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Treduccion atl Glifo Nombre en ni Traduccién Nombre en Glifo tierra limosa tierra arencsa xalalli 3 a a # a g 3 g g s 5 3% x £ g 3 % 2 3 3g & g & iol Cédice Vergara (mediados del siglo XVI). dos & Glifos de suclos, saci Los origenes de la agricultura en México: las teorfas y la evidencia Kent V. Flannery En algin momento entre el final del pleistoceno y el principio del quinto milenio a.C., los indigenas ae México iniciaron el cultivo de Una serie de plantas nativas que més tarde’ se convertirian en los lalimentos basicos de la antigua civilizacion mesoamericana, Durante Siglos estos habitantes prehistoricos de las cuencas y valles semi tidos de México, Puebla, Oaxaca, Morelos, Guerrero e Hidalgo habjan vivido a campo abierto, aprendiendo los sacretos de la ve- getacion silvestre: asat el maguey para hacerlo comestible, hacer tenazas de madera para recolectar el espinoso fruto del érgano, extraer miel de la vaina del mezquite, extraer dcido tinio de la bellota, encontrar frijol silvestre y flores de cebolla silvestre. en la densa maleza y predecir cundo estarfai-éstos listos para la cose- cha (Flannery 1968). Sobrevivieron gracias una estrategia de Tecoleccién con muchos desplazamientos y fuentes alternativas de alimento, dependiendo de si las Nuvias Hegaban demasiado pronto 0 demasiado tarde, si la primavera era demasiado fria © demasiado caliente, si los venados se-halluban en los valles en el bosque, si Ja cosecha de pihones era abuindante o magra, Pinal. mente, entre ‘7800 y 5000 a.G., una de-sus estrategias fundamenta- jes leg a ser el incremento artificial de ciertas plantas comestibles mediante la seleccion y el cultivo. B31 frijoi, la calabaza, el huautli, | el chile, et miltomate, el aguacate (y tal vez incluso el nopal, la tuna, el maguey y toda una serie de frutos semitropicales para los cuales tenemos sdlo nombres indigenas) empezaron a cultivarse ‘Traduceion, de Maria Mertiner Peiialoza, 237 Loy! J J J ] s amas melee Fest ed pa et ore BRE [oe a no mucho daspur's de esta fecha, Pero el mis import fue el me‘, el eval modificaron de tal mod jus, vu jas pala: vee ces botinico George Beadle (1972), a estac -ndigenas prehis. luticos ‘se les puede dar el crédito de haber producido el maximo cambio morfologico de cualquicr plunta cultivada (suponiendo que tengo razén en cuanto a sti antecesor silvestre) y de haber adaptado el maiz al rango geogrético mas amplio de las plantas cultivadas de importancia”. PHlasta no hace niichos alos todo el periodo de la agtieutura incipiente en México era hipotético; existia sélo en el papel. Lavexgo el arquedlogo Richard 8, MacNeish, después de aiios de wahajo en ‘Tamaulipas, en la periferia norte de Mesoamérica, e:,pezi a explo- rar las cavernas secas dle Tehuacén, Puebla, en,el altiplano central mexicano. En 10s afios 1960-1964 estas cuévas, entrogaron los vestigios preservados de muchos de los estadios del deserrolio de las cosechas mas importantes de Mesoamérica, desde plantas silves. tres hasta domesticadas muiy avanzadas. Desde entonices, muchos de Jos que tuvimos la suerte'de trabajar para MacNeish, hemos incursionado en regiones adyacentes de Mesoamerica para ahadit algunas notas a los datos disponibles. Las técnicas de flotacién en agua, adaptadas a la arqueologia por Stuart Struever en ol centro este de los Estados Unidos, se estén usando ahora para recuperar semillas carbonizadas en las regiones donde las cuevas secas no existen, Al presente contamos con cierta informacién sobre el orden .en el cual diversas plantas fueron domesticadas on varias regiones (cuadro 1), Adn no sabemos por qué fueron domestica. das, y con seguridad pasara mucha tiempo arites de'que lo sepamos. Como ignoramos por qué los cazadores y recolectotes precer: micos de Mexico adoptaron la préctica de la agricultura, ha habi do una interminable especulacién sobre el motive por el cual esto sucedi6. Comenzaré con algunas de las teorfas més frecuentemente: mencionadas. e éstos ‘TEOKIAS DE 1.8 DOMESTICACION TEMPRANA EN MEXICO 1] Sn una época se pens que la domesticacién temprana en Mé- xico habia sido resultado de un “‘descubrimiento”: que el hombre, después de un periodo prolongado ue vivir cerca de la vegetacion silvestre, descubrid que las semillas desechadas de una de sus comi das habjan germinado, proveyéndolo de esa manera con el cono. 238 239 cas: wopales y tuna’ Plantas consumidas por los teochichimecas © aacachichim laman cimatl, y otras lamadas trioat imitos, flores de pal e Florentino, Codie nequametl (maguey). 5: jebre, venado y'tulebras tl asi como carnes de conejo, , £124. iczotl, mi 10. cap. 2 cimiento necesario para el cultivo. Con frecuencia se sugeria que esto tuvo lugar en un talud inclinado situado debajo de una cueva ocupada o un refugia recosy. Es cierto que algunas plantas sow “‘adictas a la maleza” y que crecen con facilidad en el talud inclinado de una cueva o en cual quier otra Azea perturbada por el hombre: el teocintle y las eucarbi- téceas silvestves se caracterizan por esto. Sin embargo, es improbable que Ia demesticacion haya sido resultado de tal descubrimienta. No saber..0s de ningun grupo de cazadores-recolectores tan primitivos e ignorantes como para no saber que las plantas erecen de semillas. ‘Aquellos que dependen en gran medida de las plantas silvestres para su alimento con frecuencia tienen un conocimiento muy detalado de los habitos, ciclo de vida y requerimientos ambientales de una am- plia variedad de plantas, y a pesar de esto no cultivan ninguna deellas, 2) Antes de que se conociera bien el clima antiguo de México se pensaba que el hombre podia haber sido obligado a la domesti- cacin por un cambio climatico desfavorable. Hay dos versiones de esta teorfa. Segtin una de ellas, los ocupantes de México del pleistoceno tardio. vivian primordialmente de la caza mayor; con Ja extincién o desaparicién de muchas especies de la fauna mayor a finales del pleistoceno el hombre se vio obligado a depender cada vez mas de la caza menor y las plantas alimenticias, y su creciente dependencia de las diltimas condujo a la agricultura, Sein le otra version, se pensaba que el clima de México habia atravesado por un periodo célido seco entre 6000 y 3000 a.C. (Ilamado el “alti- termal" en América del Norte). Se afirmaba que este perfodo célido seco habia disminuido de tal manera los recursos de plantas silvestres que el hombre se habia visto obligado a recurrir a a agr cultura para aumentar su provision de alimentos, Hoy en dia, después de varias décadas de investigacién paleo- ambiental y arqueologica, las dos versiones de esta teoria parecen poco plausibles. Los restos de los cuatro niveles estratigraficos mas bajos en la cueva de Coxeatlan (Flannery 1967) muestran clara- mente que el hombre del pleistoceno tardio no dependia de mane- va primoydial de la fauna mayor; ademés, el clim del pleistoceno tardio era tan seco como el actual (si no més) y considerablemente més {rio, Los estudios palinolégicos (por ejemplo Schoenwetter 1974) no muestran un perfodo de deterioro. ambiental en la era precerémica tan pronunciado que hubiera destruido las antiguas comunidades vegetales de México, aunque éstas pueden haberse desplazado a veces hacia arriba o hacia abajo de las montafias; ni hay signos de un cambio climético que pudiera haber “impuesto” Ja agticultura al hombre, = 240 3) Obra teorfa que surgié en el pasado, h.cgo decayé y tiltimamen- ie ha-resungido, es la idea de que el hom)s.