Curso Docente

Módulo 1:
Y fue así como nos
conocimos
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

“Qué es lo que me está pasando

Que en la quietud perfecta
Todo empieza a temblar
Se remueven mis caminos
Se hace trizas el retrato
De mi infancia y su calor…”

- Canción Navegante, Eduardo Gatti.

Página
2
 Antes de
comenzar
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

Querido/a Navegante

En tus manos tienes el inicio de un texto que hemos denominado “Un viaje fantástico”. Es una idea de
cuento, de esos sin ánimo de trascendencia ni fama. ¿Cuál es la meta? Compartir(nos) algunas ideas sobre
lo que creemos relevante de rescatar respecto a la Sexualidad como concepto, y al Sexo como noción, para
desde ahí, y solo desde ahí, atrevernos a pensar juntos en aquello que han llamado “educación sexual”.

Declaramos aquí que esta es una estrategia diferente a otras existentes. No es intención de nues-
tro equipo hacerte “creer” o cambiar tus “saberes” respecto a los asuntos que nos competen, sino que
invitarte a descubrir algunas ideas que otros hemos pensado por algún tiempo.

Nuestro objetivo no es más (ni menos) que hacerte partícipe de un “viaje de exploración” hacia unas
tierras conceptuales bastante desconocidas por la mayoría. Nos envolveremos en una travesía hacia el
mítico puerto de SECTUM, ubicado a cientos de millas de nuestro muelle.

En este viaje, no iremos solos/as. Conoceremos a diferentes personajes, cada uno con su historia
y motivación. Alguno/a podría resultar sospechosamente similar a alguien que conoces, o incluso a ti.
No te asustes, son solo coincidencia.

Tenemos presupuestado 5 grandes momentos de este viaje. Si todo sale bien, lograremos cumplir
con el itinerario propuesto, algo más o menos así:

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4
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Tabla de contenido

Objetivo del capítulo Recurso motivacional

Capítulo
(en base al relato) (en base al relato)

Reflexionar respecto al concepto de sexo y el de sexualidad, considerando

1 paradigmas, marcos y modelos históricos de comprensión y debate, Capítulo 1 audio serie “el viaje fantástico” llamado:
para acordar una base epistemológica sólida que permita orientar la “El equipaje y el inicio del viaje fantástico”
intervención en educación sexual.

Identificar claves para establecer un marco de comprensión del Hecho

2 Sexual Humano en base a la teoría moderna de los sexos, considerando Capítulo 2 audio serie “el viaje fantástico” llamado:
estrategias relevantes para guiar a la comunidad escolar en la integración “Las rutas y el secreto.”
de dichos elementos en la ejecución de acciones de educación sexual.

Reconocer las implicancias del proceso de sexuación en la configuración

de la identidad sexual, considerando la centralidad del sujeto sexuado en Capítulo 3 audio serie “el viaje fantástico” llamado:
relación con la gentilidad (estructuras, funciones conductas, embarazo, “Las siluetas”
3
prevención y salud sexual) y a las dificultades habituales de la convivencia
respecto a la violencia entre los sexos (estereotipos y dinámicas abusivas
entre hombres y mujeres)

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5
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Analizar propuestas de comprensión y acción educativa en pos de la Capítulos 4 y capítulo 5 de audio serie “el viaje
convivencia, considerando temas como la vivencia de la sexualidad en la fantástico” llamados:
4
cultura local, las diversidades, las violencias, la inequidad de género y el “El naufragio”
rol de la comunidad en general. “Los seres cortados”

Conocer estrategias y contenido apropiado para el logro de una Capítulo 6 audio serie “el viaje fantástico” llamado:
5 educación sexual desde el rol docente. “Lo que descubrimos luego del naufragio”

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6
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Como puedes notar, cada capítulo de este relato cuenta con diferentes obje- tes puntos que, en forma de preguntas, hoy sirven de motivación para cada
tivos que van conformando una visión común sobre la sexualidad y el proce- uno/a de los/as navegantes:
dimiento que llamaremos Educación Sexual. A su vez, cada módulo permite
reconocer elementos teóricos propios de la sexología, con una metodología
innovadora y multimodal. ¿Qué significa ser quiénes somos?
El objetivo de toda esta aventura no es solo el declarado, sino proponerte ¿Cuál es la razón de que, a pesar de tanto dolor y miedo, de tanta
un marco de comprensión novedoso frente a los que nos competen. Sabemos
que has estado preocupado/a de eso, y que comienza a ser un tema de relevan-
decepción y enojo, buscamos encontrarnos?
cia para tus quehaceres. Pues entonces, te ofrecemos vivir esta experiencia con
una tripulación parecida a ti, a ver que puedes encontrar de interés y valor. ¿Por qué logré amar y ser amado?

Para apoyarte, hemos diseñado una forma “diferente” de guiar ciertas re-
flexiones. Deberás ser capaz de detectar aspectos especiales en este documen-
to que, si bien sirve de guía o “curso” para formarse en un tema, no es otra cosa
que un relato plagado de experiencias e ideas bastante razonables. Trataremos
de que, durante el camino, te sientas motivado/a con las intrigas y dudas propias
de un libro de aventuras, pero sin perder los aspectos específicos que ayudarán
a generar tu propia “caja de herramientas” para aplicar en educación.

Este relato trata precisamente de gente que ha sentido la necesidad

de encontrar pistas para comprender aquello que, por algún motivo, les pa-
rece importante y hasta urgente. Todas ellas comparten algo interesante: La
curiosidad, que es una característica cultivable, así como lo son los valores y
los hábitos. Los/as protagonistas de nuestro relato han tirado del hilo inicial
y se han lanzado a la aventura.

