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Registro Mercantil en Venezuela 1
Registro Mercantil en Venezuela 1
EN VENEZUELA
El proceso de reforma registral se iniciao a partir de la promulgación del Decreto Ley con
el registro Inmobiliario. Le sucederon el Registro Mercantil y el Registro Civil, pero esto
no impide que el Ministro del Interior y Justicia ordene la reforma y modernización
simultánea de varios tipos de registro.
Este Decreto Ley constituye un cuerpo normativo que incorpora al ordenamiento jurídico
venezolano los principios modernos que se requieren para instaurar la seguridad jurídica en
las instituciones registrales y revitalizar el ejercicio de la función notarial. Ello solamente
podrá lograrse con una visión congruente del ámbito de la seguridad jurídica patrimonial,
civil y pública para estar en el marco de los países de vanguardia en procesos registrales y
notariales automatizados.
De lo antes señalado, resulta del interés conocer antecedentes del origen del Registro de
comercio o marcantil, ya que la doctrina coincide que el origen de la institución se
encuentra en la matricula de los comerciantes (el Liber mercatorum), registro que era
llevado por las corporaciones medioevales para la inscripción de sus miembros. La
inscripción en la matricula no era obligatoria, es decir, se podía ser comerciante sin estar
inscrito. La inscripción solo era necesaria para gozar de los privilegios conferidos a la
corporación.
Morles (2002. p.364), refiere que han sido las reformas legislativas de 1953, 1958, 1963,
1967, 1975, 1978 y 1984, las que han establecido un régimen moderno según el cual:
En la evolución histórica del Registro Mercantil se señalan dos direcciones: una horizontal
que extiende el ámbito del Registro Mercantil a ciertos documentos importantes, donde este
ya no es solo una lista de comerciantes y la otra vertical ahonda en las consecuencias
jurídicas, de la inscripción misma, o, dicho de otro modo, eleva la consideración jurídica,
de la inscripción; el registro mercantil es un órgano jurídico de publicidad material, cuyos
asientos pueden oponerse a toda persona, como si efectivamente los conociera
Igualmente lo define como “el instrumento creado por el Estado para regular las
constituciones de sociedades de carácter mercantil por parte de los sujetos de derecho en las
relaciones de carácter mercantil en cuanto a la obligación en que se encuentran los que
voluntariamente quieran constituir una sociedad mercantil” .
Al respecto, Calvo B. (1997: 8-9) señala que “existen tres posiciones doctrinales acerca
de la ubicación del Derecho Registral, en el Derecho Público o en el Derecho Privado y se
encuadrara su correcta ubicación de acuerdo al criterio que existe en Venezuela”.
2. Los que opinan que el Derecho Registral carece de autonomía, perteneciendo este al
Derecho Público o al Derecho Privado. Los que lo ubican en este último, lo hacen en el
Derecho Civil (Derecho de las cosas).
3. La tercera y última posición los que consideran al Derecho Registral como parte del
Derecho Público, lo ubican en el Derecho Administrativo.
Para encontrar la ubicación del Derecho Registral en el campo del Derecho, es menester
tomar en consideración que el Derecho en general comprende varias ramas, cada una de
las cuales se refiere a actividades propias, especificas del hombre. Estas ramas no tienen
existencia independiente, en forma tal que las fronteras entre una rama y otra sean
absolutas. Con la evolución socio- económica de las civilizaciones se van formando nuevas
ramas del Derecho, otras ya han perdido su valor y vigencia.
El Derecho Privado, por otra parte, se entiende como: el conjunto de normas que regulan
las relaciones de los particulares entre sí o las relaciones entre éstos y el Estado, cuando
este actúa no investido de su potestad de ente soberano, sino de ente de carácter privado.
Tendiendo en cuenta que el Derecho Público está referido a la realización del bienestar
general y el privado al beneficio personal con primacía del interés individual frente al
general del Derecho Público. Así precisado el campo del Derecho Público y Privado, se
puede ubicar al Derecho Registral en el campo del Derecho Público, formando parte de
los Entes Públicos Menores, que constituyen la organización jurídica del Estado al
servicio de la colectividad.
