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y a ee) ae OF MKS TAG RHE Dal wees OPQ SrA Jo 1 ca ipios de la intervencién de ayuda tl Introduccién: el reencuentro con Patricia iReao de un proceso de ayuda) Cuando Pacricia me vino a ver @ la consulta, una tarde de abril, mi primer reaccidn fue de sorpresa: hacia mis de 10 afios que no la vela. fs certo que realizo un seguimiento de antiguos pacientes durante algin tiempo para ver su evolucién; seguimiento a veces presencial o relefinico, & través de los padres 0 en encuentros con ellos, ya sea en i sala de psicomotricidad, donde vivimos momentos significativa- mente com! idos o en el despacha. Pero pocas veces me he vuelta _ reencontzar sin previo aviso con alguno de ellos y especialmente des- pués de canto tiempo, de ah{ mi sorpresa y posterior alegria, Encantré a Patricia como une joven cuidada, tranquila e incluso dirla que “despierta”, me gustd lo que vi. Después de conversar sobre jos motivos del encuentro que resultaron de tipo nastilgico, hablamos deoémo estaba ella en este momenta, me contd que las cosas le iban bien, habia estudiado un ciclo formativo, trabajaba como administra- iva en una pequefia empresa y tenia novio. Sobre su madre tambien ne coaté algunas cosas: se habla vuelto a casar y aunque a Patricia le costé un poco aceptarlo, ahora lo viva con agrada, ya que tenla buena relacién con su padrastro, Parece que desde que nos vimos por ultima sez las cosas habian ido relativamente bien. Este reencuentro me hizo repensar en los dos afios en que trabaja- mos juncos, Busqué informacién y trabajos que guardaba sobre ella; ten(a algunas anotaciones y también algunos dibujes, por lo que deci- di {enincidiendo con la peticién de escribir este libro) ordenar ¥ esttucturar fa historia de la ayuda con Patricia, para ver qué aspectos 1 fe habfan permirido construir una identidad sdlida a mds posiriva para ella y su entorno ¥, al mismo realizar una reflexién sobre la practica de ayuda podia cuestionarme desde Ja distancia temporal, Joaquin SERRABONA i ce OTN Co oe de Psicomotricidad y ‘Terapia familiar el E i ; mos 2 coneurait un “esqueletO de tratamiento” que, eviden (a Jas individualidades de cada paciente, permitiese Se ‘Ariadna, un eje vertebrador del proceso de ayuda comottiz, Es necesario inten dejar claro cn primer lugar que un proceso de que entran en él muchos factores, por lo que ni sélo a nosotros mismos los logros cerapéuti : s que inciden enel proceso ya que es el Propio su contexto, el que posibilita el cambio ad u historia saturada del problema, como diria et! bert (1990), en su investigacién comparativa sobre e ‘orientaciones terapéuticas, tlegan a la conclu- ‘tienen mds o menos ¢l mismo nivel de éxito y ofa, independientemente de la edad o las dih- cuando entra en Ja sala de psicomotricidad en el mejor de los casos: Placer, seguridad abjetivos deben ser favarecidos y com- sOttos buscamos de forma general en ¢ Ma, su creatividad, su capacidad potenciar el placer tanto primiti- aduracién de su csquema corpo” Tespuestas a estos abjetivos si ente, fayoreciendo la madura- © cs conveniente seialar ut Esta es la finalidad de 3 ice el tracamiento ps” ABORDAJE PSICOMOTRIZ DME LAS DIFICULTADES DEL DESARROLLO 99 1.2. Principios de la terapia psicomotriz: la importancia de la integracion Quiero iniciar esta parte del capitulo con unas palabras de H. Zulliger (1984): Cuando te hagas cargo de un nifio, lo importante no es que sigas ciertas reglas que en la practica se considcran como “clasicas”. ‘Tu tarea no es tampoco trabajar conforme a principios teoréticos y puntos de vista ente- ramente determinados. Debes intentar formarte ci mismo en tu trabajo y en estrecha relacién con aquello que sabes de tu paciente; debes hacer lo que, de acuerdo con el momento, la situacién, etc... te conviene, debes ayudar al paciente en todo. Sin caer en un eclecticismo incoherente, creo que hay que saber adaptarse al nifio y a su proceso, no sicndo rigidos con el método, sino aportando lo que realmente el nifio necesita. La Psicomotricidad y en concreto la Psicomotricidad de Integra- cién (PMI), marco tedrico que sustenta nuestro trabajo, permite este pa prescriptivo. El marco es suficientemente amplio como para una adaptacidn de las estrategias de ayuda en funcidn eatin dob ruin que los llevard a la auto- y remarcar algunos principios que nos Y que marcan tanto las Ifmeas de accidn un modelo dinamico y caracteristicas biisicas del proceso pasa por no reducir la tera- trata de crear una especie de aje, debemos alcanzar el estabilidad relacional una emocién intensa e Auir entre lo Soci SmeaBOna 100 ee ee o basico es la busqueda, identificacién y eign sobre las causas. Ewitar los traramientos sintomiticos, ya qy bien pueden desaparccer cn determinados puntos, surgen en a sintomas con formas distintas. Sdlo el trabajo ctioldgico