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BLOQUE 12: NORMALIZACIÓN DEMOCRÁTICA DE ESPAÑA E INTEGRACIÓN EN EUROPA (DESDE

1975).

12.1. LA TRANSICIÓN: ALTERNATIVAS POLÍTICAS TRAS LA MUERTE DE FRANCO. EL PAPEL DEL


REY Y EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZ. EL RESTABLECIMIENTO DE LA DEMOCRACIA: LAS
ELECCIONES DE JUNIO DE 1977. LA CONSTITUCIÓN DE 1978. EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS.
EL TERRORISMO DURANTE LA TRANSICIÓN.
Arias Navarro, Presidente del Gobierno, comunica la muerte de Franco el 20 de noviembre de
1975. Dos días después, Juan Carlos es proclamado rey y en su discurso ante las Cortes franquistas deja
entrever un espíritu de reconciliación, tolerancia y libertad. Comienza la transición de una dictadura a una
democracia.
El rey mantiene a Arias Navarro como Presidente del Gobierno. Este primer gabinete, pro-
franquista, cuenta con aperturistas como Fraga y Areilza que diseñan reformas limitadas, pero que
aceptan los principios franquistas. Los partidos de izquierda exigen la libertad de presos políticos, retorno
de exiliados, libertades políticas y sindicales y elecciones libres. En 1976 aumentan manifestaciones y
movilizaciones obreras, la represión se endurece y la imagen reformista de Fraga se ve deteriorada como
responsable del orden público. La Junta Democrática de España (creada por el PCE) y la Plataforma de
Convergencia Democrática (PSOE) se unen creando Coordinación Democrática. El rey acepta la dimisión
de Arias Navarro en julio de 1976.
El rey designa a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno (aún no electo), joven falangista con
actitud reformista y de diálogo, con experiencia en círculos católicos y medios de comunicación, pero que
inicialmente no gustó ni a franquistas ni a la oposición. Su equipo cuenta con reformistas democristianos y
pretende acelerar el calendario de democratización, empezando por la Ley de la Reforma Política, que
supone el fin de los principios e instituciones franquistas. Es aprobada por las Cortes franquistas y por
referéndum del pueblo español (15 diciembre 1976), con un 94% de votos a favor. Las Cortes se disuelven
y se convocan elecciones por sufragio universal directo. Comienza una actitud permisiva con la prensa y
aumentan las garantías judiciales. Tras una amnistía general para presos políticos y legalizar la UGT y
CCOO, Suárez inicia la legalización del PCE y negocia con Santiago Carrillo, que acepta la reforma
política y la monarquía. Ante el rechazo del Tribunal Supremo, Suárez legaliza el PCE mediante un
decreto-ley en abril de 1977. Regresan del exilio Dolores Ibárruri, Federica Montseny y Josep
Tarradellas.
Las candidaturas en las primeras elecciones democráticas a Cortes Constituyentes (15 junio 1977)
son: PSOE (izquierda) con Felipe González; la UCD (coalición de partidos de centro y derecha moderada)
con Adolfo Suárez; AP (derecha) con Manuel Fraga; el PCE con Santiago Carrillo; y nacionalistas
catalanes y vascos. Con casi un 80% de participación, vence la UCD seguido del PSOE; PCE y AP
tuvieron escasos representantes; y la apertura de las Cortes se realiza el 22 de julio de 1977.
Siete diputados de diferentes formaciones políticas representadas en las Cortes redactan la
Constitución de 1978: la izquierda renuncia a la República; la derecha acepta la democracia y las
autonomías; y los nacionalistas la aceptan a cambio de su autogobierno. El pueblo la aprueba en
referéndum el 6 de diciembre de 1978, salvo en País Vasco, y es jurada por el rey. Establece el Estado
como una monarquía parlamentaria con descentralización política (autonomías), y derechos que el
Gobierno debe garantizar: intervención de este en la economía, libertad de enseñanza, sanidad, vivienda
digna, reunión, expresión, divorcio, libre elección del trabajo, y la supresión de la pena de muerte. El
Estado es no confesional, pero mantiene el Concordato con el Vaticano. Se limita el poder del rey (Jefe del
Estado y de las Fuerzas Armadas), sus actos han de ser validados por el Gobierno y no tiene
responsabilidad política. Las Cortes (con Congreso y Senado) son elegidas por sufragio universal directo
entre los españoles de más de 18 años. El Ejecutivo lo dirige el Presidente del Gobierno, propuesto por el
rey y elegido mediante votación por mayoría absoluta en el Congreso. El poder judicial se declara
independiente, y se crea el Tribunal Constitucional, que asegura la protección de los derechos
constitucionales.
