicas. Estas a su vez fueron labradas o sin labrar de acuerdo a su necesidad;
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las rocas volcánicas y andesitas, indican que la zona está compuesta por finos cristales
de andesita labradorita.
Los historiadores nos refieren que la etnia Pinagua se estableció en el área que
comprende desde Angostura hasta el actual poblado de Huambutio; así mismo hacen
podría referirse a Tipón. Por otra parte Cieza de León menciona el camino principal que
articulaba el Cusco y la región del Qollasuyo, este camino que estuvo construido sobre
bofedales probablemente no es más que lo que serpenteaba por los pantanos de los
Juan de Santa Cruz Pachacutec Yanqui nos da a conocer que fue Manco Cápac, primer
curaca del reyno de Cusco, el que venció y destruyó el poderío de los Pinagua Capac. El
ardua batalla se alzó victorioso, para después entrar triunfante a la ciudad del Cusco,
donde fue recibido con gran apoteosis por la multitud de los habitantes. Visitó el templo
donde aún se hallaba el Inka Yawar Huakaq para dialogar sobre los sucedido, y después
de este diálogo se estableció que el Inka Yawar Huakaq no estuviese más en la ciudad
del Cusco por haberla desamparado en momentos difíciles, por eso se le trazó una casa
real para su morada. La casa real que menciona Garcilaso de la Vega, al parecer fue lo
capital era la cercana Chuquimatero. Es posible que haya también habido ocupación
Wari, para finalmente convertirse en una llaqta inca. Según Rostworowski y Espinoza
Soriano es muy probable que los Pinagua hayan sido parte del reino Ayarmaka. Se
conoce de sublevaciones suyas contra el dominio inca durante los reinados del Inca
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Roca y Huiraqocha, habiendo sido sometidos de manera definitiva por Pachakuteq, a
En este complejo arqueológico se pueden ver grupos diversos de cuartos reales que
según Víctor Anglés fueron construidos por el Inca Wiracocha como una morada y
refugio para su padre Yawar Huakaq que regresó después de la guerra contra los
Chancas. En esta Casa Real se retiró Yawar Huakaq luego que desamparó al Cusco
Cusco, siendo coronado Inca en lugar de su padre. Según el historiador Víctor Angles
por el Inca Huiracocha como residencia y refugio para su padre Yawar Huakaq,
derrocado por fugar durante una rebelión de los Chancas. Garcilaso menciona que, de
común acuerdo, para evitar una guerra civil, padre e hijo “… trazaron luego una casa
real, entre el angostura de Muyna y Quespicancha, en un sitio ameno […] con todo el
regalo y delicias que se pudieron imaginar…”. Los estudios posteriores han puesto en
claro que fue el anciano Huiracocha quien fugó ante la llegada de los Chancas, pero no
hacia este lugar sino hacia otro lugar en el Valle Sagrado, siendo el príncipe Inca
Tipón o Muyna.
Las referencias a Yahuar Huakaq son controvertidas, aunque siempre lo relacionan con
atribuyen una vida más que centenaria y un reinado cercano al siglo, mientras que
respectivamente. Las nuevas interpretaciones plantean que Yahuar Huakaq habría sido
asesinado, tras pocos años de reinado, por una conspiración de condesuyos, supone
Rostworowski. Pero, de todos modos, también en esta versión queda bien establecida la
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relación de Yahuar Huakaq con el sitio, pues la misma autora señala que, al inicio de su
gobierno, venció una rebelión de los señores de Muyna y Pinahua, es decir de los
anteriores ocupantes de Tipón. De uno u otro modo, parece que Muyna o Tipón llegó a
Según algunos autores, es posible que Tipón sea el lugar de la quinta huaca del cuarto
ceque del Collasuyo llamada Ayavillay por los cronistas Sarmiento de Gamboa y
Bernabé Cobo. Aun cuando uno de los grupos arqueológicos situado al oeste de la
fuente de Tipón lleva este nombre de Ayahuillay, los más recientes estudios no lo
consideran así, pues sitúan todos los ceques del Collasuyo sobre la margen derecha del
Huatanay. Brian S. Bauer, siguiendo un análisis relativamente más preciso, ubica esta
huaca en la actual cuenca de K’ayra, donde existen cerros y lugares con el nombre de
Ayavillay, bastante lejos de Tipón. Este mismo autor, admitiendo que es algo tentativo,
propone dos probables alternativas para la quinta huaca del noveno ceque del Antisuyo,
llamada Ataguanacauri, considerándola como el santuario final del Antisuyo: la cima del
Pocos años después de la invasión española, las tierras de Pinagua, que comprenden
Tipón, son integradas a la Hacienda Quispicanchi, conocida también como “La Glorieta”,
que por nueve generaciones, desde 1650 hasta 1802, sería propiedad de los
obrajes del período colonial. La restaurada casa señorial de campo de los Valleumbroso
puede apreciarse en las cercanías del pueblo de Choquepata, si bien no queda claro si
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tierras dentro de unos cercos antiguos” (Condori y Santisteban, 1997). Luego aparece
nuevamente en un documento del año 1654, cuando el Juez Visitador Fray Domingo de
Tipón es un predio amurallado que sirvió como residencia de la nobleza inca, el núcleo
central constituido por 13 terrazas centrales que descienden escalonadamente por una
militar; mientras a 180 metros hacia el noroeste de las terrazas centrales está la plaza
900 metros hacia el noroete está el área urbana de Pukará que alojaba a los nobles y
sus comitivas, lo mismo que a los administradores. Tipón fue un lugar muy conveniente
para construir la residencia del Inca por tener un clima adecuado, agua todo el tiempo y
una muralla que lo hacía inexpugnable. Los investigadores piensan que Tipón estuvo
servicio que posiblemente tuvo su residencia en áreas aledañas, de tal manera que las
En serio Tipón es una obra maestra de la ingeniería hidráulica del imperio de los inkas,
autosuficiente que sirvió de residencia a la nobleza inka, una enclave agrícola que ha
sido parcialmente cultivado e irrigado por más de 450 años (Kenneth R. Wright, 2008).
El área de los canales alineados con perfectos tramos verticales entre una terraza o
msnm hasta los 3,460 msnm., - y puntos de colección del agua que brota del subsuelo,
rodeadas por la muralla defensiva que acaba en forma de U en la parte alta donde hay el
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manantial mayor que encauza y encanala las aguas por el riego a los pagos
único de Tipón.
Estas terrazas están rodeadas por andenes laterales que le confieren un microclima muy
almohadillado, sin embargo en algunos casos los muros son de mampostería simple. La
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por un canal matriz con orientación hacia las áreas agrícolas. Y al Noreste de la terraza
caracterizado por la presencia de recintos que forman una "U" con un patio central, una
trapezoidales.
La Iglesia Raqui se halla en la parte central del sector andenes, al este de la sexta
menores dimensiones.
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A lo largo de la muralla defensiva del complejo arqueológico de Tipón cerca de la
Comunidad de Choquepata, al otro lado y más o menos a la altura del área residencial
de la élite Inca construida al tiempo del soberano Pachacuti o de su hijo Topa Inca
Yupanqui, hay la así llamada Sinkuna Cancha. Se piensa que esta construcción ovoide a
manera de torreón que se ubica al sur de los andenes, desde donde se puede apreciar
toda la quebrada con una vista, fuera una otra área residencial con anexo una pequeña
guarnición a presidiar este lado del valle, ya que se halla propio al costado de la primera
menor importancia que los recintos reales, son habitaciones de piedra con adobe de
arcilla y arena, quizás por sacerdotes y jefes de la guarnición o guardia de honor del
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La estructura de la Sinkuna Cancha medirá unos 100 metros de largo y su sección semi-
circular permitía la adoración al sol y controlar prácticamente todas las terrazas. Tiene
una vista fantástica no sólo sobre las andenes, sino también una asomada nítida a la
parte central parecen separar esta estructura ovoide reforzada con robusta pirca de
más señorial Cancha Inka, es que los cuartos agrupados detrás del terraplén están
dispuestos de una manera u otra, casi esparcidos al otro lado de la explanada donde la
guardia de honor imperial vigilaba el valle con la mansión del soberano Inca,
Esta una estructura alargada semicircular conformada por un grupo de recintos, cuya
que siguen la topografía del terreno, en unos casos cortándolo y en otros en base a
Sinkuna Cancha no sigue la clásica estructura de las canchas, donde se agrupan tres o
mas volúmenes en torno a un patio central, sino es una disposición libre, en el que los
Tipón cubre una área de casi 600 acres entre dos despeñaderos o precipicios con
arroyos que convergen a los pies del complejo declarado en 1984 Parque Arqueológico
Nacional del Perú. Está delimitado por el río Huatanay que corre y riega la base de este
terrazas. Subiendo a la parte alta de Tipón hay también el Intiwatana o altar del sol, un
lugar sagrado siendo forma de ver los cambios estacionales y poder prever las
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los ingenieros conocedores de la astronomía andina, este adoratorio se puede alcanzar
a través de una escalinada cuyos peldaños parecen labrados en la piedra del vertiente.
