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Editorial

Nos es muy grato presentar otro ejemplar de nuestra Revista


dedicada a encuentros clínicos con psicoanalistas extranjeros. El
buen recibimiento por parte de nuestros lectores de “Diálogos
Clínicos con André Green” nos afianzó en la convicción que
profundizar en el trabajo teórico-clínico, es una fructífera mane-
ra de enriquecer al psicoanálisis.
Esta vez el encuentro es con una de las psicoanalistas
contemporáneas más reconocida, la Dra. Betty Joseph, conspi-
cuo miembro de la Sociedad Psicoanalítica Británica, cuya Sem-
blanza fue realizada por la Dra. Sheila Navarro de López, mien-
tras que la Nota Introductoria sobre su vida y obra estuvo a cargo
de la Comisión de Publicaciones. Durante su visita a APdeBA en
diciembre de 1995, realizó numerosas supervisiones clínicas en
las cuales la vimos “tomando contacto” con el trabajo efectuado
entre paciente y analista, atendiendo a la evolución del par
* transferencia-contratransferencia “minuto a minuto”, como ella
misma acostumbra a decir. Para ello escuchaba atentamente el
material intercalando preguntas, para exponer luego sus puntos
de vista con una precisión no exenta de calidez y respeto. En
algunas ocasiones ha ofrecido modelos interpretativos, pidiendo
al analista que imaginara las posibles respuestas del paciente.
Como el lector podrá apreciar, nos alertó reiteradamente sobre el -
riesgo “de quedarnos con las palabras como si éstas simbolizaran
al paciente”. --
El contacto vital, “cuerpo a cuerpo” con el paciente, fue una
de sus principales enseñanzas. Una anécdota refleja fielmente su
manera de pensar y trabajar. Finalizada una. supervisión, un
colega le preguntó si lo que ella había dicho del paciente podía

Psicoanálisis APdeBA - Vol. XVI - N* 1 - 1996 3


EDITORIAL EDITORIAL

incluirse dentro de determinado concepto teórico. Betty Jóseph una depresión desde la muerte de su-madre y de amigos. Betty
respondió: “Sí, pero los analistas al estar con el paciente debe- Joseph muestra cuál sería su propia contratransferencia de mo-
mos, pensar.menos con la cabeza y más visceralmente”. lestia e irritación ante el uso masoquista y adictivo de la depre-
En su conferencia “Acerca de la Curiosidad”, partiendo del sión. Se pronuncia enérgicamente en contra de sumergirse en el
concepto de Klein sobre el instinto epistemofílico, aborda análisis de la homosexualidad en ese momento del proceso.
un .
tipo particular de pacientes con notable inhibición de la Advierte sobre la tentación de focalizar las interpretaciones en '
curiosi-
dad. Estas dificultades son atribuidas a una perturbación
severa un rasgo tan llamativo como es la homosexualidad. “Tampoco-
en la relación con los objetos: los mantienen alejados o - me centraría en la depresión porque creo que está siendo explo-
toman
posesión de los mismos apropiándose de su funcionami tada por el paciente y utilizada casi como una reacción terapéu-
ento a
través de la identificación. Entonces la pregunta no
tiene cabida, tica negativa”. ;
ellos “saben”. La autora muestra a través de un material Roberto, de 53 años, ha tenido relaciones homo y heterose-
clínico
las implicancias de esta perturbación'en el proceso
analítico y el xuales, Es muy competitivo y se pone en un mismo plano que su
abordaje apropiado... , po analista, hablando de “nosotros”, como forma de. ignorar las
A
Laura, paciente adolescente con una fuerte tendencia diferencias. Betty. Joseph comprende las actitudes del paciente
a la
actuación dentro y fuera de la sesión, sufre frecue comó una renuencia:a ser entendido por la analista, para ello
ntes crisis de
angustia y estados de desorganización. Betty Joseph destac acepta: hipócritamente sus interpretaciones y, mediante silen-
ó lo
adecuado de la descripción de la contratransferencia cios, escatima material y evita la inclusión de: aquello más
del analista
en el momento de la supervisión y lo instó a que la utiliza genuino, como ser los sueños. ]
ra más
a la hora de formular sus interpretaciones. Consi A partir del material de un niño, Facundo de 7 años, traído
deró que la
paciente destruye una parte de sí misma capaz de preguntarse y por dificultades en el aprendizaje escolar, nos advierte sobre la
preocuparse por lo que le pasa y la coloca proyectivamente en el necesidad de evaluar el desarrollo adquirido por el paciente, a fin
analista, ubicando en éste su angustia. Mientrás esto no sea de establecer que el nivel de la interpretación no supere el tope
comprendido por ella, la interpretación de los contenidos —aún alcanzado por el desarrollo del niño. Señala además el peligro de
de los sueños- será infructuosa. Resaltó la necesidad sobreinterpretar o interpretar demasiado rápidamente: “...lo que
de mostrar
a la paciente su manera de hablar y no, por ejempl la analista está diciendo acerca de otros bebés y el peligro de
o, el contenido
del sueño que trae, aunque “uno se sienta culpable de otros hermanitos, es muy importante, pero si usa este lenguaje
no interpre-
tarlo”. : tan repetida y frecuentemente pierde todo contenido emocional”.
'
Carlos se dirige a su analista “como si le estuviera dictan En relación con la atribución de significados, recomienda que
do
a su secretaria la disertación para un congreso”; recordemos el concepto de sobredeterminación propuesto por
en lugar de
intentar transmitir sus vivencias emocionales, hace Freud. Cuestiona la insistencia a interpretar como un ataque
un resumen
teórico de lo que le está sucediendo. Betty Joseph cuando un niño se moja o ensucia “porque no sabemos qué
lo describe
muy gráficamente: “es uno de esos pacientes que significa la caca para él en ese momento”.
uno no tiene
idea de lo que comieron para el desayuno”. Entien En Ana, una paciente borderline con un discurso práctica-
de que él
paciente se sitúa en un plano de superioridad en relaci mente ininterrumpido y centrado en preocupaciones corporales,
ón con su
analis
ta para evitar la toma de contacto con sus Betty Joseph muestra el movimiento obsesivo entre la desespe-
sentimientos .
Cuando un paciente está tan rígidamente defendido, ración y la esperanza como lo nuclear de su psicopatología.
la interpreta:
ción de los contenidos verbales --en vez de señala Señala además el sufrimiento que debe tolerar el analista al tratar
r lo que el
paciente hace sádicamente a su ánalista— lleva a un pseudo pacientes tan graves.
aná- ,
lisis, algo falso y desvitalizado; Victoria, de 59 años, está por concluir su análisis. A propó-
: :
* Daniel, paciente homosexual, mellizo de una sito de ello Betty Joseph destacó cómo, cuando se toca la ansie-
hermana, sufre

