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Responsabilidad Civil Contractual (Tomo II) - Gaston Salinas U
Responsabilidad Civil Contractual (Tomo II) - Gaston Salinas U
RESPONSABILIDAD
CIVIL CONTRACTUAL
EVOLUCIÓN - ANÁLISIS - PRESUPUESTOS DE RESPONSABILIDAD - FACTORES
DE ATRIBUCIÓN - NUEVOS DAÑOS - DAÑO MORAL - PERSONAS JURÍDICAS -
ACCIONES Y REMEDIOS FRENTE AL INCUMPLIMIENTO - JURISPRUDENCIA
TOMO II
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL - TOMO II
© GASTÓN SALINAS UGARTE
2011 Legal Publishing Chile • Miraflores 383, piso 10, Santiago, Chile • Teléfono: 510 5000 • www.legalpublishing.cl
Registro de Propiedad Intelectual Nº 210.169 • I.S.B.N. Obra Completa 978 - 956 - 346 - 082 - 7
I.S.B.N. Tomo II 978 - 956 - 346 - 084 - 1
1ª edición noviembre 2011 Legal Publishing Chile
Tiraje: 500 ejemplares
Impresores: CyC Impresores - San Francisco 1434, Santiago
IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE
ADVERTENCIA
La Ley Nº 17.336 sobre Propiedad Intelectual prohíbe el uso no exceptuado de obras protegidas sin la autorización expresa de los titulares de
los derechos de autor. El fotocopiado o reproducción por cualquier otro medio o procedimiento, de la presente publicación, queda expresamente
prohibido. Usos infractores pueden constituir delito.
ÍNDICE
TOMO II
CAPÍTULO V
RELACIÓN CAUSAL O NEXO CAUSAL
Página
Página
CAPÍTULO VI
LA MORA COMO ELEMENTO DE LA RESPONSABILIDAD
Página
TÍTULO IV
EL DAÑO MORAL
§ Marco Teórico
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§ 2. Titulares de la acción de
reparación del daño moral
Desarrollo
§ 4. El quantum
Página
Página
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TÍTULO V
REMEDIOS - ACCIONES - MEDIOS DE TUTELA FRENTE
AL INCUMPLIMIENTO CONTRACTUAL
CAPÍTULO I
REMEDIOS, DERECHOS Y EXCEPCIONES
CAPÍTULO II
ACCIONES TENDIENTES A OBTENER EL
CUMPLIMIENTO DE UNA OBLIGACIÓN O PRECAVER UN DAÑO
Página
CAPÍTULO III
ACCIONES POR INDEMNIZACIÓN DE PERJUICIOS
Página
CAPÍTULO IV
LA AVALUACIÓN DE PERJUICIOS
TÍTULO VI
LA CAPACIDAD ¿ELEMENTO DE LA RESPONSABILIDAD?
Página
3. CONCEPTO.................................................................................... 936
3.1. Concepto doctrinario......................................................... 936
3.2. Concepto legal .................................................................. 937
4. CLASIFICACIÓN ............................................................................. 937
5. CAPACIDAD DE GOCE, DE DISFRUTE, ADQUISITIVA O SIMPLE-
MENTE CAPACIDAD JURÍDICA........................................................... 937
6. CAPACIDAD DE EJERCICIO, DE PODER O DE OBRAR. ........................... 938
7. REGLA GENERAL EN MATERIA DE CAPACIDAD, INCAPACIDADES........... 939
8. DISTINCIÓN .................................................................................. 939
9. CLASES DE INCAPACIDAD ............................................................... 940
10. INCAPACIDAD ABSOLUTA ............................................................... 940
11. LOS DEMENTES ............................................................................ 941
12. LOS IMPÚBERES ............................................................................ 944
13. LOS SORDOS O SORDOMUDOS QUE NO PUEDEN DARSE A EN-
TENDER CLARAMENTE .................................................................... 944
14. CÓMO DEBE ACTUAR EL ABSOLUTAMENTE INCAPAZ .......................... 944
15. SANCIÓN ...................................................................................... 945
16. INCAPACIDAD RELATIVA ................................................................ 945
17. LOS MENORES ADULTOS ............................................................... 946
18. DISIPADORES QUE SE HALLEN BAJO INTERDICCIÓN DE AD-
MINISTRAR LO SUYO...................................................................... 947
19. CÓMO PUEDE ACTUAR EL RELATIVAMENTE INCAPAZ .......................... 947
20. VALOR DE LOS ACTOS DE LOS RELATIVAMENTE INCAPACES ................ 948
21. INCAPACIDADES ESPECIALES, PARTICULARES. LEGITIMACIÓN
PARA EL ACTO JURÍDICO ................................................................. 948
22. VALOR DE LOS ACTOS DE LOS INCAPACES PARTICULARES................... 950
23. CAPACIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL ..................................... 950
24. AMPLITUD DE LA CAPACIDAD DELICTUAL ........................................ 951
25. INCAPACIDAD................................................................................ 952
26. LOS DEMENTES ............................................................................. 953
27. RESPONSABILIDAD DEL EBRIO......................................................... 955
28. LOS INFANTES ............................................................................... 956
29. EL MAYOR DE SIETE AÑOS Y MENOR DE DIECISÉIS QUE HA
OBRADO SIN DISCERNIMIENTO ......................................................... 956
30. RESPONSABILIDAD DEL GUARDIÁN DEL INCAPAZ ............................... 957
ÍNDICE XIII
Página
31. INCAPACIDAD DE LOS NIÑOS V/S DERECHO A SER OÍDOS .................... 959
32. CAPACIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS......................................... 960
32.1. Responsabilidad contractual ............................................. 960
32.2. Responsabilidad extracontractual ..................................... 961
32.3. Responsabilidad penal ...................................................... 963
33. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO EN MATERIA EXTRACONTRAC-
TUAL............................................................................................ 963
33.1 Empresas del Estado. ........................................................ 964
33.2 Daño derivado de la dictación de una ley o de una
sentencia judicial............................................................... 964
33.3 Respecto de los demás actos ............................................. 964
33.4 Actos de gestión de los funcionarios ................................ 965
33.5 De la falta de servicio ........................................................ 967
34. CAPACIDAD EN LOS ACTOS JURÍDICO-PROCESALES ............................ 968
35. CONCLUSIONES ............................................................................. 971
1. INTRODUCCIÓN
b.- Sirve para justificar la nulidad por vicio del consentimiento, espe-
cialmente por error.
1194
LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 75, agrega: “Los términos
de los artículos 1382 y siguientes justifican este principio: todos exigen que el hecho, la cosa,
el animal o el edificio causen el daño (y, en materia contractual, el art. 1151 contempla la con-
secuencia inmediata y directa de la inejecución)”.
1195 Corte Suprema, 2 de septiembre 1999. Revista fallos del Mes Nº 490, p. 1867.
1196 BARROS BOURIE, Enrique, Tratado de Responsabilidad Extracontractual, Edit. Jurídica,
2. PRESUPUESTOS DE LA CAUSALIDAD
1197 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría General de la Responsabilidad Civil, Edit. LexisNexis,
autor, constata que tanto la doctrina como la jurisprudencia están de acuerdo en que para dar
532 GASTÓN SALINAS UGARTE
b.- Que asimismo, concurra algún factor subjetivo u objetivo, que la ley
repute idóneo para señalar quién será el responsable en el caso ocurrente.
Lo que en mi opinión no significa requerir la exigibilidad de un análisis de
antijuridicidad, sino que se trata de relacionar el daño con un responsable
civil de los efectos dañosos.
en dehors, des contrat, Paris, Eds. Marchal y Billard, 1902, v. 1. y ss., Nº 2 RIPERT, Geoge, nota
en Dalloz Periodique, 1930, 1 parte, p. 58.
1203
PIZARRO, Ramón, Responsabilidad civil por el riesgo o vicio de la cosa. Editorial
Universidad, Bs. As. 1983, Capítulos I y II.; BUSTAMANTE ALSINA, Teoría General de la Res-
ponsabilidad, 4ª Edición, Abeledo Perrot, B. As. 1983, p. 69; Nº 116 CN Civ., Sala B 14/6/84
“Sóc. Ed., la C. dulce” 109-548.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 533
1204 TRIGO REPRESAS, Félix, y MESA LÓPEZ, Marcelo, Tratado de Responsabilidad Civil,
Ley, 2ª edición, Buenos Aires, 2000, p. 36-37 agrega: “tales como la previsión de un hombre
razonable (the foresight of a reasonable man), que utiliza la jurisprudencia angloamericana; el
principio de causa eficiente que se menciona en la doctrina italiana o el de la posibilidad real
de que hablan algunos juristas soviéticos”.
1207 TRIGO REPRESAS A. Félix; A. MESA LÓPEZ, Marcelo, Tratado de Responsabilidad Civil,
Es por eso que Stuart MILL expone que la causa filosóficamente hablando,
“es la suma de condiciones positivas y negativas que tomadas en conjunto
concurren a producir un resultado que se comienza a plantear desde el punto
de vista jurídico”.1211
1208 VELOSO VALENZUELA, Paulina, “La previsibilidad es una condición o requisito de la culpa
y no de la relación causal”, en: Nuevas tendencias del Derecho, ob. cit., p. 254. “La debilidad
doctrinal queda también en evidencia al observarse que frecuentemente en la doctrina y en la
jurisprudencia, se confunde este requisito con el de la imputabilidad”.
1209 TRIGOREPRESAS A., Félix A., MESA LÓPEZ Marcelo. Tratado del Responsabilidad Civil,
ob. cit., p. 583.
1210 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría General de la Responsabilidad Civil, Edit. LexisNexis,
Bs. As. Argentina, 2006, p. 199. Agrega también el autor que, esa relación de producción es la
que permite afirmar, por un lado, que una persona es autora de una conducta dañosa, y además
de qué daños es causante.
1211 MILL, John Stuart I, Sistemas de lógica inductiva y deductiva, Madrid, Ed. Daniel Jorro,
3. CONCEPTO DE CAUSA
1215 FIGUEROA YÁÑEZ, Gonzalo, El patrimonio, ob. cit., p. 297. El autor sostiene que la
acepción de causa eficiente no tiene cabida en el ordenamiento jurídico chileno. “El artículo
1445 del C.C. establece que la causa lícita es uno de los requisitos necesarios para que una
persona se obligue a otra por medio de un acto o declaración de voluntad, es decir, por medio
de un contrato. Si la causa es requisito del contrato, y éste a su vez es fuente de las obligaciones,
conforme al art. 1437, no es posible que un requisito de una de las fuentes de las obligaciones
sea fuente autónoma de obligaciones a la vez”.
1216 GOLDENBERG, Isidoro H., La relación de causalidad en la responsabilidad civil,
ob. cit., p. 20, agrega: “Dentro de esa tesitura, una corriente acude a un criterio cuantitativo
para caracterizar la condición más activa, señalando que es aquella que en mayor medida ha
contribuido a la producción del resultado. Otra, en cambio, se basa en una noción cualitativa
para determinar la causa eficiente, conceptuando como tal la de más considerable eficacia por
la calidad intrínseca en el proceso causal, según el curso normal de los sucesos”.
1217 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad Contractual, ob. cit., pp. 105-106. “La ausencia
de causa final conduce a la inexistencia de las obligaciones por una insuficiencia jurídica, en
tanto la causa ocasional a la nulidad del contrato”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 537
Por último, la causa ocasional son los motivos individuales que han
llevado a realizar el acto. Al estar la causa constituida por los móviles o
motivos sicológicos, ésta podrá ser distinta en cada acto o contrato, pues
los móviles son ilimitados en su número.
Nuestra ley civil, la causa que trata es la causa ocasional, por consiguiente
los motivos psicológicos que impulsan a contratar no deben estar prohibidos
por la ley ni ser contrarios al orden público ni a las buenas costumbres.1219
4. EL NEXO CAUSAL
1218 VIAL DEL RÍO, Víctor; LYON PUELMA, Alberto, Teoría General del Acto Jurídico, Ediciones
Chile, p. 105.
538 GASTÓN SALINAS UGARTE
1220 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit. pp. 78-79. “El juez debe efectuar
una selección entre la serie innumerable de diversos antecedentes. Es necesario romper en alguna
parte la cadena de la causalidad porque de lo contrario, ésta se extendería hasta el infinito”.
1221 GAMARRA, Jorge, Prueba de la relación de causalidad en la responsabilidad médica,
en “Obligaciones y contratos en los albores del siglo XXI. Homenaje al profesor Dr. Roberto
M. López Caban”, Abeledo Perrot. Bs. As. 2001, p. 167.
1222
MOLINARI VALDÉS, Aldo, De la responsabilidad civil al derecho de daños y tutela
preventiva civil, Edit. LexisNexis, Santiago, Chile, 1ª edición 2004, p. 113, el autor trata este
apartado en el entorno de la relación de causalidad como elemento unificador de la responsa-
bilidad civil.
1223 BUSTAMANTE ALSINA, Teoría General de la Responsabilidad, 4ª Edición, Abeledo Perrot,
1227
ABELIUK, René, Las Obligaciones, Editorial Jurídica, Cuarta Edición, 2005, p. 731.
“Entre el incumplimiento y el daño debe existir una relación de causa a efecto…”.
1228 ARAYA JASMA, Fernando, ibíd., p. 7.
1229
LOUZAN SOLIMANO, Nelly Dora, Cómo aparece la Responsabilidad contractual y ex-
tracontractual en el Derecho Romano, Universidad Nacional de Buenos Aires. Universidad
Católica Argentina, Presidenta de la Asociación de Derecho Romano, www.salvador.edu.ar/
ua1-4-soli5.htm
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 541
Esta teoría, creada por el penalista alemán VON BURI, fue estructurada
tomando como base el concepto de causalidad elaborado por STUART MILL,
filósofo inglés, quien exponía respecto a la causa, en cuanto a que ésta es la
suma de las condiciones positivas y negativas tomadas en conjunto.1232
1230 COUSIÑO MAC IVER, Luis, Derecho Penal Chileno, Editorial Jurídica de Chile, 1ª edición
1975, T. I, p. 343, agrega el autor: “Este vínculo que une la actuación y el efecto, se llama por
quienes han elaborado la teoría jurídica del delito, la relación de causalidad (kausalitatszu-
sammenhang).
1231 GOLDENBERG, Isidoro, La relación de causalidad en la responsabilidad civil, Ed. As-
trea BS. As., 1989, p. 15 y en Edit. La Ley, p. 13. “Incluso prestigiosos autores afirman que
en definitiva los jueces habrán de dirimir estas cuestiones guiándose, más que por las teorías
abstractas, por el criterio que en cada caso lleve a la solución más justa, ponderando todas las
circunstancias”.
1232 BOFFI BOGERO, Luis María, Tratado de las Obligaciones, Ed. Astrea, Bs. As., 1973, T.
2 p. 316, Nº 537.
542 GASTÓN SALINAS UGARTE
En suma, toda condición debe ser tenida como causa del resultado. Por
ello, se formula también la doctrina de la condictio sine qua nom. Su más
genuino representante es VON BURI, quien tiene como precursores a BURNER,
HALSCHNER, KOSTLIN y GALSER, la equivalencia de las condiciones se acepta
por LISZT, FINGER, LILIENTHAL, STOOS, VAN CALKER, RADBRUCH, MERKEL,
etc. Incluso en cuanto a sus resultados, esta es la opinión que parece seguir
THYREN, a pesar de las diferencias que hace entre condiciones positivas o
favorecedoras, negativas e indiferentes.1235
1233
ORGAZ, Alfredo, La relación de causalidad entre el acto ilícito y el daño, artículo pu-
blicado en “La ley”, Buenos Aires, 5 de enero, 1949, p. 2.
1234 TRIGOREPRESAS A., Félix. A. LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado del Responsabilidad Civil
ob. cit., p. 595.
1235 BOFFI BOGERO, Luis María, Tratado de las Obligaciones, Edit. Astrea, Bs. As., 1973,
T. 2, p. 316, Nº 537.
1236
VELOSO VALENZUELA, Paulina, “La previsibilidad es una condición o requisito de la
culpa y no de la relación causal”, en: Nuevas tendencias del Derecho, ob. cit., p. 256. “Hay que
agregar que se debe tratar de un fenómeno o hecho que conduce a un determinado resultado;
que provoca una determinada consecuencia dañosa. No nos parece evidente identificar este
segundo requisito con que sea directo”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 543
cit., p. 22
1238 ORGAZ, Alfredo, La relación de causalidad entre el acto ilícito y el daño, ob. cit.
p. 3.
1239LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit, pág 80. “La teoría de la equi-
valencia de las condiciones es a menudo suficiente para determinar la causa de un daño único
e inmediato en la responsabilidad fundado sobre la culpa. El inconveniente es que los eventos
que hayan concurrido a la realización del daño son enormes, de suerte que todo daño correría
el riesgo de tener un gran número de causas. Mientras la cadena más se extienda, la causalidad
deviene más aleatoria, y su determinación adivinatoria”.
544 GASTÓN SALINAS UGARTE
LÓPEZ HERRERA señala como principal crítica a esta teoría el que “no
distingue entre causa y ocasión, por lo que la responsabilidad puede ex-
tenderse hasta el infinito, transformándose en una carga impagable para el
responsable”.1242 Además, no permitiría invocar como nexo la culpa de la
víctima, como tampoco la culpa concurrente, la cual se da cuando: “dos cur-
sos causales de distinto origen concurren simultáneamente a la producción
de un hecho dañoso, y cualquiera de los dos hubiese bastado para producirlo
en la misma forma, tiempo y lugar”.1243
Se afirma que, así como la última entre cuatro unidades crea la número
cuatro, así el último movimiento es la condición última que causa el efecto
y por esto se convierte en causa. Pero ¿cómo podría llegarse al número
cuatro sin pasar por los tres anteriores? Y además, ¿los fenómenos pueden
igualarse con los números?1247
cepción, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Fondo de Publicaciones, Rd. Lex Nexos
Segunda Edición, 2006, p.102.
1250 ARAYA JASMA, Fernando, ibíd., p. 38.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 547
1253
RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., pp. 272-273. Agrega el
autor: “Es evidente que sin él, el daño no habría podido producirse. Asimismo, el daño causado
por el incumplimiento se encuentra tácitamente previsto en la descripción de la prestación”.
1254 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 83.
1255 VINEY, Genieviève, La Responsabilité Civile, 2ª Ed. Con la colaboración de P. Jourdain
Nº 332 y ss., Libaire Genérale de Droit de jurisprudencia, París, 1998, pp. 345 y ss.
1256 ARAYA JASMA, Fernando, ibíd., p. 31.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 549
De acuerdo con esta teoría, dice PORTE PETIT, debe considerarse causa más
eficaz, aquella condición que en la producción del resultado ha contribuido
más al efecto.1259
Esta teoría se esmera por seleccionar la causa más eficaz y activa del
daño. Se da un ejemplo: “si una persona proporciona fósforos a otra, y
ésta causa un incendio, ambas acciones, el que suministró las cerillas y del
incendiario, son condiciones inexcusables para que se produzca el efecto,
1257 ANTOLISEI, Francesco, Manual de Derecho Penal Parte General, Editorial Temis, 8ª
Esta teoría es una de las que recoge mayor adhesión actualmente, desde
la perspectiva contractual, esta teoría conduce necesariamente a un hecho
como causa del daño, el incumplimiento, este daño se encuentra tácitamente
previsto en la descripción de la “prestación”.
1260
RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 271. El autor da un
ejemplo de Alterini, citándolo al efecto.
1261 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 271.
1262 BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Teoría General de la Responsabilidad Civil, Novena Edición,
Esta teoría afirma que son causa de un resultado las condiciones positivas
en su preponderancia sobre las negativas. Para explicarla se parte de una
constatación, cuando se desencadena un movimiento para procurar un de-
terminado fin y se logran superar los obstáculos que se oponen, se persigue
provocar una variación en el mundo real.
1263 GOLDENBERG, Isidoro H., La relación de causalidad en la responsabilidad civil, ob. cit.,
Edit. La Ley, pp. 20-21. “Dentro de esta tesitura, una corriente acude a un criterio cuantitativo
para caracterizar la condición más activa, señalando que es aquella que en mayor medida ha
contribuido a la producción del resultado. Otra, en cambio se basa en una noción cualitativa
para determinar la causa eficiente, conceptuando como tal la de más considerable eficacia por
su calidad intrínseca en el proceso causal, según el curso normal de los sucesos”.
1264 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob cit., p. 271.
552 GASTÓN SALINAS UGARTE
Esta doctrina entiende por causa “a aquella situación que debe seguir de
un modo absolutamente necesario y rigurosamente general otra situación”.
cit., p. 35.
554 GASTÓN SALINAS UGARTE
1273 BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Teoría General de la Responsabilidad, ob. cit., vol. III,
p. 341.
1274 PANTALEÓN PRIETO, Fernando, Causalidad imputación objetiva, en Centenario del Código
BS. As. 1989, p. 15 Nº 32, y en Edit. La Ley, 2ª edición ampliada, 2000, p. 23.
1277 GOLDENBERG, Isidoro. La relación de causalidad en la responsabilidad civil, Ed. Astrea
La causalidad parte de una idea central; la libertad del ser humano. En este
aspecto, es preciso aclarar que la conducta humana, como hecho antecedente,
no resulta en manera alguna libre, sino por el contrario, está condicionada
por un sinnúmero de factores (sociológicos, económicos, psicológicos, etc.)
que tienen una relevancia fundamental, y que el derecho constructivista,
por su necesidad de encontrar al autor, no valora en las consecuencias.
7. DE LA INVESTIGACIÓN CAUSAL
1280 GHERSI, Carlos Alberto, Teoría General de la reparación de daños, ob. cit., p. 97.
1281 VISINTINI, Giovanna, Tratado de responsabilidad civil, Edit. Astrea, Bs. As., 1999,
T. 2, p. 286.
558 GASTÓN SALINAS UGARTE
8. RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Y DAÑO CONTRACTUAL
1285 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., pp. 275-276-277. Agrega
el autor: “En consecuencia, el problema causal de la responsabilidad contractual se resuelve con
el simple expediente de suprimir mentalmente el incumplimiento de la relación obligacional:
si el daño perdura, el incumplimiento no es la causa del mismo; en caso contrario, la causa del
efecto dañoso es el incumplimiento. Sobre estos supuestos es posible formular una nueva teoría,
circunscrita a la responsabilidad contractual, que junto con establecer la causa necesaria del daño
lo delimite en función del proyecto que sirvió de base a la gestación de la obligación”.
560 GASTÓN SALINAS UGARTE
1286 ARAYA JASMA, Fernando, La relación de causalidad en la responsabilidad civil, ob. cit.,
pp. 49-50. “En otros términos, el art. 1558 CC sólo es aplicable en materia contractual”, cita
al efecto al Decano Alessandri.
1287 ARAYA JASMA,Fernando, ibíd., pp. 50-51. “De la lectura del art. 1558 CC, se desprende
que para la determinación de los daños indemnizables en materia contractual, es necesario
realizar dos juicios diferentes: –Un juicio de causalidad, es decir, se responde por todos los
perjuicios que fueron una consecuencia inmediata o directa del incumplimiento. –Un juicio
de previsibilidad, es decir, se responde de los perjuicios que se previeron o pudieron preverse
al tiempo del contrato. Como sabemos, de la limitación que impone el juicio de previsibilidad
no se beneficia el deudor cuyo incumplimiento ha sido doloso. Y todo esto, sin perjuicio de las
modificaciones a estas reglas que puedan establecer los contratantes”.
1288 BREBBIA,R.H. Responsabilidad Precontractual (1957), Rosario.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 561
1289 FOGLIA A., Ricardo, La Tesina de Belgrano. Universidad de Belgrano, septiembre 2004,
p. 9.
1290LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 85. Una simple eventua-
lidad o hipótesis, no es prueba de una culpa o del hecho de una cosa, ni un desfallecimiento
contractual, ésta no compromete la responsabilidad.
1291 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 85.
1292 ABELIUK, René, ob. cit., pp. 236 y 731 y ss.
562 GASTÓN SALINAS UGARTE
“Las expresiones de daño directo sólo toman un sentido verdadero si, pre-
viamente, una elección ha sido efectuada en cuanto a la teoría de la causali-
dad retenida, equivalencia de las condiciones o causalidad adecuada”.1293
1293 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 89. Agrega: “Para trazar un
límite a la serie causal, el método más simple consiste en examinar la continuidad del encadena-
miento causal. Desde que un evento se haya interpuesto en éste, una ruptura se ha producido: el
daño no es reparable porque la causalidad es indirecta. Es lo que sucede cuando en la cadena de
eventos que preceden al daño, figura una circunstancia de fuerza mayor; asimismo, si la víctima
o un tercero han intervenido por una iniciativa espontánea. El daño no era una circunstancia
inevitable del hecho inicial. Por ejemplo, la víctima de un accidente anodino muere de una
crisis cardiaca por haber perseguido al autor de manera desenfrenada”…
1294 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., pp. 89-90.
1295 MOSSET ITURRASPE, Jorge, y otros, Responsabilidad civil, ob. cit., p. 114; así también en
Responsabilidad por daños, RUBINZAL-CULZONI, Bs. Aires, 2004, T. I, p. 230. “La existencia de
causa concurrente no implica necesariamente culpa concurrente, pues puede ocurrir que actúen
como con causa la culpa del agente y el riesgo imputable a la víctima o viceversa…”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 563
8.4. Previsibilidad
La disposición del art. 1558 CC, nos sirve para determinar la época en la
cual debe valorarse la previsibilidad, y no es la de la violación del contrato,
sino aquella en la cual se celebra el contrato, por ello enuncia la norma
citada la frase “al tiempo del contrato”.
1296 ABELIUK, René, Las obligaciones, ob. cit., 4ª edición, 2005, p. 237.
1297 ARAYA JASMA, Fernando, ob. cit., pp. 51-52.
1298 LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., pp. 92-93.
564 GASTÓN SALINAS UGARTE
CORRAL TALCIANI enuncia: “La norma, por tanto, no expresa los límites de
la causalidad en la responsabilidad contractual, sino que delimita el deber de
reparar los daños causalmente conectados con el incumplimiento. De todos los
daños sobre los que reconoce una causalidad, porque han sido previsibles en
el momento en que el deudor infringió la obligación, sólo deberá indemnizar
aquellos que eran previsibles cuando el contrato fue celebrado”.1299
9. CULPA Y CAUSALIDAD
1299 CORRAL TALCIANI, Hernán, Contratos y daños por incumplimiento, ob. cit., p. 177.
Agrega: “Se trata por tanto de una norma especial sin la cual el deudor debiera responder de
todos los perjuicios que son efectos del incumplimiento, al igual que en la responsabilidad
extracontractual. Es, por tanto, una regla que impone una cierta excepción al principio de re-
paración integral del daño. A la inversa es posible que un daño que sea previsible al tiempo del
contrato no sea, sin embargo, una consecuencia causal del incumplimiento por la forma en la
que se desencadenaron los sucesos que lo determinaron. En este caso no operará la limitación
del art. 1558, pero sí la exigencia de causalidad”.
1300 TRIGO REPRESAS A., Félix, y A. MESA LÓPEZ, Marcelo, Tratado de la responsabilidad
Esquema comparativo:
1302 CORTE SUPREMA, 13/sept/2002, rol 4035-01 publicado por Thomson Reuters. Conside-
rando 13º inc. 3: “Procede entonces en la responsabilidad contractual la reparación del daño
extramatrimonial cuando está ligado a un daño material y, si como sucede en la especie, se trata
de un daño moral puro esté dicho daño acreditado, tenga un nexo causal con el incumplimiento
contractual y que el deudor al incumplir su obligación, haya podido preverlo o actuado con
dolo o culpa grave”.
1303 ABELIUK, René, Las obligaciones, ob. cit., 4ª edición, 2005, p. 225.
566 GASTÓN SALINAS UGARTE
9.2. Características de la
culpa en la relación causal
1304
LE TOURNEAU, Philippe, La responsabilidad civil, ob. cit., p. 128. El autor cita al C.C.
francés. “La ley lo afirma en su momento (ejemplo C.C., art. 473: una culpa cualquiera, fór-
mula vecina del art. 1382), y allí donde ella era tradicionalmente exigida, o su equivalente (el
error grosero), la tendencia es abandonarla. Esta posición del derecho positivo es sin duda
fastidiosa”.
1305 ALTERINI-ALMEAL LÓPEZ CABAÑA. Derecho de Obligaciones civiles y comerciales,
Abeledo Perrot, Bs. As., 1996, p. 228. También ver: LE TOURNEAU, Philippe, La responsa-
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 567
Pero la culpa puede también estar constituida por una simple abstención.
Esta conoce en sí misma dos formas. La primera es la abstención en la acción,
que existe cuando el autor del perjuicio, al entregarse a una actividad particu-
lar, se abstiene de tomar todas las precauciones que habrían sido necesarias
para que esta actividad no causare el daño a otro. La segunda, es la omisión
sin acción. Es claro que es culposo el hecho de abstenerse cuando existía una
obligación de actuar, legal o reglamentaria, aun por costumbre.1307
“La interrupción del nexo causal implica que entre el hecho y el daño
actúa una causa extraña que interfiere la relación causal. En otras palabras,
referencia al art. 1383 del code y al artículo 223-6 del Código Penal francés.
568 GASTÓN SALINAS UGARTE
Resulta de gran importancia saber cuáles son los factores que excluyen o
alteran la relación de causalidad, “máxime en un sistema de causalidad ade-
cuada en el que se mezclan a veces cuestiones de causalidad e inculpabilidad,
es sumamente importante, porque permite conocer cuándo no hay causalidad,
sobre todo teniendo en cuenta: a) que en nuestro sistema la causalidad no
se presume”1309, b) pero la culpa sí cuenta con presunciones, que avivan la
discusión en torno a la procedencia del requisito de relación de causalidad.
Si, por ejemplo, el caso fortuito fue un incendio, puede el autor del mismo
(persona diferente del deudor y acreedor) estar obligado a indemnizar los
perjuicios al acreedor.
1308
RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 282. Continúa el autor:
“En el fondo, la interrupción del nexo causal implica reconocer que no ha sido el hecho del deudor el
que provocó el perjuicio, quedando, por lo mismo, este último exonerado de responsabilidad”.
1309 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría de la Responsabilidad Civil, ob. cit., p. 224.
1310 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría de la Responsabilidad Civil, ob. cit., p. 224.
1311 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 285.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 569
1312 ARAYA JASMA, Fernando, La relación de causalidad en la responsabilidad civil, ob. cit.,
p. 68. Agrega el autor: “Por eso, más que una eximente de responsabilidad, lo que ocurre es que
el sujeto jamás fue responsable. Si, además, el hecho no culpable de la víctima era imprevisible
e irresistible para el demandado, constituye un caso fortuito que excluye toda culpa de éste”.
A su vez, se cita por el autor a DOMÍNGUEZ, VINEY y ALESSANDRI.
1313 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 286.
1314 BARAONA GONZÁLEZ, Jorge, “Responsabilidad contractual y factores de imputación de
daños. Apuntes para una relectura en clave objetiva”, en Revista chilena de derecho Nº 24,
1997, p. 30. Señala que la imposibilidad absoluta en la ejecución del hecho debido producida
por un caso fortuito podría exonerar al deudor también de responsabilidad.
570 GASTÓN SALINAS UGARTE
1318 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 287. “Para imponer
Cuando la causa del daño es el hecho propio del acreedor, en este caso
la relación causal se interrumpe; por regla general, sólo podrá persistir la
responsabilidad del deudor si la ley así lo estableciera expresamente. De
lo contrario, se estaría imponiendo al deudor la obligación de indemnizar
los daños que ha provocado el propio acreedor y esta figura rompe con los
principios generales del derecho, “nadie puede enriquecerse sin una causa
real y justa”.1321
1321 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 288, “y nadie puede
Ley, Buenos Aires, 2007, p. 377. “Sin embargo, en el ámbito del incumplimiento del contrato,
al acreedor le-es-(sic) suficiente con probar el daño causado por la inejecución, mientras que
respecto al deudor dar prueba de que la falta de satisfacción del crédito obedeció a una im-
posibilidad por la cual él no debe responder”. Luego señalan que esta inversión parcial de la
carga de la prueba, se justifica citando a TRIMARCHI, considerando que el acreedor tiene escasa
posibilidad de conocer los hechos que han determinado el incumplimiento, que se verifican en
la esfera de actividad y organización del deudor”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 573
1323 TERRE - SIMLER, Francois et LEQUETTE, Phillippe, Droit Civil Les Obligacions , p. 667
Nº 820.
1324 TRIGO REPRESAS, Félix. A., y MESA LÓPEZ, Marcelo, Tratado de …, ob. cit., p. 627.
574 GASTÓN SALINAS UGARTE
En esta teoria la idea central radica en que todas las condiciones aparecen
y conforman el antecedente, tienen la misma calificación de intensidad y va-
loración para la producción del consecuente,1326 los agentes causantes deben
responder por el total sin distinguir la proporción en que hayan contribuido
al daño. 1327 En razón de estas observaciones, la teoría de la equivalencia
de las condiciones se ha criticado por demasiado extensiva, ya que permite
dirigirse por el total del daño en contra de cualquiera de los copartícipes
en el daño. Sin embargo, estimamos que esta regla de solidaridad sólo se
refiere al régimen de la obligación de indemnizar el daño, mas no intenta
dilucidar la teoría para entender la causalidad.
1325
DE LA MAZA, Íñigo, y PIZARRO WILSON, Carlos, Responsabilidad Civil casos prácticos,
Edit. Legal publishing, 4ª edición, 2008, p. 81. Agregan los autores: “No obstante, esta regla
de solidaridad sólo se refiere al régimen de la obligación de indemnizar el daño, mas no intenta
dilucidar la teoría para entender la causalidad”.
1326 GHERSI, Carlos Alberto, Teoría General de la reparación de daños, Editorial Astrea
teoría que hemos denominado de la causa necesaria pone acento en que los daños que se reparan
contractualmente provienen de un hecho basal y están determinados por la estructura misma
de la obligación en cuanto deber de conducta típica, la cual gira en función de una proyección
de resultado (la prestación)…”.
1330 GHERSI, Carlos Alberto, Teoría General de la reparación de daños, ob.cit., p. 91.
576 GASTÓN SALINAS UGARTE
La razón puede ser, porque nuestro sistema tradicional tiene un gran fun-
damento en el aspecto subjetivo; por otro lado, en gran medida, las cuestiones
de responsabilidad, que se ventilan en los tribunales, son a propósito de la
acción civil dentro del proceso penal con motivo del delito o cuasidelito.