merece nombre de terapia ¥ supone el conocimiento y comprensién de causa. Enure la aparente multiplicidad de eriologias, podemos destaca trastorno relacional primario en el que cntran en juego, a un nf ‘ en una época en la que atin no se diferencian, tres factores fundan tales: Ja orientacién espacio-temporal, el esquema corporal y la par cién de los valores afectivos. La ayuda sélo puede llevarse a cabo. ermente on funcién de la comprension total de cada caso ¥ d adaptacién particular del mérodo, 2. Oto principi 3. Consideramos el camino recorrido a partir del crastorno orig nal como wna desviacién patégena dotada de autoaceleracién Buscamas restaurar la perturbacién a nivel original. E! terapeura st en el origen de la perturbacidn, con todo lo que supone, % ertindose en el universo correspondiente del nifio, goeptiti= nprendi¢ndolo, y a pardir del cual Ie ayudara a ceorganizat todo el sistema de relaciones adaptadas, Esto nos obliges volver a las fuentes de comunicacién mis arcaicas, lo que Principio fundamental de la ccrapia psicomorriz. Para puesta disponibilidad corporal al alcance y ala alcuca que llegue a dejar su cuerpo a actitudes naturales fe stspone manejar la relacién tonica que Ja podti- ta tapacidad de poder establecer a través del ajustt nicacion, en la que la calidad del contacto corporal lo Sostenemos, la forma como nos acercamos ¥ de contacto que tiencn que ser siempre Las situaciones de inmovilidad prolongada | también permiten este didlogo terapeue? ¢ reforzard por parte del nifio con la no | i OS, arrastres; los equilibrios y dese! i desaparecer para volver a apareccts ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES py EL. DESARROLLO. 101 4, La intencién es dar al nifio/a | i ‘ truir sus percepciones sobre el whips me ae a pafiarlo en el proceso de transformacién de ese A feds que resulte nocivo para él o su entorno. La terapia kere progresivo que sigue un Proceso que puede visualizarse como un ir detrds del paciente (simbélicamente hablando) en un primer momen- to, lo que nos permitira conocerlo, comprenderlo en toda su expresi- vidad; seré un tiempo donde acentuamos la capacidad de escucha (siempre presente) para poder ajustarnos en la respuesta terapéutica. En una segunda fase de este recorrido terapéutico, nos colocaremos “al lado”, para proponer nosotros y recibir Propuestas suyas; y por ultimo nos colocaremos, simbélicamente, delante de él, con posibili- dad de poder “exigir” cambios y preparar la separacién y la autonomia del sujeto con relacidn a la terapia. Cada uno de estos pasos prioriza unas Ifneas de actuacién que especificaremos posteriormente. en el caso un cardcter 5. También debemos tomar en consideracién las posibilidades del nifio en lo que tiene de particular y espectfico. Cada nifio es peculiar y la ayuda nunca puede ser uniforme. 6. Trabajamos sobre la totalidad del sujeto favoreciendo el conjun- to de las dimensiones de la persona; una totalidad sistematica, estruc- turada. Es un presupuesto bdsico de la Psicomotricidad, sino el prin- cipal. El ser humano es unidad sustantiva, corporeidad animica. “Es pues imposible imaginar la actividad de un sistema sin que intervengan los otros, y todavta mds dificil dividir un sistema en partes independien- 133 ndiciones de didlogo donde la iniciativa dijimos anteriormente, la intervenci6n que desaparezca el temor al juicio er aceptado. Dejar tomar la iniciativa necesidades y el momento de » encuentra el nifio. Como comen- y0s un intercambio real, en cada que se produce desde Joaquin SERRABONA 102 dos universos diferenciados pero complementarios, donde dl nit, ajusta al terapeuta desde lo que es, desde su expres oie y el terapeuta s¢ relaciona con el nifio, desde © que ¢s, pero tam como se comentd anteriormente, con un sistema de actitudes ra acciones que le permitirdn una escucha y ajuste mds adecuado, al a su capacidad de descentracién emocional y cognitiva, 8, Por qué el abordaje corporal? La terapia psicomotriz hace ung atencién partiendo de las etapas de desarrollo més arcaicas, donde ain no hay lenguaje: el cuerpo como lugar simbélico. Hacer un anilisis sistematico de los actos permite descubrir, en la diversidad de los comportamientos, unas constantes, unas fijaciones, y poner de relieve Jos fantasmas inconscientes subyacentes. Ee 9. La implicacién del cuerpo del terapeuta: el cuerpo del terapeuta ‘debe ser el revelador de lo que el nifio no puede comprender, de los fantasmas que expresa en su accion. Para ello debe manejar unos prin- i de interaccién basicos que suponen ofrecer una actitud de aco- ‘escucha y de comprensién, as{ como una actitud de ajuste en t6nico-emocional. Siguiendo a Aucouturier, seria poder ofte- n al nifio como un ser transformable tanto a nivel postt- 16 tonico-emocional (empatia), aportando una estrue 'y de espacio estable y modificable. Un