Este sector no sólo es una estructura sagrada, sino que es parte de un gran complejo de
cultivo, en cuyo entorno están ubicados conjuntos de andenes de factura inka, muchos
de los cuales actualmente vienen siendo utilizados con fines agrícolas. Una arquitectura
17 hornacinas o nichos, que seguramente fue muy importante en la época inka, tal vez
fue lugar donde albergaba a los mallquis o momias de los inkas importantes caídos en
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El sector de Intiwatana, que cuenta con una Plaza Ceremonial al comienzo del
acueducto, se sitúa sobre el promontorio rocoso del mismo nombre, aprox. entre los
3,515 y los 3,530 msnm., en el específico en un pequeño basamento natural que mira a
la escarpadura. Aquí hay una estructura semi-piramidal que se levanta sobre terrazas
andenes se ensancha. Las gradas finales están flanqueadas por la mampostería, arriba
de la cual hay un patio con nichos dotado de jambas. Partidos del Intihuatana por la
acequia y las gradas del camino que pronto empieza a subir, hay dos espacios
muros. Los arqueólogos descubrieron que aquí el canal principal pasa bajo tierra como
si fuera incorporado en los cimientos del edificio ceremonial, para luego brotar de nuevo
irrigando las terrazas Inca, por lo tanto esta agua se utilizada tanto para rituales
Ubicado entre los valles paralelos del Centro Arqueológico de Tipón y aquello de Pukará
Alto, el canal de irrigación que data de la época inca sigue la ladera que sube con
empinado a medida que nos acercamos a donde vino encauzada el agua del río Pukará,
aprox. a una altura de casi 3,800 msnm. en la cima del complejo arqueológico, y la
encanala hacia allanamientos y explanadas, andenes y pagos más abajo. Hay puntos de
El acueducto es una gran estructura que serpea bajando del lado Norte. Se diseñó sobre
nivel que permite fluir el agua entre los sectores de Charqochapampa y precisamente el
Intiwatana. Este canal principal restaurado y abierto a los visitantes serpentea siguiendo
el perfil del cerro. Fue estudiado por los ingenieros inca para superar las inclinaciones
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del declive sin desparramar una gota de agua gracias a un cauce de contención
de curvatura del pendiente se hace más abrupto. Este canal irriga andenes y campos un
poco más arriba del Intiwatana hasta el Centro ceremonial y las enormes terrazas de
Tipón más abajo. Esta reguera cruza el Intiwatana a través de una acueducto que vuelve
a ser un túnel, para luego desviar al norte de las terrazas monumentales y alcanzar
construido en el afloramiento rocoso, para luego fluir del pequeño promontorio y permitir
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El antiguo acueducto, un hito arquitectónico de Tipón
Al este de la parte baja del acueducto, pocos metros al norte del Intiwatana en línea
recta, se ubica la Plaza Ceremonial. Tiene una forma planimétricas como “U” y la parte
abierta se orienta hacia el Sur, mientras en la parte norte presenta grandes nichos de
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forma trapezoidal, cuya mampostería es concertada, cuadrangular y rectangular
almohadillado, con acabado fino. Este espacio ceremonial está asociado a dos canales
de distribución de aguas que vienen del acueducto, el canal de la parte Noreste vertía
sus aguas a la parte interna de un pequeño recinto, posiblemente sea una fuente
ceremonial o paqcha.
Echándole una primera ojeada, parece la piscina olímpica del soberano y de la nobleza
inca hecha con piedras perfectamente labradas y encajadas, como si sentados sobre
sus lujosas cátedras imperiales pudieran hacer abluciones refrescantes con el agua del
río Pukará que fluía desde la montaña a lo largo de los canales y acueductos aún hoy
prácticamente intactos y utilizados por las familias campesinas. Una mirada más atenta
te hace ver que es más razonable la suposición hecha por los arqueólogos y
antropólogos. Esta amplia plaza ceremonial de Tipón tiene su abertura hacia el sur,
hecha con rocas de andesitas talladas y con una estupefaciente juntura, sobre todo
donde hay los grandes nichos con asientos en las paredes excavadas en un rectángulo
que aquello que se encuentra al noreste vierte sus aguas largo una canaladura al interior
de un pequeño cerco, posiblemente la fuente ceremonial detrás del centro sagrado que
los cultivos. Este asombroso lugar de observación abstronómica, además de ser el reloj
solar apto a hacer mediciones de cambios estacionales durante el año, fue un lugar de
ceremonia y culto hacia el dios Sol. Los arqueólogos comparten la convicción que los
antiguos habitantes lo consideraban el lugar que irradia energía y en efecto está ubicado
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en un punto estratégico, en donde su sombra se alarga más allá que la de la misma roca
horas de luz que quedan durante el día, asimismo se marcaban las estaciones de
siembra y cosecha el relación al movimiento del sol durante las diferentes estaciones del
año.
La Plaza Ceremonial con los escaños reservados a los nobles de alto rango
Otro interesante sector del sitio arqueológico de Tipón, es Pukará Alto, acerca del cual
en el año 1995 el arqueólogo Carlos Delgado manifiesta que “tuvo una ocupación
continuada desde el Período Intermedio Tardío ─ por las evidencias de cerámica Killke y
Período Intermedio Tardío se debió dar principalmente en las partes altas, como Cruz
moq’o y Pukará, asociados a los sitios arqueológicos del cerro Pachatusan...” (Delgado,
1995).
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Una habitación de la morada imperial con la Cancha Inca
decorada, lo que indica una ocupación inca en la zona, relacionado con el uso
del Cusco), bajo la dirección de Rodolfo Caller, continuadas el mismo año por el
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Patronato Departamental de Arqueología del Cuzco. A partir del 1975 los trabajos fueron
diferentes arqueólogos y hoy Tipón forma parte del circuito turístico de Cusco.
El complejo fue dividido por los arqueólogos en sectores agrícolas y urbanos (Pukará,
altura.
Los informes de los trabajos de prospección concluyen en que el sitio fue ocupado
pasando por los Chanapata, Qotakalli, Huari y Killke / Lucre, hasta la época inca.
Los vestigios materiales señalan que Tipón fue durante la época inca un importante
centro ceremonial, administrativo y religioso. Según Víctor Angles (1988), Tipón, con su
cerro Cruzmoqo, “[…] debió ser el más importante punto para las señales, estación de
Vilcanota.”
Mucho antes que los trabajos de excavación realizados en los últimos cuarenta años, y
probablemente durante siglos, Tipón recibió la visita de huaqueros que vaciaron las
debe descartarse la posibilidad de que entre estos profanadores haya estado el segundo
Marqués de Valleumbroso, Don Diego de Esquivel Jarava y Navia, apodado “el mozo”,
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resultaron ser un absoluto fracaso” (Escandell-Tur, 1997). No debemos olvidar que
Tipón, y todo el macizo del Pachatusan, ofrecían buenas perspectivas para ambas
actividades: sus yacimientos de plata, cuyas bocaminas son aún visibles en varios
puntos, fueron explotados durante largo tiempo, y los numerosos restos arqueológicos
del cerro Cruzmoqo fueron ya observados por Christian Bües en 1929. Corresponden a
la creencia, bastante difundida en el ámbito andino, de que tanto los petroglifos como las
pinturas rupestres son indicadores de tumbas y tesoros escondidos debajo de las rocas.
aún frescas en la parte sur del complejo. Al parecer, Cruzmoqo sigue recibiendo la visita
cumbre; es probable que los últimos incendios hayan sido obra de estos buscadores de
tesoros, para despejar el área de la densa vegetación arbustiva y espinosa que la cubre
Sobre la historia y función de Tipón, el Dr. Alfredo Valencia Z. indica lo siguiente: “Tipón
Pachacuti, o de su hijo Amaru Inka Yupanqui. Es posible que el tipo de propiedad sea
una forma feudal incipiente o sea patrimonio de la realeza inkaica. Además aquí se
Lucre, el arqueólogo Carlos Delgado afirma que Tipón tuvo una ocupación continuada
partes altas, como Cruzmoqo y Pukará, asociados a los sitios arqueológicos del cerro
Pachatusan.
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Los hallazgos en el lugar develan que Tipón ha sido un importante asentamiento político-
cerro Cruzmoqo, - una estación estratégica arriba del complejo arqueológico de Tipón a
lo largo del camino Vilcanota/Urubamba en el Valle Sagrado, - vivían las tribus pre-Inca
de los Pinaguas cuya insurrección contra el imperio en gestación aconteció durante los
reinos del Inca Roca y Viracocha Inca, para luego ser derrotados para siempre por
Pachacuti a la mitad del siglo XV. Sabemos que el reconocido historiador peruano Dr.
Luis Antonio Pardo, opina que el actual nombre de Tipón - originariamente el conjunto se
llamaba Muyna o Moyna - puede derivar de la palabra quechua Tímpuj, que significa
“lugar de ebullición, estar hirviendo” y que hace alusión al hecho de brotar las aguas de
las fuentes como si el líquido estuviera hirviendo. Otros investigadores aseveran que
concentraron muchas actividades a la época de los Incas, entre las cuales merece la
pena citar algunas andenes de los así llamados recintos reales, construidas con bloques
El cronista mestizo, Garcilaso de la Vega, relata que “trazaron luego una casa real, entre
pesquería; que al levante de la casa pasa cerca de ella el río Yucay y muchos arroyos
que entran en él”. Algunos investigadores asumieron que el lugar identificado por
desprenden dos riachuelos que rodean todo el complejo, estos podrían ser los
riachuelos de los que habla el cronista inca. Otra similitud con este complejo, son los
Las sólidas murallas exteriores de Tipón que ciñen el complejo lo vuelven una especie
de fortaleza ya que los investigadores han comprobado que las murallas son largas
kilómetros y en unos puntos rozan los 10 metros de altura. Su construcción denota una
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esmerado. En unos puntos estratégicos la pared tiene peldaños, y su angulosidad y
sistema de regadío con canales subterráneos que encauzan el agua que proviene de la
cima del Pachatusan, montaña del lugar que fue la sede del adoratorio mayor donde se
arqueológico, y luego del sector Pukará Alto. Con el Estado del Tahuantinsuyo, la
nobleza quechua sistematizó una cultura oficial para justificar su control y consolidar su
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central y que, gracias a la política de integración, dominación iniciada por Pachacuti Inca
que cambiaron con el tiempo según los diferentes hábitats y poblaciones que debían
someterse a su dominio. Si el Valle Sagrado era el “corazón del Imperio” (Bauer 2008;
Covey 2006), los gobernantes incas trataron de sujetar los distintos paisajes de las
provincias con sus habitantes bajo su control dinástico. Asimismo, los rituales que
circulaban dentro y fuera de la capital, impuestos por los nobles de elevado linaje
provinciales.