« fue obligado a adoptar le agricultuéa cuando su poblacién sleanzo el punto en el que las plantas y animales silvesires cron insuficientes para sostenerla. Quizé 1a aplicacin mas convincente de esta teorfa sea la de Bin- ford (1968), que me resulté lo bastante interesante como para aplicarla al Gercano Oxiente (Flannery 1969). Sin embargo, datos empiricos recientes del Cereano Oriente han complicado It aplica- cidn de este modelo a esa rea y han debilitado mi entusiasmo por 4 (Flannery 1973). El Cercano Oriente es una de las dreas del mundo con densida- des relativamente altas de cazadores y Yecolectores —tal vez incluso cazadores-recolectores sedentarios~ anteriores a la agricultura. Si es dificil aplicar la hipétesis de la “presién de la poblacién” a esa érea del mundo, creo que,es. imposible ay féxico. Si nos Eee OT Seek ee ar ae ‘cultura entraba a su etapa “incipiente™ en México, se observa que la poblacion era escasa en extremo. Areas como Tos valles de Oaxa- Ga 0 Tehuactn pueden haber tenido en esa época no més de una persona por cada diez kilémetros cuadrados, ‘Tras haber buscado sitios precerdmicos tanto en México como en el Cercano Oriente, creo que México es quiz4 el érea del mundo menos convincente ara explicar a agricultura por a “presion demogrétiew Sin duda e muy diffe calculat las poblaciones precerémicas a partir de la investigacién arqueoldgica. Asi pues, consideremos las siguientes estadisticas: Feinman y Kowalewski (1979) estiman que durante el perfodo formativo temprano, 1400-1150 a.C., un area de 801 Km? del valle de Oaxaca que fue estudiada intensi- vamente tenfa unas 125 personas, con-tna densidad de una per- sona por cata 6.4 Km? "_ Podemos imaginar cuén baje era la densidad entre 7500 y 5000 a.0., si se.acepta nuestro célculo de una persona por 10 Km?; eso significa que cada hombre, mujer y nino del perfodo agricola incipiente disponia para si de mil hectireas de vegetacion silvestre sélo en Ia’ parte Mana del valle de Oaxaca, sin considerer siquista Jas montafias y el piedemonte, Y mil hectéteas de la parte superior del piedemonie, a unos 1900 metros de altura, son mil hectareas de . bellotas, pifiones, tunas, nopales, magueyes, rompecapas, susis (Jatropha), nanches, frijoles silvestres, calabazas silvestres, cebo- as silvestres y guajes. 4) Una teorfa que me atrae porque no requiere presion de la pobl cién, cambio climético, descubrimientos aecidentales ni otras cosas semejantes ha surgido de Estados Unidos. Al igual. que el altiplano 241 este | lv de México, el_suros eontrasles productividad enlxe los afios “Tuviosos” y “secos”. Ford observ Fue Tos indies pueblo no estaban tan interesados en “eontroiar™ la initaraleza como en hacerla mas predecible: en su tecnologia, ast Gamo en sr vitual, buscaban reducir Tos extremos y disminuir a Vatiacion entre los alos secos y Jos lluviosos. La agncultura primi Fetcee Sane el aumento ofa manipulacién de la gama de plan- tas pioneras anuales, que erecen entre la maleza, que gus:an de Jos habitats perturbados— podria haber sido una de varias estrate- gias ideadas para “nivelar” Jas diferencias entre los afios extremos, haciendo Ja productividad de cada aio un poco més’ predecible, mucho antes de que ia presion dé la poblacién fuera un problema, 5). Intrigado ‘por esta posibilidad, Robert Reynold (1979) di- sefié una simulacion computarizada de la evolucién de la reco: . eecién de plantas silvestres y la agricultura en el perfoda 8000- 6000 a.C, en Oaxaca, Primero establecimos la relevancia del medio ambiente acutal para el medio ambiente precerémico mediante la comparacion de espectzos de polen precerimicos y modernos, restos de plantas y especies de roedores pequeiios. Una vez esta- blecido esto, levamos a cabo un censo de la vegetacion silvestre en todas las estaciones de! afio a lo largo de una década (1966- 1976), que incluy6 aos promedio, afios secos y alos lluviosos. Las plantas silvestres cosechadas fueron congeladas y enviadas por avién a Michigan para analizar su contenido nutricional, La Simulacion de Reynolds utilizé estos datos ambientales y.nutricio~ nnales para generar una estrategia de recoleccién que dupliea, con precision sorprendente, nuestra secuencia de pisos habitados en Cuevas. Esto se hace sin recurrir a la explicacién de Ja “‘presion demogrifica”, al cambio ambiental ni a ninguna otra consideracion de este tipo. ‘Todo lo que se,necesita es una serie de directrices relativamente simples que dan como resultado una estrategia flexible y diversificada para hacer frente 2 una impredecible suce- ion de afios Muviosos, secos y promedio, Cada aho el. sistema evalia sit propia eficiencia (en términos de calories y pzoteinas obtenidas, comparadas con el esfuerzo invertido en la busqueda) ¥y_hace ligeras modificaciones para incrementar su eficiencia, En afios Hluviosos se emprenden experimentos con nuevas especies de plantas (Inclayendo las cultivadas), y cuando las especies nuevas “se “priteban”, se extienden gradualmente a los anos secos y promedio también, Un aspecto de este proceso es que, de hecho, reciuce la vatia- ion de un afio a otro, come lo sugiere el modelo.de Ford. Yoencuen- ‘tro este enfoque mucho mds satisfactorio para explicar la agricultura te que cualquiera de los modelos mas “catastrofistas". saRsteneomons “~Bhora consi LA CRONOLUSIA DE LA DOMESTICACION Es poco probable que algin dia conozeamos la cronologia precisa de la domesticacion en México; los, sitios precerdmicos estén Geimsiado. dispersos y poco excavados, las condiciones para la Goneervacion son demasiado impredecibles y las fechas de radio carbono demasia ambiguas. Bn el cuadro 1 enumeré las apari CRahoa mas tempranas conocidas de algunas de las plantas cultivadas importantes de México, pero ésta es sélo una lista provisional. Ya he tenido que hacer varios cambios en el cuadro, puesto que Criginalmente lo presenté en 1979, ‘Todas las fechas se dan util santo el periodo original de vida media de 5 570 anos del carbone 14, sin ninguna correccion reciente; ésta es la linea de accion que recomienda la revista Radiocarbon. ‘i Casi todas nuestras fechas sobre Ia domesticacion temprana provienen do una de cinco dreas: 1] el trabajo de Richard 8. Mac Reich en las cuevas secas de la sierra de Tamaulipas; 2) las cue ‘yas secas de MacNeeish en la Sierra Madre de Tamaulipas; 3) las cuevas Yeeas de MacNeish en el valle de Tehuacdn, Puebla; 4) el material farbonizado o anegado de Christine Niederberger del sitio de Zohapileo (Tlapacoya), valle de México; 5) mi propio material de cuevas secas préximas a Mitla, Oaxaca, Conviene sefalar que en fauchos casos la “evidencia’" mas temprana consiste en una semilla, Tia-vaing oO alguna mwestia iguaimente inadectiada. Bslos casos Weher ser tratados con piecaucion, no solo por la posibilidad de Gao sean Tnitrusivos, sino también porque con frecuencia no_se_ Ruede determinar a partir de una muestra tan pequena sila plants es silvestre 0 domesticada, fderemos brevemente tres-de las més importantes clases de plantas cultivadas tempranas: los guajes y calabazas, los frijoles y el maiz y sus parientes. Giuajes ¥ calabazas Donald Lathrap (comunicacién-personal) ha sugerido que el