Principios Registrales.
Calvo B. (1997: .51), los principios regístrales “son aquellas reglas o fundamentos que
sirven de base al sistema registral y responden a la tendencia de sintetizar el contenido
de las diversas ramas jurídicas, en una serie de directrices con jerarquía de principios
jurídicos”.
Artículo 12: “Sólo se inscribirán en el Registro los títulos que reúnan los requisitos de
fondo y forma establecidos por la ley”. Este principio es la esencia de toda organización
registral; consiste en la atribución que tiene el Registrador de examinar el documento
cuya inscripción se solicita, a fin de verificar los requisitos legales necesarios para su
ingreso en el registro. Este principio se materializa mediante la calificación del título.
Cabe destacar, que sí el Registrador considera que el documento presentado adolece del
algún defecto que impida su registro o incumple con alguno de los requisitos que se
establecen en el Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado
debiendo así el Registrador negar la protocolización del documento, está contemplado en
el artículo 39 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado, el cual
señala:
Los artículos 217 y 21 del Código de Comercio tienen un carácter de orden público, ya que
el contenido del mismo tiende a proteger el interés general de los socios, de los terceros y la
comunidad en general, pues la actividad de las sociedades mercantiles es de gran
importancia y su aplicación debe ser hecha de oficio por el juez.
Artículo 13. La fe pública registral protege la verosimilitud y certeza jurídica que muestran
sus asientos. La información contenida en los asientos de los Registros es pública y puede
ser consultada por cualquier persona.
Al respecto observa la Sala, que para que se garantice lo consagrado en la Ley de Registro
Público y del Notariado, es necesario que exista como lo asentó la Sala en sentencia de
fecha 14-08-89 (Caso: Banco de Fomento Comercial), una correspondencia lógica entre el
título inmediato de adquisición y el que pretende registrar. (Sentencia de la Sala
Político Administrativa 14-08-1991, con ponencia del Magistrado Dr. Román Corredor
en el juicio de Antonio Cardozo Blanco, en el expediente Nº 5.781).
“De esta publicidad en sentido formal hay que diferenciar el principio de la publicidad
material” (Goldschmidt, R, p. 71).
En este sentido las leyes extranjeras modernas, de inspiración germánica, verbigracia, el
artículo 2.193, Código de Comercio Italiano de 1942, y también el Anteproyecto de
reforma del Código de Comercio venezolano, artículo 24, distinguen en relación con los
terceros, entre los efectos de los hechos no inscritos y de los hechos inscritos y
publicados. Desde el primer aspecto, se consagra que los hechos cuya inscripción la
ley requiere y que no hayan sido inscritos, no pueden ser opuestos por aquellos que
estaban obligados a solicitar la inscripción a menos que prueben que los terceros los
conocían.
Desde el segundo aspecto, se indica que la ignorancia de los hechos cuya inscripción la
ley requiere, no puede ser opuesta por los terceros a partir del momento en que la
inscripción y publicación se hayan efectuado. Se solía diferenciar entre el sistema
alemán que siguen, por ejemplo, Suiza, Italia y, en parte, España , y el sistema francés
que atribuía al registro una trascendencia menor, pero las diferencias se han atenuado
desde la reforma francesa del año 1953.
Es una institución de carácter público creada con el fin de suministrar para el interés
de la colectividad y también el del comerciante, datos importantes sobre la situación
jurídica de éstos, está contemplado en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley de
Registro Público y del Notariado.
Registro Mercantil
Los documentos expresados en los números 1°, 2°, 3°, 7°, 8°, 9° 10° 11°, 12° y 13° del
artículo 19, no producen efecto sino después de registrados y fijados. Sin embargo, la falta
de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de buena fe los interesados en
los documentos a que se refieren esos números.
La falta de oportuno registro y fijación no incide en la validez del acto. Los actos son
válidos, pero ineficaces frente a terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la publicación.