1331 ARAYA JASMA, Fernando, ob. cit., p. 177. “Creemos que contribuye a esto el hecho de
que nuestro sistema tradicional tiene como gran fundamento el aspecto subjetivo, la conducta
negligente o dolosa del sujeto. Las corrientes objetivizadoras de la responsabilidad, que restan
importancia o bien eliminan la idea de culpa, y que consagran algunos de nuestros textos espe-
ciales, no han soplado lo suficientemente fuerte como para hacer de la relación de causalidad
el centro de la discusión”.
1332 ARAYA JASMA, Fernando, La relación de causalidad en la responsabilidad civil, ob.
cit., p. 177.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 577
1333 CORTE DE APELACIONES DE PRESIDENTE AGUIRRE CERDA, 15 abril 1992, RDJ, T. 89, 2ª,
pp. 39 y ss.
1334 CORTE SUPREMA, fallo de 20 octubre 1994, “Rafart María con Banco Chile”, RDJ,
1335
CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO, Sentencia en Gaceta Jurídica Nº 283, enero 2004,
pp. 121 a 136. En el mismo fallo anulado por la Corte Suprema, se enuncia por este último
tribunal que los errores de derecho a juicio del recurrente consistieron en no haberse calificado
correctamente el error de responsabilidad del banco demandado al verificar el domicilio del
cuentacorrentista, lo que constituye una acción negligente y descuidada. Y el segundo error
sería que se excluyen de los cuasidelitos y del art. 2314 CC las acciones dañosas producidas
por pluralidad de causas, cuando la del precepto indicado, no establece que para la existencia
de un cuasidelito se requiera de una causa única, relevante, exclusiva y excluyente, etc.
1336 CORTE SUPREMA, 4 de enero de 1996, en LexisNexis Nº 13758; Corte Suprema, 7 de
de Derecho Privado, Nº 2.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 579
14.1. Argentina:
1338
CORTE SUPREMA (2004). Sentencia 26 de enero 2004, Gaceta Jurídica Nº 283, enero
2004, pp. 121 a 136.
1339 DE LA MAZA, Íñigo, y PIZARRO WILSON, Carlos, Responsabilidad Civil casos prácticos,
ob. cit., p. 80, los autores explican de manera prístina esta doctrina: “Los partidarios de esta teoría
estiman que el hecho dañoso, como todos los hechos, presenta diversos factores que pueden tener
relación con la acción u omisión del hombre con las circunstancias externas. Se considera que cada
uno de estos factores desde el instante que constituyen un hecho o circunstancia indispensable
para la realización de un resultado, deben ser considerados como una de sus causas”.
580 GASTÓN SALINAS UGARTE
Artículo 1067: “No habrá acto ilícito resarcible a los fines de este Título
si no hubiese daño causado o un acto exterior que lo pueda causar”.1342
1340 TRIGO REPRESAS A., Félix; A. LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado de… ob. cit., p. 5.
1341 Ley
de unificación de la legislación civil y comercial de la Nación, Proyecto de Ley,
segunda edición, Abeledo-Perrot, Bs.As., 1987, p. 68.
1342 Ley de unificación de la legislación civil y comercial de la Nación, cit., p. 72.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 581
1343 TRIGO REPRESAS, A. Félix; A. LÓPEZ. MESA, Marcelo, Tratado de la…, ob. cit., p. 633.
582 GASTÓN SALINAS UGARTE
Sin embargo, el but for test resulta de fácil aplicación cuando existe
sólo una explicación causal, la jurisprudencia ha hecho de este criterio el
corriente para establecer la causalidad en esta primera etapa. Lo que se
complica o falla es en los casos donde hay causas ambiguas, sea porque
existen causas superpuestas o multiplicidad de causas; en estos casos, la
doctrina ha debido recurrir a lo que se denomina el sustancial factor, por el
que se llama al tribunal a investigar aquel acontecimiento causal que parezca
más relevante. Surge a su vez el problema de que no hay criterios claros al
respecto, pero las Cortes en EE.UU., Inglaterra y Canadá, han aplicado al
menos tres criterios alternativos para fijar la causation in fact.
1344 BARAONA GONZÁLEZ, Jorge, “La cuestión causal en la responsabilidad civil extracon-
causa haya traído por sí solo los daños. Cabe también que hayan contribuido
otros hechos. En principio, sólo es indispensable que los daños no se hu-
bieran producido sin el hecho en cuestión, o sea, que este hecho constituya
una condictio sine qua non del nacimiento del daño.1349
1349 ENNECCERUS, Ludwig, KIPP, Theodor, y WOLFF, Martín, Tratado de derecho civil, Derecho
1352 BARAONA GONZÁLEZ, Jorge, “La cuestión causal en la responsabilidad civil extracon-
1. ENUNCIACIÓN
1354 Recuérdese que los elementos de esta responsabilidad contractual, según doctrina mo-
derna, son: existencia de una obligación, infracción de esa obligación, daño o perjuicio, factor
de atribución al deudor, relación causal y la mora.
1355 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, De la Responsabilidad Extracontractual en el Derecho
Civil Chileno, edición año 1943, p. 48: “Si en materia contractual es menester constituir en
mora al deudor para que pueda demandársele indemnización de perjuicios, a menos que la
obligación sea de no hacer, en cuyo caso aquélla se debe desde el momento de la contravención
(art. 1557),…”, y p. 560.
1356 En G.T. de 1928, Primer semestre, Sec. Civil, p. 340, hay un fallo de la E. Corte
Suprema, que dice: “el daño producido por un delito o cuasidelito civil, para los efectos de
la avaluación de los perjuicios, constituye al deudor en mora por la sola existencia del hecho
dañoso de pleno derecho”.
588 GASTÓN SALINAS UGARTE
2. CLASIFICACIÓN GENERAL
1357 BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de derecho civil, Edit. Nascimento, Stgo., 4ª edición,
1932, vol. II, p. 67, agrega: “Es un estado legal, porque produce consecuencias jurídicas de
importancia y lo establece y reglamenta la ley, fijando expresamente los casos en que el deudor
queda constituido en mora. En todos esos casos, la ley exige intimación hecha por el acreedor al
deudor manifestándole que su incumplimiento le causa perjuicios; intimación que la ley supone
hecha cuando se ha fijado un plazo expreso o tácito para que la obligación se cumpla, y que, en
lo demás casos, debe hacerse por medio de reconvención judicial notificada al deudor”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 589
4. ANTECEDENTES GENERALES
1358 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, Imprenta Nascimento,
Stgo, 1937, t. XI. De las obligaciones, vol II, p. 731. “Y esta exigencia es tan precisa que aun
en el caso de haberse fijado de antemano la indemnización de perjuicios por medio de una
cláusula penal, el art. 1538 dispone que háyase o no estipulado un término dentro del cual deba
cumplirse la obligación principal el deudor no incurre en la pena sino cuando se ha constituido
en mora, si la obligación es positiva. Si la obligación es negativa, se incurre en la pena desde
que se ejecuta el hecho de que el deudor se ha obligado a abstenerse”.
590 GASTÓN SALINAS UGARTE
Art. 1538, inc. 2 CC. “Si la obligación es negativa, se incurre en la pena des-
de que se ejecuta el hecho de que el deudor se ha obligado a abstenerse”.
1359 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p.731, agrega:
“Por eso el art. 1557 establece la regla general que se debe la indemnización de perjuicios desde
que el deudor se ha constituido en mora”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 591
Art. 1538 CC. “Háyase o no estipulado un término dentro del cual deba
cumplirse la obligación principal, el deudor no incurre en la pena sino cuan-
do se ha constituido en mora, si la obligación es positiva. Si la obligación
es negativa, se incurre en la pena desde que se ejecuta el hecho de que el
deudor se ha obligado a abstenerse”.
Hay autores que hacen la distinción entre el simple retardo y el retardo, por
cuanto se estima que la mora es el retardo culpable en el cumplimiento de la
obligación. “Por ello es que el legislador identifica el término retardo y mora,
pues, por regla general, son lo mismo. Hay simple retardo cuando se prueba
fuerza mayor o caso fortuito, y no procede indemnizar perjuicios en este caso,
pues no hay culpa de parte del deudor, no hay nada que reprocharle”.1361
Jur. Aremi, 2ª edición, Santiago, 2006, p. 105. Agrega el autor: “Esta distinción entre retardo
y simple retardo no la hace el legislador, nosotros la hacemos porque pensamos que puede
servir para diferenciar cuando el deudor debe pagar perjuicios por el retardo y cuando a pesar
de haberlo, el deudor no es obligado a reparar los perjuicios causados por ese retardo. Cuando
no se cumple en la época prevista en el contrato por fuerza mayor o caso fortuito, en realidad,
se produce atraso en el cumplimiento, pero éste no es reprochable al deudor; por ello pensamos
que es práctica la expresión simple retardo para este caso”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 593
Inc. 2º del art. 1558. “La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito
no da lugar a indemnización de perjuicios”.
1362 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, pp. 733-734.
“Para esta constitución en mora, la ley distingue tres situaciones diferentes: una que constituye la
regla general y ordinaria y las otras dos excepcionales. Los dos casos de excepción los constituye
o la estipulación expresa de un término dentro del cual deba ser cumplida la obligación, porque
tal ha sido, al contratar, la voluntad de las partes y especialmente la voluntad del acreedor, o la
594 GASTÓN SALINAS UGARTE
Clases de interpelación:
i. Contractual expresa.
iii. Judicial.
Está regulada en el Nº 1 del art. 1551, que dice: “El deudor está en mora,
1º Cuando no ha cumplido la obligación dentro del término estipulado,
salvo que la ley en casos especiales exija que se requiera al deudor para
constituirle en mora;”.
Esta interpelación “es contractual”, puesto que las partes han fijado el
momento del cumplimiento en el contrato; en éste, el acreedor interpela
“previamente” al acreedor, indicándole que sólo puede esperarlo hasta la
fecha señalada, y si se retarda, le ocasionará perjuicios. Así, si el acreedor
requirió al deudor en forma previa en el contrato mismo, no es necesario, para
constituirle en mora, que lo requiera en un acto posterior; nótese, además,
lo tajante del encabezado del precepto “El deudor está en mora”.
1363 BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de derecho civil, ob. cit., pp. 68-69. “En la obliga-
ción condicional, sería menester reconvenir judicialmente al deudor para constituirlo en mora,
conforme a la regla general del Nº 3 del art. 1551. La frase término estipulado, quiere decir
un plazo contractual expresamente convenido por las partes, y ese convenio expreso, que fija
la época del cumplimiento de la obligación, sirve de declaración anticipada de la voluntad del
acreedor en el sentido de que la obligación debe cumplirse en una fecha dada y de que el retardo
le ocasiona perjuicios. En este caso el tiempo interpela al hombre”.
596 GASTÓN SALINAS UGARTE
Está regulada en el Nº 2 del art. 1551, que enuncia: “El deudor está en
mora, cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto
espacio de tiempo, y el deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla”.
1364 RDJ., t. XXVII, Secc. 1ª, p. 55. Aun cuando debemos señalar que existen fallos en
contrario.
1365 Corte de Apelaciones de Valparaíso, Rol 942-2006, fallo de 27/dic./2006.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 597
Vale decir, en realidad los dos números anteriores son las excepciones,
aunque no las únicas, cuando encontramos algunas otras situaciones en el
caso del art. 424 del CC, respecto de los intereses corrientes que genera la
cuenta en contra del tutor o curador, desde que la cuenta quede cerrada y
sin necesidad de reconvención judicial; el art. 2300 respecto del que recibe
de mala fe dinero o una cosa fungible, no sólo es obligado a la restitución,
sino que debe los intereses corrientes desde el día que recibe sin necesidad
de reconvención.
1366 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, pp.747-748,
agrega: Luego de indicar que lo señalado respecto de las obligaciones de hacer también tiene
aplicación en las obligaciones de dar: “Los autores presentan este caso como una convención
tácita de las partes de que el deudor quedará constituido en mora independientemente de toda
interpelación; convención que sería tácita, porque la obligación solamente puede ser ejecutada
con utilidad dentro de un término fatal. Pero es en realidad la naturaleza misma de la obligación
lo que forzosamente produce este efecto”.
1367 BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de derecho civil, ob. cit., p. 71.
598 GASTÓN SALINAS UGARTE
1368 Así,
por ejemplo: OTERO ESPINOZA, Franklin. Concordancias y jurisprudencia del Có-
digo Civil chileno. t. IV, p. 207: “La Compañía Aseguradora debe pagar intereses del valor del
siniestro cobrado si resistiere total e ilegalmente la demanda, de la cual es vencida, pues ha
caído en mora desde la fecha de la notificación de la demanda”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 599
6. EFECTOS DE LA MORA
1369 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p. 750, agrega:
“La ley da al deudor que quiere solucionar su obligación el derecho de pagar por consignación
a su acreedor que se resiste a recibir o no se presenta en el lugar del pago el día que debe éste
efectuarse; pero el deudor no está obligado usar esta forma de pago. El deudor puede limitarse
a hacer al acreedor una simple oferta de la entrega de la cosa, no las ofertas reales exigidas
en el pago por consignación; si el acreedor guarda silencio y nada hace para recibir la cosa,
cesa la responsabilidad del deudor proveniente de la culpa leve o levísima a que pudiera estar
obligado”.
600 GASTÓN SALINAS UGARTE
El inc. 1º del art. 1672 señala: “Si el cuerpo cierto perece por culpa o
durante la mora del deudor, la obligación del deudor subsiste, pero varía
de objeto; el deudor es obligado al precio de la cosa y a indemnizar al
acreedor”.1370
1370
“El precio de la cosa”, a que es obligado el deudor en caso de mora, no es sino una
indemnización compensatoria, la expresión “indemnizar al acreedor” se refiere a la indemni-
zación moratoria. El deudor es obligado a la indemnización compensatoria una vez constituido
en mora, si el cuerpo cierto perece durante tal estado.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 601
1371 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p. 751, agrega
el autor: “Pero POTHIER observa que para fijar el quantum de la indemnización hay que tomar en
cuenta si se puede o no reprochar dolo al deudor. Cuando no se puede imputar dolo alguno al
deudor, sino que es simplemente culpable de no haber cumplido su obligación, sea porque se ha
comprometido temerariamente a lo que no podía cumplir, sea que, por su culpa se ha colocado
después en la imposibilidad de cumplir su compromiso, sólo responde, dice POTHIER, de los
daños y perjuicios que se ha podido prever al tiempo del contrato, que el acreedor podría sufrir
por la inejecución de la obligación, pues se reputa que el deudor sólo se ha obligado a éstos”.
1372 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p. 751.
602 GASTÓN SALINAS UGARTE
Inc. 2º del art. 1672 CC. “Sin embargo, si el deudor está en mora y el
cuerpo cierto que se debe perece por caso fortuito que habría sobrevenido
igualmente a dicho cuerpo en poder del acreedor, sólo se deberá la indem-
nización de los perjuicios de la mora. Pero si el caso fortuito pudo no haber
sucedido igualmente en poder del acreedor, se debe el precio de la cosa y
los perjuicios de la mora”.
Inc. 1º del art. 1590 CC. “Si la deuda es de un cuerpo cierto, debe el
acreedor recibirlo en el estado en que se halle; a menos que se haya dete-
1373 La Corte Suprema en Fallo de 23 de marzo 2010, causa “Bravo con Municipalidad de
Rancagua”, Rol 2844-2008, la 3ª sala, redacción Ministro Pedro Pierry A., determinó acoger
recurso de casación en el fondo, sentando la premisa de que respecto de la mora del deudor,
no puede el contratista eximirse de su obligación invocando caso fortuito que le impidió pagar
a los trabajadores el día que pretendía hacerlo por cuanto el artículo 1547 del Código Civil
expresamente hace responsable al deudor del caso fortuito cuando se encuentra en mora.
1374
Por ejemplo: “B” vendedor, está en mora de entregar un vehículo respecto de “A”
comprador, estando aún la cosa en poder de “B” perece por hundirse a consecuencia de un
terremoto. “B” en principio responde puesto que la cosa, si bien pereció por caso fortuito, ello
ocurrió durante su mora. Pero si la cosa hubiese perecido igualmente en poder de “A” por ser
también vecino de “B” a quien afectó igualmente el terremoto, “B” ya no responderá del caso
fortuito, sólo de la indemnización moratoria.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 603
riorado y que los deterioros provengan del hecho o culpa del deudor, o de
las personas por quienes éste es responsable; o a menos que los deterioros
hayan sobrevenido después que el deudor se ha constituido en mora, y no
provengan de un caso fortuito a que la cosa hubiese estado igualmente
expuesta en poder del acreedor”.
iii. Aun cuando la cosa perezca por caso fortuito y el deudor quede
exento de responsabilidad por la cosa, debe indemnización de perjuicios
moratorios.
Inc. 2º del art. 1672 CC. “Sin embargo, si el deudor está en mora y el
cuerpo cierto que se debe perece por caso fortuito que habría sobrevenido
igualmente a dicho cuerpo en poder del acreedor, sólo se deberá la indem-
nización de los perjuicios de la mora. Pero si el caso fortuito pudo no haber
sucedido igualmente en poder del acreedor, se debe el precio de la cosa y
los perjuicios de la mora”.
iv. El deudor que alega el caso fortuito deberá probarlo, así como tam-
bién el hecho de que tal caso fortuito hubiese destruido igualmente la cosa
si hubiese sido entregada a tiempo al acreedor.
Art. 1674 CC. “El deudor es obligado a probar el caso fortuito que alega.
Si estando en mora pretende que el cuerpo cierto habría perecido igualmente
en poder del acreedor, será también obligado a probarlo”. Se va produciendo
así un traspaso del onus probandi.1375
6.3. Tercer efecto de la mora solvendi: el riesgo pasa a ser del deudor.
La regla general es que el riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se debe
es del acreedor. La excepción es que el riesgo pasa a ser del deudor, cuando
éste se encuentra en mora respecto de su obligación.
1375 ABELIUK M., René, “Las obligaciones”, ob. cit., 4ª edición, 2005, pp. 777-778, agrega:
“por ejemplo, se debe la entrega de un automóvil y el acreedor la reclama, a él toca establecer
la obligación; el deudor contesta que el vehículo se destruyó por caso fortuito; a él corresponde
probar éste; el acreedor replica que el caso fortuito ocurrió durante la mora del deudor, él debe
acreditarla, y finalmente, si duplica el demandado que el automóvil se habría destruido igual
en poder del acreedor, la demostración de su aserto le corresponde”.
604 GASTÓN SALINAS UGARTE
“Art. 1550. El riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se deba es siempre a
cargo del acreedor; salvo que el deudor se constituya en mora de efectuarla,
o que se haya comprometido a entregar una misma cosa a dos o más per-
sonas por obligaciones distintas; en cualquiera de estos casos, será a cargo
del deudor el riesgo de la cosa, hasta su entrega”.
1376
BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de derecho civil, ob. cit., p. 72. “En virtud de la
mora, el riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se debe, es de cargo del deudor (art. 1550). El
principio general en materia de responsabilidad por la pérdida o deterioro de la cosa debida, es
que las cosas perecen para su dueño; pero el art. 1550 consagra, en lo relativo a los contratos,
el principio especial de que el riesgo del cuerpo cierto cuya entrega se debe es de cargo del
acreedor; principio que repite el Código al tratar de la compraventa, en el art. 1820…”.
§ 2. MORA DEL ACREEDOR O MORA ACCIPIENDI
1. REGLAMENTACIÓN
Art. 1680. “La destrucción de la cosa en poder del deudor, después que
ha sido ofrecida al acreedor, y durante el retardo de éste en recibirla, no
hace responsable al deudor sino por culpa grave o dolo”. Aunque esta norma
habla de “retardo”, se entiende que, respecto del acreedor, mora y retardo
es lo mismo, pues ya existe una actividad por parte del deudor que pretende
cumplir con su obligación.
1377 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p. 750. A su
vez, el autor señala que no es lo mismo la mora del deudor que la mora o retardo del acreedor;
no produce los mismos efectos, y en realidad no hay para qué calificarla de mora.
1378
“TRANSPORTES AEROPUERTO EXPRESS con LADECO S.A”., Corte Suprema, rol 6042-05,
16/ago/2007, cita Microjuris MJJ14549, doctrina: Tratándose de un contrato bilateral en aten-
ción a lo dispuesto en el art. 1552 del Código Civil, ninguno de los contratantes está en mora
de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte o se allana a cumplirlo en la
forma y tiempo debidos, así como en el caso, la mora demandada fue purgada por la mora de
la demandante y al no configurarse el presupuesto de la responsabilidad contractual, no resulta
acogible la pretensión indemnizatoria.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 607
b) Que haya oferta real y efectiva de parte del deudor, esto es, que haya
manifestado al acreedor, de algún modo, su intención de pagar o entregar
la cosa, que el pago ofrecido cumpla con todos los requisitos legales (que
el acreedor sea capaz, que no se le haya prohibido judicialmente recibir el
pago, etc.).
c) Que exista un rechazo formal por parte del acreedor para recibir la cosa
ofrecida, y
1379 BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de derecho civil, ob. cit., p. 74.
608 GASTÓN SALINAS UGARTE
b) Para otros, hay que aplicar “por analogía” la regla general en materia
de requerimiento respecto de la mora del deudor, o sea, el requerimiento
judicial reglamentado en el Nº 3 del art. 1551 CC.
Art. 1680 CC. “La destrucción de la cosa en poder del deudor, después
que ha sido ofrecida al acreedor, y durante el retardo de éste en recibirla,
no hace responsable al deudor sino por culpa grave o dolo”.
1380 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., t. XI, p. 751.
TÍTULO IV
EL DAÑO MORAL
§ 1. MARCO TEÓRICO
1. ASPECTOS PRELIMINARES
“A primera vista pudiere creerse que el perjuicio material es el que cae bajo
el dominio de los sentidos, el que podemos ver, el que podemos tocar, en una
612 GASTÓN SALINAS UGARTE
1381
MAZEAUD, Henri y León, Elementos de la Responsabilidad civil, Editorial Leyer, Bo-
gotá, 2005, p. 65. “Si en ciertos casos se vacila en aceptar la reparación de algún perjuicio,
ello obedece a que ese perjuicio no entraña para la víctima consecuencia alguna pecuniaria,
disminución alguna de su patrimonio. En esto radica el criterio de la distinción. Hay, pues,
que decir: el perjuicio material, es el perjuicio patrimonial; el perjuicio moral, es el perjuicio
extrapatrimonial, no económico”.
1382 Así, TOMASELLO HART, Leslie, El Daño Moral en la Responsabilidad Contractual, Edit.
1383 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral, ob. cit., p. 88. Además señala: “La actitud casi
universal orientada a proteger todas las facetas de la personalidad, individuales y sociales, ante
cualquier forma de agresión arbitraria, sin importar su génesis, constituye un eslabón funda-
mental dentro de ese proceso de reacción colectiva que, al menos en el plano de los principios
tiende a concretarse”.
1384 ZANNONI, Eduardo A., El Daño en la Responsabilidad Civil, ob. cit. p. 149.
614 GASTÓN SALINAS UGARTE
1385
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, daño moral, Edit. Rubinzal-
Culzoni, Bs. Aires, 2006, T. IV, p. 9 ss. “La incorporación de la palabra 'moral' en la designación
de un instituto ha tenido el sentido de marcar su ubicación fuera del derecho positivo, como
aconteció con los deberes morales o de conciencia ajenos a los deberes jurídicos o bien de crear
equivocaciones en la comprensión como ocurrió con las personas morales o ideales”. También
citando el autor a Mazeaud: “En este sentido es verdad que la tradición francesa vincula el daño
moral con el sufrimiento y no con una visión integral de la persona humana. No es el hombre
visto desde perspectivas ricas y variadas sino un hombre dolorido, sufriente angustiado. Y la
indemnización no es la compensación por achicar a la persona sino el precio del dolor”.
1386 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, daño moral, Edit. Rubinzal-
1387 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y Europa,
Editorial Ratio Legis, España, Salamanca, 2007, p. 31. Agrega: “Por ello el daño moral no puede
sino definirse en términos negativos: es todo daño que no es patrimonial, pese a los reparos de
todo tipo que pueda generar tal definición”.
1388 ZANNONI, Eduardo A., El Daño…, ob. cit., p. 152. “...en la noción de interés se encuentra
el núcleo de la tutela jurídica, porque es a través del reconocimiento a tal interés humano que la
persona legitima su obrar hacia la consecución o logro, es decir, la satisfacción o goce de bienes
jurídicos. Cuando el interés se lo considera no patrimonial, es porque los bienes jurídicos que
garantiza no están referidos al goce o satisfacción de un objeto apreciable en dinero...”.
616 GASTÓN SALINAS UGARTE
“...la constante exposición a los riesgos de la vida diaria reclama una cada
vez más vigorosa defensa de la persona: indemnizar al acreedor o víctima...
significa tanto como dejarla indemne, colocarla en la misma situación en
que se encontraba antes de la causación del daño”.1390
pp. 87 y ss.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 617
No cabe duda que estos intereses tienen gran importancia y son dignos
de protección cuando configuran un daño resarcible, pero no son los únicos.
“Estos estados del espíritu constituyen el contenido del daño que es tal en
cuanto previamente se haya determinado en qué consistió el daño. El dere-
cho no resarce cualquier dolor, humillación, aflicción o padecimiento, sino
aquellos que sean consecuencia de la privación de un bien jurídico sobre el
cual el dolorido, humillado, padeciente o afligido tenía un interés recono-
cido jurídicamente. Si, pongamos el caso, veo como desaprensivamente un
automovilista atropella a alguien en plena vía pública, y no puedo oponer
ningún interés (jurídico) en la conservación de la vida de ese transeúnte, no
estoy legitimado para reclamar ninguna indemnización aun cuando, por mi
especial susceptibilidad ante el sufrimiento del prójimo, el hecho me haya
causado un gran dolor o padecimiento”.1392
civil chileno. Santiago de Chile, Imprenta universitaria, 1943, p. 210, p. 220. La influencia de
esta definición en la doctrina y jurisprudencia tradicional es manifiesta, como se desprende de
los innumerables fallos citados en este trabajo, que reflejan esa noción. Por cerca de 50 años,
todo fallo jurisprudencial hace referencia a esta obra del profesor ALESSANDRI, aún se advierten
los ecos de su influencia.
1392 ZANNONI, Eduardo A., El daño…., ob. cit., 1982, p. 290.
618 GASTÓN SALINAS UGARTE
1393
FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de derecho civil moderno, Editorial Jurídica
de Chile, Santiago, 1990, p. 68. Sorprendentemente, también adopta esta definición DUCCI
CLARO, Carlos, cuya obra fuera anterior a la de ALESSANDRI, aunque los contornos de su defi-
nición lleguen a ser bastante difusos, desde que señala que: “Precisado en esta forma el daño
moral, tiene un alcance muy extenso, y llega a confundirse con cualquier variación que pueda
ejercerse en la situación de una persona en el orden afectivo o social”. (“Responsabilidad civil”
(ex-contractual). Memoria de prueba para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas.
Universidad de Chile). El imparcial, Santiago, 1936, p. 146.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 619
1394 Para analizar las doctrinas en relación al daño moral hemos seguido el esquema empleado
por Carmen DOMÍNGUEZ en su obra El Daño Moral, ob. cit., una de las obras más completas
en Chile, pp. 47 y ss.
1395 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen , El daño moral, ob. cit., T. I, p. 47.
620 GASTÓN SALINAS UGARTE
1396
MAZEAUD, Henri y Léon & TUNC, André, “Tratado teórico y práctico de la responsa-
bilidad civil delictual y contractual”, ob. cit., T. I, p. 437, los autores refutan la afirmación
anterior, señalan casos en que el dinero es perfectamente capaz de borrar un perjuicio aunque
ese perjuicio no posea un carácter pecuniario. Reparar un daño no es siempre rehacer lo que
se ha destruido.
1397 ALESSANDRI, Arturo, De la responsabilidad…., ob. cit., edición, 1943, Nº 145, p. 224.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 621
Esta doctrina parte de la base que el daño privado se conforma sólo por
lo que entendemos como daño patrimonial y el daño no patrimonial es en
relación con el interés o utilidad que se le proporciona a la víctima o acreedor.
1398 En España, el art. 125 de la Ley 22/1987, de Propiedad Intelectual, establece: “En
caso de daño moral procederá su indemnización, aún no probada la existencia de perjuicio
económico”.
1399 GHERSI, Carlos Alberto, Teoría general de la reparación de daños, 3ª edición, Edit.
Astrea, Buenos Aires, 2003, pp. 80-86, el autor clasifica al daño reparable: en económico y
extraeconómico, y en este último distingue entre a) el daño moral, b) el daño psíquico y psico-
lógico, c) daños físicos, biológico y estético, d) daño espiritual. A propósito del daño psíquico
el autor enuncia en p. 82, “Aquí no se trata ni de comprender, ni de identificar empática o
moralmente con alguien; lo que se impone es llegar a un diagnóstico clínico claro y preciso
que nos otorgue la medida de la significación simbólica de determinado trauma sobre un sujeto
en particular”.
622 GASTÓN SALINAS UGARTE
El perjuicio moral está dado por su carácter inmaterial, que impide cual-
quier apreciación o evaluación dineraria, es decir, su reparación no puede
ser monetaria como acontece en el daño patrimonial.
Para esta doctrina, el daño moral se define como aquel “cuya valoración
en dinero no tiene base para la reparación”.1404 Esta posición doctrinaria
puede llevar a confundir dos problemas diferentes: uno corresponde a la
determinación del contenido del daño, y el otro dice relación con su aptitud
de ser reparado pecuniariamente, por cuanto en el derecho privado no sólo
existe la reparación pecuniaria, sino que también está la reparación in natura;
todo, sin perjuicio de que pueda corresponder a una pena privada.
1993, p.162.
1405 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El Daño Moral, ob. cit., T. I, p. 55.
624 GASTÓN SALINAS UGARTE
1406
DÍEZ-PICAZO, Luis, El escándalo del daño moral, Thompson-Civitas, Editorial Aranzadi,
Navarra, 2008, p. 74, agrega: “Podemos recordar que nuestra jurisprudencia no ha brillado por
su respeto a los prejuicios que no pueden llamarse dogmáticos, sino simplemente de obediencia
legislativa, aunque probablemente, la misma invectiva se puede proferir frente a cualquier otra
jurisprudencia de cualquier otro país, pues en esta materia del daño moral, la primera en dar un paso
al frente, que fue la francesa, lo hizo con la misma soltura y con la misma falta de prejuicios”.
1407 Sentencia Excma. Corte Suprema, 19 octubre 1979, Rev. Derecho y Jurisprudencia,
1408 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, ob. cit., T. V, p. 126. El autor hace
una crítica señalando que en el actual estadio de evolución reducir el daño moral al dolor es
limitarse a una visión harto parcializada. Sin embargo enuncia: “Todos los países que en alguna
medida acogen el resarcimiento del daño moral, colocan en la primera línea la indemnización
de los sufrimientos. Empero, éstos pueden clasificarse en físicos y morales, y, a la vez, los
morales admiten una subdivisión, patentizada en el art. 11 de la resolución 75-7 del Consejo
de Europa, relativa a la reparación de daños en casos de lesiones corporales y muerte, en: ma-
lestares, insomnios, sentimientos de inferioridad, disminución del placer de vivir, en particular
la imposibilidad de dedicarse a las actividades placenteras o entretenimientos”.
1409 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., t. I, p. 59.
1410 RUBINSTEIN, Santiago, El dolor como daño autónomo resarcible, Ediciones Jur. Cuyo,
Argentina, 2004, p. 44, agrega: “Es evidente que los doctrinarios no consideraron al dolor
como daño autónomo resarcible, sino que lo incluían con la afectación moral, como daño a los
sentimientos, como una tarifa por los placeres cercenados y en definitiva, como subrogación
del dinero por dolor”.
626 GASTÓN SALINAS UGARTE
1411
DOMINGO VICENTE, Elena, “El daño”, en Tratado de responsabilidad civil, de REGLERO
CAMPOS, ob. cit., pp. 288-289. “Hay que inclinarse por la concepción estricta del pretium doloris,
porque la concepción que incluye los dos aspectos, es propia de aquéllos, que en la división
de los daños no reparan más que en el aspecto pecuniario y en el aspecto moral de los daños
corporales, pero no dan una entidad independiente al daño corporal”.
1412 DE ÁNGEL YAGUEZ, Tratado de responsabilidad civil, Madrid, 1993, p. 675.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 627
Esta es una de las tesis más aceptadas por la doctrina comparada. Ella
considera al daño moral, como una lesión de alguno de los denominados
bienes de la personalidad o derechos de la personalidad. Entonces, la dis-
tinción radica en que este perjuicio caería en la naturaleza misma del bien
afectado, siendo ésta la que determina su carácter no patrimonial y no la
naturaleza del daño mismo.
1413 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, ibíd., T. I, p. 61, agrega la autora que la naturaleza del
ITURRASPE, Jorge, y otros, ob. cit. pp. 239-241. “a) La seguridad personal comprende la protección
jurídica de la vida misma de la persona y por necesaria implicancia, el amparo a la integridad
corporal y psíquica, a la disponibilidad del cuerpo –aun después de la muerte física–, a la identidad,
la imagen, el honor, la reputación, la privacidad, la igualdad y la libertad”. “b) Las afecciones
legítimas, están constituidas por todos aquellos sentimientos positivos (fundamentalmente el
amor), que nacen como consecuencia del emplazamiento familiar… Por tal motivo el daño de
628 GASTÓN SALINAS UGARTE
ob. cit., p. 32, continúa: “Existen por contrapartida ordenamientos jurídicos europeos que tratan
el daño moral más libremente y que han preferido no limitarlo. En ellos el único control surge
de los elementos característicos de la responsabilidad civil y la principal preocupación es poner
límites a las indemnizaciones por daños extrapatrimoniales para tratar de evitar su desborde.
En este grupo de países están Francia, España y Bélgica”.
1416 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. I, p. 62.
1417 Art.
1916 del Código Civil mexicano: Daño moral es: “la afectación que una persona
sufre en sus sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configu-
ración y aspectos físicos, o bien la consideración que de sí misma tienen los demás”.
1418 El art. 2217 del Código Civil de Filipinas señala respecto del daño moral que es: “el
sufrimiento físico, angustia mental, miedo, ansiedad grave, reputación afectada, sentimientos
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 629
Editorial, LegalPublishing, Santiago, 2009, p. 32. El autor cita un fallo de la Corte de Apelaciones
de Santiago, de 10 de julio de 2002, RDJ, tomo 99, Nº 3, sección segunda, pp. 83 a 91.
1421 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ibíd. T. I, p. 66.
630 GASTÓN SALINAS UGARTE
1422
ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 153, agrega el
autor: “y estos intereses, es prudente reiterarlo, pueden estar vinculados tanto a derechos pa-
trimoniales como a derechos extrapatrimoniales”.
