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; La RESPONSABILIDAD y LA ETICA DE Los CENTROS DE ARBITRAJE Mario Castillo Freyre* En realidad, mi exposicién va a versar sol complementario de aquél que ha abordado esel relativo a qué responsabilidad (y, no me refiero a la responsabilidad civil ni a la responsabilidad penal) tienen en el terreno institucional los centros de arbitraje y cul debe ser la ética de los mismos, bre un tema absolutamente el doctor Victor Madrid, y En ese sentido, creo que esta reflexién debe partir por una con- sideraci6n previa; y es que cuando hablamos de los problemas de los centros de arbitraje, algunos de los cuales han sido mencionados en la exposicidn anterior, no necesariamente lo estamos haciendo con respec- to a problemas que son privativos de los propios centros de arbitraje, sino que son problemas comunes al arbitraje, porque al fin y al cabo los centros de arbitraje son parte del medio arbitral y no constituyen, evidentemente, una isla con relacién al resto de arbitrajes ad-hoc que se . 5 Asi re, los desarrollan en la sociedad peruana. Digo esto porque, bésicament itrajes institu- actores que participan de una manera u otra en los Sere rena . . ici 10S cionales, generalmente, son los mismos que participan ee que haber . le ad-hoc, es decir, no necesariamente hay que pensar du‘ Peg ae 1 ejercicio, socio “Mario Castillo Freyre, Magister y Doctor en Destin si y Contatos del Estudio que lleva su nombres profesor PHNCIPE dad Femenina del en la Pontificia Universidad Catdlica del Pert y Universidad de Lima. Sagrado Corazén. Catedritico de las mismas mar “elas Biblio- Miembro de Nimero de Ia Academia Peruana de ‘ tecas de Arbitraje y de Derecho de su Estudio. en la as en la erecho. Director illo! Manio CASTILLO Pay, Sin embargo, hay particularidades en unos y en otros, pero, incluso quiero ir més alli, retomando una reflexi6n que hice en una oportunj. dad anterior y es que debe asumirse esta situaci6n de vasos mame! entre el arbitraje ad-hoc y el arbitraje institucional y los ae mas que tiene uno y los problemas que tiene otro. No hay que olvidar que, tanto el arbitraje ad-hoc como el arbitraje institucional se inscriben dentro de] medio juridico peruano. Es decir, los actores que aes dentro de estos tipos de arbitraje, son también los actores que interacttan en otros problemas juridicos y sus eventuales soluciones, fundamentalmente, en los problemas que se ventilan ante los tribunales ordinarios de Justicia y; en general, en los problemas juridicos del medio en su conjunto; de tal manera que es dificil aislar los el arbitraje institucional, joc o del al ‘0, de de los problemas de la sociedad peruana. Por eso, es que en realidad de lo que estamos hablando —yo insisto mucho en esta idea— es de una permanente lucha para que el arbitraje no sea representativo de la sociedad peruana, porque en verdad, todos somos conscientes de que nuestra sociedad tiene una serie de problemas y una serie de taras, de la més variada indole. Esas taras, que existen Y que siempre las criticamos cuando las vemos en el Poder Judicial, también se trasladan al arbitraje; como no se van a trasladar, si los va- Ss comunicantes entre un medio juridico y otro son muy grandes, no son dos medios, mejor dicho, es un solo medio que puede estar més especializado en una actividad que en otra, pero, en general, es un solo medio el que litiga en un lado, en la justicia ordinaria y el que litiga en la justicia arbitral. De tal manera que, precisamente, la lucha es para que el arbitraje no represente esos problemas tan usuales y tan criticados en la administracién ordinaria de justicia, LA RESPONSABILIDAD Y LA ETICA DE Log CENTROS DE ARyy E ARBITRAE servo con mayor preocupacién y que son: el primero de ellos, y, es deci deberia haber un proceso de seleccién ri decir, en este tema en- Personas que deberian los centros de arbitraje no mente estos