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Una cuestión de vida o muerte: Baal de Ugarit y los

dioses fenicios"^
PAOLO XELLA

En tomo al tercer cuarto del siglo XIV a. C , En la gran biblioteca de la acrópolis los arque-
probablemente entre los años 1370 y 1350, tuvo ólogos han descubierto los más importantes tex-
lugar en Siria un suceso de extraordinaria impor- tos mito ló gico s de la religión ugarítica: los
tancia para la historia de la cultura humana. En episodios del ciclo de Baal, las historias de
esta época, en efecto, Niqmaddu II, reyezuelo de Kirta, Daniel y Aqhat, el texto mítico-ritual de
Ugarit (actualmente Ras Shamra, en la co sta Shahar y Shalim y el del dios lunar Nikkal, ade-
siria cercana a Chipre)' decidió construir un más de toda una serie de textos rituales y cultua-
archivo en el que recoger los textos más impor- les redactados siempre en ugarítico (además de
tantes de la tradición mito ló gica y cultural de varios textos lexico gráfico s mono- y multilin-
aquella región. gües).
El lugar elegido fue, significativamente, la De esta empresa ordenada por el soberano
acrópolis de la ciudad, precisamente el edificio ugarítico conocemos otro protagonista, del que
llamado por los arqueólogos "Biblio teca del tenemos documentados nombre y funció n. Se
Gran Sacerdote", entre los dos grandes templos trata de Ili-malku, importante personaje respon-
urbanos atribuidos convencionalmente a los dio- sable de la redacción de los mitos de Baal y de
ses Baal y Dag ánl No co no cemo s las razones Kirta. Do s colofones'' dan prueba de que no se
precisas que indujeron al rey Niqmaddu a tomar trataba de un simple escriba, puesto que Ili-
tal decisión. Es posible, en teoría, que la exigen- malku no sólo se limitó a escribir los textos, sino
cia de construir una especie de "biblio teca que, co mo sugieren sus numerosos títulos y su
sagrada" estuviera ligada a la catástrofe (terre- posición en la corte ("A d iv ino ", "Jef e de los
moto o incendio) que había afectado a Ugarit en Sacerdotes", "Jefe de los Pastores", "Celebrante
la época de el-A marna, en la que quedó des- litúrgico" del rey de Ugarit) debía ser la autori-
truido el palacio real, célebre en todo el antiguo dad suprema en materia de tradiciones religio-
Oriente. Es posible que también las "biblio te- sas. Gracias a él se nos ha trasmitido un material
cas" o "archivos" de la ciudad quedaran dañados de extremo valor para el co no cimiento de la
o, incluso, destruidos'. mitología y de la vida religiosa ugarítica, repre-
El rey de Ugarit hizo entonces escribir una sentativo sin embargo de un área bastante más
selección del patrimonio religioso local sobre amplia que la abarcada por el pequeño reino de
tablillas de arcilla, al uso meso po támico . Sin Ugarit. Ideologías, complejos de creencias, ritos,
embargo, sin duda a causa del contenido de los temas míticos que emergen de tales textos cons-
textos, sobre las tablillas no se usó la lengua aca- tituyen una especie de "punta del iceberg" de un
dia (lengua diplomática y de cultura por exce- riquísimo patrimonio cultural siro-palestino de
lencia en esta época). Los textos mitológicos de gran antigüedad y vasta difusión, con miíltiples
tradición siria fueron redactados en ugarítico, variantes y tradiciones locales desgraciadamente
lengua local (semítica occidental), usándose por perdidas. En este sentido, los indicios son nume-
primera vez un sistema gráfico de tipo alfabé- rosos e inequívocos, ya sea retrocediendo en el
tico, con treinta letras representadas mediante tiempo hasta la civilización de Ebla, en la Siria
signos cuneiformes. interior del III milenio, ya sea avanzando hacia

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el I milenio y las tradiciones arameas, fenicias o mico. La armonía complementaria entre los
hebraicas. Personajes, motivos, concepciones, poderes de El y Baal —diversos en la historia y
los mismos usos lingüísticos, muestran una en las formas en las que se explican— son la
notable continuidad de fondo que debe ser inda- única garantía para el funcionamiento y la con-
gada para distinguir las modalidades de transmi- finuidad de la organización cósmica: del punto
sión, adaptación o innovación que caracterizan de vista humano, estos dos dioses deben coope-
las varias civilizaciones y las diversas fases rar para que el modelo cultural elegido por
internas de una misma cultura. aquella sociedad prospere y pueda perpetuarse
No es necesario insistir demasiado sobre el sin ser amenazado por las fuerzas del caos.
hecho de que la tradición mitológica-ritual siro- Estas últimas son representadas en primer lugar
palestina merece una atención particular, sobre por Mot, el dios de la muerte, después por Yam,
todo, entre otras muchas razones, porque fue la el "espíritu" de las aguas libres y devastadoras,
cuna de las tradiciones que, a través de comple- además de otra serie de figuras menores que
jas mediaciones, fueron recibidas al menos en aportan cada una males de distinto nivel (enfer-
parte por la literatura vetero y neotestamentaria. medad, hambre, sequía, guerra, etc.). Algunos
Los estudios en este campo han demostrado qué de estos "archi-enemigos" fueron ya vencidos,
profundo fue el influjo ejercido por la cultura en una época remota, por Baal, respaldado por
local sobre la religión hebrea y también sobre el su hermana Anat, como queda de manifiesto
subsiguiente cristianismo. Entre los varios ejem- especialmente en un fragmento mitológico en el
plos señalables, pondremos aquí en relevancia cual la diosa recuerda las victoriosas empresas
tan sólo el influjo ejercitado por la personalidad comunes:
y el culto de El y Baal sobre la figura del dios de
Israel, que asimiló muchos aspectos y prerroga- "¿Qué enemigo se ha levantado contra
tivas de ambos: en el caso del primero, incluso Baal,
una de sus denominaciones (El); en el caso del qué rival contra el Auriga de las nubes?
segundo, una parte notable de la morfología de Yo he abatido ya al amado de El, Yam,
"dios de la tormenta", aunque al mismo tiempo ya he aniquilado a Nahar, dios de las aguas
Baal fuera tomado como el adversario emblemá- inmensas,
tico e irreductible de Yahweh. Todo esto al nivel
ya he amortajado a Tannin, he cerrado su
de la teología oficial, porque en la religión de los
boca,
comunes mortales, al menos hasta una cierta
ya he abatido a la serpiente tortuosa,
época, predominaba un sereno sincretismo en el
Shaliyat de las siete cabezas,
cual la devoción por Yahweh debía convivir
he abatido al amado de El, Arish,
junto a aquella por Asherah, su esposa cananea,
he destruido al ternero divino, Aük,
por el mismo Baal y por muchas otras figuras
he abatido a la perra divina, Ishat,
menores, cuyo destino acabaría siendo el de
he aniquilado a la hija de El, Dhabib"
trasformarse o en acólitos del Dios de Israel, o
(KTU 1.3 III 37-47).
en figuras "demoniacas", combatidas, vencidas
y destruidas por é! o subordinadas a sus órde-
Vale la pena poner de relieve un segundo
nes'.
aspecto fundamental de esta tradición mitoló-
Pero volvamos a la mitología ugarítica, para gica, el leit-motiv que reaparece y caracteriza
recordar brevemente dos de sus aspectos funda- casi todas sus historias: la dialéctica entre la vida
mentales. De un lado, este sistema religioso y la muerte, entre las fuerzas positivas de la con-
revela que en lo alto del panteón existía una tinuidad y aquellas negativas de la destrucción.
diarquía de poderes. La autoridad carismàtica No es posible alargarse aquí en una detallada
(pero a menudo todavía operativa) de El, anfi- exposición de todos los episodios, pero es
guo creador del cosmos y padre de las genera- imprescindible reconsiderar brevemente la
ciones divinas, y la fuerza y el coraje de Baal, figura y las empresas del dios Baal, una figura
campeón de los dioses y defensor del orden cós- tan característica en este sentido (sobre los

