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http://www.zeno.org/Kunstwerke/B/K%C3%BCgelgen,+Gerhard+von%3A+Portr%C3%A4t+des+Friedrich+von+Schiller
Imagen consultada el 31 de marzo.
El Astrolabio
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Estética y política
en schiller
75 ARTÍCUL o DE REFLEXIÓN
RESUMEN SUMMARY
Las Cartas Sobre la educación estética The book On the Aesthetic Education
del hombre de Friedrich Schiller, figu- of Man in a Series of Letters written by
ra cumbre del romanticismo alemán, Friedrich Schiller, a crucial figure of the
abrieron paso a una manera distinta de German Romanticism, opened the path
concebir la estética dentro del panorama to a different way of understanding
filosófico del siglo XVIII hasta nuestros the aesthetics within the philosophical
días. Así, alrededor de esta obra han context since the 18 th century until
surgido distintas posiciones y debates our days. Different points of view and
que aún se mantienen, centrándose en debates, still present in our days, have
lo propiamente conceptual, pero han emerged around Schiller’s work. Such
dejado a un lado la importancia que positions have been primarily based on
tiene la forma dentro de la investiga- conceptual matters, leaving apart the
ción filosófica en las Cartas Sobre la importance of the manner within the
educación estética. Por ello, la validez philosophical research in Schiller’s book.
que adquiere el presente trabajo, radica The validity of this work lies on the fact
en que aborda los conceptos trabajados of studying concepts worked by Schiller
por Schiller, a partir de la experiencia starting from the research experience
investigativa que lo acompaña durante that was always present while writing
la escritura de las Cartas. the Letters.
Palabras clave: colonia, estética, Key Words: Aesthetics, beauty,
belleza, político, conceptual, politics, conceptual, stylistic, On
estilístico, investigación, Cartas the Aesthetic Education of Man in
sobre la educación estética a Series of Letters, research,
del hombre, Friedrich Schiller, Friedrich Schiller, education.
educación.
1. Un lugar común al hablar de la obra de Schiller es la libertad que lo lleva a tener una posición muy distinta a la
de su amigo Goethe, quién se sentía más atraído por la naturaleza que por la libertad. Respecto de este asunto,
Paulius Stelingis, estudioso de la obra dramática de nuestro filósofo —poeta, señala lo siguiente: “(
) Todo lo
contrario es el espíritu de Friedrich Schiller. Su alma se siente más atraída hacia el mundo espiritual que al de la
naturaleza. Su vida entera es rebelión contra lo establecido y contra todo lo que oprime su espíritu. La libertad
humana es la mayor pasión de toda su vida y el más alto ideal de toda su obra. Todas las obras de Schiller-dice el
mismo Goethe— están penetradas de la idea de libertad, y esta idea se iba transformando a medida que Schiller
avanzaba en su cultura y se hacía otro hombre. En su juventud, lo que le preocupaba era su libertad física, y esta
es la que aparece en sus obras; más tarde fue la libertad ideal” (Stelingis, 1962, p.75).
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de la estética, poseen una singular im- político que de acuerdo con el pensa-
portancia no sólo por la coyuntura ideo- miento schilleriano, necesita de la vía
lógica y programática2 en la cual están estética que viene a ser una propuesta
inscritas, sino por lo que significa dentro pedagógica. El punto de partida de estas
de la producción del filósofo-poeta. En páginas consiste en cómo un problema de
tal forma, hacemos de las Cartas nuestro investigación en el campo filosófico exige
objeto de investigación, porque en ellas el género que permite abordar la proble-
Schiller supera la concepción de belleza, mática a tratar. Por eso, la experiencia
que por ejemplo en el Kallias se centra de investigación nuestra a lo largo de
más en la forma artística; así como tam- las Cartas nos permitirá no sólo conocer
bién en ellas se abre el panorama de lo los conceptos, sino ver la manera en que
humano, que en Sobre Poesía ingenua y surgen y relacionan entre sí.
