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Tema 2: Platón

1-Contexto cultural y filosófico

A mediados del siglo V a C Atenas se había convertido en la ciudad más influyente del mediterráneo, constituyendo el
centro político y cultural, pero en el siglo IV a C atravesó una época de decadencia, la ciudad fue derrotada por Esparta, y
la democracia (un sistema político que no le parecía nada positivo a Platón) fue sustituida por un gobierno peor: El
Gobierno de los Treinta Tiranos. Tras la finalización del mismo Platón recuperó las esperanzas en la renovación política,
pero se instauró una democracia que le decepcionó aún más, dado que al abrigo de la misma fue juzgado y condenado
Sócrates, su admirado maestro. Este hecho le pareció injusto a Platón y a otros contemporáneos y ha pasado después a la
historia como un acontecimiento nefasto para la filosofía, cargado quizás de matices románticos, dado que sigue
resultando impactante que Sócrates, pudiendo salvarse, aceptara su condena a muerte, defendiendo que él no podía estar
por encima de las leyes.

Esta circunstancia contribuyó a que Platón se cuestionara cual sería la mejor forma de gobierno, sin duda, debía ser
aquella en la que reinara la justicia, y esta es precisamente la temática de una de sus obras más importantes: La República,
donde reflexiona sobre el modelo ideal de estado y defiende un sistema de gobierno de corte aristocrático en el que los
que poseían el conocimiento se harían cargo del gobierno de la ciudad. Este modelo de ciudad ideal en el que se busca que
reine la justicia es considerado a día de hoy la primera utopía de la historia.

Platón (427 a C- 346 a C ) es uno de los filósofos que mayor influencia ha tenido en toda la historia de la filosofía, pero se
llamaba en realidad Aristocles, se dice que le pusieron este apodo por la gran anchura de sus espaldas. Fuera como fuese,
se convirtió en el más importante de los discípulos de Sócrates, perteneció a la nobleza y a los 40 años fundó la famosa
Academia, que permaneció abierta hasta el año 529 d C., la gran cantidad de años que permaneció abierta nos señala ya
que influenció a muchos filósofos posteriores. Se conservan sus diálogos, escritos a raíz de las conversaciones
mantenidas con sus discípulos y con el propio Sócrates, en total son 36 diálogos, en los que trata una gran variedad de
temas. A pesar de todo, su pensamiento forma un sistema filosófico que tiene como núcleo la teoría de las ideas. Algunos
de sus diálogos más famosos son: El Banquete, El Fedro, El Fedón, Teeteto, El Político, Protágoras y La Apología de
Sócrates.

En el contexto filosófico hemos de destacar el enfrentamiento de Platón (y Sócrates) a los sofistas, a los que atacaba
principalmente por su relativismo. Creía que eran sabios en apariencia, dado que no estaban interesados en encontrar la
verdad, sino solo en enseñar a sus alumnos a estar a la altura de las circunstancias políticas y defender cualquier postura,
llevar razón. Para ello necesitaban dominar la palabra, ser capaz de persuadir a los otros. Enseñaban una especie de arte de
la persuasión, que entendían como enseñar areté: enseñar sabiduría. Por tanto, Platón, al igual que Sócrates, creía que no
eran propiamente filósofos y los atacaba en todo momento. Probablemente, lo único que tenían en común ambas posturas
eran los temas que trataban.

La mayor influencia que recibió Platón venía de su maestro Sócrates, sobre todo, podemos destacar: la noción de
definición socrática que le acercó al concepto de idea; el uso del diálogo como vía para acceder a la verdad, el propio
método mayeútico y la intelectualismo moral que le sirvió como base para su teoría del bien y de la felicidad.

También estaba influenciado profundamente por los presocráticos, destacamos las influencias más relevantes:

-Con Heráclito afirmó el cambio, entendió que este no podía negarse dado que al observar la realidad el devenir era
innegable.

-De Parménides aceptó lo uno perfecto que no admite ningún cambio y el ser le sirvió de referencia como inicio para la
teoría de las ideas, en el sentido de llegar a la idea de un mundo inmutable que no es accesible a los sentidos.

-De los pitagóricos adquirió la idea del alma humana, la transmigración de las almas y la importancia otorgada a las
matemáticas, de hecho, el lema de La Academia rezaba: “Que nadie entre que no sepa matemáticas”.
-Se enfrentó a Demócrito porque no podía concebir que el orden del universo pudiera partir del desorden de los átomos, el
cosmos debía estar organizado.

