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En relacién con el concepto de apoder, sigue reinando el 20s tedrico. Frente a todo lo que el fendmeno tiene de obvio tenemos todo lo que el concepto tiene de oscuro. Para unos, poder significa opresién; para otros, ¢s un elemento cons: tructivo de l2 comunicacién. E! poder se asocia tanto con la libertad como con la coercién. También se asocia con el derecho y con la arbitrariedad, En vista de esta confusién teérica, segiin Han, e5 necesario hallar un concepto dindmico de poder capaz de unificar en si mismo las nociones divergentes respecto a él; una forma fundamental de poder que, mediante la reubicacién de ele mentos estructurales internos, genere diversas formas de ma- nifestarse. De esta manera, quitaremos al poder esa fuerza que se basa en el hecho de que no se sabe exactamente en qué consiste | Herder wow herdereditorial.com [s3as54 A 8425 I=) 0T a0 ps @Lal0] a Ta) Sobre el poder |AMIENTO HERDER Byung-Chul Han 1 Sobre el poder Cr Ce eee TRL) estudié Filosofia en la Universidad de Friburgo eee rm ues dad de Munich, En 1994 se doctoré por la ee ee een eee eed Seca euiee mee aera a Universidad de las Artes de Berlin, Es autor de mas de una decena de titulos, de los cuales nan Coes Seema Sobre el poder ‘Tirutos ve ta councei6y Pansamienro Henne Helena Béjar Identidades incerta: Zygmunt Bauwran Antonio Valdecantos La morsl como anomalia Antonio Campillo El concepto de lo politic en a ociedad global ‘Simona Forti E ocaltarismor teayectoria de una ida lite Nancy Fraser Escalas de jsticia Roberto Exposito Comunidad, inmunidad y biopo'tica Fernando Broncane La mancalia del ciborg rls Pereda Sobre a confianes Richard Bernstein Filosofia y democraci: Joh Dewey Amelia Valedreel La memoria y el perdén Judith Shklar Los rosror del injusticia Victoria Camps El gobierno de las emociones Manuel Cruz (ed, Las personas del verbo (filosifce) Jreques Raneiére El tiempo de la igualdad Gianni Vattimo Vocacin y responsabilidad del fof Martha C. Nussbaum Las mujeres y el desarrollo humana ‘Byung-Chul Han La sociedad del cansancio, F Birulés, A. Gémez Ramos, C. Roldin (eds) Vive para pensar Gianni Vattimo y Santiago Zabala Comunismo hemenuti Fernando Broncano Sujetos en a niebla Gianni Vattimo De I realidad ‘Byung-Chl Han La sociedad de a tramparencia Alessandro Ferrara El horizoute democratico ‘Byung-Chul Han La agonia del Eros ‘Antonio Valdceantos El saldo de espirita Byong-Chual Han En el enjambre Byung-Chal Han Picopolitics Remo Bodei Imaginar eras vidas Wendy Brown Estados amuallados, soberania en declive Slavoj 240K Islam y modernidad Luis Siez Rueda El ocaeo de occidente Byung-Chal Han El aroma del riempo Antonio Campillo Tierra de nadie ‘Byung-Chal Han Ls salvacion de lo bello Remo Bodei Genersciones ‘Byung-Chul Han Topologi de a violencia Antonio Valdecsntos Teoria del vibuito Javier Sidaba La religion al descbierto Manuel Cruz Ses tempo Byung-Chul Han Sobre el poder ‘Traduccién de Alberto Ciria Herder is vin: Was se Mach? isso de tr cbr PURPLEPRINT Cris “Tian Albee Cia © 2005, Pilpp Redan. Gn & Co. KG, Statue 1 2016 Heder Fal, SL, Barclone 1. edi, 3*anpreiin, 2017 ISBN 978-84-25¢3856-4 Cuero de npedsin, din comin pen msrsn de oaks pede rake con tori ‘ea cares uo ecepcn pe poral Dit a caDRO (Cem de Derecho Rept) est pr gi gros a hes (ronan com Inpro: Reino Dips fal” 21453-2016 Prine in Spin — Inpro om Ei Herder srrwhedcredtria.com indice Pr610co 9 L6cica pet popEn u SEMANTICA DEL PODER 45 Merarisica pet. popER 9 PoLfrtca DEL PODER 113 Erica DEL PODER 47 Bruiocraria 179 Prélogo En relacién con el concepto de «poder», sigue rei- nando el caos teérico, Frente a todo lo que el fe- némeno tiene de obvio tenemos todo lo que el concepto tiene de oscuro. Para unos, poder signi- fica opresién; para otros, es un elemento construc tivo de la comunicacién. Las respectivas nociones i ponen irreconciliables. El poder se asocia tanto con Ja libertad como con la coercién. Para unos, se basa ena accién comin; para otros, guarda relacién con, Ja lucha. Unos lo separan radicalmente de la vio~ Jencia mientras que,segtin otros, esta no es sino una forma intensificada de poder. Ora se asocia con el derecho, ora con la arbitrariedad. En vista de esta confisién teérica, hay que ha~ lar un concepto dinimico de poder capaz de uni- ficar en si mismo las nociones divergentes respecto al. Lo que hay que formular es, por Io tanto, una ‘diea, politica y saciolégica de poder se contra~ forma fundamental de poder que, mediante la reu- bicacién de elementos estructurales internos, ge- nete diversas formas de manifestarse. Este libro se orienta siguiendo esta norma teérica. Con ello, hay ‘que quitarle al poder al menos esa fuerza que se basa en el hecho de que en realidad no se sibe exacta- mente en qué consiste.