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modos precisos volveremos en seguida) que si El destino de Baal está firmado: debe rendirse,
Sir J. G. Frazer hubiera podido conocer los tex- descender en el vientre de Mot, decir adiós a la
tos de Ugarit (Ras Shamra no fue descubierta vida. Resulta especialmente importante que todo
hasta 1929) lo habría sin duda incluido entre los ello suceda "cuando se agoste el olivo, los dones
dying gods y, con seguridad, co mo personaje de la tierra y los frutos de los árboles" (KTU 1.5
altamente emblemático. II 4- 6) . Tenemo s aquí una alusión explícita al
Debemo s por tanto contar sucintamente la verano, en el que la naturaleza parece suspender
trama de su mito, deteniéndonos en particular en su exuberante vitalidad, y a la llegada de la
los episodios que determinan, de un lado, su sequía, un aspecto "ferülístico " presente de
derrota y desaparición en los infiernos; de otro, modo innegable en el mito pero que, como vere-
su vuelta triunfal y su proclamación definitiva mos, está lejos de agotar sus diversas y profun-
como campeón y rey de los dioses. das implicaciones o de constituir su única clave
de lectura.
* Baal renuncia por tanto a defenderse y se
* * declara esclavo de Mo t. A pesar de las varias
lagunas textuales, se comprende sin embargo
Baal acaba de triunfar sobre el terrible Yam, el que aquí no termina todo: de algunas alusiones
Príncipe-Mar, divinidad caó tica ligada con fragmentarias se deduce que Baal es convocado
transparencia a las aguas marinas y fluviales. Ha por El y recibe del sabio padre de lo s dio ses
cumplido así una empresa fundamental de orde- toda una serie de órdenes o consejos, que pare-
nación cósmica y ha establecido a la vez su pro- cen estar dirigidos a evitar que la desaparición
pia soberanía universal. Ha conseguido que se le de Baal en las fauces de Mot provoque el final
construyera un palacio espléndido, signo tangi- de la vida sobre la tierra, tan fatal para los hom-
ble de una realeza conquistada a alto precio, y bres co mo para los dioses. Las primeras pala-
allí, para celebrarlo, invita a un banquete a todos bras legibles después de la laguna mencionan
los dioses. Pero la tranquilidad es sólo momen- un "ternero", hijo de Baal, que deberá continuar
tánea. Una nueva y terrible amenaza se perfila garantizando la fecundidad; después se alude a
en la figura de Mo t, perso nificació n de la ritos de sepultura de Baal, que deberá llevar en
muerte, que está a punto de introducirse en el el más allá a sus hijas, sus poderes, sus energías
palacio de Baal a través de una apertura que el vitales:
mismo dios ha querido. Mot, eternamente ham-
briento de vida y de vidas, desafia a Baal, con la "Tú sin embargo toma tus nubes,
intención de imponer al universo su ley de diso- tu viento, tu relámpago, tu lluvia,
lución y aniquilación indiscriminada. Vive en un
lleva conügo tus siete pajes,
lugar subterráneo descrito como una gigantesca
tus ocho sirvientes,
y polvorienta tumba. Su único objetivo es matar
lleva contigo a Pidray, hija de la luz,
y devorar cualquier ser vivo, sin considerar si su
lleva contigo a Talay, hija de la lluvia.
naturaleza es humana o divina. Su mensaje ame-
Dirígete entonces
nazante hace estremecerse a Baal y al resto de
hacia el monte Kankanay,
los dioses:
escala el monte con las manos,
la altura con ambas palmas,
"j Yo mismo ahora te devoraré, y desciende en la "Morada de reclusión" del
te comeré trozo a trozo más allá.
las entrañas apuñados! Te contarás entre los que descienden al más
Descenderás a las fauces del divino Mot, allá
en lo hondo del amado de El, el fuerte!" y los dioses sabrán que estás muerto"
(KTU 1.5 1 33-35 e par.). (KTU 1.5 V 7a-17a).

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Baal desaparece engullido por Mot. El uni- celebrados los ritos funerarios, desmembrada y
verso entra en crisis. Los hombres y los dioses dispersa por tierra y por mar la increíble poten-
lloran al dios dándolo por muerto. El mismo cia de la muerte, el campeón de los dioses se
dios supremo, El, preso de la desesperación de manifiesta de nuevo como vivo (también aquí se
los rituales de luto, dice: usa el verbo apropiado, "vivir"), con enorme e
inmediato alivio de hombres y dioses, como
"¡Baal ha muerto! ¿Qué será de las gentes? manifiestan de nuevo las palabras de El, que
¡El hijo de Dagán! ¿Qué será de las multitu- tiene un sueño premonitorio que se demuestra
des? inmediatamente acertado:
¡Tras Baal yo mismo descenderé al más
allá!" "¡Pero si estuviese vivo el poderoso Baal,
(KTU 1.5 V I 2 3 - 2 5 ) . si estuviera con vida el príncipe, señor de la
tierra,
Es fundamental tener presente aquí que el en un sueño del benigno El, el misericor-
texto usa explícitamente el verbo que, en las dioso,
diversas lenguas semíticas, significa "morir". en una visión del creador de las criaturas,
Naturalmente, morir es diferente para un dios de los cielos llovería aceite
que para un hombre. La revancha, el retomo, se por los torrentes correría miel:
anuncia ya: la fiel Anat prepara el desquite. entonces sabría que está vivo el poderoso
Movida por un amor más fuerte que la muerte, la Baal
diosa, ayudada de la divinidad solar Shapash, que está con vida el príncipe, señor de la
busca tenaz y encuentra el cuerpo de su hermano tierra!
entre los terrones de la tierra, lo lleva a la cum- En un sueño del benigno El, el misericor-
bre del monte divino, el Sapanu, y lo sepulta dioso,
celebrando un grandioso sacrificio funerario. en una visión del creador de las criaturas,
Mientras tanto, privados de un rey, los dioses ¡de los cielos llovía aceite,
intentan sustituir a Baal poniendo sobre su trono por los torrentes corría miel!
a Athtar que, más dotado de inteligencia que de Se alegró el benigno El, el misericordioso,
fuerza, no es apropiado para la misión. En este sus pies sobre el escabel apoyó,
momento llega la venganza de Anat. Empujada distendió el ceño fmncido y sonrió,
por la fuerza de la desesperación, animada de levantó su voz y exclamó:
una fe ciega, encuentra y se enfrenta a Mot cara i Ahora podré sentarme y descansar,
a cara, destruyéndolo sin resistencia aparente descansará en el pecho mi alma!
por parte de este ííltimo: ¡Porque está vivo el Poderoso Baal,
está con vida el Príncipe, Señor de la tierra!
"Agarra entonces (Anat) al divino Mot: (KTU 1.6 I I I 2 - 2 1 ) .
con el cuchillo lo corta,
con el bieldo lo avienta, De vuelta a la vida, Baal se enfrenta personal-
con el fuego lo quema, mente con la Muerte y, en un duelo sin vencedo-
con un molino lo tritura res ni vencidos, establece los límites y reglas de
por los campos lo esparce, las acciones de su adversario. Mot había preten-
<por el mar lo esparce>'. dido al principio hacerse con el dominio del cos-
Su carne la comen los pájaros, mos, devorando a Baal y amenazando a los otros
sus restos los consumen las aves: dioses y a la humanidad. Después del trato que
¡came llama a carne!" le inflige Anat, la muerte se desintegra expan-
(KTU 1.6 II 30d-37). diéndose por el mundo, simbolizado, dividido,
por la fierra y el mar; el cielo, es decir, los dio-
Así quedan establecidas las premisas para el ses, no son ya tocados. Queda la amenaza, inevi-
retorno de Baal a la vida: sepultos sus restos, table y activa, contra el género humano, pues la