El poblador andino tenía una concepción del mundo, del orden y la naturaleza de las
cosas con la cual explicaba el origen a través del tiempo y el espacio que constituyeron
una unidad expresada en el vocablo pacha: Kaypacha significa tanto “esta tierra” o “este
tiempo”, ya que Kaypi quiere decir “aquí”. A partir de dicho punto de observación se
líneas imaginarias que partían de los sukancos o torres en el Cusco y que servían
también para dividir en sectores a las tierras según la concepción imperial: sector
Collana de los conquistadores, sector Payan de los vencidos y sector Cayao de los
servidores.
Según la cosmovisión andina, cíclica y milenarista, el hilo conductor del desarrollo fueron
grandes períodos iniciados por un cataclismo. Estos eran llamados Pachakuti y la labor
del Inca Pachakuti marcó el inicio del cuarto período que terminó en caos, con la
invasión española, en este punto comienza una larga espera del quinto Pachakuti o
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interior de la misma nobleza, en base a los criterios de Hanan y Urín. Entre los
tierra o Pacha, la parte baja o Hurin, la luna o Quilla, la noche o Tuto, el invierno o
Chirao.
Todo esto ha sido comprobado también por el análisis de los bellos himnos que nos
transmitió el cronista indio Santa Cruz Pachacuti. El progreso de las ideas abstractas los
llevó a la conclusión de que existían fuerzas invisibles que gobernaban los movimientos
la esclavitud del imperio inca, los que eran transladados (mitimaes) de acuerdo con el
ordenamiento que estableció el Inca. El sol fue comparado con un animal que tenía que
obedecer las ordenes de su amo. El mitimae tenía que obedecer lo que ordenaba el
Estado. El inca mandaba sin ser visto por sus millones de súbditos; lo invisible ordenaba
de sus numerosos miembros, en el mundo existía una fuerza soberana invisible (Emilio
Choy, 1987).
homogeneización cultural del Horizonte Tardío, así como la concentración del excedente
productivo y el control de tierras y fuerzas laborales sobre un territorio que cubría una
porción inmensa de la comarca andina, de Colombia a Chile, lo cual hizo posible que se
convertiera en una potencia agrícola de primer orden, hasta que no fue invadida
violentemente por los españoles en la primera mitad del siglo XVI. Con esto quiero decir
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La religión sirvió, desde sus orígenes en los Andes, como un instrumento de dominación
ideológica de las clases dominantes. Una divinidad importante de los Incas era
civilizador y no como un creador, era el señor que ponía el orden (Cosmos) sobre el
desorden (Caos). Del mismo modo, el Sapa Inca y su nobleza se consideraban como los
ordenadores del Caos andino, representado, este último, por la regionalización, las
contra los pueblos costeños o el desarrollo comercial de los Chinchas, etc. A partir de su
con su cosmovisión. Se profetizaba que tras el orden que los incas implantaron con su
Sabemos que a mediados del siglo XV, en el valle formado por los ríos Vilcanota,
Tulumayo y Huatanay se impuso una estructura estatal cuyo núcleo central de poder era
la actual ciudad del Cusco. Bajo el control de una poderosa nobleza encabezada por
Pachakuti Inca Yupanqui, se organizó una política expansionista que logró sujetar y
sus curacas - jefes de etnias huancas, chancas, collas, chachapoyas, etc. - al poder
cusqueño hasta crear el Imperio Inca. Los Incas supieron organizar una poderosa
hasta el río Maule en Chile, abarcando gran parte de la Bolivia y parte del territorio de la
actual Argentina.
Este territorio extenso que conformaba el Tahuantinsuyo estaba dividido en cuatro suyos
provincias, los cuales estaban constituidos por los sayas o sectores que comprendían
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las parcialidades que se agrupaban en los ayllus regionales. A este imperio fueron
tradiciones; a las cuales lograron imponerse mediante la fuerza militar, la lengua oficial,
principal, sus hijos pihuichurin, es decir los más capaces y competentes, y sus princesas
o ñustas – podía aprovechar los bienes del soberano aun después de su muerte, a
cambio de conservar viva su memoria y cuidar, en reciprocidad, la momia del inca para
su anual presentación en el Inti Raymi o fiesta del Sol. La nobleza de sangre cusqueña
estaba integrada por las panacas de otros ancestros y gobernantes cuyos orígenes se
El Sapa Inca era considerado el Supremo Señor del mundo andino, máxima autoridad
política, hijo del Inti e intermediario entre él y los hombres, lo que lo convertía en un
personaje divino que heredaba el poder despótico a su hijo más capaz, llamado Auqui.
política del Sapa Inca, formado por los Apocunas o jefes representantes de los cuatro
suyos; doce Consejeros de los grupos Hanan y Urín: cuatro para los grandes suyos
podían ser convocados como asesores los Apuquispay o jefes militares y los
Los Apunchik fueron autoridad político, militar, judicial designados por el Sapa Inca para
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defensa de los intereses estatales, persiguiendo los delitos mayores y organizando los
Los Tucuy Ricoq eran inspectores de la nobleza cusqueña en los huamanis y ayllus,
encargados de controlar las fuerzas productivas y a las autoridades locales. Era una
matrimonios.
El emperador cusqueño no pretendió destruir las creencias étnicas locales, sus huacas o
santuarios regionales, ni reemplazar a sus apus y wamanis, los cerros protectores, sino
incas.
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El papel principal del Consejo reinante era nombrar el Aunqui o sucesor del Sapa Inca,
Estado.
asignaba los topos o chacras de extensión variable a las familias campesinas según el
número de sus miembros, mientras las tierras comunales eran trabajadas por
temporadas, colectivamente por el ayllu. Los curacas eran los jefes del ayllu.
que consistía en la entrega forzosa de mano de obra de los ayllus. Los collanas eran los
asistentes del curaca en las faenas agrícolas. Los sinchis eran guerreros jóvenes que
contradicciones sociales. Las tierras propriedad directa del Estado eran escogidas por su
imperial hasta los funcionarios de menor jerarquía y los ejércitos. No faltaba una porción
di tierras por el personal de culto solar a cargo del sacerdocio estatal, que beneficiaban
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mediante la minca, el trabajo comunal y solidario en favor del propio ayllu, o de ayuda a
otro ayllu que lo solicitase. La minca fue principalmente un laboreo gratuito en las tierras
del Inca y del Sol, en un contesto festivo que benefició personas importantes de la
la comunidad del proprio ayllu. Una forma de reciprocidad que aún subsiste en las
comunidades andinas del Cusco, si bien en aquel tiempo era también un sistema de
Los hatunrunas entre los 18 y 50 años, a las órdenes de los curacas, cumplían la mita
como tributo colectivo para fortalecer y engrandecer al Estado inca, cultivando a las
chucllas o posadas para los chasquis, templos, fortalezas, etc.), produciendo bienes
para la nobleza (orfebreríá, cerámica, chicha, tejidos, vestidos, etc.), haciendo otras
organizaban brigadas para los trabajos más urgentes en las obras estatales afectadas.
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circulares sembraron centenares de productos alimenticios según la temperatura debida
través de sus curacas administraba los ayllus sumidos al interior de un sistema de gran
amontonados como reservas estratégicas y militares, tanto para ser distribuidos entre las
panacas reales y la élite dominante de cada suyo, provincia, ayllu, etc., como para
tener carne seca o charqui; para utilizar su lana en las hilanderías y centro textiles; y
para proveerse de materia prima como cuero, pieles, plumas, huesos, etc. El
Tahuantinsuyo desarrolló también una compleja red de almacenes para los excedentes,
ubicados a un día de distancia del anterior con el objeto de guardar las reservas de la
sistema hydráulico eran de vital importancia porque garantizaban el manejo del agua
para desarrollar la agricultura, por eso el control estadista sobre los medios de
no estaban a cargo de la nobleza ni del sacerdocio, sino de los integrantes de los ayllus,
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principalmente los hatunrunas, campesinos y artesanos dedicados a las labores
agropecuarias y artesanales.
La unidad era el padre de familia, llamado pureq. Los purej eran los jefes de cada familia
campesina, pues los cronistas refieren que los solteros jamás podían desempeñar
Camayoc; al de cinco mil, Pisca Huaranka Camayoc; y por fin al de diez mil y más
familias, Hunu Camayoc. Por sobre este funcionario sólo estaban el Tucuyrico o Tocricoc
(“él que todo lo ve”) y el jefe del suyo respectivo o Apucuna, y encina de éstos
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únicamente ejercía el poder el inca omnipotente, omnisapiente y omnipresente.”
Los yanaconas eran los esclavos particulares que pertenecían a los señores y no tenían
derecho a nada. Fueron numerosos los factores que conducían a los indígenas a la
vida cortesana de la élite, los yanaconas tenían la función de acompañar a los nobles en
participaban como escolta, limpiando los caminos y preparando alojamiento para sus
Marín, 1961).
