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PSICOLOGIA cea SUSTENTABILIDAD Este libro se publicé con el apoyo del Un analisis de lo que nos hace Programa Integral de Fortalecimiento Institucional Pro ecoldgicos y pro sociales C/PIFI 2007-26-38-108 Victor Corral Verdugo y conducta EL DILEMA AMBIENTAL Ia gravedad de los problemas ambientales dej6 de ser un mal augurio transformandose en cruca realidad. Los tres niveles cle la biosfera ~atm6s- fera, agua y suelo- se encuentran en estados de degradacin preocupan- tes que, de continuar su ritmo ascendente, afectarin significativamente la vida en este planeta tal como la conocemos. El informe anual sobre el ‘sta del mundo (Starke, 2008) indica que en los ecosistemass marinos el ngimero de *zonas muertas” por ¢! bajo contenido de oxigeno ha aumen- tado de 149 a 200; que el agujero en la capa de ozono ha crecido a un récord de 28 millones de kilmetros cuadrados: que las dos selvas tropi- ales mas grandes del planeta (Amazonas y Congo) podrian desaparecer antes de 50 afios y que las emisiones de b de carbono se han du- plicaclo desde 1990. La contaminaci6n del aire en las dreas urbanas causa ‘dos millones de muertes prematuras al afio, primordialmente en los paises en vias de desarrollo (Onganizacién Mundial de la Salud, 2008). Los siste- mas naturales se deterioran y dia a dia desaparecen especies animales y vegetales dado que sus habitats han sido destiuidos, de acuerdo con la World Wildlife Foundation (WWE, 2008). Esta misma organizacion advier- te que las aves estin en riesgo de extincién por el cambio climitico. EL ecosistema mundial ha empeorado mas rpidanente en los tiltimos cin- cuenta afiés que en el resto del registro histGrico (Millennium Ecosystem Assessment, 2005). 25 22 lero llo de proyectos de investigacién, especialmente para estudiantes ¢ in- vestigadores jévenes que se inician dentro del campo de la psicologia de la sustentabilidad, Por lo anterior, ademas de brindar una revisi6n de la literatura relevante, los capitulos incluyen instrumentos de medicién de las dimensiones psicol6gicas y extrapsicol6gicas abordadas, ilustran- do su aplicacién, en el capitulo final, con ejemplos de estudios des- prendidos de los proyectos del autor y de otros investigadores. Con esto se pretende dar al lector interesado en la investigacion psicoam- biental algo mas que un recuento de hallazgos en el tema abordado. Un comentario final de este apartado, que al autor de este texto le parece relevante, tiene que ver con el tétmino de PSICOLOGIA DE LA sus rentantuDaD que hemos empleado para titular el libro que el(la) lector(a) tiene en sus manos. Al utilizar este término procuramos enfatizar la idea de que los objetivos del desarrollo sustentable pueden perseguirse a través de la psicologi pertinente para emprender este cometi- do es la psicologia ambiental y en ese afin laboran una parte importan- tisima de sus profesionales € investigadores. Dado que la psicologia Igo mas que el entendimiento de la conducta sustentable, intes y SUS Consecuencias, buscamos un término que real- zara este cometido particular. PsiCoLOGIA DE LA SUSTENTABIADAD No es Un remplazo de “psicologia ambiental”, ni pregona una nueva area de las ciencias de la conducta, Este término s6lo busca calificar un empefio en el que la psicologia (ambiental) se une a otras disciplinas para defini, perseguir y alcanzar los ideales de la sustentabilidad. También es una manera de enfatizar una forma especial, dentro de la psicologia am- biental, de entender los fendmenos psicol6gicos involucrados en la conservaci6n del ambiente sociofisico, De manera que, cuando el(ta) lector(a) lea Pscotoota pe 1a susTevranmipan me hard el favor de imaginar que hablamos de la misma psicologia ambiental que nuestros maestros concibieron a mediados del siglo pasado, Con la confianza de que la presente obra sea de utilidad para los(las) implicados(as) en el campo de la psicologia ambiental y que ofrezea guias que puedan servir a cualquier lectorta) interesado(a) en la soluci6n de los problemas ambientales ~sea especialista 0 no-, da- mos inicio al recorrido por este atrayente, relativamente novedoso y cada vez mas importante campo de la psicologia ambiental Sustentabilidad y psicologia eons ai 26 Seccin Suerte y pacologo Las condiciones en los escenarios humanos tampoco son favorece- doras, Aunque no se ha presentado un conflicto global en casi sesenta afios, las guerras regionales abundan, especialmente en las zonas mas pobres del planeta (Kenner, 2005); las epidemias como el SIDA se ex- panden (2005). La crisis financiera internacional que inicié en 2008 re- vela la globalizaci6n de los problemas econémicos y la ausencia de un sistema confiable alternativo al de la economia de mercado, que consi- dere el valor del “capital” natural, desestimule la especulaci6n y procu- re la satisfacciGn de las necesidades de todos. La inequidad en el dis- frute de recursos naturales y el trato discriminatorio a mujeres, nifios, pobres y miembros de minorias étnicas prevalece en amplios sectores de las sociedades a nivel internacional (Talbert, 2008); el fantasma del terrorismo amenaza a comunidades en paises desarrollados y en des- arrollo (Mastny & Cincotta, 2005). De acuerdo con Renner (2005) di- ‘chos actos de terror y las peligrosas reacciones ante ellos son exclama- ciones en un cildo txico de profundas presiones socioecondmicas, ambientales y politicas. EI autor cita, entre esas presiones, a la pobreza ‘ca y a las transiciones econémicas convulsivas que generan ine- internacional, migraciones a larga escala, rr endé quidad y desempleo, crim« ruptura de los ecosistemas, enfermedades trasmisibles nuevas y res gentes, y a una competencia creciente por la tierra y otros recursos naturales como el petrédleo y el agua. En este esquema, las integridades de los ecosistemas biol6gicos y humanos estin itrebatiblemente ligadas. EI llamado “dilema ambiental” enfrenta dos situaciones aparente- mente contradictorias: por un lado, las necesidades humanas se expan- den al ritmo que crece la pahlacién, los deseos por alcanzar niveles de vida dignos y el anhelo de contar con acceso equitativo a agua, casa, ‘comida, empleo y otros satisfactores basicos. Por el otro, existen limites a los recursos naturales que sirven para satisfacer dichas necesidades: ‘esos recursos, son cada vez mis escasos, se concentran en sectores minoritatios de la poblacién y muchos de ellos se han cegradado (con. taminado) por su utilizacién no cuidadosa, Por lo tanto, el dilema se manifiesta como un conflicto entre el deseo humano de obtener y con: sumir mas recursos naturales y la necesidad de conservar e508 recursos (Tanimoto, 2004). En la bisqueda de soluciones al dilema ambiental podemos ubicar posiciones encontradas entre sf, a pesar de que se reficran a la misma problematica, Por ejemplo, la posicién preservacionista establece que el Cuidado de los recursos naturales debe prevalecer sobre las necesida- des de uso de los mismos por parte de las personas, especialmente ‘cuando la integridad de esos recursos pueda verse amenazada (Siuraa, cop. | Sastentobiicod y conte a7 2006). #s decir, ante el peligw de deteriore ecol6gico primero deben atenderse las condiciones del ambiente y posteriormente, las necesida- des humanas. Alternativamente, existen posturas que asumen la satis faccién de las necesidades humanas comcidentemente con la solucién de los problemas ambientales. Si bien, esas posturas reconocen que lit conservacién de los recursos naturales es una pieza clave en la solt- cién del dilema ambiental, también esablecen que los seres humsanos tienen el derecho a disfrutar de dichos recursos para sobrevivir y a zat niveles de vida dignos (Bonnes & Bonaivto, 2002) desarrollo sustentable es una de las posiciones que contradice a la pré