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Teoria Microcconomica Principios Basicos y Ampliaciones CONTENIDO INTRODUCCION 1 MODELOS ECONOMICOS 3 Modelos te6ricos. 4 Contrastacién de los modelos econémicos 4 Caracteristicas generales de los modelos econémicos 6 Desarrollo de la Teoria Econdmica sobre el Valor 8 Ultimos desarrollos 17 Resumen 18 LAS MATEMATICAS DE LA OPTIMIZACION 21 Maximizacién de una funcién con una variable 22" Funciones con varias variables 27 Maximizacién de funciones con varias variables 30 Funciones implicitas 33 El Teorema de la Envolvente “ 35 ‘Maximizacion con restricciones~ 39 El Teorema de la Envolvente en los problemas de maximizacién con restricciones 46 Maximizacién sin cAlculos 47 Condiciones de segundo orden -48 Resumen 54 Problemas 55 Ampliaciones Condiciones de segundo orden y Algebra matricial’ 59 x Contenido ELECCION Y DEMANDA 63 #3 PREFERENCIAS Y UTILIDAD 65 Axiomas de la elecciGn racional 66 Utilidad 66 Intercambios y sustitucién 69 Una derivaciGn alternativa 77 Ejemplos de funciones de utilidad 80 Sustitutivos perfectos 81 Resumen 85 Problemas 86 Ampliaciones Preferencias especiales 90 »4 MAXIMIZACION DE LA UTILIDAD Y ELECCION 93 Una encuesta inicial 94 El caso de dos bienes: un andlisis grafico 95 El caso conn bienes 99 Funcidn de utilidad indirecta 105 Minimizaci6n del gasto 107 Resumen 110 Problemas 110 Ampliaciones Funciones de utilidad y patticipaciones presupuestarias 114 *5 EFECTOS RENTA Y SUSTITUCION 117 Funciones de demanda_ 118 Variaciones de la renta 119 Variaciones del precio de un bien 122 La curva de demanda del individuo 126 Curvas de demanda compensadas 129 Un anilisis matematico de las respuestas ante variaciones de precios 133 Preferencias reveladas y el efecto sustitucién 137 Elexcedente del consumidor 140 Resumen 144 Problemas 145 Ampliaciones El lema de Shephard, la identidad de Roy y los indices de precios 148 6 RELACIONES DE DEMANDA ENTRE BIENES 153 El caso de dos bienes 154 Sustitutivos y complementarios 156 Sustitutivos y complementarios netos 158 Bienes compuestos 159 Atributos de los bienes de produecién casera y precios implicitos 163 Resumen 166 Problemas 167 Ampliaciones Utilidad separable y agregaci6n de bienes 171 SITES Paraninfo 10 Contenido xi DEMANDA DE MERCADO Y ELASTICIDAD 173 Curvas de demanda del mercado 174 Elasticidad = 177 Relaciones entre elasticidades 181 Tipos de curvas de demanda 184 Funciones con elasticidad constante 187 Resumen 188 Problemas 189 Ampliaciones Agregacién y estimacién 193 ‘ ELECCION EN CONDICIONES DE INCERTIDUMBRE 197 UTILIDAD ESPERADA Y AVERSION AL RIESGO 199 Probabilidad y valor esperado 200 Juegos justos y la hipétesis de la utilidad esperada 201 El teorema von Neumann-Morgenstern 203 Aversién al riesgo 205 Calculo de la aversién al riesgo 208 El planteamiento de la preferencia de situaciones y eleccién en condiciones de incertidumbre 212 Resumen 218 Problemas 218 Ampliaciones Teoria de la cartera y fijacién de precios del riesgo 222 LA ECONOMIA DE LA INFORMACION 227 Propiedades de la informacién 228 EI valor de la informacién 228 Informacién y seguros 231 Riesgo moral 231 Seleccién adversa 235 ‘Resumen 241 Problemas 241 Ampliaciones La economia de la bésqueda 245 TEORIA DE JUEGOS Y EQUILIBRIO ESTRATEGICO 249 Conceptos basicos 250 Equilibrio de Nash en los juegos 251 Un ejemplo de juego en el dormitorio 252 Existencia del equilibrio de Nash 254 El dilema del prisionero 257 Juegos repetidos 262 Juegos con informacién incompleta 265 Resumen 265 Problemas 266 ire Poraninfo xii Contenido PRODUCCION Y OFERTA 269 ¥ 11 FUNCIONES DE PRODUCCION 271 Productividad marginal 272 ‘Mapas de isocuantas y la relaci6n de sustitucién técnica 275 Rendimientos a escala 279 La elasticidad de sustitueién 282 Algunas funciones de produccién frecuentes 284 Progreso técnica 288 Resumen 293 Problemas 294 Anpliaciones Funciones de produccién con muchos factores productivos 298 ¥12 COSTES 301 Definicién de costes 302 Elecciones de factores que minimizan los costes 304 Funciones de costes 310 Desplazamientos de las curvas de costes 315 Diferencias entre corto y largo plazo 321 Resumen 328 Problemas 330 Ampliaciones Sustitucién de factores 334 » 13 MAXIMIZACION DEL BENEFICIO Y OFERTA 337 La naturaleza y el comportamiento de las empresas. 338 Maximizaci6n del beneficio 338 Ingreso marginal 341 Oferta a corto plazo de una empresa precio aceptante 346 ‘Maximizacién del beneficio y demanda de factores 349 Excedente del productor a corto plazo 353 Maximizaci6n de los ingresos 355 Directives y el problema del agente-prineipal 358, Resumen 362 Problemas 363 Ampliaciones La funcién de beneficios 367 ©MTES Paroninfo 14 _ 15 —y16 TF Contenido xiti COMPETENCIA PERFECTA 369 EL MODELO DE EQUILIBRIO PARCIAL COMPETITIVO = 371 Plazo de la respuesta de la oferta 372 La fijacién de precios en el muy corto plazo 372 Determinaci6n del precio a corto plazo 373 Desplazamientos de las curvas de oferta y demanda: un andlisis grafico 379 Modelo matematico de la oferta y demanda 383 Andlisis a largo plazo 386 Equilibrio a largo plazo: el caso de costes constantes 387 Forma de la curva de oferta a largo plazo 390 Blasticidad de la oferta a largo plazo 393 Anélisis de estética comparativa del equilibrio a largo plazo 394 Excedente del productor a largo plazo 398 Resumen 401 Problemas 402 ANALISIS COMPETITIVO APLICADO 407 Eficiencia econémica y andlisis del bienestar 408 Controles de precios y carestias 411 Andlisis de la incidencia de los impuestos 413 Restrieciones comerciales 417 Resumen 422 Problemas 422 EQUILIBRIO GENERAL COMPETITIVO 427 Sistema de precios perfectamente competitivos 428 Un sencillo modelo grafico del equilibrio general 429 Anélisis de estética comparativa 439 Modelizacién del equilibrio general 441 Existencia de precios en el equilibrio general 442 El dinero en los modelos de equilibrio general 451 Resumen 455 Problemas 456 Ampliaciones Modelos de equilibrio general calculable 460 LA EFICIENCIA DE LA COMPETENCIA PERFECTA 463 La hipotesis de la mano invisible de Smith 464 Eficiencia en el sentido de Pareto 464 Eficiencia en la produccién 464 Eficiencia en la combinacin productiva 471 Precios competitivos y eficiencia 474 Alejamiento de los supuestos de competencia 477 Ajustes de mercado e informacin 479 SITES Paronings xiv 18 19 20 Contenido Fijacién de precios de desequilibrio y expectativas 483 Informacion y cquilibrios ineficientes 487 Distribucion 489 Resumen 494 Problemas 495 MODELOS DE COMPETENCIA IMPERFECTA 501 MODELOS DE MONOPOLIO 503 Barreras ala entrada 504 Maximizacién de beneficios y eleccién del nivel de produccién 505 Monopotio y asignacién de recursos 510 Monopolio y calidad del producto 513 Discriminacién de precios 516 Discriminacién mediante tablas de precios $21 Regulacién de los monopolios 523 Vision dindmica del monopolio 527 Resumen $27 Problemas 528 Aipliaciones Tarifas éptimas 532 MODELOS TRADICIONALES DE COMPETENCIA IMPERFECTA 535 Fijacién de precios en un oligopolio homogénco 536 Diferenciacién del producto 545 Entrada 549 Resumen 556 Problemas 556 MODELOS DE FIJACION DE PRECIOS SEGUN LA TEORIA DE JUEGOS 561 Fijacién de precios en juegos estiticos 562 Entrada, salida y estrategia 565 Entrada ¢ informacién incompleta 569 Juegos con informacién incompleta 571 Resumen 576 Problemas 577 Ampliaciones Sustitutivos y complementarios estratégicos 587 Sites Poraninfo 21 23 Contenido xw FIJACION DE PRECIOS EN LOS MERCADOS DE FACTORES 583 DEMANDA DE FACTORES POR PARTE DE LAS EMPRESAS 585 Maximizaci6n de beneficios y demanda derivada 586 Estética comparativa en la demanda de factores 589 Andlisis matemitico 593 Sensibilidad de la demanda de factores a las variaciones de los precios de los factores 596 Andlisis de la productividad marginal y de los determinantes de la proporcién de factores 599 Monopsonio en el mercado de factores 601 ‘Monopolio en la oferta de factores 603 Resumen 605 Problemas 605 Ampliaciones La elasticidad de la demanda de trabajo 611 OFERTA DE TRABAJO 615 Asignacién del tiempo 616 ‘Un andlisis matemético de la oferta de trabajo 619 Curva de oferta de trabajo del mercado 623 tras aplicaciones del modelo de asignaciGn del tiempo 624 Sindicatos 625 Diferencias salariales 629 Resumen 630 Problemas 631 CAPITAL 635 Capital y tasa de rendimiento 636 Determinacién de la tasa de rendimiento 637 La demanda de capital de la empresa 644 Planteamiento del valor actual descontado de las decisiones de inversion 646 in Optima de los recursos a lo largo del tiempo 651 656 Problemas 656 Apéndice Las mateméticas del tipo de interés compuesto 661 res Paros xvi Contenido 24 > 25 LIMITES DEL MERCADO «667 EXTERNALIDADES Y BIENES PUBLICOS 669 Definici6n de las externalidades 670 Externalidades e ineficiencia en la asignacién 672 Soluciones al problema de las externalidades 676 Caracteristicas de los bienes piblicos 679 Bienes piblicos y asignacién de recursos 681 Fijacién de precios de Lindahl para los bienes piblicos 686 Resumen 688 Problemas 688 Ampliaciones Reducci6n de la contaminacién 693 ECONOMIA POLITICA 695 Criterios para alcanzar el bienestar social 696 Funciones de bienestar social 698 El teorema de la imposibilidad de Aow 701 Votaci6n directa y asignacién de recursos 702 Un sencillo modelo politico 705 Gobierno representative 708 Comportamiento de bisqueda de rentas 710 Resumen 712 Problemas 712 Ampliaciones Sistemas de votacién 717 RESPUESTAS BREVES A LAS PREGUNTAS 719 SOLUCIONES A LOS PROBLEMAS IMPARES 729 GLOSARIO DE LOS TERMINOS MAS UTILIZADOS 739 INDICE DE AUTORES 747 INDICE ANALITICO 751 INTRODUCCION 1 MODELOS ECONOMICOS 2 LAS MATEMATICAS DE LA OPTIMIZACION Esta parte se compone de das capttulos que ofrecen la base para el estudio de la teoria microeconémica. El Capitulo 1 describe el planteamiento general utilizado en economéa, prestindose una especial atenci6n a la forma en que los economistas disefian y contrastan sencillos modelos sobre la actividad econémica. También se analizan algunas de las cues- tiones filosdjicas implicitas en la construccién de los modelos econémicos, junto con un andlisis de cémo se puede diferenciar a los "buenos" modelos de los "malos". El Capitulo 2 tiene una orientacién matemdtica, Describe varios métodos que pueden utiligarse para resolver problemas de maximizacién (y minimizacién). Puesto que muchos modelos econémicos parten del supuesto de que los agentes econdmicos (individuos, empresas, agencias gubernamentales, etc.), estén intentando alcanzar et maximo valor de algo, dados sus recursos limitados, estos problemas constinayen una cuestidn importante en este libro. Las técnicas matemdticas inuroducidas en el Capitulo 2 se wtiizarén conti- nuamente en los capttulos posteriores para sacar conclusiones sobre el comportamiento econdmico, Ontversidad Catolica de Colombta Bia LiOTECA MODELOS ECONOMICOS Este libro ilustra cémo utitizan los economistas los modelos para explicar la fijacién de los precios de los bienes y servicios, Su objetivo consiste en ofrecer a los estudiantes una fuer- te base para su trabajo posterior, tanto en el campo tedrico como en el campo de la eco- nomia aplicada. Este primer capitulo tiene una naturaleca findamentalmente filosofica. Se Jija en el papel de la modelizacién en las ciencias y revisa parte de la historia de la eco- noméa. 