You are on page 1of 3

HÍGADO FUNCIONES Y ENFERMEDADES:

El hígado es la glándula más voluminosa de nuestro organismo y está situada al costado


derecho, inmediatamente debajo del pulmón. En la parte inferior del hígado está la vesícula
biliar, bolsita que sirve de depósito a la bilis, que es un líquido amarillento secretado por este,
a través del cual el hígado expulsa substancias extrañas provenientes de la digestión. En un
adulto normal, el hígado produce más o menos un litro de bilis cada día. Esta materia
excrementicia es análoga a la orina y envenena la sangre si no es evacuada por el intestino
diariamente. Su función es básica para la vida, pues constituye una de las más importantes
defensas orgánicas al purificar la sangre venenosa y los productos de la digestión. Además,
emulsiona las grasas y favorece la expulsión de los excrementos, ya que la bilis sirve como
lubricante purificador de los intestinos. Como todos los órganos esenciales para la vida, el
hígado es muy resistente. Sin embargo, los continuos desarreglos digestivos lo irritan,
congestionan y degeneran sus tejidos. El alcohol, las drogas y medicamentos, el exceso de
grasas y los excitantes como el chile, la pimienta, los condimentos, el té, el café, etcétera,
irritan al hígado y dificultan sus funciones. El estreñimiento es e) mayor enemigo del hígado.
La cirrosis es el endurecimiento o degeneración del hígado como resultado de inflamación
crónica. Su causa más común es el alcoholismo y aunque su diagnóstico es fatal, puede
aliviarse con el tratamiento que se indica más adelante. La congestión del hígado puede ser
resultado del desarreglo en la circulación de la sangre a causa de la presión de fajas, corsés u
otras ligaduras. También es consecuencia de la prolongada irritación de los tejidos por
amontonamiento de substancias extrañas en la sangre. Se manifiesta por sensación de peso y
molestia en el costado derecho, donde se encuentra localizado el hígado.
TRATAMIENTO: PARA DESCONGESTIONAR EL HÍGADO
Lo primero es dejarlo descansar, sometiéndose a ayuno por uno o dos días, seguidos por dieta
de frutas, alternando con ensaladas y sopas espesas de verduras o cereales. La cataplasma de
lodo sobre todo el vientre durante la noche es el mejor descongestionante. Si hay dolor, se
aplicarán saquitos o bolsitas calientes estrujadas de semillas de pasto miel, haciendo previa
fricción fría, como se explica en el párrafo sobre el dolor. Dos o tres baños genitales al día y
Lavado de la Sangre. En casos agudos seguir los Primeros Auxilios y, en los crónicos, el
Régimen de Salud. Cálculos biliares, cólico hepático Los cálculos biliares son acumulaciones de
substancias extrañas en la vesícula biliar, como resultado de desarreglos digestivos crónicos,
en que las materias morbosas se endurecen hasta convertirse en verdaderas piedras. El
cólico hepático es un síntoma claro de la existencia de cálculos biliares, pues se origina en la
acción del organismo que trata de expulsar alguna piedrecilla que, al pasar por el conducto
que vacía la bilis en el intestino, roza sus delicadas paredes, produciendo penosísimos dolores
en la parte derecha del vientre, bajo las costillas, llegando a veces a comprometer la espalda
y el brazo derecho. Además del dolor, generalmente hay vómitos y mareos, durando el ataque
un período que puede ser de varias horas hasta días. Los cálculos expulsados salen con los
excrementos. La medicina suele "curar" extrayendo la vesícula, con lo que la causa del mal
sigue en pie y tan sólo inutiliza los órganos. Los cálculos grandes no molestan ni pueden
eliminarse. El organismo los retiene sin peligro aumentando el volumen de la vesícula.
Tratamiento: Para eliminar las piedrecillas ya formadas, conviene tomar al acostarse unos
cien gramos de aceite de oliva y, al despertar, una fuerte dosis de aceite de ricino. Beber en
ayunas un vaso de cocimiento de lechuga hervida durante diez minutos, ayuda a la expulsión
de piedras de la vesícula y los riñones. Durante el cólico, el enfermo guardará reposo en cama,
siguiendo régimen de Primeros Auxilios. Bolsitas calientes de semillas de pasto miel contra los
dolores y cataplasma de lodo sobre el vientre, durante la noche.
OTROS PADECIMIENTOS DEL APARATO DIGESTIVO
CÓLICOS:
Por cólico se entiende el dolor producido por el espasmo o contracción violenta, de cualquiera
de los tubos que conducen alguna sustancia en el organismo, como son los intestinos; el
colédoco, canal que conduce la bilis del hígado al intestino y cuya contracción muy dolorosa se
conoce como "cólico hepático"; el uréter, que conduce la orina del riñón a la vejiga y cuya
contracción se llama "cólico nefrítico"; etcétera. Tratamiento: Para quitar estos dolores es
preciso descongestionar las entrañas congestionando la piel. Paquete largo en la mañana y seis
frotaciones en la tarde cada día. Durante la noche, cataplasma o fajado de lodo alrededor del
