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f 1 LA ARQUITECTURA GOTICA } EN FRANCIA | IB! desplieeue de las Grandes Catedrales Pocas cosas producen mas asombro en la historia de (fia arquitectura que el solemne desplicgue, durante los si- |falos XIl y XML, de las mas bellas catedrales francesas. Por |[ su niimero, por su grandeza y empeto, por su moderni- |] ad, abriendo nuevos cauces al desarrollo de las mas i atrevidas estructuras, por su homogeneidad de base sin |] tepeticiones ni reiteraciones fatigosas, lo que permite la variedad en la unidad, por la elegancia de todos los ac- cesorios y en especial por el concurso de la escultura per fectamente circunserita a sear los Iugares preseritos por ja arquitectura, es por lo que este despliegue asombra y enamora, La serie de las catedrales de la Isla de Francia pueden abrirse con la iglesia de la ilustre Abadia de Saint Denis aaa que tantas veces nos hemos referido como obra ge- nial det abate Suger, pero hay que reconocer que esta itlesia, pantedn de los Reyes de Francia, pertenece a di- vertsas épocas. Si la revelacién de Ia cabecera poligonal con gitola y capillas absidales es de 1132-44, todo lo de- ds ¢s més moderno, como obra de Pierre de Montreuil, cl autor de la Sainte Chapelle de Paris, cue trabajé a me- diados del siglo Xu1. También es antigua la fachada de 3 GOTICO BN EUROPA ig. 8 Abad de Sit ol & 1 Scop. ood 1 Spey eee 3 OO OOPS Saint-Denis y tramos inmediatos de los pies. Por cierto que no se ha dicho que el alzado interior de Ia nave mayor de Saint-Denis es la obra francesa que tiene un parentesco mayor‘Gon la nave de la catedral de Leén. ¢Podria Pierre Montreuil haber trabajado o haber dado trazas para Le6n? (figs. 10, I y 12) Las catedrales géticas francesas mds antiguas son de estructura més compleja que las mas modernas. Parece que conforme se va avanzando y depurando el estilo se 4 LA ARQUITECTURA GOT EN FRANCIA ig, [2—Aadia de Saint-Denis, Interior dela eabecera de ta ipesia llega cada vez a mayores simplificaciones. Por ejemplo, desaparece la béveda sexpartita y slo se mantiene la cus tripartita, la més sencilla y sobria. Serd luego, en los si slos XIV y XV cuando empezaran a complicarse las bé- vyedss, més por un sentimiento decorative que por una exigencia técnica, La desaparicién de las bévedas sexpar- titas leva consigo la desaparicién de la alternancia de pi- Iares que da mayor riqueza a los interiores pero también menor sencillez y armonia. Desaparecen también las co- umnas tinicas y de gran didmetso como elemento inicial del pilar que luego se subdivide en grupos de columni- 35 QOTICO EN EUROPA, Tas. Las columnas en la base, tan caracteristicas de Notre-Dame de Paris, indican que todavia no se haba roto del todo con la imagen de la basilica de columnas de la antigiedad. Pero quizd él rasgo més notable de este cambio resida fn que las iglesias del primer grupo, las mis antiguas, tienen alzados interiores subdivididos en cuatro pisos 0 niveles, mientras que en el segundo grupo los niveles son s6lo tres (fig. 2). Al primer grupo pertenecen las catedralts de Sens, No- ‘yon, Senlis, Laon, Paris y Mouzdn, Al segundo, al inés sobrio y esencial, las de Chartres, Reims, Amiens, Bour- ges, Soissons 0 Le Mans, Noyon, Laon, Paris (fig. 14), tienen bévedas sexparti- ‘as, pilates alternados (salvo Paris) y cuatro niveles al su- ‘marse una galeria de origen roménico con un breve forio. Sens y Sentis, con s6lo tres niveles, siguen mante- niendo las galerias de origen roménico, Fn cambio la ca tedral de Soissons, més evolucionada y con sélo tres ni- veles en Jos tramos interiores, todavia tiene grandes co- Iumnas cilindricas en el arranque de pilares, aunque con luna tinica columnilla adosada dispuesta en el centro de la columna grande mirando a la nave, Vamos por lo tanto a detener un poco nuestra aten- cién en las més antiguas. Es muy diffe establecer cro- nolégicafhente la serie de las catedrales pues algunas em- piezan antes pero acaban mucho més tarde o viceversa, Podrlemos provisionalmente establecer Ja siguiente se~ ccuencia: Sens, Noyon, Senlis, Laon, Paris y Chartres entre las mds antiguas, y Reims, Amiens, Bourges, Le Mans, Ja Santa Capilla, Troyes y Beauvais entre las modernas, La catedral de Sens, es wna de las més antiguas como contemporénea de Saint-Denis (1145) y sorprende por st. grandiosidad, debido a la fortaleza de sus miembros (pi 36 ig. 13—Sens. Catedral. Nave principal, th Fig, 14—Seccién transversal de la Catadeal de Noyon, lares y arcos fajones); a la proporeién de la nave mayor, donde con relacién al canon gétieo predomaina la anchura sobre lavaltura y 2 le majestad de las dobles columnas de los pilares mas simples que alternan con otros mas complejos en virtud de las b6vedas sexpartitas (fig. 13). a caiedal de Noyon es una tipica estructura de la pri- mera fase del gético con sus bévedas sexpartitas, su alternancia de pilares, fuertes y d&biles, v su elevacién interior con cuatro. érenes de huecos. ‘iene concomi- tancias con la catedral de Tournai, de la que el construc- tor ha tomado la terminacién en hemiciclo de los bra- 20s del erucerd (Fig. 14). 38 Fig, 15 Catedral de Sexi GSTICO EN FuROP ‘Senlis es una catedral muy alterada por reformas del siglo XVI, que desfiguraron su primitive aspecto. En ori- ‘gen debia de seguir la linea de Sens con sus pilares al- ternados. Su alzado es de tres pisos, uno de ellos con- sistente en una airosa tribuna. No tenia crucero, pues el ‘que hoy existe es de los siglos XIMl y X1v. En suma Senlis cs una catedral un tanto enjgmética que hay que des- cifrar (fig. 13), La caledval de Laon, comenzada hacia 1155, es, como dice Emile Male, uno de los mas bellos monuimentos de Fie. 16. Catedral de Laon, 1._1A ARQUITECTURA OOTICA EN FRANCIA Francia, Sobre una elevada acrépolis, a cuyos pies duer- ‘me un pueblecllo silencioso, evoca mejor que nada io que fue la granceza de la Edad Media, Como dice l mis- smo ilustre medievalista, al interior flota todavia el re- cuerdo de Tournai y de’ Caen; como en Tournai, cuatro pisos se superponen en el alzado interior y, como en Cacn, reina la béveda sexpartta y una torre linterna se leva sobre el crucero (figs. 16 y 17) La alternancia de pilares fueries y débiles desaparece en la nave donde todos, salvo dos, arrancan de sélidas columnas de elisica prestancia, ig. 17--Catedral de Laon. Interior 4 G6TIC0 BN EUROPA Debié empezarse tan grandioso templo hacia 1155; es decir, apenas sobrepasada la mitad del siglo XII. Para darnos cuenta de las distancias cronolégicas, en esa fecha en Espafia estaba en pleno auge el romanico y fal- taba mucho para que se iniciaran nuestros incunables goticos, como Cuenca o Sigtenza. Su planta es de una sorprendente longitud (once tramos de profundidad de nave y diez tramos de presbiterio, lo que equivale a seis, ya cinco bévedas sexpartitas, respectivamemte. Bl cruce- ro también es muy prolongado y en suma la planta re- cuerda a la de las catedrales inglesas. La impresién del interior de Laon ¢s inolvidable: di- ‘mensiones grandiosas, profundas perspectivas, riqueza de miembros estructurales que se articulan en tramos y en pisos de galerias y triforios; manejo de la luz que per mite la contemplacién de toda Ia sinfonia arquitecténi ca