El tesoro, que ya hemos dicho, va de un conocimiento, de una pista,

Página
de una idea sobre la sexualidad; una pauta que logre conectar los diferen-
7
1 Un inicio lleno
de dudas
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Yaku Sapaki El Capitán
Han sido días complejos antes de considerar la decisión que hoy movilizará
a Yaku y a su hermano mayor Sapaki hacia el muelle. Ambos han discutido
bastante la idea de tomar este arriesgado viaje en barco, y ha sido el ímpetu
de Yaku el que ha permeado el racional espíritu de su consanguíneo. Sapaki
ha quedado admirado frente al tesón del joven, y no ha tenido más opción
que alistarse en la tripulación. De todas formas, busca demostrar sus propios
puntos frente a lo que, de tanto en vez, vuelve a tomar forma de mito: Cono-
cer la isla de Sectum, donde las preguntas se resuelven.
—Hermano, por fin, una aventura como las que tenía el papá— dice
Yaku mientras golpetea la espalda de su hermano, obligándole a equilibrar
manualmente sus lentes.
—Si, claro Yaku. Pero no te entusiasmes tanto, que creo que mis lentes
son más valiosos que lo que vamos a encontrar en este viaje, que parece más
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
Sulay Mailen
una estafa que otra cosa — contesta Sapaki con un poco de desprecio.
Pero no hay tiempo para discutir, porque ya se logra ver a la distancia
a una joven morena que carga alegremente su mochila. Sapaki la nota y le da
una señal a su hermano. Yaku la saluda con su brazo en alto, y ella inmedia-
tamente reacciona con entusiasmo al reencontrarse con el simpático com-
pañero del curso de navegación del verano pasado. Sulay y Yaki no son des-
conocidos el uno para el otro, pero es la primera vez que compartirán algo
tan importante, un proyecto conjunto, una aventura en los mares. A ambos
les entusiasma, y por eso han quedado de acuerdo para zarpar juntos y hacer
equipo. Es mucho más bello viajar en compañía.
Sapaki observa el abrazo de ambos al encontrarse. Él prefiere quedar-
se ajeno y responder con un tímido y distante saludo. No es de su interés
Página
hacer amistades, ni menos establecer vínculos. Su hermano es el único que
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Curso Docente CESI
le importa del grupo y por eso ha venido a cuidarle. Sin embargo, también
sostiene una meta personal: Desmontar un posible fraude respecto a los
viajes a Sectum, los que han adquirido un tinte mitológico y hasta legenda-
rio. Desde su posición escéptica y académica, no puede aceptar que algunas
preguntas trascendentales de la ciencia humana puedan encontrar respues-
ta en un simple viaje de ida y de vuelta. Eso, dice, es “irracional”.
Más tripulantes se suman mientras Yaku y Sulay conversan animadamen-
te. Todos han venido porque se les ha metido una idea entre las orejas. ¿Qué
hay allá, luego de la línea del horizonte? ¿Qué podríamos descubrir si, por una
vez en la vida, nos alejamos de nuestra ciudad conocida y nos adentramos al
misterio? ¿Habrá una o más historias que contar? Sulay deja ver su emoción
hablando con un tono muy alto. Se respira un precioso aire de novedad, de entu-
siasmo, porque todo lo que se va a escribir desde ahora, va a estar condicionado
a cuantas millas se atrevan a navegar, ni un milímetro menos. Y de fondo la pro-
mesa de encontrar una idea nueva, un conocimiento diferente.
Yaku alza la vista y ve una silueta frente a una embarcación que parece
gastada. Esa figura es la del mítico capitán de nombre desconocido, quien ha
estado esperando en el puerto, alistando los últimos detalles para que llegue
la hora de zarpar. Él ha estado pensando en las preguntas que le han traído
hasta aquí, las mismas que nos hemos planteado nosotros/as también al ini-
cio del viaje, esas preguntas que, para el capitán, siguen sin ser respondidas.
«¿Quién soy yo?» Y ante tal pregunta su primera respuesta más
presente es:
«Soy el capitán, un hombre de X años, hermano de Y, tripulante, hijo de
Y…»
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
Esa respuesta la encuentra tan vacía como siempre. Pero ya no hay
tiempo, el nuevo grupo hace su aparición y debe considerar el itinerario para
zarpar a tiempo.
«¡Ya habrá tiempo para estos enredos!»- piensa.
Cuando el sol ya permite sentir la calidez de un nuevo día, las condicio-
nes están dadas para zarpar en este barco que oculta su nombre entre algas
petrificadas y maderas desteñidas. El capitán toma posición sobre la proa y
grita a su tripulación:
—¡Ustedes han venido a descubrir respuestas a preguntas interesan-
tes, de esas que tanto se habla, pero que pocos conocen o han visto! Dicen
que, en ese lugar, está el tesoro que buscan. Por eso han venido aquí, porque
necesitan verlo para contarlo, porque no se conforman con lo que otros han
dicho, especialmente cuando detectan que no saben bien de lo que hablan.
¿Podría ser todo un gran mito, una equivocación o un engaño? Secretamen-
te, sabemos que hay una fuerza que nos une, una sensación, una vivencia…
Quizás buscamos esas tierras porque queremos respondernos algo a noso-
tros/as mismos/as también…. Quizás este sea un viaje de reencuentro más
que de descubrimiento… ¡Ya veremos…Suban!
Página
10
2 Recordar tu
historia es lo
primero
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Ahora que se han soltado amarras, y que el viento sopla en dirección opuesta
al puerto, es un buen momento para conocer al grupo. Hay varias personas,
más de una decena, todos diferentes y peculiares. Yaku y Sulay han perma-
necido juntos desde el inicio, y ya se sienten muy cómodos. Sapaki los acom-
paña con cierto recelo, un poco molesto. Pero al parecer es su modo, un tan-
to particular.
De la nada, una figura robusta e intimidante se pone en frente mien-
tras los mira fijamente.
—Me llaman Capitán. ¿Quién eres tú?. Quizás te suene rara esa pregun-
ta una vez que ya hemos echado marcha sin retorno, porque asumes que ya
es un dato conocido por la tripulación, por tus amigos/as, por tu gente. Pues
permíteme insistir ¿Quién eres tú? … Tal vez te has tentado, incluso hasta lo
hiciste, en responder con tu nombre… Y ¿qué más escogerías para describir-
te? - Profesión en tierra, nacionalidad, estudios, etc. Todo muy bien, pero mi
pregunta ha sido con otra intención, por si no lo notas aún. Te pregunto por
ti, por lo que te define como quién eres… Y dudo mucho que seas un conjunto
de cosas asignadas por otros/as y nada más. ¿Qué de ti sigue siendo tuyo/a
que te permite decir aún eres tú? ¡Ufff, lo sé!, me he pasado un poco, no le des
importancia… Disculpa el acertijo, es que me agrada ver la cara de la gente
cuando se plantean preguntas complejas… Irónico sabiendo que los huma-
nos somos así de complejos, pero que nos hemos acostumbrado a simplifi-
carnos para entendernos. Sí, no te aflijas y bajemos a la biblioteca del barco
que algo quiero contarles. ¡Y que venga el grupo completo!.
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
2.1 Una historia que se repite
Frente al grupo, el capitán ha puesto un libro de gran tamaño, de tapas de
madera de bambú.
—Así como cada uno de ustedes tripulantes, los seres humanos ten-
demos a buscar respuesta a nuestro vivir en la profundidad del cosmos, sin
echar demasiadas ganas al acto de mirar primero nuestras raíces. Pero, así
como un árbol no puede estar de pies sin ellas, un humano no puede en-
tenderse sin mirar hacia su propia historia biográfica. Mirar las huellas que
hemos dejado en nuestro pasar por la playa nos indicará dónde partimos, y
quizás nos ayude a entender el por qué decidimos caminar hacia adelante,
y en esta dirección y no otra. O mejor aún, nos da la pasión para subir a un
viaje de descubrimiento como este—dice el Capitán mientras mira fijamente
a cada integrante del grupo —Sepan entonces que, desde este minuto, todo
este barco y sus elementos son parte de los caminos y las respuestas, de los
encuentros y hallazgos, de la experiencia y el conocimiento. Ustedes buscan
respuestas, incluso verdades, pero yo les ofrezco una aventura sin certezas.
Por eso es una aventura de esas que vale la pena vivir.
—¿Qué está diciendo este tipo?— susurra un intrigado y molesto Sapa-
ki —Yo vine a buscar una respuesta, no a jugar a ser explorador.
—A mí me parece que puede ser interesante— acota dulcemente una
tripulante de edad mayor. Su nombre es Mailen, una señora de rostro ama-
ble, quien ahora sostiene su mirada en un folleto que acaba de tomar de uno
Página
de los muebles. —Cuando tienes mi edad, pocas cosas parecerían motivan-
tes, pero esta vez creo que el capitán ha captado toda mi atención— Sapaki
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Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

prefiere guardar silencio y siente algo de vergüenza por haber incomodado estarán todos cuando sepan que el barco en el que navegan se llama “El Nue-
a la amable señora. Él siempre ha sido muy respetuoso con las figuras de sa- vo Eros”. Estos tripulantes, como otros lo hicieron antes, han venido a este
biduría, y Mailen personifica precisamente un saber ancestral. viaje con preguntas de amor, y se van a encontrar con ideas de sexo.1

El capitán parece no notar la conversación entre los tripulantes, y

luego de beber un poco de agua de su botella, prosigue el discurso con nue-
vos aires.

—Aún están a tiempo de pedir un bote para regresarles a la orilla. Esta-

mos en aguas continentales y contamos con barcos guías que pueden tomar
razón de su renuncia. Sin embargo, les advierto, en un par de horas ya no hay
marcha atrás y la única salida será lanzarse al mar. He visto gente que lo ha
hecho, especialmente cuando llega la tormenta. Yo solo les diré una cosa: en
este barco hay miles de pistas dispersas que pueden organizar para crear un
mapa que los lleve directo al tesoro de las tierras de Sectum. Quien sepa des-
cifrar las claves, sabrá qué ruta tomar cuando lleguemos al puerto. La tarea
queda en ustedes— finaliza mientras acomoda su sombrero y retorna a la
cabina de navegación sin despedirse.

Sulay, Yaku, Sapaky y los otros se miran un poco asombrados frente

a esta declaración. Mailen los observa desde un rincón mientras palpa las
tapas de unos viejos libros. Al parecer intuye que quienes están acompañán-
dola en este viaje, buscan el secreto de los encuentros y deseos humanos,
precisamente porque los han vivido y algo les ha pasado. Sabe que las pistas
del capitán les obligarán a hacerse unas preguntas muy diferentes a las que
ya se han planteado, pero que son precisamente las que más importan si de
llegar a un resultado se trata.