-Su idea de demiurgo tiene influencias del Nous de Anaxágoras. Es la idea de un principio divino creador que pone orden
en el mundo. (distinta a la idea religiosa del dios creador que aparecerá después)

2-Introducción a la filosofía de Platón

En los inicios de la filosofía aparecen tres interrogantes clave a los que se intentó dar una respuesta: ¿En qué se funda la
realidad?; ¿Cómo es nuestro conocimiento de esa realidad? Y ¿Cuál es el criterio para la acción humana? Al responder a
estos planteamientos Platón está desarrollando un sistema filosófico. Y, como pronto veremos, va a responder diciendo
que la realidad se funda en el mundo de las ideas, tiene un carácter dual: es cambiante y material, pero también tiene un
ámbito superior que no cambia. A esa realidad, que ya hemos dividido en dos, podemos acceder de dos formas: a través
de los sentidos y a través de la razón. Y en cuanto al criterio para la acción humana, niega el relativismo moral propio de
los sofistas y son las ideas las que darán un sustento de verdad, y por tanto un cariz inmutable a todo lo que existe.

3-La teoría de las ideas

3.1. Explicación general de la teoría de las ideas

A Platón le resultará inevitable negar el devenir al que se refería Heráclito, pero al mismo tiempo, entiende que es
necesario que exista algo que permanezca inmutable, porque sino caeríamos en el relativismo. Por este motivo cree que el
universo está dividido en dos mundos distintos.

Hay un mundo que podemos experimentar a través de los sentidos, que es el mundo sensible, este está compuesto por
todas las cosas materiales y por todo lo que cambia, en definitiva, por aquellas cosas que solo podemos conocer a través
de la opinión. Es el mundo cambiante del que hablaba Heráclito, un mundo relativista, tal como lo entendían los sofistas,
un mundo donde existen la pluralidad y el cambio. Este mundo sensible es llamado dóxico.

Pero hay un segundo ámbito de realidad: el mundo inteligible, el cual va más allá de los propios sentidos, es el que está
constituido por las ideas: realidades inmateriales e inmutables que solo podemos conocer a través de la razón y que no nos
acercan a ninguna opinión, sino a un saber universal y permanente. (Esto supone la superación de cualquier tipo de
relativismo). Es el llamado mundo eidético.

Tenemos entonces dos mundos distintos, pero que de alguna manera deben estar conectados, dado que pertenecen a un
mismo universo, son como dos ámbitos de una misma realidad. Platón los conecta a partir de dos relaciones:

.Relación de participación (méthexis), todas las cosas tienen una esencia unitaria que implica que todas las cosas
materiales participan de la misma idea. Por ejemplo, todo hombre participaría de la idea de hombre.

.Relación de imitación (mímesis), que implica que lo que percibimos por los sentidos son copias de las ideas, esto
implicaría que el hombre es hombre por la imitación de la idea de hombre.

3.2. ¿Qué son y cómo son las ideas?

Las ideas o formas tienen realidad en sí mismas, son las esencias de las cosas y constituyen la verdadera realidad; son las
esencias de aquello que existe en el mundo sensible. Hay ideas de todo lo que existe en el mundo material y todas estas
ideas tienen ciertas propiedades: son eternas (no tienen ni comienzo ni fin); son inmutables (no cambian); inteligibles ( no
se pueden aprehender por los sentidos); son únicas (hay una idea por cada tipo de cosa del mundo sensible); son perfectas
(ni les sobra ni les falta nada) y son las causas y modelos de todo lo que existe en el mundo material (las cosas imitan y
participan de las ideas).

Pero las ideas no tienen todas el mismo valor, sino que se establecen a partir de un orden de carácter jerárquico en forma
de pirámide, donde la idea del Bien (que Platón comparará con el Sol, con la luz) estaría en la cúspide y las ideas más
elementales que se corresponden con las cosas materiales estarían en la parte más baja de dicho orden. (Y entre la base y
la cúspide estarían el resto de ideas). El hecho de que la idea de Bien sea la más importante es muy significativo para su
filosofía, igual que sin la luz del sol nada se puede conocer, para entender cualquier idea es necesario entender la idea de
Bien, por ejemplo, para entender lo que realmente es el hombre debemos conocer al hombre bueno, y para ello, en último
término debemos conocer la idea de Bien. Y es que esta idea superior no solo facilita que las demás ideas sean conocidas,
sino que les da su esencia, sin que ella perciba su esencia de ninguna otra idea.

A esta jerarquía añade la figura de un demiurgo, que es una realidad intermedia entre los dos mundos, este confeccionó el
mundo que nos rodea, pero no lo creó desde la nada, sino que usó como modelo el mundo de las ideas. Es importante
recordar aquí que la concepción judeocristiana de la creación es muy distinta de la griega antigua, donde se creía en la
eternidad de lo material. Por tanto, la idea de demiurgo no es exactamente equiparable a la idea de creador en sentido
cristiano.