4 Pare? Introduccién Modelos teéricos Cualquier economia moderna es muy compleja. Hay miles de empresas produciendo millones de produc tos distintos. Hay millones de individuos que trabajan en todo tipo de ocupaciones y que toman decisiones sobre cuales de estos bienes van a comprar. Por ejemplo, fijémonos en el caso de los cacahuetes. Se deben cosechar en el momento adecuado y se deben enviar a los procesadores que los convierten en mantequilla de cacahuete, aceite de cacahuete, caramelo de cacahuete y otras muchas delicias fabricadas con cacahue- te. Estos procesadores, a su vez, deben asegurarse de que sus productos Ilegan a miles de tiendas en las cantidades adecuadas para satisfacer la demanda Puesto que serfa imposible describir con detalle el funcionamiento de los mercados de cacahuetes, los economistas han decidido utilizar la abstraccién de las complejidades del mundo real y desarrollar mode- los relativamente sencillos que reflejan las cuestiones “esenciales”. Al igual que un mapa de carreteras resulta itil aunque no muestre todas las casas, 0 incluso todas las briznas de hierba, los modelos econémi- cos de, por ejemplo, el mercado de los cacahuetes también son muy iitiles incluso si no reflejan al detalle el funcionamiento de la economfa de los cacahuetes. En este libro estudiaremos los modelos econémicos més utilizados. Veremos que, aunque hacen abstracciones heroicas de las verdaderas complejidades del mundo real, no obstante reflejan muchas caracteristicas esenciales que son comunes para todas las activi- dades econdmicas, La utilizacién de modelos es gencralizada, tanto en las ciencias fisicas como en las sociales. En fisica, el concepto de vacio “perfecto”, o de gas “ideal”, es una abstraccién que permite a los cientificos estudiar fenémenos del mundo real en condiciones muy sencillas. En quimica, la idea de un étomo 0 de una molé- cula es, de hecho, un modelo muy simplificado de Ja estructura de la materia. Los arquitectos utilizan ‘maquetas para planificar los edificios. Los técnicos de reparaci6n de televisores utilizan dibujos de las cone- xiones de cable para localizar los problemas. De la misma manera, los economistas han desarrollado sus modelos para comprender mejor las cuestiones econémicas. Estos modelos reflejan la forma en que los individuos toman decisiones, el comportamiento de las empresas y la forma en que estos grupos se relacio nan entre si en los mercados, Contrastaci6én de los modelos econémicos Por supuesto, no todos los modelos resultan “buenos”. Por ejemplo, el modelo de desplazamiento de los planetas en torno a la tierra, ideado por Ptolomeo, fue finalmente rechazado porque era incapaz de expli- car con precisién el desplazamiento de los planetas alrededor del sol. Un objetivo importante de toda inves- tigacién cientifica consiste en diferenciar entre “buenos” y “malos” modelos. Se utilizan dos métodos generales para contrastar los modelos econémicos: (1) un planteamiento directo, que intenta establecer la validez. de los supuestos basicos de los que parte un modelo; y (2) un planteamiento indirecto, que intenta confirmar la validez demostrando que un modelo simplificado predice correctamente los acontecimientos del mundo real. Para ilustrar las diferencias basicas de los dos planteamientos, vamos a analizar brevemen- te un modelo que utilizaremos mucho en capitulos posteriores de este libro: el modelo de una empresa que intenta maximizar sus beneficios. El modelo de maximizacién de beneficios El modelo de una empresa que intenta maximizar sus beneficios constituye, evidentemente, una simplifica- cién de la realidad. Ignora las motivaciones personales de los directivos de la empresa, y no tiene en cuen- SITES Poraninfo Capitulo 1 Modelos acondmicas 5 ta los conflictos personales que surgen entre ellos. Supone que los beneficios son el tinico objetivo relevan- tc de la empresa; atros objetivos posibles, como la obtencién de poder o prestigio, son consideradas irre evantes, El modelo también supone que una empresa dispone de suficiente informacién sobre sus costes y sobre la naturaleza del mercado en el que vende sus productos para descubrir cufles son, realmente, sus ‘opciones para maximizar sus beneficios. Por supuesto, la mayorfa de las empresas del mundo real no dis- pone de esta informacin. Aun asi, estas deficiencias del modelo no tienen por qué ser graves. Ningdn modelo puede describir la realidad con exactitud. La cuestién realmente importante consiste en saber si este modelo sencillo puede considerarse un buen modelo. Contrastacién de los supuestos ‘Una prueba del modelo de fa empresa maximizadora de beneficios analiza su supuesto bésico: {las empre- sas intentan realmente maximizar sus beneficios? Algunos economistas han analizado esta cuestién envian. do cuestionarios a los ejecutivos para pedirles que especifiquen cudles son sus objetivos. Los resultados de estos estudios son muy variados. Los empresarios suelen mencionar otros objetivos distintos a los de los Deneficios, o afirman que s6lo hacen “lo mejor que pueden” dada su limitada informacién. Por otra parte, la mayorfa de los entrevistados también menciona un fuerte “interés” por los beneficios, y expresa su opi- niGn de que Ia maximizacién de los beneficios es un objetivo adecuado. La contrastacién de! modelo de maximizacion de beneficios, mediante la contrastacién de sus supuestos, ha oftecido, por tanto, resultados no concluyentes. Contrastacién de las predicciones Algunos economistas, sobre todo Milton Friedman, niegan que se pueda contrastar un modelo analizando Ja “realidad” de sus supuestos!. Afirman que todos los modelos te6ricos se basan en supuestos “irrealis- as”; la propia naturaleza de la teorizacin exige que hagamos ciertas abstracciones. Estos economistas con- cluyen que la tinica manera de determinar la vatidez, de un modelo consiste en ver si es capaz de explicar y predecir los acontecimientos del mundo real. La contrastaci6n tiltima de un modelo econémico se consi- ‘gue cuando se confronta con los datos de la propia economia. Friedman proporciona una ilustracién importante de este principio. Se plantea qué tipo de teorfa se tiene que utilizar para explicar los golpes de jugadores profesionales de billar. Afirma que las leyes fisicas sobre Ja velocidad, el momento y los angulos de la fisica te6rica clasica serian un modelo adecuado. Los jugado- res profesionales de billar juegan como si aplicaran estas leyes, Pero, si preguntamos a estos jugadores si comprenden los principios fisicos subyacentes al billar, la mayorfa contestarfa, sin duda, que no. No obs- tante, afirma Friedman, las leyes fisicas ofrecen predicciones muy precisas y, por tanto, deben ser acepta- das como modelos tebricos adecuados de cémo juegan al billar los profesionales. La contrastacién del modelo de maximizaci6n de beneficios, por tanto, deberia realizarse prediciendo el comportamiento de las empresas del mundo teal, suponiendo que estas empresas se comportan como si estuvieran maximizando sus beneficios. Si estas predicciones se ajustan razonablemente bien a la realidad, podremos aceptar la hipétesis de maximizacién de beneficios. El hecho de que las empresas respondan a Jos cuestionarios negando ningiin intento preciso de maximizar sus beneficios es tan poco dafiino a la vali- | Véase M. Frizowan, Bssayis in Positive Boonomies (Chicago: University of Chicago Press, 1953), cap. 1, Para una vision altemativa que destaca la importancia de utilizar supuesios “reslistas", véase HA. Suwon, “Retional Decision Making in Business Organizations”, American Economic Review 69, 0° 4 (septiembre de 1979): 493-513. ©1TES Paring 6 Parte! Introduceién dez de las hipétesis basicas como lo es que los jugadores profesionales de billar nieguen conocer las leyes de la fisica. Por el contrario, Ia contrastacién Giltima de su teoria es la capacidad de predecit Ios aconteci- mientos del mundo real. Importancia del andlisis empirico El prineipal punto de atencién de este libro es la construccién de modelos teéricos. Pero el fin titimo de estos modelos es aprender algo sobre el mundo real. Aunque Ja inclusién de un importante conjunto de ejemplos aplicados alargaria innecesariamente un libro ya de por si voluminoso2, las Ampliaciones inckui- das al final de muchos capitulos pretenden oftecer una transicién entre la teoria presentada en el texto y la forma en que se aplica, de hecho, dicha teoria. Caracteristicas generales de los modelos econémicos Por supuesto, el mimero de modelos econémicos utilizados en la actualidad es muy clevado. Los supues- tos especificos utilizados, y el grado de detalle oftecido, varian en gran medida en funcién del problema que se quiere analizar. El tipo de modelos empleados para explicar el nivel general de actividad econémi- ca en Estados Unidos, por ejemplo, debe ser considerablemente mas agregado y complejo que el tipo uti- lizado para interpretar Ia fijaci6n de los precios de las fresas de Arizona. Sin embargo, a pesar de esta varie- dad, précticamente todos los modelos cconémicos incorporan tres elementos comunes: (1) el supuesto de ceteris paribus (todo lo demds sigue igual); (2) el supuesto de que los agentes econémicos que toman deci- siones intentan optimizar algo; y (3) una clara diferenciaci6n entre cuestiones “positivas” y “normativas”. Puesto que nos encontraremos con estos tres elementos a lo largo de todo este manual, puede resultar itil, de partida, describir brevemente la filosofia subyacente a cada uno de ellos. EI supuesto de ceteris paribus ‘Como es 1 caso en la mayoria de las ciencias, los modelos utilizados en economia intentan describir rela- ciones relativamente sencillas. Un modelo del mercado de trigo, por ejemplo, puede intentar explicar el precio del trigo a partir de un nimero reducido de variables cuantificables, como el salario de los trabaja- dores agricolas, la pluviosidad y Ia renta de los consumidores. Esta parsimonia en la especificacién del modelo permite estudiar la fijacién del precio del trigo en un marco simplificado en el que es posible ver c6mo actian las fuerzas especificas. Aunque cualquier investigador reconocera que hay muchas fuerzas “externas” (enfermedades del trigo, cambios del precio de los fertilizantes o de los tractores, cambios de las actitudes de los consumidores al comprar pan) que afectan al precio del trigo, estas otras fuerzas se man- tienen constantes en ta construccién del modelo. Es importante reconocer que los economistas no estén suponiendo que los dems factores no afectan al precio del trigo, sino més bien que suponen que estas otras variables no cambian durante el periodo de estudio. De esta manera, se puede estudiar tinicamente el efec- to de unas pocas fuerzas en un contexto simplificado. Estos supuestas ceteris paribus (todo lo deméds per- manece constante) se utilizan en todos los modelos econémicos. La utilizacién del supuesto ceteris paribus plantea algunas dificultades para la contrastacién empitica de los modelos econémicos a partir de datos del mundo real. En otras ciencias, estos problemas no son tan 2 Para un texto de nivel intermedio que incluye un amplio conjunto de aplicaciones det mundo real, véase W. Nicuatsow, Microeconomics Theory and Its Application, 8* edicion (Forth Worth: The Dryden Press, 2000) _—— Capitulo 1 Modelos economicos. 7 graves dada su capacidad de realizar experimentos controlados. Por ejemplo, un fisico que quiore contras- tar un modelo de la fuerza de gravedad no lo haria tirando objetos desde 1o alto del Empire State Building. Los experimentos que se contrastaran asf estarfan sujetos a demasiadas fuerzas exogenas (corrientes de aire, particulas en el aire, cambios de la temperatura, etc.) que no permitirfan una contrastacion precisa de la teoria, Por el contrario, el fisico realizaria experimentos en un laboratorio, utilizando un vacio parcial en el que la mayorfa de las demés fuerzas podrian ser controladas o suprimidas. Asi, la teoria se podria con- trastar en un contexto simple, sin necesidad de tener en cuenta todas las demas fuerzas que afectan a la caida de cuerpos en el mundo real. Con unas pocas excepciones notables, os economistas no han podido realizar experimentos controla- dos para contrastar sus modelos. Por el contrario, los economistas se han visto forzados a utilizar diversos métodos estadisticos para controlar las demas fuerzas cuando contrastan sus teorfas. Aunque estos métodos estadisticos son, en principio, tan validos como los métodos de experimentos controlados utilizados por otros cientificos, en la practica plantean una serie de cuestiones espinosas. Por ello, las limitaciones y el significado exacto del supuesto ceteris paribus en econom(a han sido objeto de una mayor controversia que en otras ciencias experimentales. Supuestos de optimiza Muchos modelos econémicos parten del supuesto de que los agentes econémicos analizados intentan alcan- zar algtin objetivo de forma racional. Analizamos brevemente este supuesto cuando estudiamos anterior- mente el concepto de la empresa maximizadora de beneficios. Otros ejemplos que encontraremos en este manual incluyen a los consumidores que maximizan su propio bienestar (utilidad), las empresas que mini- mizan costes y los legisladores que intentan maximizar el bienestar piblico, Aunque, como demostraremos, todos estos supuestos son controvertidos de alguna manera, todos han logrado una aceptaci6n generalizada ‘como un buen punto de partida para desarrollar modelos econémicos. Parece que hay dos razones para esta aceptacién. La primera razén, los supuestos de optimizacién son muy ttiles para obtener modelos precisos y resolubles. Una razén importante es que estos modelos pueden aplicar diversas técnicas matemiticas ade- cuadas para los problemas de optimizacién. Muchas de estas técnicas, junto con su légica subyacente, serén analizadas en el Capitulo 2. Una segunda raz6n de la popularidad de los modelos de optimizacién hace refe- rencia a su aparente validez. empirica. Como demuestran algunas de nuestras Ampliaciones, estos modelos parecen ser bastante buenos para explicar la realidad. En definitiva, los modelos de optimizaci6n han logra- do ocupar un lugar prominente