Los documentos que deben registrarse están contemplados en el artículo 19 del Código de
Comercio dentro de los cuales destaca:
Constitutivos: Los constitutivos del registro consisten en que la inscripción del respectivo
documento, crea una nueva condición jurídica entre las partes y los terceros, como es la
eficacia total.
Declarativos: Es un acto celebrado entre las partes y por lo tanto hace constar hechos y que
no produce con el registro ningún efecto jurídico nuevo. Dentro de esta categoría de
efectos, se pueden ubicar, los documentos señalados en los numerales 4, 5 y 6 del artículo
19 del Código de Comercio. En defecto de su inscripción, el negocio jurídico o el acto no
tiene efectos ante terceros, como es la eficacia parcial.
Señala Morles, A. (2002: .376) lo siguiente: “El efecto principal general de la inscripción
de los actos en el Registro Mercantil es el de la oponibilidad de éstos a terceros: 1.- El
efecto es inmediato y pleno, en el caso de los supuestos indicados en los ordinales 1º, 2º, 3º,
7º, 8º (en cuanto concierne a firmas personales), 11º, 12º y 13º”.
Del mencionado efecto uno de los ejemplos que se pueden mencionar son: La autorización
del curador y la aprobación del Juez, en su caso, habilitando a los menores para comerciar,
el registro del documento constitutivo de una sociedad para que adquiera personalidad
jurídica, el registro de los poderes que los comerciantes otorgan a sus factores y
dependientes para administrar negocios.
Igualmente Morles, A. (2002: 376), hace referencia a otros efectos dentro de los cuales
destaca:
2. El efecto suspensivo en los otros casos del ordinal 8° (en cuanto concierne a las firmas
sociales). En efecto, la sociedad registrada no se considera legalmente constituida hasta que
no se publique el registro, entre tanto no se puede pedir la liquidación de la sociedad.
4. El efecto es declarativo en el caso de los ordinales 4º, 5º y 6º, puesto que no se requiere
el registro para que surtan efectos frente a terceros.
Del estudio y análisis del sistema registral, se induce que los documentos, actos y
sentencias que la Ley sujeta a las formalidades del registro y que no hayan sido
anteriormente registrados, no tienen ningún efecto contra terceros que, por cualquier título
hayan adquirido y conservado legalmente derechos. Cuando la ley exige un titulo registrado
para hacer valer un derecho, no puede suplirse aquel con otra clase de pruebas, salvo
disposiciones especiales.
Morles, A. (1998, pp. 374 – 375): Señala que en el derecho mercantil venezolano:
…los actos cuya inscripción obligatoria es proclamada por el Código de Comercio surten
efectos frente a terceros cuando la inscripción se ha realizado. La falta de oportuno registro
y fijación no incide en la validez del acto. Los actos son válidos, pero ineficaces frente a
terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la publicación. El efecto principal general de la
inscripción de los actos en el Registro Mercantil, es el de la oponibilidad de éstos a
terceros. El registro no es completo si no está acompañado de la fijación de una copia en la
sede del Registro Mercantil (arts. 22 y 25 del Código de Comercio). La falta de fijación
impide que el acto surta efectos frente a terceros.
Cuando el artículo 25 del Código de Comercio dispone que los documentos a que en este se
aluden, no producirían efectos sino después de registrados y fijados, no esta estableciendo
que los actos allí indicados sean jurídicamente inexistentes por el incumplimiento de dichos
requisitos. Muy por el contrario, existen y son oponibles entre las partes, lo que sucede es
que para que produzcan efectos frente a terceros, es decir, que dichos actos puedan ser
oponibles a personas distintas de las que forman parte de los mismos, requerirán del
cumplimento previo de registro y fijación.