Resumiendo y concluyendo, el idealismo platónico se basa en la convicción de que este mundo material que conocemos y
en el que vivimos no es verdaderamente real, puesto que todo lo material nace, muere, aparece y desaparece: cambia. Y
todo aquello que está sujeto al cambio no puede tener una realidad plena. Por ejemplo, un cuerpo bello siempre está
expuesto a dejar de serlo por la simple acción del paso del tiempo, no tiene para siempre la belleza. Esto mismo ocurre
con todo lo que compone el mundo material. En cambio, la idea de belleza no cambia, es inmutable y ninguna acción
ejerce sobre ella el paso del tiempo, además para decir que algo es bello necesitamos saber qué es la belleza, de hecho
existe la idea de belleza que es la que permite que podamos decir que algo es bello.

3.3. El mito de la caverna

Dicho mito intenta explicar de forma sencilla la teoría de las ideas y aparece en el Libro VII de La República de Platón, en
este cuenta la historia de unos prisioneros que permanecen encadenados en las profundidades de una caverna desde su
nacimiento y no han podido salir nunca. Su posición es tal que solo pueden mirar al frente y observar unas sombras
proyectadas en la pared, que para ellos constituyen la auténtica realidad. Además, detrás de ellos hay un muro y más allá
del mismo, y por encima de sus cabezas, hay una gran hoguera que es la que ilumina la cueva. Entre el muro y la hoguera
hay un grupo de hombres que portan distintos objetos sobre sus cabezas, los cuales son los que ven proyectados en la
pared los prisioneros. Debido a su situación, los prisioneros creen que la realidad son las sombras que ven reflejadas,
porque de hecho, es lo único que pueden ver. Entonces nos cuenta Platón qué ocurriría si uno de ellos lograse escapar, en
principio la luz le cegaría pero finalmente sus ojos se acostumbrarían a la luz y descubriría que los objetos que ve fuera de
la cueva parecen más perfectos, y por tanto, más reales. Pero si volviera a la cueva para contar lo ocurrido al resto de
hombres e intentara liberarlos de sus cadenas, estos no le creerían y se reusarían a ser liberados.

El mito nos dice que el mundo en el que vivimos no es real y resulta insuficiente aquello que percibimos con los sentidos,
para poder acceder al mundo de las ideas necesitamos ayuda, y esta es la misión del filósofo, que una vez que ha visto la
luz debe regresar a la caverna y ayudar a los otros a que hagan el mismo recorrido, aunque probablemente no lo tomarán
en serio. Y es que la labor del conocimiento es ardua y difícil según Platón.

4-El conocimiento

4.1. La alegoría de la línea

Una vez que hemos analizado la teoría de las ideas de Platón nos queda más claro que la realidad es de carácter dual y
por tanto debe haber, al menos, dos tipos de conocimiento: un tipo de conocimiento propio del mundo sensible y otro del
mundo inteligible. Pero, de hecho, en cada uno de los mundos hay dos tipos de conocimiento.

Dice Platón en la alegoría de la línea que si dibujamos una línea y la dividimos en dos partes y estas al mismo tiempo la
subdividimos en dos segmentos más, tendremos que la división principal representa la división entre el mundo sensible y
el mundo inteligible (mundo de las ideas) y cada uno de estos mundos estaría dividido en dos a su vez. Tendríamos en
total cuatro tipos de conocimiento, veámoslo primero en este cuadro:
OPINIÓN-DOXA CIENCIA- EPISTEME

MUNDO SENSIBLE MUNDO INTELIGIBLE

Imágenes Cosas Objetos matemáticos Ideas

Conjeturas Creencias Pensamiento discursivo Intelección

Poesía Física Matemáticas DIALÉCTICA

El conocimiento a partir de la opinión (doxa) tiene que ver con las cosas que están en continuo cambio, con lo que aparece
en nuestro mundo sensible. En este mundo podemos decir que hay dos formas de acercarnos al conocimiento, en primer
lugar, y de forma más vaga, a través de conjeturas, que podríamos identificar, por ejemplo, como nuestro reflejo en un
espejo o en el agua, que lo que nos muestran son imágenes de la realidad. Este acercamiento al conocimiento es el que
tiene que ver con la poesía, que podríamos entenderla como un saber que poco tiene que ver con la realidad, tiene más que
ver con interpretaciones, con cosas subjetivas.

Pero el mundo sensible podemos también conocerlo a través de creencias sobre las cosas físicas, se trata del
conocimiento directo que tenemos sobre las cosas, lo que hacemos es establecer creencias y sobre estas se funda la
física. Aquí estamos más cerca del conocimiento verdadero, la física tiene más que ver con la auténtica realidad que la
poesía.

