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Comentarios acerca de los certificados de participaci6n en fondos mutuos de inversi6n en valores, y en fondos de inversi6n* El presente articulo desarrolla los aspectos conceptuales y las carac- teristicas principales del marco juridico de los fondos mutuos de inversion en valores y los fondos de inversi6n. Para ello, realiza un andlisis comparativo entre los fondos mutuos y los fondos mutuos de inversi6n, en el que se definen los alcances de ambos tipos de fondos y sus principales diferencias. De igual modo, se hace una breve descripcién del procedimiento y los requisitos necesarios actuales para su constituci6n, asf como cualquier otro aspecto legal de importancia vinculado con los fondos antes mencionados. Marco normativo: Ley de Titulos Valores (Ley 27287): articulo 261 I. LALEY DE TITULOS VALORES, LEY 27287, COMO MARCO LEGAL GLOBAL Tanto la Ley General de Sociedades, Ley 26887 (en adelante, LGS), como la Ley de Titulos Valores, Ley 27287 (en adelante, LTV), son, sin duda, las dos normas legales de mayor relevancia que han entrado en vigencia en las tltimas décadas en materia de derecho empresarial. Respecto de cada una de ellas tendrfamos mucho que comentar y destacar, como ya lo hemos hecho en dife- tentes foros, eventos y congresos nacionales ¢ incluso internacionales, pero lo més importante —a manera de resumen legal— es que ambas han contribuido significativamente a la modernizacién de esa importante drea del derecho. En lo que se refiere a la legislaci6n societaria, nadie discute lo trascen- dente, importante y significativo que fue el hecho de que a partir del 1 de enero de 1998 entré en vigencia la LGS, asi como posteriormente el Reglamento del Registro de Sociedades, aprobado por Resoluci6n 200-2001-SUNARP-SN el 27 de julio del 2000, y que, salvo algunos pequefios cambios de articulos espe- cificos, estructuralmente dicha norma sigue plenamente vigente y aplicable ya * Publicado en Actualidad Juridica, 324 (noviembre del 2020). [45] 46 casi veintitrés afios después, e incluso ha sido utilizada como modelo o ejemplo para las legistaciones societarias de otros paises latinoamericanos. Asimismo, en la legislaci6n cambiaria, era urgente y necesaria una revisién y renovaci6n de la legislaci6n aplicable en nuestro pais, lo cual era deseado y esperado insistentemente por los agentes del mercado. En este sentido, la LTV, aprobada el 19 de junio del 2000 y que entré en vigencia a partir de los 120 dias de su publicacién en el diario oficial El Peruano, también ha impac- tado significativamente en nuestro ordenamiento legal y en nuestras actividades empresariales en general, Ciertamente, los comerciantes y consumidores, es decir, quienes dia a dia experimentaban los sinsabores de realizar transacciones mercantiles utilizando titulos valores regulados bajo la antigua y dispersa normativa cambiaria, espe- raban una decisi6n politica que les brindara un texto normativo de avanzada, que, a la par de actualizar los preceptos cambiarios con el fin de armonizarlos con la realidad econémica, también se constituya en un texto regulador de todos los titulos valores existentes en el mercado. Precisamente, uno de los méritos de la LTV es haber unificado en un solo texto todos los titulos valores reconocidos por la legislaci6n nacional. Difiere en ello de la antigua y derogada Ley de Titulos Valores, Ley 16587, del 15 de junio de 1967, que tnicamente regulaba la letra de cambio, el cheque, el pagaré y el vale a la orden, dejando diseminados a los demis titulos valores en diferentes dispositivos legales (Ley de Almacenes Generales de Depésito, Ley 2763; Ley de Bancos, Ley 26702; Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo 861; Codigo de Comercio; entre otras), lo que provocaba una enorme confusién y desorden en materia cartular. La LTV fue diseftada para evitar este caos legislativo, permi- tiendo al operador comercial contar con un texto normativo que consolide a la legislacion cambiaria fundamental. Para conseguir esta suerte de “unificaci6n cartular’, la LTV opt6 por dos sistemas de técnica legislativa. Bajo el primer sistema, en algunos casos derogé y reemplaz6 integramente los vetustos dispositivos legales que regu- laban anacr6nicamente algunos titulos valores; y, en otros casos, simplemente modific6 ciertos articulos de otros dispositivos legales, los cuales se mantienen vigentes para complementar 0 especificar las normas sobre titulos valores contempladas de manera referencial en la LTV. Asi, por ejemplo, la LTV, en su primera disposicién derogatoria, abroga la Ley 2763 del 27 de octubre de 1918, conocida como Ley General de Almacenes de Depésito, y su reglamento, aprobado por Decreto Supremo 85 el 20 de diciembre de 1963; estas normas regulaban lo concerniente al certificado de depésito y al warrant, titulos valores que actualmente son regulados por los articulos 224 al 239 de la LTV, la Ley 16587, el articulo 9 del Decreto Ley 18353, el Decreto Ley 26131, el Decreto Supremo 65 del 15 de octubre de 1963 y muchas otras normas legales especifi- camente citadas en la