en la moderna teorfa econémica. Diferenciaci6n entre positivismo y normativismo Una caracterfstica final de la mayoria de los modelos econémicos es su intento por diferenciar cuidadosa- mente entre cuestiones “positivas” y “normativas”. Hasta ahora nos hemos ocupado fundamentalmente de las teorias econémicas positivas. Estas teorias “cientificas” toman el mundo real como un objeto de estu- dio intentan explicar los fenémenos econémicos observados. La economia positiva intenta determinar ‘c6mo se asignan, de hecho, los recursos en una economia. Una aplicacién algo distinta de la teoria econd- mica cs su aplicaci6n normativa, que adopta una postura definida sobre lo que habria que hacer. En el and- lisis normativo, los economistas tienen mucho que decir sobre cémo se deberfan asignar los recursos. Por ejemplo, un economista que realiza un andlisis positivo puede analizar c6mo y por qué la industria sanita- ria estadounidense utiliza las cantidades de capital, trabajo y tierra que se aplican actualmente a la provi- sién de servicios médicos. El economista también puede decidir medir los costes y beneficios de asignar OVTES Poraninfe 8 Farle _introduccién atin més recursos a la atencién sanitaria, Pero, cuando los economistas afirman que se deberian asignar mis tecursos a la sanidad, han pasado implicitamente al andlisis normativo. Algunos economistas consideran que el inico anilisis econémico adecuado es el andlisis positive. Partiendo de una analogia con las ciencias fisicas, afirman que los economistas “ciemtfficos" deberfan acu. parse Unicamente de la descripcién (y posiblemente la predicciéa) de los acontecimientos del mundo real, EI asumir posturas morales, y el defender intereses particulares, son cuestiones consideradas fuera de la competencia de un economista que se comporta como un economista. Sin embargo, otros economistas con- Sideran que la aplicaciGn estricta de la diferenciacién entre positivismo y normativismo en las cuestiones econ6micas no cs una distincién correcta, Consideran que el estudio de la economéa implica, necesariamen- te, las opiniones propias de los investigadores sobre ética, moral y justicia. Segin estos economistas, la basqueda de una “objetividad” cientifica en estas circunstancias es iniitil. A pesar de esta ambigticdad, este manual adopta, fundamentalmente, una perspectiva positivista, dejando las cuestiones normativas al lector Desarrollo de la Teoria Econémica sobre el Valor Aunque la actividad econémica ha sido una cuestién esencial en todas las sociedades, no es sorprendente que estas actividades no fucran estudiadas con detalle hasta hace relativamente poco. Fin la mayor parte de los casos, los fenémenos econémicos fueron considerados como una caracteristica bésica del comporta- miento humano que no cra suficientemente interesante como para merecer una atencién especial. Por Supuesto, es cierto que los individuos siempre han estudiado las actividades econdmicas con la perspectiva de lograr algin tipo de ganancia personal. Los comerciantes romanos no estaban, sin duda, por encima de Ja necesidad de obtener beneficios con sus transacciones, Pero el anélisis de la naturaleza esencial de estas actividades no se empezé a realizar con detalle hasta el siglo XVIII. Puesto que este manual trata de la teoria econdmica tal y como la conocemos en la actualidad, y no trata sobre la historia del pensamiento econdmico, nuestro anélisis de la evolucién de la teoria econdmica ser breve, Sélo analizaremos tuna parte del estudio econémico en su contexto historico: la teorfa del valor. El pensamiento econémico inicial No ¢s sorprendente que la teorfa del valor se ocupe de Ios determinantes del “valor” de un bien. Bl estu- dio de este tema es una parte central de la moderna teoria microeconémica, y esta estrechamente relacio- nado con el tema de la asignacién de recursos escasos para fines alternativos. El lugar Iégico para empe- zar es la definicién del término valor, Por desgracia, el significado de este término no ha sido siempre el mismo a lo largo del desarrollo de este tema. Hoy en dia consideramos el “valor” como un sinénimo del “precio” de un bien. Los primeros fildsofos-economistas, sin embargo, diferenciaban entre el precio de mercado de un bien y su valor. El término “valor” se utilizaba entonces como un sinénimo, en cierto sen- tido, de “importancia”, “esencialidad” o (a veces), “bondad”. Puesto que “precio” y “valor” eran concep- tos distintos, podian diferir, y la mayoria de los primetos andlisis econémicos se centraban en estas diver- gencias. Por ejemplo, Santo Tomas de Aquino crefa que el valor estaba fijado por Dios. Puesto que los precios eran fijados por los humanos, era posible que el precio de un bien difiriera de su yalor. Una per- * Para una descripcin detallada de los primeros ands econdmicos, vésse el trabajo clisico de J.A. ScuuwpersR, History of Feonomic Analysis (Nueva York: Oxford University Press, 1954), parte I, caps. 1,2 y 3 * Esto-no es totalmente cierto euando existen “externalidades” y hay que diferencia entre valor privado y valor social (véae-el Capialo 24) oo Capitulo 1 Modelos econdmicos 9 sona acusada de cobrar un precio superior al valor del bien era culpable de cobrar un precio “injusto”, Cualquicr prestamista que exigiera un pago por el uso del dinero estaba cobrando un precio injusto y podia ser, ¥ frecuentemente cra, juzgado por los responsables eclesidsticas. El nacimiento de la economia moderna En la tltima parte del siglo XVIII, los filésofos empezaron a adoptar un planteamiento mAs “eientifico” de Jas cuestiones econémicas. La publicacién de La Riqueza de las Naciones de Adam Smith (1723-1790) en el allo 1776 se considera, por lo general, como el inicio de la economia moderna. En su amplio y exhaus tivo trabajo, Smith cred la base del pensamiento sobre las fuerzas econémicas de forma ordenada y siste- mitica, Aun asi, Smith y sus sucesores inmediatos, como David Ricardo (1772-1823), siguieron diferen- ciando entre valor y precio. Para Smith, por ejemplo, el valor de un bien significaba su “valor de uso”, mientras que su precio representaba su “valor de cambio”. La distinciGn entre estos dos conceptos queda- ba ilustrada por la famosa paradoja del agua y los diamantes. El agua, que evidentemente ticue un gran valor de uso, tiene un escaso valor de, cambio (un precio muy bajo); los diamantes tienen un escaso uso practico, pero un gran valor de cambio. La paradoja que intentaban resolver los primeros economistas parte de la observacién de que algunos articulos muy “tiles” tienen precios muy bajos, mientras que otros articulos “no esenciales” tienen precios muy elevados. La teoria del trabajo del valor de cambio Ni Smith ni Ricardo resolvieron nunca de forma satisfactoria la paradoja del agua y los diamantes. El con- cepto del valor de uso fue debatido por los filésofos, mientras que los economistas prestaron atenci6n a la explicaci6n de los determinantes del valor de cambio (es decir, a la explicacién de los precios relativos). / Una posible explicacién obvia es que el valor de cambio de los bienes viene determinado por lo que cues- ta producirlos‘ Los costes de produccién estin determinados, fundamentalmente, por los costes del traba- jo, al menos asi era en tiempos de Smith y Ricardo y, por tanto, la teoria del valor trabajo constitufa un paso evidente, Por ejemplo, parafraseando un ejemplo de Smith, si la caza de un ciervo requiere dos veces el mimero de horas de trabajo que la captura de un castor, se deberia intercambiar un ciervo por dos cas- tores. En otras palabras, el precio del ciervo deberia ser el doble que el del castor. Andlogamente, los dia- mantes son relativamente caros porque su produccién exige una importante cantidad de trabaj Para los estudiantes con un somero conocimiento de lo que ahora denominamos la ley de la oferta y la demanda, la explicacién de Smith y Ricardo puede parecer un poco rara, {No se daban cuenta de los efec- tos de la demanda sobre el precio? La respuesta a esta pregunta es tanto “si” como “no”. Si que observa- ron periodos de répido crecimiento y reduccién de los precios, y atribuyeron estas variaciones a cambios de la demanda. Sin embargo, consideraban que estas variaciones eran cuestiones anormales que sélo gene- raban una divergencia transitoria entre el precio de mercado y el valor trabajo. Puesto que no habian resuel- to realmente Ia paradoja del valor de uso, no querian asignar a la demanda mas que un papel efimero en la determinacién del valor de cambio. Por el contrario, los valores de cambio a largo plazo eran determina dos tinicamente por los costes laborales de la produccién. La revolucién marginalista Entre 1850 y 1880, los economistas empezaron a tomar conciencia cada vez més de que, para construir una alternativa adecuada a fa teorfa del valor trabajo, tenfan que resolver la paradoja del valor de uso. Durante la década de 1870 varios economistas propusieron que no es Ia utilidad total de un bien la que determina SITES Paraninfo 10 Parte! Introduceién su valor de cambio, sino més bien la utilidad de la ultima unidad consumida, Por ejemplo, el agea es muy Util, es esencial para la vida. Pero, puesto que hay relativamente mucha agua, el consumo de un vaso mas (ceteris paribus) tiene un valor relativamente reducido para la gente. Estos “marginalistas” yolvieron a definir el concepto del valor de uso a partir de la idea de utilidad general a un valor en funciém de la utili- dad marginal o adicional: Ia utilidad de una unidad adicional de un bien. El concepto de demanda de la unidad adicional de produecién fue contrapuesto al andlisis de Smith y Ricardo de los costes de praduecién para obtener una imagen completa de la determinacién del precio’. La sintesis marshaliana de la oferta y la demanda La definicin mas clara de estos principios marginales fue presentada por el economista inglés Alfrea ‘Marshall (1842-1924) en sus Principles of Economics, publicados en 1890. Marshall demostraba que ta oferta y la demanda actuaban simulréneamente para determinar el precio. Como sefialaba Marshall, al igual que no se puede especificar cual de los dos filos de una tijera corta, tampoco se puede decir que sea la ofer- ta, 0 la demanda, la que determina por si sola el precio. Este andlisis queda ilustrado en la famosa cruz marshaliana que se muestra en la Figura 1.1. En el grifico, la cantidad adquirida de un bien en un perio- do se muestra en el eje horizontal, y el precio aparece sobre el eje vertical. La curva DD representa la can- tidad demandada del bien en cada periodo, a cada precio posible. La curva tiene pendiente negativa para reflejar el principio marginalista de que, a medida que aumenta la cantidad, la gente querra pagar cada vez ‘menos por la tiltima unidad adquirida, Bs el valor de esta tiltima unidad el que fija el precio de todas las na de oferta y demanda Marshall teorizaba afirmando que la oferta y la demanda se relacionan entre sf para determinar el precio de equilibrio (P*) 1 la cantidad de equilibrio (Q*) que se intercambiard en e! mercado. Conclu‘a que no es posible afirmar que sea la oferta, 0 Ja demanda, la que determina por si sola el precio y que, por tanto, no se puede afirmar que sean sélo los costes, o 1a utili- dad que obtienen los compradores, los que determinan el valor de cambi Q* Cantidad por periodo 5 Ricardo habia proporcionado an‘eriormente un primer paso importante para el anilisis marginal en su andlisis de la renta, Ricardo teori- zabe que, a medida que aumenta la produceidn de maiz se iia uilizando tierras de menor calidad y esto haria que aumentara el precio del ‘maiz. En su argumento, Ricardo reconocia implicitamente que es el cosic marginal (cl coste de producir una unidad adicional) el caste relevante para la fijacion de precios. Observe que Ricardo habia mantenido constants, de forme implicit, los demas factores de produc cid cuando analizaba la productividad decreciente de la tierra; es decir, aplic6 una versién del supuesto ceteris paribus. Stes tacnnfe . Capitulo 1 Modelos econémicos. 