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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN ANDRÉS

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


CARRERA DE DERECHO

DOCENTE : DR. FRANZ REMY CAMACHO

ASIGNATURA : HISTORIA DEL DERECHO ROMANO

NOMBRE : JOSE MANUEL MAMANI ESPINOZA

GESTION : 2020
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

S A L A   C I V I L

Auto Supremo: 268/2015

Sucre: 24 de abril 2015                

Expediente: CB-1-15-S

Partes: Richard Walter Bautista Bernal y Patricia Muñoz Aldunate. c/ Rufino

            Villarroel Galindo y Crecencia Rodríguez Ledezma.

Proceso: Reivindicación y acción negatoria.

Distrito: Cochabamba.

VISTOS: El recurso de casación en la forma y en el fondo de fs. 252 a 255 de obrados interpuesto por  Carmen
Jhanedt Muñoz de Ricaldez en representación de Richard Walter Bautista Bernal y Patricia Muñoz Aldunate,
impugnando el Auto de Vista Nº 247/2014  de fecha 6 de octubre de 2014, pronunciado por  la Sala Civil  Primera del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, dentro del proceso de  Reivindicación y acción negatoria,
seguido a instancia de  los recurrentes mediante apoderada contra Rufino Villarroel Galindo y Crecencia Rodríguez
Ledezma, la respuesta del recurso de fs. 258 a 259, la concesión de fs.260 los antecedentes del proceso y:

CONSIDERANDO I:                                         ANTECEDENTES DEL PROCESO:

Carmen Jhanedt Muñoz de Ricaldez en representación de Richard Walter Bautista Bernal y Patricia Muñoz Aldunate
inició proceso ordinario de reivindicación y acción negatoria contra Rufino Villarroel Galindo y Crecencia Rodríguez
Ledezma indicando que son propietarios de un lote de terreno sito en la Localidad de Yacanahuyo, comprensión de
la Provincia Punata, con una superficie de 579 m2, adquirido por compra venta del Banco Boliviano Americano y a su
vez el Banco Boliviano Americano adquirió dicho lote por subasta y remate, el mismo que fue de propiedad de
Justiniano Ortuño Claros y Ercilia Salazar de Ortuño. Sin embargo, desde algún tiempo mientras sus poderdantes
tuvieron que ausentarse al País de Italia por motivos de trabajo, Rufino Villarroel Galindo y Cresencia Rodríguez
Ledezma con el argumento de haber adquirido de su anterior propietario Justino Ortuño Claros el 50% del referido
lote, se introdujeron en el mismo habiendo, en forma clandestina, construido tres habitaciones.

Contestada la demanda por los demandados en forma separada, Cresencia Rodríguez Ledezma fuera de plazo y
Rufino Villarroel Galindo negando la demanda, indican que ellos han adquirido el 50% del inmueble de su anterior
propietario Justino Ortuño Claros, cuestionan la personería de la apoderada de los demandantes y oponen las
excepciones perentorias de improcedencia, ilegalidad y falta de acción y derecho.

Tramitado el proceso por el Juez de la causa, pronunció Sentencia Nº 147/2012, de fecha 24 de septiembre de 2012,
la misma que fue anulada por el Tribunal de Alzada, por Auto de Vista de fecha 24 de mayo de 2013, por haberse
emitido fuera del plazo establecido por el art. 204 del Código de Procedimiento Civil. Emitida la nueva Sentencia Nº
14/2014, de fecha 4 de abril de 2014 de fs. 219 a 221 declaró probada la demanda de reivindicación y acción
negatoria e improbadas las excepciones perentorias de improcedencia, ilegalidad, y falta de acción y de derecho.
Con costas. Por la acción negatoria se declara en función del art. 1545 del código Civil la prevalencia del título de
propiedad de los actores Richard Walter Bautista Bernal y Patricia Muñoz Aldunate, de fecha 29 de junio de 1998,
con relación al documento privado reconocido, sin registro en Derechos Reales de los demandados Rufino Villarroel
Galindo y Cresencia Rodríguez Ledezma, cursante de fs. 90-91. En el plazo de un mes de la ejecutoria de la presente
resolución la parte demandada debe reivindicar y entregar el bien inmueble a la parte demandante sito en la zona
de Yacanahuyo de esta localidad, provincia Punata, de una extensión superficial de 579 m2. Asimismo a efecto de no
ocasionar un enriquecimiento ilegítimo y en aplicación del art. 1453 Parágrafo III del Código civil, se dispone que los
propietarios reembolsen el costo de la construcción, cuyo monto será averiguable en ejecución de Sentencia.