Pero el conocimiento que se alcanza a través de la ciencia se centra ya en el conocimiento de las ideas y por tanto, nos
situamos en el mundo inteligible, donde nos movemos por la razón. Tenemos en primer lugar el pensamiento discursivo,
que es aquel relacionado con la geometría y las matemáticas. Por ejemplo, si estamos tratando las propiedades del
círculo, estamos en un plano geométrico muy similar a la realidad, pero aún no es estrictamente la realidad. Estaríamos
conociendo objetos matemáticos.

Finalmente, cuando usando la intelección alcanzamos ciertos conocimientos a través de la dialéctica, estaríamos
contemplando ya la verdadera realidad, las ideas. Motivo por el que la dialéctica es el tipo de conocimiento superior, dado
que es el único que nos conduce al conocimiento de las verdaderas realidades.

Para llegar a conocer las ideas hay que ir “subiendo escalones”, no podemos conocer las ideas sin previamente haber
tenido acceso a los objetos matemáticos, previamente a las cosas y previamente a las imágenes. O dicho de otro modo,
primero tenemos que aprender poesía, luego física, después matemáticas y finalmente dialéctica.

4.2. Cómo podemos conocer las ideas

La gran pregunta que se nos plantea es: cómo es posible conocer las ideas, y la respuesta parte de la teoría de la
reminiscencia tomada de los pitagóricos.

En último término podemos conocer las ideas porque conocer es recordar, cuando conocemos estamos recuperando una
sabiduría que habíamos perdido, estaríamos aprendiendo ideas que ya están dentro de nosotros, esto solo se consigue a
través de la dialéctica.

Pero este proceso es posible porque nuestra alma es inmortal (como más adelante comprobaremos) y se consigue gracias
a la educación (uno de los ejes centrales del pensamiento platónico).

El hecho de que nuestra alma es inmortal supone que ya ha estado previamente en el mundo de las ideas, de ahí el que
solo debe recordar y para ello debe servirse de la dialéctica.

5-La antropología
Al igual que divide la realidad en una dimensión sensible y otra dimensión ideal, también tiene Platón una concepción
dualista del ser humano, dentro de la cual, una parte conecta con el mundo sensible y otra con el mundo de las ideas.

El ser humano está compuesto por: cuerpo y alma, por una parte material y otra espiritual. El encuentro entre ambas partes
es el hombre. El alma está en relación con el mundo inteligible y el cuerpo con el mundo sensible.

El alma es la parte más digna, se asemeja a lo divino, es de carácter superior y es inmortal. El cuerpo está gobernado por
el alma, es imperfecto, se considera la cárcel del alma (igual que lo consideraban los pitagóricos), y en definitiva es un
conglomerado que tiene su fin con la muerte.

La unión entre ambas sustancias tiene un carácter complejo, pero podemos citar dos características principales de dicha
unión: es temporal, dado que dicha unión se rompe con la muerte y es accidental, dado que cada parte tiene una identidad
propia, ambos están unidos pero son dos cosas distintas, nunca se da una mezcla.

El cuerpo es la parte temporal, y al serlo siempre ha pertenecido a este mundo sensible en el que vivimos, y no ha
preexistido al mismo. Pero esto nos plantea una importante pregunta sobre el alma, si esta es inmortal, ¿Qué podemos
decir sobre el alma antes de que haya estado unida al cuerpo? , ¿Dónde ha estado?

Según Platón, el alma preexistió en el mundo de las ideas antes de unirse al cuerpo y esto lo sabemos por su afinidad con
ellas; el alma tiene que ver con el mundo inteligible porque preexistió en él con anterioridad. Esto también significa que
cuando morimos podemos alcanzar el mundo de las ideas de nuevo, según Platón, quienes no lo consiguen se unen a otro
cuerpo y esto se puede repetir de manera sucesiva, hasta que nuestra alma alcance la perfección y vuelva al mundo de las
ideas. Pero claro, esto nos llevaría a otra pregunta: ¿Si el alma pertenecía al mundo de las ideas por qué lo abandonó y se
unió al cuerpo? La respuesta de Platón apunta a que el alma no es perfecta y que los elementos que la componen no actúan
en total armonía. Esto hace que el ser humano esté en un continuo conflicto entre la vida racional y la impulsiva.

Para explicarlo recurre a otro mito: El mito del carro alado (que aparece en el diálogo El Fedro), en él explica que el
alma sería como un carro tirado por dos caballos y dirigido por un auriga. Uno de los caballos es bello y es bueno pero el
otro es rebelde. Esta situación complica el acto de conducir y representa la búsqueda del equilibrio dentro del ser humano.
El auriga es la representación de la parte racional del alma, que es la que dirige; el caballo bueno es el que representa las
tendencias nobles, pero que a veces pueden cegarnos y el caballo rebelde representaría las tendencias hacia lo material,
que tiene el hombre. En función de si es el auriga quien de verdad conduce y si este encuentra o no el equilibrio, así se
encontrará el ser humano.