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muerte es un hecho ineludible en el orden có s- entre el dios ugarítico y la benéfica agua de llu-
mico ; pero la acción de Baal tiene co nsecuen- via es confirmada también por los textos ritua-
cias positivas también para la humanidad, ya les. Una tablilla cuneifo rme, en particular,
que Mot se verá obligado a actuar con discerni- estudiada de nuevo a fondo recientemente'',
miento, habiendo encontrado límites precisos a aporta más luz sobre el particular. Pertenece a la
sus poderes. Todo esto sucederá bajo el control literatura exorcística de ámbito sacerdotal y esta
de Baal que, después de su katábasis a los infier- probablemente en relación con una "fiesta del
nos y de la experiencia adquirida, tomará bajo su año nuevo ". La acción ve co mo protagonista a
protección a los difuntos, es decir, a todos los Baal y a su sirviente, el rey, y recoge varias cere-
que han caído ante su antiguo enemigo. monias de hidroforia y magia acuática. A quí el
No es posible dar aquí muestra detallada de la dios El parece actuar contra Baal, provocando el
importancia del culto de los antepasados en nacimiento de dos "ho mbres-to ro s" fuera del
Ugarit, co mo en toda la tradición siropalestina contexto de las tierras agrícolas; parece la ante-
desde Ebla a épocas posteriores. Será suficiente sala de una derrota de Baal. Descrito co mo un
señalar que Baal, precisamente por haber hecho cazador, Baal consigue vencer a los dos mons-
frente a los riesgos mortales del descenso al más truos, pero cae muerto a fierra también él
allá, es llamado en los textos ugaríticos Baal- mismo , víctima del duelo, lo que queda inme-
Rpu, "Baal el salvador / sanador". Bajo esta diatamente reflejado en la muerte de la natura-
forma es honrado en el culto co mo epónimo y leza. El dios El hace transcurrir 7 / 8 años de
líder de los antepasados, sobre todo los reyes y sequía / carestía, hasta que los acó lito s (la
los grandes héroes de la tradición siria, que "estirpe") de Baal lo buscan, lo encuentran y le
serán de igual modo venerados como Rapiuma, dan sepultura (este pasaje no es seguro, es sólo
es decir, "salvadores / sanado res", capaces de una hipótesis interpretativa). Con todo esto se ha
proteger y ayudar a los vivos en circunstancias identificado la razón de la hambruna; el mito
cruciales de su existencia. Los hombres, natural- parece haber co mo o bjetivo indicar la desven-
mente, seguirán muriendo, pero podrán (al tura y muerte de Baal co mo ratio ultima del
menos algunos de ellos) confiar en una suerte no hambre / la sequía. Con Baal desaparece tam-
demasiado angustiosa en el más allá, ya que se bién el agua, vital e indispensable para la natura-
convertirán ritualmente en Rapiuma, es decir, en leza y para los hombres.
héroes-antepasados, honrados por los vivos y
Aunque el mito utiliza aquí y allá un lenguaje
cercanos a ellos como dispensadores de fertili-
preferentemente agrario, resulta sin embargo
dad, de fecundidad, de oráculos y de interven-
arbitrario reducir su mensaje a la simple esfera
ciones salvadoras. También el orden cósmico, al
de la fertilidad. La realidad de la alternancia de
retorno de Baal, retoma su ritmo, que ya no se
las estacio nes, del languidecer y resurgir de la
encontrará más amenazado por las fuerzas del
naturaleza, era, obviamente, bien conocida por
cao s. La grandiosidad de los temas y de los
los anfiguo s, en el Pró ximo Oriente co mo en
hechos narrados por el mito se funda precisa-
cualquier otro rincón de la tierra. Más allá de
mente sobre la eterna dialéctica entre la vida y la
todo ello , el lenguaje empleado (el cuerpo de
muerte, cuyas implicaciones son tan profundas
Baal es encontrado entre los terrones de la tie-
que no pueden reducirse só lo a la dimensión
rra, resurge sobre el monte Sapanu, es decir, tras
"fertilística".
las nubes. Mo t parece ser tratado co mo un
Es verdad que el mito de Baal y Mot utiliza de cereal, etc.) era el que mejor se prestaba a con-
forma innegable un lenguaje agrario, ya que la vertirse en la metáfora de la experiencia milena-
vida del hombre y de la divinidad que depende ria de la muerte y es históricamente relevante
de él está indisolublemente ligada a los ciclo s có mo tal realidad y el lenguaje que de ella se
naturales, a la fertilidad de la tierra, a la fecundi- deriva hayan sido usados culturalmente por el
dad animal. Baal muere, desciende en las fauces ho mbre. Es de hecho el ho mbre, no el agua
de Mot, justo cuando la aridez amenaza la vida benéfica o la tierra árida, el centro del asunto. Si
en todas sus formas. Por lo demás, la relación se presta debida atenció n a las implicacio nes

