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MODULO V EL AMBITO NORMATIVO. INTRODUCCION. PRINCIPIOS GENERALES parte dogmatica y el capitulo de nuevos derechos y garantias la Laley de Declaracién de Necesidad de la Reforma aprobada por el Con- 9 Nacional, que habilité la reforma de 1994, se caracteriz6 por imponer, : otras particularidades, la prohibicién de modificar la parte dogmatica en constitucion hasta entonces vigente, a excepcién de los temas expre- e a habilitados y que constituyen actualmente el capitulo de Nuevos perechos y Garantias (arts. 36 a 43), sancionando con la nulidad absoluta da reforma que desconociera tal prohibicién, o que excediera los limites weigexpresamente habilitado. Por otra parte, en términos generales, nuestra Constitucién Histérica respondia aun esquema que distingufa con claridad, una parte dogmati- ca “Declaraciones, derechos y garantfas” y otra orgdnica “Autoridades de la Nacién”. Esta caracteristica sufre una ruptura conforme su texto reformado + en 1994. Ello no sdlo se percibe por lo dispuesto en el art. 75 inc. 22, de lo cual nos ocuparemos con més detalle seguidamente, sino en otras disposi- ciones constitucionales que, si bien refieren a atribuciones del Congreso de laNaci6n, adquieren trascendencia por los derechos que reconocen. Un ejemplo es el inc. 17 del art. 75 que hace referencia alos derechos de las comunidades indigenas con un detalle y una extensién ausente en nues- tro texto histérico, o el derecho a la identidad y pluralidad cultural, que sur- gedela ultima parte delinc, 19 del mismo articulo, o el derecho a proteccién constitucional del embarazo, conforme los términos del segundo parrafo del. inc. 23 0 la incorporacién de un nuevo criterio de igualdad, el de igualdad real de oportunidades y de trato, en el primer parrafo del mismo inciso, que impactan indudablemente en lo que tradicionalmente denominamos Parte Dogmética. Es decir que esas estipulaciones constitucionales son, en reali- dad, mas importantes por los derechos o principios que consagran, que por la atribucién misma que conceden, ya que la potestad reglamentaria sobre los Tismos, de habérselos incorporado en dicha parte, surgiria dela disposicién Seneral dela primera parte del art. 14 de la Constitucién, ya clasica. ne} ociaciones ee i 8 politica para el dictaage™ el febriles Seguramente, €? las n base 8 Olivos, ¥ Aer rey 24.309), hallaremos alg, lay risticas de este proce: 8 da) SO, congy ley Necesidad de Rel aca ractel respuestas & ésta, com ee cal tefiido de una mutua deg¢, itis porun conten bine nado Nucleo de Coincidencias Basing que desemboc en Mieicas diversas. NO podemos aqui por ray Dl, pero invito a la lectura de q, Ones 0s, - gado de alternativas PO asl dicho andlls's, detenernos en tavision de cada uno de los pars Xy, claracién de méticas AGH vio desde que exhiben jicho prot "i or activos pr clacién, escritos P' Protagonis, intervinieron en la negot “pa Reforma por Dentro’, Planeta, i a 4y; Ragy rcfa Lema, ae clay ‘Consens0”, Corregidor, 1996. Declaracién de Necesidad de Reforma ya relacion entre parte dogmatica y parte mnt e marcanel cuadrilatero de la disputa stitucional. interpreg Alberto Manu Alfonsin, “Democrat Esta relacién entre la misma, como esta “nueva de la Constitucién creo qué tiva en torno del nuevo texto con: La jerarqufa constitucional de los instrumentos internacionale, de derechos humanos Elcontenido del art. 75 inc. 22 de la Constitucién Naci . cional lo pod desgranar en tres partes: La primera referida a la atribucién d lel Congreso Nacio! 7 mi descartar tratados concluidos con las demas naciones y con ia = os ane Anternacionales y'os concordatos con la Santa Sede. Y lae: as les tratados y concordatos tienen jerarquia superior al oe las leyes, Esta ultima estipulacién e: ivergencias interpreta. : s la que ha iverge rp 4 I eslaq generado diver ias i on en eee, ha modificado o no el art. 31 de la Cons: ' ae aco nal, y con ello, la prohibicién contenida en la ley 24.309 (art. 7) os : fart. 79). A dicho respecto h: i a lay que sefial; i trina y la jurisprudenci: ialar, primeramente 2 dar igual haere predminante, se interpreté eine eee : oe la tradicin dualist; ativa a los tratados * en el sent lo dico nacional, cone que el orden juridico intern las leyes, siguiéndose (Vanossi-Linares ine dos érdenes independi acional y el orden jur- Fallos 257-101; 271-8), nana. Sénchez Viamont ee de igual jerarquia. . Ello implica la posibilidet eae ie CON, le que una ley posterior modifique un tratado rio! nossi ante ssi representarfa, en la ae que, de darse, conforme el de Ve a ica, a el criterio de '* en tiempos de Constitucign eee 98 trat Bidart ca i6n, lo que ha sido a tenfan atin mayor j MPOS-Gelli-Ouiren ni tcAd0 en gener: a or jerarqufa que la proP Wid) Por la doctrina (vanoss into) con alguna excencién (Pereira Pint” LACS —NTRODU CCI ION, PRINCIPIOS G 0 corresponderse ni con ung ENERALES 191 P inte Perera finallsta del texto constituernco hermenéutica ni nal, icon una , frente or oe cipremnctanclfcactén Normatt dp vaterpretaciones, Pare 08 tratados sobre es “onstitucional que fija neta nace la prohblelén de eos Ores tal sees, sehan generado Fe eae ree sso de teforma de a pore melon es susan. i a pomeaciONh enlos términos deity Onsindi) Pare oe BL E ros von normativo Jerérquico (Vanossi) 9 DoraPoraue data no soratin tv efi ue cuestiGn sujeta a Interpretacj in (Gell), texto reformado tan solo geniendo en cuenta el precedente de al utos we a0) maaan a 18 Corte Suprema de 1982, 540) modificé su jurisprudencial tradicional, toner en remacia de Jos tratados sobre las leyes, con ai sianler |, consagrando la ello parece dar raz6n al ultimo de los criterios inter a ee “jacion con los alcances de la reforma, ‘Pretativos expuestos en “Bkmekdjlan ¢/ Sofovich* Este criterio de supremacfa general bre las Leyes sancionadas por el Ones ee da. mento, tal cual lo sostiene Bidart Campos, en el art. 27 ag nc ia rie de Viena sobre el Derecho de los Tratados de aplicacién a erirde 1000, que establece que ningin Estado Parte de un Tratado, puede fundar su it : fumplimiento, en disposiciones de su Derecho Interno, También sostiene uncriterio similar, ponderando los términos de la Constitucién Peruana, ormada en de 1979, Pablo Ramella, Se ha denominado a esta teoria“Mo- nismo Atenuado”, ya que privilegia el orden internacional sobre el orden le- gislativo interno, pero no por sobre la Constitucién. Por otra parte, la comprensién cabal de esta evolucién, requiere tener presente el contexto internacional de la denominada Globalizacién, y su proceso de construcci6n, a lo cual nos hemos referido, con alguna exten- sin, en los Médulos III y IV del presente, ya los cuales remitimos. La segunda parte del art{culo en anilisis, esta vinculado con la jerar- quizacién constitucional de determinados instrumentos internacionales sobre derechos humanos. (Declaraciones-Tratados-Pactos y Convenciones), Hacemos referencia al término instrumentos, ya que, en el émbito del de- techo internacional, las declaraciones tienen naturaleza jurfdica distinta alos Tratados-Pactos y/o Convenios. Estos uiltimos son, a partir de su vi- 8encia internacional y ratificacién por el Estado Parte, obligatorios, es ve Cittienen cardcter coactivo, y preven instancias de control internacional de exerts vera, Los MEO os muna nr un ., « miembros in compromiso ético de los Estados hos. Sin perjuicio deo cual, Cional, universal o regional, frente a tales dere® A incorporacién de ae tiltimos en idéntica categoria quelos panne la Constitucién, no resulta contradictoria, enla Aa agtumbte pcm ciones, conforme la evolucion del erect 7 . grado de exigibilidad han ido a Jatinamente, UD adquiriendo, pau nN CARLES —— echos Humanos; arts, 192 mericana sobre De pinién Consultiva Pb ya, vencion AI teramericanas i " (art. 29.4 Conver enision In ina de Derechos Humanos; pra, 10q | Este yeramerice iles y Polfticos y de} Pacto tne oo 71989 dela Ga os ‘Derechos cid y Culturales, entre Otrog atte or Soc! : del Pacto Interna reonémico® clonal de Derechos Be i6n Ameri dentes). tablece que: “La Declaracién ee Deans Sobre Blreferido artfculo en pre, ‘Declaracl aU verde ere rechos y Deberes del Hot ati sobre Derec os Humans Pa =~ nos, la Convencién Ad socialesy cult ales Pec i = clonaldeDerechos eon y su Protocol 0 aula os de Derechos ci cancion del Genocidlo, ee ee =o i ot ula fs sian 7 ee las Formas de Discriminacign — vencién para la Eliminac! tra la Tortura y otros Tratos o Penag Cruge Ja Mujer, la Convencién Cont Convencién Sobre los Derechos de} Nifio, Inhumanoso Degradantes, yla - vigencia, tier rqufa constitucional, n derog ienen jerarqu{a const no las condiciones de su vigencia, t j ; fons See aasnadae y garantfas por ella reconocidos”, Adicha enumeracién, posteriormente, por aplicacién del Mecanismo de jerarquizacién legislativo previsto en el mismo ae se incorporaron co, tal jerarqufa, la Convencién Interamericana sobre. an Forzada de Personas (ley 24.820 del 29-05-1997) y la Convencién sobre la Imprescripy. bilidad de los Delitos de Lesa Humanidad y Crimenes de Guerra (ley 25:77 del 03-09-2003). El tema de la jerarquizaci6n constitucional de determinados instru. mentosinternacionales de derechos humanos, ha generado una diversidad de opiniones, Por una parte, hay quienes afirman que las reformas introdu- cidas en el art. 75 incs, 22 'y 24 (Procesos de integracién) vulneran los arts. 27 y31 dela Constitucién Nacional yla prohibicién contenida en elart. 7>dela dela ley 24.039, ena medida en que los tratados Tefer * (a ors ta ce Jetarquizados por Sobre la mora Constitucién cobar” (LL 1997-p, 717) a ea los casos “Monges” (LL 1997.C, 143), “Cho ae compatibilidad t Si {UL 1998-C, 284) ha sostenido que el es efectia el Congreso Nacignn 1s *atados Jerarquizados y la Constitucion!