A A - AAA A
EDITORIAL

+ dad de separación, ésta se convierte en una preocupación hipo-


condríaca en vez de traducirse en palabras. Remarcó la importan- Nota introductoria
cia de detectar ese momento, en que la tristeza y la ansiedad se
transforman en un síntoma somático, para comprender la hipo-
condría de la paciente. En relación al lugar del pasado en el
trabajo analítico, explicó que la reconstrucción de la historia
puede hacer que el paciente se sienta más integrado. Sin embar-
go, “A mí no me gusta-usar los hechos históricos para entender
el presente, me gusta ir en la dirección opuesta. ... soy muy
minuciosa en no traer la historia cuando rompe el movimiento de
la sesión”. ]
La entrevista con. la visitante, llevada a cabo por algunos
miembros de la Comisión de Publicaciones, se desarrolló en un
clima. cordial y distendido. Permitió ver a una psicoanalista
comprometida con su pensamientoy preocupada por el paciente Betty Joseph nació en 1917. Se formó como asistente. social
.
y sus relaciones interpersonales, no sometida a las valoraciones psiquiátrica y comenzó a trabajar en una clínica de orientación
socio-culturales de -la época y oponiéndose firmemente a la infantil en Salford, cerca de Manchester. En esta ciudad comenz
ó
utilización de una teoría alejada de la clínica. su análisis con Michael Balint.
Al psicoanálisis actual le toca desenvolverse en tiempos de Luego de ser aceptada como candidata en la Sociedad Psicoa-
crisis de valores, del “zapping” y de las propuestas de supuesta nalítica Británica se mudó a Londres, donde continuó analizá
n-
eficacia inmediata. -Betty Joseph encarna, como pocos, -el con- dose con Balint. Allí trabajó en otra clínica de orientación
vencimiento en la vigencia del mundo interno, el contacto con las infantil y en una unidad estatal de atención para madres y bebés.
emociones y la curiosidad genuina, así como la postura ética que Además daba clases en el Curso de Salud Mental en la Escuel
a de
siempre caracterizó a nuestra ciencia. Esperamos que este núme- Economía. :
ro contribuya a su trasmisión. En 1950 fue nombrada añalista y se dedicó de lleno a la
práctica privada del psicoanálisis.
Se formó como analista infantil y como parte de ese entrena-
Claudia Bregazzi de Quiroga miento supervisó con Helen Shechan-Darc, Ella Sharpe, Paula
Diana S. Cantis Carlino
Heimann y Melanie Klein
Adela Costas Antola Luego de terminar su análisis didáctico, se analizó cuatro
años con Paula Heimann. Como analista didacta tomó candidatos
en análisis y supervisiones, dictando también seminarios teóri-
cos y clínicos. Nos ha dicho Betty Joseph: “Siempre disfruté
la
docencia y en particular dar seminarios clínicos. Ser
invitada a dar clasesy conferencias en el exterior significa
para mí un gran placer, no sólo por la actividad docente,
sino también por el viajary conocer lugares. Es así que he
dado supervisiones y conferencias en Alemania, Italia,
España, Norte y Sudamérica, Australia, India e Israel. Sin
embargo, mi verdadero interés está en el trabajo con

, s

Psicoanálisis APdeBA - Vol. XVI - N?* 1 - 1996 9


A
NOTA INTRODUCTORIA

Semblanza de Betty J oseph


pacientes, el detallado trabajo clínico diario
y mi verdade-
ra base es Londres, con su rico mundo de gente y edific
ios,
música y teatros”.
Los trabajos de Betty Joseph corroboran ampliament
e lo
dicho por ella en la cita anterior. Desde el primero,
“Un aspecto
de la compulsión de repetición”, leído en 1958 en
la Sociedad
Británica, hasta uno de los últimos, “Acerca de
la curiosidad”,
leído en APdeBA en 1995, se muestra como una
analista que
teoriza a partir de la clínica. En todos ellos muestra
generosa-
mente el interjuego que se da entre analista y pacien
te. Minucio-
sa en su tarea observa, no sólo el contenido, sino
la forma en que
surge el material, sin centrarse exclusivamente
en el simbolis-
mo. Le preocupa saber si las interpretaciones establ i da na podría
ecen “con- A pesar de ese nombre tan de apodo, | al
tacto” con todo lo que está sucediendo en la sesión, decirÍ que haya un acceso fáci
ác i l ala intimidad con Y Betty. L a a con
jerarquizando
que sean “inmediatas y directas”, no basadas rei ñ
años en Lo ndres, y cuandodo fuimos a
a sup
en material ante- hace másá de treinta
rior. Le interesa “hablarle al paciente”, no Í i
por primera ez, en esas visitas de spi
vez, traba) n
“hablar del con Benito
material”. : que pudi imos econcreta r gracias a la g a
: 1 s ingleses
analista j
Se la conoce como discípula de Melanie Klein y conti dad, el | buen tra y la toorganiz ización de la a”
“tía” de Lon res, a
nuadora
de sus ideas. Sin embargo es indudable la influe Bick quien nos consegu ía horas de supervis ión que difícilm ente
ncia que han
ejercido sobre ella las ideas de Wilfred Bion. nosotros mismos. A
En su trabajo hubiéramos obtenido por
“Hacia la experiencia del dolor psíquico”, lo manifi A lo largo del tiempo, Meltzer nos trató siempre € a
esta expresa-
mente en una cita inicial. Es a partir del dolor, deferencia, Hanna Segal nos recibía con pa y a ¡ et
“ese elemento
infaltable en el psicoanálisis”, que ella quiere Rosenfeld nos llevó a una muestra escultórica! Pero . pr
desentrañar no
sólo la patología, sino las razones por las cuales la A€
acida
ayudó Ó con generosidi ad y deslumbró Ó con su sagacidad ;
evolución, el |
nos
cambio psíquico.es
, tan difícil como para igmática. € orrecta,
nos fue enigmáti , amable,
Ar profes me
intentar lo,evadir 1
siempre
conservando el equilibrio psíquico conocido.
: intachable, nos atendía año tras año con puntualidad y
Betty Joseph no se conforma con las nociones despedía con elegancia. e *
teóricas ya
adquiridas, sino que va al encuentro del paciente, A la otra Betty, la de la risa fácil y verbo chispean te, accedi
de la experien-
cia. Por esto realiza descripciones alejadas de o
la psicopatología en dos oportunidades.
convencional. Así en algunos de sus trabajos descri
be la inacce- La DSLnEra fue en una velada inolvidable en casa Le Adrián
sibilidad, la pasividad, a m
la adicción a un estado mortífero, los Stokes. Al comienzo, con esa gentileza E e
pacientes que se oponen a la comprensión. los extran
pe a
nsi
consiste en hablar lento y en voz alta con
(
Estas líneas no pretenden ser una introducción a la obra inglés
j muy de teatro o de la BBC, noo sólo :
entendí todo lo
amos Pp
Betty Joseph, ya realizada además, sólo quieren de
señalar que sus a sino
1 que hasta podíam os intervenir y 08
artículos pueden leerse como clases prácticas dos. KAl promediar iarl os los postres cómenzazaron
l a contar chis-
ea
de teoría de la ado
escucha
técnica en las que se la puede acompañar en su forma hablar en ese i n g l
inglés. é s sincop ado que usan en a ,
de recoger tes y a
la transferencia, reconocer los errores y aventurarse Ó 1 y abrevia turas, ; que nos era casi impo E
una y otra de apócope s, siglas
vez en la difícil tarea de analizar. Bot, sumamente locuaz, reía contribuyendo io
seguir
te a generar un clima especialmente amable y ta
Dos días después, en la supervisión, nos atendi
Comisión de Publicaciones