1423 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral, ob. cit., p. 43.
1424
PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, ibíd. p. 44. “Hay, pues, una evidente homoge-
neidad entre la índole extrapatrimonial del interés conculcado y el menoscabo subjetivo que
deriva del mismo. Uno y otro aspecto deben estar presentes, amalgamadamente, para que se
genere el daño moral”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 631
1425 DE CUPIS, El daño, ob. cit., p. 120, continúa: “De esta forma el daño privado se definirá
como patrimonial o no patrimonial, según tenga por objeto o el interés privado patrimonial o
un interés privado no patrimonial”.
1426 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, ob. cit., p. 46.
632 GASTÓN SALINAS UGARTE
moral, dado que los bienes patrimoniales representan para el hombre meros
medios económicos en la satisfacción de intereses; en cambio, los bienes
extrapatrimoniales de la persona constituyen fines en sí mismos, porque se
confunden con su propia personalidad–;1427 entonces el autor afirma que
en el daño moral procede el resarcimiento por el menosprecio de la acti-
vidad dañosa en sí misma, ya sea a una persona física o jurídica, no tiene
por objeto bienes susceptibles de ser cuantificados, como acontece en los
derechos patrimoniales, cuyo daño se mide en función de las consecuencias
provocadas por la acción dañosa. 1428
Esta concepción surge como una crítica a la que considera el daño moral
en relación al interés no patrimonial lesionado, y que dice relación con la
naturaleza del daño, por estimarse que no debe confundirse el daño con la
actividad dañosa. Lo que se repara es el resultado dañoso, no la actividad
del responsable –hecho ilícito, incumplimiento contractual, etc.– que ha
sido la causa eficiente del daño.
1427
PIZARRO, Ramón Daniel, ibíd., pp. 46-47, agrega el autor: “Este razonamiento –en el
que subyacen ideas netamente Kantianas– lleva a ZANNONI a formular una distinción entre daño
material y moral que excede el ámbito de la naturaleza del interés lesionado y del bien jurídico
afectado, para proyectarse sobre la forma y modo en que él mismo se produce”.
1428
ZANNONI, Eduardo A., El Daño en la Responsabilidad Civil, 3ª edición, Edit. Astrea,
Buenos Aires, 2005, pp.155-156. Agrega, “El daño moral no se mide sólo, ni fundamental-
mente, por las repercusiones que contiene, sino por el menosprecio que la actividad dañosa en
sí misma denota a la persona (física o jurídica), y se estima en razón de la entidad del interés
no patrimonial lesionado”.
1429 ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 158.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 633
Sin embargo, ZANNONI discrepa de este punto de vista, cuando afirma que
los bienes patrimoniales, las cosas, los derechos, los créditos son para el hom-
1430 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. I, pp. 66-67.
1431 Esta norma estimamos que dice relación con el art. 1556 del Código Civil chileno,
disposición que en el derecho nacional, se ha prestado tradicionalmente para negar la indem-
nización por daño moral en materia contractual, lo cual pretendemos desvirtuar en este trabajo,
y ha variado en la última jurisprudencia.
634 GASTÓN SALINAS UGARTE
bre tan sólo medios económicos de los cuales se sirve para satisfacer intereses.
En cambio, los bienes extrapatrimoniales, los atributos de la personalidad o
los derechos subjetivos reconocidos al hombre como ser individual y existen-
cial, son fines en sí mismos, porque se confunden con su propia personalidad.
Puede haber hombres más ricos que otros, pero no hay hombres con mayor
derecho a su integridad personal, o con más atributos, con más intimidad, con
más honor, con más vida, con más imagen que otros, etc.
1432 Extracto publicado en Jurisprudencia al Día, Edit. LexisNexis, año II, Nº 72, p. 1010.
con exactitud la intensidad que las lesiones han afectado al ofendido, por
la naturaleza del perjuicio producido, de todo lo cual se concluye que este
tipo de menoscabo no debe ser fundamentado ni probado por el carácter
espiritual que reviste”.1433 Sin embargo, esta doctrina ha variado en la ac-
tualidad en el sentido de que el daño moral debe igualmente probarse como
cualquier otro daño.
Agrega ZANNONI: “De tal modo, lo que califica el daño moral es la ac-
tividad dañosa, en cuanto tal, el solo ataque a intereses no patrimoniales
de la víctima, sin que para definir su existencia deba requerirse que ella lo
comprenda o lo perciba. Por cierto que habitualmente el agravio provocará
en el damnificado una modificación disvaliosa de su espíritu –y al estimarse
el contenido del daño podrá mensurarse la cuantía o el modo de resarcimien-
to–, pero aunque no lo provocará, porque quien sufre el ataque no está en
condiciones de experimentar esa modificación disvaliosa de su espíritu, el
agravio menoscaba siempre una proyección existencial que es reconocida
también a quienes están privados de la razón o de sensibilidad”.1435
1435 ZANNONI, Eduardo A., ibíd., pp. 156-157. “Así, la violación de una mujer demente que
Para FUEYO, “el daño extrapatrimonial o moral es aquel que se causa con
motivo de la ejecución de un hecho ilícito, el incumplimiento de un contrato
o la frustración de la relación en su etapa precontractual, siempre que se
afecte a la persona o se vulnere un bien o derecho de la personalidad, o un
derecho de familia propiamente tal. La reparación deberá hacerse preferen-
temente en forma no pecuniaria, restituyéndose al damnificado al estado
anterior a la lesión, y, subsidiariamente, por no permitirlo de otro modo
las circunstancias, como de ordinario sucederá, mediante una cantidad de
dinero que se dará a modo satisfactivo y que se fijará discrecionalmente por
el juez con especial acento en la equidad. Deberán probarse los hechos en
que se funde el razonamiento del juez que concede o rechace la reparación.
Es del caso destacar que los factores tiempo y espacio, que rodean a los
hechos respectivos, deciden fundamentalmente en la solución de acogerse
o rechazarse la demanda por daños morales”.1437
1436 ALESSANDRI, Arturo, De la responsabilidad… ob. cit., p. 220, “daño moral es, el que
Por supuesto que el daño debe ser cierto y esto es lo que ha de evitar que
se extienda inusitadamente el círculo de los pretendidos damnificados que
invocan un perjuicio cualquiera. Y por supuesto, también en materia contrac-
tual, es decir, los daños producidos por el incumplimiento de obligaciones
contractuales, ha de jugar el efecto relativo de los contratos.1439 En cuanto
a criterio para aceptar el resarcimiento del daño moral en Chile, ha surgido
más recientemente el del reconocimiento que hace referencia al bien jurídico
tutelado por el derecho que resulta violentado por el hecho dañoso, esto es,
una referencia al interés vulnerado, existiendo reconocimiento judicial al
respecto. RODRÍGUEZ CURUTCHET señala un sinnúmero de sentencias al res-
pecto, y agrega: “No existe lugar a dudas que no todos los bienes tutelados
por el legislador tienen la misma importancia para el derecho”.1440
1438
FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de derecho civil moderno, ibíd., p. 73. Agrega:
“La indemnización del daño moral en materia contractual, procede tanto cuando el deudor obra
con dolo, como cuando obra con culpa. Basta una causa de imputabilidad inexcusable”.
1439 ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 68.
1440 RODRÍGUEZ CURUTCHET, Juan Pablo, La evaluación del daño moral en la jurisprudencia,
Editorial LegalPublishing, Santiago, 2009, p. 79. Además enuncia: “Por ejemplo, el derecho a
la vida no puede tener el mismo peso que el derecho a la intimidad. Dicho parámetro apunta a
que entre más importante sea el bien violentado, más cuantiosa será la indemnización a pagar
a la víctima. Nuestra jurisprudencia ha expresado este criterio de manera expresa o indicando
la protección de algunos bienes jurídicos”.
1441TOMASELLO, Leslie, El daño moral en la responsabilidad contractual, Edit. Jurídica
de Chile, 1969, p. 30. El autor critica la tradicional distinción entre daño moral puro y daño
moral con consecuencias patrimoniales para sostener: “que sólo se trata de daño moral cuando
se habla del puro y que aquel con consecuencias pecuniarias es simplemente daño material y
a tal título debe ser indemnizado”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 639
Cuando se repara el daño moral con dinero debe hacerse con valores de
otra naturaleza, pero de modo subsidiario, porque no cabe hacerlo en otra
forma y el daño debe necesariamente repararse. Al revés, en la resarcibilidad
del daño patrimonial, ésta se hace mediante valores igualmente pecuniarios
y sólo de este modo”.1442 Entendemos que el sentido de lo recién expuesto
por el autor, se refiere a que en ocasiones la reparación moral podría con-
sistir en una publicación en un periódico u otro remedio de satisfacción
para la víctima.
A la concepción de daño moral debe agregarse que todo daño debe pro-
barse, sea patrimonial o extrapatrimonial. “A mayor abundamiento, el daño
en sí es excepcional y de aplicación restrictiva; mucho más el daño extra-
patrimonial o moral. Obviamente, debe probarse y no cabe excusa”.1443
1446 Cám. Nac. Civ. y Com. Fed., sala II, 24-5-83, J.A. 1983-IV-183.
1447 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral, ob. cit., p.172. El autor señala que se ha preten-
dido por algunos restringir el ámbito de aplicación, “fruto de aquella cosmovisión limitada de
la institución, son aquellas doctrinas que propician un criterio restrictivo en esta materia, las
cuales parecen reducir –equivocadamente– la esfera obligacional (contractual) a la protección
de intereses patrimoniales, perdiendo de vista que en nuestro tiempo aquella es un vehículo
idóneo e indispensable para la tutela de intereses extrapatrimoniales de gran relevancia para el
afianzamiento de la personalidad y de la dignidad humana”.
1448 MAZEAUD, Henri y Léon, & TUNC, André, Tratado teórico y práctico de la responsabilidad
civil delictual y contractual, ob. cit., T. I, p. 465. “¿Podrá reclamarle entonces el acreedor al
deudor reparación de la lesión sufrida en su patrimonio moral por el hecho del incumplimien-
to?”. La respuesta es afirmativa.
642 GASTÓN SALINAS UGARTE
1449 ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., pp. 350-351
1450 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, el daño moral, Rubinzal-Culzoni,
T. V, p. 185, sin ser la opinión del autor, éste deja constancia de fallos de la Cámara Nacional
Civil y de comercio, del año 1981, en que: “El mero estado de incertidumbre o la eventual
frustración del interés contractual no justifica la reparación del daño moral, ya que en el ámbito
contractual lo que de ordinario resulta afectado es nada más que el interés económico, que
aparece suficientemente satisfecho con el cumplimiento por equivalente”.
1451 Cám. Nac. Civ., sala D, 27-11-81, J.A. 1983-I-271, citado por MOSSET ITURRASPE, ob.
1453 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. II, p. 667. “No debemos olvidar
que precisamente una de las más clásicas objeciones para la admisibilidad de una respuesta ante
el atentado extra patrimonial se hacía consistir en la subjetividad implícita en su apreciación,
que abre las puertas a la arbitrariedad e inseguridad”.
1454 FAIRNESS, la traducción literal del término, alude a justicia y equidad; Diccionario de
términos jurídicos, Edit. Espasa Calpe, Madrid, 2002, p. 260. Este concepto dice relación con
el principio de reparación integral de los daños y perjuicios en el sistema del Common Law.
644 GASTÓN SALINAS UGARTE
1455 DIAS y MARKESINIS, Tort law, Oxford, 1989, ver sobre el particular acerca de contracts
y torts.
1456 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y Europa,
ob. cit., pp. 46-47. A su vez señala: “En el Common Law, la condena a pagar una suma de dinero
por daño moral, no sólo es resarcitoria, puede tomar otras formas y razones jurídicas para su
imposición. Resulta evidente que si el acto causante del daño irroga también un daño moral,
el dinero de la indemnización no es equivalente del daño sufrido. Estamos ante relaciones
aproximadas solamente, de ahí el carácter compensatorio, lo que de suyo aleja este concepto
de los punitive damages propiamente tales o de los nominal damages”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 645
Podríamos sostener que entre las categorías más relevantes para este sis-
tema legal, e incluyendo algunas en los EE.UU. destacan las siguientes:
Hay que hacer notar que en EEUU, quien juzga los hechos es el jurado y
quien aplica el derecho es el juez. Por lo tanto, es el jurado quien determina
si hubo un acto ilícito, quién lo cometió y en qué grado de responsabilidad.
A la vez, propone el resarcimiento asignando un monto de acuerdo a las
1460 PLANT, Damages for Pain and Suffering, Syracusse L. Rev., 1955, La propuesta contenida
en el informe del American Law Institute, de 1991, ha sido repetida por varios autores.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 647
1461 BONFANTE, Pedro, Instituciones de derecho romano, Edit. Reus, Madrid, 1979, p. 533.
1462 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, ob. cit., p. 56.
1463 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y Euro-
pa, ob. cit., p. 57, agrega: “A pesar de esto creemos que el concepto de punitive damage no es
compatible con la restitutio ad integrum, ni siquiera en los casos conocidos wrongfull act, por
cuanto la posición económica del demandado o autor del daño no puede ser tomada en cuenta
para indemnizar el daño”.
648 GASTÓN SALINAS UGARTE
1464 MAZEAUD, Henri y Léon & TUNC, André, “Tratado teórico y práctico de la responsabili-
dad civil delictual y contractual”, ob. cit., T. I, p. 429. Agregan: “Pero en la esfera contractual,
los antiguos autores franceses se negaron categóricamente a admitir la reparación del perjuicio
moral: el incumplimiento de un contrato no daba lugar al abono de daños y perjuicios a favor
del acreedor sino con la condición de que este último pudiera establecer que por ese hecho
experimentaba un perjuicio económico. DOMAT y POTHIER son categóricos acerca de ese punto;
se fundan, por ignorancia, sobre el derecho romano”. Citan a GANOT.
1465 VINEY, Genieviève, “Les Obligations”. La responsabilité: effets, en traité de droit civil
Hay quienes sostienen que los preceptos del Código Civil francés están
concebidos en términos amplios para permitir indemnizar el daño moral.
Así, el art. 1142 del Código Civil francés dispone que: “Toda obligación de
hacer o de no hacer se resuelve en el abono de daños y perjuicios en caso de
incumplimiento por parte del deudor, sin distinguir que ese incumplimiento
le cause al acreedor un perjuicio pecuniario o moral. Lo que se complementa
con el art. 1149, que se refiere a la pérdida sufrida y a la ganancia de que ha
sido privado, lo que se interpreta hoy en sentido amplio.1468
1467 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. II, p. 697. La autora para estos
efectos cita un fallo de tribunales franceses Cass. Civ. 2e, de 20 de diciembre de 1996, etc.
1468 MAZEAUD, Henri y Léon & TUNC, André, Tratado teórico y práctico de la responsa-
bilidad civil delictual y contractual, ob. cit., T. I, p. 466. “En su discurso ante el Tribunado
MOURICAULT afirma: “Los daños y perjuicios que han de abonarse al acreedor deben indem-
nizarlo naturalmente de todo el mal que experimente el incumplimiento o el retraso. Por eso
declara el proyecto que, en general, comprenden la pérdida que haya sufrido el acreedor y la
ganancia de que haya sido privado”. Los autores agregan que en realidad el espíritu que guió
a los redactores fue hostil a la reparación del daño moral en materia contractual, por ello no
manifestaron expresamente su pensamiento.
650 GASTÓN SALINAS UGARTE
1469
BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y Eu-
ropa, ob. cit., p. 278, citando a BUFFELAN LANORE “Droit civil”, Paris, 1990, p. 274, y a otros
autores.
1470 DOMÍNGUEZ HIDALDO, Carmen, ibíd., Vol. II, p. 698.
1471 VINEY, Genieviève, Traite de droit civil, ob. cit., pp. 314 ss.; también citada por MOSSET
Existen normas, como una ley de 5 de julio de 1985, que ordena efectuar
publicaciones periódicas informando de las indemnizaciones y transacciones
en materia de víctimas de accidentes de tránsito, lo cual sirve para efectuar
una estadística y proyección acerca de daños corporales.
1473 Baremo, desde una perspectiva no jurídica, viene del nombre del matemático francés Bárre-
Edit. Reus, Madrid, 1993, p. 229. El autor cita otros ejemplos dados por ÁLVAREZ VIGARAY,
652 GASTÓN SALINAS UGARTE
“Es así como, al igual que en los sistemas jurídicos de su entorno, uno de
los principios básicos establecidos por la doctrina jurisprudencial en materia
de responsabilidad civil es el que la fijación del quantum indemnizatorio es
una cuestión de hecho entregada a los tribunales de instancia y que no puede
ser, por lo mismo, revisada en casación sino cuando exista error material o
jurídico en la apreciación de una prueba”.1475
En este sistema jurídico sólo se admite la reparación del daño moral con
criterio restrictivo y en los casos determinados por la ley. Para conocer el
tratamiento en el Derecho italiano, no podemos dejar de referirnos al viejo
Código Civil italiano de 1865, cuyo artículo 1151 contenía una norma más
amplia y similar al art. 1382 del Código Civil francés. Con posterioridad, se
dictó una serie de normas en materia penal que aceptaban el daño moral sólo
para esos ilícitos. Por su parte, en materia obligacional el art. 1227 rezaba:
“Los daños y perjuicios son en general debidos al acreedor en razón de la
pérdida que él ha experimentado y de la ganancia de la cual ha sido priva-
do, salvo las excepciones y modificaciones más adelante establecidas”.1477
Norma también basada principalmente en el Code francés, esto es, el art.
1149 de ese cuerpo legal.
1477 La disposición del art. 1227 del Código civil italiano se encontraba en el capítulo III De
los efectos de las Obligaciones, Título IV De las obligaciones y los contratos en general, del libro
III De las maneras de adquirir y de transmitir la propiedad y los otros derechos sobre las cosas.
1478 DALMARTELLO, “Danni morali contrattuali”, en Riv. Dir. Civ., 1993, p. 62.
654 GASTÓN SALINAS UGARTE
Por otro lado, existe el art. 1174 que exige la patrimonialidad de la pres-
tación en toda obligación jurídica. Todo lo cual dificulta la admisibilidad
del daño no patrimonial.1480
El art. 1174 del Código Civil italiano señala que la “prestación que
constituye el objeto de la obligación debe ser susceptible de valoración
económica”, por lo que son muchos los que han entendido que no ha de
resarcirse el daño moral que pueda infligirse al acreedor por el incumpli-
miento de la obligación.1481
Quizá ésta pueda ser la razón que en el sistema jurídico italiano se han
introducido entonces categorías de daño independientes como en el caso del
daño biológico, cuando la Corte de casación italiana 1130/85 abandonó la po-
sición que lo encuadra como un tercer género para ubicarlo nuevamente, bajo
la denominación de daño a la salud, dentro del ámbito del daño patrimonial,
como una categoría distinta del daño emergente y el lucro cesante. Luego, el
daño biológico o daño a la salud es ubicado como un daño patrimonial dentro
del principio general de la reparación que en el Código Civil italiano consagra
en el art. 2043, bajo la proyección constitucional del art. 32 que consagra
el derecho a la salud. La Corte Constitucional 193/96 reinsistió en que el
resarcimiento del daño moral, a diferencia del que procede en caso de daño
biológico, no está asistido de la garantía del art. 32 de la Constitución.1482
1479 El art. 2059 del Códice establece que “il danno non patrimoniales debe essere risarcito
solo nei casi determinati dalla legge”, por lo que muchos han entendido que no debe resarcirse
el daño moral infligido al acreedor por el incumplimiento de una obligación.
1480 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. 1, p. 244, así lo enuncia la
autora.
1481
YZQUIERDO TOLSADA, Mariano, Responsabilidad civil contractual y extracontractual,
Edit. Reus, Madrid, 1993, p. 229.
1482 BUSNELLI, Francesco, Problemas de la clasificación sistemática del daño a la persona,
en Daños, Editorial Desalma, Buenos Aires, 1991, p. 37, ver sobre el particular la crítica del
autor a una nueva categoría.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 655
Si bien es cierto que Alemania contaba con normas que permitían deman-
dar indemnización por daño inmaterial, ésta se regía por criterios extremada-
mente restrictivos, de manera tal que sólo se podían compensar los daños no
patrimoniales en los casos previstos en la ley, ello ocurría en excepcionales
casos, como el “&847 del BGB, que prescribía la compensación del dolor
y el sufrimiento (…) para casos de daños corporales…”.1483 En el antiguo
Derecho alemán existían antecedentes en orden a que la composición del
–Wergeld– del Derecho germánico incluye también una indemnización
por los daños inmateriales (Schmerzensgeld: precio del dolor), agregando
que los tribunales recibieron una presión constante a lo largo del siglo XVI
para que se admitieran reparaciones por daños inmateriales.1484 Lo que se
impuso en el siglo siguiente, pero la jurisprudencia no llegó a reconocer
la obligación general de indemnizar los daños causados en la esfera de la
personalidad. En el siglo XIX se progresa admitiéndose el daño moral so-
lamente en los casos de delitos.
1483 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y Europa,
En Alemania, la indemnización del daño moral tiene más que ver con
las consecuencias dañosas del acto que le dieron origen y no se le vincula
con el interés lesionado. El §823 I BGB mira a los intereses cuya lesión da
lugar a indemnización y no hace alusión a los tipos de daños indemnizables.
Pretende el legislador alemán que se trate de la lesión dolosa o culposa de
determinados bienes jurídicos, como la vida, la integridad física, la salud, la
libertad, la propiedad u otro derecho. La indemnización del daño moral se
consagra en el §253 BGB que, si bien restringe la indemnización del daño
moral a los supuestos determinados por la ley, lo define como aquel daño
que no es patrimonial, vale decir, sigue siendo restrictivo.1486
1485 BARRIENTOS ZAMORANO, El resarcimiento por daño moral en España y Europa, ob. cit.,
pp. 259-261. Además indica el autor: “El §253 del BGB disponía que la indemnización de un
daño inmaterial o no patrimonial sólo era procedente en los casos que la ley así lo señalará.
Esto era posible en el caso de la responsabilidad civil extracontractual por negligencia, pero
en caso alguno era propio de la responsabilidad contractual y la responsabilidad objetiva o por
riesgo, tal como aparecía en el antiguo §847 del BGB, que hoy se ha derogado”.
1486 BARRIENTOS ZAMORANO, El resarcimiento por daño moral en España y Europa, ob. cit.,
pp. 269-270, agrega el autor: “En el marco de la responsabilidad contractual, como principio
general creemos que la concepción del BGB no permite la restitución de perjuicios inmateria-
les. Sobre todo en caso de incumplimientos de obligaciones de protección contractual sin ley
especial que la regule”. Se estima que ello es consecuencia de “la desconfianza en la facultad
discrecional de los jueces en la interpretación de los conceptos jurídicos indeterminados y el
peligro de inseguridad jurídica que pueda generar una exégesis extendida en la materia”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 657
cuestión, norma cuyo tenor era el siguiente: “Si el hecho fuese un delito
de derecho criminal, la obligación que de él nace no sólo comprende la
indemnización de pérdidas e intereses, sino también del agravio moral que
el delito hubiese hecho sufrir a la persona, molestándole en su seguridad
personal, o en el goce de sus bienes, o hiriendo sus afecciones legítimas”.
Con esta disposición producto del talento de VÉLEZ SARSFIELD, redactor del
código en comento, quien si bien se inspiró en el cuerpo general de normas
del código de Napoleón, pero en materia de daño moral fue absolutamente
innovador adelantándose a la época; por cuanto “Le code” nada contemplaba
sobre el particular. Sin embargo y precisamente dado el tenor del artículo
1078 CCA., es que parte de la doctrina en la Argentina estimaba que la
indemnización del daño moral era procedente tan sólo cuando se trataba
de delitos, vale decir, de ilícitos penales, excluyendo en consecuencia al
ámbito contractual de este tipo de indemnización.
1487 AUBRY, C., y RAU, C., Cours de droit civil francais, 3ª ed, Paris, 1856, T. 3, p. 542.
1488 CICHERO, “La reparación del daño moral y la reforma civil de 1968”, en R.E.D., p. 159.
658 GASTÓN SALINAS UGARTE
Una segunda postura, dada por ORGAZ, estimaba que la reparación cabe
en todos los delitos criminales, sean delitos o cuasidelitos civiles.
ob. cit., T. 1, pp. 366-367, agregan: “Además la explícita nota puesta por VÉLEZ SARSFIELD al pie
del artículo 2312 corrobora que en el Código Civil se halla consagrado como principio general
el resarcimiento de los agravios morales: Hay derechos y los más importantes –dice ésta– que
no son bienes, tales son ciertos derechos que tienen origen en la existencia del individuo mismo
a que pertenecen, como la libertad, el honor, el cuerpo de la persona, la patria potestad, etc. Sin
duda, la violación de estos derechos personales puede dar lugar a una reparación que constituya
un bien, jurídicamente hablando…”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 659
Esta reforma incluye un artículo 522 CCA del siguiente tenor: “En los
casos de indemnización por responsabilidad contractual, el juez podrá
condenar al responsable a la reparación del agravio moral que hubiese
causado, de acuerdo con la índole del hecho generador de la responsabili-
1491 Se suprimió, en consecuencia, la frase del art. 1078 CCA que señalaba: “si el hecho
1492
PARELLADA, Carlos A., “El daño moral. La evolución del pensamiento en el derecho
argentino”, en Responsabilidad civil, directora Aída Kemelmajer de Carlucci, Editorial Rubinzal-
Culzoni, Buenos Aires, 2007, p. 354, agrega: “Mientras en el Código originario la idea era
sancionar al autor del hecho ilícito, en la nueva concepción la cuestión pasaba por colocar la
mirada en la ofensa de la víctima”.
1493 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., p. 465.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 661
1494 BUSTAMANTE, Jorge, Teoría general de la responsabilidad civil, Buenos Aires, 1989,
p. 212, según este autor dicha facultad no está sujeta a límite alguno. Lo que es una interpre-
tación minoritaria.
1495 MOSSSET ITURRASPE, Responsabilidad por daños, edición 2006, T. IV, ob. cit. p. 98. El
autor manifiesta que la frase polémica del art. 522 se limita a resaltar el rol de la equidad, unida
a la justicia, en la decisión del caso. “Hay una responsabilidad con base judicial, en equidad
atenta a las circunstancias del caso, a lo concreto y específico, que el Juez debe evaluar, pu-
diendo condenar o no condenar”.
1496 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral-prevención, reparación, punición, ob. cit., p.192.
“No alcanzamos a comprender por qué, en materia contractual (obligacional), el rol del juez
debe ser de equidad, y en la órbita aquiliana de justicia. Existe al respecto cierta confusión de
ideas, pues equidad y justicia no son conceptos que se contraponen. La equidad (valor fundado)
es uno de los caminos que permiten llegar a la justicia (valor fundante), pero no el único. Está
también la seguridad que no puede ser soslayada y mucho menos en una materia como la que
analizamos”.
662 GASTÓN SALINAS UGARTE
1497MOSSSET ITURRASPE, Responsabilidad por daños, Edit Rubinzal-Culzoni, 2006, ob. cit.,
T. IV, p. 187, afirma el autor: “el juez pasa de ser la boca que repite las palabras de la ley –en expre-
sión de Montesquieu–, a ocupar el centro del escenario jurídico, en la medida en que se le reconoce
el papel de hacedor, sobre la base de un precepto amplio y abierto, del derecho del caso”.
1498 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral-prevención, reparación, punición; ob. cit., p.192.
Agrega el autor: ¿Tiene el origen o fuente del daño moral tanta incidencia como para generar
semejante mutación funcional? ¿Es razonable propiciar que la sentencia asuma carácter cons-
titutivo o declarativo, según el caso?
1499 PÉREZ FUENTES, Gisela María, “El Derecho de daños en México, el daño moral”, Segunda
Desde estos hitos, el daño moral se tipificó como una “lesión originada
a los derechos de la personalidad (…) los derechos de la personalidad no
son vistos en forma genérica, sino como los determinados e identificados
en el art. 1916”.1502
El Código peruano del año 1984 admite la reparación del daño moral
derivado de incumplimiento obligacional (contractual) y extracontractual
(arts. 1322, 1984 y 1985, respectivamente), distinguiéndose como parte de
las categorías a indemnizar entre el daño moral y el daño a la persona.
1503 TORRES DURAND, Juan de Dios Rafael, “El Derecho de Daños en la Legislación y la Doc-
de Lima, 1990. También ver en Derecho a la identidad personal, Edit. Astrea, Bs. Aires, 1992.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 665
1506 Art. 1985. “La indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u
omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona y el daño moral,
debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el hecho y el daño producido. El mon-
to de la indemnización devenga intereses legales desde la fecha en que reprodujo el daño”.
1507 Así se puede apreciar en la causa ingreso Corte Suprema 3131-2004, en la cual el Mi-
nistro Milton Juica previene con su voto, que no cabe el daño moral en sede contractual, más
adelante se analiza este fallo.
1508 ACCATINO,Daniela, Seminario “Concepciones del derecho y enseñanza jurídica”, Pu-
blicaciones Universidad Austral de Chile, 2005.
1509 LASTARRIA, José Victorino, Instituta del Derecho Civil Chileno. Reimpresión de la
Durante este período, son pocos los autores que hacen un estudio por-
menorizado de la cuestión, influenciados posiblemente por el peso de la
opinión de los autores clásicos, a lo que se suma la nula o escasa jurispru-
dencia referida a la materia. Sin embargo, durante la década de los años 50
y producto del viraje jurisprudencial contemplándose perjuicios morales a
propósito del contrato de transporte, la discusión tiende a reactivarse.
1510
BARROS ERRÁZURIZ, Alfredo, Curso de Derecho Civil, Volumen II, Editorial Nascimento,
1932, p. 89. Cuando el autor define a los perjuicios, afirma: “El tercer elemento constitutivo de
la responsabilidad civil del deudor es la existencia de perjuicios efectivos sufridos por el acreedor
en su patrimonio, con motivo del incumplimiento de la obligación. Perjuicios, en general, son los
daños que el acreedor ha sufrido en su patrimonio y que han disminuido la hacienda que tenía, o la
que legítimamente esperaba tener, si se hubiera cumplido la obligación, en la forma específica en
que fue contraída; y decimos en su patrimonio, porque no son indemnizables, ni pueden estimarse
en dinero, que es la manera de pagar los perjuicios, los daños puramente morales”.
1511 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil chileno y comparado, tomo XI, de
1512 BUTRÓN FIRPO, Roberto, “La Indemnización del Daño Moral en Nuestra Legislación”.
–no material– que a un padre le produjo la muerte del hijo menor de edad,
a consecuencia de un cuasidelito.1514
lación Civil Chilena”, Memoria de prueba, Universidad de Chile, Santiago, Edit. Universitaria,
1956, p. 64.
1517 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil moderno, pp. 69-70.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 669
1518 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil…, p. 72. Agrega el autor refi-
riéndose a la legislación argentina: “los términos daños e intereses del art. 519 y 520 del Código
Civil argentino, comprenden algo más que los valores económicos, como lo demuestra el art.
1080 del mismo código, por lo que siempre habrá que incluir en aquella fórmula el agravio
moral, porque también es daño sufrido”.
670 GASTÓN SALINAS UGARTE
cesante del que habla el artículo 1556”. 1519 Esta posición en buenas cuentas
ratifica lo argumentado en el siglo anterior por destacados tratadistas en diver-
sas obras, tales como Luis CLARO SOLAR, en Explicaciones de Derecho Civil
Chileno y Comparado, t. XI; Arturo ALESSANDRI RODRÍGUEZ, en De la Respon-
sabilidad Extracontractual en el Derecho Civil Chileno; Manuel SOMARRIVA
UNDURRAGA, en Las Obligaciones y los Contratos ante la Jurisprudencia,
p. 64; Antonio VODANOVIC en Curso de Derecho Civil, t. III, p. 217; Alfredo
BARROS ERRÁZURIZ, en Curso de Derecho Civil; GATICA PACHECO, en Aspectos
de la Indemnización de Perjuicios por Incumplimiento del Contrato.
1519
ABELIUK, René, Las Obligaciones, T. II, ob. cit., 3ª edición, pp. 732-733, “juntamente
con ello, no podemos dejar de propugnar una revisión legislativa que termine con una discri-
minación francamente odiosa, pero al mismo tiempo tome los resguardos a fin de evitar abusos
en la materia. Pero desde luego siempre que se involucre un riesgo a la persona humana, la
indemnización del daño moral debe ser amplia. En la cuarta edición, 2005, p. 790, el autor
reconoce un viraje de la doctrina y la jurisprudencia aceptándolo, y sostiene: “En consecuencia
nuestra opinión hoy en día se inclina claramente hacia la procedencia del daño moral en materia
contractual, desde luego cuando está ligado al daño material, y en caso contrario, si es un daño
moral puro, siempre que se haya acreditado fehacientemente, tenga clara relación de causalidad
con el incumplimiento, y el deudor al incumplir su obligación pudo preverlo o actuó con dolo
o culpa grave que le equivale”.
1520 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil Moderno, ob. cit., p. 59.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 671
1521 FUEYO LANERI, Fernando, en Instituciones de Derecho Civil Moderno, ob. cit.,
p. 31.
1522 YZQUIERDO TOLSADA, Mariano, Responsabilidad Civil Contractual y Extracontractual,
p. 198. El autor señala que en Alemania este dinero del dolor es denominado “schmezensgeld”;
Así también, FUEYO LANERI, Fernando, ibíd., p. 32.
672 GASTÓN SALINAS UGARTE
1523 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil Moderno, ob. cit., p. 32.
1524 FUEYO LANERI, Fernando, ibíd., p. 58. El autor agrega: “ya en las codificaciones modernas
nos encontramos con el Código Civil francés de 1804, o Code Napoleón que omitió la materia
absolutamente. No hizo mención alguna; la ignoró”.
1525
FUEYO LANERI, Fernando, ibíd., p. 59. El autor previamente explica cómo la juris-
prudencia francesa suplió la omisión respecto de la no enunciación del daño moral, de la
siguiente forma: “la jurisprudencia francesa suplió con creces la omisión literal del daño
moral en el código, y, tomando pie en el artículo 1382, que obliga a la reparación de todo
daño, sin limitación alguna, elaboró sabiamente sentencias que acogieron demandas en tal
sentido; no sólo en materia extracontractual, que es el área en que se encuentra el citado
art. 1382, sino que, ampliamente, incluyendo los casos de responsabilidad contractual y aun
precontractual”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 673
ceso que ha seguido en avance hasta hoy en día, donde podríamos manifestar
que ya existe un consenso en orden a su procedencia, aun cuando todavía
no hay unanimidad en los fallos.