La organización territorial del Estado opta por una estructura intermedia, definida como un Estado
de las autonomías (unitario descentralizado): aunque mantiene la unidad indisoluble de la Nación y ejerce
plena autoridad en áreas como la defensa, relaciones internacionales y justicia, reconoce las diferentes
comunidades históricas de España y les concede un amplio margen de autonomía, con importantes
competencias. Se establecieron dos vías para ello: la “vía rápida”, por la que accedieron a la autonomía las
comunidades históricas que tuvieron un Estatuto de Autonomía durante la II República (País Vasco,
Cataluña y Galicia); y la “vía lenta”, el resto de las comunidades que asumieron las competencias en el
plazo de cinco años.
Entre 1975 a 1982 destaca la fragilidad de la democracia a causa de las tensiones causadas por los
grupos terroristas ETA y los GRAPO, y los involucionistas de ideología fascista que pretenden reinstaurar
una dictadura de carácter militar. ETA cuenta con el apoyo de un sector minoritario de la sociedad vasca,
representado por la coalición Herri Batasuna. En la última semana de enero de 1977, incontrolados de
extrema derecha asesinan a un estudiante en una manifestación en Madrid. Al día siguiente, provocan la
matanza de la calle Atocha (asesinato de abogados laboralistas del PCE y CCOO). Los GRAPO
secuestran a un teniente general del ejército y días después asesinan a dos policías y un guardia civil. ETA
es la organización que más víctimas ha provocado, unas 300 durante este periodo que después aumentan
hasta las 800.
Los grupos terroristas pretenden desestabilizar la situación del país y evitar el avance de la
democracia, aunque cada uno actúa por motivos diferentes: los grupos de extrema derecha contra los
comunistas; los GRAPO contra las fuerzas armadas; y para ETA, la democracia no llevaría la libertad al
País Vasco, por lo que se presenta como ejército liberador en estado de guerra contra España (estado
invasor y opresor).
12.2. LAS ETAPAS POLÍTICAS DE LA DEMOCRACIA. LOS GOBIERNOS DE LA UCD. EL GOLPE DE
ESTADO DE 23 DE FEBRERO DE 1981. LA ALTERNANCIA POLÍTICA: GOBIERNOS SOCIALISTAS Y
GOBIERNOS DEL PARTIDO POPULAR.
LOS GOBIERNOS DE LA UCD (1977-1982): El primer Gobierno de UCD (segundo de Suárez)
gestiona el ordenamiento constitucional, atiende a las reivindicaciones nacionalistas, la amnistía a presos
de ETA, el ingreso de España en la CEE y la gestión de la crisis económica. La conflictividad laboral
aumenta por el cierre de industrias dependientes del petróleo, alta inflación, déficit del Estado, reducción
de la renta y el paro en un 6%. En octubre de 1977, representantes de partidos políticos y sindicatos firman
los Pactos de la Moncloa: se acuerda reducir la inflación, hacer una reforma fiscal, ampliar los servicios
sociales, reformar la empresa pública y reducir la conflictividad laboral mediante concesiones salariales.
Con ello, se acomete la reforma de Hacienda (IRPF-Sociedades, Patrimonio y Transmisiones), se
normalizan las relaciones laborales, desciende la conflictividad y se persigue el fraude fiscal, aunque no se
soluciona el paro.
El 1 de marzo de 1979 se convocan elecciones legislativas y vence la UCD, segundo Gobierno de
UCD (tercero de Suárez), al que le corresponde el desarrollo legislativo de la Constitución. La prioridad es
crear el Estado de las Autonomías: se llevan a cabo las primeras elecciones autonómicas en Cataluña
(vence CiU) y el País Vasco (vence PNV), siendo los primeros Estatutos en aprobarse (octubre de 1979).
Un referéndum aprueba el Estatuto andaluz y en 1983 finaliza al centralismo, quedando implantado el
Estado de las Autonomías con el reparto de competencias políticas y administrativas, parlamentos que
legislen y gobiernos salidos de las urnas. Las primeras elecciones municipales (1979) dan el triunfo
mayoritario a la UCD, pero triunfa el PSOE en algunos ayuntamientos (Madrid y Barcelona) por la alianza
entre socialistas y comunistas. Suárez promulga la reforma de Hacienda y las Leyes de Educación,
Divorcio y Aborto, pero entre 1979 y 1982 surgen tensiones dentro de la UCD por: la desestabilización de
ETA y GRAPO, que intensifican sus atentados; y la división interna del partido entre liberales,
socialdemócratas y democristianos. La extrema derecha desea movilizar al ejército para volver a una
dictadura (“Operación Galaxia” de 1978); Tejero, Sáenz de Ynestrillas, Armada y Milans del Bosch
intentarán golpes, por lo que Suárez comunica su dimisión en enero de 1981.