El texto de las anteriores disposiciones debe ser coordinado con el contendido de la Sección
Segunda, Título VII, Libro Primero del Código de Comercio, en cuyos artículos 211 a 226
se explicita el régimen de publicidad de las sociedades mercantiles, esto es señalado por el
autor Goldschmidt, R. (2002,p.139) al señalar:
Los artículos 19 y 25, se refieren, incluso a las escrituras relativas a las sociedades. No
obstante, en materia de sociedades encontramos disposiciones especiales que son de
aplicación preferente. En primer lugar, allí se prevé, además de la anotación, la publicación
en un periódico (artículo 212), cosa diferente de la fijación del artículo 22. En segundo
lugar, si el contrato de sociedad, que conforme al artículo 211 debe otorgarse por
documento privado o público, no tuviese esta forma o si los documentos respectivos no
hubiesen sido registrados y publicados, las sanciones previstas no son las del artículo 25
sino que están establecidas en forma especial en los artículos 219 y 220.
Esta disposición legal contempla dos sanciones que es necesario destacar: a) La sociedad
no está legalmente constituida y b) Los fundadores, administradores o cualesquiera
personas que hayan actuado en nombre de la sociedad, son personal y solidariamente
responsables.
Como se puede apreciar, la sociedad que no cumple con las exigencias legales, no está
legalmente constituida y por lo tanto no tiene personalidad jurídica, y los socios son
personal y solidariamente responsables.-
Es importante destacar sentencia Nº. 201 del 14-06-2000, de la Sala de Casación Civil, la
cual señala:
a) Publicidad Formal: Significa que los terceros pueden acudir al Registro Mercantil con el
fin de tener conocimiento de la vida mercantil del comerciante y están facultados para
exigir copias certificadas de los documentos. (Esta clase de publicidad está reconocida en el
en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado).
b) Publicidad Material: Significa que: 1.Los interesados no pueden oponer los hechos a los
terceros si esos hechos no han sido registrados. (En este sentido está reconocida la
publicidad material en nuestro Código de Comercio en el artículo 25). 2. Los terceros no
podrán alegar desconocimiento de los hechos si éstos han sido registrados según la Ley.
(En este sentido no ha sido reconocida todavía la publicidad material en el Código
venezolano.
La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia en sentencia de fecha 28-05-1987, señaló que
la falta de oportuno registro y fijación no podrá oponerse a terceros de buena fe, al indicar:
….En el artículo 19 (no el 18 como lo denuncia el recurrente) en su ordinal 9°, entre los
documentos que deben registrarse en el Registro de Comercio está ‘un extracto de las
escrituras en que se forma, se prorroga, se hace alteración que interese a terceros o se
disuelva una sociedad y en las que se nombren liquidadores’; y es igualmente cierto que a
tenor del artículo 25 ejusdem, en su primera parte, los documentos que deban registrarse
‘no producen efecto sino después de registrados y fijados’. Sin embargo, conforme al aparte
del mismo artículo, ‘la falta de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de
buena fe los interesados en los documentos a que se refieren esos números’ y tal sería el
caso de autos, como lo declaró la recurrida, fundada en que ‘no hay prueba en autos de que
el Banco Industrial actor hubiera procedido de mala fe, ni en la preparación, ni en la
celebración de ese convenio’ y ‘tampoco se puede presumir que en las diligencias
practicadas por ella ante el Registro Mercantil la expresada… haya faltado a la buena fe’,
en cuyo caso sí podrían oponerse la sanción a tenor de la jurisprudencia de la Corte.
Si los efectos del oportuno registro son los declarativos y constitutivos, la falta de registro
o del registro extemporáneo de algún documento, motiva que se presenten dos situaciones
distintas: En efecto, cuando un documento se registra después del término legal, dicho
registro es válido y el acto queda convalidado y por lo tanto produce plenos efectos ante
terceros.
La falta definitiva del registro, por el contrario, determina que el negocio jurídico
celebrado, no produce efectos ante terceros; sin embargo, la falta de oportuno registro o la
falta definitiva de registro no podrá oponerla a terceros de buena fe, los interesados en los
documentos a que se refieren los números ya señalados, por cuanto, atendiendo al principio
de buena fe, el contrato celebrado es válido y en consecuencia, producen plenos efectos
legales vinculantes para los contratantes.
Es decir, el acto en sí es válido y obliga a las personas que han intervenido en su formación.