ye 27 11
10 Psicoanálisis APdeBA - Vol. XVIII - N*1-
SHEILA NAVARRO DE LOPEZ

como siempre, .impecable,. sagaz, sin ninguna mención del, en-


cuentro sociál.' o A
La segunda oportunidad de descubrir a la otra Betty se
ds Acerca de la curiosidad:
dio en
un festejo de fin de año durante su primera visita a Bueno
s Aires.
Allí también reencontramos a la esplendorosa y divertida
mujer
que también es ella.
Parece ocioso caracterizar a una persona a nivel anecdó
tico
pero, en realidad, a la maestra Betty Joseph yo no
la había
conocido antes en toda su dimensión. Pude entender
entereza y casi la valentía con que describe en su
luego la Betty Joseph
trabajo la
contratransferencia y sus afectos como pieza motora
en la inves-
tigación de la fantasía inconciente de sus pacien
tes.
En sus escritos nos transmite su compromiso con el pacien
te, En los primeros tiempos del psicoanálisis, Freud estuvo muy
la profundidad de sus exploraciones clínicas, el conocimien
to de interesado en el tema de la curiosidad. Habló de una instinto de
los diferentes modos de la identificación proyectiva
y la manera saber o investigación relacionada con las teorías y preocupacio-
en que aborda la transferencia y la contratransferencia
en pacien- nes sexuales de los niños. Melanie Klein también pensó
tes que tratan de promover inconcientemente, que la
el analista se curiosidad como instintiva. En el primer período de su trabajo
pliegue a sus actings-out. Como nadie, con sinceridad
nos mues- escribió sobre el instint
tra en sus trabajos la necesidad constante del paciente , 1 ug, se expresa en la.
de recupe- curiosidad del.
rar el equilibrio de: su: sistema defensivo, ya que la.madre; pero. fue más lejos.
el cambio aún al sugerir que esto lle
psíquico implica dolor y le resulta amenazante. alva dese o.de.apropia del mismo
rse y,
x de este aAR
modo, Aa una ¡der tificación
Asimismo nos alerta permanentemente:sobre los riesgo muy, temp rana con ella. Su
s de la interés acerca de la curiosidad parece haber disminuido, ANaunque
e: A EII
intelectualización por parte del paciente y sobre el .
deslizamiento no desapareció completámente, como vemos en el trabajo deta-
del analista a los juicios de valor, Esto sólo es posibl
e con una llado de Nunberg de 1960. Sin embargo, cualquiera sea nuestr
actitud analítica humilde y esperanzada- que nos permit o
a, como punto de vista actual, si nos encontramos frente a una import
ella indica, -y además demuestra- enfrentar las dificu ante
ltades y el ausencia de curiosidad, todos acordaríamos
esfuerzo de pasar por experiencias de realidad analít que esto indica una
ica a veces inhibición o una perturbación severa en la esfera de las relacio-
muy incómodas para paciente y analista. E
Creo que de no existir Betty Joseph, no nos hubier nes de objeto. Este punto es el que me interesa abordar en este
a sido trabajo. :
posible conocer esa delicadeza aunada al rigor en la tarea inter-
pretativa, y la manera comprometida de participar
en el abanico Hay un tipo determinado de pacientes con una marcada caren-
afectivo de pacientes graves, con una metodología
impecable.
Volviendo a lo personal, en su reciente visita a Bueno £la-de..interés..o..de..curiosidad..acerca.de..sus. objetos. quE..S
NR e PRI

s Aires, manifiesta con claridad en el análisis,


que da lugar a la publicacióde n esta: revista, también seguí A AAA
Esto puede estar vinculado
aprendiendo. No sólo de su rigor metodológico co
el n
tomar posesió anteni
deldos
objeto y, por ende,
en el abordaje llevar a una identificación total con él. Estos pácientes muestran
preciso y claro del material, sino también de su estilo
duro, pero una llamativa falta
nunca implacable, en la manera de supervisar, - Curi hacia
oselana
id lista
ad .como
s ser humano. Manifiestan una curiosidad basada en la necesidad '
Sheila Navarro de López
' Conferencia pronunciada en APdeBA el 20 de diciembre de 1995.

12
Psicoanálisis APdeBA - Vol. XVII - N*1- 1996
13
BETTY JOSEPH ACERCA DE LA CURIOSIDAD

de evitar la verdadera curiosidad. No son capaces de ubicarse a análisis. Muchas veces era difícil no dejarse llevar hacia inter-
una distancia suficiente de sus obj como:
etopara observar.
s o pretaciones repetitivas, benignas, blandas, discutiendo alguna
registrar lo que sucede. Cuando un objeto significativo emocio- idea conciente que tenía sobre sí, como si alguna comunicación
nalmente entra dentro de su campo visual como para despertar inconciente del paciente me hiciese sentir, sin que al principio
conciencia o curiosidad, se sienten amenazados o empujados a me diese cuenta, i Una otra.manera lo.
hacer algo con esta situación. En grado variable, se meten dentro erturbaría o a zaría y.esto lo volvería defensiva o activa-
y toman posesión o invaden mentalmente y “saben”. Vemos una Aetricil probables mi tendenciaa ser blanda era una:
carencia similar de.curios a hacia su propia mente y.su funcio- respuesta a ello. Gradualmente comencé a examinar un poco más
namiento; ellos no preguntan, “saben”. Sin embargo debemos laRA
situación,-esta-hábilysutil. presió ue ejercía para mantener
suponer que una parte de la mente quiere entender y ser entendi- entre nosotros una. relación chata, relativamente Vacía, pero . NTRA e
BI

da, por difícil que sea encontrarla. Deseo discutir estos aspectos.
Para ello expondré a continuación un material de un caso parti- Veníamos trabajando este aspecto; S. podía entender por
cular, no para dar un cuadro acabado del paciente, sino simple- momentos lo que yo quería-decir, hasta que un jueves trajo un
mente para usarlo de ejemplo. o sueño. No lo voy a contar en detalle; en él describía “cómo estaba
Se trata de un hombre joven, trabajador social en un puesto de ayudando a una imujer, medio desnuda y paralítica, a salir de su
mucha responsabilidad, que ha estado en análisis conmigo por automóvil mientras sus piernas resbalaban como gelatina y sin-
unos pocos años. Presuimía de ser muy observador y considerado tió cierta excitación”. A partir de sus asociaciones, su Conducta
con la gente. En el análisis, me llamó la atención que no hacía y el trabajo previo, le interpreté que al intentar traér sólo material
mención de lo que pudiese haber oído o notado sobre mí, o.lo que elaborado cuidadosamente y pensamiento intelectual sobre lo'
sucedía en sesión. Las vacaciones, las interrupciones, los cam- que tenía en mente, estaba demostrando su necesidad de mante-
bios.en.mí.o.en-mi.entorno,.los pasaba aparentemente poralto. El nerme paralizada mentalmente. Entonces él podía asumir el rol
creía estar interesado en la forma en que trabajaba su mente pero, de continuar ayudándome con sus observaciones, sintiendo que .
como voy.air mostrando, inconscientementé presentaba material me sacaba de dificultades analíticas. Era bastante excitante para
de un modo cuidadosamente estudiado, sugiriendo que sabía lo él la referencia a la mujer medio desnuda. Inmediatamente S. se
que sucedía, su significado y su motivación; como si no hubiese alejó de esta interpretación, como si no estuviese interesado en
en sú ménte algo desconocido o que nó pudiéra entender. S, tuvo entender o pensarla. Continuó describiendo con cierto detalle
algunos análisis previos. Cuando comenzó conmigo contaba un cómo se había sentido ese día en su oficina cuando al entrar en
sueño y traía lo que él llamaba asociaciones, pero en realidad era la habitación, uno de sus colegas lo había ignorado por completo;
su idea sobre el significado del sueño. De modo que las asocia- aparentemente este hombre lo había excluido. Ni siquiera se
ciones libres, que nos hubiesen podido ayudar a entender lo que preguntó en una forma simple por qué este hombre podía haber
estaba sucediendo debajo de la superficie, estaban llamativa- salido de la habitación cuando él entró, ni lo que pudo significar
mente ausentes. Generalmente cuando yo interpretaba algo no para él mismo. Pero ciertamente describe bien la situación
anticipado por él, se ponía inmediatamente molesto, enojado, analítica: cuando yo hablo me vuelvo el recién llegado, mientras
volviéndose muchas veces hostil, burlón, acusatorio y paranoi- él ha tomado posesión de mi consultorio, mi mente y sale
co. Esto podía continuar sin parar durante varias sesiones o podía hablando de otra cosa. Así no puede haber interés o curiosidad
cambiar rápidamente y volverse sumiso, “darse por vencido” y acerca de lo que digo o está sucediendo en-su mente, o acerca de
aceptar aparentemente mis interpretaciones, casi como si se su propio sueño. Cuando pasa inmediatamente a hablar de sus
sometiese a mí. Entonces todo se volvía tranquilo y claramente cuestiones de oficina,él parece esperar que yo abandone mis
demasiado placentero. Lentamente comencé a darme. cuenta comentarios, tratados como si no tuviesen ningún valor. Si yo
-cómo esta necesidad de mantener todo tranquilo dominaba el hiciese eso, él sentiría que me vuelvo mentalmente insegura y