au de arbitraje, cCongreguen a las estar en las néminas de los mismos; es decir, pueden registrar a alguien porque cumpla solamente con Tequisitos de orden objetivo. Naturalmente, estoy hablando en términos generales, porque hay centros que los cumplen mejor que otros. Pero, : ral, el centro de arbitraje, sea cual fuere éste, deberia hacer un proceso de seleccién tratando de investigar a fondo sobre las condiciones de la persona que postula a ese centro de arbitraje, tanto en lo que respecta al conocimiento, como en lo que atafie a los aspectos éticos 0 morales del postulante. ;Por qué digo esto? Porque el ser incorporado a una némina vaa tener efectos colaterales con relacién a varios otros aspectos, como el de la designacién supletoria, que voy a tratar después. a en gene- Entonces, no debemos encontrarnos ante normas infladas a juicio del propio centro de arbitraje, es decir, que el propio ente administrador del centro de arbitraje, considere que su propia némina no sirve o que Su propia némina esté compuesta por un noventa por 3 de gente en la que no confiarfa un proceso y, por un diez por ciento le gente a a que si se lo confiaria. Ademés, creo yo, q CCI ha laudado, si dejé de laudar, si se fue de viaje y no ha tenido i luacién constante del a dos esos elementos deben formar parte cans étgano rector del respectivo centro de arbitraje. Mario Castito FReyRE 230 la incorporacion y por el hecho de it sean presi \- que muchos centros de arbitraje permiten que anne * a tes de tribunales aquellos arbitros que estan aa sino ademés * de ahi que tiene que haber una adecuada seleccion, Gen ance Ir el hecho de que el centro de arbitraje est deere jun Fanci én designada por su propio reglamento, 0 porque se re Bie ; le comercio de cualquier localidad del Peri que est4 desempefiando una funcién de designacién supletoria de arbitro. gPor qué todo esto? No sélo po! Y, acd, se nos plantean algunos problemas. El primero es uno que voy a mencionar de forma absolutamente tangencial, y es relativo a la constitucionalidad del tema. jas defecto de acuerdo de Arbitros, es discutible, porque al fin y al cabo, las partes no acordaron que la designacién supletoria fuese hecha por una cdmara de comercio y, si hubiesen querido, hubiesen acordado esta solucién como parte de su convenio arbitral. Este es un tema que puede llevar a discusiones en torno al desvio de la jurisdiccién ordinaria con- templado por el Derecho Constitucional; especificamente con respecto a convenios arbitrales celebrados con anterioridad a la fecha de entrada en vigencia del Decreto Legislativo n.° 1071. Sin duda, el tema de la variacién o modificacién establecida por la ley vigente en relaci6n a la anterior, de asignar estas funciones a las cAmaras de comercio, ha obedecido a razones de celeridad, en el sentido de que un proceso de designacién supletoria demore menos de un mes, © tres semanas y no demore medio afio o més, Sin embargo, aqui es muy importante tener en consideracién que el tema de la designacién supletoria, ya sea Por parte de una cdmara de comercio o por parte de un centro de arbitraje cualquiera, en bitra- je institucional y admini: » en un ari ; centro, esté regido < debe ser un proceso que AD Y LA ETICA DE Log sPONSABILID! E LOS CENT as “NFROS DE ARBITRAy NE Vamos a partir de una idea, Yo no 5 231 . ignaci ‘oy de | ee ee pana studs por Io conn’ f0rgan un aval deci, me puede parecer una designa cién ab; Tos de atbitrajes, os congo todo el derecho de qu solut, ‘amente by le me parey, uen: 0, Sino que también ae absolutamente al: . Pero s6lo €80 ; ngo el derecho d, d mala; y, no sido nombrado o designado g € dudar de por qué ha upletori das circunstancias. Pletoriamente un arbitro en determina- A lo que voy, es que debe haber UN Mecanismo F partes del proceso una designacién supletori; 5 oa xhiba ante las nable. Entonces, la Pregunta que uno puede ha sPaEME€ incueso- ‘como