Lo que no quiere decir que dicho acto también tenga efectos ante terceros. Tiene en este
caso plena vigencia el principio de la relatividad de los contratos acogida en el artículo
1159 del Código Civil, que establece: ‘Los contratos tienen fuerza de ley entre las partes’.
De tal manera, una cosa son los efectos que no producen ante terceros la falta de registro de
determinados documentos a los cuales está obligado el comerciante registrar, y otra cosa, es
el efecto jurídico que produce entre las partes contratantes, el contrato celebrado. Las partes
contratantes tienen que cumplir con lo pactado independientemente si para ello se hubiere
cumplido con el requisito del registro del documento en el registro de comercio. Esto
interesa para que produzca efectos ante los terceros, pero no impide la celebración de
contratos y la validez de los mismos, el contrato celebrado existe y por lo tanto, son válidas
las obligaciones nacientes del mismo.
Goldschmidt , (2002. p. 186), hace referencia a los libros auxiliares al indicar: “Los libros
auxiliares,… para ser aprovechados en juicio deben reunir todos los requisitos que se
prescriben con respecto a los libros necesarios. Hay que observar, sin embargo que los
jueces pueden tomar en cuenta, hasta libros irregulares, considerando que constituyen un
principio de prueba por escrito, en el sentido del artículo 1392, del Código Civil, como, por
otra parte, los jueces quedan en libertad para no tomar en consideración los asientos de un
libro regularmente llevado”.
Los libros obligatorios son:
1. Libro Diario: El libro diario contiene el registro, la demostración escrita de todas las
operaciones realizadas, día a día, y con su orden cronológico. No obstante, algunas casas de
ventas al detal acostumbran a anotar en libros borradores las sumas provenientes de ventas,
y al cerrar las labores del día anotan en conjunto todos estos ingresos de dinero en el Diario,
sin que por ello contraríen el ordenamiento legal.
El libro diario es analítico, cada asiento debe corresponder a una sola operación realizada
en el día, por otro lado, las anotaciones sintéticas no podrán hacerse sino al siguiente día y
se manumitiría el cabal cumplimiento del artículo 34 del Código de Comercio, que exige
que las anotaciones se hagan día a día. El único asiento sintético reconocido, es el de los
gastos generales del establecimiento y los domésticos del comerciante, y los asientos de los
comerciantes por menor.
2. Libro Mayor: En este libro se abrirán las cuentas con cada persona u objeto por Debe y
Haber, trasladándose las partidas que les correspondan con referencia al Diario, y por el
mismo orden de fechas que tengan en éste. Aparecen así abiertas todas las cuentas
particulares o personales, sin anotarse en él las operaciones al contado que sí debe hacerse
en el Diario. El libro mayor sirve para facilitar el uso del Diario, el cual contiene la certeza
de las operaciones.
El comerciante que omitiere llevar los libros y registros especiales exigidos por la ley y los
reglamentos o no los conserve por el plazo previsto en la ley, referentes a las actividades u
operaciones que se vinculan a la tributación será penado con multa de 50 unidades
tributarias a 200 unidades tributarias. (50 U.T. a 200 U.T.). En la misma pena, disminuida
en la mitad, incurrirá el que no lleve los libros y registros especiales conforme a las
formalidades establecidas en las leyes o en los reglamentos. En caso de impuestos al
consumo la reiteración de la presente infracción acarreará, además, la clausura del
establecimiento por un término de 15 a 30 días continuos.
en la Oficina de Registro
Cabe destacar, que Calvo B. (1997,p. 119), en su obra Derecho Registral y Notarial, señala
que existen libros, cuadernos y Registros que deben llevarse en las Oficinas de Registros.
Atendiendo a ello, los Registradores deben llevar “un libro de presentaciones, un libro
diario, un libro de índice, un libro de inventario, un libro copiador de correspondencia, un
cuaderno de comprobantes, unos cuadernos de correspondencia y un libro de estampillas”.
Departamento de Otorgamiento: Una vez que el documento ha sido inserto y firmado por
el interesado, seleccionan los documentos, dándole número y formando los llamados tomos.