Lo que nos indica el mito es que el alma humana está compuesta por tres partes que pueden estar en conflicto, pero
siempre debe haber una que controle a las otras, igual que en el mito. Estas son las tres partes del alma:

– El alma racional, que es la que preexiste al cuerpo y nos distingue en gran medida de los animales, además de
emparentarnos con lo divino. En ella se encuentran nuestras capacidades intelectuales superiores y se convierte en la base
de nuestra conducta. Es la representada por el auriga en el mito. Los sujetos en quienes destaque esta parte del alma serán
los amantes del saber.

-El alma irascible, en ella están los impulsos nobles y puede llegar a ser una aliada de la razón, aunque a veces puede ir en
contra de la misma. Se relaciona con la valentía y los honores. Es la representada por el caballo bueno. Aquellos que sean
gobernados por esta alma serán los amantes del poder y de los honores.

-El alma concupiscible, es la que nos asemeja a los animales, tiene como meta satisfacer todas nuestras necesidades físicas
y nuestros deseos y nos acerca a todo lo material. En el mito es representada por el caballo rebelde. Si domina este aspecto
del alma, el hombre será amante del placer y el dinero.

Veamos en el cuadro las distintas almas que posee el ser humano y la función que pondrán cumplir en la sociedad en base
a ello:

PARTES DEL ALMA EN EL MITO FUNCIÓN SI DESTACA ESTA PARTE DEL ALMA
Alma Racional Auriga Gobierna y conduce Amantes del saber

Alma Irascible Caballo bueno Tiene impulsos nobles Amantes del poder y los honores

Alma Concupiscible Caballo rebelde Busca y desea el placer sensible Amantes del placer y el dinero

Ya hemos indicado que nuestro alma es inmortal, y esta idea parte de las doctrinas de los pitagóricos, según estas
doctrinas el alma tenía un origen divido y por alguna culpa que acarreaban fueron castigadas a reencarnarse en cuerpos
mortales. Platón parte de estas ideas y ve la muerte como una liberación, dado que nos separa del mundo sensible; pero si
no hemos llevado una existencia digna nuestra alma es castigada de nuevo y obligada a reencarnarse una y otra vez, hasta
que consiga salir de este ciclo de transmigraciones y volver de nuevo al mundo de las ideas.

El cuerpo es denigrado en el sistema platónico, porque acarrea los males del hombre, todo aquello que este busca en el
mundo material. Creía que el cuerpo es la fuente de todos los males, dado que sus deseos e inclinaciones nos alejan del
conocimiento.

Podemos preguntar ahora: ¿Qué puede hacer el hombre para llevar una vida digna? La respuesta está en la moral.

6-La moral

Según Platón, todos los seres humanos desean cosas buenas y desean la felicidad, el problema es que no saben distinguir
los verdaderos bienes y confunden la felicidad con cosas imperfectas. La verdadera felicidad solo se encuentra en la
contemplación de las ideas, teniendo en cuenta que la idea superior es la Idea de Bien, y debemos aspirar a ella para ser
felices. Para llegar a esa felicidad es necesario seguir el camino de la sabiduría y la virtud, en definitiva, se trata del
intelectualismo moral del que hablaba su maestro Sócrates: quien conoce el bien lo practica.

Pero ¿Qué es la virtud para Platón? es algo interior, algo que debe adquirir el alma y que tiene que ver con una especie de
armonía o de equilibrio; tiene que ver también con la purificación: liberarse del cuerpo para retornar al mundo de las
ideas; consiste en un saber, porque ser virtuoso tiene que ver con distinguir los bienes verdaderos y con el dominio de la
razón. Es en definitiva, algo que no puede enseñarse a través de una técnica, como pretendieron los sofistas, sino que debe
partir del autoconocimiento interno.

En el Libro IV de La República se citan las distintas virtudes en relación con cada una de las partes del alma; pero habla
no de tres, sino de cuatro tipos de virtudes:

. La sabiduría, radica en la parte racional del alma, su misión es dirigir, es sabio quien dirige sus acciones, o quien dirige
la ciudad, olvidándose de las opiniones y centrándose en la ciencia, en la razón.

. La valentía, es la virtud propia del alma irascible y es la que intenta regular los impulsos y las pasiones, para ello se
somete todo a la razón y se puede así distinguir entre lo que se debe y lo que no se debe temer.

. La moderación, es la virtud del alma concupiscible y modera los deseos propios del mundo sensible, aquellos que tienen
que ver con lo material y con el cuerpo, para que el hombre haga uso de ellos con equilibrio.

