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INDICE

INTRODUCCIÓN............................................................................................................................. 1
ULCERAS POR PRESION.............................................................................................................. 2
ETIOLOGÍA DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN ...................................................................... 6
VALORACIÓN Y ESTADIFICACIÓN DE LA HERIDA ........................................................... 7
Estadios De las Úlceras Por Presión ............................................................................................ 7
Tipos De Úlceras Por Presión..................................................................................................... 11
LOCALIZACIONES MÁS FRECUENTES............................................................................. 12
MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS ..................................................................................... 15
FARMACOLOGÍA Y RESPONSABILIDADES DE ENFERMERÍA ...................................... 16
VALORACIÓN DEL RIESGO DE ÚLCERAS POR PRESIÓN ............................................... 17
Escala de Braden Para Predecir el Riesgo de Úlcera por Presión .............................................. 18
Escala De Doreen Norton ........................................................................................................... 21
PREVENCIÓN Y MODIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO DE ÚLCERAS
POR PRESIÓN................................................................................................................................ 22
TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN ............................................................. 25
Vigilancia del estado nutricional ................................................................................................ 26
Eliminación de la fricción ........................................................................................................... 26
Eliminación de la humedad y mantenimiento de la piel .......................................................... 27
MATERIALES PROTECTORES PARA EL TRATAMIENTO LOCAL DE LAS ÚLCERAS
POR PRESIÓN................................................................................................................................ 27
PROCEDIMIENTOS CURATIVOS............................................................................................. 29
CUIDADOS DE LA ÚLCERA POR PRESIÓN .......................................................................... 32
Cuidados generales recomendados: ........................................................................................... 32
Cuidados locales de la lesión: ..................................................................................................... 33
Tratamiento de la infección en la úlcera. .................................................................................. 33
Protocolo de Actuación ............................................................................................................... 34
Para la obtención de muestras para cultivo .............................................................................. 36
Algoritmo Terapéutico................................................................................................................ 37
SEMP................................................................................................................................................ 38
Uso de SEMP ............................................................................................................................... 38
Tipos de SEMP ............................................................................................................................ 39

1
INTRODUCCIÓN

En este tema podremos entender que las ulceras por presión son lesiones de un área de la

piel causada por presión constante durante mucho tiempo. Esta presión disminuye el flujo de

sangre al área afectada, lo que produce daño y destrucción del tejido. Las úlceras por presión a

menudo se forman en la piel que cubre áreas donde los huesos están cerca de la piel, como la

espalda, la región del cóccix, las caderas, los glúteos, los codos, los talones y los tobillos, esto se

manifiesta en los pacientes que no se pueden levantar de la cama, que no pueden cambiar de

posición o que permanecen en una silla de ruedas tienen un riesgo alto de úlceras por presión.

Los signos y síntomas incluyen cambios en el color de la piel, hinchazón, calor, sensibilidad y

dolor en el área afectada. Cuando no se tratan, la piel se agrieta, se ampolla o se rompe y se

forma una llaga o úlcera que a veces produce un líquido parecido a pus. Las úlceras por presión a

menudo sanan muy lento y si no se tratan es posible que dañen los tejidos profundos debajo de la

piel, como la grasa, el músculo y el hueso. También se llama escara de decúbito, escara por

presión, úlcera de decúbito y úlcera de presión.

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ULCERAS POR PRESION

Las escaras (también llamadas úlceras por presión y úlceras de decúbito) son lesiones en

la piel y el tejido inferior que resultan de una presión prolongada sobre la piel. En la mayoría de

los casos, las escaras se manifiestan en la piel que recubre las partes óseas del cuerpo, como

talones, tobillos, caderas y coxis.(MAYO CLINIC, 2022)

Las úlceras por presión son lesiones o trastornos de la integridad de la piel que se

manifiestan como zonas localizadas de necrosis isquémica; se dan en tejidos que cubren

prominencias óseas o en zonas de apoyo prolongado (sobre el colchón o sobre una silla). Pueden

afectar a la epidermis, la dermis, tejido celular subcutáneo y tejidos más profundos.

Lesión de un área de la piel causada por presión constante durante mucho tiempo. Esta

presión disminuye el flujo de sangre al área afectada, lo que produce daño y destrucción del

tejido. Las úlceras por presión a menudo se forman en la piel que cubre áreas donde los huesos

están cerca de la piel, como la espalda, la región del cóccix, las caderas, los glúteos, los codos,

los talones y los tobillos. Los pacientes que no se pueden levantar de la cama, que no pueden

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cambiar de posición o que permanecen en una silla de ruedas tienen un riesgo alto de úlceras por

presión. Los signos y síntomas incluyen cambios en el color de la piel, hinchazón, calor,

sensibilidad y dolor en el área afectada. Cuando no se tratan, la piel se agrieta, se ampolla o se

rompe y se forma una llaga o úlcera que a veces produce un líquido parecido a pus. Las úlceras

por presión a menudo sanan muy lento y si no se tratan es posible que dañen los tejidos

profundos debajo de la piel, como la grasa, el músculo y el hueso. También se llama escara de

decúbito, escara por presión, úlcera de decúbito y úlcera de presión.

Actualmente se utiliza el término presión en vez de decúbito, porque este último se

refiere solo a pacientes encamados, mientras que el primero abarca más causas de aparición de

úlceras que las provocadas por el decúbito (como sentarse en un sillón, úlceras yatrogénicas,

sondajes, férulas, cánula de traqueotomía, elementos de sujeción, etc.). (Pérez de la Plaza, 2013,

pág. 111)

Factores de predisposición: Son todos aquellos factores que por las características de la

salud del propio paciente o por circunstancias exteriores a él, predisponen o determinan la

aparición de úlceras por presión.

