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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria.

Universidad Experimental de Los Llanos Centrales Rómulo Gallegos.

Catedra: Medicina General II

Área: ciencias de la salud.

Programa: medicina.

ESTUDIANTES:
Camila Malave C.I: 30.695.782
Paola Espinoza C.I: 30.922.455
Victor Navas Cl: 31.828.245
Andreilys Henao C.I: 30.020.348
Yulieth Guaimare C.I: 28.658.762
Sección: 13.
San Juan de los Morros, Febrero/2023.
Definición

La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que se da en las vías respiratorias


inferiores (bronquiolos). Esta patología produce una inflamación y congestión en los
bronquiolos, que son la parte final y más fina de las vías respiratorias. En la mayoría de los
casos, es debida a una enfermedad vírica.

La bronquiolitis es más frecuente durante el invierno y, aunque puede aparecer a cualquier


edad, se da más habitualmente en niños menores de dos años: la edad pico está entre los tres
y los seis meses. El hecho de que se presente más durante esta etapa se debe a que las vías
respiratorias de los bebés son de tamaño más pequeño y, en consecuencia, se obstruyen más
fácilmente que en los niños de más edad los adolescentes o los adultos.

Además de la edad, nacer de manera prematura, tener un sistema inmunitario debilitado, tener
patologías cardiacas o pulmonares, la exposición al humo del tabaco, estar en un entorno con
muchos niños, en espacios concurridos o tener hermanos que van al colegio o a la guardería
son también factores de riesgo para padecer una bronquiolitis.

Comienza con síntomas similares a los de un resfriado común, pero luego presenta tos,
sibilancia y a veces dificultad para respirar. Los síntomas de la bronquiolitis pueden durar de
varios días a semanas. Aunque en la mayoría de los casos se trata de una patología leve que
se puede tratar en casa, no siempre es así. De hecho, el 18% de los ingresos hospitalarios
pediátricos están causados por bronquiolitis, según datos de la Sociedad Española de
Pediatría.

Etiología

La bronquiolitis es típicamente producida por una infección viral y el virus respiratorio


sincitial (VRS) es la causa más frecuente (75% de los casos)(7), especialmente durante las
epidemias y en los pacientes hospitalizados, seguido del rinovirus. Otros virus que se aíslan
con menos frecuencia incluyen: parainfluenza, metaneumovirus, influenza, adenovirus,
coronavirus y bocavirus humano, descubierto en el año 2005. La coinfección viral puede
ocurrir en la tercera parte de los lactantes pequeños hospitalizados con bronquiolitis. Además,
las infecciones del tracto respiratorio inferior y los episodios de sibilantes en lactantes pueden
estar asociados con infección por Mycoplasma pneumoniae.

El VRS es un virus ARN de la familia de los paramixovirus. Se pueden distinguir dos


subtipos, el A y el B, capaces de producir la enfermedad. El VRS es responsable de un amplio
espectro de enfermedades, que afectan exclusivamente al tracto respiratorio, en todas las
edades y en todas las partes del mundo. La mayoría de los niños menores de dos años han
sido infectados por el VRS; durante la infección presentan coriza y faringitis, y sólo un
pequeño porcentaje de casos se asocia con afectación de la vía respiratoria inferior, sobre
todo con bronquiolitis; aunque también con neumonía y bronquitis.

Alrededor del 70% de los lactantes serán infectados por el VRS durante su primer año de
vida y el 22% desarrollarán enfermedad sintomática. La infección por VRS no garantiza
inmunidad permanente o prolongada, pudiendo desarrollar de nuevo la enfermedad durante
un nuevo contagio.

Epidemiologia

La bronquiolitis se presenta en epidemias durante el invierno y principio de la primavera,


generalmente durante los meses de noviembre a marzo, aunque pueden aparecer casos
esporádicos a lo largo de todo el año.

Afecta, sobre todo, a lactantes menores de 12 meses, con una incidencia máxima entre 3 y 6
meses(7-11). El contagio del VRS se produce por el contacto con partículas aéreas,
secreciones y superficies contaminadas. El virus penetra en el cuerpo a través de las mucosas
de los ojos, la nariz o la boca.