guaie (Lagenaria sp.) fue la primera planta domesticads,_por su obvia uutilidad para los vres_y_Yecolectores preceramicos. Cierta. taente@l guaje és una dé las mds antiguas plantas domésticas conoeidas en varias partes del mundo, incluyendo México y Peri. Bien puede ser que los cazadores precerémicos hayan Nevado todas partes las semillas del guaje a fin de tener recipientes pare agua donde quiera que pudiera hacerse crecer la Lagenoria. ius et especulacion, pero de s muy lemprana_domesticacion de Z : fara Jos ciaadores-recolectores Tamiliaiizadas con el guaje, Tos antepasados silvestres de las calabazes habrian sido reconocibles de inmediato como plantas potencialmente titiles y cultivebles. Las cucurbitéceas se comian entre 8750 y 6670 a.C. en la cueva Guild Naquitz, en ef valle de Oaxaca, y la evidencia de su domes- ticacién llega’ a ser razonablemente buena entre 7400 y 8670 aC. (Thomas Whitaker, comunicacion personal), Los botanicos H, C. Cutler y T. W. Whitaker (1967) consideran que ¢iertos cambios en el pediinculo 6 tallo después de la domes cacién son cruciales para identificar a las razas-domésticas, pero muchos de los mas tempranos espectimenes arqueologicos’ de cucurbiticeas son ‘semillas, aisladas, ademas. Poco se conoce (0 ‘al menos poco se ha publicado) acerca de la gama de variacion en el tamaiio y la forma de la semilla en cualquiera de los ante- pasados silvestres potenciales; sobre la base de especimenes que se encuentran en el Laboratorio Etnobotinico de la Universidad de Michigan, me llama le atencién la considerable variacién de tamafio y forma en semillas de una sola cucurbiticea silvestre, Creo que esto sugiere que se podria necesitar en verdad toda una “poblacién” de. semillas (por ejemplo, cien especimenes) a fin de poder probar que una muestra antigua esta fuera de la gama silvestre. Describir una semilla aislada como ‘probable- mente silvestre", “probablemente doméstica’ 0 “tipo pepo, pero demasiado pequefia para ser domesticada”, puede ser s6lo otra manera’ de decir que las cucurbitéceas silvestres (y quizd también las primeras cucurbitéceas cultivadas) presentaban“una gran variacion en las sernillas y atin no pertenecfan a ninguna de Tas razas domesticadas estandarizades:que conocemos hoy, Las_cucurbitdceas silvestres, en. su_mayor_parte, tienen una pulpa tan amarga o tan delgada y seca (como la del guaje) que no 5e_puede comer; en un’ principio lo importante eran las semillas; la pulpa comestible es wn producto de la domesticacion. Las semillas de cucurbitéceas aparecen ya en 8000-7000 a.C. en cuevas de Oaxaca y Tamaulipas (cuadro 1); estos especimenes tempra- nisimos podrfan ser ya ‘‘seguidores de la maleza” (véase abajo) Morfoldgicarsonte: algunos se asemejan a semillasde calabaza (Cucurbita pepo), pero Cutler y'Whitaker (1967) afirman especifi- camente que los especimones de Tamaulipas, ast como una semilla posterior de Tehuacn (5200 a.C.), son “silvestres”. Puesto.que el antepasado silvestre es’ incierto segiin Whitaker (comunicacion personal) —uno de los candidatos es Cucurbita texana— es dificil saber con precision cémo lamar a estas semillas. Yo no soy boté- ayudaria ~ 244 wurbit3ceas comestibles, nico, pero sugerirfa: “semillas de una cucurbitécea no identitiesda, paretida a G. pepy, pero que constituye una muestra inadecuada para la identificacién de la especie”, Cusndo los pediinculos estan presentes se podria asignar un nombre de especie con mas confianza; pero los peckinculos no aparecen sino hasta mucho después en la secuencia arqueologica. Por ejemplo, tres semillas (dos de ellas marcadas como dudosas) de calabaza Cucurbita mixta aparecen ya en 5000 a.C. en la cue- va de Coxeatlén, pero los peckinculos de mixta no aparecen sino hasta 3000 a.C. ZA cudl de estas fechas se debe asignar la primera domesticacion? Como sefalan Cuitlor y Whitaker (1967:77), las cucuxbitaceas tienden a ser “‘seguidoras de la maleza”, que se dan en suelos pertur. bados, como el talud de una cueva ocupada, Sus formas silvestres se aseinejan al guaje, una de las plantas de més larga historia documen- tada de uso humano. Son de las plantas mesoamericanas mds antiguas cuyo uso se puede documentar, desde Oaxaca hasta Tamaulipas. Frijotes ‘Tres especies de Phaseolus —frijoles comunes (P. vulgaris), enre- dador 0 ayecote (P, coccineus) y frijol tepary (P. acutifolius)—- tienen antepasados silvestres en México. Bl frijol_més_antiguo documentado en arqueologia es el frijol ayecote silvestre de cuevas de Ocampo, Tamaulipas (7000-5500 a.C.) y més de cien pequefios especimenes negros procedentes de Oaxaca (8700-6700 a.C,), los de Oaxaca pertenecen a una especie que nunca fue domestica: da, mientras que el frijol enredador de Ocampo es P. coccineus silvestre. El frijol tepary y el frijol comin domesticado aparecen arqueolégicamente entré. 4000 y 3000 aC. Segin Lawrence Kaplan (1965), tres de Jos cambios criticos que acompafiaron la domesticacién del frijol comin fueron: a] un aumento en 1a) permeabilidad de la.semilla, de manera que los frijoles no necesita. ran remojarse en agiia tanto tiempo; b] el cambio de vainas torcidas en forma de espiral (que.se rompen quando estan maduras) a vai- nas flexibles rectas, que no se abren, y ¢] en algunos casos, una mutacin’ de los patrones de crecimiento, de perennes @ anuales. Puesto que el frijol esta intimamente asociado con el maiz tanto en su estado silvestre (véase la, siguiente seccién) como en la dieta del México aitiguo, conviene destacar que es rico en el aminodeido lisina, Como el maiz, es deficiente en lisina, la combinacién de maiz’ y frijol contribuye @ mejorar la proteina de origen vegetal. ‘Kaplan 1965). 245 | ‘EL maiz (Zea mays) tiene, con mucho, el origet “: y conlrovertido de las principales plantas cultivada: Atribuir_directamente al Bl matz y sus parientes Por supuesto, la planta cultivada que habia de convertitse en la cosecha basica de México fue ol maiz (Zea mays). Su origen es tan controvertido que debemos dedicarle una seccidn integra de este trabajo. CONTROVERSIAS SOBRE LA ASCENDENCIA DEL Maiz, iis: ehigmatico Esto se puede echo de que no st’ puede mostrar qi exista_ninguna raza silvestre de maiz, lo que hace su posibilidades: o bien el “mafy, silvestre” se‘ha axing Jo contrario, el_ maiz descendié de una planta silvestre diferente, La teorfa quizé mejor conocida para los arquedlogos es la dé Paul Mangelsdorf quien, junto con R.G. Reeves, propuso en 1938 que el maiz cultivado ‘descendié de un maiz, palomero silvestre encapsulado, ahora extinguido, cuyos granos individuales estaban envueltos y’ protegides por una gluma y no por una envoltura frutal cupulada (Mangelsdorf y Reeves 1938, 1939; Mangelsdort 1947, 1958). La mayorfa de los arquedlogos estén familiarizados coli esta opinion porque Mangelsdorf, junto con Walton Galinat, ha participado en el anilisis ‘de casi todas las colecciones impor. tantes de maiz arqueologico temprano de México, incluyendo las famosas colecciones de las cuevas de Tehuacin (Mangelsdorf, MacNeish y Galinat 1967), : Ura teorfa diferente, propuesta originalmente en 1877 y revi-, vida cor vigor en afios recientes por George Beadle (1972, 1977), ~Galtaat (1870, 1971) y de Wet y Harlan (1972), sostier maiz puede haber descendido de la difundida graminea ex -teoeintle 0 teosinte (Zea mexicaia). Do Ser asi. nunea-exialié we iz silvestre”, y el matz y el teocintle de hecho pueden ser la misma especie, formal. i A fin‘de familiarizar al lector con algunos de los detalles de a controversia, quisiera resumir brevemente unos artfeulos recien- tes que creo deberian leer todos los interesados en los origenes del maiz. El primero es el andlisis que Garrison Wilkes (1972) hizo de dos parientes silvestres del maiz, el teocintle y el Tripsacum Ahora Iltis'(1972) ha propuesto esta-de manera a8 ! i 1 1 } | | palome- rijol y mai Cultivos de la tierra frfa poblada por los antiguos tolucas o matlatzincas: uauhtll 10. Cédice Florentino, lib. 10, #. 