Se pueden clasificar en:

Factores extrínsecos: Son aquellas circunstancias que actúan sobre el organismo del

paciente desde el exterior y que pueden provocar la aparición de las úlceras por presión si actúan

de forma mantenida. Los factores extrínsecos que afectan a la tolerancia de la piel a las fuerzas

de presión son el cizallamiento, fricción, humedad e irritantes cutáneos. La presión es la fuerza

principal que ocluye el flujo sanguíneo y causa daño tisular, aunque las fuerzas de cizallamiento

son también un factor importante en el desarrollo de úlceras por presión. El cizallamiento, el

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deslizamiento de superficies paralelas entre sí, se produce con más frecuencia cuando el paciente

se desliza en la cama. Las fuerzas de cizallamiento reducen la cantidad de presión necesaria para

ocluir los vasos sanguíneos hasta un 50%. La fricción, que se produce con el movimiento lateral

de sacar las sábanas o ropa debajo de una persona pesada, puede desprender el estrato córneo, lo

que podría dañar la epidermis y causar una úlcera por presión. Algunos irritantes cutáneos, como

almidón, jabones y detergentes, afectan a la tolerancia de la piel al eliminar el sebo que

normalmente protege la piel. Entonces, la piel puede deshidratarse, disminuyéndose su

resistencia a otros irritantes y a las bacterias.Su acción se ve acelerada cuando concurren algunos

de los factores intrínsecos. Los factores extrínsecos más determinantes son:

• Presión: Es la fuerza de compresión de los tejidos que se produce cuando los cambios de

posición no son frecuentes, como consecuencia del apoyo del cuerpo (sobre todo las

prominencias óseas) sobre una superficie dura. Conlleva el aplastamiento tisular. Una

presión mantenida en una zona lo suficientemente intensa como para alterar la

circulación local puede determinar, al cabo del tiempo, la aparición de una úlcera por

presión.

• Fricción: Es el roce que se produce entre la piel y la superficie sobre la que se apoya.

Puede producirse por rozamiento sobre arrugas de la cama, o partículas extrañas a ella, y

por movilizaciones inadecuadas del paciente. La fricción también puede existir en otras

circunstancias, en situaciones habituales, como el hacer largas rutas caminando (camino

de Santiago) o situaciones asistenciales en las que se estén empleando cateterismos,

como cuando se tiene colocada una sonda (vesical, nasogástrica, nasal, rectal) o un tubo

endotraqueal, etc.

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• Humedad: Predispone, junto con el calor del propio organismo, a la maceración de los

tejidos. Puede ser consecuencia del sudor, de la orina o de las heces en un paciente

incontinente, y del secado defectuoso al realizar el aseo.

• Tiempo: La actuación prolongada de los factores anteriores es lo que, en último término,

desencadena la lesión.

Factores intrínsecos: Son aquellos factores que no pueden ser evitados fácilmente y que

son característicos o propios del paciente, derivados o secundarios de la enfermedad que

presenta. Los factores intrínsecos que afectan a la tolerancia del tejido y causan el deterioro de la

piel constituyen dos áreas principales. La primera es la estructura y función de la piel y

estructuras circundantes y la segunda es la capacidad del sistema vascular para irrigar la piel.

Entre los factores intrínsecos que afectan a la integridad de la piel se encuentran los cambios en

el colágeno, la edad, la mala nutrición y la administración de esteroides. Los factores que afectan

a la capacidad del sistema vascular para suministrar una perfusión adecuada a la piel son la

presión arterial, el tabaquismo, la temperatura de la piel y la enfermedad vascular. El colágeno

parece tener una función importante en la estructura de la piel protegiendo la microcirculación y

previniendo el daño por presión. El contenido total de colágeno de la piel disminuye

gradualmente después de los 30 años, con una pérdida considerable de colágeno después de los

60. Los factores nutricionales asociados con el desarrollo de úlceras por presión son la reducción

del peso corporal, la deshidratación, la reducción de la albúmina sérica y la anemia.Algunos de

los que aumentan las posibilidades de padecer esta lesión son:

➢ Pérdida de la función sensitiva y motora en parálisis debidas a lesiones

cerebrales o medulares. Estos pacientes, dada su pérdida de sensibilidad al dolor y a la presión,

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no perciben las molestias derivadas del apoyo prolongado no pueden cambiar de posición

voluntariamente, lo que añade riesgo de sufrir una UPP.

➢ Disminución de la percepción (por inconsciencia o disminución de la

conciencia): Determina que no se den cuenta de la necesidad de cambiar de posición.

➢ Deficiencias nutricionales: Situaciones como la hipoproteinemia, deshidratación

y déficit vitamínicos (sobre todo de vitamina C, necesaria para la síntesis del colágeno), así como

el sobrepeso (que supone una mayor presión) y la delgadez (que provoca que se erosione la piel

por haber menos tejido celular subcutáneo).