clima terape ‘un medio transformable, el psicomotricista debe deja or el nifio (pero sin dejarse destruir). BD la dimensién motriz: E] movimiento infantil hsiones, es continente del conjunto de la pes” : Ja persona se pueden considerar diversas dime” la PMI contempla en la dimensién mottiz, %& dimensiones; motriz, conativa, cognitiv® rela ica. El sujeto funciona como un e ninguna de sus dimensiones s¢ S4¢P“ if io entre las dimensiones de la pes°™ acién del modo de expresats¢ de los ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES DEL DESARROLLO 103 nifios en las sesiones. El] nifio manifiesta un deseo de busqueda de pla- cer motriz primitivo en las sesiones con predominio del control motriz y la derivacién hacia el dominio motriz en sesiones afectivo /fantasmaticas. En definitiva, como hemos comentado anteriormente, favorecemos el placer motriz primitivo y el placer por el control motriz. El nifio siente placer por hacer las cosas y por hacerlas bien, por ser visto y reconocido por el adulto y por los otros nifios; normal- mente, siente placer siendo competente y es nuestra obligacién que ese placer se instaure en él. 12. La vida en grupo. Exceptuando a los nifios con alteraciones muy graves de la personalidad, es preferible la dindmica del grupo a las sesiones individuales ya que el grupo aporta muchas més riquezas de situaciones, relaciones y emociones y ofrece al nifio una acogida a la repeticién y acompafiarlo de forma ajustada hacia la evolucién. También ofrece al nifio un espejo no culpabilizante de lo que es y hace aqui y ahora a través de su expresividad motriz. A estos principios propios del proceso terapéutico, debemos apor- tar los propios del tipo de abordaje psicomotriz del que parte nuestro trabajo, algunos de los cuales he comentado anteriormente y que defi- nen la orientacién donde enmarco mi trabajo que es la Psicomotrici- dad de Integracién (Serrabona 2002; Munjan y Serrabona 2006). ca Capitulo 2 EI proceso de ayuda psicomotriz 2,1. Motivo de consulta: cuando suena la alarma Como mencioné anteriormente, @ Patricia la conoci hace una década, cuando ella tenia ocho afios, derivada a través de una maestra de escuela que habia participado como alumna en un seminario que imparti. La demanda inicial correspondfa a la alarma que le generaba a la maestra y a la madre, la apatia con la que Patricia se relacionaba con el mundo y que provocaba que estuviese siempre desganada y con relaciones crispadas con casi todos los miembros de su universo. La maestra me presento a Patricia como una nifia con retraso gene- ralizado del desarrollo, de hecho presentaba dificultades en todas sus dimensiones: motrices, cognitiva, conativa, afectiva, relacional. Segtin la maestra, apenas llegaba a los minimos tenia dificultad para atender, mostrandose muy dispersa. Le costaba aprender conceptos nuevos, su razonamiento parecia desconectado de la realidad. En otto 7 orden de cosas, presentaba dificultades en la lectoescritura: omitia € | invert{a letras y palabras cuando escribfa. Tampoco entendfa lo que lefa. Como podemos observar en el motivo de consulta de Patricia, exis- tian dificultades en las distintas dimensiones de la persona, ¢s algo comin en los nifios/as que solemos atender. Aunque haya una dificul- tad mds visible e identificada (sintoma), la realidad del sujeto ¢ glo- bal, es decir que afecta, generalmente, a todas sus dimensiones. valor del abordaje psicomotriz es poder dar respuesta al sintoma ¢? concreto y al sujeto en global. ein. propias de la psicomotricidad: cal Bee 1, a. atin se concen en nines con di “a pediatras) y padres FT etiend. os poe a e a pent ries cinco cse prendizaje, conducta, relacion, emoc nales ; ae y Sica asi como a trastornos especificos com? puc oe famosos” TDAH, TEA. ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES Dey, DESARROLLO 105 Ajuriaguerra, en 1980, ya realizé una clasificacié; bles dificultades y trastornos en los podria dar respuesta, Clasificacién que en parte atin sigue vigente. En la propuesta de indicaciones que realizamos queremos eviden- ciar que la psicomotricidad puede ser un abordaje apropiado en muchas dificultades y trastornos del desarrollo, tanto de la dimensién cognitiva, conativa, motriz, emocional, relacional y social. Los mis- mos se pueden clasificar de la siguiente manera: in sobre las posi- que un abordaje psicomotriz -Dificultades ténico-emocionales: inestabili inhibicién psicomotriz. -Retrasos en la maduracién del desarrollo psicomotriz, -Trastornos de la habilidad motriz: torpeza motriz; disarmonfas psicomotrices, -Alteraciones tono muscular (sincinesias, paratonias, tics). -Dificultades del esquema corporal: lateralidad, conocimiento y control propio cuerpo, -Dificultades de organizacién espacio-temporal. -Dificultades de integracidn simbdlica y alteraciones de la comuni- cacién (TEA). -Dificultades