La UCD le sustituye por Leopoldo Calvo Sotelo, que debe ser votado para Presidente en el
Congreso. El 23 de febrero de 1981, en la sesión de investidura, el Congreso es asaltado por la Guardia
Civil al mando de Tejero. El golpe fracasa por la falta de apoyo del ejército y a la intervención del Rey en
TV. Calvo Sotelo se enfoca en superar el incidente, iniciando juicios que acaban con el golpismo.
Además, impulsa el proceso autonómico con la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico
(LOAPA), inicia negociaciones para el ingreso de España en la CEE y en la OTAN. Ante el agravamiento
de la crisis de la UCD, Calvo Sotelo disuelve las Cortes en 1982 y convoca elecciones en las que vence el
PSOE con Felipe González.
LOS GOBIERNOS DEL PSOE (1982-1996): Con este Gobierno finaliza la Transición y sus
objetivos políticos son: la modernización económica y administrativa, la extensión del Estado del Bienestar
y la integración de España en Europa. En la política económica se sanean empresas y bancos con
dificultades. La reconversión industrial quiere afrontar la crisis de 1973 y supone el cierre de empresas,
despidos, recortes salariales y huelgas generales. La reforma fiscal aumenta los impuestos directos y el
dinero recaudado cubre gastos sociales, prestaciones por jubilación y desempleo, subsidios asistenciales,
infraestructuras y obras públicas (AVE Madrid-Sevilla…). La crisis dura hasta 1984 y hay una gran
expansión hasta 1990. La política educativa es gratuita entre los 6 a los 16 años, y en algunas escuelas
de 3 a 6 años; se duplica el número de estudiantes universitarios y de universidades; se aprueban la Ley
del Derecho a la Educación, Ley de Reforma Universitaria y Ley Orgánica de Ordenación General del
Sistema Educativo. La política exterior permite el ingreso de España en el Consejo de Europa, OTAN y
CEE, negándose Francia a este último, prolongándolo seis años y dando lugar a la modificación de leyes y
normas económicas. En junio de 1987 España participa en las primeras elecciones al Parlamento Europeo.
La consolidación del sistema democrático se realiza de forma similar a los países europeos más
avanzados, pero no se soluciona el problema de ETA, aún con el aumento de detenciones y pactos con
Francia para lograr su aislamiento. En las elecciones de 1982 y 1986 el PSOE alcanza mayorías
absolutas, en 1989 la mitad justa y en 1993 llegan a una mayoría relativa con el apoyo parlamentario de
CiU y PNV. Los delitos de corrupción afectan a la credibilidad del Gobierno y del partido, y comienzan las
denuncias del PP y la mala imagen socialista ante la opinión pública.
LOS GOBIERNOS DEL PP (1996-2004): El PP (antigua AP) de José Mª Aznar triunfa en las
elecciones de 1996, pactando con CiU, PNV y Coalición Canaria. El PSOE se divide entre felipistas y
guerristas; Felipe González renuncia a la Secretaría General hasta la elección de Rodríguez Zapatero en
julio de 2000, pero en marzo el PP gana las elecciones por mayoría absoluta. Los cambios legislativos
son la reforma universitaria, civil y penal, la Ley de Calidad de la Educación y nuevas normas de contenido
laboral (Ley del Menor, del Terrorismo…). La política económica se expande con Rodrigo Rato, logrando
la sincronización con Europa y la adopción del euro en 2002. La coyuntura exterior supone el crecimiento
de la renta per cápita por habitante, la estabilización de los precios, y la reducción del déficit público y del
desempleo. A partir de 2001 se inicia el retroceso con el aumento de la inflación y del paro, generando una
huelga general. El terrorismo sigue sin solución; ETA atenta contra políticos del PP y del PSOE. Surgen
diferencias para acabar con la “crisis del País Vasco” entre los Gobiernos español y vasco. El 11 de marzo
de 2004 se produce un atentado en trenes de cercanías de Madrid: graves explosiones que dan lugar a
192 muertos y 1.500 heridos. La polémica sobre la autoría (ETA o grupos islámicos) genera tensiones
antes de las elecciones del 14 de marzo.
LOS GOBIERNOS DEL PSOE (2004-2011): El 14 de marzo de 2004 el PSOE vuelve a ganar las
elecciones con Zapatero como Presidente del Gobierno. Hubo constantes enfrentamientos entre PSOE y
PP por cambios legislativos: la política antiterrorista, la Ley de Matrimonios Homosexuales, Ley Orgánica
de la Educación y la aprobación de nuevos estatutos autonómicos para Valencia, Andalucía y Cataluña.