primera disposicién derogatoria. El segundo sistema utilizado fue el de sefialar las pautas basicas de algunos titulos valores, dejando a las normasespecificas su regulaci6n detallada y minu- ciosa. Por ejemplo, la tercera disposicién modificatoria de la LTV ha modificado el tercer parrafo del articulo 92, el segundo parrafo del articulo 93 y el articulo 309 de la LGS, pero reserva a esta norma el tratamiento detallado de los titulos valores denominados acciones y certificados de suscripcion preferente. Ya sea de una u otra manera, la LTV tiene el enorme mérito de unificar en un cuerpo legislativo las normas generales de todos los titulos valores, asf como de describir concretamente el contenido integral de algunos de estos titulos, 0, en su defecto, dar solo las ideas generales, dejando a otras normas su regulacién especifica. Por otro lado, la LTV, en sus articulos 3 y 276, se adelanta al devenir comercial, que obviamente requerira de nuevos documentos cambiarios que se adeciien a sus necesidades, disponiendo que los titulos que puedan crearse posteriormente mediante ley expresa del Congreso, o por disposicién legal de la Superintendencia de Banca y Seguros (en adelante, simplemente SBS), o de a Superintendencia del Mercado de Valores (en adelante, SMV, antes Comisin Nacional Supervisora de Empresas y Valores [Conasevl), deberdn regirse por aquellos dispositivos que los creen y por la propia LTV. Esta previsién no hace sino reafirmar el hecho, ahora innegable, de que la realidad social y econ6- mica trasciende el derecho positivo. Ejemplo de ello fue la publicacién de la Resolucién CONASEV 096-2002-EF-94.10 del 13 de diciembre del afio 2002, que autoriz6 la creaci6n, emisi6n y negociacién de un nuevo titulo valor: el valor de empresas en concurso, que representa los derechos de crédito de los acreedores de todas aquellas personas juridicas sometidas a un procedimiento concursal. Podriamos dedicarnos a sefialar todos los temas mis resaltantes de la LTV, pero ello seria muy extenso. Lo que sf debemos hacer necesariamente es citar algunos de los més importantes detalles legales, como (@ la desmaterializacin de los titulos, (i) los derechos del aceptante sobre titulos valores incompletos, Gii) los criterios de clasificaci6n de los titulos valores, (iv) las clausulas espe- ciales de los titulos valores, (v) la supresi6n del vale a la orden debido a su escasa 0 casi nula utilizaci6n y porque su finalidad econémica es perfectamente cumplida por el pagaré. Adicionalmente, nos corresponde concentraros en el tema elegido, que es un titulo valor especifico regulado en el libro segundo de la LTY, “Parte especial’, en el articulo 261 contenido en el capitulo tercero del titulo segundo de la secci6n novena, y que es el relativo a los certificados de participa~ ci6n en fondos mutuos de inversi6n en valores y en fondos de inversi6n. 47 48 I. ESTRUCTURA DE LA LTV Y UBICACION DE LA REGULACION SOBRE LOS CERTIFICADOS DE PARTICIPACION EN FONDOS MUTUOS DE INVERSION EN VALORES Y EN FONDOS DE INVERSION El libro primero de la LTY, titulado “Parte general’, est4 integrado por diez secciones. En la primera secci6n, se encuentran las reglas generales aplicables a los titulos valores que representen o incorporen derechos patrimoniales que estén destinados a la circulaci6n, siempre que reéinan los requisitos formales esenciales que por imperio de la ley les corresponde de acuerdo con su natura- leza, materializados © desmaterializados. A continuaci6n, el libro segundo de la ley, denominado “Parte especial”, regula los titulos valores especificos y contiene once secciones. Dentro de la seccin novena, y como parte integrante de “Los valores mobiliarios", concreta- mente en el capitulo tercero de su titulo segundo: “De los valores representativos de derechos de participaci6n’, se norman en un solo articulo, el 261, la emisi6n, negociacién y redenci6n de los certificados de participacién en fondos mutuos de inversi6n en valores, y en fondos de inversi6n. El articulo 261 contiene los incisos 261.1, 261.2 y 261.3. Siempre es conveniente y necesario destacar que, ademas de los dos importantisimos libros que contiene la LTV, el primero sobre la parte general y el segundo sobre la parte especial, dicha norma legal contiene disposiciones finales, disposiciones transitorias, disposiciones modificatorias, disposiciones denegatorias y anexos, que incluyen los formatos estandarizados de letra de cambio, pagaré, factura conformada y certificados de participacién en fondos mutuos de inversién en valores y en fondos de inversién. Estos dos ultimos son los que precisamente estin regulados en el articulo 261 de la LTV, que sera objeto central de nuestros comentarios. I. TEXTO DEL ARTICULO 261 DE LA LTV El articulo 261 es el tinico articulo del capitulo tercero del titulo segundo “De los valores representativos de derechos de participaci6n’, en la seccién novena del libro segundo, “Parte especial”, de la LTV. Dice a la letra lo siguiente: Articulo 261.