➢ Déficit de oxígeno: Patologías que conducen a una deficiente oxigenación y/o

vascularización de los tejidos (alteraciones respiratorias –EPOC–, o circulatorias –

arteriosclerosis–). (Pérez de la Plaza, 2013, pág. 112)

ETIOLOGÍA DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

La etiología general de una úlcera por presión es la intensidad y duración de la presión,

así como la tolerancia de la piel y de sus estructuras que soportan la presión. Los cambios en la

piel y en las estructuras de apoyo debidos al proceso de envejecimiento son factores pronósticos

para una úlcera por presión. Además de los cambios normales en la piel relacionados con la

edad, las personas mayores deben hacer frente a innumerables enfermedades tanto agudas como

crónicas. Más del 80% de las personas mayores de 65 años padecen una o más enfermedades

crónicas. Los problemas crónicos de salud, como la inmovilidad, desnutrición o deterioro del

estado mental, aumentan el riesgo de úlceras por presión. No obstante, las variables en particular

que determinan el desarrollo real de una úlcera por presión serán únicas para cada persona.

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VALORACIÓN Y ESTADIFICACIÓN DE LA HERIDA

a primera etapa en el cuidado eficaz de la úlcera por presión es valorar la herida, esta

valoración debe incluir antecedentes de la herida, tamaño y profundidad de la úlcera por presión,

así como cualquier indicio o signo de tunelización, socavado, exudado e infección. Una vez

valorada y documentada la herida, debe establecerse un plan eficaz de cuidado de la úlcera por

presión. El tratamiento específico de la úlcera por presión se determina por el estadio de la

úlcera.

Estadios De las Úlceras Por Presión

El National Pressure Ulcer Advisory Panel (NPUAP), un grupo de expertos en la

prevención y tratamiento de las úlceras por presión, redefinió recientemente una úlcera por

presión como «lesión localizada de la piel y/o tejido subyacente, normalmente sobre una

prominencia ósea, como resultado de la presión, o presión en combinación con fuerzas de

cizallamiento y/o fricción.

Existen cuatro estadios tradicionales de úlceras de presión (I, II, III y IV)

• I: La piel no está pálida, aunque está intacta.

• II. Pérdida de piel de grosor parcial de la dermis y epidermis.

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• III. Pérdida de piel de espesor completo que implica daño o necrosis del

tejido subcutáneo que puede extenderse hacia abajo hasta la fascia subyacente, aunque

sin atravesarla

• . IV. Pérdida de piel del espesor completo con destrucción extensa hasta el

músculo, hueso o estructuras de soporte.

(Tabloski, 2010, págs. 355-357)

8
(Pérez de la Plaza, 2013, págs. 113-114)

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Tipos De Úlceras Por Presión

Los tres tipos de úlceras por presión son:

1. Una necrosis de la epidermis o la dermis:

Es la que puede o no progresar a lesión profunda, puede estar producido por fricción contra la

piel.

2. Una úlcera por presión profunda o maligna:

Es en la que se observa necrosis inicialmente en el tejido subcutáneo y sigue un trayecto hacia

fuera, se produce a partir de una presión no aliviada durante un período prolongado de tiempo.

Este tipo de úlcera comienza en el tejido subcutáneo profundo y sigue un trayecto hacia fuera,

hacia la dermis.

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3. Heridas de espesor completo de escara negra seca:

Aparece en áreas que previamente eran normales y se produce debido a un estrechamiento

arterial crónico y a una perfusión tisular inadecuada.

LOCALIZACIONES MÁS FRECUENTES

Las localizaciones más frecuentes de las UPP se corresponden con zonas de apoyo que

coinciden con prominencias o máximo relieve óseo, es decir, zonas del cuerpo que soportan

mayor presión. Estas zonas varían dependiendo de la posición del paciente.

Decúbito supino: la región sacra, los talones, el coxis, los codos, los omoplatos y el occipucio

son las zonas de mayor presión

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Decúbito lateral: son los maléolos, los trocánteres, las costillas, los hombros, las orejas,

las crestas ilíacas y la cara interna y lateral de las rodillas.

Decúbito prono: soportan mayor presión los dedos de los pies, las rodillas, los genitales

masculinos, las mamas, los pómulos, las orejas, la nariz y las crestas ilíacas.

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En sedestación: son el isquion, el coxis, los omóplatos, los trocánteres, los talones y los

dedos de los pies.

También es frecuente encontrar UPP en localizaciones no habituales, provocadas por la

presión mantenida sobre la piel de un dispositivo diagnóstico o terapéutico. (Pérez de la Plaza,

2013, pág. 113)

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MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS

Existen tres mecanismos que conducen al deterioro del tejido

El primer mecanismo es la oclusión del flujo sanguíneo hacia la piel y la consiguiente

lesión cuando se elimina dicha oclusión y se produce una reperfusión abrupta del lecho vascular

isquémico.

El segundo mecanismo está causado por el daño en el revestimiento de las arteriolas y

vasos pequeños debido a la aplicación de fuerzas disruptivas y de cizallamiento. Este mecanismo

parece concordar con las zonas del cuerpo más frecuentemente afectadas por úlceras de presión,

el sacro y el trocánter. Deslizarse en la cama desde una posición sentada causa fuerzas

disruptivas de cizallamiento y produce daño en el músculo subcutáneo subyacente o en la dermis

profunda de la zona sacra. La zona del trocánter puede estar expuesta durante períodos

prolongados a presión externa si el paciente no se ha movido o dado la vuelta las veces

necesarias o está mucho tiempo en la misma posición durante una operación quirúrgica.

La tercera causa de las úlceras por presión es la oclusión directa de los vasos sanguíneos

debido a presión externa durante un período prolongado de tiempo, causando la muerte celular.