Es difícil establecer la incidencia real de la bronquiolitis; ya que, en primer lugar, los criterios
clínicos para definir la enfermedad difieren según los autores y, con frecuencia, se incluyen
en los estudios bronquiolitis y asma del lactante de forma indiferente. Por otra parte, los
estudios de incidencia sólo incluyen a los que requieren hospitalización y son muchos los
casos de bronquiolitis leve que son resueltos en Atención Primaria. La incidencia anual varía
según los autores entre el 7 y el 20%, y la incidencia por hospitalización se estima entre el 1
y el 3%.

Son factores de riesgo para el desarrollo de bronquiolitis: hacinamiento(9), ingreso


hospitalario, tener hermanos mayores(7-9,12,13) (sobre todo si comparten habitación),
asistencia a guardería(7-9,12) y exposición al humo del tabaco(7-9,12,13), especialmente si
la madre fuma durante el embarazo. La lactancia materna prolongada, cuatro meses o más,
actúa como factor protector(7,9,13).

Existen algunos grupos que tienen mayor riesgo de desarrollar un cuadro grave de
bronquiolitis VRS positivo, como: los lactantes menores de tres meses(7,8,10,13-15); los
prematuros(8-12,14) (<35 semanas de edad gestacional)(7,13,15); aquellos que tienen
enfermedad pulmonar crónica(7-15), tales como enfermedad pulmonar crónica del prematuro
o displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística, enfisema lobar o hipoplasia pulmonar;
cardiopatías con repercusión hemodinámica(7-15); inmunodeprimidos (7-11,13-15); y los
que padecen enfermedad neuromuscular crónica(8).

La mortalidad, en general, es baja cuando la población a la que afecta son niños previamente
sanos. Las tasas de mortalidad por bronquiolitis han permanecido estables desde la década
de los 70; mientras que, la mortalidad global por patología respiratoria ha disminuido. La
mortalidad por VRS en niños con cardiopatía congénita también ha disminuido del 37 al 3%
entre 1976-1980 y 1983-1990, respectivamente. La tasa de mortalidad global en niños
hospitalizados por bronquiolitis por VRS es inferior al 2%

Fisiopatología

Las manifestaciones de la infección son el resultado del efecto citopático directo del virus en
las células del epitelio respiratorio y de la respuesta inmunitaria del huésped. En respuesta a
la infección se liberan diferentes citoquinas, como son la interleucina 6 (IL6), factor el de
necrosis tumoral α, quimiocinas (IL-8, MIP-1 α, RANTES) y otros mediadores de la
inmunidad celular, que regulan la respuesta local y son la primera respuesta a la infección.
La interacción entre todos los factores es compleja, ya que actúan de forma coordinada
reclutando y activando células dendríticas, células mononucleares y neutrófilos en la vía
aérea. Existe una activación de los mediadores inflamatorios neuronales no-colinérgicos y
no-adrenérgicos. Las lesiones anatómicas producidas por el virus son necrosis y edema del
epitelio bronquial, con destrucción de células ciliadas, aumento de detritos celulares y
aumento de la producción de moco, con formación de tapones, dando lugar al estrechamiento
de la vía aérea, mediada en parte por la liberación de leucotrienos, prostaglandinas y óxido
nítrico. Todo ello da como resultado la obstrucción de la pequeña vía aérea. Estas lesiones
conducen a la formación de atelectasias en unas zonas y áreas de hiperinsuflación en otras.
Las reinfecciones son frecuentes dado que la respuesta inmunitaria primaria a la infección
por VRS es pobre e incompleta, a pesar de la presencia de títulos altos de anticuerpos
neutralizantes.

Clasificación de la bronquitis

Bronquiolitis aguda

La bronquitis aguda predomina en niños menores de 4 años y en los meses de invierno. Se


manifiesta por congestión y edema de la mucosa bronquial con hipersecreción, causada casi
siempre por virus y, en menos ocasiones, por bacterias o agentes fisicoquímicos. Como
consecuencia de la disminución de la luz bronquial y aparición de sibilancias, también se
conoce por bronquitis asmatiforme, espástica y obstructiva, términos que se prestan a
confusión, por lo que es recomendable denominarla simplemente bronquitis.

