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Pontificia Universidad Católica de Valparaíso

Departamento de Derecho privado


Integración de Derecho civil

CONTRATOS EN PARTICULAR

SUMARIO:

I.- Apunte
II.- Dossier de estudio
1. Contrato de promesa: MEZA BARROS, Ramón, Manual
de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones (tomo
I, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2010).
2. Contrato de compraventa: MEZA BARROS, Ramón, ob.
cit.
3. Contrato de mandato: BARCIA LEHMANN, Rodrigo,
Lecciones de Derecho civil. De las fuentes de las
obligaciones (tomo II, Santiago, Editorial Jurídica de
Chile, 2010).
4. Contrato de hipoteca: BARCIA LEHMANN, Rodrigo, ob.
cit.
INTEGRACIÓN DE DERECHO CIVIL
CONTRATOS EN PARTICULAR

SECCIÓN PRIMERA
CONTRATO DE PROMESA

1. CONCEPTO Y GENERALIDADES

El contrato de promesa, cuya denominación precisa es contrato de


promesa de celebrar un contrato en nuestro ordenamiento jurídico es una
figura preparatoria general, debido a que a través de él se puede conducir a
las partes a la celebración de cualquier tipo de contrato definitivo (típico o
atípico). Teniendo lugar cuando las partes no pudiendo o queriendo alcanzar
un resultado económico-jurídico definitivo, buscan comprometerse desde ya
con la celebración de un contrato definitivo específico.

El legislador no nos da una definición del contrato1, pero la


jurisprudencia ha establecido que es aquel contrato por el cual las partes se
obligan a celebrar un contrato determinado, en cierto plazo o en el evento de
determinada condición, cumpliéndose con todos los requisitos que establece el
artículo 1554 del Código civil.

Este contrato se encuentra regulado en el artículo 1554 del Código Civil,


ubicado en el título XII del libro IV, “Del efecto de las obligaciones”.

2. CARACTERÍSTICAS

i. Contrato preparatorio. Las partes celebran este contrato con la finalidad


precisa de celebrar otro que es el verdaderamente querido por ellas, el
definitivo, que es el que se celebra en cumplimiento de la obligación de
hacer a que da origen la promesa; obligación de hacer consiste en la

1 Por su parte, Fernando Fueyo, sostiene que es aquel contrato por el cual una o ambas

partes se comprometen a celebrar un contrato en el futuro, debiendo cumplirse con los


requisitos legales.
1
suscripción, dentro de un plazo o al cumplirse una condición, del
contrato definitivo.
ii. Contrato principal. Subsiste por sí mismo, sin necesidad de otra
convención. Por eso, el contrato de promesa es un contrato principal,
como también lo es o podría serlo el contrato prometido, son
absolutamente independientes entre sí.
Esta independencia se manifiesta en que al contrato de promesa
no le serán aplicables los requisitos propios del contrato definitivo (por
ejemplo solemnidades legales). Además, la promesa produce efectos
jurídicos por sí sola, independientemente a que se celebre, o no, el
contrato definitivo. Por lo que la no celebración del contrato prometido
(incumplimiento de la promesa), produce los efectos propios del
incumplimiento de una obligación de hacer: el acreedor puede, o
demandar la ejecución forzosa de la obligación (celebrar el contrato) o
la indemnización de perjuicios (art. 1553 CC); pudiendo sumar la
resolución del contrato si la promesa es bilateral.
iii. Contrato solemne. La solemnidad consiste en la simple escrituración,
independientemente de la naturaleza del contrato prometido.
iv. Contrato esencialmente sujeto a modalidad. La modalidad constituye un
elemento de la esencia del contrato de promesa, haciendo excepción a
la característica propia de las modalidades, en cuanto generalmente
constituyen elementos accidentales de los actos jurídicos (véase el
artículo 1444 CC). La obligación de celebrar el contrato prometido se
deberá cumplir dentro de un cierto plazo o en el evento de una
condición.
v. Contrato de derecho estricto. El contrato de promesa, además de cumplir
con los requisitos de todo acto jurídico, debe cumplir también con los
requisitos especiales del artículo 1554. La omisión de los primeros,
podrá acarrear la nulidad absoluta o relativa del contrato de promesa;
en cambio, la de los segundos, acarreará necesariamente la nulidad
absoluta del contrato de promesa, pudiendo sostenerse teóricamente
inexistencia jurídica.
vi. Contrato de vigencia esencialmente transitoria. Es un medio para
obtener un contrato definitivo, que podrá o no celebrarse.
vii. Contrato que puede ser unilateral o bilateral.
viii.Contrato preparatorio general. Por este contrato se puede prometer
cualquiera clase de contrato, sea consensual, solemne o real.
2
3. PARTES INTERVINIENTES

Las partes intervinientes en el contrato de promesa toman el nombre de


promitentes, y deberán ser las mismas, actuando personalmente o
representadas, en el contrato definitivo.

4. REQUISITOS (ART. 1554 CC)

La promesa, como contrato que es, deberá cumplir para ser eficaz con
todos los requisitos generales de los contratos (teoría del acto jurídico). Pero,
además se debe cumplir con ciertos requisitos especiales (elementos de la
esencia) que prescribe el artículo 1554, ante cuya omisión, la misma norma
señala, no produce obligación alguna.

4.1. Artículo 1554 nº1: Que la promesa conste por escrito.

La ley sólo exige que conste por escrito, por lo que es suficiente una
escritura privada. Que sea por instrumento privado o por escritura pública no
tiene importancia para la validez del acto, sino que para la posibilidad de
ejecutar la obligación que conste en la promesa, ya que la escritura pública es
un título ejecutivo.

Sin embargo, la Ley General de Urbanismo y Construcción agrega una


exigencia adicional en el caso de las promesas reguladas por dicha ley: el
otorgamiento de una escritura privada autorizada ante notario y la caución de
todo o parte del precio del contrato definitivo pagado a la fecha de la promesa
mediante una póliza de seguro o bien una boleta bancaria de garantía. Así lo
dispone el artículo 138 bis, inciso primero, primera parte: “Las personas
naturales o jurídicas que tengan por giro la actividad inmobiliaria o aquellas que
construyan o encarguen construir bienes raíces destinados a viviendas, locales
comerciales u oficina, que no cuenten con recepción definitiva y que celebren
contratos de promesa de compraventa en los cuales el promitente comprador
entregue todo o parte del precio del bien raíz, deberán otorgarlos mediante
instrumentos privados autorizados ante notario y caucionarlos mediante póliza
de seguro o boleta bancaria aceptada por el promitente comprador”.

En todo caso, aun cuando el contrato prometido sea consensual, la


promesa de contrato debe constar por escrito y es precisamente esta exigencia
lo que permite calificarlo como contrato solemne.
3
4.2. Artículo 1554 nº2: Que el contrato prometido no sea de aquellos que
las leyes declaran ineficaces.

En relación con esta exigencia, se excluye la posibilidad de prometer


aquellos contratos cuya celebración está definitivamente prohibida por la ley.
Optar por otra solución, en cuanto a que se entienda que la anulabilidad o
ineficacia del contrato prometido al momento de celebrar el contrato de
promesa contagia a este último, significaría limitar excesivamente el ámbito
de aplicación de este contrato, ya que este supone, normalmente, un
obstáculo jurídico o la necesidad de realizar diligencias indispensables para
colocar a las partes en situación de otorgar el contrato definitivo válido.

Por ejemplo, no podría prometerse la compraventa entre cónyuges no


separados judicialmente y entre padres e hijos de familia (art. 1796). Sí, en
cambio, prometerse la venta de un inmueble embargado por decreto judicial,
ya que el artículo 14642 dispone que hay un objeto ilícito en la enajenación de
las especies embargadas por decreto judicial, y en el contrato de promesa sólo
se genera una obligación de hacer que consiste en la celebración de un
contrato definitivo, sin que importe un principio de enajenación siquiera.

4.3. Artículo 1554 nº3: Que la promesa contenga un plazo o condición que
fije la época de la celebración del contrato.

Esta circunstancia se ha establecido para que los contratantes sepan, a


ciencia cierta, cuándo deberá cumplirse el contrato prometido y evitar que
queden ligados contractualmente en forma indefinida. Este requisito viene a
ratificar el carácter transitorio de todo contrato de promesa, transitoriedad
que depende de un plazo o condición.

Modalidades a que puede estar sujeta la celebración del contrato definitivo.

i. Plazo: Aquel hecho futuro y cierto del cual depende la exigibilidad o


extinción de un derecho.

2 Hay que considerar que sólo las normas de los Nº s 1 y 2 del 1464 CC son prohibitivas;

en cambio, en el caso de las normas de los Nº s 3 y 4, ellas son imperativas, siendo necesario
para la celebración válida del contrato, la concurrencia de los requisitos que ellas prescriben.
El contrato puede celebrarse con la autorización del juez, siendo éste el único obstáculo para
la celebración del contrato definitivo (incluso esa autorización podría ser la condición a la cual
se someta al contrato prometido).
4
Se ha discutido en doctrina si el plazo debe entenderse por regla
general suspensivo o extintivo. Para algunos, en el contrato de
promesa el plazo es por regla general suspensivo, y para otros, es
normalmente extintivo. Si el plazo es suspensivo, vencido el término
estipulado sin que la promesa se haya cumplido, nace el derecho a
exigir su cumplimiento. Ahora bien, si el plazo es extintivo, vencido
éste se producirá la caducidad de la promesa, motivo por el cual
normalmente irá acompañado de otra modalidad que fije un
momento desde el cual se pueda exigir la celebración, ya que si se
pacta sólo un plazo extintivo, ésta podrá exigirse desde el momento
en que se perfecciona la promesa.
ii. Condición. Aquel hecho futuro e incierto del cual depende el
nacimiento o extinción de un derecho y su obligación correlativa. Como
la ley no distingue podrá ser una condición suspensiva o resolutoria.
Sin embargo, esta última no puede concebirse aisladamente en una
promesa, sino unida con otra modalidad, porque su característica es
que el derecho nace, pudiendo exigirse inmediatamente, -al igual
que en el supuesto del plazo extintivo- eso sí, quedando sujeto a
resolución. Así, por ejemplo, las partes convienen que la
compraventa se celebrará cuando al promitente comprador le sea
aprobado un crédito hipotecario (condición suspensiva), pero no
habrá lugar a ella, si antes de ese momento se le protesta algún
documento mercantil (condición resolutoria).
iii. Condición y plazo. Mientras se cumpla con el requisito de fijar la
época de la celebración del contrato definitivo, estas modalidades
pueden actuar combinadamente ej. La compraventa se otorgará una
vez obtenida la recepción municipal del edificio (condición
suspensiva) dentro del plazo de 90 días contados de la referida
recepción (plazo extintivo).

4.4. Artículo 1554 nº4: Que en ella se especifique de tal manera el


contrato prometido, que sólo falten para que sea perfecto, la tradición de
la cosa, o las solemnidades que las leyes prescriban.

La doctrina y la jurisprudencia se han uniformado señalando que la


especificación a que se refiere este numeral debe recaer sobre los elementos
esenciales del contrato definitivo, pudiendo faltar los elementos de la

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naturaleza (por que la ley los suple) y los accidentales (porque no son
obligatorios). Por consiguiente, la expresión perfecto no debe entenderse en el
sentido de que la promesa contenga o deba contener de manera acabada todos
los elementos del contrato definitivo, sino que ésta debe contener los
elementos esenciales para que sea eficaz, y así, para el caso de que alguna de
las partes no cumpliere, pueda obtenerse el cumplimiento forzado de la
obligación de hacer. Ej. En una promesa de compraventa, será necesario el
precio y cosa.

A pesar de que la norma del artículo 1554 sólo pareciera referirse a los
contratos solemnes y reales, también puede prometerse la celebración de un
contrato consensual, siempre que en la promesa se señalen sus elementos
esenciales.

5. EFECTOS ANTE LA INOBSERVANCIA DE LOS REQUISITOS DEL ARTÍCULO 1554

Para algunos, la sanción en este caso sería la inexistencia jurídica, ya


que el artículo. 1554, en su inciso primero, es uno de los preceptos en que
se apoya la teoría de la inexistencia en Chile, al disponer que la promesa no
produce obligación alguna, sin cumplir con los requisitos que enumera. Pero
la doctrina y jurisprudencia mayoritarias, son de la opinión de que la
sanción es la nulidad absoluta, por no observarse los requisitos que la ley
prescribe para el valor del contrato en consideración a su naturaleza (art.
1682 CC).

6. EFECTOS DEL CONTRATO DE PROMESA

El efecto fundamental es que genera una obligación de hacer que


consiste en otorgar el contrato prometido, sea voluntaria o forzadamente. Esta
obligación genera una acción personal mueble, por lo tanto, transmisible,
transferible y prescriptible según las reglas generales. En relación a la
transferencia de la acción que emana de este contrato, si se trata de una
promesa unilateral, la transferencia será una cesión de derechos, y si es
bilateral, la transferencia constituye una cesión de contrato. En cuanto a la
prescripción se aplican las reglas generales, es decir, la acción prescribe en 5
años.

Este contrato sólo produce efectos obligacionales, al igual que todos los
contratos en nuestro sistema; la promesa no es un acto de enajenación, ni
6
constituye un principio de ésta, por lo tanto no servirá de título, ni para
trasladar, ni para declarar, ni para constituir el dominio, puesto que sólo
genera una obligación de contratar.

7. SITUACIONES PROBLEMÁTICAS EN RELACIÓN AL CONTRATO DE PROMESA

7.1. Validez de la promesa unilateral de celebrar un contrato bilateral

Se discute si es posible celebrar un contrato de promesa unilateral de un


contrato bilateral, o sea, un contrato en que sólo uno de los contratantes quede
obligado a otorgar el contrato definitivo, mientras el otro estaría facultado para
exigir el otorgamiento (cumplimiento del contrato) sin estar obligado a
celebrarlo a requerimiento de su contra parte. Ej. A promete vender un
inmueble a B en un precio X. B celebra la promesa, pero no se obliga a
comprar el inmueble, sino que se reserva la facultad de exigir la celebración
del contrato al promitente vendedor, si lo estima conveniente, dentro de un
determinado plazo o cumplida que sea una condición. Mientras no haga uso
de su facultad el promitente vendedor no puede exigir la celebración del
contrato. Por el contrario, si hace uso de ella, el promitente vendedor está
obligado a celebrar el contrato.

Se discute la validez de este contrato, reconociéndose dos posiciones:

i. Se sostiene que el contrato es nulo por no cumplirse con los


requisitos del artículo 1554, específicamente con el del numeral 2º,
porque el perfeccionamiento del contrato definitivo queda entregado
a la sola voluntad de quien se reserva la facultad de exigir su
celebración y, por esta razón, se trataría de una condición
meramente potestativa, dependiente de la sola voluntad de quien se
obliga (el deudor) y, por lo tanto, nula según el artículo 1478 CC.
ii. Otro sector postula que la promesa unilateral es plenamente válida
y eficaz. Se basan en el principio de la libertad contractual, la
generalidad de los términos del artículo 1554, y la aceptación de la
ley de numerosos casos en que el perfeccionamiento del contrato
depende de la sola voluntad de una de las partes. Además, rebaten
la posición anterior señalando que esta se funda en una exégesis
muy estrecha y exagerada del artículo 1554. Igualmente, desechan
el argumento del artículo 1478 al señalar que en este caso de

7
promesa unilateral, la celebración del contrato prometido depende
de la mera voluntad del acreedor de la obligación; por lo tanto,
aplicando el inciso segundo de la norma, esta condición vale. (véase
el artículo 1478, inciso segundo).

Algunos ven en este contrato de promesa unilateral más que un contrato


de promesa, un contrato de opción, en tanto el acreedor de la obligación de
hacer tiene la opción de exigir la celebración del contrato o no. Y sólo resultará
obligada su contraparte cuando haga uso de la referida opción.

7.2. Validez o eficacia de la celebración de promesa de celebrar un


contrato consensual

Mucho se ha discutido en la doctrina sobre este particular, y la discusión


proviene de la circunstancia de que el artículo 1554 nº 4 no menciona a los
contratos consensuales, solo refiriéndose a los reales y solemnes.

Para quienes sostienen su improcedencia, la promesa de un contrato


consensual se confundiría con el contrato definitivo, ello porque el mismo
numeral 4º exige la especificación del contrato prometido, y así por ejemplo,
si se tratase de una promesa de compraventa de cosa mueble, debería
determinarse la cosa y el precio, y aplicando el artículo 1801 CC, la
compraventa se reputaría perfecta.

Sin embargo, la mayoría de los autores y la jurisprudencia estima


procedente la promesa de contrato consensual, porque si bien ella supone un
acuerdo sobre los elementos esenciales del contrato prometido, no es preciso
determinar íntegramente los elementos del contrato (su contenido), e incluso
algunos de ellos pueden reservarse para más adelante por las partes. Se
apoyan en la generalidad del artículo 1554 y en el principio de la libertad
contractual. Además, si se tiene en vista la justificación de celebrar un
contrato de promesa, ésta se extiende igualmente al caso de los contratos
consensuales (idea de obstáculo que impide la celebración del contrato).

8. LESIÓN ENORME EN EL CONTRATO DE PROMESA DE COMPRAVENTA DE UN BIEN


RAÍZ

Debemos partir de la base que, en nuestro ordenamiento jurídico, la


lesión enorme es una figura de aplicación excepcional, sólo para aquellos
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casos en que la ley expresamente lo señala, como por ejemplo, la compraventa
de bienes raíces. Pero el contrato de promesa es un contrato principal y
diferente del contrato definitivo, aquí el de compraventa: Siendo así, la lesión
sería improcedente respecto de la promesa.

Pese a lo anterior, en la práctica puede acontecer que el promitente


comprador pague el precio al momento de la promesa y que entre éste
momento y la celebración de la compraventa se produzca una alteración del
equilibrio inicial entre las prestaciones a consecuencia de un fenómeno
inflacionario.

Frente a esta posibilidad, el legislador dispone que el justo precio se


determina al momento del contrato de compraventa (art. 1889 CC) y no al
momento de la promesa, siendo ésta la regla general. Existiendo una
excepción respecto de la venta de loteos irregulares; ya que en ellas, el justo
precio se determina al momento de la promesa de venta. Pero por su calidad
de excepción, debe interpretarse y aplicarse restrictivamente.

Para el profesor Abeliuk no procede la lesión si el precio era justo al


tiempo de pagarse, en este caso, al momento de la promesa. Basándose en el
mismo artículo 1889 el cual se refiere al precio que recibe el vendedor, en
consecuencia, es el precio recibido el que debe compararse con el justo precio.
A nuestro juicio, la fijación del “justo precio”, según el artículo 1889, inciso
segundo, se hace al tiempo del contrato de compraventa (contrato definitivo);
sin embargo, como el precio se pagó con anterioridad, a la celebración del
contrato de promesa, resulta forzoso actualizar esta suma conforme algún
mecanismo de reajustabilidad. Por lo tanto, la comparación se hace al tiempo
del contrato de compraventa y se hace entre el justo precio fijado en ese
momento y el precio pagado debidamente actualizado. Ejemplo: el precio del
inmueble es $12.000.000 y se paga el año 1990 contra la firma de la promesa
de compraventa; el año 1995 se celebra el contrato definitivo y resulta que el
justo precio del inmueble asciende a 26.000.000. Conforme el artículo 1889,
el vendedor sufre lesión enorme cuando el precio que recibe es inferior a la
mitad del justo precio. Sin embargo, aunque podría parecer que cabe la
rescisión por lesión enorme, aplicando algún mecanismo de reajustabilidad el
precio pagado realmente representa la suma de $15.000.000, por lo tanto, no
habrá lugar a la rescisión por lesión enorme.

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9. CUMPLIMIENTO FORZADO DE LA PROMESA Y EL ARTÍCULO 1891 CC

La lesión enorme sólo procede respecto de la venta voluntaria de bienes


raíces, quedando excluidas las ventas efectuadas por el ministerio de la
justicia, siendo tales, aquellas ventas realizadas en pública subasta con
intervención de terceros (Véase artículo 1891 CC). Para el caso de que no se
cumpla un contrato de promesa, se podrá recurrir a la ejecución forzada de la
obligación que de él se desprende, que en este caso, va a consistir en la
suscripción de un contrato de compraventa. No estamos en presencia de una
venta forzada en pública subasta con intervención de terceros, sino que la
venta es voluntaria sólo que el juez suple al deudor que debiendo otorgarla no
lo hace. El juez actúa como representante legal del ejecutado. Por lo tanto, esa
venta puede ser rescindida por lesión enorme (no se le aplica el art. 1891).

SECCIÓN SEGUNDA
CONTRATO DE COMPRAVENTA

1. REGULACIÓN

El contrato de compraventa está regulado en el Libro IV, título XXIII,


artículos 1793 a 1896 del Código civil.

2. CONCEPTO:

"La compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar


una cosa y la otra a pagarla en dinero" (artículo 1793 C.C.)

3. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA

i. Contrato Bilateral. Ambas partes se obligan recíprocamente; el


comprador a pagar en dinero el precio de la cosa, el vendedor a entregar
la cosa vendida. El precio y la cosa son elementos de la esencia del
contrato en estudio (art. 1444) y son el objeto de las obligaciones
recíprocas también denominadas, por algunos, de la esencia.
Dado su carácter de contrato bilateral le son aplicables los efectos
particulares de esta clase de contratos, pero encontrándonos con que
en la regulación de la compraventa hay normas especiales sobre los
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referidos efectos particulares, que no son más que aplicación o
reiteración de las reglas generales (artículos 1489, 1550 y 1552 del
Código civil). Así, el artículo 1826 reconoce al comprador la facultad
resolutoria por la no entrega de la cosa, e implícitamente la excepción
de contrato no cumplido del vendedor (véase el inciso 3º); el artículo
1873 regula la facultad del vendedor para resolver el contrato por no
pago del precio. Por otro lado, el artículo 1820 es la única norma del
Código civil que se hace cargo del problema del riesgo de la
contraprestación en los contratos bilaterales, instaurando como regla
la del res perit creditori (al igual que el art. 1550 CC).
ii. Contrato Oneroso. Se trata de un contrato que reporta una utilidad
económica para ambas partes, gravándose cada una de ellas en
beneficio de la otra. Es más, vemos que con ocasión de este contrato
en particular, el legislador regula extensamente las obligaciones de
garantía, propias de los contratos onerosos, disponiendo expresamente
que el vendedor se obliga al saneamiento de la evicción y de los vicios
redhibitorios de la cosa vendida, pudiendo las partes, en todo caso,
eximir al vendedor de esta obligación, dentro de los límites admitidos
por la buena fe (art. 1837 y ss.).
iii. Contrato Conmutativo. En este contrato las partes, comprador y
vendedor, al momento de su celebración miran como equivalentes las
prestaciones objeto de las obligaciones que cada una de ellas contrae.
Las partes, al momento de celebrar el contrato, tienen la capacidad de
anticipar con una cierta precisión los beneficios económicos que éste
les reportará.
De cualquier forma, la conmutatividad del contrato de
compraventa no es un elemento de la esencia, sino de su naturaleza.
En el caso de la venta de una cosa futura, la regla general será
considerarla una compraventa sujeta a condición (compraventa onerosa
conmutativa). Sin embargo, puede llegarse a la conclusión de que se
trata de una compraventa cuyo objeto es la suerte (art. 1813),
constituyéndose en este caso como un contrato oneroso aleatorio.
iv. Contrato Principal. Este contrato subsiste por sí solo, y no tiene por
objeto la seguridad de una obligación principal.
v. Contrato generalmente consensual. El contrato de compraventa se
perfecciona por el solo consentimiento de las partes, reputándose
perfecto desde que las partes han convenido en la cosa y en el precio
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(art. 1801), no siendo necesario, ni la entrega de la cosa, ni el pago del
precio.
La anterior es la regla general, ya que excepcionalmente la
compraventa será solemne, siendo menester para su perfeccionamiento
el cumplimiento de una solemnidad objetiva o ad-solemnitatem,
establecida en atención a la naturaleza del contrato (art. 1682). Esta
solemnidad consiste en el otorgamiento de una escritura pública, y se
constituye como la única forma válida de manifestar la voluntad en
este tipo de compraventa.
La compraventa es solemne cuando tiene por objeto bienes
raíces, servidumbres, censos y una sucesión hereditaria, y de no
cumplirse con la solemnidad, la compraventa será nula de nulidad
absoluta (art. 1682 con relación al 1444). Como contra excepción, nos
encontramos con que los bienes inmuebles por adherencia y
destinación siguen la regla general en cuanto a su perfeccionamiento
como compraventa consensual.
vi. Eficacia obligacional3. En el ordenamiento jurídico chileno los contratos
sólo producen derechos y obligaciones, por lo que la compraventa sólo
produce efectos personales y no reales, sirviendo como título
traslaticio de dominio (arts. 675 y 703), pero nunca transfiriéndolo por
sí misma; sino que sirviendo de título a la posterior tradición, que
sirve como modo de adquirir el dominio. Consecuentemente, la venta
de cosa ajena es válida según lo dispone el artículo 1815 del Código
civil.
Pese a este carácter meramente obligacional de la compraventa,
el legislador no ha sido consecuente con éste en materia de la teoría de
los riesgos, ya que la regla que recoge es la del res perit creditori,
poniendo de cargo del comprador el riesgo de la contraprestación,
comprador que no es dueño, sino simplemente acreedor. Siendo
consecuente con el sistema contractual chileno la regla debió haber
sido la del res perit debitori, es decir, el riesgo de cargo del vendedor.
También, relacionado con el carácter obligacional de la
compraventa, el legislador en el artículo 1874 del Código civil dispone
sobre el efecto que produce la cláusula de reserva de dominio,

3 Con relación a este carácter meramente obligacional, en el mensaje del Código civil se

expresa que un contrato puede ser perfecto produciendo derechos y obligaciones entre las
partes, no obstante, no transferir el dominio, ya que para ello es menester de la tradición.
12
limitándolo sólo a la demanda alternativa de resolución o
cumplimiento forzado (efecto particular del contrato bilateral), pero no
suspendiendo la adquisición del dominio4. La disposición del artículo
1874 debe relacionarse con la del artículo 680, ubicado en el libro II
título VI “de la tradición”, la que en su inciso segundo prescribe:
“Verificada la entrega de la cosa por el vendedor, se transfiere el dominio
de la cosa vendida, aunque no se haya pagado el precio, a menos que el
vendedor se haya reservado el dominio hasta el pago o hasta el
cumplimiento de una condición”.

4. GASTOS EN MATERIA DE COMPRAVENTA (VÉASE EL ARTÍCULO 1806).

El artículo 1806 establece: “Los impuestos fiscales o municipales, las


costas de la escritura y de cualesquiera otra solemnidades de la venta, serán
de cargo del vendedor; a menos de pactarse otra cosa”. Norma que en la
práctica, no se observa, ya que siempre existe estipulación diversa entre las
partes que pone de cargo del comprador todos los gastos que se deriven de la
compraventa.

5. LAS MODALIDADES Y LA COMPRAVENTA (ARTÍCULO 1807 CÓDIGO CIVIL).

El artículo 1807 prescribe que la compraventa puede ser pura y simple,


o sujeta a modalidad. Además, se establece que puede tener por objeto dos,
o más cosas alternativas. (Véase el artículo 1499 Código civil). El Inciso final
reconoce el principio de la especialidad en materia contractual.

6. ELEMENTOS (DE LA ESENCIA) DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA

6.1. El precio (arts. 1808 y 1809).

El precio es el dinero que el comprador da por la cosa vendida y constituye


el objeto de su obligación (art. 1793 segunda parte) Si las partes no convienen
en el precio, la obligación de pagarlo carece de objeto y la de entregar la cosa
de causa y el contrato es nulo o degenera en otro distinto.

4 Aquí nos encontramos con un caso en el que el legislador pasa por sobre el acuerdo de

voluntad de las partes (artículo 1545 Código civil) y asigna un efecto jurídico diverso al querido
por éstas.
13
Requisitos del precio en la compraventa

i. El precio debe ser determinado por las partes o por un tercero


designado por ellas (art. 1808 CC). Este precio puede ser
determinado, o determinable, debiendo, en este último caso, las
partes acordar los medios o indicaciones que permitan su
determinación. Asimismo, las partes pueden inclusive convenir
que el precio lo fije un tercero (art. 1809), y en este caso, el
contrato de compraventa se encuentra perfeccionado desde antes
que el tercero fije o determine el precio de la cosa. Si se tiene en
cuenta la disposición del artículo 1809, se puede concluir que la
venta, ya perfeccionada, está sujeta a una condición, que el tercero
o su sustituto determine el precio. Si ello no ocurre, la ley
dispone el efecto que no habrá venta. La designación del tercero
puede hacerse, o en el mismo contrato, o por un acto posterior de
las partes, pero en ambos casos se exige el acuerdo de las partes
acerca de la persona del tercero.
Con relación a la lesión enorme, el artículo 1889 no distingue
sobre si el precio se fijó por las partes o por un tercero. Por ello, en
cualquiera de los dos casos, la venta podrá rescindirse por lesión
enorme.
Finalmente, la ley excluye la posibilidad que la
determinación del precio de venta quede al arbitrio de una de las
partes contratantes.
ii. El precio debe pactarse en dinero (art. 1793). En este caso sólo se
exige que se pacte en dinero, pudiendo perfectamente pagarse con
una cosa distinta. Las partes pueden convenir en una dación en
pago, dando una cosa distinta al dinero para solucionar la
obligación de pagar el precio.
Por otro lado, se puede pactar también que el precio consista
parte en dinero y parte en otra cosa, caso en el cual se entenderá
que hay compraventa; cuando el dinero vale más que la cosa, ya que
de lo contrario habrá permuta (art. 1794).

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iii. El precio debe ser verdadero o real5. El precio será verdadero o real
cuando no sea ficto o simulado, o sea, aquel en que existe intención
de pagarlo por una parte y de exigirlo por la otra.
6.2. La Cosa Vendida (arts. 1810 a 1816)

La cosa consiste en el objeto de la obligación del vendedor, si falta ésta


no habrá obligación, y consecuentemente la obligación de la otra parte
carecerá de causa.

Por otro lado, en cuanto a las cosas que pueden ser vendidas, el artículo
1810 señala que pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales,
cuya enajenación no esté prohibida por la ley (relacionarse con el 1464).

Requisitos de la cosa

i. La compraventa puede tener por objeto cosas corporales e


incorporales.
ii. La cosa vendida debe ser de aquellas cuya enajenación no esté
prohibida por la ley.
Recordemos que el artículo 1464 dispone sobre las cosas cuya
enajenación adolece de objeto ilícito. Sin embargo, debemos agregar,
dentro de las cosas incomerciables, la sucesión de una persona viva,
y también la totalidad de los bienes de una persona, a menos que
éstos se individualicen por medio de escritura pública (art. 1811 en
concordancia con el 2056).
iii. El objeto del contrato de compraventa debe ser una cosa singular.
Así se infiere del artículo 1811 en conexión con el artículo
2056, ambos del Código civil. El artículo 1811 dispone que no se
pueden vender todos, o una cuota, de los bienes presentes, o
fututos, de una persona. No obstante, la venta será válida si se

5 En algunos textos se habla de que el precio debe ser serio, es decir, que éste no sea
irrisorio o ridículo y además, ponga de manifiesto que las partes no han tenido la intención
seria de pagarlo y exigirlo. Sin embargo, el exigirse que el precio no sea irrisorio no quiere
significar que éste deba ser justo, ya que el legislador chileno sólo considera el justo precio
para apreciar si ha habido o no lesión enorme en las compraventas de inmuebles. Se debe
tener presente que en estas compraventas el legislador no exige que el precio sea justo, sino
que el justo precio de la cosa no sea inferior a la mitad del precio que el comprador paga por
ella (comprador sufre lesión enorme); o que el precio que recibe el vendedor no sea inferior a
la mitad del referido justo precio (vendedor sufre lesión enorme).

15
determinan por escritura pública cuáles son los bienes que se
están vendiendo. A nuestro legislador le desagrada o incomoda la
venta de universalidades.
También cabe la venta de una cuota sobre una cosa singular,
siendo aplicable la norma del artículo 1812 del Código civil. Si una
cosa singular es común a dos o más personas proindiviso, sin que
entre ellos exista sociedad, cada una de ellas podrá vender su cuota,
aun sin el consentimiento de la otra. Esta venta será consensual o
solemne, según la naturaleza de la cosa singular.
iv. La cosa debe ser determinada, o al menos, determinable.
Si la cosa es determinable es exigencia que en el contrato se
indiquen los elementos necesarios para su determinación (art. 1461
CC). La ley exige la determinación de la cosa, al menos en cuanto a
su género; ahora, si se trata de una cantidad, el contrato debe
contener a lo menos los datos o reglas que permitan su
determinación.
v. La cosa debe ser real (realidad del objeto).
Esto significa que la cosa debe existir o esperarse que exista.,
ya que el objeto de toda obligación debe ser real. La realidad del
objeto en este caso, se refiere a la existencia de la cosa vendida.
a. Venta de una cosa inexistente. El artículo 1814 dispone que la
venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el contrato se
supone existente y no existe, no produce efecto alguno (nulidad
por falta de objeto). Por su parte, el inciso segundo del precepto
citado dispone para el caso en que la cosa existe sólo
parcialmente, faltando una parte considerable de ella. En este
caso el comprador puede desistirse del contrato o perseverar en
él, pagando el precio según una justa tasación de lo que se
conserve de la cosa (valor de la cosa que existe parcialmente). Si
el vendedor celebró el contrato a sabiendas de que la cosa no
existía totalmente, o en una parte considerable, el comprador de
buena fe tiene a su disposición una acción de indemnización en
contra del primero (véase el artículo 1814, inciso final).
b. Venta de una cosa futura. Una compraventa puede tener por
objeto una cosa que no existe al momento de su celebración, pero
que se espere que exista, en cuyo caso se hablará de una

16
compraventa de cosa futura. Esta compraventa es válida y puede
revestir dos modalidades:
i. Venta de cosa esperada. Se espera que la cosa exista y se
entiende hecha bajo la condición de existencia. Se trataría
de una compraventa condicional, y la condición sería
suspensiva.
ii. Venta de la suerte. Ello debe desprenderse de la propia
naturaleza del contrato, en el sentido que aparezca que el
comprador está comprando la suerte. Este contrato será
aleatorio, haciendo excepción a la regla general
representada por los contratos de venta conmutativos. Por
ejemplo, se vende la producción de huevos de un gallinero
completo en una suma alzada. En este caso se está en
presencia de una compraventa de cosa futura, pero lo que
realmente se está comprando es el alea: la suerte de que
exista esta producción (la cosa vendida); si nada se
produce (la cosa no llega a existir), el comprador pierde
lo que pagó, ya que compró la contingencia i n c i e r t a de
ganancia o pérdida, si no ha pagado aún el precio,
igualmente estará obligado a hacerlo, sin que pueda alegar
la falta de objeto del contrato.
vi. La cosa debe ser del vendedor o ajena, pero no puede ser propia
del comprador.
En este último caso la compraventa es nula y el comprador
tendrá derecho a que se le restituya lo que hubiere dado por ello
(véase el artículo 1816 inc. 1º, Código civil).
Regla de los frutos naturales y civiles de la cosa
El inciso 2º del artículo 1816 prescribe que pertenecen al
comprador los frutos naturales, pendientes al tiempo de la venta; y
los naturales y civiles, que después ella produzca. Esto se entiende
siempre que las partes no hayan acordado la entrega de la cosa,
después de transcurrido un plazo o sujeta a una condición, en cuyo
caso los frutos pertenecen al vendedor hasta el vencimiento del
plazo, o el cumplimiento de la condición.
El inciso final de la norma dispone que todo lo dicho en este
artículo puede ser modificado por estipulación expresa de los
contratantes. Pese a los términos amplios del texto expreso de la
17
ley, esta norma debe interpretarse restrictivamente, (en contra de
su texto) referido exclusivamente al inciso 2º, que regula la situación
de los frutos de la cosa, pero no al caso de la compra de cosa propia,
ya que esa venta es nula y la nulidad es una sanción de derecho
estricto y de orden público, indisponible por la voluntad de las
partes.

La venta de cosa ajena es válida

El artículo 1815 del Código civil prescribe que esta venta es válida, sin
perjuicio de los derechos del dueño de la cosa vendida, mientras no se
extingan por el lapso de tiempo. Esta norma se explica porque en nuestra
legislación la compraventa por sí sola no transfiere el dominio, sino que
únicamente genera derechos y obligaciones, sirviendo de título para adquirir
el dominio (título traslaticio de dominio).

El contrato no transfiere el dominio y el efecto que produce es que al


comprador a quien se le ha hecho la entrega (tradición), tiene un justo título:
la compraventa, que le habilita, concurriendo los demás requisitos legales,
para adquirir el dominio por prescripción adquisitiva o usucapión.

Por consiguiente, si bien la compraventa de cosa ajena es válida, ésta no


es oponible al verdadero dueño, quien podrá reivindicar la cosa del poseedor
no dueño mientras este último no haya adquirido el dominio de la cosa por
prescripción adquisitiva6.

En cuanto a los efectos de la venta de la cosa ajena, se debe distinguir:

i. Si el vendedor ha entregado la cosa vendida. El contrato celebrado


entre el vendedor de cosa ajena y comprador es válido, pero no es
oponible al verdadero dueño y la causa de esta inoponibilidad es
su falta de voluntad. Este último puede reivindicar la cosa, y
ejercida la acción, el comprador tiene derecho para dirigirse en

6 Nuestro legislador incurre en una impropiedad al decir que el verdadero dueño tiene

derecho a reivindicar la cosa "mientras no se extingan por el lapso de tiempo", ya que la “acción
reivindicatoria” es una acción real propietaria que no se extingue por el transcurso del tiempo,
sino por la adquisición del derecho por el poseedor no dueño de la cosa o el derecho real
(art. 2517).

18
contra de su vendedor según las reglas generales para el
saneamiento de la evicción.
Pese a lo anterior, hay dos casos en que el verdadero dueño no
se dirigirá contra el comprador a non domino:
a. Cuando es ratificada la venta por el verdadero dueño (art. 1818).
En otras palabras, concurre la voluntad del verdadero dueño,
ratificando lo obrado por el poseedor no dueño. Esta situación
debemos relacionarla con la prevista por el artículo 898 inciso
2º del Código civil, disposición ubicada en el título de la acción
reivindicatoria y que regula la situación del poseedor no
dueño que enajena la cosa, en el caso de que dicha enajenación
haga difícil, o imposible, su reivindicación por el dueño. El
dueño podrá dirigirse en contra del que enajenó la cosa
(vendedor a non domino) y si éste entrega el precio que recibió
por ella, se confirma o ratifica la enajenación (relacionar con
el art 672).
b. Cuando el comprador adquirió por prescripción. La venta de
cosa ajena constituye un justo título para adquirir la posesión
y, consecuentemente, para ganar el dominio por prescripción.
La extinción del derecho del verdadero dueño se produce por
la prescripción adquisitiva del derecho. En esta hipótesis, el
dueño igualmente se dirige en contra del comprador, pero éste
se defiende oponiendo la excepción de prescripción adquisitiva
y logra que la demanda sea rechazada (relacionar con 1815).
ii. Si el vendedor no ha entregado la cosa al comprador. El verdadero
dueño puede ratificar la venta o reivindicar la cosa vendida de
manos del vendedor. En este último caso, el vendedor de cosa
ajena se verá imposibilitado de cumplir su obligación, pudiendo el
comprador solicitar la resolución del contrato con indemnización
de perjuicios.

En materia de efectos de la venta de cosa ajena, debemos tener presente


la norma del artículo 1819 del Código civil, que prevé la situación del
vendedor de cosa ajena que adquiere su dominio después de celebrada la
compraventa. Si ello acontece, la norma dispone que debe entenderse (ficción
legal) que el comprador, a quien se le hizo la entrega, adquirió el dominio

19
desde el momento de la tradición de la cosa. Esta norma concuerda
plenamente con la del artículo 682 inc. 2º del Código civil.

Situaciones especiales que pueden darse con relación al consentimiento entre


las partes respecto de la cosa vendida y que inciden en el perfeccionamiento
del contrato o en el riesgo de la misma

Finalmente, con relación a la cosa, elemento esencial de la


compraventa, nos corresponde referirnos a los artículos 1821, 1822 y 1823
CC. Los dos primeros se refieren a la compra de géneros y el tercero a
la venta de cosas a prueba.

A. Venta de una cosa que suele venderse a peso, cuenta o medida


(géneros) y que se señala de manera tal que no pueda confundirse con
otra porción de la misma cosa.

El artículo 1821 del Código civil da un ejemplo: las cosas que se hallan
en un determinado recinto o lugar, como el trigo contenido en un cierto
granero. Si las partes han convenido en el precio de la cosa vendida, el riesgo,
pendiente su entrega, se rige por la regla general del artículo 1820, es decir,
pertenece al comprador, aunque la cosa no se haya pesado, medido o
contado. Si las partes no han convenido en el precio, no hay venta. Se aplica
la regla de las especies o cuerpos ciertos, pese a que la cosa no ha sido
identificada (artículo 1820 del Código civil), pero se justifica por cuanto no
hay posibilidad de confusión de la cosa con otra.

El inciso segundo del artículo 1821 se ocupa de una situación diversa,


colocando el riesgo de cargo del vendedor. Aquí se ha vendido una cosa de
aquellas que suelen venderse a peso, cuenta o medida, y no se ha
determinado la parte o porción que se está vendiendo. La ley habla de una
parte indeterminada de un género, como diez fanegas de trigo de las
contenidas en cierto granero. Se vende un género, pero no se especifica qué
parte de éste se vende y por ello se aplica el artículo 1510 del Código civil, en
cuya virtud la pérdida de una parte del género no extingue la obligación del
vendedor, porque el género no perece. Conforme a la disposición, la traslación
del riesgo al comprador se produce sólo una vez que se haya fijado el precio
y se haya pesado, contado o medido la parte que se vende (identificación de
la cosa).

20
B. Venta de un género en la que las partes convienen en el precio y en
una época para realizar el peso, cuenta o medida de la parte del mismo
que se vende (art. 1822).

El contrato de venta se encuentra perfeccionado. Sin embargo, si una de


las partes no concurre en la fecha acordada, por lo que la otra tiene acción
de resarcimiento de los perjuicios provocados por la negligencia del que no
concurrió y, además, si le conviene, tiene la facultad de desistirse del
contrato.

C. La venta a prueba (art. 1823).

Cuando una cosa se vende a prueba, la ley entiende que no hay contrato
mientras el comprador no declare que la cosa le agrada. Hay aquí una
compraventa que se celebra bajo una condición suspensiva y meramente
potestativa dependiente de la voluntad del comprador. En cuanto a los riesgos
de la cosa que se entregó a prueba, como la ley entiende que no hay
compraventa mientras el comprador no manifiesta su agrado, éstos son de
cargo del vendedor.

El inciso 2º dispone que sin necesidad de estipulación, se entiende


hacerse a prueba la venta de todas las cosas que se acostumbra vender de
ese modo. La jurisprudencia ha fallado que se acostumbra comprar a prueba
los caballos destinados a tiro de carruaje; lo mismo ocurre con las ventas
según muestras, así si las cosas entregadas no guardan conformidad con
aquéllas, el comprador está autorizado a rechazar la entrega, sin que
comprometa su responsabilidad.

7. LA CAPACIDAD EN LA COMPRAVENTA. (PÁRRAFO 1, DE LA CAPACIDAD PARA EL


CONTRATO DE VENTA. ARTÍCULOS 1795 A 1799 CÓDIGO CIVIL)

En esta materia, el legislador junto con reiterar la regla del artículo


1446 del Código civil, de general aplicación, prevé varias incapacidades
especiales o prohibiciones de celebrar un contrato de compraventa que
afectan a determinadas personas.

En efecto, el artículo 1795 prescribe: “Son hábiles para el contrato de


venta todas las personas que la ley no declara inhábiles para celebrarlo

21
(incapacidades especiales) o para celebrar todo contrato (incapacidades
generales).

Las incapacidades especiales de las que se habla no son sino


prohibiciones de celebrar contrato de compraventa respecto de ciertas
personas, atendido su estado, condición o circunstancias en las que se
encuentra. Se trata de personas que tienen plena capacidad de ejercicio, no
obstante les está prohibido celebrar el contrato de compraventa. La sanción
por la trasgresión de la prohibición es la nulidad absoluta por objeto ilícito:
acto prohibido por las leyes.

7.1. Incapacidad especial para comprar y vender (art. 1796).

El precepto contiene la prohibición de celebrar compraventa entre


los cónyuges no separados judicialmente y entre el padre o madre y el hijo
sujeto a patria potestad. Aquí se establece una prohibición de comprar y
vender. Esta prohibición se establece con la finalidad de proteger los
intereses, tanto de los cónyuges entre sí, y de los padres y sus hijos sujetos
a patria potestad, como para proteger los de los terceros.

Con relación a la venta entre cónyuges el legislador la permite sólo


cuando estén separados judicialmente. La separación judicial produce efectos
en el régimen de bienes del matrimonio, poniendo término a la sociedad
conyugal o a la participación en los gananciales que hubiere existido entre los
cónyuges. En todo caso, la prohibición está establecida con independencia
del régimen de bienes que tengan los cónyuges, sea sociedad conyugal,
separación total de bienes o participación en los gananciales.

7.2. Incapacidad especial para vender (art. 1797)

La norma prohíbe a ciertos funcionarios administradores de


establecimientos públicos vender alguna parte de los bienes que administra,
a menos que estén expresamente autorizados por la autoridad competente.

7.3. Incapacidad especial para comprar (art. 1798)

En su primera parte prohíbe al empleado público comprar los bienes,


sean éstos públicos o particulares, que se vendan bajo su ministerio. El
mismo artículo, en su segunda parte, prohíbe comprar a los jueces, abogados,

22
procuradores o notarios los bienes en cuyo litigio han intervenido y que se
vendan a consecuencia del litigio, aunque la venta se haga en pública
subasta. Los abogados, sin embargo, igualmente pueden celebrar un pacto
de igualas o de derechos litigiosos.

7.4. Auto-contratación prohibida (art. 1799 relacionado con el a r t . 412).

Aquí se prevé otro caso de auto-contratación prohibida (el primero es


del padre respecto de los bienes de su hijo). Si bien a los tutores y curadores
se les prohíbe comprar para sí cuando se trata de bienes inmuebles; en el
caso de los muebles, sólo están obligados a la observancia de formalidades
habilitantes (autorización de los demás guardadores o del juez). La
importancia de la distinción se relaciona estrechamente con la sanción que
existe por la trasgresión de la norma; en el primer caso, la sanción será la
nulidad absoluta (objeto ilícito), en el segundo, la relativa (por la omisión de
una formalidad habilitante).

7.5. Incapacidad especial para comprar y vender (art. 1800)

La incapacidad afecta a ciertas personas que representan intereses


ajenos, a las que se les exige para la compra o venta de las cosas relacionadas
con su cargo, la autorización del mandante según el artículo 2144 del Código
civil.

8. EFECTOS DE LA COMPRAVENTA

Cuando hablamos de los efectos de la compraventa, estamos aludiendo


a los derechos y obligaciones que el contrato produce y las principales son:
la obligación de entregar la cosa y la de pagar el precio, con sus derechos
correlativos.

La doctrina, recurriendo a la distinción del artículo 1444 (elementos del


contrato), distingue tres clases de obligaciones en la compraventa: de la
esencia, de la naturaleza y accidentales:

o De la esencia. Obligación de pagar el precio y entregar la cosa


o De la naturaleza. Obligación de saneamiento de la evicción y de los
vicios redhibitorios.

23
o Accidentales. Pacto comisorio, de retroventa y otros que puedan incluir
las partes.

8.1. OBLIGACIONES DEL VENDEDOR

8.1.a. Obligación de entregar la cosa (arts. 1793 y 1824, en su


primera parte).

Este contrato no produce la obligación de transferir la propiedad de


la cosa que se vende,. El vendedor se obliga a efectuar la tradición, en cuya
virtud el comprador adquirirá el dominio y no por el solo efecto jurídico del
contrato. Ahora, si el vendedor no es dueño de la cosa, éste cumple haciendo
la tradición al comprador, el que queda en posición de adquirir por
prescripción adquisitiva.

Esta obligación se extiende, tanto a la entrega material, como a la


jurídica. Distinción que pasa desapercibida tratándose de los bienes muebles,
no así de los inmuebles. En efecto, si la cosa es mueble la entrega material
se confunde con la jurídica. En cambio, si se trata de bienes inmuebles la
entrega material se distingue claramente de la jurídica, ya que el modo de
efectuarla es diverso. La entrega jurídica se hace por la inscripción en el
Registro de propiedad del Conservador de Bienes Raíces respectivo (art. 686)
y la entrega material de la manera que se estime más conveniente y que
permita al comprador entrar en la posesión material del inmueble que se está
comprando.

Si en una compraventa de inmueble hay entrega jurídica, pero no


material, se estará ante un supuesto de incumplimiento de la obligación de
entregar y el comprador, podrá demandar, o la ejecución forzada de ella o la
resolución del contrato; y, en ambos casos, la indemnización de daños (art.
1826 inc. 2).

Incluso, cuando hay una venta forzada por el ministerio de la justicia,


la jurisprudencia ha fallado que al juez, como representante del vendedor, no
sólo le corresponde cumplir con la obligación de entrega jurídica, sino
también con la material y ello lo logrará mediante el procedimiento de
ejecución incidental de las resoluciones judiciales, decretando el lanzamiento
del que está ocupando la propiedad. Al juez se le puede exigir que decrete el

24
lanzamiento con auxilio de la fuerza pública, siempre que el ocupante del
inmueble haya sido emplazado en el juicio.

Lugar de la entrega de la cosa.

En el título de la compraventa, el legislador no se pronuncia sobre este


particular, siendo necesario acudir a las reglas generales en materia de pago
de las obligaciones, en especial, a las disposiciones de los artículos 1587 y
1588 del Código civil. De acuerdo a estas disposiciones la entrega debe
efectuarse en el lugar que las partes hayan estipulado, si se trata de un
cuerpo cierto y nada dicen las partes, en el lugar en que dicho cuerpo existía
al tiempo de constituirse la obligación, y en los demás casos, en el domicilio
del vendedor.

Época de la entrega (art. 1826 inc. 1)

La entrega deberá efectuarse inmediatamente después de celebrado el


contrato o a la época prefijada en él. Colocando el acento el legislador en el
carácter de contrato de ejecución inmediata de la compraventa.

Ventas dobles (art. 1817 CC)

La época en que se ha hecho la entrega tiene importancia para


determinar a cuál de los compradores de una misma cosa se prefiere cuando
ésta se ha vendido a dos o más personas (supuesto de ventas dobles) (art.
1817).

Con relación a las ventas dobles se deben distinguir tres situaciones:

o Si sólo uno de los compradores ha entrado en posesión de la cosa.


El comprador que está en posesión de la cosa se preferirá
respecto de los otros compradores. Seguirá en posesión de la cosa
y es dueño de la cosa (a menos que se trate de venta de cosa ajena).
o Si se ha hecho la entrega a los dos. Debe preferirse a aquél a
quien se haya hecho primero la entrega.
o Si no se ha entregado a ninguno. El título más antiguo
prevalecerá, es decir la compraventa que tenga fecha de
celebración más antigua se debe preferir por sobre la posterior.

25
Los gastos de la entrega (art. 1825).

Se dispone que al vendedor le corresponda naturalmente soportar los


gastos de la entrega, sin perjuicio de la estipulación de las partes en un
sentido diverso. Con relación a los gastos posteriores a la entrega, éstos son
de cargo del comprador. Esta norma es consecuente con la del artículo 1806
del Código civil. (art. 1571 CC)

Cosas que comprende la entrega

Conforme el artículo 1828 del Código civil, el vendedor es obligado a


entregar todo lo que reza el contrato (ver arts. 1568 y 1569) El pago es la
prestación de lo que se debe y ello se averigua recurriendo al título que la
contiene (el contrato).

En el caso de los inmuebles, hay norma especial. En efecto, el artículo


1830 del Código civil prescribe que en la venta de una finca se incluyen los
inmuebles a que se refiere el artículo 570 del mismo Código, los inmuebles
por destinación, que son aquellos que se reputan inmuebles, aunque por su
naturaleza no lo sean, las cosas que están permanentemente destinadas al
uso, cultivo y beneficio de un inmueble, no obstante puedan separarse sin
detrimento.

Los riesgos de la cosa vendida (art. 1820)

Primeramente, cabe destacar que el vendedor, además, de estar obligado


a la entrega de la cosa, también es obligado a conservarla hasta la entrega,
siendo responsable de la pérdida de la cosa y de los deterioros que se
produzcan por su culpa leve (art. 1548). Sin embargo, si el comprador se
constituye en mora de recibir, éste deberá abonar al vendedor los costos por
la custodia de la cosa, a quien además se le releva de la culpa leve, siendo
responsable únicamente de la culpa grave o del dolo (art. 1827en relación
al art. 1680).

Con relación a los riesgos de la cosa, el artículo 1820 reitera la regla


del artículo 1550, pero ahora para las obligaciones de dar una especie o
cuerpo cierto nacida de un contrato bilateral, poniendo de cargo del acreedor
el riesgo de pérdida o deterioro de la cosa (res perit creditori).

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Si la cosa se vende bajo condición suspensiva y ésta perece estando
pendiente la condición, el riesgo será de cargo del vendedor. La verdad es que
en este caso la regla no es la res perit debitori, sino la del res perit domino (la
cosa perece para su dueño), ya que la obligación, pendiente la condición, aún
no ha nacido.

Además, con relación a los riesgos cabe hacer presente que si el


comprador ha pagado el precio de la cosa antes de la entrega y la cosa perece
por acaecer un caso fortuito durante la mora del vendedor, éste último deberá
restituir el precio y el comprador podrá demandar los perjuicios derivados de
la mora.

Casos especiales de predios rústicos (arts. 1831 a 1834)

En la ley 18.101 sobre arrendamiento de predios urbanos el criterio de


distinción entre predio rústico y predio urbano, es el de la ubicación, si se
encuentra dentro del radio urbano es predio urbano y si está fuera es rústico.
Sin embargo, en las disposiciones del Código civil que analizaremos, el
criterio es el del destino del predio.

De los artículos 1831 a 1834 del Código civil se infiere que los predios
rústicos pueden venderse de tres formas:

i. A cabida: (art. 1831 inc. 2)

Cuando se vende a cabida, se está vendiendo según la superficie del


terreno. El inciso segundo del artículo 1831 dispone: se vende con relación a
su cabida, siempre que ésta se expresa de cualquier modo en el contrato, salvo
que las partes declaren que no entienden hacer diferencia en el precio,
aunque la cabida real resulte mayor o menor que la cabida que reza el contrato.

Por consiguiente, la regla en esta clase de venta es que las partes


deberán responder por las diferencias que resulten de comparar la cabida
real del predio que se compra o vende, con la que se declara en el contrato
(cabida declarada), dando lugar a las acciones para pedir la rebaja o el
aumento del precio según corresponda (derecho del comprador a la rebaja
del precio o derecho del vendedor al aumento de precio del vendedor).

27
Aquí el legislador intenta corregir las desproporciones en las
prestaciones que pueden seguirse de esta diferencia entre lo declarado en el
contrato y lo que verdaderamente se entrega. Lo interesante es que, con
independencia de si el afectado con la diferencia sea el vendedor o el
comprador, la ley establece un límite, permitiéndole siempre al comprador,
más allá de ese límite, salirse del contrato (desistirse) con derecho a
indemnización de daños.

Los supuestos que se pueden dar son los que siguen:

o Cabida real mayor que la cabida declarada7 (art. 1832 inc. 1). En esta
hipótesis el comprador está obligado a aumentar proporcionalmente el
precio, salvo que el precio de la cabida excedente supere la décima
parte de la cabida real. Si el precio supera este límite, el comprador
puede a su arbitrio, o aumentar proporcionalmente el precio; o
desistirse del contrato. Si hace uso de esta última facultad, el vendedor
deberá resarcirle los perjuicios.
o Cabida real menor que la declarada8 (art. 1832 inc. 2) Aquí el
vendedor deberá completar la cabida que falta, y si esto no le fuere
posible, o no se le exigiere por el comprador, deberá disminuir
proporcionalmente el precio. Sin embargo, si el precio de la cabida que
falta excede la décima parte del precio de la cabida completa, el
comprador puede a su arbitrio aceptar la disminución del precio, o

7 Se declara en la escritura pública de compraventa que el inmueble tiene una superficie

de 60 hectáreas (cabida declarada) a un precio de $1.000.000 por hectárea, por el


total de $ 60.000.000 y, en realidad, se entregan 80 hectáreas (cabida real). El efecto es que
el vendedor tiene derecho a un aumento proporcional del precio, pero como el valor de la
diferencia supera la décima parte del precio del contrato, al comprador le asiste una opción:
o consiente en el aumento del precio; o se desiste del contrato con derecho a indemnización
de daños.
8 Se declara en la escritura pública de compraventa que el inmueble tiene una superficie

de 50 hectáreas a un precio de $ 300.000 por hectárea lo que da un total de $15.000.000


(cabida declarada) y, en realidad, el vendedor entregó 40 hectáreas (cabida real). El efecto es
que el vendedor debe completar la cabida que falta, si ello le fuere posible y se le exigiere por
el comprador. Si no es posible o el comprador no lo exige, el comprador tiene derecho a una
disminución proporcional del precio ($ 3.000.000). Pero como el precio de la cabida que falta
excede en más de una décima parte del precio de la cabida completa (cabida declarada) al
comprador le asiste una opción: o consiente en la rebaja del precio; o se desiste del contrato
con derecho a indemnización de daños
28
desistir del contrato, y si desiste tendrá derecho a que se indemnicen
los perjuicios.

En cuanto a la prescripción de las acciones a que dan lugar estas


situaciones, ellas prescriben en el plazo de un año desde la entrega de la cosa
(art. 1834).

En cualquiera de estos supuestos, podríamos estar en presencia de un


caso de lesión enorme, por ello el artículo 1836 del Código civil declara que
además de las acciones a que se ha hecho referencia, compete a las partes la
acción rescisoria por lesión enorme, que prescribe según las reglas generales.

El artículo 1835 reconoce a las partes las acciones de los artículos


1832 y 1833 en todo contrato de compraventa que tenga por objeto un todo,
o conjunto de efectos o mercaderías. O sea, si se vende un conjunto de
mercaderías, o un género que se ha determinado en cuanto a su extensión
(artículos 1821-1822), y después resulta que la cantidad o medida real, difiere
de la declarada, las partes gozarán de las acciones de disminución o aumento
del precio estudiadas, gozando en todo caso el comprador de la opción en
caso que el precio de la diferencia supere la décima parte del precio de la
cabida.

ii. Ad corpus (art. 1833)

Esta es la regla general, si se vende un predio ad corpus, es decir, como


especie o cuerpo cierto, ninguna de las partes tendrá derecho a pedir aumento
o rebaja del precio, sea cual fuere la cabida del predio.

iii. Ad corpus con señalamiento de linderos (art. 1833 inc. 2)

En este caso, el vendedor está obligado a entregar todo lo comprendido


dentro de los linderos. Si no se puede o no se exige, el comprador tendrá la
acción del inciso segundo del artículo 1832, es decir, podrá exigir o la
disminución proporcional del precio o desistirse del contrato, con derecho
a indemnización de daños.

8.1.b. Obligación de saneamiento

29
El vendedor cumple con su obligación entregando la cosa al comprador
y confiriéndole los derechos necesarios para el uso y goce de la misma.
Desde este ángulo el vendedor debe procurar y, más precisamente, garantizar
que la posesión de la cosa por el comprador sea pacífica, tranquila y útil, de
modo que pueda ejercerla en toda su amplitud y extensión.

Esta posesión pacífica, tranquila y útil de la cosa, que puede verse


afectada, sea porque un tercero extraño pretenda derechos de dominio u otro
distinto sobre la cosa; sea a causa de defectos o vicios de la misma, que hagan
que no sirva para su uso natural, o sólo lo haga imperfectamente.

El artículo 1837 pone de cargo del vendedor esta obligación de


saneamiento, la que comprende dos objetos. Primero, amparar al comprador
en el dominio y posesión pacífica de la cosa vendida, y segundo, responder
de los defectos ocultos de ésta, llamados vicios redhibitorios.

Por lo tanto, el vendedor está obligado a defender al comprador de los


ataques de terceros que pretendan algún derecho sobre la cosa y, además,
deberá indemnizar al comprador todos los vicios o defectos de que la cosa
adolezca.

Características de esta obligación

i. Es una obligación de la naturaleza. En tanto que sin ser de la


esencia de la compraventa, se entiende pertenecerle sin necesidad
de una cláusula expresa. Del artículo 1839 del Código civil se
infiere que la obligación de sanear las evicciones de la cosa es un
elemento de la naturaleza, al disponer en su parte final: salvo en
cuanto se haya estipulado lo contrario. Por su parte, el artículo
1842 del Código civil permite todo pacto que exima de la obligación
de saneamiento por evicción, pero con un límite: siempre que en
éste no haya habido mala fe del vendedor, en cuyo caso el pacto
será nulo. Además, pese a la plena validez del pacto, éste no
alcanza la obligación del vendedor de restituir el precio en caso de
evicción (art. 1852). De su lado, el artículo 1859 autoriza a las
partes eximir al vendedor de su obligación de sanear los vicios
ocultos, quedando excluidos aquellos vicios de que tuvo
conocimiento el vendedor al momento del contrato y de los cuales

30
no dio noticia al comprador. Pese al pacto, el vendedor igualmente
estará obligado al saneamiento de tales vicios.
ii. Es una obligación condicional. Como se ha expresado, la
obligación de saneamiento sólo es exigible por el acaecimiento de
alguno de los hechos antes mencionados: una reclamación de un
tercero; o la existencia de vicios ocultos. Por lo tanto, si ninguna
de estas circunstancias concurre, la obligación en estudio nunca
se hará exigible.
iii. Es una obligación de garantía que no es exclusiva de la
compraventa. Se aplica en general a todos los contratos onerosos,
por ejemplo, el contrato de arrendamiento, la partición, las
donaciones onerosas, el contrato de sociedad, etcétera.

A. Obligación de saneamiento por evicción de la cosa

El objeto de la obligación es amparar al comprador en el dominio y


posesión pacifica de la cosa vendida. Por lo tanto, lo que hace exigible
esta obligación es la turbación en la posesión y goce pacífico y tranquilo de
los derechos que adquirió el comprador. Se persigue defender al comprador
de toda turbación o molestia de carácter legal y no de hecho, causadas por
un tercero que cree tener un derecho sobre la cosa; e indemnizarlo si la
turbación es acogida y la cosa resulta evicta.

El artículo 1838 del Código civil dispone: Hay evicción de la cosa


comprada, cuando el comprador es privado del todo o parte de ella, por
sentencia judicial. Sin embargo, la exigibilidad de la obligación de
saneamiento es anterior, al producirse la turbación o molestia a consecuencia
de la demanda del tercero, demanda que podrá ser acogida o no. Si es
acogida, según el artículo 1838, habrá evicción y el vendedor estará obligado
a la indemnización de perjuicios, incluida la restitución del precio de compra.

Requisitos que deben concurrir para que haya evicción de la cosa.

i. Que el comprador sea privado de todo o parte de la cosa. Será


privado del todo cuando la cosa haya sido reivindicada por un
tercero; también, cuando el acreedor hipotecario, haciendo uso
de su acción de desposeimiento, logra realizar el inmueble y con
el producto se paga de su crédito. Habrá privación parcial de la

31
cosa, por ejemplo, si sobre la cosa hay constituido un derecho real
de usufructo, o de uso o habitación.
ii. Que la evicción provenga de un hecho anterior a la venta. Según el
artículo 1839, la causa de la evicción debe ser anterior al contrato.
iii. Que la privación de todo o parte de la cosa sea por sentencia
judicial. Con base a este requisito se concluye que las
perturbaciones que dan lugar a la acción de evicción deben ser de
carácter legal o jurídica, y en ningún caso material o de hecho, ya
que respecto de estas últimas existen las acciones posesorias y
protectoras del dominio de las que es titular el propio comprador.

Obligaciones que comprende el saneamiento de la evicción

El objeto de la obligación de saneamiento de la evicción es doble,


comprendiendo dos etapas o partes bien definidas:

o Obligación de hacer.

El vendedor está obligado a defender en juicio al comprador. La


prestación objeto de esta obligación consiste en la realización de un hecho
material, tal es, ir en auxilio del comprador en un juicio iniciado por una
demanda de un tercero que reclama derechos sobre la cosa.

Según el artículo 1840 inciso primero, esta obligación de hacer es


indivisible, y además puede ejercerse insolidum en contra de cualquiera de
los herederos del vendedor. El comprador puede solicitar la defensa en juicio,
a su arbitrio, a uno o a todos los herederos, sin que éstos puedan oponer su
cuota hereditaria. Esta indivisibilidad se desprende de la sola naturaleza de
la obligación.

o Obligación de dar.

El vendedor está obligado a indemnizar al comprador en caso que la


cosa resulte evicta a causa de ser acogida la turbación del tercero por una
sentencia judicial. La naturaleza de esta obligación es de dar y por lo tanto
divisible, lo que viene confirmado por el mismo artículo 1840 inciso segundo.
La norma dispone que el comprador podrá ejercer esta acción en contra de
los herederos del vendedor, quienes responderán a prorrata de su cuota
hereditaria.
32
Esta misma regla, haciendo la distinción entre obligación de hacer y de
dar se aplica a las ventas en las que la parte vendedora está compuesta por
varias personas (véase el inciso final del artículo 1840 Código civil).

Prescripción de acciones

o Obligación de hacer. Se dice que esta obligación no tiene plazo de


prescripción, ya que, el vendedor en todo tiempo estará obligado a
defender al comprador de las turbaciones jurídicas que éste sufra en
su dominio o posesión. Y estará obligado, conozca o no las razones
del tercero al tiempo de celebrarse el contrato. Así, aunque el
comprador pueda probar el dominio por la prescripción adquisitiva,
recurriendo o no a la accesión de posesiones, el vendedor estará
igualmente obligado a concurrir, oponiendo las defensas necesarias
para que la pretensión del tercero sea rechazada.
o Obligación de dar. En esta materia se aplica el artículo 1856, que
dispone que la prescripción será de 4 años contados desde la sentencia
que declare evicta la cosa, pero en lo tocante a la restitución del precio
se aplican las reglas generales de prescripción es decir, 5 años desde
que se hace exigible la obligación. En el caso que el vendedor se allane
a la acción del tercero, no habiendo sentencia, el plazo se contará desde
la restitución de la cosa evicta.

Aspectos importantes del ejercicio de estas acciones:

o Titularidad de la acción de saneamiento9.

Corresponde al comprador que sufre las perturbaciones (arts. 1837–


1839). Sin embargo, además, podrán ejercerla sus sucesores universales y
singulares. Respecto de los sucesores singulares, debemos tener presente que

9 En relación a la titularidad de esta acción se ha dicho, por algunos autores, que el


comprador que se encuentra en mora de pagar el precio al vendedor no podrá ejercer la acción
de saneamiento en su contra por aplicación del artículo 1552 Código civil (la mora purga la
mora o excepción de contrato no cumplido). Sin embargo, creemos que la afirmación no es
exacta por cuanto nuestro sistema de efectos del incumplimiento no es unitario, sino que
dispone de efectos particulares según sea la obligación incumplida. En el caso de la evicción,
los efectos jurídicos están delineados por el propio legislador y no son interdependientes del
cumplimiento de la obligación de pagar el precio.
33
el comprador puede dirigirse en contra del antecesor de su vendedor. (Véase
el artículo 1841 Código civil).

o Supuesto del ejercicio de la acción.

La turbación jurídica en la posesión pacífica de la cosa, que se manifiesta


en la reclamación que hace un tercero que pretende un derecho sobre la
misma. En otros términos, la turbación de derecho o jurídica consiste en que
un tercero pretenda algún derecho sobre la cosa.

o Con relación a la obligación de hacer10

El comprador demandado deberá citar (citación de evicción, artículos


584 a 587 CPC), dentro del juicio al vendedor para que concurra en su
defensa. Esta citación es la única forma de que el vendedor tenga noticia
sobre la turbación del comprador en su posesión pacífica, a causa de una
demanda de un tercero.

Efecto de la solicitud de citación.

El artículo 585 del Código de Procedimiento Civil dispone que si se


decreta la citación se suspenderán todos los trámites del juicio por el término
de diez días si la persona a quien se cita tiene su domicilio en la comuna en
que se sigue el juicio, y si tiene su domicilio fuera de ésta, tendrá el aumento
que establece el artículo 259 del Código de procedimiento civil que se refiere
al aumento de la tabla de emplazamiento.

Si vencen los plazos para efectuar la citación y el demandado no ha


hecho que ésta se practique podrá el demandante a su arbitrio solicitar que
se declare la caducidad del derecho del demandado para exigir la citación, o
que se le autorice para llevarla a efecto él mismo a costa del demandado
(véase el artículo 585 inciso segundo del Código de procedimiento civil). Con

10 Esta citación de evicción debe realizarse según lo dispuesto en el artículo 584 del Código

de procedimiento civil, norma que dispone que la citación se deberá hacer antes de la
contestación de la demanda. Para que se ordene la citación por el Tribunal, deben
acompañarse los antecedentes que hagan aceptable la solicitud. Esta citación puede
solicitarse en cualquier clase de procedimiento, sea ordinario, sumario o especial.
34
todo, si el comprador omite citarlo y la cosa es evicta, el vendedor no será
obligado al saneamiento (véase el artículo 1843, inciso tercero, Código civil).

Contra quien se dirige la citación de evicción

i. El comprador puede citar al vendedor de la cosa (véase el


artículo 1843 inciso primero del Código civil).
ii. El comprador puede citar a cualquiera de sus antecesores en el
dominio, sin que éstos puedan exigir que se cite primero a los
otros. El requerido podrá citar, a su vez, a su vendedor y así
sucesivamente hasta llegar al causante de la evicción. Lo anterior
se infiere del artículo 1841 del Código civil.

Actitudes que puede asumir el citado (véase el artículo 1843 y 1844 del
Código civil)

i. El citado no comparece. En este caso no habrá sustitución procesal


y el juicio prosigue en contra del comprador, quien debe continuar
con el juicio (véase el artículo 587, parte final del Código de
procedimiento civil), y si la cosa es evicta el vendedor será
responsable de la evicción, surgiendo la obligación de indemnizar
los perjuicios. Esta regla cede si el citado rebelde prueba que el
comprador dejó de oponer alguna defensa o excepción suya, y que
por ello la cosa resultó evicta; por ejemplo, habiendo transcurrido
el plazo de prescripción adquisitiva, el comprador no la opone como
excepción (véase artículo 1843, inciso tercero, Código civil).
ii. El citado comparece. En este caso, se produce la sustitución
procesal del demandado por el citado; es decir, el juicio se sigue en
contra del vendedor citado, sin perjuicio de la actuación del
comprador demandado como tercero coadyuvante, para velar por la
conservación de sus derechos (véase el artículo 1844 Código civil).El
citado que comparece puede asumir distintas actitudes, todas con
sus propias consecuencias jurídicas.
1. Se defiende, cumpliendo su obligación de saneamiento. Caben
dos posibilidades:
a. Gana el juicio. No se produce la evicción y por lo tanto, el
vendedor no es obligado a la indemnización de los
perjuicios que la demanda hubiere causado al comprador,

35
salvo que la demanda fuere imputable a un hecho o culpa
del vendedor (véase el artículo 1855 Código civil).
b. Pierde el juicio. La cosa resulta evicta conforme el artículo
1838 Código civil) Aquí se pasa de una obligación de hacer
a la segunda etapa de la obligación de saneamiento que
consiste en la indemnización de los perjuicios al comprador
(obligación de dar) (véase los artículos 1838, 1839 y 1840;
con relación al artículo 1847 del Código civil)
2. No se defiende o se allana a la demanda (véase el artículo
1845 Código civil). En esta situación el citado igualmente debe
indemnizar al comprador, ya que se estima que perdió, en
tanto se produce la evicción de la cosa. En el caso que se
allane, obviamente se acoge la demanda del tercero y la
sentencia ordenará la restitución del bien.
Sin embargo, en estos últimos casos, el comprador podrá
tomar sobre sí la defensa del juicio; pero, si es vencido, no
tiene derecho a que el vendedor le indemnice las costas en que
hubiere incurrido con motivo de su defensa, ni tampoco los
frutos percibidos durante dicha defensa y satisfechos al dueño
de la cosa. Lo anterior se explica porque el vendedor que se
allanó sólo hubiera sido obligado al pago de los frutos hasta la
fecha de dicho allanamiento; entonces si el comprador quiere
seguir en el juicio y pierde posteriormente, éste se deberá hacer
cargo de los frutos hasta la sentencia (véase el artículo 1845
Código civil).

Extensión de la obligación de indemnizar.

Una vez producida la evicción de la cosa al comprador, a la obligación


de hacer del vendedor sucede una de dar: indemnizar al comprador y en el
caso de evicción total de la cosa, ella comprende los siguientes conceptos:
(véase el artículo 1847 CC).

o El precio de la cosa.

Este se debe aunque la cosa hubiese disminuido de valor al tiempo de


la evicción. Si el menor valor de la cosa proviene de un deterioro respecto del
cual el comprador ha obtenido algún provecho, deberá procederse al

36
descuento del importe del provecho. Ejemplo. Si se tala un bosque, se
descontará ese provecho del precio (véase el artículo 1848 Código civil)

Restitución del precio y los pactos que eximen del saneamiento de la evicción
(artículos 1842 y 1852, Código civil)

Como se sabe, la obligación de saneamiento es un elemento de la


naturaleza del contrato de compraventa, por lo que las partes pueden
modificarla, o eliminarla. Sin embargo, dicha exclusión no valdrá si ha habido
mala fe de parte del vendedor.

En cuanto al alcance de los efectos de la cláusula que exime al vendedor


de esta obligación, el artículo 1852 inciso primero, dispone: La estipulación
que exime al vendedor de la obligación de sanear la evicción, no le exime de
la obligación de restituir el precio recibido. Sin embargo, hay dos casos en
que el vendedor no está obligado, ni siquiera a la restitución del precio de
venta (véase el artículo 1852, inciso 3°, Código civil).

i. Cuando el comprador celebra el contrato de compraventa a sabiendas


que la cosa era ajena (asume tácitamente el riesgo de la evicción).
ii. Cuando el comprador expresamente tomó sobre sí el riesgo de la
evicción, especificándolo en el contrato.

o Costas legales

Las costas legales del contrato de venta que hayan sido de cargo del
comprador.

o Frutos

El valor de los frutos a que el comprador hubiere sido obligado a


restituir al dueño, salvo el caso en que el comprador toma sobre sí la defensa,
pese al allanamiento del citado (véase el artículo 1845 Código civil).

o Costas judiciales

37
Las costas en que el comprador haya incurrido a consecuencia de la
demanda del tercero, sin perjuicio de aplicarse la misma regla de
excepción del numerando anterior (véase el artículo 1845 Código civil).

o Aumento de valor

El aumento de valor de la cosa en poder del comprador, aunque éste se


haya producido por causas naturales, o por el sólo transcurso del tiempo. Se
excluyen las mejoras necesarias y las útiles en caso que el tercero que obtuvo
en el juicio haya sido condenado a pagarlas al comprador. Tratándose de las
mejoras voluptuarias, si el vendedor estuvo de mala fe, será condenado a
pagarlas, salvo que el comprador haya optado por retirarlas (véase los
artículos 911 y artículo 1849, ambos del Código civil).

Esta regla del aumento de valor reconoce una limitación al quantum del
aumento de valor de la cosa, contenida en el artículo 1850 del Código civil,
disposición que prescribe que el vendedor no será obligado a pagar el exceso
de precio producido por causas naturales, o por el transcurso del tiempo,
que supere la cuarta parte del precio de venta, a menos que el vendedor
estuviese de mala fe, caso en el cual será condenado a pagar todo el aumento,
sin ninguna limitación (véase artículo 1849 Código civil).

Reglas especiales con relación a los efectos de la evicción y a su extensión.

o Regla de excepción para el supuesto de evicción como consecuencia


de una venta forzada por el ministerio de la justicia. (véase el artículo
1851 Código civil) En esta clase de compraventas el vendedor no
será obligado para con el comprador, sino a pagar el precio
producido en la subasta. La extensión de las prestaciones se limita
al importe del precio de venta.
o Rescisión de la compraventa por evicción parcial de la cosa11 (véase
artículos1852 inciso final, 1853 y 1854, todos del Código civil) Si la
evicción no recae sobre la totalidad de la cosa y la parte evicta es tal

11 El profesor Alessandri estima que en este caso la acción que se le concede al comprador

es la resolutoria, y no de rescisión, ya que no existe ningún vicio de nulidad. El comprador


afectado por la evicción parcial deberá optar, o por la resolución del contrato, o por la
indemnización derivada de la obligación de saneamiento. En el caso de evicción parcial de
escasa importancia, el comprador sólo tiene derecho a exigir la indemnización conforme las
reglas generales (véase el artículo 1847 Código civil).
38
que haga presumir que el comprador no habría comprado la cosa
sin ella, en este caso, el comprador tiene derecho para pedir la
rescisión de la venta (el legislador debió hablar más propiamente de
resolución del contrato). En virtud de esta rescisión el comprador
debe restituir al vendedor la parte no evicta y este último deberá
restituir el precio y abonar el valor de los frutos que el comprador
hubiere sido obligado a restituir con la parte evicta, así como
indemnizar cualquier otro perjuicio que hubiese resultado de la
evicción de la cosa. Para estos efectos, el comprador será tratado
como un poseedor de buena fe, a menos que se rinda prueba en
contrario (véase artículo 1853 Código civil). En el caso que la parte
evicta no sea de tanta importancia (1) o que el comprador no pida la
resolución de la venta (2) (véase artículo 1854 Código civil), este
último tendrá derecho a exigir el saneamiento de la evicción parcial,
según las reglas generales (artículos 1847 y concordantes)

Extinción de la obligación de saneamiento

o Por convención de las partes. Sin embargo, debemos tener presente


que la ley limita los efectos de ese acuerdo en el sentido de que el
vendedor igual deberá restituir el precio, salvo que el comprador
haya tomado sobre sí el riesgo de la evicción especificándolo en el
contrato o haya comprado a sabiendas que la cosa era ajena (véase
artículo 1852 Código civil). El legislador, como se ha explicado, prevé
una causa especial de nulidad de esta convención cuando el
vendedor está de mala fe.
o Por prescripción de la obligación de dar (véase el artículo 1856
Código civil). En esta materia debemos distinguir entre la obligación
de indemnizar y la de restituir el precio. Con relación a la primera el
plazo de prescripción es de cuatro años y a la segunda de cinco años
según las reglas generales. El plazo se cuenta, o desde la fecha de la
sentencia de evicción, o desde la restitución de la cosa.
o Por negligencia del comprador en la defensa en juicio. En el caso d e
que el vendedor no comparezca y se produzca la evicción de la
cosa como consecuencia de que el comprador fue negligente y no
opuso una defensa o excepción personales que hubiese enervado la
acción (véase el artículo 1843 inciso 3º, parte final).