132r. rir a a ad cd Lt J! eS ti at crerrs a eel i aor sees essence wes 1} Bl teocintle (Zea mexicatro) es el pariente més cercano del taf cultivado, ya qve bene una cantidad idéntica de cromoso Tas, Bn verdad, como lo expresa Wilkes, ‘‘para el observedor Tuswal el maf y'el teocintle son tan semejantes en su apariencia, con flores estaminfferas casi idénticas que nacen en inflorescercias pistiladas encerradas en un sistema de brécteas en posiciOn lateral Ph el tallo, que la caracterfstica més segura que separa a los dos es Gl fruto pistilado: una espiga distica en el teocintle y una estructu- ta poligtica (la familiar mazorca) en el maf2”. Bl teocintle es una here anual nativa.de Jas zonas semidridas subtropicales de México y Guatemala, desde.e} sur de Chihuahua hasta cerca de la frontera quatemallecoyhondurefa. Es una planta de “dia corto”, que no gusta de mis de 12 horas de luz solar diarias, combinadas con femperaturas célidas, B} fruto del teocintle tiene de 7 a 12 sémi- las, encerradas en envolturas frutales”cupuladas muy dures y puestas en hilera en un raquis quebradizo. Como el trigo silvestre fel Cercano Oriente (Zohary 1969), se abre de manera natural y_ por tanto es muy dificil de cosechar con eficiencia. No obstante, Efunos indigenae mexicanos lo.san_como “alimento de hambru- * Entre paréntesis, podria afiadir que su raq do de madurez méxima hacen que grupos de trabajo grandes D “macrobandas” (MacNeish 1964) lo cosechen con més eficien- Cia; las “microbandas" pequefias o las familias individuales tarlarian demasiado tiempo y no lograrfan reunir toda la cosecha antes de que se cayera. ‘Esta es la planta que Beadle sugiere fue el antepasada silvestre del ‘maiz cultivado. Sus evidencias se_analizarén ‘después.’ Pero antes de proceder a la descripcién que Wilkes hace del Tripsecum, permitaseme agregar Ins siguientes observaciones que Richard Ford y yo hicimos en 1971, cuando acompafiamos a Beadle y Wilkes en su “‘cosecha de teocintle silvestre” en Guerrero, México (Flannery y Ford 1972) TI teocintle es una planta pionera que’ crece-entfe la maleza y que coloniza los accidentes naturales; en Guerrero el paisaje era tun bosque espinoso semidrido con Ltticaena, Acacia y Setaria Cuando se abandonan las milpas hoy en dia el teocintle les invade con rapidez; en un punto manejamos 20 Kin sin-perder de vista conjuntos masivos de teocintle hasta de 2 metros. de altura, Si un grupo de.cazadores:recolectores desmontara un lugar para acam- paren uno de esos ‘bosques de espinos, al aiio siguiente! regresa- Pia para encontrarlo convertido en un campo de teocintle, Mas ain, 1.0 dos aftos despiués, en ol eato de Ins razas de teocintle que tienen un perfado largo de lete para nuesira sompreda, el frijol envedador silvestre (Phaseolus sp.) ¥ la calabaza silvestre (Cucurbita <) ccecen de manera natural ta esos campos, con el frijol enroscado alrededor del teocintle (figura 1). Asi, la trilogfa Zeo-frijol-calabaza no es una inven- cidn de los indigenas; la naturaleza proporcioné el modelo. Debido al largo periodo “‘latente” que necesitan Jas semillas del teocintlo, los macizos densos se darian s6lo cada dos: whos aproximadamente, Esto continuaria hasta que el bosque de espi- nos, vuelto @ crecer, con el tiempo cubriera al teocintle, Cuando esto sucede, las poblaciones restantes sobreviven en areas de decli- veo derrumbe y en areas de terreno desmontadas por fuego accidental. 2) BI_Tripsacum —un género compuesté“de nueve especies diver- sas-de gramineas perennes diseminado de Texas a Sudamérica— s un pariente més lejano del mafz, ya que los dos tienen diferen- fe niimero de cromosomas. Aunque. en el laboratorio se pueden realizar cruzas entre el maiz y el Tripsacum, sogin Wilkes “toda Ta evidencia indica que la evolucién reciente dentro del género Tripsacum ha sido independiente y distinta de la del maiz”. Y aunque el Tripsacum puede compartir el mismo habitat semiarido de montafia con el teocintle, no se hibridizan en estado silvestre y ain no se los ha hibridizado con éxito en el laboratorio. Tampo- 2o hay ninguna prueba de que los indgenas de Metoamérica hayan Soa npsaclino,-de hecho, de. que To hayan wilizado de alguna manera (excepto, posiblementé, como pasto para techat). Bsto eugiere que el Tripsacum no desempeiié un papel tan impor- tante en Ia antigua Mesoamérica comio tina vez se pens6, y que el término usado con frecuencia: “‘matz tripsacoide” (Mangelsdorf, MacNeish y Galinat 1967) es una denominacién erronea. ‘Es igualmente importante saber que, segin- parece ahora, el Tripsacum tampoco desempriié papel alguno en los origenes det teocintle, En un tiempo se.creyd que el teocintle era un derivado de un hfbrido de maiz-Trisacum, més’ que una graminea silvestre verdadera (Mangelsdori 1974). Ahora parece claro que es un pasto silvestre verdadero, independiente lel Tripsacum y emparentado mucho mas de cerca con el matt, El teocintle y el Tripsacum son especies silvestres que los boté. nicos todavia pueden estudiar hoy en dia. Sin embargo, ahora, debemos considerar la posibilidad de una tercera “especie silvestre" que nunca fue vista crecer ni recolectada por un botanico. 3) 1 maz silvestre —un pasto presumiblemente anual, nativo de México— es el antepasado hipotético del maiz doméstico que 249. a. SJ epee ee | = Ta “Td = = wy ase ga =e f Mangelsdorf (1947, 1958) propuso originalmente, Se supusc ave ceste_matz silvestie Lenfa pequefias mazoreas (femeninas), en cuya punta crecfa une pequefia inflorescencia (masculina).Se pens6 que era un ma‘z “‘encapsulado” (en el cual las semilas individuales. estaban enceradas y protegidas por wna ghima y no por una envoltura frutal cupulada), y “palomero", que explotarfa cuando se lo calentara. Después de haber dado nacimiento al mafz domes: tieado, se pens6 que se haba extinguido, ya fuera por sobrepasto- reo de los animales europeos introducidos 0 por “sofocacién’ debida al polen del maiz, doméstico. La teoria de Mangelsdorf fue confirmada en apariencia por el descubrimiento de peduefias mazorcas en las cuevas de Tehuacin, fechadas en » eh las cuales la inflorésceneia en efecto crece de Ia punta de fa tnazorea (Mangelsdorf, MacNeish y Galinat 1967). Hstas mazorcas y otras posteriores tenfan una cantidad de caracteristicas semejantes a las del teocintle, pero Mangelsdorf las explie6 -entonces como el resultado de a) hibridacién con ‘Trip- saci para producir teocintle y b] posterior eruce con este iltimo para producir “‘introgresién del teocintle”. La hipétesis de Mangelsdorf también fue confirmada aparente- mente por'el descubrimiento de polen de Zea de 60 mil aiios de antigiiedad en un niicleo lacustre del valle de México (Barghoorn, Wolf y Clisby 1954). Este polen fue asignado al maiz por su gran tamaio en relacién con el polen de teocintle, ‘Aunque el antepasado silvestre hipotético de Mangelsdorf fue ampliamente aceptado por los arquedlogos, inuchos boténicos nunea ereyeron en él, En particular Beadle eta escéptico porque su propio trabajo citalégico y genético sugerfa que el maiz y el teocintle eran de hecho la misma especie. En la iiltima déceda la’ investigacion renovada de laboratorio y el ‘trabajo de campo de Beadle sobre el teocintle lo, habjan levado a las siguientes ccnelu- siones, que aparecen en otros dos articulos que deben leet los interesddos (Beadle. 