11 unidades adquiridas. La curva SS muestra cémo aumentan los costes de produccién (marginales) a medida que s¢ produce mis. Esto refleja el creciente coste de produccién de una unidad més a medida que aumen- 1a la produccién total. En otras palabras, la pendiente positiva de la curva $S refleja costes marginales cre- cientes, al igual que la pendiente negativa de la curva DD tefleja un valor marginal decreciente. Las dos curvas se cortan en P*, Q*, Se trata de un punto de equilibrio: tanto los compradores como los yendedo- res estén contentos con la cantidad intercambiada y el precio al que se intercambia. Si una de las curvas se desplaza, el punto de equilibrio se desplazara hasta otro punto. Asi, el precio y la cantidad se determinan simulténcamente por la relacién entre oferta y demanda. Paradoja resuelta El modelo de Marshall gira en torno a la paradoja del agua y los diamantes, Los precios reflejan tanto la evaluacién marginal que otorgan los demandantes a los bienes como los costes marginales de producir los bienes. De esta manera, no hay ninguna paradoja. Bl agua tiene un precio reducido porque tiene tanto un valor marginal reducido como un coste marginal de produccién reducido. Por otra parte, los diamantes tie- nen un precio elevado porque tienen un valor marginal elevado (porque la gente est dispuesta a pagar bas- ante por otro diamante mds) y un elevado coste marginal de produccién. Este modelo bésico de oferta y demanda subyace a gran parte de los anélisis realizados en este manual. Como punto de partida, vamos a analizar una representacién matemitica muy sencilla de las ideas de Marshall. Posteriormente, nos aden- traremos con més detalle en las cuestiones fundamentales del comportamiénto econémico que subyace a las curvas de Marshall. Aunque las representaciones graficas son adecuadas para algunos fines, los economistas suelen utilizar representaci nes algebraicas de sus modelos, tanto para clarificar sus argumentos como para hacerlos més precisos. Como un p ‘mer ejemplo muy elemental, suponga que queremos analizar el mercado de los cacahuetes y que, partiendo del andli- sis estadistico de datos hist6ricos, concluimos que la cantidad de cacamvetes demandada cada semana (Q, medida en fanegas) depende del precio de los cacahuetes (P, medido en délares por fanega) siguiendo la ecuacién cantidad demandada = Q,, = 1000-100. a.) Puesto que la ecuacién para Q,, incluye una tinica variable independiente, P, estamos manteniendo constantes, de forma implicita, todos los demas factores que puedan afectar a la demanda de cacahuetes®. La Ecuacién 1.1 indica que, si todas las demés cosas no cambian, a un precio de 5$ por fanega, la gente demandaré $00 fanegas de cacahue- fes, mientras que, a un precio de 45 por fanega, la gente demandaré 600 fanegas. El coeficiente negativo de P en la Ecuacién 1.1 refleja el principio marginalista de que un precio menor hard que Ia gente compre més cacahuetes Para completar este sencillo modelo de la fijacién de precios, suponga que la cantidad ofertada de cacahuetes tam- bién depende del precio: cantidad ofertada = Q, = -125 + 125. (1.2) Aqui, el coeficiente positivo del precio también refleja el principio marginal de que un mayor precio provocard un incremento de la oferta, fundamentalmente porque permite a la etnpresa asumir mayores costes marginales de produc- cion sin incurrir en pérdidas en las unidades adicionales producidas. © Los cambios en las “demas cosas” se pueden modelizar cambiando el nérmina constante de la Eewacién 1.1 OME Faraningo 12 Parte] Introduccién Determinacién del precio de equilibrio Las Beuaciones 1.1 y 1.2 reflejan, por tanto, nuestro modelo de la determinaciGn del precio en el mercado de lox eaca- huetes, Se puede encontrar el precio de equilibrio haciendo que Ia cantidad demandada sea igual a la cantidad oferta- day Qn =Qs (1.3) ° 1000-100 P = ~125 + 125 P a4) ° 225 P =1125 as) or lo que, Pras 6) Aun precio de 5§ por fanega, este mercado esté en equilibrio; a este precio, la gente querré comprar 500 fanegas, que es exactamente 1a cantidad que querran ofertar los productores de cacahuetes. Este equilibrio se muestra grifica- mente mediante la interseccién de D y S en la Figura 1.2. Los desplazamientos de la demanda generan un nuevo equilibrio ‘Suponiendo que el modelo descrito por las Ecuaciones 1.1 y 1.2 refleje correctamemte el mercado de los cacalnuetes, la nica forma de explicar una nueva combinaci6n de precio y cantidad de equilibrio es suponiendo que se ha despla- zado, 0 bien la curva de oferta, 0 bien la curva de demanda. Si no se produjera un desplazamiento de este tipo, el modelo seguirfa “prediciendo” un precio P= 58 y una eantidad Q = 500. Una forma de incorporar un desplazamiento en nuestro sencillo modelo consiste en suponer que la demanda de cacahuetes aumenta hasta Q) =1450—100P. (7) Como muestra Ta Figura 1.2, esta nueva curva de demanda (denominada D'D') representa un desplazamiento hacia fuera en paralelo a Ia demanda inicial; se demandan, para cada precio, 450 fanegas de cacahuetes més que con Ja demanda inicial. En este caso, el modelo de Marshall predice que tanto el precio como la cantidad de equilibrio aumentardn, como refleja la Figura 1.2, Podemos calcular una solucién algebraica explicita, como antes, igualando la cantidad demandada a la cantidad ofertada: fy = 1450-100 P = O, = -125 +125 P (8) ° 225P =1575 (L9) PR=7 (1.10) y Q =O; =750. (uty Esta nueva solucién ilustra la analogia de Marshall con tas tijeras: la nueva combinacién de precio y cantidad de equilibrio viene determinada por las fuerzas tanto de la oferta como de la demanda. Aunque Ia demanda ha aumenta- do en 450 fanegas para cualquier precio, el incremento del precio provocado por este desplazamiento provoca un movi- miento hacia arriba a Jo largo de Ia mueva curva de demanda y reduce, por tanto, la cantidad demandada por debajo de la que se habria obtenido con el precio anterior de 5$, S6lo cuando se utiliza la informacién de Ja curva de oferta es posible calcular el nuevo precio de equilibrio y el efecto final sobre la cantidad producida de cacabuetes (que s6lo aumenta en 250 fanegas hasta un total de 750 fanegas), ©mTES Paraninfa Capitulo 1 Modelos econémicos 18 Cambio del equilibrio entre oferta y demanda El equilibrio inicial entre oferta y demanda queda reflejado por la interseccién de Dy S(P*=5, Q* = 500). Cuando la demanda se desplaza hasta Qyy =1450—100P (que se muestra como la curva D’}, el equilibrio se desplaza hasta P™ =7, Q" = 750. Precio (¢) 1450 Cantidad por periodo (en faneges} PREGUNTA: Si el precio de los cacahuetes siguiera siendo igual a 5$ (por ejemplo, porque el gobierno impusiera ese precio), geuantas fanegas se demandarian? {Cudntas se ofertarian? {Qué cree usted que pasa- ria en esta simacion? Modelos de equilibrio general Aunque el modelo marshaliano es una herramienta extremadamente itil y versétil, se trata de un modelo de equilibrio parcial, que s6lo se fija en un mercado de cada vez. En algunos casos, esta reduccién de la perspectiva ofrece respuestas valiosas y una sencillez analitica. Para otras cuestiones mas amplias, una pers- pectiva tan reducida puede evitar descubrir importantes relaciones entre los mercados. Para responder a estas cuestiones mas generales debemos disponer de un modelo del conjunto de la economia que refleje ade- ‘cuadamente las relaciones entre diversos mercados y agentes econmicos. El economista francés Leon ‘Walras (1831-1910), que partia de una larga tradiciOn continental en este tipo de anilisis, sent6 las bases de las modernas investigaciones de estas cuestiones genéricas. Su método de representacién de la econo- mfa mediante un gran nimero de ecuaciones simulténeas constituye la base de la comprensién de las rela- CITES Paroningo Fe 14 Parte} Introducei6n ciones implicitas en el andlisis del equilibrio general. Walras se dio cuenta de que no se puede hablar de un Ginico mercado aislado; lo que se necesita es un modelo que permita que los cfectos de los cambios cn un mercado se puedan ver en otros mercados. Por ejemplo, suponga que aumentara el precio de los cacahuetes. Fl andlisis marshaliano imentaria comprender la raz6n de este incremento fijandose en las condiciones de la oferta y la demanda en el mer- cado de cacahuetes. El andlisis del equilibrio general no sélo se fijarfa en ese mercado, sino también en las Tepercusiones del aumento del precio de los cacahuetes en otros mercados. El incremento del precio de tos cacahuetes provocaria aumentos de costes para los fabricantes de mantequilla de cacahuetes, 10 que, a st vez, afectarfa a la curva de oferta de mantequilla de cacaluetes. Andlogamente, el creciente precio de los cacahuetes podria implicar un aumento del precio de la tierra para los agricultores que cultivan cacahue- tes, lo que afectaria a las curvas de demanda de todos los productos que adquieren. Las curvas de deman- da de autom6viles, nmuebles y viajes al extranjero se desplazarian hacia fuera, y eso podria generar rentas adicionales para los proveedores de estos productos. Por tanto, los efectos del incremento inicial de la demanda de cacahuetes terminarian propagandose por toda la economia. El andlisis del equilibrio general intenta desarrollar modelos que nos permiten analizar estos efectos en un contexto simplificado. Hay varios modelos de este tipo descritos en la Parte V de este manual. La frontera de posibilidades de produccién Aqui introducimos brevemente los modelos de equilibrio general utilizando otro grafico que deberia recor- : dar de sus cursos de introduccién a la economia: la frontera de posibilidades de produccién. Este grafico muestra las diversas cantidades de bienes que puede producir una economia utilizando sus recursos dispo- nibles durante determinado periodo (por ejemplo, una semana). Puesto que la frontera de posibilidades de produccién muestra dos bienes, en vez de uno sélo como en el modelo de Marshall, se utiliza como punto basico en los modelos de equilibrio general La Figura 1,3 muestra la frontera de posibilidades de produccién de dos bienes, alimentos y vestidos. El gréfico refleja la oferta de estos bienes mostrando las combinaciones que se podrian producir con los recursos de esta economia, Por ejemplo, se pueden producir 10 kilos de alimentos o tres unidades de ves- tidos, 0 cuatro kilos de alimentos y 12 unidades de vestidos, Hay otras muchas combinaciones posibles de alimentos y vestidos que también se podrian producir. La frontera de posibilidades de produecién las mues- tra todas. Las combinaciones de alimentos y vestidos fuera de Ia frontera no se pueden producir porque no hay suficientes recursos disponibles. La frontera de posibilidades de produccién nos recuerda el hecho eco- némico biisico de que los recursos son escasos: no hay suficientes recursos disponibles para producir todo Jo que podemos querer de cada bien. Esta escasez significa que debemos elegir cuanto queremos producir de cada bien. La Figura 1.3 claro que cada elecci6n tiene sus costes. Por ejemplo, si esta economia produce 10 kilos de alimentos y 3 unidades de vestidos en el punto A, la produccién de una unidad mAs de vestidos “costaria” % kilo de ali- mentos: el incremento de la produccién de vestidos en una unidad implica que la produccién de alimentos tendria que disminuir en ¥ Kilo. Los economistas dirfan que el coste de oportunidad de una’unidad de ves- tidos en el punto A es 14 kilo de alimentos. Por otra parte, si la economia produce inicialmente 4 kilos de alimentos y 12 unidades de vestidos en el punto B, costarfa 2 kilos de alimentos la produccién de una uni- dad mas de vestidos. El coste de oportunidad de una unidad mas de vestidos en el punto B ha aumentado hasta dos kilos de alimentos, Puesto que se estén produciendo més unidades de vestidos en el punto B que en el punto A, tanto las ideas de Ricardo como las de Marshall sobre los crecientes costes adicionales sugie- @MTES Paraninfo Captiulo 1 Modelos econdmicos 15. E At a frontera de posibilidades de produccién — La frontera de posibilidades de produccién muestra las distintas combinaciones de dos bienes que se pueden producir a par- tir de una determinada cantidad de recursos escasos. También muestra el coste de oportunidad de producir mas de un bien ‘como la cantidad del otro bien que no se puede producir. El coste de oportunidad de dos distintos niveles de produecién de vestidos se puede ver comparando los puntos A y B. Cantidad de alimentos por semana Coste de oportunidad de! vestida = % kilo de alimentos Meee Coste de oportunidad del vestida = 2 kilos de alimentos de vestidos por semana en que el coste de oportunidad de una unidad adicional de vestidos seré mayor en el punto B que en él punto A. Este efecto es precisamente lo que muestra la Figura 1.3. La frontera de posibilidades de producci6n oftece dos resultados del equilibrio general que no son evi- dentes en el modelo de oferta y demanda de Marshall de un tnico mercado. El primer resultado es que la produccién de mas unidades de un bien implica producir menos unidades de otros bienes porque los recur sos son escasos. Los economistas suelen (tal vez incluso demasiadas veces) utilizar la expresiGn “no hay nada parecido a una comida gratis” para explicar que toda accién econémica tiene costes de oportunidad, El segundo resultado que muestra la frontera de posibilidades de produecién es que estos costes de oportu- nidad dependen