Los yanayacos o yanapacos, en cambio, eran aquellos siervos asignados al propio Sapa
desplazaban para asegurar el control político y militar de unas regiones hostiles, sobre
las cuales ejercían una vigilancia permanete, hasta quechualizar a tales pueblos.
Las acllas o escogidas eran las esclavas tejedoras de la corte que vivían enclaustradas
en los acllawasis donde tenían como maestras a las mamaconas, para hacerles
confeccionar vestidos en beneficio exclusivo del las clases dominantes, sobre todos el
Inca y su familia.
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(Vargas Salgado, 1987). El estado inca explotaba principalmente el trabajo colectivo de
vinculadas al control de nuevos pueblos para hacerles aceptar las condiciones dadas por
como los yanas, servidumbre doméstica de las panacas o nobleza central y los mitmas,
trasladados de un lugar a otro para afianzar el poder y la difusión cultural inca en las
zonas colonizadas.
El Inti fue también la divinidad fertilizadora, cuyo ídolo era el Punchao de oro puro, en
forma de un inmenso disco solar colocado en el Coricancha o Templo del Sol, cuyas
puertas y paredes estaban enchapadas en oro y colocadas de tal manera que en las
el ingreso coincidente de los rayos solares para iluminar todo el recinto, como espejos
Solar y sus acólitos Willcas, seleccionados entre los nobles de cada región para el culto
solar del imperio. La difusión de este culto solar y la construcción de templos, junto con
Inca Yupanqui para consolidar su poder, con vista a imponer una centralización política
cusqueña.
festividades. Éstos fueron un instrumento para definir los meses del año, y un círculo
horario que mostraba las horas del día observando intihuatanas como aquello presente
en Tipón, mediante la sombra que arrojaban los rayos solares debido a pequeñas puntas
32
Por lo que hace a la astronomía, los campesinos andinos siempre observaron el espacio
para relacionar la posición de los astros con la actividad agrícola. Los tarpuntaes o
sacerdotes del Sol utilizaron sus templos como verdaderos observatorios, en los cuales
Pachapacarte; Orión o Orcorara, etc. Los astros según esta visión ejercían influencia en
la vida de los seres humanos y decían que algo revelan para los hombres.
Los antiguos pobladores de los Andes compartieron, con la chicha de jora o aqqa, en el
estas actividades artísticas reflejaron las profundas desigualdades sociales, pues ciertas
danzas y canciones eran de uso exclusivo de los nobles. La música andina parece ser
una diversidad de tambores: tinya o tamborcillo simple, huanjar o tambor grande con
palillo. Hubo también sonajas de plata y cascabeles llamados chilchiles. Entre los
humanos usados en las grandes fiestas y en los combates a fin de reanimar el coraje de
En las danzas se distinguían las nobiliarias, para el Sapa Inca y las panacas (como el
Uaricsa Arawi y la Guayara); también el Guari, de los jóvenes de la nobleza; los bailes
33
historiadores reportan que el desarrollo alcanzado por los arahuies o haravicus,
colectivos de una generación a otra. Amén del haylli, canto de triunfo dedicado a los
ayataqui, al dolor por la muerte. También existían los poemas conocidos como Guancas,
Durante el clasismo andino finalizado con los incas, los vestidos hechos de tejidos de
diferentes calidades fuero expresión de las diferencias sociales si consideramos que con
tejido de cumbi de lana de vicuña se hacían prendas de vestir divinas, con finos
usados sólo por la nobleza eran entrelazados con pelos de muerciélago y se adornaban
cuentecillas, etc. Su confección estaba a cargo de las acllas en los acllawasi o talleres
textiles.
Amén de la textilería, sobre tablones pintados con figuras simbólicas los Incas
Entre las piezas de cerámica utilitaria de los incas destacan los urpus o aríbalos, es decir
evitar la decomposición rápida del líquido; los platos de asa redondeados y dotados de
asas, muchas veces decorados con una cabeza de animal; y el kero, vasos de madera
dura, especialmente del chachacomo o también de cedro, decorados con varios colores:
rojo, amarillo, verde, turquesa, azul y ocre. Se les adornaba con dibujos geométricos, o
34
se labraba sobre ellos cabezas humans y felinos, para usarlos en ceremonias del
estadística con las cuales los estudiosos suponen que el Estado inca controlaba y
servicio militar, del trabajo obligatorio, etc. Algunos investigadores científicos opinan que
expresaban los números, datos, períodos del tiempo, fechas y acontecimientos que
Villena, 1983).
Mediante los quipus codificaron los números en ramales que pendían de un cordón
solamente por los quipucamayocs. Además nos refieren que los incas resolvieron sus
cálculos con la yupana, la tabla para hacer cuentas con granos de maíz. Habían
35
usaban granos de quinua. Las operaciones de suma, resta, multiplicación, potenciación
dolencias, heridas y llagas, así mismo practicaron la cirugía. Padre Cobo cuenta que los
hechiceros tenían más conocimiento sobre las heridas y úlceras que los cirujanos
españoles. Conocían hierbas que sanaban rápidamente las heridas, y los soldados
castellanos confíaban más en los cirujanos indígenas que en los toscos barberos que los
36
practicaban masajes, succiones y rituales de magia externa para aliviar las
enfermedades.
No es éste el lugar para listar todos los dioses y huacas locales o domésticos, si bien es
importante recordar que los habitantes andinos veneraban a Illapa, el Dios del rayo, del
trueno y el relámpago; Huari era la deidad de la sierra norte, representado como hombre
torrenciales en la sierra central (Yauyos y Huarochirí). Asimismo las Pacarinas eran los
lugares de origen de cada ayllu; las Apachetas eran sitios sagrados, ubicados al borde
aseguraban un buen viaje, esto se mantiene hasta hoy; los Huamanis o Jircas eran
espíritus de los cerros y protectores de la comunidad, también se les llama Apus; las
Conopas o Illas eran pequeños ídolos de piedra ó metales que representaban la fuerza
algunas regiones para depositar sus muertos; los Mallkis, a los cuales se atribuye
de ofrenda al apu que se realizaba cada cuatro años o por algún acontecimiento
principales enviaban al Cusco sus presentes, ofrendas como maíz, coca, mullo, ganado,
idolillos de oro y plata, cuyes, ropa de cumbi y niños de ambos sexos acompañados de
37
sus progenitoras. El sacrificio de estos hijos era en honor al Sol, Wiracocha
Pachayachachis, al trueno, luna, cielo, madre tierra e Huanacauri. Todos los grupos
étnicos tomaban parte de las copacochas, rito que guardaba gran importancia simbólica
porque relacionaba sacrificialmente a las huacas incas del Cusco con las regionales,
estableciendo una red de comunicaciones. Pero de los ayllus locales no sólo enviaban
niños al Cusco para ser sacrificados, sino también a Quito, Chile, Pachacámac - fue la
divinidad principal de la costa central, vinculado con los terremotos, cuyo ídolo de dos
1990).
Merece la pena subrayar que la educación era extremadamente clasista y formal: sólo
recibían educación los hijos de la nobleza central, y en ciertos niveles de la curacal los
Hatuncuracas, quienes debían acudir al Yaxhaywasi o casa del saber del Cusco para
impartía en las propias asambleas del ayllu o Camachico, donde principalmente se les
remarcaba tres principios morales y jurídicos: Ama quella o ne sea haragán; Ama suhua
o no robes y Ama llulla o no mientas. Como puede verse, tales principios inculcaban
nobleza y la forma como debían informar con fidelidad a sus gobernantes por los que
Como cualquier imperio esclavista aplicaba penas muy drásticas para mantener el orden
castigos en unos cuantos para causar miedo, dar un escarmiento, así aplicaron el
violación de las vírgenes del sol. Los que desobedecían infringiendo las leyes del Inca,
38
podían sufrir diferentes penas, aquí citamos el descuartizamiento a los autores de
rebeliones; el corte de los artejos postrimeros de los dedos que se aplicaba a los
cumplían co sus deberes; el destierro a lugares insalubres se aplicaba al que robaba por
vicio, si reincidía lo corregían con piedra en la espalda, si aún volvía las andadas lo
desterreban; los azotes a los que robaban por primera vez, salvo que fuera por
querían trabajar, entre otros; mientras el castigo colectivos se infligía a todo un pueblo en
caso de rebeliones.
esfuerzo individual del artista, sino el trabajo colectivo de las comunidades involucradas
en una u otra actividad artística. Es indiscutible que fue la arquitectura el arte más
de hatunrunas sujetos a una forma de explotación estatal como la mita, hizo posible
39
La parte superior de las 13 terrazas con la Cancha Inca y la Iglesia Raqui
siempre de forma trapezoidal, símbolo formal de los incas en sus llactas o bases
desplazar los bloques de granido tallados o también cantos rodados y planos inclinados
para ascender las piedras de varias toneladas a gran altura, rellenando de tierra desde
el piso hasta la altura donde debía ser colocada la piedra exactamente. También se
evidencia el uso de espigas usadas para engarzar los bloques de piedra, y cajas para
hacer sólida la construcción, uniendo las piedras perfectamente sin utilizar ningún tipo de
argamasa.
