Professional Documents
Culture Documents
Nicolas Guillen
Nicolas Guillen
Te queja todabía,
negro bembón; Hay que tene bolunta
sin pega y con harina,
negro bembón, Mira si tú me conose,
majagua de dri blanco, que ya no tengo que hablá;
negro bembón; cuando pongo un ojo así,
sapato de do tono, e que no hay na;
pero si lo pongo así,
negro bembón...
tampoco hay na.
Búcate plata,
búcate plata,
poqque no doy un paso má:
etoy a arró con galleta,
na má.
Yo bien sé cómo etá to, Songoro Cosongo
pero biejo, hay que comé:
búcate plata, Canto negro
búcate plata,
poqque me boy a corré. ¡Yambambó, yambambé!
Repica el congo solongo,
Depué dirán que soy mala, repica el negro bien negro;
y no me quedrán tratá, congo solongo del Songo
pero amó con hambre, biejo,
baila yambó sobre un pie.
¡qué ba!
Con tanto sapato nuebo,
¡qué ba! Mamatomba,
Con tanto reló, compadre, serembe cuserembá.
¡qué ba!
Con tanto lujo, mi negro, El negro canta y se ajuma,
¡qué ba! el negro se ajuma y canta,
el negro canta y se va.
Acuememe serembó,
Tú no sabe inglé aé
yambó,
aé.
Con tanto inglé que tú sabía,
Bito Manué,
Tamba, tamba, tamba, tamba,
con tanto inglé, no sabe ahora
desí ye. tamba del negro que tumba;
tumba del negro, caramba,
La mericana te buca caramba, que el negro tumba:
y tú le tiene que huí: ¡yamba, yambó, yambambé!
tu inglé era de etrái guan,
de etrái guan y guan tu tri.
Aquí hay blancos y negros y chinos y Me río de ti, noble de las Antillas,
mulatos. mono que andas saltando de mata en
Desde luego, se trata áe colores mata,
baratos, payaso que sudas por no meter la
pues a través de tratos y contratos pata,
se han corrido los tintes y no hay un y siempre la metes hasta las rodillas.
tono estable. Me río de ti, blanco de verdes venas
(El que piense otra cosa que avance —¡bien se te ven aunque ocultarlas
un paso y hable). procuras!—,
He aquí todo eso, y hay partidos me río de ti porque hablas de
pollticos, aristocracias puras,
y oradores que dicen: «En estos de ingenios florecientes y arcas
moméntos críticos...» llenas.
Hay bancos y banqueros, ¡Me río de ti, negro imitamicos,
legisladores y bolsistas, que abres los ojos ante el auto de los
abogados y periodistas, ricos,
médicos y porteros. y que te avergüenzas de mirarte el
¿Qué nos puede faltar? pellejo oscuro,
Y aun lo que nos faltare lo cuando tienes el puño tan duro!
mandaríamos buscar. Me río de todos: del policía y del
borracho,
del padre y de su muchacho,
del presidente y del bombero. ni cocaína.
Me río de todos; me río del mundo
entero. ¡Venga la guitarra vieja,
Del mundo entero, que se emociona
nueva otra vez al castigo
frente a cuatro peludos,
erguidos muy orondos detrás de sus con que la espera el amigo,
chillones escudos, que no la deja!
como cuatro salvajes al pie de un
cocotero. Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.