4. FUNCIÓN DE LA INDEMNIZACIÓN
POR DAÑO MORAL
1526
C OOTER , Robert; U LEN , Thomas. Law & Economics, 3ª ed., Addison Wesley
Longman, Nueva York, 2000, pp. 310 y 346.
1527 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría General de la responsabilidad civil, Editorial
LexisNexis, Buenos Aires, Argentina, 2006, p. 169. El autor citando al español Gómez Pomar,
continúa señalando: “Si sucede al revés, el bienestar social también se resiente por la sobre-
prevención, pues ésta tiene consecuencias sociales igualmente disvaliosas”.
674 GASTÓN SALINAS UGARTE
“El que daña el espíritu de otro, toma algo sin su permiso y en forma
gratuita, por lo que es razonable que indemnice por ello, sobre todo porque
aunque no sea en forma aproximada es posible valuar el daño moral. Este es
someramente el fundamento de la obligación de indemnizar el daño moral,
desde una óptica económica”.1529
1528 WEINGARTEN, Celia, Manual de derecho de daños, Editorial La Ley, Bs. Aires, 2010,
p. 78.
1529 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, Teoría General de la responsabilidad civil, ob. cit.,
p. 170.
1530 LÓPEZ HERRERA, Edgardo, ibíd., p. 172.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 675
1531 MARTIN-CASALS, M., Notas sobre la indemnización del daño moral en las acciones
Ahora bien, pese al carácter pragmático que esta teoría pretende otorgarle
a la suma indemnizatoria, han surgido numerosas críticas. Entre ellas está
la dificultad de aplicarla en aquellos daños morales especialmente difíciles
de ponderar. El autor hace referencia a aquellos “perjuicios muy graves, en
los que claramente es imposible compensar el dolor inmenso y devolver la
alegría o paz producto de una pérdida insustituible”.1535
1533 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo Heriberto, “Objetivo de una indemnización por daño
moral”, artículo de Doctrina de Derecho Civil, ob cit., p. 9, y en “El Resarcimiento por daño moral
en España y Europa”, ob. cit., p. 61, agrega: “Tales como la pérdida de un ser querido o personas
que fruto del daño pierden su capacidad sensible, como en el caso de daños cerebrales”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 677
1536 DÍEZ-PICAZO, Luis, El escándalo del daño moral, ob. cit., p. 96. “Conceder al perjudicado
una suma pecuniaria permite compensar el daño moral, porque en lugar de una personalidad
plena que ha sido lesionada y que en sí misma es irreparable se hace posible una personalidad
provista de unas posibilidades económicas incrementadas”.
1537BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo Heriberto, “Objetivo de una indemnización por daño
moral”, artículo de Doctrina de Derecho Civil, ob cit., p. 9.
1538 DÍEZ-PICAZO, Luis, El escándalo del daño moral, ob. cit., p. 97.
1539BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo Heriberto, Objetivo de una indemnización por daño
moral, artículo de Doctrina de Derecho Civil, ob cit., p. 9, y en El Resarcimiento por daño
moral en España y Europa, ob. cit., p. 62, agrega: “Es la víctima quien debe superar el daño
678 GASTÓN SALINAS UGARTE
5. REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA
INDEMNIZACIÓN POR DAÑO MORAL
Para ser resarcible, el daño moral debe ser cierto, personal –aunque no
necesariamente exclusivo– del accionante y derivar de la lesión a un interés
extrapatrimonial del damnificado, quien debe, además, por expreso mandato
legal, estar investido de la calidad de damnificado moral.1541
Vale decir, estimamos debe reunir los requisitos comunes a todo daño, con
la variante de que en cuanto a su efecto, debe ser consecuencia de una lesión
a un interés extrapatrimonial; con el único alcance, estimo que ha de referirse
al de la magnitud y entidad del mismo, ya que debe tener un grado superior al
de cualquier tipo de daño, el que ha de ser suficiente para vulnerar facultades
espirituales, psicológicas, afectivas, personalísimas de la víctima.
También hay autores que incluyen dentro de los requisitos para la proce-
dencia del daño moral, que éste guarde una relación de causalidad adecuada
con el hecho generador del daño.1542 Sin embargo, evidentemente ello
constituye un presupuesto de resarcibilidad del daño en sí.
1541 PIZARRO, Ramón Daniel, ob. cit., p. 122, el autor agrega como elemento de su posición,
ch) Que haya relación de causalidad entre el hecho o acción que da lu-
gar al daño y el resultado dañoso producido. Si se trata de responsabilidad
contractual o precontractual, se obrará de modo pertinente a la relación
que en su caso se ha formado y el efecto dañoso por incumplimiento del
contrato, o bien por frustración del contrato en formación, según sea el
planteamiento;
1544 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil Moderno, pp. 107-108. El autor
agrega lo siguiente: “el que haya existido una agresión a su persona o a un bien o derecho de la
personalidad, o, a un derecho de familia propiamente tal. En todo caso lo precisará, nombrán-
dolo. Aquí está contemplado el daño moral causado; e.2 El modo de producirse tal efecto en
la especie. Por ejemplo, mi derecho a la dignidad o al honor ha sido motivo de agresión. ¿Qué
se dijo o propaló respecto de mí en forma injuriosa o calumniosa, que sea capaz de afectar el
antes señalado derecho? ¿Qué medios se usaron para el fin? ¿De qué modo pudo evitarse o
reprimirse tal conducta? ¿Cómo es que se vulneró el derecho a la dignidad o al honor en este
caso, según el concepto que yo expondré y el modo de operar la agresión a dichos derechos
en la especie? ¿Me expuse a ello?; e.3 Acudiendo a otra hipótesis, ocurre que demando daño
moral por el homicidio o el cuasi homicidio de mi padre o de mi hermano. Acreditaré la co-
rrespondiente relación de familia y luego la agresión a mi derecho de familia propiamente tal
que resulta de mi unión familiar, con la víctima del delito o cuasidelito. ¿De qué modo dicha
agresión fue sustantiva y efectiva –no sólo presunta– dada la estrecha vinculación que me unía
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 681
Pero el juez partirá de los hechos materiales idóneos que se han probado –y
que aquél dará por probados– y luego hará una operación reflexiva y valorativa
que le permitirá arribar a un resultado concreto que se denomina decisión.
La prueba del daño moral contractual, “–como la de los ilícitos que sólo
dañan a los bienes materiales o a las relaciones jurídicas patrimoniales– es
diferente. El perjuicio moral no se presume, puesto que no hay base sufi-
2009, p. 60. Agrega: “A su vez, se dice que un enunciado fáctico es verdadero si está confirmado
por pruebas y es falso si las pruebas disponibles confirman su falsedad”.
1547 TARUFFO, Michele, La prueba. Artículos y conferencias, ob. cit., pp. 236-237.
684 GASTÓN SALINAS UGARTE
ciente para ello. Al menos cuando se exige una cierta magnitud o entidad
en el daño”.1548
Estimamos como principio general, que el daño moral debe ser probado
en su existencia y gravedad, y esa prueba corresponde a la víctima que
normalmente será el actor en la acción de responsabilidad; lo que resulta
de suyo complejo cuando la reacción espiritual, psicológica, de reputación
o clientela no ha de ceñirse por criterios generales o abstractos, sino de la
particularidad de cada caso, excluyéndose en todo caso las meras conjeturas
o situaciones de daño indirecto.
1548 MOSSET ITURRASPE, Jorge, “Responsabilidad por daños”, T. V., El daño moral, ed. 2006,
ob. cit., pp. 240-242. Agrega el autor: “Reiteramos lo expresado en otro lugar de esta obra: todo
incumplimiento tiene su gravitación en los estados de ánimo, en la tranquilidad del espíritu; un
cierto eco o resonancia en lo psíquico, en la paz o tranquilidad que acompaña a los negocios
normalmente cumplidos y que alteran los incumplimientos, cualquiera sea su índole o gravedad.
Pero la sanción está, ante esos hechos de frustración, en los daños patrimoniales; no es lo normal
que el daño moral sea relevante en este campo; puede existir, pero ser de significación mínima,
para un hombre de negocios, habituado a las alternativas del tráfico. De allí las precisiones de la
doctrina, que juzgamos razonables y coherentes. Hay que aportar la prueba de la significación
del caso, en la especie juzgada; por las circunstancias del incumplimiento, o la índole de la
prestación esperada, o las características personales del contratante insatisfecho”.
1549 Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, causa Rol Corte 4.677-1999, redac-
ción Abogado Integrante Oscar Herrera Valdivia, sexta sala: Ministros Hugo Dolmestch Urra
y Gloria Ana Chevesich Ruiz.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 685
1550 TRIGO REPRESAS, Félix, y LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado de Responsabilidad Civil,
DÍEZ-PICAZO nos ilustra al señalar, “se dice que una conducta sólo es
negligente cuando sobrepasa los límites del riesgo que el ordenamiento con-
sidera aceptable o tolerable, esto es, cuando sobrepasa los límites del riesgo
permitido. Por esta razón, es razonable sostener que un evento dañoso no
puede ser imputado objetivamente a una conducta negligente, aun cuando
ésta lo haya causado, cuando respecto de dicho evento esa conducta no ha
sobrepasado los límites del riesgo permitido”.1559
1558 DÍEZ-PICAZO, Luis, El escándalo del daño moral, Thomson civitas, edita Aranzadi,
Navarra, 2008, p. 13. Agrega: “si era comprensible que nunca hubiéramos tenido una idea
especialmente clara de qué debe entenderse por daño moral, esa idea hoy es menos clara que
nunca, como ocurre casi siempre cuando los conceptos jurídicos complejos caen en manos de
juristas desprovistos de la necesaria experiencia”.
1559 DÍEZ-PICAZO, Luis, “El escándalo del daño moral”, ob. cit., p. 86. “Y al examinar el
tópico del riesgo general de la vida F. PANTALEÓN señalaba que no se imputan a la conducta de
un tercero aquellos daños que sean realización de riesgos habitualmente ligados a la existencia
natural del dañado y, entre ellos, los que cabe esperar en el normal transcurso de la existencia
del afectado como aquellos otros que se desencadenaron por la conducta del responsable pero
están ligados de manera muy general a la existencia humana en la forma de socialización y
civilización correspondiente”.
688 GASTÓN SALINAS UGARTE
1560
VICENTE DOMINGO, Elena, El daño, ob. cit., pp. 277-278, agrega: “En fin, la ductilidad
del daño moral le permite paliar, incluso, los sinsabores de una familia que adquiere un piso
con un defecto de cabida de 12 metros cuadrados y además de la resolución del contrato solicita
una indemnización en concepto del tiempo pasado sin vivienda, aumento del precio de éstas,
incomodidades respecto del trabajo y vida cotidiana”. A su vez, cita un fallo de la STS 12 julio
1999. (En España).
1561 MOSSET ITURRASPE, Responsabilidad por daños, ob. cit., T. V, p. 88.
§ 2. TITULARES DE LA ACCIÓN DE REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL
1. TITULARES DE LA ACCIÓN
1562 TRIGO REPRESAS, Félix, y LÓPEZ MESA, Marcelo, Tratado de la responsabilidad civil,
ob. cit., T. I, p. 527. Los autores se inclinan por este criterio restrictivo.
690 GASTÓN SALINAS UGARTE
2. SUJETO ACTIVO
1563 ZANNONI, Eduardo A., El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 456.
1564 BARROS BOURIE, Enrique. Tratado…, ob. cit., p. 934. El autor analiza algunos elementos
subjetivos y objetivos de la relación jurídica procesal que nace a consecuencia del ejercicio
de algunas de las acciones de reparación en naturaleza e indemnizatorias o restitutorias que
pueden surgir de un ilícito civil.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 691
1568 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, ob. cit. Nº 379, p. 455. El autor a propósito del titular
Argentina, 2006, p. 412. Agrega: El daño es directo (art. 1079, 1ª parte –Cód. Civil argentino–)
en relación a la persona que reclama, cuando lo demanda la víctima del hecho, por ejemplo
el atropellado por el automóvil, el calumniado por el periódico. El daño es indirecto cuando
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 693
Argentina, 2006, p. 416. Agrega el autor que otra excepción al carácter propio del daño moral lo
da el art. 1080, que acuerda al marido una acción o al padre una acción propia por las injurias
vertidas a la mujer o hijos, sin perjuicio de la que a título personal tienen esas personas.
1572 BOFFI BOGGERO, Luis María, Tratado de las obligaciones, ob. cit., t. 6 p. 190. A su vez
se cita en este sentido a AUBRY y RAU, BAUDRY-LACANTINERIE y BARDE, LALOU, MAZEAUD, Henri,
La lesión d´un intérét légitime juridiquement protégé condition de la responsabilité civile, en
Dalloz, 1954.
1573 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo Heriberto, El Resarcimiento por daño moral en Es-
paña y Europa, ob. cit., pp. 187-189. “De este análisis debemos sacar algunas conclusiones:
a) probado el daño a la víctima por rebote, éste deberá indemnizarse, sin considerar en absoluto
la indemnización de la víctima directa del daño; b) las alegaciones y defensas de la víctima por
rebote, por ejemplo, en lo relativo a las excepciones alegadas por ésta como la prescripción
o las del asegurador al asegurado o la transacción, no hay por lo tanto solidaridad activa y la
acción de los unos no significa la prescripción de los demás; c) no nos encontramos ante una
transmisión sucesoria necesariamente, porque una víctima por rebote puede no ser una persona
694 GASTÓN SALINAS UGARTE
En todo caso, la crítica hoy superada, decía relación con un aspecto doc-
trinario, en cuanto se estimaba que estas acciones o indemnizaciones serían
inoponibles, porque el daño ocasionado a la víctima tiene un objeto diferente
que el de los terceros perjudicados. A lo que se debe agregar que el quantum
y la causa de pedir no sería la misma, aun cuando provenga de un mismo
hecho dañoso, otorgándose indemnizaciones por un mismo título.1574
por daño moral en los casos previstos expresamente por la ley.1576 Esta si-
tuación es la que ha originado la creación o invención de nuevas categorías
de daños, para solucionar el problema de lo rígido del daño moral.
Los denominados daños por rebote, son los daños que nacen como con-
secuencia del daño sufrido por otra persona. También se le denomina daño
indirecto, pero no porque se rompa la relación de causalidad con el hecho
que provocó el daño inicial, sino porque hay dos tipos de perjudicados. De
un lado, la persona directa e inicialmente dañada, la que sufre el daño en la
esfera de sus bienes o derechos, y de otro lado, la persona indirectamente
perjudicada, no en su patrimonio, cuerpo o salud, sino en la esfera pecuniaria
o en la moral de ambas.1577
1576 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, ibíd., p. 206, y luego complementa: “Se consagra
de tal modo, un rígido sistema de tipicidad del daño moral, cuya insuficiencia ha determinado
la irrupción de pretendidas nuevas categorías de daños, orientadas a mitigar la estrictez del
sistema”.
1577 VICENTE DOMINGO, Elena, “El daño”, en Tratado de responsabilidad civil, de REGLERO
CAMPOS, ob. cit., pp. 304-305. La autora agrega: “Se trata de unos daños que presentan una
fisonomía peculiar, tanto por surgir con ocasión de un daño ajeno, como por sufrirlos única y
exclusivamente, otra persona, distinta de aquélla, con la que tiene unos vínculos, estrechos y
actuales. Por su origen, es un daño causalmente dependiente del daño inicial, con las importantes
consecuencias prácticas en el terreno de la prueba y de las excepciones que ello implica. Sin
embargo, es independiente en su certeza y realidad”. En este sentido, SANTOS BRIZ, La respon-
sabilidad civil: derecho sustantivo y procesal.
696 GASTÓN SALINAS UGARTE
Por cuanto, si se opta por la autonomía del daño por rebote, para la
evaluación y valoración del mismo sólo debe tenerse en cuenta el daño
experimentado por la víctima; en cambio, si se adhiere a la concepción del
daño por rebote como un simple reflejo del daño inicial, la víctima mediata
aparece como un derecho-habiente de la víctima inmediata, de tal suerte
que sólo podrá perseguir la reparación en aquellos casos en que la víctima
la hubiere obtenido, ni podrá obtener reparaciones superiores a las que la
víctima inmedita hubiere podido exigir.1578
1578
VINEY, G., y JOURDAIN, “Les conditions de la responsabilité”, LGDJ, París, 3ª edición,
2006, pp. 154-171 y ss. “Le probléme qui fut longtemps le plus débattu au sujet de la réparation
du dommage par ricochet, notamment en cas de décés de la victime inmédiate, fut celui de la
délimitation du cercle des ayants droit admis á se prévaloir d´un droit á réparations”.
1579 CORRAL TALCIANI, Hernán, Contratos y daños por incumplimiento, ob. cit., pp. 168-169.
“Así el deudor omite la prestación debida, y por causa de ello el acreedor también deja de
cumplir con su propia obligación respecto de un tercero. ¿Puede este tercero invocar la respon-
sabilidad contractual del primer deudor como causa del segundo incumplimiento? De nuevo
pareciera que este acreedor que sufre el daño en cascada no podrá invocar la responsabilidad
contractual toda vez que él no es parte del primer contrato. Podría, sí, considerar que con su
incumplimiento el primer deudor lesionó su derecho de crédito e invocar la responsabilidad
extracontractual de éste, pero tendría que probar culpa o dolo, no respecto del primer incumpli-
miento, sino respecto del hecho de que su acreedor no pudiera, a su vez, cumplir su obligación
para con el demandante”.
§ 3. JURISPRUDENCIA CONTRADICTORIA Y DAÑO MORAL
Gran parte de los fallos que conceden en Chile indemnización por daño
moral en materia extracontractual, se basa en el hecho de que el inciso pri-
mero del artículo 2329 del Cód. Civil, al indicar que: “Por regla general todo
daño que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona, debe ser
reparado por ésta”, no excluye al daño moral en materia extracontractual.
Lo cierto, que a la época de elaboración de nuestro Código Civil, sólo se
pretendía, con tal artículo, la consagración de un principio general de respon-
sabilidad que en Francia se atribuye a DOMAT en que en un solo artículo se
recogía toda la casuística del Derecho romano. Es por esto que se ha dicho
que, hasta antes de la consagración expresa en algunos textos legales, la
reparación del daño moral ha sido una “licencia jurisprudencial”.
1580 La verdad, este fallo es más bien un antecedente anecdótico, ya que en su considerando
4º señala: “Que, por último, refiriéndose a la indemnización del daño moral que cobra el deman-
dante por su separación, ligada al hecho de la estafa cometida por un empleado, sostiene que en
la denuncia que se hizo a la justicia, la caja no lo sindicó como responsable del delito”.
1581 RDJ., t. XLVII, Sec. 1ª, p. 127, CS., 18 de abril de 1950.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 699
1582 RDJ., t. XLVII, Sec. 1ª, pp. 132 y 133, CS, 18 de abril de 1950.
700 GASTÓN SALINAS UGARTE
1583
Doctrina, indicada en número identificador 11027 LexisNexis y GJ, Nº 122, p. 31.
1990. La Corte Suprema con fecha 27/08/1990, en causa sobre recurso de queja. Rol: 1559,
rechazó el mismo, en consecuencia, se mantuvo lo resuelto por la Corte de Apelaciones de
Concepción. En este caso, el demandante solicitó también se condenara a los demandados
a pagarle determinada cantidad de dinero a título de indemnización por la pérdida de su
empresa y consiguiente daño moral. Indicó que no es una persona que disponga de capitales
como para recuperar su actividad, lo que quiere decir que no está en situación de construir
otro gimnasio y que esto, como el hecho de haberse visto expuesto a ser lanzado a la vía
pública, lo que logró evitar por la ayuda de una persona amiga le ha significado un dolor,
sufrimiento y pesar que debe serle indemnizado. Atendido el contenido de las disposiciones
legales que invoca para fundamentar su demanda, artículos 1929, 1555 y 1556 del Códi-
go Civil, y no imputar, por otro lado, a los demandados la perpetración de algún delito o
cuasidelito, es indudable que está reclamando la indemnización de un daño moral producto
del incumplimiento de un contrato. La indemnización del daño moral fundada en el incum-
plimiento de una obligación contractual no ha tenido acogida en la jurisprudencia nacional
fundada en que de acuerdo al texto del artículo 1556 del Código Civil, relacionado con la
materia, la indemnización de perjuicios proveniente de no haberse cumplido la obligación o
haberse cumplido imperfectamente o haberse retardado su cumplimiento sólo comprende el
daño emergente y el lucro cesante. No sucede lo mismo cuando la indemnización del daño
moral se funda en la evidencia de un delito o cuasidelito atendido lo prevenido en el artículo
2329 del Código Civil, que concede indemnización por todo daño que pueda imputarse a
malicia o negligencia de otra persona (Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo XXXIII,
2ª parte, sección 1ª, p. 331, y Tomo XLVII, 2ª parte, sección 1ª, p. 127: Tomo LI, 2ª parte,
sección 1ª, p. 74). Atendidos los fundamentos en que ha fundado la jurisprudencia, y que
se comparten, no cabe acceder a la petición de la actora de indemnizarle el daño moral que
se le había causado.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 701
1584 Se previene que el Ministro Sr. Libedinsky tiene en consideración respecto de la in-
demnización del daño moral, que si bien las reparaciones derivadas de un despido injustificado
por parte del empleador están, en principio, limitadas por las normas que el Código del Trabajo
fija al respecto en el Título V del su libro I, ellas no excluyen que, en casos especiales, si se
prueban perjuicios extraordinarios, como lo sería el daño moral experimentado por el trabajador
abusivamente despedido, pueda reconocerse a favor de este último una indemnización adicional,
no prevista especialmente por la ley laboral, pero ello no resulta procedente en el presente caso,
toda vez que tales perjuicios excepcionales no pueden estimarse configurados en autos.
702 GASTÓN SALINAS UGARTE
1585 RDJ, t. XLVIII, 2ª parte, Sec. 1ª, pp. 252 y ss., CS, 3 de julio de 1951.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 703
A su vez, en cuanto al artículo 1558 del Código Civil, que dispone que
el deudor es responsable de los perjuicios que se previeron o pudieron pre-
verse al tiempo del contrato, supuesto que, conforme a lo dicho, el deudor
(la empresa demandada) ha previsto o podido prever el daño causado a la
demandante, sin que se haya destruido la presunción legal de culpa que le
afecta a aquél, prueba que a él sólo correspondía”1586.
1586 RDJ, t. XLVIII, 2ª parte, Sec. 1ª, p. 258., CS, 3 de julio de 1951.
1587 RDJ, t. XLVIII, 2ª parte, Sec. 1ª, p. 259., CS, 3 de julio de 1951. A su vez, respecto al
problema de opción o cúmulo de responsabilidades, la sentencia consigna, en su motivo Décimo
séptimo: “Que para dilucidar el problema propuesto en el considerando anterior, basta decir,
como se ha dicho extensamente, que la sentencia impugnada, entre las dos acciones aducidas
en la demanda, trató la que tiene atenencia con el cumplimiento de la obligación contractual
y no la que se refiere al cuasidelito civil o culpa extracontractual. Y aceptó esta tesis porque
704 GASTÓN SALINAS UGARTE
1591 RDJ, t. XCI, p. 102, CS, 20 de octubre de 1994. Respecto al problema del cúmulo de
Rodríguez, quien estimaba que hay error de derecho infringiéndose el art. 1556 del CC, al
aceptarse el daño moral contractual.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 707
1594 El Ministro Sr. Juica en su prevención expresa: “1º Que en el caso de autos es materia de
responsabilidad extracontractual por cuanto no existió entre las partes un acto jurídico bilateral
tendiente a crear derechos y obligaciones entre las partes, sino que las obligaciones nacieron de
un ilícito civil; 2º Que en todo caso, el daño moral en materia de responsabilidad contractual no
es indemnizable, toda vez que nuestro Código Civil no da margen para ello, desde que el artículo
1556 de dicho texto legal, al indicar los rubros que comprende la indemnización de perjuicios en
ese ámbito, sólo menciona el lucro cesante y el daño emergente, a diferencia de lo que dispone
el artículo 2314 del mismo texto legal al referirse a los perjuicios en materia de responsabilidad
extracontractual, cuando señala que quien ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido
daño a otro es obligado a toda indemnización, sin distinguir. Cabe tener presente, además, que
en materia contractual las partes pueden anticipar sus perjuicios por la vía de la cláusula penal;
3ª Que, consecuentemente, el fallo de la Corte de Apelaciones de San Miguel, al entender que el
asunto materia de este juicio se refiere a una situación de responsabilidad contractual, ha cometido
un error de derecho, cual es la vulneración del artículo 1547 del Código Civil al aplicarlo, no
debiendo hacerlo, omitiendo la aplicación del artículo 2314 del mismo texto legal. Asimismo, al
sostener la procedencia del daño moral acogiendo la demanda por dicho rubro, pese a que antes
afirmó que se trata de un asunto de responsabilidad contractual, ha infringido el artículo 1556
del Código Civil”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 709
Podríamos sostener que uno de los criterios más recurrentes en este orden
dice relación con la causal de despido del trabajador; esto es, cuando se
invoca la falta de probidad y no se acredita en el juicio respectivo.
Se ha estimado que el daño moral cumple con todos los requisitos para
ser indemnizado, primeramente, cuando el término de la relación laboral
deriva de un despido abusivo y existe un daño indemnizable, causado por los
hechos probados y distintos a las indemnizaciones monetarias establecidas
en el Código del Trabajo.
1596 GAMONAL CONTRERAS, Sergio, El daño moral en el contrato de trabajo, p. 24; también
ver en cuanto a alternativas de reparación de daño moral laboral la obra de PRADO LÓPEZ, Pa-
mela, “La reparación del daño moral ocasionado al trabajador, durante la vigencia del contrato
de trabajo”, en Rev. Laboral Chilena, mayo, 2005, Nº 136, pp. 78 ss.
1597 En esta causa, la Corte de Apelaciones de Concepción estimó que imputar a una persona
falta de probidad sin permitirle una adecuada defensa, implica faltar gravemente a su honor
e integridad, y que el art. 19 Nº 4 de la Constitución reconoce a las personas el derecho a la
honra y lo garantiza frente a terceros. Además, se estima que ello vulnera el art. 19 Nº 1 de la
Constitución, por lo que se condenó al Banco al pago de $10.000.000. Lo que fue reafirmado
por la Corte Suprema el 5 de mayo de 1999, al rechazar la casación.
1598 GAMONAL CONTRERAS, Sergio, “El daño moral en el contrato de trabajo”, p. 170. “Si
bien esta sentencia no fue impugnada ante la Corte Suprema, es de mucho interés, ya que se
condena en sede laboral a la empresa, estimando que se trata de responsabilidad contractual.
Sin duda se trata de un despido abusivo al tenor de lo probado en el proceso”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 711
1599 Corte Suprema- 23-03-2006 Rol 4.256-2005, ver Código del Trabajo, Thomson Reuters-
bajo”, en diario El Mercurio, Santiago de Chile, 29 agosto 2010, cuerpo D, p. 26. El autor,
712 GASTÓN SALINAS UGARTE
de Rancagua, con fecha 18 de abril de 2006, en los autos Rol Nº 1181-2005, redactada por el
Sr. Ministro Carlos Aránguiz, publicado en Jurisprudencia daño moral, Departamento de
Estudios Jurídicos PuntoLex, Edit. PuntoLex, año 2007, pp. 124-125.
1602 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El Daño Moral, ob. cit., T. I, p. 421.
1603 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, ibíd., T. I, p. 422; agrega la autora: “Así, si en tal órbita
se ha asentado la regla de que la apreciación y evaluación de los daños morales debe ser dejada
a la equidad del tribunal, no cabe sino aceptar en los mismos términos esa conclusión cuando
se trata de daños contractuales”.
1604 LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel. “Instituciones Modernas de Derecho Civil, homenaje a
Fernando Fueyo”, La determinación del cuantum en la indemnización del daño moral, Editorial
Jurídica ConoSur, 1996, p. 459. A su vez, el autor señala, a propósito de la responsabilidad extra-
contractual, pero cuyo fundamento es, a nuestro juicio, aplicable: “Pongamos como ejemplo el
714 GASTÓN SALINAS UGARTE
Sólo que eso no puede darse por cierto si no se prueba, porque aquí no
hay una situación evidente que permita presumirlo sin más, como lo cree la
Sra. Jueza a quo. Es, entonces, preciso analizar si en este juicio esa prueba
se produjo o no”.1605
Código Civil art 1698; Código Civil art 2314; Código Civil art 47. Mi-
nistros: Adalís Oyarzún Miranda; Arnaldo Gorziglia Balbi; Benito Mauriz
Aymerich; Guillermo Silva Gundelach; Sonia Araneda Briones.
de Rancagua, con fecha 18 de julio de 2007, en los autos Rol Nº 267-2007, redactada por el
Ministro Sr. Mera. Fallo sin publicar.
716 GASTÓN SALINAS UGARTE
1606
Corte Suprema, 03/09/2009, Rol Corte 1346-2008. “Jacob Rivas Torres y otros con
I. Municipalidad de Villarrica”, edición en LegalPublishing Nº 42566, en el considerando
Decimoctavo se enuncia: “Que del tenor del razonamiento contenido en el fundamento deci-
mocuarto del fallo de primer grado se puede constatar que los sentenciadores entendieron que
el perjuicio moral se produjo por detentar los actores la calidad de familiares directos y por las
características del hecho ilícito, lo que les hizo posible presumir el sufrimiento que la pérdida
les produjo. (Muerte del padre en un accidente) Decimonoveno: Que, sin embargo, al motivar
de ese modo dichos sentenciadores han incurrido en error, puesto que dada la naturaleza del
presupuesto analizado –la existencia del daño moral– no era pertinente por una parte invocar
las características del hecho para zanjar esta controversia, ello por cuanto tal antecedente
apunta a la determinación de la magnitud del daño y consiguientemente a su quantum, pero no
a la finalidad probatoria perseguida, esto es, la de acreditar el perjuicio afectivo ocasionado.
Por otro lado, tampoco correspondía acudir a la sola consideración del parentesco para inferir
el sufrimiento psíquico. Por el contrario, en la especie debió aplicarse el inciso primero del
artículo 1698 del Código Civil, que dispone que incumbe probar las obligaciones o su extinción
al que alega aquellas o ésta, de lo que se sigue que quien reclama una pretensión debe probar
los hechos que la fundamentan, carga que en la especie los demandantes no cumplieron según
se ha demostrado”.
§ 4. EL QUANTUM
1. CRITERIOS DE VALORACIÓN Y
CUANTIFICACIÓN DEL DAÑO MORAL
1607 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, ob. cit., p. 419, agrega el autor: “El proceso de
cuantificación del daño procura determinar cuánto debe pagarse en concepto de indemnización,
para alcanzar la justa y equilibrada reparación del detrimento”. Así también, ZANNONI, “Sig-
nificado y alcance de la cuantificación del daño”, en Rev. de Derecho de Daños, 2001, p. 7;
también GHERSI, Daño moral y psicológico.
1608 European Group Tort Law, coordinador MARTIN-CASALS, Miquel, Edit. Thomson-Aran-
zadi, España, 2008, p. 226. Art.10:301 Daño no patrimonial… “2) En general, para cuantificar
tales daños se tendrán en cuenta todas las circunstancias del caso, incluyendo la gravedad,
duración y consecuencias del daño. El grado de culpa del causante del daño sólo se tendrá en
cuenta si contribuye al daño de la víctima de modo significativo”.
720 GASTÓN SALINAS UGARTE
con un importe de mera ocurrencia o parecer del juzgador. Todo ello hace
necesario el determinar pautas, criterios o parámetros, lo más objetivos y
justos posibles, para cuantificar la reparación.
1609
DOMÍNGUEZ ÁGUILA, Ramón, en comentario de Jurisprudencia “Reparación del daño
moral por despido injustificado”, Revista de Derecho, Universidad de Concepción, Volumen 25,
Nº 2, año 1998, p. 44. Este principio de reparación integral, o como se ha explicado, reparación
razonable, tiene asidero constitucional, por lo menos en sus variantes más clásicas, como el
Pretium doloris, alteraciones psíquicas y otras protegidas por las garantías de los números 1 y
4 del artículo 19 de nuestra Constitución…
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 721
Desde la otra vereda, la del victimario, el quantum fijado debe ser posi-
ble, descartando de plano los excesos que no dicen relación con la realidad
económica del país, o de las capacidades patrimoniales del infractor. Cosa
muy distinta a considerar es la situación económica del agresor para deter-
minar el monto de la indemnización, es decir, no debe referirse al quantum
para subir el monto sólo porque el infractor es una persona extremadamente
solvente, sino que debe entenderse la posibilidad de cumplir lo regulado
como cuantía del perjuicio.
1610 En tal sentido, se pronuncia la Corte de San Miguel, que señaló: “por tratarse de un daño
Sustentar este criterio implica dar más dinero a una persona de nivel
económico bajo, que a un individuo solvente patrimonialmente, simple-
mente, por el hecho de su condición ante la misma lesión, o al revés, dar
más al pudiente ya que el más desposeído se conforma con menos, en
consideración a su nivel de ingresos, situación que a primera mirada se
visualiza del todo injusta. “Nosotros decimos, sin embargo, que deben
privilegiarse las circunstancias de la víctima: en la medida que el resarci-
miento mira a la víctima; tiende a darle una cierta compensación; el dolor
es el suyo y la indemnización presta oídos a ese dolor: Sin que por ello
pueda sostenerse que es indiferente la persona o que lo son las circuns-
tancias del victimario”.1612
1611
PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral, ob. cit., p. 439. “Cabe señalar, sin embargo, que
en la mayoría de los casos en los que la corte ha anulado la sentencia por haberse apartado de
la realidad económica, se ha utilizado el sistema de reenvío, sin brindar pautas claras”…
1612
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, el daño moral, ob. cit., edición
2006, p. 222. Agrega: “Las circunstancias personales son muy variadas: las hay económicas,
como las relativas al estado económico o patrimonial; familiares: el estado civil, el número de
hijos, la edad y ocupación de los mismos, etcétera”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 723
1613 LECAROS SÁNCHEZ, José Miguel, “La determinación del quantum en la indemnización
del daño moral”, en Instituciones Modernas de derecho civil, ob. cit. p. 458. El autor señala
que el juez tendrá a su disposición muchos factores objetivos, aunque no cuantificables, que le
servirán de guía o criterio, estimando que el primero será la experiencia de casos más o menos
similares que hayan llegado con anterioridad a los tribunales, es decir, la jurisprudencia es
una guía para que el juez capte los valores prevalecientes en la sociedad, luego la gravedad
objetiva del daño, la clase de derecho extramatrimonial lesionado, después las consecuencias
físicas o psíquicas, sociales o morales que puedan seguirse hacia futuro de la lesión o agresión,
en seguida deberá considerar la personalidad del autor, desde el punto de vista personal del
ofensor, su edad, educación, actitud frente a la vida, y si se trata de pagar una suma de dinero,
la capacidad económica del condenado a pagar la reparación, sus facultades para obtener dinero
de otras personas (familiares, amistades), su nivel de gastos actual o previsible.