14 13
ACERCA DE LA CURIOSIDAD
BETTY JOSEPH

débil —las piernas de la mujer descritas como de gelatina—.


se identifica con el añalista o con el profesor y se desprende de
Cuando hablé de esto lo entendió y parecía estar de acuerdo: toda curiosidad o posibilidad de comprensión. Esta necesidad de
Comenzó la siguiente sesión describiendo con cierto malestar estar en la mente de la otra persona le sirve para impédir
una clase de posgrado a la que había asistido, en la cual el' cualquier contacto real o cuestionamiento sobre su propia mente,
profesor había criticado su trabajo, pero esta vez, en contraste ya que la analista no puede funcionar en forma diferente y
con una ocasión anterior donde se había enojado y puesto a la separada de él. No se despiertan en él sentimientos ni fantasías;
defensiva, no había discutido; en cambio había
ninguna sensación, por ejemplo, de que ella pudiese tener algo
aceptado las
críticas de este hombre. No aclaró cuáles fueroñ y habló cómo si para darle que pudiese estimular su admiración o envidia. Esta es
las hubiese procesado, aunque de hecho parecía haberlas elimina- wnzge las principales causas de inhibición de la curiosidad”
do, evacuándolas completamente, volviéndose superior al profe- genuina y..de.la investigación intérna y externa.
sor. Me dijo, reiterándolo, que había escuchado sin discutir, —"Cuisiera señalar en este momento dos puntos en la historia de
como si esperase mi acuerdo y aprobación, sin que me ocupara S., ya que parecen ser muy pertinentes. Aunque claramente
del contenido de lo dicho y sucedido. Inmediatamente pasó a inteligente de niño y de joven, $. fue incapaz de beneficiarse con
contar un sueño de esa noche. En el sueño “acababa de ir al baño la escuela y la abandonó sin los conocimientos apropiados, pero
y le estaba mostrando a alguien la gran deposición que había se las arregló para seguir con su carrera, sin la formación
tenido, estaba dentro de una membrana, como un haggis (comida adecuada. Esto sugiere que ya en la escuela. no fue capaz de
escocesa, estómago de cordero relleno) con una forma de riñón procesar y digerir lo recibido de otra gente, los maestros. Hasta
o de estómago. Se sentía aliviado verdaderamente ahora que se el inicio del análisis siempre pensó con cierto orgullo en esa falta
había desembarazado de la cosa, como un riñón que le había de formación verdadera; ahora la siente con pesar. En segundo
causado problemas durante tanto tiempo”. S. asoció esto con úna lugar, su madre estuvo muy enferma durante sus primeros años;
serie de operaciones y enfermedades sufridas desde su temprana pronto comenzó a ayudarla a cocinar para la familia. Desde muy
infancia, relacionadas especialmente con cálculos renales fre- chiquito, parece haber ayudado bastante de muchas formas.
cuentes. Dijo que su admiración por la gran deposición era como Aparentaba ser muy tolerante, pero secretamente comenzó a
la de un pescador admirando un gran pez que ha pescado. aliarse con su padre y su hermano mayor y a aborrecer y despre-
Acá podemos ver cómo las críticas del profesor, que le po- ciar a la madre. Por lo tanto, ha existido claramente una figura
drían haber causado ansiedad y dolor, no pueden ser pensadas ni muy temprana vivida como medio paralítica, necesitada de él: él
tratadas con interés o traídas al análisis y entonces posiblemente cocina para ella pero la mira con cierto desprecio. A partir de
digeridas; son en cambio evacuadas en masa y después,
esto, se pueden empezar a ver interconexiones importantes que
lo
evacuado —el riñón es admirado. ayudaron.a construir esta personalidad interna arrogante y no
En lugar de curiosidad, ahora
hay grandiosidad, En la sesión S. se felicita y me alíenta con la indagadora. También podemos observar indicadores de una po-
descripción de su progreso: esta vez no se puso furioso ni a la sible identificación femenina con la madre, pero esto no es parte
defensiva, como dijo. De este modo no me da la oportunidad de de mi interés principal en este momento. :
interesarme en lo que sucede para quizás ayudarlo analíticamien- ' En estas dos viñetas podemos ver algunos mecanismos usados
te. Me mantiene, en cambio, como a la mujer del sueño anterior, por S. cuando se despiertan ciertas ansiedades. En la fantasía
medio paralizada, sin mis propias piernas analíticas sobre las escinde parte de sí mismo y la proyecta dentro del objeto —la
cuales pararme. En este ejemplo S. termina admirando su propio analista o el profesor—, quien se vuelve inferior y equivocado,
producto, su propia mente, una: mente sin duda inteligente, mientras él introyecta aspectos del objeto y de esta forma toma
mientras manifiesta respeto por la mía en tanto y en cuanto mi el rol de la analista y se vuelve la analista o una persona superior.
pensamiento sea igual al suyo y esté organizado por él. El toma Otro mecanismo consiste en proyectar en mí su pensamiento;
posesión de mi funcionamiento, “sabe” lo que está sucediendo, supone, por ejemplo, que estamos de acuerdo sobre su mejor