- Emisin, negociacién y redencién 2.61.1 Los Certificados de Participaci6n en Fondos Mutuos de Inversién en Valores, ast como los Certificados de Participacién en Fondos de Inversi6n, pueden ser emitidos en titulos o mediante anotaci6n en cuenta solo por las, Sociedades Administradoras de dichos Fondos, que cuenten con la respectiva autorizacién dela autoridad competente. 2.61.2 Su emisi6n, colocacién, negociacin, redencién, rescate y demas formalidades y requisitos se sujetan a la ley de la materia y supletoriamente a la presente ley. 2.61.3 Los demas valores que las mencionadas sociedades administradoras én autorizadlas a emitir en relaci6n a los Fondlos que administren se regirdn igualmente conforme a lo previsto en el pirrafo anterior. Para el doctor Pedro Flores Polo, miembro de la comisién que elaboré el anteproyecto de la LTV, la utilizacién de estos certificados es una forma de inversién muy utilizada en paises desarrollados, y constituye una posibilidad de invertir para quienes buscan intereses y canalizar sus inversiones a mediano y largo plazo, pues no se trata de una modalidad para el corto plazo; por lo tanto, no responden tanto al concepto de ahorro, sino al-de inversién. Sobre el particular, Flores Polo (2001) opina que en el Perd todavia se confunden estos conceptos y no se tiene “una cultura de inversionista” (pp. 335 y 336). Siguiendo con la presentacién de la regulaci6n sobre dichos certificados, el depositante entrega su dinero para que la entidad autorizada lo invierta en diferentes opciones, ya sea en el pais o en el extranjero, obteniendo un rendi- miento anual promedio que generalmente se proyecta més alld de los intereses en moneda extranjera. Otras veces recibe un rendimiento anual fijo mas una prima adicional, segtin como se haya comportado el mercado de valores donde se han realizado las imposiciones. Para Flores Polo (2001), es un hecho que en nuestro pais recién se est desarrollando y difundiendo entre los inversionistas esta modalidad, que mas es una inversién que un ahorro. La emisién de los certificados, su colocacién, negociacién, redencién, rescate y demés formalidades y requisitos se sujetan a la ley de la materia y supletoriamente a la LTV. Flores Polo (2001) subraya que, en el primer trimestre del aio 2000, el patrimonio de los fondos mutuos crecié en 9 % respecto al afio 1999, y un 47,6 % respecto al cierre de 1998. Alcanz6 casi 540 millones de délares en los dos primeros meses del afio 2000. A esa fecha estaban registrados 22 fondos mutuos operativos y, segiin la Conasev, existian 13 854 inversionistas regis- trados en esta modalidad; pero esta tendencia todavia es baja frente a los que habia en diciembre de 1998. De los 22 fondos acreditados en nuestro medio, 16 invierten en instrumentos de deuda, y el resto se concentra en actividades de renta variable (acciones). Anota, ademis, que ingresaron 500 participes nuevos al sistema, quiz4 incentivados por la baja en las tasas de interés pasivas que pagaban los bancos. En lo personal, no cabe ninguna duda de que la informa- ci6n sobre el patrimonio administrado podria ser actualizada; en septiembre del 2021, es de 42 737 millones de soles, de conformidad con la informaci6n de la Asociacién de Fondos Mutuos del Pert (2021). Los demés valores que las mencionadas sociedades administradoras estén autorizadas a emitir, en relaci6n con los fondos que administren, se regiran 49 50 igualmente por la ley de la materia y supletoriamente por la LTV, lo cual se explica porque las regulaciones del mercado de valores son las normas espe- cificas que priman sobre las genéricas, 0 mas distantes, que son las de la LTV. IV. COMENTARIOS PUNTUALES AL CONTENIDO DEL ARTICULO 261 DELA LTV SOBRE LOS CERTIFICADOS Los doctores Ricardo Beaumont Callirgos y Rolando Castellares Aguilar fueron, respectivamente, presidente y miembro de la comisién que elaboré el antepro- yecto de la LTV, y fueron ellos los que publicaron en Gaceta Juridica una obra en la que por primera vez se coment6 cada uno de los articulos del texto final de la LTV. Por ello, a continuacién, nos corresponde referirnos a los comenta- rios que ambos autores hicieron al texto del articulo 261 (Beaumont Callirgos & Castellares Aguilar, 2000, pp. 695-697). Los fondos mutuos de inversi6n en valores y los fondos de inversién son patrimonios auténomos de la administraci6n de las sociedades administradoras de dichos fondos. Los fondos mutuos de inversi6n en valores se regulan por la Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislative 861, en sus articulos 238 y siguientes. Por su parte, los fondos de inversién estan normados por el Decreto Legislativo 862. Estas normas definen a los fondos mutuos de inversién en valores como patrimonios integrados por aportes de personas naturales o juridicas para su inversién predominante en valores de oferta piblica; mientras que los fondos de inversién son patrimonios que pueden ser destinados para invertirlos en valores y otros activos; en ambos casos, por cuenta y riesgo de los inversionistas que aportan tales fondos. Las mencionadas leyes sefialan que dicho patrimonio, conformado por los aportes de los inversionistas y que constituye justamente el patrimonio objeto de administracién, se divide en cuotas. Es decir, guarda alguna similitud con el patrimonio constituido por el capital social de una sociedad, que también se divide en alicuotas. Pero, a diferencia de estas, que tienen personeria juridica, los fondos son patrimonios auténomos sin personerfa. Las cuotas en las que se dividen los patrimonios de los fondos estin representadas en certificados de participacién. Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) encuentran también cierta similitud con el patrimonio constituido por el capital de una sociedad anénima, cuyas alicuotas estn representadas por acciones. Aqui! insisten en la confusién que viene generdndose al identificar el término certificado con titulo y, por ende, concluir erradamente que dichas cuotas representadas en el valor denominado certificado de participacién se limita al soporte papel o material, cuando con meridiana claridad la Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo 861, y la Ley de Fondos de Inversién, Decreto Legislativo 862, expresamente sefialan lo siguiente: E! patrimonio del fondo mutuo est dividido en cuotas de caracterfsticas iguales representadas por certificados de participaci6n emitidos por la sociedad admi- nistradora en nombre clel fondo, los mismos que pueden adoptar fa forma de titulo o anotaciones en cuenta. (Decreto Legislativo 861, articulo 239) El patrimonio del fondo esta dividido en cuotas que se representan en certi- ficados de participaci6n. Los certificados de participacién son transferibles y pueden adoptar la forma de titulos 0 anotaciones en cuenta. (Decreto Legis- lativo 861, articulo 2, primer parrafo) Asi pues, resulta fuera de toda duda que el término certificado de partici- pacién no es sino la denominacién del valor, como pudo haberse denominado acci6n de participacién, papel de inversién o cualquier otro nombre; para su emisi6n, es posible recurrir al soporte papel (titulo valor) o a la anotacién en cuenta (valor desmaterializado, electronico o en anotacién en cuenta, como lo denomina nuestra legislaci6n), mera forma de representacién (soporte) indistinta que puede tener este valor llamado certificado de participaci6n. Por ello, les llama la atencién a Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) que incluso la Conasev incurra en este error conceptual generado, como ya se ha indicado antes, por la terminologfa utilizada por la LGS. En efecto, la Conasey, en el articulo 53 del reglamento que fue aprobado mediante Resoluci6n CONASEV 026-2000-EF/94.10 del 3 de mayo del 2000, contraviene la disposicién legal antes transcrita, al sefalar lo siguiente: “Las cuotas podrén ser representadas por titulos fisicos denominados certificados de participacién o mediante anotaciones en cuenta’, como si la cuota representada mediante anotaci6n en cuenta no se denominase certificado de participacion El error nace, pues, de la terminologia que se utiliza en la LGS, donde se ‘usa como sinénimos los términos certificado y titulo, cuando la Ley del Mercado de Valores ya habia introducido una clara diferencia entre soporte papel (valor en titulo) y soporte electrénico (valor en anotacién en cuenta), A diferencia de este error conceptual que aprecian Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) en el actual Reglamento de Fondos Mutuos de Inversin en Valores, que confunde la denominaci6n de este valor con la forma de su represent: ci6n; el Reglamento de los Fondos de Inversién, cuya norma reguladora es la Resolucién CONASEV 002-97-EE/94.10 del 8 de enero de 1997, modificada por la Resolucion CONASEV 084-98-EE/94.10, plantea con acierto que en el prospecto de colocacién debe sefalarse “la forma de representaci6n de los certificados dle participacién, mediante titulos 0 anotacién en cuenta’, y que “cuando el certifi- cado de participaci6n en representacién se represente mediante titulo expresara obligatoriamente lo siguiente” (articulo 18), agregando con toda claridad y coin- cidente con la ley (Decreto Legislativo 861): “Los certificados de participacién 51 52 emitidos a través de anotacién en cuenta deberan sujetarse a las disposiciones contenidas en el titulo VIII de la Ley del Mercado de Valores, asi como a las normas complementarias que dicte la CONASEV" (articulo 2: Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) esperan que se supere este error conceptual, mAs atin ahora que se ha creado un valor mobiliario como Gnico instrumento de corto plazo, con la denominacion de papel comercial, pues quiz haya algunos que estimen inconcebible que un papel comercial sea representado electrénicamente o mediante anotacién en cuenta, al confundir Ja denominacién del titulo con la forma de su representaci6n, lo que no solo serfa errado, sino anecdético. Por nuestro lado, tenemos entendido que esto ha cambiado y que el nuevo Reglamento de Fondos de Inversién se encuentra en la Resolucién SMV 029-2014-SMV-01 (articulos 67 y siguientes) (Beaumont Callirgos & Castellares Aguilar, 2000). En lo dems, para Beaumont Calligos y Castellares Aguilar (2000), este articulo se limita a remitir a la ley de la materia (Decretos Legislativos 861 y 862) en todos