Página
1 Frase de Efigenio Amezúa, rescatada de sus aportes en la Teoría de los Sexos. InCiSex.Madrid,
Mailen sonríe con disimulo y no para de pensar en lo sorprendido que España
13
3 La primera
brújula
conceptual
Curso Docente CESI
Mailen sabe que sexo y amor son dos nociones que han sido falseadas en las
últimas décadas. Desde pequeña tuvo acceso a antiguos escritos de afama-
das científicas y pensadoras, y por ello sabe más de lo que dice. Quizás aque-
lla lectura juvenil de los libros de Hildegart Rodríguez fueron los detonantes
específicos para el cultivo de sus intereses intelectuales.
Y es que Mailen ha detectado que aquello que hoy se nombra como
LO SEXUAL, está armado (o desfigurado) con ideas circundantes, bastante
diversas, complejas, cambiantes, interpretables, susceptibles y dinámicas.
Todo un lío, si se quiere. Por tanto, hace bien comenzar limpiando un poco la
brújula para marcar unos puntos clave y así no perderse en la navegación:
• El concepto simbólico de sexualidad, o de lo sexual, tiene un desarrollo
histórico y cultural casi a la par con la propia evolución humana. A la vez,
recibe influencias desde (y para) la propia construcción de cada cultura.
Por ende, su definición y comprensión parece afectarse con el propio de-
sarrollo civilizatorio.
• Más allá de las definiciones, la condición sexual es inherente al hecho se-
xual humano. Vale decir, todos los conocimientos adquiridos en cientos
de viajes de exploración coinciden en que el ser humano es sexuado, y no
puede no serlo. Sin embargo, con el mismo ímpetu podemos indicar que,
los avances modernos han propuesto matizar esta afirmación, para evitar
simplificaciones excesivas. Recordemos que la sexuación humana (o sea,
el proceso de hacernos de un sexo y de otro) también ha evolucionado
con la especie.
• A diferencia de los animales mayores, el ser humano ha desarrollado
particularidades únicas frente a la sexualidad, por tanto, ha generado un
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
hecho sexual único, que no puede ser reducido a experiencias de otras
especies, aunque la comparación sirva para considerar algunos antece-
dentes valiosos.
• No es posible ni riguroso juzgar los aportes de diversos campos del co-
nocimiento histórico, desarrollados en diferentes culturas y épocas, con
las metodologías y aprendizajes que tenemos en el presente. Por tanto,
hay que apreciar las ideas en su contexto. Los mapas antiguos deben ser
valorados en su mérito.
• La forma de encaminar nuestra aventura al encuentro del tesoro requiere
centrarse en los “hechos” más que en otras variables, toda vez que los jui-
cios o regulaciones nos harían perder el espíritu de la curiosidad.
• De los asuntos “del sexo” se ha hablado bastante, incluso más de lo que se
cree. Si bien se ha establecido que es un asunto “prohibido” o “limitado”, lo
cierto es que ha inundado los discursos modernos. El asunto, más que la
“represión” del discurso sexual, parece ser la regulación de este según las
preferencias o intereses del poder imperante, desde el cual se promueven
algunas comprensiones específicas para mantener un orden deseado.2
Hasta aquí, las ideas leídas parecen motivar el cuestionamiento de al-
gunas nociones previas que, por algún motivo, encontramos de forma común
en la sociedad Latinoamericana. Pero quizás lo más impactante para nuestra
propia aventura tiene su inicio en lo que estamos a punto de leer, justo en la
página final del libro de tapas de madera:
Página
2 Foucault, M. (1987). Historia de la sexualidad vol. 2: El uso de los placeres. México: Siglo Veintiuno.
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Curso Docente CESI
Sexo y Genitales son dos conceptos, y no uno
Mailen reconoce que esta frase es algo impactante y trascendental,
porque permite entender la siguiente aclaración:
La noción de sexo no tiene relación directa con la palabra genital, por
tanto, la asociación de sexo=genitales, o peor aún sexo=lo que se hace con
los genitales, no solamente es errada en cuanto a la etimología, sino también
en su significado. Ha sido un engaño del que no habíamos caído en cuenta.
Una confusión de la que hoy se profita.
La raíz latina de la palabra Sexo es Sexus, que emerge del verbo seca-
re, el que proviene de la latinización de la antigua noción griega Temno (Τῆμνος),
la cual originalmente apunta a la acción de “seccionar, separa, cortar”. Si sexo
tiene que ver con “cortar”, habría que preguntarnos por aquello que es corta-
do, y si el ser humano tiene sexo ¿Tiene un corte, una sección?. El sexo en el
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
ser humano puede ser entendido como la idea de “diferenciación”, vale decir
“lo que nos hace diferentes de la otra parte” o, mejor dicho, lo que nos hace
sexualmente diferenciados. Sexus, en el significante humano, refiere enton-
ces al hecho de ser “hombres y mujeres”, diferenciados, pero provenientes
del mismo sitio (recordemos que el sexus divide una cosa en dos, y no dos co-
sas en cuatro)3. Hasta aquí la idea es polémica, hasta debatible, pero ya habrá
espacios para desarrollar los puntos e implicancias. Sigamos avanzando en
esta comprensión.
Una antigua pareja de navegantes4, distinguirán en sus escritos que
eso que llaman sexo parece ser más similar a un MODO de estar, ser y ha-
bitar en el mundo, que a una parcialidad corporal o a una conducta genital.
Además, en sus notas, aquellos navegantes dejan ver otro dato de interés:
El sexo no refiere a personas, sino concretamente a los sujetos sexuados
(no hay sexo sin sujetos sexuados), por tanto, diferenciados, con matices y
particularidades5. Estas ideas van a establecer un punto de partida para un
mapa de búsqueda.
¿Por qué, entonces, se asocia el sexo a la genitalidad? ¿O a una dife-
rencia biológica de primer orden? Ahí el asunto. La raíz etimológica de Ge-
nitalidad es Genus, y la de Sexo es Sexus. Gen y Sex si se desea simplificar.
Sin embargo, la cultura occidental moderna ha confundido y mezclado las
raíces y las ideas al punto de la sinonimia. Y el resultado de esta mezcla no
3 Amezúa, E. (2001): Educación de los Sexos, la letra pequeña de la Educación Sexual. Revista de
Sexología, nº 107-108, Instituto de Sexología. InCiSex
4 Referencia a Efigenio Amezúa y Nadette Foucart, sexólogos y difusores de la teoría de los sexos, del InCiSex.
Página
5 Amezúa, E.(1999). Teoría de los sexos: la letra pequeña de la sexología. Revista de Sexología, nº 95-96,
Instituto de Sexología. InCiSex
16
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

ha sido inocuo, sino todo lo contrario. En términos de pescadores, el sexo del

que hoy se habla es como “un jurel tipo salmón”: quienes conocen el salmón,
saben que son cosas muy diferentes, tanto en forma como en su valor.

El sexo sinónimo de conducta genital (“hacer el sexo”); o como refe-

rencia a los genitales en cuanto a estructura (“cuídate tu sexo”), no solo con-
funden en el cotidiano, sino que representan una superposición forzada de
diferentes órdenes. Por un lado, la Genitalia es una dimensión que busca
explicar la “generación” a partir del encuentro de los gametos masculinos/
femeninos; mientras que Sexualis es una dimensión que precisa de sujetos
sexuados y sexuales para encontrarse y explicarse. Entonces son dos reinos
diferentes que comparten domicilio en cada sujeto, pero uno es claramente
más amplio que el otro, y para algunos, como el capitán y Mailen, evidente-
mente más interesante.

Sin duda alguna, esta revelación es chocante e inesperada, pero no

irracional. De alguna forma, hay algo que parece tener un sentido, una di-
rección. Por ahora es una idea, pero a la vez funciona como punto de partida
entre las búsquedas. ¿Habrá otros documentos que nos ayuden a aclarar
estos incipientes pensamientos? Hay toda una biblioteca que podemos hur-
gar y Mailen tiene una copia de la llave.

Página
17
4 Las
explicaciones
y sus registros
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

«¿Quién soy yo?» Esta cuestión despierta nuevamente al capitán a mediano-

che. Lleva años agitándose con esa pregunta, y cada vez una respuesta diferen-
te aparece en su mente. Esta cambia según el momento en el momento vital en
el que se encuentra, y al mismo tiempo, tiene la sensación de nunca cambiar.

Han sido muchos viajes los que ha emprendido en esta embarcación, y

las frustraciones le han llevado a pensar en retirarse definitivamente. Pero
en el fondo de su corazón, sabe que no podría vivir sin volver a intentarlo:
Encontrar el tesoro de Sectum es una razón de vida.

Al mirarse al espejo del pequeño baño contiguo a su camarote, el capi-

tán vuelve a reflexionar sobre sí. Sigue llamándole la atención cómo las pala-
bras que usa para referirse a sí mismo son de un sexo en concreto, no se re-
fiere a cualquier hombre, hablan justamente del hombre que es él. Además,
sabe con certeza que hay otro sexo con el que uno se puede identificar, mu-
jer. Entonces, otra pregunta aparece: «¿Cómo somos de uno y otro sexo?»

Esta idea que ha sido mil veces formulada en su mente y cantada en su

voz, le conecta directamente con un recuerdo de su abuelo y abuela cuando
era niño.

Página
19
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

4.1 Recuerdos del verano
Era un verano muy cálido, y se encontraba con su abuelo y con su abuela al
lado del río que pasaba por la casa de ellos. El calor era tal, que él tenía claro
que iba a bañarse. Por ello, se sacó la polera y fue directo al agua después de
gritar a sus abuelos que fuesen también. Su abuelo sonrió y se metió desnu-
do con él. Su abuela, en cambio, se quedó dubitativa, con una mueca de feli-
cidad y timidez, como esperando permiso para hacer lo mismo. El niño gritó
con ímpetu para que ella viniese porque quería disfrutar junto a ellos de ese
momento. Pero su abuela finalmente dijo que no. Él quedó sorprendido ¿Por
qué la abuela no quería bañarse con ellos? ¿Pasaba algo?.
como el tuyo. Mírate entre las piernas, y mírame a mí, nosotros tenemos un
aparato reproductor masculino. Y tu abuela, tiene un aparato reproductor
femenino— responde pacientemente su abuelo. —Son aparatos reproduc-
tores que nos ha dado la naturaleza con la función principal de procrear
entre nosotros para así guardar la especie humana. Es decir, sabemos que
somos mujeres y hombres porque tenemos dos aparatos reproductores di-
ferentes que al juntarse tienen la función de hacer que la humanidad prosi-
ga— dice el abuelo mientras mira abajo, como queriendo señalarlo.
—Entiendo…— susurra para su adentro el niño, todavía sin entender
muy bien.

—¿Abuela por qué no te bañas?— Interrogó con algo de tristeza.

—Querido Néstor, no puedo bañarme con ustedes, soy mujer y las mu-
jeres y los hombres no pueden bañarse en un mismo sitio, no es adecuado—
sostuvo la anciana.

Esta respuesta sorprendió al menor, sin poder entender qué relación

había entre ser mujer y hombre, y el poder bañarse. Era la primera vez que
pensaba en sus abuelos como mujer y hombre, era la primera vez que alguien
señalaba diferencias entre uno y otro. Es más, era la primera vez que él se
pensaba como hombre o, mejor dicho, como niño.

—Abuelo ¿Qué es ser hombre y mujer?— pregunta curiosamente mien-

tras sostiene la mirada.

Página
—Bueno, es fácil. El hombre es aquel que tiene un aparato reproductor
20
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4.2 Las dudas
Ahora mayor, frente al espejo de su baño, el capitán sonríe al recordar esa
anécdota. Saca de su estante un cuaderno lleno de anotaciones guardadas du-
rante años. Se queda en la página donde dice Locus Genitalis6 y repasa todo lo
que tiene anotado. Son realmente unas líneas muy interesantes de releer.
aquellos dijesen que eran hombres por sus genitales cuando su particular
forma de estar en el mundo era lo que les diferenciaba en los hombres que
eran? No solo se había percatado de ello, sino que, en las noches, cuando su
abuela le contaba historias significativas de su madre, primas y hermanas, el
capitán sentía que la abuela, su madre, las primas… eran mujeres, pero cada
una tenía su peculiar forma de ser.