hacen de Ia catedral de Laon uno de los hitos altos de la arquitectura gética. Si a esto afladimos fa con- tundencia de los exteriores, de originalidad extraondina- ria, todavia subird su general estima. La silueta externa est4 animada por siete torres, dos en la fachada principal, dos en cada una de las facha: das del crucero y una torte linterna. Por desgracia, no todas quedaron terminadas. Lo caracteristico de ellas es que estén, lanqueadas por ediculos abiertos como peque- fios templetes aéreos. A los mas altos se asoman los fa- mosos bucyes, homenaje de los constructores de la cate- dral a las suftidas bestias que hicieron posible Ia subida de las piedras desde Ia Hanura a la acrSpolis, donde se asienta una modesta ciudad episcopal que predica su fe con tan gigantesco monumento. Villard dHonnecourt, el famoso autor de! Album del siglo XM, se emocioné contemplando estas torres y las dibujé en su dlbumn (Figs. 8 y 9). La fachada de ponien- 2 LA ARQUITECTUN A GOTICA EN FRANCIA heey Seek ERS SPARES i oe bee PKK Pa Bett bon eure PEE Fig. 18 Pars. Notre-Dame, Plans tc, coronada por estas torres, es acaso demasiado caver- rosa y un tanto fracturada, lo que le hace perder sereni- dad. La profundidad de los areos que cobijan las porta- das, gran rosetén y ventanales, producen como grutas de sombra. Lo que pierde en serenidad lo gana en drama. tismo y tensién plastica. ‘Otra cosa muy distinta es Notre-Dame de Paris, monu- ‘mento que el tiempo ha empsrejado con la catedral de Laon. Si una se empezd en 1135, Ia otra lo fue en 1163, ‘ocho aiios después. Mauricio de Sully, gran prelado e in- signe constructor, fue el alma y el iniciador de tan cele- brado edificio, que viniendo después de Laon toma un camino muy diferente, Su planta se sale de los caminos hhabicuales, pues en lugar de tres naves posee cinco, si bien existe el caso de Bourges, que aflos mds tarde imitara a Notre-Dame. Las naves de la catedral de Paris suman ocho tramos hasta el crucero y cinco desde el crucero hasta el comienzo del deambulatorio (fig. 18). En total, el buque de Ia iglesia mide un poco més de 125 metros de longitud, Las bévedas de la nave mayor son sexpartitas como corresponde al gético inicial. El B Fig. 20-—Paris. Notre Dame, Arbotantes, GOTICO EN EUROPA deambulatorio es doble, pues giran Ias cuatro naves co- laterales. Fl hecho de que el crucero no sea saliente ha- ce més simple el esquema de la planta, que se cifie a las Hineas de un barco, Para mayor simplificacin, en la gi- rola no existen capillas radiales, que se afiadieron més tarde en el siglo XIV. Interesante fue también la organizacién del alzado in- terior, cuyos tramos se dividen en cinco niveles como ras- B0 de arcaismo. Los arcos de separacién entre naves son bajos (luego se iran clevando), y en cambio sobre ellos se levanta una enorme galeria, mas importante que la de Laon (fig, 2). Por encima, unos dculos hacfan de trifo- tio y quedaba poco sitio para los ventanales de luz di recta. E] mas grave defecto de Notre-Dame fue siempre su mala iuminaciéa, Aungue est muy extendida la cereencia de que la espiritualidad del gético aumenta con ‘una mistica oscuridad, no cabe duda que la arquitectu- ra en estos interiores sombrios se apaga, Pero lo cierto es que Ia luz gue bafia las catedrales de Reims 0 de Amiens acusa mejor el especticulo arquitecténico. Con objeto de aumentar Iz superifice del ventanaje se supri- micron los dculos del triforio, pero el resultado siguid siendo incierto. La duplicidad de las naves bajas dejaba también oscuras las partes interiores de la nave central Hemos dicho que la catedval de Paris tiene bovedas sexpartitas en su nave central, pero esta no se acusa en los pilares, que se construyeron en forma homogénea pa- ra lograr una perfecta unidad. Todos los pilares arran- can de sélidas columnas de gran didmetro, euyos capite- les recuerdan vagamente el corintio, Aungue parece que el arte gético ha roto todo vinculo con el mundo clisi- Co estas columnas nos hacen pensar que no es asi del to- do y que algo queda de las viejas basilicas column del mundo antiguo y bizantino, 4% 1._LA AROUITECTURA GOTICA BN FRANCIA En Io que teina absoluta unanimidad es en ponderar la°fachada de Notre-Dame, sin duda la més bella de Francia, como lo son Burgos entre las espaftolas y Or- ‘vieto entre’ las italianas. Esta fachada tiene una sereni- dad, un reposo y una fuerza que la distingue entre las géticas. Esta dividida en el sentido de la anchura en tres partes, La del centro corresponde a la anchura de la na- ve mayor, y las extremas, o de las torres, a las parejas de las colaterales, con lo cual resulta que las partes vi nen a ser casi iguales, un poco mas ancha Ia central. En ef sentido vertical también se divide en tres nive- les: el de las tres portadas abocinadas; el de rosetén y fos ventanales que reflejan Ia galeria y el del arrangue de torres. La separacién entre los dos primeros niveles la constituye el hermoso friso llamado la galeria de Re- yes. El ttimo nivel ¢s otra gran galeria que enlaza la base de las torres. Estas se levantan poderosas con su cuerpo de campanas que decoran en cada frente hugeos dobles de considerable altura, ‘Aqui acaba la fachada de Notre-Dame que quedé ine completa. Viollet-le-Duc dibujé un’ proyecto en el que tra- taba de completar la fachada con dos agujas macizas con tortetillas de esquina un tanto arcaizantes y toralmente ajenas al espiritu de Notre-Dame. Estas agajas casi du- - plican Ia altura de la actual fachada, torres incluidas, io cual es un evidente despropésito (figs. 19 y 21). Parece mentira que una persona tan conocedora de la arquitectura g6tica careciera de sensibilidad para imagi nar las agujas que los maestros de entonces hubicran le- vantada, Hubiera sido algo mucho més parecido a lo que hizo Hans de Colonia cuando levanié las fechas cala- das de la catedral de Burgo: El buque de Notre Dame desde el Sena es impresio- nante asi como el juego de sus arbotantes (fig. 20) a7 Fig. 21-~Bari,Fachada dela Catedral de Notre Dame, completada por Violet Le-Dus La catedral de Paris puede considerarse a caballo en- tre el grupo de las del siglo XiI: Sens, Noyon, Sen- is, Laon, y las del siglo XIll, como Chartres, Reims, Amiens, Bourges, Soissons 0 Le Mans, En estas dtimas se ha desterrado ya la béveda sexpar- tita y se han simplificado los niveles © pisos de los tra- 48 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRA’ ‘mos interiores, Las grandes galerfas que, como herencia del romanico, persistian en las antiguas y que vemos bien claramente en Notre-Dame desaparecen, Ya en Chartres Jos niveles son s6lo tres: arcos de paso, triforio y venta- rales. Por eso, la funcién de contrarresto que correspon- dia a las galerias queda sélo a cargo de los arbotantes ¥ contrafuertes. Es decir, los contrarrestos interiores se ‘desmudan y quedan visibles al exterior. Por eso Ia cate- dral de Chartres tiene tan poderosos arbotantes. Un sis- tema de contrarrestos verdaderamente herciileo que de- nota todavia timidez ante Jo desconocido, Sin embargo, 49 GOTIC0 EN EUROPA Fig, 23-—Chartres. Cetedel. Pants, esta robustez da a los exteriores de Chartres esa sensa- cién de poderio y magnificencia que acaso ninguna otra catedral posee. La enorme masa de la