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La Hermandad de la Sangre

Primarca: Sanguinus, el Ángel.


Señor Actual: Abbas Jamal
Planeta Natal/Planeta Capitular: Aldaris (Planeta Desértico – Colmena)
Fortaleza-Monasterio: Yannat al-khuld – (Alto Gothico: Jardines Eternos)
Lealtad: Emperador (Concebido como el Dios-Emperador – Alá)
Especialidad: Infiltración y Ataque Sorpresa.
Grito de Guerra: Alá Akbar, todos en una sola sangre por la gloria del Dios-
Emperador.

Historia
La fundación del capítulo de la Hermandad de la Sangre se realizó durante el primer
cuarto del 36M. Sin embargo la orden de fundación fue emitida por los Altos Señores
de Terra durante la segunda mitad del 35M. Aparentemente un psíquico tarotista del
culto imperial realizó una alarmante predicción. La interpretación realizada hablaba de
siglos de conflictos, anarquía, apostasía, y por sobre todo, amenazas capaces de
acabar con el imperio del hombre. Pocos años antes han ocurrido algunos eventos
preocupantes como el Amanecer Rojo de Iriad IV, y la consiguiente caída del capitán
Revellión, así como las reformas del Santo Sínodo de querer trasladar la sede de la
Eclesiarquia a Ophelia VII. Algunos miembros de los Altos Señores de Terra son
conscientes del conflicto que brota entre ellos, y de que este mensaje del Dios-
Emperador no debe ser tomado a la ligera. Entre las muchas acciones consideradas
se planteó la fundación de un nuevo Capítulo que pudiera luchar especialmente contra
las amenazas en ciernes, como la herejía, las incursiones xenos y los agentes del
caos.
Se sabía que la función de este capítulo seria sumarse en la lucha contra las
amenazas del imperio, el Tarot Imperial incluso señalaba el combate de amenazas
Xenos y fuerzas del Caos, especialmente Khorne. Esto ya daba cuenta de la delicada
selección para la fundación, no pocos capítulos habían sucumbido ante el trono de
sangre y hueso.
Se seleccionó el mundo de Aldaris, un planeta desértico de la franja este, en el que
operaban una serie de colmenas. El planeta estaba expuesto a altas temperaturas y
solo en los pisos superiores de los racimos de Colmenas, era posible una vida
cómoda. Los niveles más bajos y en especial el submundo, eran verdaderos infiernos.
Las altas temperaturas del desértico mundo, la escases de agua, y sumándole la falta
de biofiltros para la poca agua contaminada por la polución industrial y minera, hacían
de los pisos inferiores campos de batalla por la supervivencia. Los combates por
recursos hídricos, ya sean limpios o no, hacían del día a día verdaderas batallas. Este
ambiente daría como resultado una selección perfecta en términos de sujetos fuertes y
supervivientes para el capítulo en cuestión. Solo aquellos más fuertes podían soportar
la vida en los oscuros infiernos de las colmenas de Aldaris.
Por otro lado, en los extensos desiertos de arena del que emergían las colmenas, una
tribu de salvajes nómadas recorría y solían atacar caravanas de recursos. Estos
nómadas eran expertos en la supervivencia a campo abierto. Además se
caracterizaban y destacaban en el combate cuerpo a cuerpo. Su forma de combate
era el de realizar veloces ataques empleando distractores, focalizando su actuar en
objetivos concretos, robo de recursos hídricos, armas o la eliminación de oficiales.
Tras siglos de estudio de estos nómadas se pudo descifrar una fuerte voluntad y fe,
siendo un pueblo extremadamente espiritual y honorable.
Los Altos Señores de la Tierra recibieron los informes de una serie de planetas como
posibles Mundos Capitulares, y finalmente Aldaris fue seleccionado. A finales del 35M
se comenzó la construcción de la Monasterio Fortaleza, que serían conocidos como
los Jardines Eternos, labor que concluyo a inicios del 36M. Para los ciudadanos del
bajo mundo de Aldaris, la presencia de la enorme fortaleza en los cielos se comenzó a
volver una especie de posible paraíso, esto por un rumor que decía que solo los más
fuertes podrían llegar a él para volverse humanos superiores, herramientas del Dios-
Emperador. Por su parte en las tribus nómades del desierto comenzó a circular el
rumor de que en dicha fortaleza habitaban los elegidos por Ala para combatir a la
maldad y a los corruptos. Se dice que ambos rumores fueron esparcidos en el distante
planeta para fomentar un tipo especial de Astarte.
Algunos años antes del inicio del episodio conocido como el Reinado del Terror
durante la Era de la Apostasía, se terminaron y aprobaron las semillas genéticas
extraídas de los Ángeles Sangrientos, capitulo elegido como donador de las semillas.
Como se sabía la, fundación de este capítulo tendría directa relación en la lucha contra
los poderes ruinosos provenientes de corruptos xenos, por esto se diseñó un plan de
preparación que fuese adecuado.
Ya con ambos rumores esparcidos por Aldaris, se envió a algunos Ángeles
Sangrientos a seleccionar. Descendieron como verdaderos seres divinos a los
submundos de las ciudades colmenas y a los desiertos. Se presentaron como los
heraldos del Dios Emperador, como sus armas sagradas en la lucha contra el mal,
además invitaron a todos los niños de 10 años a ser probados por el Dios Emperador.
Producto de los rumores esparcidos durante siglos, tanto las tribus nómades aldaritas,
como los ciudadanos de los submundos colmena, enviaron a sus hijos, con la
esperanza de que estos ascendieran.
Una vez reunidos en un inmenso descampado, el Angel Sangriento a cargo y
acompañado por representantes de los Altos Señores de Terra, dieron rienda suelta a
la selección. Primero se sometió a los niños a competencias de resistencia, correr bajo
el sol, y diversas pruebas físicas, descartando a los más débiles. Luego se les hizo
combatir entre ellos para probar sus habilidades y su voluntad. Luego de esto los niños
fueron intercambiados. Los duros niños educados en la oscuridad y brutalidad de los
infiernos colmena de Aldaris, debieron adaptarse durante 5 años a la rudeza de la vida