® Terni Comatt® dela Segunda votacién destina i Topi: P Icorporar el art, 75, ios a Tevencién Constituyente al momento & 0 Constitues..... piTO NORMATIVO. |; LAM NTRODUCCION, ICIPIOS Gi ERALES 193 i las regi: gasidero que Blas de inte, ; ee el sentido de que tales ine Pretacién o 6 Io alguno de la primera parte” ‘umentos jer, gidas por 500 arios de los derechos te” y que “dele etulzados * pment ifestaciones claras Wo con Por ella entenderse 9 emacs constitucional cong, nstituyente, en el nocidos", son “prima po? agrada en el art. 27 sentido de no afectar gupuesto que ello deja abierto 27 dela Carta Magna, Frrucionalidad de los instrumentos a jerarqulzados y de interpretacién, 7 ogatorios y Jas relactones de cor Ma gtrumentOs internacionales y la parte dogmitica a cxlstentes entre ta- De de cuestiones, inicialmente ha ‘ido ee apalsentido de que fus e! propio constituyente, Taree a CSIN ge 0 izar dicha compatibilidad, como con aie a mente, el encai del art. 75 inc. 22, tercera parte, es el Congreso Tacueah y por aplica- al el que efectia ll dich? anélisis al jerarquizar constitucionalmente tratados i s internacionales jeDerechos Humanos. Queda ala justicia, y e1 prema nacional, elandlisis de la clausula iaierpeenenibe? a Pama a ‘Ahora bien, esta interpretacién es, a nuestro 2 entender, por lo que ya he- mos desarrollado en los médulos anteriores, esen 1e ya he quenormativa. cialmente ideolégica, mas pondré para explicitar este criterio un ejem] ble Nuestro articulo 17 de la Constitucién Ne ees ipbilidad de la propiedad ha sido interpretado ala luz.dela concepcién libe- ralimperante en el Siglo XIX que dimana del texto constitucional histérico, vmo derecho a la propiedad individual. Ahora bien, la reforma de 1994, en ‘art, 75 inc. 17, al referirse a los derechos de las poblaciones indigenas, incorpora el concepto de propiedad comunitaria, como el derecho sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. sta es reconocida como un nuevo tipo de propiedad, y de adquisicién de derechos aun no existiendo el tradi- cional “Animus Domini”; pero ya algunos autores reclaman una legislacién civilista sobre la misma (Sagiiés), advertidos del impacto quela referida nor- ma puede producir sobre el art. 17 antes citado, frente ala interpretacién, que consideramos la correcta, de que Jo que el constituyente pretendi6 pro- teger es una forma propia de uso, distribucién y titularidad, de tales comu- nidades, de la propiedad, claramente divergente de Ja anterior, conforme se encuentra tanto demostrado historica com? antropolégicamente. Pero. = is elart, 17 dela Declaracién Universal de los Derechos Humanaee oe te’, i i stituc Es decir que, a partir de 1994 nuestra enor supuesto de propi ea partir de ial, comunitaria y Col Propiedad distintas: Individual, Crialmente ¥ eologica, ya qUe, To que we frente a ello la respuesta Ser? inta sSe modificé qiiatdlarespuesta esla contestaci6e 9 oa ‘a reforma de 1994 frente a techo ideolégico de nuestra Constitucion delaideologia oti través! Propiedad? Esa respuesta, en 1a practica, serd dada JUAN CARLOS WLASIC. 194 del cual el Poder Judicial, eradoen jas Consideraciones PreliminarerS bey d del discurso jurfdico), ‘ que resulte dominante e (Recuérdese aqui lo i idad y neutral veo + (desde una concepci6n liberal) que, , mental ‘amente Oe aariel la Prople, re arse en su ejercicio a log pay, ier (legislacién civilista) y que timers a ni un articulo dela pei ird argu natitucién eee rt. 75 Inc. 17) debet aide Ja Constitucién Nacional Gs colectiva es inconstitucional porqu de la misma (art. 75 inc. 22). : én se podrfainterpretar razonablemente (, ru que deede ote margen ideologico que podemos denominar aoegh ty I art, 75 inc. 17 de la C.N. representa la incot EF iaeror Nuevo, neat de propledad no sujeto, en principio, ala acid interpretativa de} tne, 3 que como consecuencia de ello se ha produ! lo una Frodifica 2, 4 cho ideolégico constitucional” sobre la materia, y que frente a ello, lat Poracién de la opcién “propiedad colectiva’ aparece como iomPlemenan, en los términos del inc. 22, a tenor de no existir ya un criterio Unfvocg el tema desde la Constitucién (la que personalmente comparto), re ente, desde un posicionamiento mas conservador, se eaeeat aise prohibida la reforma de la parte dogmatica deseo titucién por la Declaracién de Necesidad de Reforma, tanto la prom, colectiva, como la propiedad comunitaria son inconstitucionales, Porque su consagracién vulnera tal prohibicién. (Tesis de de la CSJN en el “Casy Fayt”). Es la ideologfa, y no los argumentos que de ella se derivan lo que da, en definitiva, coherencia a cada uno de los respectivos postulados, Por otra parte, se ha cuestionado la jerarquizacién constitucional detra. tados y convenciones, a posteriori, Por el Congreso Nacional, o la posible denuncia de los mismos, previo acuerdo de éste, por.entender que modifi- ca el cardcter rfgido de nuestro sistema de reforma, conforme lo dispone elart. 30 delaC.N. (Sabsay-Onaindia-Colautti), ya que por ese mecanismo se posibilita modificar el texto del inc. 22 del art. 75, incorporando nuevos tratados con tal jerarquiao excluyendo los existentes, a través del Congreso de la Nacién, es decir, sin la convocatoria a una Convencién Constituyen- te. Contrariamente a ello, otra parte de la doctrina constitucional (Bidatt Campos- Gelli) sostiene que los tratados jerarquizados integran un “Bloqe de Constitucionalidad Federal” fuera de la Constitucién, y por tal raz6n, 00 existe técnicamente reforma de Ta Constituci6n en los términos del art.30- Considero que as{ como, i ivas del Por una parte, interpretativas ¢ art. 75 ine. 22 dela CN. no p Parte, las normas interp lo ermiten afirmar que los arts. 31 y 27 hans” ade aibs creo, de igual modo que, la incluston de Ie cesibaton legis va de jerarquizacién Constitucional, en los referidos términos, no pet afirmar que se ha reformado el art. 30 de ae . - 30 de la Carta Magna, con el alc haber modificado, el sistema rigido vigente. on un eee ae ee pL AMBIT NORMATIVO, INTRODUCCIG, IN PRINC rrollamos en profung GENERALES 195, No desvtdos a la Si iad lados a la Supremacia CUestién gs vier gy Derecho internaciog stitucional» Pot €Rtender que tos te- #F gnterno lonal son Propiag 4 la re entre Dere- fqueional © la materia Teoria Cone. ono unto de ee bacton t psay-Ccolautt!) es oe Inculado con lay restr iene M8 constituctonal de ucla gence Ie" elongate he acon nte ale; 8 mencik wine undo, aque exceden las. admitidee nape los gobier om ylatfrucién (Seguridad nacional, NOs autoritarios, a parte do , Se; eMatica de sidy la moral piblica), Burldad y orden pablica, prose e 1st "0, proteccién de de parte de nsidero que tal preocupacién eg ex, es erones dadas se enmarcan en Ja condleton deserter, Porque gen una sociedad democritica” (art, 15, 16, 22, 32.2 ‘aoe necesa- fin ricana sobre Derechos Humanos). Y en segundo lu le la Convencién jgciones deben ser aplicadas conforme k gar, porque dichas we interés general y con el propésito para acu a por razo- fat.30de la Convencién Americana), Sido establecidos. As{ lo ha expresado la Corte Interamericana de Derechos Humanos: «gsosconceptos, en cuanto se invoquen como fundamento. delimitacionesa Jjosderechos humanos, deben ser; objeto de una interpretacién estrictamen- tecefiida a las “Justas exigencias” de “una sociedad democratica” que tenga encuenta el equilibrio entre los distintos intereses en juego y la necesidad depreservar el objeto y fin de la Convencién” (Opinién Consultiva Ne5 del 13-11-1985, parr. 67). Y por otra parte ha sostenido que: “En consecuencia, iasleyesa las que se refiere el articulo 30 son actos normativos enderezados albien comtin, emanados del Poder Legislativo democraticamente elegido ypromulgados por el Poder Ejecutivo... Sdlola ley formal, entendida como lo ha hecho la Corte, tiene aptitud para restringir el goce 0 ejercicio ay los derechos reconocidos por la Convencién’ (Opinién eae ns el 09-05-1986, parr. 35). Sumamos a ello, lo ya expresado, al are br an : Pro-Homine y el principio de Progresividad, en eae Ms iy! ma ra eee larelacion entre Derechos Humanos y Ce aes cue as hemos abordado el tema “democracia 0 ne Toe citer, l0 criterios expuestos por James Petras, por centrarse alll, medular de este problema. . a determinados En lo que respecta a la jerarquizacion conser seondiciones instrumentos internacionales de Derecnos oo he sostenido ee de su vi sar que, con! i sma significa qu doctrine Gaghée Bidar Campos-Quiogs avi oat del tratado de de | - nte acla- 7 ta, conjuntame interpretativasy 4 me i eis Jasreservas, cli ent de'su ratifica- Taciones formuledas ee el Gobierno a Nacional al momento i . a or el CO! 4usulas interpre- a = or pueden S a ie ello las reservas Cl tobacién previa. Son JAN CARLOS Wiasic u) we momento de ratificar lac, jobierno 2 Convencién sobre lo, : tativas formuladas por elGi a " 1 yl os Humanos Y jemos hecho y aremog ‘Americana sobre eee elas cuales mak fo, por ejem| tae referencias cespecificas. indoctina Gell, aur a Joha receptado j6n ha sefialado que elig Por otra pare, ¥ at Vustla dela Nae jonalesjerarquizados, "ey dela Corte Suprema instramentosinernacion los organos ince ee ‘ame ey términos en gue cular de la Convencién Amer Meee yeontral En el caso Te au interpretacién y ap}j, ean, le ap! relacion eee aaa Human Derechos Humanos, en su calidad de tape Ja Corte Interamer! 10 (“Caso Giroldi Horacio p, 0 Inuermneseet SE para 0 9), ycon relacién ale Opinién de 04-1995, Considerando a ese Humanos, ; no para i a Comisién interaeee Sma ajo Hernan ]J., 120 . 26, cn pretacién de sus Eee yori, DI 1997-2-194). Re =P ect ea ls Com rando Ne 8, ral ité de DESC, voto del Dr. Maqui ‘een Sanches ” cone ated .s s/ Reajustes varios”, ya citado. J de la incorporac del Carmen vs, svameecia del derecho internacional de log derechos eee CsIN, “Aquino”, 21-09-2004, Voto Dres. Zaffaroni-Petracch, Considerando 10 y concs. Ya hemos sefialado que, sobre la base de dichas pautas Consideray pertinente, a los fines de ser gufa interpretativa de otros tratados de dere. chos humanos jerarquizados, se. deben tener en cuenta los criterios elabora. dos por los Comités respectivos, (Remitimos a lo desarrollado en Méduloy, sobre Principios de los Derechos Humanos). Que en forma concomitante con lo anterior cabe recordar aqui que, en referencia con la operatividad de las clausulas de los tratados sobre dere. choshumanos, hemos desarrollado nuestro criterio de quela mismanosélo estd vinculada con aquellos que consagran derechos civiles 'y politicos, sino también, con aquellos cuyo contenido refiere a los derechos econémicos, Sociales y culturales, conforme la interpretacién imperante en el derecho internacional, y que tal Principi © €s Por ende de caracter general. (Remisién Médulo II, Principio de Operatividad), . _ Finalmente, la tercera Cla a los mecanismos legi de otros tratados de DJ Come F < qr ; aprobacién legislativa desu ees desjerarquizacién, a través A tales fines se exigen el . a lembrosdecada Gat matvo de las dos terceras partes de! Asurelacién con la Parte 5 - timos alo ya expresado, dogmatica del texto Constitucional nos rem 1, AMBITO NORMATIVO, WTRODUCCIO, NPR E INCIPIOs smo alguna posicién doct, Senet Asiio estar expresamente content (Cotautey a7 Se pean modificacton o reforma yet ra volve e ecto creo que h; Ta este res ay que con, stl eth sey 1 1 eet hay ane ne Internacional en tratdo de (oe Gnd cane Ste hc ann S: 8 de ny Indic; be rao en geste pears riginal o texto Madre, ei ee aso , Ja previa apr »Y Que por ende, eo ety ratificacién por el aProbacién del C exige, me el mecanismo dispuesto por el prov ente, podra ser jerarquizado constituctonsine ee facultath aati congreso Nacional. Es decir que, la aprobecye por aide un protocolo de reforma o a e : 7" mpliacié: om auromaticamente obligacién alg Malte na al Est; sees parte en 61, cumpliendo los r a 0 tema 2 ¥8 Jerarqui vo, y fi- Por una nueva ley, n el Ambito interna. itado original, re a hasta tanto no rests " ra igemplo de ello es la ley 24.658 que apr s Constitucionales naci ‘onales. ‘ob6 el Prot ick Fe Derechos Humanos en Materia de Der Scolo Adicionalala CADH ze 7 ‘echos Econémict gulturales, que carece de jerarquta constitucional). hacen La segunda cuestién esta vinculada a las condiciones de su vigencia. como ya vimos ésta incluye las reservas, declaraciones interpretativas y manifestaciones efectuadas Por el gobierno nacional al momento de Pro- ceder a su ratificacién internacional. Estas Teservas, si bien no pueden ser ampliadas con posterioridad a la tatificacién, si