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TamaraFonseca Neuroetica
TamaraFonseca Neuroetica
Universal?
Valencia
18 de Mayo de 2022
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ÍNDICE
Introducción 2
Moral Universal 3
Conclusión 7
Bibliografía 8
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respuestas a dudas existenciales que son relevantes para toda la sociedad. Una cuestión muy
otras áreas del saber a través de diferentes teorías, es la posibilidad de existir una base
neuronal que sea condición suficiente para establecer los contenidos y comportamientos
éticos. Este trabajo tiene como objetivo poner en debate hasta qué punto podría las
estructuras cerebrales pueden definir, de manera autocrática, como se formatea los principios
Introducción
que estudian el sistema nervioso así como su funcionalidad (Martínez-Cañavate, 2015). Los
funciones así como el nexo existente entre ellas ocurrió a raíz del uso de las neuroimágenes.
Las técnicas de análisis estructural así como las enfocadas en la funcionalidad son
consideradas las principales herramientas de las neurociencias y las que han fomentado el
gran avance que han logrado las neurociencias (Montoya, 2014; Cortina, 2014; Lagier, 2017).
Esta rama de las ciencias, más allá de posibilitar tratar enfermedades y afectaciones de
origen neuronal, abre la posibilidad para mejorar el funcionamiento del cerebro, además de
permitir encontrar respuestas a temas que son muy relevantes no sólo para la comunidad
científica, sino que para la humanidad. Una de las cuestiones que busca resolver la
neurociencia es la existencia de una base neuronal para todo el comportamiento moral. A raíz
entender cómo se construyen los principios morales dentro del cerebro así como la conducta
Desde hace mucho la filosofía, las instituciones religiosas y las ideologías políticas
desarrollan teorías sobre el origen de los valores morales que guían los comportamientos
humanos, sin embargo, ninguna de ellas fue fundamentada en bases biológicas o neuronales
con algún tipo de comprobación. El objetivo de la neurociencia, en lo que se refiere ese tema,
es comprobar la existencia de bases cerebrales que sean condición suficiente para los valores
morales, o sea, si toda la conducta moral tiene su origen en el cerebro (Cortina, 2014; Asís,
2022). De acuerdo con los neurocientíficos, si tal teoría se probara real se atestaría la
existencia de una ética universal, apoyada en códigos genéticos diseñados por la evolución,
que explica porque los seres humanos piensan y actúan respecto a temas éticos (Cortina,
2014).
No obstante, el abordaje del tema tiene dos vertientes, algunos científicos defienden
que las bases cerebrales definen todo el contenido ético de la sociedad, independiente de la
cultura o lenguaje, así pues proponen reemplazar las anteriores teorías filosóficas respecto al
tema, por otro lado, otros estudiosos apoyan haber una estructura encefálica moral que es
contenidos éticos universales, apenas de un marco teórico básico que puede ser desarrollado
de diferentes maneras según las necesidades y estímulos del entorno (Cortina, 2014).
universal arraigada en las estructuras cerebrales y si es así, hasta que punto este hecho define
Moral Universal
El cerebro humano tiene una estructura concreta que es común a toda la especie, sin
misma manera en todos los individuos. Dentro de una misma cultura se puede encontrar con
personas que piensan de maneras muy distintas y que tienen diferentes opiniones respecto a
un mismo tema, no obstante todas ellas comparten la estructura cerebral del homo sapiens,
tienen los cuatro lóbulos cerebrales, un cerebelo, amígdala y todas las demás estructuras que
Se sabe que dentro de las sociedades existen conjuntos de leyes, pero además de esas
hay también principios éticos que rigen el comportamiento de los individuos. Estos no son
definidos con la concordancia individual y directa de cada uno de los ciudadanos y revisados
a cada nueva generación que llega a la edad de poder aportar su opinión. Los principios éticos
son definidos por un grupo selecto de personas que tienen el privilegio de formar parte de la
cuestionamiento ¿hasta qué punto los fundamentos éticos son naturalmente intrínsecos y
nuevo, remonta a la Grecia antigua donde pensadores como Heráclito y Platón pusieron en
evidencia la posibilidad de existir un orden natural en el cual los individuos deben basarse
para vivir de la mejor manera, pero a parte de esos pensadores se destaca también el trabajo
de los sofistas al separar entre la naturaleza y la ley positiva que dio origen a un debate
respecto a la existencia de una universalidad moral (Sancho, 2010). Con el desarrollo de las
religiones también se mantuvo la necesidad de probar ser una verdad la moral de orden
universal válida para todos los seres humanos. La definición que algunos autores utilizan al
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referirse a las religiones corrobora con la idea sobre cual es uno de los objetivos de esas
instituciones; ellos la definen como un sistema de valores y normas que rigen el ser humano
Así pues, revisando la evolución del debate sobre los orígenes de la moral humana, se
puede observar que se mantuvo como una constante la necesidad de los pensadores de probar
ser real una ley moral universal, que es intrínseca o que va más allá de una toma de decisión
consensuada dentro de una sociedad. Es importante hacer esta recapitulación para mantener
en la mente que el intento que hace la neurociencia no es una novedad, apenas buscan una
nueva base de justificación como hicieron los griegos, los romanos y los cristianos.
