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56-4se (0.30508 A ANTONIO DE NEBRYJA: EDAD MEDIA Y RENACIMIENTO Edicion a cargo de ‘CARMEN CODONER, JUAN ANTONIO GONZALE2 IGLESIAS EDICIONES UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, EL DICIIONARIVM MEDICVM DE E. A. DE NEBRIJA La condicion de cientifico de E.A. de Nebyija ha quedado desdibujada tras, su ingente produccién gramatical. Muy pocos trabajos analizan esta faceta de Nebrija, a pesar de las variadas obras que la documentan!. Terrenos tan culti- vados durante toda la Edad Media como son la medicina, la botinica, la ‘matematica 0 la astronomia conocen la revision de su pluma, dedicado a estudiar, siempre tamquam grammaticus, los textos mas destacados de estas disciplinasé. En este sentido, n0 le es ajema la nueva orientaci6n que en determinacos irculos intelectuales se estaba dando 2 la investigacién médica y que pode ‘mos sintetizar en la figura del “médico fil6logo", profesional de la medicina que a través de la critica textual trata de aleanzar la verdad de la materia que practica y enscita en las aulas. La mis importante aportacién de Nebrija al campo de la ciencia médica presenta una de sus formas preferidas, la de un léxico. Nebrija se sirve del diccionario como instrumento pedag6xgico bisico para la ensefanza de la lengua latina. Come complemento a sus generales Dictionartum latino-bis- Panicum (1492) y Yocabulario de romance en latin (ca. 1495), rara es la ‘obra a la que no le coloca como colofén un listado especifico de palabras ‘con su correspondiente explanaci6n y equivalencia en otras lenguas! ‘Cuando le toca el tumo a la medicina, también elabora un diccionario, De €1 nos ocupamos ahora, sefialando en primer lugar su complicada trayectoria editorial ¢ indicando después algunas de las caracteristicas internas mas si nificativas, 1. 12s ediciones del Dictionarium medicum Nebrija menciona por primera ver estar trabajando en un Dictionarium ‘medicum en 1506, cuando en el prefacio a su Lexicon iris ciuilis sefala: 1 Para una sucinta intraducci6n a la obra centifica de B A. pe Nena, ef L. Vio y , Ruiz Ata, “Nebria en el campo de la clencla, Revista Matematica Haspancamenca nna 4, 1944, 71.36 y"'A-Coraisio Vauirook, Nebrtdclenifien Madd, 1947 # Dioscorides, lini, Mela, Prolomeo 6 Bstrabon son algunos de los muchos autores Bodom 1 DICTIONARIVM MEDICVM DEE. A. DE NEBRIJA 01 De esta forma sienta, incluso, un precedente al famoso Dioscorides de A. Laguna. SeAala, asimismo, que aquellos términos técnicos en los que se presenta ba algin tipo de problema encontrarian cumplida respuesta en la obra que estaba ultimando: Ilas namgue de quibus poterat esse contentio, latiori operi reseruamus quod propediem emissuri sumus' Lamentablemente, parece ser que la muerte le sorprendié antes de cum- plir su propésito, Segiin nos informa A. Cotarelo “un ‘Vocabulario de medic nna encuademado en pergamino’ se contenia en cierta arca de la Universidad de Alcala, que resguardaba diversas apuntaciones y manuscritos dejados en depésito por el mismo Nebrija y que su hijo Sebastian recogié en 1523, obli- sgiindose a estamparlos en las prensas complutenses “si se ovieren de empre- mir’. No se hizo, y no puede suplir I falta el Lexicon artis medicamentaria ‘con que adomé la edicién de Diosc6rides impresa bajo su cuidado”, Se equivocaba A. Cotarelo, pues el ‘Vocabulario’ al que hace referencia si ‘se edit6, como vamos a ver ahora, A) EDICIONES ANTUERPIENSES!? 1. Edicion de 1545 En 1545 el famoso impresor flamenco J. Steelsio"? opta por hacer una edi cién del Dictionarium latino-bispanicum de Nebrija en Amberes con una importante novedad: la incorporacién de las 2.500 entradas, aproximadamen- te, de que constaba el Dictionarium medicum de este autor. 