Contra esta Resolución Rufino Villarroel Galindo y Crecencia Rodríguez Ledezma interpone recurso de apelación, en
conocimiento del mencionado recurso la Sala Civil Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,
pronunció Auto de Vista Nº 247/2014, por el que anuló obrados hasta el decreto de admisión de la demanda, y en
ejercicio de la potestad establecida en el art. 333 el Código de Procedimiento Civil, ordena a los actores cumplan con
los requisitos extrínsecos e intrínsecos de admisibilidad y fundabilidad de la demanda de reivindicación, conforme
los lineamientos señalados en la resolución.

Contra esta determinación de Alzada, los demandantes a través de su apoderada legal interpusieron recurso de
casación en la forma y en el fondo el mismo que se analiza:

CONSIDERANDO II:                             DE LOS HECHOS QUE MOTIVAN LA IMPUGNACIÓN:

Indican que si bien es cierto que demandaron la acción de reivindicación por el 50% del lote de terreno, la demanda
fue admitida por el total del predio de sus mandantes, conforme se desprende del Auto de fecha 28 de mayo de
2010, cursante a fs. 27. Continúa manifestando que los demandados a momento de responder a la demanda, no
observaron si la demanda era del 50% o del  100%, del lote de terreno, asimismo al interponer recurso de apelación
en ningún parte solicitaron que se anule obrados y mucho menos que este proceso no sea procedente.

Manifiestan en que el Tribunal de Alzada violó los arts. 190 y 236 del Código de Procedimiento Civil, porque imponen
al Juez de la causa la obligación de pronunciar Sentencia que contengan decisiones precisas y concretas, recayendo
en las cosas litigadas en la medida en que hubieran sido demandadas,  no pudiendo el Juzgador apartarse de ese
marco jurídico, sin embargo el art. 236 del Código de Procedimiento Civil establece que el Auto de Vista debe
circunscribirse precisamente a los puntos resueltos por el inferior y que hubieren sido objeto de apelación y en el
caso de Autos el apelante solicita dos cosas la primera que se revoque la Sentencia o lo segundo se determine
probadas las excepciones de impersonería, improcedencia, ilegalidad, disponiendo se mantenga su posesión
conforme a la compra venta, lo que supone que  los parámetros de la apelación estaban claramente definidos, sin
embargo el Tribunal Ad quem, pasando por alto dichos parámetros, resolvió cosas y derechos que no fueron
apelados, ya que en ningún momento se solicitó que el presente proceso fuera anulado por la improcedencia de una
acción de reivindicación sobre un inmueble en acciones y derechos.

Reclaman que siendo claros los puntos de apelación, los cuales delimitan los hechos sobre los cuales debe
pronunciarse el Tribunal de Alzada, en el caso de Autos no sucedió así, dando lugar a la violación del art. 236 del
Código de Procedimiento Civil y sin haberse solicitado en el recurso de apelación el Tribunal de Alzada realiza una
valoración  de la prueba producida en primera instancia y en base a una supuesta correcta valoración, no solo aclara
que la demanda no corresponde sino que de manera ultra petita  Anula obrados hasta el decreto de admisión de la
demanda principal, por lo que el presente proceso fue prácticamente envano, ya que no dirimió derechos de las
partes encontradas.  Finalmente indica que se dio un alcance incorrecto y aplicación indebida al art. 1453 del Código
Civil, por lo que se ha demostrado que el inmueble en cuestión pertenece a mis mandantes, derecho propietario que
se encuentra debidamente registrado y en base a ese derecho se ha demandado la reivindicación de quienes
ilegalmente la detentan como son los demandados.