dlica pre 1a, al considerar que el dilema arriba planteado es perfectamente manejable si se hacen compatibles las necesidades hit imanas con las de los ecosistemas, Aunque el desarrollo sustentable enfatiza que los recursos naturales pueden y cleben ser empleados para satisfacer cabalmente los requ Inientos humanos, reconace que la integridad del ambiente es una condlicién fundamencal para alcanzar la satisfuccién de las necest de las personas y sus comunidades busca ser coherente con las reglas o principios ecolégicos, procurando, por lo tanto, respetar las reglas bésicas de funcionamiento de los eco- temas. Dos de estas reglas son la interdependencia y la diversidad El principio de la interdependencia establece que, en un cosi tema dado, todos los elementos dependen entre si, de manera que la pérdida de un componente, © su dao, genera un desbalance en ef sistema toal y, por lo tanto, el resto de los elementos se ve afectado (Capra & Pauli, 1995), Esto explica la importancia de evitar la extincién masiva de especies, cdo que su desaparicién genera un desequilibrio lobal en el ecosistema, como lo abservamos en miles de lugares del planeta. El principio, por lo tanto, resalta las ideas de equilibrio y deper dencia reciproca enire los componentes de un sistema. Si un ch falla, cl resto se ve afectado, El o1ro principio basico es el de diversi dad: Va integridad de un ecosistema depende de la variedad de com- ponentes que lo constituyen, dado que la pérdida de alguno de ellos puede ser compensada por algunos de los elementos restantes. Ua ecosistema de mayor diversidad es mas resiliense, es decir, esti menos expuesto a Ja degradacién -o a su desaparici6n— que uno con menor variedad de especies (Pradhan, 2006). De acuerdo con los expertos, estos dos principios aplican tanto a los sistemas ecol6gicos biofisicos, como a la ecologia humana (Capra & Pauli, 1995; Pradhan, 2006). La sustentabilidad, como ideal de desarrollo humano, incluye estos principios, estableciendo la necesatia interdependencta espacial entre ades Por lo mismo, dicha aproximacion mento 28 Soc |. Sumtentobsidad y asecloni los ecosistemas biol6gicos y los humanos, pero adems, como vereme introduce la idea de una interdependencia temporal entre los sistemas biolégicos y humanos del presente y los del futuro, como garantia de conservacidn de los recursos naturales y culturales. En lo referente al principio de la diversicad, la vision de la sustentabilidad reconoce la importancia y la necesidad de variedad en los componentes de los si temas humanos y la de los fisicobiolégicos, Incluye, ademas, la consi deracidn de los elementos sociales y culturales y su diversidad en el empeno de conservacién de los recursos; es decir, es necesario euidar no solo los recursos naturales y su diversidad, sino también los socio- culturales (Corral y Pinheiro, 2004). Otras reglas de la ecologia incluyen la flexibilidad: los sistemas ecolégicos se mantienen en un estado que se caracteriza por fluctuacio- interdependientes de sus variables, permitiendo ajustes ante los ‘bios; la ciclicidad: las interdependencias de los miembros de un rema involucran el intercambio de energia y recursos en ciclos continuos; la asociacién: los componentes del ecosistema participan en tun juego de competencia y de cooperaci6n entre si, La sustentabilidad, de hecho, se considera un principio particular que surge del resto de las reglas que tigen la existencia de todos los ecosistemas (Capra & Pauli, 1995). La sustentabilidad, en este contexto, implica que la super- vivencia a largo plazo de cada especie en un ecosistema depende de tuna base de recursos limitados. ‘Todos estos principios encuentran una dimension psicolégica cortespondiente. Por ejemplo, la diversidad puede generar en los indivi- ‘duos un estado de preferencia por la variedacl en los escenatios fisicos y sociales en los que se desenvuelven las personas y esa preferencia incita el cuidado ambiental (Corral, Bonnes, Tapia, Praijo, Frias & Carrus, 2009); la flexibilidad es un componente de la competencia pro- ambiental, la que-se requiere para resolver problemas del entorno (Ge- lier, 2002), la asociaci6n incluye a la cooperacin, un elemento del al- truismo ¢Schultz, 2001) que, como veremos, constituye una parte de los estilos de vida sustentables; una vision de interdependencia en las re: laciones ser humano-naturaleza acerca a las personas al ideal de la sustentabilidad (Corral, Carrus, Bonnes, Moser & Sinha, 2008). Estas adecuaciones nos permiten ir perfilando las dimensiones psicoldgicas de la sustentabilidad, que desarrollaremos a lo largo de este libro. 29 DESARROLLO SUSTENTABLE En concordanci Mundial del Ambiente y del Desarrollo (WCED, por sus siglas en ingl defini6 al Desarrollo Sustentable (DS) como aquel "...que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de la futuras sgeneraciones para satisfacer sus necesidades” (WCED, 1987, p. 43). De |cuerdo Con Sus proponentes € impulsores, un pilar fundamental del concepto de DS es la visién dinamica ¢ interdependiente del desarrollo humano y del cuidado del ambiente. Dicha visi6n es dinémica porque concibe a los procesos ambientales y a los sociales en constante cam- io, no de manera estética como los visualizan algunas posturas preser- vacionistas para las cuales el ambiente es algo que debe ser mantenido sin cambio, sin la intervenci6n del ser humano en sus evoluci6n natural y por lo tanto, que requiere ser “preservado” (Schmidt, 1997; Siurua, 2006). Por lo anterior, el DS refiere la necesidad de coneiliar una varie dad de necesidades aparentemente contrapuesias entre el mundo natu- ral y el bumano. Esta conciliacién cubre una interdependencia dindmi- ca entre el desarrollo humano y el uso y restauraci6n de los recursos naturales, por un lado; pero, por el otro, refiere una interdependencia temporal entre el bienestar de las generaciones presentes y las futuras (véase Corral, Carrus, Bonnes, Moser & Sinha, 2008) De manera general, el paradigma de la sustentabilidad propone remplazar la concepcién de la preservacién ambiental, que para algu- nos es simple y estitica (Siurua, 2006) y que es propuesta por el ala radical de los movirnientos ambientalistas, por una visiGn mas dindmica de las relaciones entre las necesidades humanas y ta integeilad del am. biente. La vision preservacionista radical se preocupa més por la. pro- tecci6n de los aspectos fisicos y biolégicos del ambiente en el tiempo presente. Su énfasis se dirige a la preservacién de los ecosistemas, los limites al crecimiento econémico, la no intervencién humana en areas naturales, eteétera, lo que a menudo genera un descuido de las necesi- dades humanas basicas en escenarios a largo plazo (Pearce & Warford, 1993). Para el DS el aspecto humano es tan relevante como el bioeco- logico y el futuro es tan importante como el presente, ‘Otro aspecto fundamental que diferencia al concepto de sustenta. bilidad de la postura preservacionista tradicional es la vision de un rol proactivo y estratégico que se le asigna a los seres humanos en la con- secucién de un balance entre kas necesidades humanas y las de los ecosistemas naturales, tanto en la perspectiva del presente como la del con los principios de la ecologia, la Comisién ) 30 Seccidest Sustentabiided y paicologio futuro, El concepto de DS enfatiza Ia idea de que los seres humanos son responsables de utilizar los recursos naturales y de promover acti- vamente la renovaciGn y recuperaciOn de los mismos, asegurando la resiliencia de los ecosistemas, con el fin de garantizar su vida sustent ble y uso a través del tiempo (Pradhan, 2006). Esto implica que mujeres y hombres pueden y deben procurar, con sus acciones, cambios en las condiciones ambientales, buscando satisfacer sus necesidades; pero ese ‘cambio no debe comprometer la integridad