de los nómadas. Por otro lado los duros niños del desierto, debieron aprender a
sobrevivir en un mundo deshonorable y corrupto. Todos los niños fueron marcados
para realizar un seguimiento constante de su evolución y desempeño.
Los muertos fueron miles, tan solo 500 niños lograron sobrevivir al cabo de 5 años.
Los infiernos subcolmena de Aldaris fueron demasiado para los pequeños niños del
desierto, quienes o terminaron presa de las más terribles aberraciones o corrompidos
por las bandas de narcotraficantes y esclavistas. Por su parte, de los niños extraídos
de las colmenas, muy pocos lograron sobrevivir a las practicas del desierto. Los
nómades aldarianos frecuentaban un conjunto de rituales que implicaban la
supervivencia tanto solos como colectivamente, práctica que resulto mortífera, así
como la cacería de las gigantescas bestias del desierto como prueba de madurez; si
esto fuera poco, las reiterativas luchas tribales y tabús religiosos llevaron a más de
uno de los muchachos salidos del infierno a morir en combate o por los duros castigos
al romper la estricta moral espiritual.
Los 500 niños sobrevivientes eran adolescentes nuevos, mejorados hasta el extremo
en sus condiciones de vida. Los niños de la colmena acostumbrados a sobrevivir entre
la decadencia humana de los mundos colmenas, habían aprendido del honor, el deber,
la disciplina y de la supervivencia al aire libre. Los niños del desierto acostumbrados a
sus duras y estructuradas tribus, habían aprendido a ser flexibles y mantener sus
creencias aún si su vida dependiera de ello, resistiendo y luchando por sobrevivir entre
la corrupción diaria de los infiernos de Aldaris, habían demostrado que su voluntad era
de hierro y sus creencias también.
Todos los niños fueron llevados a los Jardines Eternos, aquí se les sometió a un duro
aprendizaje sobre el Codex Astartes, el Culto Imperial y él Mythos Angelica Mortis.
Durante un año los 500 niños fueron preparados en términos doctrinarios. Se llevaron
a algunos cazadores e incursores nómades de Aldaris para enseñar las estrategias de
combate más avanzadas. Técnicas de infiltración, diversas formas de código, así
como diversas oraciones. A su vez algunos miembros de los Angeles Sangrientos
fueron introduciéndoles en las tradiciones rituales de los hijos de Sanguinus, además
del uso de armas.
Antes de finalizar su aprendizaje y ser aceptados como exploradores, estos
muchachos aceptaron pasar por una prueba de adultez antes de recibir la semilla
genética. La prueba consistía en la caza de una bestia mítica. Grupos de 10 debían
ser capaces de dar caza a alguna de las peligrosas bestias que habitaban en los
interminables desiertos de Aldaris. De entre todos destaco Hamza Ghazi, quien junto a
su partida de caza lograron acabar con una quimera de las arenas, y no solo eso sino
que regresar con un grupo de humanos secuestrados por esclavistas.
De todas las criaturas de Aldaris, la Quimera del Desierto era la más temida, pudiendo
incluso acabar con una tribu entera, caravanas blindadas y atacar ciudades colmenas
aisladas y pequeñas. Cuando se preguntó sobre la proeza del grupo, todos los
aspirantes contaron la gloriosa hazaña de Hamza, quien no solo dirigió a sus 9
compañeros, sino que además lucho como un verdadero guerrero del desierto.
Cuando se interrogo a Hamza sobre sus actos, sorprendidos sus instructores por lo
imposible de la proeza, este solo respondió que en su cabeza estaba llevar a sus
hermanos al servicio de Dios.
Hamza Ghazi, no solo había destacado en la prueba final, sino que los registros
también lo señalaban como el sujeto con el rendimiento más alto en las primeras
pruebas de selección. Además al ver los registros de sus 5 años en los infiernos
colmena, destaco por su voluntad y moral, desbaratando prostíbulos de menores,
bandas de narcotraficantes, y enseñando a otros niños las palabras de Ala, su dios,
así como a defenderse. Definitivamente Hamza Ghazi prometía.
Hamza Ghazi se sometió junto a los alrededor de los 300 sobrevivientes de las
pruebas a recibir la semilla genética. Se los preparo a la usanza de los Ángeles
Sangrientos, empleando los tradicionales sarcófagos luego de la implantación y
modificación genética. Hamza Ghazi despertó antes de tiempo, al abrir su sarcofago lo
encontraron despierto y orando en silencio, al ver que las puertas se abrían dio un
paso hacia afuera, con total tranquilidad, del joven niño de piel bronceada por el sol y
de cabellos y ojos oscuros, brotaba un enorme hombre de cabellos castaños y ojos
azules, pero de una tés aceitunada. Hamza Ghazi contemplo a sus hermanos, todos
como él, hermosos, divinos, las armas perfectas del Ala, el Dios-Emperador.
Fueron entrenados como exploradores, apoyando a otros capítulos sucesores de los
Ángeles Sangrientos ubicados en el entonces sector Jericho. Sus estrategias osadas
de sabotaje e infiltración tras líneas enemigas resultaron de mucha ayuda en varios
enfrentamientos contra fuerzas del caos y herejes. También así los reconocimientos
realizados en diversos campos de batalla. A poca más de unos 40 años como
exploradores finalmente vistieron la servoarmadura.
Hamza Ghazi fue nombrado como líder del capítulo, destacando por la eficacia y el
éxito de las misiones encomendadas. A su vez de ser un elemento de cohesión para
los no más de 300 nuevos marines, que demostraban una lealtad de hierro a su
hermano. Hamza Ghazi fue quien eligió el nombre del capítulo, la Hermandad de
Sangre, y él fue quien tras estudiar a los Ángeles Sangrientos y experimentar la
Imperfección de la Sed de Sangre, y conocer sobre la Furia Negra, elaboro los rituales
para contenerla. Durante un siglo Hamza Ghazi se dedicó a formar el capítulo, en
conjunto con su escuadra de 10. Ellos elaboraron los rituales del capítulo y
establecieron la doctrina de combate. Ellos determinaron como seleccionar a los
futuros hermanos de batalla.