. La justicia, consiste en hacer “lo que corresponde a cada uno de modo adecuado” y en que nadie se apodere de lo ajeno
ni le sea extraído lo propio. En el caso del individuo, esta virtud lo capacita para que cada parte del alma realice bien la
función que le corresponde. Esta virtud tiene su paralelo en la dimensión social, por lo que una polis es justa cuando los
ciudadanos llevan a cabos sus funciones de forma correcta, cumpliendo con su deber.

La práctica de las tres virtudes anteriores lleva al hombre a alcanzar el Sumo Bien, que significa alcanzar la felicidad,
encontrar la armonía. Y cuando esto ocurre gobierna la justicia, que es una virtud general que comprende a todas las
demás.

Hemos señalado ya que hay un paralelismo entre la concepción del hombre y la polis, y entre la política y la moral, para
tener claras las relaciones ( y anticipándonos a los contenidos que vamos a ver a continuación) las presentamos en un
cuadro:
Partes del alma Virtudes Funciones en la Clases sociales Formas de
predominantes polis gobieno

Racional Sabiduría Gobernar Gobernantes Aristocracia


(rey filósofo)

Valentía Defender Guardianes Timocracia

Irascible

Moderación Abastecer Productores Oligarquía

Concupiscible Democracia

Tiranía

7-La sociedad

La vida en sociedad aporta ventajas y debe facilitar a los hombres una vida justa, pero también feliz y virtuosa ¿Cómo
sería la ciudad ideal? En primer lugar esta ciudad debe hacer frente a la economía, dado que debe satisfacer las
necesidades de todos los hombres, puesto que ya sabemos que no somos autosuficientes. Eso implica que dependemos
unos de otros y que debe haber algo así como “un reparto de tareas”, lo cual es posible porque todos los seres humanos
tienen distintas habilidades, si cada uno desarrolla la suya la división del trabajo y la organización social serían un éxito.
Y es que para Platón la justicia es que cada cual haga aquello para lo que esté determinado por naturaleza.

Hemos de tener en cuenta que no solo necesitamos abastecernos y disponer de recursos económicos, sino que a medida
que la sociedad aumenta en número de ciudadanos, los recursos necesitan ser ampliados, lo que puede dar lugar a la
conquista de territorios vecinos para satisfacer las necesidades de todos, conduciendo a la guerra; por ello tendrá que
haber especialistas en la guerra, a los que llamará guardianes de la ciudad. Y también será necesario que alguien asuma el
gobierno de la ciudad. Esto le lleva a hablar de las siguientes clases sociales:

.Gobernantes- filósofos: es un grupo reducido, corresponde al gobierno que debe velar por la ciudad, no disponen de
propiedad privada ni de familia y están alejados de todas las comodidades. Sus virtudes son la sabiduría y la justicia, por
tanto en ellos destaca el alma racional y deben tomar buenas decisiones. Platón habla del rey filósofo, porque se basa en la
idea de que el conocimiento ha de ser la auténtica guía de la moral y la política.

.Guardianes: tampoco tienen propiedad privada ni familia, tienen una vida comunitaria y se encargan de velar por la paz y
destaca en ellos el alma irascible, y la virtud de la valentía. Al no tener propiedades se evita la tentación de que vayan a
defender los intereses propios e incluso beneficiar a sus propios hijos, dado que incluso la familia es algo común.

.Productores: es la clase más numerosa, son campesinos, artesanos y comerciantes, deben trabajar para todos y la virtud en
la que destacan es la moderación, destaca en ellos el alma concupiscible, ellos son los que poseen la riqueza y tienen
propiedad privada y familia y por tanto se les permite disfrutar de los goces materiales.

¿Cómo se determinará quiénes han de pertenecer a una u otra de estas clases sociales?

Pertenecer a una u otra clase depende de la naturaleza de cada hombre, la cuestión es cómo saber cuál es la naturaleza de
cada uno, y la respuesta, como no podía ser de otra forma, es a través de la educación. Esta corre a cargo del estado, no
hay distinción entre niños y niñas, tiene un objeto formativo y el fin de localizar la naturaleza de cada uno para formar las
distintas clases sociales, alcanzando así la justicia y la felicidad.

En La República establece Platón el programa de estudios que debería imperar en la ciudad ideal, todos los niños y niñas
comenzarían recibiendo la misma formación, y el inicio de la misma debe darse a través de actividades lúdicas, para lo
cual los educadores de la ciudad ideal elegirán aquellos juegos que consideren adecuados para desarrollar en los niños la
comprensión de las normas de los juegos y, con ello, un primer acercamiento al valor y sentido de la ley. Las primeras
enseñanzas que recibirán se centrarán en torno a la poesía y la música. Aunque el uso que hacen del lenguaje los poetas
les permite esconder ciertas ideas negativas bajo las narraciones, por lo que algunos poemas no resultan adecuados, de
hecho Platón llega a censurar la poesía en su ciudad ideal; los educadores deberían determinar que poemas serían
adecuados.