pueden ser retiradas en el futuro. En general, los organismos internacionales de aplicacién y control instan a los Estados Parte a hacerlo. Ello genera diversos tépicos a tratar: por una parte, si tales reservas estan incluidas en la ley de aprobacién del tratado, entiendo que su retiro por parte del Poder Ejecutivo debe contar con la previa autorizacién del Congreso Nacional, por una ley de cardcter general, ya que Jas reservas aparecerfan como una condicién impuesta ae ginalmente por este cuerpo para ello. En cambio, sino es asi, podria hacer! lo directamente el Poder Ejecutivo, en uso de las atribuciones concedidas por elart.99 inc. 11 dela C.N. ' ' sreservas for- Otro aspecto es, producido el retiro de alguna es bane bee ae muladas al momento de la ratificacion inicial et Caaaaean Nacional, ello mento de su jerarquizacién constitucional por © laa Ente do que no. Ya requerirfa un nuevo acto legislativo de ie eee Tas condiciones de que no se ha modificado el tratado, sino que Lae Toncisi ‘ones de su vigencia suvigencia, por ello, dicha variacion modifica eo ‘yconforme los apartir del retiro de las reservas en el ae a procedimientos convencionalmente estal seutanadmisbles en reservas i i Por tiltimo, teniendo en cuenta que a elobjetoy fin del tratado (Opi- lamedida en que no sean incompat! UAN CARLOS WLASIC 198 Corte IDE nién Consuitiva Ne 2 del 2 09 02 Pal asf lo declaré, restate tea, gue un érganojursdleclona) nr egerva quedard excluye oleh, dez, ante lo cual, entiendo quer ‘ondicion de vigencia de} ism!" a Seguir siendo considerada como © El principio de igualdad ante Ia ley Histéricamente, el prinetpo de eon le Revol - ‘deas liberales europeas, y Print Deberes del Hombre ; dette i 1789 y la Declaracién de los Derec Rese e in no. ¥ podemos hallar diseminados sus ani BO det pt to de Constitucién trio, que va desde el Proyect ! t cea Besignada en 1812, hastael proyecto es Constitucién ela Poy por Juan B. Alberdi, conforme lo describe en detalle Helio Juan Zang lisis, pags. 98/101). El principio de igualdad ante la leyse beaten ee Nelan de la Constitucién Nacional, y ha sido interpretado porla CS)N en gs" que sigue: “La igualdad a que alude la Constitucién nacional imp, ae obligacién de tratar de un modo igual a los iguales en iguales cireunsat cias, pero no impide que la legislacién contemple de manera distinta : ciones que considera diferentes, con tal de que el criterio de distineign i sea arbitrario o responda aun propésito de hostilidad a personas. grype Pi Personas determinados 0 no obedezca a propésitos de injusta Persecug; © indebido beneficio, sino en una causa objetiva para discriminar g ue se trate desigualmente a personas que estan en circunstancias de hecho esen, cialmente equivalents’. (Fallos 229-428; 229-765 - LL 1991-B, 679), (Cqjat ti). (En términos similares, voto separado Juez Piza, parr, 10, Opinién Con. sultiva Ne 4, del 19-01-1984, Corte IDH). En definitiva, el principio de igualdad se asienta fundamentalmente en Ja razonabilidad de las circunstancias de hecho que dan pie a determinady tratamiento legislativo, y como consecuencia de ello, Justifican la exclusién de otros, considerados razonablemente en circunstancia de hecho, distin. tas. (Como justificacién objetiva y razonable, en la Jurisprudencia dela Cor- te IDH, Opini6n Consultiva Ne 4 cit, parr. 56). Por ello se ha afirmado que esta igualdad no representa consagrar el igualitarismo, es decir, que todos, sin distinci6n, sean tratados de igual forma por la ley. Si bien ya Bidart Campos advertfa, antes de la reforma de 1994, quel: tealizacién de este principio exige “a) Que el estado remueva los obstdcu- Jos de tipo social, cultural, politico y econémico que limitan ‘de hecho’ la libertad y la igualdad de todos los hombres, b) que mediante esa remocién exista un orden social y econémico justo, y se igualen las posibilidades 6 todos los hombres para el desarrollo integral de su personalidad y ¢) Que? consecuencia de ello, se promueva el acceso efectivo al goce de los derechos personales por parte de todos los hombres y sectores sociales” (el destacal? en el original) (Tratado Elemental, T. 1, pag. 258). Alo que el referido autor RMATIVO. II PRINCIPI BALE} NTRODUCCION. PRINCIPIOS ss Gene! aati ar tsa pasens ag idad Juridica, superad 1% a gua ior dela |] y oi certo cs que, 8 artrde a eee nda “qualdad antela ley” i 5caneee'ee la ley del art. 16. grado partir delacomplementariedad de (ea ante eM nel art. 75 pre lpeh omeee omplemantariedsd de itt gest ede dicho mom mc. 23, per pérrato, Por ene con ioc gn ol nto, Insoslayablement ‘or ende conside- asic? i ‘6 formaen eerie debe aera tee oa oo ZS aa saa , le ta, jo de ello, y desde una per got ig Mo de ra Berepectivahistérica de a aplicacion nanos & recordar ‘aqui lo resuelto por ots sure 8 los onthe allos 154° hi «La ciimindatia per is desde re i Lanteri de jem n0 conjunto de atributos, derechos y deberes, ald a ne apis unsanctioned leapt fad Sc i del mismo orden, etc, 7 om yaad de situacion se establece por razdn del ee tacat 7 fens) con cera favor el derecho a enrol y ere l dee: a lemente "0 t por Gonzalez Calderén (Curso, a mando que el ciudadano no es el elector. Y mucho ea enér- r Rodolfo Rivarola (Diccionario Manual de Instruccién Civi- . “La fuente de toda autoridad del régimen representativo de la ‘ufragio masculino, el de los ciudadanos varones... La ‘a su vez, por fuente inmediata la del enrolamiento 10 politico deferido a los ‘Antokoletz Daniel, Tra- ninguna objeci6n e elecciones tiene, ella una razén més en pro del vot piltat. ABE xclusiGn de las mujeres" (En contra: 3; “Al sufragio femenino no puede oponerse itucional”). advertirse el principio de igualdad ante la ley permitia exclusiones, como las vinculadas al ejercicio de los derechos politicos, to- mando como circunstancia de hecho razonable, el sexo, p. ej-O permitié a jaCorte Suprema de los Estados ‘Unidos constitucionalizar Ja segregacion racial, sintetizado elloenla conocida frase: “Jguales pero diferentes”. En dichos antecedentes podemos encontrar alguna de las razones que rrollo del principio de no discriminaci6n. ado, 7-H deorden consti Como puede dieron origen al desa! Hprincipio de no discriminacién De los antecedentes expuestos previamente surge con claridad me- fiiana que distinciones como el S°x0, Jas incapacidades fisicas, © Ja raza, porejemplo, eran utilizadas como circunstancias de hecho razonables que justificaban tratamientos ‘versos. como igualmente, que ta- ‘es circunstancias, en definitiva, responden mas profundamente a razones éecaricter cultural social 0 politico, 6 oe ae nsidero qui al, socia, © io discriminac a, P “palmente, ve el principle nacional consciente de estas razones tiltimas WAN CARLOS WLASIC 200 por ello que he optado Ps 8U desarroy, y de au importance! dlente. nciplo de no discriminacig, tt a 8Pax, tituctonal et Pree scedencia de la accion de y’P8tecy ‘6 nlvel conte enirroat on" yenelart. 75 inc, 19, cePero id elart.43 Trecuslquier forma de ciscriminuclon yon pase dele eager tra cualq de organi: ‘d ibil én tay i guatdad de oportunioadce Y Postbldady qy ua te Jos inst fern, " . arte, en aera is ii ate ge halteanoe deft iclones vinculadas con es i sesviecta ala ‘ontie, . comin, pero que a su vez resutan dlvereae renP® censuradasn**2cigt te pifetta do las clrcunstancias de ech a oy deal eet Soa et Iepictn d prnc e seinceetama ‘om Dor cat éste| | eeeere oe eeuitacionalmente interpretado, sin el Cortelaty st no discriminacién, 1 bicar aquellas cuya en, definiciones podemos ul Y . ena como la Declaracién Americana sobre log Deretifn fiere a la raza, el sexo, el iq, eres del Ciudadano (art. 2) que re alia sede. Dives de vardcterintermeaio, como el de la Convencién Ameticgt! sobre Derechos Humanos (art. 1.1) que hace ae alaraza, | Colo 4 sexo, el idioma, la religién, las opiniones politicas o de cualquier otra ing el origen nacional o social, la posicién econémica 0 el nacimiento, Final, mente, tenemos aquellas que lo hacen con un criterio extensivo, eqn hk Convencién de los Derechos del Nifio (art. 2) que incluye los impediment fisicos, y hace también referencia a sus padres 0 sus representantes legales, Finalmente, dentro de los Tratados Jerarquizados encontramos dos gy refieren especificamente al tema de la discriminacién que son la Conven. cién para la Eliminacién de toda forma de discriminacién Tacial y la Con, vencién para la Eliminacién de toda forma de discriminacién contra Jamu. jer, es decir, que abordan mas ampliamente estas dos formas de @jercicio de la discriminacién. Ambas Convenciones permiten ingresar mas specifica. mente en la comprensi6n extensiva de tal prohibicién. Asf se refiere a“toda distincién, exclusién, restriccién o preferencia... que tenga por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce 0 ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales, en las es- feras politica, econémica, social, cultural, y civil (esta ultima referida enla Convencién de Discriminacién contra la Mujer) o en cualquier otra esfera’. (Idem anterior) (La Convencién sobre discriminacién Racial la restringe ala esfera “de la vida publica”) (art. 1.1 Convencion para la Eliminacién de toda forma de discriminacién Racial y art. 1 de la Convencién para la Elimine- cién de Toda forma de discriminacién contra la Mujer). (Gil Dominguez). la queal referir al deben asegurar “! an 6 Frente a tal diversidad de definiciones entendemos que, por aplicaciéa del Principio de Progresividad y Pro-Homine (Médulo II) corresponde adoptar aquella que mas ampliamente Protege la vigencia efectiva de los NORMATIVO. INTRODUCCION, ic u spmanos ode, est POS GENERALS 201 que de Con mayor extensién: ex- te circunstancias PFS i ferente: que mas lei at ino dil fs ampliamer itimantes. a endefinitiva, nte enus del tratamiento He yer Protege al ser ae eners BeOS y efectos no de- er" no de a aesentigo me Pere sefalar por, la discriminacién. am teal i Eo a 0FT0s Incapaces civiles conn S210 con relacion: weep igual mod, sibienladefinicioe dese nen tral por ek Los ” eciminatorio provienen de Soe ear eet ae : a atc forma de discriminacién especificas, entiendo, sac sn alas eircunstancias de hecho Gaean anes Finalmente, y Seeman nema meee et 0 et inada forma de diser je un tratado espe- aot idarademss, que este princi Tae particu yen’ ano también a derechos fectihee nrc eee ee onal de eae cos, sociales y culturales (art. 2. 