de los recursos naturales, Por lo tanto, la noci6n de sustentabilidad aparece, de acuerdo con al- gunos autores (Bonnes & Bonaiuto, 2002), mas comprehensiva y abier- taal continuo cambio ambiental y social, comparada con la concepeién preservacionista que sdlo se enfoca en la conservacién del ambiente fisico. El grado de sustentabilicad de una sociedad se mide no sélo por el ‘esfuerzo de sus ciudadanos para moderar su consumo de los recursos naturales, para logear un balance entre sus necesidades y la de los eco sistemas, para actuar de manera equitativa, y para ser solidarios con sus congéneres del presente y los del futuro (Flavin, 2002; Gardner, 2002). ‘También se estima el grado de sustentabilidad logrado en una comuni- dad observando las consecuencias de esas actuaciones, Se han pro- puesto diferentes indicadores del desarrollo sustentable, pero la mayor parte de los expertos concuerdan en que una sociedad sustentable pre- senta niveles satisfactorios en las areas ambiental fisica (acceso a agua potable, manejo de desechos, control de gases de invernadero, etc.), social (justicia social, condiciones de vida, acceso a educacién), polti- covinstitucional (infraestructura, participacion en ciencia, niveles bajos de corrupcién, etc.), y econdmica (tasa de actividad econdmica, distri bucidn del ingreso, tasa de empleo, entre otros) (Gouveia, 2002). Mu- chos de estos indicadores constituyen el llamado nivel de desarrollo humano (PNUD, 2005), aunque no se limitan a él, Una sociedad sus- tentable, por lo tanto, es aquella que da a sus integrantes condiciones de acceso a satisfactores de indole fisica y social, que es equitativa en la distribucién de sus recursos naturales y sociales, que promueve el progreso en la adquisicion de conocimientos, y que mantiene intact la integridad de los recursos naturales. En fechas recientes se ha propuesto un indicador adicional, no tan tangible como los propuestos previamente, pero de gran importancia para las personas: el bienestar subjetivo, el cual se relaciona con la fe- licidad que reporta un individuo y, en general, con su nivel de satisfac cién con la vida (Talbert, 2008). Una sociedad sustentable debe ser, de acuerdo con este criteria, una sociedad feliz, 0 por lo menos, una que Gop. | Sustomebiiced y cerca 31 Ja coloque en el camino a lograr ese estado, canzar un cierto nivel econdmico, 's un hecho que, tras gente ya no reporta incrementos Giraus nveles de felicidad acompanando 2 mucvos aumentor en su ingreso econdmico (Gardner y Prugh, 2008; Riechman, 2008). Con el resto de 10s indicadores sociales, ecolégicos y politico-instiuicionales de la sustentabilidad debe ocurtir lo mismo. Por lo tanto, el bienestar subjtivo es claramente una conseciencia separada dle la sustentabili- dad, que debe considerarse. Aunque pueda parecer extraito, a nivel oficial esto empieza a tomarse en cuenta; Australia, Canada y el Reino Unido han establecido como objetivo de politica nacional lograr el bienestar subjetivo de sus habitantes y, en un paso mas decidido atin, el ino de Butan (en el Himalaya), ha declarado que su meta ofictal no «3 ya el crecimiento econdmico per se, medido como “producto nacio- nal bruto” sino la “felicidad nacional bruta” (Gardner & Prugh, 2008) Con esto pretenden elevar los niveles educativos y combatir la pobre7: extrema, preservando, a la vez, el ambiente fisico y las tradiciones cul- turiles de la naeién, Por primera vez en la historia, al menos ce mane- 1 oficial, se reconoce que la felicidad de las personas es un objetivo de planes y programas gubernamentales y este objetivo se liga de maner explicita a la sustentabilidad Lo anterior tiene un gran significado para las ciencias de la conduc- ta ya que implica que los niveles de impacto de la sustentabilidad con tienen indicadores psicolégicos. Al estimar qué tan sustentable es una sociedad deben recogerse mediciones de components psicologicos como la felicidad y el bienestar subjetivo, los cuales debieran ser esta blecidos como metas en las estrategias de desarrollo sustentable nacio- nales (Talbert, 2008), 1a sustentabilidad no solo esta determinada por factores.psicol6gicos “como veremos a contimmciGn= sino que esta también genera cambios en los estaclos y en los procesas psicol6gicos de las personas. SUSTENTABILIDAD Y PSICOLOGIA is de la ciencia contribuyen al desarrollo del ideal do por el desarrollo sustentable. La psicologia, al encargarse det estucio del comportamiento tiene la encomienda de determinar qué rcteristicas de éste predisponen a las personas hacia estilos de vida nds sustentables, En otras palabras, dicha disciplina investiga las per- cepciones, actitudes, motivaciones, creencias, normas, valores person les, conocimientos y habilidades que llevan a las personas a actuar dle 32 Sect, Suseeenoued y colo manera prosocial y proambiental, Este conjunto de factores se reconoce como variables disposicionales psicolbgicas, dado que las mismas pre: disponen a las personas a actuar (Corral, 2001). Por supuesto, dicha actuacién, manifestada como conducta proambiental abierta es uno de los focos centrales de la investigacién en psicologia de la sustentabili dad. Los comportamicntos de interés comprenden a la conducta proeco- légica general, las acciones altruistas, los comportamientos de reduccién del consumo de productos y las conductas de equidad, entre otros. Este conjunto de acciones constituye los lamados estilos de vida sustenta- bbles (Centte for Sustainable Development, 2004), que serain abordados y definiclos posteriormente en el presente libro. Dado que ka conducta ocurre siempre en un contexto determinado, 4 [a psicologia ce la sustentabilidad le interesa investigar de qué n diversos factores situacionales afectan a los estilos de vida sustentable: 1 sus variables disposicionales relacionadas y al bienestar que experi- mentan las personas. Para el ser humano las situaciones en que se dlesenvuelve son de carécter material como social. Por lo tanto, los fac- {ores situacionales pueden ser de naturaleza Fisica, como la temperatu- ri, [os aditamentos tecnolégicos, la distancia, o la presencia o ausenci de un recurso natural, También pueden ser de caricter normativo, ‘como las normas sociales, las leyes, los valores colectivos y otros aspec- tos culturales como la religion y las costumbres (Corral, 2001). Los psicologos ambicntales esperan identificar qué aspectos de lo fisico y Jo normativo en Jas situaciones inducen la conducta sustentable. CONDUCTA SUSTENTABLE Debido a que el interés central de la psicologia de la sustentabilidad es el desarrollo de comportamientos sustentables, es necesatio primero definir este concepto. Hasta finales del siglo pasado, los psicdlogos ambientales estudiaban la conducta proccolégica, que definian como ‘el conjunto de acciones efectivas y deliberadas que resultan en la pro: teccién de Jos recursos naturales 6, por lo menos, en la reducci6n del deterioro ambiental” (Grob, 1990; Corral, 2001). Quedaba claro, en este concepto, que el ambiente al que se referian las definiciones de con- ducta proccol6gica cra el medio fisico, el cual incluye los recursos na lurales. El medio social se consideraba de manera separada y aunque explicitamente se reconocia la importancia de las nosmas y valores so- ciales como inductores de comportamientos ptoambientales, lo que importaba cuidar, como lo manifiesta la definicién arriba senalada, era pen SERS cop. 1 Sustoneiced y condo 33 el ambiente fisico, mientras que el cuidado del ambiente social no se consideraba dentro del alcance de la psicologia de la conservacién am- biental Por otro lado, como lo sefialan Corral y Pinheiro (2004), el enfoque de los estudios que seguian la definicién de la conducta proecolégica era de Upo correctivo, como el que Gouveia (2002) plantea pa concepto de Politica