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Eéitorial Gustavo Gil, SL oasello 8-66,08029 Barcelona, Espana, Ta. (+34) 9322261 61 Valle de Brave |. 59080 Naucalpan, Meco. Tal (#82) 55 58 808011 REM KOOLHAAS ACERCA DE LA CIUDAD ‘TRADUCCIGN DE JORGE SAINZ GG Dia ero: Rateratanstaio indice Cowie frm dorepetusitn dttbcn comuneacs poten» ‘aratrmacsn de sot aba ele puede sealed con ariel 9. ‘ares sig eeapoen aren ay Ojon CEDAA Cervo Epa do 7 NOTADEL EDTTOR eros Reporte wmcatoor) 2 racesta fearon oases’ gin ‘tagnontodeeteotva, [tr m anpronincianicapesa iplctamenterepeco alec rr 17 2QUE FUE DEL URBANISMO? 21 GRANDEZA, O EL PROBLEMA DE LA TALLA Senreeree enact de esta ein: 69 ESPACIO BASURA "2 Edo Greta St, Srcinn 2018 i Pantin serie | 141 onIGew DE Los TexTOS Dept ga 8.1. 9202014 NOTA DEL EDITOR Este libro recoge cuatro textos de Rem Koolhaas cuya proocupacién central es la ciudad. Nos la primera vez que Koothaas esoribe sobre este. tema, pues ya en 1978 publicd su fundamental texto Delirio de Nueva York; un manifiesto retroactive sobre: lagran capital mundial como un depésito de hallazgos arquitecténicos, argumentos, estrategias conceptua- les otipos arquitectonicos listos para ser apropiados y aplicados en otra parte. Este proyecto seria retomado diez afios mas tarde en su estudio inconcluso The Contemporary City (La ciudad conternporéneal. En él Koolhaas enumera una serie de ciudades o condiciones urbanas —Attanta, Singapur, la periferia de Paris y Tokio— e intenta apli car al método de analisis de Delirio de Nueva York a * Yothaas. am Det New York Reroocte Santas for Mon ttn, Oxford University rasa, Nueva York, 1978 (ersién costelans: Dati ce Nuova Yor un maneste retroactive pore Manatan, Eto- ‘al Gustavo Gl, Barcelona, 2008), 2 Este actusoincolueo fue pubieadoparcaimente bjoettituiode “Toward te Contomporary City” [1088], on Nesbit, Kate el, Theor _inga Now agenda fo veteture: An Athoogy of Architecturol Theory 1685.18, Princeton Archstctural Pros, ua York, 1896, pags. 28 20) una ciudad quo, esta vez, carece de historia. Los restos de este trabajo inconcluso aparecieron en su otra gran obra escrita,S, M,L, XL,*donde dedicé sendos ensayos a Atlantat y Singapur® poco antes de abordar ta ciu- dad africana, ejemplificada en Lagos. A ella est de- dicado su ultimo monografico (ain por publicar) sobre una ciudad, un texto que formaria parte de la tercera ontroga del. Harvard Project on the City, un proyecto dediicado a investigar los efectos de la mocernizacion enlas urbes de todo el globo: es decir, a todo ese urba~ nismo que carece de teoria El propésita de este libra es recager estos textos intermedios que no se centran en ninguna ciudad en particular y que fueron apareciendo después y entre los estudios de ciudades concrotas. Escritos que re= sumen los andlisis y las ideas de Koolhaas que, abor- dados desde fusra de la disciplina, explican la muerte del urbanismo tal como se entendia hasta entonces. De la ciudad dispersa a la ‘ciudad genérica’ Koothaas. analiza aquel urbanisme sin urbanistas, sin arquitec- > Kalas, Rom y Mau Bruce, 8 (,XL,The Menscall Press, Nuous York, 1095. + Kolhaaa, Rom, tanta: Souraliom 1987-19947 en $M, L XL, 9p. ‘ot pign 229-860 rain catllana. "Manta unalcture en Berd, Jovy Prat Ramen oda, Alona, Acta Barecton, 1006 pgs 184-156). > Kesinans, Rem, “Singapore Serlines: Petat of a Potemkin Me Lvopois...Or Thirty Yoors of Tabula Rasen 5, M, LL. on ee, pes 1008-1080 (vrsonenstlina: Sends arias de Singapur Rewato ge une motepolspotembn..0 Wento ones de tobe aso, cAtrial Gos tail oreelona, 2010), tos, quo se extiende implacable mente y fuera de con- ‘tol por todo el globo y pone de manifiesto el reducido papel que le queda al arquitecto a ta hora de dar forma alla ciudad contomporanea. Dos de los textos que aqui se publican (“Qué fue det urbanismo?" y "Grandeza, 0 el problema de ta talla’) aparecieron én el libro de 1995 S, ML, XL:**La ciudad gondrica”” se publicé dos afos después en la revista italiana Domus; y, finalmente, “Espacio basura’® apa- reci6 en la revista October en 2007. A excencién del primero, “2Qué fue del urbanismo?’, los articulos se fueron publicando separadamente en castellano en nuestra coleccion de pequefios libros GGminima, una serie de ensayos de reflexion sobre la contemporanei- dad desde diferentes disciplinas. No obstante, desde la Editorial Gustavo Gili nos pareci6 que estos cuatro articulos guardaban cierta coherencia y podrian cons- tituir un pequena volumen que resumiera las ideas mas importantes sobre la ciudad de este gran pensa- dor y palemista contemporaneo. * Koons, Rem, "What Ever Happened to Urania?” [1904 on 1M, op 6, page. 950-971: y"Bignoss, «tho Problem of Largs: 60 SM 1 Stop eit, pag. 405-816 ar:én eastellara:Grondza, 00 pro- ‘bloma tt Eitri Gusto Gi Bareslona, 2071) * Kocthaas, Rom, "The Genari City’ Domus, nim. 701, Mig, narzo.de 1997 pgs 6-12 resin castellona La eluded gonsrey, Eatovil Gus tayo Gil Bareolona 7008, + Koxaas, Rem, “Amkepace’ etohe, nam. 100 (Obeeescence. A Sp ‘alissue),Cambridgo (Mass), unio de 2002 pgs, 175-190 (ein. tollna Espacio nour, trial Gustav li, @aretona, 2007). éQUE FUE DEL URBANISMO? 1994 El siglo wr ha sido una batalla perdida en el tema de la canta. ‘A pesar de su promesa inicial, do su frocuente valentia, el urbanismo ha sido incapaz de inventar y aplicar nada a la escala exigida por su apocaliptica demogyatia. En veinte arios, Lagos, fa capital de Nigeria, ha crecido des do los 2 hasta los 7, los 12 finalmonte los 15 millones de habitantes: Estambul fos ha duplicado, pasando de 6 a 12 millones. China se prepara para multiplicaciones adn mas asombrosas. Cémo explicar la paradoja de que el urbanismo,.coma profesién, haya desaparacido on el momento on qua por todas partes, y tras décadas de aceleracion constante, el proceso de urbanizacidn esté en vias de establecer un “trlunfo™ global y definitive de la condicién urbana? La promesa alquimica del mavimiento maderno (trans- formar la cantidad en calidad mediante la abstraccién y la repeticion) ha sido un fracaso, una patrafa: una ma ‘gla que no funcfon6, Sus ideas, su estética y sus estrate- las #0 han acabado. En conjunto, todos tos intentos de plantear un nuevo comienza no han hecho mas que des- acreditar la idea de ese nuevo comienzo. La verguenza colectiva mostrada tras este fiasco ha dejado.un enorme rater en nuostro entendimiento de la modernidad y la modernizacian, Loquehace que esta experiencia resulte desconcertante y (ara los arquitectos) deshonrosa es la desafiante per- sistencia y el aparente vigor de la ciudad, pose al fracaso colectiva de tedos los organismos que actdan o tratan do influir en ella: en lo creativo, lo logistico oto politic. Los profesionates de Ia ciudad son como jugadores de ajedrez que pierden frente a los ordenadores, Un por- verso piloto automatico burla constantermente tados tos intentos de capturar la ciudad, agota todas las ambicio- nes de lograr su definicién, ridiculiza las aseveraciones: mas apasionadas sobre su fracaso presente y su impo sibilidad futura, la impulea