El capitán recuerda haber buscado en bibliotecas, hablado con el pro-

fesorado para poder entender cómo es que nuestro aparato reproductor nos
define como mujer o como hombre. Sus preguntas no cesaban en esa época.
¿Cómo podía ser que una parte del cuerpo nos definiese como el hombre y
la mujer que somos? ¿La naturaleza iba a ser quién definiese y guiase nues-
tro ser hombre y ser mujer? ¿La función final, el propósito por el que nos
relacionamos era la procreación?

Esa respuesta a sus preguntas le sirvió poco tiempo. Durante unos años
(en los que vivió en casa de sus abuelos) observó cómo éstos se relacionaban
entre ellos. Cómo las personas de ambos sexos del pueblo de sus abuelos,
llamado Genus, hablaban de que la única finalidad era reproducirse, ya que
como ellos decían, ser hombre y mujer consistía en juntarse para seguir con
la especie. Pronto se dio cuenta de que por mucho que decían eso, la reali-
dad era otra; los hombres y mujeres no se encontraban entre ellos con esa
única finalidad, sus encuentros eran diarios y cotidianos, y cada momento,
alguno más importante que otro para cada mujer y hombre, iba moldeando
quienes eran.

Página
Además, él percibía como su abuelo no era igual a los otros hombres 6 Amezúa, E.(1999). Teoría de los sexos: la letra pequeña de la sexología. Revista de Sexología, nº 95-96,
que había en el pueblo, ni ellos eran iguales entre ellos. ¿Cómo podía ser que Instituto de Sexología. InCiSex

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4.3. El verano de Eros

Junto al recuerdo de sus abuelos en Genus, la mente del capitán divaga rápi-
damente a otras imágenes biográficas.

Era otoño, y el ahora capitán ya no vivía con sus abuelos, hacía varios
años que se había mudado a una ciudad más grande llamada Eros, cerca de la
costa. Había ido a llevar a cabo sus estudios como tripulante. Se sentía con-
tento y entusiasmado por ello. Ese paso hacia delante le reafirmaba en su ser,
sabía que era un hito importante en su vida. El hecho de ser tripulante tenía un
significado especial en su historia… y ahora él estaba allí, preparado para serlo.

Eros era una ciudad llena de vida, de gente, de arte, de placeres… esta-
ba llena de pinturas, esculturas dónde se veía que hablaban de las pasiones
y de los amores. Él, personalmente, se sentía a gusto en esa ciudad, y esta-
ba descubriendo una parte suya que hasta entonces no había conocido. Si le
preguntaban en ese momento quién era, respondía con emoción:

—¡Soy Néstor, un joven hombre que ha decidido salir de su pueblo para

ir a estudiar y ser tripulante!

La respuesta iba cogiendo más significado, más particularidades y más

concreción a medida que iba viviendo. Pero también se enriquecía la pregun-
ta de ¿cómo somos de uno y otro sexo?

Veía diferentes otras formas de ser mujer y hombre, además de diver-

Página
sas formas de convivir entre ambos sexos. Ya había llegado a la conclusión
de que el ser hombre y ser mujer no podía venir definido por los genitales ni
22
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

por la función de estos. En Eros se afirmaba que los hombres y las mujeres
se buscaban de formas muy particulares y únicas, y no era exactamente para
reproducirse… la ciudad parecía estar llena de mujeres y hombres que eran
amantes entre ellos. Mujeres que se encontraban con otras mujeres para
celebrar el amor entre ellas. Hombres y mujeres que cultivaban esa pasión.
Hombres que gritaban a los cuatro vientos su amor por otro hombre. Por
aquel entonces, Eros le enseñó que la finalidad de los sexos era encontrarse,
para disfrutar y para enamorarse. Más tarde descubriría que el deseo (emo-
ciones, sentimientos, etc.) era el motor que nos llevaba a buscar y a encon-
trarnos con un otro.

Él mismo había sentido ese deseo. Una mirada, hecha por una persona
en concreto, se había vuelto significativa, moviendo su mundo, dotando de
más significado a su ser Néstor, a su ser hombre. «Esos ojos, los más diferen-
tes que he visto entre todos los otros», pensaría una tarde especial.

Un golpe de realidad se sincroniza con el oleaje y vuelve a Néstor a

este tiempo, a su imagen frente al espejo, envuelto aún en sus reflexiones.
Ahora respira y dicen en alto:

«¿Por qué somos de uno u otro sexo? ¿Por qué y para qué?» Suspira y
baja la mirada, moviendo las hojas de su cuaderno hasta llegar a la nota que
dice: “Locus Hedónico”7 . Se nota su esmero en cada línea, intentando foto-
grafiar con sus palabras aquellas ideas juveniles y particulares.

Página
7 Amezúa, E.(1999). Teoría de los sexos: la letra pequeña de la sexología. Revista de Sexología, nº 95-96,
Instituto de Sexología. InCiSex

23
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

Toda su libreta habla de biografía, y de ella emerge su necesidad ac-

tual de buscar otras respuestas, además de esas dos teorías ya elaboradas.
Necesita una nueva, que le tenga en cuenta a él como sujeto, como Néstor, y
no solo sus formas o apetencias. Una respuesta donde las experiencias de su
vida fueran las que dieran sentido al ser el hombre tan particular que era, tan
Néstor, y al mismo tiempo, tan parecido en materia a otros hombres y muje-
res. Vuelve entonces a buscar en el cuaderno, y se para en la hoja donde está
redondeado en rojo el destino de su viaje, Sectum. Es ahí donde le han habla-
do de otras respuestas, y que ellas parten de los sujetos, de los hombres y las
mujeres que somos.

«Es un buen día para seguir navegando» piensa.

Página
24
5 El libro de
las historias
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

Sulay ha traído dos tazas de café caliente hasta la proa. Yaku espera mirando
el atardecer mientras su cabello se revuelca al ritmo de la ventolera. Al ver
que ella se acerca, estira su mano y sonríe.

En ese momento, Sulay se levanta impetuosamente y corre en direc-

ción a la biblioteca del barco, la misma en la que habían estado antes. Yaku
se sorprende, pero no se levanta, sino que espera paciente el regreso de su
compañera. Él sabe que volverá y le explicará el motivo de su emoción.

Unos minutos después, Sulay aparece corriendo con un gran libro en

sus manos, y se abalanza de cuerpo entero en la espalda de Yaku.

—¡Mira, recordé esto!, dice mientras abraza a su compañero.

—¿Qué es? ¿qué es?— cuestiona Yaku tratando de tomar el documento

entre risas cómplices.

—¡Pues es un libro de relatos que habla de la historia, …ahhh no sé

cómo decirlo…son ideas sobre lo que sucedió en el continente!— Grita Sulay
con emoción desbordante —Vale la pena conocer lo que tienen estas histo-
rias para así llegar preparados al encuentro con las tierras de Sectum!… ¡Y tú
y yo seremos los primeros en adentrarnos en este conocimiento!

Yaku sonríe y se acerca a Sulay para leer junto a ella. Pronto tendrá
que encender una lámpara de gas, porque la noche se avecina. Así comienza
el libro de las historias.