1614 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, ob. cit., p. 341.
724 GASTÓN SALINAS UGARTE
del hecho culpable y el derecho agraviado como las facultades del autor,
pero muy especialmente las condiciones y situación personal del ofendido
y la manera como ha sido afectado en sus actividades normales”.1615
1615
Gaceta Jurídica, Nº 23, 1990, p. 47; también criterios semejantes en Gaceta Jurídica
Nº 287, fallo Corte de Apelaciones de Santiago, 7 de mayo de 2004, donde se condena a una
empresa al pago de una fuerte suma a consecuencias de un accidente laboral; Gaceta Jurídica
Nº 270, sentencia Corte de Apelaciones de Antofagasta de 13 diciembre 2002; GJ Nº 269, Corte
Suprema, 13 de noviembre de 2002.
1616 RODRÍGUEZ CURUTCHET, Juan Pablo, “La evaluación del daño moral en la jurisprudencia”,
Aún así, en una primera etapa, se estimó por la doctrina que el daño
moral sólo era indemnizable cuando concurría conjuntamente con el daño
material y para ello se esgrimían las siguientes razones:
1617 STIGLITZ, Gabriel, y otro. Resarcimiento del Daño Moral, Civil, Comercial y Laboral,
produce la consideración de este criterio en la determinación del daño moral, existen sentencias
en que ha sido acogido (en sede extracontractual), por ejemplo: Corte Suprema con fecha de 8
de julio de 1993, en el considerando 4º señala: “la apreciación prudencial de la indemnización
del daño moral del que, con evidencia y atendida la naturaleza del accidente, debió sufrir el
actor, es menester tener en consideración, el monto de la remuneración mensual, el período
de inactividad que siguió al accidente y las secuelas del mismo, elementos que considerados
en su conjunto, llevan a estimar dicho daño moral en la cantidad de 8.000.000”. Los factores
considerados en esta sentencia para determinar el monto del daño moral son más bien los con-
siderados para determinar el lucro cesante (factores de carácter material) y no específicamente,
factores atinentes al daño moral.
726 GASTÓN SALINAS UGARTE
1620 Revista de derecho y jurisprudencia, Tomo XCIII, Nº 2, 1996, sección II, p.100.
1621
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, el daño moral, ob. cit., T. V,
p. 219, el autor cita doctrina italiana, española, francesa; también a BONASSI BENUCCI, con un
fallo de la Cám. Nac. Esp. Civ. y Com., sala III, 18-12-81 del siguiente tenor: “No es razonable
el criterio según el cual el monto de la reparación del daño moral debe guardar una relación
proporcional con los daños materiales, ya que en algunos casos resultaría exorbitante, y en
cambio pueden darse casos en que el daño moral sea el principal o el único originado”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 727
Desde otro punto de vista, podríamos sostener que este tipo de criterio dice
también relación con el interés vulnerado, es decir, cuando se hace referencia
al bien jurídico protegido y que resulta violentado por el hecho dañoso.
Por su parte, MOSSET ITURRASPE hace una crítica a este tópico, cuando
señala que este criterio, no se acomoda a la naturaleza de la institución: si
se trata de resarcimiento y no de pena, no se explica por qué la cuantía ha
de medirse prestando atención al grado de culpabilidad, de reprochabilidad
del obrar del agente y no a la intensidad del daño moral causado.1623
1622 RODRÍGUEZ CURUTCHET, Juan Pablo, “La evaluación del daño moral en la jurispruden-
cia”, ob. cit., p. 79, luego agrega el autor: “Dicho parámetro apunta a que entre más importante
sea el bien violentado, más cuantiosa será la indemnización a pagar a la víctima”. Después el
autor cita varios fallos en tal sentido.
1623 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, el daño moral, ob. cit., T.V,
p. 220.
728 GASTÓN SALINAS UGARTE
1624 RODRÍGUEZ CURUTCHET, Juan Pablo, “La evaluación del daño moral en la jurispruden-
cia”, ob. cit., p. 69. Agrega el autor: “Este parámetro es, por esencia, de carácter subjetivo,
ya que tiende a considerar determinadas cualidades propias del ofendido, y la manera en que
ellas han incidido en el impacto que ha sufrido producto del hecho que causa un daño, como
puede ser su personalidad”.
1625 Gaceta Jurídica, 29 de enero de 2002, Nº 259, p. 29. En Chile, a propósito de la respon-
Estimamos que la norma del art. 2330 del Código Civil, aunque referida
a la responsabilidad extracontractual, debe entenderse como un criterio
ordenador y aplicable, en consecuencia, a los dos tipos de responsabilidad,
en razón de la equidad y justicia, como en virtud de primar los principios
constitucionales de igualdad ante la ley.
1626
No es una novedad para el Código Civil chileno tomar en consideración aspectos tales
como la edad, el sexo o condición para configurar alguna hipótesis o para alterar el efecto
normal de ciertas situaciones. Así, en el artículo 1456, a propósito de la fuerza como vicio del
consentimiento, deberá esta, para viciar el acto, ser grave. Y lo será –entre otras circunstan-
cias– cuando pueda “producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando
en cuenta su edad, sexo o condición”. De esta manera, lo normal será que la fuerza no vicie el
consentimiento, a menos que sea grave, y sabemos en qué caso es especialmente grave.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 731
Según lo enuncia LECAROS, el juez deberá ponderar, junto con otros cri-
terios, la receptividad singular de la víctima, por cuanto la sentencia deberá
1632 Gaceta Jurídica, Nº 151, 1993, p. 54. En otro caso, la misma Corte de Apelaciones,
en el año 1991, falló: “Para la reparación del Pretium doloris, deben considerarse las conse-
cuencias sociales y morales que naturalmente debe producir el comportamiento imprudente
del querellado, como asimismo, las condiciones en que se ocasionó el cuasidelito, esto es, al
incurrir en gravísimas infracciones a la ley de tránsito”. También, Gaceta Jurídica Nº 135, año
1991, p. 95.
734 GASTÓN SALINAS UGARTE
1633 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral, Prevención, Reparación, Punición, Editorial
“... El daño moral debe ser regulado en forma prudente y adecuada, para
lo cual es útil tener en consideración la naturaleza de la lesión experimentada
por la parte demandante, el tratamiento oportuno y eficaz cubierto por el
seguro contratado por el empleador, la circunstancia de seguir trabajando
para el mismo empleador, la edad de la víctima y la entidad y duración de
los padecimientos físicos y psíquicos que ha sufrido el ofendido”.1636
1635 DIEZ SCHWERTER, José Luis, El daño Extracontractual… ob. cit., p. 88.
1636Corte de Apelaciones de Concepción, sentencia dictada el 28 de agosto del 2002, Rol
Nº 161-02 disponible en http://. Lasemanajuridica/1314/printer-28986.html. Consultado el 21
de agosto del 2003.
736 GASTÓN SALINAS UGARTE
1637 Doctrina citada por base de datos jurisprudencia Microjuris, Cita: ROL:1481-06,
MJJ15490 Doctrina: Es insuficiente a los fines de admitir la indemnización por daño moral
derivado del incumplimiento de un contrato el sufrimiento y aflicción psicológica alegado por
el actor, derivados de la rabia e impotencia frente a la negligencia del demandado, las que aún
siendo efectivas, no reúnen las características que impliquen la entidad, gravedad, permanencia
e irreparabilidad exigidas para la procedencia de la reparación del daño moral contractual. Por
su parte, el considerando Séptimo establece: Que la demandante en su libelo ha hecho consistir
el daño moral en el tiempo perdido en los trámites municipales y en el sufrimiento y aflicción
sicológica, derivados de la rabia e impotencia frente a la negligencia de los demandados. Estos
hechos aun siendo efectivos, no reúnen las características que impliquen la entidad, gravedad,
permanencia e irreparabilidad exigidas para la procedencia de la reparación del daño moral
en materia contractual. Octavo: Que a mayor abundamiento, en el caso de autos y toda vez
que se accederá a la resolución del contrato de construcción de que se trata, resulta que con
ello, el daño causado deberá quedar totalmente reparado, lo que sin perjuicio de lo señalado
en los dos considerandos anteriores, hace también inconcurrente en la especie la procedencia
de la indemnización del daño moral. Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas
y teniendo además presente lo dispuesto por los artículos 1489, 1551 y 1698 del Código Civil
y 186, 187, 223, 225, 226 y 227 del Código de Procedimiento Civil, se declara: a) Que se re-
voca la sentencia apelada de treinta de junio de dos mil seis, escrita de fojas 274 a 308, ambas
inclusive, en cuanto condenó a los demandados Carlos Henríquez Durán y Mauricio Escobar
Ortiz a pagar la suma de $5.000.000 (cinco millones de pesos) por concepto de daño moral,
declarándose en su lugar que no ha lugar al daño moral cobrado en la demanda de fojas 1.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 737
1638 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño Moral… ob. cit., pp. 344-345.
1639 RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad Extracontractual, p. 336.
738 GASTÓN SALINAS UGARTE
honra y la estimación que tenga una persona natural o jurídica de sí, como
los terceros respecto de ella.
juez considerando la gravedad del daño y la modificación de las condiciones de existencia del
afectado con el daño producido, atendiendo su edad y condiciones físicas”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 739
Este es uno de los criterios que, en conjunto con la naturaleza del interés
lesionado y la gravedad objetiva del daño, sirve para determinar, más clara-
mente, el daño producido; y una vez probado tal agravio, llegar a determinar
una indemnización justa, razonable y suficiente. Ello, en atención a que el
lapso de duración del daño extrapatrimonial nos sirve para determinar si
este sufrimiento al que ha sido sometido el ofendido injustamente, tendrá
secuelas por un par de días, lo postrará un par de años o lo atormentará toda
la vida, datos indispensables a considerar por el juez al momento de fijar el
quantum de la reparación por daño moral.
Estos son, básicamente, los criterios más utilizados por nuestros tribu-
nales para determinar el quantum del daño moral. Del análisis particular
que se realizó de cada uno de ellos se pueden obtener las siguientes con-
clusiones:
representan un alto porcentaje de los que se dictan en esta materia, en que los
jueces sólo se limitan a expresar en sus fallos: primero, la facultad que tienen
para avaluar los daños morales discrecionalmente y, en segundo término,
proceden a fijar una suma determinada por concepto de indemnización por
perjuicios extrapatrimoniales, sin mayores argumentaciones que justifiquen
el análisis realizado para llegar a determinar tal suma.
Cabe destacar en este punto que el juez llamado a fallar un caso con-
creto de indemnización por daño moral, debe realizar dos tareas distintas
y claramente diferenciadas en doctrina, así, se distingue entre la cuestión
de determinar la entidad del perjuicio; es decir, si existe responsabilidad
civil en el caso, lo que se determinará del análisis de la concurrencia de los
requisitos que la configurarán y, otra cosa muy distinta, es estimar el daño
moral establecido después del análisis anterior, en otras palabras, precisar
el quantum del perjuicio extrapatrimonial.
1ª, pp. 912 y ss.); y, 03 de julio de 1930 (RDJ, Tomo XXVIII, sección 1ª, Pp. 117- y ss.).
1647
RUBIO SANHUEZA, Pamela, “Valoración Judicial del daño moral en casos de muerte”
Memoria de prueba para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales en la
Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Prof. Guía ENRIQUE BARROS BOURIE, Santiago,
enero de 2007. Ha señalado, y con razón, que “el sistema de valoración del daño moral vigente
en Chile se apoya exclusivamente en la regla que permite a los jueces de fondo avaluar este tipo
de daños sin más directriz que su prudencia y equidad. Esta es una regla firmemente arraigada
en la judicatura y, dado que su instauración fue eminentemente jurisprudencial, nunca ha sido
objeto de un juicio técnico por parte del órgano investido de la potestad de formular leyes. Ha
sido sí, continuamente, una regla objeto de fuertes críticas por parte de la doctrina nacional, no
obstante, todas ellas se han basado siempre en especulaciones sobre los resultados que genera
y no sobre antecedentes certeros. De este modo, a pesar de la abundancia de críticas falta una
prueba concreta sobre los nefastos resultados que se atribuyen a la valoración del daño moral
en prudencia y equidad”.
1648
GUARIGLIA, Osvaldo, “La ética en Aristóteles o la moral de la virtud”, Edit. Eudeba,
Buenos Aires, 1997, p. 28. En contra, QUINTANA BRAVO, Fernando, “Prudencia y justicia en la
aplicación del derecho”, Santiago, Editorial jurídica de Chile, 2001. Este último considera que
la concepción aristotélica fue desplazada por la kantiana, en la cual prudencia equivale a cautela
o previsión. No parece, en todo caso, que ese sea el sentido en que la utilizan los jueces.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 743
1649 ARISTÓTELES, Ética Nicomaquea. Ética Eudémica. Madrid, Ed. Gredos, 1998, Li-
bro VI, pp. 269 y ss.
1650 QUINTANA, Fernando. Prudencia y justicia en la aplicación del derecho, Edit. Jurídica,
“Derecho civil. Parte preliminar y parte general”. Ed. ConoSur, Santiago, 1991, p. 178.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 745
1655 LUCO ILLANES, Nicolás, “Personas jurídicas y daño moral”, en Revista Colegio de Abo-
gados de Chile, Nº 46 año 2009, p. 9. Se hace alusión a un fallo de la Corte de Apelaciones de
La Serena de 10 de abril de 2007: “Este beneficio resulta particularmente útil si se considera,
por un lado, la dificultad que experimentan los tribunales de justicia para satisfacer las exigen-
cias probatorias del lucro cesante y para incorporar en ese análisis métodos probabilísticos o
estadísticos y, por el otro, la incomodidad de estar quizás basando la condena en meras especu-
laciones. Estas especulaciones parecen mucho más aceptables cuando se avalúa el daño moral,
el que considera factores que no se vinculan necesariamente con el perjuicio realmente sufrido
por el actor y que, por lo mismo, permiten una avaluación más discrecional o especulativa
basada, por ejemplo, –en consideraciones de carácter macro y macroeconómicas, que permitan
no sólo considerar en el resarcimiento el grado de desarrollo económico del país, la situación
particular de la víctima y de la persona obligada a reparar–”. El autor concluye indicando que
será un desafío el mantener la prudencia en el futuro cuando se ha liberado al ejercicio de la
facultad de avaluación de este verdadero lucro cesante de toda exigencia mediable y objetiva
por factores externos de mera discrecionalidad de los jueces que lo avalúan.
1656 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral en España y en
Europa, Edit. Ratio Legis, Salamanca, 2007, p. 436. Agregando, “Se trata de publicaciones
controladas por la autoridad pública, remitidas a todos los tribunales, financiados en la mayoría
de los países por las compañías de seguros”.
1657 Así lo hizo DUCCI, quien en su oportunidad afirmó que: “Para la avaluación de este
daño, que aunque no sea totalmente apreciable en dinero, es un daño positivo, el juez no tiene
más norma que su buen criterio para calificar los distintos factores y las distintas circunstancias
746 GASTÓN SALINAS UGARTE
y RODRÍGUEZ GREZ, ob. cit., p. 304. Excepción hecha de Carmen DOMÍNGUEZ HIDALGO, la que
acoge expresamente los avances realizados en el derecho comparado, ob. cit., pp. 663 y ss.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 747
1659
ELORRIAGA DE BONIS, Fabián, “Hacia la armonía en la valoración del daño corporal”,
La Semana Jurídica, Nº 287 (8-14 de mayo 2006), p. 3.
1660 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, El resarcimiento por daño moral…, ob. cit., pp. 444,
445, 446.
1661 VICENTE DOMINGO, Elena, “El daño”, en Tratado de responsabilidad civil de Reglero
Campos, ob. cit., p. 311 ss. “Este principio fue resaltado por la Resolución 75/7 del Consejo de
Europa respecto de la reparación de los daños corporales y de sus consecuencias”. Luego hace
alusión al fallo del ex magistrado del Tribunal Constitucional español, Rafael Mendizábal, que
en voto particular de la STC 181/2000 ha afirmado que la Constitución no contiene ninguna
regla ni principio que imponga la reparación total de los daños y perjuicios en los actos cuya
fuente fueren actos y omisiones ilícitos o en que intervenga cualquier género de culpa o negli-
gencia (art. 1089, CC español), como tampoco exista en el resto del ordenamiento jurídico. Se
748 GASTÓN SALINAS UGARTE
T. IV, p. 824, agregan los autores: “Cuando se comete un daño por culpa de alguien, si se ponen
en la balanza el interés del infortunado que lo sufre y el del hombre culpable o imprudente
que lo haya causado, se alza un súbito clamor de justicia, y se responde que ese daño debe ser
reparado por su autor. Esa disposición abraza, en su vasta amplitud, todos los géneros de daños,
y los sujeta a una reparación uniforme, que tiene por medida el valor del perjuicio sufrido”.
1664 VICENTE DOMINGO, Elena, “El daño”, en Tratado de responsabilidad civil de Reglero
Campos, ob. cit., p. 312, agrega la autora: “Si se aporta prueba suficiente y convincente de la
existencia y magnitud de los daños su reparación ha de ser integral”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 749
sea, la regla de la reparación integral no indica que deban resarcirse todos los
perjuicios padecidos por la víctima, como si fuera la causación física la que
gobernara la imputación de las consecuencias del obrar del derecho; por el con-
trario, la causa jurídica es una categoría distinta de la causa material”.1665
Una de las problemáticas de este criterio o principio dice relación con los
límites a la reparación: ¿es reparable todo daño? ¿Hay manera de reparar
todo el daño, tanto el causado, como el condicionado por el hecho nocivo?
“El tema concierne ante todo a la teoría de la causalidad. Y sería un grave
error entender aquel principio, de modo que él obligue al responsable a re-
sarcir todo el daño ocasionado materialmente por su acto; pues no se trata
de la causalidad material, sino como es obvio, sólo de la jurídica. Debe
pues fijarse un límite a esa limitación material o real de las consecuencias
derivadas de un acto: a medida que los daños se alejan del obrar que los
produjo, se van uniendo y combinando con variadísimas circunstancias
y agrandándose y ensanchándose casi sin fin. Pero de todas ellas no va a
responder, por cierto, el agente, pues en algún punto se detiene su respon-
sabilidad, que sin embargo es jurídicamente plena”.1666
1667 Corte Suprema, 10 de enero 1985, Revista D.J., T. 82, sección 4ª, p. 4ª, y Corte Suprema
civil, ob. cit., p. 59. Agrega: “Y, a mi juicio, lo que en verdad ocurre aquí es que tal módulo de
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 751
El juez se limita a fallar según prudencia o equidad sin indicar los pa-
rámetros en que se ha apoyado para llegar al resultado que constituye el
monto de la indemnización. Con ello infringe el artículo 170 del Código
de Procedimiento Civil, el cual dispone que “Las sentencias definitivas
de primera o única instancia y las de segunda que modifiquen o revo-
quen en su parte dispositiva la de otros tribunales, contendrán: (…) 5º La
enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad,
con arreglo a los cuales se pronuncia el fallo”.1669 La norma citada, que
no por estar encerrada en una disposición ordenatoria de la litis deja de
miento Penal, que se refiere a “La cita de las leyes o de los principios jurídicos en que se funda
el fallo” y la letra g del artículo 342 del Código Procesal Civil que, esta vez, hace alusión a
“Las razones legales o doctrinales que sirvieren para calificar jurídicamente cada uno de los
hechos y sus circunstancias y para fundar el fallo”.
A diferencia de lo que ocurre con otros países, como es el caso de España que en el nú-
mero 3 del artículo 120 de su Constitución Política dispone la obligación de los Tribunales de
motivar sus sentencias, nuestra Constitución no ha contemplado expresamente la exigencia de
fundamentarlas. Sin embargo, y como lo señala también Hugo PEREIRA ANABALÓN, su jerarquía
constitucional se deriva de los derechos al debido proceso en el artículo 19 número 3 de nuestra
Constitución. “El “debido proceso”, por sí mismo un valor admitido en la Constitución, tiene
como finalidad la declaración del derecho en un caso concreto (…) La declaración del derecho
la hacen los jueces en la sentencia, acto integrante del procedimiento “racional” requerido
por el Constituyente, racionalidad que impone cierta exigencia que el pueblo “siente” como
un bien o valor: la fundamentación o motivación de la misma”. La declaración Motivación y
fundamentación de las sentencias y debido proceso. Gaceta Jurídica, (142): 7-20, p. 11.
752 GASTÓN SALINAS UGARTE
1670 BASCUÑÁN VALDÉS, Antonio y BASCUÑÁN RODRÍGUEZ, Antonio. “Modos de creación de las
Comoquiera que sea, lo que queda claro es que no basta una referencia
genérica a la prudencia o equidad para fundamentar la decisión del juzgador.
Como señalara el codificador en su momento, para defender el principio de
fundamentación de las sentencias, el juez, al fallar, lo tiene que hacer por
algún motivo y no “por una secreta inspiración”, pues, “debe el juez seguir
la equidad de la ley, no la de su propia cabeza (Dumoulin)”.1673
Digna de ejemplo nos parece la actitud adoptada por los tribunales ar-
gentinos que, en contraste con la posición adoptada por la jurisprudencia
chilena, estiman, de acuerdo a un criterio ya firmemente establecido, que:
1672 GUZMÁN BRITO, Alejandro, “El significado histórico de las expresiones equidad natural
y principios de equidad en el derecho chileno”. Revista de ciencias sociales / Facultad de Cien-
cias Jurídicas, Económicas y Sociales, Universidad de Valparaíso, (18,19): 111-143. Primer y
segundo semestres 1981, p. 143.
1673 BELLO, Andrés, Obras completas, “Necesidad de fundar las sentencias”, 2ª edic. San-
tiago, Edit. Nascimento 1932, p. 344, agrega: “los jueces dan sentencias inicuas cuando se
imaginan ser árbitros y maestros de la equidad… el juez no hace el derecho, sino solamente
lo declara”.
1674 A modo de ejemplo podemos citar las de la Corte Suprema, de fecha 28 de julio de
1941 (RDJ, Tomo XXXI, sección 1ª, pp. 349 y ss.) que rechaza el recurso de casación en la
forma por estimar que bastaba una referencia genérica a los artículos que regulan la responsa-
bilidad civil; y la de fecha 11 de junio de 1970 (RDJ, Tomo LXVII, sección 4ª, pp. 212 y ss.)
que rechaza el mismo recurso por estimar que dicha omisión, no obstante existir, no incide en
lo dispositivo del fallo.
1675 26 de diciembre de 1986 (GJ, Nº 46, p. 93).
754 GASTÓN SALINAS UGARTE
1676
Corte Suprema, 4 de octubre de 1994 (J.A. 1995-II-19). Asimismo la Corte se ha per-
mitido anular, con referencia al criterio de realidad económica, algunos fallos que han otorgado
sumas excesivamente altas o desproporcionadamente bajas atendidos los valores que se hallan
en juego. PIZARRO, Ramón Daniel. “La cuantificación de la indemnización del daño moral en
el Código Civil”. Revista de Derecho de Daños, 2(10): 337-348, 2001.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 755
1677 MAZEAUD, Henri y Léon, & TUNC, André, Tratado teórico y práctico de la responsabi-
Conclusiones
psíquica que soportó el actor (…) debe ser indemnizado en virtud del artículo
2314 del Código Civil, que no distingue clase o tipo de daños (…) cuya
indemnización asciende a 10 millones de pesos”.1679
Valdivia. Rol 362-2003, dictada por doña Gloria Hidalgo Álvarez, Juez Titular.
1681 Considerando Primero de la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Temuco, Rol
4677-1999, dictada por los Ministros Hugo Dolmestch Urra, Gloria Ana Chevesich y el Abogado
Integrante Óscar Herrera Valdivia.
1683
Considerando Undécimo de la Sentencia dictada por la Sexta Sala de la Iltma. Corte
de Apelaciones de Santiago, integrada por los Sres Ministos Hugo Dolmestch, Dobra Lusic y
Abogado Integrante Sra. Paulina Veloso, publicado en Jurisprudencia Daño Moral, Departa-
mento de Estudios Jurídicos Edit. PuntoLex, 2007, pp. 204 y ss.
1684 Considerando Decimotercero de la Sentencia del 2º Juzgado de Letras en lo Civil de
El interés por objetivar los criterios aplicados por los jueces del fondo
en la determinación del monto de la indemnización, lo observamos en el
siguiente fallo de la Corte de Apelaciones de La Serena, de fecha 10 de abril
de 2007, que en su considerando cuarto expresa: “Que para la determinación
del quantum de la indemnización, en la cual el tribunal es soberano para
determinarla, y en ausencia de parámetros objetivos que sirvan de suficiente
base que la hagan justa y equitativa, es menester tener en consideración ele-
mentos como los siguientes: a) que el daño debe ser reparado íntegramente,
b) que es prudente evitar indemnizaciones globales y buscar una ponderación
separada y fundamentada de las partidas de la indemnización; c) que se han
de tener en cuenta consideraciones de carácter macro y micro económicas,
que permitan no sólo considerar en el resarcimiento el grado de desarrollo
económico del país, la situación particular de la víctima y de la persona
obligada a reparar; d) que a la vez se deberá observar la estadística derivada
de la cuantía de las indemnizaciones que se han fijado por los tribunales
de justicia, con el fin de uniformar decisiones para situaciones similares, y
e) que todos estos elementos deben estimarse cual tablas o baremos para
daños morales en su determinación por los órganos jurisdiccionales”.1685
Cuando se trata del daño puramente moral, a diferencia de lo que ocurre res-
pecto del daño material, la aplicación de este principio sí ofrece dificultades.
Autores como Henri y León MAZEAUD, Andre TUNC, citados por José Pablo
VERGARA, expresan que reparar un daño no es siempre rehacer lo que se ha
destruido; casi siempre suele ser: dar a la víctima la posibilidad de procurarse
satisfacciones equivalentes a lo que ha perdido. El verdadero carácter del
resarcimiento de los daños y perjuicios es un papel satisfactorio.
Valparaíso, con fecha 22 de marzo de 2005, Rol Nº 664-2003, Redactada por el Sr. Ministro
Mario Gómez Montoya, sin publicar.
764 GASTÓN SALINAS UGARTE
Penal de la Corte Suprema, integrada por los Ministros Sres. Alberto Chaigneau del C., Enrique
Cury U., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el Abogado Integrante Sr. Fernando Castro
A, en los autos Rol Nº 3425-2003, de fecha 18 de abril de 2006, sin publicar.
766 GASTÓN SALINAS UGARTE
Dada la especial naturaleza del daño que debe ser compensado, se apre-
ciará prudencialmente por el tribunal tomando en consideración la gravedad
del hecho, el natural disgusto, preocupación y angustia que la situación
que la afectó durante al menos siete años ha producido en el ánimo de la
demandante”.1689
b) Que todo daño debe ser probado, incluso el daño moral, entendido
como el menoscabo o detrimento de derechos o intereses extrapecuniarios,
1690 Sentencia pronunciada por la Sexta Sala de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago,
conformada por los Ministros señor Carlos Cerda Fernández y señora Rosa María Maggi D.,
y el Abogado Integrante señor Eduardo Morales Robles. Disidencia redactada por su autora,
Sra. Ministra Rosa María Maggi, sin publicar.
1691Considerando Cuarto de la Sentencia en apelación dictada por la Corte de Apelaciones
de Antofagasta, con fecha 18 de diciembre de 2006, en los autos Rol 141-2006, redacción del
Ministro Sr. Óscar Clavería Guzmán, publicado en Jurisprudencia Daño Moral, Departamento
de Estudios Jurídicos, Edit. PuntoLex, pp. 287 y ss.
768 GASTÓN SALINAS UGARTE
éste debe reparar dicho mal, lo que no podría ser de otra forma en tanto
que materialmente es difícil, por no decir imposible, medir con exactitud
la intensidad con que las lesiones han afectado al ofendido, por la natura-
leza del perjuicio producido. De todo lo cual se concluye que este tipo de
menoscabo no debe ser fundamentado ni probado, por el carácter espiritual
que reviste. Entonces, la naturaleza del dolor no hace indispensable la
prueba sobre el mismo, sino que se trata de un hecho evidente que las
lesiones físicas y mentales sentidas por un sujeto producen un sufrimiento,
que no requiere de evidencia, pero que, en todo caso, debe ser indemnizado
por la persona que los ocasionó, tomando en cuenta todos los antecedentes
reunidos y debiendo hacerse sobre el particular una apreciación equitativa
y razonable por el tribunal. No requiriendo prueba el daño moral, no resulta
posible asentar una casación en el fondo sobre el supuesto de contravención
de leyes reguladoras de la prueba”.1693
la Segunda Sala de la Corte Suprema, integrada por los Sres. Ministros Alberto Chaigneau
del C., Enrique Cury U., Jaime Rodríguez E., Rubén Ballesteros C. y el Abogado Integrante
Sr. Fernando Castro A., con fecha 18 de abril de 2006, en los autos Rol Nº 3425-2003.
1694
Corte de Apelaciones de Concepción, Rol 873-2003, confirmada por la Corte Supre-
ma, Rol 4453-2003. El considerando 11º del Fallo de la Corte de Concepción señala que se ha
acreditado el daño moral con la declaración de tres testigos contestes en los hechos y en sus
circunstancias esenciales en cuanto el incumplimiento contractual, además del daño patrimonial
ocasionado, ha implicado sufrimientos, dolor, molestias en el demandante, al verse obligado
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 771
4936-2000, Dictada por los Ministros Sonia Araneda, Lamberto Cisternas y el Abogado Inte-
grante Ángel Cruchaga.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 773
4677-1999, Dictada por los Ministros Hugo Dolmestch Urra, Gloria Ana Chevesich y el Abo-
gado Integrante Óscar Herrera Valdivia.
774 GASTÓN SALINAS UGARTE
4677-1999, dictada por los Ministros Hugo Dolmestch Urra, Gloria Ana Chevesich y el Abo-
gado Integrante Óscar Herrera Valdivia.
1700 Considerando Tercero de la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol 4677-
1999, dictada por los Ministros Hugo Dolmestch Urra, Gloria Ana Chevesich y el Abogado
Integrante Óscar Herrera Valdivia.
1701 Considerando Cuarto de la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, Rol 4677-
1999, dictada por los Ministros Hugo Dolmestch Urra, Gloria Ana Chevesich y el Abogado
Integrante Óscar Herrera Valdivia.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 775
1.- Prueba: “Que atendida la naturaleza del daño moral, resulta evidente
que no existe la posibilidad de rendir pruebas, para apreciar su monto, ya
que el dolor o sufrimiento que pueda producir determinada circunstancia,
y que se radica en la intimidad de una persona, no tiene parámetros ni hay
forma de medirlo o cuantificarlo, a menos que se manifieste por cambios
en su comportamiento;
prema Chilena, Rol Nº 2097-2004, redactada por la Ministra Srta. María Antonia Morales.
1707 Considerando Décimo de la Sentencia de la I. Corte de Apelaciones de Santiago, Rol
tiago, Rol Nº 7249-1999, redactada por el Abogado Integrante Sr. Benito Matriz Aymerich.
1710 Considerando Segundo de la Sentencia de reemplazo de la I. Corte de Apelaciones de San-
tiago, Rol Nº 7249-1999, redactada por el Abogado Integrante Sr. Benito Matriz Aymerich.
1711 Considerando Vigésimo Quinto de la Sentencia del Vigésimo Juzgado Civil de Santiago,
Rol 3007-2001, dictada por doña Alba Valdés González, Juez Subrogante.
778 GASTÓN SALINAS UGARTE
1712 Considerando Vigésimo Sexto de la Sentencia del Vigésimo Juzgado Civil de Santiago,
Rol 3007-2001, dictada por doña Alba Valdés González, Juez Subrogante.
1713 Considerando Decimoctavo de la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago,
Rol 10445-2001.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 779
1714 Considerando Vigésimo segundo de la Sentencia del Juzgado de Letras de Nueva Im-
perial, Rol 49259, dictada por doña María Alejandra Santibáñez, Juez Letrado Titular.
1715 Considerando Primero de la Sentencia de la Corte de Apelaciones de Temuco, Rol
2.- Prueba: “El daño moral sufrido por el demandante, debe ser indemni-
zado por el Banco demandado y su determinación pecuniaria se encuentra
entregada al juez de la causa en forma discrecional; si se trata de avaluar
el daño moral se considerará únicamente el pesar o dolor que la víctima ha
debido experimentar, atendida la naturaleza del daño causado”.1718
miento o daño moral, el que corresponde sea indemnizado con una suma
de dinero que el tribunal fijará prudencialmente”. 1719
de Chile al pago de $20.000.000 por daño moral, atendidas las características del hecho ilícito,
la capacidad económica del demandado y las circunstancias personales del demandante, lo que
permite fijarlo prudencialmente en la cantidad referida.
782 GASTÓN SALINAS UGARTE
1721 Sentencia pronunciada por al Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, inte-
grada por los Ministros Lamberto Cisternas Rocha, Mauricio Silva Cancino y por la Abogado
Integrante Andrea Muñoz Sánchez, rol corte 2224-2003. La Corte Suprema rechazó el recurso
de casación en el fondo, al estimar que lo que se ataca no corresponde a la infracción de una
norma legal imperativa, sino la estimación de la extensión del daño, actividad que se encuentra
dentro de las facultades privativas de los sentenciadores (16/0908).
§ 5. DAÑO MORAL OCASIONADO
A LAS PERSONAS JURÍDICAS
1722 MOISSET DE ESPANÉS, Luis. Daño Moral y Personas Jurídicas, Zeus Córdoba, año 1985,
T. 4, p. 134.
784 GASTÓN SALINAS UGARTE
1. INTRODUCCIÓN
1723 CAREY, Guillermo, De la sociedad anónima y la responsabilidad civil de los directores, Edit.
Universitaria, Santiago, 2ª edición, 1993, pp. 209-215 “Recordaremos que la acción para perseguir
la responsabilidad de los directores puede ser ejercitada por la sociedad, lo que corresponde a la
llamada acción social, o por los accionistas o terceros, lo que constituye la acción individual”.
1724 BREBBIA, R.H., La persona jurídica como sujeto pasivo de agravio moral, en temas
de responsabilidad civil, libro homenaje a Augusto M. Morillo, Edit. Platense, La Plata 1981,
pp. 55 y ss.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 785
Así, “la indemnización del daño moral cumple una función reparadora,
y no de pena; pero en otros aspectos, como en el relativo a la posibilidad de
que las personas jurídicas reclamen indemnización por daño moral, afloran
marcadas divergencias que tienen su raíz, sin duda, en los distintos puntos
de partida que se adoptan para caracterizar al daño moral”.