3 et Sea ties se sctatnaetoatooman cag neat Ita restrit fe cnet ae een en la Constitucién 0 oats ¥, debe feet por ap! icacién’ de los principios antes citad a de I ey interpretativa contenida, p. ej, en el art. 29.b de la CADH. aie porsiltimo, cabe senalar que la enumeracién expresa de las ch sda excluidas es enunciativa, y no taxativa, ya que, en. cael a pe : a “cui quier otra condicién social” lo que deja abierto a la jon de otras circunstancias posibles de ser tenidas por discrimi- consideracs sarorias- a que ha generado alguna preocupacién doctrinaria (Colautti- tro tem Sagi Gelli) es el vinculado con las acciones positivas, que consagra el qn 3venparticular respectoal ejercicio de los derechos politicos, y el art. 75 ine. 23, en. relacién con los nifios, las mujeres, con discapacidad, es decir, con aquellos que se reconoce, | grupos) vulnerables. Jos ancianos y las personas en general, como En primer lugar, considero pertinente distinguir discriminacién y 8c~ cones positivas, y NO hablar de discriminacién positiva o inversa. Billo, pordiversas razones: nacidn, histéricamente sevin- profundamente draméaticas, contenido negativo y que entiendo, no podemos de discrimina le- tanzas ala’ Inicialmente, porque el término discrimi ‘ula con situaciones gravemente negativas Y qwele dan claramente un sslayar. Cuando hablamos' tee de referenciar las ma! negros o los judios por su cont "is guerras que, al menos €n f9FrT ere Ja a ne dems esin- Rigiosas, si mina sihablamos de la di elambito internacional, SU origen ‘ayable comprender que, al menosen CARLOS WLASIC Jacionado con tales h, mente Fel 7 mientos diferentes. JUAN, 202 entra (ntimn rrollo se encus ata y Jes tr Dy trata de ov que hey que SE ee ee 7 jer 8 ing ca on A cana aa discriminator! eterminado ‘cambio, tiene, en general, una fe . de ridad o el goce de itiva, en fe sein pos iaridad 0 goce efectivg q que enumera, la aeciG” Tjian la titulario a clarided dlscriae? at puesta, a de Incl inite distinBulr Con stento constitu "lent nado derecho. a 7 que ademas adqulet M ve situaciones coral se accion positive. Ke destinadas # OPETS” i que éstas ‘ seria medida en que ¢rrvida social, y er 18 Mea oe valmente ncuten. pe rias vigentes enzonabilidad podr4 a einaacién discriminae” 0 . otra parte su frente entre art consldercelén tor on alos ene endos, pore legislador, para ei.° Men pretende abo! ”— te también se ha sefialado (Sagiés. Gelli Ue 1a acti, Por ae aa Jareforma constitucional el eae 7 dudosa com _ positivas Teoncepto de igualdad ante la ley. specto me Permit, era dere ai enel sentido de que, el compromiso de la Argen;, an sefalarmi cer no discriminaciOn se remonta a 1948, fecha de apy, ne ee os Derechos y Deberes del Hom i i )bre. ién de la Declaracién Americana s : yla Declaracion Universal de Derechos Humanos, en la OFA y la ONY, 1, que dicho principio aparece jy et FS nh Ee rea sobre Denne Humenos ae’ oe incade porel paisen 1984 y mds espectficamente, en la Convenay ee la Eliminacién de Toda Forma de Discriminacién contra la Mujer, ra. tificada en 1985, la que expresamente hace referencia al compromiso cq Estado de: “d) Abstenerse de incurrir en todo actoo Practica de discriming. cién contra la mujer y velar porque las autoridades e instituciones publicas acttien de conformidad con estas obligaciones. e) Tomar todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminaci6n contra la mujer practicada por cualesquiera personas, organizaciones o empresas” (lo que claramente ha. bilita las acciones positivas). Ello evidentemente le permite a Bidart Campos elaborar el concepto de Igualdad Juridica al que ya he hecho referencia. Que lano discriminaci6n no se opone ni vulnera el principio de igualdad antela Jey, sino que lo complementa, conforme lo he expuesto antes (lo confirmae art. 24 de la CADH). Finalmente, estando las acciones positivas destinadas a operar sobre situaciones discriminatorias, no hacen mas que afianzar el principio de igualdad ante la ley sin discriminaciones que reg{a en nuestro derecho interno atin antes de la reforma constitucional de 1994. (Confirma ello ademas la ley 23,592). y desa ende, nose Luego, pora También considero que, tanto la previsién constitucional del att. 37 como ladel art. 75 inc. 23, reflejan razonablemente situaciones objetivas dé discriminacién que ameritan la viabilidad de las acciones positivas que he bilitan. Recordar que més de la mitad de los pobres de la argentina son ios; que los mayores de cincuenta afios dificilmente pueden reincorporars al mercado laboral y que en muchos Ambitos puiblicos (como el sistema bo* / ja universidad) ge SRINCIpy jul '1Os ee jn importante Mime de Generates as sociales incl {atte dades dient S8Y Ade edad on capac! iferentes ther 8248 proer’® 1e 70 Para #8 Or neta de CentrOs de formec™®® Bering “ON socal fy, rer dura una culture elOM edueagier°bemas ‘al; que las per. eal i sido pot el trabajo conch, qu rao Profesionay set“i6n la- {og diversas Por mAs de of ements de onen Patten ay ntecudog ot prsadO- 8: creo que danones de muj i! 826) jeres de # afirmado (Gelli), por otra M suficiente alo se | efecto invers arte, que erat &! 0 al buse; tales a gen eres que se pretenden combatin 2, es decir, fern Positivas pue- on a desde dos perspectivas, Por rae er los gee rladiscriminacién, en cw 0, la obi icat YO coy Baclér ot metrategias legislativas validag ser las aceien™ & i08 sibles, pero no el tinico, conforme s@' oriptas pertenecientes a la Convene) on de Discriminaci6n contra la Mujer, y fol conjunto- Por otra parte, los cambios cules a a discriminacién, telacionan dialécticamer les ipierno con Ja de organizaciones soci _ ; fe la accion ei ‘iales espectfica del giscximinatorio de determinadas cond que hacen conscientes el carde- gnel sentido antes sefialado podemos referirn i iy 94,515, del Instituto Nacional contra la Disctimincsien Ieee ; lRacismo, que tiene como funcién recibir consultas y denuncias de ie, nese consideren victimas de actos discriminatorios y la elaboracién ce po- iticas nacionales y medidas concretas para combatir la discriminacién, la xenofobia y el racismo, impulsando y llevando a cabo acciones con tal fin (Colautti). Un criterio jurisprudencial concordante, en Mneas generales, con lo hasta aqui expresado, lo encontramos en el fallo dela CSJN, “Milone Juan A. «| Asociart SA ART”, de fecha 26-10-2004, Considerando 6°, Ultimo parrafo, voto de la mayorfa (DJ 2004-3-733), en el cual confirma el cardcter de “gru- postradicionalmente postergados” a los enumerados en elart. 75 inc, 23, y onde hace efectivo el principio de progresividad en materia de Derechos Econémicos, Sociales y Culturales, en el sentido de “una mejora continua de las condiciones existentes” y vincula los derechos consagrados en el art. 14 tis de la C.N. con las disposiciones del art. 75 inc. 23, en el caso de perso, tas con discapacidad. (La Corte declarala inconstitucionalidad del origins a 14.2.b dela ley 24.557). _laCorte Suprema de Justicia de la Nacién abordé el a ec ‘inacién en los autos “Comunidad Homosexual Argentina” ( " WAN CARLOS WLASIC N se denegé el ae eee kd ta Pe cra rectcin ad eT 19d-E, 679; Sagliés, 11-458, potas trinarlas diversas (Marienho!f, = vié, 72), : que la negacis, se fundan en: que ‘Bacion, e | widen ncnin eam eet, ra luridlea no ne de entldad que se ieee cre Talat lo ant arena de qualdad ante la ley al estat tricclén arbitra” lat ety prinetplo de igualda or no eonuttul una rst n arbitrary ‘mit einstein? enon! enero ore ane ee oc ia Dea fundamentales peconee at cad i canal Ie auvenca col lenpubliooexigido por el art. 80 Ci Los criterios de a minoria se fundan: Bn Ghee ala Protecy, las minorfas, que se induce de lo es ersonas aie a 9 de la ct en la legitimidad a organizarse de ee] a cane eden res afectadas en su dgnidad, lo que merece protecci comportamign Uradi! criminaci6n fundada en la divers! tifieable por remision eeu ent les resulta inequitativa al ser sdlo just den juridion apan ferencias de la mayorfa; que nuestro orden j 20 2a forge on a de discriminacién en razén de las ideas, preferencias, ident; tendencias uorientaciones en materia sexual, siempre que las Préctican gs se sigan no afecten derechos de otros. 204 ha reabierto con el fallo de la Camara Nacional ci, atte ants enlos autos “Asociaciin Argentina de Swingers" (, cién que promueve y fomenta el intercambio de Parejas) Guplements Derecho Constitucional, 25-08-2003, pag. 30. Con Opiniones divergentes f vorables al fallo: Bidart Campos y desfavorables al mismo: Gil Domingue,. Marcela Basterra). Los fundamentos son: El objeto de la asociacién transgrede log Prin. cipios bdsicos de la institucién matrimonial y del orden Publico familiar, violenta la imperatividad de la disposicién legal que consagra el deber de fidelidad en el matrimonio; su objeto no puede incluirse dentro dela nocién de bien comin que exige el art, 33 del Cédigo Civil y contradice la protec ci6n integral de la familia consagrada Por el art, 14 bis de la C.Nsy vulnera el derecho de asociacién consagrado en el art, 14 dela C.N. enla medida en que éste Puede satisfacerse Por otras figuras que no requierende autorizacién estatal, Miprimera aproximacién ala Cuestion es sefialando que, si bien serefe- ren osfallos principalmente al derecho de asociacién, lo que esta realmente en discusién es la relacién Heterosexualidad-Homosexualidad (enel primer caso) y la relacién Fidelidad y Orden jas (en el Segundo). Y como conseci titucionalmente Consagrado. De allf discriminacién en taz6n del sexo, CION, Pay INCI yy sala A, encubre og n oxeon Jaramente clvotegenender ENERALES 205 GO de est actitud y aborda. elie ninoriadeta oe ola gira partes como bien lo senal ue generan ' nd0Cre 0 formula Gisetiminacién debe W908 ong articular abordan el ones ‘wen ser analizadas en lost ae atios anteriores: 'Y ademés, cone conform aa Conatituctonal- é nace ser lo que somos, mae sehala el aaa lo expresamos 7 Itade ser di jo autor: “ ee race tena lundoy promowido an ae e200 giana”. Y es justamente cee Pluratige go negarlo. Un mod i800". del principio d , la existencta di e las identidades su sees Oh el are neadewalt scriminacion: Ce pirated de ident nico § n al autoritari . Las visiones desdi a oss? ada diversidi ismo y te: jesde el dis- prob lad, sea ésta sexual, Hsetiat pee frente ; a, de opiniones CSN, “elt Gall wecoloca ena i fondo. Dominguez yon , col ica joo de estas titimas afirmaci pa torneo Civil que ha incorporado el Fe destacar la reciente refor- ey 26.618). Ello se debe Paarieaiaamesa ee matrimonio igua- wera sme be eilnecila casa cutee Clabindee see ei ae Zp uhornosexuales reafirmando at su cardcterno di parejas hete- woes, a ‘entender, resultaba discriminacién por mescmacion sexta Me sion de Jegalidad que suftian las parejas Decca ae quola propuesta de distincién en la denominacién entre Crs (para squellos que odrian celebrase conforme el culto catélico, los que ecluian ales parejas homosexuales atento la oposicién férrea de la iglesia) y unién civil (par Jas uniones celebradas conforme la ley civil) ae vente respo- més alld de la superficie argumentativa, en el pro- ja, ultima instancia, gsito de distinguir la denominacién conforme la orientacién sexual de los contrayentes- la’ reglamentacion de los derechos una intima relacién entre el art. y4delaC.N. que Jo es conforme alasleyes establece que el goce de los derechos consagrados que reglamentan su ejercicio, y el art. 28 que tales leyes reglamentarias no podran alterar los derechos reconocidos. La primera conclusién de ello, ya clasica, es que los derechos reconoci- dos no son absolutos, sino que pueden set objeto de reglamentacion 1270" nable También cabe senalar aqui que la ley, no slo puede estar ee o estringir razonablemente Jos derechos, sino también @ desarrol 7 los y i pandirlos (Quiroga Lavié). No resulta ocioso recordar, al respecto, : eel ‘opor la Corte IDH en Opini6n Consultiva N° 6, 09-05-1986, Part “>” Aeste respecto existe 206 & chos debe provenir tin, dsicamente elegido, en eje I jccln de 108 . te sentido de que la restr democ! el Poder Ejecys; in gta, jadas por Utivg od una ley del Modes Lege promulAt ido formal, sin que ello n° Veal facultaden constuction sentido Torre constitucionain® ne fl bien comin, es decir nt iva, 1 debido proceso a "*hte dolegacion IB yalidad ode! O adjeyi, hay cet Ce i eal principio de le ven particular el tema de log ect Ogt 0 ee . ma a para separado veyuctonallzados a partir dela reforme at de Ia elaboraci6n docs : Mad tiene ha sefialado (Gelli) egy Jury, ote no alteracidn, tanto de lag Declarge! t(as establecidas en la Constitucign | Poder Ejecutivo y al Poder Judicja, te constitucionalmente discriny, "ey uustantivo. Mia Necesidad y Urgencla, con KI principio de razonabl prudenclal delart. 