los aspectos no relacionados con la formalidad y naturaleza estric- tamente cambiaria de estos valores, pues la presente es una ley de titulos valores y no del mercado de valores Solo con la finalidad de ilustrar mejor sobre los antecedentes y natura- leza juridica de estos valores, Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) se permiten transcribir parte del texto relativo a los fondos mutuos, que vale igual- mente para los fondos de inversi6n, el cual contiene la publicacién del Banco de Crédito del Perti, La situacién econémica nacional, de noviembre de 1999: La vida de los fondos mutuos tiene una historia bastante larga. En efecto, hay que remontarse hasta 1822, fecha en que el rey Guillermo de Holanda dio la autorizaci6n a crear un investment trust y al que se constituy6 en Suiza. Sin embargo, el prototipo que hasta ahora sirve de modelo para las modernas compaiias de inversiones es el que se gestioné en Inglaterra y Escocia. La primera, que fue denominada Foreign and Colonial Government Trust, en. 1865, buscaba dar a los inversionistas las mismas ventajas de los grandes capitalistas disminuyendo los riesgos de invertir en acciones de gobiernos extranjeros y gobiemos coloniales y reservando una parte del interés extra como sinking fund para pagar los capitales originales. (p. 647) Dejando de lado la Depresi6n, que afect6 a la economia mundial durante el periodo 1929-1932, Beaumont Callirgos y Castellares Aguilar (2000) apreciaron que, a partir del tltimo de los afios mencionados, empezaron a difundirse los open-end funds, o sea, los fondos de inversi6n en valores de hoy en dia: La naturaleza juridica de los Fondos Mutuos de Inversién en Valores y, de manera parecida, de los Fondos de Inversi6n, ha sido de distinto enfoque por las diversas legislaciones que los han regulado. En realidad, se trata de un patrimonio integrado por aportes de personas naturales y juridicas para una inversi6n en valores en oferta ptiblica y afecto a un fin exclusivo, como es la tenencia y disfrute de valores mobiliarios debidamente diversificados, para que los riesgos y los tipos de rendimiento queden parentemente compen- sados. En el derecho anglosajén, la administracin y representaci6n de los fondos no ofrecen problemas, ya que los ampara la instituci6n juridica del trust, pero, al no existir figura juridica comparable en las legislaciones que tienen su origen en el derecho romano, ello ha dado lugar a frecuentes discu- siones doctrinales. Asi, en la legislacién suiza se habla exclusivamente de un derecho personal del participe en el fondo contra la entidad gestora del mismo, mientras que en la legistaci6n italiana se habla claramente de una comunidad de bienes sometida a un régimen especial. En Espafa, segiin textos legales que se remontan a 1964 y que regulan al régimen juridico fiscal de los fondos de inversién, no se entra a definir la naturaleza juridica de los ‘mismos, aunque sus términos parecen indicar la existencia de una comunidad de bienes sui generis o ms bien de un patrimonio afecto a un fin especifico (pp. 697-724) ‘Tratindose de titulos valores especializados, no podriamos dejar de recurrir a los comentarios coincidentes de los hermanos Ulises y Hernando Montoya (2005). De sus opiniones, se podra apreciar facilmente que el articulo 261 de la LTV trata de dos titulos: el certificado de participacién de los fondos mutuos de inversién en valores, y el certificado de participacién de los fondos de inversi6n. El primero de ellos se encuentra normado en la Ley del Mercado de Valores, Decteto Legislativo 861, en su titulo IX denominado “Los fondos mutuos y sus sociedades administradoras” (articulos 238 a 268); y el segundo en el Decreto Legislativo 862, Ley de Fondos de Inversién en Valores y sus Sociedades Administradoras. La participacién de ambos juristas en la comisién que elaboré el anteproyecto de la LTV fue, sin duda, de singular importancia, por lo que es imprescindible consultar sus comentarios, articulo por articulo. Ambos fondos tienen como punto en comiin el hecho de que son patrimo- nios aut6nomos integrados por aportes de personas naturales y juridicas para su inversin en valores. Sin embargo, en el caso de los fondos de inver estos dems pueden invertirse en todo tipo de bienes y derechos, que integran los activos de este fondo, no pudiendo estar afectos a gravamenes, medidas cautelares © prohibiciones de cualquier naturaleza, salvo que sean garantias otorgadas que surjan de las operaciones propias de dicho fondo. Los fondos de inversién, en consecuencia, tienen un campo mas amplio, ya que, aparte de lo mencionado, pueden canalizar sus recursos a bienes inmuebles, desarrollo de actividades productivas, asi como a otros proyectos de inversién, con la fina- lidad de lograr una rentabilidad para los inversionistas. El patrimonio de estos fondos esta dividido en cuotas representadas por certificados de participaci6n emitidos por la sociedad administradora en nombre del fondo. Estos pueden ser transferibles y adoptan la forma de titulos 0 anota- ciones en cuenta. 