vientre y riñones. Como aplicación local, saquitos o bolsitas calientes de semillas de pasto miel
o flores de heno, según se explica en el párrafo Dolor. Las cataplasmas de linaza sirven de
igual manera. El frío también es calmante sobre todo aplicado con lodo cuando la parte
afectada está caliente. También se puede usar la panela o cuajada de leche o la cataplasma de
papa cruda rallada como desinflamante. El ayuno o régimen estricto de frutas o ensaladas
crudas es indispensable. En casos agudos, además de lo dicho, seguir las instrucciones de los
Primeros Auxilios y el enfermo crónico seguirá el Régimen de Salud indefinidamente.
DIABETES AZUCARADA:
Esta es la alteración del metabolismo que imposibilita al cuerpo asimilar y aprovechar el
azúcar de los alimentos, viéndose el organismo obligado a expulsar por la orina esta sustancia
que, de quedar en su interior, le perjudicaría como cualquier materia extraña. La acidificación
de la sangre por fermentaciones pútridas del intestino, hace necesario expulsar el azúcar
destinado a aumentar el proceso de fermentación acida que se origina por fiebre interna. Así
pues, la eliminación de azúcar es favorable y no debe suprimirse con drogas como insulina,
sino atender el origen del desarreglo que está en la digestión, refrescando el tubo digestivo.
Esta dolencia causa víctimas entre las personas que abusan de la buena mesa y privan a su
cuerpo de ejercicio, aire puro y actividad eliminadora de su piel. La orina del diabético es
abundante, llegando a tres o más litros diarios, lo cual provoca sed insaciable. Además puede
haber insomnio, dolor de cabeza, picazón cíe la piel, trastornos de la vista y debilidad general.
Suele sobrevenir gran apetito, pero el enfermo adelgaza a pesar de comer mucho, pues el
organismo no aprovecha debidamente los alimentos. Este iris del ojo derecho revela la gran
inflamación del aparato digestivo característica del diabético, afectando también el hígado y
el riñón correspondiente. Esta inflamación crónica y calentura interna, va unida a anemia de la
piel, extremidades y cerebro que se manifiesta en la nube lechosa en la periferia del iris. En
el diabético cualquier herida se transforma en úlcera supurante como resultado de la
tendencia curativa del organismo, que procura deshacerse de las impurezas de su sangre
producidas las malas digestiones crónicas. La medicina se empeña en desaparecer el azúcar
de la orina por medio de medicamentos y régimen antinatural de alimentación, suprimiendo los
alimentos que pueden producir azúcar y reemplazándolos por carnes y otros productos
concentrados. Esto intoxica aún más al enfermo y obliga al aparato digestivo a un mayor
trabajo lo cual se suma al debilitamiento del paciente. Por lo tanto, no es de extrañar que
consideren que la diabetes es una enfermedad incurable. Para librarse de esta dolencia es
preciso adoptar un régimen alimenticio a base de frutas crudas, ensaladas y semillas, sin
importar el que se ingiera o no azúcar natural, pues sólo interesa restablecer la normalidad
digestiva para poder formar sangre pura. El diabético está desnutrido e intoxicado por
putrefacciones intestinales causadas por la fiebre interna y la inactividad de su piel.
LOS ALIMENTOS QUE MÁS CONVIENEN AL DIABÉTICO SON:
El aguacate, las manzanas, fresas, frutillas, naranjas, nísperos, cerezas, nueces, almendras,
avellanas, aceitunas sin sal, aceite. También ciertos alimentos cocidos: pan integral (poco),
sopas de avena o verduras, espárragos, alcachofas, callampas u hongos, coles, coliflor,
ensaladas de apio, lechugas, espinacas, y otros al vapor como ejotes, chícharos, habas tiernas,
pencas, tallos crudos, cebollas, tomates, pepinos, rábanos, etcétera. Ejemplo de un menú para
diabéticos: Al despertar un vaso de agua pura o con jugo de limón. Desayuno - Manzanas o
naranjas (una a tres). En general, fruta cruda de la época. Comida - Una ensalada abundante,
especialmente lechugas, una tortilla de verduras con huevos y un poco de queso fresco o
panela, si se desea. De postre manzana asada o almendras. Cena - Una ensalada abundante,
taza de caldo de cereales (hervir trigo, maíz, cebada y avena), o de verduras con o sin una
yema de huevo y un poco de pan integral con nueces requesón o panela.
TRATAMIENTO:
La piel de los diabéticos es muy débil y se presenta seca y fría. El tratamiento debe
procurar endurecer este órgano y activar sus funciones. Recomiendo frotación de agua fría al
despertar, ortigando previamente todo el cuerpo. Baños genitales de 20 a 30 minutos dos o
tres veces al día. Es indispensable el Lavado de Sangre diario. Cataplasma de lodo sobre el
vientre en la noche. Vida al aire libre con ejercicio moderado y abrigo que permita la
circulación de aire en la piel. Seguir con perseverancia el Régimen de Salud. La hoja de la
morera, en infusión, como agua pasto, alivia al diabético.

You might also like