1972, 1977): 1] El nuimero de diferencias significativas heredadas a través, de los: genes en forma in‘iependiente entre el maiz y el teocin- Ue"“no es grande: quizd de 6 a 10”. Esto se basa en la tasa de recuperacion de tipos “‘parentales” puros entre 50 mil hibridos dé segunda generacion de maiz y teocintle que crecen en el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maz y el Trigo (CIMMYT), cerca de la ciudad de México. 2] E} téocintle —que se puede comer después de molerlo en un mortero o de reventarlo como el mafz palomero— se puede conver- ir en una planta alimenticia utilizable con més facilidad mediante s6lo dos mutaciones: “una, a un raquis que no se abra, de manera 250 ue los frutos no se diseminen y se pierdan como alimento; la otra, a una envoltura frutal suave. de modo que las semillas se pue dan ‘desgranar’”. No se sehe cusntos genes controlan el endureci miento del raquis, pero un solo gene —el llamado “alelo tunicado”-- puede producir glumas suaves y una menor tendencia a abrirse. 3] Las pequeiias masorcas de una pulgada de longitud de las cuevas de Tehuacdn, que Mangelsdorf interpret como "maiz silvestre”, pueden ser interpretadas con igual facilidad como “estadios en la transicién del teocintle al maiz mediante la selec: cin humana”. En la segunda generacién (y en posteriores) de hibridos de mafz-Leocintle, se recuperan fécilmente mazoreas que soles asemejan de cerca. Se dice que tienen mazorcas “fragiles”; posiblemente una persistencia del raquis quebradizo del teocintle. Algunas de ellas son de dos filas (dfsticas), es decir, tienen dos hileras de semillas; otro rasgo del teocintle, Para finalizar, las mazoreas tempranas tienen glumas suaves y largas que sugieren un alelo tunicado. Para Beadle no es necesario proponer una “introgresién det teocintle” para estos especimenes tempranos del maiz, sino simplemente una “ascendencia del teocintle”. 4) Bl ma‘z silvestre postulado por Mangelsdorf no podria haber sobrevivido en estado silvestre porque no tenfa ningin mecanis- mo de dispersion de las semillas; la mazorea es una '‘monstruosidad hecha por el hombre” que ninguna otra gramfnea tiene, y ésta es tuna de las razones por las cuales el mafz domesticaco no puede sobrevivir sin la intervencién humana, Sin embargo, se nos pide que creamos que sobrevivié hasta la conquista espaiiola, y luego se extinguid en el término de 400 aftos. 5) Se debe sefialar que la teoria de Mangelsdorf no ha per manecido estatica frente a la critica. Mientras que antes considera. ba al teocintle demasiado diferente del maiz para haber sido su antepasado, ahora propone que aparecié por mutacin del maiz silvestre (Mangelsdorf 1974). A esto Beadle (1977:632) responde: “Si el maiz pudo haber dado origen al teocintle, lo inverso tam- bién debe ser posible y mucho més probable, ya'que el teocin es una planta silvestre muy exitosa y el mafz no.” Otro articulo que deberfan leer totlos los arquedlogos interesa- dos en los origenes del maiz es la reciente sintesis de Walton Galinat en la ‘Annual Review of Genetics (Galinat 1971). Galinat, 2En base @ wn solo mulante tunicado recuperado en su "'cosecha de teocintle” de 1971 en Guerrero y Valle de Bravo, Beadle (comunicacion personal), celeulo que la frecuencia del alelo tunicade en esa poblacion silves: tres es de'l en 70 000-75 000. 251 anise por largo Liti.po a giado con Mangelsdorf, y quizs la prineipa! auto Fidad en anatomia del maiz, expone los siguientes puntos que yo puse else comillas para distinguirlos de mis propios comentasios! 1) “BI teocintle y el maiz se cruzan cesi libremente y sus hy- bridos son del todo fértiles, tanto para reproducirse como para volver a.cruzarse en cualquiera de las dos direceiones.” El (eocintle y el maiz tiene el mismo nitmero de cromosomas (n= 10); como lo mostraron Emerson y Beadle (3932), sus cromosomas son de igual longitud y sus brazos tienen igual tamafio; sus cromosomas se aparean de manera paquitene; tienen en esencia las mismas fre- cuencias de entrecrizamiento; donde se conoce, Ia posicién de diversos genes en los ctomosornas es similar. 2] Los estudios anatémicos (Galinat 1970) fuestran un “claro igo de union entre las mazoreas de maiz y la envoltura fratal cupulada de! teocintle”. En otras palabras, la cripula que sdstiehe a Ja semilla en las mazorcas de maiz tanto arqueolégicas como modernas evoluciond casi seguramente de la envoltura cupulada del teocintle. Esto apoyaria con fuerza la opinion de Beadle, ya que la de Mangelsdorf postulaba que el mafz silvestre no tenia envoltura, ‘ 3] Simplemente no es verdad que todo mats tiene un polen que es mayor (y por tanto distinguible) del polen del teocintle. Esto es cierto sélo para cuatro de diez, variedades de teocintle; otros estudios "no sélo muestran que el tamaio del polen en la mayoria de las razas de teocintle supera al del mafz chapalote, sino que un teocintle, el Jutiapa, tiene un polen significativamente mas grande que esta raza de maiz primitivo”. Galinat hace refe- rencia al chapalote (una “‘antigua raza indigena” de mafe mexica- no) por su gran similitud genética con el mafz més temprano de Tehuacin, y ademés.se refiere a una demostrada “‘correlacién entre los didmetros del polen y la longitud de la mazorca en las razas de. maiz en México”. As{, hay una incongruencia entre ol gran tamafio del “polen fésil de maiz silvestre” de 60 000 afos de antigiiedad encontrado en el valle de México (Barghoorn, Wol y Clishy 195.1) y' el menor tamafio del polen Jel mai: Galinat sefiala que las diversas técnicas de preparacién que sé usan para el andlisis del polen —glicerina, Acido léctico, acetdlisis, etcétera— pueden tener un gran efecto sobre el tamafo del grano, volviendo no coriparables los resultados’ de dos estudios palino- légicos, Mas aiin, cuando un microscopio explorador de electrones se hace girar sobre la superficie del polen dé,maiz y de teocintle, no se puede detectar ninguna diferencia significative, por lo menos. hasta “ahora (cfr. Banerjee y Barghoorn 1972), Esto sugiere, con fuerza que son la misma especie 252 - 4) La idea de que el "maiz zilvestre” se extinguid por la com petencia del_maiz domesticzdo o por el sobrepastoreo de nimmales Inbroducidos par Tos espatoles os dudes supone que” él “nave evertee CHgimal-Tue incupos Ge maavUATIe lak faerie que el teocintle ha resistido con tanto “éxito”, El teocintle no sdlo sobrevive a pesar de la fuerte competencia del mafz, sino que “el ganado, lejos de destruir por completo al teocintle, tiende a diseminarlo por medio de sus excrementos” (cfr. Wilkes 1967). 