Ambiental, enfocado en acciones a conto pls {que tienen que ver con la limpieza y la reparacion de la contamina y la destrucci6n ambiental, Sin embargo, la gravedad de los problemas ambientales requiere, a largo plazo, de transformaciones estructurales en los patrones de producci6n, consumo y relaciones sociales que ga- ranticen la supervivencia ecoldgica; es decir, que debe pasarse de una visiGn de conducta proecolégica, de tipo correctivo, a una de conducta sustentable proactiva, conservacionista que considere los cambios re queridos para garantizar la supervivencia de la especie humana y de todas las que lo acompaian en el planeta, Corral y Pinheiro (2004, p. 7) también resaltan el hecho de que en las definiciones tradicionales de conducta proecolégica no queda claro si "por conservacién se en- tiende al producto de acciones que garanticen el equilibrio ecolégico presente 0 si el futuro también se incluye”. De manera que el nuevo concepto de conducta sustentable debe considerar la dimensién te poral como uno de sus elementos claves. Debido a las limitaciones encontradas en las definiciones de con- ducta proecoldgica, esos autores proponen el concepio de Conducta Sustentable, como término mds inclusivo, al que definen como un con- junto de acciones efectivas 1 deliberadas que tienen como finalidad o cuidado de los recursos naturales y socioculturales necesarios para ga: rantizar el bienestar presente y futtro de la bumanidad (Corral y Pin- heiro, 2004). En esta definicién se determina que el objetivo del com- portamiento es el cuidado de los escenarios fisicos pero también los sociales; ese comportamiento es deliberado es decir, dirigido intencio- nalmente a la conservacién del entomno-; también es efectivo dado que resuclve problemas y se proyecta, ademds, hacia el futuro, actuando en el presente para anticipar las necesidades del mafana, Los autores re- conocen que otros aspectos no sefalados de manera explicita en ka definicién, pero implicitamente contemplados, constituyen las dimen- siones psicolégicas de la sustentabilidad. A elas nos referiremos a con: tinuacion. 34 DIMENSIONES PSICOLOGICAS DE LA SUSTENTABILIDAD. Qué aspecios de la vida psicolégica debiera contemplar una con- ducta orientada hacia la sustentabilidad? En otras palabras zqué condiuc- tus y qué variables disposicionales identifican a una persona prosusten- table? La tabla 1.1 es un recuento de las dimensiones psicolégicas de la sustentabilidad, que trata de responder a estas preguntas. ‘Sinos guiamos por la definicién de desarrollo sustentable previamen- te expuesta, algunas de esas climensiones aparecen claramente ident cadas en esa definicién, pero otras deben ser inferidas. De acuerdo con la conceptuacion de DS, a diferencia del comportamiento proccol6gi- co, centrado en la proteccién del ambiente fisico, la conducta sustenta- ble debe incluir acciones de cuidado hacia otras personas y grupos, especialmente los mas vulnerables. En esas acciones de cuidado, el comportamiento se ditige a generar condiciones que permitan un acce- so equitativo de todos al disfrute de recursos naturales; el consumo de esos recursos debe ser mesurado, de manera que posibilite que todos puedan acceder a su parte; la cooperaci6n y la ayuda a personas en necesidad debe enfatizarse, y también las acciones que produzean la conservaci6n de los recursos naturales. Entramos, entonces, en el mbito de las conductas sustentables, las cuales al conjugarse hacen posible lo que algunos autores llaman estilos de vida sustentables. Dentro de esas conductas encontrariamos a la conducta proecolégica, que incluye acciones encaminadas a la conserv: cidin de los ecosistemas camo el cuidado del agua, el ahorro de en gia, el retiso y reciclaje de productos, la practica de conductas anticon- taminantes, la lectura de temas ambientales y otras acciones relacionadas (Corral, 2001; Kaiser, 1998). La conducta de consumo austera, es decit, el uso de productos sin afin consumista que caracteriza a las personas {rugales, es un tipo particular de comportamiento sustentable. Siendo el consumismo desmedido uno de los Factores responsables de la crisi ecolégica, la reduicci6n en el uso de recursos naturales se hace neces ria para lograr un estilo de vida sustentable (Iwata, 2002). Los compor- tamientos altruistas, que reflejan la solidaridad de los individuos para con otras personas, especialmente los mas necesitados, constituye otro tipo de conducta sustentable (Schultz, 2001). Los actos de cooperaci6n que se oponen al egoismo caracteristico de la conducta antisocial y antiambiental, forman parte de esta dimension conductual de la solida- ridad (Pol, 2002a). Finalmente, pero no por ello menos importante, las te ERS SNA Cop. 1 Stntentebiided y coco 35 acciones que manifiestan la equidad con la que los individuos interac- tian con otras personas, independientemente de su género, raza, edad, orientaci6n sexual, politica y religiosa, constituyen una clase de con. ductas sustentables de primer orden (Winter, 2002). Esta equidad, de cumplitse, posibilitaria que todos los seres humanos gozaran del con. sumo necesario de recursos naturales, tuvieran oportunidades de edt: caciGn, empleo digno, vivienda y libertad para el ejercicio de sus dere: chos humanos (Talbert, 2008), Tabla 1.1. Dimensiones psicol6gicas de la sustentabilidad y algunos investigadores relacionados. | Conductas | Conducta proecotégica general (Kaizer, 1998) | Frugatida-Austeridad (De Young, 1991; lwata, 2001) ‘Atismo-Sofidaridad (Schultz, 2001;Po, 20023) Equidad (winter, 2002) Variables disposicionales (Orientacién al Futuro (Joreiman et al, 2004) Deliberacién proambiental (Ohtorno & Hirose, 2007) \isiones del mundo en interdependencia (Corral etal, 2008) ‘Apego a normas proambientales (Schultz & Tyra, 2000) ‘Afinidad hacia ta dversidad (Corral eto, en prensa} | tmociones anbientates (Kals eal, 1999) Competencia-Eficacia (Geller, 2002) Repercusiones psicolégicas Felcidad (Brown & Kasser, 2005) flestauracién pscolégica (Van den Berg, Hartig & Staats, 2007) Otras dimensiones psicolégicas de la sustentabilidad se presentan como variables disposicionales, La ortentacion al futuro es una de ella Fl cuidado del ambiente fisico y social requiere que las personas antici- pen las consecuencias de su conducta y se preocupen por el biene: de las generaciones venideras, incluyendo a seres humanos no naciclos dn (Pinheiro, 2002a), Esta capacidad de orientaci6n temporal es ¢ Sect. Sustneataided y ps¥ologhe 36 6 (eristica de individuos maduros, edhitados y responsables y constituye una pieza clave en et concepto mismo de Desarrollo Sustentable (Corral, Fraijo & Pinheiro, 2006). Una dimensin relacionada con el aspecto temporal es a deliberacién proambiental, otro determinante disposicio~ nal de la conducta sustentable, el cual implica dirigir el comportamien- to hacia la consecucidn de logros proecolégicos y prosociales (Corral, 2008). La intencién de actuar a favor del cuidado del ambiente, asi como la voluntad a participar en acciones conservacionistas son formas parti ‘en las que se manifiesta dicha dimensién (Ohtomo & Hiro- Se, 2007), De acuerdo con algunos autores, la conducta proambiental ategoria de sustentable Emmons, debe ser deliberada para cacr en Ia 1997). Las visiones de! mundo en interdependencia suponen la existencia de creencias ambientales sustentables. Estas creencias parten de la con- viecién de euidar el ambiente para poder utilizar sus recursos y gara tizar el bienestar de las futuras generaciones. Las creencias del llamado Nuevo Paradigma de la Interdependencia Humana ilustran este tipo de vigiones del mundo. En dicho paradigma se manifiesta la idea de que {a estabilidad del entorno fisico es interdependliente con la satisfaccién ide las necesidades bumanas y que el futuro interdepende