Professional Documents
Culture Documents
Licenciatura en Antropología
Unidad de aprendizaje:
Actividad:
Alumna:
Profesora:
No fue hasta 1987, ochenta y ocho años después de las primeras investigaciones
de Max Uhle en el valle del río Moche, cuando aparecieron ante el mundo los más
deslumbrantes restos de la cultura mochica y no por obra de arqueólogos sino de
saqueadores. Como señala Sídney Kirkpatrick, la ubicación de algunas tumbas
mochicas en el interior de Huaca Rajada, un complejo piramidal cerca del pueblo de
Sipán, situado en las remotas y soleadas planicies de Lambayeque, a unos 170 km
al norte del río Moche, permaneció en secreto hasta que un grupo de humildes
huaqueros* penetró en una de las tumbas una tibia noche de luna en febrero de
1987.
La cultura Mochica en la costa norte de Perú tuvo algunos antecedentes en los dos
siglos anteriores a nuestra era que siguieron al final del período de Cupisnique. En
Salinar, uno de estos primeros precedentes de Moche, se encontró una serie de
tumbas en una playa ubicada a 11 km al noroeste de la ciudad de Trújalo; el
yacimiento se extiende unos cuatro kilómetros a lo largo de la playa y un kilómetro
hacia el interior. Nuevas formas y rasgos aparecen en la cerámica de Salinar, cuya
decoración consistía principalmente en bandas o puntos blancos pintados sobre
pasta roja. A la tradición más antigua de orfebrería de oro se sumó el uso del cobre.
Durante la fase de Salinar el área de cultivo en el valle de Moche se amplió
significativamente. Otro yacimiento en Salinar, Cerro Arena, está también situado
en el valle de Moche, a unos diez kilómetros tierra adentro; este asentamiento en
las montañas tiene una arquitectura doméstica bien preservada y montículos con
algunos templos.
Las escenas en la cerámica sugieren que no luchaban para matar sino para hacer
prisioneros, ya que nunca se representa a ningún muerto en la batalla. Algunas
escenas muestran prisioneros desnudos sentados, esperando evidentemente la
decapitación ceremonial.
Un rasgo muy significativo de la tumba 1 es que casi todos los objetos encontrados
allí se relacionaban con la ceremonia de sacrificio representativo en la cerámica
descubierta en décadas anteriores. Por citar un ejemplo: el pato aparece con
frecuencia en la cerámica como un guerrero antropomorfo que participa en la
ceremonia del sacrificio. El pato aparece también en las orejeras de oro y turquesa
de la tumba 1, lo cual puede relacionarse con su participación en la ceremonia
donde los prisioneros eran asesinados ritualmente. El sacerdote guerrero
mencionado antes era representado siempre con un rían yelmo cónico con
ornamentos en forma de luna creciente, grandes orejeras, brazaletes y un traje
guerrero con cola. Con frecuencia llevaba una nariguera en forma de medialuna.
Cada uno de estos objetos fue encontrado dentro del ataúd de madera de la figura
central de la tumba 1.
En un congreso que tuvo lugar en Trujillo en 1993, aunque sin descartar las
originales cinco fases de la cultura mochica de Larco Hoyle, se subrayó que los
elementos que evocaban Moche I y Moche II se encontraba» también en los
asentamientos más septentrionales. Por tanto, se sabe que te emplazamientos
mochicas, tanto tempranos como tardíos, ocuparon una larga franja de la costa
pacífica. Menos conocida es la organización política de Moche, y es cada vez más
cuestionable que haya existido algo parecido a un reino mochica compacto, sino
más bien una serie de asentamientos que compartían una cultura común. Por lo
general se describe la figura central de las complejas tumbas de Sipán como un
sacerdote guerrero. Sin embargo, en vista de las distancias que existen entre los
numerosos asentamientos mochicas, parece lógico presumir que tales individuos
enterrados con tan elaborado ceremonial fueran en la práctica potentados
independientes más que súbditos o representantes de alguna especie de
«emperador» mochica radicado en el valle de Moche o en otro lugar. Una situación
que es quizá más comparable a la de los principados de la Italia renacentista que a
la de los reinos unificados de Inglaterra o Francia.
Bibliografía
Nigel, D., 1998. Los Antiguos reinos del Peru. España: CRÍTICA.