catedral, levantén- dose sobre el menudo caserio de esta bella ciudad de la Fig. 24--Chareres, Fuchada de tn Cite 30 OTIC BN EUROPA regidn de [a Beauce es algo que produce una emocién indescriptible, La catedral de Chartres, dice Emile Male, es el punto de partida del gran arte del siglo XIII. Este santuario se arruind al incendiarse el aiio 1194, pero inmediatamente los devotos comenzaron su reconsiruccién. Era el més ilustre santuario mariano del norte de Francia por po- seer la més importante reliquia de la Virgen Maria, la Santa TKinica que levara el dia de la Anunciacién (Fig. 23), Fig. 25—Charttes. Aspecto det interior de la Cate 1._LA ARQUITECTURA OOTICA BN FRANCIA Como la mayor‘a de las veces, no sabemos quién pu- do ser el genial maestro de la caiecral de Chartres, pero Jo que es cierto es que se trataba de un espiritu revolu- cionario. Con la supresiOn de las galerfas, el interior ad- quiere seneillez y grandeza y, desde luego, una lumino- sidad mucho mayor si la comparamos con ls lobreguez dde Notre-Dame de Paris, La altura de la nave mayor ha aleanzado 37 metros, mientras que Sens y Laon s6lo Hle- sgaron a 24 metros, Nuestra catedral de Toledo, por ejem- plo, sélo aleanza los 25 metros. Con eso Chartres ya indica claramente las aspiraciones del g6tico camino de su plenitud. La mayor iliminacién, hasta convertirse los ventanales en puros fanales de cristal y Ia elevacién cre- ciente de toda la construcci6n, como poselda de un afm de espititualidad, dan la medida de su plenitud en la se- ‘cuencia del gético francés (fig. 25). Es muy interesante la fachada de la catedral de Char- tres, porque es to iinico que no desaparecié con el in- cendio. Es, por tanto, una hermosa y sobria fachada roménica importantisima por la escultura del famoso Portail Royal, que fue imitado por toda Francia. Una de las torres es antigua, pero la del costado sur, con remate del siglo XV, desentona, a pesar de su gran interés, co- mo pieza arquitect6nica (fig. 24) Lo mismo que Chartres, la actual cazdral de Reims fue construida después de un incendio que tuvo lugar en 1211, Encontramos la misma indecisién que en Chartres con respecto a sus autores, que quedan en la oscuridad Gel andnimo; no obstanie, algin nombre, como el de Jean eArbois, aparece en el Laberinto que existia en el ppavimento del templo ya desaparecido. No creo que sea atrevido decir que la catedral de Reims es el més alto punto de perfeccién alcanzado por la arquitectura gética. ‘Su planta (fig. 26), de tres naves, con mueve tramos desde la fachada al crucero, produce esa impresin de fuga en el 33 GOTICO EN EUROPA ig. 26—Reims-Catedral, Plane sentido de la profundidad que, asociada & la vertialidad de las naves, provoca un sentimiento de indefinible es ritualidad. No es de extrafiar, que una religién enamo- rada de lo inmaterial, lo incorpéreo, una religion que busca un més allé, que se pierde en el ensuefo y la leja- nia, se encuentre representada en esias catedrales, que pa- recen la realizacién de un infinito imposible, El crucero tiene en Reims un gran desarrollo, pues se prolonga hasta la girola con dos tramos de cinco naves, Jo que produce un inteligente ajuste con la girola de cinco ‘ramos y, cinco capillas radiales. Ta cabecera en st con- junto seria desproporcionada si no estuviera compen- sada por los nueve tramos de las naves. La catedral expatiola de Leén, que imita a la de Reims, tiene ese defecto: mucha cabeza y poco cuerpo. Cinco tramos de nave son muy pocos. En Reims, la diafanidad sigue en aumento, los ventanales se ampiian y adquieren un di- sefio simple y elegante: se parten en dos por un fino mainel y se cierran por una pequetta rosa lobulads. Los pilares estén admirablemente compuestos. Parten de un 34 LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA | mando cruz, Por encima de Jos capiteles los diversos | miembros de la estereoforme estructura gética, tales co- || mo arcos fajones, ojivos, formeros o sus dobladuras, son de un racionalismo que dio pie para que Erwin Panofsky comparara la arquitectura gotica del siglo XIII con el ¢s- colasticismo de Santo Tomas (Figs. 27 y 29). = ig, 27-—Reims- Catedral, Aspecto del interior Fig. 28—Reim-Catedral, Pindculos y arbotantes. Dibujo de Viele Te Due La misma seguridad y precisién encontramos en el sis: tema de contrarrestos, Dos escuetos arbotantes recogen el empuje de las bovedas de la nave mayor para mejor asegurar los puntos de incidencia, Los contrafuertes son s6lidos y terminan en unos aéreos templetes con altos pi- ngculos que cobijan unos bellos angeles de alas des- plegadas (Fig. 28). Ta fachada de Reims es también excepcional por su arrebatada fensién vertical. Parecé que todos los miem- 56 1_LA AROUTTECTURA GOTICA EN FRANCIA ig, 29-—Reims-Catedral. La nave desde el crucera, bros, portadas, ventanales, galerias, se adelgazan y es- tiran sometidos a un mismo impulso ascensional. Asi como en Notre-Dame de Paris eran muy fuertes los ele- mentos horizontales, aqui lo que domina es la vertica- lidad. La insistencia en el uso de! gablete alarga mas el apuntamiento de los arcos ojivales. El gablete es una es- pecie de remate que se afiade a un arco ojival y que for- ma un timpano o mitra que Io agudiza més, Si e! arco ojival tiene un vértice, y por eso se llama arco apunta- do, el gablete acusa todavia mas su apuntamiento, En 37 Fig, 30-—Reins. Catedral 1. AKQUITECTURA OOTICA EN BRANCIA Notre-Dame de Paris no existen gabletes, en la de Amiens solo en forma muy timida, en cambio’ su participacién cen Ia fachada de Reims es avallasadora. Los gabletes de Jas tres portadas abocinadas son los més visibles y los més decorades hasta con un exceso de prolijidad que hace pensar en el encaje 0 la puntilla (fig. 30), Las insistentes Iineas verticales parecen caer de artiba abajo como chorr0s o lagrimones de luvia resbalando por una roca. La riqueze decorativa de Reims la com- prendemos por su signficacién en la historia de Fran- Esta ciudad pertenecia a los Reyes y en su catedral eran consagrados como monarcas de derecho divino, En suma eran ungidos por los santos éleos. La ceremonia el «Sacre» era capital en Ia Monarquia francesa y tan alto suceso tenia lugar en la privilegiada catedcal de Reims. Privilegiada, si, pero también martir después de las destrucciones que sufrié durante [a guerra de 1914-1918. Precisamente el bombardeo de la cxtedral de Reims fue uno de los actos vandilicos que mas recrimi- naron as naciones aliadas a los alemanes, R restaurada le quedan heridas y postizas que no impiden gozar de su esplendor y belleza La competencia con Reims la puede reclamar fa cate- ral de Aniens, por semejanza Tamiliar (la familia de Chartres) y por empefto superador. Para algunos, como Viollet-le-Duc, Amiens es la mas clisica de las grandes catedrales francesas, pero no puede negarse que Reims denota un punto de equilibrio mayor. La planta de Amiens no difiere mucho de la de Reims, con la diferencia de que el crucero se sitvia més en el cen- ‘to del editicio. En Reims tenemos 10 tramos hasta el ira- J mo cuadrado del crucero y tres desde el crucero hasta cl medio circulo del presbiterio. Fn Amiens las cifras son las siguientes: 7 y 4 (fig. 31). 