El desarrollo de escaras negras se observa normalmente en las extremidades inferiores de los

pacientes donde la piel es fina, y próximo a una prominencia ósea. Estos individuos normalmente

tienen antecedentes de estrechamiento arterial durante un período prolongado de tiempo.

(Tabloski, 2010, pág. 357)

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FARMACOLOGÍA Y RESPONSABILIDADES DE
ENFERMERÍA
El tratamiento farmacológico de los problemas cutáneos puede consistir en la

administración tópica o sistémica de medicamentos. Los siguientes agentes se usan ampliamente

en el ámbito clínico para el tratamiento de problemas dermatológicos en el anciano.

AGENTES ANTIFÚNGICOS TÓPICOS


Los agentes antifúngicos, como itraconazol, se usan en el tratamiento de la onicomicosis

de las uñas de manos y pies. La preparación tópica se aplica a la zona afectada y tiene pocos

efectos secundarios. La posología recomendada para el tratamiento de la onicomicosis de la uña

del pie es 200 mg de itraconazol por vía oral diarios durante 12 semanas. Entre los efectos

adversos se encuentran el daño renal y hepático.

ANTIBIÓTICOS TÓPICO
El uso de antibióticos tópicos en las úlceras por presión se ha encontrado con cierto

debate. Si la herida tiene exudado maloliente y no cicatriza después de 2 a 4 semanas de recibir

un cuidado óptimo, debe instaurarse un ciclo corto de antibióticos tópicos. Otras heridas sin

signos locales pueden tener un alto nivel de bacterias y pueden beneficiarse también del

tratamiento con antibióticos tópicos. Los antibióticos que se usan sistémicamente no deben

aplicarse en la piel (Dealey, 2005).

El antibiótico tópico de elección para la úlcera que no cicatriza, o una úlcera con altos

niveles de bacterias (105 /g de tejido), es la sulfadiacina de plata. Se ha encontrado que los

apósitos de plata nanocristalina son eficaces contra organismos gramnegativos, grampositivos y

anaerobios. Los apósitos de cadexómero yodado proporciona una lenta liberación de yodo; estos

apósitos tienen una acción antibacteriana eficaz y no perjudican al tejido de granulación.

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Los antibióticos tópicos están indicados para un uso breve y se reevalúan en 2 semanas.

La enseñanza del paciente incluye limitar el producto al número de aplicaciones y la condición

prescrita. El uso excesivo de antibióticos tópicos puede conducir a una resistencia bacteriana

(Gilchrist, Chiu, Pajk y Phillips, 2006).

VALORACIÓN DEL RIESGO DE ÚLCERAS POR PRESIÓN

La asistencia de enfermería del anciano debe comenzar con una valoración del riesgo de

úlceras por presión. Varias organizaciones, como The John A. Hartford Foundation; the Wound,

Ostomy, and Continence Nurses Society, entre otras, recomendaron el uso de la escala de Braden

para predecir el riesgo de úlceras por presión (National Guideline Clearinghouse, 2007).

El Hartford Institute for Geriatric Nursing recomienda que se utilice esta escala para

valorar el riesgo en las siguientes categorías de pacientes ancianos:

• Todos los pacientes encamados o confinados a una silla, o aquellos con capacidad

limitada para cambiar de posición.

• Todos los pacientes en riesgo al ingresar en centros sanitarios y, en lo sucesivo,

regularmente.

• Todos los pacientes ancianos con deterioro del estado mental, incontinencia y deficiencia

nutricional. Los factores de riesgo aceptados que forman la base de esta escala son,

generalmente, la movilidad, la incontinencia, la nutrición y el estado mental. Algunas de

las variables usadas para desarrollar esta escala proceden de los expertos y no se basan en

resultados de investigaciones aceptados. Véase más adelante «Mejores prácticas: Escala

de Braden para predecir el riesgo de úlceras por presión» (Tabloski, 2010, pág. 367)

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Escala de Braden Para Predecir el Riesgo de Úlcera por Presión

La escala de Braden (Braden y Bergstrom, 1994) es una herramienta muy utilizada que

valora la movilidad, actividad, percepción sensorial, humedad de la piel, fricción, cizallamiento y

estado nutricional. Cada dimensión se califica de 1 a 4 en una escala de tipo Likert y el intervalo

de puntuación total oscila de 6 a 23. Una puntuación de 16 o inferior indica un riesgo de úlcera

por presión y la necesidad de un plan preventivo.

La escala de Braden se ha sometido a diversos estudios de validación y se considera la

más válida de las herramientas disponibles de valoración del riesgo. Una vez completada la

valoración del riesgo, y si existe una deficiencia, el plan asistencial de enfermería debe reflejar la

prevención continuada, así como la completa documentación del progreso del anciano. Aunque

la escala de Braden es útil y fiable, se debe utilizar como complemento a la valoración de

enfermería y al juicio clínico (National Guideline Clearinghouse, 2007)

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(Tabloski, 2010, págs. 368-369)

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Escala De Doreen Norton

Una de las escalas más empleadas hoy día es la de Doreen Norton, que se aplica según la

primera relación expuesta. Esta escala, que apareció en 1962, fue diseñada en un principio para

valorar la población geriátrica y luego se extendió a todo tipo de pacientes. Comprende la

observación y revisión de cinco aspectos valorados en la situación del paciente:

➢ Estado Físico General.

➢ Estado mental.

➢ Inconciencia.

➢ Actividad.

➢ Movilidad.