Superada en América desde la primera mitad del siglo XX, quedó atrás la
teoría de la ficción argumentada por el jurista alemán, SAVIGNY. El principio
se basaba en que sólo el ser humano (hombre singular) puede ser titular
de derechos, pero el derecho positivo estaba facultado para variarlo, de tal
forma que le permita imputarle personalidad a entes que no son humanos
(verbigracia personas jurídicas). “Las personas jurídicas son simples abs-
tracciones, entes de razón, ficciones creadas por el legislador para satisfacer
un interés general.1729
1727 En México, ejemplo de la posición contraria a la que la persona jurídica colectiva resulte
protegida por una lesión en sus derechos extrapatrimoniales se encuentra en Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, t. XVIII, agosto de 2003. Tesis: I.8º.C.252 C., p. 1727.
1728 FERRARA,
Francisco, Teoría de las personas jurídicas, trad. De la 2ª. Ed. Italiana, Ma-
drid, 1929, pp. 149 y ss.
1729 HÜBNER GALLO, Jorge Iván, Introducción al derecho, 7ª edición, ob. cit., p. 173, agrega el
autor: “permitir que un grupo de personas que persiguen un fin común tenga una sola voluntad,
un solo patrimonio y actúe en el campo del Derecho como si fuera una sola persona”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 787
Es así que para el gran jurista del siglo XIX, la capacidad se ampliaba
a entes artificiales creados por una simple ficción. La teoría de la ficción
plantea que estos entes son los que se constituyen en sujetos de derechos y
son llamados personas jurídicas colectivas o morales o ficticias.
1730 SAVIGNY, Federico Carlos, Sistema del derecho romano actual, editores F. Góngora
y compañía, Madrid, 1872, pp. 55-59. El derecho subjetivo es un poder atribuible a una
voluntad que en tal sentido sólo el hombre puede ser sujeto de derechos en cuanto es el
único ente que puede tener razón y voluntad, y por ello la capacidad de goce sólo le pertene-
ce naturalmente a él. Luego el derecho positivo puede modificar esta regla natural y conside-
rar la capacidad jurídica en relación con otros entes ficticios denominados personas jurídicas.
1731 Cfr. DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Jorge Alfredo, Derecho civil. Parte general, México, Porrúa,
2000, p. 279.
1732 FERRARA, Francisco, Teoría de las personas jurídicas, edit. Bosch, Barcelona, 1943,
pp. 154 y ss. El concepto de persona es más amplio que el de hombre, y nada obsta a que existan
personas que no sean hombres. El término persona es en el sentido técnico jurídico, que quiere
decir sujeto de derechos.
788 GASTÓN SALINAS UGARTE
3. “Si las personas morales son seres ficticios, ¿cómo explicar al Esta-
do? Si el Estado es una ficción que crea al derecho, ¿quién crea la ficción
Estado?”1733
1733 PÉREZ FUENTES, Gisela María, Revista de Derecho Privado, Nueva Época, año IV, núm.
Se trata así de una delegación del orden jurídico total en el orden ju-
rídico parcial, al efecto que este último señala: al ser humano es a quien
corresponde actuar en nombre y representación de la persona jurídica. En
síntesis, dentro del planteamiento kelseniano se percibe con nitidez que
es función del orden jurídico total imputar situaciones jurídicas subjetivas
(derechos y deberes), de modo inmediato, a la persona jurídica, mientras
que es atribución del orden jurídico parcial el determinar quiénes serán las
personas que realmente actuarán, en el plano de la realidad, los derechos y
deberes de que goza la persona jurídica.1735
1735 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, Derecho PUC, Nº 52, Revista de la Facultad de Derecho
Antecedentes
Para el autor DE CUPIS, las personas jurídicas pueden ser sujeto pasivo
del daño no patrimonial, cuando se compromete el beneficio que pueden
experimentar en alguno de los bienes no patrimoniales de los cuales ostentan
la titularidad. Así enuncia que tanto una sociedad mercantil, como en una
entidad de beneficencia pueden ser alcanzadas por un daño no patrimonial;
por ejemplo, en una campaña difamatoria en su contra. El argumento de
que la persona física es incapaz de sufrimientos físicos o morales no es
1738
STIGLITZ, Gabriel y ECHEVESTI, Carlos, “El daño moral”, En: Responsabilidad Civil,
MOSSET ITURRASPE, Jorge y otros, ob. cit., p. 255. “Entendemos que cualquiera sea la posición
adoptada para definir el daño moral (poniendo el acento en el derecho subjetivo violado, en el
interés jurídicamente protegido o en el resultado de la acción nocible), la respuesta tiene que
ser categóricamente negativa”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 791
1739 DE CUPIS, Adriano, El daño. Teoría general de la responsabilidad civil, trad. DE MAR-
TÍNEZ CARRIÓN, Barcelona, 1975, p. 123.
1740 BREBBIA, Roberto, El daño moral, ob. cit., p. 12.
1741 STIGLITZ, Gabriel y ECHEVESTI, Carlos, “El daño moral”, en: Responsabilidad Civil,
MOSSET ITURRASPE, Jorge y otros, ob. cit., pp. 251-252: “En consecuencia, sólo la persona que
lo sufre puede reclamar la reparación o renunciar a ella relevando al ofensor de la indemni-
zación. Este carácter impide que la acción por reclamo del daño moral pueda ser ejercida por
los acreedores de la víctima vía acción subrogatoria, siendo imposible también su trasmisión
mediante la cesión de créditos”. Los autores refieren al art. 1196 CCA.
792 GASTÓN SALINAS UGARTE
Jurídica de Chile, 2002, p. 82. El autor cita numerosas sentencias que siguen este criterio: T.
60 sec. 4ª p. 55; T. 68, sec. 4ª p. 168, T. 70 sec. 4ª p. 65, Gaceta Jurídica Nº 108, p. 82; T. 81,
sec. 4ª p. 140; T. 81, sec. 4ª p. 35; T. 80, sec. 1ª p. 128.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 793
Los que la sustentan hacen la distinción entre los daños materiales y mo-
rales. Los que causan agravio a los primeros originan un daño patrimonial,
en tanto que el atentado a los segundos engendra un daño extrapatrimonial
o moral.1746
A su vez, DIEZ SCHWERTER critica esta postura porque: “a) en ciertos casos la
lesión a un derecho extrapatrimonial genera, a más del consiguiente perjuicio
moral, un daño patrimonial”. Como ocurre, por ejemplo –agrega– en la mayoría
de los atentados contra la vida, salud o integridad física de las personas (los
más preciados derechos extrapatrimoniales), que de ordinario acarrearán daños
emergentes (por ejemplo, gastos médicos o fúnebres) y lucro cesante (lo que
la víctima directa o indirectamente dejó de percibir a raíz del hecho ílícito)
y b) porque no es sostenible “dentro de un sistema positivo como el nuestro,
en donde no existe disposición legal alguna que exija la lesión de un derecho
(sea patrimonial o extrapatrimonial) para que se configure un daño”.1750
c) Tesis según la cual, para que haya daño moral basta que se lesione un
interés extrapatrimonial de la víctima
Definidos por DIEZ como aquellos “que afectan a la persona y lo que tiene
la persona pero que es insustituible por un valor en moneda, desde que no
se puede medir con ese elemento del cambio”.1751
Santiago, 2006, p. 61. Agrega: “Nosotros concebimos el honor en dos niveles. El primer nivel
del honor lo hemos considerado como aquel grado mínimo de respetabilidad que le permite al
hombre vivir en sociedad; el segundo nivel del honor, lo hemos considerado como una ema-
nación de la virtud interior que se proyecta, que se esparce en la sociedad y que le permite a la
persona adquirir un mayor o menor grado de prestigio o fama”.
1750 DIEZ SCHWERTER, José Luis, ob. cit., p. 22.
1751
Esta doctrina la sustentan en Chile Pablo RODRÍGUEZ y José Luis DIEZ; en Argentina,
Eduardo ZANNONI y en Italia Adriano DE CUPIS. El daño, Edit. Bosch, Barcelona, segunda edi-
ción, 1975, pp. 82 y ss.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 795
En México, el artículo 1916 del Código Civil Federal define los derechos
de la personalidad de la siguiente forma: “Por daño moral se entiende la
1752 MUÑOZ MERKEL, Susy. “La Empresa como sujeto activo de la acción de resarcimiento
por daño moral”. Gaceta Jurídica Nº 272, febrero 2003, pp. 95-107.
1753 RODRÍGUEZ, Pablo, Responsabilidad Extracontractual, Edit. Jurídica de Chile, 1999.
1754 LYON PUELMA, Alberto, Personas jurídicas, ob. cit., pp. 59-61.
796 GASTÓN SALINAS UGARTE
1755 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen, El daño moral, ob. cit., T. I., p. 57.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 797
En el artículo 1916, quinto párrafo del Código Civil para el Distrito Fe-
deral, se encuentra el argumento jurídico que permite sustentar la tesis de
la reclamación de daño moral en las personas morales: “…Cuando el daño
moral haya afectado a la víctima en su decoro, honor, reputación o consi-
deración, el juez ordenará, a petición de ésta y con cargo al responsable,
la publicación de un extracto de la sentencia que refleje adecuadamente la
naturaleza y alcance de la misma, a través de los medios informativos que
considere convenientes…”. En una jurisdicción como la mexicana, dichos
argumentos han sido valorados, generando así el reconocimiento de la
posibilidad de que las personas jurídicas puedan reclamar, legítimamente,
daño moral o extrapatrimonial en caso que se viole su prestigio social y
obliga al responsable del perjurio a repararlo mediante una indemnización
pecuniaria.
Agrega GISELA PÉREZ que el Estado sí debe responder del daño moral que
cause a los ciudadanos y de forma solidaria y subsidiaria por los causados
por sus funcionarios en el ejercicio de su cargo, es decir en la legislación
mexicana no hay dudas legislativas en cuanto a considerar que las personas
pueden reclamar al Estado, pero que no puede hacerse extensivo al razona-
miento de la jurisprudencia es que el Estado pueda considerarse afectado
por daño en su carácter moral.1757
1756 PÉREZ FUENTES, Gisela María, Revista de Derecho Privado, Nueva Época, año IV,
1759 GHERSI, Carlos Alberto, Teoría General de Daños, 3ª edición, Editorial Astrea, Buenos
Aires, pp. 289 a 292.
1760 BREBBIA, Roberto, ob. cit., p. 12.
1761 ZANNONI, Eduardo, El daño en la responsabilidad civil, ob. cit., p. 463. Hace referencia
al art. 112 del Cód. Penal argentino, si bien derogado por la ley 23.077 preveía como delito
contra el honor la conducta consistente en propalar hechos falsos concernientes a una persona
colectiva o a sus autoridades que puedan dañar gravemente el buen nombre, la confianza del
público o el crédito de que gozara.
800 GASTÓN SALINAS UGARTE
ob. cit., T. I, p. 539, agregan: “aunque sí puedan ser pasibles de un ataque a derechos de índole
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 801
ob. cit., p. 134. A continuación el autor hace una cita de DE ÁNGEL YAGUEZ, en cuanto “este
tema se puede fácilmente complicar en su análisis por la similitud, atendida la existencia de una
persona jurídica del daño moral, con el problema del daño patrimonial indirecto, al producirse
un menoscabo del crédito comercial”.
802 GASTÓN SALINAS UGARTE
“Entiende la sentencia que tanto las personas físicas como las personas
jurídicas son susceptibles de padecer daños morales y, por tanto, de preten-
der su reparación y de verlos resarcidos. Ahora bien, el daño moral en los
individuos es angustia, sufrimiento, preocupación que, de forma innegable,
disminuye la situación de utilidad o el nivel de bienestar de las víctimas. En
el caso de las personas jurídicas, se nos dice, el daño moral …–se manifies-
ta en el prestigio y estima moral (en su deterioro o desmerecimiento, más
bien habría que decir) en el concepto público–… Y este daño moral para la
empresa Aerpons queda acreditado en el caso, de acuerdo con el Tribunal
Suprema, por el impacto de la falsa noticia sobre clientes y proveedores,
los cuales inmediatamente manifestaron sorpresa, asombro o preocupación,
quedando afectado negativamente el negocio de la compañía, pues algunos
exigieron el pago inmediato de los fletes, cancelaron encargos o se abstu-
vieron de emitir conocimiento aéreos”. 1765
1765 GÓMEZ POMAR, Fernando, “Comentario a la Sentencia del Tribunal Supremo”, Sala 1ª,
20.2.2002: el daño moral a las personas jurídicas, Working Paper Nº: 105, Barcelona, octubre
de 2002, en www.indret.com. El autor agrega: “Otra cosa es que los daños patrimoniales
sufridos por la empresa por efecto de su pérdida de reputación en el mercado sean o no difí-
ciles de acreditar ante un Tribunal. En la mayoría de los casos, la respuesta es sencilla aunque
descorazonadora: de ordinario, en especial los que derivan de una pérdida de ganancias futuras
prolongadas en el tiempo, son verdaderamente difíciles de evaluar y probar en juicio. Por eso,
como ya se ha indicado, el Tribunal Supremo tiene la tentación (en la que, demasiado a menudo,
cae) de disfrazar esas pérdidas patrimoniales de ardua prueba como daños no patrimoniales”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 803
1766 PÉREZ FUENTES, Gisela María, Revista de Derecho Privado, nueva serie, núm. 08, mayo-
agosto de 2004 pp. 111-146. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México. Edición
Digital: http://www.juridicas.unam.mx.
1767 BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, ob. cit., p. 139.
1768 PROSSER and KEETON, p. 778. citado por BARRIENTOS ZAMORANO, Marcelo, ibíd., p.140.
1769 REYES VILLAMIZAR, Francisco, Derecho societario en Estados Unidos, Edit. Legis, 3ª
1770 Sentencia de la Iltma. Corte de Apelaciones de Concepción, Rol ingreso Corte núme-
ro 697-89.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 805
casos puede referirse a atributos exclusivos del ser humano, como cuando
se invoca el “pretium doloris”. Pero, en otros, como ocurre en este caso, el
daño moral es la lesión al honor, atributo que también se da en las personas
jurídicas con la denominación de prestigio o reputación. Citando a Henry y
León Mazeaud, los comentaristas precisan que, si bien la persona jurídica
no tiene corazón, tiene un honor y consideración.1771
2.- Sentencia dictada por la Corte Suprema en los autos Rol Nº 3.045-96
rechazando el recurso de Casación en el Fondo, interpuesto por el procesado
Francisco Queupan Pilquinao en contra del fallo de los jueces ad quem. El
caso es el siguiente: El Séptimo Juzgado del Crimen de Santiago instruye
proceso en contra de Francisco Queupan Pilquineo por el delito de apro-
piación indebida de un camión, marca “Mercedes Benz” en perjuicio de la
querellante “Sociedad de Transportes Cruz del Sur Limitada”
1771 Causa rol 697- 89, Corte de Apelaciones de Concepción, Revista Derecho U. de Con-
cepción Nº 190, p. 148, comentario de los profesores Ramón Domínguez Benavente y Ramón
Domínguez Águila.
806 GASTÓN SALINAS UGARTE
1772 Causa Rol 3045-96, Corte Suprema. Gaceta Jurídica Nº 202, año 2002, p. 97.
1773 Considerando Noveno de la Sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Arica,
Esta causa se origina entre personas jurídicas, por el cobro de una obli-
gación contractual y una reconvención por parte del demandado, quien
alegó que parte de los locos llegaron en mal estado a Japón, para no pagar
el saldo de precio pactado que se reclama por el actor y demandar recon-
vencionalmente para que se le indemnice el daño moral.
1774 Considerando Undécimo: “Que siendo la demandante una persona jurídica, esto es, un
ente ficticio creado por la ley, no cabe considerársela como sujeto de dolor, angustia o cualquier
otra lesión a los sentimientos propios de una persona natural, sentimientos que esta parte ha
invocado como fundamento del daño moral cuya indemnización persigue…” Fallo redactado
por los ministros Alfredo Pfeiffer, señorita Antonia Morales y señor Hugo Dolmestch Urra.
1775 Causa Rol 4677-1999, Corte de Apelaciones de Santiago. Gaceta Jurídica Nº 282, año
2003, p. 112.
808 GASTÓN SALINAS UGARTE
1776 Causa Rol Nº 4.677-1999, Corte de Apelaciones de Santiago. Gaceta Jurídica Nº 282,
de Chile, Nº 46 año 2009, p. 8, el autor explica lo anterior y agrega: “La doctrina de este fallo
fue acogida y transcrita literalmente por la Corte de Apelaciones de Concepción, en fallos de
29 de septiembre y 30 de diciembre de 2008, y reiterada por la sala civil de la Corte Suprema
en sentencia de 5 de agosto de 2008, en la que enfatiza que las personas jurídicas sí pueden
experimentar daño moral, entendiendo por tal, en este caso, el de carácter extrapatrimonial que
afecta a su reputación o prestigio”. Luego identifica el caso de la demanda de una constructora
810 GASTÓN SALINAS UGARTE
1780 Art. 3º, letra e), Ley sobre Protección de los Derechos de los Consumidores.
812 GASTÓN SALINAS UGARTE
1781 PRIETO RAVEST, Enrique Horacio, Teoría general de las obligaciones, M de P. Univ. De
1782
MORALES MORENO, Antonio, La modernización del derecho de obligaciones, Madrid,
Editorial Cívitas, 2006, pp. 29 y ss.
1783
MORELLO, Augusto Mario, Ineficacia y frustración del contrato, LexisNexis Abeledo
Perrot, La Plata, 2006, p. 67-68 “Dicho de otra manera, el sistema contractual moderno conoce
no únicamente de tipos definidos y fijos, sino que acoge todos aquellos acuerdos, lleven o no
un nombre específico. Son tantos cuantos puedan ser los motivos entre dos o más personas,
que tengan por objeto vincular a una con otra y que se celebran por la exigencia de la infinita
variedad de las necesidades humanas y los cambios”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 815
1784 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio, Sistema de derecho civil, Edit. Técnos, 7ª edición,
Madrid, 1995, T. II, p. 224, agregan los autores: “Con carácter general no existe en el Código
Civil (español) una regulación de las medidas de tutela preventiva, que son las últimas acabadas
de aludir. Pudieran serlo la acción subrogatoria e incluso la acción pauliana, de las que trata
el artículo 1111, concibiéndolas como acciones de los acreedores para la tutela de su garantía,
que es el patrimonio del deudor, sus bienes presentes y futuros (art. 1.911).
CAPÍTULO I
REMEDIOS, DERECHOS Y EXCEPCIONES
1785 BARROS BOURIE, Enrique, Finalidad y alcance de las acciones y los remedios contractua-
les, en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo-Chile
2008, p. 405, el autor agrega: “Aunque no es el lugar para analizar estas perspectivas justificantes
del contrato, en el corazón de las diversas líneas argumentativas está la idea de que se trata de
una valiosa institución social que cautela la confianza en la palabra empeñada…”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 819
1786 MORELLO, Augusto Mario, Ineficacia y frustración del contrato, ob. cit., p. 71. Agrega:
“Los deberes secundarios o complementarios de conducta, sobre los que tanto ha trabajado la
doctrina teutona y también la española, materializan ese ensanchamiento y matizan con en-
riquecidas perspectivas la conducta que a la postre, debe desplegar el obligado para alcanzar
la satisfacción del interés contractual. Los deberes de conservar, de colaborar; de resguardar,
proteger, facilitar, y otros afines; son comportamientos que necesariamente deben agregarse
para que el cumplimiento de la prestación principal se lleve a cabo en plenitud y satisfaciendo la
necesidad que va involucrada, rodeada de la completa información y acompañamiento pedidos
–o supuestos– desde la concertación del contrato”.
1787 PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, Las obligaciones, Stgo. Chile, Edit. Jurídica, 2003,
pp. 40-41. En reimpresión 2006, p. 41 señala: “Las ostensibles modificaciones materiales y
sociales influyen asimismo en la importante zona jurídica de la responsabilidad, la cual, por una
parte, se desenvuelve intensamente en su vigencia práctica y en su tratamiento jurídico”.
820 GASTÓN SALINAS UGARTE
en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. Legal Publishing, Stgo. Chile
2008, p. 397, el autor agrega: “Esta diferente manera de concebir al contrato obliga a revisar el
alcance de su fuerza obligatoria, que tradicionalmente ha permitido sostener que ante el incum-
plimiento, el acreedor debe instar por el cumplimiento en naturaleza o ejecución forzada. La
fuerza obligatoria del contrato, recogida en el art. 1545 CC, ha sido interpretada de tal manera
que frente al incumplimiento el “querer” de las partes a la época de celebrarse el contrato se
intente perpetuar mediante la ejecución forzada bajo el amparo del principio de permanencia
de los contratos”. Luego enuncia que en el Common law se da la regla del “enforceability”,
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 821
de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo. Chile 2008, p. 477.
Agrega: “Consideramos que sólo una noción objetiva de incumplimiento en los términos ex-
puestos es capaz de articular estos mecanismos de protección del acreedor lesionado, funcional
a dicho interés y que le permite obtener lo que le hubiese valido el cumplimiento cabal, íntegro
y oportuno del contrato”.
1790
BARROS BOURIE, Enrique, Finalidad y alcance de las acciones y los remedios contrac-
tuales, en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo-
Chile 2008, p. 407, más adelante expone: “…debe entenderse que estas acciones dan lugar a
una concurrencia acumulativa o, de lo contrario, alternativa de derechos”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 823
en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, ob. cit., p. 400; a su vez cita a AL-
CALDE RODRÍGUEZ, Enrique, “Acción resolutoria y excepción de contrato no cumplido”, en Rev.
Actualidad Jurídica 8 (Universidad del Desarrollo, julio 2003, pp. 69-83.
1792 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN Antonio, Sistema de derecho civil, Edit. Técnos, 7ª edición,
Madrid, 1995, T-II p. 225 agrega a posteriori: “Pero la acción de cumplimiento no agota las
medidas protectoras del acreedor. Hay que prever la hipótesis, bastante frecuente, de que, pese
a la condena judicial, el deudor no cumpla voluntariamente”.
824 GASTÓN SALINAS UGARTE
1793
BARROS BOURIE, Enrique, Finalidad y alcance de las acciones y los remedios contrac-
tuales, en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo.
Chile 2008, p. 411. Más adelante agrega: “Nuestros ordenamientos civil y procesal reconocen
dos pretensiones de prestación en naturaleza dirigidas a que la prestación sea obtenida del propio
deudor: la acción dirigida hacia el cuerpo cierto en poder del deudor y los apremios al deudor
de una obligación de hacer (artículos 438 Nº1 y 543 CPC, en relación con 1553 regla 1ª CC).
1794 DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN Antonio, Sistema de derecho civil, ob. cit., T. II, p. 225.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 825
los contratos de servicios”, en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit.
LegalPublishing, Stgo. Chile 2008, p. 512.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 827
1798 BARROS BOURIE, Enrique, Finalidad y alcance de las acciones y los remedios contrac-
tuales, en Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo.
Chile 2008, p. 414.
1799 LLAMAS POMBO, Eugenio, “Cumplimiento por equivalente y resarcimiento del daño
del acreedor. Entre la aestimatio rei y el id quod interest”, Edit. Trivium, Madrid, 1999, p. 20;
IZQUIERDO TOLSADA, Sistema de responsabilidad civil contractual y extracontractual, p. 119;
LORENZETTI, Tratado de los contratos, parte general, p. 586.
1800 PANTALEÓN PRIETO, El sistema de responsabilidad contractual, materiales para un
debate, ADC, Min. Justicia, Secretaría Gral. Técnica, Centro de publicaciones, Madrid, 1991,
p. 1020.
828 GASTÓN SALINAS UGARTE
1801 MAYO, Jorge Alberto y PREVOT, Juan Manuel, Responsabilidad contractual, ob. cit.,
pp. 94-95.
CAPÍTULO II
ACCIONES TENDIENTES A OBTENER EL CUMPLIMIENTO
DE UNA OBLIGACIÓN O PRECAVER UN DAÑO
1802 LLAMAS POMBO, Cumplimiento por equivalente y resarcimiento del daño al acreedor,
Por otro lado, la indemnización de perjuicios tiene por objeto reparar los
daños causados por la tardanza, y ante este escenario estamos frente a una
indemnización del tipo moratoria.
1803 MAYO, Jorge Alberto y PREVOT, Juan Manuel, Responsabilidad contractual, ob. cit.,
pp. 111-112.
1804 Código Civil, art. 1556.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 831
A su vez, el artículo 1672 del Código Civil, dispone que si la cosa perece
por culpa del deudor, la obligación subsiste, pero varía el objeto; el deudor
queda obligado a pagar el precio de la cosa y a indemnizar al acreedor, y
en este caso se acumula una obligación compensatoria.
2. EL JUICIO INDEMNIZATORIO
1805 Del mismo modo para la transacción, rige la regla del art. 2463 CC.
1806 CORRAL TALCIANI, Hernán, Lecciones de responsabilidad civil extracontractual, Editorial
los medios legales, a fin de que el deudor le procure aquello a que se obligó
el deudor o para hacerlo procurar por otro a costa del deudor.
1807 MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad por daños, ob. cit., T. I, p. 367. El autor hace
referencia a los arts. 508, 505, 522 y 529 del Cód. Civil argentino.
1808 DE ÁNGEL YAGÜEZ, Ricardo, Tratado de Responsabilidad Civil, Edit. Civitas, Madrid,
1993, p. 904.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 833
1809 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil de las Obligaciones, Editorial Jurídica
1811 Sentencia 19 de abril de 1944, Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 42, sec.1ª,
p. 79.
1812 Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo 97 (2000), Nº 3, sec. 2ª, p. 79.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 835
1813 ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, ob. cit. , 4ª edición, 2005, pp. 726-727. Previo
a esto el autor señala: “Para la mayoría de los autores la de indemnizar los perjuicios es la
misma obligación que dejó de cumplirse, y que ante el incumplimiento cambia de objeto: en
vez de perseguirse el cumplimiento de la obligación tal como ella se originó, se pretende una
suma de dinero que represente al acreedor lo mismo que le habría significado a su patrimonio
obtener el cumplimiento fiel de aquélla”.
1814 GATICA PACHECO, Sergio: Aspectos de la Indemnización de perjuicios por incumplimiento
junto con la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas a elección suya:…”.
1817 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo: Teoría de las obligaciones, Tercera edición, Zamorano
Editorial Nascimento, año 1937, T. XI, p. 724. “El valor de la indemnización debe ser, por lo
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 837
Lo que hay que tener presente, es que para la doctrina clásica, si la in-
demnización de perjuicios se funda en la condición resolutoria tácita, sólo
puede exigirse la indemnización previa exigencia del cumplimiento forzado
o de la resolución. Y reiteramos que obviamente una de las dos opciones,
jamás en conjunto por ser incompatibles. Esto nos da pie para indicar que
estas acciones están orientadas a amparar las obligaciones que nacen de los
contratos bilaterales. Por otro lado, lo que se busca con estas acciones es
precisamente reparar el daño causado.
1820
RODRÍGUEZ GREZ, Pablo, Responsabilidad Contractual, Editorial Jurídica de Chile, año
2003, p. 215.
1821
DÍEZ-PICAZO, Luis, ROCA TRIAS, E. y MORALES, Antonio Manuel, Los principios del
derecho europeo de contratos, agregan: “En el sistema de responsabilidad de los PECL, como
en el de la CISG, todos los remedios tienen como supuesto de aplicación el incumplimiento,
aunque algunos remedios introducen otros requisitos en su aplicación. Así, por ejemplo, la
resolución exige que el incumplimiento sea esencial (art. 8.103); y la indemnización de daños
no se aplica en los casos en que exista una causa de exoneración (art. 9.501)”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 839
En oposición a las obligaciones que nacen del contrato, éste crea derechos
y establece acciones a favor del respectivo acreedor para hacerlas cumplir.
Toda obligación coloca al deudor en la necesidad jurídica de cumplir la
prestación que ha prometido, de hacer lo que se ha comprometido a hacer,
de abstenerse de lo que se ha comprometido a no hacer.
1822 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de Derecho Civil Chileno y comparado, Santiago,
En todo caso, es importante destacar que hay casos en los que los obs-
táculos al cumplimiento no liberan al deudor del deber de cumplir, pero
justifican que no esté obligado a indemnizar por el retraso en el cumpli-
miento.1824 Se suelen dar como casos de la situación anterior: a) La regla
“genus nunquam perit”, en cuanto a que en la obligación genérica, la pérdida
de la cosa dispuesta para el cumplimiento no libera, porque sigue siendo
posible el cumplimiento. B) La obligación del contratista en caso de pér-
dida o deterioro fortuito de la obra. C) La obligación del arrendador en el
arrendamiento de cosas, en cuanto se exige un resultado de proporcionar al
arrendatario el goce útil y pacífico de la cosa arrendada, etc.
1823
PALAZÓN GARRIDO, María Luisa, El nuevo derecho contractual europeo, en Europa y
los límites de la autonomía privada, editor Juan Miguel Osorio Serrano, Editorial Universidad
de Granada, España, 2005, pp. 85-86. Agrega la autora que para las obligaciones no dinerarias
rige el art. 9102.
1824 MORALES MORENO, Antonio, La modernización del derecho de obligaciones, ob. cit.,
pp. 73-76.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 841
1825 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., T. XI, p. 690.
“De modo que la referencia a los contratos bilaterales que consigna el art. 1489 es meramente
enunciativa. Y como, según el art. 1567, el evento de la condición resolutoria es un modo de
extinguir las obligaciones, cuando esa condición consiste en el no cumplimiento por una de las
partes de lo pactado, el acreedor tiene que pedir que se declare la resolución”.
842 GASTÓN SALINAS UGARTE
derecho a demandar una sanción tan radical como la resolución. Por ello se
habla de que el incumplimiento resolutorio debe ser significativo o esencial,
para que la resolución no sea utilizada en deshacerse de contratos molestos
o meramente inconvenientes.1826
La resolución alcanza en sus efectos a los terceros de mala fe. Arts. 1490
y 1491 C.C.
Publishing, Santiago, 2010, p. 226. También BARROS BOURIE, Enrique, “Finalidad y alcance de
las acciones y los remedios contractuales”, Estudios de derecho civil IV, LegalPublishing, Stgo.
2008, p. 422; ALCALDE RODRÍGUEZ, Enrique, en Rev. Chilena de Derecho, 2003, pp. 387 y ss.
1827 R. de D. y J. t. XXIII, sec. 1ª, p. 323 y T. XLVI, sec. 2ª, p. 79.
1828
CORRAL TALCIANI, Hernán, Contratos y daños por incumplimiento, p. 223, agrega el
autor: “Desde un tiempo a esta parte, siguiendo quizá demasiado servilmente la terminología y
dogmática anglosajona, se habla de 'remedios' ante el incumplimiento (de remedies), dentro de
los cuales estaría el cumplimiento forzado, ya sea en especie o en equivalente, la indemnización
de perjuicios, la responsabilidad por evicción o vicios ocultos, el derecho de retención, la acción
subrogatoria y otros instrumentos que buscan la satisfacción, en la mayor medida posible, del
acreedor. Entre ellos un lugar especial adquiere la facultad de desligarse del contrato y tenerlo
por no celebrado negándose así también a cumplir la obligación que le competía al acreedor o
pidiendo la restitución de lo que hubiera dado en ejecución del contrato”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 843
Sin embargo, la acción que concede el art. 1486 y niega el art. 2271, es
la acción resolutoria que proviene del incumplimiento de las respectivas, y
no la acción rescisoria, que proviene de un vicio de nulidad relativa.
Otras veces, sin incurrir en este error, el Código emplea expresiones im-
propias. El art. 1826 faculta al comprador, cuyo vendedor retarda la entrega
por su hecho o culpa, para perseverar en el contrato o desistir de él. Y el art.
2101 autoriza a los socios, cuyos consocios no efectúan el aporte convenido,
por su hecho o culpa, para dar la sociedad por disuelta. En ambos casos se
trata del ejercicio de la acción resolutoria.1830
1829VIAL DEL RÍO, Víctor, Teoría General del Acto Jurídico, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 2003, p. 350.
1830 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil de las Obligaciones, Edit. Jurídica
1833
VIAL DEL RÍO, Víctor, Teoría General del Acto Jurídico, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 2003, p. 347.
1834 PEÑAILILLO
ARÉVALO, Daniel, Las obligaciones, Stgo. Chile, Edit. Jurídica, reimpresión
2006, pp. 434-435, continúa: “Examinando su origen desde otro punto de vista, con lo expuesto
puede verse que la acción resolutoria surge en la situación de incumplimiento (salvo las discutidas
situaciones de pacto comisorio calificado), en la que el acreedor cumplidor tiene la opción de pedir
cumplimiento o resolución, como el medio para concretar la alternativa de resolución”.
1835 R. de D. y J., t. XXI, Secc.1ª, p. 616.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 845
Será mueble o inmueble, según lo sea la cosa debida, el art. 580 CC, y
esta calificación importa para efectos de determinar el tribunal competente
para conocer de la acción.
Sin embargo, para conocer los efectos de esta condición se requiere saber
si se encuentra pendiente, fallida o cumplida. Nuestro Código, al decir que la
condición se llama resolutoria cuando por su cumplimiento se extingue un de-
recho, está indicando que ella no se opone al nacimiento de la obligación. Por
consiguiente, la obligación debe ser considerada como si fuere pura y simple
o como si sus efectos no estuvieran modificados por una condición.1838
1840 CORRAL TALCIANI, Hernán, Contratos y daños por incumplimiento, p. 223. “No obs-
tante, no hay propia condición puesto que el incumplimiento no resuelve el contrato, sino que
sólo da derecho al otro contratante pedir el cumplimiento forzado o la resolución, ambas con
indemnización de perjuicios. Por eso la resolución requiere que se demande ante el Juez y que
el contrato se declare resuelto por sentencia judicial ejecutoriada”.
1841 Código de Procedimiento Civil, art. 310.
848 GASTÓN SALINAS UGARTE
1842
CORRAL TALCIANI, Hernán, Contratos y daños por incumplimiento, p. 226. Agrega: “Es
el criterio que aplica el Common Law, en el que se distingue entre conditions y warranties para
autorizar la resolución ante el incumplimiento de las primeras y negarla para la infracción de
las segundas, pero también en el Derecho codificado, en el que si las normas guardan silencio
la jurisprudencia ha llegado a la conclusión de que el incumplimiento debe ser suficientemente
grave, importante o esencial”.
