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264 DANIEL ALBERTO SABSAY. ‘4, REGLAMENTACION DE LOS DERECHOS El goce de la amplia gama de derechos reconocidos por la Consti- tucién estd sujeto a limitaciones, que tienden a asegurar Ja convivencia arménica de todos los miembros de la comunidad. Ello, en tanto y cuan- to, las relaciones subjetivas que se establecen en la comunidad y los con- flictos que éstas suscitan generan situaciones en las cuales se producen siperposiciones en el ejercicio de los deréchos. Esto ocurre por ejemplo sifrente a una situacién de catdstrofe natural en una region determinada se hiciera necesario asegurar el paso de los pobladores que allfhabitana través de un predio privado. Pues bien, en este caso encontramos. dos de- rechos en tensién por un lado el que aseguira la subsistencia o la vida de las personas y por el otro el de propiedad, si identificamos Jos bienes ju- ridicos que se aseguran a través de cada uno de esos derechos, no parece dificil reconocer una preeminencia al primero de los mencionados. Enla especie queda claro que se impone la necesidad de establecer priorida- des entre los diferentes bienes juridicos en juego de modo de encontrar una solucién a los problemas que se hayan producido o susceptibles de ocurrir, A partir de estas consideraciones podemos afirmar el.cardcter no absoluto de los derechos ya labor que le cabe a los legisladores quie- nesa través de las leyes deben construir un marco que los armonice den- tro de un sistema; luego, serdn los magistrados quienes como tltimos intérpretes de las normas las adaptardn a los casos concretos en los que deban resolver a través de sentencias. La facultad reglamentaria del Estado reconoce su fuente formal en el art. 14 CN, cuya primera parte declara: “Todos los habitantes de la Nacién gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio..”. Se consagran asi dos principios fundamentales de nuestro sistema de derechos: el principio de relatividad y el de legalidad. Ambos postulados, sumados al principio de razonabilidad, que es- tablece el art. 28 de la Constituci6n, constituyen el nticleo instrumental para garantizar la plena vigencia del régimen de derechos, no sdlo con relacién a los habitantes de la comunidad, sino también respecto del ac- cionar de los poderes del Estado. a) Principio de relatividad Seguin el principio de relatividad, los derechos no son absolutos, sino que su ejercicio esta sujeto a limitaciones impuestas por las leyes que los reglamentan por mandato constitucional. Esta condicién surge, ademas, de las declaraciones internacionales de derechos humanos. La Declara- cién de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 expresa: “La Scanned with CamScanner LA PARTE DOGMATICA DE LA CONSTITUCION NACIONAL 265 libertad consiste en poder hacer todo lo que no dafia a otro. Ast, el ejer- cicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene mds limites que aquellos que aseguran a los demds miembros de la sociedad el goce de los mismos derechos. Estos Ifmites no pueden ser determinados sino por ley”. Y la Declaracién Universal de Derechos Humanos de 1948 en su art. 29 expresa: “2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estard solamente sujeta a las limitaciones establecidas por Ialey con el tinico fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los de- echos y libertades de los demds, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden piblico y del bienestar general en una sociedad democrd- tica. 3. Estos derechos y libertades no podrdn en ningtin caso, ser efercidos enoposicion a los propésitos y principios de las Naciones Unidas...” La Corte Suprema de Justicia de la Nacién respaldé, histéricamente, elprincipio de relatividad al sostener: “En el sistema de nuestras institu- ciones politicas no hay derechos absolutos, y todos deben ejercerse con arreglo a las respectivas leyes reglamentarias”'), Los limites al goce de los derechos presuponen, a su vez, la imposi- cién de deberes a