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APORTES E IMPORTANCIA DE LAS PYMES PARA EL DESARROLLO DEL

PAÍS
Maria Angélica Álvarez Melo c.i 13.585.637 – alvameleca@gmail.com
Lcda. En administración de Empresas

RESUMEN
Las pequeñas y medianas empresas han pasado a tomar un papel protagónico
en el ámbito social y económico de un país. En lo social, han mejorado la calidad
de vida de la comunidad. En este contexto, el presente ensayo tuvo como realizar
un análisis crítico de la importancia que han tomado las PYMES en el desarrollo
del país. Metodológicamente la investigación se llevó a cabo a través del método
inductivo aplicando como técnica de recolección el fichaje que determina a las
investigaciones documentales. Del estudio se deriva que Las empresas se han
transformado en unidades productivas en constante competencia con un
compromiso de calidad cada vez más alto y más competitivo.
Palabras Claves: Económico, empresas, País.
INTRODUCCION

El presente ensayo tiene el objetivo de analizar el rol de las Pymes en la


economía del país. Para ello se realizó un recorrido teórico que permite develar
que en la actualidad las PYMES tienen un fuerte impacto en la economía, estas
se enfrentan a una serie de problemas que obstaculizan su desarrollo y
crecimiento económico, especialmente financieros.
Es importante señalar que el éxito se logra si se prepara para lograrlo en ese
sentido el conocimiento y aprendizaje es parte importante para crear una cultura
que forme personas que vean oportunidades donde otros no la ven de allí se
llega a un clima organizacional para ello, aquí abordaremos brevemente algunos
aspectos al respecto de cómo es importante una cultura dentro de una empresa
como base para logar el éxito y por ende trataremos las PYME para el desarrollo
sustentable del país.
Muchos de estos beneficios están ligados estrictamente a los mismos ámbitos
en los que estas se enfocan. El entorno donde se desarrollan las pymes va
estrechamente ligado a su crecimiento y durabilidad, de manera específica se
habla del entorno económico y social el que pasa a ser una variable relevante
dentro de este. Las pequeñas y medianas empresas han pasado a tomar un
papel protagónico en el ámbito social y económico de un país. En lo social, han
mejorado la calidad de vida de la comunidad. En el ámbito laboral, han creado
numerosas oportunidades de empleo, mejorando así, la calidad de vida de la
comunidad y se ha comprobado que son generadoras de capital y ganancias.
APORTES E IMPORTANCIA DE LAS PYMES PARA EL DESARROLLO DEL
PAÍS

1.- Aportes e Importancia de las PYMES.


2.- Características que presentan las Pymes frente al sistema financiero
venezolano.