* 1. CEN. Luhmann,sKlassische Theorie der Macht Krk ihrer Primissene, en Zein fir Poli 2, 1960.9. 49. Logica del poder Por «poder» suele entenderse la siguiente relacién causal: el poder del yo es Ia causa que ocasiona en el otro una determinada conducta contra su vo- luntad. El poder capacita al yo para imponer sus decisiones sin necesidad de tener en consideraci6n al atro, Fl poder del yo resteinge la libertad del otro. El otro sufte la voluntad del yo como algo que le resulta ajeno. Esta nocién habitual de poder no hace justicia a su complejidad. Elacontecimiento del poder no se agota en el intento de vencer la resistencia o de forzar a una obediencia. El poder no tiene por qué asumir la forma de una coercién. Lo que atestigua el hecho de que se forje una voluntad adversa que se en- frente al soberano es justo la debilidad de su poder. Cuanto mis poderoso sea el poder, con més sigilo opera. Cuando tiene que hacer expresamente hin- " capié en si mismo, ya esti debilitado? El poder tampoco consiste en la eneutralizaciér: de la vo- luntad». La neutralizacién de la voluntad consiste en que,en vista de que en el lado del siadito exis te un declive de poder, ni siquiera se llega al forja- miento de una voluntad propia, pues el sibdito tie ne que amoldarse de todas formas a la voluntad del sobcrano. El soberano lo dirige cuando debe elegir las posibilidades de su accién. Pero también hay for- mas de poder que van misalki de esta mevtraizacién, dela voluntady. Es un signo de poder superior cuando el sibdi- to quiere expresamente, por si mismo, lo que quiere elsoberano, cuando el sfibdito obedece a la volun- 2. Ulrich Beck tiene raz6n cuando dice: La obvi loli y {eundeza del poder conlaonan pectvamente Se purde deci que, af donde nadie habla de poder esti incwestionablemente ahi, con seguridad yal mismo dempo con grindeza en st incuestonabilidad. Cuando el poder se convierte en tema es cuando comicnza st desintegracvns,U.Beck, Macht und Gagenmadit in loaen Zale _Neweweipolche Okonomie Frankfurt del Mena, 200s, 105 & CLIN Luhmana, Math, Setar, 979.11 s:ePreciarente lhexisencia de un dective de podery de una decisis txmada como acto de poder y que se puede anticipa ...] de hecho hace que al sido leresute absurd fjarse una voluntad.¥ justamente en eso ‘consist afc del poder-enasegurar posiblesconcaenaciones de ‘efectos con independencia dea voluntad de quien acta sometio al poder tanto si este quiere como sina La cawsalidad del poder conse en neutralza la voluntad de silito, no forzosamenteen venceds La causa del poder lealcanza al sibio tambien yprecisamente ‘cuando él dberiaactuar con la misonaintencin yal haereso,se da ‘cuenta de que,de todos modos,tiene que hacerow. tad del soberano como si fuera la suya propia o inclu so la anticipa. Al fin y al cabo, eso que el siibdito haria de todos modos, puede sublimarlo convirtiés dolo en contenido de la voluntad del soberano, rea- lizindolo con un «sie enfitico a este. Asi ¢s como, en el medio del poder, el mismo contenido de la acci6n obtiene una forma distinta gracias a que el stibdito afirma el hacer del soberano 0 Io asimila como si fuera su hacer propio. Es decir, el poder es un fenimeno de la forma. Lo decisivo es eémo se moti- ua una accién. La frase que expresa la presencia en cl espacio de un poder superior no es «de todos modos tengo que hacerlo», sino «quiero», La res~ ‘puesta a un poder superior no es la negativa interior, sino la afirmacién enfatica.t La causalidad no es capaz de describir adecuadamente esa respuesta, pues el poder no funciona aqui como un empujén 4. Por el contri, si se equipaa el poder con la coervién y |b opresin, entonces se lo interpreta como la capacidad de decit smo», Pero con ello no se advierte bien que, en realidad, set In ‘expresin de un poder superior. El sono tiene por qué resular de 1a impotencis. CEW. Soiky y R. Pais, Figuationen vziler Macht. Autoritit-Selervetan-Kealion, Frankfare