terceros, a los efectos de asegurar la necesaria convi- vencia social en libertad, b)Principio de legalidad © El principio de legalidad es uno de los postulados fundamentales del constitucionalismo, en tanto exige la necesidad dela ley para que el Esta- do pueda expresar validamente su voluntad en determinadas materias, como por ejemplo en cuestiones de naturaleza penal 0 impositiva, entre “otras. Se trata de una emanaci6n del principio del imperio de la ley que persigue la subordinacion de la voluntad de los gobernantes a marcos. legales previos a la toma de las decisiones comprendidas dentro de sus Tespectivas competencias. Dice Joaquin V. Gonzélez: “Este poder de la ley viene de la naturale- zamisma, pero no tendrfa efectividad sila Constitucién no lo declarase, Porque S0Io la Nacion puede, por su soberanfa, limitar los derechos, y porque el gobierno es un conjunto de poderes expresos y limitativamen- te enumerados; y si tio hubiese dado al Congreso aquella facultad, cada individuo, pudiendo gozar sin ninguna restriccién de sus derechos abso tos, habria destruido el orden social”), (14) Ver, entre otros, CSIN, “Ortelli de Trincavelli, Rosa Judit c. Hebrard, Augusto; Fallos: 132:360, (05) GonzAtez, V, Manual de la Constitucion Argentina (1853-1860), ac- Tazo ng "avn, La Ley, 2001, p- 54. ae Scanned with CamScanner 2g aie ALBERTON SABSAY dimiento que ella establece, no aseguran por sf solos su efectiva vigen. cia. La facultad reglamentaria para lograr la concrecién de los intereses generales de la sociedad puede ser utilizada tanto para garantizar que esos derechos sean efectivamente ejercidos por cada uno de sus miem- bros de manera arménica, como para desnaturalizarlos, esto es, privar- los de su esencia, o bien, lisa y llanamente suprimirlos, convirtiendo el dogma constitucional en letra muerta. Alrespecto, cabe recordar las palabras de Alberdi en sus célebres Ba- ses: “No basta que la Constitucién contenga todas las libertades y garan. tas conocidas, Es necesario (...) que contenga declaraciones formales de que no se dard ley que, con pretexto de organizar y reglamentar el ejercicio de esas libertades, las anule y falsee con disposiciones reglamentarias. Se puede concebir una Constitucién que abrace en su sanci6n todas las li. bertades imaginables; pero que admitiendo la posibilidad de limitarlas por ley, sugiera ella misma el medio honesto y legal de faltar a todo lo que promete”®), Enel Proyecto de Constitucién, incorporado a las Bases, Alberdi plas- ma estas ideas en su art. 20, segiin la siguiente formula: “Las leyes reglan el uso de estas garantias de derecho puiblico; pero el Congreso no podré dar ley con ocasién de reglamentar u organizar su ejercicio, las disminuya, restrinja 0 adultere en su esencia’. El art. 28 de la Constitucién historica reproduce el principio, al establecer la regla de la inalterabilidad de los principios, garantias y derechos que consagra. La jurisprudencia y la doctrina reconocen en esta cléusula el fun- damento del principio de razonabilidad de las leyes, que atraviesa todo el ordenamiento juridico y es, en consecuencia, requisito de validez de todo acto de autoridad publica. Asf, el Poder Ejecutivo, al ejercer la atri- bucién que le confiere art. 99, inc. 2 de la Constitucién, no puede alterar elespiritu de la ley con excepciones reglamentarias. A su vez, en la érbita del Poder Judicial la Corte Suprema de Justicia de la Nacién elaboré la doctrina de la sentencia arbitraria, para descali- ficar aquellas decisiones jurisdiccionales que se hallan desprovistas de todo apoyo legal, fundadas tan solo en la voluntad de los jueces®. Con relacién a estos supuestos excepcionales, el Tribunal ha expresado que la interpretacién de la ley debe realizarse sin violencia de su letra y de su esplritu, de manera que concuerde con los principios y garantlas de la Constitucién Nacional®, (20) Bases y puntos de partida para la organizacién politica de la Repiiblica Argent na, Capftulo XXXII, EUDEBA, Buenos Aires, 