40
La parte inferior de la 13 terrazas con la Sinkuna Cancha
religiosa del Tahuantinsuyo. Por eso levantaron templos, edificaron palacios, plazuelas o
inca denominados Capac Ñan, las fortalezas y otras sólidas estructuras militares. Los
tambos eran los puestos de correo para los chaskis, los corredores profesionales
En su excelente “Las tierras reales del Inca como economía noble: viviendas y obras de
Cheqoq (Maras, Cusco)” los autores Kylie E. Quave, René Pilco Vargas, y Stephanie
Pierce Terry nos cuentan que para apoyar a sus recursos, terrenos y esfuerzos de la
panaqa, el ayllu real de la familia del Sapa inca, la nobleza inca asentaba grupos de
obreros y sus administradores en sitios fuera del complejo del palacio. Estas poblaciones
41
provincias, y kamayuqkuna, especialistas en ciertos tipos de producción como la
Las fuentes etnohistóricas nos refieren que en los siglos XV y XVI, los incas
desarrollaron sus tierras reales para el beneficio de las panaqas cuzqueñas. Elaboraron
las tierras con palacios, andenes con irrigación, complejos de almacenaje, rebaños de
Mientras la economía estatal funcionaba por la mayor parte del imperio, en el área
hemos podido reconstruir la economía y la organización del sistema de tierras reales por
los narrativos de los cronistas y los documentos archivísticos que nos refieren de la
función de los recursos gestionados por los administradores de las tierras reales (Covey
Según las fuentes, las tierras reales no consistían siempre de terrenos contiguos, sino
eran un mosaico de recursos. Los soberanos a veces tenían más que un palacio en las
Machu Picchu. Los recursos y complejos fueron construidos y laborados por tributarios.
Betanzos cuenta como los mitmaqkuna canalizaron el río Urubamba y después los
yanakuna trabajaban en las chacras resultantes (1996[1557]). Más allá de entender que
había recursos reclamados por las panaqas, la tarea de determinar a quién pertenecía
cuál parcela es más complicada. Los descendientes del Thupa Inka Yupanqui
(Rostworowski 1962; Rowe 1997, 1985) y el Wayna Qhapaq (Niles 1999, Toledo
42
Después de la que considero un útil digresión, volvamos a lo nuestro. La organización de
Seguro también ahí habían responsables por el almacenaje de productos como papas,
maíz y quinoa, y producían vasijas decoradas en el estilo imperial para el uso nobiliario
almacenaje de productos agrícolas, siendo justo encima del Valle Sagrado, en las
laderas donde hay buena ventilación y donde pasen unos caminos reales. Pero si bien
un sólo depósito, lo que nos hace pensar que aquí guardaban simplemente productos
para la nobleza inca, que por supuesto creyó categorías sociales nuevas, consolidando
Los yanacona fueron elevados socialmente por conformidad con el sistema de migración
(Rowe, 1982). Sin embargo, había otra dimensión del estatus de la yana, quienes fueron
separándose de sus vidas provinciales (Covey et al. 2008). De todos modos, siendo
verosímil que fueron los labradores de la zona y de los sitios domésticos adyacentes los
Tipón destaca sobre todo por la sabiduría hidráulica inca. En efecto fue un adoratorio
mayor donde se rendía culto al agua que aflora de misteriosos y secretos canales
que habita la zona actualmente, y siguen venerandola con el mismo cuidado y respeto
con que los incas trataban a este elemento. En este extraordinario conjunto arqueológico
tecnología usada para movilizar las aguas de los manantiales naturales son un modelo
43
de ingeniería hidráulica al servicio del hombre. Los canales de irrigación incas
trasladaban el agua para poder irrigar sus campos de cultivo donde sembraban papa,
camote, olluco, calabaza entre otros productos agrícolas cultivados en los diversos
44
LA KALLANKA DEL SECTOR PUKARÁ ALTO, TIPÓN, CUSCO
(ASCE por sus siglas en inglés) como maravilla de la Ingeniería Civil. Varios artículos
del Cusco ejecutaron labores de restauración y puesta en valor del sector Pukará Alto,
ubicado en la parte superior del Parque Arqueológico Tipón, que demandaron una
inversión de más de 8.3 millones de soles en la decada 2009-2019. Los pasajes y muros
sensibilización e involucramiento.
el objeto de salvaguardar el Sector Pukará Alto del Parque Arqueológico de Tipón, para
metros y medio, que cuenta con acceso principal y cuatro secundarios. En el subsector
ceremonial presenta dos canchas con pisos empedrados, recintos con ventanas
una kallanka. También se aprecia una plataforma cuadrangular a manera de usno con
muralla, en las que se evidenciaron pisos y patanas, banquetas que servían para
45
referencias cronísticas mencionan que las etnias de los pinagua y los ayarmakas
ocuparon este espacio geográfico antes de los Incas, siendo el inca Wiracocha quien se
Pukará Alto se sitúa al Oeste del Cerro Chunchuqhata. Su configuración topográfica está
conformada por una ladera con poca gradiente a lo largo de un eje noreste-suroeste. Los
trapezoidales, la parte interior de los recintos estuvo enlucida con argamasa de arcilla y
46
paja. Las andenerías se caracterizan por tener formas rectangulares en la parte norte y
este, en la parte sureste tienen la forma de media luna, esto obedece a la geomorfología
del terreno. Los especialistas que trabajaron in situ reportan que su mampostería es
concertada, este conjunto de andenes tuvo riego el cual provenía de los manantes de
Ñawinpugio, andenes que actualmente son utilizados por los campesinos del lugar.
Inca. Este sector se alza sobre una topografía bastante accidentada compuesta por
sector Pukará Alto, y leyendo los informe anuales de las obras de restauración y puesta
en valor del Parque Arqueológico de Tipón, sector Pukará Alto, redactados por los
profesionales del Ministerio de Cultura del Cusco, vi como después de una sectorización
en los sub sectores urbano, andenes, muralla y área de Reserva Arqueológica, realizada
47
radiación natural, como el barro empleado en cerámica, así que acumulan electrones,
de luz, fenómeno llamado termoluminiscencia. Pues bien, los científicos pueden calcular
apenas 10%.
material orgánico útil como gránulos de carbón, fragmentos de rollizos, revoque, etc.,
estos serán enviados a un laboratorio especializado para su datación por medio del
Los estudios ceramográficos serán relevantes para ubicar contextos culturales de grupos
ya que a través de su estudio se determina la dieta alimenticia que incluye la fauna local.
ostenta una variedad de vegetación típica del lugar, y por la presencia de cuantioso valor
El predio urbano inca de Pukará Alto, con su pirca monumental, edificios, estructura de
almacenamiento, 43 andenes y recintos con canaletas verticales para hacer fluir el agua
48
cuecos, cantaros de terracota Killke muestra su origen pre-Inca. Cultivado sin
interrupción por siglos por los campesinos locales, en las terrazas resalta un sector
urbano de recintos hechos con mampostería simple, aquella poligonal es más frecuente
en las esquinas, paredes con hornacinas trapezoidales, y las paredes interiores de los
recintos han sido enlucidas con arcilla y argamasa con paja en la roca andesita y caliza.
Las andenes presentan una forma rectangular al norte y al este, mientra al sureste
Cultura del Cusco, - a partir de la parte superior hasta las faldas del cerro donde hay las
ocupada por los Pinagua, luego siguió la época del asentamiento Killke, y en fin los
Incas.
camino con empedrados y lacas de andesita, y la erección de dos miradores con techos
de paja para que los visitantes puedan apreciar la alta sabiduría y ingeniería de los
de muro para evitar que la lluvia lo debilite. La zona urbana y el sector ceremonial
con muros de contención, los mismos que hoy han exigido un trabajo de consolidación y
49
En el sector Pukará Alto – que recordamos se ubica cerca de la comunidad Choquepata
Municipalidad Distrital de Oropesa - hay también una estructura funeraria con osamenta,
distintos metales y aleaciones en oro, plata, tumbaga incluso cobre, bronce y latón, es
keros, piezas de cerámica Killke y inclusive Huari, se han hallados artefactos musicales
como quena para canto. En la estrecha calle transversal empedrada que parte la zona
urbana, hay un sector ceremonial con angosto espacio de uso ritual. Estos recintos con
hornacinas en los muros elevados que rozan los 8/10 metros de alto, dejan espacio a los
canales de transito del agua por los afloramientos rocosos, sin descuidar muros con
50
Los estrechos canales verticales de riego del sector Pukará Alto
El sector Pukará Alto forma parte de la infraestructura del Parque Arqueológico de Tipón,
andenería inca cuyo uso mayoritario ha sido de cultivo. En la parte central entre los
51
sectores antes mencionados se encuentra un sendero que divide Pukará Alto de Pukará
plataformas está delimitado por el costado oeste con la gran muralla que se adecua a la
el límite opuesto está conformado por el cerro Chunchuqhata, que forma una curva y se
piedras canteadas de aparejo concertado y aparejo simple con un ancho que varia
llegando incluso a tener una sección de 5,60 metros en el lugar más ancho. Se proyecta
desde la parte alta y recorre todo el borde del afloramiento rocoso, presentando taludes
estuvo integrado al sistema hidráulico, del cual aún quedan restos de canales de
proceso de recuperación.
52
La muralla que delimina el sector Pukará Alto al oeste
La única calle que existe mantiene sus muros laterales, si bien el alineamiento cambia
formando curvas en el recorrido superior. El sendero está definido por muros de piedra
pircada, en forma precaria, esta alteración ha sido efectuada por los antiguos habitantes
53
de la comunidad aledaña, posiblemente durante el siglo pasado para acondicionar a sus
Son muchos los factores que causan el deterioro de las estructuras, entre los cuales se
puede mencionar el paso del tiempo, ya que debido a esto se observó la invasión de
Zona Arqueológica es provocado por la mala actitud de la mano del hombre actuando
directamente en el deterioro de las estructuras como por ejemplo, años atrás, los
los recintos provocando el posterior colapso de las estructuras. Sin olvidarse las
Arqueológico de Tipon, Sector Pukará Alto, no sólo han logrado detener el proceso de
andenes, recintos, canales y escaleras saledizas o sarutas del sector agrícola entre la
54
de muros y la restitución de acabados y niveles de los muros de contención y las
muros en mal estado, así como la intervención en los acabados en cabeceras de muro.