Recurso de Casación en la forma-  Incide que una vez pronunciada la Sentencia declarando probada la demanda e
improbadas las excepciones perentorias de improcedencia, ilegalidad y falta de acción y derecho, los demandados
interpusieron recurso de apelación solicitando dos cosas en específico se revoque la Sentencia o se declaren
probadas las excepciones interpuestas, pero en ningún momento solicitaron la anulación del proceso.

Menciona que el recurso de casación en la forma se funda en errores in procedendo, referidos a la infracción de
normas adjetivas incumplidas o mal aplicadas en la tramitación del proceso, en el caso de Autos mediante el recurso
de casación se denuncia que el Auto de Vista es un fallo ultra o extra petita, denominativo que se aplica a
resoluciones que otorgan más de lo pedido por las partes art. 254 inc. 4) del Código de procedimiento Civil,
asumiendo que el Tribunal de Alzada actúo con exceso de poder al determinar anular obrados, debiendo solo
circunscribirse al alcance de las peticiones de las partes y el no hacerlo implica que la resolución es incongruente,
constituyendo un defecto procesal o error “ in procedendo” que se sanciona con la nulidad de obrados.

Finalmente concluye su recurso solicitando a este Tribunal revisando y compulsando obrados case el mismo o en su
caso proceda  a anular el Auto de Vista y se disponga que se pronuncie nuevo Auto de Vista con la pertinencia de los
arts. 190 y 236 del Código de Procedimiento Civil.

CONSIDERANDO III:                                               FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:

Que hecho el análisis del recurso de casación en el fondo y la forma se establece que sus fundamentos en forma
general  giran en torno a dos puntos, el primero consistente en  que el Tribunal Ad quem hubiese actuado fuera del
marco de su competencia establecida en el art. 236 del CPC.

Sobre dicho tópico si bien nuestro ordenamiento jurídico procesal civil, establece un marco de congruencia
conforme al art. 236 del CPC para los tribunales de segunda instancia, empero, de acuerdo a una realidad actual y
latente, este Tribunal Supremo ha ido modulando la posibilidad de la repulsión y rechazo in limine de una demanda
bajo la teoría de la improponibilidad de la demanda ya sea, este objetiva o subjetiva,  con la finalidad de evitar un
despliegue de actividad procesal innecesaria con las trágicas y previsibles consecuencias que conlleva tramitar una
demanda por falta de fundabilidad o carecer de un interés tutelado por el ordenamiento jurídico en el caso de la
objetiva, y en cuanto a la subjetiva por la falta de interés sustancial en el actor para proponer la pretensión, es decir,
que los jueces de instancia al encontrarse frente a esta perspectiva pueden rechazar una demanda, extremo que
permite al Tribunal correspondiente una vez tramitada la causa aplicar una nulidad de oficio en aplicación del art.
106 del Código Procesal Civil  y como consecuencia de ello alejarse de los agravios denunciados en el recurso de
apelación.

En el caso en cuestión el Tribunal de segunda instancia  anuló obrados, bajo la óptica de la improponibilidad de la
demanda, extremo que en la forma resulta correcto, no implicando una vulneración del art. 254 del CPC sino en
aplicación de sus facultades y atribuciones, ahora otro resulta el tema a tratar, es decir,  si la nulidad dispuesta es
correcta, aspecto que  corresponde ser analizado  para que el justiciable aprecie si fue correcta la nulidad dispuesta
por el Ad quem.