La gratitud de la Eclesiarquia
Fue durante el Reinado del Terror, los hermanos de la sangre se habían mantenido
lejanos al conflicto político y al gobierno del Alto Señor Vandire. Sin embargo la
situación se había vuelto demasiado grave como para ignorarla. Hamza Ghazi ideo un
plan en secreto, supo de la existencia de un miembro de la eclesiaquia que hablaba en
contra de Vandire y que organizaba una revuelta. Siguiendo su filosofía necesitaba
conocer a dicho personaje para determinar si efectivamente era una luz en medio de
todo ese caos u otro niño más jugando a gobernar en lugar de Ala.
El señor del capítulo emprendió en compañía de su escuadra un largo y peligroso viaje
a Dimammar en el Segmentum Obscurus. El viaje fue realizado en completo sigilo y
secretismo. Al arribar a Dimammar, los hermanos de sangre se abocaron a lo que
mejor sabían hacer, los 9 compañeros de Hamza reunieron información por meses
sobre la persona del tal Sebastián Thor. Finalmente Hamza decidió visitarlo.
Sobre dicha reunión no existen registros formales, solo algunos comentarios
realizados por los hermanos de escuadra de Hamza. Discutieron de teología y sobre
virtudes, sobre la adoración al Dios-Emperador, sobre el caos, y sobre la maldad. Al
salir de la larga reunión, Hamza ordeno a los hermanos sacarse la servoarmaduras,
servirían como guardaespaldas del joven predicador, pero sin llamar la atención o
involucrar abiertamente al capítulo.
Hamza se dispuso con sus hermanos en las sombras para proteger al joven Thor. Le
acompaño hasta la mismísima Terra, donde una compañía de la Hermandad de la
Sangre colaboro en acabar con él Reinado del Terror. Su servicio de guardaespaldas
le salvo la vida en más de unos intentos de asesinato por parte del Officio
Assassinorum enviados por Vandire, Cultos de la Muerte y agentes del Caos ansioso
por mantener la anarquía en el imperio del hombre.
En honor a los servicios realizados por Hamza y su capítulo, Thor declaro a la
Hermandad de la Sangre como aliada del Culto Imperial, reconociendo la devoción de
dicho capítulo en el servicio al Dios Emperador y en la humildad de este servicio.
Con dicha declaración pública y la futura hazaña que realizaría, Hamza desviaría la
atención de su capítulo permitiéndole explorar formas de controlas la Sed de Sangre y
la posible Furia Negra. Su capítulo debía mantenerse como una herramienta hermosa
al servicio del Dios-Emperador, si debía lavarla con sangre para conservarla pura, no
tendría problemas.

La Gloria del Señor del Capitulo


Hamza Ghazi llevaba 600 años como señor del capítulo, su fama como combatiente, y
el carácter de su liderazgo a partir del ejemplo había generado un verdadero fanatismo
en él por parte de sus hermanos. A su vez el servicio prestado al fallecido Eclesiarca
Thor en pos de restaurar el orden en el imperio, así como variadas participaciones en
batallas contra agentes del Caos y Xenos, habían formados una leyenda en torno a
Hamza y su particular capítulo, lo que a inicios del 37M termino de acuñar su leyenda
en todo el imperio.
Se encontraba supervisando junto a sus 9 compañeros una misión que realizarían 3
escuadras de exploradores en un planeta salvaje en el borde de la franja este. Se
informó de la presencia de un convoy de cargueros Xenos desplazándose.
Inmediatamente encargó la misión a un oficial y junto a sus cuatro hermanos
decidieron seguir el convoy y recabar mayor información.
La persecución que realizaba con sus hermanos le resultaba nostálgica de su primer
trabajo en equipo cazando en los desiertos de Aldaris, los 9 tripulantes se prepararon
para descender a un planeta no reconocido de tipo selvático.
No existen muchos registros de las acciones realizadas. Se sabe que el transporte fue
derribado rápidamente y que por algún motivo los 10 hermanos quedaron atrapados
en el planeta durante 10 años. Durante esos 10 años la escuadra de Hamza estudio a
la raza xenos, su comportamiento, sus tradiciones, sus formas de combate, en fin
dedico un año a estudiar a dicha raza. Solo rabia recorrió por sus venas cuando
descifraron el contenido de los transportes, jóvenes humanos para luchar hasta el
cansancio en fosos de sacrificio al dios Khorne. Todo el planeta estaba dedicado a la
deidad del trono de sangre y hueso, y toda aquella raza xeno era devota del aquel
señor impío.
Hamza y su equipo desarrollaron una serie de sabotajes a la raza xenos, debilitando
sus comunicaciones y destruyendo símbolos religiosos de mucho valor, con tal de
bajar la moral enemiga. Además fueron liberando a los gladiadores más hábiles para
formar un grupo de guerrilla. Al cabo de 5 años había logrado reclamar bastante
territorio y volverse un enemigo temido de los xenos. Cuando finalmente fueron
localizados por el resto del capítulo, en muy poco tiempo erradicaron a los xenos, y
purgaron el planeta del culto a Khorne, acogiendo a los rescatados como siervos
capitulares.
Se dice que Khorne condeno y memorizo el nombre de Hamza Ghiza y de la
Hermandad de la Sangre, ordenando a todos sus campeones priorizar en sus cabezas
por sobre otros enemigos si es que tenían oportunidad. Particularmente las partidas de
guerra de los Devoradores de Mundos respondieron al llamado. El motivo de tal nivel
de ira fue la forma de ejecución aplicada por Hamza. Este sabía que Khorne gozaría
del derramamiento de sangre en caso de exterminar a la impía raza mediante las
armas, o por medio del exterminatus la masacre sería equivalente. Por esto Hamza
ordeno capturar a cada miembro de dicha raza y darle una muerte tranquila. Una
muerte mediante sedación y en paz, una burla al señor de la masacre que lo enfureció.
Tal exterminio llevo a acumular gran cantidad de gloria como Capitulo y como señor
del mismo, con esto su prueba de lucha contra el caos quedo probada. Desde ese
momento los hermanos de la sangre se dedicaron a participar de toda batalla contra
las fuerzas del caos y contra cualquier amenaza xenos.