Página
26
Curso Docente CESI
5.1 Una historia biográfica
Desde la génesis, luego de la unión de los gametos femeninos y masculinos
en la trompa uterina, los sujetos humanos con carga genética combinada
y única tenemos como máximo interés mantenernos vivos y luego afirmar
nuestra identidad, lo que solo podremos lograr luego de una serie de pro-
cesos que van, desde el desarrollo embriológico y el crecimiento, hasta la
búsqueda de protección, nutrición y reproducción. Los bebés de toda cultu-
ra y lugar buscaremos activamente el afecto de quien nos cuida, y para ello
elaboraremos una serie de estrategias que nos permitan mantenernos cerca
de quienes puedan resguardar nuestras pequeñas vidas, considerando que
hemos emergido sin un grado de madurez e independencia que nos permi-
ta conservarnos a nosotros mismos. Sabernos vulnerables y dependientes,
hace que nosotros y nosotras, las crías humanas, extendamos nuestras ma-
nos para abrazar a nuestros padres, y buscar activamente el resguardo en
sus regazos. Algunos llaman “instinto” a esta motivación, mientras otros di-
cen “apego”. Algunos más arriesgados hablarán de amor [2].
Con el paso de los años, y en caso de que las necesidades básicas sean
cubiertas, cada uno/a de nosotros/as irá marcando indefectiblemente un
modo de habitar en el mundo, una manera de estar, una idea de ser. De los
dos grandes modos referenciales producto de la sexuación humana (proceso
de diferenciación sexual), emergeremos ahora niños y niñas, con nuestros
respectivos matices y peculiaridades. Y eso solo ocurrirá gracias al lenguaje
y sus fórmulas. Seremos nombrados/as y socializados/as por otros/as, pero
también nos daremos nombre a nosotros/as mismos/as, con nuestras pala-
bras. Así, los seres humanos tomamos por primera vez la conciencia de la
propia sexualidad, y con ello aprendemos a mirar y codificar las relaciones
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
con los/as otros/as, experimentando deseos, emociones, sensaciones y limi-
taciones. Aparecemos en el mundo social, con otros diferenciados, pero a la
vez semejantes. Desde ese momento, escribimos nuestro relato biográfico
con un lápiz que se nos es propio, específico y flexible. Gracias a las experien-
cias vitales, vamos elaborando nuevos y sofisticados guiones de existencia,
tachando, borrando y reescribiendo paso a paso. No hay biografía sin erro-
res ni omisiones, así como no hay vivencia sin aparentes atascos.
Durante la infancia, vamos conociendo y expresando lo que nos gusta
y lo que no, lo que nos atrae y atemoriza, los grupos con los que nos sentimos
cómodos y en cuáles incómodos, los juegos que disfrutamos y los sabores que
detestamos. Día tras día, seremos más efectivos en colorear nuestro propio
universo personal, siendo capaz de expresar ideas con progresiva consistencia
y fluidez, gracias al uso de los símbolos. Es en este devenir donde los sujetos
humanos aprendemos a integrar dos grandes principios antropológicos: El sí
mismo (identidad) diferenciado de otros, y el concepto de Libertad (elec-
ción) frente a lo dado. Ambas ideas van a implicarse en todo lo que nos queda
de vida, y serán parte de las tensiones frente a toda experiencia.
Con el pasar del tiempo, la madurez alcanzará a cada una de nuestras
células, mientras en nuestra propia identificación se consolidarán algunos
aspectos que nos invitan a vivirnos de un modo y otro. Esta capacidad es-
tará mediada por los aspectos biológicos, pero también por el entorno, la
cultura, los referentes y las identificaciones. Las nociones de hombre y mu-
jer tendrán valor en la medida en que han sido consideradas en la sociedad,
y claramente los modelos de referencia tendrán base en ella. Por tanto, en
nuestra juventud nos significaremos desde las ideas que se han estableci-
Página
do previamente sobre los modos, y si estos mismos son rígidos y de poca
variedad, es probable que parezcan “insuficientes” ante la riqueza propia,
27
Curso Docente CESI
quienes ahora miramos el mundo desde nuevas alturas. ¿Qué hombre y mu-
jer estoy siendo?
5.2. La Historia en clave de relato
Una cosa es contar una historia, otra es La Historia como una disciplina. Pa-
recen obvias las diferencias, pero poco se notan similitudes. En este extrac-
to, se pretende precisamente contar La Historia desde un relato, vale decir,
desde una historia. Historiar la Historia de un concepto.
Si el ser humano nace de una mezcla, el concepto de Sexo también. En
sus orígenes prehistóricos, la sexualidad carecía de la comprensión moderna
y sus nociones, pero era rica en curiosidades. Quizás por eso, las respuestas
que primero buscaron nuestros antepasados fueron en un orden más con-
creto, acorde también a las necesidades de esos tiempos. En la Prehistoria
lo que se buscó entender y regular parece tener que ver más con el impulso
reproductivo que con otros asuntos.
Es probable que la preocupación por la vivencia de lo que llamamos
“sexualidad” no fuese de mayor interés en las primeras comunidades caver-
narias debido a que la necesidad de sobrevivencia era prioridad. La persecu-
ción de la caza y la búsqueda de frutos obligaban a un constante cambio de
refugios. Eran los primeros pasos del hombre y de la mujer.
La escolarización de la humanidad ocurre con la adquisición del len-
guaje, y con ello con la capacidad de generar nuevas formas de pensamiento
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
y, por tanto, nuevas preguntas a resolver. Serán las civilizaciones “clásicas”
las que nos entregarán detalles inéditos de sus incipientes pensamientos y
sus avances en todo ámbito. La sexualidad comenzaría a ser tema, pero des-
de otras veredas, como la de la atracción y la de la generación.
Tanto los judíos, como los griegos antiguos, compartían una sociedad
que se establecía desde el patriarcado, aunque la diferencia en los matices
podría estar en el hecho que la de los griegos tenía un sustrato matriarcal
mediterráneo (dará como resultado la definición de Helénica), mientras que
los judíos eran bastante impermeables a influencias exteriores, lo que faci-
litó la mantención del patriarcado en su organización política y social. Sin
entrar en mayor detalle, es importante reconocer que muchas de las nocio-
nes e ideas modernas de la sexualidad occidental muestran explícitamente
sus conexiones con estas raíces clásicas, lo que será palpable incluso en las
palabras que hoy se utilizan de forma cotidiana. Parece razonable entonces
considerar una investigación más profunda en estas bases si se requiere.
Pero antes de la llegada de las naves de Colón, nuestro continente ya
tenía sus propios sujetos y culturas florecientes, y claramente una forma de
entender aquello que ocurría entre ellos a razón de ser diferentes y, por tanto,
sexuados. Evidentemente, las lógicas e ideas con que los pueblos originarios
trataron de explicar aquello que hoy motiva el viaje de tantos, yacen hoy como
propuestas antiguas, y muchas de esas nociones y hasta mitos se han perdido
bajo el paso de la dominación extranjera venida principalmente de Europa.
El paradigma moderno de la sexualidad latinoamericana es, irónica-
mente, más extranjero que propio. El proceso de colonización dispuso la
adquisición paulatina de elementos propios de la cultura dominante, cam-
Página
biando para siempre el rumbo de las reflexiones. Así, por ejemplo, podemos
28
Curso Docente CESI
declarar que se han encontrado escritos antiguos de la época del descubri-
miento y la colonización, en los que se describe cómo las civilizaciones origi-
narias de América, en específico las de los Andes, comprendían a las mujeres
y hombres como descendientes de linajes por separados, pero que debían
vivir de manera complementaria, lo que aparece claramente alejado de las
ideas que conformaban los entendimientos premodernos europeos donde
un sexo era el referente y el otro solo el apéndice.
Así, en el encuentro de los diferentes, aparecerán choques y domina-
ciones propias de la guerra, pero no por eso se exterminarán los incipientes
saberes de la ancestralidad.
5.3 El cruce y el resultado
Frente a la revolución francesa, será la medicina moderna la que entregaría
una nueva legitimidad a la burguesía desde el discurso científico. Así, a partir
de la corriente epistemológica positivista de la época, se logra establecer un
nuevo sistema de regulación y control, provocando así un nuevo orden. Es
ahí, donde la disidencia de lo que se establece como “norma” ya no pasa a
estar ligada con el pecado (antiguo régimen de regulación en Europa y por
extensión, en la nueva América), sino que más bien con un peligroso enfer-
mo, convirtiendo al endemoniado en loco.
Preocupaba, por entonces, tomar una posición respecto a los posibles
significados morales que tenía la sexualidad en el ser humano: Por un lado,
estaban quienes sostenían, como Rousseau, que la conducta moral estaba
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
con base en la naturaleza humana no contaminada, y, por tanto, en esa na-
turalidad descansaba la posibilidad de relaciones armoniosas. Por otro lado,
pensadores como De Sade argumentaban que los impulsos naturales eran
éticamente neutrales, y en consecuencia no era posible basar una sociedad
en la amoralidad. En este sentido, el pensamiento de la sexualidad en la ilus-
tración es bastante ambivalente, contribuyendo así a un discurso normativo
que puso el énfasis en la procreación y el amor heterosexual, armonioso, el
matrimonio, la familia y la maternidad como valores ideales. Por consiguien-
te, todas las otras formas quedan en el terreno de lo ilícito, motivado por la
lujuria (tradición cristiana), y como formas socialmente subversivas [3]. Es
aquí, donde nace un nuevo marco conceptual que es avalado por la sociedad
revolucionaria y que mantiene el control social necesario por la burguesía,
ya que aquel corpus es consistente y sólido, basado fuertemente en el deter-
minismo biológico.
Pero la preocupación por lo sexual siguió tiñendo el debate, y las pre-
guntas cobraron mayor urgencia cuando la economía mostró un problema
creciente: los recursos comenzaban a escasear, pero los habitantes del mun-
do crecían en forma exponencial.
Es importante hacer el matiz de que, a pesar de lo que se pueda pensar
respecto a la época victoriana y la restrictiva relación moral/sexo, la prolife-
ración de los discursos sobre el sexo en sí fue muy abundante, manifestándo-
se en un “secreto a voces” que era ampliamente divulgado y compartido por
todas las clases sociales (Foucault, 1987). En esta época, y en este contexto
específico, podemos situar la aparición lingüística del concepto Sexualidad
(antes no existía como palabra), tal y como hoy le conocemos, dando espa-
cio a un nuevo interés para la reflexión y el conocimiento. Se hacen visibles
Página
para la comprensión científica las sexualidades femeninas, el lesbianismo y
29
Curso Docente CESI
la masturbación, entre otros8.
Gracias al avance de diferentes grupos científicos, occidente fue paula-
tinamente impactado por nuevas ideas y comprensiones, que terminarán por
cuestionar los órdenes establecidos (o por lo menos, en parte), acogiendo la
noción de bienestar como una meta a conseguir si de sexualidad se trata. El
sexo dejará de ser la noción de interés, para instaurar su cualidad de viven-
cia (sexualidad) como la dimensión a promover y resguardar. Lo que sucederá
desde ahí con la noción de sexo, será revisado en otros tomos de este estudio.
5.4 Entendimientos y marcos de comprensión:
Derechos y Deberes en Latinoamérica
En estos tiempos, la sexualidad ha cambiado bastante su definición. De aque-
lla antigua preocupación exclusiva por la genitalia y sus productos, se ha pa-
sado a una aparente sofisticación.
Es así como la Unesco establece oficialmente que la “sexualidad” se de-
fine como “una dimensión central del ser humano que incluye: el conocimiento del
cuerpo humano y nuestra relación con este; lazos afectivos y amor; sexo9; género;
identidad de género; orientación sexual; intimidad sexual; placer y reproducción.”
De telón de fondo, se aprecia una concepción integradora de diferentes ele-
mentos y nociones, destacando la de género que, hasta ahora, no había sido