1843 VIO VÁSQUEZ, Efraín, Las obligaciones condicionales, ob. cit., p. 325.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 849
1845 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno, ob. cit., T.XI, p. 723. “Se
Entre las disposiciones legales que las contemplan están: a) El art. 761
C.C., en el fideicomiso; b) art. 1078 CC, en las asignaciones testamentarias
bajo condición suspensiva; c) art. 1492 inc. Final CC, respecto del acree-
dor condicional; d) art. 755 inc. 2º Cód. de Proced. Civil, en los juicios de
divorcio y nulidad de matrimonio.
1848
ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, ob. cit. , 4ª edición, 2005, pp. 681-689. Aun
cuando el autor estima que nuestro Código Civil no ha establecido en parte alguna una norma
general que permita el ejercicio de la acción oblicua, siendo contraria a las normas generales
que no toleran la intromisión de extraños en negocios ajenos, por lo que los acreedores sólo
pueden sustituirse al deudor en los casos expresamente facultados.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 853
Es la que concede la ley a los acreedores con el objeto de dejar sin efecto
los actos o contratos del deudor ejecutados fraudulentamente en perjuicio
de sus derechos, concurriendo los requisitos que señala la ley. En cuanto
a su naturaleza jurídica se la considera como una acción de nulidad, otros
estiman se trata de indemnización y la más acogida corresponde a que se
trata de una acción de inoponibilidad.
1849 ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, ob. cit. , 4ª edición, 2005, p. 691. “Nos parece
que es una acción directa: los actos del delegado que perjudican al mandatario, perjudican en
verdad al mandante, y por ello se le permite cobrar directamente al delegado”.
1850 MEZA BARROS, Ramón, Manual de derecho de las obligaciones, 9ª edición, ob. cit.,
pp. 301-302. “De este modo, el propósito último de la acción pauliana o revocatoria es el mismo
de la acción oblicua o subrogatoria: incorporar bienes al patrimonio del deudor”.
854 GASTÓN SALINAS UGARTE
1851 ABELIUK
MANASEVICH, Las obligaciones, ob. cit., 4ª edición, 2005, p. 704. Agrega: “El
beneficio de separación es una medida de precaución que no persigue el cumplimiento mismo,
sino asegurarlo mediante la conservación del patrimonio que respondía de sus acreencias en
virtud de la garantía general del art. 2465”.
1852 DEVIS ECHANDÍA, Hernando, Teoría General del Proceso, Editorial Universidad, 1984,
t.1, p. 298.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 855
1853 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho civil, 4ª edición, ob. cit., pp. 345-347. En cuanto a los
efectos de la nulidad respecto de terceros, el art. 1689 CC establece que la nulidad judicial-
mente pronunciada da acción reivindicatoria contra terceros poseedores; sin perjuicio de las
excepciones legales. Se entiende por terceros poseedores los que tienen la cosa en su poder o
han constituido derecho sobre ella.
1854 MORELLO, Augusto Mario, Ineficacia y frustración del contrato, p. 89. “Los supuestos
legales que la doctrina suele dar como aplicación de la misma se explican recurriendo a otras
construcciones técnicas más convincentes (en especial, la ineficacia sucesiva).
856 GASTÓN SALINAS UGARTE
Jurídica, Santiago de Chile, 2006, pp. 1013-1014. El autor en la letra a) precedente, de la cita
expone: “En otras palabras, la víctima no puede demandar el lucro cesante que se sigue del
contrato nulo (porque no hay contrato que se pueda invocar como fuente de responsabilidad),
sino sólo el que resulte de no haber aprovechado una oportunidad cierta de negocios por haber
confiado en la validez del contrato que resultó ser nulo. Sin embargo, conviene tener presente
que existen casos de nulidad en que el perjuicio por lucro cesante no puede ser otro que el be-
neficio contractual perdido. Así ocurre, por ejemplo, cuando un contrato de seguro es declarado
nulo por reticencia dolosa de la compañía; en circunstancias que el fin asegurado es obtener
cobertura del riesgo, carecer de ella por la negligencia o dolo de la compañía es un perjuicio
que se sigue del ilícito precontractual”.
1856
BARAHONA GONZÁLEZ, Jorge, “La acción redhibitoria como acción de nulidad”, en
Estudios de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo. Chile,
2008, p. 660. Continúa el autor: “En este sentido, podría ser una acción de desvinculación en
protección del interés del comprador que la ejerce, pero de operación voluntaria (opcional).
Por eso mismo, estimo que su fundamento sólo indirectamente se puede encontrar en el in-
cumplimiento del deudor”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 857
1857 WEINGARTEN, Celia, Manual de derecho de daños, Edit. La Ley, Bnos. Aires, 2010,
p. 187. La autora hace referencia a los defectos a que alude el art. 926 del Cód. Civil argentino,
y agrega luego: “Los vicios redhibitorios sólo pueden funcionar si se ha otorgado el efectivo
cumplimiento del contrato o de la prestación, objeto mediato del contrato. Es decir, los que en-
cuadramos dentro del efecto poscumplimiento en secuencia jurídico-temporal del contrato”.
1858 WEINGARTEN, Celia, Manual de derecho de daños, ob. cit., p. 192. “Es viable esta acción
cuando los vicios no son tan graves, es decir, aunque deteriorada puede cumplir su destino”.
1859 CORRAL TALCIANI, Hernán, Lecciones de responsabilidad civil extracontractual,
ob. cit., p. 335. “La víctima tiene una facultad para elegir en la demanda la forma de repara-
ción que prefiera, de manera que podría hablarse de un cierto derecho de la víctima de exigir
“la supresión del ilícito” por medidas no patrimoniales. Este derecho, sin embargo, tiene sus
858 GASTÓN SALINAS UGARTE
dica, Santiago de Chile, 2006, p. 869. Agrega el autor que “usualmente la acción de reparación
en naturaleza es subsumida bajo la forma de una acción indemnizatoria, porque se demanda la
suma de dinero necesaria para que la víctima quede restituida al estado anterior al accidente (…)
En el ámbito contractual ello resulta evidente porque el incumplimiento del contrato da lugar
a acciones de ejecución forzada (satisfacción en naturaleza) y de responsabilidad contractual
(satisfacción por equivalencia)”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 859
5.1. Competencia
1861 MATURANA M., Cristián y MONTERO L., Raúl, Derecho procesal penal, LegalPublishing,
2010, T.II, p. 688. “El querellante junto con deducir la adhesión a la acusación o acusar particu-
larmente, puede si es víctima y ha experimentado perjuicios con la comisión del delito, deducir
una demanda civil sólo en contra del imputado (artículo 261 letra d)”.
860 GASTÓN SALINAS UGARTE
Cabe señalar a este respecto que el art. 108 C.O.T. define la competencia
como: la facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios
que la ley ha colocado dentro de la esfera de sus atribuciones. A cada juez
se le otorga la facultad para conocer de determinados asuntos.
1862
COLOMBO CAMPBELL, Juan, La competencia, Edit. Jurídica de Chile, 1959, p. 84. “Tra-
tándose de acciones muebles, es menester distinguir: a) Se trata de una de aquellas acciones que
la ley reputa muebles al tenor del art. 580. El juez competente para conocer de ellas, es el del
lugar donde deba cumplirse la obligación, según las reglas del pago. b) Se trata de una acción
que recae sobre bienes muebles, derechos personales; será juez competente el que determinen
las partes y, a falta de estipulación, el que resulte de la aplicación de las reglas del pago, con
lo que volvemos a la regla general de acciones muebles, la que dispone, en tercer término, que
es juez competente el del domicilio del deudor”.
1863 A la acción civil dentro del nuevo proceso penal se refieren los artículos 6, 59 a 68, 78
letra c) 109 letra c), 157, 158,189, 238 letra e) 240, 241, 242, 243, 244, 261 letra d), 262, 273,
277 letra c), 324, 242 letra e) 347, 393 inc. 2º, 405, 412, 472, 479, del Código Procesal Penal.
Conceptualmente, en este ámbito se define la acción civil como aquella que se ejerce en el
proceso penal para obtener la restitución de objetos recogidos o incautados o que es deducida
por la víctima en contra del imputado para perseguir las responsabilidades civiles provenientes
del hecho punible (art. 59 del CPP). Se clasifica de acuerdo a la pretensión cuya satisfacción
se persigue mediante el ejercicio de la acción civil, en acción civil indemnizatoria y acción
civil meramente restitutoria.
La acción civil indemnizatoria es aquella que persigue hacer efectiva las responsabilidades
civiles provenientes del hecho punible mediante el pago de indemnizaciones especiales que
para ciertos delitos establece la ley o la indemnización general de acuerdo con las normas de
responsabilidad extracontractual.
En consecuencia, dentro de la acción civil indemnizatoria podemos distinguir las acciones
indemnizatorias especiales y las acciones indemnizatorias especiales.
Es aquella que tiene por objeto la mera restitución de la cosa sobre la cual recayó el delito
o los efectos de éste o los instrumentos destinados a su comisión.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 861
Digamos que los daños que puede sufrir una persona se clasifican en
materiales (o patrimoniales) y morales (inmateriales o extrapatrimoniales),
atendiendo a los bienes jurídicos que resultan lesionados por la infracción
del contrato o la comisión del hecho ilícito de que se trate. El resarcimiento
de los daños patrimoniales no ofrece dudas de ninguna especie y es uná-
nimemente aceptado por la doctrina y la jurisprudencia, tanto en materia
contractual como delictual. No ha ocurrido lo mismo, sin embargo, tratán-
dose de los daños morales. 1864
Por estas razones, la indemnización del daño moral ha seguido una larga
y tortuosa evolución jurisprudencial, tanto en nuestro derecho como en el
1865 GHERSI, Carlos Alberto,Valuación económica del daño moral y psicológico, Editorial
1867 YZQUIERDO TOLSADA, Mariano, La Responsabilidad Civil del Profesional Liberal, Buenos
1870 GHERSI, Carlos Alberto, Valuación económica del daño moral y psíquico, ob. cit., p. 98.
1871 YZQUIERDO TOLSADA, Mariano, ob. cit., pp. 420 y 421.
1872 Por ej. Fallos del Mes, Nº 231, C.S. 20 octubre 1994, pp. 558 y ss.
866 GASTÓN SALINAS UGARTE
6. PERJUICIOS A INDEMNIZAR
1877 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil, de las Obligaciones, Ed. Jurídica
de Chile, 9ª edición, año 2001, p. 236. El autor da como fundamento la regla del art. 1672;
si la especie o cuerpo cierto debido perece por culpa del deudor y, por consiguiente, se hace
imposible el cumplimiento de la obligación en la forma convenida, puede el acreedor demandar
su precio. Por lo demás, la regla particular del art. 1537, aplicable a la cláusula penal, no se
justificaría de otro modo. Por último señala: Todavía el art. 1489 faculta al acreedor para pedir
la resolución del contrato con indemnización de perjuicios y pone en claro que no le es posible
demandar directamente el resarcimiento del daño.
1878 R. de D. y J., t. XXX, sec. 1ª, p. 465.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 869
Puesto que la obligación se contrae para que sea cumplida, la ley con-
fiere al acreedor; en primer término, la facultad de obtener el cumplimiento
compulsivamente.
2003, p. 289.
870 GASTÓN SALINAS UGARTE
cimento, Santiago, 1937, p. 692. Agrega el autor: “Si la obligación tiene por objeto entregar
una especie o cuerpo cierto y la entrega es imposible, porque se ha perdido totalmente, ha sido
hurtado o robado, o se ha extraviado y se ignora su paradero, siendo culpable el deudor, el
acreedor podrá exigir del deudor el valor de la cosa con indemnización de perjuicios. La acción
del acreedor debe deducirse contra el deudor, contra la persona obligada o sus herederos, porque
es una acción personal. La obligación no da al acreedor un jus in re, sino un jus ad rem, contra
la persona del deudor para hacerlo condenar a dar la cosa”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 871
1883 ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, ob. cit. , 4ª edición, 2005, T. II, p. 715. Agrega
el autor: “Se procederá a embargar el que exista en poder del deudor (por ejemplo, depositado
en cuenta corriente, consignado a favor del deudor, se le embargan bienes suficientes suyos, en
su oportunidad se sacan a remate, pagándose al acreedor con el producto de la subasta”.
1884 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil de las Obligaciones, Edit. Jurídica
Los dos primeros pueden ejercitarse por la vía ejecutiva, siempre que
el título sea ejecutivo y la obligación determinada y actualmente exigible,
teniéndose presente que los hechos pueden ser materiales o jurídicos, lo que
importa para efectos de calificar su posibilidad de ejecución. En cambio, el
3º no se puede ejercitar ejecutivamente, porque la obligación de indemnizar
perjuicios no es, por lo general, líquida; será este derecho el único que puede
prácticamente ejercitar cuando la obligación supone especiales aptitudes
de parte del deudor.
1885 CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, Edit. Nascimen-
to, Santiago, 1937, p. 693, agrega: “Es esta una consecuencia del principio de que el contrato es
ley entre los contratantes. El deudor que se viera en dificultades para ejecutar el hecho a que se
obligó, o a quien no fuera ya conveniente ejecutarlo, no podría ofrecer al acreedor la ejecución
de otro hecho distinto en su reemplazo o indemnizarle los perjuicios; el acreedor tiene derecho
a la ejecución del contrato, y puede exigir, en primer lugar, que se apremie al deudor para la
ejecución del hecho convenido”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 873
El artículo 1555 señala los derechos del acreedor frente al deudor que
viola la obligación de no hacer.
1888
CLARO SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, Edit. Nas-
cimento, Santiago, 1937, p. 700. “Por eso la ley establece que toda obligación de no hacer, si
el deudor contraviene a ella, se resuelve en la indemnizar los perjuicios, el contrato subsiste,
pero la obligación cambia de objeto”.
1889 ATIYAH, P.H., en el derecho inglés, Essays on contract, Oxford, 1986.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 875
1890 MOSSET ITURRASPE, Jorge y PIEDECASAS, Miguel, Responsabilidad contractual, ob. cit.,
pp. 283-284. El autor después de exponer lo señalado precedentemente, a su vez, cita los
principios Unidroit art. 7.3.3.
876 GASTÓN SALINAS UGARTE
1. INTRODUCCIÓN
En las dos primeras hipótesis del art. 1556 del CC1892, “no haberse cum-
plido la obligación” o “haberse cumplido imperfectamente” la indemniza-
En todo caso, debemos advertir que la disposición general del art. 1556,
en orden a indemnizar tanto el daño emergente como el lucro cesante, tiene
la limitante de contemplar las excepciones que establezca la ley expresa-
mente; es decir, existen casos en los cuales la ley limita la indemnización
sólo al daño emergente, como en los casos del arrendamiento, arts. 1930
y 1933 CC.1893
2. CONCEPTO
1893 CLARO
SOLAR, Luis, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, Edit. Nasci-
mento, Santiago, 1937, p. 725. “Así en el contrato de arrendamiento, por ejemplo, los arts. 1930
y 1933 limitan la indemnización al daño emergente en los casos que indican”.
1894 RAMOS PAZOS, René, De las obligaciones, Editorial LexisNexis Chile, Santiago de
3. FUNDAMENTOS
a. “Con la noción del ‘id quod interest’ se trata así de reponer en la esfera
jurídica del acreedor lo que media entre su situación real y la situación en
la que se encontraría en caso de que el cumplimiento exacto hubiese tenido
lugar. Pero si además del valor de la prestación, está comprobado que el
acreedor ha sufrido a través del incumplimiento otros daños, estaremos en
su sentido más propio ante el resarcimiento de daños y perjuicios”.1898
1895 ABELIUK MANASEVICH, Las obligaciones, Tomo II, cuarta edición actualizada, Edit.
Jurídica de Chile, Santiago, Chile, 2005, p. 725. “La indemnización de perjuicios tiende a
obtener un cumplimiento de la obligación por equivalencia, o sea, que el acreedor obtenga
económicamente tanto como le habría significado el cumplimiento íntegro y oportuno de la
obligación; por ello debemos definirla como la cantidad de dinero que debe pagar el deudor al
acreedor y que equivalga o represente lo que éste habría obtenido con el cumplimiento efectivo,
integro y oportuno de la obligación”.
1896 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil. De las obligaciones. Editorial Jurídica
importa una violación al sistema jurídico, además del daño a una persona
determinada. En el Derecho actual ésta no puede repararlo por sí misma,
pues está prácticamente desterrada la autotutela: la indemnización de per-
juicios es el principal medio establecido por la organización jurídica a fin de
que el lesionado obtenga su resarcimiento en todos aquellos casos en que la
protección del Estado es importante para obtener el cumplimiento mismo;
2º Por la misma razón, la indemnización de perjuicios constituye una sanción
civil al acto ilícito, violatorio de la norma jurídica, que lleva envuelto el
incumplimiento, y 3º La indemnización de perjuicios tiende por ello mismo
a forzar al deudor a cumplir, a fin de evitarse tener que pagarla”.1899
1899 ABELIUK M., René, Las obligaciones, 4ª edición, 2005, p. 725. Luego señala otras
4. CLASES DE INDEMNIZACIÓN
ob. cit., p. 207. Agrega el autor: “En cambio, la indemnización moratoria no es incompatible
con el hecho de que se cumpla la obligación, ya que sólo persigue el resarcimiento de los daños
que ocasiona el cumplimiento tardío”.
882 GASTÓN SALINAS UGARTE
5. REQUISITOS
1904 ABELIUK M., René, Las obligaciones, 4ª edición, 2005, T.II, pp. 729-730, continúa el
autor: “Así lo señala muy claramente el art. 1553, que permite en las obligaciones de hacer,
además de los perjuicios por la mora, solicitar la indemnización compensatoria”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 883
perspectiva del deudor, y del deber jurídico que sobre él pesa, o desde la
perspectiva del derecho y del interés del acreedor. Desde el primero de los
puntos de vista esbozados, habrá de preguntarse en qué medida ha observado
el deudor el deber jurídico que le incumbe, mientras qué desde el segundo
punto de vista la pregunta debe dirigirse a investigar en qué medida ha re-
cibido satisfacción o ha sido vulnerado el interés o derecho del acreedor a
cuyo logro la relación obligatoria se encontraba enderezada”.1905
1905 MAYO, Juan Alberto y PREVOT, Juan Manuel, Responsabilidad contractual, ob. cit.,
p. 297. Agregan los autores: “El problema que plantea la utilización de la idea de incumpli-
miento es que bascula en gran medida sobre la primera de las perspectivas citadas, dejando a
la sombra a la segunda”.
1906 CC italiano art. 1218: “El deudor que no cumple exactamente con la prestación debida
está obligado al resarcimiento del daño si no prueba que el incumplimiento o el retardo ha sido
determinado por imposibilidad de la prestación de causa no imputable a él”.
1907 Art.1556: La indemnización de perjuicios comprende el daño emergente y el lucro
1908 ABELIUK M., René, Las obligaciones, ob. cit., 4ª edición, T. II, p. 710.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 885
5.1.1. Incumplimiento
1909 PUIG PEÑA, Federico, “El incumplimiento contractual como acto injusto”, en Revista
5.1.3. El incumplimiento
como acto injusto
1910 MEJÍAS ALONZO, Claudia, “El incumplimiento contractual y sus modalidades”, en Estudios
de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo. Chile, 2008, p. 474.
Luego agrega: “Así las cosas, el incumplimiento se nos presenta como una noción objetiva des-
provista de toda valoración de conducta del deudor que denota cualquier desviación del programa
de prestación convenido por las partes y que es posible construir a partir de las normas que el
legislador proporciona en materia de pago, del denominado efecto normal de las obligaciones”.
1911 MEJÍAS ALONZO, Claudia, “El incumplimiento contractual y sus modalidades”, en Estudios
de derecho civil III Jornadas Valparaíso 2007, Edit. LegalPublishing, Stgo. Chile 2008, p. 475.
1912 FUEYO LANERI, Cumplimiento e incumplimiento…, ob. cit., p. 258.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 887
c) Culpabilidad.
d) Antijuridicidad.
1913 MAYO, Jorge Alberto y PREVOT, Juan Manuel, Responsabilidad contractual, ob. cit., p. 293.
1914 Se trata de reparación de daño como compensación y sanción civil por el incumplimiento
En cuanto al daño moral, éste ha sido definido por FUEYO LANERI como
“aquel que se causa con motivo de la ejecución de un hecho ilícito, el
incumplimiento de un contrato o la frustración de la relación en su etapa
precontractual, siempre que se afecte a la persona o se vulnere un bien o
derecho de la personalidad, o un derecho de familia propiamente tal”.1923
DIEZ SCHWERTER conceptualiza el daño moral como “la lesión a los in-
tereses extrapatrimoniales de la víctima”, que son aquellos que afectan “a
1922
Corte Suprema, 4 de agosto de 1933, RDJ, t. XXX, sec. 1ª, p. 524.
En la nota al fallo de la Corte Suprema, Alessandri dice que “la Corte no fundó la noción
de perjuicio en la privación de un derecho que formaba parte del patrimonio de la víctima,
sino lisa y llanamente en la privación de los beneficios que el actor recibía en el hecho del
accidentado”.
1923 FUEYO LANERI, Fernando, Instituciones de Derecho Civil Moderno, Edit. Jurídica de
1924 DIEZ SCHWERTER, José Luis, El daño extracontractual. Jurisprudencia y doctrina, Edi-
23291927 del Código Civil chileno dispone la reparación de “todo daño”, pero
debe ser un daño conectado con el hecho que se imputa al responsable.
Los perjuicios que se indemnizan son los que provienen del incumpli-
miento; “debe existir un nexo o relación inmediata, de causa a efecto, entre
el acto o hecho del hombre (acción u omisión) y el evento o daño, de manera
que se pueda inferir de ese nexo que el daño no se habría verificado sin aquel
acto, el cual debe ser premisa necesaria para verificación del daño.1930
1927 Art.
2328 CC: “Por regla general todo daño que pueda imputarse a la malicia o negli-
gencia de otra persona, debe ser reparado por ésta…”.
1928 CORRAL TALCIANI, Hernán, Lecciones de responsabilidad…, ob. cit., p. 143.
1929 Art 1558 CC: Si no se puede imputar dolo al deudor, sólo es responsable de los perjuicios
que se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato; pero si hay dolo, es responsable de
todos los perjuicios que fueron una consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido
la obligación o de haberse demorado su cumplimiento.
1930 MESSINEO, Francesco: Manual de Derecho Civil y Comercial, 8ª edición, Editorial Ejea,
1932 ABELIUK M., René, Las obligaciones, ob. cit., 4ª edición, 2005, T. II, pp. 733 y 751.
1933 RAMOS PAZOS, ob. cit., p. 251.
1934 MAYO, Jorge Alberto y PREVOT, Juan Manuel, Responsabilidad contractual, ob. cit.,
p. 297, agregan: “Por ello, preferimos cargar el acento en la perspectiva de la satisfacción o de
la violación del derecho de crédito, preguntándonos en qué medida el acreedor ha quedado o no
satisfecho, lo que, en línea de principio, es independiente de la valoración que deba atribuirse
al comportamiento del deudor y es en sí mismo un hecho perfectamente objetivo”.
894 GASTÓN SALINAS UGARTE
5.5. LA MORA
Ya hemos analizado esta institución en el título III de esta obra, sin per-
juicio de lo cual cabe destacar que, “el artículo 1557 de nuestro Código, que
se refiere a la indemnización de perjuicios, dice que ellos se deben desde la
constitución en mora del deudor y el artículo 1556 expresa que comprende
el daño emergente y el lucro cesante”.1935
1935 VIO VÁSQUEZ, Efraín, Las obligaciones condicionales, ob. cit., p. 287.
1936 IZQUIERDOTOLSADA, Mariano, “Responsabilidad civil contractual y extracontractual”,
ob. cit., pp. 165 y ss. Agrega respecto del derecho español en cuanto a opiniones doctrinales y
de jurisprudencia, en cuanto se requiere: 1º Que la obligación sea positiva; 2º Que la obliga-
ción sea exigible; 3º Que el cumplimiento todavía interese al acreedor; 4º Que el retraso sea
imputable al deudor; 5º Que haya mediado la interpelación del acreedor.
CAPÍTULO IV
DE LA AVALUACIÓN DE LOS PERJUICIOS
1. DE LA AVALUACIÓN JUDICIAL
1.1. Concepto
1937
Determinar el monto de los perjuicios es una mera cuestión de hecho, privativa de los
jueces del fondo. Corte Suprema, 18 abril 1950. R., t. 47, sección. 1ª, p. 127.
1938
ABELIUK MANASEVICH, René, Las obligaciones, p. 788: Los perjuicios pueden deter-
minarse de tres maneras por las partes de común acuerdo producidos ya los perjuicios, o
previamente mediante una cláusula penal, por la justicia o disposición legal que los fije.
1939 Avaluación Legal.: Ver TAPIA SUÁREZ, Orlando. De la responsabilidad civil en general y
Para ello el juez deberá guiarse por las reglas contempladas en nuestro
Código Civil, artículos 1556 y 1558 y por los antecedentes que las partes
acumulen en el juicio respectivo para fundamentar sus derechos, fallando
de acuerdo con lo que su criterio le indique.
1941 Si de acuerdo con los antecedentes de la causa, la resistencia y demora del contratante
demandado a cumplir el contrato de venta prometido irroga, por la desvalorización monetaria,
un perjuicio muy superior a la suma que como máximo de indemnización pidió el demandante,
los jueces, al elevar esa suma por concepto de reajuste, no incurren en el vicio de ultra petita
usando la facultad que les confirió el actor en su demanda de optar entre la cantidad que propuso
como máximo o la que, en subsidio, establecieron con el mérito de que se probare en autos.
El daño debe ser reparado en una extensión que deje indemne a la víctima. Esta es la regla
fundamental en materia de responsabilidad civil y, en lo que concierne especialmente a la res-
ponsabilidad contractual, constituye el último fundamento de los preceptos del Código Civil
que la regulan y, que salvo norma expresa en contrario, debe recibir plena aplicación.
La doctrina valorativa, que permite que las asignaciones de dinero por concepto de indemni-
zación sean reajustadas, aunque pueda ser una solución discutible dentro de una interpretación
demasiado ceñida al texto de los preceptos legales, no hay duda que en un caso como el de la
litis implica justicia y equidad evidentes. Y esto es lo que en definitiva debe tenerse particu-
larmente en cuenta para resolver situaciones que pueden considerarse controvertibles desde el
punto de vista jurídico. Corte Suprema, 24 junio 1976. Fallos del Mes Nº 211, sent. 8ª, p. 113,
al final (Consids. 7º, 9º y siguientes, pp. 116-118).
1942 Art. 768 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil Chileno: Causal de Recurso de Ca-
sación en la forma.
1943 Artículo 173 del Código de Procedimiento Civil.
898 GASTÓN SALINAS UGARTE
1944
Corte Suprema, 23 abril 1925. G. 1925, 1er semestre., Nº 25, p. 261. R., t. 23, sec-
ción. 1ª, p. 273. Si se litiga sobre la especie y monto de los perjuicios, y se prueba una y otra
cosa, la sentencia debe determinar la cantidad líquida que debe abonarse, lo cual no implica
que, en todo caso, deba el fallo mandar pagar al interesado todo lo que pide, ya que el artícu-
lo 173 (antiguo 196) del Código de Procedimiento Civil no priva al tribunal de sus faculta-
des para apreciar la prueba rendida y determinar el monto de los perjuicios, atendiendo a
que se hayan acreditado, en todo o sólo en parte, las afirmaciones de hecho de los litigan-
tes.
1945 RDJ, Tomo X, Parte 2ª, Sección 2ª, p. 67; Doctrina Corte de Apelaciones.
1946 RDJ, Tomo XV, Parte 2ª, Sección 1ª, p. 226.
1947 RDJ, Tomo V, Parte 2ª, Sección 2ª, p. 85; Doctrina Corte de Apelaciones.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 899
2. LA AVALUACIÓN LEGAL
1948 El art. 173 del Código de Procedimiento Civil permite discutir en un juicio la proce-
dencia de la obligación de indemnizar perjuicios y reservar para un juicio posterior o para un
incidente, el debate de su cuantía.
1949 Art. 580 del Código Civil.
1950 Corte Suprema, 11 julio 1913. R., t. 11, sección 1ª, p. 455.
900 GASTÓN SALINAS UGARTE
Establecido que deben repararse los perjuicios que se han causado con
motivo del incumplimiento, sea éste total o se haya realizado la prestación
imperfecta o tardíamente, corresponde avaluarlos conforme a ciertas bases
legales. Entonces, la avaluación legal se da cuando los contratantes no han
estipulado una cláusula penal y se aplica, en consecuencia, la avaluación
supletoria de los perjuicios que hace la ley, lo que corresponde tan sólo tra-
tándose de las obligaciones de pagar una suma de dinero. Sin embargo, cabe
tener presente que la ley sólo avalúa los perjuicios denominados moratorios,
esto es, los resultantes de haberse cumplido la obligación con retardo.
Delictual entre los Contratantes”. LexisNexis. Santiago. Chile. 2ª Ed. 2006, p. 201.
1952 MEZA BARROS, Ramón. Manual de Derecho Civil. De las Obligaciones. Jurídica de
En cuanto a las reglas dadas por el legislador, PRIETO RAVEST señala “el
art. 1559 precisa las normas a las que deben sujetarse las indemnizaciones
de perjuicios por la mora en el cumplimiento de las obligaciones que con-
sisten en pagar una cantidad de dinero”, tales reglas son1955:
1954 VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil Chi-
leno. Ed. Biblioteca Americana. Santiago Chile. 2003, pp. 252-253, agrega el autor: “Estima-
mos, sin embargo, que si por concepto de indemnización compensatoria el acreedor se limita a
demandar una suma equivalente al monto de la obligación principal, más la cantidad de dinero
que resulte de aplicar los intereses que establece la ley hasta el día del pago de dicha indemni-
zación compensatoria, no deberían probarse los perjuicios, ya que si así lo establece la ley para
la indemnización moratoria, nada se opone a que se aplique el mismo principio a la situación
anotada, que aunque no prevista por la ley resulta, en la práctica, igual a la situación que ésta
regula. En cambio, si por concepto de indemnización compensatoria el acreedor pretende una
cantidad de dinero que excede del monto de la obligación infringida más los intereses por cada
día de retardo hasta la fecha del pago, no cabe duda de que se encuentra obligado a probar los
perjuicios que justifican dicho monto superior”.
1955 P RIETO RAVEST, Enrique Horacio, Teoría general de las obligaciones, ob. cit.
p. 105.
1956 RAMOS PAZOS, René, ob. cit. p. 297.
902 GASTÓN SALINAS UGARTE
Para VIAL,1959 la avaluación que hace la ley de los perjuicios, sólo procede
cuando la obligación del deudor consiste en pagar una cantidad de dinero,
y se encuentra contemplada en dos disposiciones: el artículo 1559 del Có-
digo Civil y el artículo 16 de la ley Nº 18.010. Este último establece: “el
deudor de una operación de crédito de dinero que retarda el cumplimiento
de la obligación, debe intereses corrientes desde la fecha del retardo y a las
tasas que rijan durante ese retardo, salvo estipulación en contrario o que se
haya pactado legalmente un interés superior”.
1957 ABELIUK MANASEVICH, René. Las Obligaciones, Edit. Jurídica de Chile, Santiago, Chile,
El interés legal, es el que fija la ley directamente, como tasa que se debe
aplicar en los casos generales. –Hoy en día corresponde al interés corriente,
ya que en una época pretérita se fijaba en el 6% anual–.
1960 VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil
El interés corriente es “el interés promedio cobrado por los bancos y las
sociedades financieras establecidas en Chile en las operaciones que realicen
en el país”. Según se establece en el artículo 6º de la ley Nº 18.010.
1962 ABELIUK MANASEVICH, René, Las obligaciones, ob. cit. p. 797, Nº 899.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 905
Respecto al segundo punto, cuáles son los intereses que debe pagar el
deudor, FUEYO1964 indica:
b.- Se deben los convencionales que hayan fijado las partes, aunque
con las limitaciones de no ser inferiores al legal, ni superiores a los que
autoriza la ley.
c. Las normas anteriores sufren excepciones en los casos que las partes
hayan estipulado intereses por mora, y en los que la ley ordena el pago de
otros intereses en lugar de los legales.
1966
PRIETO RAVEST, Enrique Horacio, Teoría general de las obligaciones, ob. cit.,
p. 105. Agrega que esta regla no recibe aplicación en aquellos casos de los arts. 424 y 2156 del
CC, esto se refiere al tutor y el mandante respecto de los intereses del saldo que resulten en su
contra o de los utilizados en beneficio propio en el segundo caso.
1967 FUEYO LANERI, Fernando, ob. cit., p. 472.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 907
1971
PRIETO RAVEST, Enrique Horacio, Teoría general de las obligaciones, ob. cit.,
pp. 105-106.
1972 VIAL DEL
RÍO, Víctor, Manual de derecho de las obligaciones, ob. cit., p. 252. Después
agrega: “Como se ha dicho, la indemnización que procede de la aplicación de las normas
sobre avaluación de los perjuicios (que) establece la ley, contempla el pago de intereses por
el retardo, lo que supone que la obligación principal se cumple, aunque tardíamente. La ley
no avalúa los perjuicios para el evento de que, a instancias del acreedor, se hubiera declarado
resolución del contrato”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 909
VIAL1973 señala que el Nº 3 del artículo 1559 CC establece que los intere-
ses atrasados no producen interés, lo que significa que aquellos no devengan,
a su vez, intereses. Si bien esta regla aparece formulada específicamente
en relación con los intereses por la mora que avalúa la ley, la doctrina le
atribuye el alcance de un principio general y aplicable, en consecuencia, a
todo tipo de intereses, sean éstos o no moratorios. Aún más, hay consenso
en cuanto a que no es legítimo estipular el pago de intereses sobre intereses,
a menos que la ley lo autorice expresamente.
1973 VIAL DEL RÍO, Víctor, Manual de derecho de las obligaciones, ob. cit., p. 255.
1974 FUEYO LANERI, Fernando, ob. cit., p. 477.
1975 MEZA BARROS, Ramón, ob. cit., p. 278.
910 GASTÓN SALINAS UGARTE
Respecto de esto último, RAMOS PAZOS1977 señala que si las partes no han
convenido otra cosa, las rentas de arrendamiento atrasadas de bienes raíces
urbanos no devengan interés. Lo que no significa que se deban pagar en valor
nominal, pues la ley Nº 18.101 establece en su artículo 21 la reajustabilidad.
Por otra parte, aplicando la Regla Nº 4 del artículo 1559, se ha fallado que
las pensiones de jubilación pagadas con retardo no generan intereses.
ABELIUK1978 establece que tal como ocurre con la avaluación judicial, las
Reglas del artículo 1559 suplen la convención, de manera que las partes
pueden libremente alterarlas, fijando los intereses que se adeudarán en caso
de mora o simple retardo mediante una cláusula penal que no tiene otro
límite que el máximo que la ley permite estipular como intereses. Podrían
también convenir que se indemnice toda clase de perjuicios. Tampoco hay
inconveniente para que señalen que en caso de mora o simple retardo la
deuda se reajusta hasta su pago, según algún índice.