5] “Los resultados de estudios recientes de patrones electro. foréticos de proteinas de reserva son congruentes con la hipotesis de que el maiz es teocmlle domesticado, "Este comentario, basado en trabajos de 0-G. Walnes (1972) aé-ve fortalecids por trabajos recientes de Robson-y Konlande (1972) y de Cowan (1972), que muestran que el mafz y el teocintle tienen una combinacion nu. tricional y equilibrio de aminodcidos semejantes, 6] “Las mazorcas de mafz arqueolégicas mds antiguas que se conocer de Tehuncin, México, de alrededor de? O00 kos deudan, de las qu'se Ha autients que aon las dol ate Rlvestre Tasctigh ‘pueden ser interpretadas como carespondientes-a los estedios berm. pranos de la transformacién del teocintle en maiz. Todas estas imaroroas peimitiva tiehan cipulas que podrian haber evoluciona- do directamente de la envoltura frutal del teocintle y algunas de ellas tienen dos hileras y muestran interespacios cupulados como en la espiga pistilada del teocintle.” wet Este comentario final, de un boténico especializado en anato- mia que ha manejado todos los especimenes de maiz més antiguos de México, ‘es quizd la mejor exposicion del estado presente de nuestro conocimiento. Si futuros estudios prueban que 2] maiz es_un descendiente domesticado _altamente evolucionado del Teacintle, la historia del maiz se convierte en algo mucho mas simple; ya ho ser ecesario plantear Ia total extincion de su antepasado silvestre, ni_postular tanta hibridizacion para explicar sus caracteres semejantes al teocintle. Independientemente de su ascendencia exacta, hora. parece que_el_ma{z_fue domesticado originalmente antes de 500 _a,C. Para entonces la seleccin humana de genes raros 0 mutantes habia progresado a tal punto que los ocupantes del valle de Tehuacdn tenian plantas con mazorcas disticas 0 polisticas, con glumas suaves y un raquis parcialmente endurecido, La seleccion @ hibridizacién posteriores, a lo largo de los 3 000 afios siguientes, produjeron un maiz que-compartfa muchos caracteres genéticos con las dos “razas primitivas” sobrevivientes, chapalote y Nal-Tel iDénde se domesticé originaimente el Zea? La antigua disper. sin silvestre del teocintle incluye gran parte de las tierras altas 253 | semididas, semitropreales, de dia corto, desde Chihuahya hasta Guatemala, Algunos boténicos piensan que las rasas de Jalisco son las mas parecidas al ma‘z, mientras que otros opinan que la raza Chaleo, de semillas grandes (nativa del valle de México) es la que se relaciona mas de cerca con él; Wilkes (1972) cree que las razas de teocintle de Guerrero y del sur de Guatemala son las menos semejantes al maiz. Algunos otros botinicos atribuyen les carac- teres similares al mafz de la raza Chalco al hecho de que ésta se ha cruzado repetidas veces con el primero, En el sitio arqueolégico de Zohapilco (‘Tlapacoya, cuenca de México) se han encontrado semillas de teocintle del tipo Chaleo en niveles que datan de 5090 a.C. (Lorenzo y Gonzalez 1970; Niederberger 1979).Sin embatgo, virtualmente al mismo tiempo (5050 a.C.), aparecen especimenes de verdadero maiz en ja cueva de Coxeatlin en el valle, de Tehuacan.-En la cueva do Guild Naquitz, Oaxaca, aparecen pequefios granos de polen, que sc cree son de teocintle, en niveles fechados en 7400-6700 aC. (Schoen. wetter 1974; Flannery 1973); pero no hay ninguna evidencia de domesticacion en esta época’en forma de restos de planta de verdadero Zea mutante, En verdad et material real de teocintle Procedente de cuevas secas en México es més raro que el material de maiz, quizd porque las semi!las son pequeiias y puccien pasar inadvertidas, a menos que se usen cribas finas, Otro problema es la posibilidad de que las razas_actuales de teocintle puedan no dar un indicio respecto a los origenes del mate Porque ya no son razas silvestres puras, sino que se han convertido en razas de s (1972), en 10000 aC. el ‘maleza de haber sido un antepasado més apropiedo ‘ocintles sobrevivientes_que han_tenido_que izarse para sobrevivir y que han llegado a ser ‘romedos del inaiz"” a medida que invacian las milpas; la raza Chalco es partici lnrmente mimética del maiz, Y Galinat (1971) seftala que e) mais domesticado. y el teocintle actual, habiendo intercambiado genes durante miles de anos, han evoliicionado juntos y son quiza mas similares de lo que serian-de otra manera,“ e60 contribuye el hgcho de que, segiin.se anfiere de muestras arqueologicas ¢e plan- tas (Smith 1969), los agricultores pfehistéricos parocen haber alentado en sus campos el cruce del teocintle con el maiz, Ademas de una dosis de‘vigor hibrido, esto dio al maiz’ resistencia a la sequia y alas heladas. . En suma, teriemos pocos datos para determinar con precision los origenes del cultivo. del Zea, excepto la fecha muy temprana de las pequefias mazoreas de Tehuacan, valle en'el cual nunca se ha recolectado teocintle silvestre. Sabeinos atin menos acerca de 254 por qué se inicio Ie comesticacién, como lo mostraré el models tentativo dy ::ue s¢ habla enseguida, Un modeto para el eultivo temprano del mate: Estadio I Supongamos que el teocintle (0 incluso"un maiz silvestre hipoté: tico’ igualmente poco apetitoso) fue el Zea ancestral. ;Por qué habria sido domesticada una plonta tal? Antes que nada, las fechas can que los guajesy lus cw os 0 mds antes de e Te gico asi, Tas téonieas Dba: 1. En segundo Tigar, es dudoso que ‘a uviera algo’ que ver con los origeries i 8000 a.C. la poblacion en areas como el el valle de Oaxaca atin era extremadamente valle de Tehua u baja; en verdad, no ereo que los datos arqueoldgicos apoyen siquiera el argumento de un aumento en la poblacién entre 8000 y 6000 a.C. Aun cuando Niederberger (1979) tenga razén en su hipOtesis de la vida semisendentaria alrededor del lago de Chaleo en los tiempos precerdmicos, no veo ninguna evidencia de que-las poblaciones precerdmicas de la cuenca de México hayan sido tan grandes como para ‘'forzar’” la agricultura entre los habitantes de ‘esa regidn. En treo lugar, no puedo ver en los registros de polen para el México preceramico ninguna evidencia de ambiental que podria haber alentado el cultivo del m de 5000 a.C. ot ee ja | __ Segtin “el modelo presentado al principio de este articulo, sospecho que el cultivo del Zea fue otra actividad que se inicié de manera experimental durante Tas estrategias de altos “Iluviosos” y se extendio gradualmente a las estrategias de los afios “secos” y “promedio”, a medida que “resultaba” en términos de calorias y proteinas recuperadas frente a la biisqueda y el esfuerza de proce- samiento_invertidos. Suponiendo que el teocintle haya sido el antepasado silvestre, sospecho qué el Zea se leva mucho tiempo para “resultar” a causa de su raquis quebradizo, el revestimienitc endurecido de las semillas y su general falta de sabor. ‘Sin embargo, una planta igualmente insipida parece haber sido. utilizada durante este periodo: la Setaria o “cola de zorra”, que resulta itil comparar con e} Zea. Tanto la Setaria como el teocintle son plantas nativas de las barvancas tributarias situadas a lo largo de las laderas piedemontanas de los valles semiaridos en los altipla- ‘nos mexicanos central y meridional. Eni areas como Valle de Bravo 255: -que la Setaria, Pero Beadle ha ex} Chilpancingo las dos gramfneas aparecen juntas en denges man- thones en este biotipo algo mas héredo, lejos del suelo del valle principal. Las dos tienen un requis frigil_y requeririan mucho Trabajo. para su cosecha ¥ preparacién en rélacion con otras plan- tas, Sin embargo, una