El criterio para disponer la improponibilidad de la presente demanda por parte del Tribunal de segunda instancia
tiene como punto neurálgico  la no procedencia  de una acción reivindicatoria de acciones y derechos en este caso
en el 50% al considerar que sobre el bien rige la copropiedad, extremo que merece ser analizado  para lo cual
corresponde realizar las siguientes puntualizaciones:

La SCP Nº 0112/2012 de 27 de abril señaló: “…la constitución de 2009, inicia un constitucionalismo sin precedentes
en su historia, que es preciso comprender para construir, hilar una nueva teoría jurídica del derecho boliviano, en una
secuencia lógica que va desde la comprensión de este nuevo derecho hasta los criterios para su aplicación judicial.
Esto debido al nuevo modelo de Estado ínsito en el texto constitucional… con un rol preponderante de los jueces a
través de su labor decisoria cotidiana.”. Lo que significa que en este nuevo Estado Social Constitucional de derecho,
la primacía de la Constitución desplaza a la primacía de la ley, exigiendo de los jueces un razonamiento que desborda
la subsunción a la ley, en aplicación primaria de los principios y valores constitucionales.

Primacía constitucional, desarrollada en relación a la aplicación preferente que tiene la Constitución sobre todas las
normas que rigen en el ordenamiento jurídico Boliviano, en la Sentencia Constitucional Nº 0258/2011-R de 16 de
marzo se ha establecido: “…la Constitución es entendida actualmente no sólo de manera formal, como reguladora de
las fuentes del Derecho, de la distribución y del ejercicio del poder entre los órganos estatales, sino como la Ley
Suprema que contiene los valores, principios, derechos y garantías que deben ser la base de todos los órganos del
poder público, en especial del legislador y del intérprete de la Constitución. Así, en el Estado constitucional de
Derecho, las Constituciones tienen un amplio programa normativo, con principios, valores, nutridos catálogos de
derechos y garantías, que vinculan a todos los órganos de poder y en general, a toda la sociedad y, en ese sentido,
contienen diferentes mecanismos jurisdiccionales y un órgano especializado para velar por el cumplimiento de sus
normas, frente a la lesión o incumplimiento, dando vigencia al principio de supremacía constitucional”, Esta primacía
constitucional, exige de los jueces del órgano judicial un razonamiento que desborda la subsunción a la ley y por el
contrario requiera la aplicación de la Constitución conjuntamente la norma legal, pues la norma fundamental a
diferencia de la ley, no se aplica por el método de la subsunción sino que por el contrario se utiliza el método en
complementación y ponderación en relación a la ley.

En esta misma lógica la SCP 0140/2012 de 9 de mayo, razonó lo siguiente: “Desde la concepción del Estado
Constitucional de Derecho, la tramitación de los procesos judiciales o administrativos no debe constituirse en simples
enunciados formales (justicia formal, como mera constatación de cumplimiento de las formas procesales), sino debe
asegurar la plena eficacia material de los derechos fundamentales procesales y sustantivos (justicia material, debido
proceso y sus derechos fundamentales constitutivos y sustantivos)”. En este entendido Bolivia asume un nuevo
modelo de Estado a partir de la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado el año 2009, basado en el
respeto e igualdad de toda la sociedad boliviana, resaltando los principios y valores constitucionales en procura de
lograr armonía social, destinada a la consolidación del fin primordial del Estado Plurinacional que es el Vivir Bien.

Este nuevo modelo Social de Estado rompe con el anterior modelo de Estado liberal cuya característica es el
individualismo, que se resume en la defensa a ultranza de los derechos individuales, ya que en ese Estado liberal se
consideraba al particular como protagonista central de la dinámica de un Estado en sus diferentes funciones, por
otra parte el Estado Social que actualmente rige, pregona la protección de derechos fundamentales de las personas
en relación al bienestar social, dejando de tener una visión individualista, construyendo una visión social de impartir
justicia centrando su atención en la población como elemento principal de su organización y no en el individuo, y se
refleja en el sistema de derecho que rige actualmente.