considerada en el debate.
Estas dos concepciones sobre la sexualidad y sus elementos configu-
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
rantes, son las que están a la base de las regulaciones generales en gran parte
de los países occidentales, considerando una mayor presencia de la Unesco
en los países latinoamericanos. En el caso particular de Chile, es precisa-
mente este organismo el que aparece como guía en las propuestas institu-
cionales y de Estado.
Es importante recalcar que gran parte de las naciones occidentales ade-
más consideran un marco de DDHH como garante fundamental, y, por tanto,
se puede decir que la regulación y ordenamiento de la sexualidad y sus diver-
sas expresiones considera esta base como principio rector y fundamental.
La constante observación e hipervigilancia por parte de los organis-
mos internacionales llevan a los países a adquirir acuerdos respecto a se-
xualidad latinoamericana, los cuales van de la mano algunas veces, con los
movimientos sociales que se generan.
En términos de la educación sexual, el camino es similar. Gran parte de
los proyectos institucionales de cada país se enmarcan en acuerdos interna-
cionales en base de Derechos Fundamentales. Los distintos encuentros in-
ternacionales como el “Llamado a la Acción de Malí (2011)”, el “Foro Mundial
de la Juventud de Bali (2012)”, el “Llamado a la Acción de la Conferencia Ju-
venil de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE)
(Estambul, 2013)”, son ejemplos del llamado histórico reciente para otorgar
prioridad a una educación sexual integral fundamentada en datos con evi-
Página
8 Lejárraga, J (2014) Apuntes de historia de la sexología: La primera generación de sexólogos (1880-1945).
Revista española de sexología, 183-184.
9 Rapport UNESCO 2016
30
Curso Docente CESI
dencia, considerándola un método eficiente y eficaz de empoderamiento,
para que los y las jóvenes puedan tomar decisiones con conocimiento de
causa acerca de la propia vida, poner en práctica las competencias perso-
nales y explorar actitudes y valores.
La Declaración de la Juventud sobre la Agenda 2030 para el Desarro-
llo Sostenible destaca la importancia de los derechos de la salud sexual y re-
productiva y los derechos de los jóvenes10. ¿Bajo qué evidencia?
Las investigaciones actuales en diferentes países y contextos han po-
dido mostrar resultados que permiten conclusiones bastante certeras:
1. La educación en sexualidad (EIS en inglés) –dentro o fuera de los entor-
nos educativos– no aumenta la actividad coital, los comportamientos
riesgosos ni las tasas de infección por el VIH y otras ITS11.
2. Se ha demostrado que los programas que promueven exclusivamente
la abstinencia no son eficaces en demorar la iniciación coital, reducir la
frecuencia de las relaciones penetrativas o reducir el número de parejas
eróticas. Los programas que combinan un enfoque en la postergación de
la actividad erótica con contenido sobre el uso de condones y anticoncep-
tivos son eficaces12. Sin embargo, las investigaciones han determinado
que los enfoques de abstinencia crean climas educativos negativos para
los jóvenes13 se han asociado a tasas de divorcio más altas en la adultez,
logros educativos reducidos, e incluso menores ingresos a futuro14. Ade-
más, este enfoque no logró mostrar indicadores de reducción de conduc-
tas de riesgo en el contagio por ITS15.
3. Utilizar un enfoque de derechos explícito en los programas de EIS lleva a
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
efectos positivos de corto plazo en relación con el conocimiento y las ac-
titudes, incluidos un mayor conocimiento de los derechos de la persona
dentro de una relación de pareja; una mayor comunicación con los padres
acerca de las parejas y las relaciones eróticas; y una mayor autoeficacia
para manejar situaciones de riesgo16.
4. Los programas con enfoque de género son significativamente más efica-
ces que los programas “ciegos” con respecto del género, para lograr re-
sultados de salud, tales como la reducción de las tasas de embarazos no
planificados o ITS17.
5. Es difícil extraer conclusiones definitivas acerca del impacto de la EIS en
resultados biológicos, tales como las tasas de las ITS o de la infección por
el VIH, puesto que todavía hay relativamente pocos ensayos de alta cali-
dad disponibles, en particular los que utilizan un enfoque longitudinal18.
10 Unesco, 2021. The journey towards comprehensive sexuality education, Global status report, Highlights
11 Idem.
12 Kirby, D., Laris, B. et al. 2007. Sex and HIV education programs: their impact on sexual behaviors of
young people throughout the world. Journal of Adolescent 40(3): 206-17.
13 Elia, J., & Eliason, M. (2010). Dangerous omissions: Abstinence only- until-marriage school-based
sexuality education and the betrayal of LGBTQ youth. American Journal of Sexuality Education, 5, 17–35.
14 Elias, V. (2007). Long-term consequences of abstinence education. M.S. thesis. Oklahoma State
University, Oklahoma. Retrieved from http://digital.library.okstate.edu/etd/umiokstate- 2461.pdf
15 Grossman, J., Jenkins, L., Richer, A., (2018) Parents’ Perspectives on Family Sexuality Communication
from Middle School to High School, Internacional Jounal of Enviromental Research and Public Health, 15,
107; doi:10.3390/ijerph15010107
16 Unesco, 2016. Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad: un enfoque
basado en la evidencia. Disponible en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000265335.
17 Haberland y Rogow. 2015. Sexuality education: emerging trends in evidence and practice. Adolescent
Health Jan;56(1 Suppl):S15-21. doi: 10.1016/j.jadohealth.2014.08.013.
Página
18 Fonner et al.2014. School based sex education and HIV prevention in low- and middle-income countries:
a systematic review and meta-analysis. PLoS One, Mar 4;9(3):e89692. doi: 10.1371/journal.pone.0089692.
31
Curso Docente CESI
A pesar de estas conclusiones, los debates han sido fervientes y apa-
sionados entre quienes indican su apoyo o rechazo a la educación sexual for-
mal. Así, el planteamiento de “la forma” y “el fondo” siguen siendo temas para
las comunidades educativas, y también para las naciones en general.
5.5 La historia de la educación sexual en Chile: un
breve repaso
Si miramos un poco hacia atrás, veremos que Chile fue uno de los países lati-
noamericanos más interesados en términos de la respuesta educativa fren-
te a los asuntos “sexuales” que ya se tomaban la agenda de los años 60, en
el marco de una llamada “revolución sexual” que había nacido en Europa de
mitad del siglo XX.
Y es que luego de la segunda guerra mundial, y frente al ascenso de
ideas ligadas al control y la represión de las libertades extendidas en el pri-
mer cuarto de siglo, los europeos buscaron la forma de resignificar las ex-
periencias interpersonales, las que se habían teñido de desconfianza y la
violencia. La traumática experiencia bélica, la moral sexual rígida y los roles
sexuales establecidos desde la necesidad de “reconstruir” la sociedad post-
guerra, habían mantenido un orden específico sobre los deseos y las con-
ductas, pero que ya avanzado los años 50, parecía innecesario. Comienza a
germinar entonces la idea de un cambio, de un golpe de timón, de una “libe-
ración” en el terreno de la amatoria y de los encuentros, volviendo a centrar
la experiencia en los sujetos. Con ello, se abrían nuevas posibilidades para
el cultivo de los amores y placeres, lo que va a verse potenciado con la in-
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
troducción al mercado de la píldora anticonceptiva femenina, inicialmente
probada en población latinoamericana (ensayos previos), y que vio la luz co-
mercial en 1955, masificó su uso en los años 60 en todo el mundo occidental,
convirtiéndose en uno de los componentes para dotar de motor “científico”
la llamada nueva idea sobre la sexualidad y los encuentros amatorios.
El efecto en la conducta de las parejas fue rotundo. Las nuevas ciencias
ligadas a la conducta sexual humana y sus implicancias lograron atraer la aten-
ción de la sociedad y especialmente de los jóvenes. Reaparecieron discusiones
y reflexiones sobre el placer, la erótica, los acuerdos y, quizás de forma muy
relevante, la mujer como un sujeto sexuado diferente al hombre, pero ya no
en términos de valoración (mejor o peor), sino que de diferenciación. Figuras
como la de Margarett Sanger fueron de especial interés para plantear fórmu-
las sobre la regulación del embarazo y la planificación familiar, la que ahora
será entendida progresivamente como un ejercicio de “libertad” y no como
una reproducción de reglas sociales ligadas al modelo tradicional19.
En este marco, entonces, aparecerá la preocupación médica sanitaria
por otras cuestiones asociadas a los encuentros amatorios, y en específico
a la posibilidad de contraer infecciones y enfermedades de carácter geni-
tal, dado que, como bien es sabido, la píldora anticonceptiva no tiene efecto
alguno en la prevención o tratamiento de patógenos ni virulencias. Y Chile
participará activamente en estos asuntos desde una formulación rupturista
para la sociedad latinoamericana. Tal vez los datos sobre infecciones vené-
reas que se contaban desde principios del siglo XX fueron detonantes para
Página
19 Comas, D. (2016). La transformación del sistema de la sexualidad y las personas jóvenes: identidades
insatisfechas. Revista estudios de la juventud, 111, p- 75-101. ISSN-0211-4364
32
Curso Docente CESI
tomar “cartas en el asunto”. A modo de ejemplo, se puede considerar el re-
porte del doctor Carlos Mönckeberg que en 1925 alertaba de que la sífilis
era la causante del 50% de las interrupciones de embarazo20; o el anuncio
del doctor Waldemar Coutts en fechas similares, indicando que el 44% del
total de las personas ingresadas al Hospital El Salvador, tenían diagnóstico
de infección venérea. Por último, en 1935, la sífilis pasaba a ser la sexta causa
de muerte de la joven República de Chile21.
Ante la situación de salud presentada, el Estado va a considerar accio-
nes remediales, en las que se destaca la Educación Sexual como estrategia
preventiva, lo que llevó a diferentes intentos de “promover” la práctica “se-
gura” de los actos amatorios, aunque en ese tiempo la instrucción podía de-
cantar en la “abstinencia” o en el “autocontrol” por sobre otras posibilidades.
Pasado el tiempo y, ante los resultados poco alentadores de campañas
predecesora, el presidente Eduardo Frei Montalva da inicio oficial al primer
programa de educación en vivencia de la sexualidad (más bien, centrado en en-
cuentros genitales y prevención) para contexto escolar, que llevaría por nombre
“Vida Familiar y Educación Sexual” VIFES, creado el año 1968 en alianza con la
Asociación Chilena de Protección de la Familia. A tres años de su creación, el
programa es puesto en marcha (1971), pero su desarrollo se ve truncado por el
golpe militar del 11 de septiembre de 197322. Desde los nuevos “planteamien-
tos educativos” emanados en 1979, la educación sexual queda restringida a as-
pectos reproductivos y en potestad casi exclusiva de las familias.
Con el regreso a la democracia (1990), vuelve a retomarse la idea de
establecer políticas públicas referidas específicamente a la educación se-
xual, considerando acuerdos de interés como fueron el “Primer Encuentro
Nacional sobre Educación Sexual”, liderado por el reciente presidente elec-
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
to Patricio Aylwin Azócar, apenas a dos meses de que este haya jurado frente
al congreso y en presencia del saliente dictador, que continuaba su carrera
política ahora como comandante en jefe del ejército23. En el documento ema-
nado a modo de conclusión del encuentro, se aprecia un cambio de mirada:
La sexualidad pasa a ser considerada una experiencia integrada y no so-
lamente biológica-reproductiva; además de considerar la educación sexual
como una estrategia que podría aportar en aspectos diferentes a lo sanita-
rio y preventivo24, considerando su valor como catalizador de experiencias y
comprensiones propias del hecho sexual humano. Por primera vez, aspectos