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rituales de los hechos míticos, atestiguados por categoría de los dying gods. Frazer no podía
otros textos, queda claro que la katábasis de conocerlo, pero los investigadores modernos no
Baal a los infiernos abre la puerta al reconoci- tienen esa excusa. Permítasenos adelantar una
miento cultual del mero muerto, que se con- respuesta, que es también una hipótesis de tra-
vierte ritualmente en antepasado; es decir, en bajo sobre la Weltanschauung de los estudiosos
miembro de una comunidad tenida por activa y contemporáneos: Ugarit está muy cerca, dema-
eficaz a favor de los vivos, presente en la siado cerca, de Palestina, geográfica y cultural-
memoria y en el culto. Los muertos ya no son, o mente; el Baal de la Biblia, combatido del
no solamente, larvas anónimas y llenas de ren- Yahwismo, debe identificarse justamente en tal
cor, sino seres culturalmente útiles para una figura; y, last but not least, Baal parece precisa-
sociedad que ha elegido no dejarlos en el mente la única figura divina que, indiscutible-
olvido. A través de la aventura mítica ejemplar mente, muere y resurge, ligándose al destino del
de Baal y de Mot, en esta formulación original hombre, siendo llamado "Salvador" ¿No resuka
del culto de los Rapiuma, uno de los rasgos más ya suficiente?
característicos de la religión en Siria-Palestina, Hemos podido así comprobar que Baal es un
el hombre opone su propia respuesta al aniqui- dios que "retoma" claramente con un papel, des-
lamiento perpetuo de la muerte, que prevé, todo pués de la crisis, bastante más activo y universal
lo más, una penosa "subexistencia" como espí- del que tenía antes de ella: quizás por eso es una
ritu maléfico y rencoroso. Reintegrando a los figura que resulta "incómoda" si se la pretende
muertos, o al menos a algunos muertos, en un incluir en tipologías preconcebidas que no pre-
sistema positivo de valores, la cultura siria ha vén resurrecciones con tales consecuencias
hecho de Baal una de las más fascinantes y espectaculares. Precisamente por estas razones
complejas figuras de divinidad mediadora, que Baal merece de pleno derecho un puesto preemi-
se pone siempre y sin ambigüedad de parte del nente en el marco de la investigación sobre las
hombre, con el que ha compartido la más dra- divinidades que son protagonistas de "crisis",
mática de las experiencias. definibles de manera variada. Más específica-
Pero ¿es de verdad Baal un "dios que muere y mente, merece tal preeminencia por dos motivos
resucita"? Sabiendo que es metodológicamente fundamentales:
incorrecto partir de una categoría abstracta para En primer lugar, se trata - s i se excluye par-
encontrar después su confirmación en la docu- cialmente a Dumuzi'- del único dios cuya histo-
mentación, se puede en cualquier caso afirmar ria ha llegado a nosotros por fuente directa e
que a él se le asigna de verdad una "muerte" inmediata (las tablillas ugaríticas); en segundo
(verbo mwt, "morir") y después una vuelta a la lugar, porque Baal debe considerarse una espe-
vida (verbo yhw, "vivir"); que la suya no es una cie de "prototipo" (se nos perdone lo inapro-
vuelta en tono menor, o simbólica, sino pode- piado del término), dada la antigüedad de las
rosa, espectacular, hasta el punto de restaurar el tradiciones que lo conciemen (los textos fueron
orden natural y de confinar a la muerte en lími- redactados a mediados del II milenio a. C , pero
tes controlables; es proclamado rey sobre dioses su contenido debe remontarse a fechas mucho
y hombres, función que ejercitará sin rivales. No más antiguas). Por estas razones, Baal puede
se trata sin embargo de alternancias en el más considerarse histórica y morfológicamente el
allá, ni de dependencia de una diosa, aunque correlato de las divinidades ciudadanas fenicias
Anat (con la ayuda de Shapash) interprete un que emergen (en la documentación que nosotros
papel fundamental en la historia. Además, no es disponemos) en la Edad del Hierro y que, bien
posible afirmar que el momento culminante sea que con la especificidad de los cultos locales, se
la desaparición / muerte sino que, al contrario, hallaban ciertamente dentro de una ideología
precisamente el retorno y la lucha contra Mot mítico-ritual afín a la de su "predecesor" ugarí-
parecen ser el quid de la cuestión^ tico. Es a estas figuras a las que está dedicada la
segunda parte de esta contribución.
Queda preguntarse por qué Baal no es inscrito
habitualmente entre los dioses incluidos en la

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* S. Ribichini". Recordaremos solamente que el


dios es con seguridad la reinterpretación griega
de un "modelo" de divinidad pollada fenicia, no
En el I milenio las fuentes, directas e indirec- sin características que lo acercan a Tammuz
tas, sobre el panteón fenicio, documentan la (especialmente las lamentaciones femeninas) y a
existencia de algunas figuras sobrehumanas Osiris (la "ritualidad" de los "jardines"). Por lo
(heroicas / divinas) protagonistas de una expe- demás, los estudios de los últimos años han
riencia de muerte / desaparición / estado latente, señalado la multiplicidad de acercamientos con
seguida de una reaparición / retomo / despertar. los que puede ser estudiado su dossier (de caza-
Se trata de personajes que viven una crisis bas- dor fallido a símbolo de un Oriente tópico), que,
tante dramática, de desarrollo desigual, que debe en cualquier caso, debe valorarse siempre equi-
a menudo ser analizada en sus específicas impli- libradamente, en todas sus componentes. Queda
caciones míticas y rituales, sin dejarse condicio- el hecho de que una divinidad con este nombre
nar de esquemas preconcebidos. Se trata de no se atestigua nunca en las fuentes fenicias y, si
Adonis, Eshmun y Melqart, ligados por la tradi- se quisieran encontrar semejanzas con un perso-
ción respectivamente a las ciudades de Biblos, naje del próximo oriente, debería traerse a cola-
Sidón y Tiro. ción, más que un dios, un personaje "humano"
Por lo que respecta a estas figuras, antes de protagonista de una historia mítica: el ugarítico
examinar las fuentes que les conciernen, es Aqhat, hijo de Danil. De cualquier modo, estu-
oportuno también en este caso recordar las pre- diosos de posturas diversas han mostrado con
guntas fundamentales que debemos planteamos claridad que los mitos relativos a Adonis no
en esta investigación. ¿Se trata verdaderamente esconden ninguna forma de salvación extra-
de personajes que mueren y resucitanl En otros mundana y que tal figura se liga a las divinida-
términos ¿se trata en su caso de una verdadera des ciudadanas fenicias, con el Baal ugarítico
muerte, comparable a la experiencia humana, o como el más antiguo exponente y Melqart y
tiene que ver con un "cambio" de naturaleza Eshmun como casos claros en el I milenio. Por
diferente, una especie de paso a otra dimensión? lo demás, adon es en las lenguas semíticas occi-
¿Se trata de supervivencia milagrosa, o de una dentales un epíteto divino (además de regio) a
inmortalidad conquistada como en los casos más menudo ligado a "Baal", designación solo apa-
célebres narrados por la mitología clásica? rentemente genérica de estos dioses-reyes de la
tradición siro-palestina.
La oportunidad de una revisión viene sugerida
también y entre otras cosas por el estado de los Acudiendo a otras figuras de Baales locales en
estudios más recientes, en los cuales se está bien las ciudades fenicias, los dos más famosos nos
lejos de haber alcanzado una uniformidad de son conocidos - a diferencia de Adonis- con su
opiniones. Hay quien, por ejemplo, critica con propio nombre. Eshmun y Melqart; también a
justicia la existencia histórica de una categoría ellos atribuye la tradición, de modo diverso, una
de dioses que mueren casi omnicomprensiva, experiencia de crisis y de superación de la crisis.
pero después no toma en consideración un caso Eshmun era un dios pan-fenicio, ligado sin
tan claro como el Baal de Ugarit que acabamos embargo particularmente a la ciudad de Sidón,
de examinar, o pasa rápidamente sobre los dio- de la que era probablemente originario'". Ya en
ses fenicios que son ahora el centro de nuestra la más antigua documentación se presenta como
atención'". Otros se mueven en la línea de las un dios sanador muy especializado, aspecto con-
posturas tradicionales, pero sin tomar posición"; firmado por su identificación en el mundo clá-
y aún otros niegan el carácter ejemplar de la sico con Asclepio [y Esculapio] o, más
experiencia de Baal tomándola como un simple raramente, con Apolo y lolao.
hecho literario que reflejaría la ideología real Si las fuentes epigráficas, arqueológicas y lite-
ugarítica'l rarias sobre Eshmun atestiguan con claridad su
Es inútil detenernos aquí en el personaje de carácter sanador, no existe ningún indicio
Adonis, objeto de varios estudios específicos de directo (salvo el que examinaremos a continua-