Díaz et al. (2013) expresan que las pymes en Venezuela son la base de la
economía nacional y se caracterizan por la tendencia a concentrarse en
actividades intensivas en mano de obra, promueven la creación de empleos,
generan efectos positivos en la distribución del ingreso, forman empresarios y
constituyen una fuente de talento humano para las grandes empresas, por todo
lo antes mencionado, los gerentes de las pymes han generado algunas
estrategias para fortalecer a las compañías pequeñas y ayudar a la expansión
de las que están en proceso de consolidación.
Las pymes están constituidas usualmente por una estructura organizacional
sencilla y no compleja, no cuentan con muchos recursos y se presentan con
muchas limitaciones a la hora de solicitar créditos y capital. Todas estas
características o debilidades, hacen que las pymes sean muy vulnerables al
ambiente volátil y competitivo en el que vivimos en la actualidad. Un ambiente
regido por un mercado globalizado y prácticamente saturado por grandes
transnacionales de alto rango económico.
En realidad, hay diferentes factores y puntos a considerar que pueden favorecer
el crecimiento de una empresa. Entre ellos el entorno social, ya que entre
muchas variables, el nivel educativo básico de la comunidad, en donde se
establezca la empresa, juega un papel importante en el desarrollo de esta.
Otro de los entornos importantes seria el entorno económico, el cual va a
determinar el curso financiero de la empresa. Debido a que la economía va ligada
estrictamente a la mayoría de las operaciones dentro de una organización. Un
ejemplo de este, viene dado por la inflación ya que este afecta costos de la
materia prima, nomina, productos, etc. El mercado usualmente no es estático, y
presenta diversos cambios en los precios lo cual puede generar efectos
negativos o positivos dentro de la administración de la empresa. El alza de
precios, puede modificar los precios de la materia prima, de esta manera
aumentando los costos en general de los productos y servicios ofertados.
Otro factor a considerar, sería el poder adquisitivo de los posibles clientes, lo
cual va ligado a la situación económica en general del país.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) en América Latina han sido objeto
a lo largo de las últimas décadas de una gran cantidad de estudios e
investigaciones. Su creciente importancia en los procesos de desarrollo
económico de los países de la región se debe fundamentalmente a su
contribución al empleo en el ámbito urbano.
El empleo que generan las pymes es de “mayor calidad” (en términos de
estabilidad e ingresos) en comparación, por ejemplo, con el de la microempresa.
Lo anterior, aunado al hecho de contar con un mayor número de trabajadores,
mayor stock de capital, tecnología y niveles de inversión (siempre en
comparación a la microempresa), le permiten integrarse más fácilmente en
cadenas productivas, y, por tanto, contar con una mayor productividad relativa,
lo cual es relevante para alentar su creación y desarrollo, estableciendo acciones
enfocadas a la promoción de tal segmento empresarial.
Lamentablemente, a pesar de estos elementos diferenciadores que la hacen un
estrato atractivo para el fomento, las políticas públicas no han sabido diferenciar
entre ella y otros estratos empresariales (particularmente la microempresa),
estableciendo acciones uniformes para estratos que tienen problemas diferentes
y que requieren por tanto de enfoques distintos. Además de lo anterior, es
necesario reconocer que el estrato pymes es también un conjunto heterogéneo
de unidades económicas (en términos de experiencia empresarial, edad del
empresario, sector en el que se desarrolla, región, capital, ventas, desarrollo de
infraestructura, vinculación con merca dos, etc.), lo cual complica sin duda su
comprensión y, por tanto, la implementación de acciones adecuadamente
enfocadas. Sin embargo, y a pesar de lo anterior, la pyme es también la que ha
mostrado a lo largo del tiempo un mayor compromiso con la innovación, la
integración regional, el desarrollo de mercados y la productividad. En ese sentido
cuando su percepción de la organización y su medio ambiente de trabajo,
tenemos que referirnos al medio ambiente psicológico, y a sus sistemas de filtro
o estructuración perceptivo. La Pyme venezolana caracterizada por empresas
familiares dirigidas por miembros de la familia propietaria o personas muy
vinculadas a ellos enfrentan desafíos internos y externos al igual que la Pyme a
nivel mundial, debido al proceso de globalización de los mercados y evolución
de las tecnologías de información, lo cual ha generado una serie de
transformaciones en la manera de conducir la empresa a nivel mundial.
Por otro lado, se determinaron cambios en las estrategias gerenciales, ante los
cuales la gerencia ha respondido con paradigmas como la calidad, productividad
organizacional y el modelo de flexibilidad organizacional para lograr ventaja
competitiva y así reconocer el mercado más rápido para los competidores. En