Ahora bien, en este Estado Social, Constitucional de Derecho el rol que antes se le atribuía al  Juez o Tribunal ha
cambiado, pues, el proceso es un instrumento para que el Estado a través del Juez cumpla con su más alto fin, ya que
ahora los jueces y tribunales deben estar comprometidos con la consolidación de la armonía social y la justicia
material, sobre los cuales se cimienta su nuevo rol de garante de derechos fundamentales, en este entendido la SC
0035/2006-R y SCP 1916/2012 desarrollaron lo referente a la labor interpretativa de los jueces y tribunales de lo que
se concluye que esta interpretación debe ser desarrollada en resguardo los valores, principios, derechos y garantías
que rigen en la Constitución, porque constituyen la base del ordenamiento Jurídico Boliviano y el Sistema
Constitucional.

Por otra parte, hecho un análisis de manera somera de nuestro ordenamiento jurídico, no se establece la
imposibilidad de incoar este tipo de acciones en porcentajes o cuotas, entre comuneros o copropietarios, al efecto
corresponde citar el art.  14.IV de la CPE, norma Constitucional que de manera exacta refiere:  “En el ejercicio de los
derechos, nadie  será obligado a hacer lo que la Constitucion y las leyes no manden, ni a privarse de los que  estas 
no prohíban”,  criterio que se encuentra en armonía con lo establecido por el art. 15.III  de la Ley del Organo Judicial
025.

De acuerdo a lo delineado este Supremo Tribunal analiza, que conforme se expuso el Auto de Vista impugnado el Ad
quem en ejercicio de su facultad fiscalizadora en sujeción al art. 17 pár. 1) de la Ley 025, realizó el análisis sobre la
pretensión principal incoada por los demandantes y lo determinado en Sentencia por el Juez A quo, y siendo la
pretensión jurídica la reivindicación del 50% del lote de terreno en cuestión, determinó que la demanda cursante de
fs. 22 a 26 vta., resulta improponible bajo el fundamento de que “…no procede  una acción reivindicatoria  sobre un
inmueble  en acciones  y derechos, sino sobre una integridad; por cuanto, al encontrarse en estado de indivisión o co
propiedad, procede la división y partición a cualquier reivindicación”, anulando obrados in limine hasta el decreto  de
admisión de demanda de fecha, 28 de mayo de 2010.

Ahora siendo evidente la naturaleza de esta causa, corresponde un especial análisis por los mismos limites que
emergen de esta acción y los efectos que esta produce los cuales obviamente han de variar de una acción
reivindicatoria sobre el total de un bien especifico, correspondiendo en consecuencia a este Tribunal ante la
existencia de este vacio en la ley establecer cuales los límites que emergen de esta acción y las consecuencias que
emerjan de ella.

Al efecto corresponde ingresar al estudio del instituto de la reivindicación y doctrinariamente  es -Aquella que tiene
por objeto el ejercicio, por el propietario de una cosa, de los derechos dominiales, a efectos de obtener su
devolución por un tercero que la detenta-, de esta definición, se puede extraer un punto esencial para su
procedencia: .- Ser propietario, y a efectos de seguir desmembrando este punto es primordial señalar que
significa propiedad, según EL DICCIONARIO  DE DERECHO OMEBA TOMO III el
término PROPIEDAD significa:” Facultad legitima de gozar y disponer una cosa con exclusión del arbitrio ajeno y
reclamar su devolución cuando se encuentre indebidamente en poder de otro”  y en el mismo sentido  podemos
expresar la doctrina expresada por CAPITANT, el cual sobre el tema expresa, que es el:” Derecho de usar, gozar y
disponer de una cosa  en forma exclusiva y absoluta”.