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ción) de que se caracterizara por una experiencia pasadas por alto con el mito ugarítico del caza-
de muerte / resurrección, ni por una relación dor Aqhat, lo que nos orienta hacia una época
específica con la esfera de la fertilidad / fecundi- mucho más antigua (al menos el Bro nce tardío).
dad. Tenemos, sea co mo sea, un texto bastante En cualquier caso es muy probable que este
tardío (de principios del siglo VI d. C.) atribuido texto haya conservado un núcleo de tradiciones
al filósofo neoplatónico Damascio ", que recoge genuinamente fenicias sobre Eshmun, jo v en
una historia mitológica de carácter compuesto. cazador, príncipe e hijo de Sadykos, amado de
Este es el pasaje que nos interesa: Astronoe / Astarté, protagonista de un episodio
de "muerte" y de "divinización" (= elevación al
"El Asclepio de Beirut no es ni el griego ni rango divino ). Pero quizás debamos entrar en
el egipcio, sino otro, auténticamente feni- más detalles, examinando aisladamente los ras-
cio . De Sadykos nacieron, en efecto , hijos gos más característicos del relato.
que aquellos interpretan como Dióscuros y Co mencemo s por el fuego, que interpreta un
Cabiros. Octavo tras éstos nació Esmounos, papel fundamental en el mito en cuestió n.
que aquellos interpretan co mo A sclepio . Según nuestro texto , el nombre de Esmo uno s
Dado que era el más hermoso y el más derivaría bien del término semítico occidental
joven, al punto de suscitar la admiración de para "fueg o ", bien del término que indica el
quien lo veía, A stronoe, diosa fenicia, numeral "o ctav o ". Ninguna de las etimologías
madre de los dio ses, se enamoró de él, antiguas tienen base lingüística'^ pero son muy
como narra el mito. Él tenía por costumbre valiosas, porque nos permiten entender mejo r
cazar en los valles de la región y, viendo algunos aspectos originales de la personalidad
que la diosa lo seguía y, en su fuga, que del protagonista, ajeno s tanto a A tis co mo a
estaba a punto de alcanzarlo , se cortó los A do nis. La relación con el fuego , distinguida
genitales de un hachazo. La diosa, afligida, (erró neamente) en el nombre y en el "c alo r"
lo lloró, y lo llamó Peana (o bien: invocó a vital, recuerda el papel interpretado por este ele-
Pean). Después de haberlo despertado con mento en la mitología de Melqart, el Heracles
el calor vital, lo convirtió en dios, y fue lla- fenicio , del que son co no cid as las relacio nes
mado Esmounos por los fenicios a causa del con Eshmun. Se trata de un poderoso medio de
calor vital. Otros en cambio opinan que transformación, capaz de conferir capacidades
Esmounos significa "o ctavo ", porque era el extraordinarias e, incluso, la inmortalidad''.
octavo hijo de Sadykos".
Otra tradición sostiene que Eshmun era el
octavo hijo de Sadykos^". El hecho de ser el
Ya hace muchos años que se intentaron identi- "o ctav o " de una familia o de una dinastía tiene
ficar los elementos "auténticamente" fenicios de un valor simbólico relevante en las tradiciones
esta historia'*, que presenta por lo demás algu- semíticas y caracteriza a varios personajes a los
nas analogías con la versión normalmente defi- que espera una suerte especial (co mo a David,
nida co mo "frig ia" del mito de A tis''' - en octavo hijo de Jesé o, en los mitos ugaríticos, a
concreto, la auto-emasculación del dios y el ena- la hija del rey Kirta que se llama, precisamente,
moramiento de la Madre de los dioses, aquí lla- "O ctav ia"). Esmo uno s, además, es de origen
mada A stronoe, es decir, A starté- junto a real; este aspecto aparece también en el Eshmun
notables diferencias, como la misoginia del pro- fenicio que lleva el epíteto de "príncipe santo "
tagonista, ausente en las tradiciones sobre el en las inscripciones de Sidón de época persa^'.
pastor frigio. También Adonis era un joven que El nombre de su padre, Sadyko s, es el calco
resultaba muerto durante la caza, imbuido de griego de un término semítico (sdq), derivado de
una misoginia profunda contra una diosa; el una raíz que expresa la noción de "justicia", la
"despertar" de Esmounos / Eshmun por parte de virtud real por antonomasia. Este personaje es,
Astronoe / Astarté recuerda además la interven- pues, con claridad, la proyección arquetípica de
ción de Isis en favor de Osiris; y toda la historia un rey, antepasado y modelo ideal de todos los
muestra, finalmente, analogías que no deben ser soberanos. Se encuentra aquí por tanto la co ne-

40
Una cuestión de vida o muerte: Baal de Ugarit y los dioses fenicios Paolo Ma

xión con la realeza que caracteriza a los Baales El carácter sanador atribuido a Eshmun es
ciudadanos de la tradición siro-palestina en perfectamente compatible con una tradición
general y fenicia en particular. mitológica en la que el protagonista, en origen
Un tercer aspecto que debe ser subrayado es la hombre mortal, se convierte en dios tras un
relación de Esmounos / Eshmun con la caza. El suceso dramático que no puede ser definido
dios es descrito como un cazador profunda- como una simple muerte y resurrección. Se trata
mente misógino. Además de en las analogías justamente del mecanismo narrativo que carac-
con Adonis, el motivo se encuentra también en teriza muchas gestas heroicas de la mitología
las tradiciones sidonias sobre Eshmun, precisa- griega": un mito de "transformación" en el que
mente en las escenas de caza que decoraban los se funda la nueva dimensión alcanzada por estos
muros de la capilla cercana a la piscina del san- personajes extraordinarios^*.
tuario de Bostan esh-Sheikh (dedicado a Esh- En conclusión, Eshmun es un personaje de
mun y, quizás, también a Astarté)". Más aún, no personalidad original y compleja, ligado a la
debe olvidarse que, en el Próximo Oriente anti- ideología real, especializado en curaciones ordi-
guo, la práctica venatoria era prerrogativa de narias y extraordinarias; una figura que no puede
reyes y príncipes". formar parte de los "dioses que mueren" del
Quedan aún por señalar algunos rasgos funda- esquema de Frazer, tanto más cuanto que no
mentales que caracterizan con fuerza el mito de muestra ninguna relación con la fertilidad y la
Esmounos: la misoginia del joven, que lo induce fecundidad de la naturaleza". Este personaje ha
a huir del amor de Astronoe / Astarté; como con- conocido, a nivel mítico, una experiencia dra-
secuencia, su muerte; y, posteriormente, su ele- mática (como ser humano), ha escapado de la
vación al rango divino por obra de la diosa. muerte y actúa ahora como un dios, es decir, en
La postura misógina debe ser considerada un la nueva dimensión adquirida gracias a la inter-
aspecto genuino del personaje, compartido vención milagrosa de la grande diosa.
como es también por Aqhat y Adonis. Tras una No hay duda de que Melqart era el señor
atenta lectura del texto, se advierte que la muerte (Baal) de Tiro y, además, la figura emblemática
del protagonista no es mencionada explícita- de la colonización fenicia en Occidente. Su
mente. Parece tratarse de una pérdida de energía identificación con Heracles atestigua un sincre-
vital, de un debilitamiento de la fuerza y del üsmo semítico-indoeuropeo que es la base del
calor interno. Es verdad que Astronoe se más célebre ciclo mitológico del antiguo Medi-
lamenta por él, pero no parece que tal acto sea terráneo. Estudiado profundamente en una
parte de un ritual más complejo que implique la monografía específíca2^ este personaje llama
intervención de Peana^" que consigue regenerar, nuestra atención sobre todo por los episodios de
y "despertar" (el texto dice anazopyresasa) "muerte" y "resurrección" que le adscriben cier-
Esmounos y "convertirlo en dios". tas tradiciones, cuya valoración es pertinente en
No es apropiado en este caso hablar de muerte el marco de nuestra investigación. El teónimo
y resurrección en el sentido habitual de los tér- Melqart significa literalmente, como es sabido,
minos. Esmounos pierde la virilidad y, al mismo "rey de la ciudad", denominación que alude a su
tiempo, todas sus energías vitales (= calor), rein- estrechísima relación con Tiro, entendida aquí
tegradas después por la diosa, que le confiere como "la ciudad" por antonomasia. Como pro-
una plenitud de fuerzas que coincide con una yección divina del rey terrenal, Melqart (en el
inmortalidad de tipo "divino". Este aspecto se que se debe reconocer el Melkathros o Melkart-
encuentra también en las tradiciones concernien- hos de otras tradiciones)^' muestra así mismo en
tes a Melqart y a Asclepio; este último, como es su personalidad aspectos ctónicos y continúa la
sabido, es alcanzado por el rayo de Zeus por tradición siro-palestina de los antepasados reales
resucitar a los muertos y es convertido en dios divinizados después de la muerte.
inmortal para ayudar al género humano a sopor- Como hemos señalado, un elemento funda-
tar los sufrimientos. mental en el dossier de Melqart lo constituye la
tradición -conocida tanto a nivel mítico como