59 goT1c0 EN EUROPA Fir, Si—Amiens, Casdal. Planta tienen cinco naves, pero la girola de 0 tramos con cinco capillas radiales y ne siete tramos y siete capillas. En cuanto a las elevaciones, fa diferencia entre Reims y Amiens es que la nave de Reims tiene 37,95 em y la de Amiens 42,50, mientras que su anchura (14,65 Reims y 14,60 Amiens) es précticamente 1a misma. ‘Aunque el gético es elevacién y de aqui su espirituali- dad y gnisticismo, en Amiens empiezan a rebasarse los limites" y a producirse una impresion de agobio, como puede producir un desfiladero sin fondo. Es muy dificil coniemplar las elevaciones de las naves y todo ha de per- | cibirse en forzadisimos escorzos (fig. 33). ‘Sin embargo los franceses consideran con orgullo que Amiens posee la nave més bella de todas sus catedrales. E] alzado interior realmente esté muy bien concebido. Los arcos de paso entre naves son muy esbeltos (tienen siete metros de separacién entre ejes de pilares y 18 me- 60 Fig. 32—Amiens, Catedral, GOTICO EN EUROPA Fig. 33—Amions Catedral, Nave mayer, tros de altura hasta Ia clave). Encima viene el triforio, que no es de arquillos continuos como en Reims, sino que eSté modulado por unidades organizadas como tri- foras. A cada tramo corresponden dos de estas unida des, El gran ventanal ocupa, como en Chartres y Reims, todo el ancho del tramo, pero queda més subdividido de- bido al reparto en cuatro partes por tres maineles. El en- lace entre el triforio y los grandes ventanales es sencillo en su perfeccién (fig. 33). tra caracteristica, que hace aumentar ta diafanidad de Amiens, es que ef muro de fondo det triforio no es 02 ig, 34 —Amiens. Catedral. Caples, Fig, 35 Catedral de Amiens, Cabecera 8 GOTICO EN BUROPA ‘opaco sino que esté igualmente encristalado. Esto suce~ derd en las naves de la basilica de Saint-Denis y en la catedral de Ledn en Espafa (fig. 34). ‘Otra vez un incendio, como en Chartres y en Reims, destruye una iglesia antigua para que de sus cenizas re- surja resplandeciente otra maravilla del arte gético. La reconstruccién empez6 a partir de 1220, y cosa més bien no por Ia cabecera sino por los pies, Otro he- ‘lito es que conozcamos el nombre del primer maestro, Robert de Lucharze, que terminé las naves y parte de Ja fachada hacia 1236. La fachada de Amiens 1o es, por desgracia, afortunada. Las partes bajas recuer- dan a Laon, pero las altas, del siglo XV, se realizaron con falta de brio y excgso de timidez. En cambio es de gran belleza el conjunto absidal con sus esbeltas capilias ra- diales (fig. 34 y 35), ‘A Ia misma familia de Chartres pertenece la catedral de Soissons, hermana mayor, pero menos celebrada que Reims y Amiens. Soissons, al norte de Francia, no lejos de Laon, representa un punto de equilibrio en el mejor ‘momento (1212) del proceso del gético, Dificilmente pue- de encontrase una nave mds serena y bien compuesia, ‘Apunta los apemes de Reims y Amiens, pero conserva la gravedad de las grandes columnas en la base de los pilares (fig. 36). Cuando este equilibrio se rompe ¢s con a catal ce Beawoais, situada a 75 kilémetros al norte de Paris. Es consecuencia de algo que se ha dado mu- ‘chas veoes en las empresas humanas, espoleadas por una ‘emblacién vanidosa, Fl obispo de Beauvais, Milton de Nanteuil, hombre esforzado y aguerrido, y su descono- ‘ido arguitecto estaban contemplando cémo sc estaban levantando esos prodrigios, no s6lo de arte sino de téc- nica, que eran las catedrales de Reims y de Amiens y q\ sieron superarlas. Amiens habia alcanzado los 42,50 de 4 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA Fig, 36—Caredral de Soissons, Nave principal altura de la nave mayor, dimensién verdaderamente res- petable que equivale a la altura de una casa de 14 plan- las, Pues bien, Milton de Nanteuil quiso que la nave de su catedral estuviera a una altura de 47 metros. Desde Notre-Dame de Paris, con sus 35 metros, el salto es enor- me. Si ya dijimos que la catedral de Amiens estaba en el limite de la elevacién de la nave, a punto de entrar en el ingrato efecto del hondo desfiladero, aqui, en Beau- vais, el efecto es tan desazonador como cl de un cuerpo ‘normal alazgado por un espejo deformante como los que sirven de regocijo en los pabellones de feria (Figs. 37 y 38). 65 @6TIC0 BN EUROPA ig, 37--Ctedeal de Beauvais. Secién transversal y tram EI modelo de Beauvais no es otro que el de Amiens, vist,en el esejo deformante. Dado Io inauito dele fuerzo, sélo se pudo construir el presbiterio con Ta ca beoore de capillaries y pate del crucezo. La fechas de construecién se encajan entre 1225 y 1272, pero el alarde, como los monstruos, tuvo poca vida. En 1284, parte de la fabrica se derrumbs estrepitosamente y hu- bo que consolidar, aftadiendo arbotantes, contraftertes y todo tipo de artificios canteriles que el ingenio, bien Gemostrado de aquellos maestros, pudo precaver. No ‘quiere esto decir que todo sea vanidad desdeftable en la 66 1_LA AROUITECTURA GOTICA EN FRANCIA Fig. 38-—Beauvais. Catedral. Fachada del erucero y Aside descabellada empresa de Beauvais. Bl lenguaje formal es f cxcelente, el disefio de todos los miembros refinado y ele- ante, y la articulacién general, perfectamente I6gica. El Unico pecado es que sobrepasaron las dimensiones y aue guisieron volar tan alto que, como a fearo, las alas, fun- dias al sol de lo. imposible, te precipitaron en tierra, ‘Una hermosa iglesia que pertenece a la misma fami- lines la cakgiata de San Quintin, la ciudad donde se dio la decisiva batalla que ganaron las tropas espaflolas al comienzo del reinado de Felipe Il. Debié construirse por las mismas fechas que la incompleta catedral de Beauvais. Su alzado interior se earacteriza por el gran de- 67 @dTIC0 BN EUROPA sarrollo de los ventanales superiores en proporcién a los de Amiens (fig. 39). ‘Mgncién aparte merece la caicral de Bourges en el norte de Perigord, entre Chateauroux y Nevers. Yi no pode- ‘mos decir que estamos dentro de la gran familia de Char- tres, Su filiacion mas directa arranca de Notre-Dame de| Paris por el hecho de que en ambos casos se trata de dos templos de cinco naves siempre infrecuentes en la arqui- tectura gética, En Notre-Dame el crucero no sobresale en plants y no existe en Bourges. Una gran iglesia sin rucero es algo rarisimo que tampoco es frecuente en igle- sias menores y capillas. También Puris y Bourges se her- 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA Fig, 4O.