sentimental, otro de los escritos de Schi-
ller, se reduce a proponer el regreso a lo Queda sólo enunciar la ruta de inves-
natural, sin que haya una reflexión aten- tigación que en las próximas páginas
ta a las otras facultades de lo humano. recorreremos de acuerdo al curso que
van tomando las Cartas. En la primera
En cambio, las Cartas constituyen un parte, el punto central es exponer las
texto mucho más complejo por las dis- condiciones tanto anímicas como el lu-
tintas dimensiones que en ellas se ven gar de enunciación desde el cual habla
implicadas, tanto de orden social como Schiller. La segunda parte se centra en
filosófico. Allí, el pensamiento de Schi- determinar la manera en que nuestro
ller se consolida, gracias a las innumera- filósofo-poeta hace el diagnóstico de su
bles tensiones que lo recorren, llevando época, trayendo a discusión la imagen
la estética a un nivel que va más allá de que tiene de los griegos, como la cate-
lo puramente conceptual para llegar a goría de fragmentación y la necesidad
una concepción en la que tal dimensión de una educación estética, que sería la
pueda tener una realización efectiva en conexión con el objeto de estudio plan-
la experiencia. Con las Cartas, Schiller teado en las primeras cartas. El tercer
hace de lo estético algo operativo que segmento pone el énfasis en el camino
pueda tener incidencia en la realidad. De o método que Schiller emplea en su as-
esta suerte, la intención de este traba- censo a la belleza, que parte desde una
jo, ante todo, es poner en evidencia la experiencia de mundo. Por último, el
manera en que la investigación filosófica cuarto apartado en estrecha relación con
se lleva a cabo en las Cartas. el anterior, muestra la manera en que la
belleza, de acuerdo con la concepción
Considerado así el asunto, lo escrito aquí que de ella se tiene desde el pensa-
debe tomarse como la narración de la miento, debería tener una incidencia en
experiencia de escritura de un problema nuestra cotidianidad.
2. Debe tenerse en cuenta que el proceso de escritura de las Cartas se dió en pleno furor de la Revolución Francesa,
el cual fue un acontecimiento que desencadenó en distintos pensadores posiciones tanto a favor como en contra.
Como suele suceder al decir algo en torno a Schiller, no es fácil encasillarlo en tal o cual postura, si tomamos en
particular las Cartas, puesto que en algunos momentos de la obra puede ser realmente crítico con el optimismo
desenfadado de algunos que ven en la Revolución Francesa la solución a todos los problemas de la organización
social, como también en algunos fragmentos Schiller se reconoce partícipe de los principales legados de la Ilustración
que en cierto modo permitieron la emancipación del poder reinante.
En fin, nosotros hemos querido que este otras dimensiones como el afecto y el
trabajo sea una voz que invite a dejarnos sentimiento que también están presentes
fascinar por el modo en que Schiller ela- en el conocimiento.
bora su investigación filosófica sobre la
belleza, lo que nos lleva a la realización El estilo, es entonces, dentro de la
de lo humano en la experiencia política. investigación filosófica, el mejor modo
Bajo este sentido, en las siguientes pági- de hacer aparecer las cosas, que busca
nas, podríamos darnos por bien servidos, demostrar la forma en la que un pro-
porque nada puede ser más gratificante blema de investigación es observado.