39
Además, el artículo 1846 del Código civil prevé dos casos especiales en
los que la obligación de sanear la evicción cesa. I) Cuando el comprador y el
demandante de evicción se someten a un juicio arbitral, sin consentimiento
del vendedor y el árbitro falla contra el comprador; II) Cuando el comprador
pierde la posesión por su culpa y de ello se sigue la evicción

B. Obligación de saneamiento por vicios redhibitorios

Cuando una persona compra una cosa, lo hace para que ésta le preste
una utilidad o le brinde un determinado beneficio. Por lo tanto, surge como
una consecuencia lógica que el vendedor esté obligado a asegurar una
posesión útil de la cosa vendida la cual desaparece si la cosa adolece de un
vicio que disminuye, o elimina, la utilidad que se pretendía obtener con la
cosa comprada.

Estos vicios se llaman ocultos o redhibitorios y son vicios o defectos que,


existiendo al tiempo de la venta y no siendo conocidos por el comprador, hacen
que la cosa sea impropia para su uso natural o que sólo sirva
imperfectamente.

Se trata de una obligación de la naturaleza que hace responsable al


vendedor de todo vicio o defecto oculto de la cosa y que existía al tiempo de
la venta.

Los efectos jurídicos de los vicios redhibitorios consisten en poner a


disposición del comprador las llamadas acciones redhibitorias o edilicias, que
se concretan en la acción de rebaja de precio (actio quanti minoris) y en la
rescisoria de la compraventa (véase artículos 1857 y 1860 del Código civil).

A pesar de lo anterior, el Código civil en su artículo 1857, no distingue


y se refiere a ellas, indistintamente, como acción redhibitoria. El artículo
1866, por su parte, identifica la acción redhibitoria con la acción rescisoria,
ello se infiere del artículo 1867, cuando dispone que habiendo prescrito la
acción redhibitoria, tendrá derecho todavía el comprador para pedir la rebaja
del precio, cuyo plazo de prescripción está establecido en el artículo 1869.

Requisitos que deben concurrir para estar en presencia de un vicio redhibitorio


(artículo 1858 Código civil)

40
Si bien nuestro Código no define que se entiende por vicio redhibitorio,
si nos indica cuales son los requisitos que deben concurrir para que estemos
en su presencia.

1. Que el vicio haya existido al tiempo de la venta. Esto no quiere decir que
el vicio redhibitorio exista en toda su magnitud y dimensión al
momento de la venta, sino al menos, que exista un germen del vicio en
el referido momento.
2. Que el vicio sea grave. Que el vicio sea de tal gravedad que la cosa no
sirva para su uso natural, o sólo sirva imperfectamente, de manera que
haga presumir que si el comprador hubiese conocido la existencia de
dicho vicio, o no hubiese comprado la cosa; o la hubiese comprado a
un precio mucho menor.
3. Que el vicio sea oculto. El vicio no debe haber sido manifestado por el
vendedor y ser de tal naturaleza que el comprador pudo ignorarlo sin
negligencia grave de su parte, o que no los haya podido conocer
fácilmente, en razón de su profesión u oficio12.

Vicio elevado a la categoría de redhibitorio por voluntad de las partes. Sin


perjuicio de lo anterior, las partes pueden hacer redhibitorios vicios que a la
luz de los requisitos antes vistos no lo sean. Aquí encontramos un
reconocimiento por parte del legislador en orden a que esta obligación
constituye un elemento de la naturaleza del contrato de compraventa (véase
el artículo 1863 Código civil). La libertad contractual puede elevar vicios a la
categoría de redhibitorios, pese a que no reúnan los requisitos del artículo
1858 del Código civil. Así, por ejemplo, podría suceder que al comprador le
interese utilizar la cosa para un fin especial que no coincide precisamente con
su uso natural y logra incluir una cláusula que declare que si la cosa no
sirve para ese fin especial, se entiende que adolece de un vicio oculto o
redhibitorio, disponiendo de la acción redhibitoria conforme la ley. Se trata

12 Con relación a este último requisito y, en especial, a la ignorancia del vicio por parte
del comprador, la jurisprudencia ha fallado lo siguiente: No es verosímil que el dueño de una
panadería, como persona práctica, no conozca la calidad de la harina que compra para
dedicarla a su industria o que, no conociéndola, no la someta a prueba antes de utilizarla.
A su vez, el comprador, que carece de conocimientos especiales, ha podido ignorar, sin
negligencia grave de su parte, la existencia de la enfermedad de galápago en un caballo, si
éste, al tiempo de la venta, sólo presentaba una rasmilladura insignificante (Corte de
Apelaciones de Santiago, 25 de julio de 1881, Gaceta Jurídica Nº 1278, p. 762).
41
de un caso en que la cosa, pese a su defecto sirve para su uso natural, sin
embrago es inútil para el uso que verdaderamente motivó la celebración del
contrato por parte del comprador.

Vicios redhibitorios y error sustancial

Estas son dos instituciones distintas, pero que en la práctica pueden


llegar a confundirse. No resulta indiferente afirmar que se está en presencia
de un error sustancial o un vicio redhibitorio, ya que las sanciones en uno y
otro caso son diversas y lo mismo con relación a los plazos de prescripción.
Por su parte, el profesor Alessandri, señala como criterio de distinción entre
una y otra institución, el hecho que el error sustancial no impide el uso de
la cosa; en cambio, el vicio redhibitorio hace inservible la cosa para su uso
natural o que sólo sirva imperfectamente.

Remedios del comprador frente al vicio redhibitorio de la cosa

El comprador afectado por un vicio redhibitorio podrá solicitar, a su


arbitrio, o la rescisión de la venta; o la rebaja proporcional del precio - actio
quanti minoris- (véase el artículo 1860 Código civil).

Los titulares de estas acciones son el comprador, sus herederos y los


legatarios. Los sucesores del comprador a título singular entre vivos no tienen
esta acción, simplemente porque no existe norma expresa, a diferencia
de lo que acontece con relación a la acción de saneamiento de la evicción
conforme el artículo 1841 del Código civil.

Extensión de la obligación de sanear los vicios redhibitorios

Por efecto de la acción de rebaja del precio, el vendedor estará


obligado a restituir el exceso de precio que haya resultado de la declaración
de la existencia de un vicio redhibitorio.

Si se ejerce la acción rescisoria o resolutoria, el vendedor estará obligado


a la restitución del total del precio y el comprador a la de la cosa defectuosa;
y estará el vendedor, además obligado a indemnizar los perjuicios cuando
conocía de los vicios y no los declaro, o si éstos eran tales que no debía
haberlos ignorado por razón de su profesión u oficio (véase artículo 1861
Código civil). Aquí surge como otro efecto de la infracción a la obligación de

42
garantía por vicios ocultos, que es la obligación de indemnizar los perjuicios
al comprador13.

Reglas especiales relacionadas con la extensión de los efectos de los vicios


redhibitorios

o Caso en que perece la cosa (véase el artículo 1862 Código civil). En


caso que la cosa viciosa perezca después de perfeccionado el
contrato de venta, el comprador tiene igualmente derecho a pedir
rebaja del precio, aunque la cosa haya perecido en su poder y por
su culpa. Pero, si ha perecido como efecto de un vicio inherente a
ella, el comprador podrá pedir la restitución del precio; y si el
vendedor conocía, o no debía ignorar el vicio (por razón de su
profesión u oficio), además, la indemnización de perjuicios.
o Caso en que se compran dos o más cosas como un conjunto (véase
el artículo1864 Código civil). En este caso, el comprador sólo tendrá
derecho a la acción redhibitoria por la cosa viciosa y no por el
conjunto, sin importar si pago un precio por el total de las cosas o
por cada una de ellas separadamente. Podrá, sin embargo, ejercer
la acción redhibitoria por el total, en aquellos casos en que aparezca
que el comprador no habría comprado el conjunto, sin esa cosa,
por ejemplo, cuando se compra un juego de muebles. En esta
norma el legislador habla de la acción redhibitoria identificándola
con la rescisoria.
o Caso de las ventas forzadas (véase artículo 1865 Código civil)14. En
el caso de las ventas forzadas hechas por el ministerio de la justicia
no procede el ejercicio de la acción redhibitoria, salvo cuando se
trate de vicios que el vendedor conocía, o debía conocer y no los
declaró cuando el comprador se lo solicito. En esta última situación

13 Si se estima que esta acción es accesoria a la redhibitoria, el plazo de prescripción de


ella dependerá si el comprador ejercer la acción rescisoria o la de rebaja de precio. Por otro
lado, si estimamos que es una acción de ejercicio principal, habría una laguna en las normas
sobre compraventa con relación a su plazo de prescripción, debiendo aplicar las reglas
generales de la prescripción extintiva.
14 Sobre este particular la jurisprudencia ha fallado que la disposición del artículo 1865

del Código civil se aplica sólo a las ventas forzadas hechas por la autoridad de la justicia,
pero no a las ventas voluntarias que tienen lugar en subasta pública a solicitud o por
determinación del dueño, como en el remate pedido por los albaceas de la sucesión de
éste con una tasación presentada por ellos mismos.
43
procederá la acción redhibitoria y la indemnización de perjuicios.
(Relacionar con a r t . 1851 CC)
o Caso en que el vicio no es grave en los términos del artículo 1858
Nº 2 Código civil. Cuando el vicio no reúne el requisito del numeral
2 de artículo citado, el comprador sólo tendrá derecho a pedir la
rebaja del precio, quedando excluido el ejercicio de la acción de
rescisión (véase el artículo 1868 Código civil).

Extinción de la obligación de saneamiento de los vicios redhibitorios

o Prescripción de la acción redhibitoria. Primero que todo, debemos


tener presente que si bien el legislador fija los plazos de prescripción
de la acción redhibitoria - rescisoria y de rebaja de precio - cuya
extensión depende de si la compraventa tiene por objeto una cosa
mueble o inmueble, el mismo Código civil en su artículo 1866
reconoce a las partes la libertad para ampliar o restringir estos
plazos. Recurriendo a la reglas del Código civil, para averiguar sobre
la extensión de los plazos de prescripción, debemos distinguir
según el vicio redhibitorio afecte a un bien mueble o inmueble
(véase los artículos 1866, 1867 y 1869, todos del Código civil).
§ Bienes muebles:
o Acción rescisoria: seis meses.
o Acción quanti minoris: doce meses.
§ Bienes inmuebles:
o Acción rescisoria: doce meses.
o Acción quanti minoris: dieciocho meses.
Los plazos anteriores se cuentan desde la entrega real de la cosa.
La regla anterior admite una excepción para la acción de rebaja de
precio, cuando la compra de bienes muebles se hizo para remitir la
cosa a un lugar distante, puesto que el plazo se cuenta desde la
entrega al consignatario aumentado con el término de
emplazamiento que corresponda (véase el artículo 1870 Código
civil).Con relación a la prescripción de la acción de daños, debemos
considerar lo expresado en las líneas anteriores.
o Pacto que exime al vendedor de su responsabilidad por los vicios
ocultos (véase el artículo 1859 Código civil). Si las partes estipularon
que el vendedor no está obligado a responder por los vicios ocultos
de la cosa vendida, dicha estipulación produce sus efectos, salvo
44
respecto de aquellos vicios que el vendedor conocía al momento de
la venta y de que no dio noticia al comprador, debiendo responder
igualmente. Esta ineficacia de plano del pacto exige que el
comprador pruebe en juicio el conocimiento real o efectivo del
vicio de parte del vendedor, que actuó de mala fe.

8.2. OBLIGACIONES DEL COMPRADOR (PÁRRAFO IX, ARTÍCULOS 1871 A 1876


CÓDIGO CIVIL).

La principal obligación que contrae el comprador es la de pagar el precio.


Así lo declara el artículo 1871 del Código civil, que señala: La principal
obligación del comprador es la de pagar el precio convenido.

En opinión del profesor Alessandri, la redacción de la norma del


artículo 1871 deja entrever que la obligación de pagar el precio no es la única
obligación que contrae el comprador, sino además está obligado a recibir la
cosa comprada, obligación que sería una consecuencia lógica de la obligación
del vendedor a entregar la cosa vendida, cuya prestación requiere de la
actividad del comprador.

8.2.a. Lugar y tiempo del pago (véase el artículo 1872 Código civil)15

El pago del precio debe hacerse en el lugar y tiempo convenido por las
partes (autonomía de la voluntad), sin embargo, a falta de estipulación éste
se hará en el lugar y tiempo de la entrega.

El artículo 1872, en su inciso segundo, se hace cargo de regular el caso


en que al comprador se le entrega la cosa antes de pagar el precio y éste es
turbado en su posesión, o bien prueba que existe entablada (contra ella) una
acción real de la cual el vendedor no le había dado noticia al momento de
la compra. En este caso, el comprador podrá, con autorización de la justicia,
depositar el precio y mantener el depósito hasta que el vendedor haga
cesar la turbación, o afiance las resultas del juicio.

15 Esta norma aparentemente hace una excepción al artículo 1588 del Código civil,

toda vez que prescribe que el pago debe hacerse en el lugar en que el cuerpo cierto existe
al tiempo de constituirse la obligación y si es otra cosa se hará en el domicilio del
deudor. Y decimos que es aparente porque el lugar donde debe hacerse la entrega, al no
existir estipulación de las partes, se rige por el mismo artículo 1588.
45
Algunos estiman que el precepto prevé un caso de derecho legal de
retención a favor del comprador. Sin embargo, no apoyamos esta opinión por
varias razones:

o El derecho legal de retención en Chile no es una institución de


aplicación general.
o Sólo existe este derecho cuando el legislador expresamente lo
establece a favor del acreedor afectado, por ejemplo, en el contrato
de arrendamiento (a favor del arrendatario artículo 1937, a favor
del arrendador artículo 1942, ambos del Código civil), mandato
(artículo 2162 Código civil), depósito (artículo 2234 Código civil),
comodato (artículo 2193 Código civil), usufructo (artículo 800
Código civil) y prenda (artículos 2392 y 2401 Código civil)
o El derecho legal de retención supone que el deudor está autorizado
para tener la cosa en su poder mientras no se le satisfaga o asegure
su acreencia. En este caso el precio no queda en poder del
comprador, sino que en manos de un tercero, un depositario
judicial.

Distinto es el supuesto del inciso cuarto del artículo 1826 del


Código civil, con relación a la obligación de entregar la cosa. Esta norma
prescribe que si el comprador ve disminuida considerablemente su fortuna,
de modo de que el vendedor peligre perder el precio, el primero no podrá
exigir la entrega de la cosa aunque se haya estipulado plazo para pagar, a
menos que pague el precio o asegure su pago. En este caso, a diferencia del
anterior, sí se está en presencia de un derecho legal de retención a favor
del vendedor que se ve en peligro de perder el precio.

Efectos del incumplimiento de las obligaciones del comprador

A. Incumplimiento del comprador de pagar el precio en el lugar y tiempo


convenido (artículo 1873 Código civil)

46
El artículo 1873 reitera la norma del artículo 1489, reconociendo al
vendedor la opción de solicitar, o la resolución del contrato, o su ejecución
forzosa, en ambos casos con derecho a la indemnización de daños16.

Resolución de la compraventa por no pago del precio (véase el artículo


1875 Código Civil).

Una vez declarada la resolución de la compraventa tienen lugar las


prestaciones mutuas entre las partes.

Si hubo entrega de la cosa, ésta deberá ser restituida y si existían arras,


el vendedor tendrá derecho a retenerlas o a exigirlas dobladas (en garantía).
El vendedor tendrá, además, derecho a pedir que se le restituya el valor de
los frutos en su totalidad si ninguna parte del precio se le hubiere pagado; o,
en caso de pago parcial, la proporción que corresponda a la parte no pagada.
Por su parte, el comprador tiene derecho a que se le restituya la parte del
precio que hubiere pagado.

Por último, para el abono de las expensas al comprador y de los


deterioros al vendedor, el comprador se considerará como poseedor de mala
fe, salvo que pruebe haber sufrido en su fortuna, sin culpa suya, menoscabos
tan grandes que le hayan hecho imposible cumplir lo pactado. Podría
estimarse que esta norma es más bien de detalle o de suyo reglamentaria; no
obstante, creemos ver en ella una manifestación más del carácter objetivado
del remedio de la resolución por incumplimiento, porque si bien regula la
extensión de las prestaciones que se deben las partes luego de declarada la
resolución del contrato, reconoce que puede haber resolución pese a que el
incumplimiento no sea imputable al deudor (sin culpa del comprador se haya
hecho imposible cumplir lo pactado).

16 Llama la atención que la disposición exige la mora del comprador, pudiendo pensarse
que aquí la mora y, por consiguiente, la imputabilidad del incumplimiento, constituye un
requisito para el ejercicio de la facultad resolutoria, la que, como hemos dicho, prescinde de
la culpa del deudor. A nuestro juicio, interpretando armónicamente esta norma con la del
artículo 1489, la mora del comprador no juega rol alguno como requisito de la facultad
resolutoria, sino sólo con respecto a la indemnización de daños a la que tiene derecho el
vendedor afectado por el incumplimiento del comprador. Para que proceda el ejercicio de la
facultad resolutoria, sea en la compraventa, o en cualquier otro contrato bilateral, basta
que se produzca el incumplimiento resolutorio. La mora sólo interesa para efectos de la
indemnización de daños.
47
Efectos de la resolución respecto de terceros.

El vendedor tiene derecho contra terceros poseedores según las reglas


generales de los artículos 1490 y 1491. Sin embargo, no tendrá esta acción
contra terceros poseedores cuando en la escritura de venta se exprese que se
ha pagado el precio, a menos que se pruebe la nulidad o falsificación de la
escritura (véase artículo 1876 Código civil17).

B. Incumplimiento de la obligación de recibir la cosa (artículo 1827


Código civil).

El efecto jurídico de la mora del comprador de recibir la cosa (véase el


artículo 1827 Código civil) consiste en poner de cargo del comprador los
gastos de conservación de la cosa vendida y, además, altera el grado de
diligencia exigible al vendedor en su obligación de conservar la cosa pendiente
la entrega. La disposición ordena al comprador abonar al vendedor el alquiler
de los almacenes, graneros o vasijas en que se contenga la cosa y releva al
vendedor de la diligencia o cuidado ordinario, haciéndolo responsable
únicamente de dolo y la culpa grave.

Según Alessandri el incumplimiento de la obligación de recibir la


cosa del comprador, no sólo acarrea las consecuencias ya descritas, sino
también daría derecho al vendedor para solicitar la ejecución forzada o la
resolución del contrato en los términos del artículo 1873 del Código civil. Sin
embargo, en nuestra opinión, la obligación de recepción de la cosa no es una
obligación interdependiente de la de entregar la cosa, por lo cual no cabe
aplicar el efecto particular de los contratos bilaterales del artículo 1489 y
mucho menos la norma del artículo 1873 que se refiere exclusivamente al
incumplimiento de la obligación de pagar el precio. Los únicos efectos que
produce la mora del comprador son los descritos por la norma del artículo
1827 del Código civil. La obligación de recibir la cosa es una obligación
accesoria, en contraposición a la de pagar el precio que es una obligación
principal, según el propio artículo 1871 del Código civil.

17 Ahora bien, la Corte Suprema en su fallo del 11 de junio de 2003, Ana Mery Tapia Díaz

con Empresa de Servicios Integrales Alpes Ltda., ha señalado que el artículo 1876 inciso 2º,
no solo se aplica frente a terceros poseedores, sino también cuando la falta de pago del
precio de la compraventa es cuestión controvertida directamente entre vendedor y
comprador.
48
9. RESCISIÓN DE LA COMPRAVENTA POR LESIÓN ENORME (PÁRRAFO XII,
ARTÍCULOS 1888 A 1896 CÓDIGO CIVIL).

La rescisión por lesión enorme es una sanción de derecho estricto cuyo


objeto es la rescisión de las compraventas voluntarias de bienes inmuebles
en las que exista una desproporción enorme entre las prestaciones de las
partes.

La lesión enorme no es una institución de aplicación general, sino que


se aplica a los casos expresamente establecidos por el legislador y, además,
dentro de estos casos, la ley no sanciona cualquier desproporción de las
prestaciones, sino aquéllas que el legislador considera enormes.

La jurisprudencia ha dicho sobre esta lo siguiente: “La lesión enorme es


un vicio objetivo del contrato de compraventa y de otros actos que la ley
expresamente indica, consistente en un perjuicio pecuniario que sufre una de
las partes debido a la desproporción en el valor de las prestaciones, que origina
una acción excepcional y reglada específicamente.”18

En materia de compraventa, la única sanción que trae aparejada la


lesión enorme es la rescisión del contrato, a diferencia de lo que acontece en
otros casos de lesión diseminados en el Código civil y en leyes especiales
(supuestos vistos brevemente en los materiales de acto jurídico), en los que la
sanción consiste en la rebaja de la prestación excesiva. Otra cosa es que luego
de declarada la rescisión, por lesión enorme, en contra de cualquiera de las
partes, ésta pueda hacer subsistir el contrato, o restituyendo el exceso
recibido (vendedor), o completando el justo precio (comprador) (véase el
artículo 1890 Código civil).

Requisitos

1. Que la lesión sea enorme según los términos del artículo 1889 del
Código civil.

Como se sabe, todo contrato envuelve naturalmente un pequeño margen


de especulación y desproporción, que se traduce en el beneficio para alguna
de las partes contratantes y en la pérdida correlativa para la otra. Sin

18 Así lo señalo la Corte Suprema interpretando el artículo 1888 del CC (Corte Suprema, 9

de abril de 2001).
49
embargo, tratándose de ciertas compraventas, el legislador pone un límite al
margen de ganancia que provenga del negocio y es por eso que cuando la
lesión es enorme autoriza a la parte afectada a solicitar que se rescinda el
contrato.

Para decidir sobre la gravedad de la lesión, el legislador recurre a un dato


objetivo, el justo precio de la cosa al tiempo de la celebración del contrato
(artículo 1889, inciso segundo), comparándolo con el precio del contrato, el
convenido por las partes. Según sea la diferencia entre el dato objetivo (justo
precio) y el concreto o subjetivo (precio del contrato), habrá lesión enorme o
no. Por consiguiente, el criterio en que se inspira la ley, es el mismo para
ambos contratantes.

El justo precio de la cosa se refiere al valor de cambio de la misma, a su


valor comercial y no a un valor de afección; y se determina, tal como lo señala
el artículo 1889 inciso final, al tiempo de la celebración del contrato. Esta
regla resulta lógica, puesto que es en esa época cuando se manifiesta la
voluntad por las partes.

La lesión enorme puede ser invocada, tanto por el vendedor, como por el
comprador. El artículo 1889 se encarga de determinar cuándo hay lesión
enorme:

i) El vendedor sufre lesión enorme cuando el precio que recibe


es inferior a la mitad del justo precio de la cosa que vende.
Ejemplo: el vendedor recibe $ 45.000.000 y el justo precio
asciende a la suma de $ 100.000.000.
ii) El comprador sufre lesión enorme, cuando el justo precio de la
cosa que compra es inferior a la mitad del precio que paga por
ella. Ejemplo: el justo precio de la cosa asciende a $ 35.000.000
y el precio que paga el comprador asciende a la suma de $
75.000.000.

50
Los límites legales son estrictos, de manera que si no se da esta falta de
equivalencia, no habrá lesión enorme. El legislador admite todo aquello que
no supere esta desproporción19.

2. La venta debe ser susceptible de rescindirse por lesión enorme (véase


artículo 1891 Código civil).

Este requisito resulta de la interpretación a contrario sensu del artículo


1891 que dispone: No habrá lugar a la acción rescisoria por lesión enorme en
las ventas de bienes muebles, ni en las que se hubieren hecho por el ministerio
de la justicia. Por lo tanto, sólo se aplica a la compraventa voluntarias de
bienes inmuebles.

En cuanto a la expresión ministerio de la justicia, ésta debe entenderse


en un sentido amplio, es decir, comprensiva de las ventas forzadas en juicio
ejecutivo, o de quiebra, y las voluntarias realizadas en pública subasta por el
ministerio de la justicia. Ello por las siguientes razones:

Al estudiar el saneamiento de la evicción y de los vicios redhibitorios


vimos que se excluían las ventas forzadas; en cambio, en este caso el
legislador habla en términos amplios de las ventas realizadas por el ministerio
de la justicia, dentro de las cuales se incluyen, tanto las forzadas, como las
voluntarias, realizadas bajo su ministerio. Al haber pública subasta e
intervención del ministerio de la justicia se está garantizando que no existirán
abusos de parte del comprador, ni del vendedor.

No estarían incluidas dentro de la expresión ventas hechas por el


ministerio de la justicia aquellas celebradas por el juez en representación del
deudor de una obligación de hacer: suscribir un documento, dentro de un
juicio ejecutivo.

Por último, la lesión enorme sólo se aplica a los contratos onerosos


conmutativos, quedando excluidas aquellas compraventas de inmuebles de
carácter aleatorias. Lo que es lógico ya que en los contratos conmutativos
las partes ven como equivalentes sus contraprestaciones.

19 La Corte Suprema ha resuelto que la determinación de que si existe, o no, lesión


enorme es una cuestión de hecho y, por lo tanto, queda entregada a los Tribunales del
instancia y no es susceptible de recurso de casación en el fondo.
51
Acción de Rescisión por Lesión Enorme

Esta acción corresponde, tanto al vendedor, como al comprador, sus


cesionarios y herederos. Es una acción transferible, transmisible y
prescriptible, pero irrenunciable.

En cuanto a la posibilidad de su renuncia, ella no es procedente según


lo dispone el artículo 1892, que prescribe: "si se estipulare que no podrá
intentarse la acción rescisoria por lesión enorme, no valdrá la estipulación; y si
por parte del vendedor se expresare la intención de donar el exceso, se tendrá
esta cláusula por no escrita”

La acción rescisoria por lesión enorme prescribe en cuatro años contados


desde la fecha del contrato, así lo dispone el artículo 1896 del Código civil.

Efectos de la Lesión Enorme

El artículo 1890 del Código civil regula los efectos de la lesión enorme y
otorga, tanto al comprador, como al vendedor contra quien se haya
pronunciado la rescisión por lesión enorme, la posibilidad de hacer subsistir
el contrato de compraventa. Esta opción se explica porque la compraventa es
válida, sin embargo adolece de un vicio objetivo: la desproporción de las
prestaciones. Así entendido, es comprensible que la parte condenada pueda
hacer subsistir el contrato si hace desaparecer el vicio, esto es, la
desproporción de las prestaciones. Se presentan dos situaciones:

o El comprador puede, a su arbitrio, consentir en la rescisión, o completar


el justo precio con deducción de una décima parte. En este caso, la lesión
enorme la ha sufrido el vendedor, el que ha vendido la cosa en menos
de la mitad de su justo precio, así se vende en 40 millones y la cosa
vale 100 millones. En tal caso el comprador puede hacer subsistir el
contrato completando al vendedor el justo precio (100 millones) con
deducción de una décima parte (10 millones). Entonces, el comprador
paga 50 millones, enterando 90 millones (justo precio con deducción
de una décima parte). La deducción de la décima parte se ha
establecido por el legislador como un pequeño margen de ganancia a
que tienen derecho las partes en un contrato.
o El vendedor puede, a su arbitrio, consentir en la rescisión, o hacer
subsistir el contrato devolviendo al comprador el exceso del justo precio
52
aumentado en una décima parte. En este caso quien sufre la lesión
enorme es el comprador, y el vendedor tiene el mismo derecho
alternativo, o consentir en la rescisión, o hacer subsistir el contrato.
Por ejemplo, por una cosa, cuyo justo precio asciende a 40 millones, el
comprador paga 100 millones. Si el vendedor quiere hacer subsistir el
contrato, deberá devolver al comprador el exceso recibido respecto del
justo precio (40 millones), aumentado en una décima parte (4 millones),
esto es, la suma de 56. El exceso pagado es 60 millones,
admitiéndose un margen de ganancia de 4 millones.

Efectos de la declaración de rescisión

En cuanto a los efectos de la rescisión, éstos son iguales a los de


la rescisión o nulidad, con tres diferencias:

o Artículo 1890, inciso segundo, del Código civil. "El comprador no


está obligado a devolver los frutos, ni intereses, sino desde la
demanda, ni tampoco podrá pedirse cosa alguna en razón de las
expensas que haya ocasionado el contrato". La norma regula el
alcance de las prestaciones mutuas a que da lugar la rescisión del
contrato.
o Artículo 1894 del Código civil. El comprador nada debe pagar
al vendedor por los deterioros que haya sufrido la cosa, salvo en
cuanto el comprador se hubiere aprovechado de ellos.
o En el caso de la lesión enorme hay una excepción con relación
a los efectos de la rescisión respecto de terceros. El artículo 1895
del Código civil obliga al comprador a purificar las hipotecas y
demás derechos reales que hubiere constituido sobre la cosa.
Esta exigencia se explica porque la sola rescisión del contrato no
produce este efecto respecto de terceros. Es el comprador el que,
previo a la restitución de la cosa, tendrá que obtener el alzamiento
y cancelación de los gravámenes que la afecten. Además, con
relación a este punto, cabe precisar que la acción de rescisión
por lesión enorme no procede en aquellos casos en que el
comprador haya enajenado la cosa a un tercero (artículo 1893,
inciso segundo, Código civil) (relacionar con efectos de la nulidad
respecto de terceros).

53
Extinción de la acción de lesión enorme

o Destrucción de la cosa (véase artículo 1893, inciso primero, Código


civil). Cuando la cosa se destruye en poder del comprador,
ninguno de los contratantes puede solicitar la rescisión por lesión
enorme.
o Enajenación de la cosa (véase artículo 1893, inciso segundo,
Código civil). Cuando el comprador hubiere enajenado la cosa;
reconociéndosele al vendedor una acción personal, si el comprador
hubiere obtenido un mejor precio en la venta, para que le restituya
el exceso al vendedor, pero sólo hasta la concurrencia del justo
valor y con una deducción de la décima parte20.
o Prescripción. El artículo 1896 Código civil establece: “La acción
rescisoria por lesión enorme expira en cuatro años contados desde
la fecha del contrato”.

10. PACTOS ACCESORIOS A LA COMPRAVENTA (ARTÍCULOS 1877 A 1887 CÓDIGO


CIVIL).

Reconocimiento de la libertad contractual para la inclusión de pactos


accesorios (artículo 1887 Código civil). El artículo 1887 del Código civil prevé
una norma de cierre que contiene un reconocimiento expreso de la libertad
contractual que tienen las partes en el contrato de compraventa y de la
naturaleza dispositiva de parte importante de las normas del título XXIII
del libro IV del Código civil.

El precepto antes dicho dispone: “Pueden agregarse al contrato de venta


cualesquiera otros pactos accesorios lícitos; y se regirán por las reglas
generales de los contratos”. En consecuencia, fuera de los pactos accesorios
típicos (regulados especialmente) las partes pueden agregar otros atípicos,
con tal que ellos cumplan con los requisitos generales a todo acto o contrato
(artículo 1445 Código civil).

Dentro de los pactos accesorios típicos del contrato de venta, debemos


considerar: el pacto comisorio (artículos 1877 y siguientes), el pacto de

20 La jurisprudencia ha fallado que esta acción prescribe en cuatro años desde la segunda

venta. En cambio, Somarriva estima que frente al silencio de la ley esta acción prescribiría
según la regla del 1896, es decir, dentro de los cuatro años desde la celebración de la
compraventa.
54
retroventa (artículo 1881 y siguientes), el de retracto (artículo 1886), las
arras (artículos 1803 y siguientes) y las formalidades convencionales (artículo
1802).

10.1. PACTO COMISORIO (ARTÍCULOS 1877 A 1880 CÓDIGO CIVIL)21

A. Concepto

Es la condición resolutoria tacita de no pagarse el precio por el


comprador, expresada en el contrato de compraventa (artículo 1877 Código
civil). El citado artículo dispone que: "por el pacto comisorio se estipula
expresamente que, no pagándose el precio al tiempo convenido, se resolverá el
contrato de venta"

B. Clases

o Pacto comisorio simple. Es la condición resolutoria tácita del artículo


1489 Código civil expresada por las partes en el contrato (artículo 1877
Código civil).
o Pacto comisorio calificado. Es el mismo pacto comisorio, pero en el que
las partes convienen que si el comprador incumple su obligación de
pagar el precio, el contrato se resolverá inmediatamente, ipso facto.

C. Efectos

El pacto comisorio no priva al vendedor de la elección de las acciones


que le concede al artículo 1873, es decir, puede igualmente pedir, o la
resolución del contrato, o la ejecución forzada de la obligación (exigir el pago
del precio), en ambos casos con derecho a la indemnización de daños.

En el caso del pacto comisorio calificado, el legislador pasa por sobre el


acuerdo de las partes y dispone que el contrato no se resuelve de inmediato,
sino que el comprador podrá hacerlo subsistir pagando el precio a más
tardar las 24 horas siguientes a la notificación judicial de la demanda (véase
el artículo1879 Código civil). Aquí encontramos una alteración por parte del
legislador de la voluntad de las partes, y se afecta por ende el 1545.

21 Relacionar con lo analizado a propósito de los efectos particulares de los contratos


55
Con relación a esta norma y considerando su carácter excepcional y,
por consiguiente, de aplicación estricta, debe tenerse presente que si las
partes agregan un pacto comisorio con resolución ipso facto por el
incumplimiento de una obligación diversa a la de pagar el precio, debe
respetarse el acuerdo de voluntad de las partes, sin que la parte incumplidora
pueda hacer subsistir el contrato luego de producido el incumplimiento. En
estos casos rige plenamente el artículo 1545 del Código civil. Lo anterior,
se entiende con mayor razón en el caso de un pacto comisorio calificado
convenido en un contrato diverso al de la compraventa

D. Prescripción.

La diferencia entre la condición resolutoria tácita y el pacto comisorio


está en el plazo de prescripción. En la primera, rige la regla general de 5 años,
en cambio el pacto comisorio prescribe en el plazo fijado por las partes,
siempre que éste no exceda de 4 años contados desde la fecha del contrato.
Transcurridos estos cuatro años prescribe esta acción aunque se haya
estipulado un plazo mayor o ninguno (véase el artículo 1880 Código civil).

Fuera de los casos de pacto comisorio por incumplimiento de pagar el


precio, rige la regla general en materia de prescripción. Con todo, si las partes
agregan un pacto comisorio por incumplimiento de la obligación de entregar
la cosa, el plazo de prescripción será el general de los 5 años contados desde
que la obligación se hizo exigible.

10.2. PACTO DE RETROVENTA (ARTÍCULOS 1881 A 1885 CÓDIGO CIVIL).

A. Concepto

Consiste en una estipulación en virtud de la cual el vendedor se reserva


la facultad de recobrar la cosa vendida, pagando al comprador la suma de
dinero convenida o, a falta de acuerdo, reembolsándole el precio que pagó por
ella. El vendedor se reserva la facultad de hacer volver la cosa a su poder
pagando a cambio la suma convenida o reembolsando el precio que se le pagó.

B. Naturaleza jurídica del pacto de retroventa

56
Existen diversas teorías sobre la naturaleza jurídica de este pacto22. A
nuestro juicio y compartiendo la opinión mayoritaria de la doctrina, la
compraventa con pacto de retroventa es una compraventa sujeta a
modalidad, en la especie, a una condición resolutoria ordinaria meramente
potestativa, cuyo cumplimiento produce la resolución del derecho del
comprador y ello constituye la causa de su obligación de restituir la cosa
vendida al vendedor.

El hecho en que consiste la condición es la declaración del vendedor


manifestando su intención de recobrar la cosa.

C. Efectos

Plazo para que el vendedor ejerza su facultad que deriva de la retroventa


(artículo 1885 Código civil).

El vendedor puede hacer uso de su facultad dentro del plazo que se fije
de común acuerdo con el comprador, el cual no podrá exceder de 4 años
contados desde la fecha de la celebración del contrato. Sin embargo, el
comprador tiene derecho a que se le dé aviso con una anticipación de seis
meses, a lo menos, en el caso de los bienes raíces y de 15 días para los
muebles. Si trata de cosas fructíferas de tiempo en tiempo y si se hubiesen
efectuado trabajos e inversiones preparatorias en la cosa, no podrá solicitarse
la restitución, sino después de la próxima percepción de los frutos.

El derecho de opción que surge del pacto de retroventa no puede cederse,


pero si es transmisible por causa de muerte (artículo 1884 Código civil)

22 Para algunos se estaría en presencia de una venta de regreso o de vuelta, en virtud de


la cual el vendedor hace ingresar la cosa que salió de su patrimonio por la compraventa, todo
ello en virtud del pacto. En consecuencia, si se trata de dos contratos de compraventa uno
de ida y otro de regreso, el vendedor no tendría acción directa para exigir la restitución de la
cosa; Otros en cambio, miran el pacto de retroventa como una sola compraventa sujeta a una
condición resolutoria ordinaria y meramente potestativa. A esta opinión se llega luego de
examinar las disposiciones del párrafo 11º del Título XXIII, las que junto con referirse a un
solo contrato, hacen remisión expresa a las normas que regulan los efectos respecto de
terceros de la condición resolutoria cumplida. Se trata de un supuesto de compraventa en
que las partes han introducido un elemento accidental que altera sus efectos normales, en la
especie, una condición resolutoria. Y es una condición resolutoria ordinaria porque ella
no consiste en el incumplimiento de las obligaciones que nacen del contrato, sino de un
hecho voluntario del vendedor
57
Efectos entre las partes

1. El vendedor tiene derecho a la restitución de la cosa vendida,


pero está obligado a pagar al comprador la suma convenida, o a
falta de estipulación expresa, a rembolsar el precio de la venta.
2. El vendedor tiene derecho a la restitución de las accesiones
naturales de la cosa (art. 1883 inc.1º).
3. El vendedor tiene derecho a que se le indemnice de los deterioros
imputables a hecho o culpa del comprador (véase el artículo 1883
inciso segundo, Código civil).
4. El vendedor está obligado al pago de las mejoras necesarias,
y también de las útiles o voluptuarias cuando éstas se haya hecho
con su consentimiento (véase artículo 1883, inciso tercero, Código
civil).

Efectos respecto de terceros

Como se ha expresado, el artículo 1882 del Código civil se remite


expresamente a las normas de los artículos 1490 y 1491, que regulan los
efectos respecto de terceros de la condición resolutoria tácita cumplida, según
se trate de una cosa mueble o inmueble.

10.3. PACTO DE RETRACTO (ARTÍCULO 1886 CÓDIGO CIVIL).

Es una estipulación por la cual la compraventa queda resuelta si dentro


de un plazo, que no podrá exceder de un año, se presenta un nuevo comprador
ofreciendo condiciones más favorables.

Esta resolución se producirá a menos que el comprador o el tercero a


quien se le hubiere enajenado la cosa se allanen a ofrecer esas mismas
condiciones más favorables.

En esta materia, rigen las mismas reglas de la retroventa contenidas en


los artículos 1882 y 1883 del Código civil.

El pacto de retracto es una condición resolutoria ordinaria consistente


en que se presente un nuevo comprador, dentro del plazo convenido o el
máximo legal, ofreciendo condiciones contractuales más favorables que las
originales o primitivas.

58
10.4. LAS ARRAS (ARTÍCULOS 1803 A 1805 CÓDIGO CIVIL)

Esta institución es de aplicación general a toda la contratación de


derecho privado (pese a su ubicación en la compraventa). Por consiguiente,
se puede acordar la dación de arras en el contrato de compraventa, sea
consensual o solemne, y en cualquier otro contrato

A. Concepto

Las arras consisten en una suma de dinero o en una cosa mueble, que
una parte da a la otra al momento de la celebración del contrato.

B. Clases

Nuestro Código civil, recogiendo las normas de las arras de las Siete
Partidas (Ley 7ª, Título V de la Partida V), da un doble carácter a las
arras.

i) Arras dadas en garantía.

Éstas se otorgan con el objeto de garantizar la celebración o ejecución


del contrato de compraventa. Estas arras producen el efecto de conferir a
cualquiera de las partes la facultad de retractarse del contrato (su celebración
o cumplimiento). Si alguna de las partes hace uso de su derecho a retracto,
la parte que las dio las pierde y la que las había recibido deberá restituirlas
dobladas. El derecho a retracto es la regla general en materia de efectos de
las arras en sede civil. Así, la regla general son las arras dadas en garantía.

En cuanto al plazo para ejercer este derecho de retracto, si las partes no


convienen en alguno, la ley suple este silencio, disponiendo que no podrá
ejercerse después de 2 meses desde la celebración de la convención, ni
después de otorgada la escritura pública de venta, o de principiada que sea
la entrega de la cosa (véase artículo 1804 Código civil).

Si ninguna de las partes ejerce el derecho de retracto y el contrato de


compraventa se perfecciona, el que recibió las arras deberá restituirlas. Y si
es el comprador el que las dio, el vendedor deberá imputar aplicar su
importe al precio.

ii) Arras prueba o parte del precio


59
Estas arras actúan como un medio probatorio del contrato. Cuando las
partes convienen en esta clase de arras, la venta queda perfecta, sin que las
partes tengan derecho a retractarse. Estas arras exigen de una declaración
expresa de que han sido dadas por este concepto. Para el caso que las partes
nada expresen se presumirá de derecho que las partes tienen derecho a
retractarse de la venta, esto es, que las arras han sido dadas en garantía
(véase inciso segundo del artículo 1805 Código civil)

Efectos de que se perfeccione el contrato de venta. En estas arras no existe


la posibilidad de retractarse, por lo que sólo queda cumplir con el contrato.
Una vez cumplido el contrato, si las arras consisten en una suma de dinero
se imputan al precio y cuando son una cosa distinta, o se imputa al precio,
si así lo convienen las partes; o se devuelven, una vez pagado todo el precio.
Si el que recibió las arras no quiere restituirlas, el que las dio tiene acción en
su contra para exigir su restitución.

Es importante tener presente, que cuando las arras no han sido dadas
en garantía y alguna de las partes se retracta de la celebración del contrato,
las normas aplicables serán las generales en materia de efectos anormales de
las obligaciones (incumplimiento del contrato de compraventa perfecto).

Desde luego, si el vendedor las dio y se retracta puede ser demandado


de ejecución de la obligación de entregar la cosa; igualmente, en el caso del
comprador, imputándose las arras al pago del precio insoluto. Según
Alessandri, si se produce el incumplimiento del contrato, cabe la opción
propia de los contratos bilaterales, es decir, o demandar la resolución o el
cumplimiento forzado de la obligación, en ambos casos, con derecho a
indemnización de daños. En cualquiera de estos casos, las arras se
imputarán al precio o a los perjuicios a que el demandado sea condenado.

Con relación a los contratos solemnes, el contrato no se perfecciona, sino


hasta que se otorgue la escritura pública (artículo 1805, inciso segundo,
Código civil).

10.5. LAS SOLEMNIDADES CONVENCIONALES

El artículo 1802 del Código civil se refiere a las llamadas solemnidades


convencionales o voluntarias, cuya observancia viene ordenada por el pacto
en que las partes acuerdan que una compraventa consensual no se repute
60
perfecta hasta el otorgamiento de una escritura pública o privada. El efecto
jurídico de este pacto es el derecho de retracto de las partes mientras no se
otorgue la respectiva escritura, o no haya principiado la entrega de la cosa
vendida. Por consiguiente, si la cosa se entrega antes del otorgamiento de la
escritura, se entiende que las partes han renunciado tácitamente a la
solemnidad convencional. La circunstancia que las partes puedan cumplir
con su obligación (principiado la entrega), renunciando tácitamente a la
solemnidad convencional, es señal suficiente para concluir que el contrato ya
se perfeccionó conforme el artículo 1801 del Código civil y que la solemnidad
convencional constituye una modalidad del contrato de compraventa que
autoriza a cualquiera de las partes a retractarse (arrepentirse) de la
celebración del contrato.

SECCIÓN TERCERA
CONTRATO DE MANDATO

1. REGULACIÓN: Título XIX, Libro IV, arts. 2116 y ss. CC.

2. CONCEPTO (VÉASE ARTÍCULO 2116 INCISO 1º CÓDIGO CIVIL)

"El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o


más negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la
primera".

3. LAS PARTES:

o Mandante o comitente: es la persona que confiere el encargo.


o Mandatario, apoderado o procurador: es la persona que acepta dicho
encargo.

4. ELEMENTOS DE LA ESENCIA DEL CONTRATO DE MANDATO

i. Es un contrato de confianza ("confía" reza el artículo 2116 inciso 1º).

La decisión del mandante de cometer el encargo descansa en un factor


subjetivo, en la confianza que le inspira la persona del mandatario, tanto por
su honestidad, como por las cualidades que posee para desempeñar con éxito
el negocio encomendado.
61
ii. El encargo a otra persona de la gestión de uno o más negocios.

Se refiere, tanto a la conservación o administración de un negocio


económico, como también a la ejecución de un negocio jurídico.

Cuando se habla de gestión se alude a la acción y al efecto de la


administración, es decir, gestiona, quien administra un asunto de contenido
económico que interesa al mandante. Ahora con respecto al sentido que debe
atribuirse a la expresión negocio: nos inclinamos por un sentido amplio que
sólo excluye a los actos materiales, pues en este caso se estará en presencia
de un contrato de arrendamiento de servicios o de empresa o de ejecución de
obra ejecución.

Se dice que el objeto del mandato puede consistir en:

o La conservación de un patrimonio.
o La administración de una industria o empresa (sociedades comerciales)
o La ejecución de uno o más negocios de contenido económico que
interesan al mandante (Por ejemplo, necesito constituir una sociedad
en el extranjero para instalar allí una sucursal de mi empresa.
o La ejecución de negocios jurídicos, en razón de mi ausencia otorgo
mandato para que un tercero celebre a mi nombre un contrato de
compraventa o de sociedad.

iii. Que el mandatario obre por cuenta y riesgo del mandante.

Esto quiere significar que la pérdida o ganancias del negocio, objeto del
encargo, son para el mandante y no afectan al mandatario. El mandatario no
actúa por sí, sino que lo hace por cuenta del mandante; siendo este último
el que se aprovechará de los beneficios o ganancias, o soportará las pérdidas
que provengan de la ejecución del negocio encargado, como si él mismo lo
hubiere realizado personalmente. El mandatario actúa bajo la
responsabilidad del mandante. Este último es el que aprovechará de las
ganancias o beneficios del negocio y también deberá soportar las pérdidas del
mismo.

La expresión por cuenta y riesgo que utiliza el legislador significa que el


mandatario actúa comprometiendo el patrimonio del mandante, sea que éste
se incremente o disminuya a consecuencia de dicha actuación.
62
En derecho, por cuenta de otro significa que a esa persona le
corresponden los beneficios y pérdidas de la cosa o negocio; y "riesgo" es el
acontecimiento incierto que puede hacer desmerecer o beneficiar la misma cosa
o negocio.

No debemos confundir el hecho que el mandatario actúe a nombre del


mandante y que lo haga por cuenta de aquél. En el mandato la representación
no constituye un elemento de la esencia, sino de su naturaleza. De ello se
infiere que puede haber mandato sin representación en el que el mandatario
actúa a su propio nombre. Cuando el mandatario actúa a su propio nombre,
igualmente lo está haciendo por cuenta y riesgo del mandante. Claro que, en
el mandato sin representación el mandante no resulta obligado directamente
por las actuaciones del mandatario, pero igualmente pertenecerán a él, tanto
los beneficios como las pérdidas del negocio objeto del encargo.

Si el mandatario no declara a los terceros que actúa a nombre del


mandante, el primero se obliga frente a terceros; pero no por ello dejará de
actuar por cuenta y riesgo del segundo.

5. ELEMENTOS DE LA NATURALEZA DEL MANDATO

i. La remuneración. (véase el artículo 2117 y 2158 Nº 3).

A falta de estipulación, el mandato es remunerado. Dentro de las


obligaciones del mandante se encuentra la de pagar la remuneración
estipulada o usual. En último término la remuneración la fijan los usos23.

ii. La representación.

En virtud de la representación los efectos jurídicos del acto, o contrato,


ejecutado o celebrado por el mandatario se producen directamente para el
mandante y no para el mandatario que es quien lo ejecutó o celebró
personalmente. A pesar que un sujeto actúa personalmente en la vida
jurídica, los efectos de su actuación no se radican en su patrimonio, sino en
el de un tercero, que será en definitiva el que adquirirá los derechos y

23 Para la doctrina éste es uno de los pocos casos en que la ley se remite a la costumbre

(véase el 2 CC); sin embargo, a juicio nuestro la remisión sería a los usos del tráfico y no a
la costumbre. Usos del tráfico integradores de la declaración contractual
63
contraerá las obligaciones (en lo relativo a la representación, nos remitimos a
lo dicho en los materiales de acto jurídico)

La representación no es un elemento de la esencia del mandato, sino que


de la naturaleza, puesto que un mandatario perfectamente puede contratar
a nombre propio y no a nombre del mandante (véase el artículo 2151 Código
civil). En estos casos, de mandato sin representación, es el mandatario el que
resultará obligado para con el tercero y no el mandante. Lo que ocurre es
que generalmente la representación va unida al mandato.

6. REGLAS ESPECIALES SOBRE CAPACIDAD EN EL CONTRATO DE MANDATO (ART.


2128)

Para analizar este requisito de la capacidad de ejercicio del contrato de


mandato, debemos distinguir, primeramente, entre la situación del mandante
y la del mandatario; y, seguidamente, entre las distintas relaciones a que da
lugar la ejecución del mandato.

6.1. Capacidad del mandante.

Se siguen las reglas generales, por lo tanto, el mandante debe ser capaz
(capacidad de ejercicio). El mandante debe ser capaz para ejecutar o celebrar
el acto o contrato que le está encargando al mandatario, así por ejemplo, el
menor adulto, pese a su incapacidad relativa, tiene facultades para contratar
y enajenar con relación a su peculio profesional (art. 250 Nº 1 y 251 CC) y,
por lo tanto, podrá celebrar un mandato cuyo objeto sea el encargo a un
tercero de alguno de los actos que la ley le autoriza ejecutar válidamente.

6.2. Capacidad del mandatario.

La capacidad del mandatario se sujeta a reglas especiales que se alejan


de las generales (véase el artículo 2128 Código civil). El mandatario puede ser
un relativamente incapaz y no obstante ello, ejecutar válidamente el contrato
de mandato. La explicación de esta norma de excepción varía según sea la
teoría que adoptemos con relación a la naturaleza jurídica de la
representación (recordar que seguimos la teoría de la modalidad).

De cualquier modo, el mandatario incapaz relativo no podrá actuar por


cuenta propia, sino cumpliendo con las formalidades habilitantes

64
establecidas por la ley. Es decir, no cabe el mandato sin representación, salvo
que se cumplan dichas formalidades

Relaciones entre mandante y mandatario relativamente incapaz

En este caso el mandatario debe aceptar el encargo con la autorización


de su representante legal (formalidades habilitantes), ya que de otro modo el
contrato de mandato sería anulable de nulidad relativa (art. 1688). Aquí se
aplican las reglas generales en materia de capacidad.

Relaciones entre el mandatario y los terceros

Aquí debe distinguirse, según:

o El mandatario contrata a nombre propio. Se aplican las reglas generales,


debiendo contar con la autorización de su representante legal o
autorización judicial, según sea el caso (formalidades habilitantes).
o El mandatario contrata a nombre del mandante. Aquí, entra en juego la
norma de la representación (art. 1448), en tanto, los derechos y
obligaciones que nacen del acto o contrato afectan exclusivamente el
patrimonio del mandante, sin que el mandatario incapaz resulte
obligado. Esta es la razón por la que el legislador acepta el mandato a
persona relativamente incapaz y no obstante dicha capacidad sus actos
se miran como plenamente válidos.

Relaciones entre mandante y los terceros.

Se parte de la base que el mandatario actuó a nombre del mandante,


porque de otra forma estos actos serían inoponibles a este último por falta de
voluntad (art. 2151). Siendo así, el mandante resulta obligado por los actos
o contratos del mandatario frente a terceros.

7. CARACTERÍSTICAS DEL CONTRATO DE MANDATO

i. El mandato siempre versa sobre actos jurídicos y no sobre actos


materiales.

ii. Es un contrato generalmente consensual (art. 2123).

65
Desde el punto de vista de su perfeccionamiento, es un contrato
generalmente consensual, en tanto la voluntad del mandante que hace el
encargo, puede manifestarse de distintas maneras, que van desde la escritura
pública hasta la simple aquiescencia o aceptación tácita. No obstante esta
libertad de forma, la ley precisa que esta libertad debe entenderse sin
perjuicio de los efectos de la inobservancia de las formalidades por vía de
prueba que exige la ley y de los casos en los que el encargo, objeto del
mandato, debe hacerse por mediante alguna solemnidad (mandato solemne).

Forma de manifestar el consentimiento

Con relación a la voluntad del mandante, el artículo 2123 del Código civil
prevé tres reglas:

o Libertad de forma en que puede hacerse el encargo.


o Exigencia de constancia por escrito para que se admita la prueba de
testigos en juicio
o Se reitera el principio de que la falta de solemnidad no se suple por
otro medio de prueba que no sea la misma solemnidad.

El carácter consensual del contrato de mandato se traduce en que el


contrato queda perfecto por el mero acuerdo de voluntades de las partes, que
en este caso está representado por la aceptación del encargo por parte del
mandatario, cualquiera sea la forma en que ésta se manifieste.

Con relación al mandatario, el artículo 2124 fija el momento en que


queda perfecto el mandato y ello ocurre cuando el mandatario acepta el
encargo, aceptación que puede ser expresa o tácita. La aceptación tácita es
todo acto en ejecución del mandato.

En materia de mandato, como en general, el silencio no constituye


aceptación. Empero, se contempla una excepción, la contenida en el artículo
2125, que dispone sobre un caso en que el silencio opera como manifestación
de voluntad cuando el encargo se hace a personas que por su profesión u
oficio se encargan de negocios ajenos y éstas no hayan aceptado dentro de
un término razonable. El silencio se mira como aceptación del encargo.

Derecho de retracto del mandatario.

66
Una vez que el mandatario haya aceptado su encargo, expresa o
tácitamente, éste podrá retractarse, mientras el mandante se halle en aptitud
de ejecutar el negocio por sí mismo, o de cometerlo a otra persona. De no
darse esta hipótesis se hace al mandatario responsable como si se tratase de
su renuncia (véase el artículo 2124 inciso tercero, con relación al artículo
2167, ambos del Código civil)

Mandato otorgado para ejecutar actos solemnes

La interrogante que surge es ¿qué ocurre con el contrato de mandato


que se otorga para celebrar un acto solemne? ¿Debe cumplir el contrato de
mandato con la misma solemnidad que la ley exige para el contrato
encomendado?24.

En el caso chileno, para llegar a una respuesta sobre este punto debe
necesariamente recurrirse a las teorías que explican la naturaleza jurídica de
la representación. Como ya lo hemos dicho, hemos adoptado la teoría de la
modalidad25, según la cual la voluntad que concurre a la celebración del
acto o contrato solemne, objeto del encargo, es la del mandatario y sólo por
una modalidad (la representación) los efectos de este acto o contrato solemne
se radican ipso iure en el patrimonio del mandante. A la luz de lo expresado,
no cabe afirmar la transmisibilidad de la solemnidad.

En la doctrina, el profesor David Stichkin, afirma que sostener la


transmisibilidad de la solemnidad al mandato es inadmisible, principalmente,
por lo siguiente:

24 No hay una norma expresa sobre el particular. En la doctrina francesa la opinión es


que el mandato otorgado para la celebración de un acto solemne debe cumplir con la misma
solemnidad. En cambio, los alemanes estiman que el mandato es siempre consensual,
independiente de la naturaleza del acto o contrato encomendado.
25 La otra teoría es la Teoría de la ficción. Conforme esta teoría, por una ficción legal

contenida en el artículo 1448 del Código civil, se entiende que la voluntad del contrato de
mandato es la del representado o mandante, aunque no haya estado físicamente presente.
Con base a lo anterior, esta teoría sostiene la “transmisibilidad de la solemnidad del acto o
contrato encomendado al contrato de mandato”, ya que el mandatario no manifiesta su propia
voluntad, sino la del representado. En apoyo de esta posición se cita la disposición del artículo
2128 del Código civil, que prescribe que los menores adultos pueden desempeñar el cargo de
mandatario y celebrar todos los actos a que esté facultado, incluso solemnes; todo ello no
obstante su incapacidad relativa.
67
o Hacer aplicable al mandato la solemnidad del acto o contrato para
el cual se confirió, supone confundir dos actos o contratos
distintos: el mandato, por regla consensual; y el acto o contrato
encomendado, por ley solemne.
o Las solemnidades son de derecho estricto y aquí la ley únicamente
la exige para el acto o contrato encomendado. Por lo tanto, si bien
en virtud del 2123, el mandato puede ser otorgado por escritura
pública, su omisión no acarrearía, en caso alguno, la nulidad
absoluta del contrato.
o La expresión por cuenta y riesgo, empleada por el 2116, nada tiene
que ver con la representación, ya que el mandatario, sea que
actúe a su nombre, o a nombre del mandante, siempre está
actuando por su cuenta y riesgo. Cuando obra a su propio
nombre, debe transferirle todos los efectos jurídicos al mandante
ya que ha actuado por cuenta y riesgo de este. La voluntad que
concurre a la celebración del acto o contrato solemne, objeto del
encargo, es la del mandatario, sea que se trate de mandato con o
sin representación.

Casos en que el mandato es solemne

o Mandato judicial, artículo 6º del Código de Procedimiento Civil.


o Mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal, que debe
otorgar la autorización al marido, para que éste ejecute ciertos
actos. En este caso la mujer puede otorgar la autorización por
medio de mandato especial que deberá constar por escritura
pública o privada, según sea el caso, artículo 1749 inciso séptimo
del Código Civil.
o Mandato para contraer matrimonio, artículo 103 del Código Civil.

En estos casos el incumplimiento de la solemnidad trae aparejada la


nulidad absoluta del mandato.

iii. Es un contrato bilateral.

El contrato de mandato es siempre un contrato bilateral, en tanto de


su celebración resultan ambas partes recíprocamente obligadas. Como se ha
estudiado, el carácter oneroso o gratuito del mandato no altera esta

68
característica, ya que aunque no haya remuneración, el mandante
igualmente resulta obligado para con el mandatario según la enumeración
que hace el artículo 2158 del Código civil. La consecuencia de esta
característica, es la aplicación de los remedios sinalagmáticos, esto es, la
facultad resolutoria (artículo 1489 CC) y la excepción de contrato no
cumplido o de cumplimiento no formal (artículo 2159 en concordancia con
el 1552 CC).

iv. Es un contrato generalmente oneroso.

El contrato de mandato puede ser gratuito o remunerado, sin embargo,


luego de concordar los artículos 2117 y 2158 del Código civil resulta que el
mandato es un contrato generalmente oneroso. Si en el mandato no consta
su carácter de gratuito, deberá ser remunerado, remuneración que se
determinará al momento de la celebración del contrato o después de la misma
y cuyo monto lo fija la ley, el juez o la costumbre. Este es uno de los pocos
casos en que la ley se remite a la costumbre, sin perjuicio de la observación
que se hace más arriba en orden a que se trataría más bien de una remisión
a los usos del tráfico.

v. Es un contrato principal.

vi. La representación es un elemento de la naturaleza (art. 2151).

En el supuesto de un mandato sin representación el mandatario actúa


en la ejecución de su encargo, a su propio nombre y los efectos jurídicos se
radican directamente en su patrimonio, sin que el mandante resulte obligado
frente a terceros por tales actuaciones. Para que el mandatario cumpla con
sus obligaciones, tendrá que realizar posteriormente un acto de transferencia
de los efectos del o los contratos que celebró a su nombre. Esta obligación nace
de la relación contractual derivada del mandato, no debe olvidarse que el
mandatario actúa por cuenta y riesgo del mandante. Ahora, sólo en virtud de
este acto de transferencia, los efectos se radicarán definitivamente en el
patrimonio del mandante, resultando éste obligado frente a terceros. En esta
especie de mandato, el cumplimiento de la obligación de rendir de cuenta,
presupone esta transferencia de efectos jurídicos de los actos ejecutados por
cuenta y riesgo del mandante.

vii. Es un contrato ¿intuito personae?


69
Tradicionalmente se ha sostenido que es una características del
mandato, que derive de la letra propia definición legal de mandato se refiere a
este carácter, ya que es un contrato en que una persona "confía" a otra la
gestión de ciertos negocios.

Se argumenta que las consecuencias de que sea un contrato intuito personae,


son:

o La muerte de una de las partes es causal de terminación ( 2163 Nº 5;


2168 y 2169, CC)
o Cabe la revocación (mandante) y la renuncia (mandatario). La voluntad
unilateral actúa como causa de terminación del contrato ( 2163 Nº 3 y
4 CC)
§ Revocación. La revocación puede ser expresa o tácita; es tácita
cuando se encarga un mismo negocio a distinta persona.
Además, la facultad de revocar el mandato es un derecho
absoluto (véase los artículos 2164, 2165 y 2166 CC).
§ Renuncia. La renuncia no pone fin a las obligaciones del
mandatario, éste continúa obligado a pesar de su renuncia, en
los términos del artículo 2167 del Código civil.
o El error en la persona vicia el consentimiento, por cuanto la persona
del mandatario no es indiferente. El mandante celebró el contrato
en especial consideración a la persona del mandatario (1455 CC).

Sin embargo, cabrá precisar que, entendiendo que la delegación es un


elemento naturalmente incorporado en el contrato de mandato, es del todo
cuestionable afirmar que esta característica está siempre presente. De ello,
podemos hacer dos comentarios. El primero, es que más propiamente el
contrato de mandato es un contrato de confianza y no, inmediatamente,
uno intuito personae. El segundo, es que sólo en el caso que la delegación
quede excluida, o bien quede determinada la persona del delegado, podrá
decirse que el mandato es realmente intuito personae, pues es sólo en esos
casos en que se deja realmente establecido que la prestación puede
ejecutarse por una persona en especial y no otra.

8. CLASIFICACIONES DEL MANDATO

Según el objeto del encargo

70
a. Mandato Civil (arts. 2116 y ss. CC)
b. Mandato Mercantil o comisión (arts. 233 y ss. CCo)
c. Mandato Judicial (arts. 6 y 7 CPC)

Según la extensión del objeto encomendado. (art. 2130)

a. Mandato general. El mandato general se da para todos los negocios


del mandante, sin que deje de ser general por la circunstancia que
éste se limite por una o más excepciones determinadas. En la
práctica, los mandatos generales se han ido transformando en una
especificación de detalle sobre las facultades de que es titular el
mandatario en cuanto a los actos y contratos que pueda celebrar.
Tanto es así, que si el mandatario pretende ejecutar un acto jurídico
o celebrar un contrato que no se encuentra especificado en el
mandato, los terceros rechazarán el mandato por carecer de
facultades para actuar. Los terceros no pueden exponerse a que el
mandante, posteriormente, invoque la inoponibilidad de la actuación
del mandatario, por haber actuado éste fuera de sus facultades.
b. Mandato especial: Es aquel mandato que comprende uno, o más
negocios especialmente determinados.

Según las facultades que confiere el mandato

a. Mandato de Simple administración (art. 2132). Este mandato no


confiere naturalmente al mandatario más que el poder de realizar
actos de administración, los que, a vía ejemplar, han sido señalados
por la ley. Este tipo de mandato comprende todos los actos de
administración pertenecientes al giro administrativo ordinario del
mandante, sin limitarse a los que el legislador considera.
En razón de que la ley no define lo que debe entenderse por acto
de administración, limitándose sólo a hacer una enunciación a vía
ejemplar de actos de esta clase y que dentro de los dichos ejemplos,
incluye actos que no son propiamente de administración, como por
ejemplo, la compra de materiales para el cultivo o beneficio de las
tierras, se nos plantea la siguiente interrogante: ¿qué debemos
entender por acto de administración para los efectos del artículo

71
2132 del Código civil?26. El profesor David Stitchkin sostiene que la
expresión “actos de administración” del artículo 2132 debe tomarse
en un sentido amplio, correspondiendo a todos los actos que miren a
la conservación, reparación e incremento del patrimonio del mandante,
comprendiendo actos, contratos, obras e incluso enajenaciones
necesarias para ese objeto.
Con base a lo dicho, podemos concluir que el mandato de simple
administración no excluye a los actos de adquisición y enajenación,
en la medida que ellos integren el giro administrativo ordinario del
o los negocios encomendados. Dicho giro administrativo ordinario
deberá ser apreciado a la luz de la naturaleza de los negocios objeto
del encargo.

b. Mandato de Libre Administración (art. 2133 inc. 2). Por la cláusula de


libre administración se entenderá solamente que el mandatario tiene
la facultad de ejecutar aquellos actos que las leyes designan como
autorizados por dicha cláusula.
En este mandato no se entienden conferidas aquellas facultades
que por ley se requiere para su ejercicio el otorgamiento de poder
especial, sino que sólo las que son propias del mandato de simple
administración, extendiéndose adicionalmente, a aquellos actos o
contratos en que el legislador exige expresamente la cláusula de libre
administración. Así, por ejemplo, encontramos el artículo 1629 del
Código civil, el que, autoriza al mandatario para novar una deuda en
la medida que tenga la “libre administración de los negocios del
mandante”. Con relación al pago, el artículo 1580 del Código civil,

26 Algunos han sostenido que, atendido que la ley no define los actos de administración,
habría que aplicar las normas relativas a las guardas (art. 391), que consideran, dentro de
la expresión "actos de administración", los actos de conservación, reparación y cultivo. No
obstante, subsiste el problema porque el artículo 2132 no enumera sólo actos de
conservación, reparación y cultivo, incluyendo actos de adquisición. Otros, sostienen que ante
el silencio de la ley y dado los ejemplos que da el artículo 2132 del Código civil, habría que
asumir, frente a este problema, un criterio de mayor latitud que no excluya todo acto de
adquisición y de enajenación y recurren a la norma del artículo 2077 del Código civil (contrato
de sociedad) que dispone que el socio administrador debe ceñirse a su mandato y en lo que
éste callare, le es permitido contraer a nombre de la sociedad obligaciones, adquisiciones y
enajenaciones que se encuentren comprendidas en el "giro ordinario" de la sociedad.

72
dispone que el diputado para el pago podrá recibirlo en tanto tenga
la “libre administración de los negocios del acreedor”.
En consecuencia, el mandatario con cláusula de libre
administración, está facultado para realizar todos los actos que las
leyes especialmente le asignen y, además, todos aquellos autorizados
para el mandatario de simple administración (art. 2132 en
concordancia con el 2133 inc. 2).

c. Mandato con Poder Especial (art. 2132 inc. 2). No se encuentra


definido por la ley, sin embargo su concepto fluye por exclusión del
inciso segundo del artículo 2132. Por ello, podemos definirlo como
aquel mandato que faculta al mandatario para realizar los actos de
administración, o de disposición, que no correspondan al giro ordinario
del negocio encomendado, para los cuales la ley exige autorización
especial del mandante para su realización. Es decir, el mandatario
para poder realizar un acto distinto a los comprendidos bajo la
expresión "actos de administración" del artículo 2132 inciso primero,
requiere necesariamente para ejecutarlo poder especial conferido por
el mandante.
Frente a esto surge una interrogante con relación a si esta
autorización especial debe ser necesariamente expresa, o también
cabe la autorización tácita. La posición mayoritaria defiende la
posibilidad de mandato tácito y para ello se apoyan en los siguientes
argumentos.
i. El encargo, objeto del mandato, puede hacerse por escritura
pública o privada, e incluso por la simple aquiescencia tácita (art.
2123). Y, además, la aceptación puede ser expresa o tácita (art.
2124). La ley reconoce libertad de forma en materia de contrato de
mandato, sin distinguir según el mandato sea general o especial.
ii. La definición de las facultades del mandatario, es una cuestión de
hecho que fija el tribunal de fondo, interpretando las cláusulas del
contrato (idea de construcción de la regla contractual). Así, la
jurisprudencia ha fallado que el poder especial, en cuanto a las
facultades que confiere, no requiere de mención expresa, pudiendo
deducirse del conjunto de los antecedentes alegados y probados en
el juicio y de los cuales se desprende inequívocamente la verdadera
voluntad del mandante (presunciones judiciales)
73
iii. Por otra parte, el legislador no exige poder expreso, sino especial, y
ello significa que se requiere de una manifestación de voluntad del
poderdante en orden a conferir tales atribuciones.

d. Mandato con facultad de obrar al mandatario como mejor le parezca


(art. 2133 inc. 1). Cuando se da al mandatario la facultad de obrar de
modo que más conveniente le parezca, no por eso se entenderá
autorizado para alterar la sustancia del mandato, ni para los actos
que exigen poderes o cláusulas especiales.
Este mandato, en principio es similar al de simple
administración, ya que no autoriza para realizar aquellos actos que
necesitan poder especial del mandante. Sin embargo, la expresión del
modo que mejor le parezca debemos entenderla en el sentido que el
mandatario, en el cumplimiento del encargo, podrá emplear medios
equivalentes a los indicados por el mandante, teniendo como límite la
naturaleza y esencia del mandato. En otras palabras, el mandatario
no queda obligado a emplear los medios por los cuales el mandante
ha querido que se lleve a cabo el negocio, pues la elección de éstos,
queda entregada al criterio del primero. A esta conclusión se llega,
luego de relacionar los arts. 2131 y 2134, con lo dispuesto por el
2133 inc. 1°, todos del Código civil. El primero de los preceptos
dispone que el mandatario deberá ceñirse a los términos del
mandato y el segundo lo obliga a respetar la sustancia del mandato
y a emplear los medios indicados para la realización del encargo.
La importancia de esta clase de mandato se aprecia desde
la perspectiva de las relaciones entre mandante y el mandatario,
porque el segundo tiene como límite, en la ejecución del mandato, no
alterar la sustancia del mandato, pudiendo alejarse del señalamiento
de los medios para la misma. En cambio, las otras clasificaciones
apuntan, más bien, a las relaciones del mandante y el mandatario
frente a terceros, ya que si el mandatario ejecuta un acto fuera de
sus facultades, éste no será oponible al mandante.

9. CASOS EN QUE EL LEGISLADOR HA QUERIDO PRECISAR EL ALCANCE DE ALGUNAS


CLÁUSULAS EN QUE SE CONFIEREN AL MANDATARIO FACULTADES ESPECIALES.

Dentro de la normativa de este contrato hallamos algunas disposiciones


que tienen por objeto declarar el sentido y alcance de ciertas cláusulas en
74
que se confieren poderes especiales al mandatario. Ello para evitar conflictos
a la hora de ejecutar el contrato y que terceros puedan verse afectados por la
inoponibilidad por falta de voluntad. Entre las disposiciones, podemos
destacar las que se pasan a relacionar:

o Art. 2139 CC con relación a la facultad para realizar donaciones.


o Art. 2141 CC que regla sobre la facultad de celebrar contrato de
transacción El mandatario requiere poder especial para transigir (art.
2448 CC);
o Art. 2142 CC. La facultad de vender comprende la de recibir el precio.
La facultad de vender comprende la de efectuar la tradición, ya que la
realización de ésta es el cumplimiento de la obligación que nace de la
compraventa, a saber, la de entregar la cosa vendida.
o Art. 2143 CC. La facultad de hipotecar no comprende la de vender ni
viceversa. Aquí hay una derogación del adagio de "quién puede lo más
puede lo menos".
o Art. 2146 CC. No se puede colocar dinero a interés, sin la autorización
expresa del mandante,
o Art. 2145 CC con relación al auto-contrato. Si el mandatario está
facultado para colocar dinero a interés, no podrá tomarlo para sí, sin la
autorización expresa del mandante.

10. EFECTOS DEL CONTRATO DE MANDATO

10.1. Efectos entre las Partes:

Para estudiar los efectos del contrato de mandato entre las partes,
debemos tener en cuenta que estamos ante un contrato bilateral que, por lo
tanto, produce derechos y obligaciones recíprocos entre mandante y
mandatario.

A. Obligaciones del mandatario:

En el Código civil no hay una regulación orgánica de las obligaciones del


mandatario, a diferencia de lo que sí acontece con las obligaciones del
mandante. Sin embargo, estas obligaciones fluyen naturalmente de la
definición del contrato de mandato contenida en el 2116: "gestión de uno
o más negocios (...), que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera
(mandante)".
75
1. Obligación de realizar el negocio encomendado

La principal obligación del mandatario es la de ejecutar o realizar el


negocio encomendado por el mandante. A estos efectos, fuera de considerar
el artículo 2116, que prevé la citada obligación, debe tenerse en especial
consideración lo dispuesto por los arts. 2131 y 2134, que vienen a reiterar la
obligación y a desarrollar su contenido.

Forma o manera de cumplir esta obligación.

Conforme lo prescrito por los artículos 2131 y 2114 del Código civil, el
mandatario, en la ejecución del mandato, deberá ceñirse rigurosamente a los
términos del mandato, y la recta ejecución comprende no sólo la sustancia del
negocio encomendado, sino los medios que el mandante ha designado para que
éste se lleve a cabo.

Casos en que la ley permite al mandatario apartarse de los términos del


mandato

Sin perjuicio de lo anterior, el mandatario podrá emplear medios


equivalentes a los indicados por el mandante para la ejecución del encargo en
los siguientes casos:

i. Cuando la necesidad lo obligare a ello e igualmente se obtuviere de


ese modo el objeto del mandato (art. 2134 inc. 2).
ii. En los casos en que el mandatario esté facultado para obrar de la
manera que mejor le parezca (art. 2133 inc. 1).
iii. Cuando el mandatario se halle en imposibilidad de obrar de acuerdo a
las instrucciones dadas por el mandante y no fuere posible dejar de
obrar sin comprometer gravemente al mandante. Aquí, el mandatario
tomará el partido que más se acerque a las instrucciones del mandante
y convenga al negocio (art. 2150 inc. 2).
iv. Finalmente, el artículo 2148 contiene una regla especial de
interpretación del contrato, cuya aplicación podría conducir a autorizar
al mandatario para alejarse de los términos estrictos del mandato.
Según esta regla el mandatario puede interpretar con mayor latitud sus
facultades cuando no pueda consultar a su mandante.

Casos en que la ley dispensa al mandatario de cumplir el encargo


76
i. El artículo 2149, autoriza al mandatario a abstenerse de cumplir el
mandato cuya ejecución sería manifiestamente perniciosa o perjudicial
para el mandante, En este caso no existe incumplimiento de las
obligaciones que emanan del mandato, ya que se le está evitando al
mandante un perjuicio.
ii. Cuando el mandatario se halle en imposibilidad, por caso fortuito o
fuerza mayo, de obrar de acuerdo a las instrucciones dadas por el
mandante. En esta situación el mandatario no está obligado a
constituirse en agente oficioso del mandante, debiendo sólo adoptar las
medidas conservativas que las circunstancias exijan. Esta regla se
entiende en los incisos. 1º y 3º del artículo 2150 CC)

Ejecución de la obligación de ejecutar el encargo en el supuesto de pluralidad


de mandatarios (arts. 2126 y 2127)

En caso de pluralidad de mandatarios, éstos podrán obrar en conjunto,


o separadamente, según las instrucciones que les haya impartido el
mandante. Si el mandante nada ha expresado, los mandatarios están
autorizados para dividir su gestión. Lo anterior, siempre y cuando no se les
haya prohibido expresamente actuar por separado, en cuyo caso lo que
obraren separadamente será nulo.

La ejecución del mandato y la delegación: (arts. 2135 - 2138)

Estamos aludiendo a la posibilidad que el mandatario delegue la


ejecución del encargo a un tercero que es su delegado. El legislador se ocupa
de regular diversas situaciones, definiendo qué ocurre con las obligaciones
del mandatario y del delegado; y la relación existente entre el delegado y el
mandante.

De la sistematización de la regulación del Código sobre la materia


resultan los siguientes supuestos:

• En el contrato de mandato no hay una estipulación que prohíba, o


autorice la delegación. Conforme lo dispuesto por el artículo 2135 CC,
la facultad de delegar es un elemento de la naturaleza del mandato.
Es posible la delegación, sin embargo, el mandatario es responsable
ante el mandante por los actos y la conducta del delegado. Respecto
de los terceros que contraten con el delegado, éstos carecen de acción
77
directa contra el mandante, salvo que el mandante ratifique la
actuación del delegado (art. 2136 CC). En todo caso, el mandante
podrá ejercer, contra el delegado, las acciones de que sea titular el
mandatario que ha conferido el encargo al delegado (art. 2138 CC)27.
En la relación triangular se halla el mandatario - deudor obligado ante
el mandante -; el mandante - acreedor respecto de las obligaciones
del mandatario -; y el delegado, que aunque se haga cargo del
cumplimiento de las obligaciones del mandatario, es un tercero
extraño para el mandante. No obstante lo anterior, la ley autoriza al
mandante para dirigirse directamente contra el delegado, tercero
ajeno a su relación contractual de mandato. Para evitar esta
alteración de los principios básicos en materia de contratación, la
doctrina recurre a la idea de la subrogación personal del mandante en
los derechos y acciones del mandatario, cuestión bastante discutible
considerando la redacción del precepto del artículo 2138 CC, que
reconoce acción directa al mandante en contra del delegado, claro
está, con relación a las acciones de que es titular el mandatario (su
deudor).