1976 ABELIUK MANASEVICH, René, De las obligaciones, ob. cit., p. 800. Nº 902.
1977 RAMOS PAZOS, René, ibíd., pp. 298 y 299, Nº 348.
1978 ABELIUK MANASEVICH, René, De las obligaciones, ob. cit., p. 800, Nº 903.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 911
3. DE LA AVALUACIÓN CONVENCIONAL
Este principio será adoptado por todos los autores del Derecho antiguo
francés, y principalmente por POTHIER,1981 aunque de forma no exactamente
idéntica a la de DOMAT.1982
1979 JUSTINIANO, Codicis Domini. Edici Priores, Venetis, Italie, 1591, pp. 1168-1169.
1980 DUMOULIN, De co Quod Interest Traslatus. Colonias Agrippinae. 1598, p. 23.
1981 POTHIER, Traité des obligations. Edici Fournil, París, Francia, 1982, pp. 132-138.
1982 DOMÍNGUEZ HIDALGO, Carmen. El Daño Moral. Editorial Jurídica de Chile, Santiago
3.1. Concepto
to. Ella puede estipularse como una pena, compatible con la indemnización
ordinaria de perjuicios, en cuyo caso corresponde como expresa la definición
de la misma, a una caución que sirve para asegurar el cumplimiento de la
obligación contraída. En la responsabilidad delictual y cuasidelictual, por
regla general, no es posible convenir anticipadamente el monto de la in-
demnización destinada a reparar el daño causado. Si tal ocurriera, creemos
nosotros, podría incurrirse en nulidad absoluta, ya que se estaría anticipando
los efectos del dolo o de la culpa grave, lo cual repugna a la naturaleza de
las disposiciones que regulan esta materia. En efecto, cualquiera que fuere el
monto establecido, lo cierto es que éste podría ser superior o inferior al daño
causado, y en ambas situaciones se dejaría de dar estricta y cabal aplicación
a la ley que ordena reparar el daño realmente producido. En muchos casos
no se ajustaría a derecho un pacto que regula anticipadamente los efectos de
un hecho ilícito. Numerosas otras razones confluyen para creerlo así, entre
otras, el hecho de que si el autor del daño estimara que conviene a sus inte-
reses pagar el perjuicio en función del provecho que obtiene al provocarlo,
indirectamente se estaría incitando a las personas a infringir la ley”.1988
Por otra parte, hay también una especie de garantía para el acreedor, en
cuanto no necesita éste probar perjuicios producidos, tanto en su fundamento
legal como en su monto concreto.1990
1990 SOMARRIVA, Manuel, Tratado de las Cauciones. Editorial Jurídica de Chile, Santiago
1991 DEMOGUE, René. Traité des obligations en généra1. Librairie Arthur Rousseau, Paris,
La ley cierra el paso a una posible discusión en contra del acreedor, sobre
el alcance real que resulta de no haberse cumplido; disposición que, de no
existir, restaría méritos a la institución.
1995 BREBBIA, Roberto H. La Lesión y la Cláusula Penal. Ediciones La Roca, Buenos Aires,
Argentina, 1993.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 919
Dice al efecto el art. 542: “Habrá lugar a exigir la pena en todos los
casos en que se hubiere estipulado, sin que pueda alegarse por el deudor
que la inejecución de lo pactado no ha inferido perjuicio al acreedor o le ha
producido beneficio”. Es un claro efecto de fijación a priori.
De igual sentido, aunque dicho de otro modo, es el art. 1152 del Código
Civil francés, el cual no admite variación ordinaria de la multa, no pudiéndose
mandar pagar ni una suma mayor ni una menor.
La presión que ejerce sobre el deudor para inducirlo a cumplir, pues de otro
modo caerá en una multa equivalente a los perjuicios, y posiblemente mayor.
Es la función compulsiva y aflictiva de que nos hablan los autores.
Otra ventaja radica en poder elegir, siempre, entre cobrar la pena o deman-
dar indemnización ordinaria de perjuicios (art. 1543).
1997 VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil
pp. 106-107.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 921
Los efectos de la cláusula penal son los derechos que ésta otorga al
acreedor, una vez que el deudor se constituye en mora.2002
2002VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil,
ob. cit., p. 243, agrega el autor: “A ellos se refiere el artículo 1537, según el cual, antes de cons-
tituirse el deudor en mora, no puede el acreedor demandar a su arbitrio la obligación principal
o la pena, sino sólo la obligación principal…”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 923
2003 MEZA BARROS, Ramón. De las Obligaciones, Colección de Manuales Jurídicos. Editorial
El artículo 1543 contiene una regla, conforme a la cual “no podrá pe-
dirse a la vez la pena y la indemnización de perjuicios, a menos de haberse
estipulado así expresamente: pero siempre estará al arbitrio del acreedor
pedir la indemnización o la pena”.
Uno de los casos contemplados por el legislador es el del art. 1544 CC,
por cuanto determina cuándo se entiende que la pena es excesiva e indica
los efectos de la misma, que no son los de la nulidad de la convención sino
de rebaja de la pena, la que no puede exceder del doble de la obligación
principal incluyéndose la pena en él, cuando se reclama el cumplimiento de
la obligación principal conjuntamente con la pena estipulada por la mora
del deudor.
2008VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil,
ob. cit. p. 250, señala “cabe advertir que algunos observan una contradicción entre el inciso 2º
del art. 1544 y el art. 8º de la ley Nº 18.010 que dicta normas para operaciones de crédito de
dinero, carácter que tiene el mutuo de dinero. En efecto, según dicho artículo se tendrá por no
escrito todo pacto de intereses que exceda al máximo convencional, y en tal caso los intereses
se reducirán al interés corriente que rija al momento de la convención, de lo que surge la duda
si la sanción que corresponde aplicar para la cláusula penal enorme que se pacta en un mutuo
de dinero es la que contempla el art. 1544 –reducción al interés máximo convencional– o la
que establece el art. 8º de la ley Nº 1.810– reducción al interés corriente…”.
2009 VIAL DEL RÍO, Víctor. Manual del Derecho de las Obligaciones en el Código Civil, ob.
cit., p. 251.
TÍTULO VI
LA CAPACIDAD ¿ELEMENTO DE LA RESPONSABILIDAD?
1. ANTECEDENTES
2010 BARROS BOURIE, Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractual, ob. cit., p. 63.
A continuación señala: “a) El hecho voluntario puede ser descompuesto en dos elementos:
uno de carácter externo, consistente en la conducta del sujeto, que expresa su dimensión
material; y otro de carácter interno, que se refiere a la voluntariedad y muestra una dimen-
sión subjetiva”.
2011
CHABAS, Francois, Cien años de responsabilidad civil en Francia (Traducción y anota-
ciones Mauricio Tapia), Ed. Van Dieren, París, 2000, y 2004 (trad.), También BARROS BOURIE,
Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractual, ob. cit., p. 64. Hay quienes como VINEY
y JOURDAIN, en Francia, estiman que la capacidad debe ser considerada al momento de analizar
la culpa.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 931
2012 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, SOMARRIVA UNDURRAGA, Manuel, VODANOVIC H., Antonio,
Tratado de Derecho Civil, Parte preliminar y General, séptima edición, T. I, pp. 403 y 572.
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2005.
2013 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, ob. cit., 4ª edición, p. 122. Agrega el autor: “Pero
ser titular de derechos no implica necesariamente el que esté habilitado para ejercitarlos per-
sonalmente. Esta posibilidad es lo que se denomina capacidad de ejercicio”.
2014 SQUELLA NARDUCCI, Agustín, Introducción al derecho, ob. cit., p. 300. “Por tanto acto
jurídico es toda manifestación voluntaria y lícita del hombre, ejecutado con la intención pre-
cisa de producir determinados efectos jurídicos, los cuales pueden consistir en la adquisición,
pérdida o modificación de derechos y deberes jurídicos”.
932 GASTÓN SALINAS UGARTE
2015 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, ob. cit., 4ª edición, p. 242: “Algunos no consideran
a las solemnidades como requisito de existencia del acto jurídico, aduciendo que no se trata
de un requisito general, pues sólo ciertos actos las requieren y, en segundo término, porque
constituyen la manera de manifestación de voluntad en los actos solemnes y, por tanto, forman
parte de ella”.
2016
Las “Solemnidades” exigidas por la ley no se incluyen como un Requisito de Validez.
El efecto propio de la omisión de un requisito de validez es que el acto jurídico nazca a la vida
del Derecho, siendo su existencia precaria, pues adolece de un defecto que lo expone a morir si
es invalidado. Si falta un requisito de existencia, en cambio, el acto simplemente no nace. De
esta manera, si falta la Solemnidad, el acto jurídico es nulo absolutamente (en términos del art.
1682 inc.1º). Para otros, aquellos que propugnan la idea –muy razonable– de que la solemnidad
se confunde con la voluntad, sería el acto simplemente inexistente.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 933
2020 ROZAS VIAL, Fernando, Los bienes, Editorial LexisNexis, 3ª edición, Santiago 2004,
Por su parte, si los hechos jurídicos son ilícitos puede tratarse de un delito
(si hay dolo) o de un cuasidelito (si hay culpa). Según el art. 2314: “El que
ha cometido delito o cuasidelito que ha inferido daño a otro, es obligado a
la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el
delito o cuasidelito”.
3. CONCEPTO
2022 LAJE, Jorge Eduardo, “Contratos”, para la Obra Curso de Derecho Civil, 2ª parte, Edi-
sentido, DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, 4ª edición, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
1998, p. 122.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 937
El inc. 2º del artículo 1445 del C.C. señala que: “La capacidad legal de
una persona consiste en poderse obligar por sí misma, y sin el ministerio o
la autorización de otra”.
4. CLASIFICACIÓN
2025 PESCIO VARGAS, Victorio, Manual de Derecho Civil, Teoría de los Actos Jurídicos y
Buenos Aires 1980, p. 118. La frase entre paréntesis es nuestra. Es necesario consignar que el
938 GASTÓN SALINAS UGARTE
Son especiales, puesto que no conciernen más que a uno o varios derechos
determinados, una persona no puede estar privada de todos sus derechos
civiles.
8. DISTINCIÓN
2028 LEÓN HURTADO, Avelino, La voluntad y la capacidad en los actos jurídicos, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 1979, p. 293.
2029 Así, el art. 1446 CC. señala: “Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que
EN MATERIA CONTRACTUAL
9. CLASES DE INCAPACIDAD
2031 TRONCOSO LARRONDE H., Teoría del acto jurídico, ob. cit., pp. 48 y 49; v. Repertorio
Con todo “...se suele señalar que esta discusión no tiene mucho sentido
en nuestro ordenamiento jurídico. Ello se debe a que si se sigue la teoría
de ALESSANDRI, igualmente se concluye que el acto jurídico celebrado por
el que carece de razón de forma temporal adolece de nulidad absoluta,
precisamente por falta de voluntad o consentimiento…”.2034
De acuerdo con los arts. 443, 446, 447 y 461 del C.C. la resolución ju-
dicial que declara la interdicción (provisoria o definitiva) debe inscribirse
en el Registro Conservador de Bienes Raíces. Hemos de dejar establecido,
desde ya, que la interdicción no configura la incapacidad. La misma, sólo
tiene un gran valor probatorio, ya que una vez pronunciado el decreto se
presume de derecho la incapacidad, en la especie, la demencia.2036
2033 Para Arturo ALESSANDRI, la expresión demente debe tomarse en sentido amplio, como
toda enfermedad mental privativa de la razón; su incapacidad obedece a causas físicas, la ley
se limita sólo a verificarla y a determinar su extensión. Para CLARO SOLAR, por su parte, la
demencia alcanzaba todos aquellos casos en que por cualquier causa la persona se encontrare
privada de razón. No debía restringirse, según este autor, su estudio a causas asociadas a tras-
tornos mentales, bien podría provenir de ebriedad o drogadicción.
2034 BARCIA LEHMANN, Rodrigo, Lecciones de Derecho Civil Chileno, del Acto Jurídico, Ed.
2037 DE VIDTS, Solange, La discapacidad mental en el derecho de familia chileno: una visión
crítica, Tesis para optar al grado de licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Santiago, 2007,
p. 25. “A su vez, el título II de la ley Nº 19.284 establece que la certificación de la discapaci-
dad le corresponde sólo a las Comisiones de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) de los
servicios de salud. Una vez declarada por el Compin la discapacidad, ésta puede ser inscrita
en el Registro Nacional de Discapacidad del Registro Civil, acompañando la certificación
emitida por el Compin”.
2038 DE VIDTS, Solange, La discapacidad mental en el derecho de familia chileno: una visión
2039 BARCIA LEHMANN, Rodrigo, Código Civil, doctrina y jurisprudencia, Ed. Thomson Reu-
ters, Stgo., 2010, p. 1290. Citando el director de la obra jurisprudencia del art. 1447 del Cód.
Civil, al efecto sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, rol 126-2008 de 22.09.2008,
agrega el fallo: “Así se infiere del artículo 1447 del Código Civil, que considera incapaces a
los dementes sin exigir previamente su interdicción, a diferencia de los disipadores, que son
considerados incapaces cuando se hallan bajo interdicción de administrar lo suyo”.
2040 TRONCOSO LARRONDE, Herman, Teoría del acto jurídico, ob. cit., p. 50. Por otro lado,
“de acuerdo con la ciencia psiquiátrica es muy difícil que un demente tenga intervalos lúcidos.
Para probar que a la época del acto se estaba demente, los Tribunales han resuelto que se puede
utilizar cualquier medio de prueba, especialmente el informe de peritos. La prueba de los hechos
que configuran la demencia, anteriores y posteriores al acto, hacen presumir que a la fecha de
la ejecución del acto se estaba demente, por ejemplo: el acto de testar.
Según Manuel Somarriva la regla del art. 465 inc. 1º, sólo es aplicable a los actos y con-
tratos patrimoniales, excluyéndose los actos jurídicos de familia, respecto de los cuales podría
alegarse la validez de aquellos actos realizados en intervalos lúcidos; por ejemplo, un demente
podría contraer matrimonio si alega un intervalo lúcido”.
944 GASTÓN SALINAS UGARTE
15. SANCIÓN
¿Qué ocurre si actúa una persona como representante de otra sin serlo?
El acto adolece de nulidad relativa (1681, 1682). En materia posesoria la
situación está contemplada en el art. 704 Nº 2 del C.C. a propósito del es-
tudio de los títulos injustos
2041 Art. 456. “El adulto que se halla en un estado habitual de demencia, deberá ser privado
de la administración de sus bienes, aunque tenga intervalos lúcidos. La curaduría del demente
puede ser testamentaria, legítima o dativa”.
Art. 457. “Cuando el niño demente haya llegado a la pubertad, podrá el padre de familia
seguir cuidando de su persona y bienes hasta la mayor edad; llegada la cual deberá precisamente
provocar el juicio de interdicción”.
Art. 458. “El tutor del pupilo demente no podrá después ejercer la curaduría sin que preceda
interdicción judicial, excepto por el tiempo que fuere necesario para provocar la interdicción.
Lo mismo será necesario cuando sobreviene la demencia al menor que está bajo cura-
duría”.
946 GASTÓN SALINAS UGARTE
Según se desprende del art. 26, son menores adultos la mujer mayor de
12 y menor de 18 años y, el varón mayor de 14 y menor de 18 años.
Los actos de los menores adultos tienen valor y producen efectos cuando
han sido ejecutados “con la autorización” de su representante legal o “a
través de éste”, o bien, cuando se refieren al peculio profesional o indus-
trial o a actos de familia, dentro de los cuales los menores adultos gozan
de plena capacidad.2044 No obstante lo anterior, el legislador ha puesto
ciertas restricciones para la enajenación de los bienes del menor adulto; así,
el actual art. 254 CC prescribe: “No se podrán enajenar ni gravar en caso
alguno los bienes raíces del hijo, aun pertenecientes a su peculio profesio-
nal o industrial, ni sus derechos hereditarios, sin autorización del juez con
conocimiento de causa”.2045
2042 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, ob. cit., 4ª edición, p. 286. “En ciertos actos la
ley no exige tan sólo la intervención del representante legal del menor, sino que, como una
medida de precaución más, exige ciertos requisitos adicionales de resguardo de los intereses
del menor”. Este requisito adicional puede ser la autorización judicial, la aprobación judicial
y la pública subasta.
2043 LÓPEZ DÍAZ, Carlos, Manual de derecho de familia y tribunales de familia, Librotecnia,
enajenar ni hipotecar en caso alguno los bienes raíces del hijo, aun pertenecientes a su peculio
profesional, sin autorización del juez con conocimiento de causa”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 947
2046 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, ob. cit., 4ª edición, p. 287. “Para que los disipadores
sean relativamente incapaces se requiere que se haya decretado su interdicción. Ello implica
que la prueba de la incapacidad es el hecho de la interdicción”.
2047 ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, ob. cit., p. 251; v. también RAMOS PAZOS, René,
El Código Civil, en el inc. final del art. 1447, luego de haber señalado
quiénes son los incapaces absolutos y relativos, nos indica que “además
de estas incapacidades hay otras particulares que consisten en la pro-
hibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar ciertos
actos”.2052
2049
CIFUENTES O., Ramón, Derecho Civil I: Teoría General del Acto Jurídico, Separata,
Santiago Universidad Católica, p. 92.
2050 ALESSANDRI, SOMARRIVA, VODANOVIC, Tratado... Ob. cit., T. II, p. 251.
2051 DUCCI CLARO, Carlos, Derecho Civil, ob. cit., 4ª edición, p. 287.
2052 El Código llama incapacidades particulares a la falta de legitimación. La palabra “prohi-
bición” no está empleada en el sentido de ley prohibitiva, sino en el más amplio de impedimento
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 949
Para celebrar válidamente un acto jurídico no basta que las partes tengan
capacidad de ejercicio, por plena que ésta sea, sino que es necesario, además,
que posean legitimación para el acto jurídico. La legitimación consiste en
la idoneidad de una persona para ser sujeto del acto que celebra.
1.- Los titulares plenamente capaces del derecho sobre que versa el acto.
(excepción, por ejemplo en el art. 1815 del C.C.).
Existen otro tipo de sanciones: así por ejemplo, no hay nulidad sino otra
sanción en el caso del art. 1208 Nº 4 del C.C.2054
EN MATERIA EXTRACONTRACTUAL
23. CAPACIDAD DELICTUAL Y CUASIDELICTUAL
2054 Art.
1208 C.C.“… Un descendiente no puede ser desheredado sino por alguna de las
causas siguientes:
Nº 4. Por haberse casado sin el consentimiento de un ascendiente, estando obligado a
obtenerlo;”.
2055 Para profundizar el tema de la apariencia v. ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, Tratado de
2056 ABELIUK MANASEVICH, René, Las obligaciones, Editorial Jurídica de Chile, Santiago
2001. T. I, p. 223.
2057 MEZA BARROS, Ramón, Manual de Derecho Civil,t. II, Edit. Jurídica de Chile, Santiago
1997, p. 272.
2058 El art. 3º de la ley Nº 20.084 indica que la edad del imputado deberá ser determinada
por el juez competente en cualquiera de las formas establecidas en el título XVII del libro I
del Código Civil.
952 GASTÓN SALINAS UGARTE
25. INCAPACIDAD
El art. 2319 del C.C. señala tres categorías de incapaces: los dementes,
los infantes, los mayores de siete años y menores de dieciséis que hayan
La distinción que hace el art. 1447 del C.C., entre absoluta y relativamente
incapaces, no se aplica en responsabilidad extracontractual.2061
2063
PICHOT, Pierre, DSM IV, Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales,
Ed. Masson, Barcelona, 1995, pp. 129 ss.
2064 BARROS BOURIE, Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractual, ob. cit., p. 171,
agrega: “Tanto quien tiene un deber legal de cuidado y no cumple, como quien efectivamente
ejerce de hecho ese cuidado, son responsables de los actos del demente si se les puede imputar
negligencia en el ejercicio de esa función”.
2065 V. G.T. de 1939, T. 2º, ent.161, p. 672.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 955
Los jueces de fondo deben determinar si el autor del acto estaba o no de-
mente o privado de razón al tiempo de ejecutar el acto, se trata de cuestiones
de hecho no susceptibles de recurso de casación, a menos que se vulnere
las leyes reguladoras de la prueba en cuyo caso es admisible el recurso de
casación en el fondo.
El art. 2318 del C.C. dice que “El ebrio es responsable del daño causado
por su delito o cuasidelito”. Así, se estima que el referido sujeto es responsa-
ble de su estado de ebriedad, en su culpabilidad por haberse colocado en tal
estado, la ley estima que hay culpa en embriagarse o en dejarse embriagar.
La doctrina concluye que no estaría obligado por su hecho ilícito si ha sido
colocado en ese estado por obra de un tercero y contra su voluntad. En este
caso, el ebrio no tendría culpa, ella recaería sobre aquel que lo colocó en
tal estado de ebriedad.2067
El inc. 2º del artículo 2319 señala que “Queda a la prudencia del juez
determinar si el menor de dieciséis años ha cometido el delito o cuasidelito
sin discernimiento; y en este caso se seguirá la regla del inciso anterior”.
El juez, respecto del sujeto menor de dieciséis pero mayor de siete, puede
llegar a la conclusión de que ha obrado con discernimiento, en cuyo caso es
plenamente responsable. Si el juez determina que dicho sujeto ha obrado sin
discernimiento, responde por los daños que ha causado la persona a cuyo
cargo esté, siempre y cuando se les impute negligencia, lo mismo ocurre
en los hechos ejecutados por los infantes y por los dementes (art. 2319 del
C.C.). La determinación que hace el juez respecto al hecho de si el menor
obro o no con discernimiento, quiere decir que aquél debe, prudencialmen-
te, determinar si el menor se dio o no cuenta del acto ejecutado y de sus
consecuencias materiales. La decisión del juez de fondo al respecto es un
hecho del pleito que no admite recurso de casación.
trándose firme al resolución del juez de garantía que declare que el menor ha actuado sin
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 957
Para estos efectos guardián sería aquella persona que cuida de los inca-
paces, esto es, del infante, del demente y del mayor de siete pero menor de
dieciséis que ha obrado sin discernimiento. El deber principal del guardián
es vigilar a la persona o cosa que tiene a su cargo.
agrega: “Entre los incapaces y sus guardadores se distinguen relaciones de cuidado personal y
de administración de bienes. Usualmente, ambas coinciden en una misma persona, pero pueden
estar divididas. La responsabilidad civil recae en quien tenga el cuidado personal. Cualquiera
sea el título por el cual una persona tiene al incapaz bajo su cuidado, responde según la regla
del art. 2319 del Código Civil. Conviene insistir en que la responsabilidad es personal y directa
del que ejerce de manera impropia el cuidado, de modo que no existe propiamente respon-
sabilidad por el hecho ajeno según la regla del artículo 2320. A contrario sensu, la regla del
art. 2319 no se aplica a los menores entre los siete y los dieciséis años que hayan actuado con
discernimiento, ni a los disipadores interdictos, pues en ambos casos se trata de personas con
capacidad delictual civil”.
2072 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, Arturo, De la Responsabilidad… ob. cit., t. I, p. 143.
958 GASTÓN SALINAS UGARTE
La responsabilidad del guardián (la del art. 2319 del C.C.), difiere de
la responsabilidad por el hecho ajeno (responsabilidad indirecta); en la
responsabilidad del guardián no hay un hecho ilícito del incapaz (pues,
justamente, falta el requisito de la capacidad), el hecho ilícito lo comete el
mismo guardián al faltar a su obligación de cuidado y vigilancia, entonces,
estaría respondiendo de hecho propio. En cambio, en la responsabilidad
indirecta se responde del hecho ilícito de otra persona capaz, que también
es responsable.
2073
BARROS BOURIE, Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractual, ob. cit.,
p. 172. El autor cita un fallo de la Corte Presidente Aguirre Cerda (hoy San Miguel) 02.12.88
RDJ, T. LXXXV, sec. 4ª, 191: “Aplicando este criterio se ha fallado que aparece clara la culpa
del padre que ha autorizado a su hijo para que llegara tarde a casa, lo que hizo a las 06:15 hrs.,
conduciendo sin licencia y en estado de ebriedad”.
2074 ABELIUK MANASEVICH, René, Las obligaciones, ob. cit. , edición 2001, p. 225.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 959
la discriminación de los arts. 723 CC, 243 y ss. del Código Civil, cuando
en el derecho comparado hay una tendencia a eliminar la palabra menor y
establecer un sistema de capacidad restringida según la edad y madurez.
Éstas tienen una voluntad, la que se expresa por parte de quienes com-
ponen sus órganos o actúan como sus representantes (arts. 550 y 551 CC),
pudiendo consecuentemente ejercer derechos y contraer obligaciones. La
capacidad de las personas jurídicas para contraer obligaciones civiles com-
prende al ámbito contractual y al extracontractual, pudiendo en la actualidad
incluso ser capaces de responsabilidad penal.
2075 CONTRERAS STRAUCH, Osvaldo, Instituciones de derecho comercial, ob. cit., pp. 216-217.
“Capacidad para ser factor: Pueden ser factores no sólo las personas que tengan la libre adminis-
tración de sus bienes, sino que, también, de acuerdo con el artículo 13 del Código del Trabajo,
todos los que sean capaces para celebrar el contrato de trabajo, esto es, los mayores de 18 años
y los menores de 18 años pero mayores de 15, siempre que obraren con el consentimiento de
su representante legal o de la persona que los tenga a su cuidado. Respecto a los menores de
14 y mayores de 12 sería, además, necesario que hubieren cumplido con la escolaridad mínima
obligatoria (inc. 3º del art. 13 del Código del Trabajo)”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 961
2076 BARROS BOURIE, Enrique, Tratado de responsabilidad extracontractual, ob. cit., p. 194.
2077 ARANCET, Alejandra, “La reparación del daño producido por las personas jurídicas” en Ma-
nual de derecho de daños, autora: WEINGARTEN, Celia, Ed. La Ley, Bnos. Aires, 2010, p. 124.
962 GASTÓN SALINAS UGARTE
misma razón, la persona jurídica también responde por los hechos atribuibles
abstractamente a su organización”.2078
pp. 195-196. “Los órganos y representantes de la persona jurídica pueden causar daño a terceros
por dos vías: mediante acuerdos o decisiones…, o en razón de la deficiente adopción de medidas
organizativas requeridas para evitar los riesgos de accidentes”.
2081 ARANCET,
Alejandra, La reparación del daño producido por las personas jurídicas en
Manual de derecho de daños, p. 127. Luego se cita al art. 43 del Cód. Civil argentino modificado
por la ley Nº 17.711 en cuanto equiparó a las personas jurídicas con las físicas estableciendo
que responden también por los daños que causen sus dependientes o las cosas. También, ORGAZ,
A., Nuevos estudios de derecho civi, p. 267, Ed. Omeba, Bnos. Aires, 1954, p. 267.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 963
2082 SZCZARANSKI CERDA, Clara, “Culpabilidad penal de las personas jurídicas”, El Mercurio,
miércoles 18 de noviembre de 2009, agrega la articulista: “Por lo demás, para el derecho penal
no es en absoluto raro distinguir entre ejecutores materiales y autores tras el escritorio, así
como no es raro reconocer la autoría o participación de varios sujetos en un delito. Esto último
ocurriría si los representantes u otras personas naturales se hubieren concertado con el órgano
directivo. Esta circunstancia no cambia lo esencial: la persona jurídica tiene una voluntad propia
que puede querer –libre e informadamente– no ajustar su conducta al derecho”.
964 GASTÓN SALINAS UGARTE
2083 PEÑAILILLO ARÉVALO, Daniel, La expropiación ante el Derecho Civil, Ed. Jurídica de
2085 MUNDACA ASSMUSSEN, Hans, Responsabilidad del Estado por falta de servicio, Edit.
Libromar, Stgo., 2001, p. 51. “Y es que la nota definitoria de esta teoría queda entregada al Im-
perium, si lo ejerce es acto de autoridad si no acto de gestión, con ello se reconoce la existencia
de una desigualdad de derecho y que caen en el dominio de las relaciones de poder y control.
La importancia de esta doctrina radica en atribuir al Estado una personalidad dual, pública por
la que es irresponsable y privada por la que responde”.
2086 PIERRY ARRAU, Pedro. “La responsabilidad extracontractual del Estado por Falta de
que en el caso de estos órganos del Estado, deben responder a partir del art.
2314 del CC., de la noción de falta de servicio conforme a la norma civil
por culpa, culpa que no es otra cosa que la falta de servicio en el derecho
administrativo.2087
2089
CORDERO VEGA, Luis, La responsabilidad de la Administración del Estado, 2ª edición,
Abeledo Perrot, Legalpublishing, Santiago, 2010, pp. 88-108.
2090 ALTAMIRA GIGENA, Julio, Responsabilidad del Estado, Ed. A. de Depalma, Bnos. Aires,
1973, p. 63 “Son aquellas negligencias, omisiones, errores, que si bien son reprensibles, están
nítidamente vinculados con el servicio”., también MUNDACA ASSMUSSEN, Hans, Responsabilidad
del Estado por falta de servicio, ob. cit., p. 73.
968 GASTÓN SALINAS UGARTE
2091
QUINTANILLA PÉREZ, Álvaro, “Responsabilidad del Estado por actos lícitos”, en Rev.
de Derecho, Consejo de Defensa del Estado, Nº 1, Santiago, julio 2000, p. 64. Agrega: “La
evaluación entre el daño causado al particular y el beneficio colectivo que reporta la acción
determinan una relación tal que lleva a preferir este beneficio general inserto en valores o
intereses propios del bien común que debe procurar el Estado. Tanto en materia civil como
en materia penal, la acción exigida por la ley no puede entrañar responsabilidad para el
autor”.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 969
El acto jurídico procesal es definido como “aquel que produce sus efectos
en un proceso o en alguno de sus equivalentes jurisdiccionales”.2092
Este acto jurídico procesal debe, además, cumplir requisitos que son
necesarios para su existencia como para su validez; de estos últimos, uno
de ellos es la capacidad de las partes.
Un acto jurídico procesal debe ser eficaz y para ello es necesario que la
voluntad emane de una persona que tenga la capacidad para poder ejecutarlo.
“La capacidad se define generalmente como la aptitud legal de una persona
para adquirir derechos, ejercerlos y contraer obligaciones y cargas”.2093
Esta capacidad procesal puede ser definida como “la capacidad que la
ley exige para ser sujeto activo o pasivo en un proceso jurisdiccional y que
lo habilita para realizar actos procesales en él”. 2095
La capacidad para ser parte en procesos civiles la tienen todas las per-
sonas que tienen capacidad de goce, sean éstas naturales o jurídicas, y esta
2092 COLOMBO CAMPBELL, Juan. Los actos procesales, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
1997, T. I, p. 53.
2093 COLOMBO CAMPBELL, Juan. Los actos procesales, ob. cit., edic. 1997, p. 294.
2094 MATURANA MIQUEL, Cristián y MONTERO LÓPEZ, Raúl, Derecho Procesal Penal, ob.
cit., T. I, p. 338. En materia penal: “Las inhabilidades relativas son aquellas que se establecen
en virtud de relaciones de familia e impiden que se ejerzan entre sí por parientes y cónyuges
una acción penal, sea pública o privada”.. Ver art. 116 del Cód. Procesal Penal.
2095 COLOMBO CAMPBELL, Juan, ibíd., edic.1997, p. 307.
970 GASTÓN SALINAS UGARTE
capacidad de goce se rige por las reglas del Código Civil, cuando la ley
procesal no contempla estas materias y el control de esta capacidad, respec-
to del demandante, está entregada a los tribunales y al demandado, quien
puede hacer presente las irregularidades que pudiere observar a través de
las excepciones dilatorias.
En general, pueden actuar por sí mismas todas las personas que posean
capacidad de ejercicio, siempre y cuando no les afecte alguna inhabilidad,
por consiguiente, lo normal es que toda persona podrá actuar en un proceso
y las que se encuentren afectas a alguna inhabilidad deberán actuar repre-
sentados según las normas generales de la legislación civil, como el caso
de la mujer casada en sociedad conyugal.
2096
MATURANA MIQUEL, Cristián y MONTERO LÓPEZ, Raúl. Derecho Procesal Penal, ob. cit.,
T. I, pp. 354-356. “El sujeto activo respecto de la acción civil indemnizatoria en el proceso
penal es solamente la víctima, entendiéndose por tal al ofendido por el delito conforme a lo
establecido en el artículo 108, que ha experimentado un daño con motivo de la comisión de un
hecho punible y que opta por acudir al proceso penal para exigir su reparación”.
2097 COLOMBO CAMPBELL, Juan. Los actos procesales, ob. cit. , edic.1997, p. 317.
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 971
Sin embargo, existen cierto tipo de acciones civiles las que son regla-
mentadas de manera especial por el legislador y en que se han estableci-
do formalidades para completar la capacidad necesaria para actuar en el
proceso y que dependen de la naturaleza de la misma; por ejemplo, en el
caso de que un menor requiera solicitar la partición de bienes del causante,
dicha partición deberá ser provocada por su representante legal, y para ello
requerirá autorización judicial, “nuestro Código no deja en libertad para
que los representantes legales de los incapaces puedan ejercer la acción de
partición que interese a sus representados, pues para ello necesitan autori-
zación judicial, en virtud de lo dispuesto en el art. 1322”.2098 Como toda
infracción a las normas de capacidad, ello lleva aparejada una sanción, “la
omisión de la autorización judicial acarrea la nulidad relativa de la partición,
pues dicha formalidad hállase establecida en atención a los incapaces para
proteger sus intereses patrimoniales”.2099
35. CONCLUSIONES
2100
CORDERO VEGA, Luis, La responsabilidad de la Administración del Estado, ob. cit.,
pp. 118-121. En cuanto a las etapas de evolución jurisprudencial de la Corte Suprema, el au-
tor manifiesta: “Mientras en la primera etapa su énfasis está en el mecanismo de corrección
y distribución de los daños estatales como medio de justicia distributiva teniendo como eje
la propiedad, en la segunda, con el factor Marín, la Corte resuelve estos considerando que la
responsabilidad es una forma concreta de distribuir infortunios, no definida por anticipado
por la Constitución, sino de competencia de las políticas públicas del legislador de quienes es
RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL 973
D´ORS, Álvaro. Derecho privado romano, Ed. Eunsa edición Univ. de Na-
varra, 9ª edición, 1997, 1ª reimpresión, 2002, España, 2002.
DUCCI CLARO, Carlos. Derecho Civil, Parte General, Editorial Jurídica de
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