implacablemente en su hul- da hacia adelante, Todo desastre pronosticado queda en cierto modo amortiguado bajo el manto infinite de to urbano. Incluso cuando la apoteasis de la urbanizacién salta a la vista y resulta matomsticamente inovitablo, una ca~ dena de acciones y posturas escapistas de retirada pos- pone la horel de la verdad para las dos profesiones an- teriormente mas implicadas en la creacién de ciudades: la arquitectura y ol urbanismo. La omniprosente urbani- zacién ha modificado la propia condicién urbana hasta Uiejarla irreconocible. “Lat ciudad ya no existe. A medida que el concepto de ciudad se distorsiona y se extiende hasta limites sin procedentes, tado acto de insistonciaon su condicidn primordial —on cuanto a imagenes, reglas 0 realizaciin— lleva irremediablemente, por via de la nos- talgia, ala rrelevancia, Para los urbanistas, el descubrimionto tardio de las virtudes de la ciudad clasica an ol momento de su im- posibilidad dofinitiva puede que haya sido un punto de 'no retorno, un momento fatal de desconexion, de desca~ lificacion, Ahora son especialistas del dolor fantasia: doctores que debaten las complejidades médicas de un rmiembro amputado. La Wansicion desde una posicion anterior de poder hasta un puesto restringide de relativa humildad 0 di- ficil de realizar. La insatisfaccién con la ciudad contem- pordnea no ha llevado al desarrollo de una alternativa trefble; por ot contrario, no ha hecho sino inspirar vias refinadas de expresar la insatisfaccidn. Una profesién persiste en sus fantasias, su ideologia, sus protonsio- res, sus lusiones de implicaci6n y control, y por tantoes incapaz de concebir nuevas modostias, intervenciones parciales, realineaciones estratégicas, postures com- prometidas que podrian influr,reorientar, tener 6xito en términos restringjidos, reagrupar @ incluso ompozar des- de coro; poro que nunca recuperaran al control. Debido a que la generacion de Mayo del 68 —la mayor generacién que ha habido, atrapada en el “narcisismo colectivo de tuna burbuja demografica’— finalmente tiene ahora ol poder, resulta tentador pensar que es la responsable det fallecimiento del urbanismo —esa situacién en la que las ciudades ya no se pueden hacer— paradojicamente porque fue esa generacién la que redescubriéy reinvan- 16 lo ciudad. ‘Sous (ee paves, (a plage! (bajo los adoquines, ila pla~ ya!’ inicialmente, et Maya del 6 lanz6 la idea de un nue ‘yo comienzo para ta ciudad, Dosde entoncos, nos hemos visto envuoltos en dos operaciones paralelas: dacumen- tar nuestro respeto revorencial por la ciudad existente, desarrollando para alla filosofias, proyectos y prototipos: para una ciudad conservada y reconstituida; yal mismo tiempo, rerse del campo profesional dol urbanismohasta 6 hacerlo desaparecer, desmanteléndolo con nuestro dea- precio hacia quienes planificaban (y cometian grandes ‘rrores haciéndolo) aoropuertas, nuevas ciudades, cluda des satelite, autopistas, edificios en altura, infraestruc- turas y todas las demas socuolas de la medernizacion, ‘Tras sabotear el urbanismo, to hemos ridiculizado hasta fl punto de que se han carrada departamentos universi- tarios enteros, algunos estudios han caida en bancarrota ¥-ciertos organismos burocraticos han sido eliminados 0 privatizados. Nuestra "sofisticacion’ oculta importantes sintomas de una cabardia centrada on la simple cuection de tomar dacisiones, tal vez Ia accion mae decisiva on la ‘ereacién de la ciudad. Somas al mismo tiempo dagmati- cosy evasivos. Nuestra sabiduria amalgamada se puede caricaturizar facilmente: segan Jacques Derrida, no po- demos sor Todo, segdn Jean Baudrillard, no podemos ser Reales; segin Paul Virilio, no podemos estar Ahi “Exiliados en el mundo virtual’: argumento para una pelicula do terror. Nuostra rolacién actual con ta “crisis” de la ciudad es profundamente ambigua: sogulmos cul- pando @ otros de una situacion de la que san rospon- sablos tanto questro incurable utopisma como nuestro dosprecio. Mediante nusstra rlaci6n hipocritica con el poder —despactiva pera codiciosa— hemos desmante~ lado tod una disciplina, nos hemos apartado de su fun- ionamiento operativo, y hemos condenado a poblacio- nos enteras a la imposibilidad de codifcarcivlizaciones en su territorio: el toma dal urbanismo. ‘Ahora nos ha quedado un mundo sin urbanismo, solo arquitactura, cada vez més arquitectura. El ingento do la arquitoctura os su soduccién; define, excluye, limita, se- para del “resto”; pero tambien consume. La arquitectura 6 oxplota y agota las posibilidades que en Gltima instancia sola pusden sor generadas por el urbanismo, y que solo la imaginacién especifica del urbanismo puede inventar y renovar. La muerte del urbanismo —nuestfo refugio en la seguridad parasita de la arquitectura— crea un desas- tre inmanente:cada ver més sustancia se injerta en unas raices famélicas. En nuestros momentos més permisivos, nos hemos rendido @ la esiética del ca0s, de “nuestro” ca0s. Pero en ol sontido tecnico, el caos es lo que ocurre cuando no cocurre nada: no es algo que pueda urdirse o adoptarse, {88 algo que se infltra; no puede fabricarse. La tnica rela ci6n legitima que los arquitectos pueden mantener con el ‘tema del caos es ocupar el lugar apropiado en el ejército de quienes se dedican a resistirse a él,y fracasan, Si ha de haber un "nueva urbanismo’, no estar basa- do en las fantasias gemolas del orden y la omnipotencia, ‘sino que sera la puesta en escena de la incertidumbre; ya no se ocupard de la disposici6n de objetos mas 0 menos permanentes, sino de lairrigacién de territorios con posi- bilidades; ya no pretenderd lograr unas configuraciones stables, sino crear campos habilitantes que alberguen provesos que se resistan a eristalizar en una forma defi- ritiva; ya no tendré que ver con la definicién meticulosa, ‘con Ie imposicién de limites, sino con nociones expansi ‘vas que nieguen las fronteras, no con separar e identifi car entidades, sino con descubrir hibrides innombrables; yan estara obsesionade con la ciudad, sino con la mani- pulacion de la infraestructura para lograr intermninables Intensificacionos y diversificaciones, atajos y vedistribu- ciones:la reinvencion del espacio psicologico. Puesto que lo urbano es ahora omnipresente, el urbanisimo nunca mas tendra que ver con lo "nuevo" sino solo con ol “mas” ylo “modificado";no tendra que ver con lo civilizado, sino ‘con el subdesarrollo urbanistico. Pueste que esta fuera de control, to urbano esta a punto de convertirse en un vector fundamental de la imaginacién. Una vez redofini- do, el urbanismo no sera Gnicamente fo principalmente) luna profesién, sino una manera de penser, una ideclogia: aceptar lo que oxiste. Estabamos haciendo castillosen la arena. Ahora nadamos en el mar que los arras6, Para sobrevivir el urbanismo tendra que imaginar una aueva novedad, Liberado de sus obligaciones atavicas, el urbanismo, redefinido como un rmodo de actuar en lo inevitable, atacara ala arquitectura, invadira sus trinche~ a6, la expulsara de sus bastiones, minara sus cortezas, hard estallar sus