Lo mismo se hizo por la muralla y por la recuperación de las calles, del sistema de
canales de irrigación dentro del sector Urbano, y de los andenes realizando trabajos de
Indispensable fue ejecutar las obras de restitución de los cimientos en los recintos,
las obras de calzadura de los cimientos se realizó principalmente en la parte del muro
55
que se construye encima de los cimientos corridos, y que sobresale de la superficie del
terreno natural para recibir los muros de mampostería de piedra. Sirve de protección de
la parte inferior de los muros, trabaja como aislante de la humedad o de cualquier otro
agente externo. Así se logró restituir los dinteles de vanos que se presentan en los
procedió a poner una capa de mortero especialmente elaborado para tal fin, para la
estereotomía.
Las excavaciones arqueológicas han proporcionado datos acerca de las causas del
Ahora sabemos que los pandeamientos en los andenes tiene relación con la percolación
Por supuesto se realizó con los mismos elementos líticos de las estructuras que
presentan pérdida de verticalidad original, fisuras, etc., y puedo confirmar que los
estaban grietas con raíces de eucalipto que brotaban de la mampostería, muros que
56
habían perdido plomada de manera muy acentuada y se encontraban a punto de
nivel de su sobre cimentación hasta la cabecera del muro, para así lograr estabilizar y
evacuación y limpió de escombros y material de desecho la calle que sube entre los
andenes colindantes con la muralla y la segunda columna. Por los sectores donde se
perdió parte de los canales de irrigación, se utilizaron los elementos líticos tanto de la
base como de las paredes laterales, tallados especialmente para este fin. Asimismo se
seco en el piso plano, luego de efectuar la limpieza de las piezas así como del lecho del
canal. Se consolidó también el piso de piedra en la calle principal que divide los andenes
adyacentes a la muralla de los andenes ubicados sobre el área urbana y los recintos,
considerando que el piso de piedra es aconsejable llegue hasta la parte superior del
En cuanto a los objetos líticos, durante los trabajos se pudo registrar gran cantidad de
tunahuas, piedra para moler en forma de media luna, y maran, piedra grande y plana
sobre la que se muele, diseminados en todo el área del sector Pukará. También se
hallaron batanes íntegros y fragmentados en las primeras capas de los andenes más
percusión.
En los quehaceres domésticos que conlleva la vida cotidiana, los utilizaron como
57
preparación de confección de vasijas. Los investigadores recuperaron una gran cantidad
de recintos semicirculares y rectangulares, evidencia clara que existía una población que
condiciones, encontraron una mayor proporción de cerámica Killke utilizada como relleno
para formar el andén. En relación a la muralla se ha señalado “que al interior del núcleo
se halló pequeñas vasijas de la época Killke, esto nos da a pensar que la muralla fue
Inka” (Condori, 2009). La que es una otra prueba que fueron los Killkes y Lucres los
58
muralla y las andenes antes de los Incas que reutilizaron las estructuras de muro Killke,
del hombre, debido a la gran cantidad de agua, con diferentes puquios o manantiales
define sin duda algunos aspectos singulares para determinar estilos con presencia
59
Aclarado que la extragrande mayoría es cerámica Inca del Intermedio Tardío, sería
importante hacer unos tiestos diagnósticos de unas piezas de cerámica con el fin de
proporción del estilo imperial fuera notable, - considerado que normalmente no hay tanto
administrativos Incas (D’Altroy, 2003), - entonces podemos argüir que había mucha
vasos, platos, jarras, cuencos, urpus y aribalos los cuales fueron utilizados en la
Sabemos que del análisis se puede desprender que los elementos de la cerámica inka
helecho. Lo zoomorfo es también presente con una combinación de delicadas líneas que
actividades ceremoniales.
Grabados en roca ígnea muy dura, los motivos más representados son antropomorfos,
de horas de viaje para arribar al próximo lugar habitado; una apacheta o un marcador de
ruta o línea de éxodo de razas venidas del mar; pero sin querer descartar su función
escrituraria, aquellos a la cumbre del cerro podrían representaban más símbolos que
60
Sea como fuere, su forma de expresarse a través del arte rupestre nos permite
disposiciones para lograr un rico cultivo de la vega. Asimismo es fiable pensar que
anchos, usualmente sin borde, en donde la altura tiende a ser siempre menor que el
ancho o diámetro (Ravines, 1987); y platos, es decir una clase de vasija de mayor
abertura y menos altura, al punto que muchos de ellos tienden a ser casi totalmente
planos o con una concavidad en medio y un borde plano alrededor (Palacios, 1987). En
Las vasijas cerradas poseen la abertura de la boca o el cuello más angostos que el
diámetro del cuerpo (Ravines, 1989). Incluyen cántaros, o sea una vasija de cuerpo
esférico, con cuello corto y la boca reducida, que puede tener asas y se le utiliza para
61
Los andenes adyacentes a la muralla al noroeste del sector Pukará Alto
bifurca en dos, uno con dirección hacia la fuente principal y otro orientado hacia la fuente
ubicada en la parte lateral al este de la plataforma VI, el cual sería la prolongación del
canal que viene desde Ñawinpugio; asimismo en el sector Sinkuna Cancha se registró
una qollqa que conserva en su interior ductos que tienen la función de ventilar a los
sobretodo en el exterior de los mismos, lo cual nos indica que los pobladores de este
cerámica, por cuanto estos objetos se utilizaban para dar el acabado final de la
62
cerámica, aunque no se ubicó en los trabajos de investigación más recientes un lugar
2008 se excavó en el sector Sinkuna Kancha y se halló material cultural registrado, que
ollas o mancas, platos o puqus, cucharas o huisllas, vasos y otros, cuya utilidad fue para
urbano, así como también por las características de los recintos de aparejo simple que
muros, y un alisador, nos indican que los pobladores de este sector urbano dedicaban
parte de su vida cotidiana a los trabajos de elaboración de cerámica, por cuanto este
objeto se utilizaba para dar el acabado final de las piezas de cerámica, aunque hasta la
Intermedio Tardío (Killke) y el Horizonte Tardío (Inca). En cada uno de los andenes se
63
En la superficie de la Plaza ceremonial cerca del Intihuatana, se encontraron fragmentos
de cerámica inka decorada con acabado fino. Sería bueno disponer excavaciones
dirigidas a hallar talleres de cerámica Inca polícroma, en el estilo imperial asociado con
objetos por la élite (Covey, 2009). Al contrario, la mayoría de las investigaciones se han
Hasta la fecha no hay más que un par de talleres de cerámica Inca excavados y
Bauer han sugerido que había un taller en la comunidad de San Sebastián (Bauer 1999;
Rowe 1946). Los investigadores suponen que el Estado producía todo en el valle de
Cuzco; si parece adquirido que había varios talleres, algunos en la área rural también,
esencial sería ubicarlos exactamente, determinar dónde fueron producidos los objetos
para el uso político del Estado, los asignados a los habitantes del Valle Sagrado y a los
pobladores andinos del Tahuantinsuyo, y dónde fueron producidos los objetos para uso
En Tipón considero de importancia primaria ubicar una área con taller de producción y
evidencias como las materias primas utilizadas, las instalaciones correspondientes con
64
sus herramientas de trabajo, y los desechos o basura de producción de esta artesanía
(Hayashida, 1999).
Es verosímil que un taller se predispuso en una chacra entre los andenes domésticos y
restringida y de los recintos mayores; o bien entre el valle de Tipón y de Pukará donde
puede pasar el aire necesario para coccionar las vasijas sin contaminar el espacio
doméstico con su humo y ceniza resultando de la cocción. Por otro lado su ubicación
cerca a los corrales habría permitido fácil acceso al guano, útil como combustible. Hay
que considerar que una pared habría sido útil como división entre el área de cocción y
un área de preparación de vasijas. Asimismo hay que buscar evidencias como un hoyo
incluyendo aliso, queñual y muña (Bertone, 2011). Seguro hacían uso de piedras para
pulir y alisar, importante encontrar raspadores, alisadores y pulidores en torno del hoyo.
Además se podrían descubrir alijos de arcilla cruda con piedras para pulir, platos de
ollero para formar la base de una vasija; fragmento de espondylus, objetos decorativos
de las pinturas; alisar y pintar la vasija; su cocción; pulir y acabar la vasija después de la
cocción. Significativo sería recuperar restos de arcilla cruda, y los restos de un tanque de
levigación que pudo servir para terminar de preparar la arcilla en el estado encontrado.
Como mencionan los documentos coloniales, los especialistas recibieron sus materias
primas como lana para los tejedores y mineral para los plateros, directo del Estado para
que los convertieran en productos finos (Espinoza 1973; Garcilaso 1966[1609]). Tal vez
65
en Tipón hayan evidencias conformes a las halladas en otros lugares de las tierras
reales del Wayna Qhapaq, con la panaqa proporcionando la pasta de cerámica con la
imperio, Bray descubrió que las jarras con boca angosta, frecuentemente llamadas
áríbalos (Bonavia, 2008), constituían la mitad del ensamblaje Inca. Según él, el
porcentaje alto de esas jarras se debe a la importancia del servicio de chicha en las
provincias para poder expandir y consolidar el Tawantinsuyu. Esas jarras también son
útiles para almacenar productos en depósitos y para preparar chicha, dependiendo del
Cheqoq, donde se encontró más porcentaje de jarras en el taller que en las viviendas,
indicando que el destino de las vasijas producidas no fue Cheqoq mismo, sino las
vasijas tenían otro propósito. No aquello de estar utilizadas allí mismo, sino las jarras
fueron enviadas al valle donde Wayna Qhapaq festejaba con la nobleza en su palacio
el estilo imperial tuvieron el papel de servir las élites en Yucay ocupadas en su vida
ceremonial y política.