—Rourges. Planta do la Catedral manan porque mantienen las primitivas bévedas sex- parttas (ig. 40). Esto indica que Bourges se inici6 en fecha temprana, F posibiemente en 1172, y fue, a partir de exa fecha, cons truyéndose con celeridad la cabecera y con lentitud las raves. También los deambulatorios de Paris y Bourges se pareven con sus dobles girolas sin capillas radiales que Iucgo se fueron afiadiendo. Pero si comparamos la seccién transversal de Notre- Dame y la de San Esteban de Bourges, encontraremos grandes diferencias, El salto entre la altura de las naves marca un crescendo en Bourges desde la nave extrema (@ metros) a la intermedia (21 metros) y a Ia central 37 ‘metros. En Paris las dos colaterales tienen la misma al- tura (9,50) metros) y la central (35 metros). Por lo tan- to, existe sélo un salto (fig. 41). La enorme altura de los colaterales de Bourges face que los arcos de paso entre la nave central y la inmedia~ 1a sean muy altos, de modo que los pilares nos recuer- C) dan los de las «hallenkirches». Sobre fos arcos de paso, triforio y ventanales se empequeiecen. La anchura de la hava mayor, con sus 15 metros, hace que no se produz~ ca la sensacin de angosto desfiladero de algunas cate- drales francesas (fig. 43) Yerdaderamente imponente es el aspecto de la facha- dda de Ja catedral con sus cinco grandes portadas iconis- ticas, ue denun las cinco naves, Fuertemente abo- cinadas, pletéricas de imagineria, se puntian por unos fenormes y pesados gabletes que concuerdan con los for- tisimos contrafuertes que dan a esta fachada energia y vigor no exentos de anfractuosidad (fig. 42). Més serena es la visiOn de la enorme nave, no inte- rrumpida por ningun crucero, que evoea la imagen de un ‘gran navio, amarrado por jarcias y cordajes que en este ‘caso son los innumerables arbotantes que desciencen en 70 Fig. 3-—Bourges, Neve de In Catedral pendiente répida. Precisanente el estudio de la seccién transversal descubre titubeos ¢ indecisiones en el sistema de contrarrestos. ‘A Ta familia de Bourges pertenecen, no obstante sus peculiaridades, las catedrales de Ze Mans y Coutancs La primera goza de merecido prestigio por su bellisima cabecera que presenta un enorme desarrollo més alld del crucero, Tiene tres tramos rectos antes de legar a la vuel- ta del doble deambulatorio. Por lo tanto, es como si se tratara de un fragmento de una iglesia de cinco nave. El deambulatorio exterior est4 cubierto con bévedas de planta cuadrada y triangular como en Ia catedral de To- n ledo. FI sistema de arbotantes también se bifurca, como en la catedral primada espafola; a las siete capillas ra- diales, muy profundas, se afiaden seis més en los tramos rectos del presbiterio, lo que forma una espléndida co- rona, En la nave central se ha suprimido el triforio, lo que da a la estructura una imagen simple y esbelta. La cabecera de Le Mans se comenzaria hacia 1217 mientras que la de Coutances, en Normandia, fo hacia on 1222 y la de Toledo hacia 1225. La cabecera de Cou- tances, que se terminaria hacia 1250, es una imitaeién normanda del modelo Bourges (Grociecki). En Ia cabe- cera, el segundo deambulatorio se confunde con las ca- a “Fig 45-—Coutances. Catedral. pillas radiales retrotrayéndose al modelo de Ja cabecera de Saint-Denis, del abate Suger. También en Coutances ha desaparecido el triforio y en cambio aparcee un an dén 0 pasadizo de tradicién normanda, Dobles colum- nas colocadas en sentido radial con relacidn a la vuelta de a capilla mayor son un rasgo muy original. Por ef exterior, el aspecto de esta cabecera fundamentalmente 4 1_LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA structural, presenta unia sobria y de clara definicién. Do- mina la visién absidal [a elevada torre octogonal sobre el crucero. Esta cabecera se terminaria en torno al 1250 igs. 44 y 45). Las iltimas sutilecas del goto francés yp el camino hacia le arguttectura «Radianter Parece inverosimil que en el espacio de cincuenta afios, de 1180 « 1230, Francia viera levantarse tants templos insignes, con una seguridad, con una energia y con tn talento que raya en lo genial. Bs el fenémieno siempre sorprendente, cuya altima razén 0 razones no son fé- diles dé explicar. Una fe que mueve montafas; unos cons- tractores que avanzan con resolueién, ganando en expe- riencia y técnica; unos pueblos animados de entusiasmo, que ofrccen lo gue tienen, el labrador sus carros y sus bueyes para trasladar las’piedras, amén de su pan y su vino para los laborantes, el prelado y el noble, que | generosamente oftecen su dinero, el artesano, escultor, vidriero, pintor que hace oblacién de su trabajo a Ia | Virgen Maria; un pais préspero, rico y Teno de savia vital son las razones que se han dado. Cierto que algo explican pero queda un no se qué, quo siempre excitard Ja petplejidad y ese algo es 1a conjuncién de una serie ide hechos politicos, sociales, econdmicos y culturales que dan nacimiento a una civilizacién que alcanza su conit con fa conviccién dei hombre cristiano que se siente, por su Redencién, en la via cierta del paralso, ;Son las cate- rales del siglo X111 algo as{ como la cristalizacién de los sentimientos de un pueblo que se considera redimido y que busca materializar su gratitud de alguna manera? En cualquier caso el grado de civilizacién alcanzado, que se iba gestando en los cenobios monacales de los siglos XI 15 GOTICO EN EUROPA y XIl, es algo que raya en lo més alto, Prelados insig- nes, consejeros € instrumento de gobierno de los reyes; tedlogos, {ilosofos y pensadores que ilustran las Escue- las y que promueven las ciencias y las artes, ingenicros que se esfuerzan por dominar y vencer las leyes de la ma~ teria, todo esto florece en ese siglo XIII que es uno de los siglos cruciales de la historia de Occidente Durante esta época reinan en Francia Luis ViI (1137- 1180) que se casa con Leonor de Aquitania, y que ini- cia, con su consejero el abate Suger Ia cabecera de Saint- Denis; luego Felipe Augusto (1180-1223), cuyo reinado ‘coincide can el apogeo inicial del estilo géticn, y que ase- jgura el poderio de Francia derrotando @ fos ingleses en Bouvines; Luis IX mas conocido como San Luis, el gran rey ce las tltimas Crtzadas, testigo de la construccién de las grandes catedrales francesas, como es Fernando IIT de Castilla, su primo, de las espafiolas. ‘Después de todo 10 que hemos visto, después de la ‘construccién de obras como Sens, Noyon, Senlis, Laon, Paris, Chartres, Reims, Amiens, Beauvais, Bourges, Sois- sons, Le Mans 0 Coutances es I6gico que se detaviera lun poco el ritmo, pues casi todas las sedes episcopales del norte de Francia habjan construido 0 estaban cons: truyendo sus grandes templos en forma esforzada y en noble competencia, En ticmpos pasados, los historiadores del arte gusta- ban de distinguir épocas de crecimiento, de madurez y de decadencia, Era una vision biolégica; era trasladar a las creaciones humanas los mismos grados de evolucién de los seres vivos. La primera fase era la arcaizante; Ia se- ‘gunda, la clisica 0 de apogeo, y la tercera la de cnveje- ‘cimiento 0 decadencia, Acabamos de hacer la sucinta h toria del apogeo de Ia arquitectura gotica en Francia: ahora, zvamos a deslizarnos hacia la decadencia? Es di- Feil de'decis, pues ahora tampoco estén en boga aque- 6 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA los similes estético-biol6gicos. Lo que sucede es que en Ja dindmica de la creacién artistic siempre existe un afin de novedad, Ia brisqueda de un camino de perfeccién, ‘que, hasta agotarse en extremos que hacen imposible la prosecucién, no se abandona y sélo este abandono o re- nunca se realiza en busca de Jo mas contradietorio. Si anterior camino de perfeccién conducfa hacia la pla- cidez de la Tlanura, el nuevo se orientaré a Io atormen- tado de las peas ‘hirsutas. Pero dejémonos de filosofias y tratemos de ver qué pasa después de que Chartres, Reims o Amiens nos han Gejado su mensaje. Son dificiles de definir las etapas subsiguientes: refinamiento, decorativismo 0 «radian- tismo», flamigerismo y naturalismo. Los ingleses tienen Ja cosa més clara y dividen su gético en Normando, Early, Decorated y