se logra una designacién supletori: incuestionable? Yo entiendo que existe, en muchos casos, nombrar a alguien competente Para conocer el caso eat que realizar esta designacién supletoria; en ese sentido, muchas vec: Jos centros de arbitraje realizan una Preseleccién, una ne de atbitros, y dentro de esa preseleccién, el Organo rector de ese centro de arbitraje escoge o realiza un sorteo. la voluntad de el cual se tiene Entonces, la pregunta es si esta designacién se est4 o no tealizando de acuerdo a ley y, la respuesta es no, porque el articulo 25, inciso 6 de la Ley de Arbitraje establece que en caso la camara de comercio de la localidad tenga que hacer una designacién supletoria, tiene que ser una designacién aleatoria y empleando mecanismos 0 medios tecnoldgicos. Entonces, el realizar una preseleccién, a pesar de la mejor intencién que exista para la elaboracién de esa terna, ya implica que se trata de una $< Pero sefior, mi seleccién es mejor que si la someto a la suerte, por- que estoy designando a tres arbitros excelentes; y de los tres tiene que salir uno que, obviamente, también lo va a ser; si, pero a mi re ee j lo son. Consta que esos tres arbitros sean de: a lo mejor no Entonces, igirte que : as si quieres hacer una preseleccién, ella sea Mario CASTILLO Frevyg 230 digo que la clecci6n del arbiteg es, yo fe rteo y, me dirds, i 1 sorteo. Entonc: i jzada por So! y ‘irds: Pa i de manera supletoria sea Fea ms i eriencia; imaginat, determinado de Jo mejor te toca Un Arbitro sin exp Rares € ue a lo me; a ue acaba legiarse no pues, porq! ue tiene 24 aftos y q - 8) que te toque una persona qj} hitraje porque lo hemos incorporado a semana pasada y es su primer an eee anoche. 3 S€ supone ista tt rolas, porque ti que tienes una lista, se supone que ¢sa lista eee oe 7 mismo dices quién esta adentro y quién esta i + eee los que consideres que deben estar adentro y no a los q Fal ; qu : deben estar afuera. Entonces, todo parte del principio el que les blaba, de una adecuada conformacién de la némina de los arbitros del centro de arbitraje. Si tienes una buena némina de cuarenta personas en las que confias, cuando te llegue una designaci6n supletoria, lo que vasa hacer es optar por el sorteo y, no importa quién salga, porque cualquiera de los que salga, esta bien que haya salido. Y mucho ojo, yo tampoco creo en los temas de especialidad, por- . Una vez me pasd, como abogado de parte, que me pusieron una terna de arbitros en los cuales no confiaba. Al final, felizmente, que el tema fue favorable por otras circunstancias, pero cualquiera de los tres era malo. En esos casos, la tinica solucién, a carta cabal, es el sorteo; entonces uno dird: bueno, es el sorteo y se le comunica a la parte el resultado del sorteo. Pero, se debe convocar a las partes a una audiencia previa a la instalacién del tribunal y hacer el sorteo en presencia de las partes, porque —caso contrario— tengo también el derecho de pensar que no lo hiciste por sorteo. Porque si no se hiciera asi, se estaria violando el articulo 25 de la ley, que indica que tiene que ser un me canismo aleatorio y no sdélo eso, en caso de defecto de asistencia de las Partes, por seguridad y por tario publico y, para mayor aa "ario para que no digan que el notario puede apisDAD ¥ LA BTICA DE 108 cx psPONS! S$ CENTROS DE 2 ARBITRAJE 233 Por qué todo esto? Ustedes pensaran qu Como se ha di a tec Una €: i es ast. CO! no fa dicho en exposiciones ee ee pero i bitross er , > itraj Jos grbitross PU una ley muy bonita, un regl: oer ee todo 10 que quieran, pero, si el tribunal arbitral ne mento fabuloso, un mal ae s el tribunal arbitral es un riba ea vas a te- : sn : inada una decision, ya no va a haber una sol ameyavtiene todo estara perdido. oemmamea nee no net rederer™ jdecuads nes expresas de que sus fa 3 ‘5 nen existed prohibicio! roces0s arbitrales en la calidad que fuere. No en todos los centros d arbitraje