de cuanto se produzca de cada bien, La frontera es como una curva de oferta de dos bienes: muestra el coste de oportunidad de producir més de un bien como la reduccién de la cantidad producida del segundo bien, La frontera de posibilidades de produccién es, por tanto, una herramienta par- ticularmente util para estudiar varios mercados al mismo tiempo, Antes de dejar de lado este concepto, por ahora, vamos a analizar un sencillo ejemplo algebraico que nos proporciona la primera oportunidad de uti- lizar el célculo, OMTES Peraninfs ee 16 Parte! Introduccién Una frontera de posibilidades de produccién ‘Suponga que la frontera de posibilidades de produccién de dos bienes (Xe ¥) viene dada por 2x? 4¥? = 225. ‘Un grafico de esta irontera de posibilidades de produccién tendria la forma de un cuarto de una parecerfa a la frontera que sé muestra en la Figura 1.3. Algunos puntos de la frontera ineluyen (X = /11 (¥=0)(X=10, ¥=5), (X=5, ¥=VI7S =13,2)¥ (X=0, ¥=15). Hay infinitos puntos mas que satistacen Ja Ecuacién 1,12. Para encontrar la pendiente de la frontera en cualquier punto, podemos resolver la ecuacién para Y, ¥ = ¥225-2X? (3) y después diferenciar para obtener ay 2y-12 es (225 -— 2X*y"* + (+4: woo yt 4X) _-4¥ _-2x Ge) aa De aqui que, para X=10, ¥ =5, la pendiente sea -2(10)/5=—4, y el coste de oportunidad de producir una unidad mds de X sea una reduccién de 4 unidades de la produccién de Y. Para X =5, ¥ = 175, el coste de oporm- nidad de X es -2(5)/-/175 =-0,76: cuando se produce menos de X, hay un menor caste de oportunidad en términos el mimero de unidades de Y que hay que sacrificar para poder producit una unidad més de X. En muchas partes de este manual calcularemos asi las pendientes, utilizando la técnica de diferenciales para reflejar las elecciones que hay ‘que realizar en la mayorfa de los problemas econémicos. PREGUNTA: Utilice su calculadora y la Ecuacin 1.13 para demostrar que la pendiente de esta funcién es, en efecto, aproximadamente igual a 4 en el punto (X =10, ¥ =5). Es decir, calcule cudnto ¥ se puede producir si ¥=9,99 0 si X=10,01. {Por qué s6lo puede calcular un valor aproximado con su calcula- dora de la pendiente en el punto (X =10, Y=5)? Economia del bienestar ‘AdemAs de su aplicaci6n para analizar cuestiones positivas sobre el funcionamiento de la economia, las herramientas del andlisis del equilibrio general también se pueden aplicar para estudiar cuestiones norma- tivas sobre la necesidad social de diversas soluciones econémicas. Aunque estas cuestiones eran objeto de una gran atencién por parte de los grandes economistas de los siglos XVIII y XIX (Smith, Ricardo, Marx, ‘Marshall, etc.), tal vez. los avances mis significativos en su estudio fueron realizados por el economista bri- tinico Francis Y. Edgeworth (1848-1926) y por el economista italiano Wilfredo Pareto (1848-1923) en los primeros afios del siglo XX. Estos economistas ayudaron a proporcionar una definicién precisa del concep- to de “eficiencia econémica” y a demostrar las condiciones bajo las que los mercados serin capaces de alcanzat ese objetivo. Al clarificar la relaci6n entre la asignacién de recursos y la fijaciGn de precios de los recursos, offecieron algtin respaldo a la idea, enunciada por primera vez por Adam Smith, de que los mer- cados que funcionan de forma adecuada tienen una “mano invisible” que ayuda a asignar los recursos de manera eficiente. Las Partes V y VIII de este libro se centraré en algunas de estas cuestiones sobre el bie- nestar. ’ SITES Paraninfo Capitulo 1 Modelos econémicos. 17 Ultimos Desarrollos La actividad investigadora en economia se ampli6 répidamente en los aflos posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Uno de los principales objetivos de este manual consiste en resumir gran parte de esta investiga ci6n. Al ilustrar cémo han intentado desarrollar los economistas sus modelos para explicar los aspectos cre~ cientemente complejos del comportamiento econ6mico, espero que el lector esté en mejor situacion para reconocer tanto el poder de las herramientas que se han creado como algunas de las cuestiones que toda- via no se han resuelto. Tres de los desarrollos te6ricos especificos que constituyen la base de gran parte de este libro son: (1) la clarificacién de los supuestos de comportamiento basico de los individuos y del com- portamiento de las empresas; (2) la creacién de nuevas herramientas para estudiar los mercados; y (3) la incorporaci6n de la incertidumbre y de la informacién imperfecta para estudiar la economfa, La base de los modelos econémicos Uno de los principales desarrollos en la posguerra de 1a teoria microeconémica ha sido la clarificacién y formalizacion de los supuestos bésicos sobre los individuos y las empresas. Un punto importante en este desarrollo fue la publicacién, en 1947, de los Fundamentos del Andlisis Econdmico de Paul Samuelson, donde el autor (el primer estadounidense que recibi6 el Premio Nobel en Economia) planted una serie de ‘modelos del comportamiento de optimizacién?. Samuelson demostré la importancia de basar los modelos de comportamiento en postulados mateméticos bien especificados, de forma que se pudieran aplicar las dis- tintas técnicas de optimizacién de las mateméticas. El poder de este planteamiento hizo patente que las ‘matemiticas habian pasado a formar parte integra de la moderna economia. En el Capitulo 2 de este libro revisaremos algunas de las técnicas matematicas més utilizadas. Nuevas herramientas para estudiar los mercados Una segunda caracterfstica que se ha incorporado en este manual ¢s la presentaciGn de una serie de nuevas herramientas para explicar el equilibrio en el mercado. Estas herramientas incluyen técnicas para describir la fijaci6n de precios en un Gnico mercado, asi como modelos cada vez més sofisticados sobre la fijacién de precios en monopolio 0 los modelos que utilizan relaciones estratégicas entre empresas y que parten de Ia teorfa de juegos. También incluyen herramientas de equilibrio general para analizar las relaciones entre muchos mercados simulténeamente, Como yeremos, todas estas nuevas técnicas ayudan a proporcionar una descripcién més completa y realista del funcionamiento de los mercados. La economia de la incertidumbre y la informacién Un adelanto te6rico fundamental durante el periodo de la posguerra fue la incorporacién de la incertidum- bre y Ia informacién imperfecta en los modelos econémicos. Algunos de los supuestos bisicos utilizados para analizar el comportamiento en situaciones de incertidumbre fueron desarrollados inicialmente en la década de 1940 en relacién con la teoria de juegos. Los desarrollos posteriores demostraron que se podian utilizar estas ideas para explicar por qué los individuos tienden a ser adversos al riesgo, y c6mo pueden Tecopilar informacion para reducir la incertidumbre que tienen, En este manual, los problemas de incerti- umbre ¢ informacién entran a menudo en el anilisis, 7 PAUL A. SAMUELSON, Foundations of Economic Analysis (Cambridge, MA! Harvard University Press, 1947). OITES-Poroninfo 18 Parte] Introduccién PCs y anilisis empirico Es necesario mencionar una iiltima cuestiGn relativa al desarrollo posbélico de la microeconomfa: 1a cre- ciemte utilizaci6n de PCs para analizar datos econémicos. A medida que las tecnologfas informédticas han permitido manejar mayores cantidades de informacién y realizar complejas manipulaciones matematicas, la capacidad de los economistas para contrastar sus teorfas ha mejorado drasticamente, Mientras que las genc- raciones anteriores tenian que contentarse con cuadros 0 andlisis graficos rudimentarias de los datos del mundo real, los economistas de hoy en dia disponen de una amplia variedad de técnicas sofisticadas y de datos informaticos con los que desarrollar contrastaciones adecuadas de sus modelos. El andlisis de estas técnicas y de algunas de sus limitaciones quedaria fuera del aleance y del fin de este manual, Sin embar- 0, las Ampliaciones al final de la mayoria de los capitulos pretenden ayudarle a empezar a leer sobre algu- nas de estas aplicaciones, Resumen Este capitulo ha proporcionado parte de la base del planteamiento de los economistas cuando analizan la asignacién de recursos. Gran parte del material analizado aqui debe resultarle familiar: y asi es como debe ser. En muchos aspectos, el estudio de la economia representa la adquisicin de herramientas cada yez més sofisticadas para resolver los mismos problemas basicos. El objetivo de este manual (y, en efecto, de los manuales de economfa de nivel superior) consiste en oftecerle més herramientas de este tipo. Como punto de partida, este capitulo le ha recordado los siguientes puntos: # La economia es el estudio de cémo se asignan recursos escasos entre usos alternativos. Los econo- mistas intentan desarrollar modelos sencillos para ayudarles a comprender ese proceso. Muchos de estos modelos tienen una base matemtica porque la utilizacién de las mateméticas ofrece un medio répido para describir los modelos y analizar sus consecuencias. + El modelo econdmico mas utilizado es el modelo de oferta y demanda desarrollado totalmente por primera vez por Alfred Marshall a finales del siglo XIX. Este modelo muestra cémo se pueden uti- lizar los precios observados para representar un equilibrio entre los costes de produccién en que incurren las empresas y el deseo de los demandantes de pagar esos costes. + El modelo de equilibrio de Marshall sélo es “parcial”: es decir, sélo se fija en un mercado de cada vez. Para fijarse en muchos mercados a la vez es necesario desarrollar un conjunto ampliado de herramientas de equilibrio general. © La contrastacién de la validez de un modelo econémico es, tal vez, Ja tarea mas dificil que deben afrontar los economistas. En ocasiones, la validez del modelo se puede contrastar plantedndose si parte de supuestos “razonables”. Sin embargo, lo més frecuente es que se evalien los modelos en funcién de si explican los acontecimientos econémicos del mundo real. Lecturas recomendadas Sobre metodologia Boland, Lawrence E. “A Critique of Friedman's Crities”. Journal of Economic Literature (June 1979): Good summary of criticisms of positive approaches to economics and of the rote of empiricat verification of assumptions. ©ITES-Parninjo LAS MATEMATICAS DE LA OPTIMIZACION ‘Muchos modelos econémicos parten del supuesio de que un agente esté intentando alcan- zar él valor éptimo de alguna funcién. En el caso de tos consumidores, esa funcién mide 4a utitidad que obtienen con sus compras; para tas empresas, mide sus beneficios. Pero, en ‘ambos casos, tas cuestiones mateméiticas formates de la solucién son las mismas, En este capitulo anatigaremos las mateméticas que se utilizan para resolver todo este tipo de pro- blemas. Para los que estan familiarizados con el célculo multivariable, este capitulo servi- ré de revision. Para los que solo estén familiarizados con algunos conceptos del cdlcuto basico, este capitulo deberta ofrecerles una base suficiente para empezar a analizar el célculo aplicado @ la construecion de modelos microeconémicas. En general, el capituto pretende ofrecer una referencia que puede ser itil, ya que estos conceptos matemticos aparecertn a to largo del manual. 