Perpendicular. El Normando con el Early formarian el perfodo clisico, el Decorated equival- dria al «rayonant» francés y el Perpendicular, cronol6- sicamente, no formalmente, al flamigero (fig. 46). La etapa de refinamiento sigue las mismas Iineas del gético clisico, lo que hace es afinar todavia mas las es- tructures, hacerlas mas sutiles ¢ ingravidas, legar a Ia maxima desaparicin posible de la materia. Este refina- miento aparece, por ejemplo, en las nuevas naves de la iglesia de la abadia de Saint-Denis, obra de Pierre de Montereau, arquitecio de San Luis. Estas naves se rehi- cieron a partir de 1231 y son la dltima imagen de un g6 tico transparente y sin materia. Los pilares ya no son més que haces de colimnillas como apretadas varetas de jun- co; el triforio y los grandes ventanales se confunden, sus nnembros se enlazan, la superficie de cristal lega al m= ximo, En el fondo del triforio también se abren ven- tanales y todo es luz y claridad. Un ejemplo bastante préximo a las naves de Saint-Denis lo tenemos en la ca- ” rig. 46--Abacia de Ssint Denis. Neve de ta isles. tedral espatiola de Leén.-Otra oteacién de Montereau es Ja gran rosa del crucero de Saint-Denis que abarca toda Ta anchura del hastial. La roga de Saint-Denis inspiré las grandes rosas de los hastiales del erucero de Notre-Dame de Paris. Otra vez aparece aqui un nombre: Jean de Chelles, autor de es- tos hastiales que elev6 hacia 1257. Los hastiales de Notre- Dame podemos ponerlos como ejemplo perfecto de este gotico refinado de los aftos de San Luis. La portada del ferucero con tres arquivoltas, timpano y maine! tiene, sobreafiadido, un agudo gablete, elemento ajeno a la fa~ ‘chada principal de la catedral (lig. 22). Una aérea galeria de arquillos coincide con un triforio que el resto de Ia 8 catedral no posee. Encima, tod Ja pared la ocupa el r0- Seton que convierte [a piedra en cristal Estos rosetones 3 Notre-Dame son os mas bellos del gético y posible Sfente los de mayores dimensiones, pues alcanzan 12,50 {fe didmetro. Levantacon tal entusiasmo que se imitaron ‘én Rouen, Tours, Estrasburgo, Burgos y Toledo por ¢i- far algunos grandes monumentos. Ninguna otra obra podemos atribuir en propiedad a Jean de Chelle, el gran artifice de las fachadas laterales de Notre-Dame, pero en cambio, a Pierre de Montereau atsibuye la capilla del Castillo de Saint-Germain en Laye (1235-1238) llena de distincién (Fig. 47), eayo tester clego (ene labrado un roseton en relicve como labor de lara ee Capilla del Casillo de Saint-Germain, en Laye Sea ee = Fig, 8 y $9.—Pars, Santa Capilly boya. En cambio, la famosa Sania Copilla de Paris, situa da en ef actual Palacio de Justicia y reconstruida entre 1241 y 1248 sigue siendo obra andnima que, para unos, podria*ser del mismo Pierre de Monterean o de Mon- treuil y para otros (Branner) Thomas de Cormont, arqui- tecto que trabajé en la catedral de Amiens (igs. 48 y 49). Esta obra maestra la construyé San Luis para guar- dar unas reliquias valiosfsimas que comprd al empera- dor bizantino, especialmente la corona de espinas de Cristo. Es una capilla palatina a la vez que un relicario y se une al que fue palacio por un pértico, Consta de dos plantas, Ia inferior, como una eripte de poca altura, 80 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA xa capilla piblica, y la superior, de considerable al- tura ¢ impresionante esbeltez era la capilla regia. Es el inejor ejemplo de la arquitectura refinada del reinado de Tis [X, Es un verdadero fanal de vidrieras multicolores sostenido por contrafuertes que suben vertiginosamente ene los ventanales. En la ciudad de Tioyes, situada sobre el Sena, al su- deste de Pars, existon dos monumentos muy signifiat yos que conviene mencionar. La catedral corresponde al momento mismo de las naves de la abadia de Saint- Denis, pues encontramos el mismo sistematismo y clari- dad, la misma arquitectura nerviosa y sin adiposidades, donde los pilares, haces de colurmilia, suben de abajo ‘g arriba buscando la mds pura correspondencia con los | nervios de las bovedas. La fusién o enlace entre triforio, y ventaniales se tealiza prolongando determinadas colum- nillas del triforio en los maineles de los ventanales. Co- mo en Saint-Denis, el triforio se ilumina por sus propios ventanales y pasa @ ser triforio transparente. En cambio, como mas adelante veremos, el cabildo de Troyes encar- 36 a Martin Chambige para ue levantara una fachada, que cuenta entre las mas grandiosas del estilo fam sero (fig. 50). El otro monumento gético de Troyes, més conocido y comentado, por ser més atrevido y revolucionario, como final de una tendencia, es la iglesia dz San Urbano, que se comenzé en 1262, En ella, el preciosismo de la época de San Luis presenta acaso un cierto manierismo, picante y sutil. También se extrema el alarde técnico su- tilizndose al maximo los miembros pétreos. Sélo con el sabjo juego de os arbotantes puede lograrse este equili- brio, En esta etapa decorativista, en cuanto existe un lien- 10 petreo liso se tallan claraboyas en forma de rosdceas © se afiacien gabletes. Bn el interior de San Urbano ha desaparecido el tri- a Ba r Fig. 50—Ttoyes. Cetedtal de Saint Petre et Saint Paul forio y Jos grandes ventanales bajan hasta los arcos de paso. Pero no olvidemos tampoco que no se trata de una gran efitedral sino de una iglesia menor, En suma, si aceptamos ese titulo, bastante equivoco, de arquitectura «adiante» 0 «rayonante» esta iglesia de San Urbano de Troyes seria el mejor ejemplo. Robert Branner autor de «Gothic Architecture» (Nueva York, 1961) denomina esta fase gético de Corte 0 g6tico Cortesano, por encon- trarse en algunas capillas regias como la. de Saint-Ger- main, en Laye o la Santa Capilla de Paris. También po- dria Hamarse Gético Palatino. * 82 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA Variants regionales del gético francés EI mayestatico poema de las grandes catedrales fran- ‘esas reclama toda la atencién y absorbe of interés de- jando en la penumbra de un segundo término otras mu- ‘has variantes provineiales. El poema tiene, ademés, caracteres universales, que no s6l0 corresponden a Fran- cia sino que invaden otros paises. Tampoco podemos, en us libro como éste, que trata de sintetizar los grandes mbvimientos arquitecténicos, perdernos en detalles. Sélo bjeves notas nos servirén para referienos 2 algunos mo- ‘mumentos complementarios 0 extraviados de las rutas principales. ‘Uno de estos monumenitos que, tenfendo relacign con Jos magistrales, presenta caracteristicas propias, es la ca- tedral de Estrasturgo en parte por el hecho de que consta de tres partes muy diferenciadas: una cabecera otonia- nna, unas naves parisino-campattesas y tna elevadisima fa- chada que responde a principios del g6tico germénico, Ahora lo que nos interesa son las naves que se constru- yeron entre 1237 y 1276 y que obedecen a la misma sis- temética que las naves de Saint-Denis. La tnica diferen- «ia con las catedrales netamente francesas es que las na- ves, tanto la central como las laterales son mucho mds anchas sin duda porque s¢ aprovecharon los cimientos de Ia anterior catedral otoniana. La importancia de la catedral de Estrasburgo radica en Ja influencia que ejercié en las regiones del Rin, Alsacia