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¿Qué hacer en Puno?

La gran pregunta es si en efecto habrá en las próximas semanas una asonada de protestas en el
sur contra el Ejecutivo de Dina Boluarte, especialmente en Puno. Si bien el PCM Alberto
Otárola ha dicho que no habrá una “tercera toma de Lima”, los dirigentes puneños unidos
sobre todo alrededor del Sutep empiezan a moverse y anuncia protestas para mayo, junio y
julio.

Ahora bien, es altamente probable como bien lo dice Otárola, que no exista tercera toma de
Lima. Y no porque el gobierno de Boluarte lo está haciendo bien, sino porque en el sur, y en
concreto en Puno la situación social y económica no da para huelgas, paros ni movilizaciones.
Las asociaciones de comerciantes no ven con buenos ojos más paros. Solo el Sutep como lo
mencionamos arriba, con César Tito y Lucio Callo impulsan protestas sin el apoyo de todas las
fuerzas de izquierda regional.

El problema en Puno entonces no es militar sino político y social. Todos lo entienden así. El
Estado necesita impulsar una serie de cambios rápidos, sobre todo en la ejecución de
proyectos y programas. Por ejemplo, cambiar el enfoque con respecto al Proyecto Especial
Lago Titicaca, programa de ha dejado la ejecución de proyectos importantes para convertirse
en un ente más en el Ministerio de Agricultura. Si el PELT recuperara su capacidad ejecutiva
podría hacer realidad la descontaminación del Titicaca debido a la minería artesanal y a las
aguas servidas de las ciudades; y podría hacer realidad la irrigación de 32 mil hectáreas del
proyecto Hueque bajo modalidad alianza pública y privada.

El otro tema es el impulso decisivo a la zona franca con la frontera en Bolivia amén de la
creación de un Parque Tecnológico con beneficios tributarios a las empresas nacionales o
extranjeras para la producción e innovación de tecnología. A ello podríamos agregar el
mejoramiento de la vía Puno, Arequipa y Cusco con el fin de impulsar el comercio y el turismo.

Esta son solo algunas ideas. La región vive hoy una crisis social y económica y se estima que en
las próximas semanas será peor: se han dejado de sembrar más de 35 mil hectáreas y habrá
escasez de granos y tubérculos.

Es altamente probable que en un marco de zozobra económica, los impulsos radicales se vean
atrasados y si bien habrán paros y protestas no serán con la contundencia que se espera. Sin
embargo, la agenda de desarrollo del sur no puede parar.

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