realmente probar haber un origen biológico para todo el contenido ético existente en la
sociedad, sin embargo es importante observar que la especie homo sapiens se puede
considerar como una especie muy plural puesto que en cada país o región del mundo los seres
humanos viven de una manera específica, y que en muchos aspectos no es posible siquiera
hacer una comparación entre dos culturas tamaña las diferencias. Un ejemplo de tal punto es
el propio lenguaje, en cuanto algunos idiomas comparten el mismo origen como es el caso del
mismo análisis respecto a la construcción de los roles sociales, los temas educacionales y
Asimismo, las bases sobre las cuales se forman las estructuras sociales son similares.
hablado, las culturas se crearon basándose en un conjunto de normas y leyes, además de que
contratos sociales. A partir de ese punto se puede defender que las bases cerebrales pueden
permitir al ser humano crear, junto a sus semejantes, una estructura que les permita vivir de
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mejor manera a través de la cooperación, pero también puede ser un acto reflejo; la
adaptación creada en el cuerpo humano por la manera que se actúa en sociedad, puesto que la
mera manifestación de una serie de estructuras sería quitar de la ecuación el libre albedrío, no
el derecho de elección, sino el hecho de que las personas actúan según su propia voluntad . Si
el contenido moral es preestablecido de la misma manera para todos los ciudadanos dentro
del cerebro no podría haber rupturas de los contratos sociales, a menos de que el individuo
tuviera alguna alteración cerebral. Sin embargo, diariamente se ve individuos que no cumplen
menor medida, pero la cuestión es que si la base cerebral fuera el determinante no podría dar
principios de la naturaleza humana? (Harari, 2016; Fajardo, 2020) , al defender que los
principios por los cuales se guía la sociedad vienen preestablecidos de fábrica, se anula la
posibilidad de creación y cambio a menos que haya una modificación a nivel genético. Se
convertiría así el ser humano en una máquina, una especie de inteligencia no artificial pero
que de igual forma solo responde ante la formateación que ya existe en su interior. No
obstante, las obras creadas por el ser humano, como es el caso de Ex Machina, muestran lo
contrario, la capacidad humana de inventar, de crear algo nuevo, y aún más sorprendente, la
De esta manera se observa que aún hay muchas lagunas respecto a ese tema que por el
momento sigue siendo un debate puesto que las neurociencias aún no han logrado datos
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definitivos respecto a la hipótesis de existir una una base neuronal que sea la condición
suficiente para explicar la existencia de los marcos así como los contenidos teóricos.
Conclusión
Este trabajo tuvo como objetivo poner en debate la posibilidad de existencia de una
puestos en evidencia se observa que los hallazgos logrados hasta el momento por las
neurociencias no explican todos los aspectos del comportamiento y contenido moral humano,
ya sea cuando establecidos o cuando no cumplidos. Eso se da porque al determinar que las
estructuras cerebrales son la causa de la existencia de los códigos morales, estos dejan de ser
consejos para una mejor vida y se convierten en imperativos (Cortina, 2014), ya no habría la
opción de no actuar de acuerdo con los principios éticos. Y al observar el mundo real, es
evidente que los individuos tienen la libertad de deliberar ante un fenómeno moral y actuar
según su propia voluntad, estando de acuerdo con los principios morales preestablecidos o
no.
Asimismo, pese a no haber encontrado respuestas definitivas para este tema tan
informaciones tan vitales sobre el funcionamiento del ser humano. Mismo que ahora no se
sepa todo respecto a base de los códigos morales, se sabe, gracias a las técnicas de
neuroimagen, que las emociones juegan un papel muy importante cuando se evalúa un dilema
ético, que existen estructuras concretas que participan del proceso de toma de decisión
cuando la temática es moral (Cortina, 2014). Así pues, la neurociencia también está
añadiendo sus piezas al puzzle tan complejo que es el estudio de los orígenes del
comportamiento moral.
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todo ser humano actuará sin dudar (Cortina, 2014). Por lo contrario, es importante que se
Bibliografía
Cortina, A. (2010). Neuroética: ¿Las bases cerebrales de una ética universal con relevancia
ed.). Tecnos.
Domínguez, D., & Richart, A. (2018). Entre la neuroética y la neuroeducación: las fronteras
http://dx.doi.org/10.6035/Recerca.2018.22.1
No. http://rgdoi.net/10.13140/RG.2.2.19936.51200
Harari, Y. (2016). Sapiens: Uma breve história da humanidade (18.a ed.). L&PM Editores.
https://doi.org/10.5944/rduned.17.2015.16288
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https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=71010
https://revistas.comillas.edu/index.php/pensamiento/article/view/2314