1a incorporacién consist en intercalar cada una de las entradas del Dic- tonarium medicum en su lugar correspondiente, por orden alfabético, den- tro del Dictionarium general, pero seftalando su caricter y su procedencia ‘mediante la anteposici6n de una cruz. Para ello J. Stcelsio disponia probablemente del original de Nebrija, al {que habiamos seguido la pista hasta 1523, cuando estaba en posesién de su hijo. Asi se desprende de la Carta prefacio de L. Niinez, quien habla de un Jexicon medicum manu scriptum. Sin embargo en la misma cata este autor 9 toidem 1A. Cora, op. ct, p. 14. Una reproduccion de este texto puede consultarse en ‘latina uocabula ex tue clin uoces hispanienses intespretta I de Elo Antonio de Nebria", CLIP 16,1981, 189-385, 1 Fara ia localizacion ¥ descripcion externa de estas obras, cf A. Oostorota, “La {Caracola del Bibliotilo Nebrsense”, Revista de Biblografia Nacional 7. 1946, 3114 y J Keer Foxtaws, Blogads preston egos dex Pay Bas Merona, ‘Niewykoop / Pays Bas, 1969, Il, pp. 440-448 18 “CL'Ch, J. NUT, “Jean Stedlsus, lbraie d’Anvers (1535-1575). Relevé bibliogrs higue de ses productions" Zul du Bitiophile Belge 14-15, 1899, 1-83. 402 ENHIQUE MONTERO - AVBLINA CARRERA DELA RED nos informa de las deficiencias del original: Verum cum Lexicon medicum ‘manu scriptum atientius lego, nil inuenio quod non egeat medico; sic omnia lacera, immutata, corrupta, et deprauata erant. En estas condiciones, el editor J. Steelsio, advertido por L, Nafez, le pide 1 éste que se encargue de la edicién del Dictionarium medicum. Bl encargo del editor se tradujo inmediatamente en una intervencién decisiva para la historia postesior del Dictionarium, ya que L. Néilez no admitia la existencia de “barbara nomina et arabica”, por lo que a partir de Ia letra *O", momen- to en el que él se hizo cargo de la edicién, se suprimieron por completo todos los arabismos, a la vez que se incorporaron otros términos proceden- tes de Celso, Plinio y otros autores latinos como compensacion: In boc tamen nostro quantulocungue sudore curauimus, nea litera o, ad ‘eam nam partem iam opus excusuum erat, Barbara nomina et Arabic, prae- fer nonnulla quae medicorum usu recepia erant, alia deimceps adijcerentir, in quorum locum non pasica ex Celso, Pini, alique latinks autoribus, Summo cum delecta decerpta substituimus, quorum me unum quidem in Sinton} Levicts bactenus impress aut ali dictionariis quae studiosorum ‘manibus atterantur, serplum estat ingue fs quae ex nostro adiecimus, ne Iuppensum lectorem remoraremur, authors a quo desumpla sunt, non tan- tam librum, werum et Wbri caput subindicauimus A-este respecto también hay que sefialar que en esta edicion de 1545 hemos localizado una serie de ejemplos que muestran que en ella se incor poraron términos procedentes del Indice a la edicion de Dioscérides de J. Ruelle hecho por Nebrija en 1518, con la salvedad de que no estin seaala~ dos como pertenccientes al Dictionarium medicum sino que aparecen mar- Cados con un asterisco, al igual que otras adiciones de distinto origen. Es el ‘caso, por poner algtin ejemplo, de Iberis,-idis “herba est quam Hermolaus Udicit se uidisse", Onosina (Onosma en cl Léxico de Dioscérides), “sive Ono- Ihis, berba est, sed non constat quae sit” 0 Sphragis, “terra lemnia dicitur, (quae caprae sigillosignatur’, prodhuciéndosc en algunos casos dobletes, Manifiesta L. Naiiez su intencién de corregir el original de Nebrija por su estado deficiente. Ala hora de Ja verdad sefiala algunos ejemplos de impre- sion en el significado de términos como Velernus, Stupor, Epiglottida, Ver bbascum y poco mas Caracteristica de esta ediciéa es la