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REGISTRO MERCANTIL

EN VENEZUELA
El proceso de reforma registral se iniciao a partir de la promulgación del Decreto Ley con
el registro Inmobiliario. Le sucederon el Registro Mercantil y el Registro Civil, pero esto
no impide que el Ministro del Interior y Justicia ordene la reforma y modernización
simultánea de varios tipos de registro.

Este Decreto Ley constituye un cuerpo normativo que incorpora al ordenamiento jurídico
venezolano los principios modernos que se requieren para instaurar la seguridad jurídica en
las instituciones registrales y revitalizar el ejercicio de la función notarial. Ello solamente
podrá lograrse con una visión congruente del ámbito de la seguridad jurídica patrimonial,
civil y pública para estar en el marco de los países de vanguardia en procesos registrales y
notariales automatizados.

De lo antes señalado, resulta del interés conocer antecedentes del origen del Registro de
comercio o marcantil, ya que la doctrina coincide que el origen de la institución se
encuentra en la matricula de los comerciantes (el Liber mercatorum), registro que era
llevado por las corporaciones medioevales para la inscripción de sus miembros. La
inscripción en la matricula no era obligatoria, es decir, se podía ser comerciante sin estar
inscrito. La inscripción solo era necesaria para gozar de los privilegios conferidos a la
corporación.

El sistema evolucionó en los países de Europa Continental de modo diferente en Francia, la


ordenanza de Colbert ordenó la inscripción de las sociedades, bajo pena de nulidad; el
código de 1870 ignoró la institución; el Registro de Comercio fue establecido por Ley el 18
de marzo del año 1919, no se suprimieron los antiguos sistemas de publicidad ni se
otorgaron efectos jurídicos a la inscripción de los actos en el registro.

Morles (2002. p.364), refiere que han sido las reformas legislativas de 1953, 1958, 1963,
1967, 1975, 1978 y 1984, las que han establecido un régimen moderno según el cual:

a) Los inscritos en el registro de comercio se presumen comerciantes;


b) Las personas no inscritas no pueden valerse de la cualidad de comerciantes;

c) Las sociedades gozan de personalidad jurídica, a partir de la inscripción;

d) Los actos cuya inscripción es obligatoria no pueden ser opuestos a terceros


si carecen del requisito de inscripción;

e) Las personas matriculadas en el registro deben indicar en toda su papelería


su numero de matricula, precedido de la indicación de la sede de registro mercantil y de una
letra que indique la forma de la empresa: A, para los comerciantes individuales; B, para las
sociedades comerciales; C, para los grupos de interés económico; D, para las sociedades
civiles y las cooperativas.

En Italia, a pesar de la tradición de las corporaciones medievales, el Código de Comercio


no acogió la institución. En la relación Mancini se da cuenta de la discusión y se explica
que la idea se descartó, no solo porque despertaba la idea corporativa medieval, sino porque
creaba problemas provenientes del no ejercicio del comercio de la persona no inscrita y del
efectivo ejercicio por parte del que no estuviera inscrito. El Código de Comercio de 1942
en varios artículos, instituyó un registro de empresas comerciales, regulando la eficacia de
la inscripción si no han sido inscritos los documentos no pueden ser opuestos a los terceros
por quien está obligado a pedir la inscripción, a menos que éste pruebe que los terceros han
tenido conocimiento de ellos. La ignorancia de los hechos cuya inscripción prevé la Ley no
puede oponerse por los terceros desde el momento en que la inscripción se ha practicado.
Quedan a salvo las disposiciones particulares de la Ley.

En Alemania, el registro de comercio fue establecido en el siglo XVIII y perfeccionado por


los códigos de comercio de 1861 y 1897 el desarrollo de la institución estuvo vinculado a la
posibilidad de utilización de un nombre comercial distinto al nombre civil, habiéndose
establecido un Registro de comercio con finalidades de: publicidad, control y efectos
jurídicos. Es un instrumento de publicidad en tanto ofrece a los terceros la posibilidad de
informarse acerca de ciertos actos de los comerciantes. El examen consulta y copia de estos
documentos es libre.

Schmidt (citado en Morles H. 2002. p. 365) refiere que:


El sistema alemán ha sido considerado el más desarrollado. Influyó en la legislación de
otros países y fue adoptado en Francia a raíz de la primera Guerra Mundial. La doctrina le
atribuye como una de sus características la divulgación de los hechos verídicos. Por lo cual
esta al servicio de la protección del tráfico jurídico

En España, las ordenanzas de Bilbao 1737 preceptuaba el Registro de los contratos de


sociedad; el Código de Comercio de 1829 ordenó un registro de documentos entre ellos,
capitulaciones matrimoniales, poderes otorgados por los comerciantes, cartas dotales, al
lado de la matricula de los comerciantes, como por ejemplo, la inscripción en la matricula y
el ejercicio del comercio otorgaban la cualidad de comerciantes. El Código de Comercio de
1885, amplió la lista de hechos sujetos a la inscripción y profundizó la significación
jurídica de la inscripción.