diferencia es fa plasticidad genética mucho mayor del Zea, Ya Setaria, un micmbro del grupo Panieae y por tanto periente lejano del mijo, aparece en coprolitos humanos procedentes de las cuevas que estudié MacNeish tanto en Tamaulipas como en Tehuacdn. Segin Eric Callen (1967), quien la lam “el primer cereal del Nuevo Mundo”, las semillas de Setaria estaban presentes fen coprolitos -de_la fase Ocampo en la Sierra Madre, de .T'a- maulipas (4000-3500 a.C.), de la fase La Perra de la sierra de ‘Tamaulipas (ca, 3000 aC.) y de la fase de El Riego.del valle de ‘Tehuacén (cd. 5500 a.C.). La especie-de Ocampo (Setaria, geniculata) xnuestra una posible seleccior del _tamaino de los-gra- nos; habia “bastante cantidad de granos definidamente més gran- des y mas gruesos de lo normal” (Callen 1967:535). Callen que lor ocupantes de Tas cuevas de Ocampo incluso podrfan haber cultivado Ia Setaria antes de la introduccién del mafz, alrededor de 2200 a.C. En esa parte de Tamaulipas el porcentaje de coproli- tos con semillas de Setaria se elevd de 30% (en 4000 aC.) a 50% (en 1400 a.C.); después bajd a 14.5%, posiblemente porque la Setaria se convirtié en un alimento sin importancia luego de la introduecién del maf. Es interesante que en Tehuacdn, donde el maiz estaba presente-en fecha,tan teraprana como 5000 4.C., parece que no hubo selecci6n del tamanq de las semillas de” -Sefaria, Esto podria significar que hubo iienos interés en el cultivo de la Seto donde el maf aparecié muy temprano, Resulta de interés observar qué la Setaria y el teocintle a me- nudo comparten el mismo hébitat,inadtirando la primera un poco antes y el dltimo un poco después, én el otofio. Ambos se pueden moler para producir masas dzimas toscas, pero de sabor agradable, ‘que se cuecen sobre une Iajaplana. El teocintle tiene una gran cantidad de fibra —hasta 53%» pwede ser més dificil de preparar erimentado en si mismoy en sus:colegas lo bastante como para mostraf.que un consumo diario de 150 gramos de harina de.teocintle no tiene efectos nocivos (Beadle 1977:22). . Eee ~ Los datos arqueolégicos:sugieren que plantas como laiSetaria -el tsocintiereprerentaban en realidad una minting pate de una dieta_que hacia énfasis en ef nopal, la tuna, el maguey, el mezqui- ‘@;_las_bellotas, el rompecapa, el aguacate silvestre, conejo, la tortuga de agua dule nado, el y la_paloma (Flannery, 1968), 256 287 les: nopales, guiai calabacitas, eteétera. Codice Floren. ino, lib. 8, cap. 19, wuestos del tianguis especializados en hierbas comes quelites, frijoles tiernos, Plantas que se vendfan en los p y flores de calabaza, £50r. Sin embargo, en un aio himedo los recolectores de alimentos podfan conta con una buena cosecha de Setaria en las barrancas tributarias, y los datos de los coprolitos indican que asi lo hacfan; si se quedaban en la misma barranca, podfan aurentar la cosecha de Setaria con teociatle, el cu juraba un poco después mismo habitat, La gran’diferencia:es que no importa cudnio se eleccione y se’ plante Ta Setaria, ésta seguir sienclo Ta mism ba insfpida. En cambio, si Beadle tiene ra2bn, el teocintle Fespondié_al-cultivo—_yla_seleceion con ie de" cambios ‘genéticos Tavorables que To alleraron_en Ja direccion del mate, ~Y esto” pttede-huber-inelinaclo-lir balaniza-a favor de-una-atencior cada vez. mayor al género Zea de parte deLhombre, acompaiiada de luna atencién menor al género Setarig: Un modelo para el cultivo temprano det'niaiz: Bstodié i1 En el intento de descubrir por qué aumentaria ol hombre el cultivo del Zea hay una cantidad de variables que deben ser.cuantificedas,_ Estas incluyen a] la_productividad del teocintle silvestre; b) la productividad del teocintle cultivado; c} la productividad del maz primitivo: d] la productividad de la vegetacion competidora que CM! habrfa que eliminar durante el cultivo ye] las horas/hombre rela." fivas de trabajo implicaclas en Ta roza, el cultivo, eteétera, Diversos miembros del proyecto, de ecologia humana de la Universidad de Michigan, en Oaxaca, han tratado (en colaboracién con George Beadle) de cuantiticar estas variables. Nuestros resultados, que se deben tomar sélo como preliminares, son Jos siguientes. 1) Bn 1971 Richard. Ford y yo medimos la productividad de parcelas_miuestra_de_teocintle silvestre durante la “cosecha de teocintle” de Beadle en Guerrero y Valle de Bravo, México (Flan- nery y Ford 1972), Nuestra pareela menos productiva —en una Jadera pedregosa que probablemente se aproximaba a las condi- ciones silvestres naturales— rindié tun céléulo de 805 Ke por hects- rea, Puesto que el 50% de la semilla es fibra no comestible, esto Se puede corregir a 152.5 Kg por hectarea, o menos que el produc- to de una mata de mezquite silvestre (véase abajo). Nuestra parcela tmés_productive en una milpa abandonada (en barbecho), que probablements” se aproximaba-n las. mejores condiciones de cultivo~ rindié un’ edleulo de 1 254 Kisporhectérea, rendimiento (coregide quitando la fibra) de 625 Kg. por hectirea, Bsto es comparable a los rendimientos de los cerepled, silvestres del Cerca- no Oriente (Zohary 1969), pero es probable que s6lo se pudiera lograr on circunstancias excepcionales, ~~ 258 Gullivos de la tierra caliente poblada por los antiguos tlalhuica: matz, chile, algodén y drboles frutales. Cédice Florentino, lib. 10, £. 136r. 2] Robert D, Drennan (1973) supervis6 el cultivo 4 inilpa-de teocintle Chalcu en el valle de Oaxaca en 1972. Bl imiento fue de 161 Kg por heclarea, corregido por Ia fibra, el producto seria de alo BO Kg por hectirea, ms 0 menos el celou- Indo por Kirkby para el maiz de 5000 a.C. (véaer abajo), Sin embargo, dos factores levaron a Drennan _a creer que éste e cmiimiento-por abajo de Jo normal. Bn primer lugar, 1972 f tun afio de sequia en el cual muchas cosechas de maiz en el area se perdieron por completo. En segundo lugar, en_vez de_seguir flgin modelo de cultivo prehistorico del teocinle las plantas fueron espaciadas con la distancia tipica para el maiz; en retros- pectiva, Ta milpa experimental pudo fy Faber sido plant vung Rensidad doble. A. esto. podriamos afadir el hecho de que el teocintle Chalco, adaptado a 2300 m de altura sobre el nive! del mar, pudiera no darse tan bien a 1 500 m. Con todo, el experi- tnento nos da una idea de los riesgos del cultivo del teocintle en una los altiplanos mexicanos —con mayor frecuencia matas de mezqui fe (Prosopis juliflora)— tendria que ser desmontada para permitir ivo, Cerea de Mitla, Oaxaca, medimos la productividad de Vainas comestibles de mozquite procedentes de esas_matss; el Yendimiento mas alto fue de 184 Kg por hectarea, con rendimientos promedio de 160-180 por hectatea. Asi pues, sin tomar en cuenta por_eL momento ninguna diferencia nuiricional entre el Prosopis } el Zea, dificilmente pareceria que valiera la pena desmoniar el mezquite_nativo de Tos Wanos aluviales a menos que se | esperar un producto més alto que los 180 Kg porhectérea._ '4] Estudios recientes de campo de Anne Kirkby en Ozxaca (1973) muestran que los agricultores zapotecos de Oaxaca no consideran que el cultivo y el desmonte del terreno valgan Ja pena & menos que se pueda esperar un producto de cuando menos 200 2.250 Kg (de maiz desgranado) por hectaea, 5] Kirkby también descubrié tuna relacién regresiva lineal éntre la longitud de Ja mazorea media y el rendimiento en Kg por hectérea para las milpas zapoteces. en el valle de Oaxaca (Kirkby 1973). Basindose en esta yelacidit y utilizando cifras sobre la longitud media de las mazorcas recuperadas en las excava- ciones de MacNeish en Tehuacdn (y las nuestras en Oaxaca), caleulé Iuego un “rendiriiento probable" para diversos periodos de la prehistoria. Bstos célculos-se basan en Ia suposicién ‘de una’ propereién mazorea-planta como la actual, mientras que Beadle sospecha que el maiz primitive puede haber tenido més mazorcas por planta 260 Parcelas de cultive con maiz, gealabaza?, chile y frijol. San Juan Huautla, Panuco, ¢, 1598. Archivo General de la Nacion, vol. 1871, exp. 1, f, 28. Pareélas con siembras de matz, algodén, frijol y chile, en ‘'ecomax- Uahuaca, Mixteca Baja, Oaxaca, siglo XVI. Archivo General de la Nacién, Tierras, vol. 2692, exp. 16, f. 24. 