1966, (21) Ver, entre otros, CSJN, “Storani de Boidanich’, Fallos: 184:237, La. Ley Online. (22) Ver, entre otros, CSIN, “C. de, E, c. V, A” Fallos: 46:87, La Ley Online. Scanned with CamScanner LA PARTE DOGMATICA DE LA CONSTITUCIGN NACIONAL 269 La prohibicién impuesta al Poder Legislativo vincula el principio de legalidad, que refiere al procedimiento formal de creacién de la norma, al de la razonabilidad, que atatie a la extensién sustancial de la restric. cién y que, como tal, constituye la valla impuesta por el poder constitu- yente a a voluntad del legislador. En Estados Unidos, el equivalente al principio de razonabilidad es el debido proceso legal sustantivo®. La garantfa del debido proceso legal que consagra la enmienda XIV com- prende dos aspectos. Por un lado, el debido proceso legal adjetivo, que garantiza el procedimiento de formacién y aplicacién de la ley. Por otro, el debido proceso legal sustantivo, que hace al contenido de la norma o de los actos de autoridad publica: Al respecto, ensefia Bidart Campos: “La jurisprudencia norteameri- cana fue elaborando paulatinamente, en torno a la garantfa del debido proceso legal, de las enmiendas V y XIV, un contenido substancial para laregla de razonabilidad; con la idea de que no todo lo legal es constitu- cional, a fines del siglo XIX tenfa afirmado ya su criterio de que la garan- tia del due process of law equivalfa a la exigencia de la ley razonable; si nadie puede ser privado de su vida, su libertad o su propiedad sin debido proceso legal, nadie puede soportar restricciones a su vida, su libertad 0 su propiedad impuestas por una legislacién irrazonable; como se aprecia no es s6lo la garantia adjetiva de que el juicio o proceso jurisdiccional debe asegurarse mediante defensa suficiente, sino también la sustancia de esos derechos no pueden ser interferidos arbitraria o irrazonable- mente por el Estado”), La Corte Suprema de Justicia de la Nacién, en su rol de maximo cus- todio de los derechos constitucionales, al ejercer el control de constitu- cionalidad no formulé pautas precisas que hicieran previsible el juicio de razonabilidad. Ello dio lugar a una jurisprudencia errdtica, oscilante, que generalmente evidencié una tendencia hacia la justificacién del ac- cionar de los poderes polfticos. © Eltest de razonabilidad ~ _ En una primera época, fiel ala concepcién liberal del constituciona- lismo clésico, la garantfa de inalterabilidad de los derechos consagrada en el art. 28, fue interpretada por nuestra Corte Suprema en su sentido (23) En el caso “Avico c. De la Pesa’ (Fallos: 172:21), el Tribunal interpreta la regla de la razonabilidad del articulo 28 de la Constitucién en términos equivalentes a la garantfa del debido proceso legal de la jurisprudencia norteamericana, la cual “s6lo requiere que laley no sea irrazonable, arbitraria 0 caprichosa, y que los medios elegidos tengan una re- lacién real y sustancial con el objeto o finalidad que se procura alcanzar’. (24) Broart Campos, GerMAN, Derecho Constitucional, Ediat, Buenos Aires, 1966, t. I, ps. 117y 118. ) Scanned with CamScanner 270 DANIEL ALBERTO SABSAY_ literal estricto, desvinculado de intereses coyunturales. Eran los tiempos de un Estado de Derecho abstencionista, minimo, creado precisamente para asegurar el ejercicio de las libertades individuales. El fallo dictado por la Corte Suprema en “Hileret” 9) resulta ejempli- ficador. En el caso, se impugnaba la validez constitucional de una ley de la provincia de Tucuman que establecfa diferentes cupos de produccién para determinados ingenios, cuyo excedente debfa tributar un gravamen adicional por kilo, que superaba el precio de venta en el mercado. Puestos en cuestién el derecho de ejercer industria lfcita y el de co- merciar, el Tribunal enfatiza que no puede derivarse de la atribucién re- glamentaria que emana del art. 14, la facultad de la Provincia de Tucu- man de limitar y de prohibir, seguin lo tenga a bien, en ocasiones dadas, elejercicio de esos derechos, pues, ello no es