16 NA
ua
BETTY JOSEPH ACERCA DE LA CURIOSIDAD

manejo de la situación con el profesor de modo tal que nuestr De esta forma podemos ver cómo se construye su paranoia. Pero
as '
dos mentes analíticas son- iguales. Entonces mi mente es hasta los sentimientos paranoicos son proyectados en la esposa:
tar no
indagadora como la suya. Inconscientemente él cree es ella la que se siente tratada fríamente y con distancia. No traté
que cual-
quier otra alternativa sería demasiado amenazante. En efecto, de interpretar estos últimos aspectos proyectados durante la
después de la hora me di cuenta que no tenía idea de lo que sesión porque estaban demasiado alejados para estar disponi-
había
sucedido en la clase, ni había observado adecuadament bles. .
e el
proceso que se estaba desarrollando en la sesión. S. continuó recordando haber entrado con un amigo a un
0
Quiero continuar mostrando un ejemplo de cómo esto emerge restaurante y haber visto allí un grupo de colegas de mayor
en el vaivén de la sesión. Estando ya algunos años en análisi experiencia y categoría en una mesa; habló de las diferencias
s, un
jueves S. se había enojado, volviéndose hostil y burlón generacionales y de lo atractivo que esto era (nuevamente
cuando sentí
hice una interpretación que él describió como predecible; que decía esto para confirmar lo que acababa de interpretar,
era
justo lo que él había esperado que yo dijera, lo que retroalimentándome con lo que me gustaría oír y mantenién-
él había
elaborado. De algún modo pudimos trabajar sobre esto, donos con los mismos pensamientos; de algún modo, tomados de
calmán-
dose su rabia y hostilidad de modo que hacia el final de la mano). Dijo que en este último tiempo había estado pensando
la sesión
se sintió aliviado y hasta conmovido por lo que yo mucho en su analista anterior, el Dr. R., describiendo lo útil que
le podía
mostrar. Aunque creo que estaba realmente conmovido, había sido su análisis con él. Pero, sin embargo, algunas cosas no
es raro,
como dije anteriormente, que me sienta tranquila frente fueron solucionadas. Habían hablado mucho acerca de la rela-
a estos
desplazamientos súbitos, desde la hostilidad casi parano ción con su hermano pero no como lo hacemos nosotros; $. y yo,
ica a la
afabilidad. Aparentemente.hay.moyimiento..pero.no cambio estamos entendiendo su problema de hermanos aquí. En este
real
Anterno.ni.insight momento sentí un verdadero flirteo analítico conmigo. Después
Al día siguiente S. vino diciendo que después de la sesión que apareció más material de este tipo, interpreté su necesidad de
tuvo
una tarde muy agradable en su casa, describió cómo mantenerse en este nivel, aparentemente seduciéndome en forma
las cosas.
estaban creciendo bien en su jardín. Luego contó cómo inconciente para que me sienta compinche con él. S. hizo un
lo conmo-
vió el fin de semana anterior ver a la hija de un amigo, de tres comentario vagamente crítico comparándome con el Dr. R. que
años, llevar a su hijo (el del paciente) de 18 meses a era modesto, en realidad ahora pensaba que demasiado modesto;
través del
césped. Aunque tenían una cualidad genvina, el tono sentía como si yo le hiciese firmar algo diciendo que tengo una
de estos
comentarios era también algo demasiado suave. mente superior a la de él. Una vez dicho esto, cambió rápidamen-
Sugerí que hoy
sentía que podíamos estar a gusto juntos, siempre y te de tema y describió a otros amigos que estaban en análisis: uno
cuando no
hubiese mucha diferencia entre nosotros, si éramos como que no podía tomar la más mínima decisión sin hablar antes con
hermani-
tos amigables. S. estuvo de acuerdo, podía darse su analista, y otra parecía tener a su analista en mente en cada
cuenta de ello.
Continuó diciendo que el día anterior su mujer había frase. El es distinto, más libre, más franco con respecto a su
tenido
supervisión de un caso clínico con un supervisor que, analista: yo. Pero, ¿cómo puede juzgar?, ¿cómo puede saber si su
sin embar-
80, parecía frío y distante. Relacionó esto con haberse juicio es el correcto? Nuevamente estos comentarios son hechos
encontra-
do en una cena en casa de amigos mutuos el fin de como afirmaciones de hecho, con una convicción total sobre lo
semana. Creo
que dejé de ser la hermana pequeña cuando hice la interp que describe, no habiendo pensamiento o indagación.
retación
anterior, con ello muestro mi capacidad para supervisar, A esta altura me estaba lisonjeando, al parecer en forma
para
mirar el material. Esto último amenaza con despertar inconciente; mi arrogancia anteriormente semi-mencionada se
una helada
rivalidad y envidia. Estos sentimientos son proyectado volvió una virtud —no modestia patológica, como el analista
s inme-
diatamente en el objeto, el analista-supervisor, donde son anterior—; estaba comparando críticamente a los analistas de sus
mañ-
tenidos alejados de sí mismo y el objeto se torna antipático amigos (de hecho ambas personas de mucha experiencia y muy
y frío.

18 19
BETTY JOSEPH ACERCA DE LA CURIOSIDAD

respetados) con su analista, aparentemente en detrimento de Esto me parece una descripción muy precisa de cómo nunca
aquéllos. Al mismo tiempo él mismo no era arrogante, ¿cómo suelta su mente o sus pensamientos en forma precoz, se hace
puede confiar en su propio juicio? Supone que acuerdo con él y cargo de llevar el control del análisis sabiendo de lo:que quiere
acepto todo; ambos somos parte otra vez de la misma mente. hablar y lo que supone que yo quiero oír; dándome así el llamado
Intenté mostrarle cómo todo el tiempo mantenía un oído-ojo placer, mecánicamente. Entonces yo debo admirar su capacidad
alerta, sobre lo que yo pudiese pensar o decir, permaneciendo de control y lo que viene de él, como lo hace su mujer. Cualquier
atento y en guardia. También podemos ver la seducción activa al admiración por el objeto, cualquier razón para la envidia, es
tratar, con su forma de hablar, de llevarme a estar de acuerdo con nuevamente proyectada en el objeto y él es el proveedor de
él. Usa su mente como una especie de sonda para entrar en la mía satisfacción. Cuando de hecho hago interpretaciones, según él
y averiguar qué sucede ahí dentro, o qué se espera de él; después las llama predecibles y secas, entonces, por supuesto, yo estoy
puede estar de acuerdo o tratar de manipular, pero no está equivocada y él se vuelve superior y despreciativo. La culpa, por
interesado en escuchar las interpretaciones, ni sus propias reac- ende, es mía; la suya es obviada.
ciones o sentimientos, y permitir que resuenen en su mente y Estoy sugiriendo que la curiosidad en S. es una defensa contra
adquieran sentido. Es muy interesante ver la diferencia entre este la curiosidad —no se mira realmente a sí mismo ni se' pregunta
tipo de sondeo parar averiguar y el interés y curiosidad verdade- desde adentro, ni permite que el analista o la situación analítica
ros. En este ejemplo no tomó para nada lo que yo le estaba resuenen emocionalmente. Adquiere una comprensión teórica y
diciendo sobre su conducta activamente seductora para conmigo. la aplica como conocimiento propio, éste es por su naturaleza
Si este tipo de manipulación y acuerdos fracasan, surge una frío y estéril. Implica que su mente no está abierta a investigar,
amenaza de sarcasmo helado y cortante y burla -como al princi- recibir, observar o interesarse en lo que está ocurriendo dentro y
pio de la sesión anterior—, o emergen posiblemente dudas reales fuera de sí mismo, y niega que la mía pueda ser diferente y
sobre él mismo y sentimientos de culpa. abierta. Es muy difícil evaluar cuánto, él y pacientes como él,
La necesidad de mantener el control de la mente, del selfy del observan pero escinden inmediatamente las observaciones exter-
objeto, y la aridez y peligros resultantes si esto no tiene éxito, fue nas o emocionales, aniquilando de tal modo el significado. El
claramente.descrita poco tiempo después, cuando S. me habló de foco de sus intereses parece ser muy estrecho, aunque de alguna
su preocupación por las relaciones sexuales con su esposa. Más manera aparenten estar muy atentos hacia otra gente, a lo que.
allá de las dificultades, se siente en general bien en su matrimo- sucede en ellos y en sus mentes, Cuando le señalé a S. su aparente
nio pero hay un problema en la sexualidad; el punto crucial es que falta de contacto con cualquier cosa que estuviese sucediendo,
ella no lubrica, se vuelve árida, seca, aunque esto no por ejemplo interrupciones o cambios, se adecuó muchas veces
era así antes.
No se pregunta por qué, qué siente ella, o qué está pasando para complacerme en lo que le parecían ser mis deseos de que
realmente entre ellos; no parece ni siquiera entrever que algún observe y haga conjeturas intelectuales sobre lo que yo iría a
comportamiento suyo necesitaría ser considerado. Su actitud, de hacer en mis vacaciones. Esto se vuelve obviamente algo vacío
hecho, es la de alguien que menosprecia a su mujer por sus y mecánico; soy vivida como intrusiva y narcisísticamente an-
dificultades. Tenemos también una descripción muy exacta de la siosa de ser observada. Esto presenta problemas técnicos muy
relación analítica: con mucha frecuencia me siento repetitiva, interesantes; si uno se permite seguirlo en el pasar por alto la
seca y bastante improductiva en mi comprensión o en mis realidad y la existencia de un otro —el analista, el consultorio—
interpretaciones; un verdadero intercambio y fluir de ideas, uno se vuelve simpático, pero inútil y semi-paralítico. Si uno
un
coito productivo se hallan llamativamente ausentes. Después de trata de ayudarle a mirar el problema se siente rápidamente
interpretar algo de esto, S. dijo, con cierto orgullo, que su mujer forzado a estar de acuerdo hasta el punto de rendirse. Por ello es
comenta que él puede aguantarse, no hay ningún riesgo de especialmente importante no sólo observar cómo se interpreta y
eyaculación precoz, puede esperar y controlar adecuadamente. evitar toda insinuación violenta, sino más aún, estar alerta al