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La primera parte describe el sistema de valoración según la situación del paciente para cada

parámetro.

La segunda parte permite hacer cinco valoraciones sucesivas en distintas fechas.

Si el resultado de la suma total es inferior a 14, se pondrán en marcha los procedimientos

preventivos.

➢ Se considera riesgo evidente: de 12 a 14 puntos.

➢ Se considera riesgo muy alto: de 5 a 11 puntos.

(Pérez de la Plaza, 2013, pág. 115)

PREVENCIÓN Y MODIFICACIÓN DE LOS FACTORES DE


RIESGO DE ÚLCERAS POR PRESIÓN

La prevención comprende una serie de actividades que se deben llevar a cabo

sistemáticamente, con rigurosidad, tanto en pacientes de riesgo como en los que ya se ha

producido la lesión. Para valorar el riesgo del paciente se puede emplear la escala de Norton, ya

expuesta. (Pérez de la Plaza, 2013, pág. 116)

El anciano que esté en riesgo de una úlcera por presión deberá contar con un programa

para cambiar de posición y de actividad. El profesional de enfermería y el auxiliar de enfermería

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deben documentar de forma regular sus intervenciones en la hoja de curso clínico. Las

consideraciones sobre movilidad y actividad para la prevención de úlcera por presión.

Es importante utilizar almohadas o cuñas para prevenir que la piel toque la cama en el

trocánter, talones y tobillos.

Cambio de posición cada 2 horas. Uso de una sábana de tracción para prevenir el

cizallamiento y la fricción. Si se produce enrojecimiento, considere un programa de cambio de

posición cada 1½ horas.

Asegure una colocación apropiada. Utilice almohadas o cuñas para prevenir que la piel

toque la cama en el trocánter, talones y tobillos.

No utilice estructuras en forma de anillo o de rosca.

Evite la posición sentada. La posición sentada, ya sea en la cama o en una silla, deberá

limitarse a 2 horas. El tiempo en la silla debe programarse en torno a las horas de las comidas. La

persona encamada no deberá dejarse en posición de 90º, a excepción de las comidas.

Aumente la actividad. Recomiende encarecidamente a los ancianos que cambien de

posición haciendo pequeños movimientos del cuerpo. Esto redistribuirá el peso y aumentará la

23
perfusión. Deben realizarse ejercicios de amplitud de movimiento cada 8 horas y deberá

enseñarse la técnica a la familia y a los pacientes.

Elija la superficie del colchón en función de la valoración y el diagnóstico.

➢ Grupo 1: un dispositivo estático: está indicado un revestimiento o colchón de aire,

espuma, gel o agua en caso de riesgo leve o moderado de úlcera por presión en estadio I.

➢ Grupo 2: está indicado un recubrimiento dinámico o eléctrico en caso de personas con

alto riesgo y para las úlceras por presión en estadio I o II.

➢ Grupo 3: está indicada una cama dinámica fluidizada en caso de personas con riesgo alto

de úlceras por presión en estadio III y IV y para aquellos con injertos o cirugía. Son más

costosas, pero proporcionan una mayor reducción de la presión (Rijswijk y Lyder, 2005)

Las prácticas para el cuidado de la piel en ancianos son el procedimiento correcto de

baños, la prevención de lesiones y un soporte con la dieta. Estas intervenciones para el cuidado

de la piel son importantes para mantener el tejido sano, así como para mejorar la tolerancia del

tejido para reducir el riesgo adicional de lesión. Un adecuado cuidado de la piel debe

considerarse de alta prioridad para todos los pacientes en riesgo de úlcera por presión. Los

ancianos y sus familias deben recibir material educativo y demostraciones cuando sea oportuno.

Las consideraciones para el cuidado de la piel para prevenir úlceras en ancianos en riesgo son las

siguientes:

✓ Mantenga la piel limpia y seca.

✓ Lubrique la piel con una crema hidratante.

✓ Masajee la zona alrededor del área enrojecida o de la prominencia ósea.

✓ No masajee ninguna zona enrojecida.

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✓ A continuación, aplique una fina capa de un producto a base de vaselina, seguido

de polvo de maicena para bebés para reducir la fricción y la humedad.

✓ Evalué y traté la incontinencia.

✓ Debe aplicarse un programa de tratamiento de intestinos y vejiga.

✓ Si se produce incontinencia fecal, debe limpiarse la piel de forma rutinaria.

✓ Deben utilizarse protectores de cama que absorban la humedad y presenten una

superficie de secado rápido en contacto con la piel.

✓ El plástico que reviste los protectores de cama no debe estar en contacto con la

piel de la persona. Utilice protectores mínimos y cúbralos con una sábana o una

funda de almohada.

✓ Controle la nutrición.

✓ Determine los factores que pudieran causar una nutrición inadecuada.

✓ Obtenga los datos de laboratorio.

✓ Proporcione suplementos adicionales envasados, vitamina C y cinc para estimular

la cicatrización de la piel.

✓ Considere métodos alternativos, como la nutrición parenteral total, cuando sea


necesario.

TRATAMIENTO DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

La asistencia de enfermería relacionada con las úlceras por presión es una parte

importante de la práctica de enfermería. Si una úlcera está cubierta por una escara, normalmente

se elimina. La úlcera no puede estadificarse hasta que se elimine la escara. Una escara intacta

seca estable en los talones sirve como protección biológica natural del cuerpo y no debe

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eliminarse. A continuación, se relacionan los componentes de la asistencia de enfermería de una

úlcera por presión:

• Valorar y estadificar la herida.