Estudiarán también música, analizando ritmos y armonías, que ayudará a desarrollar el amor por la belleza y logrará en los
niños valores adecuados como la generosidad. Además se añadirá al programa la educación física para que fortalezcan
también el cuerpo y todo ello se acompañará de una alimentación correcta con el objetivo de mantener la salud.

Con el paso de los primeros años algunos niños tendrán ganas de abandonar los estudios y otros querrán aprender más;
esto hará que los primeros pasen a formar parte de la clase de los productores, y el resto seguirá formándose hasta formar
parte de la clase los guardianes y de aquí saldrán los elegidos para formar la clase los gobernantes, quienes serán
sometidos a un proceso educativo que comenzará con el estudio de las matemáticas y terminará con el estudio de la
dialéctica, con el conocimiento de las Ideas. La tarea de gobernar recaerá directamente sobre aquellos que lleguen a
conocer las ideas, los filósofos.

La mejor forma de gobierno posible es aquella en la que un filósofo gobierne; pero si no es posible que uno sólo destaque
sobre los demás, el gobierno deberá ser ejercido por varios filósofos y durante un corto período de tiempo, para evitar
todos los males que genera la persistencia en el poder.

Etapas de la educación:

1. Música, gimnasia, matemáticas y geometría, hasta los treinta años, aquellos que abandonan se quedan en la clase
de los productores, los demás pasan a la segunda fase.

2. Dialéctica, durante cinco años, quienes superan la etapa serán los guardianes y quienes destacan pasaran a la
última fase.

3. Quince años en la administración del Estado, aquí aparecerá o el rey filósofo o un grupo de reyes filósofos,
gobernarán solo por un corto periodo de tiempo para no dejarse llevar por los males que puede acarrear el poder.

8-Formas de gobierno

Platón no solo habló de su estado ideal, también sistematizó los regímenes políticos existentes en su época. Y lo hizo
acudiendo de nuevo a la doctrina de las distintas, de tal modo, que a los tres modos de almas corresponden los cinco
modos de gobierno: Aristocracia o gobierno de los que predomina en ellos la inteligencia y la razón, en los que domina el
alma racional; Timocracia o gobierno de los fuertes o de los que predomina el alma irascible y Oligarquía o gobierno de
los magnates, Democracia o gobierno del pueblo ignorante y Tiranía o gobierno del tirano sin ley ni orden, estos tres
últimos suponen el gobierno de los que predomina en ellos el alma inferior: la concupiscible.

Para Platón la forma ideal de gobierno es la monarquía o gobierno de los filósofos, igual que un hombre es virtuosos
cuando la parte racional del alma es la dominante, una ciudad será perfecta cuando la clase de los verdaderos filósofos
gobierne sobre el resto de ciudadanos. Nos habla de las distintas formas de gobierno como una degradación que cumple
un carácter cíclico, de tal forma que pasamos una a otra forma para volver a comenzar de nuevo:

1-Aristocracia: gobierno de la sabiduría

2-Timocracia: gobierno de los fuertes

3-Oligarquía: gobierno de unos pocos

4-Democracia: gobierno del pueblo ignorante

5-Tiranía: gobierno que esclaviza al pueblo


El mejor gobierno de los indicados, es para Platón la aristocracia, pero llega un momento que la clase militar se adueña
del poder y somete a los demás ciudadanos y se convierte en timocracia, esta degenera en oligarquía, donde unos pocos
acabarán controlándolo todo. Más tarde, el empobrecimiento de los ciudadanos a favor de los oligarcas les llevará a la
rebelión en la que los ciudadanos se harán con el poder y aparecerá la democracia, esto traerá más desorden y aparecerá
la tiranía. Sin embargo, la tiranía será el final de la comunidad política porque los ciudadanos se convierten en esclavos y
terminarán derrocando al tirano y lo sustituirán por un rey filósofo, que será el mejor gobierno posible, donde se pretende
que todas sean felices, y por tanto no intenten derrocar el poder y donde los que tienen el poder están sujetos a
mecanismos para que este no les corrompa. Más adelante, en su diálogo de vejez Las Leyes, una obra menos utópica,
sustituyó el rey filósofo por un cuerpo de magistrados y los gobernantes recobran la propiedad privada y la familia. En
esta obra Platón es más “realista” y se nota que es la obra de alguien que ha vivido ya muchas experiencias y decepciones.