Venezuela, según el observatorio de las pymes, el 76% de las empresas tienen
menos de 4 trabajadores y solo el 24%, 4 o más.
En ese sentido el desarrollo endógeno se basa en el cambio del sistema
productivo del país, para que cada región sea capaz de transformar sus recursos
naturales en bienes y servicios que multipliquen el empleo y el bienestar social,
lo que garantiza la calidad de vida para las personas y el medio ambiente. Es por
ello que se plantea que este desarrollo es sostenible, cuando satisface las
necesidades presentes, sin menoscabar las capacidades de las futuras
generaciones y si toma en cuenta el futuro, es además sustentable.
Sin embargo, se busca un desarrollo socialmente deseable, ecológicamente
prudente y económicamente viable, que de acuerdo a la opinión presentada por
los diversos autores encierre la concepción de desarrollo endógeno sustentable,
visto como el proceso de crecimiento y cambio estructural del sistema productivo,
por el esfuerzo voluntario y planificado a partir de los recursos propios, sin
condicionar las generaciones futuras, siendo la base fundamental de este
desarrollo, el ser humano. Esto nos lleva a la necesidad de desarrollar e
implementar un modelo macroeconómico alternativo al existente, que sea
sostenible en el tiempo, conformado por un fragmento de estructura orgánica, el
cual, al organizarse y articularse conforme la base del mismo, reseñando los
siguientes aspectos: a) Participativo: porque permite al individuo convertirse en
ciudadano con atribuciones, deberes y derechos otorgados por la norma
constitucional tenemos. b) Productivo: bajo la forma de democracia
representativa con capacidad para emprender acciones. c) Solidario: parte de
iniciativas comunes para la solución de necesidades colectivas, d) Humanista:
porque todo gira en beneficio del ser humano. e) Visión de futuro: para invertir
en un mañana con mentalidad futurista.
Asimismo desde el punto de vista organizativo gerencial, demuestran como
gerenciar la empresa bajo un enfoque sustentable, aportando estrategias
valiosas, para la humanización de la misma y la valoración de la cultura como
bases constitutivas del nuevo paradigma organizativo, permitiendo la alusión a
la Pyme venezolana, convirtiéndose en empresa ciudadana, empresa que sabe
que sus intereses a largo plazo le impone dar a sus clientes o a su entorno más
de lo que dicta su interés a corto plazo, traduciéndose en la búsqueda de una
mirada más amplia, enfática y generosa para ir más lejos y por más tiempo.
El objetivo de la política económica debería entonces lograr una convergencia
de productividades entre pymes y grandes empresas en un contexto de natalidad
neta, o al menos estabilidad en la variación de la cantidad de empresas,
característico de los procesos de desarrollo armonioso de las estructuras
productivas. En otras palabras, aumento de la productividad de las empresas y
el cierre de las brechas entre grandes y pequeñas en un contexto de natalidad
neta de firmas, son probablemente los objetivos más importantes de una política
pública orientada al desarrollo de las pymes y de la estructura económica en
general. De esta manera, indicadores que describan el cumplimiento de dichos
objetivos se vuelven imprescindibles para el testeo de la eficacia relativa de las
distintas políticas económicas nacionales. Pero debemos resaltar un elemento
importante para el éxito de la Pyme se basa más en las capacidades
intelectuales del gerente más que en sus bienes materiales. La capacidad de la
gerencia para transformar sus recursos en bienes y servicios útiles está
convirtiéndose en una destreza de la época, por ello se observa interés por el
desarrollo del capital intelectual, la creatividad y la innovación, así como, el
dominio de la disciplina profesional, la ejecución efectiva para aplicar sus
conocimientos a problemas del mundo real y la creatividad en la resolución,
motivación y adaptabilidad para lograr el éxito.
En la actualidad, el crecimiento de las pequeñas empresas va en desarrollo. A
medida que las grandes empresas se expanden, las PYMES para poder tener
éxito se han visto en la obligación de redimensionar y agilizar sus operaciones,
viéndose en la necesidad de crecer rápidamente y desempeñar un papel
relevante en la vida económica.
Las PYMES que tienden a concentrarse en actividades intensivas en mano de
obra, son la base de la economía, pues son ellas las que promueven la creación
de empleos, tienen efectos positivos en la distribución del ingreso, forman
empresarios y constituyen una cantera de recursos humanos para las grandes
empresas, por lo que en la actualidad los gerentes de estas han venido
desarrollando estrategias para nutrir a las compañías pequeñas y ayudar a
expandirse a las que ya están avanzando. Para sobrevivir, la mayoría de las
pequeñas y medianas empresas necesitan, como muy mínimo, reglas de juego
equitativas y una estrategia gubernamental bien equilibrada, así como
instrumentos financieros y servicios no financieros adaptados a sus necesidades
específicas.