53 54 En el caso de los fondos mutuos de inversién en valores, estos son de capital variable, por lo que el patrimonio es susceptible de variacién por efecto de nuevas aportaciones o rescate de las existentes. En cambio, los fondos de inver- sién son de capital cerrado,el ntimero de cuotas €s fijo, por lo que no procede su rescate, reembolso o incremento en su valor por nuevas aportaciones. En cuanto a las sociedades administradoras, los fondos son administrados por sociedades an6nimas denominadas, segtin se trate de fondos mutuos o de fondos de inversién, como sociedades administradoras de fondos de inversién en valores, 0 sociedades administradoras de fondos de inversién, aunque se permite que los fondos quecorresponden a esta tiltima sean administrados por las sociedades administradoras de fondos mutuos de inversi6n en valores, a las que se refiere la Ley del Mercado de Valores en su articulo 238 y siguientes (Wecreto Legislativo 862, articulo 1). Las sociedades administradoras tienen la responsabilidad de administrar fondos que provienen del ahorro del piiblico en general. Pueden crear diversos fondos, cada uno de ellos orientados a un sinfin de actividades y constituidos por inversiones de diferente riesgo. En cuanto a los patrimonios de cada uno de los fondos, estos son independientes entre si y con respecto al de la sociedad administradora. Por eso, debe Ilevarse independientemente la contabilidad y el registro de las operaciones de la sociedad administradora, asi como el de cada fondo que administre. Los aportes que efecttian los participes del fondo son totalmente inde- pendientes del patrimonio de la sociedad administradora de dicho fondo de inversi6n. La Resolucién CONASEV 084-98-EF- 94.10, al modificar el articulo 41 de la Resolucién CONASEV 002-97-EF/EF94.10 —tenemos entendido que ambas resoluciones han sido derogadas por la Resolucién SMV 029-2014-SMV-1@unque el fondo de la norma se mantiene)—, disponfa que los fondos podran también ser administrados por sociedades administradoras de fondos mutuos, las cuales se sujetardn a todas las normas aplicables a las sociedades administradoras y a los fondos. En este tiltimo caso, su denominacién social deberd incluir la expre- si6n sociedad administradora de fondos o sus siglas: SAF. Sobre los certificados de participaci6n, como ya lo hemos mencionado, el patrimonio de estos fondos esta dividido en cuotas representadas por estos certi- ficados, emitidos por la sociedad administradora en nombre del fondo, los cuales pueden ser transferibles y adoptan la forma de titulos o anotaciones en cuenta. La calidad de pasticipe en un fondo de inversi6n est representada por certifi- cados de participaci6n. Antes, estos debian estar inscritos en la Bolsa de Valores de Lima, pero tenemos entendido que ahora ya no es necesario para que el inversionista los negocie en el mercado bursatil. Dicha calidad se adquiere desde el momento en que el participe pone a disposicién de la sociedad administradora el aporte corres- pondiente. Las suscripciones posteriores que realice el participe en el mismo fondo mutuo se considerardn efectuadas considerando el mismo criterio. Los certificados de participacién de los fondos pueden ser materia de transferencia; sin embargo, para que esta tenga efectos frente a la sociedad administradora y a terceros, se requiere que sea comunicada por escrito a la sociedad administradora, para su inscripcién en el registro de participes que esta debe llevar. La sociedad administradora esta obligada a dicha inscripcin, sin tramite alguno. La participacién podra ser representada por titulos fisicos denominados certificados de participacién 0 mediante anotaciones en cuenta. Las cuotas representadas en los titulos fisicos pueden fraccionarse para facilitar su adqui- sicién o rescate. El ntimero minimo de cuotas que en todo momento puede tener un participe es la unidad o aquel minimo superior que se establezca en los reglamentos internos o reglamentos de participacién aprobados por la entidad emisora. El monto del titulo depende del valor que fije la sociedad administradora, Esta deberd establecer, para cada uno de los fondos mutuos que administre, el mtimero de decimales que utilizar para efectuar el célculo del valor de cuota y el ntimero de cuotas, no debiendo ser estos menores de cuatro digitos. Respecto a su contenido, las cuotas que se representen por medio de certificados de participacién deberan contener, como minimo, la siguiente infor- macién: denominacién del fondo mutuo y cédigo de inscripcin en el Registro; denominacién de la sociedad administradora y del custodio; numeracién corre- lativa del certificado y la cantidad de cuotas que representa; el nombre del o los participes titulares del certificado y su documento oficial de identificacién; lugar y fecha de emisi6n; y Ia firma de al menos dos personas debidamente facultadas por la sociedad administradora. En lo que se refiere a su emisi6n, colocaci6n, redencién y rescate, los cettificados de participacién deberdn ser emitidos por la sociedad administra- dora a solicitud del participe. No obstante, en tanto no se produzca la referida solicitud, dicho certificado se entender emitido y mantenido en custodia por la sociedad administradora, siempre que se encuentre registrado mediante sistemas automatizados que permitan su adecuado control. En lo que respecta a Ia redencién del certificado, como ya se ha expuesto, habré que tener presente si se trata de un fondo de capital abierto (fondos mutuos de inversién en valores) 0 de capital cerrado (fondos de inversi6n), para determinar su procedencia. 