66
Las puertas de entrada de la kallanka
Por supusto al igual que en Cheqoq, donde no todos trabajaban en este taller, también
embargo, los que trabajaban en alfarería de estilo imperial lo hicieron de una manera
aprendizaje. Los olleros habrán sido de la clase de especialista descrita en las fuentes
veces con un molde para perfeccionar el cuello y la boca: coccionaban las cerámicas en
hoyos no muy profundos, con combustibles locales, antes de acabar los objetos con una
67
La cerámica killke constituye el estilo más común en las áreas sureñas del Valle
asentamientos con esta cerámica a lo largo de los canales de riego (Covey, 2006). Esto
podría indicar una colonización relacionada a los incas durante la última parte del
Intermedio Tardío. Dado que en el sitio de Pukará Alto se construyeron edificios de estilo
Inca, hay que estudiarlos para establecer la composición de contextos domésticos con el
suntuarios como cerámica fina, metal, concha marina y otros productos exóticos y de
lujo – sería un otro testimonio que hubo una correlación fuerte entre las posesiones en
viviendas y el estatus relativo en sociedades complejas como los Incas (Smith, 1987). En
cuencos y keros) es útil para ver estatus (Smith, 1987). Además, considerado que la
exposición de riqueza es una manera de ganar control político, tanto en Tipón como en
administradores o kurakas.
Tomando en cuenta que los tupus de cobre o bronce expresan identidad o alta categoría
social, tan como las conchas marinas que parece sirvieron como objetos de poder y
(Acosta 1962[1590]; Blower 2001; Murúa 1986[ca. 1590]). Puesto que el uso de ciertos
tipos de objetos fue restringido bajo el imperio de los Incas (Murra, 1962), la distribución
político y social (Costin y Earle 1989; DeMarrais, 1996), sería importante determinar
de oro y plata (Reinhard 1985; Salazar y Burger, 2004), o predominan objetos suntuarios
68
De todas maneras en Tipón es menos significativo considerar la identidad étnica, ya que
Inca, si bien también ahí hay claros señales de estatus distintos, es decir de un complejo
arqueológico perteneciente a las tierras reales, integrados con los recursos estatales, al
mando de una panaqa que inevitablemente quitaba los recursos del Tawantinsuyu a los
Tomando en cuenta que vasijas para servir comida y bebida son particularmente útiles
para asesorar estatus y riqueza de una vivienda entera (Smith, 1987) y la cerámica en
viviendas comunes puede ser también debido al hecho que la nobleza le dio a los
cerámica, doméstica y non, en los lugares de su ubicación. Lo que podría indicar que
Pukará Alto fue un lugar donde se realizaban inclusive actividades que conllevaban
el cerro Cruzmoqo arriba del sector de las andenes agricolas. Una muestra mayor podrá
sustentar esta suposición y comprobar las actividades que allí se hacían. Si la cerámica
69
importancia para comprender mejor su organización social, cultural, costumbres,
autor Steve Kosiba relataba que el Imperio Inca se extendió a través de innumerables
tierras en una nueva estructura social tributaria para satisfacer principalmente las
70
oficiales y los ciudadanos, que remodeló el paisaje y legado cultural andino gracias a la
La agricultura está a la base del Imperio inca, que forjió relaciones entre sus reinantes y
los súbditos a fin de sustentar las finalidades de la élite del país y su poderoso ejército,
imponer su enseñanza religiosa a la creciente población andina que tenía que rendir
culto al Inti. Los Incas utilizaron la mano de obra de las comunidades campesinas
las andenes.
Esta reforma agraria querida por el estado inca tuvo profundas implicaciones políticas si
consideramos que la mitología inca nos cuenta que sus antepasados lograron impulsar
los alrededores del Cusco (Betanzos, 1968[1551]; Cabello Balboa, 1951 [1586]).
Asimismo los rituales inca representaban nobles como granjeros y labradores de maíz
mandato divino que les impuso controlar y mitigar las 'fuerzas naturales' (Bauer, 1996;
Julien, 2012), limpiando los campos y los canales del incanato de detritos y escombros,
71
de regadío los Incas lograron incrementar las cosechas en las tierras existentes
estrategia agrícola construyendo las terrazas en las cuales sembraron no sólo maíz y
coca, sino lograron maximizar la producción de tubérculos, legumbres y cereales que las
pimienta, papas y camotes (Hastorf, 2001). Para asegurar la buena cosecha de estos
cultivos, los hacendados tuvieron que proveerse de abonos y invertir una consistente
porción de mano de obra en el drenaje de las acequias, al igual que mantener hileras de
árboles para bloquear los vientos cortantes. La demanda de los productos cosechados
constreñió los compesinos locales a partir su jornada laboral entre los cultivos de los
campos estatales y sus pequeñas granjas donde a menudo implementaron una mejor
rotación de cultivos.
Durante el período imperial, la privilegiada élite estatal inca que poseía la propriedad de
sociedad cortesana entregada a ceremonias y fiestas con mucho aparato. Las fincas
comunidad arrancada de su tierra originaria (Wachtel, 1982). La corte real controlaba sus
estancias a través de la milicia imperial que vigilaba lugares claves del imperio, y
(Murra, 1980).
Los incas delimitaron nuevas parcelas en las laderas de las lomas hasta caudales,
másiva a través de muros de contención a lo largo del Vilcanota, el río más impetuoso
del Valle Sagrado que regularmente inundaba los campos adyacentes desde hace
generaciones (Farrington, 1983; Kosiba, 2015). Sabemos que los reinantes inca
encauzaron el río (Niles, 1999), para luego reclamar la posesión de esta tierra fértil, en
72
especial donde el Vilcanota atravesaba los depósitos de deslave de sus ríos tributarios
Los Incas diseñaron las terrazas y largos canales con el objeto de crear corredores
continuos de campos en el fondo del valle y en el área colindante para coordinar turnos
de trabajo en una secuela de campos. Si consideramos que los andenes Inca del Valle
Sagrado son ostensiblemente más altas que las terrazas de los sitios pre-inca
colindantes, podemos inferir que las nuevas terrazas fueron decididamente más
inundación de las llanuras aluviales del valle (Donkin, 1979). El desagüe sigue siendo
precioso para cultivos como el maíz, que no hay que dejar sea sumergido durante la
maduración.
Y unos investigadores han notado como unas terrazas inca fueran construidas más
cosechas, sino con el fin de expresar la autoridad imperial (Donkin, 1979; Goodman-
asentamiento de linaje noble donde los canales abastecen una cantidad de agua
alrededores creando fuentes y una canalización para verterla copiosa hacia abajo
Este esteticismo de la tierra hizo pensar que por los Incas el medioambiente al interior
de su poder, que brotaba de la tierra misma (Dean, 2010; Kosiba, 2015) y les otorgaba la
potestad de mandar con la autoridad del Inti, el dios Sol. Y en Tipón es lícito pensar que
a los campesinos locales, más que a comunidades de personas reubicadas, se les pidió
cultivar estas andenes para abastecer comida al contingente del ejército imperial que lo
y las categorías sociales, si consideramos que los Incas reservaron para ellos mismos
73
las mejores parcelas de cultivo de los valles, mientras asignaron los vertientes de las
Las terrazas agrículas y las acequias eran esenciales para las comunidades esparcidas
entre los habitantes de las aldeas diseminadas en los Andes fue a la base de la
estratégia de los Incas, que los sojuzgaron con el fin de que las cultivaran para
del cual las comunidades andinas podían impugnar reclamaciones y demandar el uso de
la tierra. Un oficial Inca llamado el tocricoc (“uno que ve todo”) registraba si cada familia
cumplía sus obligaciones al Estado y luego racionaba y asignaba unas parcelas de tierra
o topos a cada hogares rurales para satisfacer sus necesidades de subsistencia (Diez de
San Miguel, 1964 [1567]; Falcón, 1946 [1567]; Polo de Ondegardo, 1917 [1571]).
Ahora, para tratar de mejor entender la función de la kallanka de Tipón, hay que recordar
arraigada que distinguía la nobleza Inca de los otros sustratos sociales, a partir de los
indispensables para la subsistencias diaria, sin omitir una extensión territorial prefijada
por la nobleza gobernante para los cultos estatales del dios Sol y de las huacas
sagradas (Cobo, 1964 [1653]; Polo de Ondegardo, 1917[1571]). Hace falta tomar en
cuenta que algunos históricos argumentan que los Incas tenían un control total sobre la
tierra, aseverando que el medioambiente les pertenecía, y los campos eran una
“concesión regia” de los Incas a la comunidad (Moore, 1958; Murra, 1980). Sin embargo
este concepto de control total era un afán de la élite, que se quedó más un ideal que
74
de usufructo sobre su tierra ancestral, si bien se vieron constreñidos a conceder faenas
Si consideramos que el gobierno inca creó dos paisajes agrarios que podemos situar en
incas, y otro conjunto de campos para satisfacer las necesidades de subsistencia de las
sociales ya que la gente local negoció con los señores incas sobre los campos y los
horarios agrícolas. Las andenes de Tipón y su sector de Pukará Alto parecen un claro
ejemplo de como, reclutados como mano de abro para atender a los campos incas
tierra durante la temporada de siembra en el altiplano andino, sino tuvieron que ceder el
75
paso a tipos seleccionados de cultivos para el Sapa Inca, su élite de sacerdotes, y su
guardaespaldas personal.