Garrigues citado en Morles A, 2002: 367, señala que:

En la evolución histórica del Registro Mercantil se señalan dos direcciones: una horizontal
que extiende el ámbito del Registro Mercantil a ciertos documentos importantes, donde este
ya no es solo una lista de comerciantes y la otra vertical ahonda en las consecuencias
jurídicas, de la inscripción misma, o, dicho de otro modo, eleva la consideración jurídica,
de la inscripción; el registro mercantil es un órgano jurídico de publicidad material, cuyos
asientos pueden oponerse a toda persona, como si efectivamente los conociera

El régimen existente en España fue ampliamente reformado por la Ley 19/1989 de 25 de


julio y por el reglamento aprobado por el Real Decreto 1784/1996 de 19/07, para adaptar la
legislación a las prescripciones de la primera directiva de la comunidad económica
Europea.

En Venezuela, el registro mercantil aparece con el Código de Comercio del 29 de


agosto de 1862, Goldschmidt, R (2002: 134), expresa que el Registro Mercantil

Preveía sólo la comunicación y fijación de ciertos documentos concernientes a relaciones


patrimoniales entre los cónyuges, así como también un extracto del contrato de compañías
de personas. Igual debía tenerse de manifiesto copia integra del contrato de compañías
anónimas y del decreto de su autorización.
Fue el código de comercio de 1873, el que introdujo la institución con los rasgos básicos
que se han preservado hasta hoy, se reglamentó separadamente la matrìcula de comercio y
el Registro de comercio, la primera estaba prevista solo para comerciantes por mayor,
incluso las sociedades, en la practica ocurría muy pocas veces, ésta matricula en el Registro
de Comercio tenía que anotarse, pero sin trascripción, una serie de documentos, incluso se
han producido algunos intentos de reforma legislativa.

La matricula de comerciantes que estableció el código de 1873, desapareció en 1904, aparte


de la inscripción propiamente dicha, el Código de Comercio establece el requerimiento de
fijar carteles en lugares públicos, procedimiento este muy antiguo, igualmente existe la
obligación de dar publicidad por la prensa a ciertos actos.

El registro mercantil venezolano es sustancialmente, un registro de personas (empresarios),


de hechos y de relaciones jurídicas de interés para el tráfico mercantil. El Registro
Mercantil no es el único que se refiere a la materia comercial. Existen otros: a) el Registro
de la Propiedad Industrial, para las marcas y las patentes de invención; b) el Registro
Nacional de Vehículos, para los automotores; c) el Registro Nacional de Valores, para las
emisiones de títulos en serie y los intermediarios del mercado de de Valores; d) el Registro
subalterno (registro inmobiliario) para los buques y las hipotecas mobiliarias y prendas sin
desplazamiento de posesión; e) el Registro Aéreo, para la transferencia de propiedad y los
gravámenes sobre las aeronaves.

El Decreto Nº 15 del 30 de diciembre de 1952, crea en la ciudad de Caracas, con


jurisdicción en el Distrito Federal, una oficina especial que se denominó Registro
Mercantil. Donde Pineda L. citado en Calvo B, 1997: 201), lo define en los siguientes
términos: “Es una institución que se ha creado como fuente de información para conocer el
verdadero estado de las situaciones jurídicas en materia comercial.”

Igualmente lo define como “el instrumento creado por el Estado para regular las
constituciones de sociedades de carácter mercantil por parte de los sujetos de derecho en las
relaciones de carácter mercantil en cuanto a la obligación en que se encuentran los que
voluntariamente quieran constituir una sociedad mercantil” .

Objeto del Registro Mercantil


El Decreto con fuerza de Ley de Registro y del Notariado publicada en la Gaceta
Oficial Nº. 37.333 de fecha 27 de noviembre de 2001, en el artículo 49, hace referencia la
objeto del Registro Mercantil así:

1. 1. la inscripción de los comerciantes individuales y


sociales y demás sujetos señalados por la Ley, así mismo la inscripción de las actos
y contratos relativos a los mismos de conformidad con la Ley.
2. 2. la inscripción de los representantes o agentes
comerciales de establecimientos públicos extranjeros o sociedades mercantiles
constituidas fuera del país, cuando hagan negocios en la Republica.
3. 3. la legalización de los libros de los comerciantes.
4. 4. el depósito y publicidad de los estados contables y de los
informes periódicos de las firmas mercantiles.
5. 5. la centralización y publicación de la información
registral.
6. 6. la inscripción de cualquier otro acto señalado en la Ley.