41
// Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

ritual- que concierne a una fiesta periódica en su que viene usado habitualmente por los Padres de
honor que las fuentes griegas definen como la Iglesia para designar la resurrección (de
egergis, es decir, más o menos, el "despertar", la Cristo, de los muertos)-^'. Añadiremos que el
"resurrección", un rito público y solemne cele- verbo *qwm significa precisamente "(re)surgir"
brado por el rey en persona'". Según la interpre- y que las diversas interpretaciones alternativas
tación más acreditada, en la fiesta se que se han propuesto no son ni convincentes ni
conmemoraba una experiencia mítica de muerte satisfactorios-'''.
o desaparición, seguida - c o m o momento cen- La fiesta era anual y conmemoraba un evento
tral- de un retomo, despertar o resurrección del especial, acontecido de una vez para siempre en
protagonista en forma divina. Un personaje, lla- el tiempo del mito y actualizado por el rito. Su
mado mqm ^Im (cargo honorífico del más alto carácter periódico excluye naturalmente que se
grado en el mundo fenicio-púnico) tenía un tratara de una ceremonia a celebrar en casos de
papel importantísimo en la fiesta; significa, más necesidad. El "resucitador de la divinidad" por
o menos, "resucitador de la divinidad" y corres- antonomasia era probablemente el rey en per-
pondía al griego egerseites, un cargo en relación sona y el cargo era, en cualquier caso, el distin-
con el culto de Heracles. Existen dos pasajes del tivo de personajes socialmente eminentes.
historiador Flavio Josefo^' que conciemen a la Esta interpretación está avalada por las tradi-
celebración de la egersis de Melqart, en los que ciones mitológicas sobre el Heracles fenicio
conviene detenerse: que, inmolado voluntariamente en la pira,
obtiene seguidamente un status divino. Un
"Por otra parte, fue (el rey de Tiro, Hiram I) documento importante sobre este hecho es el lla-
a cortar madera a la montaña llamada mado "vaso de Sidón", publicado por Barnett'',
Líbano, para los carpinteros del templo. De que nos ha trasmitido, verosímilmente, la
vuelta, demolió los anfiguos santuarios y secuencia de las fases del rito, que se desarro-
construyó un nuevo templo a Heracles (= llaba en tres días. Las cuatro escenas representan
Melqart) y a Astarté. Fue el primero que de hecho la cremación de Melqart sobre la pira
efectuó (la ceremonia de) la egersis de (primer día); los funerales y entierro del perso-
Heracles en el mes de Peritíos" naje, junto a las lamentaciones y a los ritos fune-
(Aní.7Mí/.,VIIIV3, 145-146). rarios celebrados por una diosa (Astarté) y por el
rey (al día siguiente de la muerte, al segundo
"(El rey de Tiro, Hiram I) colmato el Euri- día); y la egersis de Melqart, que tiene su epifa-
coro y dedicó la columna de oro que se nía post mortem en el interior de su templo, al
encuentra en el templo de Zeus; fue a cortar alba del tercer día. Aunque el sentido de la ins-
madera de cedro a la montaña llamada cripción del recipiente, b'l kr, ("señor de la hor-
Líbano, para los carpinteros del templo. De naza" ?) no es seguro'^ el objeto constituye una
vuelta, demolió los antiguos templos y fuente de primera importancia sobre el rito y las
construyó uno nuevo, el de Heracles y tradiciones subyacentes.
Astarté. Fue el primero que efectuó (la cere- Existen por tanto varios elementos importan-
monia de) la egersis de Heracles en el mes tes que hacen alusión con insistencia a la misma
de Periüos" tradición: los datos sobre el culto de Melqart en
{Contra Apíonem, I 117-119). Cades, en España", la existencia de creencias
concernientes a las vicisitudes del Heracles
El análisis crítico de estos textos" ha llegado fenicio, a las que quizás se refiere también la
a la conclusión de que el fragmento menos con- fiesta llamada "día del entierro de la divinidad"
taminado es el primero y que, para los templos, en la inscripción fenicia de Pyrgi''*, y, además,
la versión en singular es la preferible. El término las expresiones ridiculizadoras de la Biblia
egersis designa la ceremonia, el verbo epoiesato hebrea sobre la "ausencia" de los dioses cana-
significa "cumplir", "efectuar": estamos pues neos y sobre la absurda pretensión del rey de
ante un rito solemne cuyo nombre es el mismo Tiro de creerse divino''. Se trata, en resumen.