20 21
BETTY JOSEPH
ACERCA DE LA CURIOSIDAD

riesgo de concentrarse en lo que uno sient


e que.es el contenido
faltante. Con frecuencia es fácil presuponer inter un sentimiento de pánico desesperado”. En sus asociaciones
és o curiosidad comparó este sueño con el reciente sobre el gorro para el sol y se
en el paciente que conciente o inconcientem
ente escinde u ocul- refirió a los horribles problemas de la adolescencia con un acné
ta. Le atribuimos esta actitud al paciente en.
vez de concentrarnos severo. Habló, como en otras ocasiones, de cómo sentía que su
en su necesidade d mantener una sensación de equilibrio, conse
vando r- madre no había prestado atención a sus dificultades y quejas
estrechos y: limitados sus intereses. Todo
plantea esto cuando las cosas no andaban bien, por ejemplo en el colegio, y
cuestiones complejas de técnica que, sin emba
rgo, no es mi tema siempre le atribuía la culpa a él. De aquí surgen preguntas no sólo
en este momento; simplemente pretendo discu
tir como ejemplo sobre su historia, cómo fue tratado realmente, cómo su madre se
el modo en que S. parece observar lo que está
sucediendo en el comportaba, sino también cómo escucha realmente las interpre-
consultorio o en su mente, pero rápidame
nte, escinde, evita o taciones, y en qué medida su desconfianza y actitud paranoica
deja de lado sus observaciones.
Por esta época trajo un sueño en donde “est colorean lo que escucha. En el transcurso del análisis pudo
aba pateando fotos explicarme en una forma muy útil, que siempre escuchaba lo que
debajo de la cama para que los ladrones que
habían entrado no las yo decía con la intención primera de descubrir mis propias
viesen y se
las llevaran, como también otras cosas
”. Podemos ver intenciones. Con respecto al sueño, creo que quiere decir que yo
acá cómo escinde, inconciente pero
activamente, aspectos de sí
mism o, alejándolos de ambos, de él y de estoy tratando de robarle, manteniéndolo por debajo, denigrán-
mí. De esta manera dolo, ¿por rivalidad y envidia? ¿Estoy de veras interesada en él
intenta impe dir que yo vea lo que está sucediendo, sea una
observadora o, como discutí anteriormente,
o simplemente finjo? Otro aspecto de esto se expresa en esta
la supe
rvisora, una serie de sueños: su angustia frente a mi “interpretación sin
persona genuinamente interesada y con
curiosidad en su mente. pausa” de sus ansiedades,
Más aún, el sueño sugiere que la función devolviéndole rápida y prematura-
misma del análisis es mente sus proyecciones,
interpretada rápidamente por S. como lo cual analíticamente, indicaría su
que yo lo
invado y robo, culpa y responsabilidad por sus preocupaciones. En
sintiéndose amenazado y. paranoico. Se otras pala-
hace cada vez más evi- bras, como si sus problemas fuesen sólo material analítico,
dente que no puede soportar mi posi
ción observadora y que mi sólo
mente analítica y aprópiadamente proyecciones” y no ansiedades profundas en su vida. Natural-
inquisitiva funcione de un
modo que él no puede hacerlo. . mente uno debe considerar aquí si las interpretaciones son dema-
: siado apresuradas, si pueden parecer insensibles, etc., tanto
Pero esto a su vez vuelve al paciente presa
que su enfermedad y sus dificultades estén de los temores de como el papel que juega su historia. Pero debemos tener presente
siendo desatendidas; además cuánto de esta ansiedad está basada en la identificación
el analista es subestimado, vivido como
descuidado y pasando: proyectiva de su propia necesidad de aplacar todo, retratada en
por alto sus problemas reales, aban
donando, de este modo, su
interés y su rol de descubrir. Naturalmente las sesiones donde sus palabras se vuelven una crema emóliente
esta creencia pone en y él sólo ve una piel suave de bebé, tal como acusa a su mujer de
funcionamiento un círculo vicioso de ansiedad, crítica
fianza y, con ello, hostilidad y sensació y descon- hacerlo en el sueño. Si aparecen diferencias entre nosotros hacen
n de superioridad. Esto sé
volvió más claro en una serie de sueñ erupción como el acné y obtenemos hostilidad; sale a la luz el
os en donde la mujer de S.
parecía estar descuidando seriamente lado litigante de su personalidad, sintiendo al analista totalmente
a S.oasu pequeña hija, por
ejemplo al no ponerle un gorro para el equivocado. Este fragmento de la historia es interesante, en tanto
sol estando al sol, o al sugiere que la madre de mi paciente tenía poco interés o curio-
dejarla caer. En los sueños él estaba legí
timamente desesperado, sidad verdaderos sobre lo que estaba sucediendo en los senti»
desconforme, asustado y enojado. Un
ejemplo de esos sueños es mientos y la vida de su hijo; no podía escuchar ya que ella “sabía
el siguiente: “Tenía manchas como forúnculos
cada vez se ponían peor; le pidió a su en la cara que que él estaba equivocado. Parece haber alguna identificación con
mujer que mirase, ella dijo esta imagen de la madre, que sabe sin necesidad de preguntar y
que no podía ver nada, sólo piel suave
de bebé. Esto provocaba allana superficialmente el dolor y la ansiedad.