exacto, ni conciliable con la prescripcién del art. 28 de la Constitucién®®) La exigencia de integrar la garantfa explicita en esta cléusula con el principio de legalidad es mani- fiesta y aparece como primera pauta de interpretacién de la constitucio- nalidad de la ley reglamentaria. A su vez, se agrega a ella el criterio segiin el cual las facultades del Estado en este Ambit no pueden justificarse segtin las circunstancias, sino que “debe conservar incélume y en su integridad ese derecho, lo que vale decir, que no debe ni puede degradarlo y mucho menos extinguirlo en todo o en parte", La interpretacién de la regla de la inalterabilidad, ligada al criterio de no arbitrariedad o de proporcionalidad de los actos piiblicos con rela- cién a los fines perseguidos, mAs proclive a la justificacién de la discre- cionalidad del ejercicio de ese poder, tiene lugar en la época posterior, junto con la adopcién jurisprudencial del denominado poder de policfa amplio, frente al cambio de paradigma del rol del Estado en materia de derechos econémicos y sociales. El concepto casi absoluto del derecho de propiedad y de la libertad Contractual comienza a flexibilizarse, para dar lugar a un estado que in- terviene en los derechos patrimoniales de los individuos en proteccién de intereses vitales de la comunidad®®), El Alto Tribunal emplea el criterio de razonabilidad de la ley por primera vez en el caso “Ercolano’, para justificar el Ifmite impuesto al Precio de los alquileres en el marco de una crisis habitacional. Por apli- (25) CSIN, 1903/09/05, “Hileret c. Provincia de Tucumén; Fallos: 98:20. (26) Ver considerando 8. (27) Idem, (28) CSIN, “Ercolano c. Lanteri de Renshayer ” Scanned with CamScanner LA PARTE DOGMATICA DE LA CONSTITUCION NACIONAL 2m cacién del principio de autolimitacién del Poder Judicial para evaluar la oportunidad, mérito y conveniencia del medio elegido, el inico requisito exigido para satisfacer la garantfa del art. 28 es que ese medio no sea ar- bitrario, esto es, que no exista abuso en la reglamentacién. La recepcién jurisprudencial del principio de razonabilidad de las Jeyes, en el contexto de la emergencia, dio lugar al uicio de proporciona- lidad entre el medio empleado por el poder politico en orden al interés estatal comprometido. Sin embargo, no se establecié, como ya dijimos, cudlesel estandar de razonabilidad —o de proporcionalidad— que ema- na de las normas fundamentales, y que tone previsible la aplicacién de Jagarantfa contenida en el art. 28 de la Constitucién. En este orden de ideas, la imposibilidad del Poder Judicial de juzgar dela oportunidad conveniencia de una ley ha conducido muchas veces alerror de asimilar ese juicio al del examen de la razonabilidad. Asimis- ‘mo, lapresunci6n de constitucionalidad de la ley unida ala de surazona- bilidad ha limitado el control judicial de la razonable proporcién entre el medio empleado y el fin legitimo perseguido por la reglamentacién. El fallo dictado en el caso “Cine Callao” resulta emblematico. Lue- go de analizar pormenorizadamente el régimen de la ley 14.226, que obligaba la inclusién de nimeros vivos en los programas de las salas cinematograficas de todo el pais, con la finalidad de mitigar los efectos de la desocupacién de los artistas de variedades, la Corte, por mayoria, establece que la presuncién de constitucionalidad de las leyes supone lade su razonabilidad, por lo que se impone al impugnante la carga de acreditar de modo concreto y categérico la irtazonabilidad de la ley en su relacién con las modalidades del caso™. Por el contrario, la disidencia del juez Boffi Boggero es esclarecedora, al decir que se trata de saber “si elrecurso elegido por el Poder Legislativo es o no adecuado a los fines per- seguidos, si es o no razonable, ya que, como lo ha manifestado reiteradas veces la facultad privativa no es ilimitada, cabiendo el control de razona- bilidad ejercido por el Poder Judicial” ®”). Conviene tener presente que la gran voluntad de quienes inventaron el