• Delegación prohibida expresamente por el mandante (art. 2135). En


este supuesto hay una estipulación contractual expresa que prohíbe
al mandatario delegar su encargo y, no obstante ello, lo hace. El
mandatario habría incumplido el contrato en lo que a la prohibición
se refiere y la consecuencia jurídica, a parte de las generales en
materia de incumplimiento, sería la prescrita por el artículo 2136 del
Código civil, que consiste en privar a los terceros del derecho de
dirigirse en contra del mandante por los actos o contratos del delegado.
Igualmente en este caso el mandante podrá dirigirse directamente en
contra del delegado. Así se desprende del tenor del artículo 2138 del
Código civil,

• Hay autorización del mandante para delegar, pero no se designó la


persona del delegado. Normalmente en el contrato de mandato no se
indica la persona del delegado, sino que el mandante simplemente se

27 Esta última regla atenta contra el efecto relativo de los contratos, ya que un tercero

- entiéndase el mandante - aunque con interés, tiene acción directa contra quién no es su
contraparte en el contrato, es decir, el delegado.
78
limita a conferir la facultad de delegar y a lo más se restringen las
facultades del delegado sólo a algunas de que es titular el delegante
(mandatario). Aquí, la regla es que los actos del delegado obligan al
mandante, como si hubiese sido el mismo mandatario el que hubiese
actuado, en ejecución del mandato. Ello resulta de interpretar a
contrario sensu el inciso 2º del artículo 2135 del Código civil.

Sin embargo, si el delegado es notoriamente incapaz o insolvente,


el mandatario será el responsable por los actos o contratos de éste y
no el mandante (se altera la regla general). Se trata de un caso de
culpa in eligendo o en la elección, de parte del mandatario.
Consecuentemente, si el delegado es capaz o solvente, la
responsabilidad del mandatario se limitaría a sus hechos propios y no
a los del delegado.

• Hay autorización para delegar y el mandante designa la persona del


delegado (art. 2137). Aquí el mandatario al delegar queda libre de
responsabilidad. En estricto sentido, no se estaría en presencia de una
delegación, sino de un nuevo contrato de mandato celebrado entre el
mandante y el delegado. El mandatario pasa a ser tercero ajeno
respecto de este nuevo contrato. El mandatario ha cumplido su parte
en el contrato con la designación del delegado (cumple su obligación).
Este nuevo mandato sólo puede terminar por la muerte o revocación
del mandante; o por la muerte o renuncia del delegado (nuevo
mandatario); la muerte o renuncia del anterior mandatario no afecta
la vigencia del mandato.
El fundamento de esta norma radica en que en este supuesto el
mandatario con relación al cumplimiento de sus obligaciones tiene dos
claras alternativas:
o Asumir personalmente el encargo;
o Delegarlo al tercero designado por el mandante. Si opta por esta
última, da cumplimiento a su mandato, el que se extingue para
su parte. Surge un nuevo mandato entre el mandante y el
delegado.

Responsabilidad del mandatario frente al mandante y frente a terceros

79
o Frente al mandante. El mandatario tiene la obligación de ejecutar el
encargo en los términos señalados por el mandante (arts. 2131 y 2134).
Al tratarse de un contrato generalmente oneroso (cede en beneficio de
ambas partes) el mandatario es responsable hasta la culpa leve,
estando obligado, consecuentemente, a emplear en el cumplimiento
de su encargo, el grado de diligencia y cuidado que los hombres
emplean en sus negocios propios, o sea, debe administrar el negocio
como un buen padre de familia (art. 2129, con relación a los arts. 1547
y 44).Dentro de este grado de diligencia exigible impuesta al
mandatario existe, a su vez, una verdadera graduación, ya que si el
mandato es remunerado su responsabilidad por la culpa leve recae con
más estrictez sobre él, pero sigue siendo culpa leve. Ahora, si el
mandatario se ha visto, en cierto modo, forzado a aceptar el mandato,
frente a los requerimientos del mandante, la responsabilidad será
menos estricta, pero igualmente dentro de la culpa leve28.
o Frente a terceros. La regla general es que el mandatario no se obliga ni
responde frente a terceros. Es el mandante el obligado y responsable
por los actos del mandatario Sobre el particular, hay dos disposiciones
que deben considerarse:
§ El artículo 2154 del Código civil que regula la situación en que el
mandatario excede los términos del mandato. Este precepto dispone
que el mandatario es responsable sólo frente al mandante
(incumplimiento contractual) y no frente a terceros, salvo en dos
casos (en que si es responsable): cuando no le ha dado a los
terceros suficiente conocimiento de sus poderes; y cuando se ha
obligado personalmente (mandato sin representación). La regla del
artículo 2154 presupone una sanción a la conducta poco diligente
del tercero que contrata con el mandatario que le da suficiente
conocimiento de sus poderes y no obstante ello, contratan con él.
§ El artículo 2160 del Código civil, en concordancia con el anterior,
regula la relación entre el mandante y los terceros. Al respecto,
pueden inferirse las siguientes reglas:
- Obligaciones contraídas dentro de los términos del mandato: el
mandante resulta obligado frente a terceros.

28 A nuestro juicio, del precepto del artículo 2129 del Código civil se infiere que esta última

regla igualmente debiese aplicarse al mandato no remunerado (gratuito) (véase el artículo


2129).
80
- Obligaciones contraídas fuera de los términos del mandato: el
mandante no resulta obligado. Es un poco difícil entender esta
norma con relación a lo señalado anteriormente. Sin embargo,
una cosa es la responsabilidad contractual del mandatario
respecto del mandante frente a un exceso en los límites del
mandato por parte del primero (art. 2154); y otra, muy distinta,
es la cuestión referida a las obligaciones del mandante frente a
terceros contraídas por el mandatario actuando en exceso de
sus facultades (aquí rige la regla en comento).
- Obligaciones contraídas fuera de los términos del mandato, pero
que han sido ratificadas expresa o tácitamente: El artículo 2160
inciso segundo dispone que el mandante resulta obligado frente
a terceros cuando ratifica las obligaciones contraídas a su
nombre, pero fuera del poder conferido al mandatario.
- Caso especial de responsabilidad: (art. 2152). Las partes pueden
convenir expresamente que el mandatario tome sobre sí el
riesgo de la solvencia de los deudores del mandante y todas las
incertidumbres y embarazos de la cobranza. En este caso, el
mandatario se constituye como deudor principal del mandante
y serán de su cuenta, incluso los casos fortuitos o fuerza mayor.
Esta norma nos serviría para construir una figura contractual
como la del factoring en Chile, sin necesidad de recurrir a la
cesión de créditos (se verá más adelante)

2. Obligación de rendir cuentas (art. 2155)

Sobre el mandatario pesa, conforme lo dispuesto por el artículo 2155


del Código civil, la obligación de rendir cuenta al mandante de su gestión. El
objeto de esta obligación consiste en dar debida cuenta de la administración
realizada por el mandatario y de la forma en que éste llevó a cabo la gestión
(cumplimiento de su obligación principal)

Las partidas más importantes de esta cuenta deberán ser


documentadas, a menos que el mandante releve al mandatario de esta
obligación, o le obligue a documentar todas las partidas.

81
Además, el mandatario debe dar cuenta de las restituciones que
hubiere recibido de parte de terceros (véase el artículo 2157 CC), como
asimismo de los resultados obtenidos.

El relevo de esta obligación no impide que el mandante haga valer los


cargos que tenga contra el mandatario en razón de su administración,
siempre que logre justificarlos debidamente (art. 2155, inc. 3) -tener presente
norma del artículo 1465 del Código civil-.

Esta obligación de rendir cuenta está presente en toda clase de mandato


y cobra mayor importancia cuando el mandatario actuó a su propio nombre
(mandato sin representación), pues esta rendición de cuenta supone la
transferencia de los efectos jurídicos y económicos de la ejecución del encargo.

B. Obligaciones del mandante (art. 2158)

Como se ha anunciado, el legislador, a diferencia de lo que sucede con


la regulación de las obligaciones del mandatario, en lo que se refiere a las del
mandante, las enumera en el artículo 2158, sin perjuicio de desarrollar su
contenido en los artículos que le suceden. Tales obligaciones, son las
siguientes:

1. El mandante debe proveer al mandatario de lo necesario para la


ejecución del mandato.
2. El mandante debe reembolsarle los gastos razonables causados por
dicha ejecución.
3. El mandatario debe pagar la remuneración estipulada o usual.
4. El mandante debe pagarle los anticipos de dinero, más los intereses
legales.
5. El mandante debe indemnizar de las pérdidas que sufra el
mandatario que no le sean imputables y que sea por causa del
contrato de mandato.

Excusa del cumplimiento de las obligaciones del mandante

El inciso segundo del artículo 2158 del Código civil, dispone que el
mandante no puede excusarse del cumplimiento de estas obligaciones
alegando que el negocio encomendado no ha tenido buen éxito, o que este
pudo realizarse a menos costo, salvo que pruebe la culpa del mandatario.
82
Esta disposición es una consecuencia de que el mandatario actúa por cuenta
y riesgo del mandante (véase artículo 2116 CC). Por ello, sólo cuando el
mandatario no ha observado el deber de diligencia que le es exigible, según el
contrato, el mandante podrá dispensarse de cumplir alguna de las
obligaciones de que da cuenta el artículo 2158. La norma cede cuando el
mandante prueba el incumplimiento contractual del mandatario.

Obligación del mandante respecto de los terceros (arts. 2160 y 2161)

Por regla general, el mandante debe cumplir con las obligaciones


contraídas a su nombre por el mandatario, salvo que este último haya
excedido los límites del mandato (art. 2160 con relación al a r t . 2154 CC).
No obstante, si de los términos del mandato, o de la naturaleza del negocio
encomendado, aparece que éste no debió ejecutarse parcialmente, esta
ejecución parcial no obliga al mandante, sino en cuanto le aprovechare.

Efectos del incumplimiento del mandante (art. 2159)

§ Si el mandante no cumple, el mandatario queda autorizado para


desistir de su encargo (art. 2159)29.
§ Derecho legal de retención del mandatario (art. 2162). El mandatario
podrá retener los efectos que se le hayan entregado por cuenta del
mandante para la seguridad de las prestaciones a que este fue obligado.

10.2. Efectos respecto de terceros

Para estos efectos, se debe considerar lo dispuesto por el artículo 2160.


Según el precepto, la regla general es que el mandante responde frente a
terceros por los actos o contratos ejecutados o celebrados por el mandatario.

Sin embargo, para determinar precisamente los efectos del mandato


respecto de terceros es menester hacer el distingo, según el mandatario actúa
a su propio nombre, o a nombre del mandante, es decir, si el mandato es con

29 Aquí, existe una suerte de aplicación de la resolución por inejecución y de la excepción

de contrato no cumplido. Lo anterior en el sentido que frente al incumplimiento del


mandante, el mandatario podría demandar la resolución del contrato o frente a la
demanda de cumplimiento o resolución del mandante, opondrá la excepción de contrato no
cumplido. (Concordar con artículos 1489 y 1552 del Código civil)
83
o sin representación (art. 2151). El mandato, como se ha venido afirmando,
puede ser con o sin representación.

A. Mandato sin representación

La relación que existe entre el mandatario y el tercero no empece al


mandante, puesto que es ajeno a la relación jurídica constituida entre ellos
y, por lo tanto, no resulta obligado. Pero, existe un contrato entre el mandante
y el mandatario, de manera que una vez cumplido el encargo (negocio
realizado a nombre del mandatario), el mandante puede exigir al mandatario
que se le cedan los derechos derivados del contrato celebrado. (Obligación de
rendición de cuenta)

Esta cesión de los efectos jurídicos del contrato no está reglada en el


Código civil. Sobre el particular, un sector es de la opinión que habría que
recurrir a la figura de la “cesión de crédito”, sin embargo, quedarían fuera las
deudas contraídas por el mandatario (obligaciones). Con relación a estas
últimas, habría que recurrir a una especie de novación por cambio de deudor.
Lo anterior, por cuanto nuestro derecho no regula el instituto de la cesión de
deudas. En cualesquiera de los casos, es necesaria la aprobación o
consentimiento expreso del acreedor (tercero), ya que a éste no le es
indiferente la persona del deudor. Lo dicho, también, se extiende a las
obligaciones accesorias que garantizan la principal, que deberán renovarse o
reservarse.

Cuando se produce la cesión de los efectos jurídicos de lo obrado por el


mandatario a su propio nombre, éste da cumplimiento a la obligación de
rendir cuenta que le impone el contrato.

B. Mandato con representación

El mandatario actúa a nombre del mandante. Aquí se aplica la norma


del artículo 1448 del Código civil, es decir, los efectos se producen en forma
inmediata para la persona del representado. El mandatario sólo responderá
frente a terceras en los casos del artículo 2154 del Código civil.

11. EXTINCIÓN DEL MANDATO (ARTS. 2163 Y SS.)

84
La mayoría de las causas de terminación o extinción del contrato de
mandato tienen su explicación en su naturaleza “intuito personae”.

El mandato termina:

1. Por Cumplimiento de las obligaciones del mandatario, es decir,


ejecución del negocio encomendado.
2. Por la expiración del término, o por el acaecimiento de la condición
acordados para la terminación del mandato.
3. La revocación del mandante. La revocación puede ser expresa o
tácita. Es tácita cuando el mismo encargo se hace a una persona
distinta, pero si el primer mandato es general y el segundo especial,
subsiste el primero para los negocios no comprendidos en el segundo
(art. 2164). Esta facultad de revocar, como se ha anunciado, es un
derecho absoluto del mandante30.
La revocación no es solemne, pero el problema estaría en los
mandatos que son solemnes por la ley, o por estipulación de las
partes. Sobre este punto no hay norma que ofrezca una solución.
Sin embargo, se puede sostener que la revocación debería estar sujeta
a la misma solemnidad del mandato y si se trata de escritura pública
se deberá dejar nota al margen de la matriz de la misma. Las cosas
en el derecho se deshacen de la misma forma en que se hacen. En la
práctica, se pide un certificado de vigencia de la escritura ante el
notario o archivero. Y ésta es la única posibilidad de que los terceros
conozcan acerca de la vigencia del mandato.
4. Renuncia del mandatario. La renuncia no pone fin a las obligaciones
del mandatario, sino después de transcurrido un plazo razonable

30 El art. 2165 complementa esto, en base a la expresión a su arbitro, que evidencia un


derecho absoluto que no admite oposición. Algunos autores discuten este carácter de
derecho absoluto, afirmando que el mandato puede ser civil y comercial. En el mandato
comercial este derecho de revocar se expresa de una forma distinta, ya que en el Código de
Comercio (art. 241) se establece que si el mandato comercial interesa tanto a los terceros,
como al comisionista, no cabe el derecho a revocación. A la luz de este precepto, en sede
mercantil y sosteniendo su aplicación extensiva, el derecho a revocar el mandato no sería
un derecho absoluto; ya que sólo procede cuando el mandato interesa exclusivamente al
mandante. Lo anterior, es discutible, ya que el Código de Comercio es una legislación
especial y no puede aplicársele de manera general, más aún si el artículo 2165 del Código
Civil determina expresamente el carácter de absoluto de este derecho. Los tribunales de
justicia, por su parte, han fallado que este derecho es un elemento de la naturaleza del
mandato y no de su esencia, siendo posible un pacto de irrevocabilidad. También hay que
tener presente el art. 2166 que regula materias relativas a la revocación.
85
para que el mandante pueda asumir los negocios encomendados.
De no ser así, será responsable de todos los perjuicios que cause al
mandante, a menos que se vea imposibilitado por una causa grave
(art. 2167).
5. La Muerte del mandante o del mandatario. La regla general es que
sabida la muerte del mandante, el mandatario cesa en el encargo, a
menos que de la suspensión del encargo se sigan perjuicios para los
herederos. En esta hipótesis, el mandatario se verá obligado a
finalizar las gestiones.

Sin perjuicio de lo anterior, no se extingue el mandato por la


muerte del mandante, si éste estaba destinado a ejecutarse después
de la muerte, y en este caso el mandato se transmitiría a los
herederos (art. 2168 y 2169).

En el caso de la muerte del mandatario, los herederos de éste


deberán dar pronto aviso al mandante (art. 2170).

6. Por la quiebra o insolvencia del mandante o del mandatario.


7. Por la interdicción del mandante o del mandatario.
8. Por la cesación de las funciones del mandante, si el mandato ha sido
dado en ejercicio de ellas.

Normas comunes a las causales de extinción del mandato

o Caso de la mujer casada en sociedad conyugal. Si la mujer ha conferido


un mandato antes del matrimonio, subsiste el mandato, pero el marido
puede revocarlo a su arbitrio si se refiere a actos relativos a bienes cuya
administración corresponda a éste (art. 2171).
o Pluralidad de mandatarios. Si todos los mandatarios están obligados a
obrar conjuntamente, la falta de uno de ellos por las causas
enumeradas en el artículo 2163 del Código civil pondrá fin al mandato
de todos ellos (art. 2172).
o Ignorancia acerca de la causa que pone fin al mandato (art. 2173). El
mandatario que ignoraba la causa de expiración de su encargo y que
sigue ejecutándolo dará derecho a los terceros de buena fe contra el
mandante, ya que respecto de éstos, dicha ejecución será válida. Pero,
si el mandatario conocía la causa, el mandante igualmente quedará

86
obligado respecto de los terceros de buena fe, pero se le reconoce acción
de daños en contra del mandatario.
Si la causa de expiración fue comunicada por avisos al público,
y en todos aquellos casos en que no pareciere probable la ignorancia
del tercero, podrá el juez, a su prudencia, absolver al mandante.

12. MANDATO Y AGENCIA OFICIOSA:

En aquellos casos en que estando el mandatario de buena fe y el


mandato es nulo o bien, por una necesidad imperiosa el mandatario sale de
los límites del mandato, el mandatario se convierte en agente oficioso, es
decir, los negocios que realice en ciertos casos, igualmente, obligarán al
mandante (art. 2122).

Las obligaciones del agente oficioso son las mismas que las del
mandatario, pesando sobre él la responsabilidad de un buen padre de familia
(culpa leve) y será responsable únicamente de la culpa grave, o dolo, cuando
ha tomado la gestión de negocios ajenos para salvarlos de un peligro. Y es
responsable de toda culpa cuando se ha ofrecido voluntariamente como
agente oficioso, impidiendo que otros lo hiciesen (art. 2288).

Si el negocio ha sido bien administrado el interesado deberá cumplir las


obligaciones cumplidas por el agente y deberá rembolsar las expensas útiles
y necesarias. Pero, si es mal administrado el negocio, el gerente es
responsable de los perjuicios (art. 2190).

SECCIÓN CUARTA
CONTRATO DE HIPOTECA

1. REGULACIÓN

Título XXXVIII (artículos 2407 a 2434 del Código civil), Libro IV, CC,
Reglamento del Registro Conservatorio de Bienes Raíces y disposiciones del
Código de procedimiento civil pertinentes.

2. CONCEPTO

87
El Código civil, en su artículo 2407, define la hipoteca como "un derecho
de prenda sobre inmuebles que no dejan por eso de permanecer en poder del
deudor". Llama la atención que el legislador hable de derecho de prenda sobre
inmuebles; sin embargo, aquí lo que ha querido expresar es que la hipoteca,
al igual que la prenda, es un derecho real de garantía, pero que a diferencia
de esta última, recae sobre bienes inmuebles y no implica el desplazamiento
del bien desde el constituyente al acreedor.

Si se tuviese que complementar la definición legal para expresar la


esencia de la hipoteca, diríamos que es aquel derecho real de garantía que
recae sobre un inmueble que permanece en poder del que lo constituye y que
da derecho al acreedor para perseguirlo en manos de quien se encuentre y a
pagarse preferentemente con el producido de la venta en pública subasta.

Ambas definiciones están referidas a la hipoteca entendida como un


derecho real y no como contrato.

Si bien la hipoteca reviste ambos caracteres, ello no siempre es así.


Efectivamente, puede existir una hipoteca legal que da origen a un derecho
real de hipoteca sin previo contrato (véase artículo 662 Código de
procedimiento civil: aunque para algunos estamos antes un contrato forzoso
absoluto).

La hipoteca puede y debe ser estudiada como contrato y como derecho


real. El derecho real nace cuando el deudor hipotecario cumple con su
obligación de hacer que nace del contrato y que consiste en efectuar su
tradición mediante la inscripción en el Registro Conservatorio (Registro de
Hipotecas y Gravámenes). Estrictamente, el deudor pasa a ser constituyente
hipotecario desde que hace la tradición.

3. EL DERECHO REAL DE HIPOTECA

La hipoteca recae sobre bienes inmuebles31, que permanecen en poder


de quien la constituye. Cuando el artículo 2407 del Código civil alude al
deudor, se refiere a aquella parte del contrato de hipoteca que se obliga a la
constitución del derecho real a favor del acreedor hipotecario (acreedor de la

31 Salvo el caso de las naves mayores regulada por los artículos 866 y siguientes del Código

de Comercio (artículo 2418 Código civil) y de las aeronaves según al capítulo II del Título II
del Código Aeronáutico
88
obligación principal). El Código debió haber hablado de “deudor hipotecario o
constituyente”, entendiéndose por tal aquella parte que se obliga a constituir la
hipoteca, quien puede ser, o el deudor de la obligación principal caucionada,
o un tercero que la constituye para la garantía o seguridad de una obligación
ajena.

En concordancia con lo expresado, el inciso segundo del artículo 2414


del Código civil dispone que la hipoteca puede constituirse sobre bienes propios
para la seguridad de una obligación ajena, precisando que en contra del
tercero que la constituye no habrá acción personal, a menos que se haya
sometido expresamente a ella (véase el inciso segundo del artículo 2414 con
relación al artículo 2430). El constituyente no se obliga personalmente para
con el acreedor principal, lo que se traduce en que este último no tiene derecho
de garantía general en contra de tal constituyente.

El derecho real de hipoteca, en cuanto tal, confiere a su titular el derecho


de persecución, que consiste en la facultad de perseguir el inmueble en manos
de quien se encuentre (véase el artículo 2428 Código civil), lo que explicaría
por qué el constituyente conserva las facultades de enajenar el inmueble
(véase el artículo 2415 Código civil). Se trata de un derecho que recae sobre
la cosa y que se ejerce sin respecto de determinada persona.

El acreedor hipotecario goza, además, del derecho de pago preferente.


Para el caso que el derecho real de hipoteca sea realizado en pública subasta,
el acreedor tiene derecho a pagarse preferentemente su crédito con relación a
los demás acreedores valistas. Por su lado, ello explica el por qué pueden
constituir nuevas hipotecas sobre el inmueble (véase artículo 2415 Código
civil). Las hipotecas sobre un mismo inmueble se prefieren según el orden de
sus inscripciones.

Este derecho real, además, es indivisible (véase artículo 2408 Código civil)

4. LA HIPOTECA EN CUANTO CONTRATO

Como se ha expresado, la regla es que el antecedente del derecho real


de hipoteca sea un contrato. Por ello, el legislador la regula en el libro IV del
Código civil (De las obligaciones en general y los contratos) y no como
derecho real.

89
El contrato hipotecario puede definirse como aquél en virtud del cual una
parte - el deudor de la obligación principal o un tercero - se obliga para con otra
- acreedor de la obligación principal – a constituir a su favor el derecho real de
hipoteca sobre un inmueble de su propiedad, que permanece en su poder,
con el objeto de asegurar el cumplimiento de una obligación principal (caución
como efecto del contrato de hipoteca).

Para cumplir la obligación, se debe realizar la tradición del derecho real


de hipoteca. Se trata de un supuesto en que la tradición actúa como modo de
adquirir originario y no derivativo como es la regla general. El derecho nace ex
novo para el acreedor hipotecario, titular del derecho real de hipoteca.

Bajo la sola vigencia del Código civil, la hipoteca siempre tiene como
antecedente un contrato hipotecario. Sin embargo, en otros cuerpos legales,
como se sabe, se prevén supuestos de hipoteca legal, en los que el antecedente
del derecho real es la ley. Un caso de hipoteca legal es el de las adjudicaciones
hechas en juicio de partición. Si en estas adjudicaciones de inmuebles existen
diferencias (alcances) entre el valor del bien adjudicado y la cuota hereditaria,
siendo ésta menor y ella supera ciertos límites, se constituye, por el solo
ministerio de la ley, hipoteca sobre el bien inmueble adjudicado (artículo 662
Código de procedimiento civil)32.

5. IMPORTANCIA DE LA HIPOTECA

Dentro de las cauciones, la hipoteca es la que ofrece mayor seguridad y


representa ventajas, tanto para el acreedor, como para el deudor y éstas se
resumen en las siguientes:

A. Para el acreedor

El valor de los bienes raíces es estable y de escasa fluctuación, de manera


que el riesgo del acreedor es mínimo. El acreedor no ve afectado su derecho
por la circunstancia que el inmueble dado en hipoteca pase a manos de

32 Por ejemplo: Uno de los comuneros (heredero) es titular de una cuarta parte de la

herencia, cuyo valor asciende a $ 23.000.000, según la totalidad del acervo partible; se
adjudica un inmueble que tiene asignado en la tasación un valor de $35.000.000. En este
caso, el comunero se adjudica el inmueble con un alcance de $ 12.000.000. Si no lo entera al
momento de producirse la adjudicación, se entiende constituida hipoteca por el solo ministerio
de la ley, sobre el inmueble para garantizar el pago del alcance a favor de los restantes
comuneros, que pasan a ser lo acreedores hipotecarios.
90
terceros, pues es titular de un derecho real y éste le confiere un derecho de
persecución en contra de estos terceros. Además, tiene derecho de pago
preferente, el que le deja a cubierto frente a nuevas hipotecas constituidas
sobre el mismo inmueble.

B. Para el deudor

El valor de los inmuebles es elevado por lo cual es posible obtener


créditos cuantiosos que permiten al deudor emprender negocios o industrias
de una cierta magnitud. No obstante la constitución del gravamen, el deudor
no se ve desposeído del inmueble, conservando las facultades inherentes al
domino (gozar, enajenar o gravar) y puede valerse de él para obtener otras
ganancias.

6. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO REAL DE HIPOTECA

i. Es un derecho real de garantía

El artículo 577 del Código civil lo incluye entre esta clase de derechos.
Sin embargo, la hipoteca, como derecho real, difiere de los demás derechos de
igual naturaleza, ya que mientras éstos suponen una relación directa entre su
titular y la cosa sobre la cual recaen (que se manifiesta en su goce o tenencia);
en la hipoteca, la forma de ejercitar el derecho se concreta, no en la tenencia
o goce de la cosa, sino en la facultad que tiene su titular (el acreedor) para
perseguirla en manos de quien se encuentre y pedir su realización en pública
subasta, para el caso que el deudor principal no cumpla la obligación
caucionada. Hay otras manifestaciones anteriores al ejercicio de la acción
hipotecaria, como lo es el límite impuesto a las facultades de uso y disposición
material del inmueble (artículo 2427 CC).

ii. Es un derecho real inmueble (art. 580)33

iii. Es un derecho real accesorio

33 En este punto nos remitimos a lo ya señalado en los materiales de derecho reales. Sin

perjuicio de aquello, algunas consecuencias de este carácter son: Su tradición se realiza


mediante la inscripción en el registro conservatorio correspondiente; procede la acción
reivindicatoria para su protección; es susceptible de posesión y prescripción, etc.
91
El artículo 46 del Código civil confirma este carácter. La hipoteca
presupone la existencia de una obligación principal a la que accede. Aquí se
aplica plenamente el principio que ordena que "lo accesorio sigue la suerte de
lo principal".

Como sabe, no es de la esencia de las cauciones el que la obligación


principal exista al momento de su nacimiento, es perfectamente posible que
primero nazca la hipoteca y luego la obligación principal caucionada. En
materia de hipoteca tiene plena validez la cláusula de garantía general
hipotecaria (véase el artículo 2413, inciso final, Código civil)

Este carácter se manifiesta en los siguientes aspectos:

- La hipoteca se extingue por la extinción de la obligación principal,


salvo el caso de la reserva de hipoteca (véase artículo 2434, inciso
primero, Código civil)
- La hipoteca prescribe conjuntamente con la acción que emana de la
obligación principal (véase artículo 2516 Código civil).
- La nulidad de la obligación principal deja sin efecto la hipoteca.

iv. Es una limitación del dominio

A pesar que el artículo 732 del Código civil no la enumera entre las
limitaciones al dominio, es evidente que tiene tal carácter, desde que el
propietario que la constituye no puede ejercer su derecho de dominio en una
forma que perjudique el derecho del acreedor hipotecario. Si lo hace, recibe
aplicación la norma del artículo 2427 Código civil. Por lo tanto, el propietario
no está en la misma situación que aquel que tiene un dominio pleno sin
hipoteca. Se aféctale ejercicio de la facultad de usar, gozar y disponer del bien.
El límite del ejercicio de estas facultades está representado por el derecho del
acreedor hipotecario.

v. Constituye un principio de enajenación.

92
Al constituirse la hipoteca el propietario se desprende de parte del
dominio. La constitución de un derecho real de hipoteca es una enajenación
en sentido amplio34.

De considerar la hipoteca como principio de enajenación o enajenación


en sentido amplio, se siguen consecuencias jurídicas interesantes, como por
ejemplo, que para hipotecar se requiere capacidad para enajenar (artículo
2414 Código civil), y que no pueden darse en hipoteca los bienes embargados
por decreto judicial, porque su enajenación adolecería de objeto ilícito (véase
artículo 1464 N ° 3, Código civil).

vi. Da origen a una preferencia.

El acreedor hipotecario goza de preferencia para el pago. El artículo 2470


del Código civil considera a la hipoteca entre las causas de preferencia y el
artículo 2477 dispone que la tercera clase de créditos comprende a los
hipotecarios. Se rompe el equilibrio que debe reinar entre los acreedores,
otorgándole una preferencia a los acreedores hipotecarios. Se justifica esta
causa de preferencia porque la hipoteca hace posible conseguir créditos que
sin ella no serían otorgados.

vii. La hipoteca es indivisible

La indivisibilidad de la hipoteca se halla consagrada en el artículo 1526


Nº 1 del Código civil, del que se desprende que todas las partes de un inmueble
se encuentran garantizando la totalidad de la deuda principal y que la
totalidad de esta deuda se encuentra garantizada por la hipoteca; ella recae
sobre todas las partes del referido inmueble. Consecuente con lo anterior, el
artículo 2408 del Código civil dispone que la hipoteca es indivisible y agrega
que, en consecuencia, cada una de las cosas hipotecadas a una deuda y cada
parte de ellas son obligadas al pago de toda la deuda y de cada parte de ella
(cfr. artículo 2405 Código civil en materia de prenda)

34 Recordemos que ella comprende tanto la transferencia del dominio, como la constitución

de cualquier otro derecho real diverso.

93
Según lo anteriormente dicho y el precepto citado, la indivisibilidad
puede ser apreciada desde la perspectiva del inmueble dado en garantía o
desde la del crédito garantizado.

- Con relación al inmueble hipotecado. Si son varios los inmuebles


hipotecados, el acreedor, a su arbitrio, podrá perseguirlos a todos ellos,
o al que elija. Esta regla la encontramos en el artículo 1365 del Código
civil, con la precisión que el legislador llama impropiamente acción
solidaria a una que, en realidad, es indivisible. Conforme el artículo
1526 del Código civil, la acción hipotecaria se dirige en contra del que
posea en todo, o parte, el inmueble hipotecado (véase el artículo 2408
del Código civil). Así, por ejemplo, si un deudor hipotecario enajena una
cuota del bien gravado, el acreedor hipotecario podrá ejercer la acción
en contra del deudor, o del tercer poseedor de la cuota enajenada, ya
que el bien en todas sus partes está garantizando la totalidad del crédito
hipotecario.
- Con relación al crédito que garantiza la hipoteca. Aquí, la indivisibilidad
también recibe aplicaciones interesantes. En virtud del citado artículo
1526 si queda una parte insoluta del crédito, aun cuando sea pequeña,
subsiste la totalidad de la garantía hipotecaria. También, si hay varios
acreedores hipotecarios y el deudor le paga su cuota a uno de ellos, no
puede solicitar la cancelación proporcional del gravamen. Se mantiene
el todo de la hipoteca hasta el pago íntegro.

Este carácter de indivisible que tiene la hipoteca ha sido consagrado para


que la garantía sea más eficaz. Sin embargo, se trata de un elemento de la
naturaleza de la hipoteca, pudiendo renunciarse a este beneficio por quienes
son sus titulares.

La indivisibilidad de la hipoteca no se comunica a la obligación


principal, la cual puede ser divisible o indivisible según sus propios elementos.
Una aplicación de ello se aprecia a propósito de los herederos de un deudor
hipotecario de una obligación divisible, en que la prescripción se interrumpe
sólo respecto de la parte de la obligación en que operó dicha interrupción y no
respecto de las demás. Por lo tanto, el acreedor hipotecario podrá ejercer su
acción hipotecaria sólo con relación a la cuota de la obligación que no se ha
extinguido por prescripción, puesto que en relación a las otras ha operado el

94
artículo 2516 del Código civil. La hipoteca en todo caso se mantiene
indivisible.

viii. Naturaleza de la obligación garantizada por la hipoteca

Ésta puede ser de dar, hacer o no hacer; pura y simple o sujeta a


modalidad; determinada o indeterminada (véase artículo 2427 parte final
“deuda fuere ilíquida, condicional o indeterminada”). También, la obligación a
la que accede puede ser actual o futura (véase artículo 2413 inciso 3º).

Además, no sólo las obligaciones civiles son susceptibles de


garantizarse con hipoteca sino también las naturales. En este caso la hipoteca
se constituye para garantizar una obligación civil que luego pasa a ser natural.
Y la hipoteca subsiste pero con el carácter de natural, dado que lo accesorio
sigue la suerte de lo principal. Distinto es el caso de la garantía hipotecaria
otorgada por un tercero cuando la obligación ya es natural, la hipoteca será
civil perfecta (véase el artículo 1472 Código civil).

7. INDETERMINACIÓN DE LA OBLIGACIÓN CAUCIONADA CON HIPOTECA Y CLÁUSULA


DE GARANTÍA GENERAL

Ya se ha expresado que la hipoteca puede caucionar cualquiera clase


de obligación, incluidas las indeterminadas. Y la indeterminación puede
referirse, tanto al monto de la obligación, como a su naturaleza. Esta
materia se relaciona directamente con las llamadas cláusulas de garantía
general hipotecarias.

7.1. Garantía hipotecaria de una obligación de monto indeterminado

En nuestro Código civil, la indeterminación de la obligación caucionada


en cuanto a su monto, no afecta la validez de la hipoteca. La doctrina y la
jurisprudencia aceptan la validez de la hipoteca constituida para la seguridad
de una obligación principal indeterminada en cuanto a su monto, apoyándose
en los siguientes argumentos de texto:

o Artículo 376 Código civil. La fianza a que es obligado a rendir el


guardador para entrar en ejercicio de su cargo, puede sustituirse
por una hipoteca suficiente y en este caso la hipoteca estaría
caucionando una obligación futura de un monto indeterminado. No

95
se sabe si al terminar la guarda se afectará, o no, responsabilidad
al guardador, ni menos a cuánto va a alcanzar dicha
responsabilidad.

o Artículo 2427 Código civil. Este precepto prevé el caso que la deuda
principal garantizada fuere indeterminada, sin hacer distinción
alguna. Por consiguiente, la indeterminación pudiese estar referida,
o a la naturaleza misma de la obligación o a su monto.

o Artículo 2431 Código civil. El artículo establece que la hipoteca


podrá limitarse a una determinada suma con tal que ella se exprese
inequívocamente. Interpretando la norma a contrario sensu se llega
a la conclusión que el monto de las obligaciones caucionadas pueda
estar indeterminado. El mismo precepto está contenido en el
artículo 81 del reglamento del Conservador de Bienes Raíces, que
enumera los requisitos de la inscripción hipotecaria.

7.2. Garantía hipotecaria de obligaciones indeterminadas en cuanto a su


naturaleza.

En nuestra legislación es perfectamente válida la hipoteca que asegura


obligaciones indeterminadas en cuanto a su naturaleza. El artículo 2427 se
pone en el caso que la obligación sea indeterminada, sin distinguir si la
indeterminación está referida a su monto o a su naturaleza. Además, el inciso
final del artículo 2413 permite que la hipoteca garantice obligaciones
presentes o futuras, y respecto de las futuras, no se sabe cuál será su
naturaleza, ni menos su monto.

7.3. Cláusula de garantía general hipotecaria.

El artículo 2413, inciso final, autoriza que la hipoteca pueda otorgarse


en cualquier tiempo, antes o después de los contratos (obligación principal)
a que acceda. Por lo tanto, en nuestro derecho son admisibles las hipotecas
con cláusula de garantía general. En los mutuos que conceden los bancos
o instituciones financieras es frecuente que se estipule que el deudor
constituya hipoteca sobre un predio de su propiedad no sólo en garantía de
las obligaciones que contrae por el contrato de mutuo, sino también de todas
sus obligaciones que en el futuro contraiga el deudor a favor de dicho banco
(se habla de primera y segunda hipotecas).
96
Originalmente, se había discutido sobre la validez de esta cláusula,
estimándose por algunos que ella era nula por indeterminación de su objeto
(véase artículo 1461 inciso 2º, Código civil). Sin embargo, esta objeción ha sido
rechazada porque supone confundir el objeto del contrato principal con el del
contrato accesorio que el inmueble dado en garantía, absolutamente
determinado35.

Es el propio artículo 2413 el que no deja dudas sobre la validez de esta


clase de hipoteca al autorizar que ella pueda otorgarse antes del contrato a
que accede. En la actualidad nadie discute la validez y plena eficacia de la
cláusula de garantía general hipotecaria. El carácter accesorio de la hipoteca
no impide que la garantía nazca antes que el contrato principal. El mismo
artículo 1442 del Código civil, al definir los contratos accesorios, no exige que
existan antes de la obligación a que acceden, sino que se limita a disponer que
no subsista sin ella. Además, como ya se ha dicho, no existe inconveniente de
garantizar con hipoteca obligaciones indeterminadas en cuanto a su monto y
naturaleza.

8. CLASIFICACIONES DE LA HIPOTECA

8.1. Hipoteca contractual o legal

Como sabemos la hipoteca, por regla general, es contractual, sin


embargo, hay casos de hipoteca legal como ya se comentó

Por su parte, la hipoteca contractual, puede ser a su vez voluntaria o


forzada, ya sea por ley o por sentencia judicial

o Hipoteca contractual que emana de un contrato forzoso con fuente en la


ley. Encontramos el artículo 89 del Código civil, en materia de posesión

35 También dentro de esta misma postura, se dice que no es posible pactar la hipoteca
con cláusula de garantía general, porque el art. 2432, que se relaciona con el art. 81 del
RRCBB, establece como requisito de la inscripción hipotecaria, la indicación de la fecha y
naturaleza del contrato al que accede, y este requisito no se cumpliría en el caso de la
hipoteca general. No obstante estas disposiciones, la doctrina ha entendido que es válido
pactar esta cláusula, señalando que en estos casos no se podría cumplir con la exigencia
de estas normas (omitiendo el requisito), pero eso no obsta a la eficacia de la cláusula de
garantía general. Estas dos disposiciones deben interpretarse lógicamente, rigiendo sólo
para los casos en que el contrato principal se haya celebrado con anterioridad, o en forma
coetánea, al de hipoteca, ya que los dichos preceptos no alcanzan los supuestos de
obligaciones principales futuras.
97
de bienes del desaparecido; Los artículos 374 y 376 con relación a las
guardas; y el artículo 775, al usufructo.
o Hipoteca contractual que emana de un contrato forzoso con fuente en una
sentencia judicial. En materia de propiedad fiduciaria, el artículo 755
dispone que el juez podrá decretar la constitución de una hipoteca
como providencia conservativa. Lo mismo sucede en el artículo 1315
con relación a los albaceas fiduciarios.

8.2. Hipoteca oculta o pública

Esta clasificación se relaciona con la discusión sobre la necesidad de la


inscripción en registro conservatorio para la existencia de la hipoteca. La
inscripción, en último término, juega el rol de dar publicidad a las hipotecas,
confiriéndose protección a los terceros. Si aceptáramos las hipotecas ocultas,
ocurriría que los terceros no otorgarían créditos hipotecarios por no tener la
certeza sobre la existencia de otros gravámenes hipotecarios sobre el mismo
inmueble.

En nuestro derecho rige el principio de la publicidad de la hipoteca y ello


viene demostrado en el propio mensaje del Código civil que expresamente se
elimina a las hipotecas ocultas (véase mensaje del Código civil en su parte
pertinente)

Para algunos existiría hipoteca oculta en el caso de una cancelación


errónea de una hipoteca. En el tiempo intermedio entre esta última y su
restablecimiento, el inmueble puede haber sido transferido a un tercero. El
problema surge porque el restablecimiento de la hipoteca se produce con
efecto retroactivo y, por lo tanto, se debe determinar si esta hipoteca oculta en
el tiempo intermedio, le es, o no, oponible al tercero adquirente. En nuestro
derecho podría llegarse a la conclusión de que sin inscripción, no hay
hipoteca, teniendo en cuenta el principio de la publicidad de la hipoteca,
principio que, desde luego, mira a la protección a los intereses de los terceros.

9. EL CONTRATO DE HIPOTECA

9.1. Concepto

Como ya indicamos, el contrato hipotecario lo podemos definir como


aquel contrato solemne en virtud del cual una parte - el deudor de la obligación
98
principal o un tercero - se obliga para con otra - acreedor de la obligación
principal – a transferir a su favor el derecho real de hipoteca sobre un inmueble
que permanece en su poder, con el objeto de asegurar el cumplimiento de una
obligación principal (caución como efecto del contrato)

9.2. Características

i. Partes

Las partes son dos, el acreedor de la obligación principal, y el


constituyente quien, a su vez, puede ser el deudor o un tercero (véase los
artículos 2414 inciso 2º y 2430, ambos del Código civil). Como se ha
expresado, para el caso que el constituyente sea un tercero ajeno a la deuda,
éste no contrae obligación personal alguna, a menos que acceda expresamente
a ello.

ii. Es un título traslaticio del derecho real de hipoteca.

Es un contrato que sirve de título traslaticio de dominio del derecho real


de hipoteca. Es el antecedente jurídico para la tradición de este derecho real.

Como se ha dicho, del cumplimiento del contrato de hipoteca nace el


derecho real de hipoteca en forma originaria. La tradición actúa como un
modo de adquirir originario.

iii. Es un contrato Unilateral.

Por el contrato de hipoteca sólo resulta obligado el constituyente, sea éste


el deudor principal, o un tercero y dicha obligación consiste en efectuar la
tradición del derecho real de hipoteca, la que se hace por la inscripción del
título en el Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes
Raíces respectivo.

iv. Es un contrato Accesorio

Conforme el artículo 1442 del Código civil esta clase de contratos


suponen la existencia de una obligación principal cuyo cumplimiento esté
garantizando. Esta característica no es un obstáculo para que según al
artículo 2413 la hipoteca se otorgue antes del contrato principal a que
acceda. Incluso, el propio artículo 1442 del Código civil deja entrever esta
99
posibilidad, al no desprenderse de su texto la exigencia de que estos
contratos supongan necesariamente la existencia de la obligación principal
a que accedan. Lo que quiere significar el legislador al emplear la expresión
"subsistir", es que extinguida la obligación principal también se extingue el
contrato accesorio (principio de lo accesorio).

v. Es un contrato Generalmente Oneroso

Por regla general es oneroso en cuanto tiene por objeto la utilidad de


ambas partes. Para el acreedor la utilidad se manifiesta en la seguridad de
su crédito; y para el deudor que la constituye la utilidad está representada
por la posibilidad de obtener unos créditos que sin esa garantía no
conseguiría.

En el caso que el constituyente sea un tercero, no cabe la menor duda


que el contrato es gratuito, a menos que se le ofrezca una remuneración o
precio por el servicio de la garantía o el contrato ceda en beneficio suyo por
otro motivo36.

vi. Es un contrato Solemne

Este carácter fluye de los artículos 2409 y 2410 del Código civil. El
artículo 2409 dispone: "La hipoteca deberá otorgarse por escritura pública." El
artículo 2410 por su parte señala: "La hipoteca deberá además ser inscrita en
el Registro conservatorio, sin este requisito no tendrá valor alguno; ni se contará
su fecha sino desde la inscripción".

Del tenor de estas dos disposiciones surge la interrogante sobre cuál es


la solemnidad en este contrato, simplemente la escritura pública; o, además
y copulativamente, la inscripción en el registro conservatorio.

La doctrina mayoritaria37, afirma que la solemnidad del contrato de


hipoteca es únicamente la escritura pública, siendo la inscripción la forma o

36 Cabe consignar que el legislador en el artículo 2468 del Código civil, a propósito de la

acción pauliana o revocatoria, equipara la hipoteca a los contratos onerosos


37 La doctrina y jurisprudencia minoritaria, señalan que las solemnidades del contrato de

hipoteca son, copulativamente, la escritura pública y la inscripción. Por lo tanto, antes que se
practique esta última no nace vínculo jurídico alguno entre los contratantes. El fundamento
de tal afirmación está en el propio tenor literal de la norma. Esta postura cita, además, para
fortalecer su tesis, el artículo 2412 del Código civil, que dispone que si la hipoteca adolece de
100
manera de efectuar la tradición del derecho real de hipoteca y que corresponde
al cumplimiento de la obligación de hacer que nace del contrato hipotecario,
que queda perfecto desde que se otorga la escritura pública correspondiente.
Los argumentos de esta postura son los siguientes:

o Don Andrés Bello en el mensaje del Código civil señala que la tradición
del dominio y de los demás derechos reales sobre bienes inmuebles se
efectúa por la correspondiente inscripción y agrega que sin ésta el
contrato es válido, pero no se transfiere ni se adquiere derecho alguno.
Por lo tanto, el legislador no consideró a la inscripción como solemnidad.
o Esta posición permite que el acreedor pueda exigir, una vez otorgada la
escritura pública, la inscripción al constituyente.
o El artículo 2419 del Código civil da derecho al acreedor de una hipoteca
sobre bienes futuros para hacerla inscribir sobre los inmuebles que el
deudor adquiera en lo sucesivo y a medida que los adquiera. Este derecho
sólo se explica en virtud de un contrato de hipoteca que se perfeccionó
por la escritura pública.
o Por otro lado, el artículo 2411 del Código civil exige que para que los
contratos hipotecarios celebrados en el extranjero den hipoteca sobre
bienes situados en Chile, se requerirá la inscripción en el competente
registro.
o Esta posición se justificaría por razones de equidad y justicia, ya que se
pueden dar situaciones como la siguiente. Puede acontecer que en la
escritura pública no se faculta al portador de ella para requerir las
inscripciones que correspondan en el registro del Conservador de Bienes
Raíces. En este caso si el deudor o constituyente se niega a efectuar la
inscripción, el acreedor no tendría medio alguno para exigir dicha
inscripción, ya que no habría obligación alguna que los vincule por no
haber nacido el contrato.

Esta posición concluye que el artículo 2410 no se refiere al contrato de


hipoteca, sino que regla sobre el nacimiento del derecho real de hipoteca,

un vicio de nulidad relativa, pero después se valida por el lapso del tiempo o por la ratificación,
la fecha de la hipoteca será siempre la fecha de la inscripción. El efecto retroactivo se produce
desde la inscripción y no desde el otorgamiento de la escritura pública, ya que sólo desde que
se ha efectuado la primera se entiende perfeccionado el contrato.
101
que exige necesariamente la inscripción en tanto forma o manera de efectuar
la tradición del mismo, eso sí, en términos originarios.

9.3. Elementos Constitutivos del contrato de Hipoteca

9.3.a. El Consentimiento

El consentimiento en la hipoteca debe expresarse en la escritura pública


de constitución, siendo menester que concurra la voluntad de la parte que se
obliga a constituirla (deudor hipotecario) y la del acreedor hipotecario
(acreedor obligación principal).

Esta voluntad puede expresarse personalmente, o por medio de un


mandatario, el que en el caso del constituyente deberá estar expresamente
facultado para la constitución de la hipoteca por un mandato especial. Como
se ha estudiado, la facultad de hipotecar no se encuentra comprendida entre
las facultades del mandato de simple administración, ni en el mandato
especial para vender (artículo 2143 Código civil). En cambio, el mandatario
del acreedor hipotecario sólo requiere de un mandato de simple
administración para la aceptación de la hipoteca.

9.3.b. La Capacidad (véase artículo 2414, inciso 1º, Código civil)

Para celebrar contrato de hipoteca y para su constitución es necesario


tener capacidad para enajenar, puesto que, como se ha dicho, ella importa un
principio de enajenación o bien una enajenación en sentido amplio. Así explica
la necesidad de contar con esta capacidad38.

Esta capacidad del constituyente no se exige respecto del acreedor, quien


para aceptar la hipoteca sólo requiere la capacidad de obligarse (capacidad de
ejercicio).

38 Respecto al artículo 2414, la jurisprudencia ha definido lo que debe entenderse por

“constituir hipoteca”. Esta locución no comprende sólo el mero hecho de pactar la hipoteca por
escritura pública; además de ese requisito o solemnidad abraza la inscripción en el Registro
del Conservador de Bienes Raíces. Constituir equivale a formar, componer, establecer,
ordenar, y no se forma, compone, establece u ordena una hipoteca sino cuando está inscrita.
Porque sin ese requisito la hipoteca carece de todo valor legal y no nace el derecho real
hipotecario.
102
No obstante esta exigencia, los incapaces igualmente pueden constituir
hipoteca, ya que ellos podrán constituirla, observando las formalidades
habilitantes exigidas por la ley; así por ejemplo, los representantes legales
para constituirla requerirán de autorización judicial. Otro caso es el relativo
al hijo sujeto a patria potestad que actúa dentro de su peculio profesional,
éste a pesar de tener capacidad de enajenar los bienes que conforman su
peculio, si se trata de bienes inmuebles requiere de autorización judicial
(véase artículo 254 Código civil). Lo mismo respecto de la mujer casada que
trabaja y que es menor de edad (véase el artículo 150, inciso segundo Código
civil) Existe una excepción a esta regla de la capacidad establecida en el
artículo 395 inciso 2º, según ella no es necesaria la autorización judicial para
la constitución de una hipoteca cuando el inmueble se ha transferido al pupilo
con la carga de constituirla.

Finalmente, nos encontramos con un caso que a pesar de no relacionarse


con una situación de incapacidad, la ley igualmente exige la observancia de
formalidades habilitantes. Estamos pensando en el marido que administra la
sociedad conyugal, el que para constituir hipoteca sobre los bienes inmuebles
sociales requiere de la autorización de la mujer (véase los artículos 1749) y
para los bienes inmuebles propios de ésta, de su consentimiento (artículo
1754 Código civil).

La inobservancia de cualquiera de estas formalidades habilitantes, hacen


que el contrato de hipoteca adolezca de un vicio de nulidad relativa. Sobre el
particular debe considerarse la disposición del artículo 2412 Código civil. Si
la constitución de la hipoteca adolece de nulidad relativa y después ésta se
valida por el lapso del tiempo o la ratificación, la fecha de la hipoteca será
siempre la de su inscripción.

9.3.c. La Causa

Cuando es el deudor el que constituye la hipoteca, la causa de su


obligación es la misma de la obligación principal, así en el mutuo hipotecario
en el cual el deudor se obliga a restituir la cantidad prestada constituyendo
hipoteca en garantía, ambas obligaciones tienen la misma causa, la entrega
del dinero efectuada por el mutuante (y la entrega en los contratos reales tiene
como causa la obligación de restituir).

103
Si la hipoteca la constituye un tercero, la causa del contrato de hipoteca
se encuentra en la relación jurídica de éste con el deudor principal y está
representada por la eventual remuneración o la mera liberalidad. En este
caso, el contrato de hipoteca es un acto jurídico abstracto de causa.

9.3.d. El Objeto

El objeto del contrato de hipoteca es, en último término, el bien dado en


garantía. Esto nos conduce a referirnos a los bienes susceptibles de
hipotecarse.

El artículo 2418 prescribe que la hipoteca sólo puede tener lugar sobre
bienes raíces que se posean en propiedad o en usufructo, y sobre naves. La
regla general está representada por los bienes inmuebles y la excepción por
las naves, hipoteca regulada en el Código de comercio. Cuando hablamos de
los bienes inmuebles, debemos pensar en los bienes corporales inmuebles y
no en los incorporales, salvo el caso del derecho real de usufructo,
especialmente previsto por el Código civil. Así, no cabe la hipoteca sobre una
servidumbre, un derecho de uso o habitación, ni, mucho menos, de la misma
hipoteca.

Sin embargo, no basta que se trate de un bien inmueble, sino que éste
debe reunir los requisitos del objeto de los actos jurídicos, tanto en cuanto a
su existencia, como a su licitud (véase artículos 1461 y 1464 Código civil).
Además, debe cumplir con las exigencias particulares contenidas en el título
de la hipoteca.

i) Hipoteca sobre inmuebles que se posean en propiedad (artículo 2418


Código civil)

Los bienes susceptibles de hipoteca son los inmuebles por naturaleza


(artículo 568 Código civil) y no los inmuebles por adherencia o destinación.
Estos bienes no pueden hipotecarse independientemente; sin embargo,
resultan afectados por la hipoteca del inmueble a que acceden, como
expresamente lo dispone el artículo 2420 del Código civil para los inmuebles
por destinación.

ii) Hipoteca sobre nuda propiedad o sobre propiedad fiduciaria.

104
Al no distinguir el artículo 2418 del Código civil, se debe concluir que no
sólo se puede hipotecar la propiedad plena y absoluta, sino que también la
nuda propiedad, o la propiedad fiduciaria de que se sea titular.

Si se hipoteca la nuda propiedad y luego, vigente la hipoteca, se extingue


el usufructo, consolidándose el dominio en manos del nudo propietario, el
gravamen afectaría a la propiedad plena, ello en virtud del artículo 2421 del
Código civil que prescribe que la hipoteca se extiende a los aumentos que
reciba la cosa hipotecada.

La hipoteca constituida sobre la propiedad fiduciaria está regulada


expresamente por el artículo 757 del Código civil. El precepto dispone que los
bienes que se poseen fiduciariamente se asimilan a los bienes de las personas
sujetas a guarda y las facultades del fiduciario a las del tutor o curador. O
sea, para poder hipotecar un inmueble fiduciario se requiere la autorización
judicial con conocimiento de causa, con audiencia de los que tengan derecho
a impetrar providencias conservatorias de acuerdo al artículo 761 del Código
civil, bajo sanción de que si no se cumplen, el fideicomisario no es obligado a
reconocer la hipoteca. Esta norma se justifica porque con una hipoteca podría
perjudicarse al fideicomisario en caso que pasaré al él la propiedad, ahora
gravada con este derecho real. El juez autorizará la hipoteca cuando fuere de
utilidad para el fideicomiso y no cuando sólo persiga satisfacer un interés
personal del propietario fiduciario39.

iii) Hipoteca de inmuebles que se posean en usufructo.

El artículo 2418 del Código civil, al decir que se pueden hipotecar los
inmuebles que se posean en usufructo, podría inducirnos a error, ya que se
podría pensar que lo que el usufructuario hipoteca es el inmueble en sí mismo,
en circunstancias que lo que se le permite gravar es el derecho real de
usufructo.

El alcance de esta hipoteca es que el acreedor hipotecario tendrá derecho


a percibir los frutos cuando, ejercitando su derecho, embargue el usufructo;

39 Nuestra opinión es que la sanción sería la inoponibilidad de la hipoteca, recurriendo al

propio artículo 757 que expresamente dispone que el fideicomisario no estará obligado a
reconocerla. Por consiguiente, la hipoteca sería válida, pero inoponible al fideicomisario,
siendo posible que este último la ratificará pasando ella a ser plenamente eficaz.
105
sin que éste se extienda a los frutos ya percibidos por el usufructuario antes
de dicho ejercicio (véase el artículo 2423 Código civil).

Por otra parte, el propietario pleno de un inmueble no puede hipotecar


sólo el usufructo y no la nuda propiedad, ello por dos razones:

o Porque para que exista el derecho real de usufructo, es menester que se


haya constituido en favor de un tercero; o que el dueño se desprenda
de la nuda propiedad reservándose para sí el usufructo.

o El usufructo no se entiende sino respecto de una cosa ajena (véase el


artículo 732 Nº 2 Código civil). Por lo tanto, mal podría hipotecarse el
usufructo de una cosa propia.

Con relación al usufructo legal de que goza el padre o madre respecto de


los bienes del hijo sujeto a patria potestad (artículo 250 Código civil) y el del
marido respecto de los bienes de la sociedad conyugal (artículo 1725, Nº 2,
Código civil), no procede constituir hipoteca, porque este usufructo tiene la
naturaleza de un derecho de goce personalísimo y jamás puede ser
considerado como un derecho real.

iv) Hipoteca de cuota (véase el artículo 2417 en conexión con los artículos
718 y 1344, todos del Código civil)

Tanto el propietario exclusivo, como el copropietario o comunero, pueden


constituir hipoteca; el primero sobre todo el dominio; el segundo sobre el
derecho cuotativo que tiene en la cosa, sea ésta singular o universal.
Consiguientemente, procede la constitución de hipoteca sobre una cosa que
se posee pro indiviso; sin embargo, existe norma especial sobre cuáles son sus
efectos después de producida su división.

Esta hipoteca será admisible en las comunidades universales y en las


singulares, cualquiera que sea el origen de la misma. Creemos que en el caso
de la hipoteca de cuota sobre una cosa universal, ésta grava al o los inmuebles
que la componen despendiendo del caso concreto; por ende, se haría
excepción al principio que la cuota de los comuneros no recae sobre ninguno
de los bienes que componen la universalidad sino que representa una porción
ideal del derecho sobre la cosa común, sin identificarse con ninguno de los

106
bienes que la integran. Por consiguiente, será un requisito sine qua non que
en la comunidad universal hayan inmuebles.

A nuestro juicio, el artículo 2417 del Código consulta el caso de la


hipoteca de cuota sobre una cosa universal y éste sería aplicable mutatis
mutandi al caso de las comunidades a título singular.

El supuesto del artículo 2417 es que uno de los comuneros de una cosa
común universal constituye hipoteca sobre su cuota en el o los inmuebles que
la integran. La ley sólo dispone sobre la subsistencia de la hipoteca después
de que se produzca la división de la cosa común, guardando silencio respecto
de los efectos de esta hipoteca en el tiempo que media entre su constitución y
la referida división y, por ello, resulta obligado preguntarnos: ¿en qué se
materializa la hipoteca de cuota vigente la indivisión? A nuestro juicio,
creemos que los efectos de la hipoteca de cuota, pendiente la división, son los
generales de toda hipoteca, pudiendo perseguir la cuota hipotecada en manos
de quien se encuentre. La norma del artículo 2417 no se refiere a la existencia
de la hipoteca, sino a su subsistencia después de la división de la cosa común:
la hipoteca y el derecho real nacen desde la constitución de la hipoteca, ello
fluye naturalmente de las expresiones “caducará” y “subsistir”; ambas
suponen algo ya existente, que subsiste o que desaparece, según sea el caso.

Se trata de una hipoteca sujeta a una condición resolutoria: y la


condición consiste en que se adjudique al constituyente un bien susceptible
de hipotecarse o que el otro comunero adjudicatario de éste consienta en la
subsistencia de la hipoteca.

Supuestos que pueden darse al aplicar el artículo 2417 Código civil40

a.- Si al comunero constituyente se le adjudican bienes susceptibles de


hipoteca.

40 Situación no prevista por el artículo 2417 Código civil es la del tercero extraño que se

adjudica el inmueble conforme el artículo 1337, Nº 1 o que adquiere el inmueble común en


un momento anterior. Aquí no juega el efecto declarativo de la partición, ya que el tercero
adquiere desde que se efectúa la tradición del inmueble, estimándose sucesor en el dominio
de los comuneros. Así las cosas, la hipoteca subsiste y habría acción de desposeimiento en
contra del adquirente.
107
En este caso, la hipoteca subsiste, sin que sea necesario cumplir con
ningún requisito y su fecha será la de su inscripción. La solución dada por el
Código civil constituye una mera aplicación del efecto declarativo de las
particiones y adjudicaciones (véase los artículos 1344 y 718 Código civil); en
cuya virtud la ley presume que el comunero a quien se adjudican bienes ha
sido su dueño absoluto desde que nace la comunidad (efecto retroactivo de la
partición). La hipoteca subsiste aunque el bien se adjudique con alcance (sin
perjuicio de la hipoteca legal). En cuanto a la extensión de la hipoteca, para
algunos, ésta afectaría sólo la cuota que tenía el comunero al momento de
hipotecar; sin embargo, otros opinan que se extendería a la totalidad del
inmueble.

b.- Si los bienes susceptibles de hipoteca se le adjudican a otro de los


comuneros.

Aquí se produce el efecto de la caducidad de la hipoteca. Y ello por


aplicación del mismo principio del efecto declarativo. El comunero que
constituye la hipoteca de cuota jamás ha tenido derecho alguno sobre el bien.
Es lo mismo que si se hubiere hipotecado un inmueble ajeno (artículo 1344
inciso 2º Código civil). O sea, aquí el legislador prevé un efecto especial para
la hipoteca de cuota y que consiste en su caducidad. Hacemos esta precisión
porque conforme el inciso segundo del artículo 1344, si no existiere la
disposición del inciso segundo del artículo 2417, debería procederse como si
se tratase de una hipoteca sobre cosa ajena, pudiendo el acreedor hipotecario
adquirir por prescripción adquisitiva el derecho real de hipoteca y el comunero
adjudicatario hacer uso de la acción reivindicatoria.

Ahora bien, la hipoteca subsistirá si el comunero que se adjudicó el


inmueble consiente en ello y el consentimiento consta en escritura pública,
tomándose razón de ella al margen de la inscripción hipotecaria. En tal caso,
al igual que en el anterior, la fecha de la hipoteca será la de la inscripción, y
no la de la partición, ni mucho menos la de la anotación marginal de la
escritura pública respectiva. Si es un incapaz el que consiente en la hipoteca,
éste deberá cumplir con todos los requisitos necesarios para la constitución,
ya que se trata de un acto voluntario.

v) Hipoteca de bienes futuros (véase el artículo 2419 Código civil)

108
Esta norma ha servido de argumento para quienes sostienen que la única
solemnidad para la constitución de la hipoteca es la escritura pública. El
efecto jurídico que produce esta hipoteca es que ella da derecho al acreedor
de hacerla inscribir sobre los inmuebles que el deudor adquiera en lo sucesivo
y en la medida que los adquiera.

vi) Hipoteca sobre bienes respecto de los cuales se tiene un derecho


eventual, limitado o rescindible (véase el artículo 2416 Código civil)

Lo normal será que la hipoteca recaiga sobre cosas respecto de las cuales
se tiene un derecho puro y simple, sin embargo, no hay obstáculo para gravar
con hipoteca un inmueble sobre el cual se tenga un derecho eventual, limitado
o rescindible. En cualquiera de estos casos, la hipoteca se entiende
constituida en esas condiciones y con esas limitaciones. Así por ejemplo, si el
título que da origen al derecho de dominio que se tiene sobre el inmueble se
resuelve, rescinde o revoca (en el caso de la donación, cuando se cumpla con
los requisitos del artículo 1432 Código civil) la hipoteca también correría igual
suerte.

Se estima que esta norma es innecesaria, ya que es una aplicación


particular del principio general que nadie puede transferir más derechos de
los que es titular.

El inciso 2º del artículo 2416 prevé el supuesto del inmueble sujeto a una
condición resolutoria y le hace aplicable el artículo 1491 del Código civil, lo
cual viene a significar que declarada la resolución la hipoteca se extingue
cuando la condición consta en el título, ya que se presume de derecho que el
acreedor tenía conocimiento de la condición. Por el contrario, si la condición
no consta en el título, se presume en los mismos términos que el acreedor
ignoraba la existencia de la condición, subsistiendo la hipoteca.

vii) Hipoteca sobre cosa ajena.

No hay norma que prescriba sobre la validez o invalidez de la hipoteca


sobre cosa ajena, como sucede en materia de compraventa, comodato, prenda,
etc.41.

41 Para algún sector de nuestra jurisprudencia, hoy día superado, la hipoteca adolecería

de nulidad absoluta y se apoyan en el argumento que para que la hipoteca sea válida es
109
En este punto seguimos a la doctrina que se basa en los siguientes
argumentos:

o La ley no dispone categóricamente que para la validez de la hipoteca se


requiera que el constituyente sea dueño de la cosa y ello tampoco se
infiere de los artículos citados. En efecto, la norma del artículo 2414 del
Código civil no puede interpretarse como una de carácter prohibitivo;
ello no se desprende ni de su texto, ni de la intención del legislador que
la dictó. Cuando el legislador ha querido que un acto referido a una cosa
ajena sea nulo lo ha hecho expresamente, así por ejemplo, en el caso
del legado de cosa ajena conforme el artículo 1107 del Código civil. La
interpretación que debe dársele a los artículos 2414 y 2418 es que se
requiere que la cosa esté en poder del constituyente al momento de la
constitución de la hipoteca, es decir, que sea poseedor, con
independencia a si es dueño o no de la cosa.
o Por otra parte, queda fuera de duda que el derecho de hipoteca puede
adquirirse por usucapión. El inciso segundo del artículo 2498 dispone
que podrá adquirirse por este medio los derechos reales que no estén
expresamente exceptuados y el artículo 2512 Código civil no considera
a la hipoteca dentro de las excepciones. Por otra parte, el artículo 715
del Código civil admite la posesión sobre los derechos reales distintos
del dominio sin hacer distinción (cosas incorporales).
o Finalmente, según el artículo 2417 del Código civil si el inmueble
hipotecado se lo adjudica una persona distinta al constituyente se
entiende - por el efecto declarativo de la partición – que este último
jamás fue dueño, por lo tanto, habría hipoteca de cosa ajena. En este
caso, el efecto no es la nulidad, sino que se produce la caducidad de la
hipoteca, la que podrá subsistir con el consentimiento del adjudicatario.

menester que se cumpla con dos condiciones: a) que el constituyente sea propietario de la
cosa y; b) que tenga facultad de enajenar. El primer requisito no está expresamente
establecido, sin embargo se infiere del mismo artículo 2414 del Código civil que prescribe que
"no podrá constituir hipoteca sobre sus bienes", el que estaría refiriéndose a sus bienes propios,
excluyéndose la posibilidad de hipoteca sobre bienes ajenos. Por consiguiente, no cabría
hipoteca sobre cosa ajena, por tratarse de un acto prohibido por la ley y su infracción
adolecería de nulidad absoluta. También esta exigencia fluiría del artículo 2418 del Código
civil al expresar "poseer en propiedad", quedando fuera la posibilidad de la posesión a non
domino. El constituyente debiere ser dueño de la finca hipotecada.
110
Por todo lo anterior, se estima que la hipoteca de cosa ajena no adolece
de nulidad, sino que los efectos son otros.

El que nos inclinemos por una u otra solución no es indiferente, ya que


si con posterioridad, el constituyente adquiere el dominio de la cosa y se
sostiene la nulidad de la hipoteca, ésta no se validaría. En cambio, si estamos
por la idea que la hipoteca sobre cosa ajena es válida, la adquisición posterior
del dominio por el constituyente consolida la hipoteca desde el momento de la
tradición; es decir, desde la inscripción del título hipotecario (véase el artículo
682 inciso 2º Código civil).

10. EL DERECHO REAL DE HIPOTECA

10.1. Adquisición del Derecho Real de Hipoteca

La existencia de un derecho real supone necesariamente la intervención


de un modo de adquirir. Por el sólo contrato sólo nacen derechos personales.
El derecho real de hipoteca puede ser adquirido por:

A. Tradición (véase artículo 670 inciso 2º Código civil).

La tradición del derecho real de hipoteca se realiza mediante la


inscripción en el Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de
Bienes Raíces. Así lo dispone expresamente el artículo 52 Nº 1 (“deberán
inscribirse”) del reglamento del Conservador de Bienes Raíces relacionado con
el artículo 2410 del Código civil. El título que precede a la tradición es, por
regla general, el contrato de hipoteca. En el caso de la hipoteca legal el título
está representado por la ley correspondiente.

Los requisitos de la inscripción se encuentran establecidos en el artículo


2432 del Código civil y el artículo 81 del Reglamento del Conservador de
Bienes Raíces42.

42 Debe tenerse presente que en materia de copropiedad inmobiliaria, el artículo 16 de la

ley Nº 19.537 (Ley sobre copropiedad inmobiliaria) que dispone que las unidades de los
condominios podrán hipotecarse o gravarse libremente, sin que para ello se requiera acuerdo
de la asamblea, subsistiendo la hipoteca o gravamen en los casos en que se ponga término a
la copropiedad. Esta hipoteca grava automáticamente los derechos que le correspondan en los
bienes de dominio común, quedando amparados por la misma inscripción. El inciso final del
precepto dispone sobre la inscripción de la hipoteca de una unidad contendrá, además de las
111
Finalmente, la tradición para el caso de hipoteca sobre cosa ajena, sirve
para adquirir la posesión del derecho real de hipoteca, habilitando al acreedor
hipotecario para adquirirlo por prescripción adquisitiva.

B. Prescripción adquisitiva

En el caso de la hipoteca sobre cosa ajena, la tradición habilita al


acreedor hipotecario para adquirir dicho derecho por prescripción adquisitiva.
¿Cuáles son las normas que conducen a esta conclusión?

o Artículo 2498 Código civil. Se admite la prescripción adquisitiva de


los derechos reales distintos del dominio, salvo los exceptuados por
la ley (véase el artículo 2512 Código civil).
o Artículo 715 Código civil. El precepto admite la posesión sobre
derechos reales distintos del dominio (cosas incorporales).
o Artículo 689 Código civil. La sentencia que reconoce la adquisición
del domino por prescripción y otros derechos reales sirve de título
y debe inscribirse en Registro del Conservador de Bienes Raíces.
o Artículo 2513 Código civil. Este precepto se sitúa dentro de la
misma idea de las dos letras anteriores.
o Artículo 52 Reglamento Conservador de Bienes Raíces. Entre los
títulos que deben inscribirse se encuentra la sentencia arriba
mencionada.

Todas estas normas se refieren genéricamente a los derechos reales,


demostrando que el derecho real de hipoteca es susceptible de posesión y,
consecuentemente, puede adquirirse por prescripción adquisitiva. En cuanto
a los plazos de prescripción se aplican, sin modificaciones, las mismas reglas
que para la adquisición del dominio de los bienes inmuebles (véase el artículo
2512 Código civil).

C. Sucesión por causa de muerte

Como consecuencia del carácter accesorio de la hipoteca, si el crédito que


ella garantiza lo adquiere un heredero o legatario por sucesión por causa de

menciones señaladas en los números 1º, 2º, 4º y 5º del artículo 2432 del Código civil, las que
se expresan en los números 4) y 5) del inciso segundo del artículo 12 de la ley; esto es, la
ubicación y deslindes del condominio a que pertenezca la unidad; y el número y ubicación a
la unidad en el plano de que trata el artículo 11 de la misma ley.
112
muerte, el derecho real de hipoteca también pasa a su patrimonio. El
heredero, o legatario, adquiere la hipoteca ipso iure, por el solo hecho que se
le defiera la asignación, sin necesidad de inscripción alguna.

D. Cesión de un crédito hipotecario

El artículo 1906 del Código civil prescribe que la cesión de créditos


comprende a la hipoteca. El derecho real de hipoteca cambia de titular
pasando del cedente al cesionario, al igual que el crédito que garantiza y que
es objeto de la cesión. El fundamento jurídico de este efecto se halla en el
principio que ordena que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Sin
embargo, surge la siguiente interrogante: ¿es necesario para que pase la
hipoteca al cesionario proceder a la inscripción en el Conservador de Bienes
Raíces?43

La opinión mayoritaria de la doctrina y la jurisprudencia sostiene que no


es menester dicha inscripción44, ya que la hipoteca pasa al cesionario por el
hecho de perfeccionarse la cesión de créditos (actúa por el solo ministerio de
la ley). Los artículos 1901 y 1906 del Código civil no exigen la inscripción, por
lo tanto, el intérprete no puede exigirla (se trata de un requisito de derecho
estricto). Además, la inscripción se exige con el objeto de dar publicidad al
gravamen hipotecario y en el caso de la cesión de un crédito, la hipoteca ya se
encuentra inscrita a nombre del cedente. De exigirse la inscripción se llegaría
al absurdo que la hipoteca se desligaría de la obligación a que accede, puesto
que el crédito pasa al cesionario cumpliéndose los requisitos legales, mientras

43 Otro sector de la jurisprudencia ha fallado que se requiere de la inscripción porque la


cesión es la tradición del crédito, luego en ella también existe tradición de la hipoteca. La
tradición de la hipoteca se efectuaría, igualmente, mediante la inscripción conservativa
respectiva.
44 Para algunos (Lecaros Sánchez), la hipoteca nace desde que se produce la partición de

la comunidad, llegando a hablar de que se trata de una hipoteca sujeta a condición


suspensiva. Otros, aunque de modo indirecto (Somarriva), estiman que la hipoteca de cuota
nace desde su constitución. La jurisprudencia está dividida. Para una parte de ella, antes de
la división de la cosa común la hipoteca de cuota se comporta igual que la hipoteca sobre la
propiedad exclusiva del constituyente, reconociéndosele inclusive derecho de persecución en
contra de los terceros poseedores de la cosa susceptible de hipoteca. Para otra, la hipoteca
carecería de realidad antes de la división, no siendo admisible el ejercicio de este derecho por
parte del acreedor hipotecario.

113
que la hipoteca permanece en el patrimonio del cedente en tanto no se efectúe
la inscripción conservativa.

De cualquier forma, en la práctica se opta por hacer una anotación


marginal a la inscripción de hipoteca donde se deja constancia de la cesión
del crédito.

Cabe precisar que si en la cesión de créditos se consigna que el crédito


está garantizado por una hipoteca y después aparece que no es así, el
cesionario podría pedir la rescisión de la cesión, fundándose en el artículo
1454 del Código civil por existir error en la calidad del objeto de la cesión, que
es el principal motivo para contratar y que fue conocido por la otra parte. Lo
anterior, siempre que concurran y así se acredite los requisitos de la norma
citada.

E. Subrogación del crédito hipotecario

La subrogación, sea legal, o convencional, traspasa al nuevo acreedor


todos los derechos, acciones, privilegios, prendas e hipotecas del antiguo
(véase el artículo 1612 Código civil). Por lo tanto, la parte que se subroga
adquiere el crédito y la hipoteca que lo garantiza por aplicación del principio
de lo accesorio. En el pago con subrogación resulta menos dudoso que en la
cesión de créditos, que las hipotecas pasan de pleno derecho al acreedor; sin
embargo, en la práctica se opta por la anotación marginal.

11. EXTENSIÓN DE LA HIPOTECA

La hipoteca comprende los siguientes bienes:

o El inmueble por naturaleza propiamente tal


o Los bienes muebles por destinación o adherencia (art. 2420)
o Se extiende a todos los aumentos y mejoras que reciba la cosa (art.
2421)
o Se extiende a los cánones de arriendo devengados por el arrendamiento
del bien hipotecado y a las indemnizaciones debidas por los
aseguradores del bien (art. 2422).

Límite a la extensión de la hipoteca

114
No comprende los frutos devengados cuando el objeto de la hipoteca sea
un derecho de usufructo (art. 2423)

12. EFECTOS DE LA HIPOTECA

Previo al estudio de los efectos jurídicos de la hipoteca debemos precisar


que no nos referimos al contrato de hipoteca, sino al derecho real que nace
del cumplimiento de este último. No debemos confundir estas dos especies de
efectos que produce la hipoteca. Si el deudor hipotecario no cumple con su
obligación, a saber, hacer la tradición del derecho real de hipoteca, el acreedor
podrá recurrir a las normas sobre efectos anormales de las obligaciones de
hacer (véase artículo 1553 Código civil).

Ahora bien, hecha esta precisión, diremos que los efectos jurídicos de
la hipoteca deben analizarse con relación al acreedor hipotecario y al dueño
o constituyente del inmueble hipotecado, sea éste el mismo deudor de la
obligación principal o un tercero; pero también considerando la situación de
los terceros poseedores a quienes se haya enajenado el inmueble
hipotecado. En esta materia debemos distinguir dos períodos:

1. Período que media entre la constitución de la hipoteca y el


ejercicio de la acción hipotecaria por parte del acreedor; y

2. Período posterior al ejercicio de la acción hipotecaria.

1º Período previo al ejercicio de la acción hipotecaria.

A pesar de la constitución de la hipoteca, el dueño del inmueble gravado


conserva las facultades de usar, gozar y disponer del mismo y ello queda de
manifiesto en el artículo 2415 del Código civil que prescribe que el
constituyente hipotecario conserva el ejercicio de su facultad de disposición
jurídica, sin que sea eficaz cualquiera estipulación en contrario. No obstante,
con relación a las facultades de usar, gozar y disponer materialmente de la
hipoteca, el constituyente se encuentra frente a un límite implícito que es el
del artículo 2427 del Código civil.

Por lo anterior, en primer término estudiaremos la facultad de


disposición jurídica de la hipoteca; y luego la limitación implícita del artículo
2427, poniendo el acento en los derechos de que es titular el acreedor

115
hipotecario cuando se produce la destrucción o deterioro de la hipoteca, por
cualquier causa.

a) Facultad del constituyente hipotecario de enajenar e hipotecar.

El constituyente hipotecario conserva el ejercicio de su facultad de


disposición jurídica del inmueble gravado con hipoteca; así lo expresa el
artículo 2415 del Código civil, al disponer que "el dueño de los bienes gravados
con hipoteca podrá siempre gravarlos o hipotecarlos, no obstante cualquier
estipulación en contrario". Por consiguiente, el dueño además de estar
facultado para disponer de la hipoteca, lo está para pasar por sobre cualquier
cláusula escrita que le prive, o limite, del ejercicio de esta facultad, la que será
ineficaz por el solo ministerio de la ley.

La infracción de la norma (cláusula de no enajenar o hipotecar) del


artículo 2415 no produce como efecto la nulidad absoluta. El precepto no está
prohibiendo la cláusula de prohibición de gravar o enajenar el inmueble
hipotecado, sólo se limita a declarar que en el evento que se imponga, el dueño
de los bienes gravados con hipotecas puede siempre gravarlos o hipotecarlos.
Se dispone la ineficacia de plano de la cláusula o estipulación.

No obstante lo anterior, las partes en el contrato pueden convenir en


algún efecto para el caso de la infracción de la prohibición, como por ejemplo,
la aceleración de la deuda.

