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Rondon - Jose Elias - Modulo - V - Romano I PDF
Rondon - Jose Elias - Modulo - V - Romano I PDF
DERECHO ROMANO I
Facilitador: Participantes:
bog. MSc. Gerardo Lavandeia B. Rondón José Elías C.I.
11.753.007
San Carlos, julio 2021
INTRODUCCIÓN
Los romanos no pudieron darle una definición exacta a la palabra cosa y por
eso desarrollaron diferentes definiciones y muchas de ellas aún se conservan.
Conoceremos la aplicación de la palabra Res (cosa) que como veremos en este
trabajo todo significaba objeto de derecho, pero, así como existían estos, también
había cosas que no podían ser objetivas del Res y que no podían pertenecer al
patrimonio privado del hombre.
CLASIFICACIÓN DE LA COSA.
La doctrina romana divide las cosas en “res extra commercium” y “res in
commercium”. Las primeras no pueden ser objeto de propiedad privada en tanto
que las segundas si pueden serlo.
RES EXTRA COMMERCIUM.
La res extra commercium o extra patrimonium se dividen en divinas y
humanas.
Res Divini Iuris: Se subdividen en res sacrae, res religiosae y res santae.
Res Sacrae: Son cosas sagradas las consagradas al culto de los dioses,
superiores, tales eran los templos, las estatuas de los dioses, los bosques
sagrados, entre otros.
Estas cosas adquirían su carácter de sagradas mediante una ceremonia
pública que se llamaba la “consagratio”, en la cual intervenían el magistrado y los
pontífices, y se requerían una declaración legal para tal fin. Cuando era necesario
desafectar una cosa sagrada con el propósito de reintegrarla al comercio, se
realizaba una ceremonia opuesta que se denominaba la “profanatio”.
Res Religiosae: Se consideraban como tales durante las etapas primitivas, las
cosas consagradas a los dioses manes, o sea al culto de los antepasados. El
derecho Justiniano concedió el inhumado el cuerpo o las cenizas de una persona,
aun cuando éste fuera un esclavo.
Res Santae: Las cosas santas, son aquellas que no siendo ni sagradas ni
religiosas, estaban protegidas por una sanción penal, aplicable a todo aquel que
incurriera en violación. Eran casas santas: los muros y las puertas de las
ciudades, los límites de los campos, entre otros. Estas cosas estaban bajo la
protección de la divinidad en general y todo ataque cometido contra ellos, era
severamente castigado.
RES IN COMMERCIUM.
“Res in commercium” o “in patrimonium”: Eran aquellas cosas que estaban
en el patrimonio de un particular, eran estas las cosas mancipi y las nec mancipi,
las cosas corporales y las cosas incorporales, los muebles y los inmuebles, los
fundos itálicos y los fundos provinciales.
Res Mancipi Y Res Nec Mancipi: No se puede dar una definición precisa
sobre la res mancipi y sobre la res nec mancipi. Todo lo que de precio puede
decirse es que las cosas mancipi eran las que los romanos primitivos
consideraban como las cosas más preciosas, mientras que las cosas nec mancipi
eran las más preciosas, mientras que las cosas nec mancipi eran las cosas de
menos valor. A falta de criterio diferencial, había que proceder por la vía
enumeración. Eran consideradas cosas mancipi.
1. Los fundos itálicos, esa los fundos situados en Roma y en la provincia de
Italia.
2. Los esclavos que, en ocasiones, eran llamados mancipia.
3. Los animales que se domaban por el cuello y por el lomo, es decir, las
bestias de carga y de tiro.
4. Las servidumbres rurales sobre fundos itálicos.
Todas las demás cosas eran cosas nec mancipi.
Las cosas mancipi eran las cosas más preciosas para los romanos primitivos,
pues siento un pueblo esencialmente agrícola, consideraba que la tierra y todo lo
indispensable para su explotación ocupaba uno de los primeros lugares en la
escala de los valores.
Esta distinción ofrecía interés practico desde tres puntos de vista:
a) La mancipatio era un modo de mejorar y de adquirir que no se aplicaba más
que a la res mancipi.
b) La tradición no se aplicaba más que a la res nec mancipi.
c) Las mujeres bajo tutela perpetua no podían disponer de sus res mancipi,
más que con la auctoritas del tutor, mientras que podían enajenar libremente la res
nec mancipi.