limites, ridiculizard sus preccupacionos sobre la materia y el fundamento, destruira sus tradicio- nes y dejara on evidencia a quiones la practican, El fracaso aparente de lo urbano ofrece una oportuni- dad excepcionel, un pretexto para una frivolidad a la ma- nora do Friedrich Nietzsche. Tenemos que imaginar mil y tun otros conceptos de ciudad, tenemos que correr riesgos descabellados, tenemos que atrevernos a ser completa- mente acriticos, tenemos que tragar a fondo y conceder pordén a diestro y sinjestro. La certeza del fracaso ha de sor nuestro oxigeno/gas de la risa; la modernizacién, nuestra droga mas potente, Pussto que no somos respon- ables, hemos de volvernos irresponsables. En un paisaje {de oportunismo y ransitoriedad, el urbanismo ya no os ni tiene que sor la mas solomne de nuestras decisiones; ol urbanismo puede relajarse, convertirse en una gaya cien- cia: Urbanismo Descafeinade, 4Qu6 tal si declaramos sencillamente que no hay crisis; ‘95 decir, si redefinimos nuestra reiacion con la ciudad no como sus creadares, sino como gus simples sujetos, ‘como sus partidarios? Mas que nunca, la ciudad os todo fo que tenemos. GRANDEZA, 0 EL PROBLEMA DE LA TALLA 1994 A partir de cierta escala, la arquitectura adquiere tas propiedades de la Grandeza. La mejor razon paraatran~ tarla Grandoza es la que dan los oscaladores del monte Everest:"porque esté ahi’: La grandeza es la ctspide de laarquitectura, Pareoe increible que el tamario de un edificio por si solo ancarne un programa ideolégico, con indepen- dencia de la voluntad de sus arquitectos. De todas las categorias posibles, la Grandeza no pa- rece merecer un manifiesto; desacreditada como pro- blema intelectual, se encuentra oparentemente en vias de extincion —como los dinosaurios— debido a la torpeza, la lentitud, la inflexibilidad y la dificultad. Sin ‘embargo, en realidad solo la Grandoza pone on marcha ‘ese régimen de complejidad que moviliza toda la inteli- gencia de la arquitectura y sus campos afines. Hace cien afos, una generacion de adetantos con- ceptuales y tecnologias de apoyo desencadenaron un big bang arquitectonico. Al hacer aleatoria la circu- lacién, al cortocircuitar las distancias, al hacer arti- ficiales los interiores, al reducir fa masa, ampliar las dimensiones y acelerar la construccién, el ascensor, la electricidad, el aire acondicionado, el acero y, por ‘ltimo, las nuevas infraestructuras formaron un eon 2 junto de mutaciones que provoc6 una arquitectura de otra especie, El efecto combinado de estos inventos propicié unas construcciones més altas y mas profun- das —mas Grandes— de lo que nunca antes se habia concebido, con su correspondiente potencial para ta reorganizacion det mundo social: una programacion ‘enormements mas rica, Teoremas Alimentada inicialmente por la energia irroflexiva de lo uramente cuantitativo, la Grandeza ha sido, durante casi un siglo, una categoria casi sin pensadores, una revolucién sin programa. Delirio de Nueva York insinuaba una “Teoria de la Grandeza” basada en cinco teoremas, 1. A partir do cierta masa erftica, un edificio pasa a ser un Edificio Grande. Dicha masa ya no puede ser controlada por un tinico gesto arquitect6nico, ni si- quiera por alguna combinacién de gostos arquitec- ‘t6nicos. Esta imposibilidad provoca la autonomia de sus partes, pero esto no es lo mismo que la fragmenta- cién:las partes siguen estando comprometidas con el todo. 2, EL ascensot —con su potencial para ostablecer co- nexiones mecénicas, mas que arquitectonicas— y 8u familia de inventos atines invalidan ol reperto- rio clasico de la arquitectura. Las cuestiones de la composicién, la escala, la proporcién y el dotalle: son ahora discutiblos. Fl"arto"dela arquitectura es: inatilen la Grandeza, . En la Grandeza, la distancia entre el niicleo y la en- volvanto aumenta hasta el punto de que la fachada ya no puede revelar lo que ocurre dentro. Esa ex- pectativa humanista de la “honradez” esta conde- nada al fracaso: la arquitectura interior y la exterior pasan a ser proyectas separados; una atiende a la inestabilidad de las necesidades programaticas iconograficas, y la otra —un agente de desinforma- cion—ofreco a la ciudad la aparente estabilidad de un abjeto. Donde la arquitectura desvela, la Grandeza des- concierta; la Grandeza transforma la ciudad, que do formar una suma de certezas pasa a ser una acu- mulacién de risterias, Lo que se ve ya no es lo que se tiene, Gracias al tamatio por si solo, es0s edificios entran ‘en un émbito amoral, mas allé del bien y del mat. Su impacto es independiente de su calidad. . Conjuntamente, todas estas rupturas —con ta es- cala, con la composicién arquitacténica, con la tra~ dicién, con la transpareneia y con la ética— conlle- van la ruptura final y mas radical: la Grandeza ya no forma parte de ningtin tejido urbano. La Grandoza existe; como mucho, coexiste, Su sub- texto es que se joda el contexto. Modernizacién En 1978, la Grandeza parecia un fenémeno dey para el (los) Nuevos) Mundo(s). Pero en la segunda mitad de la década de 1980 se multiplicaron los signos de una nueva oleada de modernizacion que sepultaria —do tun modo mas 0 menos carnuflado— el Viejo Mundo y provocaria episodios de un nuovo comienze incluso en eloontinente “acabado', Con el trastondo de Europa, el impacto de la Gran- deza nos obligé a dejar explicito en nuestro trabajo (a que estaba implicito en Delirio de Nueva York. La Grandeza se convirtio en una doble polémica que enfrentaba los anteriores intentos de aplicar la inte- gracion y la concentracién, y las doctrinas coetaneas: que cuestionaban la posibilidad de que el Todo y lo Real fuesen categorias viables, y que se resignaban a la desmembracién y la disolucién, supuestamente in- evitables, de la arquitectura, Los europeos habian superado la amenaza de la Grandeza al teorizar sobre ella mas alld de su punto de aplicacién. Su contribucién ha sido el ‘rogalo" de la megaestructura, una especie de soporte técnico que lo abarca todo, que lo permite todo y que, en altima instancia, cusstioné el estatus del odificio singular: una Grandeza muy segura, cuyas verdaderas implica~ ciones excluyen su aplicacion. El urbanismo espacial % (1958) de Yona Friedman era emblematico: la Grande- 2a flota sobre Paris como una manta metalica de nu- bes que promete una potencial renovacion, ilimitada pero desenfocada, de "todo", pero que nunca toca tie- Fra, nunea se encara, nunca reivindica su lugar legiti- mo;es la critica como dacoracién. En 1972, ol Beaubourg —un loft platénico— habia propuesto espacios donde “cualquier cosa’ era posi- blo. La flexibilidad resultante quedo desenmascarada ‘coma la imposicién de un promodia teérico a expensas tanto del caracter como de la precisién:entidad al pre- cia de identidad, De un modo perverso, su puro carac- ‘ter demostrative exclula esa neutralidad genuina que se habia hecho realidad sin esfuerzo en las rascacie- los norteamericanos, Tan marcada quods la generacidn de Mayo del 68, mi generacion —sumamente inteligente, bien informada, Correctamente traumatizada por cataclismos esco- 