para el pensamiento humano que este- En tal medida, el estilo hace aún más
mos ansiosos de una verdad que nunca comprensible ante el ánimo humano
nos es entregada de manera completa la investigación que se realice, puesto
y definitoria, sino siempre paulatina e que privilegia no sólo una perspectiva
inminente; y es allí en ese pequeño y parcializada del problema a tratar, sino
breve resquicio en el que estas páginas el conjunto del mismo. No obstante, tal
se desenvuelven. preocupación no puede hacernos perder
de vista que en las Cartas, detrás de la
cuidadosa escritura de Schiller, existen
CONSIDERACIONES PRELIMINARES serios planteamientos filosóficos que no
podemos dejar a un lado. Es decir, si
ACERCA DEL ESTILO EN LA INVES- bien nuestro interés principal se centra
TIGACIÓN FILOSÓFICA en lo que hemos dado en llamar estilo,
no por ello, descuidaremos la intención
En la investigación filosófica la atención
filosófica de Schiller en sus Cartas. Por
suele estar centrada en la parte concep-
ello, las palabras de Frederick Beiser,
tual de la problemática que se quiera al advertirnos del riesgo que se corre
abordar, fijándonos en las proposiciones cuando se escoge dicho énfasis:
que tal o cual autor nos plantea. Así, en
reiteradas ocasiones, existen elementos Hay dos problemas fundamentales y fa-
que pasan desapercibidos dentro de las tales en este enfoque retórico. En primer
consideraciones que se hacen sobre al- lugar, va completamente en contra de las
gún tema. La atención exclusiva en los intenciones schillerianas y de su propia
conceptos, tal vez hacen que perdamos concepción filosófica de sus escritos. En
de vista aquellos elementos que en un segundo lugar, no puede proporcionar y,
rápido vistazo no tendrían mayor impor- más bien, en última instancia presupone,
tancia, precisamente por ser tan visibles, un análisis filosófico del texto (Acosta&
dando su existencia por descontada, o López, 2008, p.143).
simplemente, considerándolos acceso-
rios dentro de la problemática a la que Vale la pena detenernos en la palabra
se pretende enfrentar. Decía Oscar Wilde que emplea Beiser refiriéndose al enfo-
que el misterio de las cosas suele estar que retórico que presupone un análisis
en lo visible, no en lo invisible; de ahí filosófico del texto; palabra que nos hace
el carácter errante del hombre, quién pensar en que el estilo, no tiene como
en el trato continuo y cotidiano con las intención apartarnos de lo filosófico de
cosas, termina por considerarlas fortui- un texto, puesto que precisamente lo
tas. De esta suerte, la investigación en que buscaría es aspirar a una unión con
el campo filosófico no puede desatender lo conceptual.
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inscribir a Schiller con sus Cartas, sino quedaría solamente relegada a un ámbito
en develar cómo las formulaciones con- meramente teórico, sino que acorde al
ceptuales hechas en torno a la belleza sentir de Schiller, encontraría la manera
y la humanidad, parten de una estrecha de existir en la propia cotidianidad de
relación con la propia experiencia del los hombres, gracias a ese carácter de
mundo. la belleza que suscita no sólo reflexiones
sino también sensaciones.
Así, en primera instancia, la belleza es
condición necesaria de la humanidad, lo Por otro lado, es importante anotar que
que marca las Cartas restantes, proyec- en este último bloque de Cartas, están
tándonos a la visión del propio hombre, basadas gran parte de las lecturas que
quién es expuesto como una naturaleza se han hecho sobre ellas, en el sentido
sensible-racional desde dos maneras de en que allí están consignadas las ideas
proceder del propio Schiller frente al de Schiller sobre una supuesta utopía,
problema político que le da curso, con que tomando la lección de los desmanes
las siguientes categorías: el principio de de la Revolución Francesa y en términos
acción recíproca y el impulso de juego, generales de lo que se denomina como
las cuales nos llevan a una definición de Ilustración, propugnaría por una estética
la belleza como unidad entre sentimiento que tendría asignada de entrada deter-
y entendimiento, que viene a conjugar minadas funciones y atribuciones. Pero
las indagaciones tanto teóricas como allí radica el problema, puesto que se
prácticas hechas. desconoce el conjunto total de las Car-
tas3 con el fin de centrarse en distintas
temáticas de interés personal4, más no
EL REINO ESTÉTICO DESDE SU del propio Schiller.
EXISTENCIA TEÓRICA Y PRÁCTICA
Con esto en mente, podemos afirmar que
En este último apartado de acuerdo al la belleza es concebida desde el pensa-
curso de investigación de las propias miento y cómo a su vez, es percibida
Cartas, nuestra intención se centra en por las sensaciones. Una relación entre
analizar cómo la belleza se concibe a pensamiento y belleza es la invitación
partir del pensamiento, más precisa- que nos hacen las Cartas, llevándonos a
mente desde la vía trascendental —que la disposición estética que hay en el áni-
ahondamos en el anterior capítulo— para mo humano, donde se revela el horizonte
llegar a un terreno práctico de la existen- que tal camino nos abre, para pasar a
cia humana. De este modo, la belleza no lo que Schiller concibe como educación
3. Un punto importante a tener en cuenta dentro de los propósitos de esta investigación, que sin ceñirse a una
determinada lectura, busca indagar a través del curso de investigación de las Cartas, en qué manera están construidas
sus ideas acerca de la belleza, siguiendo lo expresado por Jaime Troncoso, quién opta por recorrer las tensiones
del pensamiento schilleriano antes que inscribirlo en tal o cual interpretación.