20, el que, Se operativo, y establece un eal como de los Derechos y las Gara obliga tanto al Poder Legislat oe ejerciclo de sus atribuciones propio Oo También se lo denomina debido Pp! jlidad han sido desarrolladas, Principay Las pautas de razonabier vinculadas con la interpretacign dele por la jurisprudencia dela CSJN, v1 Aas vane no alterar contenido en el referido art. 28. fe ; ido reiteradamente ho respecto, por ejemplo, ha sosten! - — vineuladas con la oportunidad, te 7 eficacig ae normases ajena al control judicial, y su evaluaci mn oplade spacer Iticos del Estado. Aunque, como bien sefiala Sagiiés ( rE 708) aan do la misi6n del Poder Judicial estriba en averiguar “si la ley Feglamentay, de un derecho constitucional est dentro de las posibilidades de regulac; que le brinda la Constitucién al Congreso... cabe advertir que para Kin minar si una norma es razonable o no, el juez debe investigar, en ae medida, algo sobre su conveniencia, ventajas, eficacia y acierto”, Asimismo ha afirmado, como regla general, que los actos de Bobierny disfrutan de una fuerte presuncién de constitucionalidad, y por ende, dera. zonabilidad, ello implica que “prima facie” debe estarse a favor desu aplica. bilidad. Criterio este que se ha seguido generalmente porla jurisprudencia, al momento de resolver medidas cautelares que impliquen ‘suspender los efectos de tales actos, aplicando criterios de cardcter restrictivo a su proce: dencia. Podemos enunciar con cardcter general, que la pauta de razonabilidad, consiste en la proporcionalidad entre medios y fines de la. Jey. Aunque tam- bién la CSJN, en el mismo fallo (‘Inchauspe Hnos”, Fallos 199-483) en el que enuncia este criterio, también refiere a otro, a la exigencia de una relacién de causalidad entre el medio elegido y el fin Perseguido por la ley. Como bien sehala Gelli (226/227), el primero Constituye un standard més estricto de razonabilidad (la relacién debe ser de Proporcionalidad) y el segundo, ms laxo (basta que entre medios y fines exista algtin tipo de relacién). la fee poe Y ventajas para el interés general y los perjuicios sobre ‘$0 valores en conflicto, La Telacién de causalidad, en cambio, ce ee bién se comp jon tam! Plejiza si, # yest norma legal, se Incorpora, in fines de evaluar a razonat jeune Rerivos ("Cine Callao’, sia dela factibilidedde ortos ! dela factibitid: : iad de otros wos alterecientemente, criterio ex 21. Diside: ae Wiese ncla Dr. Boffi Bo- Ha) Mnidad del decreto de descuenta del gq sare compos analizar & 00tres mayores de $500. i a 0 ‘bre sueldos estatales y es grandes Iineas de ang) estas fF isis: Proy n Sancl®y podemos centrar las pautas gener aiefpiidads Porclonalidad-Causalidad Tales sobre el principio de jyicio de ello, también hay aut sae cl Sagtiés)es decir aasle as que Tefieren aunarazonabill- ildeit'p de razonabilidad exterce een una cuota basica de jus- cjaintti ser coherente con el pl Fee gee viel os dects, que la jon ebe Plexo de valor at was ordem, PAZ seguridad, poder, valores que tiene el ordenamiento pule’eradecir en forma notable, ee be quea ello ee re que las pautas de razonabilidad también ad- et in caracter! isticas particulares frente a las denominadas situaciones , ergencia, ¥ que ademas, como veremos un poco mis adelante, tam- ietanvariado,conforme as circunstancias de hecha ‘ todo ello, considero que, si bien pueden trazarse, a grandes I{neas, pscriterios © pautas de razonabilidad desarrollados y constitucionalmente dos, su operatividad, en el caso concreto, varia conforme una multipli- cidad de: factores y circunstancias que, hacen incierta su ponderacién, como saresolucion definitiva, en el mismo. nentaria del Congreso. No se trata, porlo tanto, de una funcién administra- tivaa cargo del Estado (Quiroga Lavié); aunque algunos autores discrepan dlsefialar que también corresponde a una funcién administrativa consis tente en aplicar las normas reglamentarias de los derechos personales, en. ios casos concretos (Sagiiés). Por tiltimo, algunos autores han criticado la denominacién por innecesaria (Gelli). Nosotros adoptaremos aqui el crite- tio de referencia mds especffico, es decir, como facultad reglamentaria de os derechos consagrados por la Constitucién Nacional a cargo del Congre- soNacional. El poder de policfa. Se denomina Poder de Policfa a la facultad regla- En materia de poder de policia podemos individualizar dos criterios: EL restringido o continental: que funda el poder reglamentario legislativo en. tazones de orden, salud, moralidad, y seguridad y salubridad publicas. Se corresponde con las ideas liberales clasicas, de intervencién minima del Estado, en especial, en el desarrollo de la vida econémica del pafs (CSN, ‘Hilleret’, Fallos 98-51). Y el criterio extensivo o americano: que justifica la glamentacién legislativa realizada en defensa del interés publico, el bien Mos 172-21 e “Inchauspe Hnos", te desarrolla al amparov " ta, ; idea del Estado nena ene que se ha impuesto, va mini Estado de Blenestar. Este mt UAN CARLOS WLASIC 208 *prcolano’, Fallos 13. (CIN, "Erco ‘Ay [blico o el blenestar general (CPT a9 403), Este se caren ® len lidad. Ces, ha evolucionado hasta la actua ; nora Dicho ultimo criterio se ones ae Mus ee face es, con n a, ternacionales quem, Porta srirneste generat contenida enelart. 32.2 i 7 Convenci ee rca ae Dereches Humanos refiere, con Sa sie Lmitaciong fe Siar a “las justas exigencias del bien comin, Ae Sociedad Ee Sa srétee, (Nos remitimos en lo demés alo ya aaa ordar el ~— las restielones admiidas en los tratados erarq . : La reglamentacién de los derechos frente a la emergencia la situacion que ge, definir la emergencia como aque! Beneray, eaivae eager y gravedad extraordinarios, ya sea ésta Politica, soci y/o econémica, y que obligan a poner en ejercicio aquellos poderes eserya, dos para proteger los intereses vitales de la sociedad. Si bien, en dicho contexto, se ha afirmado que problemas extraording. tios exigen de soluciones excepcionales, Jas mismas deben enmarcarse el respeto de la Constitucién, y en especial, de los derechos en ella cons, &rados. Pero, conforme lo ha sostenido la CSJN “el interés Particular, aun. que puede verse perturbado por medidas de emergencia, debe ceder. ante | general, ante una situacién de grave necesidad” (Fallos 269-416). Esto. Tepre. senta en la préctica, una potestad restrictiva mds enérgica de los dereg y fines perseguidos Por el legislador. Parte de la doctrina habla de una dis. Pensa de la Constitucién (Sagiiés). Asiha expresado la CSJN: “...1a imperiosa necesidad de afrontar sus consecuencias justifica una interpretacién més amplia de las facultades atribuidas Constitucionalmente al legislador,.. de modo tal que, ante acontecimientos extraordinarios, el ejercicio del poder de policia atribuido Constitucionalmente al Congreso permita satisfacer as necesidades de una comunidad hondamente perturbada, y que, en caso de no ser atendida, comprometerian la paz social y el interés general, cuya Custodia constituye uno de los fines esenciales del Estado Moderno”. (Voto Dr. Belluscio, “Videla Cuello’, Fallos 313-1638, Considerando 8%, Voto Dres. Belluscio-Maqueda; “Bustos, Alberto Roque y otros”, DJ 2004-3-706, Consi- derando 8°). ¥ por otra parte, el Dictamen del Procurador General, quela Corte hace propio, expresa: “La necesidad de atender a Jas circunstancias existentes al momento de emitir ¢l pronunciamiento no permite concluir que haya sido ilegitima la regulacién emanada del Plexo normativo que s° Buston Dyan Oeo due aniquiléelderesneen te del ”(Cas0 Bustos, Dy 2004-3-703). (Se reiters «10 4 Propiedad de suo, Caso Galli, o, “ RINCIPI9g GENERALS 399 paces destacado me Pertenece), fe 005, pa Ho vad constitucional, ellimite regan? aue ohne 8: 937, Conside- oo ge 10s (art. 28 C.N,), en them, 7 entatig Pi Port, a tiempos de ps aniqullartento de os deygrye® (aye fate Constituce7acion po especto a las referenc| ol Itucional, pasa las c6, con T culadas con la emergen, 28 en | een de Sees ne hetHcon rnc cuner a Constitu- ie jian) UO S, Tefieren al p lo a fgek) ones dene Stado Gyelee unde coincidir con eo Benet (art oe x ce se . ‘me “SO MN.) Sagiiés). ¢ een de emergencia del art», e “ le = Autores seftalados Hi que ys constitucional, mientra; q asudeclaracién, y con reg ca desert S que, en gl ipta claramente en ECHO a log dal Estado de Guerra sélo fe sehace una referencia genérieg aM ets de ni Pecifi, cla, ha incur, Ce Necesidad y urgen- é ; fa ‘ancias excepcionales” ass5? zones de necesidad y urgencia”, i ‘i 2 s'7 adice, en el ultimo de los casos, Mi, denotan una imprecision que ” ren que en tal sentiq: Bceaa racter de excepcién a 6 ni con las Consecuencias const ea Parrafo anterior del mismo 01 ie m0S més arriba. males que genera, conforme lo de : ‘Alos fines de habilitar el derecho de Smergencia, la CSJN ha estable- na diversidad de Tequisitos: Que medie una auténtica situacién de cia. Que la ley persiga la satistaccién det interé dios utilizados para la emergencia Sean propios. ronablemente. Y que la ley sancion; ‘ada se encuentre limitada en el: tiempo y el término fijado tenga relacién directa con la exigencia en razén de la al fue sancionada. (Voto Dr. Belluscio, “Videla Cuello”, Considerando 9°, {pio Dres. Belluscio-Maqueda, “Bustos, Alberto Roque y otros", Conside. rando 8°). dow Por su parte la situacién de emergenciaha dado: origen, desde el Congre- Nacional, al dictado de las llamadas leyes de emergencia, y desde el Po- terBjecutivo Nacional, el dictado de los llamados decr ‘etos de necesidad y urgencia. Estos uiltimos constitucionalizados en la reforma de 1994 (art. 99, inc. 3). Ha dicho la CSJN que el fundamento de las leyes de emengencia es 1a necesidad de remediar situaciones de gravedad que obligan a 7 ou pale dorden patrimonial, fijando plazos o concediendo ois c Sere dehacer posible el cumplimiento de obligaciones, atenuan: a n- Tegativa sobre el orden econémico e institucional y la sociedad en su cor junto (Fallos 136-161). ido vigencia, son las De aquellas leyes de emergencia que mas ie ee sutomée “inculadas con la emergencia habitacional, que a aeaicinaanaaaven ‘cade las relaciones locativas vigentes al momen cimiento, en las mi perlédicamente. dos decretos por razon, denomina tituyente), en pret Por aad, reaper los denomina cope orton engin sidad y urgencia (confor ig doctr tucionales” ramen Ueto “eanwclO Pan), Otos les ne ea a . somo verdaderos “decretos-leyes ergencla