De la norma anterior se colige: i) el Registro mercantil es una institución jurídica, que


cumple una función de servicio público, ii) y a su vez tiene por objeto inscribir todos
aquellos actos de los comerciantes garantizando seguridad jurídica a tales actos.

Ubicación del Derecho Registral en el Campo del Derecho


En el derecho registral venezolano hay diversos criterios en cuanto a la ubicación del
mismo en el campo del derecho.

Al respecto, Calvo B. (1997: 8-9) señala que “existen tres posiciones doctrinales acerca
de la ubicación del Derecho Registral, en el Derecho Público o en el Derecho Privado y se
encuadrara su correcta ubicación de acuerdo al criterio que existe en Venezuela”.

Las tres posiciones básicas son las siguientes:

1. La primera posición considera el Derecho Registral como una disciplina


independientemente del Derecho, puede estar tanto en el Derecho Público como en el
Derecho Privado, debido a sus características especiales.

2. Los que opinan que el Derecho Registral carece de autonomía, perteneciendo este al
Derecho Público o al Derecho Privado. Los que lo ubican en este último, lo hacen en el
Derecho Civil (Derecho de las cosas).

3. La tercera y última posición los que consideran al Derecho Registral como parte del
Derecho Público, lo ubican en el Derecho Administrativo.

Para encontrar la ubicación del Derecho Registral en el campo del Derecho, es menester
tomar en consideración que el Derecho en general comprende varias ramas, cada una de
las cuales se refiere a actividades propias, especificas del hombre. Estas ramas no tienen
existencia independiente, en forma tal que las fronteras entre una rama y otra sean
absolutas. Con la evolución socio- económica de las civilizaciones se van formando nuevas
ramas del Derecho, otras ya han perdido su valor y vigencia.

Igualmente, existen divisiones del Derecho en Escrito y Consuetudinario; Interno y


Externo, Público y Privado, siendo esta última división la que hay que tomar en cuenta
para este estudio. ¿Qué es el Derecho Público y que es el Derecho Privado? Para la
división del Derecho en Público y Privado, se han establecido diferentes criterios de
distinción.
En Roma, este criterio fue de interés y lo preconiza Savigny. Para otros, el Derecho
Público y Privado se basa en la forma en que tiene lugar el nacimiento de la relación
jurídica, siendo su sustentador Hans Kelsen. Hay además, quienes se fijan en los sujetos a
los que se refieren las normas.

Puede indicarse que el Derecho Público es el conjunto de normas que regula la


organización del Estado y demás entes políticos menores disciplinando también las
relaciones de lo ciudadanos con estas organizaciones políticas. El contenido del Derecho
Público, así definido, vendría a ser la propia estructura del Estado y toda la actividad
vinculada con el interés general.

El Derecho Privado, por otra parte, se entiende como: el conjunto de normas que regulan
las relaciones de los particulares entre sí o las relaciones entre éstos y el Estado, cuando
este actúa no investido de su potestad de ente soberano, sino de ente de carácter privado.
Tendiendo en cuenta que el Derecho Público está referido a la realización del bienestar
general y el privado al beneficio personal con primacía del interés individual frente al
general del Derecho Público. Así precisado el campo del Derecho Público y Privado, se
puede ubicar al Derecho Registral en el campo del Derecho Público, formando parte de
los Entes Públicos Menores, que constituyen la organización jurídica del Estado al
servicio de la colectividad.

Principios Registrales.

Calvo B. (1997: .51), los principios regístrales “son aquellas reglas o fundamentos que
sirven de base al sistema registral y responden a la tendencia de sintetizar el contenido
de las diversas ramas jurídicas, en una serie de directrices con jerarquía de principios
jurídicos”.

Por tanto, en toda organización registral considerada perfeccionada o de avanzada


deben existir principios fundamentales que deben aplicarse en sus procedimientos con
la finalidad de garantizar el fiel cumplimiento de la función de los registros.
Entre esos principios fundamentales el referido autor apunta que deben ser aplicados los
siguientes:

Principio de Inscripción: En los Sistemas de Fuerza Formal de Registro, la inscripción


es el elemento básico para que se produzca la constitución, transmisión, modificación o
extinción de los documentos de las sociedades mercantiles. Este principio exige la
registración para la existencia del derecho real; este principio hace referencia al papel
que la inscripción desempeña en la constitución, transmisión, modificación y extinción
de los derechos reales. Este principio tiene su base legal en la Ley de Hipoteca
Mobiliaria y Prenda sin desplazamiento de Posesión, Artículos 15 y 20, igualmente en
el Código Civil vigente en los Artículos. 1.915, 1.916, 1.926 y 1.927.

