ADMINISTRACIÓN POR VÍA INTRADÉRMICA

La administración de medicamentos por vía intradérmica es una técnica que

consiste en la inyección de una solución de medicamento en la capa de la piel
conocida como dermis. Esta técnica se utiliza comúnmente para administrar
algunos medicamentos, como los de diagnóstico para realizar pruebas de
alergias, y también para la administración de algunas vacunas.

La administración de medicamentos por vía intradérmica debe ser realizada por

un profesional de la salud capacitado, ya que se requiere de una técnica precisa
para evitar complicaciones y efectos secundarios no deseados. El procedimiento
debe ser realizado en una zona específica de la piel, generalmente en la parte
superior del brazo o en la zona del deltoides, y se debe elegir una aguja fina y
corta para minimizar el dolor y el riesgo de daño tisular.

Antes de la administración de medicamentos por vía intradérmica, es importante

que se realice una evaluación completa del paciente para determinar la
necesidad del medicamento y la dosis adecuada. También se debe verificar la
alergia del paciente a cualquier medicamento o sustancia que pueda ser utilizada
en el procedimiento.

Durante el procedimiento, se debe limpiar la zona de la piel con un antiséptico y

se debe estirar la piel para facilitar la inyección. La aguja debe ser insertada a un
ángulo de 10 a 15 grados en relación a la piel y la solución de medicamento debe
ser inyectada lentamente en la capa dérmica.

Después de la administración de medicamentos por vía intradérmica, se debe

aplicar presión en la zona de la inyección para minimizar el sangrado y la
formación de hematomas. El profesional de la salud debe estar atento a cualquier
reacción alérgica o complicación que pueda surgir después del procedimiento.

Aquí te muestro los pasos generales para la administración de medicamentos

por vía intradérmica:
 1. Preparación: Lávese las manos y use guantes estériles para evitar la
contaminación de la piel y la infección en el sitio de la inyección. Prepare
el área de inyección limpiándola con alcohol o solución antiséptica.
2. Selección del lugar de la inyección: La vía intradérmica se utiliza
comúnmente en la piel del antebrazo, la parte superior del dorso y la parte
superior del pecho. Seleccione el área de inyección y marque el sitio de
la inyección con un lápiz o marcador.
3. Preparación de la jeringa: Selecciona una jeringa de 1 ml con una aguja
corta y fina (generalmente de 25 a 27G) y retire la tapa protectora de la
aguja. Extraiga el medicamento según las instrucciones del médico o
farmacéutico.
4. Administración de la inyección: Sostenga la jeringa como un lápiz y
coloque la aguja en un ángulo de 10-15 grados en relación con la piel.
Inserte la aguja completamente en la piel en el sitio de la inyección, luego
tire ligeramente del émbolo para verificar si hay presencia de sangre. Si
aparece sangre, retire la aguja y seleccione un nuevo sitio de inyección.
Si no hay sangre, inyecte lentamente el medicamento en la capa dérmica.
5. Retirada de la aguja: Una vez que haya inyectado todo el medicamento,
retire la aguja de manera rápida y suave. Aplique presión suave con una
gasa estéril sobre el sitio de la inyección para detener el sangrado. No
masajee el sitio de la inyección.
6. Desecho de la aguja: Deseche la aguja usada en un contenedor de
objetos cortopunzantes, y deseche la jeringa en el contenedor de residuos
médicos.
7. Documentación: Registre la administración del medicamento en el
expediente médico del paciente, incluyendo la fecha, la hora, la dosis, el
medicamento y el sitio de la inyección.

Es importante seguir estos pasos cuidadosamente para garantizar una

administración segura y efectiva del medicamento por vía intradérmica. Es
recomendable recibir capacitación y entrenamiento adecuados antes de realizar
cualquier procedimiento de este tipo.

En conclusión, la administración de medicamentos por vía intradérmica es una

técnica que se utiliza comúnmente para administrar algunos medicamentos y
vacunas. Esta técnica requiere de una técnica precisa y debe ser realizada por
un profesional de la salud capacitado para minimizar el riesgo de complicaciones
y efectos secundarios no deseados.