La justificación de esta disposición está en la circunstancia que el


ejercicio de estas facultades por parte del constituyente en nada perjudica los
derechos del acreedor hipotecario. En el caso de las enajenaciones, éste es
titular del derecho de persecución que lo habilita para hacer efectivo su
derecho en la cosa en manos de quien se encuentre (véase artículo 2428
Código civil). Y, en el caso de la constitución de nuevas hipotecas, goza de
preferencia para el pago, debido a que ellas se prefieren por orden de su fecha
de inscripción (véase artículo 2477 Código civil).

El artículo 2415 del Código civil no consulta la posibilidad de constituir


otros derechos reales distintos de la hipoteca sobre el inmueble hipotecado
como el derecho real de usufructo o de servidumbre. De forma apresurada
podríamos responder afirmativamente a esta cuestión, basándonos en que
quien puede enajenar (lo más) puede constituir otros derechos reales (lo
116
menos); sobre todo si se tiene en cuenta que el constituyente puede, inclusive,
gravar el inmueble con nuevas hipotecas. Sin embargo, el legislador, en este
caso, pareciese que al contraponer la enajenación con la hipoteca
(“enajenarlos o hipotecarlos”), estaría tomando la primera expresión en un
sentido estricto (transferencia de dominio), excluyendo su sentido amplio y
limitándose a autorizar la constitución de un derecho real, el de hipoteca
(enajenación en sentido amplio).

En la doctrina, la opinión más autorizada es la del profesor Somarriva,


quien estima que con la constitución de estos gravámenes, se cercena el valor
de la garantía de la hipoteca, causándole un perjuicio evidente al acreedor
hipotecario. Por ello, la constitución de estos derechos no puede afectar al
acreedor hipotecario, quien podrá siempre ejercer las facultades que le
confiere su carácter, prescindiendo de tales derechos reales. O sea, el
constituyente puede enajenar el inmueble hipotecado en sentido amplio,
empero dicha enajenación no empece al acreedor hipotecario. Esta solución
se apoya en diversas normas legales:

o El artículo 1368 Nº 3 del Código civil dispone que si se vende la cosa


fructuaria para cubrir una hipoteca constituida en ella por el difunto,
se aplicará el artículo 1366 del Código civil, que prescribe que el
usufructuario se subroga en los derechos del acreedor contra los
herederos. Por lo tanto, si el usufructo afectare a la hipoteca, no tendría
que haberle otorgado derecho alguno al usufructuario, ya que lo único
que podría haberse realizado sería la nuda propiedad45.
o El artículo 2438 del Código civil dispone que la anticresis no vale en
perjuicio de los derechos reales anteriormente constituidos sobre la
finca.
o Según el artículo 1962 del Código civil, el acreedor hipotecario no está
obligado a respetar los arriendos posteriores a la constitución de la

45 Comentando estos dos artículos, don Arturo Alessandri nos dice: “En efecto si el
usufructo afectara a los derechos del acreedor y se mantuviera a pesar de la venta de la finca
hipotecada no habría habido necesidad de conceder al usufructuario una acción en contra de
los herederos ¿por qué motivo se concede al usufructuario una acción en contra de los
herederos? Precisamente, porque a consecuencia de la hipoteca él ha sido privado del
usufructo que le dejo el testador. Si el acreedor hipotecario tuviera que respetar el derecho de
usufructo constituido por el difunto, el usufructuario no habría experimentado ningún
perjuicio, ni tendría acción alguna en contra de los herederos”.
117
hipoteca; por ende, si el dueño no puede constituir un derecho personal
en su perjuicio, menos podrá constituir un derecho real.

Por consiguiente, por una parte, el constituyente podría constituir


estos derechos reales; sin embargo, por otra, el acreedor no estaría obligado a
respetarlos, pudiendo realizar, o subastar, la finca hipotecada libre de todo
gravamen46.

La jurisprudencia se ha pronunciado sobre la posibilidad que el


propietario (constituyente) pueda constituir un usufructo voluntaria, o
forzadamente, sobre el inmueble gravado con hipoteca; sosteniendo que no
hay inconveniente legal para esta constitución, ya que si puede enajenarlo
totalmente, puede hacerlo parcialmente, desprendiéndose del uso y del goce
de la cosa. Pero, en tal evento ambas desmembraciones del dominio - la nuda
propiedad y el usufructo - quedan igualmente gravadas con hipoteca y el
acreedor hipotecario podrá ejercer sus derechos sobre ambas, quedando, por
lo tanto, siempre a salvo sus derechos.

En consecuencia, el dueño de la finca hipotecada puede libremente


constituir gravámenes sobre la misma, pero éstos no perjudican, en ningún
caso, al acreedor hipotecario, quien tiene a salvo su derecho. Los gravámenes
le son inoponibles, en tanto la hipoteca del acreedor se constituyó sobre la
propiedad plena, quedando autorizado para realizarla sin limitaciones.

Alzamiento y cancelación

Otro problema que se produce es aquél relacionado con el momento en


que se alzan y cancelan estos derechos reales distintos al dominio. Sobre el
particular no hay uniformidad; en todo caso, debe tenerse presente que no
obstante se realice la propiedad plena y ésta se la adjudique a un tercero, el
inmueble se encuentra gravado por un derecho real distinto del dominio, el
que se extingue por el hecho de la realización de la hipoteca. Ahora bien, se
debe determinar cuándo se produce el alzamiento y cancelación de la
inscripción de dichos derechos ¿podrá hacerse en el mismo juicio en que se

46 En el derecho comparado, y específicamente en el Código civil italiano existe una solución

expresa a este problema, disponiéndose que los derechos reales constituidos después de la
hipoteca no son oponibles al acreedor, quien podrá subastar la propiedad plena.
118
realiza la hipoteca, o debe iniciarse un juicio especial para este efecto? Si se
opta por la primera solución se debe emplazar al titular de dicho gravamen.

La jurisprudencia ha fallado que corresponde alzar el usufructo y


cancelar la respectiva inscripción en un momento previo a la realización del
bien hipotecado. Y si se trata de un usufructo decretado por el juez, dicho
alzamiento deberá ser decretado necesariamente por él mismo.

b) Derechos que confiere al acreedor el artículo 2427 del Código civil.


Limitación implícita a las facultades del constituyente hipotecario.

Cuando por causa de la pérdida o del deterioro de la cosa hipotecada, la


hipoteca no sea suficiente para la seguridad de la deuda garantizada, el
acreedor hipotecario tiene derecho a exigir el mejoramiento de la hipoteca o a
que se le dé otra seguridad equivalente; o en defecto de ambas, podrá
demandar el pago inmediato de la deuda líquida, aunque esté pendiente el
plazo; o a implorar providencias conservativas que el caso admita si la deuda
fuere ilíquida, condicional o indeterminada.

La pérdida o deterioro de la hipoteca, que es el presupuesto necesario


para el ejercicio de este derecho de contenido múltiple, puede tener su origen
en actos materiales o en actos jurídicos, siendo, además, indiferente si se
origina por un caso fortuito o por una causa imputable a un hecho culpable
o doloso del propietario. Lo anterior hace la diferencia entre la norma en
estudio y el artículo 1496 Nº 2 del Código civil, ya que éste al hablar de la
caducidad del plazo dice que se produce, entre otros casos, cuando las
cauciones disminuyeren considerablemente de valor por hecho o culpa del
deudor. En el caso del artículo 2427, la caducidad opera, independientemente
de la causa de la pérdida o deterioro de la garantía.

Esta conclusión con respecto a la hipoteca puede parecer injusta, pero


en realidad no lo es, porque la hipoteca constituye una garantía, que está
rodeada de la mayor eficacia posible. Si bien la pérdida o deterioro por un caso
fortuito no es imputable al dueño, se debe tener presente que el acreedor
otorga el crédito considerando exclusivamente la garantía otorgada y no hay
razón para que él tenga que pechar con el riesgo del caso fortuito.

119
En el artículo 2427 del Código civil se da una situación en que un hecho
que afecta a la caución repercute en la obligación principal, en el sentido
que puede producir en último término la caducidad del plazo de la misma.

Excepcionalmente la norma en estudio no se aplica cuando el deterioro


existe al momento en que se constituye la hipoteca, ya que en ese caso el
acreedor aceptó la garantía en esas condiciones y no puede pretender luego
mejorar su derecho. Tampoco podrá ejercer estos derechos cuando en el
contrato renuncie a ellos expresamente, o cuando se hipoteque la cuota de un
inmueble y se produzca la caducidad de la hipoteca ex artículo 2417, o cuando
con conocimiento del acreedor se da un bien en garantía sobre el cual se tiene
un derecho eventual o limitado. Algunos autores estiman que tampoco tendría
aplicación esta regla cuando se produzca la desvalorización de la garantía
como consecuencia de la depreciación del valor del inmueble.

Aspectos importantes que se desprenden de este derecho

o El deterioro o pérdida debe ser de una cierta magnitud, en términos


tales que el inmueble no sea suficiente garantía para la seguridad de la
deuda.
o El acreedor tiene derecho a lo siguiente y en este orden:
1. Pedir que se le mejore la hipoteca (suplemento de hipoteca); o
2. Pedir otra seguridad equivalente, por ejemplo, una fianza o una
prenda;
3. En defecto de ambas, el acreedor está facultado para pedir el pago
inmediato de la deuda líquida, aunque se haya acordado un plazo
para el pago; o para implorar medidas conservativas cuando la
deuda sea condicional, ilíquida o indeterminada.

No puede el acreedor directamente, sin aceptar cualquiera otra garantía,


exigir el pago inmediato de la obligación, ya que esto sólo lo puede hacer en
defecto de las anteriores.

Cabe tener presente que conforme el artículo 1496 Nº 2 del Código civil,
el pago de la obligación no puede exigirse antes de expirar el plazo salvo al
deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se han extinguido o han
disminuido considerablemente de valor. Pero, en este caso, el deudor podrá
reclamar el beneficio del plazo, renovando o mejorando las cauciones.

120
o Si el inmueble hipotecado sufriere este deterioro, o pérdida,
encontrándose en manos de un tercero, es el constituyente quien debe
mejorar la hipoteca, sustituirla por otra caución o pagar. Y es así
porque él se obligó a mantener intacta la garantía mientras estuviere
pendiente la obligación principal, independiente a que si la cosa se
encuentra en poder de un tercero.

2º Periodo posterior al ejercicio de la acción hipotecaria

El acreedor hipotecario ejercita su acción, embargando el bien


hipotecado, y desde ese momento, cesa la facultad del constituyente de gozar
y disponer del inmueble y de sus accesorios. La enajenación e hipoteca del
inmueble no es posible porque, de conformidad al artículo 1464 Nº 3, en ello
habría objeto ilícito y, por ende, nulidad absoluta, salvo que el acreedor
consienta en ello o así lo autorice el juez.

En virtud de la traba de embargo, el propietario, tampoco puede


disponer de los inmuebles por destinación, o por adherencia, ni de los frutos
y así se explica que, desde la traba de esta medida ejecutiva, el acreedor
hipotecario tiene derecho a percibir las rentas de arrendamiento del
inmueble y los demás frutos de la cosa. Este derecho a percibir los frutos
surge de relacionar los artículos 2424 y 2403 del Código civil. Conforme el
primero, el acreedor hipotecario tiene derecho para pagarse sobre la cosa
hipotecada los mismos derechos que en el caso de la prenda y según el
segundo, si la prenda hubiere dado frutos, el acreedor está facultado para
imputarlos al pago de la deuda (con la salvedad que en el caso de la prenda
es el acreedor prendario el que tiene la cosa empeñada en su poder)

Derechos del acreedor hipotecario

Los derechos de que es titular el acreedor hipotecario son los que siguen:

A. Derecho de venta (véase artículo 2424 relacionado con artículo 2397


Código civil).

B. Derecho de persecución (véase artículo 2428 Código civil).

C. Derecho de pago preferente (véase artículo 2477 Código civil).

121
Los tres derechos arriba enumerados constituyen los derechos clásicos
de que es titular el acreedor hipotecario.

El acreedor hipotecario es titular de dos acciones, la acción personal, que


emana del vínculo jurídico, cuya obligación se está garantizando con la
hipoteca y la acción real que emana de la hipoteca, en tanto derecho real
constituido a su favor.

Mientras el inmueble hipotecado permanece en poder del deudor


principal constituyente de la hipoteca hay una suerte de confusión de
ambas acciones; sin embargo, ellas aparecen nítidamente diferenciadas
cuando la garantía ha sido constituida por un tercero, o bien el inmueble
gravado con hipoteca ha pasado a manos de un tercero contra el cual sólo
puede ejercitarse la acción real, quedando la acción personal reservada
únicamente contra el deudor principal.

La acción personal que permite al acreedor perseguir el pago de la deuda


en todos los bienes que tiene el deudor no gravados con la hipoteca, no se ve
afectada por el ejercicio de la acción hipotecaria. El artículo 2397 del Código
civil, en materia de prenda, dispone a favor del acreedor el derecho a sacar a
remate el bien hipotecado y, agrega, en su parte final, que ello debe
entenderse, sin perjuicio del derecho del acreedor para perseguir el
cumplimiento de la obligación principal por otros medios. Por su parte, el
artículo 2425 del Código civil, dentro de este mismo orden de ideas, prescribe
que el ejercicio de la acción hipotecaria no perjudica a la acción personal del
acreedor para hacerse pagar sobre los otros bienes no hipotecados del deudor;
es decir, no afecta el derecho de garantía general de que es titular el acreedor,
con la precisión que la preferencia que da la acción hipotecaria no se comunica
a la acción personal. Además, el artículo 2430 del Código civil dispone que el
tercero que constituye una hipoteca no se obliga personalmente, a menos que
se haya estipulado lo contrario. Por lo tanto, en este último caso no existe
inconveniente para que el acreedor hipotecario ejerza su acción personal
contra del deudor y su acción real contra el tercero.

A. Derecho de venta del acreedor hipotecario

122
El derecho de venta47 se encuentra establecido en el artículo 2397 del
Código civil, siendo aplicable a la hipoteca por el artículo 2424 del mismo
cuerpo y que dispone que "el acreedor hipotecario tiene para hacerse pagar
sobre las cosas hipotecadas los mismos derechos que el acreedor hipotecario
sobre la prenda".

Este derecho autoriza al acreedor para requerir que la hipoteca del


deudor moroso se venda en pública subasta con el fin que con el producido
de ella se le pague, o que a falta de postura admisible, la propiedad sea tasada
por peritos y se le adjudique en pago de la deuda hasta la concurrencia de su
crédito. En cualquier caso, el acreedor tiene a salva su acción personal para
perseguir el eventual saldo insoluto de la deuda.

Este derecho está establecido en una norma de orden público, por ende,
irrenunciable. Así, los pactos que envuelvan una renuncia o una aplicación
distinta de este derecho adolecerán de objeto ilícito, siendo nulos de nulidad
absoluta. La misma disposición dispone: “sin que valga cualquier otra
estipulación en contrario”; y el inciso segundo ordena que “tampoco” podrá
estipularse que el acreedor tenga facultades de disponer de la hipoteca, o de
apropiársela por medios diferentes (prohibición de los contratos
pignoraticios48)

El inciso primero del artículo 2397 del Código civil al negar el valor a la
estipulación que altere en cualquier forma el derecho que allí se establece,
protege los intereses del acreedor hipotecario. En cambio, el inciso segundo,
al prohibir los contratos pignoraticios tiene por objeto resguardar los
intereses del deudor, impidiendo que el acreedor pueda disponer
directamente de la cosa o apropiársela en el evento del incumplimiento.

El alcance de esta prohibición es que estas estipulaciones no podrán


existir con anterioridad al ejercicio de la acción hipotecaria, siendo, por ende,

47 A partir de este derecho de que es titular el acreedor hipotecario que le autoriza a pedir
la venta en pública subasta del bien hipotecado, algunos autores han sostenido que la
hipoteca constituye una enajenación condicional. Sin embargo, dicha afirmación es discutible,
porque con dicho criterio habría que concluir que cuando cualquier persona contrae
cualquiera obligación estaría enajenando condicionalmente todos los bienes que comprenden
su derecho de garantía general del artículo 2465 del Código civil.
48 El contrato pignoraticio es aquel por el cual se estipula que el acreedor podrá

apoderarse de la cosa dada en prenda o hipoteca, si el deudor no le paga oportunamente la


deuda, sin necesidad de subastarla ni de cumplir las demás exigencias legales.
123
perfectamente válidas aquéllas posteriores a dicho ejercicio, en las que por
ejemplo, se convenga la dación en pago.

Presupuesto de ejercicio del derecho de venta.

Si la hipoteca fue constituida por el deudor principal, la acción


hipotecaria se confunde con la acción personal, tramitándose conforme a la
reglas del juicio ordinario o ejecutivo, según si la obligación principal consta
en un título ejecutivo y si se cumple con los requisitos del artículo 456 del
Código de procedimiento civil. En cualquier caso, el acreedor
necesariamente tendrá que trabar embargo sobre el bien hipotecado para
realizarlo, siendo éste el presupuesto del ejercicio del derecho.

Si el bien hipotecado se encuentra en poder de un tercero se tendrá que


ejercer acción de desposeimiento en su contra conforme las normas del Código
de procedimiento civil, con el objeto que pague la deuda o haga abandono de
la finca hipotecada [gestión previa]. Si no asume ninguna de las dos actitudes,
el juicio seguirá en su contra, conforme las reglas del juicio ordinario o
ejecutivo, según el caso; e igualmente deberá trabarse embargo sobre el
inmueble.

Ahora, si la hipoteca la constituye un tercero, la regla será que el acreedor


sólo tendrá acción real en su contra, que se materializa en la misma acción de
desposeimiento que se tiene en contra del tercero poseedor. Decimos que es
la regla general porque el tercero podría haberse obligado personalmente para
con el acreedor hipotecario, debiendo en este caso procederse igual que si se
tratase del deudor principal que otorga la caución.

B. Derecho de persecución

Este derecho procede en favor del acreedor hipotecario si la finca dada


en garantía pasa a manos de un tercero. Como lo hemos indicado, aquí se
produce una nítida división entre el ejercicio de la acción personal y el de la
acción hipotecaria.

El derecho de persecución se consagra en el artículo 2428 del Código civil


que dispone que la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir la finca
hipotecada sea quien fuere el que la posea y a cualquier título que la haya
adquirido. Al tercero poseedor del inmueble hipotecado se le persigue, no
124
porque esté personalmente obligado a la deuda, sino por encontrarse en su
poder dicho inmueble49.

Concepto de tercero poseedor

En términos generales el tercero poseedor es todo aquél que es dueño


del inmueble gravado y que no se ha obligado personalmente al pago de la
deuda. Sin embargo, debe hacerse el siguiente distingo:

o Caso del tercero poseedor que adquiere la finca con un gravamen


hipotecario. El tercero compra y adquiere el inmueble con el gravamen.
El artículo 2429 regula este supuesto, disponiendo que el tercero
reconvenido para el pago por el acreedor hipotecario no tiene derecho
para exigirle que se persiga primeramente a los obligados
personalmente a la deuda. Ahora bien, si paga la deuda hipotecaria
se subroga en los derechos del acreedor hipotecario, al igual que el
fiador (véase artículo 2429, inciso segundo, Código civil) En cambio,
si es desposeído de la finca, o la abandona, deberá ser plenamente
indemnizado por el deudor (véase artículo 2429, inciso tercero, Código
civil). Dos acciones distintas: la subrogatoria en el caso que pague y
la indemnizatoria en el caso que sea desposeído.
o El que hipoteca el inmueble propio para garantizar una deuda ajena. En
este caso, pueden darse dos situaciones:
§ Que el tercero constituyente se haya obligado personalmente a la
deuda. De acuerdo al artículo 2414, inciso segundo, y el artículo
2430 inciso primero, ambos del Código civil, se requiere un pacto
expreso en virtud de cual el tercero constituyente acceda
personalmente a la deuda. Es evidente que no se trata de un
tercero poseedor, pudiendo perseguirlo el acreedor de la misma
manera que al deudor personal. Por lo tanto, no cabe hablar de
acción de desposeimiento en su contra, sino sencillamente de
acción hipotecaria, la que se confundirá con la personal.

49 El derecho que nos ocupa encuentra su justificación en la circunstancia que la

hipoteca es un derecho real que se ejerce sin respecto de determinada persona (véase el
artículo 577 Código civil) y, además, porque el artículo 2415 del Código civil faculta al dueño
del inmueble hipotecado para enajenarlo no obstante cualquier estipulación en contrario.
Como se ha dicho, el ejercicio de esta facultad no puede, en caso alguno, perjudicar el
derecho del acreedor hipotecario.
125
Especial referencia debemos hacer al caso del codeudor
subsidiario (fiador) “fiador hipotecario” cuya obligación se haya
garantizada con hipoteca y que lo regula el artículo 2430 en
sus incisos tercero y cuarto, del Código civil. En este caso no
procede la acción de desposeimiento, ya que el fiador está
obligado personalmente a la deuda garantizada, sin importar
que sea de manera subsidiaria y la garantía hipotecaria se hace
efectiva una vez que ha operado el beneficio de excusión, si es
que el fiador hace uso del mismo. Lo mismo debe aplicarse
respecto del codeudor solidario, pudiendo el acreedor
hipotecario dirigirse en su contra desde que se constituya en
mora el deudor principal (su codeudor solidario).
§ Que el tercero constituyente no se haya obligado personalmente.
Estamos en presencia de un tercero poseedor y el acreedor
hipotecario tiene en su contra el derecho de persecución que se
materializa por medio del ejercicio de la acción de
desposeimiento.

Momento en que cesa el derecho de persecución

En primer término, el derecho de persecución cesa contra el tercero que


haya adquirido el inmueble en pública subasta ordenada por el juez, con tal
que hayan sido citados los demás acreedores hipotecarios y que éstos no
hayan hecho reserva de su hipoteca (véase el artículo 2428, incisos 2°, 3° y
4°, Código civil) Tampoco procede cuando la finca haya sido expropiada por
causa de utilidad pública.

La acción de desposeimiento en contra del tercero poseedor

La acción hipotecaria que se dirige en contra del tercero poseedor se


denomina acción de desposeimiento y está regulada en el Código de
procedimiento civil. Esta acción se regula en el título XVIII del libro tercero
del Código de procedimiento civil (véase artículos 758 a 763 Código de
procedimiento civil)

Ello no ocurre con la acción hipotecaria contra el constituyente -


deudor personal - que no tiene regulación especial, sino que ésta somete a
las reglas generales, sea del juicio ordinario, sea del ejecutivo.

126
Gestión previa. Conforme el artículo 758 del Código de procedimiento
civil se debe notificar al tercero poseedor, señalándole un plazo de 10 días
para que pague la deuda, o abandone la propiedad hipotecada.

Transcurrido este plazo sin que el poseedor responda, podrá


desposeérsele de la propiedad hipotecada, para pagarse con ella el acreedor.
En cuanto al ejercicio de esta acción se somete a las reglas del juicio
ordinario o ejecutivo según la calidad del título en que se funde (véase
artículo 759 Código de procedimiento civil)

En caso que el tercero poseedor haga abandono de la propiedad o se


produzca el desposeimiento de la finca perseguida, se procederá conforme
los artículos 2424 y 2397 del Código civil, es decir, se realizará la finca
hipotecada.

En consecuencia, una vez notificado el tercero poseedor puede asumir tres


actitudes:

i. Paga la deuda.

En este caso, el poseedor se subroga en los derechos del acreedor en los


mismos términos que el fiador (véase artículo 2429 inciso 2º Código civil, con
relación al artículo 1610 Nº2 del Código civil)

ii. El tercero poseedor abandona la finca hipotecada.

Este derecho está reconocido por el artículo 2426 del Código civil, en
cuya virtud el dueño de la finca puede abandonarla. No obstante el
abandono podrá recobrarla pagando la deuda antes de la adjudicación,
incluidas las costas y gastos que este abandono hubiese causado al
acreedor. Por consiguiente, el abandono de la finca no es un título de
adjudicación o traslaticio de dominio en favor del acreedor, él no se hace
dueño por el abandono. El verdadero alcance de este abandono, es que el
bien hipotecado queda a disposición del Tribunal para que proceda a su
realización conforme la norma del artículo 2397 del Código civil.
Consecuentemente con lo expresado, el artículo 760 Código de
procedimiento civil dispone que frente al abandono deberá procederse a la
realización de la finca hipotecada.

127
No obstante lo anterior, como se ha señalado, la ley autoriza al poseedor
para recobrar la finca abandonada antes de su adjudicación, pagando la
deuda. Este derecho que le asiste al tercero poseedor es demostrativo que
no obstante el abandono, el inmueble continúa siendo de su propiedad
hasta el momento de la adjudicación. Esta disposición debe relacionársela
con la del artículo 2399 que autoriza al propio deudor prendario (también
al hipotecario ex artículo 2424 Código civil) a recobrar la prenda (hipoteca)
haciendo pago completo de la deuda principal, más los gastos que la venta
o de la adjudicación hubieren ocasionado.

Abandonada la finca, el tercero poseedor puede dirigirse contra el


deudor para que lo indemnice plenamente de los perjuicios que haya
sufrido. En este caso no opera la subrogación, ya que no ha habido pago y
la acción de indemnización es una acción personal (véase el artículo 2429
inciso final, Código civil)

iii. El tercero poseedor no paga la deuda, ni abandona la finca.

Frente a esta actitud pasiva del tercero poseedor, se inicia en su contra


un juicio de desposeimiento de la finca, para hacer pagar la deuda con el
producido de su realización en pública subasta.

Procedencia de la citación de evicción en el juicio de desposeimiento.

El profesor Alessandri estima que procedería la citación de evicción en


el juicio de desposeimiento de la hipoteca, fundado principalmente en el
artículo 1838 del Código civil que dispone que para que exista evicción es
menester que se prive al comprador de todo, o parte, de la cosa vendida, sin
atender a la causa particular que produzca esta privación. Si pensamos que
sólo procedería cuando el demandante pretende que es dueño de la cosa
vendida, la citación de evicción sólo cabría respecto de la acción
reivindicatoria, lo cual supone limitar en exceso su ámbito de aplicación.
Otro argumento está en el artículo 1872 inciso segundo del Código civil que
faculta al comprador para retener el precio y depositarlo con autoridad de
la justicia si probare que existe una acción real de que no le dio noticia el
vendedor al perfeccionarse el contrato. La norma se refiere a una acción real
sin distinguir, por lo tanto se debe entender incluida la acción de

128
desposeimiento. El sentido de esta norma es que por esta vía se precave una
posible evicción de la cosa.

Realización de la finca hipotecada

El artículo 760 del Código de procedimiento civil señala que se puede


proceder a la realización de la finca hipotecada sin necesidad de citar al
deudor personal; sin embargo, si comparece deberá ser oído en los trámites
de la tasación y de la subasta del inmueble. Si el deudor personal no
interviene, la tasación deberá hacerse por peritos que nombrará el juez con la
intervención del ministerio público. El derecho que tiene el deudor para ser
oído se justifica porque estas diligencias influyen poderosamente en el importe
del producido de la realización del inmueble y si éste no alcanza para pagar al
acreedor hipotecario, subsistirá su responsabilidad por el saldo insoluto.

C. Derecho de pago preferente

En nuestro derecho las causas de preferencia para el pago son el


privilegio y la hipoteca. La preferencia hipotecaria es inherente al crédito y,
por ello, pasa a todas las personas que lo adquieran entre vivos o por causa
de muerte. Esta preferencia dota a la hipoteca de una extraordinaria eficacia
porque pone al acreedor a cubierto de la insolvencia que le sobrevenga al
deudor.

Generalmente, esta preferencia se hace efectiva sobre el precio de la


subasta, o, según sea el caso, en el monto del seguro o de la indemnización
por concepto de expropiación forzosa del bien dado en garantía.

Oportunidad para alegarla por el acreedor

i) En el mismo juicio ejecutivo, sea que lo inicie en contra del deudor o


del tercero poseedor;

ii) En el concurso de acreedores hipotecarios (véase artículo 2477 Código


civil);

iii) En la quiebra del deudor o del tercero poseedor;

iv) Iniciando dentro del procedimiento ejecutivo una tercería de prelación


si el inmueble hubiese sido embargado por otro acreedor.
129
Características de la preferencia hipotecaria

Entre los créditos de tercera clase, el artículo 2477 considera a los


créditos hipotecarios, gozando de una preferencia para el pago y cuyas
características son las siguientes:

i) Especial. Es una preferencia especial porque ella sólo puede


invocarse respecto del inmueble dado en garantía, pero no con
relación a otros bienes del deudor. Así, el artículo 2425 del Código
civil prescribe que la preferencia de la acción hipotecaria no se
comunica a la acción personal que tiene el acreedor.

ii) Puede invocarse, incluso cuando el inmueble se encuentre en manos de


una persona distinta del deudor. Esto no es porque esta preferencia
sea un derecho real, sino porque el derecho real de hipoteca trae
consigo el derecho de persecución.

iii) Los distintos acreedores hipotecarios de un inmueble se prefieren


según el orden de sus inscripciones. El artículo 2415 del Código civil
hace posible que sobre un mismo inmueble graviten varias hipotecas
y, consecuente con ello, el artículo 2477 del Código civil prescribe que
ellas se preferirán unas a otras en el orden de sus fechas y en el de
su inscripción, si son de igual fecha. Se debe precisar que no interesa,
para estos efectos, que la escritura pública que se inscribe primero
sea de fecha posterior a la correspondiente al gravamen que se
inscribe en segundo lugar. No debe olvidarse que, según el artículo
2410 del Código civil, el derecho real de hipoteca nace desde su
inscripción, siendo indiferente la fecha de la escritura pública del
contrato de hipoteca que sirve de título traslaticio.

En nuestra legislación opera el principio del rango progresivo de


las hipoteca, es decir, si se extingue la hipoteca de grado superior, las
de grado inferior mejoran su rango, pasando a ocupar el lugar de las
que se han ido extinguiendo.

iv) El saldo insoluto constituye un crédito valista. El saldo de la deuda


que queda impago, no goza de preferencia alguna, pasando a ser un
crédito común o valista que integra la quinta clase de créditos en
materia de prelación.
130
v) La preferencia es renunciable. Se trata de un derecho establecido en
el solo interés del acreedor y el legislador no prohíbe su renuncia
(véase artículo 12 Código civil) Esta facultad debe entenderse sin
perjuicio de la acción de los acreedores del titular del derecho real de
hipoteca, para intentar revocar la renuncia a través del ejercicio de la
acción pauliana o revocatoria, en caso que ella se hubiere hecho en
fraude de sus derechos.

vi) Debe ser alegada. La preferencia hipotecaria no puede ser declarada


de oficio por el juez, ya que no existe ningún texto legal que así lo
autorice (principio dispositivo en materia de proceso civil)

vii) La preferencia de la hipoteca cede en favor de los créditos de primera


clase. La preferencia de la hipoteca cede en favor de los créditos de
primera clase que no hayan sido cubiertos con los otros bienes del
deudor. Esto opera dividiéndose el saldo de los créditos de primera
clase entre las fincas hipotecadas en proporción a sus valores y lo que
le toque a cada uno se cubrirá en el orden y forma que se establece
para esta clase de créditos (véase los artículos 2478 y 2472 del Código
civil).

viii) Posibilidad de apertura de concurso particular. El legislador, a fin de


facilitar la realización del bien hipotecado y permitir que los
acreedores hipotecarios hagan efectivos sus derechos, autoriza en su
artículo 2477 inciso segundo, para que los respectivos acreedores, o
cualesquiera de ellos, soliciten que se abra un concurso particular
para la finca hipotecada.

13. EXTINCIÓN DE LA HIPOTECA

La hipoteca puede extinguirse, o por vía principal, cuando ello sucede


con independencia de la obligación principal garantizada; o por vía accesoria,
o consecuencial, por efecto de la extinción de la obligación principal. El
artículo 2434 del Código civil reconoce directamente esta distinción y el
artículo 2416 del Código civil se ubica dentro de la misma idea.

13.1. Extinción por vía consecuencial

131
Como consecuencia del carácter de accesorio de la hipoteca (véase
artículo 1442 con relación al artículo 46, ambos del Código civil), ésta se
extinguirá cuando se extinga la obligación principal. Pero este efecto se
producirá en la medida que la extinción sea total y definitiva. Total, en razón
de la indivisibilidad de la hipoteca, puesto que si queda un saldo de la deuda,
la hipoteca se mantiene en su integridad; y definitiva, porque si se extingue la
obligación y la extinción después queda sin efecto, necesariamente revive la
hipoteca junto con la obligación principal.

Causas de extinción por vía de consecuencia

i. El pago.

Por regla general, el cumplimiento de la obligación principal traerá


como consecuencia la extinción de la hipoteca. Sin embargo, esto debe
entenderse siempre y cuando no opere la subrogación (legal o convencional)
en favor del que paga, pues en este caso, podría pensarse que pese haber
mediado el pago subsiste la hipoteca. El alcance de la subrogación será, a
nuestro modo de ver, que el tercero que paga y se subroga en los derechos
del acreedor hipotecario podrá dirigirse contra el deudor para que le pague,
gozando de la misma preferencia para el pago que dicho acreedor (crédito de
tercera clase). Empero, la hipoteca se extingue puesto que no es posible que
una persona sea titular de un derecho real de hipoteca constituida sobre un
bien de su propiedad.

ii. La dación en pago.

La dación en pago extingue la obligación principal y la hipoteca. Puede


acontecer que una vez celebrada la convención de dación en pago el acreedor
sufra la evicción de la cosa objeto de la dación. La doctrina sostiene que en
este caso la hipoteca no revive, puesto que ella se considera como
definitivamente extinguida al igual que la obligación principal. El fundamento
jurídico en que se apoya esta opinión está en el artículo 2382 del Código civil,
que da esta solución para el caso de la fianza. La dación en pago supone una
novación de la obligación por cambio de objeto, la que extingue la obligación
primitiva, precisamente, la garantizada por la hipoteca.

iii. La novación.

132
Por regla general, la novación extingue la hipoteca, pero nada impide
que las partes hagan reserva o renovación de la misma, conforme los
artículos 1642, 1643 y 1644, todos del Código civil.

iv. La compensación.

Pese a que la compensación opera de pleno derecho, si el deudor paga al


acreedor ignorando un crédito que pueda oponer a la deuda, conservará, junto
con el crédito, la hipoteca constituida para su seguridad (véase artículo 1660
Código civil).

v. La prescripción.

Debe aplicarse la regla contenida en el artículo 2434 inciso primero del


Código civil que dispone que" la hipoteca se extingue junto con la obligación
principal". Por consiguiente, si se extingue por prescripción la obligación
principal, lo mismo ocurre con la hipoteca. El legislador para disipar cualquier
duda, a propósito de la prescripción de las acciones accesorias, dispone que
"la acción hipotecaria... prescribe junto con la obligación a que accede” (véase el
artículo 2516 del Código civil). Ahora bien, si el deudor renuncia a la
prescripción, dicha renuncia no afecta al tercero poseedor, pudiendo
perfectamente alegar la prescripción renunciada. Se llega a esta conclusión
aplicando analógicamente a este supuesto el artículo 2496 del Código civil.

Por su parte, el efecto de la interrupción de la prescripción extintiva de


la obligación principal se extiende igualmente a la acción hipotecaria. Todo lo
que afecta a la obligación principal repercute en lo accesorio. Por lo tanto, si
la interrupción opera con relación al deudor principal, también resulta
perjudicado el tercero poseedor.

13.2. Extinción por vía principal

La hipoteca, a pesar de su carácter accesorio, difiere de la obligación


principal que garantiza, pudiendo extinguirse en forma independiente
respecto de esta última, dejándola subsistente.

i. La resolución del derecho del constituyente.

133
Esta regla constituye una simple aplicación del principio conforme el cual
una vez resuelto el derecho del causante se resuelve el derecho del
causahabiente. Y esta regla está contenida en los artículos 2416 y 2434, inciso
segundo, ambos del Código civil. La última disposición prescribe: “Se extingue
asimismo por la resolución del derecho del que la constituyo”.

En caso que se produzca la resolución del derecho del constituyente, ésta


afectará al acreedor hipotecario según lo dispuesto por el artículo 1491 del
Código civil. Para que esta resolución acarree la extinción de la hipoteca, no
basta que el juicio se siga entre el constituyente y la persona de la que deriva
el dominio, sino que también debe demandarse al acreedor hipotecario en
tanto titular del derecho real de hipoteca. Sólo de esta manera la sentencia de
resolución le será oponible.

ii. Vencimiento del plazo o evento de la condición resolutoria.

La hipoteca, como acto jurídico patrimonial, puede sujetarse a


modalidades (plazo o condición) (véase artículo 2413 Código civil) El artículo
2413 del Código civil reconoce expresamente esta posibilidad al disponer que
"la hipoteca podrá otorgarse bajo cualquiera condición y desde o hasta día
cierto". Considerando este supuesto, el artículo 2434 del Código civil prescribe
que la hipoteca puede extinguirse por la llegada del plazo o por el evento de la
condición resolutoria (inciso tercero). Aquí encontramos una mera aplicación
a la hipoteca de los modos de extinguir las obligaciones (véase el artículo 1567
del Código civil).

iii. La nulidad.

La declaración de nulidad de la obligación principal trae consigo la de la


hipoteca; sin embargo, nada obsta, pese a la omisión del artículo 2434, que la
hipoteca se extinga directamente por esta causa. Lo anterior, sin perjuicio de
la validez de la obligación principal garantizada.

De acuerdo al artículo 2412 del Código civil, si la constitución de la


hipoteca adolece de nulidad relativa y después ésta se sanea, la fecha de la
hipoteca será siempre la de la inscripción.

En consonancia con lo que hemos expresado, la hipoteca se extingue por


nulidad en dos casos:
134
o Nulidad de la obligación principal que garantiza (extinción
consecuencial)
o Nulidad del contrato de hipoteca (extinción principal).

iv. Consolidación del dominio en manos del acreedor.

Si el acreedor llega a ser dueño del inmueble hipotecado, el gravamen se


extingue. Si bien esta causa no se prevé en el título de la hipoteca, ésta se
halla prevista en el artículo 2406 del Código civil con relación a la extinción
de la prenda. La hipoteca, como la define el Código, es un derecho de prenda
sobre el inmueble (véase el artículo 2407 Código civil).

v. Pérdida total de la cosa hipotecada.

En este caso se aplica el artículo 2427 del Código civil y si la cosa estaba
asegurada debe recurrirse a la norma del artículo 2422 del Código civil.

vi. La renuncia de la hipoteca.

El acreedor renuncia a la hipoteca subsistiendo la obligación principal.


Esta renuncia es un acto jurídico unilateral de carácter abdicativo y que mira
sólo al interés del acreedor. El legislador no sólo no prohíbe la renuncia, sino
que se refiere a ella en el inciso final del artículo 2434 del Código civil al
prescribir que la hipoteca se extingue por la cancelación que el acreedor
otorgue por escritura pública anotada al margen de la inscripción hipotecaria.
La cancelación, en sí misma no es una forma de extinción de la hipoteca sino
simplemente una consecuencia que haya operado alguna de las causales de
extinción. Por ello, se piensa que el citado precepto regula la renuncia de la
hipoteca. De acuerdo con lo anterior, la renuncia deberá ser necesariamente
solemne. Ahora, si la renuncia se hace en fraude de los derechos de los
acreedores, procederá la acción pauliana prevista en el artículo 2468 del
Código civil.

En la doctrina se suele hablar de renuncia relativa cuando el acreedor


hipotecario acepta que una hipoteca de grado posterior pese a ocupar un
grado preferente a la suya. Esta renuncia relativa o también llamada
posposición de la hipoteca deberá constar en escritura pública y
subinscribirse al margen de la inscripción hipotecaria.

135
vii. La caducidad o purga de la hipoteca.

El derecho de persecución de que es titular el acreedor hipotecario y que


está regulado por el artículo 2428 del Código civil no tiene lugar contra el
tercero poseedor que haya adquirido la finca en pública subasta ordenada
judicialmente. Aquí se habla de la purga o caducidad de la hipoteca, la que
representa el límite del ejercicio del derecho de persecución o de la acción de
desposeimiento del acreedor hipotecario.

La purga o caducidad de la hipoteca se produce cuando con la venta en


pública subasta del inmueble no se alcanza a pagar a todos los acreedores
hipotecarios. Aquellos acreedores que no fueron satisfechos en sus créditos
verán extinguir sus hipotecas y sólo conservarán su acción personal para
perseguir los demás bienes del deudor en ejercicio del derecho de garantía
general. La razón de esta extinción de la hipoteca se halla en la insuficiencia
de las hipotecas y ella se manifiesta en que se agota el precio que reemplazaba
al inmueble, alcanzándose a pagar únicamente a los acreedores hipotecarios
de grado preferente.

Exigencias para la purga de la hipoteca

a) Que el tercero haya adquirido en pública subasta ordenada por el


juez. La pública subasta se produce como consecuencia de un juicio
ejecutivo, juicio de quiebras o del concurso particular de acreedores
hipotecarios (artículo 2477 del Código civil). Subyace la idea de
venta forzada como consecuencia del ejercicio de la acción ejecutiva.
Por lo tanto, el legislador no se está refiriendo a todas las ventas
realizadas por el ministerio de la justicia. Surge el problema de
determinar si la purga de la hipoteca se produce cuando el acreedor
hipotecario de grado preferente se adjudica la cosa hipotecada por
falta de postura admisible y es previamente tasada por peritos,
habiéndose citado a los acreedores de grado posterior. En este caso
la opinión es que se produciría la purga de la hipoteca.

b) La subasta pública debe verificarse con citación de los acreedores a


favor de quienes el inmueble esté hipotecado. Esta exigencia se
justifica, porque el interés de los acreedores está ligado a las resultas
de la subasta. A ellos les interesa que el precio que se obtenga sea lo

136
suficientemente alto, de manera que alcancen a satisfacer todos los
créditos garantizados. El artículo 2428 del Código civil habla de la
citación de los acreedores, siendo necesaria su notificación dentro del
juicio. Esta notificación se hace según los artículos 43 y 47 del Código
de procedimiento civil (notificación personal).

c) Entre la citación de los acreedores (notificación) y el remate o pública


subasta debe mediar el término de emplazamiento. El artículo 2428
del Código civil establece que la subasta debe verificarse con citación
personal de los acreedores hipotecarios en el término de
emplazamiento. Dentro del término de emplazamiento los acreedores
citados podrán realizar cualquier tipo de gestión tendiente a la
protección de sus intereses. Así, por ejemplo, tratándose del acreedor
de grado preferente citado, éste podrá exigir el pago de su crédito con
cargo al valor del remate, o conservar su hipoteca, siempre que sus
créditos no estén devengados. Si nada dice en el término de
emplazamiento, se entiende que opta por ser pagado con el precio de
la subasta (véase el artículo 492 Código de procedimiento civil)

d) El precio de la subasta debe consignarse a la orden del tribunal.

Situaciones que se pueden producir a partir del artículo 2428 del Código civil en
conexión con el artículo 492 del Código de procedimiento civil

o Acreedor de grado preferente saca a remate el inmueble hipotecado. En


este caso se aplica el artículo 2428 del Código civil, debiendo notificarse
personalmente a los otros acreedores hipotecarios de grado posterior
para que sean cubiertos con el precio de la subasta en el orden que les
corresponda. En este caso se produce la purga de la hipoteca a favor
del tercero adquirente.
o Acreedor de grado posterior saca a remate el inmueble hipotecado. En
este caso se debe citar al acreedor hipotecario de grado preferente para
que concurra a la subasta, pagándose con el precio de ella o
reservándose su hipoteca, siempre que sus créditos no se encuentren
devengados. Si los créditos están devengados necesariamente deberán
pagarse con el precio de la subasta. La intención de conservar la
hipoteca debe hacerse valer en el término de emplazamiento. Si nada
dice en este término la ley interpreta este silencio como manifestación

137
de voluntad, en el sentido que se entiende legalmente que opta por ser
pagado con el precio de la subasta. Se trata de uno de los casos en que
la ley otorga efecto jurídico al silencio.
o Acreedor valista saca a remate un bien hipotecado. La jurisprudencia ha
fallado que el artículo 492 del Código de procedimiento civil sólo se
aplica a los acreedores hipotecarios de grado posterior, sin que se
aplicable al acreedor valista. Por lo tanto, según esta opinión no cabría
aplicar el artículo 492 del Código de procedimiento civil (derecho de
opción) cuando la notificación al acreedor hipotecario es solicitada por
un acreedor valista. Dicho acreedor hipotecario citado, según el artículo
2428 del Código civil, sólo puede exigir que su crédito sea cubierto por
el precio del remate. Sin embargo, queda pendiente decidir qué ocurre
con los acreedores hipotecarios cuyos créditos no se encuentran
devengados, pudiendo ser éstos incluso de grado preferente que otros
de los acreedores citados. Con base a lo anterior, creemos que la
disposición del artículo 492 igualmente debiese aplicarse al caso que
planteamos.
o Los acreedores hipotecarios no son citados. La falta de citación no afecta
la validez del remate; el remate es válido. El efecto jurídico que se
produce por la no citación es que el acreedor no citado conserva su
hipoteca y si su inscripción fue cancelada, podrá solicitar que se
restablezca y perseguir la finca de manos de su actual poseedor,
haciendo uso de su acción de desposeimiento. Esta solución aceptada
por la jurisprudencia y no discutida por la doctrina está confirmada por
el artículo 2428 del Código civil, que en su inciso primero consagra el
derecho de persecución de todo acreedor hipotecario y en el inciso
segundo dispone sobre los requisitos de la purga de la hipoteca y si no
concurre alguno de ellos, en este caso la citación, quiere decir que
recobra su vigencia el derecho de persecución de que es titular el
acreedor omitido.
Si el acreedor no citado ejercita su derecho de persecución, el que
compró el inmueble (tercero adquirente) se subroga en los derechos de
los acreedores que se pagaron con el precio del remate (véase el artículo
1610 Nº 2 del Código civil, en virtud del cual se efectúa la subrogación
por el solo ministerio de la ley en lugar del acreedor a favor “del que
habiendo comprador el inmueble es obligado a pagar a los acreedores a
quienes el inmueble está hipotecado”). Al efectuarse la nueva subasta, el
138
acreedor que no había sido citado, quedará en la misma situación que
tenía al momento de efectuarse el primer remate; no mejora su grado.
El lugar de los acreedores hipotecarios que se pagaron con la subasta
anterior pasa a ser ocupado por el tercero adquirente, en virtud de la
subrogación legal a que hemos hecho referencia.

14. LA CANCELACIÓN DE LA INSCRIPCIÓN HIPOTECARIA Y SU RESTABLECIMIENTO

Extinguida la hipoteca, conjunta o independientemente de la obligación


principal, debe procederse a la cancelación de la inscripción hipotecaria, que
desde ese momento ya nada representa. La cancelación no es un modo de
extinguir la hipoteca, sino una consecuencia de que haya operado alguno de
los modos de extinción estudiados. Por eso, dijimos que cuando el legislador
en el artículo 2434 dispone que la hipoteca se extingue por la cancelación que
hace el acreedor hipotecario por escritura pública de que se tome razón al
margen de la inscripción, está regulando la renuncia del derecho real de
hipoteca como modo de extinguir.

La cancelación de la hipoteca puede provenir de distintas causas: la


extinción de la obligación principal, la renuncia que hace el acreedor
hipotecario de su derecho que precisamente se materializa en la cancelación;
y, de un decreto o sentencia judicial que la ordene.

Extinguida la obligación principal el acreedor está obligado a dar la


cancelación de la hipoteca que se otorgará por escritura pública anotada al
margen de la inscripción hipotecaria (artículo 2434 del Código civil y 88 del
Reglamento del Conservador de Bienes Raíces). Si el acreedor se resiste a
cancelar la hipoteca, el deudor podrá recurrir al juez para que lo ordene.

La cancelación de la inscripción que se opera por renuncia del acreedor,


si bien extingue la hipoteca, deja subsistente la obligación principal.

El juez la ordenará cuando el interesado así lo solicite por haberse negado


a ello el acreedor cuya obligación principal se ha extinguido; si la hipoteca es
declarada nula o desaparece el derecho del constituyente; en el caso que se
haya verificado la venta forzada de la finca hipotecada en los términos del
artículo 2428 y cuando el inmueble hipotecado haya sido expropiado.

Características de la cancelación que otorga el acreedor.


139
La cancelación de la inscripción que hace el acreedor es un acto jurídico, que
como tal debe llenar todos los requisitos necesarios para su existencia y
validez (artículo 1445). En consecuencia, si la cancelación se arranca por
dolo, error o violencia de que padece el acreedor y concurren los requisitos de
estos vicios de la voluntad, ella sería nula de nulidad relativa. Lo mismo si se
omite una formalidad habilitante.

Quiénes pueden solicitar la cancelación judicial de la inscripción y en contra de


quién se dirige la acción.

El legislador nada expresa sobre el particular, pero aplicando las reglas


generales se llega a la conclusión que puede hacerlo todo aquel que tenga
interés en la cancelación, por ejemplo, el propio constituyente, otro acreedor
hipotecario de grado preferente u otro no hipotecario. La demanda de
cancelación deberá dirigirse en contra del acreedor o las personas que le
hayan sucedido en sus derechos, sean éstos sus herederos, legatarios,
cesionarios o terceros subrogados en sus derechos, porque ellos son los
interesados en el mantenimiento de la hipoteca.

Esta acción se tramita de acuerdo a las reglas del juicio ordinario.

Si la hipoteca se cancela indebidamente, el acreedor hipotecario para


ejercitar sus derechos debe obtener previamente el restablecimiento de la
hipoteca. Al ser la cancelación una consecuencia de haber actuado alguna de
las causas de extinción de la hipoteca, no es raro que la doctrina y la
jurisprudencia opine que si se hace la cancelación de la inscripción sin que al
mismo tiempo se haya extinguido la hipoteca no puede considerarse que ésta
haya desaparecido. Ello acontecerá, por ejemplo, cuando después de la
cancelación de la hipoteca, se declara la nulidad del pago, la novación, dación
en pago que extingue la obligación principal. También puede acontecer que la
propia cancelación adolezca de algún vicio de la voluntad o de un vicio de
nulidad. O que se proceda a la de la hipoteca por aplicación del artículo 2428,
sin que se haya procedido a la citación de todos los acreedores hipotecarios.
En todos casos la cancelación de la hipoteca ha sido indebida.

Para que el acreedor hipotecario pueda hacer valer sus derechos como
tal, es menester que se declare judicialmente la nulidad de la cancelación y
que ésta sentencia se inscriba en el Registro Conservatorio de Bienes Raíces.

140
Así lo ha resuelto la Corte Suprema, ya que de conformidad al artículo 2410
del Código civil, para que exista el derecho de hipoteca es necesario que ella
esté inscrita.

Efectos del restablecimiento respecto de terceros.

Para una acertada definición de los efectos del restablecimiento de la


hipoteca respecto de terceros, debe descartarse de antemano el caso en que el
restablecimiento de la inscripción hipotecaria se produjo por un acuerdo de
voluntades entre el acreedor y el dueño del inmueble. En este caso, es evidente
que no puede afectar los derechos de terceros, sean éstos nuevos acreedores
hipotecarios o arrendatarios del inmueble. La razón es muy simple: la hipoteca
restablecida se mira como del todo nueva y su fecha será la de la nueva
inscripción.

Pero si la hipoteca se restablece por sentencia judicial cuando la


cancelación de la inscripción fue errónea o indebida, por ejemplo, por no
haberse citado a un acreedor hipotecario, o por error del Conservador de
Bienes Raíces- la respuesta no es tan pacífica ¿afectará a los terceros este
restablecimiento?. La cuestión no ha sido expresamente resuelta por el
legislador, lo que ha permitido que existan opiniones encontradas50.

Existe una opinión intermedia, que es la que creemos acertada (apoyada


por el profesor Somarriva). El restablecimiento de la hipoteca sólo afectaría a
los acreedores que tenían sus derechos al momento de la cancelación
indebida, porque estos tuvieron conocimiento de la hipoteca; pero no a los
acreedores hipotecarios o adquirentes, cuyos derechos han nacido en el
tiempo intermedio.

Aceptar una posición contraria está en oposición al principio de la


publicidad que es de la esencia del régimen hipotecario vigente en virtud del
cual si no hay inscripción no hay hipoteca. Por otro lado, es necesario proteger
a los terceros que, de buena fe, se han basado en las apariencias creadas por

50 Para algunos, dicho restablecimiento afecta a terceros porque al quedar sin efecto la

cancelación se supone que la inscripción siempre ha estado vigente y por lo tanto el acreedor
siempre ha conservado la hipoteca y su rango. Otros, por el contrario, estiman que no afecta
los derechos de los terceros, ni a los que tenían hipoteca vigente al momento de la cancelación,
ni a los acreedores hipotecarios o adquirentes cuyos derechos nacieron después de la
cancelación y antes del restablecimiento.
141
la publicidad de una situación jurídica, en este caso, la cancelación de la
hipoteca y que confiados en esa confianza actuaron en un determinado
sentido.

Además, el acreedor que logra el restablecimiento de la inscripción


generalmente tendrá a su disposición una acción de indemnización de
perjuicios contra el responsable de la cancelación indebida, o ilegal. Por
ejemplo, si la cancelación fue por dolo, o por fuerza, podrá perseguir la
responsabilidad de sus autores. Si el Conservador de Bienes Raíces hace
la cancelación ilegalmente, de acuerdo con lo que dispone el artículo 96 del
Reglamento del Conservador de Bienes Raíces, está obligado a indemnizar
los daños ocasionados; si el acreedor no fue citado al remate, podrá
demandar al que omitió dicha citación.

15. LA HIPOTECA Y LA LEY GENERAL DE BANCOS

Es conveniente dar a conocer las normas que regulan las garantías


hipotecarias en la Ley General de Bancos por su gran aplicación en la práctica.
Al respecto, la legislación aplicable la encontramos en la Ley general de
bancos, en su Título VIII, artículo 69 y; Título XIII, artículo 91 y siguientes.

Los bancos están autorizados por ley a otorgar créditos con garantía
hipotecaria. Así lo dispone el artículo 69 de la ley general de bancos. Pudiendo
efectuar, entre otras operaciones: 7) Con sujeción a las reglas generales que
dicte la Superintendencia, los bancos podrán otorgar créditos que se
encuentren amparados por garantía hipotecaria. Tales créditos se extenderán
por escritura pública que lleve cláusula a la orden, de la cual se otorgará una
sola copia autorizada que se entregará al acreedor, la que será transferible por
endoso colocado a continuación, al margen o al dorso del documento, con
indicación del nombre del cesionario. Para fines exclusivos de información, la
cesión deberá anotarse al margen de la inscripción de la hipoteca.

Ahora bien, la situación de mayor relevancia en la práctica es lo que


sucede cuando un deudor hipotecario de un banco no paga las cuotas o
dividendos.

Modo de ejecución de la hipoteca:

142
Si el deudor hipotecario de un banco no hubiere pagado los dividendos
en el plazo estipulado y requerido judicialmente no los paga en el término de
diez días, el juez decretará a petición del banco, el remate del inmueble
hipotecado o su entrega en prenda pretoria al banco acreedor.

El deudor tendrá un plazo de cinco días para oponerse al remate o a la


entrega pretoria. Su oposición sólo podrá fundarse en alguna de las siguientes
excepciones:

- Pago de la deuda.
- Prescripción.
- No empecer el título al ejecutado.

En el caso que el deudor opusiere esta última excepción, no se podrá


discutir sobre la existencia de la obligación hipotecaria. Pero si se funda en
algún antecedente escrito y aparece revestida de fundamento plausible, será
admitida a tramitación. En caso contrario, si el deudor no opone excepción
alguna, o se desecha la formulada, se procederá al remate del inmueble
hipotecado o a su entrega en prenda pretoria al banco acreedor.

La ley se aleja de las reglas generales sobre la materia, conforme las


cuales un acreedor hipotecario tiene derecho a pedir el bien en prenda
pretoria, una vez que se haya intentado un segundo remate sin éxito, es decir,
sin concurrir postores. Lo que aparece como una ventaja para los bancos, cosa
que se entiende si tomamos en cuenta la actividad de éste y las operaciones
en el mercado del dinero.

Inmueble Hipotecado entregado en Prenda Pretoria

La prenda pretoria es una especie de anticresis judicial, es decir, un


contrato celebrado por medio de la justicia, en virtud del cual se entrega el bien
embargado al acreedor para que éste se pague de su crédito con sus frutos. En
este caso es el inmueble hipotecado el que se entrega al banco para que se
pague de su crédito.

El deudor tiene un derecho, ya que en cualquier tiempo puede poner fin


a la prenda pretoria, pagando las cantidades debidas al banco, caso en el cual
se le hará entrega del inmueble.

143
Remate del Inmueble Hipotecado

Iniciado el procedimiento judicial, el banco designará un depositario en


el carácter de definitivo para que tome a su cargo el inmueble hipotecado. Una
vez ordenado el remate, y cumpliendo con los demás requisitos legales, se
adjudicará el inmueble al mejor postor. Y el banco se pagará de su crédito con
el precio del remate.

En el evento de que existan otros acreedores que tuvieren hipotecas


respecto del inmueble, se les notificará la resolución que entregue en prenda
pretoria el inmueble al banco, o la que disponga el remate. Ahora, si tales
acreedores fueren de derecho preferente respecto del banco, ellos gozarán de
la preferencia para cubrirse con los frutos que el inmueble produjere (en caso
de prenda pretoria) o con el producto de la venta del inmueble (en caso de
remate).

A la enajenación de un inmueble hipotecado en favor de un banco no se


aplicará lo dispuesto en los números 3º y 4º del artículo 1464 del Código Civil.
Por lo tanto, no habrá objeto ilícito en las enajenaciones de las cosas
embargadas por decreto judicial, sin que sea necesario que concurra la
autorización del juez o el consentimiento del acreedor; ni en las enajenaciones
de especies cuya propiedad se litiga, aunque no concurra el permiso del juez
que conoce en el litigio.

144
SECCION I

LOS CONTRATOS

Segunda Parte

LOS CONTRATOS EN PARTICULAR

Capítulo I Difiere la promesa de la simple ofer-


ta, policitación o propuesta. Supone un
CONTRATOS CONSENSUALES Y acuerdo de voluntades aunque sólo una
SOLEMNES de las partes resulte obligada a celebrar
el contrato prometido.
I. LA PROMESA Supóngase que A promete vender a
B su casa, al cabo de tres meses, por el
85. Concepto. Es lógico comenzar el precio de $ 800.000. Es ésta una simple
estudio de los contratos en particular con oferta o policitación, que el oferente pue-
la promesa de celebrar un contrato. La pro- de retirar a voluntad.
mesa de celebrar un contrato es, ella mis- Pero imagínese que B manifiesta su
ma, un contrato: el contrato de promesa. conformidad con la propuesta y declara
Diversas circunstancias suelen hacer que está dispuesto a comprar, por el pre-
imposible o inconveniente a las partes ce- cio indicado, si al cabo del plazo decide
lebrar, desde luego, un contrato proyecta- que le resulta conveniente el negocio. Hay
do, de modo que sea necesario postergar concurso de voluntades y, por consiguien-
su celebración para un futuro próximo o te, contrato. Pero el contrato no es com-
lejano. praventa porque A se obligó a vender,
La necesidad de alzar un embargo que pero B no se obligó a comprar. El contra-
impide la enajenación, de proveerse de to es una promesa unilateral de compra-
los fondos necesarios para pagar un pre- venta.
cio, de esperar el fallo de un juicio, de Supóngase, por último, que B acepta
practicar un minucioso examen prelimi- comprar en el precio fijado, al cabo del
nar de la cosa, son algunos de los múlti- plazo que se señaló. Esta vez ambas par-
ples obstáculos que obstan a la celebra- tes se han obligado recíprocamente, A a
ción inmediata del contrato. vender y B a comprar. Pese a que las par-
Si bien el contrato no puede celebrar- tes están acordes en la cosa y en el pre-
se aún, interesa a menudo a las partes cio, no hay compraventa, porque el con-
quedar desde ya comprometidas a cele- trato versa sobre bienes raíces y requiere,
brarlo, cuando sean allanadas las dificul- por lo tanto, el otorgamiento de escritu-
tades presentes. Tal es el objeto de la pro- ra pública. El contrato es una promesa
mesa y la razón de su considerable im- bilateral de compraventa.
portancia práctica.
La promesa es un contrato en que 87. Promesa y contrato prometido. La
una o ambas partes se obligan a celebrar promesa y el contrato prometido son dos
en el futuro un determinado contrato. actos jurídicos diferentes, aunque medie
entre ambos una íntima conexión.
86. La promesa es un contrato. La La promesa tiene por objeto celebrar
promesa de celebrar un contrato es un otro contrato y produce el efecto de obli-
contrato que tiene una fisonomía propia. gar a una de las partes o a ambas a cele-

33
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

brarlo. El contrato prometido puede te- trato prometido, de modo que sólo falte
ner los más variados objetos y producir para que sea perfecto “la tradición de la
los más diversos efectos, según su natu- cosa, o las solemnidades que las leyes pres-
raleza. criban”.35
Ambos contratos se suceden; la cele- Si el contrato no es real ni solemne,
bración del contrato prometido importa la cabal especificación del contrato pro-
el cumplimiento de la promesa cuyos efec- metido, el completo acuerdo acerca de
tos, en consecuencia, se extinguen. sus estipulaciones, trae como consecuen-
Sin embargo, ambos contratos suelen cia que el contrato quedará desde ya
confundirse. Si el contrato prometido es perfecto o, en otros términos, la pro-
consensual, como una compraventa de mesa se identificará con el contrato pro-
bienes muebles, la promesa puede equi- metido.
valer al contrato prometido.33
A promete a B venderle su automóvil 89. Requisitos de la promesa. El
en $ 150.000 y B promete comprar en art. 1554 dispone: “La promesa de cele-
ese precio. Esta promesa es equivalente a brar un contrato no produce obligación
una compraventa. alguna; salvo que concurran las circuns-
El Proyecto de 1853 establecía expresamen- tancias siguientes: 1ª) Que la promesa
te que, en caso de tratarse de un contrato de los conste por escrito; 2ª) Que el contrato
que se perfeccionan por el solo consentimiento prometido no sea de aquellos que las le-
de las partes, promesa y contrato prometido se yes declaran ineficaces; 3ª) Que la pro-
identifican. mesa contenga un plazo o condición que
Se ha creído ver en la diferente redacción fije la época de la celebración del contra-
del Proyecto y del Código un radical cambio de
criterio; para el Código jamás la promesa y el
to; 4ª) Que en ella se especifique de tal
contrato prometido llegarían a confundirse. manera el contrato prometido que sólo
Pero es más probable que esa modificación falten para que sea perfecto la tradición
se deba a que se estimó inoficioso consagrar un de la cosa, o las solemnidades que las
hecho demasiado obvio. leyes prescriban”.
Como antecedente de la disposición sólo se
88. Originalidad del Código Civil. El conoce el art. 1733 del Proyecto de 1853: “La
Código Civil reglamenta la promesa, en promesa de celebrar un contrato, especificándo-
general, sin referirla a un determinado lo en todas sus partes, es una obligación de ha-
contrato. cer, y está sujeta a lo dispuesto en el artículo pre-
En este punto el Código ha sido ori- cedente; a menos que el contrato sea de aquellos
ginal. El Código francés, su habitual mo- que se perfeccionan por el solo consentimiento
de los contratantes, en cuyo caso la promesa
delo, se ocupa sólo de la promesa de com- equivaldría al contrato mismo. La promesa de un
praventa.34 contrato que las leyes declaran ineficaz no ten-
Las reglas legales son aplicables, pues, drá valor alguno”.
cualquiera que sea el contrato que se pro-
meta celebrar: compraventa, mutuo, so- De la disposición transcrita resulta que
ciedad. la promesa requiere los siguientes requi-
Con todo, la regla del art. 1554 no sitos:
puede referirse sino a la promesa de ce- a) que conste por escrito;
lebrar un contrato real o solemne. b) que el contrato prometido sea vá-
Así se explica que el Nº 4 establezca lido;
que debe especificarse cabalmente el con- c) que se convenga un plazo o condi-
ción para fijar la época en que el contra-
to prometido debe celebrarse, y
33
Barros Errázuriz, Curso de Derecho Civil, t. III,
Nº 45.
34
Véase el art. 1598 del Código francés. 35
Barros Errázuriz, ob. cit., t. III, Nº 45.

34
Segunda Parte: Los contratos en particular

d) que el contrato prometido se es- nes raíces destinados a vivienda, locales


pecifique de tal modo que para su per- comerciales u oficinas, y que celebren
feccionamiento falte sólo la tradición de contratos de promesa de compraventa,
la cosa o las solemnidades legales. deberán otorgarlos mediante instrumen-
tos privados autorizados ante notario y
90. La promesa debe constar por es- caucionarlos mediante póliza de seguro
crito. Como la ley exige sólo la constan- o boleta bancaria, aceptada por el promi-
cia escrita, bastará el otorgamiento de una tente comprador. Esta garantía, debida-
escritura privada. mente identificada, se incorporará al con-
Es suficiente una escritura privada trato a favor del promitente comprador,
aunque el contrato prometido requiera en un valor igual a la parte del precio del
para su perfeccionamiento que se otor- bien raíz entregado por éste y estableci-
gue escritura pública. La exigencia de una do en el contrato de promesa respectivo,
escritura pública, a pretexto de que la para el evento de que éste no se cumpla
requiere el contrato prometido, importa- dentro del plazo o al cumplimiento de la
ría crear una solemnidad no exigida por condición establecidos por el promitente
la ley. vendedor. La garantía permanecerá vigen-
El Nº 4 del art. 1554 es concluyente y te mientras el inmueble se encuentre su-
pone de manifiesto que el legislador no jeto a cualquier gravamen o prohibición
ha intentado someter a las mismas solem- emanado directamente de obligaciones
nidades la promesa y el contrato que se pendientes e imputables al promitente
promete.36 vendedor y hasta la inscripción del domi-
Por otra parte, cuando el legislador nio en el registro de propiedad del res-
ha querido que la promesa conste por pectivo conservador de bienes raíces, a
escritura pública, lo ha dicho expresamen- favor del promitente comprador.
te. Así, el art. 1787 dispone que las pro- Los notarios públicos no autorizarán
mesas que se hacen los esposos, en consi- los contratos de promesa de compraven-
deración al matrimonio, “deberán constar ta a que se refiere el inciso anterior si no
por escritura pública”. se ha constituido la garantía a favor del
El contrato de seguro constituye una impor- promitente comprador”.
tante excepción. El art. 515 del Código de Co- Por su parte, el artículo 2º de la mis-
mercio dispone que “ajustado verbalmente vale ma Ley Nº 19.932 sanciona con las pe-
como promesa, con tal que los contratantes ha- nas asignadas al delito de estafa a las
yan convenido formalmente en la cosa, riesgo y personas naturales o jurídicas que, con
prima”. ánimo de defraudar, suscribieren o hi-
La Ley Nº 19.932 agrega un nuevo ar- cieren suscribir promesas de compraven-
tículo (138 bis) a la Ley General de Ur- ta sin cumplir con los requisitos antes
banismo y Construcciones, estableciendo señalados.
solemnidades particulares con relación al
contrato de promesa de compraventa ce- 91. El contrato prometido debe ser
lebrado por personas naturales o jurídi- válido. La promesa requiere que el con-
cas que se dediquen a la actividad inmo- trato prometido no sea de aquellos que
biliaria o de construcción de bienes raíces. la ley declara ineficaces o, más exacta-
Dicha norma dispone que “Las per- mente, que sea válido, que no adolezca
sonas naturales o jurídicas que tengan por de nulidad.
giro la actividad inmobiliaria o aquellas La ley se refiere ciertamente a la nu-
que construyan o encarguen construir bie- lidad del contrato prometido por omi-
sión de requisitos intrínsecos o de fondo.
36
Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil chi- Se comprende que los requisitos de for-
leno y comparado, t. XI, Nº 1203; Alessandri, De la com- ma deberán observarse cuando llegue el
praventa, t. II, Nos 2079 y sgtes. momento de su celebración.

35
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

Por esto, es nula la promesa de com- Pero no es preciso que el plazo o con-
praventa entre cónyuges no divorciados dición marque el instante preciso en que
perpetuamente; la ley prohíbe la celebra- el contrato debe celebrarse; basta que por
ción de dicho contrato y éste adolece, medio de estas modalidades se señale la
por lo tanto, de objeto ilícito. “época” de su celebración.
Pero es válida la promesa de compra-
venta de bienes de incapaces, celebrada 94. Estipulación de un plazo para fi-
sin autorización judicial. La autorización jar la época de la celebración del contra-
es un requisito de forma de la compra- to prometido. La fijación de un plazo es
venta y deberá cumplirse cuando este con- la forma más certera para determinar la
trato se celebre. época de la celebración del contrato pro-
metido. El plazo es un hecho futuro y
92. Promesa de compraventa de bie- cierto y, por lo tanto, posterga la celebra-
nes embargados. El art. 1464, Nº 3, de- ción del contrato para un tiempo que ne-
clara que hay objeto ilícito en la enajena- cesariamente ha de llegar.
ción de bienes embargados y el art. 1810 Se podrá estipular, por ejemplo, que
añade que no pueden venderse las cosas el contrato se celebrará el día tal, al cabo
cuya enajenación está prohibida por la de tantos meses, etc.
ley. El plazo posterga la exigibilidad de
¿Es válida la promesa de compraven- las obligaciones derivadas de la promesa
ta de bienes embargados? y es, por lo tanto, un plazo suspensivo. El
La promesa es válida y debe enten- contrato prometido deberá verificarse una
derse celebrada bajo la condición de que vez expirado el plazo.38
los bienes pueden ser enajenados en el Vencido el plazo, por consiguiente,
momento de la celebración del contrato los contratantes podrán deducir las ac-
prometido.37 ciones pertinentes para obtener que se
La existencia de un embargo será un celebre el contrato prometido. La Corte
motivo frecuente en la práctica para que Suprema se ha inclinado a considerar que
las partes no puedan celebrar de inme- el plazo es extintivo. Vencido el plazo, en
diato la compraventa y se vean obligadas consecuencia, quedarían extinguidas las
a recurrir a una promesa. obligaciones y derechos derivados de la
promesa y el contrato prometido defini-
93. Estipulación de un plazo o condi- tivamente frustrado.39
ción. La promesa supone que las partes Esta interpretación es inadmisible.
no pueden o no quieren celebrar de in- Supóngase que se ha estipulado que el
mediato el contrato que proyectan y que contrato prometido se celebrará en el pla-
postergan su realización para un tiempo zo de tres meses. Dentro del plazo, los
futuro. Las obligaciones del contrato de contratantes podrán aducir que disponen
promesa siempre quedarán diferidas para aún de un tiempo para cumplir y se ve-
después de su celebración. rán impedidos para demandar el cumpli-
Es indispensable, por lo mismo, esta- miento; vencido el término, su derecho
blecer cuándo deberán las partes cum- para reclamar que el contrato se cumpla
plir las obligaciones que la promesa les se habrá esfumado.
impone, en qué momento debe celebrar- El plazo no es más extintivo que si se
se el contrato prometido. conviene que el precio de una compra-
Este tiempo puede señalarse de dos venta se pagará dentro de tres meses. Na-
maneras: mediante la fijación de un pla-
zo o por medio de la estipulación de una 38
Alessandri, De la compraventa, t. II, Nº 2107.
condición. 39
R. de D. y J., t. XLI, sec. 1ª, pág. 354, y t. XLV,
sec. 1ª, pág. 554. En contra R. de D. y J., t. XLII,
37
Claro Solar, ob. cit., t. XI, Nº 1207. sec. 1ª, pág. 251.

36
Segunda Parte: Los contratos en particular

die ha pensado, hasta ahora, que trans- mesa, de otro modo, sería prácticamente
currido el plazo se extingue el derecho ineficaz; quedaría abierta la puerta para
del vendedor; al contrario justamente por- futuras discusiones acerca del alcance de
que ha vencido el plazo se hará exigible. lo estipulado. La especificación del con-
Podrá ciertamente estipularse que el trato garantiza el cumplimiento de la obli-
contrato deberá precisamente celebrarse gación u obligaciones de las partes y hace
dentro del plazo y que, expirado éste, que- posible, en su hora, recabar su ejecución
dará sin efecto la promesa. Tal estipula- compulsiva.
ción importa un pacto comisorio.
97. Promesa unilateral de celebrar un
95. Estipulación de una condición contrato bilateral. La doctrina ha discu-
para fijar la época de la celebración del tido largamente sobre la validez de las
contrato prometido. Puede ocurrir que promesas unilaterales de celebrar un con-
las partes no estén en situación de prever trato bilateral.
con certidumbre cuándo se encontrarán La jurisprudencia se ha inclinado re-
en situación de celebrar el contrato que sueltamente por la nulidad de tales pro-
proyectan; en tal caso, pactarán una con- mesas y parte de la doctrina la acompa-
dición para fijar la época en que debe ña.41 He aquí, someramente, sus argu-
celebrarse. mentos:
Pero la condición debe ser tal que a) La ley exige que se especifique el
sirva efectivamente para señalar esa épo- contrato prometido de modo que sólo
ca. La Corte Suprema ha resuelto, gene- falte para su perfeccionamiento la tradi-
ralmente, que esa condición debe ser de- ción o las solemnidades legales, y esta es-
terminada, esto es, que deba realizarse pecificación no sería lo cabal que la ley
dentro de cierto plazo. Ha negado valor exige si no consta en la promesa el pro-
a promesas en que se estipuló una condi- pósito recíproco de obligarse.
ción indeterminada.40 Prometida la celebración de un con-
trato de compraventa de un inmueble, la
96. Especificación del contrato pro- promesa debe expresar que una parte se
metido. Por último, la promesa requiere obliga a vender y la otra a comprar; si así
que se especifique de tal modo el contra- no fuera, faltaría, además de la solemni-
to prometido que sólo falte para que sea dad legal, el consentimiento recíproco de
perfecto la tradición de la cosa y las so- las partes, el mutuo acuerdo sobre la cosa
lemnidades legales en su caso. y el precio, esencial en la compraventa.
La especificación del contrato signifi- b) La promesa unilateral en que una
ca que éste se individualice de tal modo de las partes no contrae ninguna obliga-
que se sepa de qué contrato se trata y se ción y tiene la prerrogativa de aceptar o
precisen sus características para que no no la celebración del contrato prometido,
se confunda con otro. sería nula conforme al art. 1478. Su obli-
Si se promete celebrar un contrato de gación estaría sujeta a una condición po-
sociedad, deberá individualizarse a las par- testativa dependiente de su sola voluntad.
tes, indicarse el objeto de la sociedad, el La mayor parte de la doctrina es ad-
capital de la misma y cómo debe ser apor- versa a esta tesis.42
tado, la forma de la administración, etc.
La especificación del contrato que se
promete se justifica sobradamente. La pro- 41
Alessandri, De la compraventa, t. II, Nos 2114
y sgtes.; Barros Errázuriz, ob. cit., t. III, Nº 45.
42
Claro Solar, ob. cit., t. XI, Nº 1211; Urrutia
40
R. de D. y J., t. XLV, sec. 1ª, pág. 176, y (Leopoldo), “Promesas unilaterales de venta y de
t. XLVI, sec. 1ª, pág. 906. Véanse, sin embargo, R. compraventa”, R. de D. y J., t. XVI, 1ª parte, pág. 5;
de D. y J., t. XLI, sec. 1ª, pág. 506, y Claro Solar, Silva Imperiali, La promesa de celebrar un contrato,
ob. cit., t. XI, Nº 1208. Nos 38 y sgtes.

37
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

a) La especificación del contrato cualquier otro derecho regido especialmente por


prometido tiende a individualizarlo y ha- el presente Código, aunque se estipule que es
cerlo inconfundible con otro. En una facultativo para el promitente comprador reali-
zar o no la compraventa”.
promesa unilateral de compraventa, in-
dividualizadas las partes, señalada la cosa
98. Efectos de la promesa. El art. 1554
y fijado el precio, el contrato futuro que-
concluye que, concurriendo los requisi-
da especificado suficientemente y no es
tos legales, “habrá lugar a lo prevenido
posible dudar acerca de la clase de con-
en el artículo precedente”.
trato de que se trata y del alcance de sus
Esta referencia al art. 1553 pone de
estipulaciones.
manifiesto que de la promesa nacen obli-
b) La exigencia de que las partes con-
gaciones de hacer. Por lo tanto, podrá el
traigan en la promesa las obligaciones que
acreedor instar por que se apremie al deu-
son propias del contrato prometido, im-
dor para la ejecución del hecho conveni-
porta asumir de antemano las obligacio-
do o para que se le indemnicen los per-
nes de un contrato aún inexistente.
juicios derivados de la infracción del
c) Si el legislador hubiera entendido
contrato.
que era menester que ambas partes en la
El art. 531 del Código de Procedi-
promesa contrajeran obligaciones recípro-
miento Civil establece que si el hecho de-
cas, ciertamente lo habría expresado,
bido consiste en la suscripción de un do-
como lo hizo el art. 98 que define los
cumento o en la constitución de una
esponsales como la promesa de matrimo-
obligación, podrá el juez proceder a nom-
nio “mutuamente aceptada”.
bre del deudor, cuando éste es requerido
d) Es sabido que el Proyecto de 1853
y “no lo hace dentro del plazo que le
establecía que la promesa y el contrato
señale el tribunal”.
prometido consensual se identifican. Así
ocurre, en efecto, pero a condición de
que la promesa sea bilateral. La promesa
II. LA COMPRAVENTA
unilateral de compraventa de bienes mue-
bles no puede identificarse con el con-
1. GENERALIDADES
trato prometido porque falta el acuerdo
sobre la cosa y el precio.
99. Concepto. La compraventa en-
La aseveración del Proyecto contenía,
cuentra su origen en el primitivo trueque
pues, una verdad sólo parcial. Su elimi-
o cambio directo de una cosa por otra
nación del texto definitivo del Código se
que, mientras no se conoció la moneda,
ha debido probablemente a la compro-
fue el único medio de que los hombres se
bación de este aserto. No se identifican
sirvieron para suplir sus necesidades.
el contrato prometido consensual y la pro-
Introducida la moneda como medida
mesa unilateral de celebrarlo. Pero ¿para
de valores, el trueque primitivo es reem-
qué preocuparse de la promesa unilate-
plazado por el cambio de cosas por dine-
ral si, en concepto del legislador, no fue-
ro que facilitando las transacciones, ha per-
ra válida?
mitido que el intercambio adquiera las
e) En fin, no se perciben razones mo-
vastísimas proyecciones que exige el des-
rales o jurídicas para prohibir las prome-
envolvimiento de la vida contemporánea.
sas unilaterales que responden a una sen-
La compraventa es, en la actualidad,
tida necesidad en la vida de los negocios.
“el principal motor del mundo económi-
Para sortear estas discusiones, movido por co”.43
una imperativa necesidad práctica, el Código de Define el art. 1793 el contrato de com-
Minería ha establecido en su art. 169, inc. 1º:
“Será válido el contrato de promesa de venta de
praventa: “La compraventa es un contrato
una pertenencia o parte alícuota de ella, de ac-
ciones en una sociedad minera y, en general, de 43
Baudry-Lacantinerie, ob. cit., t. III, Nº 445.