El camino que cruzaba de este a oeste por la parte media en el sector Pukará sigue
siendo utilizado por los pobladores actuales, y detrás del pircado de piedras existía un
muro inka que encierra a un patio para luego formar la esquina de la calle que cruza los
andenes de sur a norte y pasa por el medio de los andenes. Es aquí que hay la kallanka
con cuatro vanos de acceso, cuya fachada forma una calle con el sexto andén, desde
cuya esquina empieza a subir la calle principal de sur a norte, en el medio de los
Para recuperar este recinto los obreros especialistas tuvieron que impermeabilizar y
proteger los pisos mezclando arcilla, tierra del lugar y cal, para luego cubrir toda el área
del interior de los recintos que fue nivelada, regada y compactada. La kallanka, o edificio
76
alargado con planta rectangular existente en los principales asentamientos incaico, era
una sala o espacio continuo con techo a dos aguas, un granero con nichos, ventanas y
paredes largas que daba a la plaza ceremonial (Gasparini and Margolies, 1980). El
tamaño de esta estructura en Pukará Alto no excede los 35/40 metros de largo.
Graziano Gasparini & Luise Margolies (1977) y Craig Morris (1999) nos refieren que era
«un tipo de edificio que se encuentra en Cusco y se repite desde Cajamarca hasta
edificio son similares en todos los ejemplos conocidos y sólo varían las dimensiones. Se
trata de un gran galpón de planta rectangular muy alargada con techos de dos aguas
sostenido por series de pilares hincados a lo largo del eje longitudinal. Uno de los lados
más largos, con varios vanos de entrada, da siempre sobre la plaza principal» (Gasparini
Merece la pena citar que los cronistas coloniales y los investigadores modernos que han
estudiado la arquitectura incaica han atribuido a estas estructuras alargadas que los
uso colectivo (Malpass, 1993; Gasparini & Margolies, 1977). Seguro eran edificios
personas importantes (Calancha, 1974-1981 [1638]; Muñoz, 2007; Vega, 1948 [1600]);
cuartel o barraca para los soldados del Imperio inca (Hyslop, 1990; Meinken, 2005a;
Morris, 1966; Muñoz, 2007); templo (Muñoz, 2007; Polo de Ondegardo, 1916 [1571]).
incas o alojamientos para individuos importantes, de plaza techada «para sus fiestas y
bailes» cuando las condiciones climáticas externas no permitían reunirse al aire libre
(Garcilaso, 2005 [1609]; Muñoz, 2007); de taller y/o alojamiento para los tributarios del
77
sistema de mita (Hyslop, 1990; Meinken, 2005a; Zecenarro, 2000); y como alojamiento
colectivo temporal para transeúntes (Agurto, 1987; Morris, 1972), inclusive peregrinos
Sabemos que al interior de las kallankas del Valle Sagrado se efectuaron hallazgos
lana (Meinken, 2005b), tiestos, cántaros, alfileres o tupus, vasos de madera o keros,
2007) son los materiales más recurrentemente reportados, lo que hizo atribuir a la
Antes de acabar, abro una paréntesis, acerca del concepto de “lo andino” que
Stanish, 2005; Jameison, 2005; Serulnikov, 2005; Van Buren, 2010). Lo andino establece
Es convicción difusa la que representa a los campesinos actuales como una visión idílica
objetivos, una visión o imagen de las sociedades prehispánicas no viciada por las
complementan y nos dan visiones integrales del pasado, en su útil “Redefiniendo una
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una redefinición de la kallanka, y nos hace inteligentemente notar como la elección del
histórico o lingüístico que justifique su empleo. Las alargadas salas techadas existentes
palaciego de los galpones incaicos, según las informaciones que trayeron las fuentes
El autor precisa que “el primer cronista en darnos alguna pista sobre la estrecha relación
existente entre los galpones incaicos y el término tambo fue Pedro Cieza de León, quien
al describir los «tambos o palacios reales» de los incas resalta sus extensas longitudes:
«… y a los chancas mandó que se hiziese una casa larga a manera de tanbo…»” (Cieza
jesuita Bernabé Cobo, cuando describe a los tambos incaicos con las siguientes
palabras: «En lo que toca a su traza y forma, eran unas grandes casas o galpones de
sola una pieza, larga de ciento hasta trescientos pies, y ancha treinta a lo menos y a lo
apartamientos, y con dos o tres puertas, todas en la una acera iguales trechos.» (Cobo,
1964 [1653]).
“El significado primigenio del término tambo, por consiguiente, podría haber sido el de
gran sala techada, un tipo de estructura que fue identificada por los cronistas españoles
como el «palacio» del Inca. Sin embargo, tanto las evidencias arqueológicas como las
residenciales básicas, incluidas las de los gobernantes cusqueños, fueron los grupos
Este modelo en el que las viviendas de los caciques se distribuían rodeando la plaza
principal y adoptaban la forma de largas salas techadas, fue el que llevó a que varios
79
cronistas identificaran a las estructuras alargadas incas o tambos como palacios. Y luego
aclara “que las residencias reales incaicas estuvieran conformadas por «complejos
en la que una forma arquitectónica incaica (sala techada) fue asociada a una
Estas estructuras públicas rectangulares sin subdivisiones dentro de los muros, con
numerosas puertas en una de las dos paredes más largas, la que asoma a la plaza, han
cortados con una técnica sofisticada para luego ensamblar las piedras labradas
80
Si examinamos el diseño arquitectónico de unas kallankas descubiertas en varios
asentamientos Inka, nos damos cuenta de que este diseño materializaba aspectos de la
ideología del estado Inka. La plaza exhibe una piedra especial que podía quedarse tal
días del solsticio vernal y sobre todo del solsticio hiemal, entre la escalera que del patio
Garcilaso de la Vega refiere de kallankas con paredes robustas que med ían doscientos
pasos de largo y entre los 50 y 60 pasos de largo, donde los antiguos habitantes
cuzqueños tenían festival y bailes cuando la estación de lluvia les impidía de celebrarlas
sector de Pukará Alto me parece atendible considerar que la utilizaron inclusive para
de la hueste imperial, si bien no hay que descartar su uso para efectuar mit’ayuq, es
decir trabajo forzoso asignado por un lapso de tiempo a personal aquí trasladado al
como la chicha (Wright and Valencia Zegarra, 2001), cuyo consumo sigue siendo un
importante ingrediente de los festejos andinos, incluso los que organizaban los
funcionarios del Sapa Inka por los campesinos que vivían adentro o en pagos
adyacentes al perímetro trazado por el paredón (Salazar, 2004). Como decíamos las
altar durante estas ceremonias rituales, que pudo haber desempeñado el rol de un
81
centro ceremonial que daba acceso a las terrazas superiores que llevan a la cumbre del
cerro y donde vivían los Apus, fuerzas dinámicas dotadas de poderes espirituales.
En Tipón es indispensable considerar que las huacas podían ser tanto objetos materiales
inclusive de hablar el lenguaje humano, asimismo tenían un ligue indiscutible con los
fenómenos naturales y los cuerpos celestes, sin olvidarse que otras huacas eran
reconocibles por sus facciones singulares que las distinguían tanto de las personas
normales como de los objetos naturales. Dicho esto, todas estas huacas interactuaban
vivamente con los seres humanos, aún más si tomamos en cuenta el elocuente y notorio
dibujo que hizo Guaman Poma (1987), aquel que retrata Thupa Inka que se vuelve hacia
82
La interrelación entre huacas y humanos, entre el paisaje y los habitantes se funda en el
naturaleza y entre hombre y seres sobrenaturales, lo que siempre requiere y invoca una
mediación y diálogo más que una dominación violenta del señorío, lo que ha
contraseñado las obligaciones políticas entre el estado imperial y los demás pueblos
sujetados, sistema de respeto recíproco proprio del estado imperial (Stone-Miller, 2002),
que acudió a las armas sólo cuando se hizo imposible actuar de otra forma para
Hay que tomar en cuenta que “el problema principal que se les planteó a los Incas en su
política de expansión fue lograr que las poblaciones sometidas, produjeran no sólo sus
propios medios de subsistencia sino elevar los índices de lo que hoy llamamos
las tierras con sistemas de regadío, abonos, rotación de cultivos, terrazas, esponjas
ecológicos y otras tecnologías que recién se están descubriendo. Por eso, la casta
dominante identificada con le Estado, pudo arrancar una mayor cantidad de trabajo a las
seguridad con relación a la subsistencia quedaba apoyada por el acción del Estado. Hay
que señalar que eran las colectividades locales que, bajo el control y dirección de los
Incas, organizaban el trabajo de sus miembros para asegurar el acceso a los recursos.
Los incas ampliaron este acceso a un mayor número de recursos estratégicos a través
83
Tomando en cuenta que los yanaconas eran asignados por el Sapa Inca a personas de
perfeccionado por Túpac Yupanqui contra los rebeldes, que se aplicaba como castigo
sabemos que los yanaconas desempeñaban diversas funciones, desde las más bajas
ejecutado el oportuno ritual sacerdotal para agradecer a las deidades de la rica cosecha,
restringidas entre los nobles, curacas y funcionarios de los altos rangos imperiales y los
84
Los imponentes recintos del sector urbano de Pukará Alto vistos desde el exterior
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