22 PanteT Introduccién Maximizacién de una funcién con una variable Vamos a empezar con un ejemplo sencillo. Suponga que el director de una empresa quiera maximizar! los beneficios obtenidos con la venta de un determinado bien. Suponga también que los beneficios (x) recibi- dos s6lo dependen de la cantidad (q) vendida del bien. Mateméticamente, n= fq). (41) La Figura 2.1 muestra una posible relacién entre r y q. Evidentemente, para lograr el maximo benefi- cio, el director debe producir q*, que ofrece unos beneficios iguales a n™. Si se dispusiese de un grifico como el de Ia Figura 2.1, este problema tendria una solucién fécil utilizando una regla. Sin embargo, suponga, como de hecho es més probable, que el director no tenga una descripeién tan precisa del mercado. Bl director intentard variar q para ver dénde obtiene el maximo beneficio. Por ejem- plo, partiendo de q,, los beneficios de las ventas serfan x. A continuacidn, el director intentarfa produ- cir g,. y verfa que los beneficios aumentarian hasta x), El sentido comin indica que los beneficios han aumentado debido al incremento de q, lo que se puede expresar formalmente de la siguiente manera Br 0 S30, 2.2) n-th Aq donde el simbolo A se utiliza para indicar “Ia variacién de” 0 g. Siempre que = sea positivo, los bene- ficios aumentarén y el director seguiré elevando la produccién, Sin embargo, para inerementos de la pro- duccidn a la derecha de g*, = seré negativo, y el director se dara cuenta de que cometer4 un error si iq sigue elevando q. Greats ea Relacién hipotética entre cantidad producida y beneficios Si un director quiere producir el nivel de produccién que maximiza los beneficias, tendria que producic g*. Observe que en a, dxjdg=0. % Cantidad | En este capitulo analizaremos, por lo genetal, problemas de maximizacién. Para el estudio de los problemas de minimizacién se aplica exactamente el mismo planteariento, ONES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacién 22 Derivadas At ‘Como probablemente sepa, el limite de = para variaciones muy pequefias de q se llama derivada de la funcién x= f(g), y se escribe como oR © fq). Mas formalmente, la derivada de una funcion iq ° dg x= f(q), enel punto g, se define como an _ af 4 FG +h fq) dq dq m h ae) Observe que el valor de este cociente depende, evidentemente, del punto 9; que se elija, Valor de la derivada en un punto Es necesario mencionar una convencién sobre notaciones: algunas veces es pertinente mostrar explicita- ‘mente el punto en que hay que calcular el valor de la derivada. Por ejemplo, el valor de la derivada en el ‘punto q =, se puede escribir (2.4) En otros momentos interesa el valor de es para todos los valores posibles de g, y no se menciona explicitamente ningin punto en concreto para el célculo de la derivada. | 30, a gag " $| <0. Nay {Cul es el valor de i en q*? Deberia ser igual a cero, puesto que el valor es positivo para valores En el ejemplo de la Figura 2.1, mientras que de q inferiores a q* y negativo para valores superiores a q*. La derivada es la pendiente de la curva en q ¢ ‘cuestién; esta pendiente es positiva a la izquierda de q* y negativa a la derecha de q*. En el punto q*, la pendiente de f(g) es 0. Condicién de primer orden para el maximo Este resultado es bastante general. Para que una funcién de una variable alcance su valor maximo en un punto, la derivada en ese punto (si existe) debe ser 0. De aqui que, si un directivo pudiera estimar la fun- SITES Poaninfo SC 24 Paret Intraduccién : ion f(g) con datos del mundo real, te6ricamente serfa posible encontrar el punto en el que“ —o, En este punto Optimo (por ejemplo, q*), se cumpliria que aq ae (2.5) ana Condiciones de segundo orden Sin embargo, un directivo no experimentado podria llamarse a engafio si aplicara de forma ingenua s6lo esta regla. Por ejemplo, suponga que la funcién de beneficios tiene la forma de las de la Figura 2.2a 0 2.2b. Si la funcién de beneficios es la que se muestra en Ia Figura 2.2a, el directivo, al producir donde & 0 lq clegiria el punto gf. Este punto, de hecho, constituye un minimo, y no un maximo, de los beneficios. Andlogamente, si la funcién de beneficios es la que se muestra en la Figura 2.2b, cl directivo elegirfa el punto gf, que, aunque ofrece un beneficio superior al de cualquier nivel de produccién inferior a gf. es, sin duda, inferior a cualquier produccién superior a qj. Estas simaciones indican que el hecho mateméti- dx sa . ‘eign suftei co de que S* = 0 es una condicion necesaria para aleanzar un maximo, pero no es una eondicién sificien- iq te, Para garantizar que el punto elegido es, en efecto, un punto maximo, se debe imponer una segunda con- dicién. Intuitivamente, esta condicién es evidente: el beneficio disponible produciendo, 0 bien un poco més 0 bien un poco menos que q*, debe ser menor que el que se obtiene con g*. Si esta condicién no se cumple, el directivo podra buscar un nivel de produccién mejor que q*. Mateméticamente, esto significa que 2 debe ser mayor que 0 cuando q q*. Por tanto, en q*, & debe iq estar disminuyendo. Otra forma de decir lo mismo es que la derivada de o debe ser negativa en q*. ‘Segundas derivadas La derivada de una derivada se lama segunda derivada y se escribe La condicién adicional para que q* represente un maximo (local) es, por tanto, =f@) <0 (2.6) ot donde la notacién recuerda, de nuevo, que esta segunda derivada debe calcularse para el punto g*. #29 aq 2 esa ecuacién debe combinarse con la Ecuacién 2.6 (S < 9| para garantizar que el punto es un méximo @ITES Poraninfo De aqui que, aunque la Beuacién 2.5 ( ] es una condicién nevesaria para alcanzar el méximo, Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacion 25. Eee funciones de beneficio que ofrecen resultados engafiosos si se aplica unicamente la regla de la primera derivada ‘Es (a) la aplicacién de la regla de ta primera derivada hacia que se seleccionara la cantidad gf. Bste punto es, de hecho, un ‘punto de beneficios minimos. Andlogamente, en (b), el nivel de produccién gf, recomendado por la regla de la primera ‘Ecrivada, oftéce unos beneticios inferiores a todos los dé los niveles de produccion superiores a g¥. Esto demnestra grafi= ‘camente que cl célculo del punto en el que la derivada es igual a 0 es una condicién necesaria, pero no sufieiente, para que ‘ens funcion aleance su valor méximo, Cantidad Cantidad Jocal de la funcién. Las Ecuaciones 2.5 y 2.6 juntas son, por tanto, condiciones suficientes para aleanzar ‘este maximo. Por supuesto, es posible que, mediante una serie de pruebas y errores, el directivo sea capaz, de alcanzar q* utilizando informacién del mercado en vez de un razonamiento matemético (recuerde la ana- Jogia sobre el jugador de billar de Friedman). En este manual nos interesa menos c6mo se encuentra el ‘punto que sus propiedades y cémo varia ese punto cuando varian las condiciones. El andlisis matemético serd de gran utilidad para responder a estas preguntas. Reglas para calcular derivadas A continuacién se ofrecen algunas reglas para calcular derivadas. Las utilizaremos en muchas partes de este manual. 1, Sides constante, entonces ab a 2. Siay b son constantes, y b es distinto de cero, entonces ae = bax?! 3, dmx 1 ae x Untwersidad Catolica de Colombia donde fn significa logaritmo con base e ( 2,71828). BIBLIVIECA @ITES-Poraninfs 26 © ParteI Introduccién 4 a Ina pata cualquier constante a. Un caso particular de esta regla es : Suponga ahora que f(x) y g(x) son dos funciones de x, y que 7'(x) ¥ g’(x) existen. Entonces 5, MI +80 _ pays go. 6 ALAN Fe) 21+ 79 00. (2) 7, EGS _ FC) ae) = FO) 2) ae (gGol? ‘ siempre que g(x) sea distinto de 0. Finalmente, si y = f(x) y x=g(z), y si tanto f’(x) como g'(z) existen, entonces 8. Este resultado se denomina regla de la cadena. Ofrece una forma comoda para analizar cémo una variable (z) afecta a otra variable (y) mediante su influencia sobre alguna variable intermedia (x). SEs Maximizacién de beneficios Suponga que la relaci6n entre beneficios (c) y cantidad producida (g) viene dada por 7 =10009—5q°. an Un grafico de esta funcién se parecerfa a la parabola mostrada en la Figura 2.1. Bl valor de q que maximiza los beneficios se puede calcular aplicando la Regla 2 para el céleulo de derivadas ’ dx =~ 1000-109 =0 2.8) dq por lo que q* = 100. (2.9) En q=100, la Ecuacién 2.7 muestra que los beneficios son iguales a 50 000, el mayor valor posible. Si, por ejemplo, la empresa decidiera producit q = 50, los beneficios serfan iguales a 37 500. En q = 200, los beneficios serfan iguales a cero. El que q=100 es el maximo “global” se puede demostrar mostrando que la segunda derivada de ts funcién de beneficios es 10 (véase la Ecuacién 2.8). De aqui que la tasa de crecimiento de los beneficios siempre disminuya; hasta q=100 esta tasa de crecimiento sigue siendo positiva, pero por encima de este nivel pasa a ser negativa. En este ejemplo, q = 100 es el tinico valor maximo local de la fimcién x. Sin embargo, con funciones més complejas, puede haber varios maximos, ©MTES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacion 27 PREGUNTA: Suponga que la producci6n de la empresa, g, dependiera tnicamente del factor trabajo, L. siguiendo la formula q = 2-VL. ,Cusl serfa el nivel de factor trabajo que maximizarfa los beneficios? (Es acorde con la solucin anterior? [Pista: puede resolver este problema directamente mediante sustitucion 0 aplicando la regia de la cadena] ae Funciones con varias variables Los problemas econémicos no suelen implicar funciones de una tinica variable. La mayoria de los objetivos que interesan a los agentes econémicos dependen de varias variables, y es necesario elegir entre estas varia- bles. Por ejemplo, la utilidad que obtiene un individuo de sus actividades como consumidor depende de Ta cantidad que consuma de cada bien. En el caso de la funcién de produccién de una empresa, las cantidades producidas dependerdn de las cantidades de trabajo, capital y tierra que utilice para producir. En estas cir- cunstancias, esta dependencia de una variable (y) de una serie de variables (1,,.x,,...,.2,) 8 escribe Y= SO, Ayes Hy) (2.10) Derivadas parciales Nos interesa calcular el punto en el que y alcanza su valor maximo y las elecciones que tenemos que hacer para alcanzar ese punto. De nuevo, resultaria mas facil mostrar al agente variando el nivel de las variables ajo sui control (las equis) para poder calcular el méximo. Por desgracia, con una funcién de produc de varias variables, la idea de fa derivada no esti bien definida. Al igual que la pendiente de ascension a una montafia depende de la direccién que se lleve, la pendiente (0 la derivada) de una funcién depende de la direcci6n que se elija. Normalmente, las tinieas pendientes direccionales de interés son las que se obtie- nen aumentando una de las equis, mientras que todas las dems variables permanecen constantes (en la ana- Jogia de la montana se podrian medir las pendientes tinicamente en direccién norte-sur 0 este-oeste), Estas pendientes direccionales se denominan derivadas parciales. La derivada parcial de y respecto a x, (es decir, en la direccién de x, ), se escribe Be gk eo RN Ow Ee Se supone que cuando se calcula esta derivada se mantiene constante el valor de todas las demés equis. De nuevo, hay que destacar que el valor numérico de esta pendiente depende del valor que tome x, y del valor (predeterminado) de x,,...,%,. Una definicin algo mas formal de la derivada parcial es S| a jg LGA Re) = SOU er, mo h donde Ia notaci6n indica que ,....%, se mantienen constantes en los valores predeterminados x, de forma que se pueda estudiar tinicamente el efecto del cambio de ,. Las derivadas parciales respecto a las demés variables (x,,...,x,) se calcularian de forma andloga. ©1TES Paraninfo 28 Parte! Introduccién Derivadas parciales y el supuesto ceteris paribus En el Capfuilo 1 describimos 1a forma en que los economistas utilizan el supuesto ceteris paribus en sus modelos para mantener constantes diversas influencias externas, de forma que se pueda analizar la relacién precisa que se estd estudiando en un contexto simplificado, Las derivadas parciales son, precisamente, ef método matemético de represemuar este planteamiento; es decir, muestran cémo afectan las variacfones de una sola variable cuando todas Jas demas influencias se mantienen constantes, que cs exactamente lo que necesitan los economistas para sus modelos. Por ejemplo, la curva de demanda de Marshall mucstra la rela cién entre el precio (P) y la cantidad (Q) demandada cuando se mantienen constantes todos Jos demds fac~ ores. Utilizando derivadas parciales, podriamos representar la pendiente de esta curva mediante @ para a indicar los supuestos ceteris paribus que se estén aplicando. La ley fundamental de la demanda (que el pre- cio y la cantidad se mueven en direcciones opuestas cuando no cambian los demés factores) esta reflejan- do, por tanto, Ja afirmacién matematica 2 <0". De nuevo, la utilizacién de una derivada parcial nos a recuerda los supuestos ceteris paribus que se aplican en la ley de la demanda. Calculo de las derivadas parciales Es ficil calcular derivadas parciales. El célculo es el mismo que para una derivada normal considerando 2Xz,--4y%, Como constantes (lo que, en efecto, son en una derivada parcial). Considere los siguientes ejem- plos: 1. Si y= [Gy x)= arf + bax, + or}, as Few H= 2a, +b y Fens He, of Observe que €s, por lo general, una funcién tanto de x, como de x; y que, por tanto, su valor A dependeré de los valores asignados a estas variables. También depende de los parémetros a, b y ¢, que no varian cuando cambian x, y x, 2. Si y= fla, x=e""™, entonces petite, ©MTES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas do la optimi 3. Si y=/(y,xy)=aln a, + bina, entonces oF Observe que el tratamiento de x, como constante en la derivada de “hace que el término 7 bin x, desaparezca al calcular la derivada porque no cambia cuando varia x,. En este caso, a dife- rencia de nuestros ejemplos anteriores, la magnitud del efecto de x, sobre y es independiente del valor de x,, En otros casos, el efecto de x, sobre y dependerd del nivel de x. Derivadas parciales de segundo orden ‘La derivada parcial de una derivada parcial es directamente andloga