Doctrina del Capitulo


Los Hermanos de la Sangre adoptaron la idiosincrasia religiosa de los nómades de
Aldaris. Hamza comprendió que el dios Ala era lo mismo que el Dios-Emperador y que
Sanguinus había sido uno de aquellos ángeles benditos de la gracia de Ala, como
recitaban las escrituras de su tribu. De igual forma comprendió que los demonios y
diablos de las arenas, habitaban el universo y eran los siervos de los ruines dioses del
caos. Con estos dos postulados diseño un capitulo extremadamente religioso,
dedicado a la meditación, oración, disciplina y penitencia.
Los hermanos de la sangre se sienten ángeles divinos al servicio de ala. Su deber es
proteger a los humanos, débiles y frágiles, como niños, quienes no conocen ni saben
de los peligros que habitan la galaxia. Sus cuerpos mejorados son santos e intocables,
y sus actos son actos divinos incuestionables por cualquier mortal. Desde la tierra de
Altaris, las personas de las colmenas y de las tribus miran con devoción a sus santos
guardianes moradores de los cielos y las estrellas en el Jardín Eterno, o Yannat al-
khuld en lengua del desierto, orando por los guardianes de Ala. Cada 5 años los hermanos
de la sangre descienden y ofrecen a todos los niños valientes y honorables la oportunidad
de alcanzar el paraíso, y viajar lejos de aquel infierno terrenal.

Para los hermanos de la sangre, ningún capitulo es más devoto y leal que ellos. Su
primarca, el gran ángel Sanguinus así lo demostró al dar su vida por su divino padre. Ellos
solo perpetúan una tradición de lealtad a su señor y honran el sacrificio de su santo mártir
y ancestro. Este pensamiento con el correr de los siglos ha pasado a generar cierto
distanciamiento con los otros capítulos, considerándolos desbandados o poco devotos de
Ala. Solo con capítulos descendiente de Sanguinus comparten más, pero aun así se
consideran por sobre estos, ya que su devoción no es a su primarca, sino a su Dios
Emperador, y sostienen que solo ellos dedican sus vidas por completo a la devoción y
cumplimiento de su Dios. Otros capítulos solo buscan gloria, la oportunidad de venganza,
o intereses mezquinos, solo los hermanos de sangre dedican sus vidas de lleno a la
meditación y a la devoción.

Todo Hermano de Sangre debe participar de los siguientes rituales:

- Oración a Terra: En cinco ocasiones del día el hermano deberá realizar sus
oraciones en dirección a Terra, hogar del Dios Emperador. Para esto deben
emplear un tapete ceremonial. Estas oraciones deben ser dedicadas siempre a
agradecer al Dios-Emperador el permitirles ser herramientas de sus designios.
A su vez enseñarles humildad y paciencia.

- Ritual de Sangre: Todo los hermanos de batalla del capítulo se reúnen en


círculo en la sala principal de los Jardines Eternos, o de alguna nave de la flota.
Cortan sus muñecas con un cuchillo tradicional de las tribus de Aldaris, y
vierten de su sangre en un caldero colectivo. Luego de las oraciones en
consagración de la sangre y de la hermandad para fortalecer su lucha contra el
mal, se procede a extraer con un cáliz de la sangre del caldero, la cual se a
todos los hermanos hasta saciar su sed. Por medio de este ritual el hermano
de batalla recibe flashacks de sus vidas pasadas, recuerdos de combates y
estrategias, experiencias que le permitirán luchas de mejor manera y evitar los
errores del pasado. Esta fue una de las formas de combatir la sed de sangre
ideadas por Hamza. Como la sangre reunida no suele ser suficiente, se emplea
la práctica de extraer sangre de los más leales siervos capitulares, ceremonia
llevada a cabo por los Sabios de la Sangre y en conocimiento de estos y de la
plana mayor del capítulo.

- Ritual de la Carne: Este ritual se realiza en total secretismo. Hamza lo replico


de la costumbre del desierto de comer la carne u órganos de guerreros
enemigos. Este ritual se puede llevar en colectivo o de manera individual
durante el servicio. Cuando se realiza de forma colectiva, el prisionero es
llevado a una sala secreta de los Jardines Eternos, en esta el prisionero o los
prisioneros son inmovilizados por grilletes de adamantium. Posteriormente se
les procede a drogar para que no puedan experimentar dolor, ni placer.
Finalmente los Sabios de la Sangre (Como llaman a sus sacerdotes
sanguinarios) realizan incisiones en los cuerpos de donde brota sangre que es
recolectada y luego dada a beber a los hermanos presentes. Finalmente el
cuerpo es troceado y cada hermano consume una porción de carne. De esta
forma los Hermanos de la Sangre se vuelven contenedores para los demonios
que habitan en sus enemigos y así resguardan al capítulo de la venganza y a la
humanidad. Esta fue otra de las formas que Hamza ideo para controlar las
Imperfecciones de la semilla genética.