como la cultura, la socialización de género, el machismo, las relaciones de
pareja, entre otros, aparecían en la palestra pública, criticando además los
enfoques “problematizadores” con los que se asociaba esta dimensión per-
sonal. El resultado de este encuentro dio origen a un documento que, una
vez firmado, fue entregado al ministro de educación de la época: nada más ni
nada menos que Ricardo Lagos Escobar, quien sería presidente de la Repú-
blica en un par de años más25.
El año 1993, y como resultado de las gestiones mencionadas, el en-
tonces ministro Lagos socializa el documento “Política de Educación en Se-
xualidad para el Mejoramiento de la Calidad de la Educación”, en el cual
20 Labarca, C. (2008), citada en Arenas, L (2016). Aportes para una historia de la educación sexual en
Chile 1990-2016. Editorial El Desconcierto. Santiago de Chile.
21 Coutts, W. (1931) Las enfermedades venéreas y el matrimonio. Colección Biblioteca Nacional de Chile.
Patrimonio cultural común. MC0016113.Santiago, Chile.
22 Arenas, L (2016). Aportes para una historia de la educación sexual en Chile 1990-2016. Editorial El
Desconcierto. Santiago de Chile.
Página
23 Idem.
24 Idem.
25 Idem.
33
Curso Docente CESI
aparecerá por primera vez la noción de “juventud”, además de una crítica a
la desigualdad estructural que se apreciaba respecto al género26 y la convi-
vencia de los sexos. Una normativa de interés que aparece en este marco
temporal es la llamada Circular 227, en la que se establecen los lineamientos
para la mantención de la escolaridad en estudiantes embarazadas, así como
las consideraciones de amamantamiento durante la jornada escolar27.
Luego del gobierno de Aylwin, Chile eligió sucesor a Eduardo Frei
Ruiz-Tagle, quien asume la tarea de proyectar el trabajo que se había reali-
zado en esta área. En base al documento de año 93, el nuevo gobierno dará
un paso histórico y polémico: La instauración de las Jornadas de conversa-
ción sobre Afectividad y Sexualidad, o JOCAS28. Si bien estas jornadas, en-
marcadas en una idea de pedagogía reflexiva y participativa, fueron inicial-
mente bien valoradas por las comunidades en las que se implementó (liceos,
especialmente), suscitaron progresivamente el rechazo de algunos sectores
como la Iglesia y grupos de padres con ideas más conservadoras29. El asunto
llegó a extremos insospechados frente a la publicación en medios de prensa
de algunas críticas ligadas a aspectos valóricos y morales, lo que suscitó con-
versaciones y negociaciones políticas de gran revuelo30. Finalmente, y ante
la complejidad progresiva de levantar esta estrategia frente a las cada vez
más fuerte “críticas”, el modelo de JOCAS dejó de aplicarse formalmente.
Posterior a esta experiencia, donde el Estado termina retrocediendo
en la idea de centralizar un programa de educación sexual único, se estable-
ce un nuevo hito en el año 2005: El Plan Nacional de Educación en Sexuali-
dad y Afectividad que abarcaría del 2005 al 2010. Este plan dará forma a la
creación de la Secretaría Técnica de Educación en Sexualidad, Afectividad
y Género, junto con establecer un curso masivo de educación sexual para
docentes, impartido por la Universidad de Chile. Al no existir evaluaciones
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
concretas del impacto de estas acciones, la entidad recién creada perdió su
relevancia y desapareció el año 2010. A pesar de esto, surgieron normas in-
teresantes que siguen vigentes en la actualidad: unas son las Normas Na-
cionales de Regulación de la Fertilidad, incorporando la anticoncepción de
emergencia gratuita para mujeres mayores de 14 años (2007), y luego, en el
2009, la declaración explícita en una nueva Ley General de Educación (LGE),
que reemplazará a la LOCE, respecto a la no discriminación y respeto a la
diversidad, lo que será clave en legislaciones actuales.
Uno de los eventos más relevantes ocurridos en esta fecha tiene re-
lación con La Declaración Ministerial “Prevenir con Educación” firmada en
México el año 2008, la que se aprobó en el marco de la Primera Reunión de
ministros de Salud y Educación para Detener el VIH en Latinoamérica y el
Caribe. En el encuentro, treinta Ministerios de Salud y veintiséis Ministerios
de Educación se comprometieron a posicionar la prevención como eje fun-
damental para responder de manera efectiva al VIH y al SIDA. Chile partici-
pó activamente y se comprometió con la obtención de resultados, aunque en
la práctica fueron deficientes.
A continuación, se pueden observar los resultados obtenidos el año
2015, respecto a los acuerdos referidos el año 2008:
26 Idem.
27 Moreno, S., Santibáñez, M. (2021). Educación Sexual en América Latina: una revisión del estado
del arte en Colombia, Chile, México y Uruguay. Revista Educación las Américas. DOI: https:// doi.
org/10.35811/rea.v11i1.145.
28 Idem.
29 Reyes. D. (2016). Educación Sexual en Chile, de lo micro a lo macro. Trabajo de Magister en Ciencias
Sociales. Facultad de Ciencias Sociales UCH. Santiago, Chile.
Página
30 Arenas, L (2016). Aportes para una historia de la educación sexual en Chile 1990-2016. Editorial El
Desconcierto. Santiago de Chile.
34
Curso Docente CESI
Desde el año 2011, la ley 20.418 establece una normativa particular
y concreta sobre el derecho a la información y orientación en materia de fer-
tilidad, sexualidad y afectividad en Chile. Reconoce el derecho de toda per-
sona a recibir educación, información y orientación en materia de regulación
de la fertilidad, con el objeto de poder decidir sobre los métodos de anticon-
cepción, y, por otra parte, también tiene como objetivo prevenir el embarazo
adolescente31. De esta ley, nace la política de Programas de Aprendizaje, Se-
xualidad y Afectividad y el de Planificación de Educación en la Sexualidad
y Afectividad, además de la conformación de los Consejos de Salud de Gé-
nero y el de Jóvenes y Adolescentes. Posteriormente, el año 2016, aparece
el documento Educación en sexualidad, afectividad y género: Orientacio-
nes para el diseño e implementación de un programa en sexualidad, afec-
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
tividad y género, seguido en 2017 por el material educativo sobre Maltra-
to, acoso, abuso sexual, estupro en establecimientos educacionales, que
orientará la elaboración de protocolos de actuación en situaciones de convi-
vencia escolar, ligado la dimensión sexual explícitamente con las relaciones
interpersonales32. Pero quizás el avance más recordado en ese año 2017 tie-
ne relación con la publicación del documento “Orientación para la inclusión
de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex en el sistema
educativo chileno”33, el cual genera una serie de debates y desafíos respecto
a nuevas formas de comprender la diversidad en identidades, orientaciones
y corporalidades. En este sentido, se puede decir que el documento citado
viene a marcar un hito respecto a las ideas de integración con relación a la
vivencia de la sexualidad, entendiéndola ahora como “sexualidades” y, por
ende, diversas.
El año 2022, el Mineduc establecerá un nuevo marco de orientaciones
respecto a este tema, estableciendo los lineamientos oficiales en la circular
812, la que fue conocida como “circular Trans” debido a su contenido. Esta
circular estableció la obligación a garantizar el derecho a la identidad de gé-
nero de niños, niñas y adolescentes en el ámbito escolar, considerando en
su base la publicación de la ley 21.120, evento sucedido casi 4 años antes,
concretamente el día 10 de diciembre del año 2018.
31 Ley 20410, sesionada en año 2010. Disponible en Biblioteca Nacional de Chile.
32 Mineduc (2017) citado en Moreno, S., Santibáñez, M. (2021). Educación Sexual en América Latina: una
revisión del estado del arte en Colombia, Chile, México y Uruguay. Revista Educación las Américas. DOI:
https:// doi.org/10.35811/rea.v11i1.145.
33 Moreno, S., Santibáñez, M. (2021). Educación Sexual en América Latina: una revisión del estado
Página
del arte en Colombia, Chile, México y Uruguay. Revista Educación las Américas. DOI: https:// doi.
org/10.35811/rea.v11i1.145 .
35
Curso Docente CESI
La Ley de Identidad de Género (2018), reconocerá la rectificación de
sexo y nombre registral en personas trans desde los 14 años en adelante,
además de salvaguardar los derechos fundamentales de toda persona in-
dependiente de su expresión e identidad de género. Con ello, se permitió
ampliar las orientaciones ministeriales respecto a la vivencia trans, man-
datando a todas las instituciones educativas a considerar las implicancias
prácticas de la actualización. Los principios particulares de esta ley (y por
tanto de las orientaciones educativas actuales), serán a) Principio de la no
patologización; b) Principio de la no discriminación arbitraria; c) Principio
de la confidencialidad; d) Principio de la dignidad en el trato; e) Principio
de interés superior del niño; f) Principio de la autonomía progresiva34. Las
implicancias de esta normativa serán reforzadas posteriormente por la Ley
21.430 Garantías de Protección de la Niñez (2022), la que establecerá el
principio de igualdad y no discriminación arbitraria en conformidad con la
Constitución Política de la República, la Convención sobre los Derechos del
Niño y otros tratados internacionales de derechos humanos ratificados por
Chile; y establecerá específicamente las razones de “sexo, orientación sexual,
identidad de género, expresión de género, características sexuales (…) ”35 como
variables a considerar en un eventual caso de discriminación. Es relevante
considerar que, en esta misma ley, se establecerá una obligatoriedad estatal
específica respecto a educación sexual:
“El Estado garantizará, en el ámbito de sus competencias
y conforme a sus atribuciones y medios, una educación
sexual y afectiva integral, y velará por que los estable-
cimientos educacionales otorguen el debido respeto a la
diversidad étnica, cultural y religiosa de los niños, niñas y
adolescentes, así como por promover ambientes educa-
tivos libres de violencia, maltrato y bullying”36.
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
Este documento establece, de forma explícita, una garantía que debe
ser otorgada por todos los establecimientos educacionales, pero además
propone una supervisión directa de los padres/cuidadores, reconociendo en
ellos “el derecho y deber preferente de su (hijo o hija) crianza y desarrollo”37.
Respecto a otros documentos de interés, el año 2018, el MINEDUC
socializará las “Oportunidades Curriculares para la Educación en Sexuali-
dad, Afectividad y Género”, escrito que reúne ideas sobre la articulación de
acciones concretas en educación sexual, considerando el currículo nacional
en diferentes asignaturas, destacando la extensión de las ideas desde párvu-
los hasta educación media38. Este paso será relevante incluso años después,
considerando la discusión que se daría el año 2020 respecto a los proyectos
de ley que modificaban la 20.418, para establecer una normativa específica
en educación sexual desde las edades tempranas, lo que fue considerado “ex-
cesivo” por grupos conservadores, a pesar de que la subsecretaria de educa-
ción parvularia de la época ya había declarado en redes sociales (el año 2019)
que la educación sexual ya estaba considerada en los planes de estudio ofi-
ciales aunque con otro nombre , en dos núcleos diferentes: identidad/ auto-
nomía y corporalidad; por tanto la prevención ya era parte del currículo aún
sin un marco específico de Educación Sexual Integral (que es lo que buscaría
34 Poder Judicial de la República de Chile (2020). Guía ley 21.120. Secretaría Técnica Igualdad de Género
no Discriminación.Santiago.Disponible en http://secretariadegenero.pjud.cl/images/documentos/LIG/
Gu%C3%ADaLeyIG_a13052020.pdf
35 Ley 21.430 (2022) Artículo 9 . Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/
navegar?idNorma=1173643
36 Ley 21.430 (2022) Artículo 41. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/
navegar?idNorma=1173643
37 Ley 21.430 (2022) Artículo 25. Disponible en https://www.bcn.cl/leychile/
Página
navegar?idNorma=1173643
38 Idem.
36
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