38
Segunda Parte: Los contratos en particular

en que una de las partes se obliga a dar no es de la esencia de la compraventa. Es


una cosa y la otra a pagarla en dinero”. aleatoria la compraventa de cosas que no
El contrato de compraventa es, en existen, pero se espera que existan, a que
suma, el cambio de una cosa por dinero. se refiere el art. 1813.
d) La compraventa es un contrato
100. Caracteres del contrato de com- principal porque subsiste por sí mismo,
praventa. El contrato de compraventa es sin necesidad de otra convención (art.
un contrato bilateral, oneroso regular- 1442).
mente conmutativo, principal y normal- e) En fin, salvas las excepciones lega-
mente consensual. les, el contrato de compraventa es con-
a) Puesto que las partes contratantes sensual y se perfecciona por el solo con-
se obligan recíprocamente, el contrato de sentimiento de las partes (art. 1443).
compraventa es bilateral (art. 1493). El art. 1801, inc. 1º, expresa, en efec-
Señala la definición legal las princi- to, que la compraventa se reputa perfec-
pales obligaciones que las partes contraen: ta desde que las partes han convenido en
dar el vendedor la cosa vendida y pagar la cosa y en el precio.
el comprador el precio. Por excepción la compraventa es so-
Tales son las obligaciones fundamen- lemne; la solemnidad consiste, por lo co-
tales que el contrato genera para las par- mún, en el otorgamiento de escritura
tes; son de su esencia y sin ellas el contra- pública, como ocurre en los casos que
to no produce efectos civiles o degenera prevé el inc. 2º del art. 1801. El solo con-
en otro contrato diferente (art. 1444). sentimiento de las partes no es suficien-
Si el vendedor se obliga a dar una te, en tales casos, para perfeccionar el
cosa y el comprador no contrae la obliga- contrato.
ción recíproca de pagarle un precio, o a
la inversa, promete el comprador pagar 101. La compraventa es un título trans-
un precio sin que se le ofrezca una cosa laticio de dominio. De acuerdo con lo
en cambio, no hay compraventa. El con- prevenido en los arts. 675 y 703, la com-
trato podría importar una donación de
praventa es un título translaticio de do-
la cosa o del precio.
minio, esto es, por su naturaleza sirve para
b) Debido precisamente a las presta-
transferirlo.
ciones mutuas que engendra, el contrato
La compraventa, pues, no transfiere
de compraventa es un contrato oneroso.
el dominio; el comprador no se hace due-
Cada parte reporta en el contrato uti-
lidad de la obligación que para con ella ño de la cosa vendida y el vendedor del
se contrae y se grava con la que toma a precio en virtud del contrato, sino de la
su cargo. tradición subsiguiente. Mientras la tradi-
c) La compraventa reviste, por lo ge- ción no se efectúe, comprador y vende-
neral, el carácter de un contrato conmu- dor son solamente acreedores de la cosa
tativo. y del precio.
Las prestaciones a que respectivamen- La adquisición del dominio, por tan-
te se obligan comprador y vendedor se to, se verifica por medio de dos actos
miran como equivalentes (art. 1441). No diferentes: el contrato de compraventa
obsta para que el contrato tenga este ca- que constituye el título de la adquisición
rácter la circunstancia de que las presta- y la tradición que es el modo de adqui-
ciones, en el hecho, no equivalgan. Im- rir.
porta solamente que las partes miren o Tal es el sistema, de filiación románi-
consideren sus mutuas prestaciones como ca, adoptado por nuestro Código Civil y
equivalentes. que el Mensaje sintetiza: “un contrato pue-
Por excepción, el contrato puede ser de ser perfecto, puede producir obliga-
aleatorio; la conmutatividad, por tanto, ciones y derechos entre las partes, pero

39
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

no transfiere el dominio, no transfiere 2. FORMAS DEL CONTRATO DE


ningún derecho real”. COMPRAVENTA
El contrato sólo genera obligaciones.
En el sistema adoptado por el Código fran- 103. La regla general. El contrato de
cés el contrato de compraventa es translaticio de compraventa es un contrato consensual,
dominio. El art. 1583 previene que la venta “es salvas las excepciones legales, y se perfec-
perfecta entre las partes y la propiedad es adqui- ciona, por tanto, por el solo consentimien-
rida de derechos por el comprador respecto del to de las partes.
vendedor, desde que se ha convenido en la cosa El art. 1801, inc. 1º, dispone: “La ven-
y en el precio, aunque la cosa no haya sido aún
entregada ni el precio pagado”.
ta se reputa perfecta desde que las partes
El contrato de compraventa crea obligacio- han convenido en la cosa y en el precio;
nes y transfiere el dominio; es, al mismo tiem- salvas las excepciones siguientes”.
po, título y modo de adquirir. El acuerdo de las voluntades debe
existir, pues, relativamente a la cosa y al
102. Elementos del contrato de com- precio; debe existir, además, al decir de
praventa. La compraventa consiste, esen- Pothier, relativamente a la venta, esto
cialmente, en un acuerdo de voluntades es, las partes han de estar acordes en
sobre la cosa y el precio. que el contrato que celebran es de com-
Hay en el contrato de compraventa, praventa.
pues, tres elementos esenciales: el con- a) El consentimiento debe recaer, en
sentimiento de las partes, una cosa y un primer término, sobre la cosa que es ob-
precio, consensus, res, pretium. jeto del contrato. No existirá acuerdo so-
Las normas de carácter general que bre la cosa vendida cuando los contra-
reglan la formación del consentimiento, tantes padezcan de error, bien sobre la
los vicios de que puede adolecer y sus identidad de la cosa específica de que se
consecuencias son aplicables al contrato trata (art. 1453), o sobre la sustancia o
de compraventa. calidad esencial de la misma (art. 1454).
Sin embargo, será menester examinar b) El acuerdo de voluntades, en se-
sobre qué debe recaer el consentimiento guida, debe versar acerca del precio y se
de las partes y las formas que a veces debe operará cuando el precio en que una par-
revestir. te entiende comprar sea el mismo en que
La cosa y el precio constituyen el ob- la otra entiende vender.
jeto, respectivamente, de las obligaciones c) Finalmente, el consentimiento debe
de vendedor y comprador y les son apli- recaer sobre la venta misma, esto es, será
cables, en general, las normas de los arts. preciso que una de las partes quiera ven-
1460 y siguientes. Pero será preciso estu- der y la otra comprar.
diar las reglas particulares que el legisla- Faltará el consentimiento al respecto
dor ha dado para el contrato de compra- cuando sean las partes víctimas de un
venta. error sobre la especie de acto o contrato
Las personas que celebren el contra- que se celebra, como si una de las partes
to de compraventa deben ser legalmen- entiende vender y la otra que se le hace
te capaces; son incapaces para celebrar- una donación (art. 1453).
lo, por de pronto, los que carecen de
capacidad para celebrar cualquier con- 104. Consentimiento en las ventas
trato. forzadas. El consentimiento de las par-
Pero como el legislador ha estableci- tes debe manifestarse libre y espontánea-
do, además, normas peculiares que regu- mente; si es el resultado de la fuerza, el
lan la capacidad para comprar y vender, contrato adolece de nulidad.
es indispensable detenerse, también, a Sin embargo, suele ocurrir que el con-
considerar la capacidad en relación con sentimiento en el contrato de compra-
el contrato de compraventa. venta no se manifieste espontánea y li-

40
Segunda Parte: Los contratos en particular

bremente. Tal cosa ocurre en las ventas particulares en que se celebra o a las per-
forzadas como cuando, a instancias de sonas que intervienen. Tales son las so-
un acreedor, se venden bienes del deu- lemnidades que acompañan la venta de
dor para pagarse con el producto. bienes pertenecientes a incapaces.
Verdad es que el ejecutado vende a Las solemnidades voluntarias son las
su pesar, porque el tribunal le obliga a que establecen las partes, sea añadiéndo-
ello, a petición del acreedor. Pero, por el las a las que establece la ley, sea para ha-
hecho de obligarse, el deudor ha consen- cer solemne una compraventa que es na-
tido de antemano en las consecuencias turalmente consensual.
de la obligación, que otorga al acreedor
un derecho de prenda general sobre sus
bienes e, implícitamente, ha autorizado 1) Solemnidades legales
al acreedor para hacerlos vender, si la deu-
da no es pagada. 107. Solemnidades legales ordinarias.
El ejecutado no consiente en la venta Las solemnidades legales ordinarias con-
al tiempo en que se realiza; ha consentido sisten en el otorgamiento de escritura,
antes, al tiempo de constituirse en deudor. pública. La escritura pública, es, a la vez,
La venta forzada, pues, es una verda- requisito para el perfeccionamiento del
dera compraventa.44 contrato y el único medio de probar su
existencia. El art. 1701 previene que la
105. Por excepción la compraventa falta de instrumento público no puede
es solemne. El contrato de compraven- suplirse por otra prueba “en los actos y
ta, de ordinario consensual, suele ser contratos en que la ley requiere esa so-
solemne. El carácter excepcional de las lemnidad” y su omisión hará que los ac-
solemnidades aparece claramente de tos se miren “como no ejecutados o cele-
manifiesto en el art. 1801. brados”.
No será suficiente, entonces, que las
partes convengan en la cosa y en el pre- 108. Casos en que la ley exige escri-
cio para que el contrato se repute per- tura pública para la validez de la venta. El
fecto. Menester será, además, que se cum- art. 1801, inc. 2º, previene: “La venta de
plan las solemnidades o requisitos de los bienes raíces, servidumbres y censos,
forma que la ley prescribe. y la de una sucesión hereditaria, no se
reputan perfectas ante la ley, mientras no
106. Diversas clases de solemnidades. se ha otorgado escritura pública”.
Las solemnidades de que está revestida la a) Es solemne, pues, la compraventa
compraventa pueden ser establecidas por de bienes raíces.
la ley o por las partes contratantes. En La importancia de esta clase de bie-
otros términos, pueden ser legales o vo- nes justifica la exigencia de que la com-
luntarias. praventa debe revestirse de formas que
Las solemnidades legales ordinarias la constaten fehacientemente. Por otra
son aquellas de que por la ley está reves- parte, la tradición de los inmuebles ven-
tida la compraventa de cierta clase de bie- didos debe verificarse por la inscripción
nes, por ejemplo, los bienes raíces. en el Registro del Conservador de Bie-
Las solemnidades legales especiales nes Raíces; tal inscripción ha de hacerse
son aquellas que la ley exige para la com- mediante la exhibición de un título au-
praventa en atención a las circunstancias téntico.45

44
El art. 671 dispone que, “en las ventas forza- 45
El art. 57 del Reglamento del Conservador
das que se hacen por decreto judicial a petición de previene que, para llevar a cabo la inscripción, “se
un acreedor, en pública subasta”, el juez inviste la exhibirá al Conservador copia auténtica del título
representación legal del deudor. respectivo”.

41
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

b) Es también solemne la venta de Sin embargo, la doctrina general-


los derechos de servidumbre y de censo. mente estima que es necesaria la for-
En verdad, estos derechos recaen siem- ma pública47 y la jurisprudencia se ha
pre sobre bienes raíces y son, por lo tan- pronunciado sistemáticamente en el
to, inmuebles (art. 580). mismo sentido.48
c) En fin, es solemne la venta de una
sucesión hereditaria, esto es, del derecho 110. La inscripción no es requisito de
para que una persona reciba en una suce- la compraventa de bienes raíces. La ins-
sión todos o una cuota de los bienes que cripción del contrato en el Registro de
la forman. Propiedades del Conservador de Bienes
Algunas leyes especiales establecen excepciones: Raíces del departamento no es solemni-
La Ley Nº 14.171, de 25 de octubre de 1960, dad de la compraventa, El contrato está
dispone que no están sujetos a la formalidad de la perfecto desde que las partes, conveni-
escritura pública los actos translaticios de dominio das en la cosa y en el precio, otorgan la
de los bienes raíces a que se refiere el art. 67, otor- correspondiente escritura pública.
gados por la Corporación de la Vivienda. La inscripción es la manera de efec-
Podrán otorgarse por escritura privada, firma-
da ame notario, debiendo protocolizarse a más tar-
tuar la tradición de la cosa vendida, si
dar al día siguiente hábil al de su suscripción. Mien- ésta es un bien inmueble; en otros térmi-
tras no se efectúe la protocolización el acto no nos, es la forma como el vendedor cum-
tendrá efecto alguno y si no se lleva a cabo opor- ple con la principal obligación que el con-
tunamente carecerá de todo efecto legal (art. 68). trato le impone.

109. Compraventa por intermedio de 111. Es solemne sólo la venta de in-


mandatarios. ¿Deberá constar por escri- muebles por su naturaleza. Únicamente
tura pública el mandato para celebrar el es solemne la compraventa de bienes in-
contrato de compraventa de los bienes a muebles por su naturaleza.
que se refiere el art. 1801, inc. 2º? a) El art. 1801, inc. 3º, previene: “Los
El examen de las normas legales per- frutos y flores pendientes, los árboles
tinentes lleva a la conclusión de que no cuya madera se vende, los materiales de
es necesario que el mandato revista las un edificio que va a derribarse, los ma-
mismas formas que el contrato encomen- teriales que naturalmente adhieren al
dado al mandatario. suelo, como piedras y sustancias minera-
El art. 2123, que gobierna la mate- les de toda clase, no están sujetos a esta
ria, destaca el carácter generalmente con- excepción”.
sensual del mandato, y añade que no se De este modo, es meramente consensual
admitirá para acreditarlo la escritura pri- la compraventa de bienes muebles por anti-
vada cuando las leyes requieran un ins- cipación, bienes que se reputan tales, aun
trumento auténtico. El mandato debe antes de su separación, para los efectos de
constar de escritura pública cuando la constituir un derecho en favor de otra perso-
ley exige esta formalidad, como ocurre na que el dueño (art. 571).
con el que se otorgue para contraer ma- b) Es también consensual la venta de
trimonio o para parecer en juicio. los bienes inmuebles por destinación, esto
De este modo, la pretensión de que cons- es, los que se encuentran permanente-
te por escritura pública el mandato para com- mente destinados al uso, cultivo y benefi-
prar o vender los bienes que señala el cio de un inmueble.
art. 1801, inc. 2º, importa la exigencia de
una solemnidad no prescrita por la ley.46
47
Barros Errázuriz, ob. cit., t. III, Nº 253,
pág. 325.
46
Véanse los Nos 577 y 578; en el mismo sentido 48
R. de D. y J., t. XX, 2ª parte, sec. 1ª, pág. 37,
Stitchkin, El mandato civil, Nº 80, págs. 154 y sgtes. y t. XXII, 2ª parte, sec. 1ª, pág. 1085.

42
Segunda Parte: Los contratos en particular

Vendidos separadamente del inmue- de la inscripción, no admitirá el Conser-


ble y puesto que dejan de estar destina- vador sino la escritura definitiva de com-
dos al uso, cultivo y beneficio del mismo, praventa (art. 497 del C de P. Civil).
recobran su calidad natural de bienes b) En las ventas de bienes pertene-
muebles. cientes a personas incapaces las solemni-
Por este motivo es consensual la com- dades que comúnmente acompañan la
praventa de los animales o aperos de la- venta son la autorización judicial y la su-
branza de un fundo. basta pública (arts. 254, 393, 394, 484,
488, 489).
112. Solemnidades legales especiales. Las solemnidades referidas suelen ser
La ley reviste de solemnidades especiales aplicables, también, a los bienes muebles.
la compraventa por las circunstancias en Tratándose de los cónyuges casados
que se celebra el contrato o la calidad de en sociedad conyugal, los arts. 1749 y 1754
las personas que lo estipulan. del Código Civil exigen la autorización
a) Así, se someten a formalidades es- de la mujer para enajenar y gravar los
peciales las ventas forzadas ante la justi- bienes raíces sociales y los de la mujer,
cia. La venta se hace, previa tasación del respectivamente.
inmueble y la publicación de avisos, en
pública subasta, ante el juez (arts. 485 y
sgtes. del C. de P. Civil).49 2) Solemnidades voluntarias
El art. 495 del Código de Procedimiento Ci-
vil dispone que del remate debe levantarse un 113. Solemnidades estipuladas por las
acta en el registro especial que, con tal objeto, partes. Las partes pueden someter el con-
debe llevar el secretario del juzgado que no sea trato de compraventa a las solemnidades
notario. que deseen. Prácticamente la solemnidad
La disposición dice textualmente: “El acta de consistirá en el otorgamiento de escritu-
remate de la clase de bienes a que se refiere el
ra pública o privada cuando la compra-
inc. 2º del art. 1801 del Código Civil, se extende-
rá en el registro del secretario que intervenga en venta es puramente consensual.
la subasta, y será firmada por el juez, el rematan- Prevé el art. 1802 esta situación: “Si
te y el secretario. Esta acta valdrá como escritura los contratantes estipularen que la ven-
pública, para el efecto del citado artículo del Có- ta de otras cosas que las enumeradas
digo Civil; pero se extenderá sin perjuicio de otor- en el inc. 2º del artículo precedente no
garse dentro de tercero día la escritura definitiva se repute perfecta hasta el otorgamien-
con inserción de los antecedentes necesarios y con
to de escritura pública o privada, podrá
los demás requisitos legales”.
El acta hace provisoriamente las veces de es- cualquiera de las partes retractarse
critura pública para el perfeccionamiento del mientras no se otorgue la escritura o
contrato; pero la compraventa debe reducirse no haya principiado la entrega de la
a escritura pública, en el plazo perentorio in- cosa vendida”.
dicado. Es menester que las partes estipulen
expresamente que el contrato de com-
La escritura deberá ser suscrita por el praventa, cuando éste es consensual, no
rematante y por el juez, como represen- se repute perfecto, sin embargo, si no se
tante legal del vendedor. Para los efectos otorga escritura pública o privada.
Mientras no se otorgue la escritura,
el pacto verbal es un simple proyecto; la
49
Las normas indicadas rigen para la venta de facultad de retractarse las partes es una
los bienes embargados en el juicio ejecutivo; son apli- lógica consecuencia de que el contrato
cables en caso de quiebra y, con algunas variantes, a
la venta de bienes comunes, en el juicio de partición.
no se ha perfeccionado.
Ley de Quiebras y art. 658 del C. de P. Civil. En la La facultad de retractación se man-
actual Ley de Quiebras, Nº 18.175, D. Of. de 28 de tiene hasta que ocurra alguna de las dos
octubre de 1982, vid. art. 122. (N. del E.) circunstancias siguientes:

43
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

a) hasta que se otorgue la escritura dura indefinidamente. El art. 1804 señala


pública o privada porque, perfecto el con- el plazo y demás condiciones que limitan
trato, no es lícito a las partes dejarlo uni- esta facultad: “Si los contratantes no hubie-
lateralmente sin efecto, o ren fijado plazo dentro del cual puedan
b) hasta que haya principiado la en- retractarse, perdiendo las arras, no habrá
trega porque el cumplimiento del con- lugar a la retractación después de los dos
trato, sin que se haya otorgado la escritu- meses subsiguientes a la convención, ni des-
ra prevista, importa una tácita derogación pués de otorgada escritura pública de la
de la estipulación que lo hizo solemne. venta o de principiada la entrega”.50
a) La facultad de retractarse, por lo tan-
to, tiene un límite en el tiempo. Sólo pue-
3) Las arras de ejercitarse en el plazo fijado por las par-
tes y, a falta de estipulación, en el plazo de
114. Concepto de las arras y sus cla- dos meses contados desde la convención.
ses. Consisten las arras en una cantidad b) Pero la facultad de retractarse pue-
de dinero u otras cosas muebles que se de extinguirse antes de los plazos indica-
dan en garantía de la celebración del con- dos, cuando el contrato se reduce a escri-
trato, o bien en parte del precio o en tura pública o ha comenzado a efectuarse
señal de quedar convenidos. la entrega.
Las arras, por lo tanto, pueden ser de
dos clases y tener una doble finalidad: 117. Las arras en señal de quedar con-
a) sirven como garantía de la cele- venidos o como parte del precio. Esta cla-
bración o ejecución del contrato, y se de arras constituyen un testimonio de
b) se dan como parte del precio o en la celebración definitiva del contrato; en
señal de quedar las partes convenidas. otras palabras, constituyen un medio de
prueba de su celebración.
115. Las arras como garantía. Las Las partes carecen de la facultad de
arras, dadas en garantía de la celebra- retractarse porque el contrato de com-
ción o ejecución del contrato, significan praventa ha quedado perfecto, a menos
que las partes no han entendido ligarse que requiera el otorgamiento de escritu-
definitivamente, sino que mutuamente se ra pública.
reservan la facultad de desdecirse perdien- El art. 1805, inc. 1º, previene: “Si ex-
do su valor. presamente se dieren arras como parte
En efecto, el art. 1803 dispone: “Si se del precio, o como señal de quedar con-
vende con arras, esto es, dando una cosa venidos los contratantes, quedará perfec-
en prenda de la celebración o ejecución ta la venta; sin perjuicio de lo prevenido
del contrato, se entiende que cada uno de en el art. 1801, inc. 2º”.
los contratantes podrá retractarse; el que Para que las arras se entiendan dadas
ha dado las arras, perdiéndolas; y el que en señal de quedar convenidos o como
las ha recibido, restituyéndolas dobladas”. parte del precio es menester la concu-
Las arras de esta clase ponen de ma- rrencia copulativa de estas dos circuns-
nifiesto la fragilidad del contrato, puesto tancias: a) que las partes lo convengan
que no son sino un medio de poner a las expresamente, y b) que este convenio
partes en situación de desistir de él. El conste por escrito.
contrato se celebra bajo una condición Si así no fuere, se entienden las arras
negativa y suspensiva, que consiste en que dadas en garantía y facultadas las partes
las partes no hagan uso de la facultad de para retractarse. El art. 1805, inc. 2º, es-
retractación. tablece: “No constando alguna de estas

116. Tiempo en que las partes pueden 50


La regla del art. 1804 es aplicable, en todas
retractarse. La facultad de retractarse no sus partes, solamente a las ventas consensuales.

44
Segunda Parte: Los contratos en particular

expresiones por escrito, se presumirá de contrato de compraventa sin que haya una
derecho que los contratantes se reservan cosa que se vende. La compraventa con-
la facultad de retractarse según los dos siste esencialmente en el cambio de una
artículos precedentes”. cosa por dinero.
Las arras en garantía, pues, constitu- Si falta la cosa vendida, la obligación
yen la regla general; para que pueda atri- del vendedor carecería de objeto; tal obli-
buírseles otro carácter es preciso un pac- gación no podría existir y, por lo mismo,
to expreso y escrito. carecería de causa la obligación del com-
prador.
118. Las arras en el Código de Co-
mercio. El Código de Comercio estable- 121. Requisitos de la cosa vendida. La
ce sobre las arras reglas diametralmente cosa vendida debe reunir los requisitos pro-
contrarias. pios del objeto de toda declaración de vo-
Las arras se presumen dadas en parte luntad: ser lícito, determinado y existir o
de prueba, salvo estipulación en contra- esperarse que exista. La cosa vendida debe
rio, y no permiten a las partes retractarse. reunir estos caracteres y, además, los que
El art. 107 del Código de Comercio son peculiares para el contrato de com-
dispone: “La dación de arras no importa praventa. Tales requisitos son cuatro:
reserva del derecho de arrepentirse del a) debe ser comerciable;
contrato ya perfecto, a menos que se hu- b) debe ser singular y determinada;
biere estipulado lo contrario”. Y el art. 108 c) debe existir o esperarse que exis-
del mismo Código añade: “La oferta de ta, y
abandonar las arras o de devolverlas do- d) no debe pertenecer al comprador.
bladas no exonera a los contratantes de
la obligación de cumplir el contrato per-
fecto o de pagar daños y perjuicios”. 1) La cosa vendida debe ser comerciable

122. Cosas que no pueden venderse.


4) Gastos del contrato de compraventa Pueden ser objeto del contrato de com-
praventa, en general, todas las cosas, tan-
119. Los gastos son de cargo del ven- to corporales como incorporales, con tal
dedor. Supone el legislador que los gas- que la ley no prohíba su enajenación. El
tos que demande el contrato de com- art. 1810 dispone, en efecto: “Pueden ven-
praventa han sido tomados en cuenta derse todas las cosas corporales o incor-
en el precio y establece que son de car- porales, cuya enajenación no esté prohi-
go del vendedor, salvo estipulación con- bida por la ley”.
traria. La compraventa no es propiamente
El art. 1806 dispone: “Los impuestos un acto de enajenación puesto que no
fiscales o municipales, las costas de la es- transfiere el dominio; la cosa se hace aje-
critura y de cualesquiera otras solemni- na por la tradición subsiguiente.
dades de la venta, serán de cargo del ven- Si no mediara el texto legal citado,
dedor, a menos de pactarse otra cosa”. podría razonablemente entenderse que
Los impuestos a que la disposición se la venta de bienes cuya enajenación la
refiere son, obviamente, los que graven ley prohíbe sería válida, y nula solamente
la compraventa. la tradición.
La compraventa de cosas cuya enaje-
nación está prohibida es nula, de nuli-
3. LA COSA VENDIDA dad absoluta, porque adolece de ilicitud
en el objeto.
120. La cosa vendida, requisito esen- De esta manera, no pueden venderse
cial de la compraventa. No se concibe el las cosas embargadas, a menos que el juez

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Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

lo autorice o el acreedor consienta en ello; presentes o futuros o de unos y otros, ya


las especies cuya propiedad se litiga, sin se venda el total o una cuota”.
permiso del juez que conoce del litigio; Una regla análoga consagra el Código para
los derechos y privilegios que no pueden el contrato de sociedad; según el art. 2056, “se
transferirse a otra persona (art. 1464), etc. prohíbe toda sociedad a título universal, sea de
bienes presentes y venideros, o de unos u otros”.
Para las donaciones entre vivos rige la nor-
2) La cosa vendida debe ser determinada y ma del art. 1409: “Las donaciones a título univer-
sal no se extenderán a los bienes futuros del do-
singular
nante, aunque éste disponga lo contrario”.
123. Determinación de la cosa. La 126. Es válida la venta de todos los
cosa vendida, de acuerdo con los princi- bienes de una persona, especificándolos.
pios generales, debe ser determinada; la Pero los bienes todos de una persona pue-
determinación puede verificarse específi- den venderse, con tal que se individuali-
ca o genéricamente. El art. 1461 dispone cen o inventaríen en escritura pública.
que las cosas que son objeto de una de- El art. 1811 añade: “pero será váli-
claración de voluntad es menester “que da la venta de todas las especies, géne-
estén determinadas, a lo menos en cuan- ros y cantidades que se designen por
to a su género”. escritura pública, aunque se extienda a
cuanto el vendedor posea o espere ad-
124. La cantidad de la cosa vendida quirir, con tal que no comprenda obje-
puede ser determinable. Cuando la cosa tos ilícitos”.
vendida se determina genéricamente, Por tanto, la eficacia de la venta está
debe igualmente determinarse la canti- condicionada a los siguientes requisitos:
dad. a) que se especifiquen los bienes vendi-
Pero la cantidad puede ser inicialmen- dos; b) que esta especificación se haga
te incierta, esto es, no ser determinada en escritura pública, y c) que no se com-
sino solamente determinable. La determi- prendan en la venta objetos ilícitos.
nación posterior, sin embargo, no podrá Se entienden únicamente vendidos,
quedar entregada a un nuevo acuerdo de no obstante cualquiera estipulación en
las partes, sino que deberá verificarse de contrario, los bienes inventariados. El
acuerdo con las normas señaladas en el art. 1811, inc. 2º, concluye: “Las cosas no
contrato mismo. comprendidas en esta designación se en-
El art. 1461, inc. 2º, dispone que “la tenderán que no lo son en la venta: toda
cantidad puede ser incierta con tal que estipulación contraria es nula”.
el acto o contrato fije reglas o contenga
datos que sirvan para determinarla”.
De esta manera es viable la venta de 3) La cosa vendida ha de existir o esperarse
la cantidad de carbón o petróleo que re- que exista
quiera una industria que puede determi-
narse por la naturaleza o capacidad de 127. Necesidad de la existencia ac-
sus máquinas. tual o futura de la cosa vendida. Confor-
me al precepto general del art. 1461, “no
125. La cosa vendida debe ser sin- sólo las cosas que existen pueden ser ob-
gular. No es válida la venta de una uni- jeto de una declaración de voluntad, sino
versalidad jurídica. No es posible que las que se espera que existan”.
una persona venda su patrimonio, re- Pueden venderse, pues, las cosas pre-
putado un atributo inherente de la per- sentes y futuras, esto es, las que existen al
sonalidad. tiempo de celebrarse el contrato y aque-
El art. 1811 dispone sobre el particu- llas cuya existencia se espera en el porve-
lar: “Es nula la venta de todos los bienes nir.

46
Segunda Parte: Los contratos en particular

128. Venta de la cosa que dejó de exis- sarcirá los perjuicios al comprador de
tir al tiempo del contrato. La inexisten- buena fe”.
cia de la cosa al tiempo del contrato sin
que se espere que llegue a existir produ- 130. Venta de cosa futura o que se
ce consecuencias diversas, según que fal- espera que exista. Cosa futura es aquella
te total o parcialmente. que no existe al tiempo del contrato, pero
a) Si la cosa no existe en absoluto, no se supone que existirá a posteriori.
hay ni puede haber compraventa. La compraventa, en tal caso, se en-
El art. 1814 previene: “La venta de una tiende verificada bajo la condición sus-
cosa que al tiempo de perfeccionarse el pensiva de que la cosa llegue a existir;
contrato se supone existente y no existe, fallida la condición, o sea, si la cosa no
no produce efecto alguno”. llega a existir, la compraventa no se ha-
Es indiferente que comprador y ven- brá perfeccionado.
dedor supieran o ignoraran que la cosa El art. 1813 se refiere a la compra-
no existe; la falta total del objeto hace im- venta de cosa futura y dispone que “la
posible que el contrato se perfeccione. venta de cosas que no existen, pero se
b) Si la cosa existe sólo parcialmente, espera que existan, se entenderá hecha
el contrato es viable. Pero como no existe bajo la condición de existir”.
íntegramente la cosa vendida y el compra- Esta especie de compraventa es muy
dor no podrá obtener probablemente una común en la vida de los negocios. A com-
satisfacción total, el inc. 2º del art. 1814 le pra a B 1.000 quintales de trigo de la
otorga un derecho opcional: “Si faltaba próxima cosecha de su fundo; la compra-
una parte considerable de ella al tiempo venta existirá a condición de que se cose-
de perfeccionarse el contrato, podrá el che trigo y no habrá venta si el fundo
comprador a su arbitrio desistir del con- nada produce.
trato, o darlo por subsistente, abonando
el precio a justa tasación”. 131. Venta de la suerte. La compra-
Existe jurídicamente el contrato; pero venta de cosa futura es, como se ha di-
toca al comprador decidir sí desiste o per- cho, condicional. Suele, sin embargo,
severa en él, y en este último caso, le asis- adoptar un carácter diverso.
te el derecho de que se reajuste debida- El art. 1813 dispone que no se repu-
mente el precio. tará condicional en contrato, subordina-
Estos derechos competen sólo al com- do a la condición de que la cosa llegue a
prador si la cosa faltaba “en una parte existir, cuando se estipule lo contrario o
considerable”, o sea, en parte importan- “por la naturaleza del contrato aparezca
te o digna de consideración. que se compró la suerte”.
Lo vendido, en tal caso, no es la cosa
129. Consecuencias de la mala fe del que se espera que exista, sino la suerte o
vendedor. La buena o mala fe del com- esperanza.
prador y vendedor, entendiendo por tal No obsta para que la venta sea per-
su conocimiento o ignorancia de la inexis- fecta, por lo tanto, que la cosa no llegue
tencia de la cosa, no influye en la validez a existir y que se frustren las previsiones
del contrato. de las partes.
Pero tiene considerable importancia La no existencia de la cosa no influye
para otros efectos. Si el vendedor supo en la validez del contrato, sino en el pro-
que la cosa no existía en todo o parte vecho que las partes reportarán de él, de
debe reparar los perjuicios al comprador modo que si no llega a existir el compra-
que lo ignoraba. dor experimentará sencillamente una pér-
El art. 1814, inc. 3º, prescribe: “El que dida.
vendió a sabiendas lo que en el todo o Es clásico el ejemplo de Pothier de
en una parte considerable no existía, re- esta especie de compraventa. Si un pes-

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Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

cador vende por determinado precio los dor se obliga a entregar la cosa, a procu-
peces que saque en su red, el compra- rar al comprador la posesión tranquila o,
dor debe pagar el precio convenido, aun- aún, a hacerle propietario de la cosa, nada
que no saque ninguno; lo vendido no obsta para que la convención sea válida.51
fueron los peces mismos, sino el azar de Puede el vendedor contraer la obli-
la pesca. gación de hacer al comprador propieta-
La venta de la suerte, pues, no es con- rio de una cosa que no le pertenece; la
dicional, sino que pura y simple. El con- ejecución de la obligación será posible
trato, en esta hipótesis, es eminentemen- en virtud de un arreglo entre el vende-
te aleatorio. dor y el dueño de la cosa.

134. Efectos de la venta de cosa


4) La cosa no debe pertenecer al comprador ajena. Los efectos de la compraventa de
cosa ajena deben considerarse desde el
132. La compra de cosa propia no punto de vista del verdadero propietario
vale. La cosa propia puede pertenecer al y desde el punto de vista de las relacio-
vendedor o a un tercero, pero nunca al nes entre vendedor y comprador.
comprador.
El art. 1816 dispone: “La compra de 135. Efectos con relación al dueño de
cosa propia no vale: el comprador tendrá la cosa. El dueño de la cosa es totalmen-
derecho a que se le restituya lo que hu- te extraño al contrato y a su respecto no
biere dado por ella”. produce efecto alguno. El contrato es para
Carece de interés el comprador para él res inter alios acta.
intentar la adquisición de una cosa que No contrae el dueño ninguna obliga-
le pertenece. ción y conserva incólume su derecho de
Pero será menester que el compra- propiedad, mientras el comprador no
dor tenga sobre la cosa la propiedad ple- haya llegado a adquirirlo por prescrip-
na o absoluta. Por esto el propietario fi- ción. El art. 1815 se cuida de advertir que
duciario podrá comprar la cosa al fidei- la validez de la venta de cosa ajena se
comisario y la compraventa, válida en tal entiende “sin perjuicio de los derechos
caso, persigue una finalidad útil eviden- del dueño de la cosa vendida, mientras
te: evitarse el fiduciario tener que resti- no se extingan por el lapso de tiempo”.
tuir la cosa al tiempo de cumplirse la con- El derecho del dueño consistirá en
dición. reivindicar la cosa contra el comprador,
que será regularmente quien la posea.
133. Venta de cosa ajena. Mientras la
compraventa de cosa propia adolece de 136. Efectos entre las partes. Los efec-
nulidad, es válida la compraventa de cosa tos de la compraventa de cosa ajena entre
ajena. los contratantes se resumen como sigue:
El art. 1815 establece, en forma pe- a) La compraventa, seguida de la co-
rentoria: “La venta de cosa ajena vale, sin rrespondiente tradición, no dará al com-
perjuicio de los derechos del dueño de prador el dominio de que el vendedor
la cosa vendida, mientras no se extingan carecía. Unicamente le transferirá los de-
por el lapso de tiempo”. rechos transferibles del vendedor sobre
La disposición es la obligada conse- la cosa (art. 682).
cuencia de ser la compraventa, en nues- Pero el comprador adquirirá la pose-
tro derecho, como lo era en el derecho sión de la cosa y podrá ganarla consecuen-
romano, simplemente productiva de obli- cialmente por prescripción (art. 683). Esta
gaciones.
Si, en virtud del contrato de compra-
venta, mediante cierto precio, el vende- 51
Véase el Nº 164.

48
Segunda Parte: Los contratos en particular

prescripción será ordinaria o extraordina- de el momento de la tradición y no de la


ria, según que el comprador haya estado venta.
de buena o mala fe.52
b) Como consecuencia de ser ajena 138. Adquisición ulterior del dominio
la cosa podrá verse el vendedor en la im- por el vendedor. Iguales efectos produ-
posibilidad de entregarla, por ejemplo, ce la adquisición por el vendedor del do-
por no poder conseguirla del dueño. minio de la cosa vendida, después de ce-
El comprador, en tal caso, tiene dere- lebrado el contrato.
cho a demandar el cumplimiento del con- El art. 1819 expresa: “Vendida y en-
trato o su resolución, con indemnización tregada a otro una cosa ajena, si el ven-
de perjuicios. dedor adquiere después el dominio de
c) Si entregada la cosa al compra- ella, se mirará al comprador como verda-
dor, el dueño de ella la reivindica, el dero dueño desde la fecha de la tradi-
vendedor está obligado a sanear la evic- ción”.
ción, esto es, a defenderle en el juicio y La disposición concuerda con el
a indemnizarle en caso de producirse art. 682; si el tradente después adquiere
una privación total o parcial de la cosa el dominio se entenderá éste transferido
vendida. 53 desde el momento de la tradición.
No tiene el comprador este derecho El inc. 2º del art. 1819 señala una
si compró “a sabiendas de ser ajena la consecuencia lógica: “Por consiguiente,
cosa” (art. 1852, inc. 3º). si el vendedor la vendiere a otra perso-
na después de adquirido el dominio, sub-
137. Venta de cosa ajena ratificada por sistirá el dominio de ella en el primer
el dueño. El vendedor no puede transfe- comprador”.
rir un dominio de que carece. Pero si el La nueva venta que el vendedor hi-
dueño de la cosa vendida ratifica el con- ciere sería de cosa ajena; la cosa ya no le
trato, adquirirá el comprador el dominio pertenece y es de propiedad del compra-
retroactivamente. dor desde que le fue entregada.54
El art. 1818 dispone: “La venta de cosa
ajena, ratificada después por el dueño, 139. Sistema del Código Civil fran-
confiere al comprador los derechos de cés. El Código Civil francés dispone ter-
tal desde la fecha de la venta”. minantemente que la venta de cosa aje-
La disposición es desafortunada en su na es nula y puede dar origen a daños y
redacción y, entendida literalmente, ab- perjuicios, cuando el comprador haya ig-
surda y contraria al sistema del Código. norado que la cosa fuera ajena.55
Nótese que la ratificación no valida El contrato de compraventa es trans-
el contrato; el comprador adquiere los laticio de dominio, vender es enajenar.
derechos de tal desde el momento en que Es manifiestamente imposible transferir
el contrato se celebra, puesto que la ven- el dominio de una cosa ajena, esto es,
ta de cosa ajena es válida, con prescin- que por acuerdo entre comprador y ven-
dencia de la ratificación. dedor se haga el primero propietario de
Solamente la ratificación hace posi- una cosa que no pertenece al segundo.
ble que se transfiera el dominio y, obvia-
mente, éste se entiende transferido des-
54
Se observa que el art. 1818 reputa al com-
prador dueño “desde la fecha de la venta”, mien-
tras el art. 1819 le considera propietario “desde la
52
Si el comprador está de buena fe adquirirá fecha de la tradición”. La venta de cosa ajena, aun-
por prescripción ordinaria puesto que habrá tra- que el dueño la ratifique, no puede hacer al com-
dición y la compraventa de cosa ajena es un justo prador propietario sino desde que interviene al
título. modo de adquirir.
53
Véanse los Nos 184 y sgtes. 55
Art. 1599 del Código francés.

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Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

Esta imposibilidad jurídica determi- 141. Requisitos del precio. El precio


na la nulidad de la venta de cosa ajena. debe reunir los requisitos o cualidades
Frente a la demanda de nulidad, el vende- que siguen:
dor podría argüir que se pondrá en situación de a) debe consistir en dinero;
transferir el dominio, mediante un entendimien- b) debe ser real y serio, y
to con el propietario. Pero el comprador podría c) debe ser determinado.
replicar que tal cosa no ha sido lo convenido y El Código señala el primero y el últi-
que lo pactado fue que se le convertiría inme- mo de los requisitos enunciados; el se-
diatamente en propietario: este resultado no se
gundo resulta de la naturaleza misma del
ha producido ni podido producirse por ser aje-
na la cosa. precio y de la aplicación de los princi-
Como la imposibilidad jurídica a que se ha pios generales.
hecho referencia determina la nulidad de la ven-
ta de cosa ajena, la sanción no será aplicable cada
vez que, de acuerdo con la intención de las par- 1) El precio debe consistir en dinero
tes, el contrato se traduzca en una obligación
que el vendedor contrae, aunque fuere de trans-
142. El precio debe ser en dinero. El
ferir el dominio.
Así ocurre en la venta de cosas genéricas, art. 1793 establece reiteradamente que el
como la venta de 100 toneladas de trigo. De la precio debe consistir en dinero.
naturaleza de la cosa vendida resulta que las par- Si el precio no se estipula en dinero,
tes han tenido la intención de celebrar una com- no hay compraventa sino otro contrato
praventa simplemente generadora de obligacio- diverso; el precio en dinero, pues, es de
nes, esto es, una venta en que el vendedor se la esencia del contrato.
obliga a entregar 100 toneladas de trigo y no una
No obsta para que exista compraventa
venta que transfiera inmediatamente el dominio,
lo que es imposible porque la cosa vendida está la circunstancia de que el precio se pacte
determinada sólo genéricamente. en dinero, pero se pague con otra cosa.
La intención de las partes de celebrar una
venta romana puede ser manifiesta por los tér- 143. Cuándo hay compraventa y cuán-
minos del contrato. Así, es obviamente válido el do permuta. Si el precio no consiste en
contrato en que A vende a B una cosa que se dinero, el contrato será de permuta. Pero
sabe pertenece a C.
para que haya compraventa no es menes-
No es de la esencia, sino de la naturaleza del
contrato de compraventa, su carácter translaticio ter que el precio consista íntegramente
de dominio.56 en dinero.
Cuando el precio se estipula parte en
dinero y parte en otras cosas, el contrato
4. EL PRECIO será de compraventa o permuta, según la
relación que exista entre sus respectivos
140. El precio es esencial en la com- valores.
praventa. Tampoco se concibe el con- El art. 1794 previene: “Cuando el pre-
trato de compraventa sin un precio que, cio consiste parte en dinero y parte en
según previene el art. 1793, “es el dine- otra cosa, se entenderá permuta si la cosa
ro que el comprador da por la cosa ven- vale más que el dinero; y venta en el caso
dida”. contrario”.
Si falta el precio, carece de objeto la Si la cosa vale más que el dinero, hay
obligación del comprador; no puede exis- permuta; si la cosa vale tanto o menos
tir su obligación y, como consecuencia, que el dinero, compraventa.
carecería de causa la obligación del ven-
dedor.
2) El precio debe ser real

56
Baudry-Lacantinerie, ob. cit., t. III, Nº 500 y 144. Realidad y seriedad del precio.
sgtes. Que el precio sea real o serio significa

50
Segunda Parte: Los contratos en particular

que exista efectivamente una suma de di- quieren la determinación del objeto de
nero que se pague a cambio de la cosa. todo acto o declaración de voluntad
No es real el precio simulado o fin- (art. 1461).
gido; no es serio el precio cuando es Tres reglas fundamentales rigen la
irrisorio. materia:
La realidad o seriedad del precio debe a) la determinación del precio puede
existir tanto en relación a la voluntad de hacerse por acuerdo de las partes;
las partes, como en relación con la cosa b) el precio puede también ser deter-
que se reputa equivalente. minado por un tercero, y
En relación con la voluntad de las par- c) la determinación del precio no
tes, el precio real y serio significa que se puede dejarse al arbitrio de una de las
tenga efectivamente la intención de pa- partes.
garse por el comprador y de exigirse por
el vendedor. 147. Determinación del precio por las
Con relación a la cosa vendida el pre- partes. La forma normal de determinar
cio no será real o serio cuando exista en- el precio es el acuerdo de las partes. El
tre ambos tal desproporción que resulte art. 1808, inc. 1º, establece: “El precio de
puramente ilusorio. la venta debe ser determinado por los
contratantes”.
145. Precio justo y precio vil. Pero si Esta determinación se hará regular-
el precio debe ser real y serio, no es me- mente en el contrato; pero no hay incon-
nester que sea justo. veniente para hacer la determinación a
Precio justo es el que equivale al va- posteriori, sobre las bases señaladas en el
lor de la cosa, en oposición a precio vil contrato. Gozan las partes de amplia li-
que no refleja tal equivalencia. bertad para determinar la manera como
El precio vil o insuficiente no impor- ha de fijarse el precio. El artículo citado
ta que la compraventa carezca de precio; en su inc. 2º añade que “podrá hacerse
la vileza del precio no excluye la existen- esta determinación por cualesquiera me-
cia del contrato. dios o indicaciones que lo fijen”.
El precio vil es un precio serio. El Como una aplicación de esta regla el
vendedor ha contratado para recibir efec- inc. 3º del art. 1808 agrega, todavía: “Si
tivamente ese precio. se trata de cosas fungibles y se venden al
Por excepción, la desproporción de corriente de plaza, se entenderá el del día
valores entre la cosa y el precio, que oca- de la entrega, a menos de expresarse otra
siona una lesión patrimonial al vendedor, cosa”.
cuando es enorme, influye en la suerte En este caso, el precio no se ha de-
del contrato.57 terminado en el contrato, pero se ha fi-
jado una base para su determinación.
Para que se aplique la disposición es me-
3) El precio debe ser determinado nester: a) que se trate de cosas fungi-
bles, y b) que expresamente se vendan
146. Determinación del precio. La al precio de plaza.
determinación del precio es el señala- El art. 139 del Código de Comercio estable-
miento de la precisa cantidad que el ce una importante excepción. Si bien, en prin-
comprador debe pagar por la cosa com- cipio, no hay compraventa cuando las partes no
prada. están acordes en la cosa y en el precio, verifica-
Esta exigencia es el resultado de la da la entrega “se presumirá que las partes han
aplicación de las reglas generales que re- aceptado el precio corriente que tenga en el día
y lugar en que se hubiere celebrado el contra-
to” y si hubiere diversidad de precios en el mis-
mo día y lugar, “el comprador deberá pagar el
57
Véanse los Nos 245 y sgtes. precio medio”.

51
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

De esta manera, hay compraventa, a pesar El art. 1447, inc. 4º, establece que exis-
de no haberse convenido en el precio, siempre ten incapacidades particulares “que con-
que se entregue la cosa vendida. sisten en la prohibición que la ley ha im-
puesto a ciertas personas para ejecutar
148. Determinación del precio por un ciertos actos”.
tercero. La fijación del precio puede ha- En esta ocasión interesan solamente
cerla un tercero; puesto que su mandato estas incapacidades particulares o prohi-
arranca de la voluntad de las partes, se biciones.
considera como si ellas mismas hubieran
hecho la determinación. 150. Clasificación de las incapacida-
El art. 1809 dispone: “Podrá asimis- des. Las incapacidades especiales del con-
mo dejarse el precio al arbitrio de un trato de compraventa pueden ser dobles
tercero; y si el tercero no lo determinare, o simples.
podrá hacerlo por él cualquiera otra per- A ciertas personas les está vedado en
sona en que se convinieren los contra- absoluto celebrar el contrato de compra-
tantes; en caso de no convenirse, no ha- venta: se les prohíbe comprar y vender. A
brá venta”. otras personas les está solamente prohi-
El contrato, en tal caso, es condicio- bido comprar o vender.
nal, sujeto a la condición de que el terce- Las incapacidades, pues, pueden ser
ro efectúe la determinación del precio. de comprar, de vender y de comprar y
vender.
5. CAPACIDAD PARA CELEBRAR EL
CONTRATO DE COMPRAVENTA 1) Incapacidades de comprar y vender
149. Reglas generales. El art. 1445 es- 151. Compraventa entre cónyuges. El
tablece que para que una persona se obli- art. 1796 proclama enfáticamente que “es
gue a otra por un acto o declaración de nulo el contrato de compraventa entre
voluntad es menester “que sea legalmen- cónyuges no separados judicialmente”.
te capaz” y el art. 1446 añade que “toda La nulidad afecta, por tanto, al con-
persona es legalmente capaz, excepto trato de compraventa que celebren los
aquellas que la ley declara incapaces”. cónyuges casados en el régimen nor-
Para la compraventa, como para todo mal de matrimonio o bajo el régimen
contrato, la capacidad es la regla general de separación de bienes, aunque fuere
y la incapacidad constituye la excepción. total.
Dispone el art. 1795, en efecto: “Son há- Solamente es lícito celebrar entre sí
biles para el contrato de venta todas las el contrato de compraventa a los cónyu-
personas que la ley no declara inhábiles ges separados judicialmente.
para celebrarlo o para celebrar todo con- Los motivos de esta prohibición pue-
trato”. den resumirse de este modo:
a) Son incapaces para celebrar el con- a) La ley prohíbe las donaciones irre-
trato de compraventa, en primer térmi- vocables entre cónyuges y por medio de
no, las personas afectas a una incapaci- un contrato de compraventa simulado o
dad general para contratar. hecho a vil precio se burlaría fácilmente
Tales son los dementes, los pródigos la prohibición.
interdictos, los sordos o sordomudos que b) Los cónyuges podrían, mediante
no pueden darse a entender claramente, una venta simulada, sustraer sus bienes
los menores de edad (art. 1447). de la persecución de los acreedores.
b) Son incapaces, además, aquellas per-
sonas afectas a ciertas incapacidades parti- 152. Compraventa entre el padre y el
culares del contrato de compraventa. hijo sujeto a patria potestad. El art. 1796

52
Segunda Parte: Los contratos en particular

declara igualmente nulo el contrato de art. 1797 dice: “Se prohíbe a los admi-
compraventa “entre el padre o madre y nistradores de establecimientos públicos
el hijo sujeto a patria potestad”. vender parte alguna de los bienes que
La disposición tiene por objeto pro- administran, y cuya enajenación no está
teger al hijo, regularmente falto de expe- comprendida en sus facultades adminis-
riencia, y evitar al padre o madre el con- trativas ordinarias; salvo el caso de ex-
flicto entre el deber de cautelar los presa autorización de la autoridad com-
intereses del hijo y su propio interés. petente”.
a) La prohibición rige para el contra- La disposición, que se relaciona con
to de compraventa entre el “hijo sujeto a las atribuciones de los funcionarios pú-
patria potestad” y su padre o madre. blicos, es impropia del Código Civil. El
Con arreglo al artículo 243, la patria funcionario debe obrar dentro de la ór-
potestad es el conjunto de derechos y de- bita de sus atribuciones y no puede eje-
beres que corresponden al padre o ma- cutar sino los actos para que está expre-
dre sobre los bienes de sus hijos no eman- samente facultado.
cipados. El artículo 244 dispone que la El art. 7º de la Constitución Política
patria potestad será ejercida por el padre previene que ninguna magistratura, nin-
o la madre o ambos conjuntamente se- guna persona, ni grupo de personas, ni
gún convengan en acuerdo suscrito por aun a pretexto de circunstancias extraor-
escritura pública o acta extendida ante dinarias, puede atribuirse otra autoridad
cualquier oficial del Registro Civil, que o derechos “que los que expresamente se
se subinscribirá al margen de la inscrip- les hayan conferido en virtud de la Cons-
ción de nacimiento del hijo dentro de titución o las leyes” y que “todo acto en
los treinta días siguientes a su otorgamien- contravención a este artículo es nulo”.
to. A falta de acuerdo, al padre toca el
ejercicio de la patria potestad.
De este modo, en otros términos, se 3) Incapacidades para comprar
prohíbe el contrato de compraventa en-
tre el hijo y el padre o madre a cuya pa- 154. Prohibición a los empleados
tria potestad se encuentra sometido. públicos. Prescribe el art. 1798 que “al
b) Sin embargo, es válido entre el hijo empleado público se prohíbe comprar los
de familia y el padre o madre el contrato bienes públicos o particulares que se ven-
de compraventa, cuando verse sobre bie- dan por su ministerio”.
nes que forman parte del peculio profe- Para que obre la prohibición es con-
sional o industrial del primero. siguientemente menester: a) que quien
El art. 251 previene que “el hijo se vende sea un funcionario público, y b)
mirará como mayor de edad para la ad- que la venta se efectúe por su ministerio,
ministración y goce de su peculio profe- esto es, en el ejercicio de sus funciones.
sional o industrial, sin perjuicio de lo dis- Rige la prohibición “aunque la venta
puesto en el art. 254”. se haga en pública subasta”.
Respecto de los bienes que forman este Diversas disposiciones legales han ampliado
peculio, el hijo no está sometido a la patria el alcance de la prohibición.
potestad; pero la venta de estos bienes, si Así, el art. 22 del Código de Minería contie-
se tratare de inmuebles, debe ser autoriza- ne también prohibiciones similares.
da por el juez, con conocimiento de causa.
155. Prohibición a los jueces y fun-
cionarios del orden judicial. El art. 1798
2) Incapacidades para vender prohíbe comprar “a los jueces, abogados,
procuradores o escribanos los bienes en
153. Prohibición a los administrado- cuyo litigio han intervenido, y que se ven-
res de establecimientos públicos. El dan a consecuencia del litigio”. La prohi-

53
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

bición rige aunque la venta se verifique los, sino con arreglo a lo prevenido en el
en subasta pública. título De la administración de los tutores y
La ley exige, pues, para que se apli- curadores”.
que la prohibición: a) que el comprador Se ocupa de esta materia el art. 412.
sea alguna de las personas señaladas; Hace la disposición una marcada diferen-
b) que las cosas se vendan a consecuen- cia entre bienes muebles e inmuebles del
cia de un litigio, y c) que las personas pupilo:
referidas hayan intervenido en el litigio. a) El guardador no puede comprar
Pero el Código Orgánico de Tribuna- los bienes muebles del pupilo “sino con
les ha ampliado considerablemente el autorización de los otros tutores o cura-
campo de la prohibición. Dispone el dores generales, que no estén implicados
art. 321: “Se prohíbe a todo juez com- de la misma manera, o por el juez en
prar o adquirir a cualquier título para sí, subsidio”.
para su mujer o para sus hijos, las cosas o b) En cambio, la compra de bienes
derechos que se litiguen en los juicios de raíces del pupilo está radicalmente veda-
que él conozca. Se extiende esta prohibi- da a los guardadores. El art. 412, inc. 2º,
ción a las cosas o derechos que han deja- dispone que “ni aun de este modo –con
do de ser litigiosos, mientras no hayan autorización de los guardadores o del
transcurrido cinco años desde el día en juez– podrá el tutor o curador comprar
que dejaron de serlo; pero no compren- bienes raíces del pupilo”.
de las adquisiciones hechas a título de La prohibición se hace extensiva al
sucesión por causa de muerte, si el ad- cónyuge del tutor o curador, a sus des-
quirente tuviere respecto del difunto la cendientes, ascendientes, etc.
calidad de heredero abintestato”.
La disposición se aplica a los fiscales, 157. Incapacidad de los mandatarios,
defensores, relatores, secretarios y recep- síndicos y albaceas. Finalmente, el
tores (art. 481 del C. Orgánico). art. 1800 prescribe: “Los mandatarios, los
Entre las disposiciones del Código Civil y del síndicos de los concursos, y los albaceas,
Código Orgánico de Tribunales se perciben hon- están sujetos en cuanto a la compra de
das diferencias que conviene destacar: las cosas que hayan de pasar por sus ma-
a) El art. 1798 prohíbe comprar los bienes nos en virtud de estos encargos, a lo dis-
que se venden a consecuencia del litigio, como puesto en el art. 2144”.
los bienes embargados en un juicio ejecutivo. Sin embargo, conviene examinar se-
El art. 321 del Código Orgánico prohíbe la
paradamente la situación de mandatarios,
compra de cosas o derechos que se litiguen, aun-
que no se vendan a consecuencia del litigio, y síndicos y albaceas.
subsiste la prohibición hasta por cinco años, des- a) El art. 2144 dispone: “No podrá el
de que dejaron de tener carácter litigioso. mandatario por sí ni por interpuesta per-
b) La disposición del Código Orgánico no sona, comprar las cosas que el mandante
se aplica a los abogados y procuradores, quienes, le ha ordenado vender, ni vender de lo
en consecuencia, pueden adquirir cosas o dere- suyo al mandante lo que éste le ha orde-
chos litigiosos, con tal que no se vendan a con-
nado comprar, si no fuere con aproba-
secuencia del litigio.
Está permitido a abogados y procuradores el ción expresa del mandante”.
pacto de cuota litis, esto es, aquel en que el clien- La disposición abarca dos situaciones
te cede una parte alícuota de sus derechos liti- diversas:
giosos, en pago de la defensa y servicios que 1) No puede el mandatario comprar
aquéllos se obligan a prestarle. bienes de propiedad del mandante, cuya
venta se le ha encomendado.
156. Incapacidad de los tutores y Por lo tanto, nada obsta para que el
curadores. El art. 1799 dispone: “No es mandatario compre bienes del mandan-
lícito a los tutores y curadores comprar te, diversos de aquellos que se le confió
parte alguna de los bienes de sus pupi- vender.

54
Segunda Parte: Los contratos en particular

2) Tampoco puede el mandatario ven- nunca podrá el albacea obtener la expre-


der bienes suyos al mandante que le ha sa aprobación del causante.
encargado comprar.
El objeto de la disposición no es otro
que precaver los abusos que pudiera co- 6. MODALIDADES DEL CONTRATO
meter el mandatario; este peligro desapa- DE COMPRAVENTA
rece si el mandante consiente, de modo
expreso. 158. Generalidades. El contrato de
Las prohibiciones impuestas al man- compraventa es susceptible de modalida-
datario no son, pues, absolutas o irreme- des y rigen, al respecto, las reglas genera-
diables; le está permitido comprar para les. El contrato, por tanto, puede ser con-
sí lo que se le ha ordenado vender o ven- dicional, a plazo, modal, etc.
der de lo suyo cuando se le ha ordenado El art. 1807 dice: “La venta puede ser
comprar, “con la aprobación expresa del pura y simple, o bajo condición suspensi-
mandante”. va o resolutoria. Puede hacerse a plazo
b) La disposición es aplicable a los para la entrega de la cosa o del precio.
síndicos, en cuanto no pueden comprar Puede tener por objeto dos o más cosas
para sí los bienes que, en su carácter de alternativas. Bajo todos estos respectos se
tales, deben vender para hacer pago a rige por las reglas generales de los con-
los acreedores. tratos, en lo que no fueren modificadas
El artículo 38 de la Ley de Quiebras, por las de este título”.
hoy incorporada al Libro IV del Código Pero existen, además, ciertas modali-
de Comercio, en este sentido, dispone que dades especiales de la compraventa que
el síndico que se concertare con el deu- es menester estudiar y que, como es na-
dor, con algún acreedor o tercero para tural, imprimen al contrato una particu-
proporcionarle alguna ventaja indebida o lar manera de ser.
para obtenerla para sí, será penado con
presidio menor en su grado máximo a pre- 159. Venta al peso, cuenta o medida.
sidio mayor en su grado mínimo, salvo que La venta de las cosas que se aprecian se-
cualquiera de los actos delictuosos que hu- gún su cantidad puede hacerse en blo-
biere cometido en el desempeño de su que o al peso, cuenta o medida.
cargo tuviere asignada mayor pena, pues La venta es hecha en bloque cuando
entonces se aplicará ésta. Será, además, no es necesario pesar, contar o medir para
castigado con inhabilidad especial perpetua llegar a determinar, sea la cosa vendida,
para ejercer el cargo de síndico. sea el precio de la venta.58 La venta será
c) En cuanto a los albaceas, si bien el a peso, cuenta o medida cada vez que sea
art. 1800 se remite a las reglas antes indi- menester pesar, contar o medir para de-
cadas del mandato, el art. 1294 establece terminar la cosa o el precio.
que “lo dispuesto en los arts. 394 y 412 se Pero los efectos de la venta son di-
extenderá a los albaceas”, esto es, hace versos según que la operación de pesar,
aplicables las normas de las guardas. contar o medir vaya encaminada a de-
Frente a esta contradicción, debe pre- terminar el precio total o la cosa que se
valecer la regla del art. 1294 y, en conse- vende.
cuencia, no podrá el albacea, ni las per- a) Imagínese que se venden ciertas
sonas ligadas a él, comprar bienes cosas determinadas, pero que para esta-
muebles de la sucesión sino con anuen-
cia de los otros albaceas no inhabilitados
o del juez en subsidio, y los bienes in-
58
Baudry-Lacantinerie, ob. cit., t. III, Nº 466.
Para algunos autores, la venta es a peso, cuenta o
muebles en ningún caso. medida solamente cuando es menester pesar, con-
La regla del mandato no es práctica- tar o medir para determinar la cosa vendida, pero
mente aplicable al albaceazgo, porque no el precio.

55
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

blecer su precio total sea menester pesar- cio, señalaren día para el peso, cuenta o
las, contarlas o medirlas. medida, y el uno o el otro no compare-
A vende a B el trigo que tiene en su cieren en él, será éste obligado a resarcir
bodega, a razón de $ 46 el quintal. al otro los perjuicios que de su negligen-
La venta se encuentra perfecta; las par- cia resultaren; y el vendedor o compra-
tes han convenido en la cosa y en la ma- dor que no faltó a la cita podrá, si le
nera de fijar el precio que consistirá en conviniere, desistir del contrato”.
pesar, contar o medir las cosas vendidas. Las partes disponen de estas acciones
El art. 1821, inc. 1º, dispone: “Si se porque el contrato tiene existencia jurídica.
vende una cosa de las que suelen vender- Tales acciones, en suma, se reducen a pedir
se a peso, cuenta o medida, pero señala- el cumplimiento del contrato o su resolu-
da de modo que no pueda confundirse ción, con indemnización de perjuicios.59
con otra porción de la misma cosa, como
todo el trigo contenido en cierto grane- 160. Venta a prueba o al gusto. La
ro, la pérdida, deterioro o mejora perte- compraventa, en general, se perfecciona
necerá al comprador, aunque dicha cosa desde que las partes están acordes en la
no se haya pesado, contado ni medido; cosa y en el precio. La venta a prueba o
con tal que se haya ajustado el precio”. al gusto constituye una excepción.
b) Supóngase, ahora, que se vende El art. 1823 dispone: “Si se estipula que
una cosa que es preciso contar, pesar o se vende a prueba, se entiende no haber
medir para determinarla. contrato mientras el comprador no decla-
A vende a B 100 de las 500 toneladas ra que le agrada la cosa de que se trata, y
de trigo que tiene en bodega, al precio la pérdida, deterioro o mejora pertenece
de $ 1.000 la tonelada. entre tanto al vendedor. Sin necesidad de
Se conoce el precio que es de $ 100.000; estipulación expresa se entiende hacerse
la operación de pesaje va encaminada a a prueba la venta de todas las cosas que se
determinar la cosa vendida. Puesto que acostumbra vender de ese modo”.
la venta no recae sobre todo el trigo en El contrato no se perfecciona sino
bodega, dicha operación es indispensa- cuando el comprador encuentra la cosa
ble para saber qué parte del trigo es la de su personal agrado, con la lógica con-
vendida. secuencia de que, entre tanto, la pérdi-
La venta se encuentra igualmente per- da, deterioro o mejora pertenece al ven-
fecta; pero los riesgos serán de cargo del dedor.
comprador desde que las cosas hayan sido La venta es a prueba o al gusto:
pesadas, contadas o medidas. a) cuando expresamente lo convienen las
El art. 1821, inc. 2º, expresa: “Si de partes, y b) cuando las cosas vendidas son
las cosas que suelen venderse a peso, cuen- de aquellas que se acostumbre vender de
ta o medida, sólo se vende una parte in- este modo, aunque no medie una expre-
determinada, como diez fanegas de trigo sa estipulación.60
de las contenidas en cierto granero, la El comprador puede renunciar a la facultad
pérdida, deterioro o mejora no pertene- de gustar las cosas. Habrá renuncia, por ejemplo,
cerá al comprador, sino después de ha- cuando aparece claramente que el comprador ha
berse ajustado el precio y haberse pesa-
do, contado o medido dicha parte”.
c) La operación de peso, cuenta o 59
El art. 1822 dispone que el contratante que
medida determina solamente de cargo de acudió a la cita “podrá” desistir del contrato, “si le
quién son los riesgos; pero el contrato se conviniere”; si no lo desea o no le conviene, podrá
encuentra perfecto. obviamente pedir su cumplimiento.
60
En verdad, no es propiamente venta al gusto
Esta conclusión es indudable en mé- aquella en que las partes estipulan expresamente la
rito de lo que dispone el art. 1822: “Si facultad del comprador de probar la cosa y recha-
avenidos vendedor y comprador en el pre- zarla si no le agrada. Tal es la venta al ensayo.

56
Segunda Parte: Los contratos en particular

querido, simplemente, comprar cosas de buena Por medio de un convenio expreso,


calidad o cuando se compran mercaderías de un las partes pueden imponerse toda suerte
tipo fijo y conocido, como vino embotellado de de obligaciones accidentales; así, el com-
una determinada marca.
prador podrá obligarse a levantar en el
predio que compra determinadas cons-
161. Otras modalidades del contrato
trucciones.
de compraventa. El Código Civil no re-
glamenta otras modalidades del contrato
de compraventa. Entre tales modalidades
1) Obligaciones del vendedor
pueden señalarse las que siguen:
a) La venta puede ser al ensayo, en-
163. Enunciación. El art. 1824 previe-
tendiéndose por tal aquella en que el
ne: “Las obligaciones del vendedor se re-
comprador se reserva expresamente la
ducen en general a dos: la entrega o tra-
facultad de probar la cosa o ensayarla
dición, y el saneamiento de la cosa
para verificar si reúne las condiciones
vendida”.
requeridas.
La obligación de saneamiento com-
b) La venta puede ser hecha sobre
prende dos aspectos: el saneamiento de
muestras, cuando la cosa comprada se
la evicción y de los vicios redhibitorios.
determina con arreglo a una muestra o
La expresión “en general” indica que
modelo que el comprador suministra al
tales son las obligaciones que normalmen-
vendedor, a fin de que aquella reúna
te contrae el vendedor.
las cualidades de dicha muestra o mo-
delo.
A) Obligación de entregar la cosa
vendida
7. EFECTOS DEL CONTRATO
DE COMPRAVENTA 164. Alcance de la obligación del
vendedor. Importa precisar el alcance de
162. Generalidades. Los efectos del la obligación del vendedor y decidir a qué
contrato de compra venta son los dere- concretamente se obliga.
chos y obligaciones que genera para las ¿Se obliga el vendedor a hacer al com-
partes contratantes. Como el contrato es prador dueño de la cosa? ¿Se obliga sola-
bilateral, ambas partes contraen obliga- mente a procurarle una posesión pacífi-
ciones recíprocas. ca y útil?
Enuncia la definición del art. 1793 Se percibe fácilmente cuáles son las
cuáles son las obligaciones fundamenta- consecuencias del criterio que se adopte.
les de las partes: dar el vendedor la cosa Si el vendedor se obliga a hacer dueño al
y pagar el comprador el precio. comprador, violará su obligación cada vez
Tales son las obligaciones de la esen- que la compraventa, seguida de la corres-
cia del contrato; sin ellas no hay contrato pondiente tradición, no convierta al com-
o existe uno diverso. prador en propietario. Si, por la inversa,
Sin necesidad de una estipulación ex- su obligación se reduce a procurar al com-
presa, las partes contraen otras obligacio- prador la posesión pacífica y útil cumpli-
nes; por ejemplo, el vendedor está obli- rá el vendedor su obligación mientras el
gado al saneamiento de la evicción y de comprador goce de la cosa tranquila y
los vicios redhibitorios. útilmente, aunque no se haga dueño de
Dichas obligaciones son de la natura- ella.
leza del contrato; pueden los contratan- Ahora bien, para que el comprador
tes abolirlas, sin que pierda su peculiar devenga propietario es indispensable que
fisonomía, pero para ello será menester el vendedor lo sea; de otro modo, la com-
una cláusula especial. praventa seguida de la tradición no hará

57
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

dueño al comprador; le conferirá sólo los sesión legal y material de la cosa. La trans-
derechos transferibles del vendedor y tra- ferencia del dominio se opera como con-
dente (art. 682) y le dará la posesión de secuencia de que el vendedor debe dar
la cosa (art. 683). al comprador la posesión, haciéndole la
a) El art. 1815 proclama la validez de tradición de la cosa vendida. La adquisi-
la venta de cosa ajena; vendida la cosa ción del dominio se producirá consecuen-
ajena, el vendedor cumplirá su obligación cialmente, a condición de que el vende-
entregándola, poniéndola a disposición dor sea dueño.
del comprador para que la goce útil y
pacíficamente. El comprador no adquiri- 165. Forma de la entrega. La entrega
rá el dominio por la muy sencilla razón de la cosa vendida se efectúa de acuerdo
de que el vendedor no era dueño. con las disposiciones que rigen la tradi-
Cierto es que la venta de cosa ajena ción.
deja naturalmente a salvo los derechos El art. 1824, inc. 2º, dispone: “La tra-
del propietario. Pero mientras éste no re- dición se sujetará a las reglas dadas en el
clame y haga valer sus derechos de due- Título VI del Libro II”. Será menester dis-
ño, ningún cargo puede formular el com- tinguir, por lo tanto, si se trata de bienes
prador al vendedor puesto que el derecho muebles o inmuebles.
del dueño no le turba en el goce de la a) La tradición de los bienes muebles
cosa comprada. se verifica significando una de las partes
b) Por consiguiente, carece el com- a la otra que le transfiere el dominio y
prador del derecho para pedir la resolu- figurando la transferencia de alguna de
ción del contrato, pretextando que el ven- las maneras que señala el art. 684.
dedor no le ha hecho dueño de la cosa. La tradición de los bienes muebles
Así se ha fallado.61 por anticipación, como las maderas y los
Por otra parte, la acción resolutoria frutos de los árboles, se verifica en el mo-
carece, en este caso, de un objetivo prác- mento de la separación del inmueble.
tico; por su intermedio el comprador per- b) La tradición de los bienes raíces,
seguiría la abolición del contrato y la res- en general, se efectúa por la inscripción
titución de lo que hubiere pagado. del contrato de compraventa en el Regis-
Este resultado se obtiene por la ac- tro de Propiedades del Conservador de
ción de saneamiento de la evicción. Pri- Bienes Raíces.
vado el comprador de todo o parte de la La regla tiene excepciones:
cosa comprada por sentencia judicial, el 1) La tradición del derecho de servi-
contrato quedará abolido en el hecho, y dumbre se verifica por escritura pública
el comprador tiene derecho a que se le en que el tradente exprese constituirlo y
indemnice, indemnización que compren- el adquirente aceptarlo (art. 698). Sin
de, en primer término, la restitución del embargo, la servidumbre de alcantarilla-
precio. do en predios urbanos debe inscribirse
c) En nuestro derecho, siguiendo la (Ley Nº 6.977).
tradición romana, el vendedor se obliga, 2) La tradición de las minas debe ha-
pues, a proporcionar al comprador la po- cerse por la inscripción en el Registro de
Propiedad del Conservador de Minas
(arts. 92, 101, 178 del C. de Minería).
61
Pothier resume claramente estas ideas: “Por
esto es que si alguno me ha vendido de buena fe 166. Obligación de entregar material-
una heredad que no le pertenecía, pero que me mente la cosa. La cosa vendida debe ser
ha puesto en posesión de la misma, aunque yo des- puesta materialmente a disposición del
cubra después que no sea su dueño, no tengo nin-
guna acción en su contra, en tanto no sea turba- comprador; no se entiende cumplida la
do por otra persona”. Traité du contrat de vente, obligación del vendedor por el hecho de
t. III, Nº 48. inscribirse el título del inmueble en el

58
Segunda Parte: Los contratos en particular

registro del Conservador, aunque median- 1) que la cosa no haya sido entregada.
te la inscripción adquiera legalmente el Para que sea posible al vendedor re-
comprador la posesión de la cosa. tener la cosa es obviamente indispensa-
La posesión legal de la cosa, si no va ble que la tenga aún en su poder.
aparejada de su tenencia material, no 2) que el comprador no haya pagado
brinda al comprador las ventajas que per- el precio.
sigue del contrato. Como el derecho de retención es una
La falta de entrega real o material au- garantía para el vendedor, encaminada a
toriza al comprador para reclamarla o asegurar el pago del precio, no se justifi-
para pedir la resolución del contrato de ca que el vendedor resista la entrega, si
compraventa.62 éste ha sido cancelado.
Sin embargo, aunque el comprador
167. Época en que debe efectuarse la no haya pagado el precio, no puede el
entrega. La entrega de la cosa vendida vendedor retener la cosa vendida si aquél
debe efectuarse en la época estipulada; a está “pronto” a pagarlo.
falta de estipulación, la entrega es exigi- El pago que el comprador ha hecho
ble inmediatamente de celebrado el con- o está pronto a verificar debe ser íntegro
trato. para que pueda reclamar la entrega de la
El art. 1826, inc. 1º, establece: “El ven- cosa. Si no ha pagado o está llano a pa-
dedor es obligado a entregar la cosa ven- gar el precio en su totalidad, podrá el
dida inmediatamente después del contra- vendedor retener la cosa vendida.
to, o a la época prefijada en él”. 3) que no se haya fijado plazo para el
La época de la entrega, que no es el pago.
resultado de una expresa estipulación, Si se convino un plazo para el pago
puede resultar de las circunstancias del del precio, las partes han postergado vo-
contrato. Así, en la venta de un producto luntariamente el cumplimiento de la obli-
agrícola en verde, la entrega no podrá gación del comprador; la falta de pago
verificarse antes de la cosecha. El plazo no autoriza al vendedor para retener la
para la entrega, en este caso, es tácito. cosa.
b) Pero aunque se haya convenido
168. Derecho de retención del vende- un plazo para el pago del precio, puede
dor. Sin embargo el vendedor tiene dere- el vendedor retener la cosa, cuando se
cho a retener la cosa vendida en ciertas vea en peligro de perderlo como conse-
circunstancias; no está obligado, enton- cuencia de una disminución considera-
ces, a entregar la cosa y carece el com- ble de la fortuna del comprador.
prador del derecho de reclamarla: El art. 1826, inc. 4º, expresa: “Pero si
a) En primer término, no está obliga- después del contrato hubiere menguado
do el vendedor a entregar la cosa cuan- considerablemente la fortuna del compra-
do el comprador no ha pagado o no está dor, de modo que el vendedor se halle
dispuesto a pagar el precio. en peligro inminente de perder el pre-
El art. 1826, inc. 3º, en efecto, dispo- cio, no se podrá exigir la entrega aunque
ne: “Todo lo cual se entiende si el com- se haya estipulado plazo para el pago del
prador ha pagado o está pronto a pagar precio, sino pagando, o asegurando el
el precio íntegro o ha estipulado pagar a pago”.
plazo”. Como la facultad de retener el pre-
Para que el vendedor goce de este cio tiende a asegurar el pago, cesa esta
derecho legal de retención es menester: facultad del vendedor cuando el compra-
dor lo cauciona de alguna manera eficaz.
62
R. de D. y J., t. XXVII, I, pág. 1905. Véase
Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chile- 169. Lugar de la entrega. A falta de
nas a propósito del art. 1824. disposiciones especiales, rigen para de-

59
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

terminar el lugar de la entrega las reglas al comprador, a menos que se haya esti-
generales de los arts. 1587, 1588 y 1589. pulado entregar la cosa al cabo de cierto
La entrega, pues, en primer término, tiempo o en el evento de cierta condi-
debe hacerse en el lugar convenido. En ción; pues en estos casos no pertenece-
defecto de estipulación y si la cosa vendi- rán los frutos al comprador, sino vencido
da es una especie o cuerpo cierto, la en- el plazo, o cumplida la condición. Todo
trega se hará en el lugar en que se en- lo dicho en este artículo puede ser modi-
contraba al tiempo del contrato; si se trata ficado por estipulaciones expresas de los
de cosas genéricas, deben entregarse en contratantes”.
el domicilio del deudor al tiempo de la a) Pertenecen al comprador, pues, los
venta, salvo que las partes dispongan, de frutos naturales pendientes al tiempo del
común acuerdo, otra cosa. contrato, esto es, los que se encontraren
aún adheridos a la cosa fructuaria
170. Gastos de la entrega. Los gastos (art. 645).
del pago son de cargo del deudor No debe el comprador ninguna in-
(art. 1571); por lo tanto, serán de cargo demnización al vendedor por los gasos
del vendedor los que demande la entre- hechos para producirlos: tales gastos se
ga en el lugar debido. En cambio, incum- han tenido ciertamente en cuenta para
birán al comprador los gastos en que sea la fijación del precio.
menester incurrir para transportar la cosa Concordante con esta regla y para evi-
ya entregada. tar posibles dificultades, el art. 1829 ex-
El art. 1825 prescribe: “Al vendedor presa: “La venta de una vaca, yegua u
tocan naturalmente los costos que se hi- otra hembra comprende naturalmente la
cieren para poner la cosa en disposición del hijo que lleva en el vientre o que ama-
de entregarla, y al comprador los que se manta; pero no la del que puede pacer y
hicieren para transportarla después de alimentarse por sí solo”.
entregada”. b) Igualmente pertenecen al compra-
dor los frutos, tanto naturales como civi-
171. Qué comprende la entrega. El les, que la cosa vendida produzca des-
pago debe hacerse bajo todos respectos pués de celebrado el contrato.
al tenor de la obligación y el acreedor no El art. 1816 modifica, en verdad, las
está obligado a recibir cosa diversa de la reglas de los arts. 646 y 648, que dispo-
que se le debe, ni aun a pretexto de ser nen que los frutos naturales y civiles de
de igual o mayor valor la ofrecida una cosa pertenecen a su dueño. El com-
(art. 1569). prador no hace suyos los frutos desde que,
Para la compraventa rige esta regla en virtud de la tradición, se convierte en
fundamental que reproduce el art. 1828: propietario, sino desde la celebración del
“El vendedor es obligado a entregar lo contrato.
que reza el contrato”. La regla del art. 1816 tiene tres ex-
La cosa vendida debe ser entregada cepciones:
con sus accesorios y frutos. 1) cuando las partes han señalado un
plazo para la entrega porque los frutos
172. Frutos de la cosa vendida. La pertenecen al vendedor, en tal caso, has-
cosa vendida debe ser entregada al com- ta el vencimiento del plazo.
prador con aquellos frutos que, según la 2) cuando la cosa debe entregarse
ley, le pertenecen. Decide el art. 1816 cuá- cumplida una condición, porque los fru-
les son los frutos que pertenecen a uno u tos pertenecerán igualmente al vendedor
otro contratante: “Los frutos naturales, hasta que la condición prevista se cum-
pendientes al tiempo de la venta, y todos pla, y
los frutos, tanto naturales como civiles que 3) cuando las partes han estipulado
después produzca la cosa, pertenecerán cláusulas especiales. en cuyo caso los fru-

60
Segunda Parte: Los contratos en particular

tos pertenecerán al comprador o vende- La regla es aplicable a la venta de


dor, según las normas contractuales. cosas genéricas que se hace en bloque o
que deben ser pesadas, contadas o medi-
173. Accesorios de la cosa vendida. No das para determinar el precio total.
establece el Código una disposición de ca- La norma tiene excepciones: a) en la
rácter general que disponga que la cosa ven- venta condicional, sujeta a una condición
dida debe entregarse con sus accesorios.63 suspensiva; b) en la venta a peso, cuenta
Solamente el art. 1830 dispone: “En la ven- o medida en que debe precederse a pe-
ta de una finca se comprenden naturalmen- sar, contar o medir para determinar la
te todos los accesorios, que según loa arts. cosa vendida, y c) en la venta al gusto.
570 y siguientes se reputan inmuebles”. a) En la compraventa subordinada a
Pero la regla es igualmente aplicable una condición suspensiva la pérdida for-
a la venta de cosas muebles. Así, la venta tuita de la cosa debe soportarla el vende-
de una nave comprende, además del cas- dor, cuando ésta sobreviene pendiente la
co, la maquinaria y las pertenencias fijas condición.
o móviles que la complementan (art. 827 Junto con extinguirse la obligación del
del C. de Comercio). vendedor de entregar la cosa, se extin-
gue la del comprador de pagar el precio.
174. Riesgos de la cosa vendida. De Soporta el vendedor el riesgo porque su-
acuerdo con la regla general del art. 1550, fre la pérdida de la cosa, sin recibir nin-
el riesgo de la especie o cuerpo cierto guna compensación.
cuya entrega se debe es de cargo del La pérdida fortuita parcial o deterio-
acreedor. El art. 1820 aplica esta norma ro pertenece al comprador porque debe
al contrato de compraventa y pone los recibir la cosa en el estado de deterioro
riesgos a cargo del comprador. en que se encuentre, sin derecho a que
Establece la disposición legal que “la se le rebaje el precio.
pérdida, deterioro o mejora de la espe- La disposición advierte que es menes-
cie o cuerpo cierto que se vende, perte- ter que la condición se cumpla. Si falla la
nece al comprador, desde el momento condición, no hay ni ha habido contrato
de perfeccionarse el contrato, aunque no y la pérdida o deterioro pertenecerán al
se haya entregado la cosa”. dueño de la cosa, el frustrado vendedor.
Por consiguiente, la pérdida de la cosa b) En la venta a peso, cuenta o medi-
vendida proveniente de un caso fortuito, da en que las operaciones de pesar, con-
extingue la obligación del vendedor de tar o medir tienen por objeto determi-
entregarla; pero el comprador, en cam- nar la cosa vendida, la pérdida, deterioro
bio, deberá pagar el precio. o mejora pertenecen al comprador sólo
Si la cosa se ha deteriorado o pereci- desde que tales operaciones se verifiquen.
do parcialmente, debe el comprador so- c) En la compraventa al gusto, los ries-
portar igualmente el deterioro porque gos son del comprador desde que ha ex-
habrá de recibirla en el estado en que se presado que la cosa le agrada y, mientras
encuentre. tanto, corresponden al vendedor.
Como justa compensación, pertene-
cen al comprador, sin costo alguno, las 175. La entrega en la venta de predios
mejoras de la cosa y, como se dijo, sus rústicos. “Un predio rústico –dice el
frutos. art. 1831– puede venderse con relación a
su cabida o como una especie o cuerpo
cierto”. Esto significa que la venta puede
verificarse tomando en consideración la ca-
63
El Código Civil francés en cambio dispone
en su art. 1615: “La obligación de entregar la cosa bida del predio o desentendiéndose de ella.
comprende sus accesorios y todo lo que ha estado Se comprende que si se vende un pre-
destinado a su uso perpetuo”. dio con relación a su cabida o superficie,

61
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

pueden surgir dificultades con motivo de 176. Efectos de la venta con relación
que la cabida real sea mayor o menor a la cabida. En la venta hecha con rela-
que la expresada en el contrato y que ción a la cabida podrá plantearse una de
tales dificultades no pueden plantearse si estas dos cuestiones: que la cabida real
la venta se hace sin tomar en cuenta la del predio sea mayor o menor que la ca-
superficie o cabida del predio. bida declarada en el contrato.
Importa precisar, por lo tanto, cuán- a) Si la cabida real, esto es, la superfi-
do se entiende vendido un predio con cie que realmente mide el predio, es ma-
relación a la cabida y cuándo como espe- yor que la expresada en el contrato, podrá
cie o cuerpo cierto. ser poco o mucho mayor. Naturalmente las
El art. 1831, inc. 2º, expresa que se consecuencias son diferentes.
vende con relación a la cabida, “siempre Pero el legislador ha debido señalar
que ésta se exprese de cualquier modo una pauta exacta. Considera que la cabi-
en el contrato” y el inciso final añade da real es mucho mayor cuando el pre-
que “en todos los demás casos se enten- cio del sobrante excede de la décima par-
derá venderse el predio o predios como te del precio de la verdadera cabida.
un cuerpo cierto”. Por ejemplo, se venden 1.000 m2 en
Pero no es exacto que la venta sea $ 1.000.000 a razón de $ 1.000 el m2 la ca-
hecha en relación a la cabida cada vez bida real del predio resulta ser de 1.050
que se exprese en el contrato; si la cabi- m2. El precio del exceso es de $ 50.000 y el
da se indica como un dato meramente precio de la cabida real es de $ 1.050.000,
ilustrativo, la cosa debe entenderse ven- el sobrante no alcanza a la décima parte.
dida como cuerpo cierto. En este caso, el vendedor tendrá de-
En líneas generales, la venta se en- recho a que se le aumente proporcional-
tiende efectuada con relación a la cabi- mente el precio. El art. 1832, inc. 1º, es-
da siempre que: a) la cabida se exprese tablece: “Si se vende el predio con
en el contrato; b) el precio se fije con relación a su cabida, y la cabida real fue-
relación a ella, y c) las partes no renun- re mayor que la cabida declarada, deberá
cien a las acciones resultantes de que la el comprador aumentar proporcional-
cabida real sea diversa de la que reza el mente el precio”.
contrato. En el mismo ejemplo propuesto, su-
El art. 1831, inc. 3º, expresa: “Es indi- póngase que la cabida real es de 1.200
ferente que se fije directamente un pre- m 2; el precio del exceso sería de
cio total, o que éste se deduzca de la ca- $ 200.000 y el precio de la cabida real
bida o número de medidas que se de $ 1.200.000. El exceso es superior a
expresa, y del precio de cada medida”. la décima parte.
Y en el inc. 4º añade: “Es asimismo En esta hipótesis, queda al arbitrio
indiferente que se exprese una cabida to- del comprador desistir del contrato o au-
tal o las cabidas de las varias porciones de mentar el precio proporcionalmente. El
diferentes calidades y precios que conten- art. 1832 previene que la regla de su pri-
ga el predio, con tal que de estos datos mera parte no rige en el caso de que “el
resulte el precio total y la cabida total”. precio de la cabida que sobre, alcance a
En cambio, un predio se entiende ven- más de una décima parte del precio de
dido como cuerpo cierto cada vez que: la cabida real; pues en este caso podrá el
a) la cabida no se exprese en el contrato, comprador, a su arbitrio, o aumentar pro-
y b) las partes mencionen la cabida, pero porcionalmente el precio o desistir del
expresa o tácitamente declaren que es un contrato; y si desiste, se le resarcirán los
dato puramente ilustrativo y que no ha- perjuicios según las reglas generales”.
cen cuestión por los defectos de ella. b) Si la cabida real es menor que la
Comúnmente se expresa en el con- declarada en el contrato, del mismo
trato que la venta se hace ad corpus. modo, podrá ser poco o mucho menor.