con el pre- senie ya que lo que hagamos hoy afectara al futuro y la anticipacién de ese futuro influye en las acciones del ahora (Corral et al., 2008), La conducla sustentable responde también a la percepci6n y al seguimien- to de normas ainbientales, esto quiere decir que las personas que son capaces de identificar y seguir prescripciones sociales relacionadas con fa proteceién del ambiente tienden a ser més conservacionistas y pro- sociales, La dimensin normativa, entonces, es una importante area de investigacién € intervencién para los psicdlogos ambientales, los edu- cadiores y los formuladores de politicas publicas ambientales (Schultz & “Tyra, 2000; Martin, Hemandez & Ruiz, 2007). En el ambito de los estaclos afectivos que resultan de la interac con el ambiente, las emociones por el contacto con la naturaleza y los sentimientos de indignacién que se producen ante el dao ecologico constituyen parte de las emociones por el ambiente, una de las dimen- siones psicolégicas que son fundamentales para fa acci6n sustentable (Kals, Schumacher & Montada, 1999), Numerosos autores concuerdan con Ia idea de que la puerta de entrada para la educacién ambiental son las emociones y que las personas actdan no slo guiadas por pre- disposiciones ra sino también por el afecto que les produce el contacto con la naturaleza (Carrus, Pasafaro & Bones, 2008; Pooley & O'Connor, 2000). De ese contacto se origina una afinidad por la diver- ceo. Sestertobiled y condita 37 ssidad, otra dimensi6n importante de la psicologia de la sustentabilidad, Ista tendencia consiste en un sentimiento de “gusto” o preferencia por Ia variedad en los Componentes del ambiente fisico y social. La diversi- dad como regla ecoldgica, aparentemente encuentra una correspon- dencia psicoldgica que ha evolucionado en los sistemas motivacionales humanos. Lo mas importante es que, de acuerdo con algunos estudios, Inafinidad por la diversidad biolbgica y social caracteriza a las personas ‘que se preocupan y actiian a favor del cuidado de recursos naturales y de otras personas (Corral et al., 2009). ‘Todas las dimensiones previas parecen encajar con la idea de com- ipetencia proambiental. Esta dimensi6n agrupa las capacidades que po- sibilitan que una persona actie de manera efectiva para resolver pro- blemas en su entomo (Geller, 2002). No basta que una persona sea consciente, esté motivada, se emocione y disponga de creencias favo- ables al medio ambiente, sino que debe, ademés, disponer de habilida- des y destrezas para cuidar su medio ecol6gico y social. Por otro lado, la persona debe responder a requerimientos proambientales (solicitu- des, retos, oportunidades de actuaci6n) que se pueden manifestar como, normas, reglas, actitudes, valores y otras exigencias de cardcter perso- nal y social que le sean impuestas al individuo para tesponder -de manera efectiva- ante la problematica ambiental (Corral, 2002). La com- petencia proambiental liga esos requerimientos con las habilidades ne- ccesarias para encararlos De acuerdo con Corral et af. (2009), la integraci6n de las dimensio- nes psicologicas que involucran conductas y propensiones genera un constructo de orden superior al que denominan “Orientacién a tt Sus- tentabilidad”, el cual, en tiltima instancia incluye todos los Factores que caracterizan a una persona que despliega estilos de vida sustentable. El desarrollo de estos estilos de vida, que expondremos en un capitulo posterior, es el fin tiltimo de la psicologia de la sustentabilidad y de la educacién ambiental. iiltimo tipo de dimensiones psicol6gicas de la sustentabilidad involucra a las repercusiones que acarrea el actuar proambiental. Se han estudiado por lo menos dos de estas repercusiones: el bienestar stubje~ tivo y la restauracién psicolégica. La primera se relaciona con los nive- les de felicidad que una persona experimenta, ya que, segtin Io indica tuna serie de estudios, la cooperacién y el altruismo se ligan al bienestar personal que los individuos prosociales reportan (Kasser & Ryan, 1996; Williams & Shiaw, 1999); de la misma manera, parece que la conducta proccolégica induce estados de felicidad en la gente que la prictica (Brown & Kasser, 2005). Algo parecido ocurre en el caso de la restau- 38 Sci, Susentnctided y esectoghs tacién psicol6gica -definida como un estado de renovacién de los recursos psicologicos agotados (Hartig, Kaiser & Bowler, 2001). Aun- {que existe informacién muy limitada al respecto, los inclicios seftalan que las acciones sustentables tienen una repercusidn restauraclora en las personas, especialmente en aquellas sometidas a estrés (Van den Berg, Hartig & Staats, 2007) ‘A partir del capitulo tercero abordaremos cada una de las dimensio- nes psicolégicas, enfatizando en el rol que cada una de ellas juega en a conformacidn de estilos de vida sustentables, sus determinantes y sus consecuencias. La relacién entre estos tres tipos de dimensiones sc in- tegrari en el titimo capitulo, a manera de un modelo explicativo de la conducta sustentable, Previamente realizaremos una breve descripcién de las teorias psicol6gicas que han intentado explicar, en términos ge- nerales, la conducta sustentable. Esta descripcién servis como base para abordar las dimensiones particulares que se van a detallar en los capitulos subsecuentes. RECUENTO DEL CAPITULO En este capitulo expusimos la crisis de la creciente degradacion y escasez, de los recursos naturales y la manera en la que sta interacttia ‘con problemas humanos como la pobreza, las enfermedades, las ine- ‘quidades sociales, los fenémenos migratorios y la violencia (guerra, terrorismo). FI dilema ambiental resultante de esta interaccién es el cconflicto qe se presenta entre la satisfacci6n de las necesidades huma- ras y la conservacién de los recursos naturales que se requieren para satisfacer las urgencias humanas: a mayor deseo y necesidad humana, mas consumo de recursos y, por ende, menos recursos disponibles. La postura preservacionista mantiene que, para resolver el dilema, es ne- cesario primero asegurar la integridad de los recursos naturales, colo- cando a las necesidaces humanas en segundo término. La postura del desarrollo sustentable (DS), contrariamente, establece que los dos as- pectos pueden ser compatibles, cuidando la integridad de los ecosiste- mas para proveer satisfactores a las poblaciones humanas. El DS se define como un estilo de vida que satisface las necesidades del presen- te para todas las personas, sin comprometer la satisfacci6n de las nece~ sidades de las futuras generaciones. Los indicadores de una sociedad sustentable incluyen aspectos de bienestar ecoldgico, econdmico, so- cial y politico, pero también psicolégico -manifestados en la felicidad wf ences niles cepcrehas oc tas, pemonde® 9 2 reconociendo gobiernos en distintos lugares del mundo. lograr los ideales del DS todas las disciplinas cientificas y profesionales participan, en primer término, contribuyendo con Ia identificacion de ins distntas dimensiones que caracterizan a la sustentabilidad. La psico iogia ambiental es el érea de la ciencia conductual encargada de estu- diary promover la conducta sustentable. Esta conducta se define como el conjunto de acciones efectivas y deliberadas que se encaminan al cuidado de los recursos naturales y sociales en el presente y para el futuro, Las dimensiones psicologicas de la sustentabilidad incluyen comportamientos y variables disposicionales, Entre los primeros se ubi- can la conducta proccologica, la austeridad, la solidaridad y la equidad, cntras que kas segundas incluyen a la orientacién al futuro, la delibe- n proambiental, las visiones del mundo en interdependencia, el apego a las normas ambientales, la afinidad hacia ta diversidad, I emociones ambientales y la competencia proambiental. En conjunto, estas dimensiones