- Ejercicios Espirituales: Cada 7 días los Hermanos de Sangre deben ayunar y


reflexionar sobre las palabras del Culto Imperial, el Mythos Angelica Mortis y de
la Cora (libro sagrado de las tribus de Aldaris). Mediante esto se favorece la
calma y el pensamiento tranquilo, así como se favorece la disciplina y la
devoción a Ala.

- Comunión de la Sangre: Al pasar la prueba de la cacería y cuando a los


neófitos se les considera listos para pasar a formar parte de la Hermandad. Se
reúne a toda la generación y se les hace verter sangre en un gran orificio
ubicado en el suelo de la sala del templo. Luego se les da a beber a todos los
neófitos reunidos de la sangre reunida por generaciones de hermanos, con
esto sellan su unión a la Hermandad de la Sangre, todos pasan a formar parte
de uno. Luego se les entrega su reliquia, los tres viales de sangre. Finalmente
se les da a beber de la sangre de Sanguinus y se les prepara para la
introducción de la semilla genética y de los implantes para luego introducirles
en los sarcófagos rituales durante un año.

Por otro lado todo hermano de la sangre debe portar el símbolo sagrado del capítulo:
Un vial en forma de lágrima que contiene sangre de todo el capítulo, un vial en forma
de ala que contiene sangre de toda su generación y un vial en forma de grillete que
contiene la sangre de toda su escuadra. Perder alguno de estos viales significa perder
lo que une al hermano de batalla con el capítulo, y por ende ser rebajado en rango,
incluso se sabe poco de lo que ha pasado con los que han retornado sin sus viales.
Ellos deben renunciar a su individualidad en pro del colectivo. Una sola sangre que
reúne a todas las generaciones, una sola sangre que reúne a la generación y una sola
sangre que reúne a la escuadra. Cuando el hermano cae o fallece sus viales son rotos
por los Sabios de la Sangre y vertidos en un gran receptáculo que lleva la sangre
reunida de todo el capítulo y que se emplea para la el rito de la Comunión de Sangre.
El capítulo presenta especial cuidado con la idea de línea de sangre. Cada portador de
una semilla genética, no es solo portador de esta, sino que encarnación del marine
espacial que la originó. Por esto que al presentarse de forma protocolar, los hermanos
utilicen el IBN, que en lengua del desierto significa “hijo de”. De esta forma los
hermanos de sangre pueden seguir su herencia genética, aquellos con mayor tradición
disfrutan de cierto grado de honor, y de ellos se espera aún mejores logros. A su vez
cuando se es implantada la semilla genética se heredan todas las pertenencias del
anterior hermano portador. La servoarmadura se vuelve una reliquia sagrada, al igual
que las armas, muchas de estas modificadas durante generaciones a partir de piezas
sueltas. Por otro lado, las servoarmaduras de los Hermanos Mayores, fueron donadas
directamente por los Ángeles Sangrientos, y algunas de estas remontan sus años
hasta la época de la gran cruzada.

Organización del Capitulo


La organización del Capítulo sigue el Codex Astartes. Es decir, diez compañías de 100
marines cada una. Cada una de estas compañías se divide en 10 escuadras de 10
marines, incluido su sargento. Además de estas unidades celulares del capítulo, cada
compañía cuenta con su capitán, su portaestandarte, su Sabio de la Sangre.
La plana mayor de la Hermandad de la Sangre lo ocupa:

- El Señor del Capitulo: Es elegido por el Consejo de la Sangre.


- La Guardia Sanguinaria: Compuesta por los miembros restantes de la
escuadra del Señor del Capítulo. En caso de fallecer el Señor del Capitulo y
que alguno de sus hermanos de escuadra pueda aún prestar servicio, estos
continúan como Guardias Sanguinarios.
- El Consejo de la Sangre: Esta conformado por los capitanes de cada compañía
del capítulo, los sargentos de las escuadras de la primera compañía, el Señor
de la Forja, el Gran Sabio y el Gran Sabio de la Sangre.
- El Circulo de Ancianos: Los Más Ancianos del Capítulo quienes ya no pueden
prestar servicio en combate y lo prestan como maestros para los Aspirantes y
Neofitos.
- Oficiales del Capitulo y Administrativos