Estado de Derecho era sobreponerse a los hechos del principe, ala ra- z6n de estado; era sobreponerse a lo factico que necesariamente surge desde el mundo de lo politico, déndole un quicio predeterminado. Sin embargo, si quienes tienen que hacer el estudio fundamentan el hecho del principe desde lo factum, equivocan el camino, pues, se incurre en la justificacién permanente que diluye la pauta rectora que emana del (29) CSIN, Fallos: 247:121. (30) Ver considerando 19. (31) Verconsiderando 9 del voto en disidencia. Scanned with CamScanner 272 DANIEL ALBERTO SABSAY. art, 28 dela Constituci6n, cual es la dela inalterabilidad de los derechos. En realidad se incurre en un acompafiamiento de la decisién politica que lleva en muchas oportunidades al avasallamiento de los derechos fundamentales. Ello ha sido recurrente en nuestro medio como produc- to de la recurrente invocacién de la emergencia como subterfugio de la autoridad para el incumplimiento de cléusulas constitucionales. En este sentido, la Corte Suprema ha analizado la proporcionalidad de los medios utilizados por la norma, en relacién con los fines perse- guidos por la ley, atendiendo a los motivos que el legislador tuvo para sancionarla. Uno de los casos citados con mayor frecuencia para mostrar como la Corte Suprema ha utilizado el control de razonabilidad ha sido “Inchaus- pe c. Junta Nacional de Carnes” (Fallos: 199:483), al juzgar una norma que establecfa una contribucién del hasta uno y medio por ciento sobre el precio de venta del ganado, y autorizaba a la Junta a fijar la contribu- cidn entre esos pardmetros. La finalidad de la ley era la de proteger la industria de la carne argentina, El Tribunal, al considerar constitucional lanorma cuestionada sostuvo “el andlisis de la eficacia de los medios arbi- trados para alcanzar los fines propuestos, la cuestién de saber si debieron elegirse ésos u otros procedimientos, son ajenos a la jurisdiccién y compe- tencia de la Corte Suprema, a la que solo incumbe pronunciarse acerca de 1a razonabilidad de los medios elegidos por el Congreso: es decir que s6lo debe examinar si son 0 no proporcionales a los fines que el legislador se propuso conseguir, yen consecuencia, si es ono admisible la restriccién de los derechos afectados”. Con esa doctrina, la Corte Suprema parece adop- tar la proporcionalidad como medida de la razonabilidad. Sin embargo —mis adelante y en el mismo considerando— el Tribunal afirmé que el actor no habfa demostrado que los medios adoptados por la ley no guat- daban relacién con los fines que se propusieron en defensa de la ganade- rfa nacional ni que fueran desproporcionados con respecto a éstos. Por tanto, se dijo que es posible abrir el control de razonabilidad en dos pautas respecto a fines y medios de las normas. Por un lado, cabe examinar si el medio resulta desproporcionado, es decir, si aunque ob- tiene el fin perseguido, lo excede; por otro, si el medio guarda alguna relaci6n de causalidad con el fin, aunque aquél no sea el tinico con el que se lo puede alcanzar. Esta directiva, conocida como garantia innominada de razona- bilidad (arts. 28, 33 y concs. de la Constitucién Nacional), opera como complemento de todas las demés garant(as, y como garantia aut6noma. Ciertamente, la razonabilidad remite a que los derechos sean objeto de reglamentacién sin alterar su esp{ritu. Tal es lo sentado por el art. 28 de la CN al expresar que los principios, garantfas y derechos reconocidos Scanned with CamScanner 274 DANIEL ALBERTO SABSAY, ciones inicuas 0 de desigualdad ha sido considerada por la Corte que violenta el principio de razona' bilidad 9), Comp Scanned with CamScanner A TARTE DOGMATICA DE LA CONSTITUCION NACIONAL 259 brios, no s6lo en cuanto a la situacién de las personas, sino también en cuanto a las realidades nacionales y sociales, Se impone una reversién de esta realidad Y para ello nos parece interesante tener en cuenta las. auevas orientaciones econdmicas en la materia"), Creemos que herramientas como las que