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1 Bronquiolitis
1 Bronquiolitis
Programa: medicina.
ESTUDIANTES:
Camila Malave C.I: 30.695.782
Paola Espinoza C.I: 30.922.455
Victor Navas Cl: 31.828.245
Andreilys Henao C.I: 30.020.348
Yulieth Guaimare C.I: 28.658.762
Sección: 13.
San Juan de los Morros, Febrero/2023.
Definición
Además de la edad, nacer de manera prematura, tener un sistema inmunitario debilitado, tener
patologías cardiacas o pulmonares, la exposición al humo del tabaco, estar en un entorno con
muchos niños, en espacios concurridos o tener hermanos que van al colegio o a la guardería
son también factores de riesgo para padecer una bronquiolitis.
Comienza con síntomas similares a los de un resfriado común, pero luego presenta tos,
sibilancia y a veces dificultad para respirar. Los síntomas de la bronquiolitis pueden durar de
varios días a semanas. Aunque en la mayoría de los casos se trata de una patología leve que
se puede tratar en casa, no siempre es así. De hecho, el 18% de los ingresos hospitalarios
pediátricos están causados por bronquiolitis, según datos de la Sociedad Española de
Pediatría.
Etiología
Alrededor del 70% de los lactantes serán infectados por el VRS durante su primer año de
vida y el 22% desarrollarán enfermedad sintomática. La infección por VRS no garantiza
inmunidad permanente o prolongada, pudiendo desarrollar de nuevo la enfermedad durante
un nuevo contagio.
Epidemiologia
Afecta, sobre todo, a lactantes menores de 12 meses, con una incidencia máxima entre 3 y 6
meses(7-11). El contagio del VRS se produce por el contacto con partículas aéreas,
secreciones y superficies contaminadas. El virus penetra en el cuerpo a través de las mucosas
de los ojos, la nariz o la boca.
Es difícil establecer la incidencia real de la bronquiolitis; ya que, en primer lugar, los criterios
clínicos para definir la enfermedad difieren según los autores y, con frecuencia, se incluyen
en los estudios bronquiolitis y asma del lactante de forma indiferente. Por otra parte, los
estudios de incidencia sólo incluyen a los que requieren hospitalización y son muchos los
casos de bronquiolitis leve que son resueltos en Atención Primaria. La incidencia anual varía
según los autores entre el 7 y el 20%, y la incidencia por hospitalización se estima entre el 1
y el 3%.
Existen algunos grupos que tienen mayor riesgo de desarrollar un cuadro grave de
bronquiolitis VRS positivo, como: los lactantes menores de tres meses(7,8,10,13-15); los
prematuros(8-12,14) (<35 semanas de edad gestacional)(7,13,15); aquellos que tienen
enfermedad pulmonar crónica(7-15), tales como enfermedad pulmonar crónica del prematuro
o displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística, enfisema lobar o hipoplasia pulmonar;
cardiopatías con repercusión hemodinámica(7-15); inmunodeprimidos (7-11,13-15); y los
que padecen enfermedad neuromuscular crónica(8).
La mortalidad, en general, es baja cuando la población a la que afecta son niños previamente
sanos. Las tasas de mortalidad por bronquiolitis han permanecido estables desde la década
de los 70; mientras que, la mortalidad global por patología respiratoria ha disminuido. La
mortalidad por VRS en niños con cardiopatía congénita también ha disminuido del 37 al 3%
entre 1976-1980 y 1983-1990, respectivamente. La tasa de mortalidad global en niños
hospitalizados por bronquiolitis por VRS es inferior al 2%
Fisiopatología
Las manifestaciones de la infección son el resultado del efecto citopático directo del virus en
las células del epitelio respiratorio y de la respuesta inmunitaria del huésped. En respuesta a
la infección se liberan diferentes citoquinas, como son la interleucina 6 (IL6), factor el de
necrosis tumoral α, quimiocinas (IL-8, MIP-1 α, RANTES) y otros mediadores de la
inmunidad celular, que regulan la respuesta local y son la primera respuesta a la infección.
La interacción entre todos los factores es compleja, ya que actúan de forma coordinada
reclutando y activando células dendríticas, células mononucleares y neutrófilos en la vía
aérea. Existe una activación de los mediadores inflamatorios neuronales no-colinérgicos y
no-adrenérgicos. Las lesiones anatómicas producidas por el virus son necrosis y edema del
epitelio bronquial, con destrucción de células ciliadas, aumento de detritos celulares y
aumento de la producción de moco, con formación de tapones, dando lugar al estrechamiento
de la vía aérea, mediada en parte por la liberación de leucotrienos, prostaglandinas y óxido
nítrico. Todo ello da como resultado la obstrucción de la pequeña vía aérea. Estas lesiones
conducen a la formación de atelectasias en unas zonas y áreas de hiperinsuflación en otras.
Las reinfecciones son frecuentes dado que la respuesta inmunitaria primaria a la infección
por VRS es pobre e incompleta, a pesar de la presencia de títulos altos de anticuerpos
neutralizantes.
Clasificación de la bronquitis
Bronquiolitis aguda
Su presentación es más frecuente en los niños mayores. Se dan 2 tipos bien diferenciados:
Inicio: Entre dos y cuatro días de congestión nasal, rinorrea, fiebre y tos (vía aérea superior)
Diagnóstico
En este aspecto hacemos énfasis en la evolución del cuadro clínico del paciente, ubicando en
el tiempo el inicio de la enfermedad.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Sibilancias recurrentes por virus Niños con antecedentes de asma, eccema y atopia
respaldan el diagnóstico de asma
B. pertussis bebés con tosferina pueden carecer del chillido característico y pueden
tener una tos no paroxistica.
Tratamiento
1. Mantener una correcta hidratación por vía oral, ofreciendo al lactante líquidos en
tomas pequeñas y frecuentes; en aquellos pacientes con bronquiolitis leve que no
tienen problemas para alimentarse. Los lactantes que presentan dificultad respiratoria
pueden precisar la administración de fluidos intravenosos.
2. Lavados nasales con suero fisiológico y aspirar secreciones para aliviar la congestión
nasal, especialmente antes de comer, antes de aplicar cualquier terapia inhalada y
antes de dormir.
3. Antitérmicos si hay fiebre.
4. Posición semiincorporada, en decúbito supino.
Complicaciones