del Meno, 1954, 9.5 +Uina sociedad sin poder seria una socieded de gente que solo dijera ”. Quien quisiera elininaes,tendria que privara todos dela ea- pacidad de poder decir“no”. Pues el aewar de uno termina en la resistencia del oto en su autonoméay su libertad —a las que no ‘puede burlar—a ahora de hacer algo dstingo alo que espera de €LEl poder aca conta ello. El poder ampli a libertad de uno en contra del oto venciendo su‘no"y negando sy libertad El poder cslaliberad para desta ibertac B mecinico que se limita a desviar un cuerpo de la direccién original de su recorrido, sino més bien como un campo dentro del cual tal cuerpo se mue- ve con libertad. El modelo de la coercién no hace justicia a la complejidad del poder. El poder como coercién consiste en imponer decisiones propias conta la vo- luntad del otro. Muestra un grado muy reducido de intermediaci6n. 1 yo y el otro se comportan de forma antagénica. El yo no es recibido en el alma del otto, Por el contrario, més intermediacién con- tiene aquel otro poder que no opera centra el pro- yecto de accién del otro, sino desde él. Un poder superior es aquel que configura el futuro del otro, y no aquel que lo bloquea. En lugar de proceder contra una determinada accibn de otro, el poder influye 0 trabaja sobre el entorno de la accién 0 sobre los preliminares de la arcitin del otto, de modo que el otro se decide voluntariamente, tam bién sin sanciones negativas, a favor de lo que se cortesponde con la voluntad del yo. Sin hacer nin- iin ejercicio de poder, el soberano toma sitio en el alma del otro. El modelo de la causalidad no es capaz de des- cribir relaciones complejas. La vida orginica se sus- trae a la relacién de causalidad, En oposicién a la cosa inanimada y pasiva, el organismo no permite sin mas que la causa exterior llegue a repercutir en lsin su intervencién, Mas bien reacciona con auto- 4 r noma a la causa, Es justamente esta capacidad de respuesta aut6noma a la motivacién externa lo que caracteriza alo orginico.Por el contrario, una cosa inanimada no responde. La peculiaridad de lo viviente consiste en inte- rrumpir la causa exterior, transformindola y ha- ciendo comenzar en si algo nuevo. Por ejemplo, aunque lo viviente necesita alimento, el alimento no es la causa de su vida, Suponiendo que aqui codavia se pueda hablar en general de causa, enton- ces es lo viviente mismo lo que tiene el poder de convertirlo que para él es externo en causa de deter- minados procesos orgénicos.Es decir, estos procesos, orginicos no son una mera repeticién de la causa externa en Jo interior. Mas bien son aportaciones, propias,decisiones propias de lo viviente. Lo vivien te reacciona con autonomia a lo externo. La causa externa no es més que una de las muchas motiva- ciones posibles que lo viviente mismo determina para que sea causa Lo viviente nunca padece la causa externa de forma pasiva. Sin aportacién ni decisién por parte de lo interior, la causa externa nunca llega a reper- cutir. No hay ninguna prolongacién inmediata de lo exterior en el interior, como sucede en el caso de la transmisi6n de energfa cinética de un cuerpo a otro, La categoria de causalidad resulta menos apropiada para describir la vida espiitwal. La com- plejidad de la vida espiritual provoca la complejidad 5 del acontecimiento del poder, que nc se puede traducir a una relacién lineal de causa y efecto, Es esa complejidad lo que distingue el pode-de la vio~ Tencia fisica, con la que se podeia conseguir la cau salidad simple de fuerza o fortaleza y efecto. Es en esta reducci6n de la complejidad en lo que vendria a consist la ventaja de la violencia fsica. El complejo acontecimiento del poder tampo- Co se puede describir adecuadamente con tna sim= ple aritmética. Un poder opuesto que sea apenas exiguo puede ocasionar dafios sensibles a una su- premacia. Con ello, también un enemigo débil ob- tiene gran importancia y, porlo tanto, mucho poder. Asimismo, ciertas constelaciones politices pueden ‘otorgar mucho poder a.un partido o a una nacién débil. E interdependencias complejas se encargan de que el poder sea teciproco. Por ejemplo, si el yo requiere a colaboracién de otro, entonces surge una dependencia del yo respecto del otto. El yo ya no puede formular ni imponer sus exigenciassin tener en consideraciém al otro, pues el otro dispone de la osibilidad de reaccionar a la coercién del yo, por ejemplo, renunciando a su colaboracién, lo cual pondria al yo en una situacién dificil. Asi es como lh dependencia del yo respecto del otro puede per- cibirla y aplicarla, este tiltimo, como una fitente de poder. Incluso los muy débiles pueden conmutar su impotencia en poder si hacen un uso diestro de las notmas culurales. 