• Desbridar el tejido necrótico

• Limpiar la herida.

• Aplicar apósitos para proporcionar un lecho de herida húmedo

• Prevenir y tratar la infección.

Vigilancia del estado nutricional

El auxiliar de enfermería vigilará que el paciente ingiera la dieta prescrita (que suele ser

rica en proteínas, vitaminas, etc.) y que tenga el adecuado aporte de líquidos. Todas las medidas

enumeradas deben aplicarse en conjunto y de forma sistemática. El empleo de dispositivos que

disminuyen la presión no sustituye el efecto preventivo que puede conseguirse con el resto de los

procedimientos explicados.

Eliminación de la fricción

• Se consigue no arrastrando al paciente sobre la cama o la silla, sino levantando su

cuerpo y separándolo de la superficie de apoyo siempre que sea posible.

• Es necesario procurar que la sábana bajera esté lisa, sin arrugas y limpia de migas

u otras partículas.

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Eliminación de la humedad y mantenimiento de la piel

• Hay que hacer una valoración frecuente de su estado para descubrir las posibles

lesiones en estadios precoces.

• Hay que evitar el efecto de maceración producido por la humedad. El cuidado de

la piel debe ser exquisito. Para ello hay que limpiarla y secarla meticulosamente,

siempre que se precise (aseo diario, sudoración excesiva, incontinencia, etc.). Se

realizará la higiene diaria con un secado a fondo, sobre todo en los pliegues

cutáneos.

• Se dará masaje en las áreas en las que no haya lesiones, utilizando una crema

hidratante. No se debe emplear alcohol ni agua de colonia.

• Las zonas cutáneas secas se protegerán con cremas protectoras (de óxido de zinc,

por ejemplo), con ácidos grasos hiperoxigenados para fortalecer la piel

manteniendo su integridad y que previenen o evitan erosiones y grietas.

• Se evitará el uso de hules, que favorecen la sudoración.

• Se utilizarán absorbentes y colectores de orina en pacientes incontinentes para

evitar o reducir la maceración de la piel. (Pérez de la Plaza, 2013, pág. 117)

MATERIALES PROTECTORES PARA EL TRATAMIENTO


LOCAL DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN

La utilidad de los apósitos en el tratamiento de las úlceras por presión incluye:

✓ Acojinamiento y protección de la úlcera de la fricción y la presión.

✓ Protección de la desecación del lecho de la herida y mantenimiento de un

ambiente húmedo.

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✓ Impermeabilidad a agentes contaminantes y de infección en pacientes con

incontinencia fecal y/o urinaria.

✓ Absorción del exudado en el lecho de la úlcera.

✓ Permita el desbridamiento de material necrótico o friable de la úlcera.

✓ El apósito comúnmente utilizado es la gasa seca. Su uso persiste a pesar de la

información sugerente que retrasa la curación de la úlcera por presión.

✓ Se recomienda el uso de los apósitos humedecidos en lugar de la gasa seca ya que

son claramente superiores las primeras.

✓ La curación húmeda induce la disminución de la profundidad de la úlcera por

presión hasta un 40% más rápido que la exposición ambiental.

✓ Los apósitos hidrocoloides son superiores a la gasa seca y húmeda, ya que son

capaces de mantener un microambiente húmedo en el lecho de la úlcera.

Para el tratamiento local de las úlceras por presión se han utilizado distintos tipos de

apósitos:

➢ Gasa húmeda con solución salina.

➢ Film de polímero.

➢ Film de esponja.

➢ Hidrogeles.

➢ Hidrocoloides.

El éxito de cada uno de ellos dependerá que se use de forma adecuada en base a las

características de la úlcera por presión considerando lo siguiente:

o Tolerancia al dolor.

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o Categoría y localización de la úlcera.

o Cantidad de exudado.

o Frecuencia de cambio de apósito.

Los diferentes apósitos utilizados para el tratamiento local de las úlceras por presión han

evidenciado distintos efectos adversos de los cuales los más importantes son:

o Hidrogeles: irritación y deterioro del lecho de la herida.

o Apósito absorbente: hemorragia, sobre granulación y maceración.

o Film transparente: Deterioro de la herida, irritación.

PROCEDIMIENTOS CURATIVOS

Para valorar la evolución de las úlceras se utiliza el índice de gravedad cada 14 días.

El objetivo general de este tratamiento es estimular la curación de la herida formada,

acelerar el proceso de reparación, el desbridamiento (a veces quirúrgico) del tejido necrosado, la

prevención de infecciones y evitar la aparición de otras nuevas. Por tanto, es necesario mantener

las medidas preventivas descritas. Actualmente, todos los apósitos empleados mantienen el lecho

de la úlcera en condiciones de ambiente húmedo (CAH) y además buscan la interacción con la

lesión, para facilitar su curación.

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Estos apósitos cumplen los siguientes requisitos:

• Mantienen el ambiente húmedo y la temperatura adecuada.

• Son biocompatibles.

• Protegen de agresiones externas.

• Absorben los exudados.

• Tienen una permeabilidad selectiva (al oxígeno y al vapor de agua).

• Respetan la piel periulceral.

1. Para la valoración y registro de úlceras por presión:

-Hoja de incidencias de úlceras por presión.

-Regla milimétrica para valoración del tamaño de úlceras por presión.

2. Para la prevención e higiene:

-Jabón suave.

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-Productos hidratantes.

-Salvacamas transpirables.