La Sociedad, en sentido técnico jurídico, ente creado por un acto voluntario colectivo de los
interesados, en aras de un interés común y con el propósito de obtener ganancias o un fin
lucrativo. Los socios se comprometen a poner un patrimonio en común integrado por
dinero, bienes o industria, con la intención de participar en las ganancias. Por tanto, son
características fundamentales y constitutivas de la sociedad la existencia de un patrimonio
común y la participación de los socios en las ganancias.
Las sociedades mercantiles según el artículo 201 del Código de Comercio. Vigente en
Venezuela se dividen en: “Sociedades en Nombre Colectivo. Sociedades en Comandita.
Sociedades Anónimas. Sociedades de Responsabilidad Limitada”. Debiendo distinguirse en
este caso entre las sociedades mercantiles de base personal y las sociedades mercantiles de
base capital.
Con respecto a las Sociedades Mercantiles de Base Personal se utiliza la expresión razón
social, la cual viene a ser la formula enunciativa del nombre completo de todos o algunos
de los socios, dependiendo del tipo de sociedad de personas de que se trate, si es una
sociedad en nombre colectivo o si es una sociedad en comandita. Así es el caso de
las Sociedades en Nombre Colectivo, tal razón social se va a formar bien sea con el nombre
de todos los asociados, o por lo menos con el de alguno de ellos (artículo 27 Código de
Comercio. encabezamiento). Las obligaciones sociales están garantizadas por la
responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios. El capital social está constituido por
partes sociales.
Interpretando el artículo 230 del Código de Comercio vigente en relación a los socios
autorizados para administrar la Sociedad en Nombre Colectivo que llevará el nombre del
socio o los socios que hayan sido autorizados por el documento constitutivo, de no
señalarse disposición expresa se entiende que todo socio cuyo nombre éste incluido en la
razón social está autorizado para obligar a la compañía.
En el caso de la Sociedad en Comandita, tal razón social deberá contener el nombre de uno
por lo menos de los asociados personalmente responsables, (art.27 1er. Aparte). Dichos
asociados reciben el nombre de Socios Comanditantes. En la Comandita Simple la
responsabilidad ilimitada de uno o más socios (solidarios o comanditantes) y por la
responsabilidad limitada a una suma determinada de uno o más socios comanditarios) el
capital de los comanditarios puede estar dividido en acciones y en este caso la Sociedad es
llamada en Comandita por Acciones, perteneciendo esta última a las Sociedades de base de
capital. En ambos casos, tales razones sociales o nombres deberán ir acompañados de una
locución que refleje que se trata de una Sociedad, de un ente Colectivo. Lo cual reemplaza
a aquellos socios cuyos apellidos se omite (sobre todo en aquellas Sociedades en donde son
varios socios, pues de lo contrario resultaría demasiado extensa la razón social) y
exterioriza ante el público la existencia de los demás socios responsables de las
obligaciones sociales.
Sin embargo, es necesario aclarar que el Articulo 227 del Código de Comercio. Contempla
una excepción al principio de que solo los nombres de los socios pueden integrar la razón
social, como es el caso de que una compañía que sea sucesora de otra, pudiendo utilizar la
razón social de causahabiente siempre y cuando indique tal carácter, ejemplo: Molina,
Sucesores.
Por otra parte, si una persona tolerase la inclusión de su nombre en la razón social de una
compañía, ello comporta la responsabilidad solidaria de él por las obligaciones sociales, a
menos de que se trate de una firma derivada. Igual efecto surte la inclusión del nombre de
los socios comanditarios (con su consentimiento expreso o tácito) en la razón social.