aparicién de un mismo término con dos grafias distintas y dos entradas, segiin el orden alfabético correspondien- fe, una de ellas, marcada con la cruz del Dictionarium medicum y otra con elasterisco de adici6n general o sin sefalar. Suele ser habitual que Ia forma iprifica erronea © menos clisica aparezca en el Dictionarium medicum, en 1 sara prt ein de 148 del Donati latino npanicum dE EL DICTIONARIVM MEDICVM DEE. A. DE NEBRUA 403 tanto que la mis correcta sea general. Tal es el caso de Acite “especie de ‘yoropesia® frente a Ascytes “species hydropis quae mouetur quasi aqua in ture", Astites “la piedra del nido del aguila” frente a Aetites, -ae “por la pie- dra que dizen que trae el aguila"; Buco “sapo o escuergo" frente a Buf onis “id est rana terrestris, por el sapo 0 escierco", etc. 2, Reediciones La primera edicién antuerpiense se reproduciria en 1553, sin apenas variaciones, a pesar de que el editor tenia ya intenci6n de reformarla como seftala en su edicion de 1560": Verum cum abbine annos seplem tuis auspicjs Dictionarium boc in _publicum tre, dolui nom potuisse me nacuos aliquot, qui iam impress aigue tian inust esse uidebantur, delere. Nec item uoces multas quae adit pos ‘sont, quod ad era, lber iam typis eset excusus, addere La voluntad del médico portugués se cumpliria siete aos mas tarde, cuando en 1560 esa nueva edicién del Léxico de Nebrija salia de las prensas de J. Steelsio, L, Néfez confiesa en su prolija Carta-prefacio haber reclaborado por ‘segunda vez la obra de Nebrija. Son vatios los aspectos sobre fos que incidié tal revision. Pero lo que mas interesa destacar es el cumplimiento final del deseo de eliminacién de todos los arabismos que hasta la letra “O" no se habian podido suprimir en la edicion de 1545: Namque eam libri partem uoculae nonnullae, candorom latium minus referentes,foedauerant, ot Arabica plurima, lewem fortasis aliquem usm Barbaris medicts adferentia, uelutt in alienum fundum ac possessionen fmaperant. Cumque ion minus inbonestum eset, atinis admiscere barbara ‘quam sacris prophana, mundis smpura, ac demu optimis pessima, Araby Gis woctbus tamquam intuste sedem possidentibus, in Lybicas arenas ablege- tis, latae t legittmae quo iuuenibus abunde saisfier, in nowa bac editione tu prior ila factura magno cum foonore resarcretur, suffectae sunt De esta manera, el Dictionarium medicum suirié una gran rebaja numé- rica en la primera parte de la obra, aunque se aiaden términos nuevos de diverso origen y se mantiene cl léxico procedente del Indice de Nebrija a | Ruelle que ya habiamos encontrado en 1545, ahora con mayor precision en las citas, como indica el caso de Lapa, -ae *Por la yerua amor del honelano. Graece Xanthion sive aparing, x. Dios. 4, cap. 139° Por otro lado, ef Dictionarium mejor6 muchisimo en el aspecto de fa cotrecciGn de errores de tipo grifico fundamentalmente, Asi por ejemplo, en el caso de los dobletes que presentaba la edicién de 1545 esta edicion solo 35 Cana prefacio al Dictionarium Lasino-Hispanicum ef uice uersa Hispanico Latt- num, Aaio Antonio Nebrisenst iorprete, Antuerpiae, In Aedib. Joannis Steels}, MDX. 404 ENRIQUE MONTERO -AVELINA CARRERA DE LA RED recoge Ia forma correcta, como en los ejemplos mencionados, Ascites, Aeti- tes, Bufo, etc. ‘También se observa la climinacién de algunos términos existentes en kt cdicién de 1545 sin explicacion aparente, como es el caso de Guta, -ae “dolor fuerte de la pierna 0 brago"; Morbus lunaticus “iden (i.e, Morbus caducus “sive Gomicialis laine, g. Rptgpsia’),et., aunque hemos observa- do que algunos de ellos son precisamente términos que presentan proble- mas de identificacién como Dende “especie de resina, aliquando accipitur ‘pro