4idos, franca en los prestamos tomados de otras dis- ciplinas—~, debido al fracaso de este y otros modelos. similares de densidad e integracién —por su insensi~ bilidad sistematica a lo particular—, que propuso dos importantes lineas de defonsa: el desmantelamiento yla desaparicion. Enel primer caso, el mundo se descompone en frac~ tales de singularidad incompatibles, cada uno de los cuales es un protoxto para una desintegracién adi- ional det todo: un paroxismo de fragmentacién que conviarte lo particular en un sistema. Detrés de esta ractura del programa conforme a las particulas fun- clonales més pequefias asoma la venganza perversa~ mente incansciente de esa vieja doctrina do "la forma sigue a la funcién’, que impulsa implacablemente el contenido del proyecto —tras juegos pirotécnicos de sofisticacién intelectual y formal— hacia el anticlimax del diagrama, doblemente decepcionante puasto que Su estética sugiere la rica orquastacion del caos. En este paisaje de desmembramiento y desorden fingido, ‘cada actividad se pone en su (ugar, Las hibridaciones/proximidades/fricciones/eoinciden- clas/euperposiciones programéticas que son posibles en la Grandeza ~en realitiad, todo el aparato del mon- toje inventado a comienzos del siglo x para organizar lap relaciones entre partes independiontes— estan slendo desmontadas por un sector de la vanguardia ao- tual en composiciones de una pedanteria y Una rigidez que casi dan risa tras su aparente desenfreno, La segunda estrategia, la desaparicién, trasciende la cuestidn de la Grandeza ~de la enorme presencia— gracias a un compromiso ampliado con la simulacion, lavirtualidad y la inexistencia, Un mosaico de argumentas rescatados desde la dé- cada de 1960 de sociélogos estadounidenses, logos, filosofos, intelectuales francoses, ciber etc., indica que la arquitectura serd el primer" que se desvanece en of aire" gracias al efecto combi- nado de las tendencias demograficas, la electrénica, los medios de comunicaci6n, la velocidad, laeconomia, loco, la muerte de Dios, et libro, el teléfano, el fax, la prosperidad, ta democracia, ol final de la Big Story... Adelantandose a la desaparicién real de la arquitectu- ra, esta vanguardia esta experimentando con una vir~ tualidad real o simulada, reivindicando, en nombre de ls modestia, su antigua omnipotencia en el mundo de la realidad virtual (gdonde el fascismo puede ejercerse ‘con impunidad”), Maximo Paradéjicamento, el Toda y lo Real dejaron de existir como posibles iniciativas para el arquitecto justo en el momento en el que el final ya cercano del segundo rmilenio presencio una desbandada general hacia la re- organizacian, la consolidacidn y ta expansi6n: un cla- mor en favor dela megaescala. Comprometidaen otras cosas, toda una profesi6n fue incapaz, finalmente, de aprovechar los espectaculares acontecimientos.so- ciales y econdmicos que —si se hubiesen afrontado— podrian haber restaurado eu crecibilidad La ausencia de una tooria de ta Grandeza —,qué es lo maximo que puede hacer la arquitectura?— es la debilidad mas extenuante de la arquitectura, Sin una teoria de la Grandeza, los arquitectos estan en la po- sicidn de los creadores de Frankenstein: instigadores de un experimento con un éxito parcial, cuyos resulta- dos estan haciendo estragos.y por tanto, han quedado dosacraditados. Debido a que no hay una teoria de ls Grandeza, no sabemos qué hacer con ella, no sabemos dénde po- nerla, no sabemos cudndo usarla, no sabemas cémo planearla. Los grandes errores son nuestra tinica ¢o- nnexién con la Grandeza, Pero a pesar de tener un nombre tan simple, la Gran- deza es un ambito te6rioo en este fin de siglo: en un paisajo de desorganizacién, desmembracion, disocia- cion y descargo, la atraccion de ta Grandeza radica en supotencial de reconstruir el Iodo,resucitar lo Real,re- inventar lo colectivo yreclamar la maxima factibilidad. Solo mediante la Grandeza puede la arquitectura di- sociarse de los movimientos artisticos/ideologicos ya agotados de la arquitectura moderna y del formalisma para recuperar su instrumentalidad coma vehicuto de modernizacion. La Grandeza reconoce que, tal como la conocemos, la arquitectura se encuentra en dificultades, pero que eso no se compensa mediante regurgitaciones de mas arquitectura: lo que propone es una nueva economia en laque ya no “todo es arquitectura’, sino en la que se recupera una posicién estratégica mediante la rotira- dayylaconcentracion, y se cede el resto de un terztorio disputado a las fuerzas enemigas. Comienzo La Grandeza destruye, pero también es un nuevo co- mienzo;y puede reensamblar lo que compe. Una paradoja de la Grandeza es que, pese al célculo que entra en su planificacion —en realidad, a través de sus propias rigideces— es la Gnica arquitectura que $e las ingenia para afrontar lo imprevisible, En lu- gar de forzar la coexistencia, la Grandeze depende de regimenes de libertades:es la agrupacion de las maxi- mas diferencias. ‘an solo la Grandeza puede sustentar una prolifera- cién promiscua de acontecimientos en un tinico can- tenedor. Loque desarrolla son estratogias para organizar tan- to su independencia como su interdependencia dentro de una entidad mayor, en una simbiosis que exacerba su especificidad, mas que comprometerta. Mediante la contaminacién, mas que la pureza, y mediante la cantidad, més que la calidad, tan sola la Grandeza puede soportar relaciones genuinamente nuevas entre entidades funcionales que se expanden, fen vez de limitar sus identidades. La artifcialidad y comiplejidad de la Grandoza libera la funcién de su ar- madura defensiva para permitir una especie de licue- faccién{os elementos programaticos reaccionan unos ‘con otros para crear nuevos acontecimientes: a Gran- ddeza vuelve @ un modelo de alquimia programatca ‘A primera vista, las actividades acumuladas en ta estructura de la Grandeza exigen interactuar, pero la Grandeza también las mantione separadas. Al igual ue las barras de plutonio que, en funcion de cuanto estén sumergidas, se desactivan 0 provocan una reac- cién nuclear, la Grandeza regula las intensidados do la coexistencia programatica Aunque la Grandeza es un esbo20 de la intensidad perpetua, también ofrece diversos grados de sereni- dad o incluso de insipidez. Resulta sencillamente im- posible infundir intencionalidad en toda su masa. Su vastedad agota esa necesidad compulsiva que tiene la arquitectura de decidir y determiner, Las zonas que darén excluidas, libres de arquitectura Equipo La Grandeza es donde la arquitectura llega a ser ar~ quitect6nica en sus grados maximoy minima: maximo, por la enarmidad del objeto; minimo, debido a la pér- dida de autonomia; se vuelve un instrumento de otras fuerzas, depende. La Grandeza es impersonal: el arquitecto ya no esta condenado al estrellato, Incluso cuando la Grandeza entra en la estratosfera de la ambicién arquitect6nica —el puro escalofrio de la megalomania—, puede alcanzarse tan solo a costa de renunciar al control, a costa de la transformacion, La Grandeza imptica la existencia de una red de cordo- nes umbilicales con otras