Esta distribución entre cosas mancipi y nec mancipi persistió durante toda la
duración de la historia del derecho romano y quedo tal como se había establecido
al principio, sin que se hubiera hecho ninguna modificación ni ninguna adicción a
la clasificación de las cosas preciosas, aun cuando el valor respectivo de los
elementos del patrimonio se modificó profundamente con el trascurso del tiempo; y
no vino a desaparecer esta distribución, sino en la época de Justiniano.
Cosas Corporales Y Cosas Incorporales: Cosas corporales es la que se
aprecia por los sentidos, que se puede tocar. Cosas incorporales es la que no cae
bajo el dominio de los sentidos, es una simple concepción del espíritu.
El derecho de propiedad era considerado como una corporal, porque por tener
un carácter absoluto, se confundía con la cosa misma sobre la cual recaía; por lo
contrario, todos los demás derechos, se trataban como cosas incorporales, tales
eran: el derecho de usufructo, las servidumbres reales, los derechos de crédito
entre otros.
El interés practico de esta distinción, radicaba en lo que respecta a la posesión,
puesto que la posesión eran un poder físico sobre una cosa; las cosas
incorporales no eran susceptibles de posesión, puesto que no se podía tener un
poder físico sobre una cosa inmaterial.
Consecuencias prácticas de esta distribución es que no podía aplicarse a las
cosas incorporales ninguno de los modos de adquirir la propiedad, o0 de
constitución de derechos reales, que reposaran en la posesión, tales eran: la
tradición, la ocupación y la usucapión.
Esta distribución no era más que una subdivisión de las cosas corporales. Esta
distinción nunca se aplicó en Roma a las cosas incorporales como en la
actualidad.
Se consideraban muebles las cosas que no podían desplazarse como los
esclavos, los animales, las monedas, o que podían ser desplazadas, como los
muebles de una habitación. Los intereses eran los fundos, las plantaciones, las
construcciones.
Las cosas muebles que pueden moverse por sí mismas en las llamadas
también semovientes.
En un principio, esta distinción no tuvo en Roma gran impotencia;
primeramente, todos se absorbía por la distinción de la cosa mancipi y nec
mancipi; pero a medida que esta última clasificación tendría a borrarse, porque no
estaba ya de acuerdo con el nuevo estado económico, se vio el interés en
distinguir entre muebles e inmuebles.
Pueden señalar las siguientes diferencias entre estas dos categorías de
bienes.
1. El termino para la usurpación de las cosas muebles era de un año, en
cambio para la de dos inmuebles era de dos años; bajo Justiniano, fueron tres
años para las cosas muebles y diez o veinte años para los inmuebles.
2. Los interdictos posesorios no eran los mismos; para los inmuebles era el
interdicto “uti possidetis”, en el que triunfaba el poseedor actual; mientras que el
procedente para los muebles, era el interdicto “utrubi”, respecto al cual triunfaba el
que hubiera poseído por más tiempo durante el año anterior.
3. El robo o “furtum” no era posible más que para los muebles, para los
inmuebles no.
4. El oratio Severi, del año 195, que limitaba las facultades del tutor, no se
refería más que a los inmuebles; no fue sino más tarde, cuando Constantino lo
extendió a los muebles preciosos.
5. La protección de la dote contra dilapidaciones del marido, bien bajo
Augusto, en virtud de la Lex Iulia, o bien bajo Justiniano, no concernía más al
fondo dotal y no a los muebles dotales de la mujer.
PATRIMONIO.
La palabra “patrimonio” deriva del vocablo latino “patrimonium”, el cual se
refiere a los bienes que el hijo tiene heredados de su padre o abuela. En un
sentido restringido, patrimonio equivale al conjunto de bienes de familia que se
obtienen por herencia; y en sentido jurídico amplio, el termino patrimonio designa
los derechos y las cargas que tiene un individuo.
Es de recordar la advertencia de que los derechos reales y los derechos
personales sean constitutivos del patrimonio de personas; y de ese supuesto
deriva la definición de patrimonio propio de algunos tratadistas del derecho
romano, quienes lo conciben, como “la universalidad jurídica de los derechos
reales y personales de un individuo bajo la relación de un valor pecuniario y
económico”.
De esta definición se deduce.
1. Que el patrimonio forma una totalidad jurídica de derechos la cual permite
división en partes alícuotas y nunca una fragmentación entre partes determinadas
por si misma o susceptibles de ser determinados separadamente.