existen esas prohibiciones. A qué me refiero; a veces estd la e hibicion, el miembro del consejo, el funcionario, el secretario hil en otF0s PFOCESO® Ja asistente, no puede participar en un proceso que administre el centro. La pregunta €s: jpuede participar en un proceso que no administre el centro y para el cual el convenio arbitral haya determinado la par- ticipacion supletoria en caso de falta de designacién de un arbitro? O sea, el proceso no es administrado por el centro X, pero las partes han convenido que si una parte no designa el arbitro, lo designa el centro X; entonces, en estricto, no es un proceso institucional, es un proceso ad-hoc. A veces no existe esa prohibicién y, es frecuente que esa prohibi- cién no esté presente en el caso de las camaras de comercio que realizan funcién de designacion supletoria por mandato de la ley. ‘A mi me han pasado situaciones penosas, felizmente no aqui en Lima, situaciones en las que se me ha presentado un rbitro, que 2° parte ys teniamos que conocia, designado supletoriamente Por la otra escoger presidente; ys llegado el momento, yo ingenuamente gente representativa del arbitraje, le mues- pelito con siete nombres de i ici ctor tro el papel, los mira como si no los conociera, diciéndome, dos Mario CASTILLO FReypp 234 no nombramos a fulanito, y, i a propuesta, por que " quiero hacerle una propuesta, PO" |. chmara de comercio que quién era fulanito, era el funcionati se encargaba de armar las ternas. Entonces, le dije, eee mejor no escojamos a fulanito, porque van a pensar mal de oa 5 van @ pensar que algo tuvo que ver nuestro comtn amigo en su Sees % que usted esté pagando el favor. Naturalmente, se qued6 caiado mati tid; pero era manifiesto que esta persona, ajena al medio arl itral, que no la conocian (pues, pregunté a varias personas Y no la conocian), era raro que habia sido designada como 4rbitro de manera supletoria en un proceso importante. Y, ga quién proponia?, seguramente, al que lo puso en la terna y que también hizo que lo designaran. Entonces, qué es esto; éste no es ningtin mecanismo de seleccién aleatoria, eso es simplemente un intercambio de favores en una socie- dad secreta entre dos personas que estén tratando de burlarse de los demés o hacer un negocio privado. Eso debe ser evitado y, por esa raz6n, es que creo que deberfan darse mecanismos complementarios a la Ley de Arbitraje, que establezcan la imperatividad de actuar asf por parte de todos los centros de arbitraje. Esto no puede ser librado al mercado, y hoy en dia el centro de arbitraje que quiere lo hace y el que no quiere no, porque muchas veces nos damos cuenta de estos errores y de es- tos asuntos dolosos después de cometida la infraccién. Por lo tanto, es mejor que la norma legal establezca claramente estas prohibiciones de participar directa o indirectamente en procesos que tengan que ver con el respectivo centro de arbitraje. el centro de arbitraje con el que trabaja; el secretario arbitral no puede ser una quinta columna que revele todo a la parte de su preferencia o al ASPONSABDAD Y LA BTCA DE 105 cea0S DE arma La 235 gjor postor. EI mismo deber de ¢, m a onfidencialidad y de imparcialidad debe tener el secretario arbitral, aisten muchas veces tiene —precisa- mente— una funcién primordial d. entro de los arbitrajes, Proyectando resoluciones, determinando ciertas actuaciones, etc, Por otra parte, creo que deberia haber, en Ia linea de lo que viene curriendo, y de manera acelerada, o de cents dt atte en ss rapes regan ee sol la . Yo me atreverfa a sugerir que se && seriamente para que en el futuro, cuando se elaboren nuevos reglamentos de los centros de arbitraje, se plantee como mecanismo base o supletorio, el de s n su integridad con las firmas de los Tespectivos drbitros, porque éste ¢ un control de la sociedad y del medio arbitral con relacién a las per-

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