disciplinas cuya actuaci6n 95 tan critica como la del arquitecto: como escalaco~ res de montafias unidos por cuerdas salvavidas, tos creadores de Grandeza son un equipe (una palabra no ‘mencionada on los altimas cuarenta anos de polémica arquitecténica) Mas alla de la marca, la Grandeza significa rendirse a las tecnologias;a los ingeniaros, contratistas y fabri- cantes;. los politicos; ya atros. La Grandeza promete a la arquitectura una especie de estatus posheroico: tuna reatineacién con la neutralidad. Bastion Sila Grandeza transforma la arquitectura, su acumu- lacidn genera una nueva clase de ciudad. Fl exterior de la ciudad ya no es un escenario colective donde pasa “algo: ya no queda ese “algo” colectvo. La calle se ha convvertido en un residuo, en undispositiva organizativo, unmero segmento deese plano continuo metropolitano donde los restos del pasado se enfrentan a fos equipa~ imientos de lo nuevo en un incémodo callejon sin sali- da, La Grandeza puede existir en cyalquier parte de ese plano. No es solo que la Grandeza sea incapaz de esta- blecerrelaciones con la ciudad clasica —como mucho, coexistecon ella—, sino que, por la cantidad y comple dad de los servicios que ofrece, es en si misma urbana, La Grandeza yarno necesita ta ciudad: compite con ta ciudad; representa la ciudad; se adelanta a la ciudad: 0 mejor aun, es la ciudad, Si el urbanismo genora un potencial y a arquitectura fo explota, le Grandeza ret- ne la generosidad del urbanismo frente a la mezquin- dad de la arquitectura Grandeza = urbanismo frente a arquitectura Debio su propia independencia del contexto, fa GGrandeza es a Gnica arquitectura que puede sobrevvir, ¢ incluso explotar, la situacién ahora elobal de la tabla rasa: no eneventra su ingpiracién en unos dates que dernasiado @ menudo se exprimen hasta sacaries la tiltima gota de significado: ravita de un modo oportu- nist hacia lugares que prometon las maximas nfracs~ tructuras;constituye, por dltino, su propia razén de ser Apesar de su tamario, a Grandeza es modesta, No toda la arquitectura, no todo et programa y no to- dos los acontecimientos seran engullidos por la Gran- deza. Hay muchas “necesidades" demasiado impreci- as, demasiado endebles, demasiado poco dignas de respeto, demasiado desafiantes, demasiado socrotas, demasiado subversivas, demasiado “nada” para for mar parte de las constelaciones de le Grandeza. La Grandeza os ol filtimo bastion de la arquitectura: una contraccién, una hiperarquitectura, Los contenedores de la Grandeza seran hitos en un paisaje posarquitec~ ‘énico, un mundo en el que la arquitectura se ha ras~ ado, igual que la pintura se ha raspado en los cuadros de Gerhard Richter: un mundo inflexible, inmutable, definitivo, allf para siempre, generado mediante un es~ fuorzo sobrehumand. La Grandeza entrega su campo de accion a la posar- quitectura. LA CIUDAD GENERICA 1997 1.1 .Son las ciudades contemporéneas como los aeropuertos contemporaneos:; es decir, to- das iguales"? Zs posible teorizar esta convergencia? Yes es asi, ga qué configuracién defintva aspiran? La convergencia es posible solo a costa de despojarse de la identidad. Esto suole verse como una pérdida. Pero a la escala que 90 produce, debe significar algo. ,Cus- ies son las desventajas de la identidad:y, als inversa, ‘cudles son las ventajas de la vacuidad? nas casuchas aleatorias dl blanqueada plano eucti- dino se salvan,restiuidas a un esplendor que nunca "ego de palaras: to poy tip sarvice significa ago asi como hablar oboqul (Not * Rospoctivamente Ideas posters; Orla Derasin tard, Cale 42a goa’ 'Subteranea da) ‘tuvieron,,.9.3 Peso a su ausencia, ta historia es la prin- cipal preocupacién, incluso la principal industria, deta Ciudad Genérica. En los terrenos liberados, alrededor de las casuchas restauradas, se construyen mas hote- les para acoger a turistas adicionales en proporcion directa a la eliminacién del pasado. Su desaparicién ro tiene influencia alguna en sus cifras, 0 tal vez se trata solo de una avalancha de tiltima hora, El turismo es ahora independiente del destino... 94 En vez de re- cuerdos especifices, las asociaciones de ideas que rmoviliza la Ciudad Genérica son recuerdos generales, recuerdos de recuerdos: si no todos los recuerdos al mismo tiempo, si al menos un recuerdo abstracto y simbélico, un dejd-vu que nunca acaba, un recuerdo Ronérica. 9.5 Pese a su modesta presencia fisica (Lip~ service nunca tiene mas de tres plantas de altura: ghomenaje a Jane Jacobs 0 venganza de esta), con- (densa todo el pasado en un Ginico conjunto. La historia retorna aqui no como un rastro, sino como un servicio: metcaderes disfrazados (con cémicos sombreros, es- ‘t6rnagos al aire y velas) activan voluntariamente esas condiciones (esclavitud, tirania, enfermedad, pobreza ‘ocolonialismo) para abolir aquellas por las que su pais se lan26 en su momento la guerra, Como un virus quo sé multiplica por toda el mundo, lo colonial parece la nica fuente inagotable de lo auténtico. 9.6 42nd Street: aunque aparentemente son los lugares donde se conserva el pasado, en realidad son los lugares donde el pasado mas ha cambiado, es el mas tejano —como si lo viésemos con el telescopio al revés— © incluso se ha eliminado completamente. 8.7 Solo el recuerdo de los excesos anteriores es lo suficiente- mente fuerte come para aducir lo anodino. Como sitra~ tasen de reconfortarse al calor de un volcan extingui- do,los sitios mas populares (conturistas, yen ta Ciudad Genérica eso incluye a todo el mundo} son los que una vez.estuvieron mas intensamente asociados al sexoya ta mala conducta, (os inocentes invaden las antiguas usridas de proxenetas, prostitutas, chaperos, traves- tidos y, en menor grado, artistas. Peradéjicamente, en el mismo momento en que la autopista de la informa cién esté a punto de llevar fa pornografia en toneladas ‘a sus cuartos de estar, es como sila experiencia decca- minar sobre esas ascuas recalentadas de transgresion yy pecado les hiciese sentirse especiales y vivos. Fn una @poca que no genera una nueva aura, el valor del aura establocida so dispara. ¢Es caminar sobre esas ceni zas lo més cerca que ce hallerdn de la culpa? cel exis- tencialismo diluido a la intensidad de una botella de Perrier? 9.8 Cada Ciudad Genética tiene una orilla, nanecosariamente con agua —también puede ser con tun desierto, por ejemplo—, pero al menos un borde donde se encuentra con otra situaci6a, como si una posicién ceroana a la escapatoria fuese la mojor ga~ ‘antia para su disfrute. En ese borde los turistes se congregan a montones alrededor de un pufiado de tenderetes. Multitud de vendedores ambulantes in- tentan venderles los aspectos “unico” de la ciudad, Liss partes Unicas de todas las Ciudades Genéricas juntas han creado un recuordo universal, un cruce cientifico entre a torre Eiffel, el Sacré-Caoury laesta- tua de a Libertad: un edificio alto (habitualmente en- tre 200 300 metros) sumergido en una pequera bola dle agua con nieve 0, siestamos corca del ecuador, es ccamas de oro; diarios con tapas de cuero picadas de viruela; sandelias hippies, aunque los verdaderos hip pies’ son repatriados rapidamonte. Los turistas los acarician —nadie ha presenciado nunca una venta— yy luego se sien-tan en exdticos comedores que bor= dean la orila, Alli prueban toda la gama de platos del dia: picantes, que on principio y en ultima instancia pueden ser [a indicacion mas fiable de estar on otro sitio; hamburguesos, de ternera sintética;erudos, una costumbre atavica que sera muy popular en el tercer milenio. 