Sin embargo, en Venezuela, al igual que en muchos países en desarrollo, dichas


condiciones que necesitan las PYMES no están desarrolladas, lo que impide que
las mismas sigan funcionando como deberían hacerlo en la actualidad.

En Venezuela el pequeño empresario lucha duramente frente a las políticas


económicas impuestas por el sistema financiero actual, un marco legal incierto y
quizá lo peor de todo, un acceso muy restringido al financiamiento. Sus
capacidades gerenciales y organizativas son débiles, y el sector parece carecer
de una conciencia propia de su importancia como bloque, lo que socava su
considerable potencial de influencia económica y política.
Sin embargo, el elemento individual que más afecta a las pequeñas y medianas
empresas es su limitado acceso al financiamiento, un problema común con
muchos proyectos empresariales en los países en desarrollo. A modo ilustrativo,
citando a Cohen y Baralla (2012) y al Banco Mundial (2010), se calcula que
menos de 10 millones de los 500 millones de personas que manejan pequeñas
y medianas empresas en el mundo tienen acceso a apoyo financiero para sus
negocios; en otras palabras, apenas 2%.
Según Briceño y Pinilla (2009), citando a Faraco (1996), se hace necesario que
los gerentes entiendan la actual realidad de la banca y el rol que cumplen en el
sistema económico, ya que se encuentran en un entorno más competitivo. Se
espera que ellos demuestren que son capaces de competir, de definir
estrategias, de estructurar sus empresas para lograr sus objetivos, y además
que controlen los factores del negocio para que marchen en la dirección
seleccionada y al ritmo establecido.
Dentro del sistema organizativo los gerentes juegan un papel protagónico, pues
las PYMES funcionan de acuerdo a una estructura vertical, en la cual se apoya
en las distintas dependencias, para lograr sus objetivos. Es por ello que la labor
del gerente partiendo de la idea de que él o ella está dentro de una estructura
organizativa, permite establecer acciones positivas para que las PYMES no solo
estén en estricto cumplimiento con el actual sistema financiero venezolano sino
que por demás incorporen dentro de su visión gerencial el desarrollo de las
normas y procedimientos que ha sido establecido en las múltiples instituciones.
Para sobrevivir, la mayoría de estas empresas necesitan, como mínimo, reglas
de juego equitativas y una estrategia gubernamental bien equilibrada, así como
instrumentos financieros y servicios no financieros adaptados a sus necesidades
específicas. Sin embargo, en Venezuela, al igual que en muchos países en
desarrollo, dichas condiciones no están dadas, lo que impide que las mismas
sigan funcionando como deberían hacerlo en la actualidad.
En tal sentido, el pequeño y mediano empresario venezolano enfrenta las
políticas económicas impuestas por el sistema financiero actual, un marco legal
incierto y un acceso muy restringido al financiamiento. Sus capacidades
gerenciales y organizativas son débiles, y el sector parece carecer de una
conciencia propia de su importancia como bloque, lo que socava su considerable
potencial de influencia económica y política (Díaz et al., 2013).
Ahora bien, de los planteamientos realizados por los precitados autores se
desprende que las pymes venezolanas se distinguen por poseer estructuras
organizativas sencillas y flexibles que les permiten detectar y adaptarse a las
necesidades y requerimientos del entorno, además, se constituyen en una
importante fuente de generación de empleo e impulso del desarrollo económico
nacional. No obstante, estas organizaciones presentan serias dificultades tanto
internas como externas para desempeñarse de forma eficiente, y
consecuentemente, apuntar a ser organizaciones competitivas.
Dentro de sus principales limitantes a lo interno destacan: resistencia de la plana
gerencial a los cambios, dificultad para acceder a fuentes de financiamiento,
recurso humano poco calificado, limitaciones en el uso de las tecnologías de
información y comunicación, escasos procesos de innovación y desarrollo
tecnológico, insuficiente capacidad asociativa con otras organizaciones
empresariales con características similares, entre otros.
REFLEXIONES

Las evidencias empíricas demuestran las dificultades que presentan los


gobiernos para estimular la creación de empleos seguros y sustentables. Con
base a esas condiciones, se ha venido impulsando un modelo de crecimiento
económico basado en la promoción y apoyo de las Pymes como máximas
generadoras de empleo. Esta visión queda fuertemente cuestionada desde el
origen mismo de la creencia hasta su aplicación en la realidad, pues básicamente
el gran sector industrial ha configurado una nueva presentación ante el mercado.