Hasta 2008 se vive una expansión económica, reduciéndose la tasa de desempleo por la llegada de
extranjeros. En 2008 el PSOE vuelve a ganar las elecciones que coinciden con la desaceleración
económica. Aumenta la tasa de desempleo y la quiebra de empresas, sobre todo del sector de la
construcción. España se ve sumida en una crisis económica que continúa tras el triunfo del PP en las
elecciones de octubre de 2011.
12.3. LA INTEGRACIÓN DE ESPAÑA EN EUROPA. CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES.
LA MODERNIZACIÓN DE LAS INFRAESTRUCTURAS. EL PROGRAMA DE CONVERGENCIA Y LA
CREACIÓN DEL EURO.
La política de seguridad y defensa es un aspecto conflictivo, y la integración de España en la OTAN
(1982) cuenta con el rechazo de socialistas, comunistas y de amplios sectores sociales partidarios de la
neutralidad frente a la política de bloques militares dominante desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Calvo Sotelo manifiesta su intención de integrar a España en la OTAN, lo cual se formaliza en 1982 y
supone una oleada de protestas y manifestaciones populares. El PSOE, tras su triunfo en las elecciones,
convoca un referéndum nacional para votar la permanencia de España en la OTAN (1986), pero hay una
mayoría a favor de esta.
La política del primer gobierno socialista (1982-1986) se basa en el reajuste económico, para atajar
la crisis y preparar a España para su ingreso en la CEE. Se adaptan medidas para reducir la inflación,
aunque aumenta el paro, y se emprende un programa de reconversión industrial (desmantelar o reducir el
tamaño de las grandes empresas con pérdidas y fomentar la creación de otras nuevas rentables), que
tiene unos elevados costes sociales y provoca una conflictividad laboral en los sectores afectados. En junio
de 1985 se firma el Tratado de Adhesión a la Comunidad Económica Europea, el cual había sido
bloqueado principalmente por la oposición de Francia, que veía a España como un fuerte competidor por
sus productos agrarios.
Coincidiendo con el ingreso efectivo en la CEE desde el 1 de enero de 1986, España vive una fase
de relanzamiento económico hasta 1991, y un año después ocurren los Juegos Olímpicos de Barcelona y
la Exposición Universal de Sevilla, además de la firma del Tratado de Maastricht, por el que nace la Unión
Europea y se asientan las bases para una futura unión monetaria de sus miembros (Plan de
Convergencia). Uno de los objetivos de España es cumplir con estos criterios, siendo necesaria la
reducción de la inflación (con una política de moderación del gasto público y de contención salarial), de la
deuda (con la privatización de empresas estatales rentables como Repsol o Telefónica) y el déficit público
(a medida que disminuye la inflación), y de los tipos de interés bancario, todos ellos conseguidos antes de
1998.
En cuanto al ingreso en la Europa de la moneda única, la política económica del PP consiste en la
aplicación de un programa liberal. En el 2000 los países integrantes de la Unión se reúnen en Lisboa para
acordar objetivos para 2010, lo cual afecta a diversos aspectos de la vida económica y formativa y se
propone invertir en innovación, investigación y desarrollo. En 2001 se firma el Tratado de Niza, cuyo
objetivo es la reforma de las instituciones de la UE para garantizar un funcionamiento eficaz tras la
incorporación de diez países a partir de 2004.
Los efectos de la integración de España en la UE en el comercio son la apertura de la economía
española con un aumento del comercio exterior y de intercambios con la Unión Europea. La movilidad del
capital supone un crecimiento de las inversiones extranjeras en España y viceversa, orientándose más
hacia Latinoamérica. Sobre la movilidad de la mano de obra, se produce una notable inmigración
procedente de la Europa del Este, de África y de América Latina, pero apenas de la Unión Europea. La
renta per cápita solo es superior a las de Grecia y Portugal y la tasa de paro es la mayor de la UE, aunque
desde 1995 comienza a disminuir. La financiación de proyectos en España aumenta por las aportaciones
de los países más ricos que supusieron importantes ayudas económicas de la UE, sobre todo en
comunidades autónomas cuya renta no alcanzaba el 75% de la renta media europea.
A partir de los años noventa, la economía española sufre importantes cambios. Se continúa con la
reestructuración de sectores poco competitivos (agropecuario y pesquero) con el establecimiento de
cuotas de producción y limitación de capturas, y se desmantela el sector público de la economía con la
privatización de empresas. Además, se sigue con la concentración empresarial de la gran banca que crea
poderosos grupos a partir de la unión y absorción de grandes bancos (BBVA, Bankia...).

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