9,9 Las gambas son el aperitivo Fundamental. Gracias a la simplificacién de la cadena alimentaria, ben como los bollos ingleses, es decir, a nada, EXEVIETEY'0.1 Los oficinas todavia siguen ahi, en jades cada vez mayores, de hecho. La gente dice que ya no son necesarias. En un plazo entre cinco y diez afios trabajaremos en casa, Paro nocositaremos casas mas grandes, lo bastante grandes como para userlas para rouniones. Las oficinas tendrén que ser convertidas en casas. 10.2 La dinice actividad es ir da compras... Pera gpor qué no considerar que ir de com= prar es algo temporal, provisional” Espera mejores tiompos. Es fallo nuestro: nunca pensamos en algo mejor que hacer. Los mismos espacios inundadas con ‘otros programas (bibliotecas, banos, universidades) serian estupendos;quedariamos sobrecogidos por su val grandiosidad, 10.3 Los hotoles se estan convirtiendo en ol alojamionta genérico de la Ciudad Genérica, en su pieza edificatoria mas comin. Antes solian serlo las oficinas, que al menos implicaban un ir y veni y suponian la presencia de otros alojamientos im Portantes en otros sitios. Los hatetes son ahora con- tenedores que, en la expansi6n y la universalidad de us servicios, hacen que casi todos los demas edifi- cios resulten redundantes. Incluso actuando también como centros comerciales, son lo mas parecide que tenemos a la existencia urbana al estilo del siglo 10.4 El hotel implica ahora un encarcelamiento, un vo- Uuntario arresto domiciliario;ne queda otro lugar don- de ir que pueda competir con él; legamos y nos que- ‘damos. En conjunto, deseriben una ciudad de diez millones de habitantes, todos encerrados en sus habi taciones, una especie de animacién a la inversa: la densidad en implosion, 114 Corre :m0s los ojos e imaginomos una explosion de beis, En su epicontro chapotea el color de los pliegues vag nales (sin excitar), el berenjena metalico mate, eltaba- cocaqui, el calabaza gris&ceo; todos los coches se aproximan a la blancura nupcial... 11.2 Hay edificios interesantes y aburridos en la Ciudad Genérica, como en todas las ciudades, En ambos casos su ascenden- cia se remonta a Migs van der Rohe: la primera catego- ria, a la torre irregular de la Friedrichstrasse (1921); la segunda, a las cajas que concibié no mucho después. Esta secuencia es importante: obviamente, tras una experimentacién inicial, Mies dispuso su mente de luna vez por todas en contra de to interesante y a favor de lo aburrido. Como mucho, sus odificios postoriores captan el espiritu de su trabajo anterior —zsublima~ do, reprimido?— camo una ausencia mas 0 menos apreciable, pero nunca volvi6 a proponer proyectos “interesantes’ camo posibles edificios. La Ciudad Ge- nérica demuestra que estaba equivocado: sus arqui~ teotos mas audaces han aceptado el desafio que Mies rechaz6, hasta el punto de que ahora es dificil encon- trar una caja. Irnicamente, este homenaje exuberan- ‘teal Mies interesante muestra quo “el” Mies estaba en unerror, 113 La arquitectura de la Ciudad Genérica es, por definicién, bella. Construida a una velocidad in- creible y concebida a un ritmo mas increible aun, hay una media de 27 versiones matogradas por cada edifi- clo realizado, pero este no es el término adecuado. Los proyectos <¢ preparan en esos 10.000 estudios de arquitectura de los que nadie ha oido hablar nunca, todos vibrantes de una inspiracién innovadora. Su- puestamente nas modestos que sus colegas bien co- ocidos, estos estudios estén ligados por una con~ ciencia colectiva de que algo va mal en la arquitectura y.que solo puede rectificarse mediante sus esfuerzos, El poder de las cifras les olorga una espléndida y lus- trosa arrogancia. Son los finicos que proyectan sin va~ cillacién. De mily una fuentes, con una precisién salva- jp, rednen mas riquezas de as que pudo tener ningan enio. Como media, su educaci6n ha costado 30.000 dolares, sin contar ios viajes y al alojamiento. Et 23 % han sido blanqueados en las universidades norteame- ricanas de la Ivy League, donde han estado en contac- to —hay que reconocer que durante periodos muy cor- tos— con la élite bien pagada de la otra profesion, la “oficial: De ello se deduce que una inversion combina- da total de 300.000 millones de dotares en formacion arquitect6nica (30,000 délares {coste medial x 100 {ndmeromedio de trabajadores por estudio} x 100.000 [numero de estudios en todo el mundol} esta trabajan- do y produciendo Ciudades Genéricas on todo mo- mento. 11.4 Los edificias que son complejos de forma dependen de la industria del muro cortina, de los ad- hesivos cada vez mas eficaces y de los selladores que convierten cada edificio en una mezcla de camisa de fuerza y tienda de oxigeno. El uso de la silicona —"es- tamos estirando la fachada tanto como sea posible"— ha igualado todas las fachadas, ha pegado el vidrio ala piedra, al acere y at hormigén con una impureza propia de la era espacial. Estas Uniones dan la impresién de Gierto rigor intelectual gracias ala generosa aplicacion de un compuesto espermatico transparente que man- tiene todo unido por cuestiones de intencién, mas que de disefio: un triunfo del pegamento sobre la integri- dad de los materiales. Como tado lo demas en la Ciu- dad Genérica, su arquitectura es lo resistente vuelto maleable, una epidemia de to flexible causada no por la aplicacion de los principios, sino por la apticacion sistemdtica de lo que no los tiene. 1148 Dado que la Ciudad Genérica es principalmente asiatica, su arqui- tectura generalmente tiene aire acondicionad: y ahi 8 donde ol rociente cambio de paradigma —que la 1 ciudad ya no representa el maximo desarrollo, sina un subdesarrollo on el limite— se torna agudo: los medios brutales con los que se logra el acondiciona~ mionto universal imitan dentro de los edificios las condiciones climaticas que antes “sucedian" fuera: tormentas repentinas, minitornados, rachas gétidas ena cafeteria, olas de calor, ¢ incluso neblina; un pro- vincianismo de lo mecénico, abandonado por la mate~ ria gris en busca de lo olectrOnico. ;|ncompetencia 0 imaginacion? 11.6 La Ironia es que de este modo la Ciudad Genérica aleanza su punto més subversivo, mas ideolégicn; eleva la mediocridad a un nivel mas: alto;es como el Merzbou de Kurt Schwitters a la esca~ {a do la ciudad: la Ciudad Genérica es una Merzstadt. 11.7 El Angulo de las fachadas es el Unico indicador fiable de la genialidad arquitecténica: 3 puntos por in~ clinarse hacia atrés, 12 puntos por inclinarse hacia dolante, penalizacion de 2 puntos por los retranqueos (demasiado nostalgicos). 