de aprendizaje (dislexia, disgrafia). -Déficit de atencién. ~Alteraciones emocionales y de la conducta. -Discapacidad cognitiva, sensorial y fisica. -Trastornos del vinculo. ei Aalansar si maclerses _ Cada vez més pacientes son atendidos desde la perspectiva psico- ‘motriz en dmbitos mds variados, es la riqueza de nuestro abordaje que, dad, hiperactividad ¢ dispraxias; novimiento y en la totalidad de la ( espuesta te ajustada a las diversas problemé- , p OC otor reflejan siempre alteracio- spectos del nifio; por eso es | trastorno puede repercutir comprometiendo su de- REE bs Joaquin SERRABONA 106 2.2. La primera entrevista La entrevista inicial con la madre de Patricia la recuerdo cor me dio la impresién de una mujer Joven, pero agobiada por la cién. De esta primera entrevista salié una primera impresién Patricia era vista por su madre y su entorno proximo (familia y Ja). Me interesé por Jas relaciones de Patricia con su entorno, mente con el mds cercano, busqué saber y entender cémo se raba y organizaba la familia (relaciones establecidas). También conveniente precisar algo de la historia de la nifia y de la (padres, hermanos). En este sentido la madre me comenté que a ni médico Patricia no habfa sufrido ninguna enfermedad grave, ni pitalizacién, Su vision y audicién tampoco presentaban dificul Por otro lado no se habia detectado ninguna anomalfa ni a nivel m roldgico ni tampoco a nivel genético. También me relaté que su historia (madre) y la de Patricia suftie? fon un acontecimiento tragico al fallecer su esposo (el padre de Patricia) en un accidente de moto, cuando la nifia tenfa 6 afios. Lo cual agray6, en alguna medida, las dificultades que ya presentaba. Dé hecho Patricia ya tenfa un historial de consultas a especialistas y habla sido tratada durante dos afios por una logopeda En el momento que se produce la entrevista Patricia tenia bdsicamen- 7 te tres relaciones significativas: Con su madre que podriamos catalogar en ese momento de simbiética, con su abuela que serfa mas bien asisten- cial, y con el “televisor” donde predominaba su relacién recreativa. Durante esta primera entrevista también intenté comprendet ¥ dejar clarificado cul era el motivo de consulta y recoger expectativas con relacién al tratamiento, a a pe inicial debe haber, Por parte nuestra, uae a a a ee y aa se realiza el tratamiento y “den Bea B Bo ON aspectos que se mencionan 7 a... a. durante la entrevista de devo! “a selacién de proximnidad a Tevista es necesario establecer na oa Nosotros nos ie en el desarrollo franco de lam un modelo conversacional, dentro Paradigma de ge ta curiosidad que parte de principios como: ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES Dix, py ESARROLLO 107 -La realidad se considera una construccién social. -E| paciente y el terapeuta Co-construyen el significado en la con- versacion. -Se pretende desintegrar las jerarqufas y respetar las diferencias -Reconoce el poder de las conversaciones para liberar eke o narrativas oprimidas. -El cliente es considerado como un “experto” en sus dificultades, aunque no sepa bien cémo expresarlos y abordarlos, Entre é1 y el tera- peuta se construyen los objetivos de la terapia. -El terapeuta se centra en descubrir recursos y potencialidades del cliente en vez de centrarse en la patologfa. -Empleamos un lenguaje accesible al cliente. -La terapia se orienta al futuro y a la nocién de cambio. -Se enfatizan procesos propios de la conversacién de la relacién a establecer. Dichos principios nos obligan a adoptar una posicién cercana a los padres que, desde mi propia experiencia, permite un mayor acceso a la informacién que una posicidn distante y autoritaria, al sentirse los padres o pacientes escuchados y reconocidos en sus dudas, miedos y preocupaciones. A modo de ejemplo, me gustarfa explicar lo que me comenté, con cierto disgusto, la madre adoptiva de una paciente sobre su entrevista con una neuropediatra de un hospital de Barcelo- na, donde la profesional mirando el ordenador pregunté a la madre 2Como fue el embarazo? A lo cual la madre le recordé que la nina era 1 iente pregunta, continuando mirando el ordenador fue adoptada, la siguiente 2Y en el parto, tuvo alguna dificuliad? Frente esta posicidn, anecdética istancia personal y profesional, es nor- como minimo aturdido, ademds de n su angustia, por lo que la comuni- qué punto debemos reco- , detectar lo que dicen y esponde al orden de lo que iran cuestiones como: os clientes?, znos explican 108 Joaquin SERRABONA todo lo nece dicen? sario? ;Sabemos leer lo que nos dicen Y lo que ni Nos Recuerdo el caso de un nifio, V. de unos ocho : , Ve ahh debido a su fuerte inhibicién, que bloqueaba ws lege a Consiulig no (companeros, aprendizaje), un nifio de los que “ con el entor. tasmas”, es decir, aquellos que en un grupo aig dri desapercibidos, probablemente nifios con