*CUENTO MARAVILLOSO

"LA PRINCESA FANTASÍA”

Había una vez, en un reino lejano, una bella princesa que vivía en un castillo el cual era el más
grande y hermoso de la región. Su habitación era la más amplia del castillo y se encontraba en
lo alto del mismo. Esta princesa, tenía un extraño poder, que en algunos casos podía
considerarse hermoso y en otros ¡horroroso!

Un hechicero enojado con el rey, la maldijo cuando era una niña y le confirió un extraño poder:
-Su poder hacía que todo lo que ella soñara se hiciera realidad, por lo cual la princesa antes de
dormirse pensaba en cosas bonitas o cosas que a ella le gustaban, eso le habían enseñado sus
padres desde siempre; pero ellos no le dijeron de ese poder para que la princesa no temiera a
sus propios sueños.

Un día, antes de dormirse, pensó en un príncipe con ojos azules y cabello rubio, en un caballo
blanco y muy hermoso; luego de imaginar todo eso, se durmió. Cuando comenzó a soñar: al
principio del sueño la princesa estaba jugando en el bosque con su mascota, un cachorrito
blanco de pelo esponjoso que parecía algodón de azúcar que corría en medio de las flores y
grandes árboles, algo que hacían todos los días; pero en este sueño había algo distinto…algo
que resplandecía a lo lejos, al acercarse pudo ver que era un caballo blanco montado por un
bello príncipe de cabellos dorados y ojos azules, tal cual ella lo había imaginado antes de
dormir. El cachorro corrió hacia el caballo y la princesa corrió también detrás de su mascota,
cuando llegó hasta dónde estaba el príncipe, él sostenía al perrito en sus brazos, y se lo
entregó a la princesa con una bellísima sonrisa en su rostro. Luego le ofreció llevarla a su
castillo, ella aceptó y montó en el caballo blanco junto al príncipe; en ese momento se
despertó y a su lado en su habitación se encontraba el bello joven. Él la vio abrir sus ojos e
inmediatamente la besó, ella no entendía nada, por lo que el príncipe le explicó que todo lo
que sucedió en su sueño, realmente pasó mientras ella lo soñaba; pero en el camino de
regreso, se les apareció un caballo negro con ojos rojos como el fuego, al cual la princesa había
mirado fijamente e inmediatamente se desmayó y el príncipe la llevó al galope hacia el castillo
y allí los recibió la familia real, los cuales estaban muy preocupados porque la princesa no
regresaba (aunque ellos sabían lo que sucedía cada vez que ella soñaba, y vivía otra realidad).

La princesa estaba bien, sólo que continuaba dormida, ya recuperada de su desmayo. La

colocaron en su habitación recostándola en su enorme y cómoda cama. El príncipe se quedó
todo el tiempo con ella, velando su sueño hasta que despertó. Fue ese el momento del beso, y
después de hablar mucho decidieron ser novios y al poco tiempo se casaron y fueron muy
felices. Descubrieron también, que el hechicero era quién se había manifestado en ese caballo
negro de ojos ardientes y el amor que había nacido entre los jóvenes venció la maldad y el
hechizo se rompió liberando a la princesa.