También hay otra norma que establece, que el nombre del socio que se retira puede seguir
formando parte de la razón social, pero para ello es necesario el consentimiento expreso de
él (Art. 31 del C.Co.). Los socios comanditantes son los socios a los que les corresponde la
administración de la Sociedad Comandita, y en tal virtud su responsabilidad es igual a la
del socio de la Compañía en Nombre Colectivo (ilimitada y solidaria), mientras que los
Socios Comanditarios son aquellos que si bien forman parte de la compañía están excluidos
de la administración de la misma y por lo tanto su responsabilidad es limitada al monto de
sus aportes, y es por esta razón que las normas de los artículos 27, primer aparte y 235 del
C.Co. prevén que la firma o razón social de éstas no pueden contener el nombre de otros
asociados que no sean personalmente responsables y como ya ha sido señalado el capital de
los comanditarios puede estar dividido en acciones. En la sociedad en comandita simple se
cumplen de igual forma con todo el contrato exigido en la Sociedad en Nombre Colectivo;
pero se debe agregar la suma de valores entregados o por entregar.
La sociedad en comandita por acciones, que tenía gran importancia en los tiempos en que
ella podía ser constituida libremente mientras que para la sociedad anónima era necesario
una concesión por parte del Estado, ha perdido tal trascendencia desde que fue suprimido
aquel requisito para la segunda de las sociedades mencionadas.
Estando sometida la Sociedad en Comandita por Acciones a los mismos requisitos que la
Sociedad Anónima. La Compañía Anónima es una sociedad de carácter mercantil, las
obligaciones sociales de estas compañías están garantizadas por un capital determinado y
cuyo aporte debe ser de al menos una quinta parte, por lo menos, en dinero (art.249) C.Co.
en el momento de su constitución y en la que los socios no están obligados sino por el
monto de su acción dándole a sus tenedores iguales derechos, al menos que se establezca
otra cosa en sus estatutos. En donde hoy día es común clasificarlas en varios tipos de
acciones, no existiendo acciones al portador, todas deben ser nominativas.
La administración de estas sociedades indica el C.Co. en su art. 242 que podrá realizarla
uno a más administradores temporales, revocables, socios o no socios. En este tipo de
Sociedades al igual que en la Sociedad en Comandita por acciones se establece la
prohibición a los administradores de dichas sociedades de intervenir en las deliberaciones
sobre la materia en las cuales, ya sea en su propio nombre, ya en nombre de otro, tenga
interés contrario a la compañía. Ejemplo de ello se establece en el artículo 286 del C.Co. Su
denominación social puede referirse a un objeto o formarse con cualquier nombre de
fantasía o persona.
Si una compañía mercantil cambia, sea por la incorporación de otro asociado sea por la
separación de alguno de los que la forman la razón mercantil puede subsistir; pero es
necesario el consentimiento expreso del asociado que se retira si su nombre figura en la
firma.
Nombres de Fantasía: Con lo cual se da a los socios libertad para elegir la palabra o
conjunto de palabras que van a formar la denominación social.
Mención Sociedad Anónima o Sociedad de Responsabidad Limitada (según el caso): En
cuanto a la compañía anónima, debemos señalar, que perfectamente se puede usar la
mención Compañía Anónima o Sociedad Anónima, escrita con todas sus letras, o en
abreviatura (S.A. o C.A.) ya que nuestro derecho ambas palabras son sinónimas. La
mención S.A., C.A. y S.R.L., C.R.L. se pueden colocar al comienzo o final de la
denominación social. Aún cuando la norma en comento no establezca nada al respecto, se
puede dar la utilización de siglas o formas abreviadas del nombre o denominación de la
sociedad, en tal caso se debe expresar claramente tal cuestión en el nombre constitutivo.
Para constituir una Sociedad Anónima y la Sociedad en Comandita por Acciones el acta
constitutiva según el C.Co. en su artículo 213 señala:
– Número de comisarios.
– Facultades de la Asamblea, condiciones para su validez y para el ejercicio del derecho
del voto.
– Monto del capital social. (el capital debe ser íntegramente suscrito y los socios deben
integrar el 50% de los aportes en dinero, por lo menos y la totalidad de los aportes en
especie, al momento de la constitución).
– Otros pactos lícitos y condiciones que los socios juzguen convenientes, no prohibidos
por la ley
Cuadro1
Sociedades Mercantiles
1986 – 2006