En suma, se puede expresar que el derecho de propiedad permite reivindicar la cosa de manos de un tercero, es
decir el -IUS IN RE-, a efectos de ejercitar todos los derechos como se dijo  el -IUS UTENDI, FUENDI ETE ABUTENDI-,  y
los cuales están enmarcados en el art. 105 del sustantivo de la materia, de lo que se concluye que la acción
reivindicatoria en esencia es una acción de defensa de los derechos reales.

La definición dada se basa en un concepto donde el titular del derecho propietario es una persona, pero cuando en
los hechos el derecho propietario pertenece a varias personas en acciones o derechos, la doctrina denomina a este
hecho como condóminos, comunero o copropietarios, a este efecto podemos citar a  RICARDO J. PAPAÑO, CLAUDIO
M. KIPER GREGORIO A. DILLON Y JORGE R. CAUSSE quienes en su obra DERECHOS REALES TOMO 1  señalan: “la
definición legal dice que el derecho de propiedad pertenece a varias personas por una parte indivisa, lo cual nos
indica como afirma Salvat que el derecho de propiedad “se encuentra aquí fraccionado entre los diversos
copropietarios correspondiéndole a cada uno de ellos en la medida de la cuota parte que le pertenece: un medio, un
tercio, etcétera”, “…es necesario aclarar” … “que esta parte indica es una cuota ideal o abstracta del derecho del
dominio entero y que no  corresponde con ninguna parte física o materialmente determinada de la cosa”,  asimismo 
José Luis Lacruz B. Francisco  de Asis Achano R., Agustín Luna S., Jesús Delgado,  Francisco Rivero H. y Joaquín Rams
en su obra  Elemento del derecho Civil Derechos Reales  III  Derechos reales Limitados situaciones de cotitularidad
señalan: “cada propietario tiene un derecho de dominio pleno en cuanto a su extensión, pero limitado en lo referente
a su intensidad  por la concurrencia de los demás, de manera que cada titular le pertenecen todas las utilidades de la
cosa, aunque el ejercicio del derecho venga constreñido cuantitativamente por la coexistencia de otros derechos
iguales, situación de donde arranca el concepto cuota, como razón o medida en cuya virtud se limitan y armonizan
recíprocamente las posiciones de los  cotitulares”.

De las definiciones dadas nos quedamos con la última, ya que, al existir copropiedad, es decir, varios comuneros o
copropietarios,  esto no implica la división del derecho propietario por la situación de un bien mueble o inmueble no
dividido, sino que cada uno cuenta con la totalidad del derecho propietario, pero  por la situación del bien los
titulares del derecho en el ejercicio pleno de todos los derechos se ven  limitados, criterio que encuentra  coherencia
con lo establecido por los arts. 158, 159 y  166 todos del código Civil.

Teniendo en claro estos dos institutos sobre la reivindicación y la copropiedad,  corresponde analizar de manera
conjunta ambos, para establecer la viabilidad y alcances de la acción ahora incoada, para lo cual corresponde citar a
Enrique Silva Segura en su libro Acciones, Actos y Contratos sobre cuotas, pág. 162, editorial jurídica de Chile, quien
señala  “en la doctrina y jurisprudencia  argentina… hay autores, y una parte de la jurisprudencia que dan a ambas
disposiciones una interpretación  especial. Conceden por el todo la reivindicación cuando ella es ejercida contra
terceros extraños, y solo por la parte indivisa si el demandado es otro comunero.