55 56 No es innecesario reiterar que la sujeci6n a la ley de la materia, como menciona el articulo 262.2, para los certificados de participacién en fondos mutuos de inversin en valores, corresponde a la Ley del Mercado de Valores, y en lo que respecta a los certificados de participacién en fondos de inversi6n, ala Ley de Fondos de Inversi6n, Decreto Legislativo 862, asi como el reglamento interno y el contrato suscrito con el participe, y supletoriamente por la LTV. El Reglamento de Fondos Mutuos de Inversi6n en Valores y sus Sociedades ‘Administradoras, actualmente vigente, es el aprobado por la Resolucién CONASEV 068-2010- EF/94.10 del 15 de julio del 2010, y desarrolla todos los aspectos relacionados con las autorizaciones e inscripciones de los fondos mutuos, de las cuotas, su colocaci6n, transferencia, rescate, valoracién, la constitucidn y Organos de las sociedades administradoras, y de los comités de vigilancia, la figura del custodio y el régimen de garantias y reclamaciones. En cuanto al rescate, se hard segiin la clase de fondo de que se trate, conforme se ha expuesto. En el caso de los certificados de participacion en los fondos mutuos de inversién en valores, el rescate deberd solicitarse a la sociedad administradora o ante las empresas bancarias o agentes de interme- diacin, y las cuotas deberan ser rescatadas por la sociedad administradora cuando asf lo solicite el titular. Sin embargo, los participes podrn ejercer su derecho de rescate en una fecha determinada distinta de la fecha de presen- tacién de la solicitud de rescate, siempre que esta modalidad, denominada rescate programado, se encuentre contemplada en el reglamento del fondo mutuo. En tales casos, el participe deberd indicar la fecha o el plazo en que deberd formularse el pago del rescaie. En caso de robo, extravio o deterioro de un certificado de participa- cion, el participe deberé comunicar este hecho inmediatamente a la sociedad administradora para su anotaci6n en el registro de participes, sujetindose a las disposiciones que sobre ineficacia de titulos valores, entre ellos, los certificados, a C$ Para finalizar los comentarios puntuales al articulo 261 de la LTV, nos referimos al trabajo de Picasso Salinas y Manzur (2004) en lo relativo a la naturaleza juridica de los certificados de participacién y sus caracteristicas; pero no nos ocuparemos de Ia naturaleza de los fondos mutuos y de los fondos de inversi6n, tema que veremos en el punto V de este articulo. En primer lugar, estos certificados son titulos valores. Como tales, les son aplicables todos los alcances de la LTV y deben presentar las siguientes caracteristicas: i, Es un instrumento constitutivo porque incorpora en el titulo el derecho patrimonial creado como consecuencia de su emisién, el ii, iii iv, v. vi cual queda representado con el documento que le contiene como una unidad indivisible. La incorporacién debe ser entendida como una conexi6n intima, indisoluble, necesaria y permanente descle la creaci6n del titulo hasta su extincion entre el derecho patrimonial contenido en él y el titulo mismo. Es dispositivo, puesto que su titular se encuentra facultado para decidir libremente su disposicidn, transfiriéndolo a un tercero 0, inclusive, gravandolo u otorgdndolo en garantia del cumplimiento de cualquier obligacién aut6noma a la incorporada en el titulo. Mas atin, esta caracteristica puede convertirse en determinadas circunstancias, como una necesidad del titular, para poder ejercer el derecho consignado en él. Esta destinado a su circulacién. Los titulos valores, independien- temente de si son transferidos © no antes de su vencimiento, son creados necesariamente con una vocacién consustancial de circula- ci6n. Para tal efecto, la propia LTV establece en el titulo primero de su seccién segunda los requisitos y mecanismos necesarios para ello. Es absolutamente auténomo del negocio juridico, existente 0 no, entre girador y girado. Esto es, para la existencia de un titulo valor, no se requiere de la existencia previa de un negocio juridico que dé origen a su creacién, como equivocadamente sefalan algunos autores. La autonomia de los titulos valores debe ser entendida como la soberania o independencia de estos frente a las causas, derivadas o no de un negocio juridico, que le dieron origen. Ni la creacién y vigencia de los titulos valores dependen de un negocio juridico que lo cause, ni las acciones cambiarias derivadas dle estos dependen tampoco de un negocio que dé origen a su creaci6n. Su literalidad. Se refiere a la literalidad del derecho incorporado en el titulo, en el sentido de que este es un derecho literal. Es decir, la obligaci6n que el titulo incorpora