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INGENIERÍA INDUSTRIAL

Taller de herramientas

Resumen motivacion

Profesor: Francisco Iram Jauregui Pérez


Alumno: Brandon Martinez
Fecha:
Introduccion

La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan o terminan
un cierto comportamiento en un momento determinado. Los estados motivacionales se entienden
comúnmente como fuerzas que actúan dentro del agente y que crean una disposición para
participar en un comportamiento dirigido a un objetivo. A menudo se sostiene que los diferentes
estados mentales compiten entre sí y que solo el estado más fuerte determina el
comportamiento.1 Esto significa que podemos estar motivados para hacer algo sin hacerlo
realmente. El estado mental paradigmático que proporciona motivación es el deseo. Pero puede
que varios otros estados, como las creencias sobre lo que se debe hacer o las intenciones, también
proporcionan motivación.

Se han propuesto varias teorías opuestas sobre el contenido de los estados motivacionales. Se
conocen como teorías de contenido y pretenden describir qué objetivos motivan a las personas
normalmente o siempre. La jerarquía de necesidades de Abraham Maslow y la teoría ERG, por
ejemplo, postulan que los seres humanos tienen ciertas necesidades, que son responsables de la
motivación. Algunas de estas necesidades, como la de comida y agua, son más básicas que otras,
como la de respeto por parte de los demás. Según este punto de vista, las necesidades superiores
solo pueden proporcionar motivación una vez que se han satisfecho las necesidades inferiores.2
Las teorías conductistas tratan de explicar el comportamiento solamente en términos de la
relación entre la situación y el comportamiento externo y observable, sin referencia explícita a los
estados mentales conscientes.

La motivación puede ser intrínseca, si la actividad se desea porque es intrínsecamente interesante


o agradable, o extrínseca, si el objetivo del agente es una recompensa externa distinta de la
actividad en sí.34 Se ha argumentado que la motivación intrínseca tiene resultados más
beneficiosos que la motivación extrínseca.4 Los estados motivacionales también pueden
clasificarse según si el agente es plenamente consciente de por qué actúa como lo hace o no, lo
que se conoce como motivación consciente e inconsciente. La motivación está estrechamente
relacionada con la racionalidad práctica. Una idea central en este campo es que debemos estar
motivados para realizar una acción si creemos que debemos realizarla. No cumplir con este
requisito resulta en casos de irracionalidad, conocidos como akrasia o debilidad de la voluntad, en
los que hay una discrepancia entre nuestras creencias sobre lo que debemos hacer y nuestras
acciones.

La investigación sobre la motivación se ha empleado en varios campos. En el campo de los


negocios, una cuestión central se refiere a la motivación laboral, por ejemplo, qué medidas un
empleador puede utilizar para garantizar que sus empleados estén motivados. La motivación
también es de particular interés para los psicólogos de la educación debido a su papel crucial en el
aprendizaje de los estudiantes. En este ámbito, se ha prestado atención especial a los efectos de la
motivación intrínseca y extrínseca.
Definición

La motivación se define comúnmente como lo que explica por qué las personas o los animales
inician, continúan o terminan un cierto comportamiento en un momento determinado.5678
También puede definirse como «el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona hacia
un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando y aumentando con ello, el impulso
necesario para que ponga en obra ese medio o acción, o para que deje de hacerlo» o como «la raíz
dinámica del comportamiento»; es decir, «los factores o determinantes internos que incitan a una
acción».9 La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.10 La
palabra deriva del latín motivus o motus, que significa ‘causa del movimiento’.

Los estados motivacionales vienen en varios grados de fuerza. Cuanto mayor sea el grado, más
probable es que el estado influya en el comportamiento.11 Esto a menudo está relacionado con
fuerzas que actúan desde dentro del agente y que resultan en un comportamiento dirigido a un
objetivo.612 Un problema de definir la motivación en términos de fuerzas internas es que es muy
difícil medirlas, razón por la cual los teóricos con mentalidad empírica suelen preferir definiciones
más vinculadas al comportamiento observable.1312 Un enfoque es definir la motivación en
términos de la flexibilidad del comportamiento del animal. Esta flexibilidad implica un
comportamiento dirigido a un objetivo que cambia a medida que el animal aprende a través de
nuevas experiencias.14 Las ratas, por ejemplo, pueden aprender a atravesar laberintos
complicados para satisfacer su hambre. El comportamiento alimentario de las moscas, por otro
lado, no es flexible en este sentido. Desde este punto de vista, estamos justificados para atribuir
estados motivacionales a las ratas pero no a las moscas.14 Pero se ha argumentado que hay casos
de motivación sin comportamiento flexible. Una persona totalmente paralizada, por ejemplo,
podría seguir teniendo motivación a pesar de ser incapaz de participar en comportamiento. Esto
significa que la flexibilidad aún puede ser una marca suficiente pero no necesaria de motivación.14
Algunas definiciones enfatizan la continuidad entre la motivación humana y animal, pero otras
establecen una clara distinción entre las dos. Esto a menudo está motivado por la idea de que los
agentes humanos actúan por razones y se comprometen con las intenciones que forman, mientras
que los animales simplemente siguen su deseo más fuerte.1512 Las definiciones causalistas
enfatizan la relación causal entre la motivación y el comportamiento resultante. Las definiciones
no causalistas, por otro lado, sostienen que la motivación explica el comportamiento de una
manera no causal.111416