describiremos més adelan- tey que hacen a la nueva institucionalidad derivada del reconocimiento delos derechos de tercera generacién, constituyen interesantes aportes para conseguir un cambio importante que lleve a asegurar una calidad devida digna a los habitantes de nuestro planeta, lerechos humanos Elderecho internacional de los derechos humanos es una rama inde- pendiente del derecho internacional cuyo objeto es la promocién y tutela delos derechos y libertades de la persona humana, con prescindencia de las fronteras estatales. La internacionalizacién de los derechos humanos es un proceso que seinicia al finalizar la Segunda Guerra Mundial, como consecuencia del quiebre del concepto clésico de soberanfa que, hasta entonces, habia sido el principio general fundamental del derecho internacional. El Estado Nacién habfa dejado de ser garantfa para los derechos de las personas y su propiedad y, por el contrario, resulté ser su principal detractor, a la luz de los tragicos acontecimientos de la conflagracién mundial. Noes de extrafiar, entonces, qué los dos grandes ejes alrededor delos cuales se fueron perfilando las nuevas éstructuras supranacionales, fun dadas en el Estado de Derecho, hayan sido, precisamente, la integraci6n teferida alos derechos humanos ya integracién econémica: i) Evolucién y contenido El punto de partida en materia de proteccién de los derechos huma- nos en el Ambito universal est4 dado por la Carta de Naciones Unidas, fir- mada el 26 de junio de 1945 en San Francisco, al finalizar la Conferencia delas Naciones Unidas sobre Organizacién Internacional. Su entrada en (6) Sticurrz, Joszpx, Towards a New Paradigm for Development; Srategles; Policies and Proceses. UNCTAD, 1998. (6) Ver en Capitulo XI: Los derechos de incidencia colectiva luego de la reforma de 1994 Capitulo XII. ‘ Scanned with CamScanner 260 DANIEL ALBERTO SABSAY vigencia tuvo lugar el 24 de octubre de ese mismo afio. La Corte Interna- cional de Justicia forma parte de dicha Carta constitutiva. En su Predmbulo, los pueblos de las naciones unidas se resuelven “a reafirmarlafe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad yelvalor dela persona humana, ena igualdad de derechos de hombresy mujeresy en el de las naciones grandes y pequefias...”. Y, en su art. 3°, se establece como uno de sus propésitos el de “Realizar la cooperaci6n in- ternacional en la solucién de problemas internacionales de cardcter eco- némico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estimulo del Tespeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de to- dos, sin hacer distincién por motivos de raza, sexo, idioma o religién. La codificacién de los derechos a que se refiere la Carta constituti- va tuvo lugar con la Declaracién Universal de los Derechos Humanos, adoptada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General”, sobre cuya base se fue desarrollando una serie de tratados y de sistemas de fis- calizacién, con el fin de establecer obligaciones en cabeza de los estados miembros que generardn las consecuentes responsabilidades en caso de incumplimiento. En este orden de ideas, merecen destacarse, especialmente, los pac- tos de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1966: el Pacto Inter- nacional de Derechos Econémicos, Sociales y Culturales y el Pacto Inter- nacional de Derechos Civiles y Politicos, los que entraron en vigor diez afios més tarde. El ultimo de los tratados citados establece un érgano de control denominado Comité de Derechos Humanos, cuyas facultades se incrementan con las que regula el Protocolo Facultativo del Pacto de Derechos Civilesy Politicos, en cuanto habilita a este érgano para recibir denuncias de las personas que aleguen ser victimas de violaciones de cualquiera de los derechos en el Pacto por parte del Estado bajo cuya jurisdiccién se encuentren (art. 1°). En forma concomitante, se desarrollaron los sistemas regionales de proteccién. Asf, en nuestro 4mbito, se aprobaron en el afio 1948 la Carta de la Organizacién