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rR AY ES ey, imariologia en autocrifica! Con la oportunidad que le carscte- riza, el conocido especialista de Lour- des, R. Laumnrin, ha Ianzado al pie blico este verano, en visperas de Ia se- gunda sesidn conciliar, un libro sobre Ta que 4 Tama “cuestién marial” (1). El libro aborda problemas muy di vyersos, Uno de ellos es Ia Marialog su estado actusl, Naturalmente, el au- tor nos dice que su tinico intento et faveriguar honestamente lo que de defectuoso para que 16 cor bien do la teoloufa y, claro e, del logo ecu: ‘maridlogo, sino que hace profe. do serlo mis de una vez en su ca do la Blariologia actual. Elo sin du da realzs su interés, Laurentin se inguiote por Ia super- producciin mariologies, deabor: incontrolada, que vuelve sin necesidad José A. de Aldama, $. 1, LA, Qe Seen sobre los mismos temas, (2) a do “Io nectsario « irecemplazable™. Mayor inquietud lo produce la in- tensidad “lebricitante” de las produe- ciones mariolégicas. Hay en ellas una “exaltacién ineondicional” de la Vi gen, que leva a una plusvalia de cier- tos textos favorables al par quo silen- cia o volatiliza los eontrarios. jSe ha erigide en eriterio doctrinal el amor a Nuestra Sciora! Sobre todo es inquietante Ja ten dencia actual de la Mariologia a ce- rrarse eu si misma, a desgajarso del resto de la teologia, Laurentin ha reu- nido uns serie de sintomas de exe fend- meno, que constituyo evidentemente tun problema muy grave, In Mariologia “se ha constiteide en orden cientifico au- téuomo, en diseiplina independien que s0 sirvo de principios propios, dis- tintos de los de la teologia (p. 28). Primer sintoma : Segundo sintoma: “La Mariolo vive en gran escala de fuentes propias. Wiende a descuidar ciertos textos y, ciertas tradiciones teol6gieas, por e} plo en el tema de la transcendencia Cristo. y In suficiencia de la Reden- cién, Inversamente hey entre loz ma ridlogos tradiciones que se trasmiten cen cireuito ecrrado y que som ignora- das de los otros teélogos” (p. 29). ‘Tercer sintoma: “Algunas tesi guen un camino esotérieo en los (1) Le Question Marie, Pasi, Gt, du Seutl 1968, BS “¢ ‘sin. In obra reciente Ae padre Sram aria nell Serivura nella Tradiston della ‘Chiesa ‘primis (Mesinn 195). de emprender sow defena del autor allan. fe demasido evidente que’ las opiniones de nesealdad Ia inmunidad de todo débito de pecado, Ia visién beatifica esporédica y aun ha: Ditual durante la vida torrena, el mé- rito social de condigno, Ia eapacidad secundaria o concapitalidad dol po Mistico, Ta primera aparicién de Testis resucitado a su Madre, “cierta misién conjunta con Ja de su Hijo en relaciin con el Espirit Santo” (2), valoracién de las apariciones de Lour- es como estrictamente de fe por la fautoridad de] magisterio eelesiastico. ‘Tales tesis “corren entre los maridlo- ‘gos sin grandes diseusiones” y por esa via se hurin “tradicioniles” y “comu- nes” (p. 29-80), Cuarto sintoma, que va mis al fon- do: “Los maridlogos tienen a rein. terpretar las nociones teolégieas, de las que hacen un uso partenlar” los: El concepto de redencién tre los maridlogos la Redencién se pre- semta en general como una cosa que se fesableceria entre Cristo y nosotros ¥ ‘que la Virgen mereceria, © hasta pro- ‘uciria junto con Cristo’. El concepto. teoldgico de Redencién “esta de algin. modo desscentuado, ido si no ‘oseurecido, en la mayor parte de los maridlogos que tratan de la eorreden- ida” (p. 80-81) (3), Otros ejemplos: el _concepto de gracia: In gracia creada, cosificads (réifie) al maximum. La ‘gracia seria a a cine eee es poe seeaecrait es occas Ete Sane 9 be So pare cae attr cae ert eehen ‘Si Ge" Bene hae, IS eee eee do dee So prope vide Sao aera SeMin a poe coe Es oe ee ea int una cota en pendencia de Cristo, si no es que so I Imagina almacenada de antemano en el cielo, en un depésito del que la sa Maria” (p. 31). Nuevo ejemplo: Ia nocién de or- den hipostéticn, quo los. msridlozos manejan a su gusto, Algunos refuer- zan el sentido de Ta inclusién en el orden ico acordanilo a Ia Vir- jad instrumental en la ‘a medida tuna nocida que se pueda aplicar a Ma- ria y a Cristo, ue tiende a oscurcoer Ja ver In teatcendencia del Verbo y Jas nociones elasicas