Bronquiolitis crónica o recurrente

La bronquitis se considera crónica o recurrente cuando tiene una duración de más de 3


semanas o se presenta reiteradamente. En general, se debe a uno o más de estos 3 factores:

Resultado de la lesión provocada por el episodio agudo, Exposición a agentes irritantes,


Existencia de una enfermedad subyacente.

Su presentación es más frecuente en los niños mayores. Se dan 2 tipos bien diferenciados:

Bronquitis crónica o recurrente primaria, de etiología mal conocida, Bronquitis crónica o


recurrente secundaria, cuya causa es demostrable y variada como evidencia la tabla I.
Clínica

Inicio: Entre dos y cuatro días de congestión nasal, rinorrea, fiebre y tos (vía aérea superior)

Evolución: Taquipnea, tirajes, sibilancias, posibles estertores, hipoxemia, tórax con un


diámetro antero-posterior aumentado e hiperresonante

Recién nacidos prematuros: La apnea puede ser una manifestación temprana

Diagnóstico

1. Anamnesis + Examen físico.

En este aspecto hacemos énfasis en la evolución del cuadro clínico del paciente, ubicando en
el tiempo el inicio de la enfermedad.

Gravedad-Escala De Wood-Downes Modificada Por Ferrés (Bronquiolitis)

LEVE: 1-3 MODERADA: 4-7 GRAVE: 8-14


SatO2 >94% 91-94% <91
%
Sibilancias Tiraje FR FC Ventilación Cianosis
0 No No < 30 < 120 Buena No
simétrica
1 Final Subcostal 31-45 >120 Regular Si
espiración Intercostal simétrica
2 Toda + supraclavicular 46-60 Muy
espiración + Aleteo nasal disminuida
3 Inspiración + Supraesternal Tórax
Espiración silente

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

Sibilancias recurrentes por virus Niños con antecedentes de asma, eccema y atopia
respaldan el diagnóstico de asma

Neumonía bacteriana suelen tener una apariencia más enferma

B. pertussis bebés con tosferina pueden carecer del chillido característico y pueden
tener una tos no paroxistica.

Neumonía por aspiración en niños con RGE o disfunción de la deglución.


Enfermedad cardiaca congénita aumento de peso deficiente, perfusión periférica
deficiente y anomalias al examen cardiaco.

Tratamiento

En lactantes sanos, la bronquiolitis generalmente es una enfermedad autolimitada. El


tratamiento, en la mayoría de los casos, consistirá en medidas de soporte para mantener unas
adecuadas hidratación y oxigenación; los broncodilatadores inhalados pueden resultar
beneficiosos para un grupo de pacientes.

1. Mantener una correcta hidratación por vía oral, ofreciendo al lactante líquidos en
tomas pequeñas y frecuentes; en aquellos pacientes con bronquiolitis leve que no
tienen problemas para alimentarse. Los lactantes que presentan dificultad respiratoria
pueden precisar la administración de fluidos intravenosos.
2. Lavados nasales con suero fisiológico y aspirar secreciones para aliviar la congestión
nasal, especialmente antes de comer, antes de aplicar cualquier terapia inhalada y
antes de dormir.
3. Antitérmicos si hay fiebre.
4. Posición semiincorporada, en decúbito supino.

Complicaciones

Las complicaciones de la bronquiolitis grave pueden incluir:

 Labios o piel azulada (cianosis), causada por la falta de oxígeno


 Pausas en la respiración (apnea), que es más probable que ocurra en los bebés
prematuros y en los bebés dentro de los dos primeros meses de vida
 Deshidratación
 Bajos niveles de oxígeno e insuficiencia respiratoria

La insuficiencia respiratoria grave puede requerir la inserción de un tubo en la tráquea para


ayudar a la respiración del niño hasta que la infección haya seguido su curso.

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