La armería se rige por un señor de la forja, quien conserva las enseñanzas de su


antecesor y se encarga de que los futuros tecnomarines continúen el legado y lo
aumenten. Debido a los distanciamientos con los seguidores del Dios Maquina, el
capítulo se ha visto obligado a disminuir la dependencia tecnológica con Marte, esto
ha ocasionado que la mayoría del material sea reutilizado y conserve milenios de
antigüedad en el capítulo. La tecnología no es de última generación, pero los
tecnomarines de la armería dedican su vida a mantener en óptimas condiciones
vehículos y equipos del capítulo.
El Librarium del capítulo se conoce como el Salón del Conocimiento, y este se
encuentra a cargo de los Sabios de las Arenas. Quien lidera el Salón del Conocimiento
es el Gran Sabio, apoyado por sus Guardianes de la Verdad, los epistolarios de la
hermandad. Estos últimos no suelen ser muchos, pues si la selección y entrenamiento
de los hermanos de batalla es largo, duro y letal, el de los psíquicos solo es aún más
estricta. Los Acólitos del Saber cuidan de los archivos y conocimientos del capítulo, y
además se encargan de la supervisión de los Iniciados.
La primera compañía opera con 10 escuadras, el número de miembros de cada
escuadra es indiferente para la hermandad, lo que importa siempre es la escuadra por
sobre el individuo. De estas 10 escuadras, 3 son Veteranos de la Guardia, 3 Veteranos
de Vanguardia, 3 Escuadras de Exterminadores. Además se suma una Escuadra
Veterana en Infiltración. La primera compañía es llamada Los Hermanos Mayores, y
son respetados por todo los hermanos de batalla, quienes aspiran a llevar sus
escuadras entre estos.
La segunda compañía la componen las Escuadras Tácticas de Operaciones
Especiales, también llamados Cazadores de Sangre. Se compone por 10 escuadras
que tras pasar los servicios básicos, pasan 50 años de entrenamientos en planetas
salvajes, y al concluir estos componen escuadras versátiles en operaciones de
infiltración, sabotaje y reconocimiento. Se diferencian de los Exploradores en su
versatilidad, pudiendo servir como escuadras tácticas sin mayores problemas.
Después que los Hermanos Mayores, los Cazadores de la Sangre son la admiración
de los hermanos de batalla.
La tercera, cuarta y quinta compañía corresponden a la estructura clásica del Codex
Astarte. 10 escuadras, de las cuales 6 son tácticas, 2 de asalto y 2 de devastadores.
Estas más la segunda compañía, componen las Compañías de Batalla. La escuadras
se componen de un sargento, 2 hermanos que de ser necesario realizaran
reconocimiento y destacan en esto por lo que portan pistolas bolter y armas cuerpo a
cuerpo, 5 marines espaciales tácticos armados con bolter y las cuchillas ceremoniales
y 2 hermanos que de forma opcional podrán optar por armas pesadas. Cada escuadra
debe servir a los menos 200 años antes de pasar a formar parte de los Hermanos
Mayores.
Las compañías sextas y séptimas son conformadas por 10 escuadras tácticas cada
una. Cada escuadra debe servir a lo menos 50 años en estas compañías y esperar el
puesto de una escuadra vacante antes de ingresar las compañías de batalla. La
conformación de las escuadras es equivalente a las de combate.
La octava compañía la conforman las escuadras de asalto, las cuales son 10. Cada
una de estas escuadras debe cumplir como mínimo 50 años de servicio antes de
pasar a formar parte de la sexta o séptima compañía y finalizar su aprendizaje.
La novena compañía la conforman las escuadras de devastadores las cuales son 10.
Estas escuadras deben cumplir 50 años de servicio mínimo antes de aspirar a formar
parte de la octava compañía para continuar su aprendizaje.
Cabe señalar que algunas escuadras por voluntad propia deciden especializarse en la
octava o novena compañía, estas tras cumplir el número de años equivalentes a llegar
a las escuadras de combate, pueden integrarse a estas como escuadras especialistas.
La décima compañía la conforman 10 escuadras de exploradores. La cuales deben
pasar 50 años cumpliendo misiones antes de aspirar a la novena compañía.
Cada compañía cuenta con su capitán, su portaestandarte, su Sabio de la Sangre que
cumple funciones de capellán y apotecario.
Selección
Se conserva la tradición de seleccionar niños tanto de las colmenas, como de las
tribus del desierto. Estos candidatos deben contar con 10 años, luego son
seleccionados por sus aptitudes físicas y finalmente se les hace combatir entre ellos.
Aquellos que pasan la primera prueba están listos para la segunda, en esta son
intercambiados, los de las colmenas son introducidos en tribus nómades como
descastados y así los niños del desierto son introducidos como huérfanos en los
infiernos colmena de Aldaris.
Al cabo de 5 años son recuperados todos los supervivientes. Luego de esto son
enviados al planeta prohibido, donde Hamza Ghazi junto a sus 9 hermanos combatió
por diez años a la raza xenos. Dicho planeta es sumamente hostil y diferente a Aldaris.
Si Aldaris es un infierno seco y desértico, el planeta prohibido es un infierno vivo y
húmedo. Una increíble biodiversidad motiva y fuerza la competencia y la adaptabilidad
de las especies. Cada cosa en el planeta prohibido podría matar al mejor guardia
imperial. Los ya adolescentes son divididos en grupos en escuadras de 10 integrantes.
Al cabo de 5 años solo las escuadras que conserven a sus 10 integrantes podrán
continuar hasta la prueba final, las restantes que no tengan éxito podrán brindar su
apoyo como siervos capitulares.
Finalizado el destierro de 5 años, las escuadras restantes son devueltas a Aldaris y se
les sitúa en el desierto donde reciben entrenamiento espiritual y marcial por 4 años. Se
les enseña y profundizan conocimientos asociados al Culto Imperial, el Coran, el
Mythos Angelica Mortis, el Codex Astartes y sobre la figura de Sanguinus. Las
escuadras deben pasar un año dedicados a adiestrarse en el uso de diversas armas,
esto a manos de los ancianos del capítulo que más destaquen en el uso de la
determinada arma: Armas cuerpo a cuerpo, Armas a Distancia y Armas pesadas. El
último año pueden especializarse como escuadra en alguna de estas armas, a su vez
se les comienza a enviar a misiones sencillas para poner en práctica los
conocimientos en inteligencia militar y estratégicos ya enseñados. En caso de que
alguno de los miembros de estas escuadras caiga en combate, simplemente estas
operaran en menor número si son seleccionadas para ser hermanos de batalla.
Durante este periodo de tiempo, también se profundizan aspectos del capítulo ya
enseñados como el concepto de la hermandad y del trabajo colectivo. A su vez se
enseña parte de la doctrina de combate en paralelo con cada maestro.
Finalizados estos 4 años de entrenamiento formal y práctico se les asigna la prueba
final. Deben partir al desierto y dar casería a algunas de las bestias más peligrosas de
Aldaris. Como reconocimiento a los que regresen, podrán portar en su servoarmadura
alguna pieza del esqueleto o exoesqueleto de la bestia. En el capítulo se intentan
eliminar las actitudes de orgullo o gloria individual, pero se valorizan las colectivas,
bajo el supuesto de que si uno tiene éxito, todos lo tienen y por ende no hay orgullo
solo jubilo.
Una vez completada esta última prueba son enviados a los Jardines Eternos para su
cirugía y ritual de transición. Al cabo de un año se integraran a la compañía de
exploradores donde deberán pasar otros 50 años sirviendo para profundizar las
estrategias de combate, el uso de armas y los conocimientos básicos del capítulo.
Cabe señalar que el proceso de reclutamiento de la Hermandad de la Sangre, es
sumamente lento y letal, demora aproximadamente 15 años. Por esto es que cada
hermanos cuida a otro, saben que son lo mejor de lo mejor, aquellos que han
superado con sus cuerpos mortales las pruebas más duras y que han ganado su
derecho a la divinidad de manera honorable y justa. No es raro que existan
generaciones que no logren aprobar las pruebas.