capaci wa totalmente acultas por su imposibilidad a mostrarlas. Este nif Spero que quedan meses de tratamiento, donde empezd _ Pace es He » pezd a mostrarse y a ee . en el tiempo final de representacién dibujé on alge de forma espontdnea a su familia, El ONE Cet te: en primer ec proceso del dibujo era el sieyj J ? lugar, en el a 4! el si la madre, después a nino, al ie re oan a i isaty por . Sidhe o oom borraba y volvta a iba mano menor. Repitid el Pie, y el niho que representaba a su her- por lo que me lamé la ah el mismo proceso en tres ocasiones red bcbg y En una enseva posterior cn _nifto para componerlo ies habia seguido a met sorprendida ni acabé la explicacién la madre me Te ee anes te lo habia explicado ee. a la escuela no saben y que tamper ‘ an Te fonido'orr e. La madre me relaté cémo, antes de — docon la abuela ‘0 hijo que a los ocho m a De fetarraganss neses de edad, estan — duelo, deci ee ney la familia. Des E Be i ed ae ac: decidieron “olvidar” al nin spuds de la légica fase de dolor y ; blar sobre lo ocurrido quisi iho muerto. Al tiem, dejaban de coon quisieron Be h ‘ po que eja an ee = io (que ie | acia adelante, intentando i iborto ) pasteriormente nacié V. :. puuerio), tuvieron primero te historia era ‘hn . aitos después el hermano de V. : a Se estaba vivi . peice nifio muerte? Y desde 3 ast mismo, tal vez come e (a Sods ls ahi la dificultad de mosirane ee, le pasé a Salvador Dali). Para . ao. util recibirla desde lap cin: ilia hablarla en ese momento: dento trdgico, no estarid el no que ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS Dj MFICULTADES DEL DESARROLLO 109 rer darse cuenta de la repercusién que tal hecho tendrig 5 dente que en aquel momento no podtan hablar oe x o : evi- fianza y el proceso terapéutico del nifto pudo movilizay ee oo A pesat de lo expuesto anteriormente, sobre la dificultad de poder contarlo “todo” en estas primeras entrevistas, lo cierto es que sions técnicas y estrategias favorecen las habilidades para fomentar la cola- boracién de los entrevistados y la posibilidad de recabar la suficiente informacién para comprender la demanda de ayuda y sus caracter{sti- cas (Rodriguez y Beyebach, 1997). TECNICAS NO VERBALES -Tono de voz relajado. -Mantener contacto visual. -Uso voluntario de la postura corporal. -Uso de pequefios gestos como la sonrisa y el asentir con la cabeza. -La conexién emocional TECNICAS VERBALES -Mimetizar el lenguaje de los clientes. -Utilizar un lenguaje comprensivo. -Devolver lo que vamos entendiendo. _ -Repetir tiltimas palabras. __ -Ir devolviendo pequefios restimenes de lo que vamos entendien- ae, - A ‘reflejo: realizar comentarios empaticos o, los sentimientos que pudo experi- determinado. JosQuin SERRABONA 110 PosICIONES BASICAS : : -Evitar confrontacion innecesaria. -Mantener la neutralidad. -Subrayar los recursos que tien en las personas y las familias. P fuertes. f “Devolver la responsabilidad a los clientes, planteando objeti claros y relevantes. “Mantener el control de la entrevista. CONTENIDOS DE LA INTERVENCION -Definir el contexto de trabajo. -Asegurarnos de que existe una demanda. -Fijar metas en el tratamiento. -Devolver informacién y la forma de resolverlo. -Construimos nuestras explicaciones con los siguientes criterias deben ser sencillas y ajustarse a los datos que tenemos. -Las explicaciones deben ser interpretaciones de la realidad que den salida a los problemas, que ayuden a resolverlos. -Deben encajar dentro de las creencias de nuestros clientes, tenien- do en cuenta las explicaciones previas que éstos dan al problema. _ Volviendo a la entrevista con la madre de Patricia, después de informarme sobre qué conocia y qué prejuicios tenfa la nifia, sobre la Psicomotricidad y el trabajo terapéutico en general, le propuse lo que le podria decir a la nitia para acudir a la primera sesién: “Jremos 4 um 2 len vas a jugar para aprender a... (siempre algo que no tenga oe oe fa escuela, por ejemplo: a ser mas fuerte, més it ensaje, en muchos casos permite, en un lengualé entendible para el nifio/a, desdramatizar el proceso de ayuda (juga!) Pero al mismo tiempo fay ) ‘orecer la toma de consciencia de la neces dad de ayuda y de cambio (aprender), 2.3, Las ‘i , Primeras sesiones: vinculo y valoracién oe ‘iene insistir en la importancia que tienen estas primeras sesio™ ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS Dj IFICULTADES DEL DESARROLLO 1 ion ulterior. Del pri en la evoluci Primer encuentro di ranza, la confianza y la certeza de que vamos aa a Byes gificultades. Intento conseguir que el nifio inane ee i" superar sus yde hecho la mayorta de los nifios con los que trabajo Pie ala sala aso facilmente, gracias en parte a la infomeinainld revi pee transmite, a lo atractivo del espacio y por la actitud diode ae les enese primer encuentro. Pero recuerdo que con Patricia Sale a a