Principio de Legalidad: Este principio tiene su fundamento en la legislación


venezolana en los articulo 1.913 al 1.918 del Código Civil vigente y en el artículo 12 del
mencionado Decreto con Fuerza de de la Ley, que indica lo siguiente:

Artículo 12: “Sólo se inscribirán en el Registro los títulos que reúnan los requisitos de
fondo y forma establecidos por la ley”. Este principio es la esencia de toda organización
registral; consiste en la atribución que tiene el Registrador de examinar el documento
cuya inscripción se solicita, a fin de verificar los requisitos legales necesarios para su
ingreso en el registro. Este principio se materializa mediante la calificación del título.

Cabe destacar, que sí el Registrador considera que el documento presentado adolece del
algún defecto que impida su registro o incumple con alguno de los requisitos que se
establecen en el Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado
debiendo así el Registrador negar la protocolización del documento, está contemplado en
el artículo 39 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado, el cual
señala:

En caso de que el Registrador rechace o niegue la inscripción de un documento o acto, el


interesado podrá intentar recurso jerárquico ante la Dirección Nacional de Registros y del
Notariado, la cual deberá, mediante acto motivado y dentro de un lapso no mayor a diez
(10) días hábiles, confirmar la negativa o revocarla y ordenar la inscripción.
Principio de Publicidad: Este principio inviste de certeza a las declaraciones regístrales que
se presumen exactas, aun en el supuesto de que dicho contenido registral pueda ser una
simple apariencia formal, vacía de contenido registral por no reflejar plenamente la realidad
jurídica. Para reafirmar el eminente orden publico de las normas que sobre publicación
deben cumplirse en materia de constitución de sociedades mercantiles la C.S.J. en sentencia
de fecha 20-05-1976 ratificada posteriormente en sentencia de fecha 23-09-77 por el
Juzgado Superior Quinto en lo Civil y Mercantil de la Circunscripción Judicial del Distrito
Federal y del Estado Miranda coincide con el criterio de Alois Castillo Contreras (2004.
p.p. 169 ,170), en el sentido de reafirmar que:

Los artículos 217 y 21 del Código de Comercio tienen un carácter de orden público, ya que
el contenido del mismo tiende a proteger el interés general de los socios, de los terceros y la
comunidad en general, pues la actividad de las sociedades mercantiles es de gran
importancia y su aplicación debe ser hecha de oficio por el juez.

Este principio de publicidad esta contenido en la legislación venezolana en los artículos


1928 del Código Civil, en concordancia con el artículo 13 del Decreto con fuerza de Ley de
Registro Público y del Notariado que consagra:

Artículo 13. La fe pública registral protege la verosimilitud y certeza jurídica que muestran
sus asientos. La información contenida en los asientos de los Registros es pública y puede
ser consultada por cualquier persona.

Principio de Prioridad: Este principio consiste en que el acto registrable que


primeramente ingrese en el Registro se antepone o prevalece a todo acto registrable, que
siendo incompatible, no hubiere ingresado en el Registro, aunque fuere de fecha anterior,
por consiguiente, no se puede inscribir ninguna actuación incompatible con otro ya
inscrito aunque sea de fecha anterior; lo que significa que el primero que llega al
Registro tiene preferencia sobre el siguiente. El artículo 9 del Decreto con Fuerza de Ley
de Registro Público y del Notariado indica: “Todo documento que ingrese al Registro
deberá inscribirse con prelación a cualquier otro título presentado posteriormente”.
Principio de Legitimación: Este principio consiste en que los asientos o inscripciones
gozan de una presunción de veracidad que se mantiene hasta tanto no se demuestre la
discordancia entre el Registro y la realidad, imponiendo como presunción Iuris tantum,
la credibilidad del Registro, mientras no se demuestre la inexactitud. En este principio
cuando hay discordancia entre la realidad jurídica y la registral, se considera eficaz la
primera, pues se considera que el Registro sólo verifica o publica derechos reales
nacidos fuera de su competencia.

Principio de la Fe Pública: Lo que expresan los asientos regístrales se refuta o se


considera siempre exacto, fundándose de buena fe en el contenido del Registro; ya que
la fe pública se considera como un principio básico y fundamental de todo buen
sistema de Registro.