Doctrina de Combate
La Hermandad de la Sangre opera bajo la lógica del atacar sin ser visto. Esto no
implica un tipo de batalla de guerrilla como la Guardia del Cuervo, sino el uso de
distractores para desproteger puntos vitales del enemigo. Hamza Ghazi creció hasta
los 10 años en una de las tribus de Aldaris, alcanzo a aprender las nociones básicas
de cacería y combate de su pueblo, conocimientos que perfecciono durante sus 5
años en los infiernos colmena de Aldaris, y posteriormente con los instructores
asignados.
Su lección fue que lo fundamental es trabajar como un solo cuerpo. Cada miembro de
una escuadra sabe su función y conoce la importancia de esta. Esto a su vez se
replica al resto del capítulo. Disciplina y trabajo colectivo, por sobre la el relucir de uno
o el fomento de la competencia.
Lo más común en combate es usar un grueso de tropas desde posiciones seguras
para realizar ataques pesados con escuadras de devastadores, concentrando el fuego
en un gran flaco frontal. Mientras que apoyados por ataques de Thunderhawks, se
despliegan escuadras de asalto en el centro de las tropas enemigas. Esto da tiempo
de que escuadras tácticas ocasionen el mayor daño a los flacos desprotegidos,
oficiales, líderes, caudillos, reservas, puntos estratégicos, etc. Esto es un ejemplo, otra
estrategia predilecta es apoyar el asalto de otro capítulo, dejándose caer de los
Thunderhawks en medio del grueso de las fuerzas rivales para provocar el terror y el
caos. En otros casos emplearan Thunderhawks para dejar caer capsulas en territorio
enemigo, las escuadras infiltradas aprovecharan el bombardeo aéreo constante para
infiltrarse y sabotear y causar el mayor daño posible. Y finalmente, la especialidad del
capítulo es infiltrarse en territorio enemigo, generando el mayor daño posible y
fomentando el caos en las filas rivales, para favorecer el posterior ataque del grueso
del capítulo asegurando un triunfo seguro y total. De cualquier forma el principio clave
es la paciencia y un ataque coordinado, los hermanos de sangre nunca se lanzaran al
campo de batalla sin conocer bien la situación y contar con un buen plan, de ahí la
utilidad de las compañías y escuadras de exploradores y de las escuadras dedicadas
a infiltración.
Otro rasgo característico de este capítulo es su disciplina. Cada hermano de batalla
sabe que su autocontrol y disciplina es fundamental. Años de entrenamientos en
ambientes y situaciones hostiles les han enseñado a mantener el control, además de
que las pasiones solo son formas de aproximarse al Caos. Por esto es que tras su
grito de guerra “Ala Akbar” los hermanos de la sangre reciten en silencio o voz alta
fragmentos religiosos que los ayuden a concretarse y evitar sucumbir a sus instintos
asesinos.
Es común que tras las batallas los hermanos recorran los campos de batalla
recolectando sangre, el consumo de sangre en el campo de batalla es ritual. Hamza
Ghiza creía que la imperfección no era una maldición sino una manera de aprender del
enemigo, era una bendición que los dotaba de conocimientos para derrotar al mal. Su
enseñanza apunta a no negar ese lado de su labor santa, aunque otros capítulos no lo
comprendieran.
La escena de los hermanos de sangre en el campo de batalla puede ser atroz, sobre
todo al contemplar a las escuadras de asalto en combate. Estos suelen usar una
modificación en las servoarmadura que permite dejar al descubierto sus mandíbulas.
Mientras combaten suelen beber y comer de la sangre de sus enemigos. Por lo
general estas prácticas se realizan cuando no se está en presencia de otros capítulos,
sin embargo pocos sospechan de la devoción de los hermanos de sangre, por lo que
no tienen demasiados ojos pendientes de ellos. Las escuadras especializadas en
infiltración también se suelen alimentar de los enemigos, incluso de manera más
grotesca con tal de generar mayor caos y terror psicológico si esto lo requiere.
Además se enseña a que cada escuadra opere como una sola unidad, el destino de
sus miembros debe ser el de todos. Todos progresan al unísono, y si uno cae, su
puesto no puede ser remplazado. Finalmente lo que se logra tras años de
adoctrinamiento y servicio de esta forma, son células de combate perfectamente
diseñadas. Cada escuadra es un mecanismo de combate perfecto y compuesto por
10 herramientas afiladas y preparadas para cumplir sin dudar su rol y lugar dentro del
operativo. Para los hermanos de la sangre ni el éxito, ni el fracaso pertenecen a un
solo individuo, siempre le pertenecen a todos los hermanos, pues todos los hermanos
son uno en la sangre.
Los principios de combate de la hermandad son:

- La paciencia del cazador conduce a la gloria y el éxito.