16 rr ‘Ademis, hay que tener en cuenta la miltiple dialéctica del poder. El modelo de poder jerarqui- co, segtin el cual el poder se irradia simplemente desde arriba hacia abajo, no es dialéctico. Cuanto mis poder tenga un soberano, tanto mis requerirs, por ejemplo, del consejo y de la colaboracién de los subordinados. Podri mandar mucho, pero, a causa de la creciente complejidad, el poder fictico se transmitira a sus consejeros, que le ditn qué es To que debe mandar. Las miltiples dependencias del soberano pasan a ser furentes de poder para los subordinados, que conducen a una dispersién es- tuctural del poder. Persiste con fuerza la opinién de que el poder cexcluye la libertad. Pero no es esto lo que sucede. EI poder del yo logra su nivel maximo precisa- ‘mente en la constelaci6n en la que el otro se amol- da voluntariamente a su voluntad. El yo no agobia al otro. Un poder libre no es ningtin oximoron. El poder libre significa que el otro obedece libremen- te al yo. Quien quiera obtener un poder absoluto no tendré que hacer uso de la violencia, sino de la libertad del otro. Ese poder absoluto se habré al- canzado en el momento en que la libertad y el sometimiento coincidan del todo. Pero el poder que opera a través de érdenes y el poder que se basa en la libertad y la obviedad no son dos modelos opuestos. Solo son distintos en su ‘manifestacidn, Si se los eleva a un nivel abstracto, ” revelan Ia estructura que les resulta comtin. El po- der capacita al yo para recobrarse asi misrso en el oto. Genera una continuidad del si mismo. El yo realiza en 1 otro sus propias decisiones. Con ello el yo se con- tinia en el otto. El poder proporciona al otro espa- sios que son los suyos, y en los que, pese a la pre- sencia del otro, es capaz de recobrarse a sf mismo, Capacita al soberano a regresar asf misme en el otro. Esta continuidad se puede alcanzar tanto con la coercién como con el uso de la libertad. En el caso dela obediencia que se cumple en libertad, a con- tinuidad del yo es muy estable: esti intermediado con el otto. Por el contrario, una continuidad del si ‘mismo mantenida mediante la coercion es frigil a causa de la deficiente intermediacién. Pero en am- bos casos el poder le ayuda al yo a continuarse en el otro, recobrarse a si mismo en el otro. Sila inter= mediacién se reduce a cero, entonces el poder se trueca en violencia. La pura violencia desplaza al ‘otro a una pasividad y a una falta de libertad extre= mas. No se produce ninguna continuidad interior entre el yo y el otro. El poder en sentido propio no ¢s posible frente a una cosa pasiva.La violencia y la libertad son los dos extremos de una escala del poder. Una creciente intensidad de la intermedia cién genera mis libertad, o mas sentimiento de li- bertad.Asi pues, sla estructura interna dela inter= mediacién lo que determina la forma de manfestacin del poder. 8 Fr El poder es un fenémeno de la continuidad. Le propotciona al soberano un amplio espacio para si mismo. Esta lbgica del poder explica por qué la pér- dida total de poder se experimenta como una pér- dida absoluta de espacio. El cuerpo del soberano, que en cierta manera llenaba el mundo entero, queda reducido a un miserable trozo de carne. El rey no tiene Ginicamente un cuerpo natural que es mortal, sino también un cuerpo politico y teolégico que, ‘en cierta manera, es coextenso con su reino. En el caso de la pérdida del poder, se ve rechazado y de~ ‘vuelto a este pequefio cuerpo mortal.’ La pérdida de poder se vivencia como una especie de muerte. Es una creencia erronea suponer que el poder opera tinicamente inhibiendo o destruyendo. Como ‘medio de comunicacién,el poder se encarga de que Ja comunicacién fluya sin interrupcién en una di- reecidn determinada. Al sihdito se lo leva (aunque no necesariamente de forma forzosa) a aceptar la decisidn del soberano, es decir, esa eleccién de una accién que hace el soberano. El poder es la oportit~ nidad

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