en Cae ace aC ve i ae a Cn ag apoyo, fundando oder omeflcionando su ejercicio al pry; qe critica agriament pig sible resolver la emergencig 6 fr, cuando no €8 po! Se mergen ae Tae ee eshsttelonal normal (Sagtlés)y ovpernabilidad. sng del marco mnte, como un instrumento 5 Pe aad, Sendo ge més a Ta dlerra para cualquier pueblo, 10 4 erie suprema oD gulacion constitucional (Quiroga Lavié). lar que, conforme lo dispuesto en e a fal : ; Bn segundo lugar cabesefilar Ue COAT OE tes condiciont inc. 3 de la C.N,, tales decretos es ales” resultara “impogipj.» a) Que por “circunstancias excepeiona Te enariealdeiae igen r los trdmites ordinarios previstos p: . » La: eae Gel precepto, interpretado en sentido estricto, podemos afirmar, Que torna Ja atribucién en excepelonalisima Sen ae 7 imide fi Poder Ejecutivo Nacional recurrir al Congr 1a UO Bro to, ya sea porque estd en sesiones ordinarias y/o Porque puede Convocarig a sesiones extraordinarias o prorrogar las ordinarias “cuando un graveiy, terés de orden o de progreso lo requiera’ art. (99 inc. 9, proveniente de la Constitucién Histérica). Por otra parte, también el Congreso Nacional ha demostrado que, cuando quiere, puede resolver la aprobacién de una en sesiones continuas, en cuestién de dias o de horas, o sin debate, o sin dictamen de comisiones (sobre tablas) y muchas veces, a iniciativa del Po, der Ejecutivo. Por ende, dificilmente resulta “imposible” seguir los tramites ordinarios. (Entre el dictado del decreto 896/01 y su posterior derogacién y convalidacién por la ley 25.453, que disponfa el descuento del 13% sobre salarios de los empleados ptiblicos y las jubilaciones, medié menos de un mes). Por otra parte las “circunstancias excepcionales” a las que refiere texto constitucional son de dificil hallazgo. Por ejemplo, podra argiiirse, en una situacién de emergencia, el evitar el efecto negativo que la divulgacién ptiblica del debate podria eventualmente generar. Pero: yo me pregunto, por ejemplo, qué impedia debatirla Pesificacién dispuesta en el decreto 214/02, Silos fondos estaban “acorralados’, las deudas ya estaban contra{das y los contratos ya se habfan celebrado. Creo sinceramente que nada. Segure- mente, tan sdlo evitar el debate Publico y politico, Propio del sistema demo- critico. Por supuesto que, esta interpretacién estaieta del precepto no es!a que ha predominado en 1 a jurisprudencia de la CSJN sobre el tema, la qué en general, se ha centrado en analizar si, conforme su criterio, existe 00° la Sarat emergencia. (Conf. “Bustos Alberto Roque y otros”, Conside- tando XI del Dictamen del Procurador G, Jos vos de los Dres. Belluscio, ron ery gue hacen suyos os Maqueda, Zaffaroni y Highton de Nolasco), <4piTO NORMATIVO, IN: ee ae rang, ess _ 1 10S GEN orma exige razones de ERALES 211 yy anor gprudencia de la sy omen Y urge ory guna ocasién se ree de0s Ci Henle para su dictado 1) Ode la situacién de emer, * P™Ocedencia de dinhos i guseneio de validez tal situacig en Ye ia de dichos decretos F071) Io cierto es que, Suacién de emergencia (en comsiero b ae hacia su reconocimienton et’ referida fee Jorge’ potty alos més recientes “Caso o, desde el ‘Caso Perna’ fea ha ido stos” 0) $3 95, pg, 936) evaluando para ely, yo) Y “C280 Gall (208) (0) rs u repercusi6n intern; 0 86lo los ef piem § acional, coy fectos internos, sino to del Dr. Bo 1 Como surge, esto t , i del ers la ere en el “Caso Bustos" rca re panicles ges FY, definitivament le emergencia delos ahos 200% ane ed, sqdade or encia de fecha 27 Laon cna causa Grae eens PEN" edad por cada dl 27-12-2006 (D) 2007-54), esate coovertiDIX bes d6lar depositado de $1.40 mas elC eciendo una avs14% anual no capitalizables y estableciend ee unin- s montos retira- mo consecuencia del otorgamiento d i Si considerados como pagosacuenta, medidas cautelares deberfan emos ejemplificar el con wg pod a Ee suo neepto de Brave crisis o necesidad publica alu como “un proceso de desarticulacién de I nomia estatal, el que, adems y frente ala 8rave situacién de pert " ; én social que genera, se manifiesta con capacidad suficiente ara dadora comunidad nacional toda” (Caso “Cocchia’, 02-12-1993, Considerando ® yoto dela mayorla, Suplementos Universitarios La Ley, pag. 6). Por otra par- tenel mismo precedente citado, la CSJN, remitiéndose al caso “Peralta’, costiene que en ese contexto Ja interpretacién dindmica y actualizada del texto constitucional, debe hacerse con el fin tiltimo de “defender la Consti- tucion en el plano superior que abarca su perdurabilidad y la propia perdu- sbilidad del Estado Argentino para cuyo pacifico gobierno ha sido institui- éo" (Considerando 9°, Voto de la Mayorfa). Untema central, a mi entender, para dilucidar, es si vamos inexorable- nente a la generalizacién de un sistema de proteccién y vigencia constitu- ional de la emergencia, en detrimento del sistema de normalidad consti- tucional. constitucional existe conciencia de una agudi- acién de las situaciones de crisis, ya he seftalado que para algunos (p. ej. Emekdjian) constituye una advertencia a tener en cuenta para fortalecer tros (Quiroga Lavié) justi- dsistema de normalidad constitucional, y para 0! } fcala constitucionalizacién de esa situaciOn, a través de laincorporacién de Finalmente, en forma re- los deer cesidad y urgencia. SO een ado: “De cara al futuro, la obligacién lente el Dr, Gil Dominguez ha expr ineludible de fi eae Suprema de Justicia consiste en Caled un nuevo Nunca Mas respecto de los estados de emergencia que corroen los aa de la sociedad, para que 4 partir de hoy mirando a ees ra 0 "mente viviry estar en la Constitucion” (D) 13-04-2008, pag. 937). Si bien en la doctrina yan CARLOS WEASIC 212 Igo menos alentadora, ¢, ese sentido al ten onsig, capil peeps gence Balle Ye eracones en oot icimos alg! ‘ia, de m9 lo Illy IV del presente hi to en esta materia, dejamos egtapy, * lay" , y su impact le lecig: Ua, mada Slobaliza critica o seguidista a a lo ue te Pretende}, nog dlosdeel"dlscurso unico” e8, 4© Por st Poco ae dependientee crea desdeel“dacureodniee Tr, juertemente dependlentes com alls efectos que s0P17 Tsricamente como eccnomins emerBentes pis, tra (denominadas cue "hesde los afi 90 al presente, hemag ny ima y pueden generar €1 Jos efectos devastadores de este ge, ropia, no sélo los tesegy palpar en came Prope la desocupaciony dea mare scion eogaisMe incondicioni Loe cia crecesion POr Varios afios—, aguel Vy ‘os —desprendimiento de . 7 secuelas de pobreza " Ingres! Se injusta distibuctén de Ios ingres0s tC ee waa cursos basicos, como los ent , : Estado de recutsts Pnémicas producidas en México, Rusia o Asia gj qu , ersis econdmlese jgual modo, mientras jueces de la cyt paros”, de la “responsabilidag de it nuestra propia estal festival de los am “festival de 5 permiten hablar del “fes faeces y dela “avidez desmesurada de jueces de los Tribunales i d : delos depositantes’; se encubre el verdadero benefico de quienes qi largos meses retiraron importantes sumas de Sages aut finang i impavida y pacifica mira olftico que Sie aa el verdad nsable de esta crisis que termi” inaccién, es y ha sido, el verdadero responsable fa pagando quienes creyeron en la promesa de a intangibilidad de los depgg. tosy ena politica futura del gobierno. Sélo la opcidn de proteger los; Brandes intereses econémicos de personas y grupos, Por sobre el interés genera}, dq pueblo argentino, puede ser la respuesta a esta inacci6n y a estas trégicay consecuencias. De lo que estoy convencido es que de continuarse con esta politica, los cimbronazos ciclicos y las emergencias consecuentes no cesaran, mas atin, sus efectos negativos podran incrementarse. (Si hacemos una comparacién entre lo que representé como violacién al derecho de propiedad el decreto 36/90 en relaci6n con los efectos que produjo el decreto 214/02, creo que podemos advertir esta agudizaci6n de la crisis y sus consecuencias). Y con ello, paulatinamente, habrd de irse imponiendo, cada vez més, una visién de la Constitucién desde la emergencia. Considero que hoy, como en todo tiempo, la Constitucién no s6lo requiere de una defensa juridica, sino tam- bién politica, que afiance el proyecto institucional que encarna y permita la efectiva defensa y efectividad de sus preceptos, y no exclusivamente su perdurabilidad o la del Estado Argentino. c) Ademas, el art. 99 inc. 3 exige como requisito que el decreto por: razén de necesidad y urgencia sea suscripto por la totalidad de los miembros del gabinete de ministros y el jefe de gabinete de ministros. Este requisito, si bien pretende otorgarle a dichos decretos un alto ni vel de consenso a la decisién del ejecutivo, su eficacia es relativa, ya que, 5! bien establece la Constitucién la co-responsabilidad de todos los ministfos que lo suscriben (art. 102 C.N.), al igual que la del jefe de gabinete ante ad g,AustTO NORMATIVO, INTRODUCE NN. ional (art. 100), so Nat 10 de ellos a tal acto, Puede e] Pre, que, e, oP jun N la précy 19" ela facultad de desi, sider tica, la oposi getl8,, dela ignacién nte de A osicién i Sia (art. 99 ine. 7C.N), Yremocién de eee ce fesolverla 'sMos que ejerce lo clerto 213 408 ’ ) Fina ola Necién, tds Ado objetivg de d COMB erido decteto, yevitar asf of ret o° la atribuctg Pi Intervencién rel reter talon del respecth oc Mperio de ene! legislativa ejercida Fe eae Comision Be deereto por e Tere chos consumados, se feroeion iez dias la gee enetAl Pen aNente del eee Ia con- caetPlam al plenario de cada GqenePlazodeberg cj oon8t*0 Nacional, oer. ‘Ademés dispone que ae Para que éste le déinmeaiaene wetsyuca del total de membros te cade ell sancionada por ia maya, e ances de dicho control legislativo, una ra regule el tramite ylos uf ha sido el Poder Legislative gui enelejercicio efectivo y perentorio teen cm mr geado en Is pret astitucionalment®, demorando: la sancién de lay [oot otorgada conisin Bicameral permanente y el control efectivg de onan ae la japrdctica, las convalidaciones legislativas de tace decretos (como io fue 1230) en ocasiones, se efectuaron en la ley general qe sreos CoO Io fue orp la ausencia de una discusi Presupuesto, lo que ién especifi it it ca del tema, y una distorsi gelos mecanismos constitucionales, Por otra parte, le iaeiemtane fe hharesuelto que la inexistencia de laren t ‘ fain d control deconstvuionaidad Gerace valid ati s,Rodriguez Jorge”, LL 1997-B, 884). Recién con la ley 26.122 promulevoa 4127 de julio de 2006 el Congreso Nacional reglamentd el nerennn delareferida Comisién Bicamenral Permanente, en los casos de even nee secesidad y urgencia, de delegacién legislativa o de veto parcial del Paces Bjecutivo Nacional. e) Finalmente el articulo e inciso respectivo contiene limites en razén dela materia para el dictado de los referidos decretos, que son: la prohibi- cidn de abordar materia penal, tributaria, sobre el régimen de los partidos politicos y materia electoral. Como puede apreciarse es minima dicha limi- tacidn, si tenemos en cuenta, ademas, que las dos tiltimas hacen sobre todo alinterés primario de los propios partidos politicos, que al interés general delacomunidad. En sintesis, consideramos que la reforma de 1994 ha constitucionaliza- do una nuevo tipo de excepcionalidad