No obstante para otro sector, el heredero solo puede reivindicar en la medida de su cuota, sea contra extraños (art.
3450 del Código Civil argentino) o contra un comunero (art. 2761 del Código Civil argentino).”, de los puntos
doctrinarios dados se establece la posibilidad de plantear la acción reivindicatoria entre copropietarios, comuneros o
sobre su cuota parte, a este efecto acudiendo a legislación comparada, el Código Civil Argentino en su art. 2.761 que
dice: “Son también reivindicables las partes ideales de los muebles o inmuebles, por cada uno de los condóminos
contra cada uno de los coposeedores.”, legitimación otorgada al reivindicante sobre la cuota  ideal indivisa; por otra
parte el derecho chileno en el art. 892 de su código Civil dice: “Se puede reivindicar una cuota determinada
proindiviso, de una cosa singular”, de lo citado se establece en comparación con otras legislaciones dicho instituto a
diferencia del nuestro se encuentra inmerso en sus respectivos ordenamientos jurídicos, bajo la ópticas de que al
existir un propietario ya sea en acciones y derechos dentro de la universalidad del bien, este adquiere la legitimación
activa, puesto que en esencia como se dijo esta tiene por fin la protección del derecho propietario, y el otro
copropietario que se encuentra en posesión del total del bien adquiere la legitimación pasiva, por lo que la
admisibilidad de la misma resulta procedente.

Ahora en cuanto a los requisitos de procedencia de dicha acción, acudiendo a la jurisprudencia colombiana podemos
citar la Sentencia Constitucional T-456/11 de 27 de mayo que señala: “La doctrina y jurisprudencia nacional han
reconocido que para obtener el resultado esperado en un proceso reivindicatorio, es necesario que se pruebe  la
existencia de los siguientes elementos estructurales: “…(iii) Que se trate de una cosa singular o cuota determinada de
la misma…” Esta legislación  establece como tercer elemento de la acción reivindicatoria  que recaiga sobre cosa
singular reivindicable o cuota determinada de cosa singular, es decir que el bien sobre el cual el actor invoca la
propiedad se encuentre determinado y el título de dominio que invoca abarque la totalidad del mismo, y si se trata
de cuota de la cosa singular, el título ha de comprender la plenitud de la cuota que reivindica, criterio que encuentra
consonancia con nuestro ordenamiento ya que, la jurisprudencia emitida por la extinta Corte suprema de Justicia
con la cual se comparte el criterio señalo  que para la procedencia de la acción reivindicatoria se requiere tener el
derecho propietario, determinación de la cosa que se pretende reivindicar, y la posesión de la cosa por el
demandado, ahora, para el presente caso, un comunero, o copropietario también tiene derecho propietario dentro
de un marco ideal no especifico, tiene determinado el bien objeto a revindicar en el porcentaje de la cuota
correspondiente y se pretende la reivindicación del otro copropietario de sus acciones  que se encuentran dentro de
la universalidad del bien, resultando en esencia los mismos requisitos.

Ahora en cuento a los efectos que esta acción de reivindicación entre comuneros ha de producir, cabe previamente
acudir a la doctrina para lo cual podemos citar nuevamente a Enrique Silva Segura quien en la misma obra
enuncia:”…lo que el comunero persigue con el ejercicio de  esta acción es el reconocimiento de que le corresponde
una cuota determinada en la cosa singular que individualiza en la demanda. No pide “la entrega de una parte
material determinada de la cosa, sino el reconocimiento de su derecho copropiedad…”, conforme al entendimiento
doctrinario se advierte que a partir de este punto empieza la notoria diferenciación, entre una reivindicación
material y nombremos a la segunda ideal; ya que, la acción reivindicatoria material se origina cuando no existe
comuneros, copropietarios y el sujeto pasivo es un tercero poseedor no propietario, en este caso el Juez dispondrá la
devolución del bien al titular del derecho propietario, pero en una reivindicación ideal, es decir, la que se ejerce
entre un copropietario frente a otro copropietario, o comunero,  puede  declararse judicialmente solo el
reconocimiento del derecho propietario del demandante en la proporción de sus cuotas y no así el
desapoderamiento del bien, ya que, en la reivindicación ideal solicitar el desapoderamiento del otro copropietario,
seria pretender que el Juez de la causa  proceda de manera incorrecta a una división y partición extremo que no
condice con este tipo de acción desnaturalizando la esencia del mismo que es de protección del derecho real,  y
segundo  no se podría condenar al comunero (os) copropietarios demandado (os) a la entrega de la cosa, porque los
otros copropietario también son titulares del bien esto por los efectos limitativos del bien como se expuso  supra, ya
que, lo contrario sería atentar a la universalidad de los derechos de los otros copropietarios que cuentan con el
mismo derecho, empero, esta acción ideal sí genera efectos interruptivos con referencia a una posible usucapión
(prescripción adquisitiva) entre copropietarios, esta es la excepción a la regla general de que la reivindicación busca
la restitución  material de la cosa, por eso se denomina reivindicación ideal.