62
Segunda Parte: Los contratos en particular

Considera el legislador que la cabida se le exigiere, se observará lo prevenido


real es mucho menor cuando el precio de en el inc. 2º del artículo precedente”.64
la cabida que falta excede de la décima Por lo tanto, será menester averiguar
parte del precio de la cabida declarada. si la parte que falta dentro de los linde-
Por ejemplo, se venden 1.000 m2 en ros excede o no de la décima parte de lo
$ 1.000.000, esto es a razón de $ 1.000 que en ellos se comprende. Si no exce-
el m2; el predio tiene, en verdad, una de, el comprador podrá reclamarla o pe-
superficie de 950 m2. El precio de la ca- dir una rebaja del precio; si excediere,
bida que falta es de $ 50.000 inferior a podrá pedir la rebaja proporcional del
la décima parte del valor de la cabida precio o desistir del contrato con indem-
declarada. nización de perjuicios.
En tal caso, con arreglo al inc. 2º del
art. 1832, “si la cabida real es menor que 178. Aplicación de los arts. 1832 y
la cabida declarada, deberá el vendedor 1833 a cualquier conjunto de mercade-
completarla; y si esto no le fuere posible, rías. El art. 1835 dispone que las reglas
o no se le exigiere, deberá sufrir una dis- de los arts. 1832 y 1833 “se aplican a cual-
minución proporcional del precio”. quier todo o conjunto de efectos o mer-
Supóngase, en el ejemplo propuesto, caderías”.
que la cabida real es de 800 m2; el precio Así, por ejemplo, si se vende un reba-
de la cabida que falta es de $ 200.000 su- ño de 100 animales, a razón de $ 20.000
perior a la décima parte del precio de la cada uno y faltan algunos, el comprador
cabida declarada que es de $ 1.000.000. podrá pedir que se le entreguen los que
Entonces, conforme a la misma dis- faltan, que se rebaje el precio o desistir
posición legal, “si el precio de la cabida del contrato, según los varios casos.
que falte alcanza a más de una décima
parte del precio de la cabida completa, 179. Prescripción. Las acciones que
podrá el comprador, a su arbitrio, o acep- otorgan los arts. 1832 y 1833 prescriben
tar la disminución del precio o desistir en corto tiempo. El art. 1834 dispone:
del contrato en los términos del prece- “Las acciones dadas en los dos artículos
dente inciso”. precedentes expiran al cabo de un año,
contado desde la entrega”.
177. Efectos de la venta de un predio Las acciones de que se trata son: a) la
como cuerpo cierto. La compraventa de acción del vendedor para exigir un au-
un predio rústico como cuerpo cierto no mento del precio cuando la cabida real
plantea ningún problema de cabida; jus- es mayor que la declarada; b) la acción
tamente para zanjar toda dificultad al res- del comprador para pedir la rebaja del
pecto los contratantes realizan la venta precio cuando la cabida declarada es me-
ad corpus. nor que la cabida real; c) la acción del
El art. 1833, inc. 1º, establece esta con- comprador para exigir la entrega de la
secuencia, o sea, que “no habrá derecho cabida que falta en el mismo caso, y d) la
por parte del comprador ni del vende- acción del comprador para desistir del
dor para pedir rebaja o aumento del pre- contrato.
cio sea cual fuere la cabida del predio”.
Pero aunque no pueda suscitarse cues-
tión por la superficie del predio, el ven- 64
No se concibe prácticamente una venta sin
dedor debe entregar todo lo que se com- señalamiento de linderos. No podría inscribirse
prenda en sus deslindes. El inc. 2º del porque el art. 78 del Reglamento del Conservador
art. 1833 establece que “si se vende con dispone que en la inscripción se mencione “el nom-
bre y linderos del fundo” y el art. 82 añade que “la
señalamiento de linderos, estará obliga- falta absoluta en los títulos de alguna de las desig-
do el vendedor a entregar todo lo com- naciones legales sólo podrá llenarse por medio de
prendido en ellos; y si no pudiere o no escritura pública”.

63
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

180. Acción rescisoria por lesión No basta que el vendedor entregue la


enorme. Las acciones especiales otorga- cosa vendida; es preciso que la entregue
das a comprador y vendedor no les pri- en condiciones tales que el comprador
van de la acción rescisoria por lesión enor- pueda gozar de ella tranquila y útilmente.
me, cuando las diferencias de la cabida No logrará el comprador una pose-
sean de tal importancia que constituyan sión tranquila o pacífica de la cosa vendi-
una lesión de esta índole. da cuando se vea turbado en dicha pose-
El art. 1836 dice: “Además de las ac- sión a consecuencia de los derechos que
ciones dadas en dichos artículos compe- terceros hagan valer con relación a ella.
te a los contratantes la de lesión enorme No obtendrá una posesión útil si la
en su caso”. cosa adolece de defectos que la hacen
inadecuada para el objeto que tuvo en
181. Consecuencias de la falta de en- vista al comprarla.
trega de la cosa vendida. El incumpli- En uno y otro caso el comprador que-
miento de la obligación del vendedor de daría defraudado en sus justas expectati-
entregar la cosa produce las consecuen- vas, si no dispusiera de recursos para exi-
cias que prevé la regla general del gir del vendedor que le ampare en la
art. 1489: el derecho alternativo para el posesión y subsane los vicios o defectos
comprador de pedir el cumplimiento o de la cosa. Este recurso es la acción de
la resolución del contrato, con indemni- saneamiento.
zación de perjuicios. En virtud del contrato de compraven-
El art. 1826, inc. 2º, reproduce esta ta, en efecto, el vendedor se obliga a ga-
regla general: “Si el vendedor por hecho rantizar al comprador la posesión tran-
o culpa suya ha retardado la entrega, po- quila y útil de la cosa que vende. Se obliga,
drá el comprador a su arbitrio perseverar en otros términos, al saneamiento.
en el contrato o desistir de él, y en am- El art. 1837 señala este doble objeti-
bos casos con derecho para ser indemni- vo de la obligación de saneamiento: “La
zado de los perjuicios según las reglas ge- obligación de saneamiento comprende
nerales”. dos objetos: amparar al comprador en el
Señala la disposición las condiciones dominio y posesión pacífica de la cosa
en que el comprador puede optar por el vendida, y responder de los defectos ocul-
ejercicio de estos derechos: tos de ésta, llamados vicios redhibitorios”.
a) Es preciso que el vendedor retar-
de la entrega por su hecho o culpa o, 183. Caracteres de la obligación de
más exactamente, que se encuentre en saneamiento. La obligación de sanea-
mora de cumplir.65 miento presenta dos caracteres funda-
b) Es menester, además, que el com- mentales:
prador haya pagado o esté pronto a pa- a) La obligación de saneamiento es
gar el precio o haya estipulado pagarlo a de la naturaleza del contrato de com-
plazo. praventa; le pertenece sin necesidad de
estipulación, pero puede ser modifica-
da, y aun abolida, sin que por ello el
B) Obligación de saneamiento contrato deje de existir o degenere en
otro diverso.
182. Ideas generales. El art. 1824 se- La obligación de entregar la cosa ven-
ñala como una segunda obligación del dida, en cambio, es de la esencia del con-
vendedor “el saneamiento de la cosa ven- trato de compraventa.
dida”. b) La obligación de saneamiento tie-
ne un carácter eventual. Se hace exigible
a condición de que ocurran ciertos he-
65
“De las obligaciones”, Nos 127 y 400. chos que pueden suceder o no.

64
Segunda Parte: Los contratos en particular

Mientras tanto, la obligación perma- En cuanto la obligación de saneamien-


nece en un estado latente; se concreta y to se convierte en la de indemnizar al com-
torna exigible si el comprador es turba- prador evicto, es una obligación de dar.
do en la posesión de la cosa (saneamien- El art. 1840 señala las consecuencias
to de la evicción) o si el comprador no de estas características; en suma, consis-
logra un adecuado provecho de la cosa ten en que la obligación, en su primer
por los defectos de que adolece (sanea- aspecto, es indivisible y divisible en el se-
miento de los vicios redhibitorios). gundo.
Dice el art. 1840: “La acción de sa-
a) Saneamiento de la evicción neamiento es indivisible. Puede por con-
184. Objeto de la obligación de sa- siguiente intentarse in solidum contra cual-
neamiento de la evicción. La obligación quiera de los herederos del vendedor.
de sanear la evicción tiene por objeto, Pero desde que a la obligación de ampa-
como expresa el art. 1837, “amparar al rar al comprador en la posesión, sucede
comprador en el dominio y posesión pa- la de indemnizarle en dinero, se divide
cífica de la cosa vendida”. la acción; y cada heredero es responsable
Este amparo del comprador se tradu- solamente a prorrata de su cuota heredi-
ce en su defensa cada vez que sea víctima taria. La misma regla se aplica a los ven-
de la agresión de terceros que pretendan dedores que por un solo acto de venta
derechos sobre la cosa, que embaracen hayan enajenado la cosa”.
su goce y turben su posesión. Si fracasa Si son varios los deudores de la obli-
en su empresa y sobreviene la evicción, o gación de saneamiento –pluralidad que
sea, es privado el comprador de todo o puede ser originaria o derivativa– la ac-
parte de la cosa comprada, está obligado ción del comprador para exigir que se le
el vendedor a indemnizarle. ampare es indivisible.
Por tanto, la obligación de saneamien- No se concibe que los deudores de-
to de la evicción persigue dos fines o se fiendan al comprador por partes; el obje-
desarrolla en dos etapas: to de la obligación no es susceptible de
a) defender al comprador contra los ejecución parcial.
terceros que reclaman derechos sobre la Fracasada la defensa y producida la
cosa; evicción, la obligación de indemnizar al
b) indemnizar al comprador si la evic- comprador es divisible; su objeto es pa-
ción, no obstante, se produce. gar una suma de dinero. Se divide entre
los vendedores por partes iguales y, entre
En verdad, la obligación de saneamiento tie- sus herederos, a prorrata de sus cuotas.
ne como fin primero y esencial defender al com-
prador; esta obligación de hacer, cuando no
puede cumplirse, se convierte en la de indem- 186. Requisitos para que sea exigi-
nizar perjuicios.66 ble la obligación de saneamiento. Para
que se haga exigible la obligación del
185. Naturaleza de la obligación de vendedor de amparar al comprador en
saneamiento. La obligación de sanea- el dominio y posesión pacífica de la cosa
miento de la evicción, en cuanto se tra- vendida, es menester que sea turbado
duce en defender al comprador, es una en dicho dominio y posesión. En otros
obligación de hacer. El hecho debido términos, es preciso que el comprador
consiste en asumir la defensa del com- se vea expuesto a sufrir evicción de la
prador. cosa.
No basta, sin embargo, que el com-
prador sea turbado en el dominio y pose-
sión de la cosa; es necesario que el com-
66
Alessandri, De la compraventa, N os 1169 y prador haga saber al vendedor la turbación
sgtes. de que es víctima para que acuda en su

65
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

defensa. En otras palabras, es menester que Sufrirá el comprador una evicción to-
el vendedor sea citado de evicción. tal, por ejemplo, cuando siendo ajena la
Por lo tanto, para que el vendedor cosa vendida, el dueño la reivindica; y
esté obligado al saneamiento se requiere: parcial si un tercero reclama sobre ella
a) que el comprador se vea expuesto un derecho de usufructo o servidumbre.
a sufrir evicción de la cosa comprada, y
b) que el vendedor sea citado de evic- 190. Necesidad de una sentencia
ción. judicial. Puesto que la evicción es una
derrota judicial del comprador, supone
187. Concepto de la evicción. La evic- un proceso y una sentencia que le despo-
ción es el resultado de una derrota judi- sea total o parcialmente de la cosa.
cial sufrida por el comprador. Se siguen de lo dicho diversas conse-
En efecto, el art. 1838 dispone: “Hay cuencias que importa destacar:
evicción de la cosa comprada cuando el a) Los reclamos extrajudiciales que
comprador es privado del todo o parte terceros formulen al comprador, preten-
de ella, por sentencia judicial”. diendo derechos sobre la cosa, no hacen
Pero el concepto que resulta de esta exigible la obligación de saneamiento.
disposición es incompleto. La privación Dichos reclamos podrán inspirar al
que sufra el comprador debe provenir de comprador un justo temor de verse pri-
una causa anterior a la celebración del vado del todo o parte de la cosa; pero
contrato de compraventa. este temor sólo autoriza para suspender
El art. 1839 expresa que “el vendedor el pago del precio, en los términos que
es obligado a sanear al comprador todas señala el art. 1872.67
las evicciones que tengan una causa ante- b) El abandono voluntario que haga
rior a la venta, salvo en cuanto se haya el comprador al tercero, de todo o parte
estipulado lo contrario”. de la cosa, no obliga al vendedor al sa-
De este modo, la evicción es la priva- neamiento.
ción que experimenta el comprador de Sin embargo, puede darse el caso de
todo o parte de la cosa comprada, en que se produzca la evicción sin una sen-
virtud de una sentencia judicial, por cau- tencia judicial, como claramente resulta
sa anterior a la venta. de lo dispuesto en el art. 1856. La citada
disposición establece que el plazo de pres-
188. Elementos de la evicción: enun- cripción de la acción de saneamiento se
ciación. De lo anteriormente dicho se des- contará desde la fecha de la sentencia o,
prenden los elementos de la evicción: “si ésta no hubiere llegado a pronunciar-
a) que el comprador sea privado de se”, desde que se restituye la cosa.
todo o parte de la cosa vendida; Pero el caso previsto es aquel en que
b) que esta privación tenga lugar por el vendedor, citado al juicio, acepta la de-
una sentencia judicial, y manda y se allana a la evicción y el com-
c) que la privación provenga de una prador, reconociendo igualmente la jus-
causa anterior a la compraventa. ticia de las pretensiones del tercero,
restituye la cosa.
189. Privación total o parcial. Lo que El vendedor, en suma, acepta dar por
constituye esencialmente la evicción es la evicto al comprador, sin necesidad de fa-
privación que experimenta el comprador llo judicial.
de todo o parte de la cosa. c) Solamente está obligado el vende-
La evicción puede ser, por lo tan- dor al saneamiento de las turbaciones de
to, total o parcial. Cualquiera que sea derecho de que el comprador sea vícti-
la magnitud de la turbación que sufra
el comprador tiene derecho al sanea-
miento. 67
Véase el Nº 227.

66
Segunda Parte: Los contratos en particular

ma, esto es, aquellas que provengan de es menester que tenga noticia del juicio
derechos que terceros pretendan tener que amenaza con privarle total o parcial-
sobre la cosa. mente de la cosa.
Las turbaciones de derecho se tradu- Por este motivo, el art. 1843 dispone:
cen en el ejercicio de una acción en con- “El comprador a quien se demanda la
tra del comprador. cosa vendida, por causa anterior a la ven-
No debe el vendedor ninguna garan- ta, deberá citar al vendedor para que com-
tía en razón de las turbaciones de hecho parezca a defenderla”.
que sufra el comprador, aunque impor- La falta de citación exonera totalmen-
ten un despojo; no está obligado a defen- te de responsabilidad al vendedor. “Si el
derle y menos a indemnizarle porque ta- comprador omitiere citarle, y fuere evic-
les turbaciones no provienen de una ta la cosa, el vendedor no será obligado
insuficiencia del derecho del vendedor al saneamiento” (art. 1843, inc. 3º).
sobre la cosa vendida.
El comprador, por lo tanto, debe re- 193. Forma y oportunidad de la
peler por sí solo las agresiones que con- citación. El art. 1843, inc. 2º, prescribe
sistan en vías de hecho.68 que la citación de evicción “se hará en
el término señalado por el Código de
191. La evicción debe tener una cau- Enjuiciamiento”. El Código de Procedi-
sa anterior a la venta. El art. 1839 exige, miento Civil, en efecto, reglamenta la
perentoriamente, que la causa de la evic- citación de evicción en el Título V del
ción sea anterior a la celebración del con- Libro III.
trato de compraventa: “El vendedor es a) La citación debe solicitarse por el
obligado a sanear al comprador todas las comprador y para que el juez la ordene
evicciones que tengan una causa anterior “deberán acompañarse antecedentes que
a la venta, salvo en cuanto se haya estipu- hagan aceptable la solicitud” (art. 584,
lado lo contrario”. inc. 2º, del C. de P. Civil).
El art. 1843 insiste en que el compra- b) La citación debe hacerse “antes de
dor debe citar de evicción al vendedor, la contestación de la demanda” (art. 584,
cuando se le demanda la cosa “por causa inc. 1º, del C. de P. Civil).
anterior a la venta”. c) Decretada la citación, el juicio se
Las evicciones motivadas por causas paraliza por el plazo de diez días, si el
posteriores a la venta las soporta exclusi- citado reside en el departamento en que
vamente el comprador. El vendedor es se sigue el juicio; si reside en otro depar-
por completo extraño a la evicción. tamento o fuera del territorio nacional,
Las partes, sin embargo, pueden con- el plazo de diez días se aumenta como el
venir otra cosa. emplazamiento para contestar demandas
(art. 585 del C. de P. Civil).
192. Citación de evicción. Para que d) Vencidos estos plazos sin que el
el vendedor acuda en defensa del com- demandado haya hecho practicar la cita-
prador y quede obligado a indemnizarle, ción, podrá pedir el demandante que se
declare caducado el derecho de aquél
para exigirla, o que se le autorice para
68
El art. 1930 distingue expresamente entre
turbaciones de hecho y de derecho. Si el arrenda- llevarla a efecto, a costa del demandado
tario es turbado en el goce “por vías de hecho de (art. 585, inc. 2º, del C. de P. Civil).
terceros, que no pretenden derecho a la cosa arren- e) Practicada la citación, las personas
dada”, debe perseguir, en su propio nombre, la re- citadas de evicción dispondrán del térmi-
paración de los daños; si es turbado por terceros no de emplazamiento que corresponda
“que justifiquen algún derecho sobre la cosa arren-
dada”, podrá, en su caso, exigir una disminución para comparecer al juicio, suspendiéndo-
del precio o la terminación del contrato, con in- se entre tanto el procedimiento (art. 586
demnización de perjuicios. del C. de P. Civil).

67
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

194. La citación de evicción procede b) el vendedor se apersona en el


en toda clase de juicios. La citación de juicio.
evicción tiene cabida en todo juicio y no Menester es examinar lo que sucede
solamente en el juicio ordinario. en una y otra hipótesis:
La ubicación en el Código de Proce- a) Si el vendedor no comparece, ven-
dimiento Civil del título “De la citación cido el término de emplazamiento de que
de evicción” así lo demuestra; la historia dispone para comparecer, “continuará sin
de la ley corrobora este aserto.69 más trámite el procedimiento” (art. 587
del C. de P. Civil).
195. A quién puede citarse de evic- Su falta de comparecencia acarrea
ción. Es obvio que el demandado puede como lógica sanción la responsabilidad
citar de evicción a su vendedor. Pero tam- del vendedor por la evicción que se pro-
bién puede citar a los antecesores del ven- duzca. El art. 1843 prescribe que “si el
dedor. vendedor citado no compareciere a de-
El art. 1841 dispone: “Aquel a quien fender la cosa vendida, será responsable
se demanda una cosa comprada podrá de la evicción”.
intentar contra el tercero de quien su ven- Pero esta regla tiene una justa excep-
dedor la hubiere adquirido, la acción de ción. El comprador debe hacer lo que
saneamiento que contra dicho tercero esté de su parte para impedir la evicción;
competería al vendedor, si éste hubiese si deja de oponer alguna de aquellas ex-
permanecido en posesión de la cosa”. cepciones que sólo a él competían y se
El comprador adquiere sobre la cosa produce como consecuencia la evicción,
todos los derechos de sus antecesores y, no será responsable el vendedor, pese a
entre ellos, la acción de saneamiento de que fue citado y no compareció al juicio.
cada comprador contra su vendedor. El Según el art. 1843, el vendedor no
último comprador reúne en sus manos queda obligado al saneamiento cuando
todas estas acciones. “el comprador haya dejado de oponer al-
De este modo se evita la innecesaria guna defensa o excepción suya, o por ello
pérdida de tiempo en que se incurriría si fuere evicta la cosa”.
el comprador tuviera que citar a su ven- Así ocurrirá, por ejemplo, si el com-
dedor, éste al suyo y así sucesivamente prador omitió deducir una excepción de
hasta llegar al responsable de que la cosa prescripción adquisitiva que, agregando
sea evicta. a la suya la posesión de sus antecesores,
habría podido invocar.
196. Desarrollo de la obligación de Tocará al vendedor, para eximirse de
saneamiento del vendedor citado de responsabilidad, acreditar que el compra-
evicción. El vendedor citado de evicción dor disponía de una excepción suya que
debe defender al comprador y apersonar- no opuso y que, por esta omisión, la evic-
se al juicio con tal objeto; violará su obli- ción se produjo.
gación si no comparece. b) Si el vendedor comparece, se si-
Una vez citado el vendedor, puede gue el juicio con él. La defensa del com-
presentarse una de las siguientes dos si- prador, en otros términos, se traduce en
tuaciones: que el vendedor asume, en lo sucesivo, el
a) el vendedor no comparece, y papel de demandado en el litigio.
El art. 1844 previene que “si el ven-
dedor comparece, se seguirá contra él solo
69
Esta materia figuró en el Proyecto de Códi- la demanda”.
go de P. Civil dentro del juicio ordinario; la Comi-
sión consideró que debía formar un título indepen-
El comprador, sin embargo, podrá se-
diente porque “la evicción no puede estimarse guir actuando en el pleito como parte
como una incidencia que sea exclusivamente pro- coadyuvante. El mismo art. 1844 le con-
pia del juicio ordinario”. cede esta facultad: “Podrá siempre inter-

68
Segunda Parte: Los contratos en particular

venir en el juicio para la conservación de prador; el tercero no tenía los derechos


sus derechos”. que hizo valer en el juicio, su demanda
Aún más, el comprador deberá inter- fue injusta.
venir en el pleito si dispone de excepcio- El vendedor queda aun eximido de
nes que no puede oponer el vendedor, indemnizar los daños que la demanda
so pena de no quedar éste responsable hubiere ocasionado al comprador.
si, a causa de la omisión del comprador, El art. 1855 dispone: “Si la sentencia
la cosa fuere evicta. negare la evicción, el vendedor no será obli-
gado a la indemnización de los perjuicios
197. Actitudes que puede adoptar el que la demanda hubiere causado al com-
vendedor que comparece al juicio. El ven- prador, sino en cuanto la demanda fuere
dedor que comparece al juicio puede per- imputable a hecho o culpa del vendedor”.
catarse de la justicia de la demanda, de b) Si, por el contrario, la sentencia es
la esterilidad de sus esfuerzos y allanarse adversa para el comprador y favorable al
a la evicción. tercero, se producirá la evicción. El ven-
En tal caso, el comprador puede se- dedor no habrá cumplido su obligación
guir por su cuenta el juicio. Si sobrevie- de amparar al comprador; a la obligación
ne la evicción, el vendedor deberá indem- de defenderle sucede la de indemnizarle
nizarle; pero no se comprenden en la de la evicción (art. 1840).
indemnización las costas del pleito, ni los Las indemnizaciones que debe el ven-
frutos percibidos durante la secuela del dedor al comprador son diversas según
litigio, pagados al demandante. que la evicción sea total o parcial.
El art. 1845 dispone: “Si el vendedor
no opone medio alguno de defensa y se 199. Indemnizaciones en caso de evic-
allana al saneamiento, podrá, con todo, ción total. El art. 1847 señala cuáles son
el comprador sostener por sí mismo la las indemnizaciones que debe pagar el
defensa, y si es vencido, no tendrá dere- vendedor en caso de evicción total, esto
cho para exigir del vendedor el reembol- es, cuando el comprador es privado ínte-
so de las costas en que hubiere incurrido gramente de la cosa. La indemnización
defendiéndose, ni el de los frutos perci- comprende:
bidos durante dicha defensa y satisfechos a) la restitución del precio;
al dueño”. b) el pago de las costas del contrato;
Las costas se han causado y los frutos c) el pago de frutos;
han debido reembolsarse debido a la obs- d) el pago de las costas del juicio, y
tinación del comprador; el resultado del e) el pago del aumento de valor de la
juicio mostró que era injustificada. cosa.
El vendedor, asimismo, podrá consi-
derar injusta la agresión de que se ha 200. Restitución del precio. La más
hecho víctima al comprador y asumir su importante, sin duda, de las prestaciones
defensa en el litigio. a que está obligado el vendedor es la res-
titución del precio que recibió del com-
198. La obligación de indemnizar al prador. Debe el vendedor restituir el pre-
comprador evicto. El fallo que se dicte cio aunque la cosa haya disminuido de
en el juicio instaurado por el tercero pue- valor, o como dice el art. 1847, Nº 1º, “aun-
de serle adverso o favorable: que la cosa al tiempo de la evicción valga
a) Si la sentencia es adversa para el menos”.
tercero y favorable al comprador, la de- La regla anterior tiene una justifica-
fensa del vendedor habrá sido exitosa y da excepción; si el menor valor de la cosa
la evicción no habrá llegado a producir- proviene de deterioros de que el com-
se. El vendedor habrá cumplido fielmen- prador se ha aprovechado, debe hacerse
te con su obligación de amparar al com- la correspondiente rebaja del precio.

69
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

Dispone el art. 1848: “Si el menor va- mero transcurso del tiempo” (art. 1847,
lor de la cosa proviniere de deterioros de Nº 5º).
que el comprador ha sacado provecho, El aumento de valor de las cosas pue-
se hará el debido descuento en la restitu- de provenir: a) de causas naturales o del
ción del precio”. simple transcurso del tiempo, y b) de me-
joras introducidas por el comprador.
201. Pago de las costas del contrato. a) Para determinar en qué términos
La indemnización comprende, asimismo, debe pagar el vendedor los aumentos de
las costas legales del contrato de venta valor de la cosa que provienen de causas
que hubieren sido satisfechas por el com- naturales o del transcurso del tiempo, es
prador” (art. 1847, Nº 2º). preciso distinguir si ha tenido buena o
Conviene recalcar que la prestación mala fe.
se refiere sólo a las costas “legales” del 1) Si el vendedor está de buena fe,
contrato y en cuanto el comprador las “el aumento de valor debido a causas na-
hubiere pagado. turales o al tiempo, no se abonará en lo
que excediere a la cuarta parte del pre-
202. Pago de frutos. Debe el vende- cio de la venta” (art. 1850).
dor indemnizar al comprador “del valor Suponiendo que el precio de la venta
de los frutos, que el comprador hubiere haya sido de $ 1.000 el vendedor sólo es-
sido obligado a restituir al dueño; sin per- tará obligado a pagar el aumento de va-
juicio de lo dispuesto en el art. 1845” lor hasta $ 250.
(art. 1847, Nº 3º). El pago de los frutos 2) Si el vendedor está de mala fe, debe
debe hacerse por el vendedor en la me- abonar el total del aumento de valor de
dida en que el comprador deba restituir- la cosa.
los al dueño de la cosa. La obligación del El art. 1850 dispone que la antedicha
comprador de restituir los frutos depen- limitación no tiene lugar en caso “de pro-
de de su buena o mala fe y se regula por barse en el vendedor mala fe, en cuyo
las reglas de las prestaciones mutuas del caso será obligado a pagar todo el au-
título De la reivindicación. mento de valor, de cualesquiera causas
No debe el vendedor los frutos poste- que provenga”.
riores a la fecha en que el vendedor se b) En cuanto a los aumentos de valor
allanó a la evicción y percibidos durante que provengan de mejoras, el art. 1849
la secuela del juicio que el comprador se dispone: “El vendedor será obligado a re-
empeñó en seguir adelante. Tal es el al- embolsar al comprador el aumento de
cance de la referencia al art. 1845. valor que provenga de las mejoras nece-
sarias o útiles hechas por el comprador,
203. Pago de las costas del juicio. La salvo en cuanto el que obtuvo la evicción
indemnización comprende, también, “las haya sido condenado a abonarlas. El ven-
costas que el comprador hubiere sufrido dedor de mala fe será obligado aun al
a consecuencia y por efecto de la deman- reembolso de lo que importen las mejo-
da” (art. 1847, Nº 4º). ras voluptuarias”.
No se incluyen las costas en que el De este modo, es preciso distinguir
comprador haya incurrido defendiéndo- nuevamente si el vendedor está de buena
se, después que el vendedor se allanó al o mala fe.
saneamiento. 1) El vendedor de buena fe debe abo-
nar el aumento de valor resultante de las
204. Pago del aumento de valor de la mejoras necesarias y útiles que hizo el
cosa. Comprende la indemnización, por comprador y que no le hayan sido abo-
último, “el aumento de valor que la cosa nadas por el que obtuvo la evicción.
evicta haya tomado en poder del com- 2) El vendedor de mala fe debe re-
prador, aun por causas naturales o por el embolsar aun las mejoras voluptuarias.

70
Segunda Parte: Los contratos en particular

205. Evicción parcial. La evicción par- 206. Extinción de la acción de sanea-


cial es aquella en que se priva al compra- miento. La obligación de saneamiento
dor solamente de parte de la cosa vendi- puede extinguirse total o parcialmente.
da. Sus consecuencias son diversas según Si la extinción es total, el vendedor que-
la magnitud de la evicción. da por completo liberado; si es parcial,
Distingue la ley dos situaciones: a) la su responsabilidad se limita a ciertas pres-
parte evicta es tal que sea de presumir taciones únicamente.
que sin ella no se habría comprado la La acción de saneamiento por evic-
cosa, y b) la parte evicta no es de tanta ción se extingue por la renuncia, por la
importancia o el comprador no hace uso prescripción y en casos especiales previs-
del derecho que le acuerda el art. 1852, tos por la ley.
inciso final.
a) Para el caso de que la evicción 207. Renuncia de la acción de sanea-
sea de considerable magnitud, el art. miento. La obligación de saneamiento es
1852, inc. 4º, dispone: “Si la evicción de la naturaleza del contrato de compra-
no recae sobre toda la cosa vendida, y venta. Las partes pueden, por lo tanto,
la parte evicta es tal, que sea de presu- modificarla y hasta abolirla.
mir que no se habría comprado la cosa Por de pronto, el art. 1839 declara que
sin ella, habrá derecho a pedir la resci- el vendedor es obligado a sanear las evic-
sión de la venta”. ciones con causa anterior a la venta, sal-
Tiene el comprador el derecho op- vo en cuanto se estipule lo contrario.
cional de pedir la rescisión de la venta o Y el art. 1842 expresa: Es nulo todo
el saneamiento de la evicción. pacto en que se exima al vendedor del
Regula el art. 1853 las relaciones en- saneamiento de evicción, siempre que en
tre comprador y vendedor, en caso de ese pacto haya habido mala fe de parte
que el primero opte por pedir la escisión suya”.
del contrato: “En virtud de esta rescisión, Hay mala fe cuando el vendedor co-
el comprador será obligado a restituir al nocía la causa de la evicción y, sin darla a
vendedor la parte no evicta, y para esta conocer al comprador, estipuló su irres-
restitución será considerado como posee- ponsabilidad. La ley sanciona este fraude
dor de buena fe, a menos de prueba con- con la nulidad de la estipulación.
traria; y el vendedor, además de restituir A contrario sensu, es válido el pacto y
el precio, abonará el valor de los frutos la consiguiente renuncia, si el vendedor
que el comprador hubiere sido obligado estaba de buena fe. Pero la renuncia no
a restituir con la parte evicta, y todo otro produce sino limitados efectos, puesto que
perjuicio que de la evicción resultare al no exonera por completo al vendedor de
comprador”. la obligación de saneamiento; la extin-
b) Para el caso de que la evicción par- ción es sólo parcial porque el vendedor
cial no sea de tanta magnitud o el com- debe siempre restituir el precio recibido.
prador no quisiere pedir la rescisión del El art. 1852, inc. 1º, prescribe: “La es-
contrato, el art. 1854 dispone: “En caso tipulación que exime al vendedor de la
de no ser de tanta importancia la parte obligación de sanear la evicción no le exi-
evicta, o en el de no pedirse la rescisión me de la obligación de restituir el precio
de la venta, el comprador tendrá dere- recibido”.
cho para exigir el saneamiento de la evic- El inc. 2º añade: “Y estará obligado a
ción parcial con arreglo a los arts. 1847 y restituir el precio íntegro, aunque se haya
siguientes”. deteriorado la cosa o disminuido de cual-
Esta vez el comprador no puede op- quier modo su valor, aun por hecho o
tar entre el saneamiento y la rescisión de negligencia del comprador, salvo en
la venta; sólo tiene derecho para pedir el cuanto éste haya sacado provecho del
saneamiento de la evicción parcial. deterioro”.

71
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

Solamente en dos casos la renuncia a) En las ventas forzadas la indem-


extingue por completo la obligación del nización se limita a la devolución del
vendedor: precio.
a) “si el que compró lo hizo a sabien- El art. 1851 dispone: “En las ventas
das de ser ajena la cosa”, y forzadas hechas por autoridad de la justi-
b) “si expresamente tomó sobre sí el cia, el vendedor no es obligado, por cau-
peligro de la evicción, especificándolo”. sa de la evicción que sufriere la cosa ven-
dida, sino a restituir el precio que haya
208. Prescripción de la acción de producido la venta”.
saneamiento. La obligación de sanea- b) En caso de que el vendedor se alla-
miento, en cuanto se traduce en defen- ne al saneamiento y el comprador prosi-
der al comprador, es imprescriptible. En ga por sí solo el juicio, la indemnización
cualquier tiempo en que el comprador no comprende las costas del pleito en
sea demandado por terceros que aleguen que hubiere incurrido defendiéndose, ni
derechos sobre la cosa vendida, puede los frutos percibidos durante dicha de-
citar de evicción al vendedor para que fensa y satisfechos al dueño (art. 1845).
le defienda. La obligación sólo se hace La obligación de saneamiento se ex-
exigible cuando el comprador es deman- tingue por completo:
dado. a) En caso de que citado de evicción
En cambio, es prescriptible la obliga- el vendedor no comparece, pero el com-
ción de saneamiento en cuanto se con- prador no opone en el juicio alguna ex-
vierte en la de indemnizar al comprador, cepción suya “y por ello fuere evicta la
una vez producida la evicción o para em- cosa” (art. 1843, inc. 3º).
plear los términos del art. 1840, “desde b) “Si el comprador y el que deman-
que a la obligación de amparar al com- da la cosa como suya se someten al juicio
prador en la posesión, sucede la de in- de árbitros, sin consentimiento del ven-
demnizarle en dinero”. dedor, y los árbitros fallaren contra el
El art. 1856 establece: “La acción de comprador” (art. 1846, Nº 1º).
saneamiento por evicción prescribe en
c) “Si el comprador perdió la pose-
cuatro años; mas por lo tocante a la sola
sión por su culpa, y de ello se siguió la
restitución del precio, prescribe según las
evicción” (art. 1846, Nº 2º).
reglas generales”.
En consecuencia, prescriben en cin-
b) Saneamiento de los vicios
co años la acción para reclamar la resti-
redhibitorios
tución del precio y en cuatro años las
acciones encaminadas a reclamar todas 210. Objeto de la obligación de sa-
las restantes indemnizaciones. neamiento de los vicios redhibitorios. La
El art. 1856 concluye que “se contará obligación del saneamiento pone, al ven-
el tiempo desde la fecha de la sentencia dedor en la necesidad de amparar al com-
de evicción; o si ésta no hubiere llegado prador en el dominio y posesión de la
a pronunciarse, desde la restitución de la cosa y de “responder de los defectos ocul-
cosa”. tos de ésta, llamados vicios redhibitorios”
(art. 1837).
209. Casos en que se extingue, por Debe el vendedor procurar al com-
disposición de la ley, la obligación de sa- prador la posesión útil de la cosa vendi-
neamiento de la evicción. En determina- da y entregarla, por lo tanto, en estado
das circunstancias la ley declara al vende- de servir para los fines que determina-
dor parcial o totalmente liberado de la ron su adquisición.
obligación de saneamiento de la evicción. Si la cosa adolece de vicios o defectos
Se extingue la obligación parcialmen- que la hacen inútil o aminoran su utili-
te en los siguientes casos: dad, habrá violado el vendedor su obliga-

72
Segunda Parte: Los contratos en particular

ción. El comprador podrá representarle cualquier defecto de la cosa atente con-


este incumplimiento, en términos que tra la estabilidad del contrato.
dependen de la magnitud de los vicios Ha cuidado el legislador de concre-
de la cosa y de la medida en que la ha- tar cuándo debe entenderse que los vi-
gan inapta para proporcionar las venta- cios invisten caracteres de gravedad para
jas que perseguía el comprador. ser considerados redhibitorios. Deben “ser
Dispone el comprador de la acción tales, que por ellos la cosa vendida no
redhibitoria, cuya finalidad señala el sirva para su uso natural, o sólo sirva im-
art. 1857: “Se llama acción redhibitoria la perfectamente, de manera que sea de pre-
que tiene el comprador para que se res- sumir que conociéndolos el comprador
cinda la venta o se rebaje proporcional- no la hubiera comprado o la hubiera com-
mente el precio por los vicios ocultos de prado a mucho menos precio” (art. 1858,
la cosa vendida, raíz o mueble, llamados Nº 2º).
redhibitorios”. La gravedad del vicio puede resultar
de estas tres circunstancias: a) que la cosa
211. Concepto de los vicios redhibito- no sirva para su uso natural; b) que sirva
rios. No ha definido el Código lo que se para este uso, pero imperfectamente, y
entiende por vicios redhibitorios; pero el c) que, conocidos estos hechos por el
art. 1858 ha señalado sus características. comprador, sea presumible que no hu-
De la enumeración que hace la dis- biera comprado o hubiera pagado un pre-
posición legal resulta que, en términos cio mucho menor.
generales, para merecer el calificativo de
vicios redhibitorios, los defectos de la cosa 214. El vicio debe ser oculto. El re-
deben ser: quisito más característico de los vicios re-
a) contemporáneos de la venta; b) gra- dhibitorios es que sean ocultos, esto es,
ves, y c) ocultos. ignorados por el comprador.
No obstante, las partes pueden atri- Si el comprador conoció la existencia
buir el carácter de redhibitorios a vicios de los vicios, se presume que no les atri-
que no reúnan estos requisitos. “Las par- buyó importancia, ajustó el precio tenién-
tes pueden por el contrato hacer redhi- dolos en cuenta e, implícitamente, renun-
bitorios los vicios que naturalmente no ció a la garantía.
lo son”, dice el art. 1863. Para que los vicios se consideren re-
dhibitorios es menester “no haberlos ma-
212. El vicio debe ser contemporáneo nifestado el vendedor, y ser tales que el
de la venta. El primer requisito que debe comprador haya podido ignorarlos sin ne-
reunir el vicio para ser redhibitorio es gligencia grave de su parte, o tales que el
“haber existido al tiempo de la venta” comprador no haya podido fácilmente
(art. 1858, Nº 1º). Se comprende que la conocerlos en razón de su profesión u
responsabilidad del vendedor se limite a oficio” (art. 1858, Nº 3º).
los vicios existentes al tiempo del contra- El comprador ignorará los vicios cuan-
to y que no le quepa responsabilidad por do el vendedor no se los haya dado a
los que sobrevengan después. El vende- conocer. Sin embargo, el comprador no
dor cumplió lealmente su obligación de habrá de atenerse a lo que el vendedor
entregar una cosa apta para su natural le exprese. Deberá examinar la cosa ven-
destino. dida y si omite este examen incurrirá en
Bastará que el vicio exista en germen grave negligencia.
al momento de la venta, aunque posterior- Pero es preciso tener en cuenta las
mente se manifieste en toda su gravedad. circunstancias personales del comprador.
El mismo vicio puede ser oculto para un
213. El vicio debe ser grave. El vicio lego, pero es inaceptable que lo sea para
debe ser grave porque no es posible que un entendido.

73
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

En resumen, el vicio no es oculto: En otras palabras, en contra del ven-


a) cuando el vendedor lo dio a cono- dedor de mala fe tiene el comprador, ade-
cer al comprador; más, la acción de perjuicios.
b) cuando el comprador lego lo ha c) Si la cosa viciosa perece después
ignorado por grave negligencia suya, y de perfeccionado el contrato, aunque
c) cuando el comprador experto, en haya perecido en poder del comprador y
razón de su profesión u oficio, pudo fá- por su culpa, “no por eso perderá el com-
cilmente conocerlo. prador el derecho que hubiere tenido a
la rebaja del precio” (art. 1862 inc. 1º).
215. Efectos de los vicios redhibito- Nótese que el comprador, en este
rios. Los vicios redhibitorios autorizan al caso, no dispone de la acción redhibito-
comprador para ejercitar la acción redhi- ria.
bitoria “para que se rescinda la venta o Pero si la cosa pereció “por un efecto
se rebaje proporcionalmente el precio” del vicio inherente a ella”, podrá el com-
(art. 1857). prador pedir la resolución del contrato o
En verdad se trata de dos acciones la rebaja del precio, con indemnización
diversas: a) la acción propiamente redhi- de perjuicios en contra del vendedor de
bitoria que no es sino una acción resolu- mala fe (art. 1862 inc. 2º).
toria del contrato de compraventa, y b) la
acción que los romanos denominaban aes- 217. Caso en que el objeto vendido
timatoria o quanti minoris para pedir la se compone de varias cosas. El art. 1864
restitución de una parte del precio, pro- regla el caso de que sean varias las cosas
porcional a la disminución de valor re- vendidas conjuntamente y algunas de en-
sultante del vicio de la cosa. tre ellas adolezcan de vicios. En tal caso,
El art. 1860 reitera que el comprador “sólo habrá lugar a la acción redhibitoria
dispone de ambas acciones y previene que por la cosa viciosa y no por el conjunto”.
puede elegir una u otra, a su arbitrio: Pero la regla no es aplicable si apare-
“Los vicios redhibitorios dan derecho al ce “que no se habría comprado el con-
comprador para exigir o la rescisión de junto sin esa cosa; como cuando se com-
la venta o la rebaja del precio, según me- pra un tiro, yunta o pareja de animales, o
jor le pareciere”. un juego de muebles”, termina el mismo
artículo.
216. Casos de excepción. El art. 1860
señala la regla general. Pero, en casos ex- 218. Extinción de la obligación de sa-
cepcionales, el comprador puede ejercer neamiento por vicios redhibitorios. La
solamente la acción de rebaja del precio obligación de saneamiento de los vicios
o pedir, además, que se le paguen los redhibitorios se extingue por la renuncia
perjuicios sufridos. y por la prescripción.
a) En efecto, si los vicios no revisten También cesa esta obligación en las
los caracteres de gravedad que señala la ventas forzadas.
ley, solamente tiene el comprador dere-
cho para pedir una rebaja del precio. 219. Renuncia del saneamiento de los
b) Si el vendedor conoció los vicios o vicios redhibitorios. Como la obligación
debió conocerlos en razón de su profe- de saneamiento de la evicción, la de sa-
sión u oficio, “será obligado no sólo a la neamiento de los vicios redhibitorios es
restitución o la rebaja del precio, sino a la de la naturaleza del contrato de compra-
indemnización de perjuicios” (art. 1861). venta. Puede suprimirse o renunciarse,
Pero si los ignoró y no eran tales que sin que por ello el contrato deje de exis-
por su profesión u oficio debiera cono- tir o degenere en otro diverso.
cerlos, “sólo será obligado a la restitución La renuncia sólo produce efectos si
o la rebaja del precio” (art. 1861). el vendedor está de buena fe. Se entien-

74
Segunda Parte: Los contratos en particular

de que está de mala fe cuando conocía la La acción redhibitoria, pues, prescri-


existencia de los vicios y no los dio a co- be en seis meses y un año; la acción quanti
nocer al comprador. minoris, en un año y dieciocho meses.
El art. 1859 dispone: “Si se ha esti- Como es mayor el plazo de prescrip-
pulado que el vendedor no estuviese obli- ción de la acción quanti minoris, subsiste
gado al saneamiento por los vicios ocul- esta acción después de prescrita la acción
tos de la cosa, estará sin embargo redhibitoria. Así lo dice, innecesariamen-
obligado a sanear aquellos de que tuvo te, el art. 1867.
conocimiento y de que no dio noticia al Es menester tener presente:
comprador”. a) que el plazo de la prescripción se
cuenta desde la entrega real de la cosa;
220. Ventas forzadas. En principio, el sólo entonces el comprador podrá perca-
vendedor no está obligado al saneamien- tarse de la existencia de los vicios;
to de los vicios redhibitorios en las ventas b) que las partes pueden restringir y
forzadas: “La acción redhibitoria no tie- aun ampliar el plazo de prescripción de
ne lugar en las ventas forzadas hechas la acción redhibitoria;
por autoridad de la justicia” (art. 1865). c) que la acción de indemnización de
Pero la circunstancia de tratarse de perjuicios prescribe según las reglas ge-
una venta forzada no exonera al vende- nerales.
dor de la obligación de dar a conocer al La regla que fija en un año el plazo
comprador la existencia de los vicios si, de prescripción de la acción para la reba-
por su parte, no los ignoraba. ja del precio, tratándose de bienes mue-
El art. 1865 concluye: “Pero si el ven- bles, tiene la excepción del art. 1870: “Si
dedor, no pudiendo o no debiendo igno- la compra se ha hecho para remitir la
rar los vicios de la cosa vendida, no los cosa a lugar distante, la acción de rebaja
hubiere declarado a petición del compra- del precio prescribirá en un año, conta-
dor habrá lugar a la acción redhibitoria y do desde la entrega al consignatario, con
a la indemnización de perjuicios”. más el termino de emplazamiento, que
corresponda a la distancia”.
221. Prescripción de las acciones que La disposición, justificada por las di-
originan los vicios redhibitorios. La ley ficultades y lentitud de las comunicacio-
ha señalado plazos de prescripción diver- nes al tiempo de entrar en vigencia el
sos para la acción redhibitoria propiamen- Código, no se justifica hoy.
te tal y para la acción encaminada a pe- Pero la regla rige a condición de que
dir la rebaja del precio o quanti minoris, y “el comprador en el tiempo intermedio
estos plazos varían según sea raíz o mue- entre la venta y la remesa haya podido
ble la cosa vendida. ignorar el vicio de la cosa, sin negligen-
El art. 1866 dispone: “La acción re- cia de su parte” (art. 1870, inc. 2º).
dhibitoria durará seis meses respecto de Situación especial: La Ley General de
las cosas muebles y un año respecto de Urbanismo y Construcción: El artículo 18
los bienes raíces, en todos los casos en de la referida Ley (modificado por la Ley
que leyes especiales o las estipulaciones Nº 19.472) dispuso que el propietario pri-
de los contratantes no hubieren amplia- mer vendedor de una construcción será
do o restringido este plazo. El tiempo se responsable por todos los daños y perjui-
contará desde la entrega real”. cios que provengan de fallas o defectos
Y el art. 1869 agrega: “La acción para en ella, sea durante su ejecución o des-
pedir rebaja del precio, sea en el caso pués de terminada la obra.
del art. 1858, o en el del art. 1868, pres- Esa misma norma establece responsa-
cribe en un año para los bienes mue- bilidades para los proyectistas, construc-
bles y en dieciocho meses para los bie- tores, subcontratistas, etc., adicionales a
nes raíces”. las del artículo 2003 del Código Civil.

75
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

El plazo de prescripción de estas ac- cenes, graneros o vasijas en que se con-


ciones es de 5 años, contados desde la tenga lo vendido, y el vendedor quedará
fecha de la recepción definitiva de la obra descargado del cuidado ordinario de con-
por parte de la Dirección de Obras Mu- servar la cosa, y sólo será ya responsable
nicipales. No se trata de una modifica- del dolo o de la culpa grave”.
ción al plazo de prescripción establecido Dos efectos produce, pues, la mora
por el artículo 1866 del Código Civil, ya del comprador en recibir la cosa:
que, a nuestro juicio, la acción del artícu- a) debe abonar al vendedor los per-
lo 19 (de la Ley General de Urbanismo) juicios que sean consecuencia de la mora.
es especial. Sin embargo, no cabe duda La enumeración del art. 1827 no es
que al comprador de una construcción taxativa; se comprenderá, además de los
le será más ventajoso intentar esta acción gastos de alquiler de almacenes, grane-
especial, cuando ella proceda, en vez de ros o vasijas, los de cuidadores o guardia-
las redhibitorias del Código Civil. nes, etc.
b) el vendedor queda descargado del
cuidado ordinario de la cosa y sólo res-
2) Obligaciones del comprador ponde de los estragos que sufra por su
culpa lata o dolo.
222. Enunciación. La compraventa, No excluye el art. 1827 los derechos del ven-
como contrato bilateral que es, genera dedor para pedir el cumplimiento o la resolu-
también obligaciones para el comprador. ción del contrato, con indemnización de perjui-
La obligación fundamental del com- cios. Tales derechos resultan, en todo caso, de
prador es pagar el precio. Pero, como la aplicación del art. 1489.
lógica contrapartida de la obligación del El art. 153, inc. 1º, del Código de Comercio
consagra expresamente estos derechos del ven-
vendedor de entregar la cosa, tiene igual-
dedor: “Rehusando el comprador, sin justa cau-
mente el comprador la obligación de re- sa, la recepción de las mercaderías compradas,
cibirla. el vendedor podrá solicitar la rescisión de la ven-
ta con indemnización de perjuicios, o el pago del
precio con los intereses legales, poniendo las
A) Obligación de recibir la cosa mercaderías a disposición del juzgado de comer-
comprada cio para que ordene su depósito y venta en mar-
tillo por cuenta del comprador”.
223. En qué consiste esta obligación.
La obligación del comprador de recibir
la cosa comprada consiste en hacerse car- B) Obligación de pagar el precio
go de la misma, tomando posesión de
ella. 225. Pagar el precio, obligación fun-
La manera de cumplirse prácticamen- damental del comprador. El art. 1871 dis-
te esta obligación variará según la natu- pone: “La principal obligación del com-
raleza de la cosa. La recepción de la cosa prador es la de pagar el precio convenido”.
puede ser simbólica del mismo modo que La obligación de pagar el precio, como
puede serlo la entrega. la de entregar la cosa vendida, es de la
esencia del contrato de compraventa.
224. Mora en recibir la cosa compra- Sobre esta obligación del comprador
da. A la obligación de recibir la cosa de- el Código consigna unas pocas disposi-
dica el Código solamente la disposición ciones. Para determinar quién debe pa-
del art. 1827 que aborda las consecuen- gar el precio, cómo y a quién debe pa-
cias de la mora del comprador. garse, etc., rigen las reglas generales.
Dispone el art. 1827: “Si el compra-
dor se constituye en mora de recibir, abo- 226. Lugar y época del pago del
nará al vendedor el alquiler de los alma- precio. Con arreglo a las normas gene-

76
Segunda Parte: Los contratos en particular

rales, el pago debe hacerse en el lugar se el contrato, podrá depositar el precio


señalado por la convención y, a falta de con autoridad de la justicia, y durará el
estipulación, cuando la obligación es de depósito hasta que el vendedor haga ce-
género, en el domicilio del deudor (arts. sar la turbación o afiance las resultas del
1587 y 1588). Por otra parte, las obliga- juicio”.
ciones deben cumplirse de inmediato, si Dos son las causas que justifican la
las partes no han postergado expresamen- suspensión por el comprador del pago
te su cumplimiento. del precio:
El art. 1872 deroga ligeramente estas a) que sea turbado en la posesión de
normas por lo que toca al lugar y época la cosa;
en que se debe pagar el precio: “El pre- b) que pruebe que existe contra la
cio deberá pagarse en el lugar y el tiem- cosa una acción real de que el vendedor
po estipulados, o en el lugar y el tiempo no le dio noticia antes de celebrarse el
de la entrega, no habiendo estipulación contrato.
en contrario”. Pero el comprador no queda faculta-
a) Si las partes han expresado su vo- do, por estas circunstancias, para retener
luntad, es obvio que el pago debe hacer- el precio en su poder. Debe ser deposita-
se en la época y lugar convenidos; rigen, do, en virtud de una autorización judi-
en consecuencia, las reglas generales. cial; puede el juez autorizar al compra-
b) Pero si las partes han guardado dor para conservarlo él mismo, en calidad
silencio, tales reglas generales sufren una de depositario. El propósito termina:
derogación; el pago no deberá hacerse a) por la cesación de la turbación, y b) por
de inmediato y en el domicilio del deu- el otorgamiento de una caución que ase-
dor, sino en el momento y en el lugar de gure las resultas del litigio.
la entrega.
Como consecuencia, fijado un plazo 228. Consecuencias de la falta de pago
para la entrega, el mismo plazo rige, sin del precio. El incumplimiento de la obli-
necesidad de estipulación, para el pago gación de pagar el precio, conforme al
del precio. Convenido el lugar de la en- precepto general del art. 1489, autoriza
trega, este convenio se hace extensivo a al vendedor para pedir la resolución del
la obligación de pagar el precio, que ha contrato o su cumplimiento, con indem-
de verificarse en el mismo lugar. nización de perjuicios.
El art. 1873 repite esta norma gene-
227. Derecho del comprador para sus- ral: “Si el comprador estuviere constitui-
pender el pago del precio. Puede el com- do en mora de pagar el precio en el lu-
prador, sin embargo, excusarse de pagar gar y tiempo dichos, el vendedor tendrá
el precio en la época convenida o fijada derecho para exigir el precio o la resolu-
por la ley; en suma, cuando se ve expues- ción de la venta, con resarcimiento de
to a perder la cosa. perjuicios”.
El comprador evicto tiene derecho a La falta de pago del precio ha de ser
que el vendedor le restituya el precio; es imputable al comprador o, en otros tér-
lógico que si le amenaza una evicción y minos, es preciso que éste se encuentre
no ha pagado el precio, pueda suspender en mora.
el pago para evitar una inútil repetición No estará en mora el comprador cuan-
de lo pagado y el riesgo consiguiente. do el vendedor no ha entregado o estado
El art. 1872, inc. 2º, acuerda al com- llano a entregar la cosa.70
prador este derecho: “Con todo, si el com-
prador fuere turbado en la posesión de 229. Efectos de la resolución del con-
la cosa o probare que existe contra ella trato por falta de pago del precio. La ley
una acción real de que el vendedor no le
haya dado noticia antes de perfeccionar- 70
Véase “De las obligaciones”, Nos 127 y 128.

77
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

ha reglamentado los efectos entre las par- c) En caso de haberse dado arras, el
tes y respecto de terceros de la resolu- vendedor tiene derecho “para retener las
ción del contrato de compraventa por in- arras, o exigirlas dobladas” (art. 1875,
cumplimiento de la obligación del inc. 1º).
comprador de pagar el precio. Estos efec- d) Tiene el vendedor derecho para
tos, en gran parte, son la aplicación de que el comprador le indemnice los dete-
los principios generales que regulan los rioros que haya experimentado la cosa.
efectos de la condición resolutoria cum- Para estos efectos se considerará al
plida, con algunas importantes modifica- comprador como poseedor de mala fe,
ciones.71 “a menos que pruebe haber sufrido en
su fortuna, y sin culpa de su parte, me-
230. Efectos entre las partes. Resuelto noscabos tan grandes que le hayan he-
el contrato, las partes tienen derecho a cho imposible cumplir lo pactado”
que se las restituya al estado anterior a su (art. 1875, inc. 3º).72
celebración. Con tal objeto, el compra- e) En fin, le asiste al vendedor el de-
dor debe al vendedor determinadas pres- recho de demandar la indemnización de
taciones: los perjuicios que el incumplimiento del
a) Tiene derecho el vendedor, en pri- contrato le haya ocasionado (art. 1873).
mer término, a que se le restituya la cosa.
El art. 1487 previene que cumplida la Por su parte, el vendedor debe reali-
condición resolutoria deberá restituirse zar ciertas prestaciones en favor del com-
lo que se hubiere recibido bajo tal condi- prador:
ción. a) El comprador tiene derecho “para
b) El vendedor tiene igualmente de- que se le restituya la parte que hubiere
recho a que se le restituyan los frutos pagado del precio” (art. 1875, inc. 2º).
que el comprador hubiere percibido b) Tiene igualmente derecho para
mientras tuvo la cosa en su poder. Los que se le abonen las mejoras, reputándo-
frutos deben restituirse íntegramente si sele, para estos efectos, como poseedor
el comprador no pagó ninguna parte del de mala fe.
precio o en proporción a la parte insolu- Debe el vendedor, por lo tanto, abo-
ta del mismo. narle las mejoras necesarias; no tiene de-
El art. 1875 establece que el vende- recho ni a las mejoras útiles ni voluptua-
dor tiene derecho “para que se le restitu- rias, y podrá llevarse sólo los materiales de
yan los frutos, ya en su totalidad, si nin- dichas mejoras, siempre que pueda sepa-
guna parte del precio se le hubiere rarlos sin detrimento y que el vendedor
pagado, ya en la proporción que corres- rehúse pagarle el precio que tendrían una
ponda a la parte del precio que no hu- vez separados (arts. 809, 909, 910 y 912).
biere sido pagada”. Sin embargo, el comprador será re-
Por regla general, cumplida la condi- putado de buena fe si probare que su
ción, no se deben los frutos percibidos fortuna, sin culpa suya, ha sufrido me-
en el tiempo intermedio, salvo que la ley, noscabos tan considerables que le hi-
el testador, el donante o los contratantes, cieron imposible cumplir el contrato
según los varios casos, hayan dispuesto lo (art. 1875, inc. 3º).
contrario (art. 1488). Cuando la resolu-
ción tiene lugar por falta de pago del 231. Efectos respecto de terceros. La
precio, la regla general se altera y el com- resolución del contrato no afecta a terce-
prador debe restituir los frutos en la for- ros de buena fe. El art. 1876 aplica al con-
ma indicada.
72
Con arreglo al art. 906, el poseedor de bue-
na fe no es responsable de los deterioros, sino en
71
Véase “De las obligaciones”, Nos 146 y sgtes. cuanto se hubiere aprovechado de ellos.

78
Segunda Parte: Los contratos en particular

trato de compraventa los principios ge- la escritura misma en que se contiene la


nerales de los arts. 1490 y 1491:73 “La re- declaración, tachándola de nula o falsifi-
solución por no haberse pagado el pre- cada.
cio no da derecho al vendedor contra En suma, la ley veda a las partes la
terceros poseedores, sino en conformidad prueba directa de que es inexacta la ase-
a los artículos 1490 y 1491”. veración de haberse pagado el precio para
En consecuencia, si la cosa vendida fundar en esta circunstancia una acción
es mueble, los terceros deben estar de resolutoria y las consiguientes acciones
mala fe, o sea, conocer el hecho de que reales contra terceros.
el comprador adeudaba parte del precio. ¿Rige la disposición para accionar el
Si la cosa es inmueble, será menester que vendedor contra el comprador que con-
en el título respectivo, inscrito u otorga- serva la cosa en su poder? Nos pronun-
do por escritura pública, conste la exis- ciamos abiertamente por la negativa.74
tencia de dicho saldo de precio. a) Del contexto de los arts. 1875 y
1876 aparece indudable que se refieren,
232. Declaración en la escritura de respectivamente, a los efectos de la reso-
venta de haberse pagado el precio. La lución del contrato entre las partes y res-
declaración que las partes hagan en la pecto de terceros.
escritura de compraventa de haberse pa- b) El art. 1876 señala las condiciones
gado el precio tiene considerable impor- generales en que la resolución del con-
tancia, en relación con el ejercicio de la trato afecta a terceros y prevé, en segui-
acción resolutoria por falta de pago del da, la situación de los mismos terceros
mismo. frente a la declaración de haberse paga-
El art. 1876, inc. 2º, establece: “Si en do el precio.
la escritura de venta se expresa haberse c) La disposición no se justifica sino
pagado el precio, no se admitirá prueba como una medida de protección a los
alguna en contrario sino la de nulidad o terceros, ante una eventual colusión de
falsificación de la escritura, y sólo en vir- las partes.
tud de esta prueba habrá acción contra d) En fin, la interpretación contraria
terceros poseedores”. conduce al absurdo. No sería siquiera ad-
La disposición es un corolario del pri- misible, como prueba para desvirtuar la
mer inciso, que, refiriéndose a las con- aseveración de la escritura, la confesión
secuencias de la resolución para los ter- del comprador de no haber pagado el
ceros, establece que les afectará en las precio.
condiciones previstas en los arts. 1490 y Si el comprador confiesa que no ha
1491. pagado el precio, sería insensato negar al
Cuando en la escritura se declara ín- vendedor acción para pedir que se le pa-
tegramente pagado el precio, la buena fe gue o que se resuelva el contrato, a pre-
de los terceros es indudable. El legisla- texto de que no es admisible otra prueba
dor no admite que se ponga en duda esta que la nulidad o falsificación de la escri-
buena fe y, por lo tanto, aunque compra- tura.
dor y vendedor convengan en que el pre-
cio no fue realmente pagado, no podrá 233. Cláusula de no transferirse el do-
accionar este último contra los terceros. minio sino por el pago del precio. Siguien-
Para que sea posible al vendedor ac- do los precedentes romanos, los Proyec-
cionar contra los terceros, no puede im- tos de Código establecían que la tradición
pugnar la veracidad de la declaración de de la cosa vendida no transfería el domi-
haberse pagado el precio; deberá atacar nio mientras no se pagara el precio o se

74
Contra, Alessandri, ob. cit., t. II, Nos 1803 y
73
Véase “De las obligaciones”, Nos 151 y sgtes. sgtes.

79
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

asegurara a satisfacción del vendedor, a biere constituido sobre ella en el tiempo


menos de estipularse un plazo para el intermedio”.
pago.75
El sistema fue abandonado y el
art. 680 dispuso que “verificada la entre- 8. PACTOS ACCESORIOS DEL CONTRATO
ga por el vendedor, se transfiere el domi- DE COMPRAVENTA
nio de la cosa vendida, aunque no se haya
pagado el precio, a menos que el vende- 234. Generalidades. Pueden agregar-
dor se haya reservado el dominio hasta se al contrato de compraventa diversos
el pago”. pactos accesorios.
La condición implícita de no transfe- El Código reglamenta tres de estos
rirse el dominio a pesar de la entrega, pactos: a) el pacto comisorio; b) el pacto
por no estar pagado el precio, quedó abo- de retroventa, y c) el pacto de retracto.
lida. Con arreglo al art. 680, inc. 2º, sería Pero el art. 1887 dispone que “pueden
menester una expresa reserva. agregarse al contrato de venta cualesquiera
Pero, en clara contradicción con el otros pactos accesorios lícitos; y se regirán
texto legal citado, el art. 1874 atribuye a por las reglas generales de los contratos”.
la cláusula de no transferirse el dominio
sino por el pago del precio un alcance 1) Pacto comisorio
diferente. El dominio, pese a la estipula-
ción, se transfiere al comprador; la falta 235. Concepto, sus clases y sus
de pago del precio no impide que se haga efectos. El pacto comisorio es la condi-
dueño, sino que otorga al vendedor el ción resolutoria de no cumplirse lo pac-
derecho de pedir el cumplimiento del tado, expresamente estipulado.
contrato o su resolución, con indemniza- Puede ser simple o con cláusula de
ción de perjuicios. resolución ipso facto, que también se de-
El art. 1874, en efecto, dispone: “La nomina calificado.
cláusula de no transferirse el dominio sino El pacto comisorio simple es aquel
en virtud de la paga del precio no produ- en que se estipula, lisa y llanamente, que
cirá otro efecto que el de la demanda se resolverá el contrato si no se cumple
alternativa enunciada en el artículo pre- lo pactado.
cedente”. No difiere en sus efectos de la condi-
De este modo, mientras el art. 680 es- ción resolutoria tácita. El contrato no se re-
tablece que si el vendedor se reserva ex- suelve en pleno derecho. El comprador y el
presamente el dominio hasta que el pre- vendedor tienen el derecho alternativo de
cio se pague, la tradición no hará dueño pedir el cumplimiento o la resolución del
al comprador, el art. 1874 declara, enfáti- contrato. El pacto comisorio calificado es
camente, que tal reserva no obsta para la aquel en que se estipula que el incumpli-
adquisición de la propiedad por el ad- miento resolverá ipso facto, en el acto o sin
quirente. más trámite, el contrato de compraventa.
El comprador adquiere el dominio Tampoco resuelve el contrato de ple-
expuesto a resolverse si, constituido en no derecho; el acreedor podrá aun pedir
mora de pagar el precio, el vendedor opta el cumplimiento. El deudor podrá ener-
por pedir la resolución del contrato.76 var la acción resolutoria, pagando dentro
El art. 1874 concluye que, “pagando de las veinticuatro horas subsiguientes a
el comprador el precio, subsistirán en la notificación judicial de la demanda.77
todo caso las enajenaciones que hubiere
hecho de la cosa o los derechos que hu- 77
Véase “De las obligaciones”, Nos 135 y sgtes.,
en que se trata in extenso del Pacto comisorio a
75
Arts. 821 y 2009 del Proyecto de 1853. propósito de las obligaciones condicionales, como
76
Claro Solar, ob. cit., t. VII, Nº 725. una de las varias especies de condición resolutoria.