a la derivada segunda de una funcién de una variable y se denomina derivada parcial de segundo orden. Se puede escribir como ‘9, més sencillamente, como = hy (2.12) Para los ejemplos anteriores: . Sam f2 = Ju=b fa = 20, 2. fy =a%em™ he = abet fan = abet aver, ©1TES Poronings ee Eee 80 Parte Introducci6n 3. fy =0 fn =0 o fe-Z Teorema de Young Estos ejemplos ilustran el resultado matemitico segiin el cual, por lo general, el orden en que se calculan Jas derivadas parciales para calcular derivadas parciales de segundo orden no importa. Es decir, Sy= fa (2.13) para cualquier par de variables x;, xj. Este resultado se conoce a veces como el “teorema de Young”. Para una explicacién intuitiva del teorema, podemos recuperar la analogia de la ascensién a una montafia. En este ejemplo, el teorema afirma que el ascenso de un escalador depende de las direcciones y las distancias recorridas, pero no del. orden en que se producen. Es decir, la ganancia de altitud es independiente del camino que se siga siempre que el escalador vaya de un conjunto de coordenadas del mapa a otro. El esca- lador, por ejemplo, puede avanzar una milla hacia el norte y después recorrer una milla hacia el este, 0 seguir el orden inverso, recorriendo primero una milla hacia el este y después una milla hacia el norte, En cualquier caso, la ascensién sera la misma, puesto que, en ambos casos, el escalador se desplaza de un punto concreto a otro, En capitulos posteriores utilizaremos bastante este resultado porque offece una forma muy fécil de mostrar las predicciones que realizan los modelos econémicos sobre el comportamiento?, Maximizacién de funciones con varias variables Utilizando derivadas parciales, podemos analizar ahora la maximizacion de funciones con varias variables. Para comprender los conceptos matemiticos utilizados para la resolucién de este problema, resulta dtil uti- lizar una analogia con el caso de una tinica variable. En este caso de una tinica variable, podemos descri- bir a un agente que varia x en una cuantia muy pequefia, dr, y observa la variacién de y (denominada dy). Esta variacién viene dada por la expresién (x) de. (2.14) La identidad de la Eouacién 2,14 refleja el hecho de que la variacién de y es igual a la variacion de x por la pendiente de la funcién, Esta formula es equivalente a la formula de la pendiente en un punto utili- zada para las ecuaciones lineales en Algebra. Al igual que antes, la condicién necesaria para alcanzar el maximo es que dy = 0 para pequeiias variaciones de x en torno al punto 6ptimo. De lo contrario, y aumen- taria con un cambio adecuado de x. Pero, puesto que dt no es necesariamente igual a 0 en la Ecuacién 2.14, es una matriz simétrica. Esta simecria 2 Bl teorema de Young tmplica que la matriz de Gerivadas parciales de segundo orden de una fan los en economia véase la Ampliacién oftece una serie de ideas econdmicas. Para una breve introluccidn a los conceptos matrciales util este capitulo, @ITES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas dela optimizacion 81 ay =0 debe implicar que, en el punto deseado, /'(x) =O. Esta es otra forma de obtener la condicisn de primer orden de un maximo que ya hemos derivado. Utilizando esta analogia, vamos a fijarnos en las decisiones que toma un agente econémico que elige los niveles de varias variables. Suponga que este agente quiere encontrar un conjunto de x que maximicen el valor de y= f(,,%),-.-5%,)- El agente puede intentar maximizar solo una de las equis, digamos que 4%, al tiempo que mantiene constantes todas las dems. La variaci6n de y (es decir, dy), que se derivarta de una variaciGn de x, viene dada por . SF ae, = fide. ay ar, de, = fide, Esta expresion afirma que la variaci6n de y es igual a la variacién de x, por la pendiente calculada en la direcei6n de 2. Utilizando una vez mis la analogia de la montatia, esta expresién diria que la ganancia en altitud de un alpinista que se dirige hacia el norte viene dada por la distancia recorrida hacia el norte por la pendiente de la montaila medida en direceién norte. Derivada total Si se varfan todas las equis en una pequefia cuantia, el efecto total sobre y ser4 la suma de todos los efec- tos, tal y como se han mostrado antes. Por tanto, la variacién total de y se define como ere ee ie OZ a Ot +3, = fd; + fade, +--+ fd, (2.15) Esta expresiGn se denomina derivada total de f y es directamente andloga a la expresién del caso de una Ainica variable de la Ecuacién 2.14, La ecuacién es razonable desde un punto de vista intuitivo: la varia- cidn total de y es la suma de las variaciones provocadas por la variacién de cada una de las equi Condicién de primer orden para un maximo Una condicién necesaria para un maximo (o un minimo) de una funcién f(x,,.x,;....%,) &s que dy=0 para cualquier combinacién de pequefias variaciones de las equis. La Gnica forma de que se cumpla esta condicién es que, en el punto analizado, 2.16) 3 1a desvada total de la Bouacion 2.15 tambign se poede ular para demostrar is ela de Ia cadena aplicada a funciones con varias vari bles, Suponga que = (2) y que %=2C2) ¥ x =N(2), Sitodas ests funciones son difereniabes, es posible ealcular los efectos dle un variasin de sobre y. La derivada total de y y= fy + fies Dividiendo esta ecuacion por dy se obtiene Si, & ‘De aga que el cculo del efecto de z sobre y requeza calcula c6mo afecta 2a los ds determinants doy (es decir, a % ya x). Siy ‘depende de mis de dos variables, la analog(a se sigue cumpliendo. Este resultado nos recuerda que hay que tener mucho cuidado para ‘ncluir todos los efectos posibles cuando se calculan derivacas de funciones con varias variables. ©rres Paraninfo a eee 82 Panes Introduccién EI punto en el que se cumple la Ecuacién 2.16 se denomina punto critico. La Keuacién 2.16 muestra las condiciones necesarias para obtener un maximo local. Para verlo de forma intuitiva, observe que si una de las derivadas parciales (por ejemplo, f,, es mayor (0 menor) que 0, sc podria incrementar y aumentan- do (o disminuyendo) x;, Un agente econémico podrfa encontrar este punto méximo encontrando un punto donde y no reacciona a movimientos muy pequefios de cualquiera de las equis. Este resultado es extrema: damente importante para el andlisis econémico. Afirma que cualquier actividad (es decir, las equis) podria Hevarse al punto en que su contribucién “marginal” al objetivo (es decir, y) es 0. Si se detuviera antes de ese punto, no se lograria maximizar y. Condiciones de segundo orden Sin embargo, de nuevo, fas condiciones expresadas en la Ecuacién 2.16 no son suficientes para garantizar el maximo, Esto se puede reflejar retomando muestra desgastada analogia: todas las cumbres de las colinas son (ms © menos) planas, pero no todos los lugares planos constituyen la cumbre de una colina. Se nece- sita una condicién de segundo orden, andloga a la de la Ecuacién 2.6, para garantizar que el punto calcu lado aplicando la Ecuacién 2.16 es un mAximo local. Intuitivamente, para un maximo local, y deberia estar disminuyendo para cualquier pequefia variacién de las equis que se aleje del punto critico. Como en el caso de una iinica variable, esto implica necesariamente fijarse en las derivadas parciales de segundo orden de la funcién f. Estas parciales de segundo orden deben cumplir determinadas restricciones (andlogas a la res- trivcién derivada en el caso de una tinica variable) para que el punto critico calculado con la Ecuacién 2.16 sea un méximo local. M4s adelante, en este mismo capitulo, analizaremos estas restricciones Caloulo del maximo Suponga que y es una funcién de x, y 2 dada por x -1P -@, - 27 +10 Q.17) ~a} +2x, —ad +4 +5. Por ejemplo, y podria representar la salud de un individuo (medida en una escala del 0 al 10), y x, y % serlan Jas dosis diarias de dos medicamentos que mejoran la salud. Queremos caleular los valores de x; y x) que hacen que y tenga el mayor valor posible. Partiendo de las derivadas parciales de y respecto a x, Y xj, y aplicando las condi- ciones necesarias indicadas en la Ecuacién 2.16, obtenemos (2.18) ° af =2. La funcién se encuentra, por tanto, en el punto critico cuando x,~1, x, 2. En este punto, y=10, que es et mejor estado de salud posible. Si experimenta un poco deberfa encontrar pruebas convincentes cle que éste es el mayor valor que puede aleanzar y. Por ejemplo, si x, = x, =0, emonces y=5, osi x, =x, =1, entonces y= 9. Los valo- SITES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacion 83. fesde 4 y 1, mayores que | y 2 respectivamente reducen y debido a los términos cuadraticos negativos de 1a euacion 2.17, que se hacen mayores. Por consiguiente, el punto calculado aplicando las condiciones necesarias es, de hecho, un maximo local (y global)*. PREGUNTA: Suponga que y toma un valor fijo (por ejemplo, 5). ,Cémo serfan las relaciones implicitas entre x, y x,? {Qué pasaria si y= 7? {Osi y =10? (Estos graficos son /ineas envolventes de 1a fancién ¥ se analizarén con més detalle en el Capitulo 3. Véase también el Problema 2. Funciones implicitas Aunque las ecuaciones matematicas se suelen escribir a menudo con una variable “dependiente” (y) en fun- cidn de una o mas variables independientes (x), no es ésta la tinica forma de escribir esta relacin. Como ejemplo trivial, la ecuacién yame+b (2.19) también se puede escribir como yom -b=0 (2.20) ©, de forma incluso mas general, como F(X, y, m, b) =0 (2.21) donde esta notacién funcional indica una relacién entre x e y que también depende de la pendiente (m) y del punto de corte con el eje (b), que son parémetros de Ia funci6n, y que no varian, Las funciones escri- tas con la forma dada en las Ecuaciones 2.20 y 2.21 se denominan, a veces, funciones implicitas porque Jas relaciones entre las variables y los parémetros estin presentes de forma implicita en la ecuacién, en vez de calcularse de forma explicita mediante, por ejemplo, y como funcién de x y de los pardmetros m y b. A menudo, resulta ficil pasar de funciones implicitas a funciones explicitas. Por ejemplo, la funcién implicita aa (2.22) puede “resolverse” ficilmente para x como : x=-2y+4 (2.23) © para y como (2.24) Derivadas de las funciones implicitas ‘A menudo, para fines de andlisis econémico, las ecuaciones como las 2.23 y 2.24 son mas cémodas para trabajar porque el efecto de x sobre y (0 viceversa) aparece claramente; es mucho més fécil calcular 2 De manera mis formal, el punto» =1, x5 =2 es un méimo global porque fa funcion desrita on In Keuacin 2.17 os concava (véase resto andlisis posterior ea exe capital), ©rTes Paraninfo i i a 84 Parte Introduccién partir de la Ecuacién 2.24 que a partir de la Ecuacién 2,22, por ejemplo, Sin embargo, en muchos casos resulta util calcular las derivadas directamente de las funciones implicitas sin resolver la funcién para una de las variables. Por ejemplo, la funcién implicita f(x, y) = 0 tiene una derivada total de 0 = f,de-+ fdy por fo que (2.25) De aqui que la derivada “ puede calcularse como el caciente de las derivadas parcial de la funci6n implicita, con signo negativo, siempre que f, distinto de cero. Bare) Una frontera de posibilidades de produccion - otra vez En el Ejemplo 1.2 analizamos una frontera de posibilidades de produccién para dos bienes con la forma 2x? + y= 225 (2.26) 6, escrita en la forma implicita 25 = 0, 2.27) De aquf que, f= 4x, Fyady ¥, por la Bouacién 2.25, el coste de oportunidad entre x € y es & week 0.28) af doy que es, precisamente, el resultado obtenido anteriormente, con bastante menos trabajo, PREGUNTA: ;Por qué depende aquf el intercambio de x por y sélo del cociente de x respecto a y, pero no del “tamafio de la economia”, tal y como queda reflejado por la constante 225? Teorema de la funcién implicita Puede que no siempre sea posible resolver las funciones implicitas con la forma g(x, y)=0 para funcio- nes explicitas tinicas de la forma y= f(x). Los mateméticos han analizado las condiciones que se deben cumplir para que una determinada funciGn implicita se pueda resolver de forma explicita cuando una varia- ble es una funci6n de otras variables y de diversos pardmetros. Aunque no vamos a analizar esas condicio- nes aguf, implican requisitos sobre las diversas derivadas parciales de la funcién, que son suficientes para garantizar que existe, en efecto, una relacién tinica entre la variable dependiente y las variables indepen- dientes®. En muchas aplicaciones matematicas, estas condiciones de las derivadas son precisamente las que se necesitan para garantizar que se cumplen las condiciones de segundo orden para un maximo (0 un mini- 5 Para un andlisis detalado del teorema de la funciéa implicica en diversas contexios, véase CaRt. P. SIMON y LAWRENCE BLUMEN, Mathernaties jor Economists (Nueva York: W.W. Norton, 1994), cap. 