22
ACERCA DE LA CURIOSIDAD
BETTY JOSEPH

riencia, experiencia que podría despertar ansiedad, admiración,


La naturaleza de la. ansiedad y el dolor temidos por $. si se odio, oenvidia, o alguna conciencia de su propia responsabilidad
despertase su capacidad de investigar, surge en parte en el y una sensación de culpa y paranoia. Lo vinculé con algunos
material que he traído, en especial su paranoia y cualquier aspectos de su propia historia y con su manera de manejarse con
sentimiento de su responsabilidad y culpa. He descrito la veloci- sus objetos primarios. La falta de interés por su entorno inmedia-
dad con que emergen en la sesión la hostilidad y la paranoia, para to se refleja en la falta de interés por el funcionamiento de su
ser luego rápidamente escindidas y reemplazadas por una espe- propia mente que lo lleva a un “saber” y a una razón omnipoten-
cie de afabilidad y conformidadu obviadas con zalamerías.
tes. Por lo tanto, este tipo de pacientes no pueden tolerar ninguna
También está el miedo a que la curiosidad y la investigación investigación verdadera ni curiosidad genuina.
genuinas lleven a un sentimiento de compromiso, de responsa-
bilidad por la conducta y los impulsos propios y con ello, a una
conciencia de culpa. Esto fue muy claro, por ejemplo, en la
descripción de S. acerca de las dificultades sexuales de su mujer, Descriptores: Caso clínico. Curiosidad. Envidia. Epistemo-
donde no había cabida para ningún pensamiento sobre su propio filia. Identificación proyectiva.
rol en ello. Cuando la culpa amenaza con surgir se movilizan *
distintas defensas, la más clara es la proyección en el objeto; él
se vuelve sentencioso y grandioso, comienza a ayudar al objeto
y a acomodar las cosas a su manera. Esto es con frecuencia muy
evidente en las sesiones. Cuando puedo mostrarle a Salgo desde
un ángulo nuevo, si entiende lo que quiero decir, puede explicar
inmediatamente por qué sería así tal y tal punto señalados por mí;
por ejemplo explicándolo desde su historia, su relación con un
padre difícil, etc., sin detenerse por un momento a ver acerca de
qué se está justificando. De esta forma parece ayudarme y
acomodar las cosas pero esa ayuda no me permite ser una analista
y descubrir cosas. Otras veces puede corregir mi trabajo o
reformular mis palabras, a veces con un poco de humor, como
ayudándome a seguir. Entonces el paciente desaparece de la vista
y no hay ningún interés o curiosidad en abordar lo que podría
estar sucediendo en él.
En este trabajo me ocupo de un grupo determinado de
pacientes que muestran poca o ninguna curiosidad por el mundo
inmediato que los rodea, por su analista o el entorno psicoana-
lítico. No son capaces de ubicarse a una distancia suficiente de
sus objetos para que se despierte el interés; lo evitan alejándose
de sus objetos o, proyectando partes del self dentro del objeto se
apropian de aspectos de su funcionamiento, identificándose así
con el objeto en mayor o menor grado. He indicado algunos de los
problemas técnicos que esto plantea para el analista. Usando
material de un paciente, he tratado de mostrar la intención
inconciente de evitar el impacto de una gran cantidad de expe-

23
24
ph:
Entrevista a Betty Jose

Quiroga,
Susana Bidolsky, Claudia Bregazzi de
Pablo Grinfeld, Norma Slepoy,
Sara Zac de Filc y Amalia Zirlinger

a la Dra., su opinión acerca


Pablo Grinfeld: Quiero preguntarle
sobre el psicoanálisis. Se
de la influencia de la posmodernidad
han referido importantes
dice de esta corriente actual, a la cual se
vidualismo egoísta, sin
pensadores, que estimula el indi
idere la era del narcisismo
trascendencia, de ahí que se la cons
líticos, podríamos decir
irrestricto. Usando conceptos psicoana
—la modernidad—, que
que, a diferencia de la época anterior
odernidad estimula el yo
acentuaba los ideales del yo, la posm
n, que conspiraría contra
ideal. ¿Considera Ud. que esta situació
ará a cambios en la teoría y
las metas psicoanalíticas, nos llev
en la actualidad hay otra
técnica del psicoanálisis? ¿Piensa que
ria a la técnica clásica?
psicopatología y otra clínica, refracta
taría ese tipo de enfoque.
Betty Joseph: Yo no pienso ni acep lquiera
Para mí es muy importante tratar de entender —cua
pasando en la relación
sea la patología— qué es lo que está
parece que el psicoaná-
del paciente con la gente. A mí me
ta las dificultades que la
lisis actual trata de tomar en cuen
creo que para que el
gente tiene en relacionarse. Yo
entar nuestra sensibili-
psicoanálisis avance debemos aum
tal modo que seamos más
dad y nuestra comprensión, de
que le está ocurriendo al
sensibles y permeables a lo
olí

de 1995.
' Realizada en APdeBA el 21 de diciembre
a Sara Zac de Filc.
Agradecemos la traducción