80
Segunda Parte: Los contratos en particular

2) Pacto de retroventa pasar el plazo sin efectuar el reembol-


so; la venta se hará, entonces, irrevo-
236. Concepto. Dispone el art. 1881: cable.
“Por el pacto de retroventa el vendedor se Sus inconvenientes derivan de que, a
reserva la facultad de recobrar la cosa ven- menudo, sirve para encubrir un pacto co-
dida, reembolsando al comprador la can- misorio que la ley terminantemente pro-
tidad determinada que se estipulare, o híbe. En el hecho la estipulación puede
en defecto de esta estipulación lo que le tener simplemente por objeto permitir al
haya costado la compra”. prestamista hacerse pago de su crédito
A vende a B un predio en $ 5.000 y se con la cosa dada en garantía.
reserva el derecho de recuperarlo, reem-
Un examen superficial podría llevar a con-
bolsando dicha suma, en el plazo de dos fundir la venta con pacto de retroventa con un
años. Tal estipulación es un pacto de re- préstamo con garantía prendaria. El vendedor
troventa. parece ser un mutuario que da una cosa en pren-
El pacto de retroventa importa una da y el comprador un prestamista que la recibe.
condición resolutoria del contrato de Entre ambas operaciones media, sin embargo,
compraventa. El contrato está expuesto una considerable diferencia.
a desaparecer por el hecho futuro e in- El mutuario debe restituir la suma pres-
tada y el mutuante puede perseguirle en to-
cierto consistente en que el vendedor dos sus bienes para obtener el reembolso. En
haga valer su opción de recobrar la cosa cambio, el que se procura dinero por medio
vendida. del pacto de retroventa no debe ninguna
Trátase de una condición pura o me- suma de dinero y no puede ser forzado a re-
ramente potestativa, porque depende de embolsar lo que recibió; el reembolso para él
la sola voluntad del vendedor. es facultativo.
Además, en el préstamo con prenda, el mu-
tuario conserva el dominio de la cosa; los ries-
237. Ventajas e inconvenientes del pac- gos serán de su cargo. En la venta con pacto de
to de retroventa. El pacto de retroventa retroventa, seguida de la tradición, el comprador
es un eficaz medio de procurarse dinero se hace dueño; para él serán los riesgos de la cosa
el propietario de una cosa de la que no si perece antes de que el vendedor ejercite su
desea desprenderse definitivamente. derecho de recobrarla.
El dueño de la cosa la vende y obtie-
ne el dinero; puede luego recobrarla pa- 238. Requisitos del pacto de retroven-
gando la suma convenida, o, en su de- ta. Para que el pacto de retroventa pro-
fecto, lo que recibió por ella. Este pago duzca sus efectos, es menester que con-
es en el fondo la restitución de la suma curran los siguientes requisitos: a) facultad
prestada. concedida al vendedor de recobrar la
Presenta para el vendedor una ven- cosa; b) obligación del vendedor de re-
taja sobre otras garantías, como la hipo- embolsar al comprador, y c) un plazo con-
teca. Puede procurarse una mayor suma cedido al vendedor para ejercitar su de-
de dinero, ya que el acreedor que presta recho.
con garantía hipotecaria tiene lógicamen- a) Es esencial, como se comprende,
te en cuenta los gastos del cobro de su que el vendedor se reserve la facultad de
crédito y no presta sino lo que pueda recomprar la cosa vendida.
valer la finca, con deducción de tales La estipulación de la reserva debe ha-
gastos. El vendedor confía en que, den- cerse en el mismo contrato de compra-
tro del plazo fijado, podrá procurarse venta; no puede útilmente pactarse des-
los fondos para reembolsar el precio y pués de su celebración.
recobrar la cosa. La estipulación a posteriori importaría
Para el comprador las ventajas son una promesa de compraventa.
enormes. Podrá hacer suya la cosa por b) El art. 1881 previene que el vende-
el solo hecho de que el vendedor deje dor debe reembolsar al comprador el pre-

81
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

cio que se estipulare y, a falta de estipula- d) En fin, para ejercitar su derecho,


ción, el mismo precio de la venta. el vendedor debe avisar al comprador con
c) Es indispensable un plazo para que la debida anticipación. El comprador goza
el vendedor ejercite su derecho. El de la cosa y es lógico que anticipadamen-
art. 1885 dispone: “El tiempo en que se te se le avise que debe restituirla.
podrá intentar la acción de retroventa no El art. 1885, inc. 2º, dispone que “en
podrá pasar de cuatro años, contados des- todo caso tendrá derecho el comprador a
de la fecha del contrato”. que se le dé noticia anticipada, que no
Las partes pueden, pues, señalar un bajará de seis meses para los bienes raíces
plazo que no exceda de cuatro años. ni de quince días para las cosas muebles”.
Esta regla no tiene lugar cuando la
239. Condiciones para ejercitar el de- cosa produce frutos, de tiempo en tiem-
recho que emana del pacto de retroven- po, mediante trabajos e inversiones preli-
ta. Para el ejercicio de los derechos que minares; justo es que la restitución no
el pacto de retroventa genera para el ven- pueda reclamarse del comprador sino des-
dedor y para que se opere la resolución pués de obtenidos los frutos de su esfuer-
del contrato de compraventa, es preciso zo. Por este motivo la disposición citada
que concurran las siguientes condiciones: concluye que “si la cosa fuere fructífera,
a) que el vendedor haga valer judicial- y no diere frutos sino de tiempo en tiem-
mente su derecho; b) que en el acto de po y a consecuencia de trabajos e inver-
ejercerlo ponga el precio a disposición siones preparatorias, no podrá exigirse la
del comprador; c) que el derecho se haga restitución demandada sino después de
valer en tiempo oportuno, y d) que se dé la próxima percepción de frutos”.
el correspondiente aviso al comprador.
a) Si las partes se avienen a ejecutar 240. Efectos del pacto de retroventa.
la retroventa, el vendedor reembolsa el Los efectos del pacto de retroventa serán
precio y el comprador restituye la cosa, diversos, según que el vendedor haya o
no pueden suscitarse dificultades. Pero si no ejercitado oportunamente su derecho.
el comprador se resiste, es indispensable a) Si el vendedor no ejercitó su dere-
que el vendedor ejercite su derecho, acu- cho en el plazo convenido o legal, fallará
diendo a la justicia. la condición resolutoria del contrato de
El art. 1855 emplea la expresión “in- venta. Caducarán los derechos del ven-
tentar la acción” que indica la necesidad dedor y los del comprador se consolida-
de que el derecho del vendedor se ejerci- rán definitivamente.
te judicialmente.78 b) Por la inversa, si el vendedor ejerci-
No es suficiente, por lo tanto, una ta su acción en la oportunidad debida, se
manifestación extrajudicial de la volun- habrá cumplido la condición resolutoria,
tad del vendedor de ejercitar su derecho. se resolverá el contrato de venta y las co-
b) En el acto de hacer valer su dere- sas volverán al mismo estado en que se
cho, el vendedor debe pagar el precio. El encontrarían si no se hubiera contratado.
término “reembolsando” indica claramen- Como en el caso de toda condición
te la idea de simultaneidad entre el ejer- resolutoria cumplida, será menester exa-
cicio del derecho y el pago. minar los efectos entre las partes y con
c) El vendedor deberá invocar el pacto relación a los terceros.
de retroventa en tiempo oportuno, esto es,
dentro del plazo convenido, que no será 241. Efectos entre las partes. Com-
superior a cuatro años. Expirado este pla- prador y vendedor se deben mutuas pres-
zo, el derecho del vendedor se extingue. taciones.
a) El comprador está obligado, desde
luego, a restituir la cosa, con sus acceso-
78
Alessandri, ob. cit., t. III, Nº 1914. rios. El art. 1883, inc. 1º, previene: “El

82
Segunda Parte: Los contratos en particular

vendedor tendrá derecho a que el com- na que mejore la compra se resuelva el


prador le restituya la cosa vendida con contrato, se cumplirá lo pactado; a me-
sus accesiones naturales”. nos que el comprador o la persona a
b) El comprador debe indemnizar al quien éste hubiere enajenado la cosa, se
vendedor por los deterioros de la cosa. allane a mejorar en los mismos términos
El vendedor “tendrá asimismo derecho a la compra”.
ser indemnizado de los deterioros impu- La disposición merece las dos obser-
tables a hecho o culpa del comprador” vaciones que siguen:
(art. 1883, inc. 2º). a) El plazo para mejorar la compra
c) Por su parte, el vendedor debe pa- no puede exceder de un año.
gar al comprador las mejoras introduci- b) Para evitar la resolución, el com-
das en la cosa. “Será obligado al pago de prador o la persona que hubiere adquiri-
las expensas necesarias, pero no de las do de él la cosa puede mejorar la com-
invertidas en mejoras útiles o voluptua- pra en los mismos términos que el nuevo
rias que se hayan hecho sin su consenti- comprador.
miento” (art. 1883, inc. 3º). En otras palabras, en igualdad de con-
diciones, el contrato no se resuelve y la
242. Efectos contra terceros. Respecto ley hace prevalecer el interés del com-
de los terceros se siguen las reglas gene- prador.
rales. La resolución del contrato de com- Entre las partes y respecto de terce-
praventa les afectará a condición de que ros, el pacto de retracto produce los mis-
estén de mala fe. mos efectos que el pacto de retroventa
El art. 1882 dispone: “El pacto de re- (art. 1886, incs. 2º y 3º).
troventa en sus efectos contra terceros se
sujeta a lo dispuesto en los arts. 1490 y
1491”. 9. D E LA RESCISIÓN DE LA VENTA POR
LESIÓN ENORME
243. El derecho que nace del pacto
de retroventa es intransferible. El dere- 245. Concepto y fundamento de la le-
cho que nace para el vendedor del pac- sión enorme. La lesión es el perjuicio pe-
to de retroventa es intransferible. El cuniario que las partes sufren como con-
art. 1884 prohíbe la cesión: “El derecho secuencia de la falta de equivalencia de
que nace del pacto de retroventa no pue- las prestaciones recíprocas de un contra-
de cederse”. to conmutativo.
El derecho del vendedor podría, sin No ha podido el legislador descono-
embargo, transmitirse por causa de cer que la compraventa es, en buena me-
muerte. dida, un acto de especulación y que es
legítimo que cada contratante trate de
obtener un provecho. Pero, por otra par-
3) Pacto de retracto te, no ha debido ignorar que un grave
desequilibrio de las prestaciones no ha
244. Concepto y efectos. Se llama pac- podido ser consentido sino bajo el impe-
to de retracto o adictio in diem aquel en rio de una presión a la que el contratan-
que las partes convienen que se resolverá te no ha sido capaz de resistir.
la venta si, en un plazo determinado, se Una imperiosa necesidad de dinero
presenta un nuevo comprador que ofrez- ha forzado seguramente al vendedor a
ca al vendedor condiciones más ventajo- vender a cualquier precio; su consenti-
sas que el comprador primitivo. miento se encuentra profundamente vi-
El art. 1886 dispone: “Si se pacta que ciado y la ley acude en su ayuda autori-
presentándose dentro de cierto tiempo zándole para pedir aun la rescisión del
(que no podrá pasar de un año) perso- contrato.

83
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

Pero la estabilidad del contrato requie- da relación con el verdadero valor de la


re que el desequilibrio de las prestacio- cosa, es el único en que ha podido ven-
nes sea de gran entidad para que se justi- derse.
fique la rescisión. La lesión, en otros c) No cabe la rescisión por lesión
términos, debe ser enorme. enorme, aunque se trate de inmuebles,
en las ventas de minas. El art. 170 del
246. Requisitos de la rescisión por le- Código de Minería previene: “No hay res-
sión enorme. Tiene lugar la rescisión de cisión por causa de lesión enorme en los
la venta por causa de lesión siempre que contratos de compraventa y de permuta
concurran los siguientes requisitos: de una concesión o de una cuota o una
a) que la venta sea susceptible de res- parte material de ella”.
cindirse por causa de lesión;
b) que la lesión sea enorme, en los 248. Cuándo la lesión es enorme. La
términos que señala la ley; desproporción entre las prestaciones de
c) que la cosa no haya perecido en comprador y vendedor debe ser mons-
poder del comprador; truosa; la ley reputa legítima una dife-
d) que el comprador no haya enaje- rencia moderada.
nado la cosa, y Pueden sufrir lesión enorme el ven-
e) que la acción correspondiente se dedor y el comprador. El art. 1889 preci-
entable en tiempo oportuno. sa cuándo hay lesión de esta índole para
uno y otro.
247. Ventas rescindibles por causa de Sufre lesión enorme el vendedor
lesión. La rescisión por causa de lesión cuando recibe un precio inferior a la mi-
tiene cabida sólo en los actos que la ley tad del precio justo de la cosa. El art. 1889
expresamente señala. Por este motivo, expresa: “El vendedor sufre lesión enor-
el legislador creyó oportuno consignar, me cuando el precio que recibe es infe-
en el art. 1888 que “el contrato de com- rior a la mitad del justo precio de la cosa
praventa podrá rescindirse por lesión que vende”.
enorme. Por ejemplo, si el justo precio de la
No tiene cabida la rescisión por le- cosa es de $ 1.000.000 sufrirá el vende-
sión enorme en todo contrato de com- dor lesión enorme si recibe $ 450.000.
praventa. En términos generales, sólo tie- Por su parte, el comprador sufrirá le-
ne cabida en la compraventa de bienes sión enorme cuando paga un precio su-
raíces: perior al doble del justo precio de la cosa.
a) No procede la acción rescisoria por El art. 1889 añade que “el comprador a
lesión enorme “en las ventas de bienes su vez sufre lesión enorme, cuando el jus-
muebles” (art. 1891). to precio de la cosa que compra es infe-
Como consecuencia, no tiene cabida rior a la mitad del precio que paga por
en las ventas comerciales; el art. 126 del ella”.
Código de Comercio dispone: “No hay Por ejemplo, sufrirá lesión enorme el
rescisión por causa de lesión enorme en comprador si paga $ 2.100.000 por la cosa
los contratos mercantiles”. cuyo justo precio es de $ 1.000.000. El jus-
b) No habrá tampoco lugar a la ac- to precio $ 1.000.000 es inferior a la mi-
ción rescisoria en las ventas “que se hu- tad del precio pagado por él ($ 1.050.000).
bieren hecho por el ministerio de la jus- Para determinar el justo precio debe
ticia” (art. 1891). atenderse al tiempo de la celebración de
Las ventas judiciales, forzadas o vo- la venta: “El justo precio se refiere al tiem-
luntarias, no son rescindibles por causa po del contrato” (art. 1889, inc. 2º).
de lesión. La venta se hace en pública La prueba de la lesión incumbe a
subasta, cumpliéndose diversos requisi- aquel de los contratantes que deduce la
tos de publicidad, y el precio, si no guar- acción correspondiente.

84
Segunda Parte: Los contratos en particular

249. Pérdida de la cosa por el com- Como prescripción del corto tiempo,
prador. Para que proceda la rescisión con arreglo al art. 2524, la prescripción
por lesión enorme es preciso que la cosa de la acción rescisoria corre contra toda
no haya perecido en poder del compra- clase de personas.
dor.
En efecto, el art. 1893 previene: “Per- 252. Irrenunciabilidad de la acción
dida la cosa en poder del comprador no rescisoria. La ley proclama que la acción
habrá derecho por una ni por otra parte rescisoria es irrenunciable. Autorizar la
para la rescisión del contrato”. renuncia importaría abolir la acción: “La
La disposición se explica porque res- ley no habría prestado sino un socorro
cindido el contrato deberá restituirse la inútil e ilusorio al desgraciado y al opri-
cosa. Esta restitución se torna imposible mido”.79
cuando la cosa ha perecido. El art. 1892 previene: “Si se estipulare
que no podrá intentarse la acción resciso-
250. Enajenación de la cosa por el ria por lesión enorme, no valdrá la estipu-
comprador. Ninguno de los contratantes lación; y si por parte del vendedor se ex-
podrá pedir la rescisión de la venta “si el presare la intención de donar el exceso,
comprador hubiere enajenado la cosa” se tendrá esta cláusula por no escrita”.
(art. 1893, inc. 2º).
La rescisión de la venta por causa de 253. Efectos de la rescisión por le-
lesión difiere sustancialmente, pues, de sión enorme. El objeto de la acción res-
la rescisión del mismo contrato por otras cisoria es invalidar la compraventa. Sus
causas; por regla general, la nulidad judi- efectos son los propios de la nulidad; en
cialmente declarada da acción contra ter- suma, el vendedor recobrará la cosa y el
ceros (art. 1689). comprador el precio pagado por ella.
Sin embargo, en caso de que el com- Pero la rescisión por lesión enorme
prador haya enajenado la cosa “por más tiene una interesante modalidad. La res-
de lo que había pagado por ella”, “podrá cisión se funda en la inicua despropor-
el primer vendedor reclamar este exceso, ción entre las prestaciones de compra-
pero sólo hasta concurrencia del justo va- dor y vendedor. El restablecimiento del
lor de la cosa, con deducción de una dé- equilibrio de tales prestaciones desagra-
cima parte” (art. 1893, inc. 2º). via a las partes, y de este modo desapare-
Por ejemplo, A vende a B en $ 1.000 cen sus motivos de queja.
una cosa cuyo justo precio es de $ 2.200 Si la víctima de la lesión ha sido el ven-
y B, a su turno, la vende en $ 2.500. A dedor, podrá el comprador hacer subsistir
tiene derecho a reclamar el exceso de el contrato aumentando el precio. Si al con-
$ 300. Pero si B vende en $ 4.500 no ten- trario, la víctima ha sido el comprador, pue-
drá derecho al total de la diferencia por- de hacer lo mismo el vendedor restituyen-
que ésta tiene como límite el justo precio do parte del precio excesivo.
con deducción de una décima parte y que Los efectos de la rescisión serán di-
asciende a $ 1.980. versos, pues, según que el demandado
opte por evitar que el contrato se rescin-
251. Prescripción de la acción resci- da o por aceptar la rescisión.
soria por lesión enorme. Por último, para
que proceda la rescisión por lesión enor- 254. Efectos si el demandado opta por
me es preciso que se deduzca la acción evitar la rescisión. El comprador y el ven-
correspondiente en tiempo oportuno. dedor, víctimas de lesión enorme, tienen
El art. 1896 dispone: “La acción res-
cisoria por lesión enorme expira en cua-
tro años, contados desde la fecha del con- 79
Expresiones del ilustre Portalis, citadas por
trato”. Alessandri, ob. cit., t. II, Nº 2031.

85
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones

derecho para pedir la rescisión del con- $ 1.000; en el segundo, por lo que vale
trato. $ 1.000 habrá pagado, a la postre, $ 1.100.
Pronunciada la rescisión, nace para
los contratantes el derecho de enervar el 255. Frutos y expensas. El compra-
fallo, aumentando el precio el compra- dor o el vendedor deben abonar frutos e
dor o restituyendo parte del mismo el intereses, pero sólo desde la fecha de la
vendedor. demanda. “No se deberán intereses o fru-
El art. 1890 establece: “El comprador tos sino desde la fecha de la demanda”,
contra quien se pronuncia la rescisión, expresa el inc. 2º del art. 1890, esto es,
podrá a su arbitrio consentir en ella o por el tiempo comprendido entre el con-
completar el justo precio con deducción trato y la iniciación del juicio.
de una décima parte; y el vendedor, en el La disposición añade que no podrá
mismo caso, podrá a su arbitrio consen- “pedirse cosa alguna en razón de las ex-
tir en la rescisión o restituir el exceso del pensas que haya ocasionado el contrato”.
precio recibido sobre el justo precio au-
mentado en una décima parte”. 256. Efectos si el demandado consien-
a) Debe observarse, en primer térmi- te en la rescisión del contrato. La resci-
no, que la facultad del comprador o ven- sión de la venta, en principio, da dere-
dedor demandados de aceptar o evitar la cho a las partes a ser restituidas al mismo
rescisión pueden ejercerla “a su arbitrio”. estado en que se hallarían si no se hubie-
El demandante no puede pedir sino ra celebrado el contrato nulo, con algu-
la rescisión del contrato. nas importantes limitaciones:
b) La opción del demandado nace a) El vendedor debe restituir la cosa
una vez fallado el pleito y declarada la y el comprador el precio, con intereses y
nulidad. La facultad de optar compete al frutos, pero sólo desde la demanda.
comprador o al vendedor “contra quien b) Las partes no están obligadas a pa-
se pronuncia la rescisión”. gar las expensas del contrato.
c) Fija la ley la cantidad que debe c) El art. 1894 expresa: “El vendedor
pagar el demandado para evitar la resci- no podrá pedir cosa alguna en razón de
sión. los deterioros que haya sufrido la cosa;
No están obligados el comprador y el excepto en cuanto el comprador se hu-
vendedor a completar el primero el justo biere aprovechado de ellos”.80
precio ni a restituir el segundo el exceso d) La rescisión de la venta por lesión
sobre el precio justo. El comprador debe enorme no afecta a los terceros adqui-
pagar y el vendedor restituir una décima rentes. Si la cosa se ha enajenado por el
parte menos. comprador, no hay derecho para pedir la
De este modo, si el justo precio es rescisión del contrato.
$ 1.000 y el vendedor ha recibido $ 400, el e) La rescisión no afecta tampoco a
comprador debe completar $ 900, que es los terceros en cuyo favor hubiere consti-
el justo precio menos una décima parte. tuido el comprador algún derecho real.
Y si el justo precio es $ 1.000 y el com- El art. 1895 dispone: “El comprador que
prador ha pagado $ 2.500, no debe el ven- se halle en el caso de restituir la cosa,
dedor restituir $ 1.500; como el justo pre- deberá previamente purificarla de las hi-
cio debe aumentarse en una décima parte potecas u otros derechos reales que haya
y así aumentado asciende a $ 1.100, debe constituido en ella”.
restituir como exceso sólo $ 1.400. La disposición deja en claro que las
En uno y otro caso, comprador y ven- hipotecas y demás derechos reales no se
dedor obtienen una ventaja del 10% so-
bre el justo precio que la ley reputa legí-
tima. En el primer caso, el comprador 80
Se aplica al comprador la regla del art. 906,
habrá pagado $ 900 por lo que vale dictada para el poseedor vencido de buena fe.

86
Segunda Parte: Los contratos en particular

extinguen de pleno derecho por la resci- justo precio de ella a la fecha del contra-
sión del contrato.81 to se mirará como el precio que paga
por lo que recibe en cambio”.

III. LA PERMUTA
IV. LA CESIÓN DE DERECHOS
257. Definición. Define el art. 1897
el contrato de permuta: “La permutación 259. División de la materia. La cesión
o cambio es un contrato en que las par- de derechos lato sensu es el traspaso de
tes se obligan mutuamente a dar una es- un derecho por acto entre vivos.
pecie o cuerpo cierto por otro”. Trata el Título XXV del Libro IV, en
La definición no es exacta. No sólo sucesivos párrafos, de tres materias dife-
es permuta el contrato en que se cambia rentes: 1) de la cesión de créditos perso-
una cosa por otra; lo es el cambio de una nales; 2) de la cesión del derecho de he-
cosa por otra y dinero, “si la cosa vale rencia, y 3) de la cesión de derechos
más que el dinero” (art. 1794). litigiosos.
El trueque de cosas genéricas no es De este modo, la denominación del
permuta; constituye un contrato innomi- título no es exacta; sugiere que se trata-
nado. rá, de un modo general, de la cesión de
toda clase de derechos.
258. La permuta se rige por las reglas En verdad, se ocupa de la cesión de
de la compraventa. Se aplican al contra- ciertos créditos o derechos personales; no
to de permuta las reglas que rigen la com- trata de la cesión de los derechos reales
praventa. sino sólo del de herencia, y de la cesión
a) Por regla general, el contrato de de derechos litigiosos que, naturalmen-
permuta es consensual. De acuerdo con te, pueden ser reales o personales.
el art. 1898, “el cambio se reputa perfec-
to por el mero consentimiento”.
b) Por excepción la permuta es so- 1. CESIÓN DE CRÉDITOS PERSONALES
lemne cuando “una de las cosas que se
cambian o ambas sean bienes raíces o de- 260. Concepto de créditos persona-
rechos de sucesión hereditaria”. En tal les. La expresión “créditos personales” es
caso, “para la perfección del contrato ante redundante. Los créditos son necesaria-
la ley, será necesaria escritura pública” mente personales en el sentido de que
(art. 1898). sólo pueden reclamarse de quienes por
c) Las cosas que no pueden venderse un hecho suyo o por disposición de la ley
tampoco pueden permutarse (art. 1899, han contraído la obligación correlativa
inc. 1º). (art. 578).
d) No son hábiles para celebrar el Ha querido significar el legislador con
contrato de permuta “las personas que la expresión “créditos personales” cierto
no son hábiles para el contrato de venta” tipo de créditos en que se encuentra pre-
(art. 1899, inc. 2º). cisamente determinado el acreedor, de-
El art. 1900 concluye: “Las disposicio- nominados, por lo mismo, “nominativos”.
nes relativas a la compraventa se aplica-
rán a la permutación en todo lo que no 261. Créditos nominativos, a la orden
se oponga a la naturaleza de este contra- y al portador. En principio, todos los cré-
to; cada permutante será considerado ditos son transferibles, excepto aquellos
como vendedor de la cosa que da, y el que tienen un carácter personalísimo.
Pero la manera de efectuar la cesión
varía según la forma del título de que
81
Alessandri, ob. cit., t. II, Nos 2023 y 2024. consta el crédito. Desde este punto de

87
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

“Artículo 2115. Disuelta la sociedad se pro- de la definición del artículo 2116 del C.C.
cederá a la división de los objetos que componen y son los siguientes:
su haber. A. El mandato, por ser un contrato, requiere
Las reglas relativas a la partición de los bie- siempre de consentimiento. De esta forma, el
nes hereditarios y a las obligaciones entre los mandato es siempre un contrato, pues su-
coherederos, se aplican a la división del caudal pone la concurrencia de las voluntades de
social y a las obligaciones entre los miembros de un mandante y un mandatario. Sin embar-
la sociedad disuelta, salvo en cuanto se opongan go, no es necesario que dichas voluntades
a las disposiciones de este título”. concurran al mismo tiempo, ya que pueden
La sociedad colectiva civil no conserva la producirse en momentos diferentes.
personalidad jurídica para los efectos de su El mandato puede constituirse en forma
liquidación.193 A la división del patrimonio expresa o tácita, e incluso presunta.
social se le aplican las normas sobre partición La regla general es que el silencio en el
de una herencia y sobre las obligaciones Derecho no produce efecto alguno. Una
entre los coherederos, salvo en cuanto di- de las excepciones a esta regla es la esta-
chas normas se opongan a las disposiciones blecida en el artículo 2125 del C.C. Esta
del Título XXVIII del Libro IV del Código disposición señala un caso especial de si-
Civil (artículo 2115.2º del C.C.). lencio circunstanciado, como se analizará
más adelante.
107. El contrato de mandato.
B. El mandato supone la confianza entre
108. Concepto de mandato. El mandato las partes. Este contrato tiene origen en la
está definido en el artículo 2116 del C.C. confianza recíproca y especialmente en
en los siguientes términos: la confianza que al mandante le inspira
“Artículo 2116. El mandato es un contrato el mandatario. El que sea un contrato de
en que una persona confía la gestión de uno o confianza trae aparejadas las siguientes
más negocios a otra, que se hace cargo de ellos consecuencias:
por cuenta y riesgo de la primera. a) Se altera el principio de la fuerza
La persona que confiere el encargo se llama obligatoria del contrato del artículo 1545
comitente o mandante, y la que lo acepta, apode- del C.C. En consecuencia, se le puede po-
rado, procurador, y en general, mandatario”. ner término al mandato por renuncia del
En el mandato intervienen las siguientes mandatario o revocación del mandante.
partes: b) Las obligaciones del mandatario no
a) Comitente, mandante o poderdante es la se transmiten a sus herederos.
persona que confiere el encargo. c) El mandato se extingue por la muerte
b) Apoderado, procurador o mandatario es del mandante o del mandatario.
la persona que recibe el encargo. d) El error en cuanto a la persona del
La remuneración que tiene el mandata- mandatario vicia el consentimiento.
rio por efectuar su cometido se denomina e) Se altera la norma sobre responsabi-
honorario. La regla general es que se puede lidad del mandatario, ya que éste siempre
efectuar un mandato sobre cualquier acto responderá de culpa leve, se encuentre o
o gestión. Incluso se puede contraer ma- no remunerado.
trimonio por mandato. C. Por el mandato se encarga la gestión de
uno o más negocios. Así se desprende del
109. Elementos de la esencia particulares
artículo 2116 del C.C. La doctrina no ter-
del contrato de mandato. Los elementos
mina en ponerse de acuerdo sobre qué se
de la esencia del mandato se desprenden
entiende por negocio. Para algunos autores
esta expresión es comprensiva de acto ju-
193
PUELMA ACCORSI, Álvaro, op. cit., Sociedades, rídico o material, pero si ello fuere de esta
tomo I, tercera edición, Editorial Jurídica de Chile, forma, el Código Civil se habría referido a
Santiago de Chile, 2001, pp. 242 a 247. los actos y hechos. Para otros el negocio se

109
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

refiere a la ejecución de actos jurídicos. Sin gando que el negocio le ha sido perjudicial o
embargo, si el Código Civil hubiere tenido que pudo haberse hecho a un menor costo.
tal intención se habría referido a actos y Sin perjuicio de ello, el artículo 2152 del
contratos como sinónimo de acto jurídico C.C. permite pacto en contrario al señalar
unilateral y bilateral. que “el mandatario puede por un pacto especial
Para determinar el alcance del artícu- tomar sobre su responsabilidad la solvencia de los
lo 2116.1º del C.C. se debe recurrir a la deudores y todas las incertidumbres y embarazos
acepción “gestión de negocios” que ocupa el del cobro. Constitúyese entonces principal deudor
Diccionario de la RAE. De esta forma, gestión para con el mandante, y son de su cuenta hasta
significa la acción y efecto de administrar. La los casos fortuitos y la fuerza mayor”.
palabra negocio comprende todo lo que es c) Esta disposición sirve para determi-
material, es decir, una ocupación lucrativa nar el alcance del artículo 2129 del C.C. El
o de interés. artículo 2152 del C.C. permitiría celebrar
En resumen, gestión de negocios im- un contrato de mandato por cuenta y ries-
plica la idea de administrar un negocio go del mandatario, lo que desvirtúa este
ajeno a través de actos o contratos de ín- elemento de la esencia. Ello ha llevado a
dole económico que sean materia de una parte de la doctrina a señalar que de pac-
ocupación lucrativa o de interés. De esta tarse esta cláusula se celebraría, más que
manera, pueden ser objeto de mandato los un mandato, un contrato innominado.
siguientes asuntos: 110. Características del contrato de
a) Administración de un patrimonio, mandato.
como se desprende de las facultades que
A. El mandato es un contrato consensual. El
confiere el mandato en el artículo 2132 del
mandato se perfecciona por el solo consen-
C.C.
timiento del mandante y del mandatario,
b) La administración de una industria,
como se desprende de los artículos 2123 y
como se desprende de la parte final del
2124 del C.C. En este sentido, la primera
artículo 2132 del C.C. de estas normas señala que “el encargo que
c) La ejecución de un negocio cualquiera es objeto del mandato puede hacerse por escritura
de índole económico. pública o privada, por cartas, verbalmente o de
d) La ejecución de un negocio jurídi- cualquier otro modo inteligible, y aun por la
co. En este sentido, el mandatario deberá aquiescencia tácita de una persona a la gestión
ejecutar los actos y contratos encaminados de sus negocios por otra; pero no se admitirá en
a la consecución del negocio jurídico. En juicio la prueba testimonial sino en conformidad
cambio, en la administración de un nego- a las reglas generales, ni la escritura privada
cio o industria su obligación consistirá en cuando las leyes requieran un instrumento au-
administrar el comercio o industria con téntico”.
el objeto de obtener un beneficio pecu- 1º. Reglas especiales en torno a la forma-
niario. ción del consentimiento en el mandato.
D. El mandatario debe hacerse cargo del En virtud del artículo 2124 del C.C., el
asunto por cuenta y riesgo del mandante. contrato de mandato se reputa perfecto
Los resultados del mandato deben radicar- por la aceptación del mandatario.
se, en definitiva, en la persona del mandante La aceptación en el mandato puede ser
y no del mandatario. Las consecuencias de expresa, tácita o presunta.
ello son las siguientes: En torno a estas formas de aceptación se
a) En los casos en que el mandatario aplican las reglas generales. Sin embargo,
actúe personalmente los riesgos serán de estas últimas dos formas de aceptación pre-
cargo del mandante, como se desprende sentan las siguientes particularidades:
de los artículos 2116 y 2151 del C.C. a) La aceptación tácita en el mandato.
b) El mandante no puede excusarse de La aceptación tácita se traduce en la
pagarle al mandatario su remuneración ale- ejecución voluntaria del negocio enco-

110
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

mendado al mandatario. Respecto de esta que “el matrimonio podrá celebrarse por manda-
obligación, el artículo 2124 del C.C. señala tario especialmente facultado para este efecto. El
lo siguiente: mandato deberá otorgarse por escritura pública, e
“Artículo 2124. El contrato de mandato se indicar el nombre, apellido, profesión y domicilio
reputa perfecto por la aceptación del mandatario. de los contrayentes y del mandatario”.
La aceptación puede ser expresa o tácita. En caso que las facultades del mandato
Aceptación tácita es todo acto en ejecución comprendan la celebración de un contrato
del mandato. solemne, como por ejemplo la compraventa
Aceptado el mandato, podrá el mandatario de un bien raíz (artículo 1801.2º del C.C.), la
retractarse mientras el mandante se halle toda- mayoría de la doctrina y jurisprudencia han
vía en aptitud de ejecutar el negocio por sí mis- señalado que la solemnidad se extiende al
mo, o de cometerlo a diversa persona. De otra mandato.194 Así, el mandato para comprar
manera se hará responsable en los términos del un bien raíz, por ser solemne, debe cele-
artículo 2167”. brarse por escritura pública. Dicha opinión
b) La aceptación presunta en el mandato. se basa fundamentalmente en los siguientes
La aceptación en el mandato excepcio- argumentos:
nalmente puede ser presunta, como sucede a) En el mandato consta la voluntad
en el caso establecido en el artículo 2125 de una de las partes que da lugar al acto
del C.C., que consagra un caso de silencio solemne y como la voluntad es un requisito
circunstanciado. En este sentido la referida de la esencia del acto dicha voluntad no
norma señala textualmente lo siguiente: basta con que sea “expresa”, sino que debe
“Artículo 2125. Las personas que por su pro- ser solemne.
fesión u oficio se encargan de negocios ajenos, b) El tenor literal del artículo 2123 del
están obligadas a declarar lo más pronto posible si C.C. De acuerdo con el primer argumen-
aceptan o no el encargo que una persona ausente to, en realidad la voluntad que genera el
les hace; y transcurrido un término razonable, contrato es la voluntad del mandante, y en
su silencio se mirará como aceptación. consecuencia, dicha voluntad debe cumplir
Aun cuando se excusen del encargo, deberán con las solemnidades que exige el negocio
tomar las providencias conservativas urgentes que
encomendado. El argumento del texto se
requiera el negocio que se les encomienda”.
desprendería de la segunda parte del ar-
Los requisitos que exige el artículo 2125 del
tículo 2123, cuando señala “no se admitirá en
C.C. para que opere la aceptación presunta son
juicio la prueba testimonial sino en conformidad a
los siguientes:
las reglas generales, ni la escritura privada cuando
i) El destinatario debe ser una persona que
por su profesión u oficio se encargue de negocios las leyes requieran un instrumento auténtico”.
ajenos. Ahora, no todos los autores concuerdan
Las personas que hacen del mandato con esta posición. Para David STITCHKIN,
su profesión u oficio son, por ejemplo, co- la primera parte del artículo 2123 del C.C.
rredores, abogados, martilleros públicos, se aplicaría al mandato propiamente tal,
procuradores, etc. pero la segunda parte simplemente esta-
ii) El oferente debe ser una persona ausente. ría repitiendo las normas que regulan la
iii) Debe transcurrir un término razonable sin prueba de las obligaciones específicamente
que el destinatario responda excusándose. en el mandato. De esta forma, lo señalado
2º. Mandato solemne. en el artículo 2123, segunda parte, no es
El mandato excepcionalmente puede ser más que la repetición de lo indicado en el
solemne, ya sea de forma convencional o
legal. Es solemne legal el mandato judicial 194
en los términos del artículo 6º C.P.C. y el Esta, por ejemplo, era la opinión de V. PES-
CIO. PESCIO V., Víctor, Manual de Derecho Civil. Teoría
mandato para contraer matrimonio regu- general de los actos jurídicos y teoría general de la prueba,
lado en los artículos 103 del C.C. y 15 del tomo II, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de
R.R.C. La primera de estas normas señala Chile, 1958, p. 171.

111
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

artículo 1701.1º del C.C.195 En este sentido puede retractarse siempre que concurran
la referida norma señala textualmente que las siguientes condiciones:
“la falta de instrumento público no puede suplirse a) El mandante se encuentre en actitud de
por otra prueba en los actos y contratos en que la ejecutar el negocio por sí mismo.
ley requiere esa solemnidad; y se mirarán como b) El mandante puede hacer el encargo a
no ejecutados o celebrados aun cuando en ellos se otra persona.
prometa reducirlos a instrumento público dentro c) El mandatario no haya principiado la
de cierto plazo, bajo una cláusula penal; esta ejecución del mandato.
cláusula no tendrá efecto alguno”. En caso de no cumplirse las condiciones
Por otra parte, de lo señalado STITCH- anteriores, el mandatario será responsable
KIN desprende que en los casos en que el con indemnización de perjuicios por los
mandatario actúe personalmente será su daños que la renuncia causare, conforme
voluntad la que dé lugar al contrato solemne, a los artículos 2124, inciso final, y 2167 del
independientemente de la acción personal C.C. En este sentido la última de dichas
que tiene el mandante en su contra; en- normas señala textualmente lo siguiente:
tonces, exigir que el mandato sea solemne “Artículo 2167. La renuncia del mandatario
no puede basarse en que es la voluntad no pondrá fin a sus obligaciones, sino después
del mandante la que da lugar al contrato. de transcurrido el tiempo razonable para que el
El sustento teórico de la posición que exi- mandante pueda proveer a los negocios enco-
ge solemnidad en el mandato, de ser el mendados.
negocio encomendado solemne, se basa De otro modo se hará responsable de los per-
en la teoría del nuncio o mensajero en la juicios que la renuncia cause al mandante; a
representación. Pero la representación es menos que se halle en la imposibilidad de admi-
una figura absolutamente independiente nistrar por enfermedad u otra causa, o sin grave
del mandato, por lo que dicho sustento perjuicio de sus intereses propios”.
teórico es equivocado y, por lo demás, esta Pero también existe una causal de re-
teoría ha sido rechazada como fundamento tractación específica en el mandato en vir-
de la representación. Sin embargo, dicha tud de la cual el mandante que no cumple con
teoría tiene un fundamento eminentemente aquello a que es obligado, autoriza al mandatario
práctico. Para que opere la representación, para desistir de su encargo (artículo 2159 del
el mandato debe cumplir con las solemni- C.C.).
dades del acto encomendado. B. El mandato es un contrato bilateral. El
En resumen, sólo es posible aplicar mandato genera obligaciones para ambos
esta teoría a los casos en que el manda- contratantes. Sin perjuicio de ello, puede
tario actúe a través de la representación. ser unilateral cuando las partes convengan
En los casos en que el mandatario obre eximir al mandante de sus obligaciones.
personalmente será su voluntad la que
C. El mandato es un contrato oneroso por
genere el negocio encomendado, por lo
naturaleza. El mandato tiene como objeto
que no habrá necesidad que el mandato
la utilidad de ambas partes, ya que ambos
cumpla con las solemnidades de la ges-
contratantes se gravan y benefician recí-
tión encomendada. Sin embargo, no se
procamente.196 Sin perjuicio de lo cual el
puede dejar de lado que nuestra doctrina
mandato será gratuito en la medida que
y jurisprudencia aplican dicha teoría a los
no se remunere al mandatario. En este
efectos del mandato.
sentido, el artículo 2117 del C.C. señala
3º. Retractación del mandatario.
lo siguiente:
El mandatario, a pesar que el manda-
“Artículo 2117. El mandato puede ser gratuito
to se perfecciona por el consentimiento,
o remunerado.
195
Vid. STITCHKIN BRANOVER, David, El mandato,
196
Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1989, Conforme al § 662 del BGB, el mandato es
Nº 79, pp. 117 a 128. gratuito.

112
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

La remuneración (llamada honorario) es de- prestaciones de las partes se miran como


terminada por convención de las partes, antes equivalentes. Pero también puede ser alea-
o después del contrato, por la ley, la costumbre, torio cuando la remuneración del manda-
o el Juez”. tario dependa del éxito o del fracaso de la
La onerosidad es un elemento de la na- gestión encomendada. Ello sucede en los
turaleza del contrato de mandato (artícu- denominados pactos de cuota litis o en el
los 2117 y 2158.1º, Nº 3 del C.C.). Como mandato de corretaje.199
consecuencia de ello, la onerosidad se en- D. El mandato es un contrato principal.
tiende incorporada al mandato, sin necesidad
de cláusula especial. Por ello, si las partes E. El mandato es un contrato de confianza.
nada señalan respecto de la remuneración, F. El mandato es un contrato naturalmente
se entiende que ella es la usual. De esta revocable.
forma, será el juez el llamado en definitiva Como se analizó, la regla general es que
a determinar la remuneración, salvo que los contratos sean irrevocables, pero existen
la ley o las partes lo hicieren. excepciones como ocurre precisamente
El mandatario siempre responderá de con el mandato.
la culpa leve (artículo 2129.1º del C.C.),197 Sin perjuicio de ello, el mandato es irre-
pero dicha responsabilidad puede agra- vocable excepcionalmente, en los siguientes
varse o atenuarse. La responsabilidad del casos:
mandatario se agrava de ser el mandato a) El mandato que se pacta como irre-
remunerado (artículo 2129.2º del C.C.).198 y vocable.
se atenúa en la medida que se ha visto obli- b) El mandato que integre un negocio
gado a aceptar el encargo (artículo 2129.3º jurídico, entendido como un acto jurídico
del C.C.). En este sentido, el artículo 2129 complejo.200
del C.C. señala lo siguiente: c) El mandato otorgado en beneficio
“Artículo 2129. El mandatario responde del mandatario o de terceros.201
hasta de la culpa leve en el cumplimiento de d) En los casos que se prohíbe por la
su encargo. ley el mandato revocable, como el mandato
Esta responsabilidad recae más estrictamente mercantil.202
sobre el mandatario remunerado.
Por el contrario, si el mandatario ha mani- 111. Representación y mandato. Estas
festado repugnancia al encargo, y se ha visto en figuras son autónomas, ya que BELLO separó
cierto modo forzado a aceptarlo, cediendo a las el mandato de la representación. En este
instancias del mandante, será menos estricta la sentido, puede haber mandato sin repre-
responsabilidad que sobre él recaiga”. sentación si el mandatario actúa a nombre
El grado de culpa de la que es responsa- propio; y representación sin mandato en los
ble el mandante se determina conforme a casos de representación legal. El mandatario
las reglas generales, es decir, de acuerdo a puede actuar de dos formas:
la regulación de la graduación de la culpa A. A nombre propio.
del artículo 1547 del C.C. B. A nombre ajeno a través de la representa-
Por lo general el contrato de comodato ción. La representación es un elemento o
es conmutativo. Ello quiere decir que las cosa de la naturaleza del mandato, ya que el
197
En este sentido, la referida norma es una ex-
199
cepción al artículo 1547 del C.C., en virtud del cual La onerosidad puede ser condicionada como
el mandatario en caso que el contrato sea gratuito sucede en el corretaje, en que el honorario es contra
–es decir el único beneficiario sea el mandante–, resultado.
200
aquél responde de culpa lata. Vid. supra Nº 5, § 2, capítulo I, tomo I.
198 201
En este caso la excepción al artículo 1547 del Sentencia de la C.A. de Pedro Aguirre Cerda,
C.C. es más tenue, ya que aunque el mandatario de 5 de mayo de 1987 (G.J., Nº 83, p. 70).
202
responde de culpa leve, la evaluación de ésta por el El mandato comercial es irrevocable (ar-
juez debe atenuarse. tículo 241 del C. de C.).

113
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

mandatario puede actuar a nombre propio. En el caso del mandato nulo o en el que
De esta forma, si las partes nada señalan se el mandatario se excedió de sus facultades
entiende que el mandatario puede actuar a por necesidad imperiosa, conforme a la
nombre propio o a través de la representa- referida disposición, deben efectuarse las
ción. Sin embargo, no existe inconveniente siguientes distinciones:
en que a través de una cláusula especial se i) Si el mandatario estaba de buena fe
modifiquen las reglas de la representación se producen los efectos propios del cuasi-
en el mandato, conforme a los artículos 2151 contrato de agencia oficiosa.
y 2132 del C.C. ii) Si el mandatario está de mala fe se
aplican las reglas generales de la nulidad, es
112. Partes del contrato de mandato.
decir, las siguientes reglas: 1ª El mandante
En el mandato intervienen un mandan-
puede acogerse al beneficio del artículo 1688;
te y un mandatario. Sin embargo, como
2ª El mandatario, además, deberá indem-
se desprende del artículo 2126 del C.C.,
nización de perjuicios al mandante.
puede haber más de un mandante y/o
mandatario, es decir, puede haber plura- 114. Pluralidad de mandantes. A la plura-
lidad de sujetos. lidad de mandantes se refiere el artículo 2126
del C.C. Sin embargo, la responsabilidad
113. El mandante. El mandante es la
de los mandantes no está expresamente
persona que confiere el encargo; puede
regulada, porque se deben aplicar las reglas
ser persona natural o jurídica. La capaci-
generales en materia de responsabilidad
dad del mandante se manifiesta desde los
civil. De esta forma, cada mandante res-
siguientes dos puntos de vista:
ponderá por las obligaciones del mandato
a) Respecto a la capacidad de celebrar
en cuotas iguales.
el contrato de mandato. En esta materia
el legislador no ha señalado nada nuevo, 115. El mandatario. El mandatario es
por lo tanto, se deben aplicar las reglas la persona que acepta el encargo. Se llama
generales. De esta forma, el mandato debe también apoderado o procurador y puede
recaer sobre un objeto lícito y el mandante ser una persona natural o jurídica.
debe tener capacidad de ejercicio. En cuanto al interés que tenga en el
b) Capacidad para ejecutar por sí mismo negocio, se pueden producir las siguientes
el negocio que confiere. Es de la esencia situaciones:
del mandato que el mandatario actúe por a) Que el mandato sólo interese al man-
cuenta y riesgo del mandante y los efectos dante, en cuyo caso habrá mandato.
se radican no en el patrimonio del man- b) Que el negocio interese al mandante,
datario, sino que en el del mandante. Por al mandatario y a un tercero, en cuyo caso
ello, será indispensable que el mandante también habrá un verdadero mandato.
tenga la capacidad de ejecutar por sí mismo c) Que el negocio interese al mandante
el negocio encomendado. y a un tercero, en cuyo caso también habrá
Con relación al mandante incapacitado, mandato de acuerdo al artículo 2120. De
cabe efectuar las siguientes distinciones: esta forma, la referida norma señala que
a) Si el mandatario no ha dado princi- “si el negocio interesa juntamente al que hace
pio a la gestión de negocios y se declara la el encargo y al que lo acepta, o a cualquiera de
nulidad del mandato se producen todas las estos dos, o a ambos y a un tercero, o a un tercero
consecuencias de la nulidad. exclusivamente, habrá verdadero mandato; si el
b) Si el mandatario ya ejecutó la gestión, mandante obra sin autorización del tercero, se
se aplica el artículo 2122 del C.C. En este producirá entre estos dos el cuasicontrato de la
sentido, la referida norma señala que “el agencia oficiosa”.
mandatario que ejecuta de buena fe un mandato Incluso lo habrá si el negocio intere-
nulo o que por una necesidad imperiosa sale de sa al mandatario y a un tercero. En dicho
los límites de su mandato, se convierte en un supuesto el mandatario, en la parte que
agente oficioso”. le interesa, ejecuta un negocio propio cu-

114
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

yos riesgos soportará personalmente y en recibir válidamente el pago, cualquiera persona a


la parte que le interesa al tercero actuará quien el acreedor cometa este encargo, aunque al
como un verdadero mandatario. También tiempo de conferírsele no tenga la administración
habrá mandato si el negocio interesa sólo de sus bienes ni sea capaz de tenerla”.
a un tercero.
117. Pluralidad de mandatarios. En caso
d) Si el negocio interesa sólo al man-
de encargarse a varios la gestión de dife-
datario no habrá mandato, sino un simple
rentes negocios, en un mismo acto, habrá
consejo (artículo 2119.1º del C.C.), que si se
pluralidad de mandatarios. A su vez, de
da maliciosamente “obliga a la indemnización
encargarse diferentes negocios a diversos
de perjuicios” (artículo 2119.2º del C.C.).203
mandatarios en varios actos habrá varios
En este sentido el artículo 2119 del C.C.
mandatos, pero no pluralidad de manda-
señala expresamente lo siguiente:
tarios. Ello es evidente desde que el último
“Artículo 2119. El negocio que interesa al
mandato revoca a los anteriores, según lo
mandatario solo es un mero consejo que no pro-
señalado en el artículo 2124 del C.C. La
duce obligación alguna.
contravención a la prohibición de obrar
Pero si este consejo se da maliciosamente, obliga
separadamente por parte de los mandatarios,
a la indemnización de perjuicios”.
conforme al artículo 2127 del C.C., adolece
116. Capacidad del mandatario y rela- de nulidad. Sin embargo, la doctrina entien-
ciones de éste con los terceros. Si el man- de que la trasgresión a dicha prohibición
datario es incapaz y contrata a nombre del trae aparejada la inoponibilidad respecto
mandante obligará a éste en los términos del mandante. Esta inoponibilidad busca
del artículo 1448 del C.C.. Esta no es una proteger a los terceros que de buena fe han
excepción a las reglas generales porque en contratado con uno de los mandatarios,
este caso la voluntad que genera el negocio ignorando la prohibición.
encomendado es la voluntad del mandante. En cambio, si nada estipula el mandante
El artículo 1445 del C.C. exige capacidad los mandatarios podrán dividir la gestión de
para que un individuo pueda obligarse, por la manera que estimen pertinente y cada uno
lo que el mandatario incapaz no contrae de ellos será responsable de la obligación
obligación alguna. que contrajo. En este sentido, la referida
En consecuencia, puede ser mandata- norma señala que “si se constituyen dos o más
rio un menor adulto, pero en este caso las mandatarios y el mandante no ha dividido la
obligaciones del mandatario incapaz para gestión, podrán dividirla entre sí los mandatarios;
con el mandante y los terceros no podrá pero si se les ha prohibido obrar separadamente,
tener efecto, si no es de acuerdo a las reglas lo que hicieren de este modo será nulo”.
relativas a los menores. Así se desprende
118. Clasificación del mandato o clases
claramente del artículo 2128, que señala:
de mandato. A continuación se analizarán
“si se constituye mandatario a un menor adul-
las clasificaciones más relevantes del man-
to, los actos ejecutados por el mandatario serán
dato.
válidos respecto de terceros en cuanto obliguen
a éstos y al mandante; pero las obligaciones del 119. El mandato puede ser, atendiendo
mandatario para con el mandante y terceros no a su origen, mandato civil, mandato comer-
podrán tener efecto sino según las reglas relativas cial o mercantil y mandato judicial.204 Esta
a los menores”.
Por otra parte, en virtud del artículo 1581 204
del C.C., “puede ser diputado para el cobro y El mandato comercial –es decir, el que recae
sobre actos de comercio– presenta grandes diferen-
cias con el civil. Las diferencias más relevantes entre
203
El artículo 2121 del C.C. señala que no debe estos dos mandatos son las siguientes: a) El mandato
confundirse el mandato con una mera recomendación, comercial no termina por la muerte del comitente
como si se recomienda arrendar una cosa o prestar (artículo 240 del C. de C.); b) El mandato comercial es
dinero a otro. En estos casos no se produce una gestión irrevocable (artículo 241 del C. de C.); c) La renuncia
de negocios ajenos, ni menos un mandato. del comisionista es más difícil que la civil (artículo 242

115
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

clasificación es importante en el caso que un buen padre de familia. El mandatario


existan varios mandatarios. no está obligado a ejecutar el encargo en
En el mandato civil la responsabilidad de los siguientes casos:
los diferentes mandatarios es simplemente a) Cuando la ejecución del mandato
conjunta o mancomunada, salvo que en la consiste en un hecho ilícito.
responsabilidad exista dolo, en cuyo caso b) Cuando el negocio es manifiestamente
existirá responsabilidad solidaria, conforme contrario a los intereses del mandante.
al artículo 2317 del C.C. c) Cuando la cosa objeto del mandato
En el mandato comercial o mercantil la ha perecido.
responsabilidad de los diferentes manda- d) Cuando el cumplimiento del mandato
tarios es solidaria, conforme al artículo 290 perjudica los propios intereses del manda-
del C. de C. tario.
El mandato judicial es aquel que se otorga
124. Obligación de rendir cuenta. El
en juicio para representar a otro.
mandatario actúa por cuenta y riesgo del
120. El mandato puede ser atendien- mandante y debe por tanto rendir cuenta
do a su extensión general o especial. El de su gestión, conforme a lo señalado en
mandato general se da para todos los nego- el artículo 2155.1º del C.C. La forma de
cios del mandante. En cambio, el mandato rendir la cuenta está regulada en el inciso
especial es el que comprende uno o más 2º de la disposición precedente, por la cual
negocios determinados. Esta clasificación “las partidas importantes de su cuenta serán
del mandato, en torno a su extensión, está documentadas si el mandante no le hubiere re-
consagrada en el artículo 2130 del C.C. en levado de esta obligación”. A su vez, el inciso
los siguientes términos: siguiente agrega que “[l]a relevación de rendir
“Artículo 2130. Si el mandato comprende uno cuenta no exonera al mandatario de los cargos
o más negocios especialmente determinados, se que contra él justifique el mandante”.
llama especial; si se da para todos los negocios
125. Obligación de restituir lo que hubie-
del mandante, es general; y lo será igualmente
re recibido en virtud del encargo y transferir
si se da para todos, con una o más excepciones
todos los derechos adquiridos por el man-
determinadas.
datario en ejecución del mandato. A esta
La administración está sujeta en todos casos
obligación se refieren los artículos 2156 y
a las reglas que siguen”.
2157 del C.C. en los siguientes términos:
121. Efectos del contrato de mandato. “Artículo 2156. Debe al mandante los intereses
Los efectos del contrato de mandato son las corrientes de dineros de éste que haya empleado
obligaciones que éste genera, o sea, las que en utilidad propia.
se exigen al mandatario y al mandante. Debe asimismo los intereses del saldo que de
las cuentas resulte en contra suya, desde que
122. Obligaciones del mandatario.
haya sido constituido en mora.
Las obligaciones del mandatario son las
Artículo 2157. El mandatario es responsable
siguientes:
tanto de lo que ha recibido de terceros en razón
123. Obligación de ejecutar el encargo del mandato (aun cuando no se deba al man-
que se le ha confiado con la diligencia de dante), como de lo que ha dejado de recibir por
su culpa”.
del C.C.); d) Las reglas que regulan la responsabilidad
Esta es la obligación fundamental del man-
del comisionista son más graves. Así, por ejemplo, de datario y su contenido es el siguiente:
haber varios comisionistas responden solidariamente a) El mandatario debe ceder todos los
(artículo 290 del C. de C.); e) la delegación es más derechos y acciones adquiridos respecto
exigente y prolija (artículos 261 a 267 del C. de C.) y de los terceros en ejecución del encargo.
f) la rendición de cuentas del comisionista es más exi-
gente en el mandato mercantil, ya que debe concordarla
b) El mandatario debe transferir todos
con los libros y asientos; de lo contrario, se cometerá los bienes adquiridos en la ejecución del
el delito de estafa (artículo 280 del C. de C.). encargo.

116
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

c) El mandatario debe ceder todas las Para todos los actos que salgan de estos límites,
obligaciones que hubiese contraído en la necesitará de poder especial”.
ejecución del encargo. En torno al mandato de simple admi-
nistración del Código Civil, cabe señalar
126. Facultades que comprende el man-
lo siguiente:
dato. Por regla general, las facultades del 1º. Los actos de administración.
mandatario dependen exclusivamente del A pesar que el Código Civil no señaló lo
mandante. La ley solamente entrará a suplir que se entiende por estos actos es posible
su voluntad cuando ésta no esté claramente definirlos, conforme a los artículos 391 y
expresada o exista alguna omisión, conforme 2132 del C.C. La primera de estas normas es
al artículo 2131 del C.C. especialmente importante para determinar
El mandatario debe ejecutar el negocio el alcance de esta expresión. Así, la referida
con los medios que el mandante le ha señala- disposición señala que “el tutor o curador
do, como se desprende del artículo 2134 del administra los bienes del pupilo y es obligado a
C.C., por el cual “la recta ejecución del mandato la conservación de estos bienes y a su reparación
comprende no sólo la substancia del negocio enco- y cultivo. Su responsabilidad se extiende hasta
mendado, sino los medios por los cuales el mandante la culpa leve inclusive”.
ha querido que se lleve a cabo”. Agregando dicha Conforme a la disposición precedente es
norma en el inciso siguiente que “se podrán, posible entender por administración la con-
sin embargo, emplear medios equivalentes, si la servación, reparación, cultivo e incremento
necesidad obligare a ello y se obtuviere completamente de un negocio o patrimonio. Para parte de
de ese modo el objeto del mandato”. la doctrina, el concepto de administración se
127. Facultades que confiere el contrato obtiene por contraposición a la disposición.
de mandato al mandatario. Para referirse A su vez, los actos de disposición y enaje-
a las facultades que confiere el mandato al nación pueden entenderse como actos de
mandatario deben distinguirse las siguientes administración en la medida que cumplan
situaciones. con los fines señalados precedentemente.
Por ello, el mandato general otorga facul-
A. El mandato de simple administración. tades al mandatario para ejecutar todos los
El mandato de simple administración está actos de disposición que tienen por objeto
regulado en el artículo 2132 del C.C. Esta la administración.
norma confiere al mandatario facultades Los actos de administración se suelen defi-
amplias en la ejecución del encargo. El man- nir como aquellos que miran a la conservación
datario tendrá derecho a ejecutar los actos del peculio del administrado y a la repara-
de administración comprendidos dentro ción e incremento de los bienes mediante
del giro de administración ordinario. En las obras, actos y contratos y enajenaciones
este sentido, la referida disposición señala que sean necesarios a dicho objeto.
textualmente lo siguiente: El segundo concepto clave para com-
“Artículo 2132. El mandato no confiere prender lo que se entiende por simple
naturalmente al mandatario más que el poder administración es el de “giro administrativo
de efectuar los actos de administración, como ordinario”. La simple administración abarca
son pagar las deudas y cobrar los créditos del los actos que se realicen dentro del giro
mandante, perteneciendo unos y otros al giro administrativo ordinario, conforme al ar-
administrativo ordinario; perseguir en juicio tículo 2132 del C.C. Sin embargo, el Código
a los deudores, intentar las acciones posesorias Civil tampoco definió lo que se entiende
e interrumpir las prescripciones, en lo tocante por dicho concepto.
a dicho giro; contratar las reparaciones de las La doctrina ha señalado que el giro
cosas que administra; y comprar los materiales ordinario dependerá de la naturaleza del
necesarios para el cultivo o beneficio de las tierras, negocio encomendado.
minas, fábricas, u otros objetos de industria que En resumen, la simple administración
se le hayan encomendado. tiene dos limitaciones:

117
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

a) Sólo permite ejecutar actos de admi- 5º. Facultad para colocar dineros del
nistración. mandante.
b) Sólo comprende los actos que perte- A este mandato especial se refiere el
necen al giro ordinario de los negocios del artículo 2146 del C.C., señalando que “no
mandante, incluyendo los de disposición. podrá el mandatario colocar a interés dineros del
El mandatario, para no sujetarse a estos mandante, sin su expresa autorización.
dos límites, requiere de un poder especial, Colocándolos a mayor interés que el designado
conforme al artículo 2132 del C.C. por el mandante, deberá abonárselo íntegramente,
b) De la utilización de la expresión natural- salvo que se le haya autorizado para apropiarse
mente por el artículo 2132 del C.C. se desprende el exceso”.
que la simple administración es un elemento de 6º. Mandato para tomar dineros pres-
la naturaleza del mandato. tados.
B. Mandatos especiales o mandatos con fa- Este mandato está regulado por el ar-
cultades especiales. El Código Civil tampoco tículo 2145 del C.C., que señala que el man-
define a estos mandatos. Sin perjuicio de datario “encargado de tomar dinero prestado,
lo anterior, es posible definirlos por ex- podrá prestarlo él mismo al interés designado
clusión, descartando todos los actos admi- por el mandante, o a falta de esta designación,
nistrativos o que por oposición escapan al al interés corriente; pero facultado para colocar
giro ordinario del negocio encomendado, dinero a interés, no podrá tomarlo prestado para
requiriendo autorización especial del man- sí sin aprobación del mandante”.
dante, de acuerdo al artículo 2132 inciso C. Mandato de libre administración. Como se
final del C.C. Son mandatos especiales los desprende del artículo 2133.2º del C.C., las
siguientes: cláusulas de libre administración compren-
1º. Mandato para donar. den las facultades que por la ley se entienden
Este mandato está regulado en el ar- pertenecerle, como sucede por ejemplo
tículo 2139 del C.C. que preceptúa que “en con la facultad para novar (artículo 1629
la inhabilidad del mandatario para donar no del C.C.). Las cláusulas de libre adminis-
se comprenden naturalmente las ligeras gratifi- tración, conforme al artículo 2133.2º del
caciones que se acostumbra hacer a las personas C.C., no pueden alterar la sustancia del
de servicio”. mandato. El mandatario, en este sentido,
2º. Mandato para transigir y compro- debe ejecutar los negocios encomendados
meter. y no puede ejecutar actos ajenos al giro
A esta figura se refieren los siguientes ordinario, sin previo poder especial. Así, el
artículos: artículo 2133 del C.C. señala textualmente
“Artículo 2141. La facultad de transigir no lo siguiente:
comprende la de comprometer, ni viceversa. “Artículo 2133. Cuando se da al manda-
Artículo 2448. Todo mandatario necesitará tario la facultad de obrar del modo que más
de poder especial para transigir. conveniente le parezca, no por eso se entende-
En este poder se especificarán los bienes, derechos rá autorizado para alterar la substancia del
y acciones sobre que se quiera transigir”. mandato, ni para los actos que exigen poderes
3º. Mandato para vender. o cláusulas especiales.
Este mandato especial está tratado en el Por la cláusula de libre administración se
artículo 2142 del C.C., que señala que “el entenderá solamente que el mandatario tiene la
poder especial para vender comprende la facultad facultad de ejecutar aquellos actos que las leyes de-
de recibir el precio”. signan como autorizados por dicha cláusula”.
4º. Mandato para hipotecar. 128. Restricciones que se imponen al
El mandato para hipotecar está regulado mandatario en la ejecución del contrato
en el artículo 2143 del C.C., en virtud del de mandato. La restricción fundamental
cual “la facultad de hipotecar no comprende la para el mandatario está establecida en el
de vender, ni viceversa”. artículo 2131 del C.C., en virtud del cual “el

118
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

mandatario se ceñirá rigorosamente a los términos Compete al mandatario probar la fuerza ma-
del mandato, fuera de los casos en que las leyes yor o caso fortuito que le imposibilite de llevar a
le autoricen para obrar de otro modo”. efecto las órdenes del mandante”.
Por otra parte, conforme al artículo 2134.1º Todos estos casos son excepciones al
del C.C., “la recta ejecución del mandato comprende cumplimiento riguroso del mandato en
no sólo la sustancia del negocio encomendado, sino los términos señalados en el artículo 2131
los medios por los cuales el mandante ha querido del C.C.
que se lleve a cabo”.
Al mandatario también le está prohibido 129. Delegación del mandato y sus efec-
apropiarse lo que exceda al beneficio o mi- tos. El mandatario, mediante la delegación,
nore el gravamen designado en el mandato puede delegar o encargar la ejecución del
(artículo 2147.1º, parte final del C.C.). Y el mandato a un delegado. Sin embargo, el
inciso 2º de la referida norma agrega que al mandatario no siempre podrá delegar. La
mandatario “por el contrario, si negociare con delegación expresa se admite sin reparos.
menos beneficio o más gravamen que los designados En cambio se discute si el mandatario puede
en el mandato, le será imputable la diferencia”. delegar en el evento que el mandato no
Por último, conforme al artículo 2149 del señala nada al respecto.
C.C., “el mandatario debe abstenerse de cumplir Para tratar estas materias es necesario
el mandato cuya ejecución sería manifiestamente hacer las siguientes distinciones:
perniciosa al mandante”. A. Si el mandante no ha señalado nada al
Sin perjuicio de las rigurosas reglas que respecto se aplica el artículo 2135 del C.C., que
rigen el encargo en el mandato, éstas se señala lo siguiente:
flexibilizan en las siguientes situaciones: “Artículo 2135. El mandatario podrá dele-
a) Conforme al artículo 2134.2º del gar el encargo si no se le ha prohibido; pero no
C.C., “se podrán, sin embargo, emplear medios estando expresamente autorizado para hacerlo,
equivalentes, si la necesidad obligare a ello y se responderá de los hechos del delegado, como de
obtuviere completamente de ese modo el objeto del los suyos propios.
mandato”. Esta responsabilidad tendrá lugar aun cuando
b) El mandatario en general podrá se le haya conferido expresamente la facultad de
aprovecharse de las circunstancias para delegar, si el mandante no le ha designado la
realizar su encargo con mayor beneficio o persona, y el delegado era notoriamente incapaz
menor gravamen que los designados por el o insolvente”.
mandante; con tal que bajo otros respectos
no se aparte de los términos del mandato B. Si el mandante autoriza expresamente la
(artículo 2147.1º del C.C.). delegación. En este supuesto pueden ocurrir
c) A su vez, conforme al artículo 2148, las siguientes situaciones:
“las facultades concedidas al mandatario se inter- 1º. El mandante designe a la persona
pretarán con alguna más latitud, cuando no está a quien pueda hacerse la delegación, la
en situación de poder consultar al mandante”. responsabilidad del delegado recaerá direc-
d) Finalmente, el artículo 2150 del C.C. tamente sobre el mandante y el mandatario
señala textualmente lo siguiente: no responde de los hechos del delegado
“Artículo 2150. El mandatario que se halle (artículo 2137 del C.C.).
en la imposibilidad de obrar con arreglo a sus 2º. El mandante no designa la persona
instrucciones, no es obligado a constituirse agente del delegado, el mandatario podrá delegar y
oficioso; le basta tomar las providencias conser- no responderá de los hechos del delegado,
vativas que las circunstancias exijan. salvo que hubiere delegado en una persona
Pero si no fuere posible dejar de obrar sin notoriamente incapaz o insolvente.
comprometer gravemente al mandante, el man- 3º. El mandante hubiere prohibido la
datario tomará el partido que más se acerque delegación o el encargo requiere una habi-
a sus instrucciones y que más convenga al lidad especial del mandatario, la delegación
negocio. es inoponible al mandante.

119
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

130. Reglas especiales en materia de Así se desprende de la norma precedente,


responsabilidad del mandatario en la de- que señala que “el mandante podrá en todos
legación no autorizada por el mandante. casos ejercer contra el delegado las acciones del
A pesar que, según la doctrina, la delega- mandatario que le ha conferido el encargo”.
ción es un elemento de la naturaleza del b) Si el mandatario actúa a nombre del
mandato, en ciertas circunstancias no se mandante, vincula a éste con el delegado,
admite la delegación. La delegación no pro- conforme a lo señalado en los artículos 2151
cede frente a la prohibición del mandante y 1448 del C.C.
y en los casos de un mandato otorgado en C. Relación entre mandatario y delegado. Al
consideración a una especial habilidad del igual como en los casos anteriores, deben
mandatario (mandato personalísimo). En distinguirse las siguientes situaciones:
estas situaciones, la contravención produce a) Si el mandatario delegó a nombre
las siguientes consecuencias: propio se produce un mandato entre el
a) El mandatario responde por respon- primitivo mandatario –que respecto del
sabilidad contractual y específicamente por nuevo mandato es mandante– y el dele-
hecho del otro, el delegado (artículos 1679 gado.
y 1590 del C.C.).205 b) Si el mandatario actúa en represen-
b) El mandatario responde sin necesidad tación del mandante, se entiende que se
de acreditarse su culpa por los hechos del celebra a través de la representación un
delegado. contrato de mandato entre el mandante
131. Efectos de la delegación. En cuan- originario y el delegado –nuevo mandatario–.
to a los efectos de la delegación se deben Pero en realidad no estamos frente a un
distinguir las siguientes situaciones: “nuevo mandatario”, ya que el mandatario
que delega continúa siendo representante
A. Relación entre mandante y mandatario.
del mandante, por lo que puede ejercer
El mandatario responde del hecho del de-
todas las acciones que corresponden a éste
legado, como de los suyos propios. Esta
por el nuevo mandato.206
responsabilidad del mandatario tiene las
particularidades de constituir una responsa- D. Relación entre el mandante y los terceros.
bilidad por hecho ajeno y ser objetiva. Así, Rubén CELIS R., en sus clases, calificaba
el mandatario no puede exonerarse recla- las normas que se refieren a esta materia
mando que no le hubiere sido posible evitar como “desconcertantes”. Ello se debe a que
el daño producido por el delegado. el artículo 2135 del C.C. lleva a soluciones
absurdas con relación al tercero con quien
B. Relación entre mandante y delegado. En
se contrata, en virtud del nuevo mandato.
esta materia se debe distinguir si la dele-
Conforme a los artículos 2135 y 2136 del
gación se efectuó a nombre propio o del
C.C., de actuar el delegado dentro de los
mandante, en los siguientes términos:
límites de la delegación y en un negocio
a) Si el mandatario delegó el encargo a
que interesa al mandante y conforme al
su propio nombre, el contrato de mandato
encargo, se producirían las siguientes con-
le es inoponible al delegado. Sin perjuicio
secuencias:
de lo cual, de acuerdo al artículo 2138 del
a) El tercero no tendría acción contra
C.C., el mandante podrá ejercer las acciones
el mandante.
que le corresponden al mandatario. Esta
b) El tercero no tendría acción contra
acción, que tiene el mandante, es subrogato-
el delegado porque no actuó a su propio
ria, y no es una acción personal que emane
nombre.
de la delegación, ya que no hay vínculo
contractual entre mandante y delegado.
206
Para STITCHKIN, en caso que el delegado rinda
cuenta al mandatario por exigencia de este último,
205
STITCHKIN BRANOVER, David, op. cit., El man- dicha rendición de cuentas exonera al delegado de
dato, Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, rendir cuenta ante el mandante, op. cit., El mandato,
1989, Nº 137, p. 284. Nº 137, p. 289.

120
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

c) El tercero no tendría acción contra biere ratificado expresa o tácitamente cualesquiera


el mandatario porque el mandatario no obligaciones contraídas a su nombre”.
actuó a nombre suyo, sino del mandante. Finalmente, el mandato no autoriza al
Sin perjuicio de lo anterior, para algunos mandatario a celebrar un autocontrato,
autores el tercero sí podrá demandar al como se desprende de las siguientes dis-
mandante si el delegado actúa en su repre- posiciones:
sentación por aplicación del artículo 1448 “Artículo 2144. No podrá el mandatario
del C.C.207 Pero el desconcierto del referido por sí ni por interpuesta persona, comprar las
autor se sustenta en el artículo 2136 del C.C., cosas que el mandante le ha ordenado vender,
para el cual “la delegación no autorizada o no ni vender de lo suyo al mandante lo que éste le
ratificada expresa o tácitamente por el mandante ha ordenado comprar, si no fuere con aprobación
no da derecho a terceros contra el mandante por expresa del mandante.
los actos del delegado”. Artículo 2145. Encargado de tomar dinero pres-
tado, podrá prestarlo él mismo al interés designado
132. Extralimitación del mandatario en
por el mandante, o a falta de esta designación,
el ejercicio de sus facultades. En caso que
al interés corriente; pero facultado para colocar
el mandatario se extralimite o se exceda en
dinero a interés, no podrá tomarlo prestado para
el ejercicio de sus facultades, el mandatario
sí sin aprobación del mandante”.
incurrirá en responsabilidad respecto del
mandante y los terceros. A la extralimitación 133. Obligaciones del mandante. Las
del mandatario se refiere el artículo 2154 obligaciones del mandante están establecidas
del C.C., estableciendo que “el mandatario en el artículo 2158 del C.C. Sin embargo,
que ha excedido los límites de su mandato, es sólo como estas obligaciones son elementos de
responsable al mandante; y no es responsable a la naturaleza del mandato, admiten modi-
terceros sino, ficación por la voluntad de las partes.
1º. Cuando no les ha dado suficiente cono-
134. Obligaciones que se generan al
cimiento de sus poderes;
perfeccionarse el contrato de mandato.
2º. Cuando se ha obligado personalmente”.
El mandante, al momento de suscribirse
Las consecuencias que puede generar el
el contrato de mandato, debe proveer al
que el mandatario se exceda de los límites
mandatario de lo necesario para la ejecu-
del mandato son las siguientes:
ción del encargo. De esta forma lo señala
A. Responsabilidad respecto del mandante. expresamente el artículo 2158.1º, Nº 1 del
El mandatario que ha excedido los límites C.C., para el cual “el mandante es obligado,
de su mandato es sólo responsable frente Nº 1: A proveer al mandatario de lo necesario
al mandante. Se trataría de una responsa- para la ejecución del mandato”.
bilidad contractual por incumplimiento de Por regla general, esta obligación del
contrato. mandante se traducirá en la entrega de
B. Responsabilidad respecto de tercero. El una suma de dinero que dependerá de la
mandatario sólo es responsable frente a naturaleza de la gestión encomendada. En
los terceros en las siguientes situaciones: caso que el mandante no cumpla con esta
a) Cuando no les ha dado suficiente obligación, el mandatario podrá pedir la
conocimiento de sus poderes. resolución del contrato o desistirse del en-
b) Cuando se ha obligado personal- cargo (artículo 2159 del C.C.).208
mente.
135. Obligaciones que genera la eje-
c) Cuando el mandante no ratifica lo
cución del mandato. A estas obligaciones
obrado por el mandatario. En este sentido,
del mandante se refieren los restantes nu-
el artículo 2160.2º del C.C. establece que
merales del artículo 2158 del C.C. Dicha
“será, sin embargo, obligado el mandante si hu-

207 208
STITCHKIN BRANOVER, David, op. cit., El man- Pero no toda la doctrina adhiere a esta po-
dato, Nº 137, p. 290. sición.

121
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

norma señala textualmente que “el mandante la condición resolutoria tácita no opera en
es obligado: (...) el mandato. Así, en caso que el mandatario
2º. A reembolsarle los gastos razonables cau- cumpla su encargo y el mandante incumpla,
sados por la ejecución del mandato; la obligación de remunerar al mandatario,
3º. A pagarle la remuneración estipulada o no opera la condición resolutoria tácita.
usual; Ello se debe a que de operar la condición
4º. A pagarle las anticipaciones de dinero resolutoria se afectaría a los terceros que
con los intereses corrientes; han actuado en virtud de la representación
5º. A indemnizarle de las pérdidas en que haya del mandatario.210
incurrido sin culpa, y por causa del mandato”. Esta posición es discutible, ya que la re-
El mandatario, frente al incumplimiento ferida norma no señala nada respecto de
de estas obligaciones, tiene un derecho legal la condición resolutoria tácita, ni se refiere
de retención. Así, conforme al artículo 2162 en detalle a la condición pactada. A su vez,
del C.C. “podrá el mandatario retener los efectos como dicha norma trata las condiciones
que se le hayan entregado por cuenta del mandante prefijadas puede entenderse que excluye
para la seguridad de las prestaciones a que éste a la condición resolutoria tácita. Sin em-
fuere obligado por su parte”. bargo, este argumento no es definitivo, ya
El mandante no puede excusarse de que no se debe dejar de lado el alto grado
pagar la remuneración por el hecho que de imprecisión en que incurre el Código
el negocio encomendado no haya tenido de BELLO al tratar las ineficacias.211
éxito o que pudo desempeñarse a menor b) De lo anteriormente señalado se
costo, salvo que se acredite que ha habido desprende que el mandato se rige por las
culpa del mandatario en el ejercicio del reglas generales respecto de la condición
negocio encomendado. resolutoria. Así, el Nº 2 del artículo 2163.1º
del C.C. se refiere a la condición prefijada
136. Efectos del incumplimiento de las
para la terminación del mandato, dejando
obligaciones del mandato. En esta materia
su regulación, como la de la condición re-
la doctrina no es pacífica, discutiéndose
solutoria tácita, a las reglas generales de las
respecto de los siguientes aspectos.
obligaciones. En otras palabras, el repetir la
A. La condición resolutoria en el mandato. En
primer lugar, se discute si el mandato debe
ser considerado como un contrato bilateral. por lo que las normas que regulan esta situación son
las aplicables al incumplimiento del mandato; b) El
Ello reviste una importancia capital para los mandante puede solicitar la rendición de cuentas
efectos de determinar si opera la condición más indemnización de perjuicios o directamente la
resolutoria tácita. Para algunos autores se indemnización de perjuicios por aplicación de los
trataría de un contrato unilateral. Así lo artículos 2121, 2167 y 1553 del C.C.
entendería el Código Civil al referirse a la
“terminación” en el artículo 2163.2º, Nº 2 y 210
Así, conforme a lo señalado por STITCHKIN,
el párrafo 4º, denominado “De la terminación cabe distinguir como actúe el mandatario. En caso
del mandato”, del Título XXIX del Libro IV y que el mandatario ejecute personalmente la gestión
encomendada, entonces éste podrá solicitar la resolu-
no de resolución. Pero además como entre ción del mandato. Sin embargo, dicha resolución no
las causas de terminación no se considera la puede afectar al contrato celebrado por el mandatario.
condición resolutoria tácita, los seguidores Pero queda pendiente de desarrollar lo que sucede
de esta posición entienden que el mandato si el mandatario celebra el contrato a través de la
es un contrato unilateral.209 Para STITCHKIN representación. A este respecto, STITCHKIN señala
que de operar el mandatario, a través de la repre-
sentación, la resolución del contrato de mandato en
209
STITCHKIN BRANOVER, David, op. cit., El mandato, nada puede afectar al contrato encomendado.
211
Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 1989, Esta materia ya ha sido ampliamente tratada
Nº 83, pp. 133 a 137. Los argumentos del referido autor y en realidad, dado el lento desarrollo de la teoría
se pueden sintetizar en dos: a) El Código se refiere a de las ineficacias a la época de la promulgación del
terminación y renuncia, además de desistimiento –que Código Civil, estas imprecisiones son perfectamente
en concepto de STITCHKIN es diferente a la renuncia–, comprensibles.