42
Una cuestión de vida o muerte: Baal de Ugarit y los dioses fenicios Paolo Xella

de una serie imponente y iiomogénea de datos expansión colonial; resumiendo, del bienestar
que, aunque sin presentar todos el mismo grado del país en todas sus formas y manifestaciones.
de seguridad, representan en conjunto una Se ha señalado muchas veces que la ideología
documentación impresionante e inequívoca, subyacente a estas tradiciones hunde sus raíces
que encaja bien, por añadidura, con los otros en la cultura siro-palestina del III-II milenio, de
elementos concernientes a Eshmun y Adonis, Ebla a Ugarit, con su culto a los antepasados, los
contribuyendo a dibujar, con variantes locales, Rapiuma. En el I milenio, quizás, los modelos
una tradición coherente. representados por Aqhat y Kirta no correspon-
dían ya a las exigencias contemporáneas, pero el
* núcleo ideológico de fondo era aún, en cualquier
caso, facilmente perceptible. Eshmun, por un
lado, desarrolla los aspectos de dios sanador, en
En el mito ugarítico del rey Kirta, los hijos del armonía con el humus de la época helenística, la
protagonista, un soberano enfermo que está a crisis del individuo y de los cultos oficiales;
punto de morir, se preguntan con angustia e Melqart, por otro lado, muestra una personaUdad
incredulidad si su padre el rey, tenido por un más compleja, puesto que pasa a expresar los
dios, acabará muriendo como los comunes mor- valores de la identidad nacional sin que un
tales: aspecto prevalga sobre otro.
¿Qué queda, llegados a este punto, del bino-
"Entonces, padre, ¿como los mortales mio muerte-resurrección presente en la teoría de
morirás? ( . . . ) Frazer y en las interpretaciones modernas orien-
¿Cómo se podrá decir que Kirta es hijo de El, tadas en tal sentido? En mi opinión, "muerte"
descendencia del Misericordioso-y-Santo? debe ser interpretada, en este caso, como el final
Ay, ¿los dioses mueren? de la vida de un héroe del mito, en un sentido
¿La descendencia del Misericordioso no fundamentalmente biológico que puede relacio-
vivirá?" narse con la experiencia de los comunes morta-
(KTU 1.16 I I 4 0 y sig.). les: de allí el entierro, la tumba, el culto
funerario. No se trata de resurrección en sentido
A esta dramática pregunta la religión siro- estricto, porque se trata del paso a otra dimen-
palestina ha intentado dar una respuesta original sión totalmente diferente, que implica la con-
con un esfuerzo notable, sobre el plano ritual y, quista de nuevos poderes positivos para los
más genéricamente, cultual. En las tradiciones hombres, cuyas implicaciones tienen que ver
del área, como se ha ya visto, el rey de los oríge- sólo con la dimensión humana (y, naturalmente,
nes, antepasado mítico de la dinastía, es prota- con las modalidades de la muerte).
gonista de una suerte a la vez trágica y El "despertar" implica por tanto un restableci-
privilegiada, una muerte dramática seguida de miento de las energías suspendidas o agotadas,
una elevación al rango divino, justo como varios una reintegración total de la fuerza vital que per-
héroes de la mitología griega: no es desde luego mite a aquellos que van a "convertirse en dio-
una casualidad que Heracles y Asclepio, identi- ses" adquirir capacidades extraordinarias de
ficados respectivamente con Melqart y Eshmun, intervención en el cosmos.
sean los tínicos dioses de la religión griega de Por tanto, la victoria de Baal sobre Mot y los
origen humano. poderes de la muerte, cantada por los antiguos
Muerto como hombre, el rey mítico alcanza mitos de Ugarit, lejos de haber sido olvidada,
su status divino gracias al paso a una nueva continuaba alimentando alguna esperanza a los
dimensión de fuerza y vitalidad, obtenida del hombres del I milenio a. C.
calor (del fuego). Como su modelo humano"", el
Baal poliado será, a la vez, garante de la salva- NOTAS
* El texto de mi ponencia en Cartagena ha aparecido pos-
ción de los hombres, de la fecundidad, de la fer-
teriormente en el volumen XELLA, P. (ed.), Quando un
tilidad, del comercio, de la navegación, de la

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7/ Congreso Internacional del Mundo Púnico Cartagena, 2000

dio muore. Morti e assenze divine nelle antiche tradizioni 12 SMITH, M.S., "The Death of "Dying and Rising God" in
mediterranee. Verona 2001 (cf. 73-96). Debo a J. A. the Biblical World. An Uptodate, with Special Reference
Zamora esta traducción al español, que incluye ligeras to Baal in the Baal Cycle", SJOT 11,1997, 257-313 (cf.
adaptaciones de la contribución original en italiano. las críticas de DEL OLMO LETE, G., "El Ciclo de Baal
' Sobre Ugarit, a modo de introducción general divulga- revisado", AuOr, 14,1996,269-277). Es difícil aceptar la
tiva, véase XELLA, P., Dossier Ugarit, Archeo XVI/4, paradójica teoría de M. S. Smith segiin la cual el rey, en
182, 2000, 53-87; más técnico, WATSON, W.G.E. - lugar de ligarse a través del mito al destino del dios, se
WYATT, N. (eds.), Handbook of Ugaritic Studies, Lei- tendría ab aeterno como de naturaleza divina y proyecta-
den 1999. La mejor introducción arqueológica es la de ría sobre Baal tal condición. Se daría así una vuelta, sin
YON, M., IM cité d'Ougarit sur le teli de Ras Shamra, precedentes ni paralelos en la historia de las religiones, a
Paris 1977. Textos trasliterados: DIETRICH, M. - las relaciones entre mito-rito-realidad histórica. Desde el
LORETZ, 0 . - SANMARTÍN, J . , The Cuneiform Alpha- momento en el que la ideología portada por el mito
betic Texts from Ugarit, Ras Ibn Hani and Other Places, refleja la realidad, en cualquier caso (aunque de forma
Münster 1995 (= KTU). muy variada, en una dialéctica de muchas caras y direc-
- Los nombres de divinidades y personajes ugaríticos ciones), la Historia de las religiones muestra que se trata,
serán citados aquí en su forma más comíin y convencio- de todos modos, de un proceso tendencialmente opuesto
nal, Baal, El, Mot, Anat, Shapash, etc., en vez de citarios al supuesto por Smith. A nivel mítico, se postula un
con una grafía más "científica" pero menos popular modelo con el cual se nos fuerza a conformamos, partici-
(Ba'lu, Mlu, Mòtu, 'Anatu, SapSu, etc.). pando (de diversas maneras) de los privilegios divinos
también a través del rito, y no al revés. El destino de los
' De estos últimos, en cualquier caso, no nos ha quedado
Rapiuma ugaríticos, aunque privilegiado respecto del
ningiín rastro pero, dada la época, difícilmente podían
destino de los comunes mortales, no puede parangonarse
haber contenido textos redactados con la "nueva" escri-
a la condición divina, a la que hace alusión, además, la
tura cuniforme alfabética.
diosa Anat en el célebre episodio (KTU 1.17 VI 16 ss.)
« Versión breve: KTU 1.4.VIII, margen de la tablilla; cf.
en el que ofrece a Aqhat la inmortalidad (¡una vida como
también KTU 1.16 VI, margen; versión larga: KTU 1.6
la de Baal!) a cambio de su arco.
VI54-58.
' Temas tratados, entre otros, por XELLA, P, Gli antenati I ' Cf RIBICHINI, S., La scomparsa di Adonis, in XELLA,
di Dio, Verona 1982; véase también VAN DER TOORN, P. (ed.), Quando un dio muore, cit., 97-114, y la biblio-
K. - BECKING, B. - VAN DER HORST, PW. (eds.). grafia anterior allí citada.
Dictionary of Deities and Demons in the Bible, Leiden Cf. XELLA, P., "Eschmun von Sidon. Der phònizische
1999^; sobre Asherah, cf. MERLO, P., La dea ASera, Askiepios", in DIETRICH, M. - LORETZ, O. (eds.),
Roma 1998. Mesopotamica - Ugarítica - Biblica. Fs. K. Bergerhof
' Como dice literalmente el mismo Mot en KTU 1.6 V Kevelaer/Neukirchen-Vluyn 1993,480-498.
18b-19c, aportando un añadido fundamental al pasaje ' 5 Dam., Vita Isidori Reliquiae, ed. CI. Zintzen, Hildesheim
precedente, en la que falta la mención al "mar". Parece 1967, fr. 348, p. 283 (= Photh., Biblioth., 302, in Migne,
un elemento disonante respecto al cuadro "agrario" de la SG 103 col. 1304 y sig.).
destrucción de Mot, que será tenido debidamente en Así BAUDISSIN, W.W.G., Adonis und Esmun, Leipzig
cuenta, cf. infra. 1911, 339 y sig.
' En KTU 1.12 tenemos una primera parte mitológica (11 " Segiln la definición de HEPDING, H., Attis. Seine Mythen
- II 55a: probablemente una versión abreviada, sinfinal, undsein Kult, Giessen 1903, p. 98 y sig. Según BORGE-
de una historia más larga) y una segunda ritual (II 55b- AUD, Ph., La Mère des dieux. De Cybèle à la Vierge
61). El destino de Baal está extrañamente ligado al del Marie, Paris 1996, 203, n. 1, se trataría de una "variante
agua y este texto quizás debiera ser relacionado con el orientalizante" del mito de Attis. Sobre Attis, cf. LAN-
"ciclo di Baal", cf DIETRICH, M. - LORETZ, O., Stu- CELLOTTI, M.G., Attis, il caro estinto, in XELLA, R
dien zu den ugaritischen Texten-I. Mylhos und Ritual, (ed.). Quando un dio muore, cit., 115-150.
Münster 2000. '* XELLA, P., "Etimologie antiche del teonimo fenicio
' Cf. más tarde la egersis de Melqart, infra. Eshmoun ", Atti del Sodalizio Glottologico Milanese, 29,
' Cf. PISI, P., Dumuzi-Tammuz, alla ricerca di un dio, in 1988 (=1991), 145-151. El teónimo Eshmun deriva de la
XELLA, P (ed.), Quando un dio muore, cit., 31-62. raíz *§mn "ser graso, gordo (= sano, hermoso)".
I» SMITH, J.Z., Dying and Rising Gods, in ELIADE, M. " El trabajo de referencia sigue siendo el de EDSMAN,
(ed.), The Encyclopedia of Religion, 4, New York 1987, M., Ignis divinus. Lefeu comme moyen de rajeunisse-
521-527; cf. también id.. Drudgery Divine. On the Com- ment et d'immortalité: cantes, légendes, mythes et rites,
parison of Early Christianities and the Religions ofLxite Lund 1949. La teoría hipocrática del "calor innato"
Antiquity, London 1988, 85 y sig. Las lagunas textuales (émphyton thermón) puede haber influenciado el texto de
no impiden comprender el sentido de fondo, c f supra. Damaselo, cf. LIPIÑSKI, E., "Eshmun, «Healer»",
11 Cf. por ejemplo METTINGER, T.N.D., "The 'Dying and AION, 23, 1973, 161-183, 168 y sig.
Rising God". A Survey of Research from Frazer to the Dato confirmado por Filón de Biblos, apud Eus., PE. I
Present Day", Svensk Exegetisk Àrsbok, 63, 1998, 111- 10, 38: El Asclepio fenicio era el octavo hijo de Sydyk.
123. La tradición que considera a Eshmun el octavo de los