generan una orientacién hacia la sustentabilidad, cuyo objetivo final es el desarrollo de estilos de vida sustentables. nel alin de A ORGY, proecolégica ACCIONES DE CONSERVACION DEL ENTORNO La conducta proccolégica (CPE) constituye uno de los tipos de ac- i6n clave para lograr los ideales del desarrollo sustentable. No es por sible satisfacer las necesidades de los seres humanos sin contar con un “capital natural” (esto es, los recursos de la naturaleza) que posibilite el acceso 4 alimentos, refugio, medicamentos, entornos para la restaura- cion psicol6gica, vestido y otros elementos que hacen posible una vida digna 0, por lo menos, la supervivencia (European Communities, 2008). Se requiere, por lo tanto, una gestion ambiental que evite 0 minimice los efectos de la accién humana en el entorno cuando dicho capital natural sea extraido y manejado (Pol, 2002b; Valera, 2002). Las props- sitos de la CPE son, precisamente, la conservacién de esos recursos y evitar su deterioro (Grob, 1990; Saunders, 2003). Los recuentos anuales del estado del mundo revelan una preocupan- te pérdida de recursos naturales, muchos de los cuales no son renova- bles: Gardner y Prugh (2008), por ejemplo, sefialan que: + Las concentraciones de bidxide de carbon atmosférico se en- cuentran en sus niveles mas altos en los Gltimos 650.000 afos; ka temperatura de la Tierra se cncamina a niveles no experiment | | | 59 60 SeccaW Concuctos sustentites dos en millones de afios y el océano Antico podria estar libre de hielo para el aio 2020. + Una de seis especies de mamiferos se encuentra en peligro de extincién en Europa y todas las especies maritimas podrian co- lapsar para el 2050. + El mimero de zonas muertas por la desaparici6n del oxigeno en los oo¢anos se ha incrementado de 149 a 200 slo en los tiltimos dos afios, amenazando las poblaciones de peces que se asientan en sus vecindades. + La contaminaci6n del aire e: prematuras, especialmente en los paises pobres. En Norteamérica, la clisminucién en el nimero de abejas, murci Jagos y otros polinizadores esenciales, amenaza los cultivos y los ecosistemas. a idea de que se aproxima un pico en la produccién mundial de petréleo, para experimentar posteriormente una abrupta caida, ha pasado a ser un conocimiento convencional, después de bh On alarmante. 4 ocasionando millones de muertes berse considerado una especula ‘A-cstas senales se suman las malas noticias acumuladas durante déca- as: una produceién exageraca de desechos sélidos no degradables en todos los tincones del planeta (O'Meara, 1999); la desaparicion de espe- cies en los ecosistemas aéreos, marinos y terrestres (Millennium Ecosystem ‘Assesment, 2005); la pérdida de fertiidad en el suclo apto para agricultura Grown & Flavin, 1999); una escasez. creciente de agus, insuficiente para oun de manera satisfactoria a toda la poblacidin mundial (Bridgeman, 2004), entre muchas més instancias que muestran que la crisis ambiental fs una desagradable realidad provocada por Ia accion humana. Es claro el componente conductual de estas seftales: La degrada cin de los recursos naturales es producto del comporamiento depre~ dador, egoista y cortoplacista de los seres humanos (Gifford, 20078) por lo que se requiere instaurar un patron de comportamientos alterna- tives -la conducta proecolégica-, que contrarreste a la que provoca los dais al entomno fisico. La conducta proecolégica puede definirse como “el conjunto de acciones deliberadas y efectivas que responden a requerimientos socia- les e individuales y que resultan en la proteccién del medio” (Corral, 2001, p. 36). La deliberacién es un componente esencial de la conduc- ta de proteccidn del entorno fisico de acuerdo con esta definicién y con los planteamientos de Emmons (1997), para quien s6lo el comporta- miento que tiene el propdsito de cuidado del entorno puede ser calif cop 3. Conca prooesligie 61 ‘cqdo como proambiental, Lo anterior dota a la CPE de un componente femporal: Ia propensidn al futuro de Tos actos proambientales, dado {que [a persona, al actuar propostivamente, anticipa las consecuencias Ge esos actos (Joreiman ef al., 2001; 2004). Otro componente imporan- fe de la CPE es su efectividad, ya que resuelve problemas ambientales nie requerimientos establecidos por Ia sociedad o por el individuo mismo que despliega ese comportamiento (Corral, 2002). De esta ma neta, kt CPE se mide en funciGn de los resultados que produce: el cui- dado de los recursos naturales (Corral, 2001) ‘También, de acuerdo con la definicién dada, la conducta proccold- ica se da ante exigencias del entomo social de los individuos. Esto significa que esa conducta, como la mayor parte de la que despliegan Jos seres humanos, se encuentra regicla por normas sociales. Silas per ssonas son requeridas por su cultura particular a desarrollar accion euidado del medio ambiente, es mas probable que que cuando esas normas no estén presentes (Ifunecke, Blobaum, Ma: tthies & Héger, 2001). Por lo antenior, es importante estudiar los con: textos sociales en los que viven las personas y las normas ecol6gicas presentes en ellos, como inductors de CPE. de leven a cabo ‘TIPOS DE CONDUCTAS PROECOLOGICAS. Los investigadores en el campo de la psicologia ambiental han es tudiado una buena variedad de conductas proecologicas, asi como sus determinantes, Aunque al inicio de la investigaci6n en el tea se mos- traba un sesgo por comportamientos como ¢l reciciaje, ef ahorro de energfa y las acciones de estética ambiental (Corral, 2001), la comple; dad y el agravamiento de los problemas ecol6gicos ha obligado el ¢: tudio de un gran ntimero de conductas con impactos ambientales. Las siguientes son algunas de ellas: Reduccién en el consumo de productos. La disminucién en la compra y uso de productos constituye una accién contrapuesta @ las prict consumistas que agobian el capital natural del entomo, Las personas de naturaleza frugal (véase cap. 4) deciden voluntariamente vivir de manera mis simple, evitando lujos, ostentacién y desroche y consumiendo s6lo lo necesario para evitar el cespilfarro de recursos (De Young, 1991, Iwata, 2002). Lo anterior, evita ademas la acumulaci6n de basura y la inequidad en la utilizaci6n de bienes (Chokor, 2004), Un rubro en el que la disminucion es importante se refiere al consumo de care, especia 62 ‘Secon I Condos susenobles mente la de ganado vacuno, por la carga que representa su engorda a los ecosistemas (FAO, 2006), Esto aplica también al consumo de especies marinas de gran tamafio (Worm, Barbier, Beaumont et af., 2006). Reuso de desechos. El reuso implica la-reutilizacion de un objeto, en lugar de desechaslo a la basura (Corral, 1995). Esta prictica es mas pro- ecoldgica que el reciclaje pues no requiere energia para reconvertir el producto por conservar. Antes de la difusién de los ideales del consu- mismo y de la cultura de los contenedores no retomnables las personas reusaban objetos como empaques de comida, envases de vidrio y de metal, ropa, papel, bolsas. dems, no recibfan bolsas de plastico para empacar las compras en los abarrotes; la leche, los tefrescos, la cervera y 0110s liquids eran vendidos en envases retornables. Atin en algunos lugares de cultura mas tradicional y en zonas de pobre ingreso econ- mico se acostumbra la reutilizacién de productos Reciclaje. Esta accién implica la practica mas dlfundida de control de desechos sélidos en las sociedades industrializadas. Consiste, inicialmen te, en separar la basura en conjuntos (onganica, inorginica) y subconjun- tos (madera, residuos de comida, papel), de productos desechados. Pos- teriormente, Jos desechos son tratados en fibricas especializadas par generar nuevos productos. El reciclaje genera un menor impacto ecols- ico positivo que el reuso o la reducci6n del consumo (ya que produce un cierto nivel de