-Elementos de alivio de presión: cojines, almohadas, colchón de aire alternante.

-Ácidos grasos hiperoxigenados u otras cremas protectoras.

3. Para el tratamiento curativo:

-Set de curas con: pinzas de disección dentadas, mango de bisturí, hoja de bisturí, tijeras,

pinzas de Kocher.

-Productos farmacológicos: suero salino fisiológico, cremas protectoras, ácidos grasos

hiperoxigenados, gel de lidocaína al 20 %, desbridante enzimático (colagenasa), desbridante

autolítico (hidrogel).

-Otros: guantes, compresas y gasas estériles, bata (opcional), bolsa de ropa sucia,

biombo.

4. Para el cultivo: jeringa y agujas; gasas y guantes estériles; antiséptico local; vial de

transporte de muestra anaerobia; hisopo con vial de transporte

5. Equipo humano: enfermera; auxiliar de enfermería; celador; cuidador principal. (Pérez de

la Plaza, 2013, pág. 118)

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CUIDADOS DE LA ÚLCERA POR PRESIÓN

El cuidado de las úlceras por presión depende de la profundidad de la herida.

Generalmente, la limpieza y el vendaje de una herida incluyen lo siguiente:

Limpiar. Si la piel afectada no está rota, lávala con un limpiador suave y sécala con

palmaditas. Limpia las llagas abiertas con agua o una solución salina cada vez que se cambie el

vendaje.

Colocar una venda. Una venda acelera la cicatrización al mantener la herida húmeda.

También crea una barrera contra la infección y mantiene seca la piel a su alrededor. Las opciones

de vendas incluyen películas, gasas, geles, espumas y coberturas tratadas. Podrías necesitar una

combinación de apósitos.

En el tratamiento de las úlceras por presión se debe tener una visión integral de los

cuidados que involucre tanto los cuidados generales como los cuidados locales de la lesión.

Cuidados generales recomendados:

• Alivio de la presión sobre los tejidos ulcerados.

• Prevención de aparición de nuevas lesiones.

• Soporte nutricional.

• Manejo adecuado del dolor.

• Valoración psico-social.

• Valoración cognoscitiva.

32
• Educación del cuidador principal y el paciente.

Cuidados locales de la lesión:

• Limpieza de la úlcera.

• Mantenimiento de la higiene del lecho ulcerado.

• Desbridamiento.

Tratamiento de la infección en la úlcera.

Se recomienda mantener la piel limpia y seca. Se debe limpiar la úlcera por presión cada

vez que se realice el cambio de apósito que la cubre. La primera intervención es la irrigación con

agua estéril o solución salina 0.9% en hospitalización. En los cuidados en domicilio, si no es

factible este tipo de soluciones, se puede utilizar agua que se usa para beber.

• Aseo general cada 24 horas y parcial cuando se precise.

• Lavar la piel con agua tibia, aclarar y realizar un secado meticuloso sin fricción.

• Utilizar jabones o sustancias limpiadoras con potencial irritativo bajo.

• Mantener la piel del paciente en todo momento limpia y seca.

• Vigilar incontinencias, sudoración excesiva o exudados que provoquen

humedad.

• Examinar el estado de la piel a diario, (durante el aseo, cambios posturales, etc.)

buscando sobre todo en los puntos de apoyo, áreas enrojecidas o induraciones.

• Registrar el estado de la piel (estado de hidratación, eritemas, maceraciones,

fragilidad, calor, induración, lesiones).

33
• No utilizar sobre la piel ningún tipo de alcoholes (de romero, tanino, colonias,

etc.)

• Aplicar ácidos grasos hiperoxigenados (Corpitol, Linovera o Mepentol) o

emulsión cutánea suavizante (Epaderm) , procurando su completa absorción con

un masaje suave.

• Valore la posibilidad de utilizar ácidos grasos hiperoxigenados en las zonas de

riesgo de desarrollo de ulceras por presión, cuya piel esté intacta.

• No frotar o masajear excesivamente sobre las prominencias óseas por riesgo de

traumatismo capilar.

• Evitar la formación de arrugas en las sábanas de la cama.

• Para reducir las posibles lesiones por fricción o presión en las zonas más

susceptibles de ulceración como son el sacro, los talones, los codos y los trocánteres,

proteger las prominencias óseas aplicando un apósito hidrocoloide, productos barrera o

espumas de poliuretano y/o taloneras con velcro.

Protocolo de Actuación

El objetivo es unificar y estandarizar los cuidados aplicados en el tratamiento de las

úlceras por presión, en función de las características de la lesión.

✓ Preparar el equipo necesario, según el estado y las características de la úlcera, y

lavarse las manos.

✓ Explicar el procedimiento al paciente, pidiendo su colaboración.

✓ Administrar analgésico, según prescripción, si la lesión es dolorosa.

34
✓ Colocar al paciente en la posición adecuada y procurarle intimidad, colocando un

biombo si fuera necesario.

✓ Realizar la cura en condiciones de asepsia.

✓ Retirar el apósito mediante una técnica no agresiva.

✓ Limpieza de la lesión con suero salino fisiológico mediante presión de lavado

efectiva para el arrastre. No limpiar con antisépticos locales. Secado sin arrastre.

✓ Valorar la piel perilesional y proteger si procede.

✓ Valorar la lesión y elegir el tratamiento adecuado.

✓ En caso de uso de apósito, este debe sobrepasar en 2,5 -4cm el borde de la úlcera.

