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04 FERENCZI ConfusiónLenguas
04 FERENCZI ConfusiónLenguas
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Se han tenido en cuenta otras dos versiones en castellano: MASSON, J. (1985): El asalto a la verdad;
Barcelona, Ariel, pp. 268-279; FERENCZI, S. (1966): Problemas y métodos del psicoanálisis; Buenos
Aires, Hormé, pp. 139-149. Los pasajes entre corchetes derivan de variantes mejor presentadas en estas
versiones de las que, en cada caso, se dan sus correspondientes páginas en notas al pie. En adelante, los
cambios de página correspondientes a la edición de Espasa se indican del modo siguiente: [//].
2
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 268; FERENCZI, 1966: 139.
3
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 269; FERENCZI, 1966: 139.
4
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 269; FERENCZI, 1966: 139-140.
2
5
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 269; FERENCZI, 1966: 140.
3
6
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 270; FERENCZI, 1966: 141.
7
Id.
4
8
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 271; FERENCZI, 1966: 141.
9
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 271; FERENCZI, 1966: 142.
10
cf. id.
5
19
id.
8
13h: Formas lúdicas de expresión del amor objetal pasivo en los niños.
Pueden aparecer huellas de amor objetal pero sólo en cuanto fantas-
ías, de manera más bien lúdica. De esta forma, casi todos los niños jue-
gan con la idea de ocupar el lugar del progenitor del mismo sexo para
convertirse en pareja del otro, aunque sólo sea de forma imaginaria. En
realidad [los niños] ni querrían ni podrían [prescindir] de la ternura, y
sobre todo de la ternura maternal.
Nos llevaría muy lejos [el entrar en detalles acerca]23 de todas las
neurosis y [de las] consecuencias caracterológicas que pueden resultar de
la [intromisión] precoz [de] formas de amor apasionado, teñido de sen-
timientos de culpabilidad, en un ser inmaduro e inocente. La consecuen-
cia no puede ser otra que la confusión de lenguas a la que aludo en el
título de esta conferencia. (146)
23
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 275; FERENCZI, 1966: 146.
24
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 276; FERENCZI, 1966: 146.
25
id.
26
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 276; FERENCZI, 1966: 147.
11
IV. Conclusiones.
30
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 277; FERENCZI, 1966: 148.
31
cf. id.
13
32
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 278; FERENCZI, 1966: 148.
33
cf. id.
34
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 278; FERENCZI, 1966: 149.
14
35
cf. id.
36
Aquí introduzco una modificación respecto a las tres versiones pues no me resulta coherente con el
argumento de Ferenczi lo que se traduce. En todas ellas se presenta al niño como seductor, cuestión
sólo admisible si se entiende que en su odio el adulto se lo representa así. En cualquier caso, aquí pue-
de valer la pena tener en cuenta lo siguiente: “el término alemán Verführung no se corresponde con
algunos matices que tiene el concepto de ‘seducción’ en castellano de capacidad de atracción, o de
engaño que se suele atribuir tradicionalmente a la feminidad o a la subversión. En alemán Verführung
tiene un sentido activo. Significa corromper, abusar, pervertir. La seducción a un niño es una viola-
ción. Tanto Freud como Ferenczi utilizan el concepto de ‘seducción’ en este sentido” (Martín Cabré,
1996: 28).
37
cf. FERENCZI: Masson, 1985: 278; FERENCZI, 1966: 149.