contaminacién en el reprocesamiento de los produc tos). Sin embargo, desde el punto de vista social tiene una tepercusion positiva pues es generador de empleos (Corral & Pinheiro, 2004). Acciones de estética ambiental, Comprenden conductas de limpieza y mantenimiento cle escenarios urbanos -barrios, parques. sitios publi- cos- 0 contextos naturales (Oskamp & Schultz, 2006). Aunque relacio- nadas con las acciones de control de desechos sélidos, este tipo de comportamientos tiene como propésito central conservar limpios los sitios en los que se desarrollan las actividades humanas, mas que la disminuci6n del consumo o Ia generacién de desechos (Corral, 2001), 1a colocacion y el uso de recipientes para la basura, que sean visibles y accesibles a las personas y el involucramiento en campanas de lim- pieza son instancias de este tipo de comportamiento. Compra de productos amigables para el ambiente. La adquisicién de productos no contaminantes como detergentes biol6gicos, sistemas de control de no téxicos, objetos reusadas o reciclados, productos certificados como ambientalmente no daftinos, rociadores que evitan la destrucci6n a la capa de ozono, gasolinas libres de plomo, pilas 0 b: terias eléctricas recargables, productos desprovistos de empaque, y otros similares, tepresentan un respiro al ambiente Gatersleben, Steg Cop. 3. Conde romokigia 63 & Viek, 2002; Thogersen, 2005). La suma de los esfuerzos individuales cen este senticlo genera un cambio significativo en la carga de contami- nantes que dia a dia se deposita en la Tierra HlaboraciGn de composta. Fsta préctica inicia con la separacion de Jos residuos orginicos de la basura para sometetlos posteriormet un tratamiento de descomposicién (Taylor & Todd, 1997), usualme: centerrando Jos'tesiduos en el patio de la casa, 0 mezclindolos en una licuadora, 1a mezcla es utilizada como abono 6 fertilizante para huertos y ardines. La elaboracion de composta implica una forma de conserva cidn de objetos de dlesecho, en este caso organicos, que de otra mane- 1a llegarian a la basura, propiciando contaminacién Aborro de agua. La crisis de la escasez de agua apta para consumo se encuentra enite Jos primeros lugares de los problemas ambientales a nivel mundial (Brown & Flavin, 1999), Su soluci6n implica reduci significativamente el consumo en escenarios residenciales, ptiblicas y de trabajo, asi como optimizar su uso y evitar el desperdicio en la age cultura (Moser, Ratiu & de Vanssay, 2004; Carlos, 2004). Esto implica, entre otras cosas, dotar a la poblacién de habilidades y competencias para el cuidado det liquido en todos los usos, especi llos en los que el desperdicio es mayor (Cortal, 2002). mente en aque. Aborro de energia elécirica. Este conjunto de acciones involucra conductas como fijar el termostato de sistemas de calefaccidn y aire y disposi de acondicionado a niveles de bajo consumo, emplear mucbl tivos ahorradores de energfa en el hogar, utilizar escaleras en lugs ascensores y elevadores eléctricos, instalar celdas solares o sistem de energia de fuentes renovables, apagar y/o desconectar aparatos elée tricos y electr6nicos cuando no se encuentean en uso, y otras similare: que produzcan una disminuci6n en el uso y gasto de enengéa (Gatersle ben er al,, 2002; Stern, 2000). Disminucion del uso de automoviles. Bl uso del automévil represen- ta una de las fuentes principales de emisin de gases de invernadero y otros contaminantes, por lo que evitar o disminuir ese uso implicaria tuna mejoria en Ia calidad del aire Goreiman, Van Lange & Van Vugt, 2004). Alrededor del mundo un ntimero creciente de personas utilizan ansportaciGn alternativa al uso dle automdviles, como bicicletas, tran Vias, metro, autobiis o, simplemente, caminan. Aborro de combustible. Una acci6n que, de manera indirecta, dismi uye el gasto de combustible en autos, barcos 0 aviones es la compra de productos alimenticios locales y de temporada, ya que, al hacerlo, Ro es necesario el transporte de esos productos desde los lugares de Origen, algunos de los cuales pueden estar a miles de kilémetros (Kai- 64 seca Condes stents, ser, 1998). Disminuir los viajes via aérea, también afecta negativame Cidentalmente, a los niveles de contaminac uma do tépicos ambientates. Daclo que el conocimiento de Los en un prertequi= ambientales y sus soluciones se constituye problemas sito par de informaci6 ducta proccologt Internet contienen esta informacion, Persuasion proccotdgica, Las persona persuaden a otros de la necesidad de cuidar el entomo. Pueden oar miento, la instrucci6n, la discusién 0 ensei ede proteger el medio, el modela- ateneidn a aquellos que contami- ere desperdician recursos (Corral, Hess, Hemnéndez & Suarez, 2002) fa eficiente de proteccién del en- litico, presionando © convenciendo através del conve procedimientos con los cuales se P' tnicnto de la CPE 0, incluso, llamando | Cabildeo proambiental, Uma for torno se produce en el contexto pol wriogitadores de la necesidad de aprobar leyes a favor de la proseeciOn tie especies, ecosistemas 0 recursos naturales. Dado que los politicos son muy sensibles a estas presiones ~especialmente en tempos electo™ ae requiere de la suma de un buen nimero de individuos 9 gry pos, para lograr que dicha presiOn produzea resultados (Suarez, 2000) ‘ soito y construccién proecolégicos. La planeaciGn y construccion vencia y otros escena- Joe tespetando al maxirao el entorno natural circundante y ecqnemi ve io a uso de cnergia, Forman parte del diseno proecol6gico (Kelle, feerwagen & Mador, 2008). Al combinarse la construceién de ambien que conlleva habitar esos escena rales de tesidencias, espacios laborales, éreas de conv tes proecokégicos con la convivencia iugares lejanos, especialmente por la i¢ al gasto de combustible ¢, in- a1 cuidado efectivo del ambiente, la bisqueda y adquisicion este respecto conforman un tipo importante de con- © (isu, 2004), Los medios de comunicacion masiva, Siparte de los libros y revistas especializadas y numerosos sitios de la as con orientacién proambiental fios, se promueve estilos de vida sustentables (Kirby, 2003), “Guidlado de ecosistemas. Comprende el involucramiento de las per sonas en problemas locales como la degradacin de ecosistemas y su uracion, Syme, Beven & Sumner (1993) describen las motivaciones y stuaciones que promueven cl involucramiento de personas en 84 Yades de proteccién de un pantano en Australia, Otra experiencia &© ha] describen las pricticas ide Baasell Tillis y Tucker-Carver (1998), quien inarza de “fe euidado y de degeadacién de los ecosistemas marinos en EUA por Jos dueiios de embarcaciones de recreo. ‘Planificacion familiar, Paca asegurar lt calidad de vida de I requiere una sufic ss y las fuluras generaciones s ra, agua y energia. Mas de tres mil nte prov presen: ion de tie iI rescientos millones de personas se cop 3. Cord proacotgica “ encuentran desnutridas y existe un desbalance entre el creciente niimero Ge seres humanos y los recursos necesarios para sustentarlos. Fs nec fo hacer entender a las personas, independientemente de su origen cul- tural, que el crecimiento poblacional desmedido daa los recursos de la ‘ferfa y disminuye el bienestar humano (Pimentel & Pimentel, 2006), La decision conscience de las personas ~y la accion correspondiente~ de li snitar el ndmero de nacimientos en su familia, con el propésito de paliar riimpacto humano en la biosfera es un tipo de conducta proccolégica por desarrollar en las presentes y futuras yeneraciones (Bandura, 2002). Los comporiamientos arriba enunciados se estudian empleando ‘una buena variedad de instrumentos. La tabla 3.1 ejemplifica el uso de instrumentos de medicién del comportamiento proecolbgico, en este faso a través de la escala de Conducta Keol6gica General de Kai (2998), en una versi6n reducida, Tabla 3.1. Versién cotta