2. El concepto de patrimonio contiene, dentro de sí, a los derechos reales y a
los personales; estos últimos a su vez, comprenden el activo o los créditos y el
pasivo o las deudas.
3. Los derechos reales y los personales, por ser patrimoniales, son
apreciables económicamente.
4. El concepto de patrimonio excluye los derechos extramatrimoniales, no
apreciables en valor económico, o sea, los que reconocen su origen en el
matrimonio o la filiación, tales como el derecho a la patria potestad, la autoridad
material, entre otros.
5. El patrimonio se concibe como un artículo innato de la personalidad,
intrínseco a la esencia misma de la persona, por lo que se extingue al ella dejar de
existir.
6. Que, como corolario de anterior, no puede concebirse a una persona sin
patrimonio, por cuanto toda persona por el hecho de serlo es un ente capaz de
adquirir derechos y de contraer obligaciones, es decir, que poseo un patrimonio.
7. Que por lo consiguiente no existe patrimonio sin una zona que sea titular de
él.
8. El patrimonio puede ser positivo, cuando el activo es mayor que el positivo;
y negativo, cuando es positivo es mayor que el activo, ya que las deudas son
constitutivas del patrimonio y subsisten, a pesar de no existir bienes presentes.
9. La transmisión del patrimonio solo es susceptible por causa de muerte y en
ese caso el heredero continúa la personalidad del patrimonio del causante con el
del heredero.
En la concepción moderna del patrimonio responde al desenvolvimiento de los
principios romanos. Surgió en la época clásica con la utilización del término
patrimonio, que ha sido recogido por la doctrina moderna, señalando como tal la
universalidad jurídica integrada por los derechos susceptibles de apreciación
valorativa, de los cuales puede ser titular una persona, así como carga y
obligaciones que la gravan.
PROPIEDAD.
En las etapas iniciales de la historia jurídica romana carecieron los romanos de
la palabra adecuada para expresas la idea abstracta del derecho de propiedad.
Durante la época de Cicerón se utilizó el vocablo “mancipium” a fin de designar la
propiedad romana y, posteriormente, los términos; “dominium”, “dominium
legitimum” y “propietas”, fueron usados en igual sentido. La propiedad que no era
legitimada por el derecho civil, se expresaba con el vocablo “in bonis haberes”, de
ahí surgió la denominación “dominium bonitarium” opuesta al “dominium
quiritarium” que hacía referencia a la propiedad amparada por el derecho civil.
El termino propiedad proviene del vocablo latino “propietas” que indicar la
faculta que corresponde de una cosa determinada toda la utilidad jurídica que esta
cosa es susceptible de proporcionar. Se llamada “propiedad quiritaria”, es decir de
los quirites o de los romanos, para hacer resaltar que estaba sancionada por el
derecho civil romano y para oponerla a las otras formas menos perfectas de
propiedad.
POSESIÓN.
La posición es un derecho de tener una cosa corporal en su poder reteniéndola
materialmente con la voluntad de poseerla y disponer de ella como la haría su
propietario.
Por reglas general la posesión acompaña a la propiedad, puesto que el
propietario no puede utilizar la cosa que le pertenece no teniéndola a su
disposición, aun cuando pueden también separarse de manera que el propietario
no la posea y que el poseedor no sea propietario, cuyo caso subsiste de la misma
manera la propiedad porque es un derecho independiente del hecho de la
posesión. Además, la situación del que posee sin ser propietario termino por ser
protegida y de su posesión nacían para él ventajas ya sancionadas por el derecho.
LA SERVIDUMBRE.
Las servidumbres son derechos reales establecidos sobre una cosa en
provecho de una persona o de un fundo perteneciente a in propietario distinto. De
esta definición surge que existen dos clases de servidumbres.
Las Servidumbres Personales: Cuando el derecho de retirar la utilidad de
la cosa de otro se ha establecido en favor de una persona y no puede durar como
máximo, sino el tiempo que esa persona viva.
La Servidumbre Real O Predial: Cuando la utilidad se establecido en favor
de un inmueble, toma el nombre de un fundo dominante, reservándose el nombre
de fundo sirviente para designar el inmueble que está gravado con la servidumbre.
Es claro que quien percibe la utilidad no es el llamado fundo dominante sino su
propietario, pero lo percibe como tal propietario y subsiste con la cosa o con el
inmueble y para el inmueble.