institucional, caracterizado por la falta de una definicién clara de lo que debe entenderse por “razones de ne- cesidad y urgencia’, a contrapelo de la tradicién constitucional que emana del art. 23, habilitando asi al poder politico o al poder judicial, a hacer una amplia y variada evaluacién de lo que ello implica, y permitiendo, en consecuencia, una afectacién de los derechos humanos, sin limites pre- cisos, que habilita afirmar a la CSJN, que lo tinico que esté prohibido es su aniquilamiento. UAN CARLOS WLASIC ados de excepclonalidad institucional Elestado de sitio nstituto previsto por la Constitucign y__ i N frontar la emergencia politica, Que po, cin, a, cripeién normativa contenida en, a El estado de sitio es el 1 desde sus or{genes, a fin de af racteristicas, encuadre en la des de la Constitucién Nacional. hadeet ts ilita la declaracién de , el referido articulo habil el Esta crescent conmocién interior o ataque exterior A pon “ » 1 ‘icio de esta Constitucién y de las aut lades cre, ey peligro el eerc uela referencia ala conmocige Pt te. ho respecto debe sefialarse q eee exterior, dejan claramente planteada la gravedaq det ‘lo. No se trata de disturbios aislados 0 eg, chos que pueden motivarl zas callejeras, sino de una serie de actos sistematicamente €jecutados ei conmuevan seriamente la pazy la convivencia social, o aun ata Ue exter; en ejecucién, Ademés los términos utilizados por el constituyente exo, el peligro olaamenaza de conmocién interior’ o ataque exterior, Tefiriendy 7 una situaci6n efectiva y concreta, exigencia que se refuerza Por Ta exi de razonabilidad que debe existir entre las causas que lo motivan y las n= tricciones a los derechos y garantias que se formulan. (En contra Sagiiés, sostiene que los principios constitucionales de funcionalidad, estabilidag, persistencia admitirian su procedencia en caso de una amenaza seria, gray, y fundada). Pero ademas de ello, la gravedad de las circunstancias que lo mMotivan, queda reafirmada con el peligro concreto y simulténeo que deben generar enrelacién con el ejercicio de esta Constitucién y de las autoridades porell, creadas, En segundo lugar, su cardcter restrictivo se reafirma con la definicién del constituyente sobre el espacio territorial que abarca su declaracién, Dice que el mismo lo serd en Ja provincia o territorio donde exista la per turbaci6n al orden. Es decir que lo habilita, exclusivamente, en relacién ala parte del territorio donde efectivamente los hechos conmocionantes tienen lugar o donde su influencia efectiva se puede hacer sentir, no quedando ha- bilitada, como regla, su generalizacién a todo el territorio de la Nacién. ate 3s En tercer lugar, la Constitucién establece que, en el caso de conmocién interna tal declaracién debe ser realizada por el Congreso de la Nacién (art, 75inc. 29 C.N). Durante el receso del mismo puede ser efectuada pore! Poder Ejecutivo Nacional (art. 99 inc, 16), pero dicha declaracién correspon fle que sea posteriormente aprobada o desechada por el Congreso Nacional (art. 75 inc. 28) La reforma constitucional de 1994 al ampliar el perfodo de Sesiones ordinarias del Congreso, entre el 1o de marzo y el 30 de noviembre de cada ao (art. 63), indirectamente ha restringido esta atribucin del Eje- Cutivo, que ahora exclusivamente Puede ejercer entre el 1° de diciembrey' 2800.29 de febrero (antes, loera, entre el lo de octubre y el 30 de abril), conl? - RMATIVO. a siTO Not INTRODUCCION. PRINCIPIOS GENERALES __215 fianzado efectivamente la enol Potestad legislativa oe sobre la ejecutiva sjeaso de ataque externo dicha atribucis sneletgn acuerdo del Senado dela Nacien le correspondent Poder psimismo, cade sefialar que, por imperio del art, 27 de 1a Convencién ei sobre Pio como requisite jerarquizada constitucionalmente, wei 7 een heataae al pe aoe tal declaracién se efectiie por el r s exigencias dela weno’ alas exig la situacién, por lo cual, tizarse por un tiempo limitado, qu fe y ered v limitado, que se entiende, debe ser especifi- a declaracion, sin perjuicio de su ie c eventual renovaci6n, por quien tre habilitado para ello, confor i ah acu para ello, conforme lo explicamos en el parrafo an- jor. En nuestra Constitucién, con anterioridad 2 ala reforma de 1994, la jeta a un tiempo limitado, es la efectuad: , 1a por el Pode: jective ‘con acuerdo del Senado en el caso de ataque Seeise = : sin perjuicio de los términos estrictos en que se encuentra redactado gart.23, coincidiendo con Maria A. Gelli (203), ‘ , fueron muy diferentes los dstvos que, en la préctica institucional argentina, se han alegado, para de- mor el Estado de sitio: Agitacién popula huelgas portuarias; para enfren- faria revolucion radical de 1905; por el asesinato de Ramén L. Falc6n; para nir posibles desmanes y atentados durante los festejos del Centenario; por insurgencia armada 0 POr la violencia desatada por el Terrorismo, pot Agrego, ‘ademés, que en muchas ocasiones el Estado de Sitio fue montado ‘ede el Poder del Estado para la persecucion ideolégica, como lo fue en la época Conservadora, para perseguir y reprimir alos Anarquistas y Socialis- recon Ley de Residencia y de Defensa Social, incluida. O a organizaciones sociales, sindicatos y partidos politicos, durante Ja vigencia del instituto en teedictaduras militares, y muy especialmente, en lainiciada en 1976. Por otra parte, la prolongacién enel tiempo del Estado de Sitio ha sido una caracteristica que ha ido acentudndose, hasta llegar a la declarada en. 1974, que fue definitivamente levantada en septiembre de 1983, pocos dias antes de las elecciones generales. Entraremos ahora al andlisis de los efectos que genera tal declaracién. Para ello, cabe recordar que el art. 23 sefiala que la misma trae como Con secuencia, en el Ambito territorial que abarca la declaracién, lasuspensién. de garantias. A dicho respecto hay que sefalar, en primer lugar que, Con” forme surge de la practica institucional “snterior, y del texto actual del art. 27 dela Convencién Americana Sobre ‘Derechos Humanos, el término garan- tias utilizado por el art. 23, involucra tanto a éstas, como a los derechos consagrados constitucionalmente, com Ja limitacion de inderogabilidad dispuesta en el mencionado art. de la CADH, parrafo segundo, referido a derechos reconocidos en los arts. 3° 49, 5°, 6°, 9% 12s 17, 18, 19, 20 y 23 Yas garantias indispensables para la proteccion de Jos mismos, vigentes ‘emporalmente, a mi entender, desde {a ratificacion de la Convencion en 1884, y reforzada en su imperio, a partir de sujerarquizacion constitucional OO LN UAN CARLOS WLASIC 216 clésica en la mat hap, ee are cen Hea c Intrpretral concept garontfas en sanded verter Gane e? hte ey Interpretar el eneral_y limitado ala seguridad p cher derechos en general, Nt oe i6n genérica a esta suspensign 4 fe yo otra parte, una dele CADH, al establecer que las mismen eh, contenida en el art. 27.1 de ituacidn, lo que d termina gabon’ encias de la si dag tt? a maa evans y garantias ear arteula depen intensidad, pro aul extg ee las medidas adoptadas respecto a ella” (Corte Pinion, Conga Ne8, 30-01-1987, pdr, 22). ida opinién consultiva, que lag ; luye, en la referida opini e Sees oe hace referencia la dima parte del art, 27.2 qa feta refieren a la vigencia de las consagradas en el art, 76 (abeas Corpus 25.1 (Acceso ala justicia) del mismo Cuerpo normativo. Ello fue Precis! Posteriormente por la Corte IDH en el sentido de que debia entenderse po, garantfas indispensables: el Hébeas Corpus, el Amparo o Cualquiey Fecurso efectivo; aquellos procedimientos judiciales inherentes g la foy : democratica representativa de gobierno, Previstos en el derecho interno ge los Estados Partes Y que dichas garantfas deben ejercerse dentro del matey dichos criterios interpretativos fueron Posteriormente aplicados Orla Corte IDH en casos contenciosos (Caso Durand Ugarte, sentencia de] 16-08-2009, dencia del habeas Corpus, durante la Vigencia del Estado de Sitio, lo cierto €8 que las mismas traslucen un criterio més amplio Y general, de acceso a Ta justicia (Gelli, 213) que considero debe Primar por imperio de la inter- Pretacién dada Porla CSJNal enunciado Constitucional “en las condiciones de su vigencia” (art. 75 ine, 22), y el cardcter de complementariedad de la Parte dogmitica que el mismo Precepto contiene Con relacién a los tratados Jerarquizados, como por aplicacién del criterio interpretativo que la propia convencién contiene en su art, 29.a.b, Que asimismo, y con relacién a la extensién del Control judicial, laley 23.098 (art. 40 ine. 1) incorporé la posibilidad de examen judicial dela legiti- midad de su dictado, Pesar de la tradicional jurisprudencia adversa sobre que debia dérsele aj art. 4° ine. 1 de la | 23.098, jue tal control de legitimidad debfa ceftirse a los Precedents ae cos gue yestar referida exclusivamente af cumplimiento de log Tequisitos de competencia Y formalidades extrinsecas de la leyo decreto, o las teferidas al requisito dle Bjacion de plazo o de lugar de vigencia de tal declaracion » aetiesdos® Ss ts INTRODUCE 101 ae PRINCIPIOS Geny qjexamen de razonabilidad, a ERALES 217 e if gobre la base de explicaciones, qhorden de a rresto, nad © que 1a : caso Granada, Fallos 307-2985), ardcter general dadasporcicc, ___xjuicio de ello, precedente, cién de razor 8 de la proj ae i rela grminaron el este sete Sars Aya autorizan el exa- oat Giedida adoptada y los Anes ito, como ra em afectadaylos onalidad pitt én como al de la deter Petseguidos, tanto sl mon rac! . neién (Csj] » tanto al mom de eo IN, Fall ento de la gett nelloal Soa de la conveniencia u Soe 276-72), sin en- mye adopt en SU Voto disidente el Dr, Belluseraet ae la medida, cri- enel “ ” quien Tyas, con los antecedentes de la Corte ID ieee ceca ’ ' e r 3,¥8 trascriptos, y dispuesto por el art, was ina Opinién Consultiva stituci6n Nacional (Quiroga Lavié-Bidart Camy DADH y elart. 43 dela emijeacin de dichas disposiciones cabe 1p0s-Gelli), Por otra parte, purge vedada la armpliacién de la eeneseaceanet ‘vunalesbltars ilitares ‘1 la eventual responsabi! 7 rel Bstado de Sitio. Como aches ae eee ‘dictaduras militares resulta, “per se" eqn ee al . ids, de los terminos del art. 36 dela CN, © se deduce Finalmente, hay que tener en cuenta que, afin de gsado de Sitio en el pais, pueda ser alegeda ante ee eas as cera jnteramericano, la Convencién Americana exige que tal situacién sea co- municada inmediatamente a los restantes Estados Partes, por intermedio delSecretario General de la OEA, al igual que el momento de su cese (art. 27 tercer parrafo). Ahora bien, ingresando en el andlisis de los derechos objeto de sus- pension Quiroga Lavié (142/144) efectia un pormenorizado anilisis de los derechos suspendibles y de los criterios de razonabilidad elaborados por la (SIN. As{ el derecho de reunién, en la medida en que ésta pueda contribuir almantenimiento, expansién, excitacién o agravamiento de la conmocién, interior; la libertad de prensa, en Ja medida en que se trate de publicacio- nes insurreccionales o perturbadoras de la seguridad nacional; el derecho de asociacin, en las medida en que sus actividades tiendan a producir perturbaciones de orden ptiblico; el ejercicio de la libertad sindical, enla medida en que se compruebe el uso de sus instalaciones para actividades subversivas; la defensa en juicio, en la medida de entender que el arresto no constituye una pena o el derecho de huelga, vinculéndola con actividades subversivas. Por supuesto que estas limitaciones deben ser examinadas con el crite- Tio restrictivo ya expuesto, que emerge del andlisis arménico de los arts. 43 ¥73ine 22 de la ConstituciOn Nacional, art 77 de la CADH ya jurispru- d ten restriccion alguna de dene lo, no adm! : ei dea Corte IDE Pe art.8dela CADH, en relacién con ura la propia Convencig; en las garantfas neceneues baer z Eduardo Pablo, T. 11, Pag, sy at» favor del criterio restri Rte Corresponde analicemos @ aoa locuanaites dey Pre, "y! de la Republica durante a ae nates artesian: ie Tespecto a las personas, s ‘Ademés, le prohfbe condens: date Nacién, Ademés, le pr denar por dare panier is paras excluida la posibilidad de ejercer Feu : pias del Poder Judicial. 