de los Estados Americanos y la Declaracién Ameri- cana de los Derechos y Deberes del Hombre, Los objetivos y propésitos (7) Ampliar en Atpanese, SusaNa, Derecho Constitucional, Universidad, Buenos Ai- tes, 2004, p. 422. (8) Art. 12, Protocolo Facultativo del PDCP: “Todo Estado Parte en el Pacto que legue 4a ser parte en el presente Protocolo reconoce la competencia del Comité para recibir y con- siderar comunicaciones de individuos que se hallen bajo la jurisdiccién de ese Estado y que aleguen ser victimas de una violacién, por ese Estado Parte, de cualquiera de los derechos ‘enunciados en el Pacto, El Comité no recibird ninguna comunicacién que concierna a una Estado Parte en el Pacto que no sea parte en el presente Protocolo” Scanned with CamScanner LA PARTE DOGMATICA DE LA CONSTITUCIGN NACIONAL ___261 de Ja Carta son similares a los enunciados en el Ambito universal. Por su parte, la Declaracién es mds especffica, en cuanto a la imposicién de deberes. La creacién de la Comisién Interamericana de Derechos Humanos, en el marco de la OEA, constituyé un hito trascendental en la evolucién del sistema de proteccién americano®), La finalidad que se le atribuyd fue la de promover la observancia de los derechos consagrados en la De- claracién, y se le requirié la realizacién de un proyecto de tratado sobre labase de aquélla. Asimismo, se la habilité para recibir y considerar de- nuncias individuales por violaciones a los derechos humanos por parte de los Estados miembros de la Organizacién. En 1969 se aprobé la Convencién Americana sobre Derechos Huma- nos, 0 Pacto de San José de Costa Rica. Este tratado instituye dos orga- nismos para la tutela de los derechos que consagra en su primera parte: laComisi6n Interamericana, ala que aludimos en el pérrafo anterior yla Corte Interamericana de Derechos Humanos, con jurisdiccién consulti- vay contenciosa. Pero, en el caso de la Corte; las personas no estn facul: tadas para acudir ante ella, sino solamente la Comisién o los Estados. ii) Recepcién constitucional En la Argentina, se produjeron dos hechos que,'a nuestro entender, fueron trascendentales en la materia. El primero de ellos tuvo'lugar el 5 de septiembre de 1984, dia en que el Estado ratifica el Pacto de San José de Costa Rica y reconoce competencia a la Corte Interamericana. Con ello, el concepto de soberanfa, vigente hasta ese momento, se morigera con relaci6n a las sentencias de la Corte Suprema de Justicia dela Nacién en casos donde se encuentren involucradas eventuales violaciones a los derechos protegidos por el Pacto. t El segundo hecho se produce con el otorgamiento de jerarquia cons- titucional a una serie de instrumentos sobre derechos humanos, expre- samente enumerados en el art. 75, inc. 22 de la Constitucién, asi como la posibilidad de que otros que versen sobre la materia, pasen a obtener esa jerarquia mediante el procedimiento establecido en la norma citada"”, As{, adquirieron rango constitucional la Convencién sobre Desaparicién Forzada de Personas y la Convencidn sobre Imprescriptibilidad de Deli tos de Lesa Humanidad. (9) ELhecho tuvo lugar en Santiago de Chile en 1959 en la V Reunién de Consulta de ‘Ministros de Relaciones Exteriores de los paises miembros de la organizacién. (Qo) ra Eee earns Scanned with CamScanner 262. DANIEL ALBERTO SABSAY Cabe tener presente que estos tratados son complementarios de, que integran la parte dogmatica de la Constitucién, esto es, vienen completar el plexo de derechos constitucionales, sin que exista Tespecty de ellos una relacién de subordinacién™, respecto de los contenidos gg la denominada parte dogmatica “vieja” (arts. 1° a 35). Por el contrario |, interpretacién debe posibilitar que estos ultimos se vean enriquecidg, con los aportes provenientes de ese conjunto de instrumentos interna. cionales y de ese modo se les dar4 cabida real en el nuevo catdlogo de derechos y garantfas vigente en nuestro pais. Scanned with CamScanner

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