- Conoce las fortalezas y debilidades de tus hermanos y aliados, sácale
provecho tanto a las primeras como a las segundas.
- No existen mártires en solitario salvo el gran Sanguinus y el Dios-Emperador.
La escuadra se mueve como una sola mente, la disidencia solo trae conflicto y
el fracaso.
- Aquellos de mayor edad siempre comandan y se les obedece en silencio. La
sangre sobre el cuerpo da experiencia y sabiduría, aquellos que más la han
derramado sobre si son dignos de respeto.
- Analiza y conoce a tu enemigo, nunca es una pérdida de tiempo saber más de
él. A veces el conocimiento es más efectivo que el bolter para exterminar al
enemigo.
- Nunca se ha de dejarse llevar por algún sentimiento en el combate, siempre
ora en la lucha. Solo somos herramientas del Dios-Emperador y las
herramientas no piensan ni sienten, solo agradecen a su Dios la oportunidad
de ser empleadas de la mejor manera.
- Piensa siempre en la forma más limpia de triunfar. Una antorcha en el desierto
se ve a kilómetros y advierte a todas las creaturas de tu presencia, el cazador
camina en silencio y por eso saca ventaja sobre todos tus enemigos.
- La vida de un hermano, la vida de un Astarte, es demasiado valiosa como para
malgastarla, sigue el codex y aprende a retirarte cuando sea necesario, una
herramienta rota, es una herramienta inútil.
- La orden y la misión lo son todo.

Relación con otros Adeptus


La relación con la inquisición no es buena, pero la inquisición no se inmiscuye en los
asuntos del capítulo. Aparentemente las acciones realizadas por Hamza Ghazi hace
tres mil años siguen teniendo peso. A su vez el capítulo responde a cada llamada que
implique luchar contra el caos y los xenos. Las actitudes secretistas del capítulo y su
vestimenta se hacen pasar por excentricidades.
La mayoría de los Adeptus Astartes toman distancia de los hermanos de la sangre. El
hecho de considerar al Emperador como dios va en contra de los mandatos de la
Verdad Imperial. Por otro lado su actitud despectiva a los otros capítulos no les ha
permitido cosechar muchas amistades. Su disciplina, devoción y actitud monacal
tampoco les hace muy amistoso, siendo la mayoría de las veces más siniestros que la
Guardia del Cuervo. Aquellos que los han visto en combate o han combatido juntos, no
niegan sus habilidades, pero si sospechan de sus líneas de avanzadas y de los
cuerpos destrozados y atacados como por bestias que dejan en el campo de batalla.
No es un capitulo querido, pero si reconocido por sus logros.
Conserva una excelente relación con el Culto Imperial y la Eclesiarquia. Las acciones
realizadas por Hamza para apoyar el peregrinaje de Thor a Terra y acabar con el
Reinado del Terror, se siguen recordado en el Santo Sinodo. Saben que los hermanos
siguen el Culto Imperial a su manera, lo que no les agrada, pero saben que su
devoción al emperador es total.
Producto dela modificación realizada a los cascos de las servoarmaduras, practica
originada por Hamza, el Adeptus Mechanicus mantiene lejanas relaciones con el
capítulo. Esto ha provocado que las servoarmaduras y otras tecnologías vayan siendo
antiguas. Las Hermandad de la Sangre cuida de especial manera los implementos de
los hermanos de batalla. Al igual que la sangre y la semilla, se cree que la
servoarmadura y armas son herencias que marcan la inmortalidad del hermano en
cuestión.
Con el resto de los adeptus se mantienen distantes cumpliendo con sus roles de
manera standart y normal. Es común ver a varios hermanos de la sangre en la Guardia
de la Muerte. Esta es la mejor forma de conocer tanto al enemigo como a los aliados.

Apariencia del Capitulo


A diferencia de la mayoría de la progenie de Sanguinus, la Hermandad de la Sangre,
utiliza sobre la servoarmadura los hábitos de monje de color gris, siendo las
hombreras rojas con los símbolos del capítulo. La servoarmadura en si emplea lo
siguientes colores: Las hombreras son de color rojo, casi burdeos, con las enseñas del
capítulo; el plexo de la servoarmadura es de color gris, cercano al blanco, cuya águila
brilla en dorado con toques de burdeos; las pierda continúan siendo de color gris;
Guanteletes, rodilleras y botas son de color rojo burdeos. Sus cascos indican su
posición, siendo los de color negro, escuadras de asalto; rojo burdeos, escuadras
tácticas; grises, escuadras de devastadores; doradas, capitanes y potaestandartes.
Los cascos de sus servoarmaduras adaptan la forma de máscaras tradicionales de las
tribus nómades de Aldaris, están son de bestias del desierto que poseen un
simbolismo mítico. Además estos cascos cuentan con un dispositivo que permite dejar
descubierta la mandíbula del marine espacial con fines alimenticios.
Cuando no llevan la servoarmadura visten únicamente los hábitos de monje. Portan al
cuello su reliquia sagrada y un tipo de prenda que oculta sus facciones dejando solo a
la vista sus azules y brillantes ojos. Suelen llevar sus cabellos sueltos, amarrando
trozos de tela a modo de cintillo para permitirles la vista, en su defecto utilizan la
capucha. Es muy raro que dejen su rostro al descubierto, muy poco han visto más que
los ojos de los hermanos de la sangre.
Su equipo especial suele ser:
- La reliquia del capítulo de la que no pueden desprenderse en ningún momento.
- Su tapete ritual para orar.
- Una copia del Cora, u otro libro sagrado, para reflexionar y purificar sus
pensamientos.
- Un par de cuchillos ceremoniales típicos de los nómades de Aldaris, llamados
Kris. Su fabricación es un misterio, pero son tan resistentes como cualquier
cuchilla u arma imperial, bien usados pueden cortar el plastiacero
perfectamente. Además el manejo de estas armas vuelve a los hermanos de
sangre enemigos formidables aún sin sus servoarmaduras.
- Servoarmadura del capítulo. Mediante el consumo de sangre durante la
Comunión de Sangre, cada hermano recibe recuerdos de un miembro fallecido
del capítulo, y el neófito hereda todas sus pertenecías, pasando a ser hijo de
él. Nunca se han repetido un hermano hasta la fecha, se dice que Hamza
realizó cierto ritual para que los ancestros de la hermandad guiaran a sus
herederos.

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