cata puta”, Girboe “granos de paraiso"; Lapina, «ae “en los letuasios se toma por tierra sigillata, en los corrosiuos por oropimiente”, etc. Todo ello, a pesar de las topicas advertencias en el prefacio de esta edicion sobre las “innumerables* adiciones con que se enriquece el Diccionario. La calidad de esta edicion y cl éxito europeo de la obra de Nebsija permi- tieron una nueva estampa de la misma en 1570, también en Amberes, por obra de los herederos de J. Stelsio. B) EDICIONES CATALANAS'S 1, Barcelona 1560/-61 En la traduccién catalana del Lévico de Nebrija, realizada por A. Roca y publicada en Barcelona por C. Bornat en 1560 , con el titulo Lexicon latino- catalanum seu Dictionarium Aelij Antoni) Nebrssensts, se lleva a cabo la sig- nificativa aponacién de dar entidad al Dictionarium medicum (que esti fechado en 1561) extrayéndolo del orden alfabético e introduciéndolo como obra independiente al final del Diccionario, con la precision ya en el titulo mismo de que se trata de la version de la edicién de Amberes (la primera, aunque no se precisa), corregida ahora "in sexcentis lois. La ida se repite ‘en la portada general de la obra y se desareolla por extenso en la Dedicatoria de A. Roca a L. Valenti, donde sefiala algunos de los casos en los que, au juicio la edicion antuerpiense habia errado"”. Las mismas ideas se reteran en la Dedicatoria al lector del editor C. Borat al propio Diccionario médico, achacando las corruptelas de la version de J. Steelsio ala falta de calidad del original del que disponia: exemplar elus manu seritum tants scatutt errort- ‘bus ut nemo tam plane sit caecus quam eos non possit animaduerere. 2% Para la descripcion de estas obras, cf el prologo de E. A. pe Nesus - G. Buss Diccionario lsin-catalan y catalan lst, (eds. G. Cowon ~ A.J. Souenatas), Barcelona, 1507, (19671, Dado que se trata de un faesimil de la primera edicton catalan de esta obea (150%), no se edits €l Diettonarium medicum que aparece por primera Vez en la ediion se 1560. Vv, gr, “Acamubum nunc urticas’ nominabat, mune ‘earum semen’, nune ad alia slonficata extedebat, quae omnia crediderim: fuss flea, et ibere a algulus ine, ‘et nitmgueam ab Antonis commenta." [BL DICTIONARIV MEDICVM DE. A. DE NEBRIA 405 Fsta ediciOn presenta algunas caractristicas notables, dignas de mencién, parte de traducir el texto en su mayor parte al catakia, 2) En primer lugar, mantiene escrupulosamente Jos términos rabes que encontr6 en la edicién de 1545, es decir hasta la letra *O" b) Se advierte, a veces clamorosamente, la reduccién del nitmero de entradas de diverso tipo. Una primera aproximacion nos da una cantidad de en torno al 636, De alguna de ellas se ve que es un defecto mecénico, © que al ir entresacando las palabras sefialadas con una eruz en la edicion de 1545 no elimina Jos grupos en los que aparecen varias entradas seguidas o muy préximas alfabéticamente, mientras que las entradas sueltas en el texto se pierden con frecuencia, En otras ocasiones parece tn hecho conscicnte, por- que se suprime s6lo alguno de los términos de “realia" que no tienen una relacin directa con el campo médico. Por el contrario, sélo excepcionalmente encontramos teminos afadidos a Ja edicién de 1545, como es el caso de Anacacabea *arbusculum lotasdici- tur, wide Ruel. Hb. 1. cap. 37° y Erepsmion “berba et planta infracticos © Incospora numerosas anotaciones personales, manifestando opiniones propias sobre cuestiones de tipo grifico, filolégieo, botinico, de “reali, et Destacan por el ataque directo a Nebrija casos como el de Barba hircina “hypocistis, uel species salics, aut fungi; nulla barum berbarum est, nescio unde tantae tencbrae, nam barba bireina sive ragopogon alud est ; Dacum *Kerauia, error, et lege Daucus apud Diosco. lib3, eap. 67"; Dapsis *Lorer arbre, nis barbarum sit, inepte dicitur te En otras ocasiones, manifiesta simplemente su dud, como es el caso de Flamula “pes columbinus, sed nescio unde’; Gummi eleny “gummi cir, Sed ‘iron cum elenium wel potius heleniutm aliud significet; Gutta barrasioe “costs duis dicitur mibi ignotus, cum costus gust sit feruens’, ec En cuatro ocasiones, las anotaciones personales maniiestan un conoci- miento directo del editor A. Roca de la terminologia existente en Espaiia 0 en la region Bética de la que Nebrija era originario. Asi, tanto en Limocellum como en Melongena se senala su caricter hispano, “hispanum potius uuidetur’ 0 “bispanttatem sapit doctionbus malum insanumt, mientras en Durusa Turis o en Herba Sanctae Mariae se hace referencia a ias denomina- ciones especificas que tenfan en la Bética, “uua daemonis y “perscaria’ 4) Estas anotaciones personales son especialmente cuzntiosas y signifca- tivas cuando se refiere a cuestiones grélicas con incidencia directa en la ‘dentifcacién de los ingredientes, como podria ser el easo de Fu del que dice que su grafia correcta es Pbu. En este tipo de correcviones, que no son ‘muy abundantes, hemos advertido que A. Roca parece haber jugado con ventaja, ya que la mayoria de ellas estén sacadas del propio Diccionario en Jos numerosos casos en los que el término tiene la doble entrada con gratia que hemos sefalado anteriormente. Asi, en Acile remite a Ascites “specia de 406 ENRIQUE MONTERO - AVELINA CARRERA DEA RED bydropesia, Ascites potius’s en Astites a Aetites *pedra del mu del aguita, lege Lapis aetites"; en Buco a Bufo “calapot, legendum Bua’, como hemos Visto, ee ©) For dlkimo, caracteriza a esta edicién una especie de “simplificacién* del texto de la primera edicion, Nos seferimos a la constante de reducie explicaciones de las palabras, como puede ser el caso de Hyudromel, cua definicion “aloxa, agumiel beuer de moros” queda reducida a “aygua mel’ de Malabatbrum’ ‘folium indicts paludibus genitum, bodie folium indicum dicunt, Diosci, bro” se contenta con remitir a la fuente, pues s6lo comen- {2 “lege Diosco”, al igual que hace con Semist. Esta simplificacion la advert- ‘mos también en que en numerosas ocasiones el autor se contenta Con avisar ue el término en cuestion es tan comtin que se debe dar por conocido, como Grana paradisi*notum satis’ 9 Calamentum “berba coneguda’, etc, 0 bien utiliza una expresion genérica, indicando se tata de ‘cier herba” © “una especie de oma", como po ejemplo en Belerengeium, Bermir 0 Bis ta. 2, Reediciones a edicién de A. Roca de 1560. no quedé aislada, sino que tuvo su conti- snuacién en la ediciOn cel Léxico latino-catalan —aparecica en Barcelona en 1585, reproducida literalmente en 1587. En estas ediciones se afade como aportacién mas importante la equivalencia castellana de cada uno de los tr. rinos latinos. A pesar de todas estas ediciones, de las que, a decir verdad, no se conser- van excesivo atimero de ejemplares", el Diccionario médico de Nebnija fue ‘una obra poco conocida, pasando desapercibida en la marafia de ediciones que del Dictionarium latino-bispanicum se sucedieron por toda Europa, con uun enorme numero de adiciones y correcciones, asi como muy diferentes versiones. Tampoco han favorecido el conocimiento de la obra las noticias que sobre su no publicacion daba A. Cotarelo, continuadas incluso en la bibliografia mas reciente”. 2, Caracteristicas internas del Dictionarium medicum El caricter inacabado € incluso deteriorado del manuscrito original del que dispusieron los primeros editores del Dictionarium condiciona, en ciet- 8 CA Oomozors, art cit, y I. Pertersonrans, op. ct, ef supra, n,12 1 A, Quis en su edicion de li Gramazica de la longue eastellant, Madrid. 