Motivación y estados mentales

La motivación es lo que explica por qué las personas o los animales inician, continúan o terminan
un cierto comportamiento en un momento determinado.58 Los conductistas han tratado de dar
tales explicaciones únicamente en términos de la relación entre la situación y el comportamiento
externo observable. Pero la misma entidad a menudo se comporta de manera diferente a pesar de
estar en la misma situación que antes. Esto sugiere que la explicación necesita hacer referencia a
estados internos de la entidad que median el vínculo entre estímulo y respuesta.1417 Entre estos
estados internos, los psicólogos y filósofos están más interesados en los estados mentales. El
estado mental paradigmático que proporciona motivación es el deseo. Pero se ha argumentado
que varios otros estados, como las creencias sobre lo que uno debe hacer o las intenciones,
también pueden proporcionar motivación.1715

Una distinción importante es entre estados que proporcionan motivación siempre cuando están
presentes, a veces denominados "actitudes esencialmente constitutivas de motivación"
(essentially motivation-constituting attitudes), mientras que otros estados proporcionan
motivación supeditada a ciertas circunstancias u otros estados.1718 Se ha argumentado que un
deseo de realizar una acción, un llamado deseo de acción (action-desire), siempre proporciona
motivación.1718 Este es el caso incluso si el agente decide no realizar la acción porque hay otros
problemas más urgentes.14 Una creencia instrumental sobre cómo alcanzar un objetivo
determinado, por otro lado, proporciona motivación supeditada a que el agente actualmente
tenga ese objetivo en ese momento. Podemos desear muchas cosas además de acciones, como
que nuestro equipo de fútbol favorito gane su próximo partido o que se establezca la paz
mundial.17 Si estos deseos proporcionan motivación depende, entre otras cosas, de si el agente
tiene la capacidad de contribuir a su realización. Mientras que algunos teóricos aceptan la idea de
que el deseo es esencial para la motivación, otros han argumentado que podemos actuar incluso
sin deseos.1718 En cambio, la motivación puede basarse, por ejemplo, en la deliberación racional.
Desde este punto de vista, ir a una endodoncia dolorosa está motivado en la mayoría de los casos
por la deliberación y no por el deseo de hacerlo.19 Por lo tanto, puede ser que el deseo no es
esencial para la motivación.18 Pero los opositores de la tesis de que hay motivación sin deseos
pueden rechazar el análisis de tales ejemplos. En cambio, pueden argumentar que ir a la
endodoncia es deseado en algún sentido, aunque también hay un deseo muy vívido presente en
contra de hacerlo.1917

Otra distinción importante es entre deseos ocurrentes y parados (occurrent and standing desires).
Los deseos ocurrentes son conscientes o de otra manera causalmente activos, en contraste con los
deseos parados, que existen en algún lugar en el fondo de la mente. Si Dhanvi está ocupada
convenciendo a su amiga de ir de excursión este fin de semana, por ejemplo, entonces su deseo
de ir de excursión está ocurrente. Pero muchos de sus otros deseos, como vender su viejo coche o
hablar con su jefe sobre una promoción, son meramente parados durante esta conversación. Solo
los deseos ocurrentes pueden actuar como fuentes de motivación.192021 Pero no todos los
deseos ocurrentes son conscientes. Esto deja abierta la posibilidad de motivación inconsciente.22
21

Fuerza de deseo y acción

Algunos teóricos, a menudo de tradición humeana, niegan que estados distintos de los deseos
puedan motivarnos.15 Cuando tal punto de vista se combina con la idea de que los deseos vienen
en grados, puede conducir naturalmente a la tesis de que siempre seguimos nuestro deseo más
fuerte.2313 Esta teoría puede ser modificada de la manera en que siempre seguimos el curso de
acción con la mayor fuerza neta de motivación. Esto explica los casos en los que varios deseos más
débiles recomiendan el mismo curso de acción y juntos superan al deseo más fuerte.2413 Se han
planteado varios tipos de objeciones contra esta tesis. Algunos basan sus argumentos en la
suposición de que tenemos libre albedrío, lo que significa que depende del agente lo que
hacemos. Desde esta posición, es natural rechazar un punto de vista que permita que el
comportamiento esté determinado por los deseos y no por el agente.1325 Otros señalan
contraejemplos, como cuando el agente actúa por un sentido del deber a pesar de que tiene un
deseo mucho más fuerte de hacer otra cosa.26 Una línea de argumentación sostiene que hay una
diferencia importante entre la motivación basada en un deseo y una intención de actuar: una
intención implica algún tipo de compromiso o identificación con el curso de acción previsto.15
Esto ocurre por parte del agente y no está presente en los deseos regulares. Este enfoque puede
combinarse con la opinión de que los deseos contribuyen de alguna manera a la formación de
intenciones basadas en su fuerza.13 Se ha argumentado que esta distinción es importante para la
diferencia entre la agencia humana y el comportamiento animal. Según este punto de vista, los
animales siguen automáticamente su deseo más fuerte, mientras que los agentes humanos actúan
de acuerdo con su intención, que puede coincidir o no con su deseo más fuerte.15

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