y Suabia. Por esta razén trataremos de ella en'el Cap\- tulb IV, dedicado a los paises germénicos, Muchas catedrales francesas, alejadas geograficamen- te de los prototipos nérdicos, son sin embargo hijas de aquellas. Parece que varias situadas en el centro y el Me- 3 GOTICO EN EUROPA iodia fueron concebidas por un arquitecto del dominio eal Namado Jean de Champs o si requiere Jean Des- champs. Entre ellas podemos citar la catedral de Clermont- Ferrand comenzada hacia 1250 (fig. 51). Lo mds intere- sante es la cabecera tipicamente parisina. La catedral de Limoges (fig. $2), comenzada en 1273, todavia conserva Ja gran altura de las hermosas catedrales del Norte-con grandes proporciones y cldsica organizacién a base de ar- querias, triforio y ventanales. En Limoges encontramos un triforio de pequetios arcos muy juntos, como una tra- ceria continua que recuerda mucho a los triforios de las iglesias g6ticas vascongadas, como el Salvador de Gue- taria. Més al Sur, Narbona, junto a la costa mediterré- @6T1C0 EN EUROPA nea, su catedral (fig. $3), iniciada antes de Limoges, prec senta cierios rasgos que se deben a la influencia de In arquitectura del Rosellén y Catalufa. Por ejemplo, una mayor sequedad de lineas y pafios murales mas amplios, Los ventanales, por ejemplo, no Ilenan los lienzos entre pilares, La catedral de Albi es un caso singular que esta més cerca, en términos genéricos, del espirita meridional que de la arquitectura del Norte. Estructuraimente es lo mas arecido a una iglesia catalana de una nave con capillas entre contrafuertes. Lo que sucede es que en las iglesias catalanas no existen las capillas altas y los contrafuertes en su parte superior salen al exterior. En Albi quedan escondidos en toda su altura y por eso da esa sensacién de masa compacta. Los contrafuertes se seflalan exterior. ™menie por unos cubetes que parecen torreoncilios de mu- rallas, pero por su poco saliente ya se comprende que no son los verdaderos contratuertes sino su seftalizacién. Los Fig, $480, Planta de le Catedeal [._LA ARQUITECTURA GOTICA BN FRANCIA fig. 85—Albi. Catedral coneaseres son los urs que separ cps aj pero se continuaria a lo largo del siglo XIV. Del siglo si- Rens debe srl yas pot de sd ter se cao la pnapal Ene orice oun buen om, plo de flamigero francés y lo Unico de la iglesias cons- truido en piedra, ya que en lo principal domina la fa- brica de ladrillo t{pica del Lauguedoc (figs. 54, 55 y 56). ea lesa out peosoncetealnent snes ta gel dominican de sped at Tben picnic contac de od aes trades ot finde columma clincias valent hae stents on a7 GOnIcO BN EUROPA ig, $6.-Albi. Péctico flamigero de Ia Catedral el centro, El efecto es el de una de esas lonjas de comer- cio que se construyeron en la Edad Media: edificios de fos que Espafia posee tan bellos ejemplares como los de Valencit y Palma de Mallorca, No cabe duda que la igle- sia de los Jacobinos participa del sistema constructivo del gético catalan con sus capillas bajas entre contrafuertes y sus huecos de luz rasgados muy verticales. Es tambien notable la torre poligonal de cinco cuerpos en degrada- cién, que tiene un cierto sentido oriental o por Io me- nos mudéjar, La iglesia de los Jacobinos, de Toulouse, se construirfa en el siglo XIV por los aftos en que Dante escribia «La Divina Comedia.» 88 1_£A ARQUITRCTUIRA GOTICA EN FRANCIA Muy distinta es la iglesia de Sin Nazario, de Carcas~ sonve (fig. 57), construida en la ciudad alta entre 1269 y 1339 y que es un exquisito ejemplo, por su refinamiento } primores, del g6tico de los tiempos de San Las. A una have roménica se aftadié por el obispo Pierte de Roche- fort un crucero y un presbiterio 0 capilla mayor. Como ice Henri Focillon la planta tiene algo de cisterciense pero la «eseritura es bien diferente, Los pilarescilindri- 0s lisos soportan bovedas de la misma altura. Humina~ do por amplias Vidrieras, mantenido simplemente por contrafuertes, San Nazario ilustra el arie de la segunda mnitad del siglo XIII con més originalidad que la Santa Capilla que no es otra cosa que la-repeticiOn aislada y desarrollada de Tas grandes capillas absidales. Figs, $8 y 59—Angers. Pachada e inistior de la Catetral de Say Mtrcia, Podriamos seguir citando iglesias que pertenecen 2 dis+ intas escuelas locales, como la catedral de Angers, de una] sola y amplia nave que se cierra por bévedas de cru ceria cuatripartita tan bombeadas que recuerdan las igh sias tupiliformes perigurdinas. En Poitiers, la catedral sigue las tradiciones locales, donde desde el perfodo ro ménico dominan las estructuras a base de tres naves def Ja misma altura. Se comenz6 por Enrique If, Planta genet, y Leonor de Aquitania, por las mismas fechas qu Notre-Dame de Paris (figs. $8 y 59). Mucho mas clisica es la catedral de Bayona que imita] resueltamente, las iglesias del Norte. Se empez6 a cons truir en 1258 y es una obra juiciosa pero poco original FRANCIA nifiea cada tramo dela giroia con la capilla racial co- Frespondiente, como en la catedral de Sofssons. Ye en la ntera con Espana, Ia catedral de Bayona representa el carte flamigero J. El estilo gdtico va poco a poco derivando a lo que se Tlamado el gotico Slamigero 0, dicho en francés, amboyant». Parece que el camino de las grandes es: fricturas, de las grandes novedades en materia de hallaz- Fos constructivos se ha agotado, se ha llegado al final Fas un periodo de esfuerzos inauditos que sorprende por antes y tantas andacias que se dirian imposibles. Enton- 2s, agolado um campo, se cultiva otro que permita nue- vas expresiones, el campo de lo decorativo, ‘El gotico del perfodo elisico no tiene decoracién pro- piamente dicha. La misma estructura y su articulacion es el lenguaje que anima el cuerpo arguitecrénico y su I6tica y racional presencia es [o que conmueve. La oF- rnamentacion es, sobre todo, icdnica y se basa en Ia ilus- traviOn de los misterios de ia relision, en las figuras de Ja historia sagrada, Antiguo y Nuevo ‘Testamento, sobre todo este iltimo y en aquello que al devoto le pueda for- taleser en su fe. La decoracién iednica esta, sobre todo, irounserita a las portadas, para luego pasar a los ret blos que no son frecuentes en la arquitectura francesa, incluso en la tardia, como lo son en cambio en Ia espa. fla. La decoracién escueta de capiteles no puede ser rns sobria, pues ya no se trata de aquellos capiteles his toriados llenos de figuras y alegorias tipicos del romani 1 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA como decoracién de los arcos y de otros elementos, leres, arbotantes, eteétera, aparecen angrelados y fes- fones por el intradds y las cardinas o «crochets» ram. pantes, por el exterior, Estos angrelados son como ver- aderas puntillas que festonean los arcos y por eso se les llama también festones. En suma, la decoracién se hace insistente, prolija y reiterativa. Se diria que ese horror F vicui que asignamos a la decoracién islimica, también afecta al gético en su final. Todavia no hemos dicho nada de Ia etimologia del tér- ‘ino flamigero, que sitve para definir todo un estilo. Fla- ‘migero 0 flameante viene de llama y de la semejanza que con las lenguas de fuego tienen las curvas ce las trace- rigs de los ventanales, timpanos, gabletes y otros elemen- tos del gético final. Son