el proyecto de ley del año 2020)39. El proyecto de ley ESI sería finalmente
rechazado por la Cámara de Diputadas y Diputados el día 15 de octubre del
año 2020, al no generar el quórum mínimo requerido por las Normas de Ley
Orgánica Constitucional, quedando imposibilitado para avanzar en su tra-
mitación (de los 89 votos necesarios, se obtuvieron 73, aunque en general si
logró el mínimo requerido para llegar a la sesión y votación por artículos). De
esta forma, el proyecto de ley quedó “archivado”40 .

39 Twitter de cuenta oficial Subsecretaría de Educación Parvularia de Chile, 14 de octubre 2019.

Página
40 Emol versión digital. https://www.emol.com/noticias/Nacional/2020/10/15/1000844/Camara-
rechaza-Educacion-Sexual-Integral.html. Consultado el año 2022.

37
6 Y ahora
¿para dónde
va el barco?
Curso Docente CESI
Yaku suspira mientras sube sus brazos al cielo.
—Woow, esto ha sido demasiada información. La verdad es que no po-
dría procesarla toda de una vez.
—Si, ha sido un verdadero descubrimiento— responde Sulay mientras
cierra el libro que acaban de leer.
—Es que, a decir verdad, me ha parecido una historia muy interesante
sobre la sexualidad y la educación…pero no le veo la relación con nuestro via-
je. Porque yo vine por otros motivos, no para hablar de esto…creo…— Yaku
cierra los ojos y baja la cabeza unos segundos, como reflexionando. Es que,
después de lo que leímos en la biblioteca, y de esa frase sobre sexo y genita-
les…ya no sé qué pensar. Me está costando entender la relación de todo esto
con nuestro navegar hacia Sectum.
—Sí, es raro— asiente Sulay —pero creo que tiene un sentido. Veo un
hilo conductor en todo lo que hemos estado viviendo. Desde nuestras pre-
guntas iniciales, hasta el relato del capitán, los libros, esta historia…hay algo
que conecta todo, pero no sé qué es.
De pronto, una silueta aparece frente a ellos, justo donde da la luz de
la lámpara de gas. Los jóvenes se sobresaltan, pero pronto reconocen en la
figura a una persona ya conocida. Es Mailen, la anciana tranquila y serena,
que los observa con una sonrisa en sus labios.
—Veo que han estado leyendo ese libro durante horas… ¿se han senti-
do cómodos con eso?
Módulo 1: Y fue así como nos conocimos
—Jajaja Mailen, disculpa el sobresalto. No te vimos venir en la oscuri-
dad de la noche. Pero sí, a pesar de que fue mucha información, creo que nos
hemos sentido a gusto en leer de este tema— confirma Sulay mientras reti-
ra su mano del pecho de Yaku, a quien parece haber abrazado como en una
suerte de instinto de protección.
—Pues me alegro, ese libro es una buena brújula en noches oscuras.
Mucha gente pasa por alto ese documento, porque cree que es una pérdida
de tiempo y buscan solo aquello que les parezca novedoso. Pero el secreto
de la navegación es aprender a revisar los mapas del pasado para entender
las rutas del presente, y así evitar las rutas que llevan al naufragio o a la tor-
menta. Ustedes hacen bien en tomar estos asuntos…—Mailen se detiene y
cambia su mirada. Ahora parece fuerte, más grande, poderosa—Sepan que
la única forma de encontrar el muelle de Sectum es que entiendan algo que
les podría haber sonado muy extraño en un comienzo, pero que ahora están
preparados para escuchar.
Sulay y Yaku quedan mirando fijamente a la anciana, quien toma un
respiro y prosigue con fuerza, como si fuese a revelar un secreto importante.
—¿Se han preguntado por qué ustedes, de vez en cuando, logran sen-
tirse a gusto incluso en la fría superficie de un barco, en medio de una no-
che gélida, leyendo un libro de relatos e historias? ¿O qué hace que, una vez
que se vieron en tierra, hayan decidido buscarse para acompañarse en este
viaje? Pues todo lo que han aprendido en estas horas tiene que ver con la
respuesta que buscan… El sexo, ese que estaba oculto entre otras ideas, está
emergiendo en sus conciencias, y ya no podrán ignorarlo en su valor. Porque
la razón de éste y de todos los encuentros, no es nada más ni nada menos
Página
que esa idea, la de ser sexo, la de ser del sexo que somos. Y sexuados como
39
Curso Docente CESI Módulo 1: Y fue así como nos conocimos

estamos, acercarnos a la realidad del otro… y disfrutar de ese encuentro

que es tan fuerte y vulnerable a la vez. Es por eso por lo que tantos nave-
gantes han dedicado su vida en la búsqueda de este valor, y cada vez son
más los que indican que hay que formarnos desde pequeños/as para permitir
que aparezca en nuestra experiencia cotidiana… pero ha sido difícil, porque
nuevas fórmulas han enterrado este saber ancestral, así como lo hicieron los
conquistadores en las tierras del descubrimiento. Yo les digo hoy, jóvenes
de espíritu, que este viaje es precisamente la oportunidad de vida para que
puedan redescubrir aquello que siempre han sabido, porque está presente
en sus raíces, en su historia cercana, en el presente; pero que olvidaron en-
tre tanta palabra y urgencia… Aquella magia que les permite encontrarse y
convivir es precisamente su condición sexuada, esos “cortes” que les hacen
diferentes pero similares… ese sexo que están siendo y que comparten en
esta experiencia… Sulay y Yuki, dos sexos, hombre y mujer, provenientes de
la misma matriz en modos diferentes… sepan desde ahora que el sexo no es
un problema a evitar ni un asunto a normar… el sexo es un valor a cultivar.

Solo las olas fueron testigos de esta revelación. La noche ya cubría las
velas del “nuevo Eros”. Las aguas continentales ya quedan atrás y el regreso
a casa era imposible.

Continúa en el próximo capítulo.

Página
40