11.8 La sustancia aparente- mente sdlida do \a Ciudad Genérica es engafiosa. EL 51% do su volumen consiste en unatrio. Etatrio es un Fecurse diabolico por su capacidad para dar sustan- cla aloinsustancial. Su nombre romano es una garan- tia eterna de clase arquitectOnica: sus origenes hist6~ ricos hacen que el toma sea inagotable. Da cabida al habitante de las cuevas en su implacable suministro de comodidad metropolitana. 11.9 El atrio es espacio vacio: los vacios son las piezas edificatorias esen- ciales de la Ciudad Genérica. Paradéjicamente, su va~ ciedad asegura su naturaleza fisica, siendo la exage~ racién del volumen el nico pretexto para su manifes~ taciOn fisica. Cuanto ras completos y ropotitivos son sus interiores, menos se aprecia la repeticién esencial. 1140 El estilo plegido es posmoderno, y siempre per- manecerd asi. El movimiento posmoderno es el «nico que ha conseguide conectar ol ejercicio de la arquitec- tura con el ejercicio det panico. Lo posmoderno no os una doctrina basada en una interpretacién sumamen- te civilizada de la historia de la arquitectura, sino un método, una mutacion de la arquitectura profesional que produce resultados to suficientorente répidos como para seguir el ritmo de desarrollo de la Ciudad Gonérica. En vez de conciencia, como tal voz habrian cesperado sus inventores originales, lo que crea es un nuevo inconsciente. Es el pequerio ayudante de la mo~ dernizacién. Cualquiera puede hacerto: un rascacielos inspirado en una pagods china y/o una ciudad toscana en una colina. 11.11 Toda resistencia a lo posmoderno esantidemocratica. Crea un envoltorio de “sgilo”alre- dedor de la arquitectura que la hace irosistible, como tn regalo de Navidad procedente de una argenizacion benéfica. 11.12 gHay alguna conexién entre el predo~ mminio del espejo en la Ciudad Genérica —ges para exaltar la nada mediante su multiplicacién 0 un es- fuerzo desesperado de captar sus esancias en vias de evaporacién?— y los “obsequios” que, durante siglos, seconsideraron el regalo mas popular y eficaz para los salvajes? 1143 Maximo Gorki habla en relacién con Coney Island de “aburrimiento variado’, Claramente pretende que Is expresién sea un oximoron. La varie~ ddad no puede ser aburrida. EL aburrimionto no puede ser variado, Pero a infinita variedad do la Ciudad Genérica casi logra, al menos, hacer de la variedad algo normal: banalizada, al reves que la expectacién, es la repeticion lo que se ha vuelto inusual y, por tan- to, potencialmente audaz y estimulante. Pero esto es para el siglo x, FEMECRIEIE 12.1 La Ciudad Genérica vive en un clima mas ealido de lo habitual va de carni- no al sur —hacia el ecuador—, lejos de esa marania que el narte hizo con el segundo milenio. Es un con- opto en estado de migracion. Su destino final es ser tropical: mejor clima, gente mas guapa. Esta habitada por aquellos e quienes no les gusta estar en otro sitio. 12.2 En la Ciudad Genérica la gente no ee solo més ‘gvapa que cus coctaneos, tambian tione fama de sor mas ecudnime, de preocuparse menos por ol trabajo, de ser menos hostil, mas agradable: una prueba, en ‘otras palabras, de que existe una conexion entre ear quitectura y el comportamiento, de que la ciudad pue— do hacer mejor a la gente mediante métodos adn no identificados. 12.8 Una de las caracteristicas con ma- yor potencial de la Ciudad Generica es la estabilidad dol tiempo —sin estaciones, prevision de ambiente soleado—, pero todas los prondsticos se presentan como un cambio inminente y un deterioro futuro: nu- bbes en Karachi, De lo ético y lo religiaso, el tema de la fatalidad ha pasado a estar en el Ambito ineludible de lo meteorol6gico. El mal tiempo es casi la Unica preo- cupacion que s¢ cierne sobre la Ciudad Gonérica. 134 Hay una redundancia catculada (2) en la iconogratia que adopta la Ciudad Genera Si linda con el agua, os simbolos inspirados en ella se reparten por todo su territaria, Si es un puerto, tos barcos y las griias aparecerdn muy lejos tierra adon- tro (sin embarge, no tendria sentido mostrar los con- tenedares en si mismos: no se puede particularizar lo genérico mediante lo Genérico). Si es asiatica, por todas partes aparecerén mujeres "delicadas" (sen- suales, inescrutables) en poses elasticas, indicando sumision (religiosa, sexual). Si tiene una montafia, cada folleto, ment billte 0 catolinsstiré en la col na, como slo nico que conwenciera fuese una tauto- togia ininterrumpida. Su identided es como un man- IESEIESEE 14.1 Lamentarso por fa ausoncia de historia es un reflejo tedioso. Revela un consenso ta- cito de que la presencia de la historia es algo desea- ble. Pera gquién dice qie ese sea el caso? Una ciudad es un plano habitado del modo mas eficaz por perso- nnasy procesos, yen la mayoria de los casos la presen- cia de Ia historia tan solo debilita su rendimionto. 14.2 La historia presente obstruye el puro aprovecha- miento de su valor tabrico como ausoncia. 14.3 A lo targo de (a historia de la humanidad —para empezar un padrrafo a li manera norteamoricana—, las ciuda- des han crecid modianto un proceso de consolida- cién, Los cambios ee hacen en el lugar Las cosas se mejoran, Las culturas florecen, decaen, reviven y des- ‘aparecen, son saqueadas, invadidas, humilladas y ex- poliadas, triunfan, ronacon, tionon edados de oro'y 50 ‘quedan de prontoen silencio: ytado en el mismo sitio. Por esta razén la arquoologia es una profesion qua consiste en excavar: revela un estrato tras otro de la civilizacion (es decir, dela ciudad). La Ciudad Generica —como un croquis que nunca se acaba— no se mejo- ra, sino que se abandona. La idea de estratificacion, intensificacién y terminacién son ajenas a ella: no tie~ ne estratos, Su siguiente estrato tiene lugar en otro sitio, bion sea justo al lado —eso puede ser el tamafia de un pais— o bien incluso en otro lugar com- pletamente distinto. Et arqueologista (= arqueolo~ fa con mas interpretacion)-del siglo x necesita un umero ilimitado de billetes de avidn. y no una pala, ‘14h AL exportar/expulsar sus mejoras, la Ciudad Go- nérica perpetiia su propia amnesia (;su Gnico vineulo coon la eternidad?). Su arqueologia sera, por tanto, ta prueba de cu olvido progresivo, la documentacién de Su evaporacion, Su genialidad acabara con las manos vacias: no un emperador sin ropa, sino un arquedte sin hallazgos, o un yacimient liso. 1541 Las infraestructuras, que se reforzaban y com- plotaban mutuamente, se estan volviendo cada vez mae compatitivas y locales; ya no pretenden crear ‘conjuntas que funcionen, sino que ahora tejen entida~ des funcionales. En vez de rodes y organismos, tas nuevas infraestructuras crean enclaves y puntos muertos: no mas trazados grandiosos, sino giros pa- rasitos (la ciudad de Bangkok ha aprobado planes para tres sistemas rivales de metro elevado para lle~ gor de Aa B:tal vez gane el mas fuerte). 