La servidumbre personal es una relación entre una persona y otra cosa, que
desde el punto de vista activo; es el derecho que tiene una persona de retirar una
utilidad de la cosa de otro; y de procurar utilidad a una persona distinta del
propietario. La servidumbre real o predial, es una relación entre dos fundos, que
desde el punto de vista activo; es la carga impuesta a un fundo de procurarle
utilidad a otro fundo.
SUPERFICIE (DERECHO REAL PRETORIANO).
Los derechos reales pretorianos, o sea los sancionados por el derecho
pretoriano, eran los siguientes.
La propiedad pretoriana o in bonis habere.
El derecho de superficie.
El ius agro vectigalis.
Derecho de enfiteusis.
La hipoteca.
No hablaremos de la propiedad pretoriana o in bonis habere, porque de este
derecho real pretoriana ya hicimos referencia al hablar de la propiedad y de la
evolución de la propiedad en el derecho romano. Nos referiremos, por tanto,
solamente, a los otros derechos reales pretorianos enumerados.
De conformidad con lo que disponía el derecho civil romano el propietario del
suelo es también propietario de la superficie.
Si el propietario de un terreno a otra persona el derecho de constituir una casa
sobre su terreno, bien sea mediante el pago de un precio fijo o mediante el pago
de un censo, aun cuando el concesionario haya construido con la intención de ser
propietario de esta casa, esta pertenecerá al propietario o dueño del terreno.
Sin la concesión fue hecha por el pago de un precio, el concesionario es
considerado como un comprador; y si fue hecha por el pag de un canon anual, el
concesionario es considerado como un arrendatario; y en el segundo caso la
acción exconducto, ambas contra el concedente, para obtener el pago de los
dueños y perjuicios, si este lo obstaculiza en el goce de su derecho.
Pero, si el goce de ese derecho es perturbado por un terreno, el concesionario
no tiene acciones contra este terreno y tendrá que solicitar del concedente la
cesión de sus acciones para ejecutarlas contra el tercero.
Según el jurista Ulpiano, este interdicto era una especie de interdicto útil
possidetis que se le concede sin exigir del superficiario que pruebe la causa de su
posesión, solo busca si no posee por violencia, clandestinamente o precariamente,
frente a su adversario. En cuanto a la acción, real, una acción reivindicatoria, que
solo es acordada por el pretor con conocimiento de causa, cuando el superficiario
ha obtenido una superficie perpetua o de larga duración.
El superficiarlo puede intentar e interdicto y la acción real, aun contra el
propietario que le ha hecho la concepción in factum.
PRENDA.
La prenda o pignus era un contrato real por el cual un deudor, o una tercera
persona en su nombre, entrega a su acreedor una cosa para que la conservara
como garantía de su deuda y se la devolviera a la serie pagada la misma.
La persona que recia la cosa en prenda, que era al acreedor de la obligación,
venía a ser en realidad el deudor de la prenda, pero se denomina acreedor
prendario; y el que cedía la cosa en prenda, que podía ser el deudor de la
obligación o una tercera persona en su nombre, se le denomina deudor prendario.
HIPOTECA.
La hipoteca es un derecho real pretoriano establecido sobre una cosa mueble o
inmueble para garantizar el pago de una deuda.
Los inconvenientes de las anteriores garantías se hicieron sentir principalmente
en las relaciones entre arrendadores; pues para garantizar al propietario el pago
del arrendamiento el colono no tenia, generalmente, sino sus instrumentos
agrícolas, de los cuales no podía cederle al arrendador ni su propiedad ni su
posesión, por ser sus instrumentos de trabajo.
CONCLUSIONES.
El tema presentado demuestra que todas las cosas tienen un valor por el
simple hecho de existir.
Todas las cosas son divisibles en la forma o en su compensación
económica
Todas las cosas son parte de un patrimonio
Exciten diferentes formas de adquirir la propiedad
Para el Derecho romano, no todas las cosas podían ser susceptibles de
apropiación por el particular; éstas eran las cosas que estaban fuera del comercio.
Las cosas que sí podían ser apropiadas por los particulares eran aquellas que
estaban dentro del comercio.
La diferencia entre términos como: El derecho real que presupone la
existencia de una cosa sobre la cual va a recaer la conducta autorizada al titular, y
por cosa o bien todo objeto del mundo exterior que puede producir alguna utilidad
al hombre.
EJEMPLOS DE COSAS EN LA ÉPOCA ROMANA.