de lo Escala de Conducta Ecol6gica General de Kaiser (1998). ‘Debs siguientes conductas por fovorindique que tan frecuentemene las Nevo a cabo. 1, Espero tener una carga completa de ropa, fee paantes de meteria ala 2, Manejo en las vias rpidas a velocidades menore idades menores a 100 km/h 3, Guardo y recclo el pape! usado a s. Sepor otcas acs pars eccar . Cehehech saber olen que se ha comport de manera cue dated ambiente 6. Compro comidas preparadas: 7. Corpo productos en empanus que pueden vor sutizas= 6 Compro productos (frutas y verduras) de temporada ©. Until ecodore de ropa eo acta de termaeambertales 1 Patio con migos ceca de problemas lores con ambiente . oe 12. Ui un nsectcida ico 1h Enelvenoapayoe ote aconciconad late aconiionado cuando deo mi por mas de cuatro horas : rs i eee /maneras de reusar cosas 5. Animo a mis arnigos y familiares para que reciclen 16. Aboro esc comnando ovapnda en bret 66 Seccin i Condutos suerte Este es un ejemplo de instrumentos que utilizan el autoreeporte comportamiento, es decir el informe que dan las personas acerca de que han hecho en un determinado tiempo. Otros investigadores prefie ren la observaci6n directa clel comportamiento, ya sea registrada po ‘otros © por la misma persona que lleva a cabo una conducta con impa¢. to ccoldgico, En la tabla 3.2 se expone un ejemplo de registro observa. ional de consi se autorregistran y observan el consumo de otros dos participantes, ‘medido en el tiempo total que emplean en utilizar el agua en sus do micilios. El registro puede adecuarse a la medicién de la cantidad de agua consumicla y a otras instancias de la CPE, Tabla 3.2. Registro observacional del consumo residencial de agua ftomada de Corral, 2002) s0 del aqua Unjoven Mints lavando los astos | Minutos bajo la regadera sin cerrarla Minutos regando las plantas Minutos lavindose los dientes sin cerrarlallave Minutos regando la acera LA DIMENSIONALIDAD DE LA CONDUCTA PROECOLOGICA 1a bibliografia relevante discute la probabilidad de que la conducta proecolégica sea unidimensional, es decir, que todas las acciones que I componen (reciclar, ahorrar energia, cabildear a favor del ambiente, exc) formen parte de un tipo tinico y especial de comportamiento. Por lo tanto, se esperaria que si una persona tiene una orientacién a favor del medio ambiente, ésta realizaria todo tipo de conduictas conservacio- nistas, dependiendo de que se presentara la oportunidad para Ilevarlas a cabo, y no s6lo unas cuantas de ellas. Florian Kaiser (1998) es un 5 condkxia proseekegica or jedlogo ambiental que argumenta a favor de esta idea de la CPE ‘0 comportamiento unitario, El razonamiento que guia a esta postu- efiere cl hecho de que, dado el caracter deliberado de la CPE, lo interesa ¢ la finalidad de la conducta, es decir, el cuicado del en- 0 fisico, sin importar las diferencias en Ios medios que se empleen lograrlo (Suarez y Heméndez, 2008), Esto tiene sentido, ya que se aria que Una persona con orientacién proecoligica desplegara fo tipo de acciones de conservacién del ambiente, con la salvedad Be aquellas conductas que le fueran imposibilitadas por restricciones, su entomo (Corraliza & Berenguer, 2000). inos comportamientos (por ejemplo, apagar la calefaccién en el invier- 0) que para otros (por ejemplo, reciclar en un vecindlario que provee facilidades para esa acci6n), la misma persona puede involucrarse en el jegundo tipo de comportamientos, pero no en el primero, Otta situa: “cin que puede presentarse es el grado de dificultad diferencial de los “comportamientos. Por ejemplo, el cuidaclo de un ecosistema implica un giado muy clevado de complejidad para la solucin de la fas que Otros que son visiblemente mas faciles de ejecutar -como pue- le ser, reusar un objeto-. Este hecho es reconocido por Kaiser y Wilson (2000) quienes utilizan sistemas de andlisis de datos que consideran las | diferencias en la dificultad de las tareas proccol6gicas. Al controlar esas | diferencias, ellos parecen demostrar que las correlaciones entre diferen- | tes conductas proambientales generan un factor tinico ce conducta ci6n adicional al por qué la Ci las diferencias en el graclo de involucramiento que las motivacion hogersen, 2004). No es lo mismo cui- nes decir, deliberadamente- que hace! Hi'por evitar un castigo; ademds, uno puede estar més motivado por invo- lucrarse en ciettas conductas y menos por hacerlo en otras Lo anterior da como resultado que, cuando se contrastan los re} tros (ya sea observacionales 0 de autorreporte) de diferentes clases de CPE es comtin encontrar bajas interrelaciones entre ellos. Por ejemplo, disminuir el uso del automsvil no se relaciona significativamente con ahorrar enetgia en el hogar (Bratt, 1999). Incluso al interior del mismo tipo de conducta proecolégica pueden resultar acciones inesperadas: el reciclaje de aluminio 90 se relaciona con el reciclaje de papel (Corral, 1996), Barr, Gilg & Ford (2001, p. 72), a partir de sus resultados, con: Je cabo fucran también diferentes * dar el ambiente por conve 8 cluyen que “el reciclaje es una del reuso y de la reduccién del Partiendo de estas divergencias, se han tratado de clasificar conductas proccoldgicas en subconjuntos. Por ejemplo, Tracy y¥ Oskamp (1984) dive fieron un conjunto de practices proambientales estudiadas por ellos en ‘cuatro citegorfas: mantenimiento constimo y proteccién ambiental, Esos grupos de variables no mostraron Telaciones significativas entce si, Corral, Hess, Hlemandez & Suarez. (2002), por su parte, obtuvieron conglomerados de concluctas protectoras del am- biente que implicaban el reciclaje de productos, el ahorro de energia, el otras, las eel cuidado de agua, icciones de seguimiento de renciat estas conductas, tamt dadas por los antecedentes cond No obstante lo anterior, alg tamiento proecolégico general, nes, es aleanzable y que muchas personas ~por ejemplo los act ambientales- lo logran, lo cual Unitaria, La clave estribaria en generar un nivel motivacional balancea- do para todas las conductas; instaurar deliberacién proecol6gica tam- bién para todos los comportami las instancias de conducta proa tividad para resolver problemas ambientales sea 1o suficientemente ele- ‘do, de manera que las dificultades diferenciales que implican las ta~ teas no disminuyan la ejecucién en las!mas_dificiles (Corral, 2002; tral de la educaci6n ambiental es el de producir una tendencia compor- tumental unificada, que lleve a las personas a comportarse de manera proecoligica de fodas las maneras posible; los programas formativos feber‘an atacat las variables que obstaculizan la consolidacién del CPE ‘como un factor unitario del comportamiento, CORRELATOS PSICOLOGICOS DE LA CONDUCTA PROECOLOGICA La investigacién en psicole Sect I Concuts susentabten conducta fundamentalmente diferente consumo" del hogar, transporte, reciclaje de objetos, cuales eran predichas por otro grupo de las ambientales, Aunque era posible dife- se podian encontrar relaciones entre ellas, luctuales (el seguimiento de reglas), nos autores consideran que un compor- constituido por diversos tipos de accio s significa que la CPE puede Megara ser jientos; minimizar las barreras para todas biental, y lograr que el grado de efee- Emmons, 1997; Kaiser, 1998; Thagersen, 2004). Dado que el interés cen- ygia de la conservacién ha dedicado un cesfuerzo sustancial a estudiar las caracteristicas psicologicas de la gente {que cuida su ambiente fisico. La gama de predictores propu asi como capacidades conductuales. En amplia © incluye tendencias correspondencia con la gran ta es muy tidad de predictores propuestos para coo. 3. Condue prcologee 69 Ja CPE se ha elaborado y probado una gran variedad de modelos, algu pos de [0s cuales fueron mencionados en el capitulo 2. Enire los

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