15.2 La infra- estructura ya noes una respuesta mas o menos retar- dada a una necesidad mas o menos urgent, sino un arma estratégica, una prediccién: el puerto X no so amplia para dar servicio aun territorio interior de con- sumnidores frenéticos, sino para eliminar/reducir las posibilidades de que el puerto ¥ sobreviva hasta ol si- glo x. En una dnica isla, a la metrpolis meridional Z, atin on mantillas, se e “dota de un nuevo sistema de metro para hacer que la metrépolis W, ya consolidada ‘en el norte, parezca poco fluida, congestionada y anti- ‘gua. La vida en Vso simplifica para hacor que la vida ‘on U result insoportable. 16: Solo lo re- dundante cuenta. 16.2 En cada zona horaria hay al menos tres ropresentaciones del musical Cats. El mundo esté rodeado por un anillo de Saturno de mau- lidos. 16.3 La ciudad solia ser el gron coto de caza se- xual. La Ciudad Genérica es como una agencia matri- monial: encaja con eficacia la oferta y la demanda, Orgasmos en vez de agonia: he ahi el progreso. Las po- sibilidades més abscenas se anuncian con la tipogra- fia mas limpia: la Helvética se ha vuelto pornogratica, HERI 171 imaginemos una pelicula de Holyrood so- bre (a Biblia, Una ciudad en algén lugar de Tierra San- ta. Escena en un mercado: de izquierda a dorecha, ox- tras vestidos con harapos de colores vivos y tinicas de seda entran en el cuadro chillando, gesticulando, po~ niendo los ojos en blanco, iniciando peleas, riendo, ‘mesdndoso las barbas, con los postizes goteando pe~ gamento, apinéndose hacia el centro de la imagen, agitando bastones y pufios, volcando les puestos, pi- soteando los animalos... La gente grita. gVendiendo mercancias? ;Anunciando futures? gInvocando a los dioses? Se roban los bolsos, los criminales son perse~ auidos (:o ayudados? por la multitud. Los sacordotes piden calma. Los nifios corren como locos entre el s0- ‘tobasque de piernas y tinicas. Los animales braman. Las estatuas caen, Las mujeres chillan: gamenaza- das?, gextasiadas? La masa arremolinada se torna ‘oceanica. Las olas rompen. Ahora quitemos el sonido —el silencio, un gran alivio— y pongamos la pelicula hacia atras, Los hombres y mujeres, ahora mudos pero todavia visiblemente agitadas, retroceden a trompico- rnes:el observador ya no registra tan solo seres huma~ ‘nos, sino que empieza a aprociar el espacio entre ellos. Elcentro se vacfa; las ltimas sombras evacuan el rec- ‘tangulo del cuadro de la imagen, probablemente que~ Jéndose, pero afortunadamente no los oimos. Ahora el silencio se refuerza con la vaciedad: la imagen mues- tra tenderotes vactos, algunos desechos pisoteados. Elalivo... ha terminado. Esa es la historia de la ciu- dad. La ciudad ya no esta, Ahora podemos salir del cine. ESPACIO BASURA 2002 “Aeropuerto Logan: una mejora de alcance mundial para ol sigto x Cartel publicitario de finales det siglo x Eloonejo es la nueva ternera... Debido a que aborrece- ‘mos lo utilitario, nos hemos condenado a una inmer- sin de por vida en lo arbitrario... LAX [aeropuerto de Los Angeles]: orquideas de bienvenida —posiblemen- te carnivoras— en el mostrador de facturacion... La “identidad” es la nueva comida basura de los despo- seidos, el pienso de la globalizacién para los privados de derechos... Si {a basura espacial son los desechos humanos que ensucian el universo, el“espacio basura’ es el residuo que la humanidad deja sobre el plano- ta. El producto construido (volveremos sobre esto mas. adelante) de la modernizacién no es la arquitectura moderna, sino el "espacio basura’. El “espacio basu- ra" es lo que queda después de que la modernizacion haya seguido su curso 0, mas concretamente, lo que se ‘coagula mientras la modernizacion est en marcha: su secuela. La modernizacién tenia un programa racio- ‘nal: compartir las bendicianes de la cioncia, para todo. El"espacio basura’ es su apoteosis, 0 su derretimien- 1o.. Aunque cada una de sus partes es frutode brillan- tesinventos —ldcidamente planeados por la inteligen- cia y potenciados por el computo infinito—, su suma ‘augura el final de la lustracién, su resurreccion como una farsa, un purgatorio de poca calidad... El"espacio basura’ es la suma total de nuestro éxito actual; he- ‘mos construicio mas que todas tas generaciones anto~ riores juntas, pero en cierto mado no se nos recordaré esa misma escala. Nosotros no dejamos pirémides. Conforme al nuevo evangelio de a fealdad, hay mas “espacio basura” en construccion en el siglo 1 que lo que ha sobrevivido del siglo xx... Fue una equivocacion inventar la arquitectura moderna para el siglo x. La arquitectura desaparecié en el siglo xx, hemos estado leyenda una nota a pie de pagina con un microscopio, esperando que se convirtiese en una novela; nuestra preocupacion por las masas nos ha impedido ver la “arquitectura de las personas’. El“espacio basura! pa- reoe Una aberracién, pero es la esencia, lo principal. ol fruto de un encuentro entre la escatera mecanica y claire acondicionado,concebido en una incubadora de Pladur (las tras cosas faltan en los libros de historia) Lacontinuidad es ta esencia del “espacio basure”este aprovecha cualquier invento que petmita la expansién, dospliega una infraestructura de no interrupeién: es caleras mecdnicas, aire acondicionado, aspersores, bbarraras contraincendios, cortinas de aire caliente. Es siompro interior, y tan extenso que raramente se perciben sus limites; fomenta la desorientacion (los ‘espejos, los pulidos, el ecc)... El “espacio basure’” esta sellado, 58 mantiene unido no por la estructura, sino por la piel, como una burbuja. Le gravedad ha perma~ necido constante, resistida por el mismoarsenal desde el principio de los tiempos; pero el aire acondicionado —un medio invisible y que, por tanto, pasa desaperci- bido— ha revolucionado realmente la arquitectura. EL aire acondicionado ha lanzado el edificio sin fin. Sila arquitectura separa los edificios,el aire acondicionado los une. El aire acondicionada ha impuaste regimenes mutantes de organizacion y coexistencia que la arqui~ tectura ya no puede seguir. Un solo centro comercial es ahora el trabaje de generaciones de planificadores de espacins, tecnicos de reparaciones y montadores, como en la Edad Media; el aire acondicionado mantio- ne nuestras catedrales (todos los arquitectos pueden estar trabajando en el mismo edificio sin darse cuenta, muy separados, pera con receptores ocultos que pos teriormente hardin que todo resulte eoherente), Como cuesta dinero y ya no as gratis, al espacio acandiclo- nado se convierte inevitablemente en un espacio con- dicional; antes 0 después, todo el espacio condicional se convierte en “espacio basura’.. Cuando pensamos ett el espacio, solo miramos sus contenedores. Como si ol propio espacio fuese invisible, toda la tecria para {a producci6n de espacio se basa en una preocupacion obsesiva por lo opuesto: la masa y los objetos, es decir, la arquitectura, Los arquitectos nunca pudioron expli- car él espacio; el "espacio basura” es nuestro castigo, or sus confusiones. Vale, hablemos del espacio entonces: de la belle- za de los aeropuertos, en especial después de cada ampliacién; dol lustre de las remodelaciones, de la sutileza de los centros comerciales. Estudiemos el espacio pliblico, descubramos los casinos, pasemos cl tiempo en los parques temétioos... Fl “espacio ba~

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