261 (como ¢l tegcintle); no obstante, Jos presentamos, en lugar de cualesquiera otros célculos. Las mazorea: rus tenpranas de Tehuacdn sugieren un producto de s6lo 60-80 Kg por hecté- rea; _mazorcas precerémicas posteriores (ca. 3000 e.C,) sugieren rendimientos de 90-120 Kg por hectarea, Segin las cifras de Kirkby, el mafz no eruz6 el umbral erftico de los 200-250 Kg hasta algiin momento entre 2000 y 1500 a.C. Esto est notable- mente cerea del perfodo real en que las aldeas permanentes en tierras aluviales buenas para la agricultura (0 que las dominaban desde lo alto) se convirtieron en el tipo dominante de asenta- miento en Mesoamérica, Rendimientos de 600-800 Kg. por hectarea (como cn los. cereales silvestres del Cercano Oriente) piiéde que no hayan Iegado a ser comunes. hasta unos siglos Gespués de que la vida aldeana se habia establecido en, México, 6] Atin no tenemos datos confiables respecto a las horas/ hombre que se requieren para cosechar una hectérea de teocintle silvestre, culfivar una hectarea de teocintle domesticado o rozar na hectérea de matas de mezquite, S6lo tenemos las cifras de Drennan (1973) de su cultivo de teocintle en Oaxaca, las cuales, indican que la cosecha y la trilla asciondon a cerca del 50% del trabajo invertido. Por lo tanto el cultivo puede requerir el doble del trabajo que la recoleccion d@ la planta silvestre. Sobre la base je su cosecha de Guerrero (véase arriba) Beadle sugiere que un hombre podria tal vez cosechar un litro de teocintle por hora, golpeando las semillas para que caigan sobre una manta, E~ —"Nusstta cuantificacion tentativa de algunas de estas variables nos permite completar el segundo estadio de nuestro modelo. Supcngamos que el teocintle fue domesticaco en algin lugar dei habitat himedo de las barrancas piedemontanes que comparte con la Setaria, S610 en las mejores condiciones, como pionero secundario en abanicos aluviales muy hiémedos, se aproximaria a la productividad de los cereales silvestres del Cercano Oriente, y ol teocintle es ain més dificil de cosechar y procesar, ya que la initad es fibra. En muchas reas no habria valido le pena quitar la cubierta de mezquite de los principales lanos aluviales riberefios para cultivar esa planta. Una estrategia mas razonable habria sido dejar'el mezquite en el suelo del valle para que produjera sus 180 Kg por hectérea cada ano, mientras se cultivaba teocintle en fas barrancas piedemontanas, que eran su, ambiente. (Nuestras cifras sugieren que el teocintle probablemente podrfa haber producido un promedio de 150-200 Kg por hectarea, legando a 800. Kg en condiciones excepcionales, pero cayendo por debajo de.100 en aos de sequia.) Que esa estrategia se usaba lo sugiere el hecho de que por miles de afios después de que el Zea habia [sido doimesticado no aperecio en Mesoan jca ninguna aldea en) el fondo de Jos velles aunque MacNeish (1964) est conveneido de que habfa pequeiws asentamientos de casas en hoyos eo las] barrancas tribstarias, Los indigenas dividian su tiempo entre]. estos diversos biotipos y probablemente no consideraban ninguna| zona mas “crucial” que las otras, Pero el cambio genético gradual que condujo’a una mazorcal més grande, con el tiempo elevd la productividad minima del| Zea a 200-260 Kg por hectérea o més. En algtin punto antes dé 1500 a.C, —la fecha exacta puede variar de un valle a otto—| cruz6 el “umbral” que los indigenas sintieron hacfa que valieral la pena desmontar las matas de mezquite para el cultivo. Alrededor ‘de 1300 aC, aldeas permanentes de varas y enjarrado en los prin cipalés Hanos riberefios (0 domindndolos) tenfan amplia difusién| desde la cuenca de México’ hasta Guatemala, ¥ cuando los indige- nas'sacaron el mafz de las barraneas, también Mevaron a sus dos| compafieros pioneros —el frijol y las calabazas—- con los cuales| habia coexistido durante miles de altos, Si a esto agregamos el aguacate cultivado (Persea americana), originalmente también| nativo de las barrancas piedemontanas, tenemos los cuatro géne- 105 cultivados més comunes que se encuentran en toda Mesoamé- rica ya en 1800 a.C. Con ol maiz, que les proporcionaba los! carbohidratos, e! frijol y las semillas de calabazas, que les brindaban{ Jas proteinas vegetales, y los aguacates que les daban las grasas y aceites, los. primeros pobladores mesoamericanos se hallaban en! el camino a la civilizacion. 263 SS A FP A Pal a, J senypy, ap seaono uo (‘O° ugonyeyy9p a1 0008-0908) | seioninsod ‘uppzoxog 2p saan *(0/e, 0808) (are) Bypass apes seosozeUr FL SOS) THK fenu fp ud svotodess gt shou 093 . “ooneeyt 2p "earxeg 9p‘s8h “rInbeN ‘aie ‘oopdegoz us "O'F pp-aInSuRSIP epend 25 efuII0% FIND ap easTo"“(‘O'F 00L9-00FL) (2ns9093) Os0Sep fouls foo sens 9p Uezod [o i eynanp es L]aepOT, De safenlU so] we uejod op rOURID — BuODIIUL 297 seat sntung us “0's ose sod ove ap orouine anole wsIleD fOr -wegenueg 2p (Ep s93uep “COOP sOPEpAITE wFDENWAL Ge EON aleA “uRTEDKOD ep tadha' (Ze (¥HO7-9P tlo0) “Spuiop aqioyes ei © eqeMGiS WaIeS O00L) INXX Teal fe we FeEWO S'0 20139 (Aeeéaa jot) casieoxog 9p nana (‘9"° srurej"30 a aqueoujaves Ensen un OTOE) TIIA Teale fp SELES BIT srivernye sisa9%20 ‘9°8 0108) ITA sedi : snewey & uysendeg ap seisyuns _-sedyneumey ‘odweag “9'= 008% Sot ap Tepepit SeureA Anusseyoas oxed ‘euonbed extonye gop aniua sp uRepeND-sEUTEA g sUoshna SmIORFOYE : sonsants 2209 : ‘ {epsonseacn> , “upoenyey, “-opzpaze wos oduitag 2p s2i0f8 sOpep91u> ‘umneoxog ap e189 uo ‘D'S. (50 and sei Uridey ‘sopransau! tofta) sneuroan9 00g syuowepeutxoade ap T...-op wozen} opuyns oxBey 9 ON, é ee smostoyd ; ‘odurets [9p seneay © soe “sdurny, ‘oduitap ue ‘9:2 oogs & “sod muswrenpedd sepeceiduioes Q00L ante Prim inbEN Fund “Oe snasants osony sonisesiis SOpepeliEs seg GOLS-OOLS Sere So] UB-+ ODT s0pede:8 [ols dequanaasdne sondau siuad Fojoenbu9 seu0}2104y. souojuswog ——spulsoaiBquoantuasavoiauedy 0] 3p a.quoN (6161) s9820920721N Srges sovreiuewo3 ep sana ‘(°F 0008) rk (De Tete) sagyontosud . 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Semillas carbonizadas en al nivel No hiy datos sélidos sobre 1a do- QESTE egiay 25 (6080 a.C.), Zohepiieo, valle ge z alegria; s6l0 el México. Gossypium 2 egpeulas del nivel XVI (5625 Ambas halladas en un drea de os Bireatur 2 ciPeISS, Ge Goxsatian, Tenua- tratigraffa perturbada; Stephens se (aleodén} ean muestra escéptico. cutible” del nivel 1X (@183.2.G;}, én la eueva 0 Coxealié, 6 67 Sle lee el ie. 6d, ie ee Ree ee eee ee I

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