198, p. 78, dice desconocer que el "Vacabulano de medicina . hays visto nunca la lus" y 7. Cos 74s en su edicin de la Repeticiin sexta sobre las matiudas Salamanca, 1981, p.. | sefala que Nebria“anuncis un Vocabulario de medicine que lucgo: parece 80 lesb mpaimite” FL DICTIONARIVM MEDICVME DEE. A. DE NEBRIA 407 ta forma, su andlisis, pues resulta difiell reconocer los limites de la depura- cin llevada a cabo por los correctores, como acabamos de senalar. ) El Dictionarium consta aproximadamente de unas 2.500 entradas, seleccionadas con un ctiterio que resulta un tanto confuso, En el ctiterio de Nebrija de seleccién del lexico se observa una tendencia «a recoger la terminologia técnica que podia presentar mayor dificultad en st comprensidn o identificaci6n. No quiere esto decir que no haya términos comunes, con el uso no profesional, pero si que muchos de ellos presentan, cierta dificultad para su plena comprensioa, incluso en algunos casos para el ‘experto actual que dispone de recursos bibliogrificos mucho mas copiosos que los de la época®, El grupo principal esta formado por un léxico medicamentoso (ordinatia- ‘mente simples), tal como se reconoce en la portada de la edicién de A. Roca (Barcelona, 1560), cuando dice que el Diccionario se afade al final indepen- dientemente ut bac dispositione rei herbarice studiosos aliqua ex parte leua- remus. Esa debio de ser la idea originaria de Nebrija, segin se deduce tam- bién de su salutacién al lector en el indice que, como ya hemos senalado, aitadi6 a la edicién de Dioscérides preparada por J. Ruelle. Si pretendia modificar su Diccionario de acuerdo con las noticias de esta obra, evidente- mente las modificaciones habjan de afectar fundamentalmente a este tipo de léxico. Con ello Nebrija se asocia a autores como H. Barbaro, N. Leoniceno, J. Ruelle o 1. Fuchs dedicados, a finales del s.XV y comienzos del s.XVI, al estudio de la materia medica. EI progreso de la farmacologia es entonces importante, gracias a la vuelta a los eseritos clisicos y a las nuevas posibili- dades propiciadas por la imprenta y los descubrimientos de la época, Se edi tan, traducen y comentan los trabajos de Dioscérides y Teofrasto, Se cuestio- na, y con ello se revaloriza, la obra de Plinio, Se identifican plantas conocidas por los antiguos, a menudo mal transmitidas en los herbarios medievales, Este renacimiento de la botinica clisica lleva consigo la renovacién de ia ‘erapéutica. Precisamente al terreno de la terapéutica asi como a los de la anatomia, fisiologia y patologia pertenece otro nutrido grupo de términos Propiamente médicos, especialmente significative por la falta de léxicos cespecializados en su momento. En menor proporcién, aunque no desdeaable, aparece un vocabulario totalmente ajeno al mundo médico, para cuya presencia no encontramos jus- tificacién, aunque, como veremos, tenemos indicios suficientes para afirmar {que una parte al menos son afadidos de los editores sucesivos. Este camulo 2% algo simiar pensaba L. NOSE? cuando seals en st introduccion ls ediciin de 1545: Nam cum lia tempos medic! essen por amus ef Arab Ses emaebatt que et publicae waa males quam suo nomi conser: exotica guaedam et Daroa rain wim congesaietameh fata Seba sugdom madame ts {is om cont ncinbus mors prfigart 408 [ENRIQUE MONTERO - AVELINA CARRERA DELA RED de palabras pertenece a campos muy variados, si bien en su mayor parte cortesponde a lo que hoy entendemos por realia. Tal es el caso de Paui- ‘menta, Penates, Peplus, Prosodium, Prosopon, Prothymata, Protburium, por poner algunos ejemplos solamente de la letra “P*, Estos términos