se limita necesariamente a lo que expresamente esté indicado en él, Nadie puede reclamar un mayor derecho que aquel indicado en el tenor literal del titulo. La legitimacién que otorga es la propiedad que tiene el titulo de crédito de facultar a quien lo posee, segtin la ley de su circulaci6n, para exigir del suscriptor el pago de la prestacién consignada en el titulo, y de autorizar al segundo para solventar vilidamente su obligacién comprendida a favor del primero. En segundo lugar, los certificados son valores mobiliarios, ya que, de conformidad con el articulo 3 de la LMV, en concordancia con el 58 inciso 1 del articulo 255 de la LTV, son valores mobiliarios aquellos titulos valores emitidos en forma masiva y libremente negociables que confieren a sus titulares derechos crediticios, dominiales, patrimo- niales © de participacién en el capital, el patrimonio o las utilidades de la empresa emisora, con caracteristicas hogareflas 0 no en cuanto a los derechos y obligaciones que representen. Como bien precisan Picasso Salinas y Manzur (2004), la finalidad de la emisién de valores mobiliarios es permitir a las sociedades que requieren de recursos para restablecer los déficits de flujos de caja, que les impidan desarrollar normal y eficientemente sus activi- dades econémicas, recurrir a la captacién de recursos provenientes del ahorro public, a un menor costo que el que significarfa tomar un financiamiento bancario. Por ello, por su propia naturaleza, los valores mobiliarios est destinados a ser negociados en los mercados de valores, aplicandoseles, en consecuencia, las normas que regulan dichos mercados, en especial, la LMV, que tienen por finalidad, entre otras, otorgarles un marco de protecci6n a los inversionistas (agentes superavitarios). Como en toda inversi6n, las efectuadas a través de los fondos suponen un soporte documental de la misma, que podr4 ser material 0 mediante anotaci6n en cuenta, de modo tal que todas las operaciones de suscripcién de las cuotas deben quedar recogidas en algtin documento materializado o desmaterializado, que por las carac- teristicas que presenta, y que veremos mis adelante, se encuentran incluidas dentro de la clasificacién de valores mobiliarios Como todo valor mobiliario: i. Son emitidos en forma masiva. ii, Son libremente transferibles. iii. Pueden representar derechos crediticios, dominiales 0 de partici- paci6n en el capital patrimonial o utilidades del emisor, 0, en su caso, de patrimonios auténomos o fideicometidos. iv. Pueden emitirse en clase o en serie. Pueden representarse tanto mediante titulos fisicos como mediante anotaciones en cuenta. vi. Constituyen titulos ejecutivos. Entercer y tltimo lugar, conforme a la secci6n novena de la LTV, hay dos diferentes clases de valores mobiliarios, a saber: i. Valores representativos de derechos de participacién. Esta clase la podemos definir como aquellos valores mobiliarios en los que el ii, inversionista recibe a cambio de su dinero un titulo que repre- senta tanto derechos como obligaciones, en proporci6n al monto invertido. Con respecto a los derechos, y especificamente a los derechos econémicos que confieren a sus titulares, debemos sefialar que, a diferencia de los valores representativos de deuda, los valores representativos de derechos de participacin otorgan a sus titulares una renta variable, que dependera del porcentaje de participacién que se posea y de los resultados econémicos del emisor. Los valores mobiliarios que califican como valores representativos de derechos de participaci6n son los siguientes: — Acciones — Certificado de suscripcién preferente — Certificados de participacién en fondos mutuos de inversin en valores y en fondos de inversion — Valores emitidos en procesos de titulizacién Cabe mencionar que los certificados de participaci6n califican como valores mobiliarios y, especificamente, como valores repre- sentativos de derechos de participaci6n, no solo por el hecho de que la propia LTV los incluye dentro de dicha clasificacién al encontrarse regulados dentro del titulo segundo, “De los valores mobiliarios’, sino también porque, en efecto, el patrimonio que constituye el fondo pertenece a una pluralidad de participes, quienes son propietarios de las alicuotas en las que se encuentra dividido este patrimonio. Este derecho de propiedad importa, necesariamente, un derecho patrimonial 0 econémico sobre las utilidades o las pérdidas que genere el fondo. Valores representativos de deuda. Los podemos definir como aquellos valores mobiliarios a través de los cuales el inversio- nista recibe a cambio de su dinero una renta fija o determinable y el derecho a la restitucién del valor nominal al vencimiento del crédito. Cabe precisar que lo dicho no quiere decir que la inversin realizada en este tipo de instrumentos importe nece- sariamente una rentabilidad, puesto que ello dependeré de las fluctuaciones en la cotizacién que sufra el valor en el mercado durante su vigencia. Los valores mobiliarios que califican como valores representativos de deuda son los siguientes: 59

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