4. Son por ejemplo conocidas las lecturas de Habermas, quién se centra en el aspecto de la organización social de
la belleza, específicamente en la manera en que esta permite una comunicación más plena entre los hombres; o la
lectura que hace Eagleton de la contradicción que recorre a la estética schilleriana afirmando que por un lado alienta
la creación de un sujeto apto para la sociedad burguesa, pero a la vez critica la penosa fragmentación a la que está
sometida tal sociedad. El punto es que más allá de estar en acuerdo o en desacuerdo con tales interpretaciones,
nuestra intención estriba en ahondar en la experiencia de investigación de Schiller durante las Cartas.
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5. Le llamamos experiencia estética porque en la manera de proceder de Schiller, es esencial que se involucre quién
investiga con lo investigado, de modo afectivo y sentimental, dejando a un lado las fronteras que se delimitan entre
los elementos de una investigación, para dar paso a una unidad que las reúne.
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Esto nos hace desembocar en la educa- que la define. Su historia está hecha a
ción estética que nace como respuesta partir de los sobresaltos de la concien-
ante lo que el diagnóstico de su época cia que recorren a los pensadores que,
le es mostrado: una ausencia de la intrigados, se han puestos en la ardua
totalidad de lo humano, en la que se labor de estudiarla. Contaba Borges una
ven separadas las facultades al interior historia de Lessing, quién afirmaba que si
nuestro. De este modo, la humanidad Dios se apareciera ante él, con dos opcio-
desvía su curso natural por el peso de nes en cada una de sus manos, en la que
una cultura que ha centrado su atención una fuera la respuesta definitiva a todas
en un aspecto de lo que nos constituye sus inquietudes, y la otra, si bien no la
como hombres; ahora, por medio de una perentoria verdad, si la energía y ánimo
nueva cultura, encarnada en la educa- que lo llevara por una vida sedienta de
ción estética, Schiller encamina el curso conocimiento, él , sencillamente, esco-
de los tiempos hacia el posicionamiento gería esta última que nos conduce a la
de la forma como la ley que permite las tarea de estar en una siempre y continua
relaciones en sociedad de los hombres. búsqueda de aquello que no poseemos,
Es decir, que a través de la propuesta de pero que siempre anhelamos.
una cultura se intenta reemplazar otra;
y es allí, donde la educación estética Dentro de tal espíritu de investigación,
tiene un papel fundamental, ya que ella hemos querido que estas páginas sean
garantizaría que la belleza no quede re- la exploración de un deseo que no se
ducida a una cuestión de gusto sino que circunscriba a una mera posición teórica
sea un principio de realidad legítimo
para todos los seres humanos. Esta es
pues la función de la educación esté tica:
brindar una solución estética al problema
político que las Cartas postulan, hacién-
donos ver que el camino de lo estético
es realmente lo natural, mientras que
lo que usualmente solemos considerar
bajo dicha categoría está bajo el influjo
de la herida que la cultura moderna nos
ha impuesto.
LISTA DE REFERENCIAS
Beiser, F. (2008). Un lamento: Sobre la actualidad
del pensamiento schilleriano. En M.R Acosta López
(Edt.). Friedrich Schiller: estética y libertad( pp.
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Eagleton, T. (2006).Schiller y la Hegemonía.En La es-
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Marchán, S. (1982). La estética en la cultura moder-
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Barcelona: Editorial Gustavo Gili.
Safranski, R. (2006). Schiller o la invención del
idealismo alemán. Barcelona: Tusquets Editores.
Schiller, F. (2005). Kallias. Cartas sobre la educación
estética del Hombre, Barcelona: Anthropos.
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