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Una cuestión de vida o muerte: Baal de Ugarit y los dioses fenicios Paolo Xella

Cabires podría ser confirmada por una moneda de Beirut Orientale VIII, Paris 1921, 149-166. Véase también
de la época de Heliogábalo, sobre la que figuran ocho BONNET, C, op. cit., 34 y sig.
personajes, uno de los cuales podría ser, teóricamente, " Cf. por ejemplo las voces egeirö, egersis, in BALZ, H. -
Eshmun, datos en XELLA, P., op. cit. (nota 14), 149. SCHNEIDER, G. (eds.). Exegetisches Wörterbuch zum
Cf. BONNET, C. - XELLA, R, "Les inscriptions phéni- Neuen Testament, \, Stuttgart 1992^ 899-910 (J. Kre-
ciennes de Bodashtart roi de Sidon", in Scritti in onore di mer).
Antonia Ciasca, en prensa. ^ Cf. los trabajos citados de H.-R Müller supra, nota 30.
Cf. STUCKY, R„ Tribune d'Echmoun, Basel 1984; id., ' 5 BARNETT, R.D., "Ezekiel and Tyre", Eretz-Israel, 9,
"Il santuario di Eshmun a Sidone e gli inizi dell'elleniz- 1969 (= Albright Memorial Volume), 6-13; cf. sucesiva-
zazione in Fenicia", Scienze dell'antichità, 5, 1991,461- mente los análisis de LIPINSKI, E., op. cit., 43 y sig. y
482. de BONNET C, op. cit., 78 y sig.
LIVERANI, M., "Partire sul carro, per il deserto", * Status quaestionis in HOFTEIZER, J. - JONGELING,
AION,32, 1972,403-415. K., Dictionary of the North-West Semitic Inscriptions,
El texto puede interpretarse de modo diverso: la diosa Leiden 1995, vol. I, s.v.kr4,534.
invoca Peana o, com creo más probable, llama al joven " BONNET C, op. cit., 203 y sig.
Peana; recuérdese que paion es un epiteto de Asclepio y '« Recientemente estudiada por RIBICHINI, S. - XELLA,
de Dioniso. P., La religione fenicia e punica in Italia, Roma 1994,
Cf. MERLO, R - XELLA, R, "Da Erwin Rohde ai 127-136.
Rapiuma ugaritici. Antecedenti vicino-orientali degli eroi » I Reyes 18,20-40 (cf. también Jos,, Fl,, Ant. Jud VIII, 8,
greci?", in RIBICHINL S, - ROCCHI, M, - XELLA, R 1 y sig.) y Ezekiel 28, 1-19.
(eds.). La questione delle influenze vicino-orientali sulla * Es ya tiempo de preguntarse a fondo sobre ciertos presu-
religione greca. Stato degli studi e prospettive di ricerca puestos de la teoría evemerista, sin duda ligada a una
(Atti del Congresso di Roma, 19-21/5/1999), Roma visión específica del mundo, pero también fiel, en cierta
2001,281-297. medida, a una tradición histórica según la cual los dioses
La definición de "héroe-dios" propuesta para Eshmun, ciudadanos fenicios habrían sido en un pasado lejano
Melqart y Adonis por S. Ribichini se demuestra apro- hombres de rango real.
piada, cf. id., Poenus advena. Gli dèi fenici e l'in-
terpretazione classica, Roma 1985, 43 y sig. (cap.;
"L'eroe divino"). La dimension ctónica del culto de Esh-
mun podría reflejarse en el topónimo libanes (de los alre-
dedores de Beirut) qabr Smun, es decir "tumba de
(E)shmun", cf. WILD, S., Libanesische Ortsnamen, Bey-
routh 1973,202-203.
Además de la morfología del personaje, tampoco la eti-
mología más probable de su nombre deja adivinar rela-
ciones particulares con los procesos de la naturaleza, sino
que tiene que ver con el bienestar físico, la salud de los
hombres; del allí el carácter sanador de Eshmun, que se
consolida poco a poco.
• BONNET, C, Melqart. Cuites et mythes de l'Héraclès
tyrien en Méditerranée, Leuven-Namur 1988.
' Eus., RE„ I 10, 18 et 27. Cf. RIBICHINI, S., " Le origini
della città santa. Biblo nei miti della tradizione classica",
in. AA.VV., Biblo. Una città e la sua cultura, Roma
1994, 215-230, en particular sobre Malkandros in Plu-
tarco, De Is. et Os., 15-16, 357 A-C.^
' Además del estudio pionero de LIPINSKI, E., "La fête de
l'ensevelissement et de la résurrection de Melqart", en
Actes de la XVIIe RAL Ham-sur-Heure 1970, 30-58, cf.
la discusión detallada en BONNET, C, op. cit., 104 y
sig..; más recientemente, cf. MÜLLER, H.-R, "Sterbende
und auferstehende Götter? Eine Skizze", in Fs. Jenni (=
Theologische Zeitschrift, 53), 1997, 74-82; id., "Unter-
weltsfahrt und Tod des Fruchtbarkeitsgottes", in
ALBERTZ, R. (ed.), Religion und Gesellschafi, Münster
1997,1-13.
Citas de Menandro de Efeso.
• CLERMONT-GANNEAU, Ch., "L'Égersis d'Héraklès
et le Réveil des dieux", in id., Recueil d'Archéologie

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