que se utilizan con sntilons” (p. 31-22). Ultimo sintoma: “En ol limite es: ys convergentes poner Ta in tion: el desarrollo le la Mariologi, jrespeta eufleientemente In norma de’ homogeneided,, tan funds: imental ca lh materia?” Laurentin nos Teenerda aqui Tas sospechas que susci- {aba em teviogia hace teeinta af el término “eveluciGn” para escribir in famente la contrapartida: “Hoy In evoluctin tiene el honor de los mae Hidlogor, Promoverls, scelerarla sed 2 vores hati como a] abjetivo snpre- mo de Ie Mariclogia”. Ni se vaya. ‘reer que ex una afirmacin I ‘rita sin pensar, Como prucha sugiere el autor que la posicidn de los que sos tienen Ia iommamidad de todo, debito de peeado ha Negado a comprometer Ia yerdad fundamental del dogma de Ta Tnmaculada; que Ia tesis de Ta capie talidad secundaria “representa uns Perversion doctrinal”; ge Te opivion tel mérito eorredentiva de condisno es una “concuista mariclégica™ que “se ‘Memeja mucho a una renovacion desde <1 punto de vista histrico como desde ‘1 teokigioo™ (p. 82:38) Resumen final : “Una fosa se hi cavado entre toologia y mariologia”, ‘No es poner en duda la comin adhe- camente Ins 6p! Jos métodos, el lenguaja y Ins doctri= nnas reeibidas son tan diferentes que no. resulta menos diffell entablar un ver- dadero didlogo entro estos eatélicns de. Spticas distintas, que entre tedlogos de confesiones diferentes” (p. 35). Laurentin ha eserite que_no_pre tende hacer el proceso do la Mariologia ni do Ios maridlogos; seria hacér a si mismo (p. 35). Esta dect necesaria, porque eaalquie pensando « pesar de ells, Com una ticcién : no es el proceso de la Mario- logia lo que se ha querido hacer, sino el de una Mariologia y unos marié: 5 Porque es hora ya de ver la exacti- tud do esa autocritica mariolégiea. Lo hharemos, aun corriendo el rieszo clara de que se nos tache de “reaccidm pasio- nal”. Me vienen a la pluma Ins pala- bras que Newman eseribia a st amigo Pusey, que habia compuesto un libro “irénieo” sobre la Virgen. Eso porque cuento como amigo a Taurentin y también él ha escrito un volumen sobre Ta Virgen, del que dicho que es “un libro de paz”. Es hia Newman: “Confio, mi queridisimo amigo, que en iltime término no te ‘molestaras conmigo si digo lo que ten- go que decir: hay mucho en tu libro, fen el fondo y en Ia forma, eapax de hherir a los que te aman, pero. aman mis a Ta verdad” (4). El tratarso aqui no de la Mariole aia, sino de una Mariologia determina a, priva finalmente al libro del ea: racter de autocritica para darle bien, aunque el autor ne quiera, el (8) A Latter eddraned to the Rew. BP. Pusey, D. Du on occasion of is. Biroicon. Peds verse n Certain Difficulties fee By ne icons "in Catholic Tooching. (Laon 1898) woh 2 pi 6 ai o acter de acusacién, Y acusseién san- grienta, ;Se puede echar en cara a tunos teélogos eatdlicos algo mas serio fque el que olvidan los principios y las teolégieas, que claboran ciencia independiente y auténoma, que eraltan a Ia Virgen incondicionalmen- to y sin mesura, que manipulan y cam: Dian a su gusto las nociones recibidar en teologia, que trabajan en el sentido ambiguo y’ modemista de una evolu- ‘in heterogénea Hegando asi a compro- meter el dogma mismo? ;¥ todo ello abundantemente, ansiosamente, en fe- bro de éxitos y de conquistas que exci- ta el corazén! Urge la progunta: jdnde esta esa Mariologia y donde estin esos marid- logos? Es curioso que los maridlogos muados sin. nombrarlos (5) son en su inmensa Diayoria, si no en si tota- idad, teélozos de profesién, «ue ense- fia en las aulas muchor otros tratados teolégicos y escriben a diario sobre te- ‘mas muy diversos de la ciencia sagra- da, {Seri quo en cuanto esos tedlogos se ponen a trabajar sobre Mariclog! retiran sidtematicamente su atencién do todos los conocimientos tealdgicos que poseen, p: una ciencia au noma y esotérica? ;Tanto les ciega el amor a Nuestra Sefiora? :0 seri mi (5), Ezapatin lade won ver (p88) 8 te ‘merit de eondigno”sbillanemente pasate ate cn, EP sore 4617 Ak Taisen ead hy i foe tien, lo lesen com todas. Terns cw frertos alemanes, pare quienes se logs alt = iy Ta melsraidadivina on ha catego “hsoluta(Voraboluterung) lima propio. a una hersia Bi Rtech,. Mariologtehe ” Wertungens on