122
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

regulación de las condiciones resolutorias puesto equivocado por el cual las normas
en el mandato sería redundante. que regulan la extinción del mandato se
El artículo 2163.1º, Nº 2 del C.C. no apartan de las reglas generales. Como se
es óbice para solicitar la resolución más ha puesto de manifiesto, dicha afirmación
la indemnización de perjuicios compen- no es para nada concluyente.
satoria y moratoria conforme a las reglas
137. Causales de terminación del man-
generales.
dato. El mandato puede terminar tanto
B. Incumplimiento parcial. Las normas por causales propias como por las reglas
que se refieren a esta materia son los artícu- generales que regulan las ineficacias.
los 2159, 2161 y 2167 del C.C. El mandan- A las causales de terminación del man-
te, frente al incumplimiento parcial, solo dato se refiere el artículo 2163 del C.C. en
resulta obligado en lo que le aprovechare los siguientes términos:
(artículo 2161 del C.C.). En cuanto a la “Artículo 2163. El mandato termina:
inejecución del mandato, el mandante res- 1. Por el desempeño del negocio para que fue
ponde conforme al artículo 2167 del C.C. constituido;
(artículo 2161.2º del C.C.). 2. Por la expiración del término o por el evento
El mandatario, en virtud del artículo 2167 de la condición prefijado para la terminación del
del C.C., podrá poner fin a sus obligacio- mandato;
nes mediante la renuncia, pero después de 3. Por la revocación del mandante;
transcurrido un tiempo razonable para que 4. Por la renuncia del mandatario;
el mandante pueda hacerse cargo de los 5. Por la muerte del mandante o del man-
negocios encomendados. El artículo 2159 datario;
no es más que la aplicación del artículo 1489 6. Por la quiebra o insolvencia del uno o del
del C.C. otro;
Estas normas se refieren a la regulación 7. Por la interdicción del uno o del otro;
del incumplimiento parcial del contrato 8. Derogado.
–como acontece con tantos otros contra- 9. Por la cesación de las funciones del man-
tos como la propia compraventa en los dante, si el mandato ha sido dado en ejercicio
artículos 1852.2º y 1854 del C.C.–. Así, estas de ellas”.
disposiciones no son más que la aplicación A continuación se analizarán algunas de
de las reglas generales. las causales de término del mandato:
C. El cumplimiento forzado en el manda- A. El desempeño del negocio para el cual fue
to. Un aspecto que ha suscitado discusión constituido. El mandato especial termina con
en la doctrina es la ejecución forzada del el negocio determinado y concreto para el
mandato. Para parte de la doctrina, en el cual fue constituido.
mandato no puede operar el cumplimiento
forzado. Ello se debería a que el mandato B. Expiración del término o por el evento de
es un contrato de confianza y sería absurdo la condición prefijado para la terminación del
que el mandante pudiere obligar a cumplir mandato. Son los efectos propios de estas
forzosamente el encargo al mandatario. Pero modalidades, por lo que constituye aplica-
si el mandatario actúa personalmente y no ción de las reglas generales.
cumple con la obligación de transferir sus C. Revocación del mandante. El mandato
derechos al mandante, el mandante tiene de- es un contrato de confianza, por lo que el
recho a exigir el cumplimiento forzado. mandante puede revocar el mandato a su
En resumen, sin perjuicio que la doctri- arbitrio. La revocación puede ser expresa o
na no está de acuerdo en esta materia, el tácita, pero en ambas ésta surte efecto desde
presupuesto sobre el cual descansan todas que el mandatario toma conocimiento de
las objeciones a la aplicación de las reglas ella. Como este conocimiento será difícil
generales que regulan los efectos de las de acreditar por parte del mandante, con-
obligaciones al mandato, parten del presu- vendrá efectuar la revocación de la misma

123
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

forma que opera con respecto a tercero: abstenerse de seguir actuando para el man-
por medio de una notificación judicial. Ello, dante. Sin perjuicio de ello, el mandatario
aunque la noticia de la revocación puede debe hacer lo indispensable para evitar todo
darse de cualquier forma. Esta facultad la daño que podría producirse como conse-
conserva el mandante, aunque el mandato cuencia de abandonar de manera abrupta
sea remunerado. los negocios de su mandante.
Con respecto a las clases de revocación, D. Renuncia del mandatario. El mandata-
ésta puede ser expresa o tácita y total o par- rio puede renunciar en cualquier tiempo
cial. Es expresa cuando de manera explícita al mandato, incluso antes de comenzar a
se le comunica al mandatario el ánimo de ejecutarlo. Una vez que ha aceptado el cargo,
no prosperar con el contrato; la tácita se señala el artículo 2124 del C.C., “podrá el
produce cuando se encarga el mismo nego- mandatario retractarse, mientras el mandante se
cio a otra persona. La renuncia es parcial halle todavía en aptitud de ejecutar el negocio por
cuando sólo se refiere a una parte del en- sí mismo, o de cometerlo a diversa persona”. De
cargo; es lo que sucede si luego de conferir este modo, si el mandatario ya ha comenzado
un mandato general se otorga uno especial, la ejecución del mandato, la renuncia de
por lo que el primero se entiende revocado éste no pondrá fin a sus obligaciones, sino
en lo que no concierne al segundo. después de transcurrido el tiempo razonable
La revocabilidad del mandato se suben- para que el mandante pueda hacerse cargo
tiende, ya que la facultad de revocar es un de proveer a los negocios encomendados
elemento de la naturaleza del mandato, y (artículo 2167 del C.C.).
no de su esencia. Por ello, el mandato no
En resumen, la renuncia del mandatario
podrá revocarse cuando el “interés legítimo
no pone fin de manera inmediata a éste.
de un tercero exige el mantenimiento del
Si el mandatario no continúa con el en-
mandato”;212 lo mismo sucederá cuando el
cargo encomendado será responsable de
mandato interesa de igual forma a mandante
los perjuicios que le ocasione al mandante
y mandatario. A este supuesto se refieren los
su renuncia.
artículos 1584 y 1585 del C.C., así como el
La facultad de renunciar opera, tanto en
artículo 241 del C. de C. En estos supuestos
el mandato remunerado como en el que
el mandato se rige por las reglas generales
del contrato. Dichas normas no hacen más no lo es. Ello en consideración a que el
que aplicar las reglas generales, por cuan- legislador no ha efectuado una distinción
to el contrato válidamente celebrado no al respecto.
puede dejarse sin efecto por el arbitrio de En cuanto a los efectos de la renuncia,
una de las partes, conforme a lo señalado éstos son poner fin al mandato, aunque
en el artículo 1545 del C.C. como ya se señaló, no de manera inmedia-
De igual forma puede pactarse la irre- ta, sino que una vez trascurrido un tiempo
vocabilidad del mandato. Sin embargo, razonable en que el mandante pueda ha-
existen casos en que el legislador prohíbe cerse cargo de sus negocios. El mandato,
los pactos de irrevocabilidad. Esto sucede, durante dicho tiempo, subsiste con todas
por ejemplo, respecto de los administra- las obligaciones que genera. De la misma
dores de sociedades anónimas; lo mismo forma, como sucede con la revocación del
acontece en el caso de estipular un pacto mandato por el mandante, la renuncia del
de irrevocabilidad en un mandato general, mandatario sólo es oponible a tercero desde
porque una persona no puede renunciar el momento en que se toma conocimiento
a perpetuidad a la administración de su de ella.
patrimonio. En virtud de la revocación, el E. Muerte del mandante o del mandatario. El
mandatario cesa en sus funciones y debe mandato es un contrato de confianza, por
lo que el contrato se celebra en considera-
212
STITCHKIN BRANOVER, David, op. cit., El mandato, ción a las personas que en él intervienen.
Nº 224, pp. 406 y 407. La muerte del mandatario siempre pone

124
Capítulo II - Los Contratos Preliminares y Consensuales

fin al mandato; en cambio, la muerte del 138. Contrato de transacción.


mandante no siempre le pone fin al manda-
139. Concepto de transacción. El ar-
to. Así acontece en el mandato post mortem, tículo 2446 del C.C. define a la transacción
que es aquel llamado a ejecutarse después señalando que “es un contrato en que las partes
de la muerte del mandante (artículo 2169 terminan extrajudicialmente un litigio pendiente,
del C.C.), y en el mandato judicial. o precaven un litigio eventual”.
F. Quiebra o insolvencia del mandante o La doctrina ha criticado esta definición
mandatario. La quiebra o insolvencia basta por incompleta, ya que deja de lado un
que afecte a una de las partes. Así, en torno elemento de la esencia particular de la tran-
a la renuncia cabe efectuar las siguientes sacción, que es que las partes deben hacerse
distinciones: concesiones o sacrificios recíprocos.
a) En cuanto al mandatario, resulta poco
140. Elementos de la esencia particulares
confiable encargar los negocios a quien
del contrato de transacción. Los siguientes
no ha sido responsable de administrar los
elementos o cosas de la esencia particulares
suyos. b) En el caso del mandante, éste se
no pueden faltar en la transacción:
encontrará impedido de cumplir con las
obligaciones emanadas del contrato. A. El derecho sobre el cual se transige debe ser
dudoso o estar en disputa entre las partes. Ello
G. Interdicción del mandante o mandatario.
implica que el derecho debe estar siendo
La administración de los negocios del man- actualmente objeto de una controversia
dante sujeto a interdicción, pasa al curador o ser susceptible de controversia. Ello es
que se nombra en el juicio de interdicción. evidente desde que el objeto de la tran-
A su vez, en el caso del mandatario inter- sacción es precisamente evitar una contro-
dicto mal podrá administrar bienes ajenos versia. Entonces, la simple renuncia de un
si no puede administrar los suyos. derecho que no se disputa, no constituye
H. Por la cesación de las funciones del man- transacción. Así se desprende claramente
dante, si el mandato ha sido dado en ejercicio de los artículos 2446.2º y 2455 del C.C., que
de ellas. señalan textualmente lo siguiente:
El término del mandato se produce “Artículo 2446.2º. No es transacción el acto
como consecuencia de la cesación de las que sólo consiste en la renuncia de un derecho
funciones del mandante. En este sentido, el que no se disputa.
artículo 2173 del C.C. señala textualmente También es nula la transacción si el juicio ya
lo siguiente: ha terminado por sentencia firme o ejecutoriada
“Artículo 2173. En general, todas las veces que aunque las partes ignoren esta situación, en
el mandato expira por una causa ignorada del cuyo caso el contrato de transacción será nulo
mandatario, lo que éste haya hecho en ejecución por carecer de objeto o causa.
del mandato será válido y dará derecho a terceros Artículo 2455. Es nula asimismo la tran-
de buena fe contra el mandante. sacción, si, al tiempo de celebrarse, estuviere ya
Quedará asimismo obligado el mandante, terminado el litigio por sentencia pasada en au-
como si subsistiera el mandato, a lo que el man- toridad de cosa juzgada, y de que las partes o
datario sabedor de la causa que lo haya hecho alguna de ellas no haya tenido conocimiento al
expirar, hubiere pactado con terceros de buena tiempo de transigir”.
fe; pero tendrá derecho a que el mandatario le B. Las partes deben hacerse concesiones
indemnice. recíprocas. Para la mayoría de los autores,
Cuando el hecho que ha dado causa a la estas concesiones recíprocas deben tener
expiración del mandato hubiere sido notificado un contenido pecuniario o económico. Sin
al público por periódicos, y en todos los casos embargo, no se requiere que las prestacio-
en que no pareciere probable la ignorancia del nes sean equivalentes. En este sentido, de
tercero, podrá el juez en su prudencia absolver existir una desproporción enorme entre las
al mandante”. prestaciones no procederá la aplicación de

125
Capítulo V

LAS CAUCIONES REALES

§ 1. Las cauciones reales § 2. La hipoteca


1. Introducción. Las cauciones reales 2. Concepto de hipoteca. La hipoteca
otorgan un poder sobre una especie o está regulada en el Título XXXVIII del
cuerpo cierto. Las cauciones reales deben Libro IV del C.C. (artículos 2407 a 2434).
garantizar una obligación o crédito, pero a Nuestro Código Civil define la hipoteca
su vez ellas mismas pueden dar lugar a un en el artículo 2407 del C.C., como “...un
derecho real o personal. Lo usual será, por derecho de prenda, constituido sobre inmuebles
cierto, que las cauciones reales den origen que no dejan por eso de permanecer en poder
a un derecho real, pero pueden originar del deudor”.
un derecho personal. La doctrina ha criticado esta definición
Así, aunque la regla general sea que las
desde dos puntos de vista:
cauciones reales produzcan efectos erga om-
a) La definición es errónea, ya que
nes, ello puede no acontecer. De este modo
sucede si no se constituyó el derecho real, la hipoteca no es un derecho de prenda.
como si sólo se levanta la hipoteca, pero Existen muchas diferencias entre la prenda
no se hace la tradición del derecho real y la hipoteca. Las fundamentales son las
de hipoteca, o simplemente la caución da siguientes:
lugar sólo a un derecho personal, como i) La prenda es un contrato real en
sucede con la anticresis. virtud del cual la cosa prendada queda en
En otros ordenamientos jurídicos, me- poder del acreedor prendario. En cambio
diante el principio de la autonomía priva- la hipoteca contractual es solemne y el bien
da es posible crear cauciones reales que permanece en poder del deudor.
produzcan efectos erga omnes. En nuestro ii) Conforme a las reglas de la prela-
Derecho este problema no está resuelto, ción de créditos, la prenda da lugar a un
aunque en la práctica las partes no pueden privilegio; en cambio, la hipoteca es una
crear derechos reales.301 De este modo, de preferencia.
las cauciones atípicas sólo pueden emanar b) La definición del artículo 2407 del
derechos personales. C.C. es incompleta porque no contempla
En resumen, la caución real sólo puede los elementos de la esencia de la hipoteca.
dar lugar a los derechos reales que están con- Ello ha llevado a la doctrina a definir la
templados en el ordenamiento jurídico.302 hipoteca como el derecho real que grava
A continuación se analizarán las princi- un inmueble, que permanece en poder del
pales cauciones reales. constituyente para asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, otorgando al
301
En realidad este tema no ha sido aún abordado acreedor el derecho a perseguir la finca en
con la profundidad requerida en nuestro Derecho. manos de quien se encuentre a cualquier
Vid. infra tomo IV, derechos reales como cosas in-
corporales.
título que la posea y pagarse preferente-
302
Esto es una consecuencia de que los derechos mente con la producción de la venta en el
reales sean considerados como numerus clausus. evento que haya un remate.

191
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

3. Características de la hipoteca como i) Se puede asegurar mediante la hi-


derecho real. poteca una obligación futura –inexisten-
A. Es un derecho real de los enumerados en el te al tiempo de celebrar el contrato–, lo
artículo 577 del C.C. Como consecuencia de cual es bastante frecuente especialmente
ello se le otorga al acreedor hipotecario una en las hipotecas celebradas con los bancos
vinculación directa con la cosa a través del (artículo 2413.3º del C.C.).
derecho de persecución. Si el que tiene la ii) La hipoteca adquiere cierta indepen-
cosa no es dueño de ella se habla de tercero dencia de la obligación que garantiza, en
poseedor. El derecho real está protegido la hipoteca denominada “con cláusula de
por una acción real de hipoteca. garantía general hipotecaria”, que también
es bastante frecuente en los contratos ce-
B. Es un derecho real que recae sobre otro lebrados con los bancos. Dicha hipoteca
derecho real. Así, sobre el dominio puede consti- no tiene por objeto asegurar un crédito
tuirse un usufructo. específico del deudor hipotecario, sino
C. El derecho real hipotecario se traduce en asegurar todos los créditos que el deudor
la facultad que tiene el acreedor hipotecario de hipotecario pueda adquirir respecto del
sacar a remate la finca dada en hipoteca y pagarse acreedor.
preferentemente con su producto. Las causales de iii) Se pueden dar en hipoteca bienes
preferencia son el privilegio y la hipoteca propios para asegurar obligaciones ajenas.
y ésta es un crédito de tercera clase. En tal caso, el acreedor goza de dos acciones:
D. Es un derecho real que recae sobre bienes una acción personal en contra del deudor
inmuebles –la prenda recae sobre muebles–, por principal y una acción hipotecaria en contra
lo que la naturaleza de la acción de hipoteca es del tercero constituyente o poseedor.
inmueble. La determinación de la calidad de F. La propiedad dada en hipoteca permanece
mueble o inmueble de la acción es inde- en poder del constituyente. El constituyente
pendiente de la naturaleza del crédito que puede usar y gozar del inmueble hipote-
la hipoteca está garantizando. Pero existe cado. Así, el constituyente puede disponer
una excepción en la “hipoteca de naves” libremente del bien hipotecado, incluso
(artículos 866 a 881 del Código de Comer- enajenarlo y constituir nuevos gravámenes
cio), ya que ella recae sobre un mueble. sobre éste. Ello se debe a que la hipoteca
E. Es un derecho accesorio. Ello se debe a es un derecho real y, por ende, otorga un
derecho de persecución en contra del actual
que tiene por objeto asegurar el cumpli-
poseedor del bien hipotecado.
miento de una obligación principal y ello
La hipoteca constituye un principio de
acarrea las siguientes consecuencias:
enajenación en sentido amplio. Así, la hi-
a) La hipoteca, como derecho acceso-
poteca en las circunstancias indicadas en el
rio, se extingue por todas las causales que
artículo 1464 del C.C. adolecería de objeto
afectan la obligación principal asegurada ilícito, como si se constituye una hipoteca
con dicha caución. sobre un bien embargado.303
b) La hipoteca conjuntamente con el
crédito se traspasa a los sucesores a título G. La hipoteca otorga al acreedor la facultad
universal o singular del acreedor, o sea, a los de pagarse preferentemente con el producto de
herederos o legatarios, respectivamente. la realización de la cosa dada en hipoteca. Las
c) La hipoteca puede asegurar el cum- causales de preferencia son el privilegio
plimiento de cualquier obligación, cualquie- y la hipoteca, y la hipoteca es un crédito
ra que sea el origen de ésta, contractual, preferente de tercera clase.
cuasicontractual o legal. H. La hipoteca es indivisible. La indivisibi-
d) A pesar que la obligación hipotecaria lidad de la hipoteca, conforme a los artícu-
es accesoria tiene una cierta independencia
respecto de la obligación que garantiza, 303
Vid. supra Nº 135, § 7, capítulo II, sección 1ª,
como sucede en los siguientes casos: tomo I.

192
Capítulo V - Las Cauciones Reales

los 1526 y 2408 del C.C., puede apreciarse al tiempo de celebrarse el contrato. Tam-
desde las siguientes perspectivas: bién es posible llegar a esta conclusión en
a) El inmueble hipotecado y cada una virtud de lo establecido en los artículos 2427
de sus partes responde del total de la obli- y 2432.1º, Nº 4 del C.C. y 81.1º, Nº 4 del
gación. De este modo, aunque el inmueble R.C.B.R. En cambio, la prenda no tiene una
afecto a la hipoteca se divida en una serie de disposición similar al artículo 2431.1º del
hijuelas, cada una de estas partes o hijuelas C.C., sino señala más bien todo lo contrario
responde del total de la obligación, confor- en el artículo 2385 del C.C.304
me a lo señalado en el artículo 2408.2º del Por último, como destaca LECAROS, no
C.C. es posible que la cláusula de garantía gene-
b) La extinción parcial del crédito no ral hipotecaria exceda la vida del causante
libera proporcionalmente la hipoteca (ar- constituyente-propietario. Así, la sucesión
tículos 1526.1º, Nº 1, 1365 y 2405 respecto del tercer-poseedor no es responsable de
de la prenda). En este sentido, las referidas las deudas que contraiga con posterioridad
normas disponen lo siguiente: el deudor principal de la obligación a la
“Artículo 1526. Si la obligación no es solidaria que accede la hipoteca.305
ni indivisible, cada uno de los acreedores puede 5. Clases de hipoteca. Este derecho real
sólo exigir su cuota, y cada uno de los codeudores puede tener como fuente el contrato, en
es solamente obligado al pago de la suya; y la cuyo caso la hipoteca es contractual, o la ley,
cuota del deudor insolvente no gravará a sus en cuyo caso la hipoteca es legal. El Código
codeudores. Exceptúanse los casos siguientes: Civil sólo se refirió al contrato de hipoteca;
1º. La acción hipotecaria o prendaria se dirige en cambio, la hipoteca legal está regulada
contra aquel de los codeudores que posea, en todo en los artículos 660 a 662 del C.P.C.
o parte, la cosa hipotecada o empeñada.
El codeudor que ha pagado su parte de la 6. Hipoteca legal.
deuda, no puede recobrar la prenda u obtener A. Normas que regulan la hipoteca legal.
la cancelación de la hipoteca, ni aun en parte, La hipoteca legal se establece por el solo
mientras no se extinga el total de la deuda; y el ministerio de la ley,306 salvo acuerdo uná-
acreedor a quien se ha satisfecho su parte del nime de los interesados y, en virtud de ella,
crédito, no puede remitir la prenda o cancelar todo comunero que se adjudique bienes
la hipoteca, ni aun en parte, mientras no hayan que excedan del ochenta por ciento de
sido enteramente satisfechos sus coacreedores. su haber probable debe pagar este exceso
Artículo 2408. La hipoteca es indivisible. al contado. Por ello, cuando se realiza la
En consecuencia, cada una de las cosas hi- partición de bienes, el juez partidor debe
potecadas a una deuda y cada parte de ellas son fijar el haber probable. Dicho haber es lo
obligadas al pago de toda la deuda y de cada que posiblemente le corresponde a cada
parte de ella”. comunero.
4. La hipoteca con cláusula de garantía 304
Vid. infra Nº 27, § 3, capítulo V, tomo II.
general. La mayoría de la doctrina se inclina 305
LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel, Las cauciones
a favor de esta cláusula. Los argumentos a reales. Prenda e hipoteca, Metropolitana Ediciones, San-
favor de ésta son los siguientes: tiago de Chile, 2001, pp. 348 y 349.
306
a) El artículo 2413.3º del C.C. señala En este sentido, LECAROS SÁNCHEZ señala que
el título traslaticio de este derecho real de hipoteca es
que la hipoteca “podrá otorgarse (...) antes o la ley y no la partición. Así lo dispone el artículo 662
después de los contratos a que accede”, es decir, del C.P.C. al señalar: “se entenderá constituida hipoteca
admite expresamente esta cláusula. sobre las propiedades adjudicadas...”. De ello se desprende
b) Conforme al artículo 2431.1º del C.C., que el Conservador, al inscribir la partición, deberá
“la hipoteca podrá limitarse a una determinada practicar la inscripción del derecho legal de hipote-
ca, a pesar de que el juez partidor no se lo solicite.
suma”. Ello también es facultativo; por lo LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel, Las cauciones reales.
tanto, es válida la hipoteca respecto de una Prenda e hipoteca, Metropolitana Ediciones, Santiago
suma que aún no se encuentra determinada de Chile, 2001, p. 237.

193
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

Conforme al artículo 662 del C.P.C., en probable que le corresponda al adjudica-


las adjudicaciones de propiedades raíces que tario.
se hagan a los comuneros, durante el juicio c) La hipoteca debe inscribirse en el
divisorio o en la sentencia final, se entenderá Registro de Hipotecas y Gravámenes del
constituida hipoteca sobre las propiedades Conservador de Bienes Raíces en donde
raíces adjudicadas con el objeto de asegu- está ubicado el inmueble.
rar el pago de los alcances que resulten en La finalidad de la hipoteca legal es ga-
contra de los adjudicatarios. Sin embargo, rantizar el pago del comunero adjudicatario
la hipoteca legal sólo podrá constituirse sólo en aquello que excede del ochenta por
siempre y cuando no se pague al contado ciento del haber probable que corresponde
el alcance, esto es, lo que exceda al ochenta a cada comunero.
por ciento del haber probable (artículo 660 7. El contrato de hipoteca.
del C.P.C.). En este sentido, las referidas
disposiciones señalan lo siguiente: 8. La hipoteca como contrato. La hipo-
“Artículo 660 (817). Salvo acuerdo unánime teca como contrato se forma por el consen-
de las partes, los comuneros que durante el juicio timiento del acreedor y del constituyente
divisorio reciban bienes en adjudicación, por –que puede ser el deudor o un tercero–.
un valor que exceda del ochenta por ciento de lo Pero también puede ser un negocio jurí-
que les corresponda percibir, pagarán de contado dico. Ello es de especial importancia de
dicho exceso. La fijación provisional de éste se estar involucrado en el negocio jurídico
hará prudencialmente por el partidor. el deudor, como si el deudor le paga al
Artículo 662 (819). En las adjudicaciones tercero constituyente una cantidad de di-
de propiedades raíces que se hagan a los comu- nero como precio para que constituya la
neros durante el juicio divisorio o en la sentencia hipoteca a favor de su acreedor.307 Pero no
final, se entenderá constituida hipoteca sobre siempre será un negocio jurídico; es más,
las propiedades adjudicadas, para asegurar el en la mayoría de los casos no lo será. El
determinar si la hipoteca es un contrato o
pago de los alcances que resulten en contra de
un negocio jurídico no es baladí. Así, de ser
los adjudicatarios, siempre que no se pague de
parte la hipoteca de un negocio jurídico,
contado el exceso a que se refiere el artículo 660.
la resolución de un contrato atípico que
Al inscribir el conservador el título de adjudica-
conforma el negocio jurídico alcanzará a
ción, inscribirá a la vez la hipoteca por el valor
la hipoteca misma. En cambio, si la hipo-
de los alcances.
teca se trata de un contrato, entonces, en
Podrá reemplazarse esta hipoteca por otra principio, el deudor es un tercero y la fal-
caución suficiente calificada por el partidor”. ta de cumplimiento de su obligación para
B. Requisitos para que opere la hipoteca con el constituyente, en caso alguno puede
legal. afectar a la hipoteca (salvo que opere la
a) Que se adjudique un bien raíz a un condición resolutoria en los términos de
comunero. los artículos 1490 y 1491 del C.C.).
b) Que el valor de la adjudicación exceda
del ochenta por ciento del haber probable 9. Características del contrato de hipo-
del adjudicatario. teca:
a) Es solemne. Así lo señala el ar-
c) Que no se pague este exceso al con-
tículo 2409 del C.C., que preceptúa lo si-
tado en la forma indicada en el artículo 660
guiente:
del C.P.C.
“Artículo 2409. La hipoteca deberá otorgarse
C. Características de la hipoteca legal:
por escritura pública.
a) Es específica en cuanto sólo recae
sobre el bien adjudicado. 307
Para SOMARRIVA se trataría de un verdadero
b) Es determinable porque sólo garantiza contrato de compraventa. SOMARRIVA U., Manuel,
una cantidad prefijada, o sea, todo lo que Tratado de las cauciones, Editorial Jurídica Ediar-Co-
excede al ochenta por ciento del haber noSur Ltda., Santiago de Chile, pp. 338 y 339.

194
Capítulo V - Las Cauciones Reales

Podrá ser una misma la escritura pública de Las aguas destinadas al uso, cultivo o
la hipoteca, y la del contrato a que accede”. beneficio de un inmueble se reputan in-
La redacción del artículo 2410 del C.C. muebles, conforme al artículo 4º del C. de
ha llevado a una serie de interpretaciones. A. La constitución de la hipoteca sobre un
Así, algunos autores sostienen que de la derecho de aprovechamiento de aguas se
utilización de la expresión “además” por rige por reglas diferentes, dependiendo si
dicho artículo, se desprende que se consi- el derecho de aprovechamiento está o no
dera a la inscripción como una solemnidad inscrito. De estar inscritos los derechos de
adicional a la escritura pública que exige aprovechamiento de aguas pueden hipote-
el artículo precedente, precisamente como carse, independientemente del inmueble al
un requisito de solemnidad; es decir, que cual su propietario los tuviere destinados. En
la inscripción conservatoria tiene una fun- cambio, los derechos de aprovechamiento
ción de solemnidad. De esta opinión era no inscritos sólo podrán hipotecarse con-
F. ALESSANDRI. Así, la referida norma señala juntamente con el inmueble al cual acce-
que “la hipoteca deberá además ser inscrita en den (artículo 110 del C. de A.). A su vez,
el Registro Conservatorio; sin este requisito no el artículo 111 del C. de A., exige escritura
tendrá valor alguno; ni se contará su fecha sino pública e inscripción en el R.H.G. de Aguas
desde la inscripción”. del C.B.R., para la constitución de la hipo-
Sin embargo, la mayoría de la doctrina teca sobre un derecho de aprovechamiento
es de la opinión contraria, y considera que de aguas. El Código de Aguas, entonces, le
la inscripción de la hipoteca es la forma estaría dando la razón al planteamiento de
de efectuar la tradición del derecho real ALESSANDRI. En este sentido, la redacción
de hipoteca. del artículo 2410 del C.C. fue más feliz que
La posición de F. ALESSANDRI trae apa- la del C. de A. La referida norma señala que
rejados importantes problemas prácticos. “la hipoteca de los derechos de aprovechamiento
El más relevante de ellos consiste en que inscritos deberá otorgarse por escritura pública
de acogerse esta tesis se debiera rechazar e inscribirse en el Registro de Hipotecas y Gra-
la hipoteca sobre un bien futuro. Ello se vámenes de Aguas del Conservador de Bienes
debe a que no se podría inscribir la escritura Raíces respectivo”.
pública sobre dicho bien, lo que en defini- b) Es un contrato unilateral porque
tiva anularía la hipoteca por inobservancia sólo obliga al constituyente a transferir
de una solemnidad de la naturaleza del al acreedor el derecho real de hipoteca.
acto. En cambio, en virtud de la posición Pero puede perfectamente ser bilateral si el
contraria, la hipoteca, en la medida que acreedor también contrae una obligación.
cumpla con las formalidades que le son La determinación del carácter unilateral
propias, tendría plena validez. Entonces, o bilateral del contrato de hipoteca es im-
si no se realiza la tradición de la hipoteca
–por tratarse de un bien futuro–, el acree-
de F. ALESSANDRI, como lo es el que el contrato de
dor hipotecario no tendría ninguna de las hipoteca no sería solemne sino real, ya que se per-
facultades que otorga el derecho real de fecciona por la tradición. A favor de la opinión de
hipoteca, como el derecho de persecución. F. ALESSANDRI se puede citar el artículo 871.1º del
En consecuencia, del contrato de hipoteca C. de C. Dicha disposición señala que la hipoteca,
sobre un bien futuro nacerían derechos sin la inscripción de la nave y artefactos navales ma-
yores, no tendrá valor alguno. En igual sentido, el
personales, pero no reales, a menos que artículo 116.3º, parte final del C.Ae., que regula la
se efectúe la tradición.308 hipoteca sobre aeronave, señala que si no se practica
la inscripción en el Registro Nacional de Aeronaves
“... la hipoteca no tendrá valor alguno”. De este modo, las
308
Por otra parte, de no practicarse la inscripción, referidas normas señalarían la nulidad del contrato
de acuerdo a F. ALESSANDRI, el contrato de hipoteca de hipoteca como sanción a la falta de inscripción.
sería nulo y el acreedor hipotecario no podría so- Sin embargo, también es posible concluir que lo que
licitar el cumplimiento forzado de la tradición. Lo prohíbe el referido artículo es una hipoteca sobre
anterior deja en evidencia un defecto de la posición una futura aeronave.

195
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

portante para los efectos de la condición hacer, concretamente un hecho –que se


resolutoria tácita. traduce en la inscripción conservatoria– y
c) Es un contrato gratuito, ya que todo los hechos que se deben conforme al ar-
el beneficio lo recibe el acreedor y todo el tículo 581 del C.C. se reputan muebles.
gravamen el deudor.309 Pero además puede En cambio, el derecho real de hipoteca es
ser oneroso en los términos ya indicados.310 inmueble.
Sin perjuicio de ello, esta distinción no tie-
10. Requisitos del contrato de hipoteca.
ne importancia para los efectos del fraude
La hipoteca, además de cumplir con los
pauliano por cuanto la hipoteca, conforme
requisitos de todo contrato, debe respetar
al artículo 2468.1º, Regla 1ª del C.C., es con-
los siguientes requisitos específicos:
siderada como un contrato oneroso.311
A. Capacidad para hipotecar. A la capacidad
d) El contrato de hipoteca es mueble,
para hipotecar se refiere el artículo 2414
ya que tiene por objeto una obligación de
del C.C. La capacidad para hipotecar está
309
relacionada con la hipoteca de cosa ajena,
Lo usual será que el contrato de hipoteca ya que parte de la doctrina señala que no
sea gratuito y que esta caución se constituya por un
vínculo de afecto. Para SOMARRIVA y DIEZ, en los es admisible dicha hipoteca porque se re-
casos que el contrato de hipoteca sea bilateral será quiere ser dueño de la cosa hipotecada.
también oneroso, ya que no se concibe un contrato B. La hipoteca es un contrato solemne. La
bilateral gratuito. SOMARRIVA U., Manuel, Tratado de hipoteca deberá otorgarse por escritura pú-
las cauciones, Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda.,
Santiago de Chile, pp. 341 a 342 y DIEZ DUARTE, Raúl, blica (artículo 2410 del C.C.). Este requisito
La hipoteca, ConoSur Ltda., Santiago de Chile, 1997, está establecido en razón de la naturaleza del
p. 57. LECAROS critica esta posición. Está claro que un acto o contrato. Ello no obsta a que tanto
contrato puede ser bilateral y gratuito, como también el contrato de hipoteca como el contrato
unilateral y oneroso. Ello se debe a que el contrato a que la hipoteca accede, consten en una
puede imponer obligaciones a ambas partes y de ellas
resultar beneficiado sólo un contratante. Y además misma escritura pública.
onerosa y unilateral, si ambas partes se benefician, C. Cosas que pueden darse en hipoteca.
pero solo el constituyente se obliga, como sucede Pueden darse en hipoteca tanto derechos
si el constituyente es remunerado por el deudor.
LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel, Las cauciones reales.
corporales como incorporales inmuebles
Prenda e hipoteca, Metropolitana Ediciones, Santiago y aun excepcionalmente muebles. En este
de Chile, 2001, pp. 251 a 253. sentido, la hipoteca puede recaer sobre los
310
Para SOMARRIVA, es incorrecta la posición de siguientes bienes:
algunos autores que entienden que el contrato de 1º. Un bien inmueble por naturaleza.
hipoteca es netamente oneroso. La doctrina, criticada
por SOMARRIVA, señala que el contrato de hipoteca
2º. Un bien raíz que se posea en pro-
es oneroso porque el acreedor obtiene, mediante la piedad o en usufructo, conforme al ar-
hipoteca, una caución a favor de su crédito, y el deudor tículo 2418 del C.C. Lo que se hipoteca es
un crédito al que no tendrá acceso sin dicha garantía. el derecho de dominio sobre un bien inmue-
Sin embargo, estos autores olvidan la segunda parte ble y puede hipotecarse tanto la propiedad
de la definición del contrato oneroso, en virtud de la
cual ambas partes se gravan en beneficio recíproco. Y
absoluta, como la propiedad fiduciaria. En
en la hipoteca, si bien el deudor sufre un gravamen, este sentido, la norma precedente señala
el acreedor no sufre gravamen alguno. SOMARRIVA expresamente lo siguiente:
U., Manuel, Tratado de las cauciones, Editorial Jurídi- “Artículo 2418. La hipoteca no podrá tener
ca Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de Chile, p. 342. lugar sino sobre bienes raíces que se posean en
LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel, Las cauciones reales.
Prenda e hipoteca, Metropolitana Ediciones, Santiago
propiedad o usufructo, o sobre naves.
de Chile, 2001, pp. 251 y 252. Las reglas particulares relativas a la hi-
311
Por otra parte, aunque se entiende que la poteca de las naves pertenecen al Código de
hipoteca es gratuita en ningún caso se la conside- Comercio”.
rará como donación, conforme a lo señalado en el La hipoteca de propiedad fiduciaria se
artículo 1397 del C.C. En resumen, independien-
temente como se considere la hipoteca, a ella se le
constituye, previa autorización judicial, por
aplican por regla general las normas propias de los causa de utilidad o necesidad manifiesta y
actos jurídicos onerosos. audiencia de las personas que tienen derecho

196
Capítulo V - Las Cauciones Reales

a impetrar medidas conservativas, según el aeronave,312 en cuyo caso la hipoteca sólo


artículo 761 del C.C. De no cumplirse con podrá constituirse por escritura pública, o
estas formalidades, la sanción no será la por instrumento privado autorizado ante
nulidad sino que el gravamen le será ino- notario. Podrá ser una misma la escritura
ponible al fideicomisario de cumplirse la de la hipoteca y la del contrato a que accede
condición. Así lo señala el artículo 757 del (artículo 116.1º del C.Ae.). Pero la hipoteca
C.C., para el cual “en cuanto a la imposición deberá inscribirse en el Registro Nacional
de hipotecas, censos, servidumbres, y cualquiera de Aeronaves, y su fecha será la de su ins-
otro gravamen, los bienes que fiduciariamente se cripción (artículo 1116.2º del C.Ae.).313
posean se asimilarán a los bienes de la persona La hipoteca también puede recaer sobre
que vive bajo tutela o curaduría, y las facultades una nave y artefactos navales mayores.314
del fiduciario a las del tutor o curador. Impuestos La hipoteca naval deberá otorgarse por el
dichos gravámenes sin previa autorización judi- dueño (artículo 867 del C. de C.), en escri-
cial con conocimiento de causa, y con audiencia tura pública (artículo 867.1º del C. de C.)
de los que según el artículo 761 tengan derecho inscrita en el R.H.G. y RIPE de la Dirección
para impetrar providencias conservatorias, no General del Territorio Marítimo y de Marina
será obligado el fideicomisario a reconocerlos”. Mercante (artículo 871 del C. de C.).
Además, puede hipotecarse tanto la 6º. La hipoteca, conforme al artículo 2421
propiedad plena como la nuda propiedad. del C.C., se extiende a todos los aumentos
Incluso puede hipotecarse el derecho real y mejoras de que haya sido objeto la cosa
de usufructo que recae sobre un inmueble. hipotecada.
En dicho caso, el derecho de hipoteca se La hipoteca también se extiende a las
constituye sobre el derecho de usufructo rentas de arrendamiento que produzca la
y no sobre los frutos que produce la cosa. cosa hipotecada y que se devenguen du-
Por ello, el acreedor hipotecario no puede rante la vigencia del contrato de hipoteca,
demandar los frutos que la cosa produce, a conforme al artículo 2422 del C.C.
medida que se van produciendo. Así, con- Por otra parte, de extinguirse el usufruc-
forme al artículo 2423 del C.C., “la hipoteca to, el uso y goce, que estaban separados,
sobre un usufructo o sobre minas y canteras no se se incorporan a la nuda propiedad –que
extiende a los frutos percibidos, ni a las substancias pasa a ser plena–. En dicho caso, para SO-
minerales una vez separadas del suelo”. MARRIVA, la hipoteca que recae sobre la
Frente al incumplimiento del deudor, nuda propiedad se ve beneficiada con la
el acreedor hipotecario va a poder sacar a extinción del usufructo, ya que se entiende
remate el derecho de usufructo. que se ha producido un aumento en la nuda
3º. Un bien mueble que se reputa inmue- propiedad en los términos del artículo 2421
ble, es decir, la hipoteca, es comprensiva del C.C.315
del inmueble por destinación; pero si el
propietario los desafecta, ya no estará su- 312
El Capítulo IV del Título VIII del C.Ae., de-
jeto a hipoteca. En cuanto al derecho de nominado “De la hipoteca y de los privilegios”, regula la
aprovechamiento de aguas inscrito, si no hipoteca sobre aeronave. Es de destacar los artícu-
se señala nada respecto de estos derechos los 114 y 116 de dicho cuerpo normativo.
313
en el título traslaticio o la enajenación del A su vez, conforme al artículo 116.4º del C.Ae.,
predio al que se destina el derecho de apro- el instrumento privado otorgado en la forma que
dispone el inciso primero tendrá mérito ejecutivo
vechamiento, estos derechos permanecerán sin necesidad de reconocimiento previo.
en poder de su titular. 314
Artículo 866 del C. de C. Las naves y artefactos
4º. Un bien inmueble por adherencia. navales mayores podrán ser gravados con hipoteca,
Así, pueden hipotecarse los yacimientos siempre que se encuentren debidamente inscritos
mineros, que son bienes inmuebles por en los respectivos Registros de Matrícula de la Re-
pública.
adherencia. 315
SOMARRIVA U., Manuel, Tratado de las cauciones,
5º. Por excepción es posible hipotecar Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de
bienes muebles. Así, se puede hipotecar una Chile, p. 375.

197
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

7º. La hipoteca se extiende a las indem- dencia estima que la hipoteca constituida
nizaciones que se deban por los asegura- por alguien que no es dueño está prohibida,
dores de la finca hipotecada, conforme al y su sanción es la nulidad absoluta (artícu-
artículo 2422 del C.C., y en virtud de ello, los 10, 1466 y 1632 del C.C.).
el dinero que se pague por la compañía Sin embargo, una parte importante de la
aseguradora subroga en forma real a la cosa doctrina difiere de esta posición y entiende
hipotecada. que se aplicaría la regla general, en virtud
8º. La hipoteca se extiende también al de la cual se pueden celebrar contratos
pago de la indemnización por expropia- sobre una cosa ajena. Los argumentos que
ción. se dan a favor de esta posición son los si-
Sin perjuicio de la gran extensión de cosas guientes:
que se ven alcanzadas por la hipoteca, ésta a) El artículo 672 del C.C. es aplicable a
en ningún caso puede afectar la facultad de la hipoteca, ya que la tradición es un modo
disposición del dueño del inmueble. Mientras de adquirir todos los derechos reales, con-
la hipoteca tenga el valor suficiente para forme al artículo 670 del C.C., incluida la
pagar el valor del crédito, no importa lo hipoteca. De esta manera, respecto de la
que haga el dueño o el deudor hipotecario cosa que el tradente no es dueño, la tradi-
con la cosa hipotecada. Sin embargo, si la ción puede ser posteriormente ratificada
cosa hipotecada se deteriorare por causa por el propietario o su representante. Ello
del deudor o caso fortuito puede caducar el ha llevado a entender que si se permite la
plazo al que está sujeta la obligación prin- ratificación, la sanción a la hipoteca de cosa
cipal. El deterioro hace caducar el crédito ajena no puede ser la nulidad absoluta que
que garantiza la hipoteca, sólo en la medida no admite ratificación.
que el valor del bien hipotecado no sea b) El artículo 2515 del C.C., según SO-
suficiente para la seguridad de la deuda, MARRIVA, permite adquirir la hipoteca por
conforme a lo señalado en el artículo 2427 prescripción adquisitiva ordinaria. Sin em-
del C.C.316 bargo, la hipoteca de cosa ajena adolece de
objeto ilícito y, conforme al artículo 704.1º,
11. La hipoteca de cuota. La hipoteca
Nº 3 del C.C., el título sería injusto y la
de cuota recae sobre un derecho de co-
posesión irregular. Así, la posesión sobre el
propiedad que tiene un comunero antes
derecho ajeno sólo excepcionalmente lleva
de que se produzca la adjudicación del
a adquirir por prescripción extraordinaria y
bien. La hipoteca de cuota está sujeta a la
jamás mediante la prescripción adquisitiva
condición de que el comunero se adjudi-
ordinaria.317
que en definitiva el bien hipotecado; de lo
contrario, caducará el derecho del acree- 13. Principio de especialidad de la hi-
dor hipotecario conforme al artículo 2417 poteca. Este principio se debe examinar
del C.C. en relación con los artículos 718 desde dos perspectivas:
y 1344 del C.C. a) El principio de la especialidad con
relación a la cosa sobre la cual se constituye
12. Hipoteca de cosa ajena. Se discute
la hipoteca.
acerca del valor de esta clase de hipoteca.
De acuerdo a este principio, es nece-
Existe alguna jurisprudencia que se inclina
sario determinar el bien sobre el cual se
por estimarla nula de nulidad absoluta por
constituye la hipoteca. El principio de la
objeto ilícito. Dicha jurisprudencia se basa
especialidad de la hipoteca se consagra en
en el artículo 2414.1º del C.C., que dispo-
el artículo 2432 del C.C. con relación al
ne que “no podrá constituir hipoteca sobre sus
artículo 81 del R.R.C.B.R. En este sentido,
bienes (...)”, es decir, la hipoteca sólo puede
establecerse sobre bienes de propiedad del
constituyente. De este modo, dicha jurispru- 317
SOMARRIVA U., Manuel, Tratado de las cauciones,
Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de
316
Vid. infra tomo III, caducidad del plazo. Chile, pp. 385 a 388.

198
Capítulo V - Las Cauciones Reales

el artículo 2432 del C.C. señala que “la ins- 14. Pacto comisorio calificado en la hi-
cripción de la hipoteca deberá contener: poteca. El pacto comisorio en la hipoteca
1º. El nombre, apellido y domicilio del acreedor, consiste en que las partes convienen que, si
y su profesión, si tuviere alguna, y las mismas el deudor no ha pagado la deuda en el plazo
designaciones relativamente al deudor, y a los señalado, el dominio de la finca hipotecada
que como apoderados o representantes legales del se transfiere de pleno derecho al acreedor
uno o del otro requieran la inscripción. hipotecario en pago de la deuda.
Las personas jurídicas serán designadas por Este pacto comisorio calificado fue aboli-
su denominación legal o popular, y por el lugar de do en el Derecho romano en la época posclá-
su establecimiento; y se extenderá a sus personeros sica, en virtud de un edicto de Constantino
lo que se dice de los apoderados o representantes del año 320 d.C.318 El Derecho canónico
legales en el inciso anterior. fue decisivo en el rechazo de esta figura
2º. La fecha y la naturaleza del contrato a –que se consideró como una forma de usu-
que accede la hipoteca, y el archivo en que se ra– y se extendió en la mayoría de los países
encuentra. de Europa continental. Esta prohibición
Si la hipoteca se ha constituido por acto sepa- pasó al Derecho visigodo en la Partida V,
rado, se expresará también la fecha de este acto, Título XIII, Leyes 41 y 42, que prohibió el
y el archivo en que existe. pacto comisorio calificado en la hipoteca.319
3º. La situación de la finca hipotecada y sus Así, desde la época de la moralización del
linderos. Si la finca hipotecada fuere rural se Derecho romano a través del catolicismo,
expresará la provincia y la comuna a que perte- no se acepta este pacto por considerarlo
nezca, y si perteneciera a varias, todas ellas. inmoral y abusivo.
4º. La suma determinada a que se extienda Tampoco se permite este pacto en el
Derecho chileno. El artículo 2397.2º del
la hipoteca en el caso del artículo precedente.
C.C. –que regula la prenda aplicable a la
5º. La fecha de la inscripción y la firma del
Conservador”.
De este modo, la inscripción hipotecaria 318
FELIÚ REY, Manuel Ignacio, La prohibición del
deberá necesariamente contener la indivi- pacto comisorio y la opción en garantía, Editorial Civitas,
dualización del inmueble dado en hipoteca Madrid, España, 1995, p. 35.
319
En España, dicha prohibición no es absoluta
y contener los deslindes del bien raíz hi- por aplicación del denominado Pacto Marciano. Dicha
potecado; además, se debe individualizar figura se consagró en el Digesto (20, 1, 16, 9) y de ahí
la forma en que fue adquirido el bien y pasó a las Siete Partidas (Partida V, Ley Nº 41, título V).
los datos de su inscripción en el registro Dichas disposiciones permitieron los pactos en los
de propiedad. cuales se garantiza la conmutatividad y equilibrio en
las prestaciones garantizadas por el deudor, relacio-
b) Obligaciones garantizadas por la hi- nando el valor del bien dado en pago y el monto de
poteca. la deuda. Sin perjuicio de lo anterior, la D.G.R.N. ha
En la hipoteca debe estar suficientemente rechazado la inscripción del pacto de retracto, en la
individualizada la obligación principal. Para medida que tenga por objeto la cobertura formal,
para la constitución de una simple garantía, que
fijar el alcance de esta determinación, tanto vulnera la prohibición del comiso. Ello es evidente
la doctrina como la jurisprudencia, conforme desde que no hay en verdad compraventa. FELIÚ REY,
a los artículos 2427 y 2431 del C.C., señalan Manuel Ignacio, La prohibición del pacto comisorio y la
que no es necesario que estén determina- opción en garantía, Editorial Civitas, Madrid, España,
dos los montos de los créditos garantizados 1995, p. 43. En este sentido, el prestamista conserva
la propiedad, si no se le paga el crédito, que se simula
por la hipoteca. De esta manera pueden como el precio que paga el primitivo comprador al
encontrarse indeterminados los montos o la vendedor en la compraventa sujeta al pacto de retro-
cantidad de dinero que se garantizan. Pero venta. A su vez, el precio de la retroventa, derecho
también pueden encontrarse indetermina- que ejerce el primitivo vendedor para recuperar la
cosa, sería la retribución del préstamo. FELIÚ REY,
dos la clase o la naturaleza de la obligación Manuel Ignacio, La prohibición del pacto comisorio y la
que se garantiza, pudiendo estar todas ellas opción en garantía, Editorial Civitas, Madrid, España,
cubiertas por la garantía hipotecaria. 1995, pp. 12 y 13.

199
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

hipoteca por disposición del artículo 2424 principal o un tercero. Para determinar sus
del C.C.– prohíbe el pacto comisorio califi- derechos y obligaciones se deben distinguir
cado en la hipoteca. La referida disposición dos momentos importantes:
señala textualmente lo siguiente: A. Antes que el acreedor hipotecario ejerza
Artículo 2397. El acreedor prendario tendrá su derecho. El constituyente tiene la plena
derecho de pedir que la prenda del deudor moroso disposición del inmueble, y no puede obli-
se venda en pública subasta para que con el garse a no enajenar. En este sentido, el
producido se le pague; o que, a falta de postura artículo 2415 del C.C. permite la consti-
admisible, sea apreciada por peritos y se le adju- tución de una nueva hipoteca, aun contra
dique en pago, hasta concurrencia de su crédito; estipulación expresa, porque en ningún caso
sin que valga estipulación alguna en contrario, ésta menoscaba los derechos del acreedor
y sin perjuicio de su derecho para perseguir la hipotecario preferente. Así el artículo 2415
obligación principal por otros medios. del C.C. dispone que “el dueño de los bienes
Tampoco podrá estipularse que el acreedor gravados con hipoteca podrá siempre enajenarlos
tenga la facultad de disponer de la prenda o o hipotecarlos, no obstante cualquier estipulación
de apropiársela por otros medios que los aquí en contrario”.
señalados”. En resumen, el pacto de no enajenar
Sin embargo, la redacción del artícu- o de no constituir nuevas hipotecas no
lo 2397.1º hace dudar sobre la invalidez es exigible. Sin embargo, no ocurre lo
del pacto comisorio calificado en la adjudi- mismo con otros derechos reales como
cación del bien empeñado o hipotecado a el usufructo, censo, servidumbre o uso,
falta de postores. Así, en nuestro Derecho que menoscaban el derecho del acreedor
se ha discutido si esta prohibición alcanza hipotecario.
sólo al momento de la constitución de la Por otra parte, el constituyente o deudor
garantía o se extiende al remate. Al res- puede verse afectado en sus derechos si
pecto, hay dos posiciones. F. ALESSANDRI la cosa se destruye parcialmente por caso
R. entiende que este pacto está prohibi- fortuito.321 Así, conforme al artículo 2427
do, aun si se pacta su ejecución en forma del C.C., “si la finca se perdiere o deteriorare en
posterior a la constitución de la garantía. términos de no ser suficiente para la seguridad
Leopoldo URRUTIA, en cambio, estaba a de la deuda, tendrá derecho el acreedor a que se
favor de su validez. Esta discusión es re- mejore la hipoteca, a no ser que consienta en que
levante en torno a la posibilidad de que se le dé otra seguridad equivalente; y en defecto de
el acreedor hipotecario se adjudique el ambas cosas, podrá demandar el pago inmediato
inmueble hipotecado a falta de postores de la deuda líquida, aunque esté pendiente el
admisibles.320 plazo, o implorar las providencias conservativas
15. Efectos de la hipoteca. Respecto de que el caso admita, si la deuda fuere ilíquida,
los efectos de la hipoteca se deben hacer condicional o indeterminada”.
las siguientes distinciones: B. Después que el acreedor hipotecario ejerce
A. Efectos en cuanto al constituyente. su derecho.
1º. Forma en que el acreedor ejercerá
B. Efectos en cuanto al deudor hipotecario.
el derecho de hipoteca.
C. Efectos en cuanto al acreedor hipotecario. El acreedor hipotecario ejercerá su de-
16. Efectos respecto del constituyen- recho a través del embargo, que una vez
te. El constituyente puede ser el deudor producido impide al constituyente dispo-
ner de la cosa, pues el acto de disposición
320
En todo caso, como destaca LECAROS, si el adolecerá de nulidad absoluta por objeto
inmueble se lo adjudica el ejecutante a falta de pos- ilícito (artículo 1464.1º, Nº 3 del C.C.). A
tores, la falta de tasación trae aparejada la nulidad pesar que esta disposición ya se estudió a
de la adjudicación. LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel,
Las cauciones reales. Prenda e hipoteca, Metropolitana
321
Ediciones, Santiago de Chile, 2001, pp. 327 y 328. Vid. infra tomo III, caducidad del plazo.

200
Capítulo V - Las Cauciones Reales

raíz del acto jurídico, es necesario hacer se hace mediante la inscripción, de lo cual
algunas precisiones.322 se desprende que el deudor está obligado a
2º. Breve análisis del artículo 1464 del efectuar la inscripción de la hipoteca.
C.C. El deudor debe abstenerse de ejecutar
La palabra enajenación que utiliza el actos o hechos que afecten la capacidad de
artículo 1464 del C.C., tiene las siguientes la hipoteca para garantizar la obligación
dos acepciones: principal. Ello se debe a que dichos actos
a) Acepción amplia de enajenación. En significan la pérdida o deterioro de la cosa
virtud de esta acepción enajenar es trans- dada en hipoteca. Si acontece esta situación
ferir el dominio y constituir cualquier otro se debe aplicar el artículo 2427 del C.C.
derecho real sobre la cosa. con relación al artículo 1496 del C.C. Esta
b) Acepción restringida de enajenación. disposición señala que caducará el plazo y
En este sentido, enajenar sólo es transferir el acreedor tendrá los derechos que señala
el dominio. el artículo 2427 del C.C.
La mayoría de la doctrina entiende que A su vez, si se establecen hipotecas pos-
aunque la regla general es que el Código teriores, éstas se prefieren por la fecha de
Civil utilice esta expresión en sentido res- sus respectivas inscripciones (prior tempore,
tringido, el artículo 1464 lo hace en una potior iure).
acepción amplia.323 También debe analizarse 18. Efectos respecto del acreedor hipo-
el alcance del artículo 1464 del C.C. con tecario. La hipoteca concede al acreedor
relación a otros títulos traslaticios que no hipotecario los siguientes derechos:
sean la compraventa, como el contrato de
sociedad. Como el artículo 1810 del C.C. A. Derecho de venta.
no alcanza a la sociedad, pareciera que sí B. Derecho de persecución.
puede ser aportado a la sociedad un bien C. Derecho de preferencia.
embargado. Ello se debería a que a la socie- Los acreedores hipotecarios no están
dad no se le aplica el artículo 1464.1º, Nº 3 obligados a esperar el resultado de la quiebra
del C.C., como ocurre en la compraventa, a para los efectos de ejercer su derecho de
falta de una norma similar al artículo 1810 persecución y venta. Así lo señala expresa-
del C.C. Pero si bien se podría celebrar el mente el artículo 2479 del C.C., que debe
contrato de hipoteca, no se podría inscribir concordarse con el artículo 1496.1º, Nº 1
la escritura pública social que la forma, ya del C.C. La primera de las referidas normas
que la inscripción constituye enajenación señala que “los acreedores hipotecarios no estarán
en sentido amplio.324 obligados a aguardar las resultas del concurso
17. Efectos respecto del deudor hipote- general para proceder a ejercer sus acciones contra
cario. Como se señaló, el contrato de hipo- las respectivas fincas: bastará que consignen o
teca debe constar por escritura pública y en afiancen una cantidad prudencial para el pago
virtud de dicho contrato el deudor se obliga de los créditos de la primera clase en la parte que
a hacer la transferencia del derecho y ello sobre ellos recaiga, y que restituyan a la masa lo
que sobrare después de cubiertas sus acciones”.
322
Vid. Nº 135, § 7, capítulo II, sección 1ª, to- A continuación se analizarán cada uno
mo I. de los derechos del acreedor.
323
Otro punto importante a analizar es la re-
lación entre los artículos 1464 y 1810 del C.C. La
19. Derecho de venta. A este derecho se
palabra enajenación, que emplea el artículo 1464 refiere el artículo 2424 del C.C., señalando
del C.C., no comprende la venta, ya que del con- que “el acreedor hipotecario tiene para hacerse
trato de compraventa nacen derechos personales y pagar sobre las cosas hipotecadas los mismos dere-
no reales. Sin embargo, el artículo 1464 del C.C. se chos que el acreedor prendario sobre la prenda”. El
aplica a la compraventa en virtud de lo señalado en
el artículo 1810 del C.C. acreedor hipotecario, conforme se desprende
324
Vid. Nº 135, § 7, capítulo II, sección 1ª, to- de la norma precedente, tiene derecho a
mo I. sacar a remate la finca hipotecada.

201
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

Sin embargo, no debe confundirse este de hipoteca sobre el bien hipotecado, en


derecho con el derecho de garantía gene- contra del tercero y además de una acción
ral, que tiene el acreedor sobre todos los personal en contra del tercero en su calidad
bienes del deudor. Dicho derecho no se de deudor personal, como si el tercero se
extingue, pero no otorga preferencia alguna constituyó como deudor solidario.
a diferencia de lo que sucede con un cré- c) Que el tercero se constituya en fiador
dito garantizado con hipoteca. El acreedor hipotecario, es decir, se obligue con una
hipotecario, además de tener derecho a hipoteca. En este caso se debe distinguir si la
sacar el bien a remate, puede subsidiaria- hipoteca garantiza la fianza o la obligación
mente adjudicarse el bien hipotecado, pero principal.
siempre a falta de postores y previa tasación, 2ª. Que se ejercite el derecho en contra
conforme al artículo 2397.1º del C.C. de los terceros que a cualquier título hayan
adquirido la finca hipotecada.
20. Derecho de persecución. El dere-
De lo anterior se desprende que la acción
cho de persecución otorga a la hipoteca el
de persecución se ejerce exclusivamente
carácter de derecho real y debe ejercerse
contra terceros poseedores, que son aque-
de la siguiente forma:
llos que siendo dueños o poseedores del
A. Como opera el derecho de persecución. inmueble hipotecado no están obligados
Este derecho es una consecuencia de que personalmente al pago de la deuda.325 Por
la hipoteca sea un derecho real, un derecho ello, según el artículo 2430.1º del C.C., “el
que se tiene sobre una cosa sin respecto a que hipoteca un inmueble suyo por una deuda
determinada persona. ajena, no se entenderá obligado personalmente, si
El derecho de persecución corresponde al no se hubiere estipulado”. Así, podrá entablarse
acreedor hipotecario para perseguir la finca una acción personal contra el tercero en la
hipotecada contra quien sea que la posea medida que se hubiese constituido como
y a cualquier título que la haya adquirido, fiador, además de la correspondiente acción
sea gratuito u oneroso (artículo 2428.1º del hipotecaria (artículo 2430.1º y 3º del C.C.).
C.C.). El derecho de hipoteca no se ejercita En virtud de la acción de desposeimiento,
cuando la cosa se encuentra en poder del de que emana la hipoteca, el poseedor del
deudor hipotecario, ya que en dicho caso bien hipotecado perderá la posesión.
se ejerce la acción propia del contrato de
B. La acción de desposeimiento. La acción
hipoteca, que es personal (en este supuesto
hipotecaria, en la medida que se ejerza
no concurre el tercero poseedor). Pero en
directamente contra el deudor, nace del
caso que la finca hipotecada pase a ma-
contrato de hipoteca, y es personal. Dicha
nos de un tercero se puede ejercer este
acción, a falta de norma especial, se rige
derecho de persecución en las siguientes
por las reglas generales, es decir, por el
circunstancias:
procedimiento ordinario o ejecutivo, según
1ª. En contra del tercero que ha hipote-
el caso.
cado sus bienes propios para asegurar una
Sin embargo, la acción que se ejerce con-
obligación ajena. En este caso se pueden
tra el tercero poseedor está expresamente
producir las siguientes situaciones:
regulada en el Título XVIII, Libro III del
a) Que el tercero sólo se haya constituido
C.P.C. (artículos 758 a 763 del C.C.).
en deudor hipotecario, en cuyo caso sólo
La acción de desposeimiento se debe
procederá contra el tercero la acción real
notificar al tercero y una vez notificado
del contrato de hipoteca, pero no proce-
el desposeimiento, éste tiene un plazo de
derá la acción que proviene del derecho
diez días –conforme al artículo 758 del
de prenda general.
C.P.C.– para hacer lo siguiente:
b) Que el tercero, además de deudor
hipotecario, se haya constituido en deu- 325
dor personal o valista. En este supuesto, el SOMARRIVA U., Manuel, Tratado de las cauciones,
Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de
acreedor hipotecario goza de la acción real Chile, p. 441.

202
Capítulo V - Las Cauciones Reales

1º. El tercero poseedor, cuando paga Haciendo el pago se subroga en los derechos del
la deuda, se subroga en los derechos acreedor en los mismos términos que el fiador.
del acreedor contra el deudor principal Si fuere desposeído de la finca o la abandona-
(artículos 1610.1º, Nº 2 ó 3 según corres- re, será plenamente indemnizado por el deudor,
ponda y 2429.1º del C.C.). con inclusión de las mejoras que haya hecho
En caso que el acreedor hipotecario ejerza en ella”.
la acción de desposeimiento puede suceder El desposeimiento se tramita conforme a
lo siguiente en torno al pago de la deuda: las reglas del juicio ordinario o a las del eje-
a) El constituyente tercero pague antes cutivo, procediéndose contra el poseedor en
que la propiedad salga a remate. los mismos términos en que podría hacerse
b) El comprador del inmueble sobre el contra el deudor personal (artículo 759.2º
cual se constituyó la hipoteca pague. del C.P.C.). El tercero poseedor puede opo-
En estos dos supuestos se producirá ner las excepciones que guarden relación
un pago por subrogación legal, ya sea del con la hipoteca y la obligación principal.
numeral 2 (en el primer supuesto) o del Pero no puede oponer ni el beneficio de
numeral 3 (en el segundo supuesto) del excusión, ni de litispendencia.
artículo 1610 del C.C.326 Todo ello en virtud C. Casos en que no procede el derecho de
del 2429.2º del C.C., por el cual “haciendo persecución:
el pago se subroga en los derechos del acreedor a) Cuando el tercero ha adquirido el
en los mismos términos que el fiador”. bien en pública subasta ordenada por el juez
2º. El dueño de la finca puede abando- y hubiese operado la purga de la hipoteca
narla, conforme al artículo 2426 del C.C. (artículos 2428.2º y 3º del C.C. y 492 del
El abandono de la finca por el tercero trae C.P.C.).
aparejadas las siguientes consecuencias: b) En caso que la finca hubiese sido ex-
a) Hace cesar su responsabilidad. propiada por causa de utilidad pública, la
b) Al conservar el dominio y la pose- indemnización subrogará a la hipoteca.
sión, el tercero poseedor de la finca puede
recuperarla hasta que se haya consumado 21. Derecho de preferencia. Este derecho
la adjudicación (artículo 2426 del C.C.) está regulado en los artículos 2470, 2477 y
c) Lo que reste del producto de la rea- 2425 del C.C. Dicho derecho normalmente
lización le pertenece. se hará efectivo sobre el precio de la subas-
3º. El tercero no paga ni abandona la ta, pero también puede hacerse efectivo
finca. En dicho caso, la acción se sigue sobre la indemnización del siniestro o la
tramitando en contra del tercero posee- indemnización por expropiación.327
dor, hasta el remate de la finca, según los Un aspecto relevante del derecho de
artículos 759.1º del C.P.C. y 2429 del C.C. preferencia es determinar cómo concurren
En este sentido, la última de estas normas y son pagados los acreedores hipotecarios
señala textualmente lo siguiente: de ser varios. Nuestro Derecho, en el ar-
“Artículo 2429. El tercero poseedor reconve- tículo 2477 del C.C., siguió la máxima que
nido para el pago de la hipoteca constituida el primero en el tiempo es el mejor en el
sobre la finca que después pasó a sus manos Derecho (prior in tempore, potior in iure).
con este gravamen, no tendrá derecho para que Así, de acuerdo a la norma precedente de
se persiga primero a los deudores personalmente concurrir varios acreedores sobre el mis-
obligados. mo bien hipotecado se deben aplicar las
siguientes reglas:
a) Las hipotecas se preferirán por el
326
SOMARRIVA criticaba la referencia que algu- orden de sus fechas de inscripción. Al res-
nos autores hacían al artículo 2370 del C.C., que se pecto, no se debe olvidar que dicha fecha
refiere a la acción de reembolso propia de la fian-
za. SOMARRIVA U., Manuel, Tratado de las cauciones,
327
Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de Vid. infra tomo III, prelación de créditos (cré-
Chile, p. 448. ditos de tercera clase o hipotecarios).

203
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

se retrotrae al momento en que se efectúa ineficacia afecta directamente a la hipoteca


la anotación presuntiva en el Repertorio y no necesariamente a la obligación prin-
del C.B.R. (artículo 17 del R.R.C.B.R.).328 cipal.
b) Por el orden de inscripción si sus A continuación se analizarán algunos
fechas fueran iguales. casos en que se extingue la hipoteca vía
c) La fecha de suscripción de la escritura principal:
pública en que conste la hipoteca no tiene 1º. Por la llegada del plazo o el evento de la
ninguna importancia. condición resolutoria, según los artículos 2434.2º
22. Extinción de la hipoteca. A la extin- y 2413 del C.C. A su vez, conforme al artícu-
ción de la hipoteca se refiere el artículo 2434 lo 2416.1º del C.C., “el que sólo tiene sobre
del C.C. en los siguientes términos: la cosa que se hipoteca un derecho eventual,
“Artículo 2434. La hipoteca se extingue junto limitado o rescindible, no se entiende hipote-
con la obligación principal. carla sino con las condiciones y limitaciones
Se extingue asimismo por la resolución del a que está sujeto el derecho; aunque así no lo
derecho del que la constituyó, o por el evento de la exprese”.
condición resolutoria, según las reglas legales. En caso que el derecho esté sujeto a con-
Se extingue además por la llegada del día dición resolutoria se aplica el artículo 1491
hasta el cual fue constituida. del C.C., que se refiere a los efectos de la
Y por la cancelación que el acreedor otorgare resolución con relación a los terceros en el
por escritura pública, de que se tome razón al caso de los derechos inmuebles, como lo es
margen de la inscripción respectiva”. el derecho real de hipoteca (artículo 2416.2º
Este último inciso se debe concordar con del C.C.).330
los artículos 2428.2º y 3º del C.C. y el 492 C.P.C. También la hipoteca se extingue vía
que regulan la purga de la hipoteca. principal por la declaración de nulidad del
La hipoteca admite las siguientes formas contrato de hipoteca (artículo 2434.1º del
de extinción: C.C.).
A. Por vía accesoria. La hipoteca cesa como 2º. Por la consolidación del dominio en manos
consecuencia de la extinción de la obliga- del acreedor también opera respecto de la hipoteca
ción principal (artículo 2434.1º del C.C.), y a pesar que el Código Civil sólo se refiere a
como sucede con la resolución del derecho ello a raíz de la prenda en el artículo 2406 del
del constituyente o el cumplimiento de la C.C.
condición resolutoria (artículo 2434.2º del 3º. Por la pérdida total de la cosa hipote-
C.C.), con el vencimiento del plazo, con cada.
el pago de la obligación principal (artícu- En este caso el acreedor tendrá los de-
lo 2434.3º del C.C.), con la prescripción u rechos del artículo 2427 del C.C. En caso
con cualquier otro modo de extinguir que que ocurra pérdida total y exista un seguro
opere respecto de la obligación principal, operará una subrogación real, conforme
salvo algunas excepciones.329 a los artículos 2421 del C.C. y 555 del C.
B. Por vía principal. La hipoteca, como de C.
todo acto jurídico, puede verse afectada 4º. Por renuncia del acreedor, tanto al crédito
por alguna ineficacia. En este supuesto, la principal como sólo a la hipoteca.
La renuncia a la hipoteca debe hacerse
328
por escritura pública y anotarse al margen
Vid. infra tomo IV, el Repertorio. Como destaca
DIEZ DUARTE, Raúl, en caso que se realicen reparos
de la inscripción hipotecaria, conforme al
a la anotación por el C.B.R. y ellos sean subsanados, artículo 2434.4º del C.C. Así se desprende
debe solicitarse expresamente la constancia de este de la norma precedente cuando señala que
hecho por los solicitantes, ya que el Conservador no “y por la cancelación que el acreedor otorgare por
tiene facultades para hacerlo de oficio. DIEZ DUARTE,
Raúl, La hipoteca, ConoSur Ltda., Santiago de Chile,
330
1997, p. 411. Vid. infra tomo III, análisis de los artículos 1490
329
Vid. infra tomo III, acción prescriptible. y 1491 del C.C.

204
Capítulo V - Las Cauciones Reales

escritura pública, de que se tome razón al margen bre el precio del remate en el orden que
de la inscripción respectiva”. corresponda. Pero el artículo 492 del C.P.C.
5º. Por el contrato de posposición de hipo- modificó las reglas del artículo 2428 del
teca. C.C., señalando lo siguiente:331
En virtud de este contrato un acreedor “Artículo 492 (514). Si por un acreedor hipo-
de grado preferente cede su preferencia tecario de grado posterior se persigue una finca
al acreedor de grado posterior. Para SO- hipotecada contra el deudor personal que la posea,
MARRIVA, este contrato debe constar por el acreedor o los acreedores de grado preferente ci-
escritura pública, conforme a lo señalado tados conforme al artículo 2428 del Código Civil,
en el artículo 57 del C.B.R. Además, dicho podrán, o exigir el pago de sus créditos sobre el
contrato operaría como una cesión de de- precio del remate según sus grados, o conservar
rechos, por lo que requiere de escritura sus hipotecas sobre la finca subastada, siempre
pública. que sus créditos no estén devengados.
No diciendo nada, en el término del emplaza-
23. La purga de la hipoteca. La purga miento, se entenderá que optan por ser pagados
de la hipoteca es una forma de extinción sobre el precio de la subasta.
principal de la hipoteca de una innegable Si se ha abierto concurso a los bienes del poseedor
aplicación práctica. de la finca perseguida, o se le ha declarado en
A. Regulación de la purga de la hipoteca. quiebra, se estará a lo prescrito en el artículo 2477
Esta forma de extinción de la hipoteca está de dicho Código.
regulada en los artículos 2428.2º y 3º del Los procedimientos a que den lugar las dispo-
C.C. y 492 del C.P.C. De esta manera, el ar- siciones anteriores se verificarán en audiencias
tículo 2428 del C.C. dispone lo siguiente: verbales con el interesado o los interesados que
“Artículo 2428. La hipoteca da al acreedor concurran”.
el derecho de perseguir la finca hipotecada, sea A continuación se analizará cómo ope-
quien fuere el que la posea, y a cualquier título ra la purga de la hipoteca, conforme a las
que la haya adquirido. normas señaladas precedentemente.
Sin embargo, esta disposición no tendrá lugar B. Requisitos para que opere la purga. Una
contra el tercero que haya adquirido la finca vez sacado a subasta el bien raíz, todos los
hipotecada en pública subasta, ordenada por derechos hipotecarios se extinguen de cum-
el juez. plirse las siguientes condiciones:
Mas para que esta excepción surta efecto a favor a) El tercero debe haber adquirido el
del tercero deberá hacerse la subasta con citación bien hipotecado en pública subasta inducida
personal, en el término de emplazamiento, de los por el juez.
acreedores que tengan constituidas hipotecas sobre b) La subasta debe verificarse con citación
la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el de los acreedores a quienes el inmueble
precio del remate en el orden que corresponda. está hipotecado. En cuanto a esta notifica-
El juez entre tanto hará consignar el dinero”. ción se ha señalado que la primera de ellas
El derecho de persecución del acreedor debe ser personal, pero las notificaciones
hipotecario no tendrá lugar contra el tercero posteriores deben efectuarse por cédula.
de operar la purga de la hipoteca, es decir, c) Entre la citación a los acreedores y el
si el tercero adquiere la finca hipotecada remate debe mediar el término de empla-
en pública subasta, ordenada por el juez. zamiento, conforme a los artículos 2428.2º
Mas para que esta excepción surta efecto y 492 del C.P.C. Para la mayoría de la doc-
a favor del tercero, la venta forzada deberá trina dicho plazo se cuenta desde la última
hacerse en subasta pública con citación citación.
personal a los acreedores, que tengan cons-
tituidas hipotecas sobre la misma finca, en
el término de emplazamiento. 331
Esta disposición se aplica también al caso en
En definitiva, en virtud de la purga los que se persiga la finca hipotecada contra terceros
acreedores hipotecarios serán cubiertos so- poseedores, conforme al artículo 762 del C.P.C.

205
Tomo Segundo - De las Fuentes de las Obligaciones

C. Efectos de la purga de la hipoteca. La perfectamente con un tercero (como en los


purga de la hipoteca puede dar lugar a las casos en que se saca a remate un bien de
siguientes situaciones entre los acreedores un tercero). A su vez, la compraventa a la
hipotecarios: que se refiere el artículo 1610.1º, Nº 2 del
a) Si se omite citar a un acreedor hipo- C.C. comprendería a la adjudicación.
tecario no se extingue la hipoteca respecto D. Adición de requisitos para que opere la
de éste, no se produce la purga y podría purga de la hipoteca. El artículo 492 del C.P.C.
sacarse nuevamente la finca a remate. alteró las reglas del artículo 2428.2º y 3º
b) Si un acreedor no citado ejerce el del C.C., otorgándoles a los acreedores de
derecho de persecución, el que compró el grado preferente la posibilidad de dejar sub-
inmueble en pública subasta se subroga en sistentes sus hipotecas –aun cumpliéndose
los derechos de los acreedores hipotecarios, con los requisitos de la purga del C.C.– si
que sacaron el bien a remate, por lo que el se cumplen las siguientes condiciones:
acreedor hipotecario no citado no mejora a) Esta facultad sólo procede en caso
su grado por sacar la finca a remate. que un acreedor de grado posterior saque
c) Se discute si el acreedor hipoteca-
a remate la finca.
rio puede adjudicarse el bien que saca a
b) Los créditos de los acreedores pre-
remate. Sin embargo, no hay duda de que
ferentes no deben estar devengados.
ello puede ocurrir excepcionalmente, con-
c) El remate haya producido lo suficiente
forme al artículo 2397.1º, segunda parte
para solventar el crédito del acreedor que
del C.C. A falta de postura admisible y pre-
via tasación de peritos, es factible que un invoca el derecho.
acreedor hipotecario se adjudique un bien Por ejemplo, si “A”, “B” y “C” son acree-
subastado hasta concurrencia de su crédito. dores hipotecarios por $ 100 cada uno y el
Para parte de la doctrina ello no es posible. primero es preferente con relación a “B” y
Dicha adjudicación constituiría un pacto “C”. En caso que la finca sea rematada por
comisorio calificado, el que está prohibido; “C” en $ 100, sólo “A” tendrá la facultad de
por lo tanto, un acreedor hipotecario no pagarse con el remate o dejar subsistente su
podrá adjudicarse el bien subastado aunque hipoteca, pero no “B”, ya que su hipoteca
pagara más que un tercero.332 También se habría caducado.
discute si opera la subrogación respecto del En todo caso, si el acreedor preferente
acreedor hipotecario, que se adjudica el no señala nada durante el plazo de empla-
bien hipotecado. Para parte de la doctrina zamiento, se entiende que opta por pagarse
la subrogación no puede operar, ya que con el precio del remate.
ésta supone un pago y aquí se adjudican En resumen, conforme al artículo 492
derechos, no produciéndose en rigor un del C.P.C., los acreedores de grado prefe-
pago. rente pueden evitar que opere la purga
Por otra parte, la subrogación opera res- conservando sus hipotecas –a pesar que
pecto de tercero, según el artículo 1610 del se cumplan los requisitos de la purga del
C.C., y no entre acreedor y deudor. Ade- artículo 2428.2º y 3º del C.C.– en los casos
más, el artículo 1610 del C.C. establece la precedentes.
subrogación a favor del que compra no del Sin perjuicio de ello, los acreedores
que se adjudica. Sin embargo, también se preferentes no tendrán dicho derecho de
señala que puede perfectamente operar la acontecer las siguientes situaciones:
subrogación en favor del acreedor hipo- i) Si se entabla la acción contra un ter-
tecario que se adjudica el bien, ya que la cero, que no sea el deudor (artículo 492.1º,
subrogación no siempre se produce entre el primera parte del C.P.C.).
deudor y el acreedor, sino se puede producir ii) Si el crédito estaba devengado sólo
podrá exigirse el pago con el producto
del remate (artículo 492.1º, parte final del
332
Vid. supra Nº 14, § 2, capítulo V, tomo II. C.P.C.).

206
Capítulo V - Las Cauciones Reales

iii) Si no hubo lugar a la subasta por falta de publicidad y eficacia del gravamen pren-
de postores. dario.333 A su vez, como destaca el referido
iv) No procede en caso que el remate autor, la jurisprudencia aceptó en un pri-
no haya producido lo suficiente para sol- mer momento la entrega simbólica y ficta
ventar el crédito del acreedor que invoca de la cosa pignorada, incluso por convenio
el derecho. expreso con el acreedor prendario. Esta
v) Si los acreedores de grado preferente última postura jurisprudencial se extendió
no señalan nada dentro del término de em- hasta la primera década del siglo XX,334
plazamiento desde la citación, se entenderá pese a existir alguna sentencia en sentido
que optan por pagarse con el precio de la contrario en el mismo período.335
subasta (artículo 492.2º del C.P.C.). En resumen, no es suficiente el simple
consentimiento o la escrituración para que se
perfeccione la prenda, ya que la prenda exige
§ 3. La prenda del Código Civil que el deudor prendario entregue la cosa
al acreedor en forma real o material.
24. Introducción a la prenda del Código
Civil. La prenda en el Derecho romano nació 333
LE ROY L., R., El contrato de prenda, Valparaíso,
como un derecho de retención del acreedor 1930, p. 32; SOMARRIVA U., M., Tratado de las cauciones,
sobre la cosa, que sólo le daba derecho a Editorial Jurídica Ediar-ConoSur Ltda., Santiago de
su ejecución o venta en cuanto se acordare Chile, s.n., p. 242; MEZA BARROS, Ramón, Manual de
Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones II, San-
expresamente. A partir del siglo III d.C. tiago de Chile, 1986, p. 113; LECAROS S., J. M., La
se le concede al acreedor prendario un prenda civil y las prendas especiales, Sociedad Editora
derecho de venta. Metropolitana, Santiago de Chile, 1995, pp. 41 y
El tratamiento de la prenda difiere según siguientes. Las citas me fueron facilitadas por OBAN-
DO. OBANDO CAMINO, Iván, “La prenda especial de
se trate de una prenda del Código Civil o derechos de aguas. Antecedentes sobre derechos de
una prenda establecida por leyes especiales, aguas y contratos de garantía en perspectiva historica
como la prenda agraria, industrial o sin (1855-1981)”, en Revista de Derecho de la Pontificia
desplazamiento (Ley Nº 18.112). Universidad Católica de Valparaíso, XXVI, Valpa-
raíso, 2005, semestre II, Ediciones Universitarias de
25. La prenda del Código Civil. Esta Valparaíso, pp. 251 a 313.
prenda está regulada en el Título XXXVII, 334
C.A. de La Serena, sentencia de 1º de diciembre
Libro IV, artículos 2384 a 2406 del Código de 1869, sentencia Nº 345, en G. de T., 1869, p. 147;
C.A. de Santiago, sentencia de 21 de marzo de 1878,
Civil. sentencia Nº 647, en G. de T., t. I, 1878, p. 263; C.A.
26. Definición de prenda. El artículo 2384 de Santiago, sentencia de 5 de diciembre de 1887,
sentencia Nº 3008, en G. de T., t. II, 1887, p. 2017;
del C.C. define esta caución en los siguien- C.A. de Santiago, sentencia de 4 de diciembre de
tes términos: 1901, sentencia Nº 3307, en G. de T., 1901, p. 1448;
“Artículo 2384. Por el contrato de empeño o C.S., sentencia de 5 de julio de 1906, R.D.J., 1906,
prenda se entrega una cosa mueble a un acreedor t. 4, sec. 1ª, p. 1. OBANDO CAMINO, Iván, “La prenda
especial de derechos de aguas. Antecedentes sobre
para la seguridad de su crédito. derechos de aguas y contratos de garantía en pers-
La cosa entregada se llama prenda. pectiva histórica (1855-1981)”, en Revista de Derecho
El acreedor que la tiene se llama acreedor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
prendario”. XXVI, Valparaíso, 2005, semestre II, Ediciones Uni-
La prenda del Código Civil, en cuanto versitarias de Valparaíso, pp. 251 a 313.
335
C.A. DE LA SERENA, sentencia de 4 de diciem-
a su naturaleza, es un contrato real que se bre de 1875, sentencia Nº 2961, en G. de T., 1875,
perfecciona por la entrega de la cosa. Así, p. 1405. OBANDO CAMINO, Iván, “La prenda especial
como destaca OBANDO CAMINO, la doctrina de derechos de aguas. Antecedentes sobre derechos de
y la jurisprudencia contemporánea exigen aguas y contratos de garantía en perspectiva histórica
(1855-1981)”, en Revista de Derecho de la Pontificia
la entrega real, material y efectiva de la cosa Universidad Católica de Valparaíso, XXVI, Valpa-
prendada o del título del crédito al acreedor raíso, 2005, semestre II, Ediciones Universitarias de
prendario, para satisfacer los requerimientos Valparaíso, pp. 251 a 313.

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