9.Valoración de la actualidad de sus pensamientos

La influencia de Platón en la filosofía posterior es difícil de resumir y explicar por lo grande de sus aportaciones, de hecho dijo Whitehead: “toda la
filosofía occidental es una serie de notas a pie de página de la filosofía platónica. La cita puede ser exagerada, pero no cabe duda de que sería muy
tedioso y extenso el enumerar todas las influencias que ha ejercido Platón en la filosofía, hagamos un breve resumen.

Platón dejó una profunda huella en sus contemporáneos y sobre todo en su discípulo Aristóteles, que a partir del platonismo elaboró un sistema
original y propio; después, se da una enorme influencia en el pensamiento cristiano, sobre todo en Agustín de Hipona, que aprovechó aquellos puntos
del platonismo coincidentes con la dogmática cristiana, en particular el dualismo; continuó su influencia en el Renacimiento, inspirando las utopías
renacentistas de Moro y Campanella; después, en la edad contemporánea, influenció profundamente a Russell y Husserl. Pero sus influencias se han
dado también por haber sido objeto de grandes críticas, podemos destacar aquí la dura crítica que le hace Popper de la sociedad presentada en La
República y el propio Nietzsche, quien considerara que toda la filosofía occidental cometió el pecado de ser platónica.

Esto no es más que un burdo resumen de su influencia, lo cierto es que su pensamiento todavía tiene vigencia. Veamos algunas referencias actuales:

-La preocupación por la educación es clave en su filosofía y lo sigue siendo en la actualidad, hoy nos encontramos en un continuo cambio de leyes
educativas, pero seguimos con la idea de que la educación debe ser proporcionada por el estado, tal como lo proponía Platón en La República y que
es necesaria para el desarrollo del ser humano. De hecho, seguimos dándole valor a que la gente adquiera educación, se forme, estudie, vaya a la
universidad…etc.

-Aunque a primera vista el Mito de la Caverna parece desactualizado, actualmente se ha hecho muy visible una interpretación que viene a decir que
vivimos hoy en una caverna, en la que los medios de comunicación de masas y las nuevas tecnologías son como las siluetas que veían los prisioneros
en la pared, hasta el punto que no podemos ver la realidad, solo vemos lo que nos muestran las tecnológicas, nuestra caverna no es de piedra,
podemos decir que es una caverna informática. Esta crítica se hace muy visible paradójicamente en internet, donde aparecen viñetas cómicas
reflejando dichas críticas. Además, en el mundo del cine se dan muchas referencias a la idea de salir de este mundo de engaño y acceder a la verdad,
a la verdadera realidad, una de las trilogías más famosas en tratar el tema es la de Matrix, donde hay continuas referencias a la filosofía platónica. En
el fondo tenemos muy claro que nuestros sentidos nos pueden engañar y que probablemente no conozcamos la realidad tal como es, necesitamos que
alguien nos abra los ojos y nos guie hasta la realidad, y como en la película, el camino al principio es dificultoso, hasta tal punto que algunos
prefieren vivir en el engaño.

-Platón proponía que en su ciudad ideal el gobierno debería estar en manos de un filósofo, o que el que gobernara estudiara filosofía. Se trataba de
una propuesta que pretendía que quien gobernase fuera alguien que tuviera todos los conocimientos posibles, alguien “sabio”. En la actualidad se da
una crítica continua a los políticos que carecen de conocimientos, nos parece asistir a una etapa en la que no nos gobiernan los hombres con mayores
conocimientos. Pero en el fondo, seguimos creyendo, de forma general, que deben gobernarnos personas que tengan una formación cualificada, lo
contrario nos sigue pareciendo escandaloso. Igual que reaccionamos de forma negativa cuando vemos que las promesas políticas no se cumplen
después, es lo que Platón entendería como el efecto del poder que acaba corrompiendo, el filósofo intentó evitar esto imponiendo que los que
gobernaran no podrían tener propiedades privadas.

-Otra importante influencia platónica tiene que ver con la moral, para Platón, igual que para Sócrates, el bien es algo que se puede conocer y quien
conoce el bien lo práctica, esto significa estar en contra de cualquier relativismo moral, lo contrario de lo que ocurre a día de hoy, donde hemos
llegado a entender que la moral es relativa. Pero tenemos el problema de cómo llegar al consenso social, si al final lo que está bien o lo que está mal
depende de la cultura o de la persona o circunstancia concreta, dado que no hay valores absolutos. Para desenmarañar esta circunstancia se ha llegado
a un acuerdo internacional del que ha nacido La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en el fondo, es la fundación de una ética, de
unos valores pretendidamente absolutos; esto si se parece a lo que defendía Platón, aunque se base en algo diferente.

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