Zeischr. fir Kath. Theologe #8 (1063) Us; 1 cal se inspira ea. Av AMstr, Fragen vod Ausichien er heutigen Meriologi, em Bro. ‘Theologie eute 87 313, Pes ‘edlogo domi tradicin de'S: Leto By aS. Agutin. bien que se han convertido en mat Jogos unos simples molinos de viento, con lo que resulta facil combatirlos y derrocarlos? ‘Yo no sé haya hoy ningin marié- logo que pretonda en su trabajo elabo- rar algo distinto de una parte de In teologia, como pudies Io hace tal vez en otras acasiones, es: eribiendo de Cristologia 0 de Sacrs [Ni los principion mariolégicos son cipios teoldgicos de aplicacién en ere tratado, ymente como el principio de Ia ‘oposicién relativa en la Trinidad, 0 el de In autoridad de Dios revelante on Ja Fe, o el de Ja instrumentalidad on Jos Sacramentos. Esta lena de. seme- ipios Ia Suma Teolégie Y ei puede ser que alguien haya a ve ces exagerado (y la exageracién no ex \égico), el uso de esos principios tan incriminados (Lauren- tin es slo un eco) no protende nunca crear una ciencia racional y_estricta mente deductiva, sino buscar una ilus. tracién coherente y arménica de Ix de las tosis y “tradi ciones” mariolégicas por parte de lon otros teélogos, en lo que tiene de rea iad, ex fendmeno muy reciente y muy circunserito, enyas complejas raices se- interesante investigar. Porque quien extudia de cerca Ia historia de Is pro- blematiea que esa aludida Mariclogia utiliza y desarrolle, no puede ignorar que sus problemas’ han nacido todos dentro de Ia teologia, on otros trata: dos teoldgicos; y que no poeas veces fueron ampliamente tratados por aque- Hos eminentes doctores que sal sbarcar en sabe, toda po. Asi, por ejemplo, Ia Asbito Ye pecado, el mérito correden- tivo, Ta causalidad de la Virgen en Ia uunién hipostatien, su inclu orden hipostitico, el uso de estudio, como hoy no al eno materno y hasta Is visién bea- fica en at vida Yerrena, No han ido recisamente los “maridiogos”, mucho Imonos los maridlogos de hoy, sino ius. tres y eximios tedlogos del XVII y del XVI. quienes socitaron esos proble- enna Logitima evolucién, teal’ fee (que mada ten que. ver con In Brolockin? miodemins), cutrowcanda no. pocts veces con Tos grandes Doctor eo medierales Por lo demas no es fexacto decir de muchas de las tesis apuntadas que “cceren entro los marié Jogos sin. grandes discusiones”; por ejemplo, Ia valorsciin de las aparicio- nes de Lourdes, 0 la opinidn do la ca piitalidad de Maria, o lade la im hidad del débito, o'Ia de Ia vision bea- iea habitual. Por eso tampoco histéricamente puede hablarse con exactitud de una fosa abierta entre teologia y mariolo- gia, La Mariologia ha nacido en los tratados teolégicos, Y si ya Suarez sin- 1i6 Ta conveniencia de constituir con ‘sus problemas un tratado aparte, to- davia en el siglo pasado andaban sus tosis diseminadas entre aquellos. ;Qué ‘mal puede haber on que esos temas se traten en una sintesis arménica Tom ‘mo que estin centrados en una persona yen una misidn claramente determi- hadas por Dios en Ia historia de Ia salvacién? Desde luego Laurentin, que es maridlogo, no v2 ningiin mal en ello, Si algunos marislogos defienden po- siciones determinadas, que otros no Comparten, esas posiciones podrin di eutirse, podrin negarse; pero esos mmariélogos estén ena perfecto dere- cho de sostonerlas como lealmente lex parezean, Nunca ha habido progreto fen teologia sino ha sido por ese ex 10. Y por supuesto, no séio con la vuelta a Ias fuentes; sino ademas con fl legitimo uso y el sincera aprecio de Ta twologia escoléstiea. Lo uno y lo otro. Eso propreso de la Matilogis re- dundariy por la Iogica misma del plan divino redentor, en vin mayor conoci= Iieato de Tor dogmas do le iim, don Redenci {el pecado original, do Ia Tslsin, los novitimos, do Is intercescn de Tor Santor. No porque se manojon las noe cones. tradicionsles scomodindolas tan capricho merioligio, sine. porque if Meriologia debidamente: profndise- dia proyectaré muera lor pata penetra mis hondo en la penumbra intondsble do su mistrio sagrado, En resumen, lo que pudo una autocritica, resulta en re: dlaque; un ataque seriamente i eso si, atague no contra una realidad existente, sino contra una earicatura, n

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