1996 27
Psicoanálisis APdeBA - Vol. XVII - N*1- dr
AE

RON
JOSEPH
ENTREVISTA A BETTY
A BETTY JOSEPH
ENTREVISTA

en cambio,
r” del cas o y del paciente, y otros, a-
bras, como si las pal
tiene el “se nti
alterar nuestra técnica, incipalmente las pala ia
creo que debamos escuchan pr te. Hay una enorme
diferenc
paciente. No a lo que está ien
sensitiva, más sensible re el paciente y mb ol iz ar an al pac cosa, me
bras si ién quiero decir otra
sino hacerla-más sa ent fo qu es . Ta mb
, y a lo que pa entre am bo s en ocional-
te puede resonar em ciertos
pasándole al paciente haber un número el pa ci en
ica que siempre va a interesa sa be r si ue hay
el analista. Esto impl icoanálisis, y yo ta está diciendo, porq
apropiados para el ps mente a lo que el analis muy. difícil lograr una resonancia
de casos que no son s que tratar de
aceptar este hecho, má pacientes en quiene
s es
e tener en cuenta
si puede
prefiero reconocerY a ellos. ta deb
fo rm ar el ps ic oanálisis para adaptarlo emocional. El ana lis
pa ra construir esa re
sonancia.
de o no el ca mino
encontrar
áreas posibles de s importante.
rm a Sle poy : ¿Cu ále s serían, a Su entender, esa sensibili- Esto me parece lo má
No
est igació n den tro de la técnica para favorecer ¿tiene que ver con lo
que expre-
inv : Est o últ imo , al
smo contar con el materi
Claudia Breg az zi
dad? rca de que no es lo mi
sa en su libro ace
nsaría en térmi- :
Joseph: Yo no estoy segura de que pe
el estudio que tener al paciente?
Betty n, sino más bien en
igació n en cuenta prin-
nos de áreas de invest os en grupos pequeñ
os, donde Jo se ph : Sí. Al gunos analistas toma ciente, y no Se
ch os cas Bet ty pa
cuidadoso de mu
an trabajar en conj
unto Y que bras, las ideas del
analistas que pu ed mos un cipalmente las pala est á ha ci en do el paciente con
haya o. En Londres tene ns ib les a qué
erial clínic fi ja no no son se que el analista
analicen mucho mat por medio y estudia
en profun-
o qué es lo que intenta el paciente
se reúne se mana ell os,
grupo que r ganar en que dice.
ésta es la única manera de pode oiga, cuando dice lo
didad los cas os; si esto podría ser
comprensión y en pe rmeabilidad. No sé su opinión, la técnic
a
per o es la forma en que no
sotros
Gr in fe ld : Re ci én nos decía que, en el con tra rio ,
n, o por
a ser cambiada y que,
investiga ció ncep- Pabl
llamado nO partiendo de la co
o mu ch ís im o, psicoanalítica NO deberí tas. En la supervisión
hemos apre nd id
e, del caso clínico. ilidad de los analis
sino partiendo siempr debe aumentar la sensib ed dijo algo que
ción teórica, ito de un paciente psicótico, ust
de hoy , a pro pós ser analizados
” para hacerle, o: que quizás no deberían
tengo una pregunta “añeja a mí me co nm ov ió mu ch
estos casos debía operar
la psiquiatría.
Amalia Zirlinger: Yo años atrás. En en
su anterior visita, quince estos pac ien tes y que
mucho al ambiente
de Buenos
la conservo en mí desde el ana lista había conmueve
Ud. nos señalaba si Esto me parece que
aquellas supervisiones En los últ imos días
ntacto” con su paciente. Aires en general.
establecido, ono, “co ” o “le jos” de
si el analista estaba “cerca te. Quiero o que hay casos que
, no siendo
también le escuché decir ien id er
ación “tocaba” ono al pac Betty Jo se ph : Yo co ns
contenidos por una
psicoterapia
su paciente, si la interpret e interés, qué es en ser
ser la única que tiene est analizable s, sí pu ed creo que uno
preguntarle, y creo no con “tocar” al o psiquiátrico. Yo no
, que quiere Ud. decir y un tr at am ie nt años, uno
el “contacto” para Ud.
de apoyo
ar qu e a eso s cas os, después de diez
paciente. pueda pens
los hace analizables.
dos cosas: ser
: Cre o que con eso quiero decir otaciones éticas. ¿Est
aríamos
Bet ty Jos eph que el analista ten drí a co nn
es cu ch ar al paciente de tal modo Pablo Grinfeld : Est o
cientes que no sonana
lizables?
¿a pa z de en lugar de iz am os pa
eda sen tir lo que está pasando, faltando a la éti ca si an al
real me nt e pu ellas. Aún
sól o las pa la br as y dejarse llevar por nosotros nos maca
neamos
escu ch ar nos de los qu e sí;
nce año s des pué s, puedo ver que algu Betty Joseph: Sí, yo cr eo
ahora, qui el analista
que se han pr es en tado, muestran que
. casos

a A

si z A
ENTREVISTA A BETTY JOSEPH
EPH
ENTREVISTA A BETTY JOS

parte psicótica generó


emos Susana Bidolsky: Yo creo que la idea de
cuando asumimos qué pod tica no es lo mismo que
a nosotros y al público confusiones. En realidad, parte psicó
tra tar . Per o mu- supo ne la psicosis no es
tratar casos que de verdad
no podemos psicosis. La confusión sujeto-objeto que
os macanear, .
chas veces hacemos est
o no porque queram
y no no5
la misma que la confusión defensiva.
orantes y omnipotentes,
sino porque somos ign también puede venir
damos cuenta.
o Betty Joseph: Aún más, la confusión
ansiedades psicóticas,
el porque muchas veces hablamos de que nosotros, por
ne esta posición solamente para que son absolutamente primitiv
as pero
Susana Bidolsky: ¿Ud. sostie tam poc o es es distinto a la personali-
que el psicoanálisis s trata r. Esto
tratamiento de adultos o piensa supuesto, pod emo
tic ula r
de niños psicóticos? En par dad psicótica.
adecuado para el tratamiento ndo son
iento de estos niños, cua
quería preguntarle por el tratam a la analizabilidad no ha
menores de cinco años. Norma Slepoy: Es decir que en cuanto
nto de los analistas kleinia-
está habido modificaciones en el pensamie
de si la personalidad otros aspectos en los últimos
Betty Joseph: Eso depende nos. ¿Cree que hubo cambios en
una parte de la misma que,
al ximarse a la clínica o en
totalmente psicótica O si hay tiempos, ya sea en el modo de apro
y desarrollar una tarea ana
lí- ? ¿Hay alguna que usted
no estarlo, permite trabajar cuanto a sus formulaciones teóricas
tica. considere que ha caído en desuso?
po- habido un
nciación entre pacientes que Volviendo al primer punto, ha
Claudia Bregazzi: Esta difere difí cil acce - Betty Joseph:
s teníamos más espe-
demos ayudar con el psicoanál
isis —aunque sean de cambio en cuanto al optimismo; ante
coa nál isi s, ¿Se caso de psicosis, ahora
so— y pacientes que no podemo
s ayudar con el psi ranzas en poder tratar algún raro
codiagnósticos O con algo pareci- Yo pienso que los cam-
haría mediante entrevistas, psi tenemos mucho menos optimismo.
“tratamiento de prueba”? to kleiniano tienen que
do a lo que Fréud llamaba el bios más importantes del pensamien
tiempos los kleinianos '
ver con la técnica. En los primeros es
ver a un paciente una O dos
veces ctas en relación a part
Betty Joseph: Yo prefiero daban interpretaciones más dire
No me gus ta la idea Actualmente están más
y testear la situación con ent
revistas. del cuerpo y a partes del self. cionamiento
con un paciente que desarrolla interesados en interpretar en térm
inos del fun
de empezar un tratamiento hablar directamente del
después interrumpirlo. de esas partes. O sea, en lugar de
una transferencia fuerte y puede incorporar, 0 si
pecho, hablar más de si el paciente
habido cambios en la aproxima- e llevar indirectamen:
Norma Slepoy: ¿Piensa que ha el paciente puede dar. Esto nos pued
al campo de la psicosis? hablar directamente de
ción de los analistas kleinianos te al “alimentarse de”, en lugar de
.
las dificultades de la alimentación
al comienzo, había gente que
Betty Joseph: Hace tiempo,
yo llamaría un proyecto de Amalia Zirlinger: ¿Qué los llevó
a este cambio?
trató psicóticos —en lo que os
pensamos que todos los cas
investigación—, pero nunca u- a mí a cambiar fue la
tados con psicoanálisis. Alg Betty Joseph: Lo que me llevó
psicóticos pudieran ser tra qui atr as, tom a- rpretando no “entraba” en
nos analistas, que eran al mis
mo tiempo psi sensación que lo que estaba inte er a mí
alg o que Me podía satisfac
ron uno o dos casos para
ver si podían log rar el paciente satisfactoriamente.
visto tación, pero no parecía
el tratamiento, pero siempre fue
como una linda y buena interpre
tuviese valor en
. Hanna Segal, Rosenfeld y paciente; entonces, yo Mé
como algo raro y experimental tener un real sentido para el
pac iente, ningún otro.
Bion tomaron alguno que otro á
'

31
a
A A
-—.-
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