8. Bo una facultad propia y exclusiva de ie HE No Ped legada, lo que exige para ello la a ah ret Tugar vente tee . detencién, el que entiendo, debe asimi 7 a ue le ence” eventual traslado, a fin de garantizar a ieee patrol Cong? to, tanto de los motivos, como del lugar ei alojamiento, a tenor eqn 8arantfas basica en materia Ln Den serio aides, y rea licacién analégica y a : 18S dist, ae los procesados y condenados (Quiroga Lavig). Pop elgg’ claraciénes competencia federal, ya que sdlo el Tesidente de epi esta facultado para detener y trasladar Personas, y por aplicacign delay, 8eneral de distribucién de competencias adoptada Por el art. 121 de la ela no pudiendo ejercer dicha potestad los gobiernos de Provincia, estg¢ que en el siglo XIX debatieron intensamente Domingo Faustino Sarmien " Partidario de la competencia provincial, siendo gobernador de San Tuan Guillermo Rawson, Ministro del Interior del gobierno federal), "y La limitacién temporal de la declaracion 8arantiza aqui la Tazonabjl, dad dela detencién excepcional, para que la misma no Setransformeen Una verdadera pena, vedada expresamente por el artfculo en anilisis, Confor; ha sucedido en determinadas oportunidades en nuestro Pats (2976/1983), tenor de que su cese Tepresenta la inmediata libertad del asf detenido, Ello veda también a que, sila persona ha sido Proceso por hechos que puedan tener vinculacic Para la declaracién de Estado de sitio, su libertad por falta de mérito, Previamente Sometida a i6n con los motives dados yes absuelta, Sobresefda o decretada Posteriormente sea Sujeta a detencién Por ‘xcepcion. (En contra Zarini, fundado en que i6n Presidencial, son distintas). Ademés, en el caso de hacer u: impide a que, atin vigente e] Esta Judicial ala misma, so el presidente de esta facultad, ellonole ido de Sitio, Ponga a disposicién del Poder Para que éste resuelva en definitiva, Finalmente, la persona Privada asf de su libertada tiene el derecho de opcién de sali del territorio nacional, Este derecho, una vez ejercido, 6 de cumplimiento obligatorie obligatoriedad se com, nce- lerecho transformando su od ” S° corte el riesgo cierto de que la de ee NORMATIVO. I ssit© INTRODUCCION. PRINCIPIOS G ENERALES p pmeen una pena, lo que est4 vedado 7 . expresamente por la Consti- (0 ee rime ya lo sefialamios vo rte, la excepcionali ura partes nalidad del por tO Ee el instituto y de las facultades presi- wno constar expresam ee ente en el nar, permite texto constituci sisal een so depen > el Estado de Si eee Comey ton cae , abe record coneedet simi dar, desde una perspectiva histérica, lai a 1a incorpora- f ma, ‘onstitucion Nacional de 1949 en a cuya declaracién quedaba ae del Presiden ala Ne ‘im quien debit ae eee Congreso (art. 83, inc. 19). eee vowel eens casos de “attract del orden piblico que amenace| tear es : zon ile (0 dela vida o las actividades primordiales Gelap = Cn opr ee vaso ige garantias constitucionales en la medida en que sea i nd " le", ‘con respecto a las atribuciones presidenci: ted ees om ino 1 mayor de treinta dias”, El art. 63, inc. 19 rr ween quedieha veda cin. debfa ser “por un término limitado”. sta figura ha sido justificada doctrinariamente soste! - sosde amenaza no estaban contemplados en la figura See aa anf Seat de haberse 0 silizado el mismo fundéndolos en situaciones de tal nae joralez (recordar aqui Jo antes expuesto) y recordando los fundamentos el miembro informante (Lafitte) que se diferencia del Estado de sitio porques en este caso los ‘motivos que la posibilitan, en principio, no jenden al orden constitucional, y que esta destinado a garantizar la vidacivil y de laactividad social, mientras que el Estado de sitio es una me- didaen defensa del Estado (Casiello, 430/431). Comolo: advertimos en los parrafos que siguen, ylo expresamosal abor- dareltema dela emergencia econdmica y social, con mayor razén respecto aesta figura, cabe acentuar la critica, en Ja medida en que constituye una alernativa extensiva de la excepcionalidad, que puede facilmente, tornar aesta, como regla de aplicacion de Ja Constitucion. ‘Asimismo, resulta al- tamente contradictorio que una medida calificada como menos gravosa, admita, para el Presidente dela Republica, Jas mismas atribuciones que las establecidas para el Estado de Sitio, y tenga a su vez el mismo la atribuci6n. exclusiva para dictarla. Como lo hemos afirmado, respect al Estado de Si- tio, a interpretacion debe set restrictiva, como son excepcionales los moti- vos que pueden dar lugar @ ella, sino nuestro destino sera, por imperio y ex- tensién de estas excepcionalidades, vivir enla jrregularidad constitucional, que funda la legitimidad de las ideas y los actos, e> Ta razon de estado. Sibien, en general la doctrina se ha pronunciado favorablemente en re- lbh nt ceteeencia del nstituto del Est46 vesitio, con excepeiones Come ie lade Sanchez Viamonte que expresa qu “B) Estado de sitio no es pues, otfa cosa que una receta de formulario republicano para confeccionar dictadu- JUAN CARLOS WLASIC {as, aderezadas por el viejo Ingrediente de la fueraa tact ra que es la razén de la sin raz6n, la razon a uer2a" (Le de Sitlo, 214), no sélo predomina un criter: jo restr : vo Clarse, p. e),, en la necesidad de un suficiente oa ie Udicia} legitimidad de su dictado, como dela Tipe Mad de las my, Cretas adoptadas (Bidart Campos-Gelli), s oes ; semés, hats ot que “...sin duda, la consolidacién del ae a stituciongs rete de la vigencia del bienestar general para todos consti tuye la may ~ Contra el abuso del estado de sitio” (Gelli, 213). 8a an i blemas Social As{ como no se solucionan los graves pro! es de Tepresién, tampoco es razonable, ni justo, pretender Que quie, Pas eng desplazados del sistema, padecen hambre y sulten las consecuengy Pobreza permanezcan inertes frente a tanta iniquidad, Tevelandose a Mey, 8las de un sistema que los ha empujado al vacfo Yse generen Politica. vias alternativas de solucién. Ante ello, la democracia Tepresenta art ete Cién, reflexién, alternativas, cambio. En general, la experiencia ar, enting demostrado que, contrariamente, con las declaraciones de} Estado de . ha Jo que se ha procurado es la defensa de una determinada Concepg ice logica del Estado, de la Economfa, de la vida Social, con rigides, vent Coincido con Sanchez Viamonte, como razén de estado, y me atrene a se ™mar que, contradiciendo el texto constitucional, se aplica Con el fin ys de impedir el efectivo ejercicio de la Constitucién a una parte imports” de la poblacién. Y esa ha sido la fuente Principal de su abusiva uti Entiendo que el sentido tiltimo de nuestro actual sistema Constituciona . fi el fortalecimiento de una democracia Participativa, de caracter Sustancigh donde formas y contenidos, donde medios fines, se encuentran entrelany dos, al igual que, como lo explicamos en los parrafos siguientes, libertad ¢ igual son, si cabe la expresién, dos caras de una misma moneda: El Sistems Constitucional Argentino. Lalibertad Podemos partir de la idea expresada por Bidart Campos (1-251): “Cuan. do la Constitucién en su parte dogmitica se Propone asegurary Proteger los derechos individuales, merece la denominacién de derecho constitucional dela libertad. Tan importante resulta lapostura. que el Estado adopta acerca de la libertad, que la democracia, 9 forma de estado democritica, consiste, fundamentalmente, en el reconocim: iento de esa libertad”, Ahora bien, qué representa e Ber los derechos individuales” Tradicionalmente, se plantea una dicotomlt Y Politicos) e igualdad (derechos econd- '@ medida en que la realizacién de Lane de la realizacién de la otra. Esta cuesti actualizada de la Constitucién, esté supe micos, sociales yculturales) en |, en detrimento, oa contramano, entendemos, desde una lectura Ee eee pAnsi NORMATIVO, INTRODUCEIG, NPR INCI con orme lo explicitamos a} analt IPIOS GENERALES 2 hos Humanos, destacay Médulo el ne 108 criterios provenienteg de} Minterrelacién nl manos, 14e S€ INcOrporan g my CHOI 21 Has Caracteristicas © interdependenci a Internacional d a $ del art. 75 inc, 22, eae 3% peti Amo, enamiento constitucional vi ido dk tH echos Civiles 4 e sintesj Bo los ota de los Derechos micas r fern at *epresenta que, asl re cidn, también eer COs, Sociales cetetminado nivel gee a proteccion, ién estos ultimo, lales y Culturales, _ Por ende “asegurar 8, Tequier , para su rar Y proteger Io en de los primeros, ig, ambién un determinado nive} de efecasertos individuates’, repre. ov \ culturales. En sintesis, libertad ¢ j vided i de los Econémi ei imicos, So- goles” omplementan, La pob sualdad no se co, 7 ese comple reza es también un are se contraponen, sino tentado a la lib ende, la democracia que re libertad. a ‘ ‘Conoce la jj pense necesidad de la igualdad para su Ee onsidero que éste es el mensaje actual de la Constituci sie stad. No ee Ja libertad el individuo, prey Pears fisica 0 su derecho a la intimidad, se la vulnera también al afectar derecho a Ja igualdad, ya que, como bien se ha afitmado, la pobreza y la dig ncia afectan sensiblemente el derecho a Participar de toda aa aolavida social, politica, cultural, educativa, etc, y participar es también gnaforma de ejercitar la libertad, ‘ad, es aquella que com- in. sa pibliografia citada y consultada ABREGU, MARTIN-COURTIS, CHRISTIAN (compiladores), “La aplicacién delos tratados sobre derechos humanos por los tribunales locales”, Cels Edi- tores del Puerto SRL, Buenos Aires, 1997. ‘AMADEO, José Luis, “Tratados internacionales interpretados por la Corte Suprema”, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2000. ANTOKOLETZ, DANIBL, “Tratado de derecho constitucional y administra- tivo’, T. II, Derecho constitucional, Librerfa y Ed. La Facultad, Buenos Aires, 1333. ALFONS{N, RICARDO, “Democracia y consenso", Ed. Corregidor, Buenos Aires, 1996. ie itucional’, Ed. Ad- BaDENt, GREGORIO, “Instituciones de derechos constituc Hoc, Buenos Aires, 1997. .08, “Comentarios a la reforma BARRANCOS ¥ VEDIA, FERNANDO N.Y OFF yo constiucional Buenos costitucional’, Asociacion argentina de der Aires, 1995, bioanr Cantpos, GeaAN, “Tratado elemental de derechos humanos", ‘Ai 15. I. LIlyVI, Ed. Ediar, Buenos Aires, 1986, 199

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