✓ En caso de localizaciones sacras pueden fijarse los bordes del apósito con

esparadrapo transpirable.

✓ El cambio de apósito se realizará según las características tanto del apósito como

de la herida, pero en general cada 72 horas o según la saturación del apósito, salvo

que se arrugue o que el exudado supere los bordes periulcerales.

✓ En caso de esfácelos y/o tejido necrótico es necesario desbridar.

Existen tres métodos para ello:

• Desbridamiento quirúrgico: Recortar por planos y en diferentes

sesiones, empezando por el área central. Es aconsejable la aplicación de

un antiálgico tópico (gel de lidocaína al 2%).

En caso de sangrado aplicar compresión directa o apósito hemostáticos.

Realizar la técnica con instrumental estéril.

• Desbridamiento enzimático: Aplicar productos enzimáticos del tipo de la

colagenasa.

35
• Desbridamiento autolítico: Aplicar cualquier producto capaz de producir

condiciones de cura húmeda (hidrogeles y apósitos hidrorreguladores).

Estos métodos no son incompatibles entre sí, por lo que sería aconsejable

combinarlos para obtener mejores resultados. Si existe placa necrótica

seca, realizar cortes con bisturí para facilitar la actuación de los hidrogeles

y/o la colagenasa.

✓ Para evitar que se formen abscesos o se “cierre en falso” la lesión, será necesario

rellenar parcialmente, entre la mitad y las tres cuartas partes, las cavidades y tu

nelizaciones con productos basados en el principio de la cura húmeda.

✓ Ante la presencia de signos de infección local deberá intensificarse la limpieza y

el desbridamiento, realizado curas 12-24 horas. No se realizará nunca una cura

oclusiva.

Para la obtención de muestras para cultivo

o Aspiración percutánea, con punción en el borde periulceral y aspiración en una

jeringa, que después se introducirá en un medio para cultivo de aerobios y

anaerobios.

o Frotis de la lesión mediante hisopo, que será la alternativa al método anterior y

que se hará después de lavar con suero fisiológico, evitando coger pus.

- La intervención la realizará la enfermera, a la que ayudará el auxiliar de

enfermería e incluso el celador o el cuidador habitual, si se precisara.

- Al finalizar se acomodará al paciente y se recogerá todo el material empleado.

36
- Registrar la realización de la cura y anotar en el registro o introducir en el

programa informático lo concerniente a la observaviones. (Pérez de la Plaza,

2013, págs. 118-119)

Algoritmo Terapéutico

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SEMP

Las SEMP son un complemento al resto de medidas terapéuticas para la curación de las

UPP. Es necesario valorar de forma individual las características de cada paciente para elegir la

SEMP más adecuada. Los dispositivos de alivio de presión son superficies especiales de apoyo,

diseñadas específicamente para el manejo de la presión en pacientes que presentan úlceras por

presión (UPP) o bien presentan riesgo de padecerlas.

Para valorar la elección de las SEMP se recomienda tener en cuenta dos elementos: el riesgo

según la EVRUPP y la severidad de las UPP (localización, tamaño y número de UPP). Si una persona ya

padece UPP, a la hora de elegir una SEMP primará la severidad de la lesión frente al nivel de riesgo

detectado por la EVRUPP.

Uso de SEMP

Las SEMP dan nombre a un conjunto de dispositivos diseñados específicamente para

reducir o aliviar la presión de toda la superficie corporal del paciente que contacta con una

superficie de apoyo (cama, silla). Incluyen camas, colchones, sobrecolchones o colchonetas,

cojines de asiento, etc.

38
Tipos de SEMP

SEMP ESTÁTICAS

Reducen la presión aumentando el área de contacto con el paciente, ajustándose al

contorno del cuerpo y distribuyendo el peso sobre una superficie mayor.

SEMP DINÁMICAS

Permiten variar los niveles de presión de las zonas de contacto del paciente con la

superficie de apoyo. El sistema que utilizan estas superficies para conseguir el citado efecto es el

de celdas de aire que se hinchan y deshinchan de forma alternativa, con una frecuencia

determinada. Ejemplo de estas superficies son: colchones, colchonetas y cojines alternantes de

aire. Existen gran cantidad de SEMP dinámicas en el mercado, cuya efectividad clínica está

directamente relacionada con el tamaño de las celdas (altura y anchura), su disposición y

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alternancia, las características de la funda protectora y de la bomba-compresor. Las SEMP

dinámicas se pueden incluso utilizar en pacientes con fracturas, siempre que estén reducidas y/o

estabilizadas y no haya contraindicación médica.

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Bibliografía
INSASTUR. (2010). Obtenido de MANUAL DE SEGURIDAD:
https://www.isastur.com/external/seguridad/data/es/1/1_2_1.htm

MAYO CLINIC. (19 de ABRIL de 2022). Obtenido de Úlceras de decúbito (úlceras por presión):
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/bed-sores/symptoms-causes/syc-20355893
Pérez de la Plaza, E. (2013). Auxiliar de Enfermería. En A. M. Fernández Espinosa, Técnicas básicas de
enfermería (pág. 112). Madrid: McGRAW-Hill/Interamericana de España, S.L.
segurmania. (2022). Obtenido de https://www.segurmaniazurekin.eus/segurmania/
Tabloski, P. A. (2010). Definición y estadios de las úlceras por presión. En P. A. Tabloski., Enfermería
Gerontológica (págs. 355-357). Madrid: PEARSON EDUCACION S.A.

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