La idea expresa el hecho de que una incertidumbre creciente en la demanda


global para nuevos productos y un mayor proceso de heterogeneidad en los
gustos, confiere ventajas competitivas específicas para la pequeña empresa que
pueden adaptarse rápidamente a los diferentes nichos del mercado y modificar,
de forma flexible, su papel específico en las redes de producción determinadas
por las grandes empresas.

En otras palabras, mientras la gran empresa y sus plantas productivas pueden


haber reducido su importancia por el número de cierre de las mismas, quizás no
hayan bajado necesariamente su contribución relativa en la renta nacional, en la
producción, en los beneficios y en la generación de empleos de calidad. Esta
representación de lo ocurrido pareciera concretizar el hecho de que estas
organizaciones juegan un papel muy importante en la estructura evolutiva del
capitalismo mundial, pero no como líderes emergentes sino como seguidores de
las prácticas de adaptación y rentabilidad de los grandes capitales, lo que sugiere
modalidades distintas de observar el fenómeno como modelos de crecimiento
económico y de generación de empleo, en particular si se observan las cifras
presentadas por observatorio Pymes de Venezuela (2005), el cual demuestra
que el 57% de las empresas medianas y pequeñas fracasaron al año de haber
iniciado operaciones, y el 80% tuvo los mismos resultado antes de cumplir los
primeros cinco años, lo que demuestra la inestabilidad del empleo creado por
este sector, y lo poco sustentable de la propuesta,

La utilidad de este sector estaría, especialmente en la ayuda que pueda prestar


para la construcción de un entorno económico coherente y, tal vez, más estable
en los sectores con bajos ingresos, de bajo poder adquisitivo y de iniciativa
productiva en áreas específicas poco explotadas, en especial en el espacio
comercial, así mismo esta modalidad se convierte en alternativa de creación para
emprendedores de clase media y vía de para atender el problema del empleo
informal.

Las Pymes deben ser observadas como entes productivos capaces de adaptarse
y de evolucionar en el aspecto empresarial e industrial, pero sin olvidar el
compromiso social que estas tienen en cuanto a la creación de espacios
productivos dignos, seguros, confiables y bien remunerados para sus
empleados. De lo contrario, el Estado deberá revisar sus prioridades en la
formulación de políticas públicas para el sector empresarial e industrial medio,
pues si bien es cierto que el mismo contribuye significativamente en la creación
de empleo las condiciones de estos están por lo general por debajo del promedio
exigido, incluso por ley en cuanto a beneficios sociales, por lo tanto el aporte
debe orientarse cada vez más hacia el logro de beneficios colectivos, para
mejorar la estructura del empleo nacional.

Asimismo, sin pretender menospreciar el aporte de las Pymes al complejo


entramado económico, es necesario ensayar otras propuestas empresariales
que potencien, no sólo el aspecto productivo y de servicios, sino también que
orienten la acción laboral hacia un concepto más humano, en el cual se pondere
la relación patrono-trabajador como una relación de correspondencia, igualdad
e interacción, en la cual los intereses de ambos sectores redundan en función de
los intereses colectivos y del país.

Para tal efecto se debe concentrar en los aspectos de gestión, elevando el


modelo a nivel de competitividad, tal como lo plantea Andriani y Otros (2005) El
sistema de gestión de las Pymes debe tener una direccionalidad clara con
aspectos tales como la visión, misión, valores, objetivos, políticas, medidas de
calidad entre otros, así como garantías de retorno de capital, todo esto aunado
a procesos continuos de capacitación y desarrollo del personal pudieran afianzar
las posibilidades de éxito y con ello las condiciones del empleo ofertado por este
sector.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Universidad del Zulia
Pymes: Visión estratégica para el desarrollo económico y social es una
publicación del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA)
financiada con recursos de la Agencia Española de Cooperación Internacional
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Editado por la Fundación mediterránea. Argentina.

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