suelen it acompanados de una extensa explanacion, Lo normal, por el contrario, es ‘encontrar una breve glosa con Ia que se trata de identificar el elemento en ‘cuestiOn, sirviéndose para ello de sinnimos, calificativos y escuetas frases cexplicativas, como es habitual en su obra lexicografica Las aclaraciones del Diccionario estin redactadas en castellano, en parti- ccular en la primera parte de la obra hasta la “O°, con lo que la incorporacion del Dictionarium medicum se compadece bien con el resto del Dicetonario, Sin embargo se observa progresivamente una cantidad cada vez mayor de explicaciones en latin. Como caxo sintomético sefalamos que en el apartado *S ante Y" que consta de once términos seguidos procedentes del Dictiona- rium medicum s6lo Synoris presenta una equivalencia castellana, ‘la carte- ta", Como en otfos aspectos comentados parece advertise aqui la interven- Gi6n del editor ) En cuanto al origen del voeabulario queremos subrayas un aspecto que nos parece exencial. Junto « una gran mayoria de verminos latinos y una muy buena proporcién de heleaismos, es muy significativa la presencia de arabismos, en una proporcién elevadisima a juzgar slo por su nero hasta Ia letra “O", momento a partir del cual, como hemos visto, todos los arabis- ‘mos fueron eliminados por L, Nafiez en su intervencién como revisor en la edicion de 1545, lo que provoos que éstos se perdiesen defintivamente en las demés ediciones. La mezcla de arabismos eon los términos avalados por Dioscdirides, Celso o Plinio parece representar de forma grafica Ia batalla que 4 finales del sxXV y a lo largo de todo el S XVI mantuvieron los medict Ara- bistae, abogados de la larga tadiciOn drabe medieval, contra los “antiguos", ddefensores de la medicina greco latina contra la barbarie medieval, En este contexto Nebrija como cientifico, no como gramatico, se debate entre el deseo de recuperar el antiguo ideal, por una parte, y la pragmtica lIamada de la realidad médica por otra, De esta forma, se comprucba en el Dictiona- rium la ambivalencia de quien pretende elaborat su tribajo sobre los mejo- res autores griegos y latinos y no puede dejar de recusrir 2 la nomenclatura comtin, de procedencia en parte arabe, Esta situacién forzada en la que se fencontraba Nebrja la expresa muy bien L. Ninez en su iatroduccién a la cedicién de 1545, cuando sefiala que Nebrija se vio obligado a introducirart- bismos por razones pricticas evidentes en la etapa cronologica que le tod 2 Cf, P, Dus, “The antrabism in the medicine of Humanism’, en La difsione dele setenze islamiche nel Medio Eto eurpe, Rona, 1987, pp 289-289, 2" Que Nebrija tiene perfecta concteneta de esta stuacin se compruca en su refe- ‘encia lingistica a Peritoncum "membrana uenins st que omento sungitur, barbarts S- har muncupaia lise nomine car FL DICTIONANIVM MEDICVM DE EA. DE NEBRUA 409, ‘nam cum aetate illa Barbaronom mediconum praestigia nondum essent detec, nec omnia Leoniceni, Ruel, Manarah, Brassauole seripia in lucen. ‘prodijsent, coacius ful! (uiraliogui erudtionis absoutae) spurcisimis auto. ribus uocuias medicas emendicare et ex Arabum, lacunts Arabica non patica adijcere, quod ta esse facile is intelliger, qui nennulla bic inserta cum Ma- theo were stluaitco, Simone Genuensi et Arabicts, Auicennae, Serapionis, asi, synontmis contulert De hecho, fa ruptura entre el mundo medieval y el mundo renacentista ‘en medicina nunca fue total, persistiendo el influjo arabe en he niedicina de cesta época® 3. Uso de fuentes No hemos logrado identificar na fuente fundamental en la que se base Nebrija para la confeccin de su Dictionarium medicum. Creemos que no existe, Consideramos que Nebrija trabaja de primera mano, con