entrada a la sala, madre ¢ hija les costaba separarse (no sé a iad “: las dos le costaba mds), asi que acabamos los tres dentro del - f psicomotor, lo que también me dio mucha informacién sobre seein cién entre ambas. Una vez dentro le mostr¢ la sala, sus posibilidades y limitaciones, lo que se podfa y no se pod{fa hacer allf. La relacién con Patricia la recuerdo complicada al principio y con un gran esfuerzo por mi parte para sostenerla, ya que como estamos explicitando hay un elemento esencial en nuestra prdctica que nos facilita el trabajo como son las técnicas que nos conectan con el placer primitivo y que a partir de él podemos hacer evolucionar el tratamien- to, pero qué ocurte cuando la paciente no entra en esa dindmica? La cuestién se complica. El abordaje de las dificultades del desarrollo, desde una perspectiva psicomotriz pasa en muchas ocasiones por ayu- dar al nifio a encontrar placer primitivo para poder acceder posterior- mente al placer de dominio que Jo va a conducir hacia el deseo de aprender y de crecer. Y eso es lo que ocurrié con Patricia, Marta, Pau y otros tantos. El registro de la primera sesién nos puede dar mucha informacién . + rc P del juego de intereses del nifio y de su expresividad psicomotriz. Para ello es conyeniente, como mencioné anteriormente, colocarse simbéli- camente “detrds del nifio”. Hay que ser pacientes, sin abandonar la necesaria actitud acogedora y sin querer avasallar en este caso a la nifia. : cia, los nifios que vienen a Ja sala suelen tener 0 que intentamos trabajar sobre lo positi- , quiere y puede hacer. De todas formas, ‘se mostré muy inhibida, fui yo quien ‘ estos primeros momentos ayuda una actitud de seguridad dentro buscamos momentos de juego global, impulsiyg endiendo de lo que sepamos del nifig la sesién. Es fundamental tener una actitud y recoger inmediatamente después de s ha causado el nifio. Una vez al, pero siempre dep y emocion: de lo que veamos €n observador participante sesion las impresiones que 2O \ Sigo con la idea de que en estas primeras sesiones debemos eyj las “pruebas” de tipo cuantitativo ya que aunque se realicen de lidica, el vinculo (esencial en esta primera etapa) se puede rese; sobre todo si el examinador es el propio terapeuta psicomotriz; observacién cualitativa nos da suficiente informacién en esta fase i cial para organizar el proyecto de ayuda. Este proyecto no debe n sariamente seguir el esquema clasico de diagndstico-tratamiento, esquema que planteamos es més dindmico y las posibles pruebas den ser introducidas en otros momentos, cuando el vinculo esta solidado y queremos corroborar datos de forma objetiva. Algo que parece cada vez mas importante y que hace diez afios no realizaba es observacién compartida, pero ya hablaremos de ello en otro mom lo que interesa ahora es que el nifilo acabe la sesién con deseo de ver. Una observacién cualitativa presenta ventajas tales como: r un acercamiento menos ansioso al sujeto, permite observar al suj en su totalidad, algunos items pueden ser evaluados sin que el sujet se sienta examinado, permite poner el acento en la relacisn y, desde’ luego, facilica el andlisis previo para elaborar el proyecto de trabajo. ‘ ‘También presenta inconyenientes que debemos mitigar ya que la intuicién no basta para iniciar o controlar un tratamiento. Existen muchos riesgos en relacin a lo que se ve, cémo se ve y el sentido que se le da. Podemos tener la sensacién de “ver de ms”. Podemos deja fos llevar por las emociones y la intuicién. Hay mayor posibilidad de bitrariedad en las observaciones y también podemos generalizat observaciones f ocasionales, lo a yacién como: » lo que puede provocar sesgos en la ob: bait Dar Prevalencia a m F . ies la observacién sobre la accién pedagdgica. _ Superar el efecto edipi ) a - ta espera del nifio ti pice dela prediccién (lo que el psicomottics : C P 4 convertirse en comportamiento). ; ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES DEL DESARROLLO 113 -Superar la imagen fija del rendimiento del nifio (estereotipia). -Pensar que sabemos mas de lo visto. -Confusién de la intensidad de las emociones en relacién a la extensidn de los conocimientos y dejarnos Hlevar por la intuicién. -Arbitrariedad de las observaciones. -Generalizar en funcién de observaciones ocasionales (efecto de hado). -Hipétesis preconcebidas (ver lo que se quiere ver). Pueden ser debidas a informaciones previas que tengamos del nifio. -Simplificar excesivamente el lenguaje referido a una informacién compleja, lo que puede provocar: a) dar explicacién comtin a fenémenos no idénticos. b) despreciar los matices, intensificar los contrastes. -Sesgo de reactividad, es el que produce el observador en el obser- ~ |levar a elaborar informacién incompleta. El observador puede ser “Pasivo” o “Participante”. En ambas situa- ciones ha de existir una fuerte capacidad