curvas sinuosas gue ondulan en un constante juego de curva y contracurva y que unidas unas @ otras forman una malla que oscila a la vista GOTICO EN EUROPA co. Los eapiteles florales del gético con pampanos y otros motivos vegetales son delicados y menudos. Los venta. rales, primero se dividen en dos por un solo mainel, Iue go los maineles aumentan y la traceria se complica. Lo} mismo pasa con los rosetones que se convierten en pic- zas decorativas, pero nacidas de la necesidad de sujetar tan enorme superficie de vidrio. En cambio, cuando va apuntando el flamigerismo po, demos decir que aparece una intencién decorativa per s y en gran escala, Se empieza primero en el gético de fi aes del siglo X11 por decorar grandes patios de canterig mediante tracerias cieeas; como sucede en la capilla del Palacio de Saint-Germain, en Laye, donde se labré un} gran rosetén ciego con un propésito estrictamente deco. rativo. > La decoracién se rectea muchas veces en la insistenci de Iineas verticales que terminan en doseletes o arquillog que dan vibracién a las paredes. Los pindculos se com plican cada vez mas agrupdndolos y haciéndolos giray tunas veces de frente y otras de esquina. En el tiltimo 964 tico espaitol los maestros os lamaban pilares recam biados. Los arcos también se diversifican y es de uso frecuen: te el carpanel, que ios franceses llaman, graficamente, e «Anse de panier». Cuando el arco, sea carpanel u oji se inflexiona en el vértice formando un remate puntiay gudof gue suele termainar en una macolla, surge el a conopial que ¢s tipico del g6tico final y por supuesto de flamigero. Los gabletes, usados con parguedad en el a6 tico eldsico, ahora se multiplican sin razén suficiente. tos gabletes suelen ser calados como si se tratara de ven tanales sin cristal y en ese caso aparecen las formas fh ‘igeras como en ia fachada de la catedral de ‘Troyes, la iglesia de Saint-Maciou de Rouen o en la Trinité df Vendéme (v. fig. 50). Fig. 60—-Rue. Iglesia parsoquial. Cailla det Tesoro ea 93 GOTICO EN EUROPA como ef temblor de la llama, Estas formas ondulantes aparecieron primero on las tracerias de los ventanales y pronto gozaron de gran predicamento y aceptacién, Ya aparecicron indicios de flamigerismo a finales del siglo XIll, como en la catedral de Rodez, pero son apari- ciones timidas, pucs el pleno flamigerismo aparecera a finales del siglo XIV y, sobre todo, en el sigho XV. Es un. arte mas vincutado al Norte que al Sur, entre otras ra- zones porque esta muy ligado al arte flamenco donde se desarroilé tna importante escuela flamigera que alean- 26, en tiempos de Juan 11 y de los Reyes Catdlicos, @ la lejana Espafia en virtud de las relaciones comerciales y de todo orden que unian a Castilla con Flandes. En lo estructural, los cambios que se producen en el gético tardio, que engloba al flamigero, son principal- ‘mente Ja complicacién de los nervios de las bovedas. A Jos diagonales se surman los llamados terccletes, cuya in- terseecién se liga a a clave central, Por eso se llama li gaduras, Los terceletes pueden multiplicarse, y por dt mo suclea aparecer otros miembros de forma curva en planta que suclen llamarse combados. Con esto se for- man en las bévedas arabescos de lineas muy complejas pero evidentemente muy decorativas. Las claves 0 pun- tos de interseccidn de los diversos nervios se enriqueven enormemente con arandelas caladas y pinjantes. Una bo: veda de este tipo es la de la Sala del Tesoro en la ielesia d Rue, en la Picardia (ig. 60). Por lo que se refiere a los pilares, estos sufren tam- ign una visible transformacién. Si en el gético clésico los pilares, eran relativamente simples, adosindose a un riicleo columnillas que respondian a los diversos arcos de la estructura superior, ahora el micleo bésico desapa- rece ocultado por un ntimero creciente de columnill us, al final, no son sino molduras que revisten el pilat, 94 1._LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA Los nervios de arcos y bévedas normalmente se embe- ben o penetran en el pilar sin referencia a las molduras. Por siltimo, a fuerza de sutilizar estas molduras acaban desapareciendo y volviendo al pilar cilindrico liso. La Guerra de los Cien Afios (1336-1453) supone una de las mayores crisis que sufte Occidente; Eduardo III de Inglaterra aspira a la corona francesa y de ahi nace ja gran contienda entre los dos paises mas fuertes de Oc- ‘dente: Inglaterra y Francia. La suerte de las armas es ‘en principio favorable a los ingleses, que luego, alterna- fivamente, prueban, como los franceses, el gusto de la victoria y la derrota, No vamos a entrar en la larga y complicada serie de acontecimientos que se suceden en ‘sta sangrienta lucha, que traerd consigo para los espa- fioles el cambio de dinastia y la Megada de 10s Trasta- mara. Pedro el Cruel era aliado de los ingleses y Enri- (que de Trastamara es elevado al trono de Castilla por los franceses, que buscan un aliado 5, sobre tod, el concurso| de una fuerza naval importante. La verdad es que la in- tervencidn de los marinos castellanos fue decisiva para cortar las comunicaciones del Canal. Pero Carlos V, el arifice de la recuperacién francesa, muere y vuelve otra vez el triunfo a favorecer a Inglaterra Los iiltimos episodios de esta larga contienda se cen- tran en Ja mitica figura de Juana de Arco, la dondella de Orleans, que salva a Francia, liberando Orleans, co- ronando al deifin en Reims y tratando de reconguistar Paris. Prisionera en Compiegne es condenada a la ho- guera por los ingleses (1431) y muete como un simbolo ctemo de Francia, Muerta Juana de Ateo, su decisivo em- je no resulié baldio y.los ingleses fueron derrotados en Chatillon en 1453, con lo que termina la Guetta de los Cien Aftos Sélo después de la liberacién de Francia, a partir de 95 1_LA ARQUITECTURA GOTICA EN FRANCIA 1453, se puede decir que comienza otra vez la actividad que habia sido tan sorprendente antes de esta funesta guerra Durante el periodo flamigero, muchas catedrales se fampletaron, bien con portadas, con torres, con capillas fysadides, bien con partes integrantes del cuerpo de la fulesia. Por ejemplo, el maestro Martin Chambige reci- Pho el encargo, en 1490, de construir el brazo del cruce- fe que fe faltaba a la catedral de Sens. El éxito aleanza. Eo hizo que el mismo Chambige construyera el crucero Hc la catedal de Beawoais cuya fachacia meridional (1500) un ejemplo tipico de argquitectura flamigera con to- Hos sus adornos y con toda la proliferacién de lineas ver- Fiicales. Ai mismo maestro se debe ia gran fachada de la dral de Troyes que quedé incompleta y esta bastante. utilada, Martin tuvo un hijo, Pierre Chambige, que onstruy6 Ias bellas portadas del erucero de la caledal 1 Smilis, animadas de un fuerte claroscuro que emocio- inaba a los espiitus roménticos (fig. 61). En la caledral de Albi (v. fig. 56), un enorme pértico F flamigero sirve de entrada principal. Durante este perio. do se construyen también algunas torres en las viejas ca- tedrales como la que Jean de Beauce construyé para ‘Chartres ¥ que con su afiligranado y buido aspecto con- trasta con la maciza torre meridional (v. fig. 24). La to- re septentrional de la catedral de Rouen, Ia famosa

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