la recopila- cién directa de fuentes, tal como lo han probade tambien G. Col6n y A. Soberanas a prop6sito del Dictionarium latino-bispanicunts. De hecho, ‘como sefalan estos mismos autores’, este Diccionario médico sirve incluso para fechar la primera documentacién de términos castellanos, como es el caso de "sabanén’, en la voz Mugae, -arum “los sabafones’ ‘Son muy numerosos los casos en los que se cita la fuente de donde se ha tomado la entrada, especialmente en la segunda de las dos partes del Dictio- narium de las que hemos hablado, en una diferencia notoria con relacién a Ja primera, a lo que probablemente contribuy6 la labor revisora del editor. Plinio es, sin duda, el autor mds utilizado; le siguen Dioscérides, Celso y Galeno entre los autores de la Antigiledad clisica®. Nebrija se ha servido, sin dud, de glosarios y diccionarios de todo tipo, entre los cuales hemos creido advertir algunas coincidencias no significativas con Alphita (Procatarctica), Mathaeus Silvaticus (Crisones, Exitura, Muga), Simon Januensis (Rob, Tarta- rum, Sisimbria), etc., aunque, por supuesto, estas coincidencias no indican tradueciGn directa de la obra, dado que las definiciones de términos medica- -mentosos a partir de Dioscérides recorren toda la latinidad tarda y medieval en los numerosisimos léxicos y vocabularios existentes. % Vease infra n 27, % EA. Dr Netaa, Diclonano Latino-Fypariol (Salamanca, 1492), (Préogo de G. Coton A. Souexan), Barcelona, 1979, pp. 18 8, © inoducei6n # la cada edicion del Dicclonaro lati-catalén de E. A. pt NEMA, pL 2 Ast, limitindonos ala letra “T, encontramos por ejemplo Talpana, Tanes, Thap- ‘isis, Taran, Telmesicum, Teramon,Titbea, Toessa, Feiraones, Tetrix, Teuchites, Thor bairam, Trascias Triton, procedentes de Pinio: Toalassomely Thalieirsm de Dioscerk ses; Tai proiapsus de Celso: Thymas y Thvacomia. de Galeno, et 410 ENRIQUE MONTERO . AVELINA CARRERA DELA RED Hemos comprobado, sin embargo, en numerosos términos una coinciden- cia total con la cita correspondiente del Du Cange del Vocabularitum Susan- nnaet. En palabras como Larus, Mystille, Mogi, Molonympbius, Moluri, Muste- inus color, Muri muriani, Mintbus, Rhainus, Rhigobosié o|Rhipe remite a los Ludorum libri, nunc recens conditi aique aediti Enodatio aliquot uocabu- forum quae in altis dictionariis non reperiuntur aut si forte paucula, altter eaplicantur ex: collectaneis Huberti Sussanei (Parisis, 1538), frecuentemente citada en la adicion de los benedictinos al Glassaritim mediae et infimae lati- nitatis de Du Cange. Como el Voeabularium Susannaet fue publicado en ¢l ano 1538, bastante después de la muerte de Nebrija, tenemos que concluir necesariamente que fue incorporado al Dictionarium medicum en su prime- ‘a version de 1545 y posteriormente mantenido en otras ediciones como la de Amberes (1560) y Barcelona (1560-61). Probablemente no era éste el Linico caso, como hemos indicado a propésito de la incorporacién en la edi- ion de 1545 de términos procedentes del Indice a la edicién de Dioscérides de J. Ruelie publicada en Alcald por el propio Nebrija en 1518, 4, Conclusiones |Hemos presentado agai una primera aproximacin al campo de la lexico- stalia técnico-cientifica de Nebrija Hasta ahora nos hems limitado al estudio del Dictionarium medicum, aprovechando la circunstancia de estar trabajando en su edicién critica y comentario. Nuestra intencién es completar el cuadro general del Iéxico médico de este autor anzlizando también el Indice a la edici6n del Dioscori- des de J. Ruelle. No obstante, el andlisis de su Dictionarium medicum ya ‘nos ha permitido deducir algunas consideraciones importantes de las que

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