De lo que se concluye que la reivindicación ideal persigue simplemente el reconocimiento de un derecho, con
posibles facultades interruptivas de la prescripción adquisitiva, pero no tiene como fin la ejecución de un posible
desapoderamiento, para lo cual, el demandante previamente deberá solicitar una división y partición de dicho bien,
en otra demanda, al no ser conexa con esta acción.
Ahora en cuanto al tema de la improponibilidad o no de este tipo de demandas, se deberá analizar si la pretensión es
la reivindicación  de un porcentaje o reivindicación ideal,  que tiene por fin el reconocimiento puro y simple de su
derecho propietario de su cuota sin más efectos que el antes mencionado, en ese caso resulta admisible, empero si
la pretensión tiene como fin que a través de una reivindicación (ideal), la restitución de su posesión a través del
desapoderamiento frente a otro comunero, la misma resulta improponible, por los motivos descritos, ya que al
existir comuneros en acciones sobre un bien  no puede pretenderse que el Juez de la causa establezca una porción
fija y limitada sobre el bien para el demandante, caso para el cual esta expedita otra vía como bien señala el Ad
quem.

Partiendo de lo anotado en el caso en cuestión si bien los fundamentos en parte señalados por el Tribunal de
segunda instancia resultan correctos, empero, no se tomó en cuenta los lineamientos antes expuestos que dan
origen y posibilidad a la reivindicación ideal debido a que se trata de un nuevo lineamiento, ahora conforme a lo
determinado en el caso en cuestión de la demanda incoada  por la parte ahora recurrente que resulta imprecisa y
confusa toda vez que no se llega a establecer cual la finalidad de su pretensión, decanta a un extremo que
corresponde ser aclarado para la procedencia o no de la presente acción.

Por lo expuesto corresponde mantener la nulidad dispuesta por el Tribunal de segunda instancia, modulando los
alcances de la misma, por los fundamentos antes descritos, debiendo a tal efecto el Juez de la causa otorgar a la
parte  actora un plazo prudencial a fin de establezca cual el fin de su pretensión,  para establecer la proponibilidad
objetiva.

Por lo expuesto, este Tribunal de Casación  emite resolución en la manera determinada en el art. 271 num. 2) con
relación al art. 273 del Código de Procedimiento Civil, aclarando la modulación antes descrita.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad
conferida por el Art. 42.I num. 1) de la Ley Nº 025 del Órgano Judicial y en aplicación a lo previsto en los arts. 271
num. 2) y 273 del Código de Procedimiento Civil, declara INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Carmen
Jhanedt Muñoz de Ricaldez en representación de Richard Walter Bautista Bernal y Patricia Muñoz Aldunate, contra 
el Auto de Vista Nº 247/2014  de fecha 6 de octubre de 2014, pronunciado por  la Sala Civil  Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, con la aclaración de que la nulidad no es por la improponibilidad de la
misma, sino que previamente la actora deberá adecuar su pretensión cumplir con lo señalado en la presente
resolución.

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relatora: Mgda. Rita Susana Nava Durán.

Fdo. Mgdo. Rómulo Calle Mamani.

Fdo. Mgda Rita Susana Nava Duran.

Ante mi Fdo. Dr. Gonzalo Rojas Segales.

Registrado en el libro de Tomas de Razón: Tercero

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