15. @ITES-Paraninf Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacién 35 mo). De aqui que, en estos casos, afirmemos que se cumple el tearema de la funcién implicita y que, pot tanto, es posible resolver de manera explicita intercambios como los reflejados en la Ecuacién 2.25 EI Teorema de la Envolvente Una de las principales aplicaciones del teorema de la funci6n implicita, que seré utilizado en muchas par- {es de este manual, se denomina el teorema de la envolvente; hace referencia a cémo varia el valor dptimo de una determinada funcién cuando cambia un parémetro de la funcién. Puesto que muchos de los proble- mas econdmicos que analizaremos tratan de los efectos del cambio de un parametro (por ejemplo, los efec- tos que tiene el cambio del precio de mercado de un bien sobre las compras de un individuo), haremos este tipo de cAlculos con frecuencia. El teorema de la envolvente suele ofrecer un buen atajo. Un ejemplo especifico Tal vez la forma mas sencilla de comprender el teorema de la envolvente sea mediante un ejemplo. Suponga que y es una funci6n de una nica variable (x) y de un parémetro (a) dada por yaa? sar. 2.29) Para distintos valores del pardmetro a, esta funci6n representa una familia de pardbolas invertidas. Si se asigna un determinado valor a a, la Ecuaci6n 2.29 es una funcién de x, y se puede calcular el valor de ‘que maximiza y. Por ejemplo, si q=1, x*=4 y, para estos valores dex y a, y= + (su valor maximo). Andlogamente, si a=2, x* = 1 e y* = 1. De aqui que un incremento en una unidad del valor del pardmne- tro a eleve el valor miximo de y en 3/4. En la Tabla 2.1 se utilizan los valores enteros de a entre 0 y 6 ‘para calcular los valores dptimos de x y los valores asociados del objetivo, y. Observe que, a medida que aumenta a, el valor maximo de y también aumenta, Esto queda también reflejado en la Figura 2.3, que ‘muestra que la relacién entre a ¢ y* es cuadratica, Ahora queremos calcular cémo varia y* a medida que varia el pardmetro a. Un arduo planteamiento directo El teorema de la envolvente afirma que hay dos formas equivalentes para realizar este célculo. Primero, ‘podemos calcular la pendiente de Ia funcién directamente en la Figura 2.3. Para ello, debemos resolver la Ecuaci6n 2.29 para el valor éptimo de x para cualquier valor de a: a —=-lr+a=0; a de aqui que, oe, 2 Sustituyendo este valor de x* en la Ecuaci6n 2.29 se obtiene grey ta(x*)= SITES Paraninfo 86 Parte introduccién Valores dptimos de y y x para valores alternativos de a en =a rar 0 0 1 : £ 2 1 I 3 z iB 2 q s 5 2 6 3 9 ustracién det teorema de la envolvente El tcorema de la envolvente afirma que la pendiente de la relaciOn entre y* (el valor méximo de y) y el pardmetro a se puede calcular mediante la pendiente de la relacién auxiliar que se calcula sustituyendo los valores 6ptimos respectivos de x en la ‘hincion objetiva y caleullinto a. @1TES Peraninfo Capito 2 Las mateméticas de la optimizacién 87. y esto es precisamente la relacién mostrada en la Figura 2.3. De la ecuacién anterior, resulta facil ver que een ext , da 4 2 ee ¥ por ejemplo, para a=2, a*=1, y 7 =I. Bs decir, para @=2, un ineremento de @ en una unidad (2.30) tambien incrementa y* en una unidad. La Tabla 2 verifica este hecho (recordando que en el caso de las dorivadas s6lo estamos tratando de pequefios cambios y no de cambios diseretos como refleja la tabla) El atajo de fa envolvente Ha sido un poco complicado alcanzar esta conclusién, Hemos tenido que calcular el valor 6ptimo de x para cada valor de a y después sustituir este valor por x* en Ja ecuaciéa de y. En casos mas generales, este pro- ceso puede ser muy arduo puesto que exige maximizar la funciGn objetivo repetidas veces. Fl teorema de la envolvente, al offecer un planteamiento alternativo, afirma que se puede calcular “ para pequefias va- riaciones de @ manteniendo x constante en su valor dptimo y calculando sencillamente 2 directamente a partir de la funci6n objetivo. Si se procede de esta manera, se obtiene 2% (2.31) gle y, para x= x", 2 _x(-2). ; (2.32) Este es precisamente el resultado obtenido anteriormente. La raz6n por la que los dos planteamientos ofrecen los mismos resultados queda reflejada en la Figura 2.3. Las tangentes mostradas en el gréfico mues- tran valores de y para un 2* jfjo, Las pendientes de las tangentes son iguales a 2. Evidentemente, en y* esta pendiente muestra el valor que buscamos. Este resultado es bastante general, y lo utilizaremos en diversos momentos a lo largo de este manual para simplificar nuestros resultados. Para resumir, el teorema de la envolvente afirma que la variaciGn del ‘valor 6ptimo de una funcién respecto a un parmetro de esa funcién puede calcularse diferenciando parcial- mente la funci6n objetivo al tiempo que se mantiene x (0 varias x) constante en su valor éptimo. Es decir, M2 ra), 2.33) donde la notacion nos recuerda que 2 debe calcularse en el valor de x que es 6ptimo para el valor deter- minado del parémetro @ que se esti analizando. El caso de muchas variables Se cumple un teorema de la envolvente andlogo para el caso en el que y es una funci6n de varias variables. ‘Suponga que y depende de un conjunto dex (1;,...,x,) Y de un determinado pardmetro a, BITES Parasinfo —aXKXva——r as 88 Fare Introduccién Y= PCr Xp): (2.34) El céleulo de un valor 6ptimo de y consiste en resolver n ecuaciones de primer orden con la forma Bio =h..n (2.35) y una solucién a este proceso permitirfa obtener valores Optimos para estas x (xP, xf,...,4f) que depen= derfan implicitamente del pardmetro a. Suponiendo que se cumplen las condiciones de segundo orden, cl teorema de la funcién implicita se aplicarfa en este caso y garantizaria que podriamos resolver explicita- mente cada ct como una funcién del parémetro a: (2.36) at = 34(a). Sustituyendo estas funciones en nuestra funcién objetivo inicial (Ecuacién 2.34) se obtiene una expre- sién en la que el valor 6ptimo de y (digamos, y*) depende de un parémetro @ tanto directa como indirec- tamente a través del efecto de @ sobre las x* v= fEEO, FO), --.7@,a Diferenciando totalmente esta expresién respecto a a se obtiene oF th SF ae SF ey ex da 0%, da a, da ‘ax, da éa Pero, debido a las condiciones de primer orden de la Ecuacién 2.35, todos estos términos, excepto el Liltimo, son iguales a 0 si fas x toman sus valores 6ptimos. De aqui que obtengamos de nuevo el resultado de la envolvemte: ae. da Ga’ ieee donde se debe calcular esta derivada para los valores 6ptimos de las x. El teorema de la envolvente: revision del estado de salud ‘Antes, en el Ejemplo 2.2, analizamos los valores maximos de la funcién del estado de salud yaa? = (4, - 27 +10 2.39) y descubrimos que afl (2.40) xf=2 y y*=10. OMTES Foramingo Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacién 39. ‘Suponga ahora que utilizamos el parimetro arbitrario @ en vez de la constante 10 en la Eouacién 2.39. Aqui, a puede representar un indicador de ta mejor salud posible de una persona, pero este valor variard, evidentemente, en funcién de cada persona. Por tanto, YFG tna (4-1 -@ - 2)" +a. 2.41) En este caso, los valores éptimos de 2, y x, no dependen de a (siempre son xf 50s valores Optimos, obtenemas |, xf =2), por to que, para yrea 2.42) ay* da 2.43) La gente que tenga una “buena salud por naturaleza” tendré siempre mayores valores para y¥, siempre que elijan 4% YX, de forma optima. Pero esto es precisamente lo que indica el teorema de la envolvente, debido a oe da ia (2.44) de la Eouaci6n 2.41. El incremento del parametro a sencillamente eleva el valor éptimo de y* en una cuantia idénti- ca (de nuevo, suponiendo que se elijan correctamente las dosis de x, y x,). PREGUNTA: ‘Suponga que, por el contrario, nos fijamos en la dosis 6ptima de x, en la Ecuacién 2.39, es decir, suponga que utilizamos un parémetro general igual a, por ejemplo, b, en vez de igual a1 i Explique, en palabras y en términos mateméticos, por qué ce serfa necesariamente igual a cero en este caso. Maximizaci6n con restricciones Hasta ahora nos hemos centrado en calcular el valor maximo de una funcién sin restringir las elecciones sobre las x disponibles. Sin embargo, en la mayoria de los problemas econémicos, no son factibles todos ‘Jos valores de las x, En muchas situaciones, por ejemplo, se exige que todas las x sean positivas, Este requi- ‘sito se cumplitia para el problema de un directivo que elige el nivel de producci6n que maximiza los bene- Scio: no tendria sentido un nivel de producci6n negativo. En otros casos, el valor de las x puede estar res- ‘singido por cuestiones econémicas. Por ejemplo, cuando se eligen los articulos que se van a consumir, el individuo no puede elegir cualquier cantidad que desee. Por el contrario, sus élecciones estén restringidas por su poder adquisitivo disponible; es decir, por su restriccién presupuestaria. Estas restricoiones pueden ‘reducir el valor maximo de la funcién que queremos maximizar. Puesto que no podemos elegir libremen- ‘te enire todas las x, y puede ser menor de lo que podria ser. Se dice que las restrieciones “no son vincu- Jantes” si podemos obtener el mismo nivel de y imponiendo, o no, la restriccién. licador lagran. Ei método del multi; ‘Un método para resolver los problemas de maximizacién con restricciones es el método de multiplicador Jegrangiano, que uliliza un inteligente truco matemético que también tiene una interpretacién econémica “Gil. La racionalidad de este método es bastante sencilla, aunque aqué no intentaremos hacer una presenta @ TES Paraninfo ——————————— i ae 40 Parte T Introduccién cion rigurosa®. En un apartado anterior se han analizado las condiciones necesarias para obtener un méxi- mo local. Demostramos que en el punto éptimo, todas las derivadas parciales de f deben ser iguales a 0. Por tanto, hay # ecuaciones (f, =0, é=1,...,m) = para n ineégnitas (Jas x). Por lo general, estas ecuacio- nes se pueden resolver para los valores éptimos de las x. Sin embargo, cuando existen restricciones sobre las x, existe al menos una ecuacién adicional (la restriccién) sin que haya variables adicionales. Por tanto, el sistema de ecuaciones esta sobredeterminado. La técnica lagrangiana introduce una variable adicional (cl multiplicador lagrangiano), que n0 sélo ayuda a resolver el problema en cuestién (puesto que ahora hay +1 ecuaciones y n+1 incdgnitas), sino que también tiene una interpretacién titil en diversas circunstan- cias econémicas. EI problema formal Més concretamente, suponga que queremos calcular los valores de %,%3,....%, que maximizan FO Sry Inde (2.45) y sujeta a una restriccién que s6lo permite utilizar determinados valores de las x. Una forma general de escri- bir esa restriccién es BO ay) =O, (2.46) donde la funcién? g representa la relacién que debe cumplirse en las x. Condiciones de primer orden EI método del multiplicador lagrangiano parte de la formulacién de la expresiGn SE = SOs Ray coos By) FRG Hs May vee yds (2.47) donde 2, es una variable adicional denominada multiplicador lagrangiano. Posteriormente interpretaremos esta nueva variable. Sin embargo, primero hay que observar que, cuando se cumple la restriccién, < y f tienen el mismo valor [porque g(x, X;,..-.%,) =O]. Por tanto, si restringimos nuestra atencién tinicamen- te a los valores de las x que cumplen la restriccién, el cdlculo del valor maximo restringido de fes equiva- lente al cAlculo del valor critico de <. Vamos a proceder a este céleulo, considerando que ?. es también una variable (ademAs de las x). A partir de la Ecuacién 2.47 obtenemos las condiciones para alcanzar un punto eritico como (2.48) © Para una presentacion detallada, véase A.K. Dt, Optimization ta Economie Theory, 2* edicioa (Oxford: Oxford University Press, 1990), cap. 2 7 Como se setalS amteriormente, cualquier funci6n dea, 12... puede escribirse de esta forma implicit, Por ejemplo, la restriccién 4 +4, =10 pusde eseribirse como 10 x,—x; =0. En caplailos posteriores uilzaremos habitualmente este procediimiento para tatar las restriceiones. Normabnert, las restriceiones que anslizaremos sern lineales @VTES Paraninfo Capitulo 2 Las mateméticas de la optimizacion 44 S2- sf +hei=0 og (2,48) BB Me Maven hd =O. Las Ecuaciones 2.48 son pues las condiciones para obtener un punto critico de la funcién %. Observe que hay +1 ecuaciones (una para cada x y otra més para 2) y +1 inedgnitas. Las ecuaciones se puc- den resolver, por lo general, para x,,%;,...%,, ¥ para A. Esta solucién tendré dos propiedades: (1) las x cumplirén la restriccién porque la diltima ecuacién en 2.48 impone esta condici6n; y (2) entre todos aque- llos valores de las x que satisfacen la condicién, aquellos que también satisfagan las Ecuaciones 2.48 haran que

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