de escucha del sujeto y acep- tacién de su realidad. Las cualidades basicas del observador serfan bdsicamente: capacidad de atencién continuada, curiosidad (motiva- cién), objetividad. i eiateiseth aap OBSERV) yp vanrensich to. Debe ser el presente vado. -Abreviacién excesiva de los datos a observar, lo que después puede in al nifio sobre la fun- 114 -Ha de favorecet la expresividad del nifo, creando un amb; dable. ty oe estar dentro de la accién, pero “célidamente” dig para que las emociones no nos obnulen. “Este tipo de observacion esta vinculada a la formacién tegrados los principios teéricos y practicos, ya que deben tener in n €6 “Existen dos niveles en la observacion participante: a) en las te dichas. nes iniciales, b) en las sesiones propiament “Las observaciones deben ser reguladas: -Relajar la situaci6n. -Captar el aspecto emocional y relacional. -Ser precisos en las observaciones. -Aceptar los aciertos y fallos del sujeto. a recogida de informacién suele hacerse “a posteriori” y -Capacidad narrativa. Jescripcidn de la sesién. es sobre el nifio o grupo. una concepcién mds dindmica, en donde nos relacién con otras personas, hemos de ser capa al otro con objetividad, pero también observa las variables relacionales, es decir, la integr nifio y el nuestro. Por lo que es convenienté ” observacidn ya que cualquier tipo de obser estra actuacidn, surge desde el marco te6- ide la formacién personal del profesional tien® #€80 que nos permite sensibilizarnos ¥ tomar actitudes, favorecimiento la capacidad de est ajuste al otro, Una buena observacion PE de dénde empiezan nuestros deseos, miedo an los del nifto, en definitiva ayuda !a neg nal que toda intervencién terapéutica nece ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES DEL DESARROLLO us En definitiva, para realizar una adecuada observacién ¢ interven- cién, también hemos de hacer una auto-observacién de nuestras acti- cudess procedimientos, acciones metodolégicas y de nuestro proyecto de trabajo- La Dra. Lola Garcia Olalla en su tesis: “Construccién de la activi- dad conjunta y traspaso de control en una situacién de juego interac- tivo padres-hijos”, defendida en el 2003, realiza una investigacién en la que describe el proceso de construccién de la interaccién y organi- zacién de la actividad conjunta de los participantes en una situacién de juegos para ello utiliza un registro narrativo, que permite plantear- nos una situacién y procedimiento de observacién (pag. 165), y tam- bién unos niveles y unidades de andlisis de la interaccién (pag. 169) muy interesantes para nuestra labor. Para ello plantea fases de forma- cién en la observacién del psicomotricista: la primera fase supone rea- lizar una narracién de la sesién, una estructura narrativa, ya que com- partimos la idea de que una de las competencias de un buen observa- dor es saber contar historias, saber elaborar cuentos, ya que permite captar el orden de los acontecimientos pero vinculados a las emocio- nes, alos afectos, a la accidn, al movimiento. Un buen observador ha _ deser un buen narrador, esto es una competencia fundamental. Pero no podemos quedarnos en la pura subjetividad, por lo que se plantea después hacer una descripcién mds fenomenoldgica de aquello que estd aconteciendo. Descripcién de los pardmetros psicomotores, lo ento mds analitico y con una perspectiva de mds se complementan para dar una visién riormente, es necesario que en esta slacién terapéutica, asi como una sntorno necesitan para favorecer os combinar la capacidad de a que favorece una adecua- la importancia de escu- d 116 ae yan era wn nifto de unos cinco anos de edad que llega a Ig un diagnéstico de TDAH. En la entrevista con los padyes, an con sobre aviso de las continuas conductas disruptivas del nig Be: de su imposibilidad para estarse quiero, de su impu Ina imposibilidad, a pesar de ser un nino inteligente, de coisa de tema tanto de juego come sobre todo de aprendizaje pees en consiguientes dificultades en este dmbito. Efectivamente, =? | conozco en la primera sesién Juan se muestra muy activo y dig ke mueve por toda la sala, lo toca todo pero apenas construye a bal yecto de juego, Ia sesién la recuerdo de mucha actividad mous ido simbélico, en la segunda sesién ocurre mds . de poco content lo mismo, zar un dibujo li aunque al final de la seston le propongo para acabar bre, él se anima y realiza el siguiente dibujo: re Aparte del posib LS ea dlisis proyectivo, podemos describir el relato fue la siguiente: en pri ujo que realizé Juan. La secuencia del dibujo el lado derecho a lugar dibujé la {nea media, por debajo e2 Posteriormente los si una figura humana, después pinté el mary a umana y por a Por encima de la linea represento otta Sy es que contase la | . A partir de esta descripcion le p' ogando y la in. del dibujo: “Es Juan, no, & José que# papa y ballena mama, se lo quieren comer J Ee ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAs DIFICULTADES DEL DESARRoLLo ee aii motriz del nifio y el segundo aspecto in teresante del dibujo es el men- saje de esperanza en que “el terapeuta” lo va a ayudar a salir de esta situacidn. Juan nos habla, de forma inconsciente, de sus Preocupacio- nes y también de la esperanza de solucién de sus dificultades, 2.4. La entrevista de devolucién y contrato Después de las sesiones iniciales y de observacién, donde hemos hecho una valoracién de la “alarma” Y creemos saber en qué podemos ayudar al nifio/a, proponemos una entrevista con su familia donde explicamos lo que hemos observado, Partiendo de las diversas dimen- siones de la persona para después aportar una visién de conjunto de lo que esta sucediendo, evidentemente, contrastamos ideas con los padres y posteriormente establecemos los criterios basicos de actua- cin que va a seguir el tratamiento psicomotriz, En esta entrevista ya debemos conocer al nifio en su situacién actual, el origen 0 causa de sus s{ntomas. Hemos elaborado una hipé- tesis de trabajo que se concreta en un Proyecto de ayuda, que resume lo que pretendemos conseguir, estableciendo las principales I{neas de actuacién y las estrategias de intervencién (metodologfa a seguir) y con qué medios trabajar y con quién (grupo o individual). Evidentemente es fundamental el cémo se transmite lo observado, | pase ati 8 6ny comunicacién con lo: s dems, demés, agresion desde un plano cada y, eu mds ar la relaci _ Permita potench aceptar la _ Permita vivir y simbélico. - Favor - Ayude a tomar C ezca el placet sensomotriz. onsciencia de sus limites y posibilidad es compo. rales. - Ayude a vivir situaciones simbodlicas. - Ayude a organizar su mundo exterior. - Ayude a construir, a mostrar un interés positivo por los objetos, ugar donde el nifio/a se sienta escuchada la imagen de si misma. yea En definitiva, un I nocida, mejorando ast pearue) a, existen momentos de evolucién a” e incluso de regresién; Intentamos trabajar al ritmo ién. Siendo constantes flexibles a los posibles cambi los esquemas propios de gracién (ver capitulo sesiones a nifio y del grupo. trabajamos generalmente com buscando progresivamente més por parte del nifto, favorecien- do en la sesidn, sin olvidar en nine s los agentes implicados en el pro” a, Otros profesionales...)- yo con Patricia y otros muchos ectiva psicomotriz en el centto n proyecto nuclear que © {sticas y proceso de cada nifio, que lo podrfamos definir com? cia nos ya a servir de ejemplo, aun ontem— son ; ABORDAJE PSICOMOTRIZ DE LAS DIFICULTADES DEL DESARROLLO 119 yidentemente no intento mostrar el proceso de ella, si no las ales de un tratamiento est4ndar”, si es que lo hubiera. Asf mos un proyecto de ayuda que generalmente dividimos o que supone utilizar una técnica de rodeo que se con- que © jineas Bene ues plantea tres fases, I era de la siguiente manera: h La primes fase contemplaria la recogida del aviso de Ja alarma y su clarificando la intensidad o gravedad de dicha alarma, el cono- sin de la situacién tanto del sujeto, como del entor- Pe Implicarfa un conocimiento mutuo y una vinculacién de ayuda sufi- cjentemente estable y positiva. En definitiva, como se mencioné ante- riormente, supone colocarse simbélicamente “detr4s” del sujeto, para poder sostener Ja angustia emergente de la necesidad de ayuda y com- prender adecuadamente la expresividad psicomotriz del paciente, asf como sus recursos potenciales tanto de él, como de su entorno. | Segunda fase: una vez atravesada la fase anterior, nos sumergimos en un momento sumamente interesante que posibilita que tanto el B pacitnte como: nosotros, podamos proponer situaciones que se enca- _ mminen de forma més centrada a la resolucién de conflictos propios del . atencions cimiento y compren paciente, consigo mismo y su entorno, partiendo en general de los ele- mentos positivos que hemos ido descubriendo durante la primera fase y desde Iuego desde un deseo mutuo de superacién. No deja de ser una fase complicada, donde los momentos de euforia por la evolu- cidn, se solapan con momentos dificiles ¢ incluso regresivos del pro- ceso de cambio del sujeto. También debemos contar con los periodos de meseta y por qué no, de resistencias a crecer 0 a cambiar. Es un momento de didlogo y de reconocimiento mutuo. El trabajo con la familia y generalmente con la escuela, en esta fase es esencial para que puedan también implicarse, comprender y sostener el trabajo _ Tercera fase: en este tiltimo periodo, nos colocamos simbédlicamen- te del s general, es el momento de “estirar”, para plan- paciente y de intentar progresivamente una iento ya nosotros mismos. Es una fase comprensién establecida durante el fin no nos necesite, ya que este pre vivida como un logro de

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