Principio de Tracto Sucesivo: Es el tracto sucesivo obedece a la finalidad de organizar


los asientos de manera que expresen, con toda exactitud, una secuencia perfecta y
encadenamiento de las titularidades del dominio de los demás derechos registrados; así
como la correlación entre las inscripciones y sus modificaciones, cancelaciones y
extinciones. Este principio tiene su fundamento legal en el Articulo 11 deL Decreto con
Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado.

Al respecto observa la Sala, que para que se garantice lo consagrado en la Ley de Registro
Público y del Notariado, es necesario que exista como lo asentó la Sala en sentencia de
fecha 14-08-89 (Caso: Banco de Fomento Comercial), una correspondencia lógica entre el
título inmediato de adquisición y el que pretende registrar. (Sentencia de la Sala
Político Administrativa 14-08-1991, con ponencia del Magistrado Dr. Román Corredor
en el juicio de Antonio Cardozo Blanco, en el expediente Nº 5.781).

Principio de Rogación: Las actuaciones regístrales se efectúan a solicitud de parte


interesada, previo el pago de los derechos que tal acto cause, por consiguiente la
presentación de un documento en el Registro Mercantil dará por iniciado el
procedimiento registral siendo impulsado de oficio hasta su conclusión siempre y cuando
haya sido debidamente admitido. Este principio esta consagrado en el Art. 8 del Decreto
con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado.
Principio de Especialidad: Este principio se refiere a que los bienes y derechos inscritos
en el Registro deberán estar definidos y precisados respecto a su titularidad, naturaleza,
contenido y limitaciones. Su fundamento esta consagrado en el artículo 10 del Decreto
con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado; el Artículo 19 del Código de
Comercio vigente establece cuales son los documentos que deben anotarse en el
Registro de Comercio. Este principio, no solamente es importante para la eficacia legal
de los asientos regístrales, sino para la labor organizada administrativa del Registro
Mercantil.

La importancia de la aplicación de estos principios regístrales se manifiesta en que estos


son orientadores fundamentales, que informan y dan la pauta en la solución de los
problemas jurídicos que se presentan en el Registro Mercantil.

Importancia del Registro Mercantil

El Registro de Comercio sirve de fuente de información, tanto para la colectividad en


general como también para los comerciantes, de la situación jurídica y económica (en
algunos aspectos) del comerciante en particular. El comerciante al inscribir
determinado documento en el registro mercantil, convierte dicho acto en un acto
público, y por lo tanto cualquier persona tiene la posibilidad de acudir al registro de
comercio y verificar en el archivo del mismo las actuaciones que se inscriben; por
consiguiente el Registro de Comercio o el Registro Mercantil es una institución de
carácter público que se manifiesta de la siguiente manera:

a) Atendiendo a la publicidad o notoriedad que recibe el documento que se ha


registrado.

b) En sus efectos erga omnes que produce contra terceros.

“De esta publicidad en sentido formal hay que diferenciar el principio de la publicidad
material” (Goldschmidt, R, p. 71).
En este sentido las leyes extranjeras modernas, de inspiración germánica, verbigracia, el
artículo 2.193, Código de Comercio Italiano de 1942, y también el Anteproyecto de
reforma del Código de Comercio venezolano, artículo 24, distinguen en relación con los
terceros, entre los efectos de los hechos no inscritos y de los hechos inscritos y
publicados. Desde el primer aspecto, se consagra que los hechos cuya inscripción la
ley requiere y que no hayan sido inscritos, no pueden ser opuestos por aquellos que
estaban obligados a solicitar la inscripción a menos que prueben que los terceros los
conocían.

Desde el segundo aspecto, se indica que la ignorancia de los hechos cuya inscripción la
ley requiere, no puede ser opuesta por los terceros a partir del momento en que la
inscripción y publicación se hayan efectuado. Se solía diferenciar entre el sistema
alemán que siguen, por ejemplo, Suiza, Italia y, en parte, España , y el sistema francés
que atribuía al registro una trascendencia menor, pero las diferencias se han atenuado
desde la reforma francesa del año 1953.

Por lo anteriormente expuesto se verifica que al inscribir un documento en el Registro


Mercantil, los terceros tienen el derecho de informarse sobre su contenido; teniendo la
obligación el Registrador a cargo de ese despacho de expedir al interesado las copias
certificadas que se le soliciten de determinadas actuaciones o la certificación al pie del
escrito de alguna situación o circunstancia que consten en el expediente de una
determinada sociedad mercantil sobre el cual una persona tenga interés; la obligación de
fijar una copia durante seis meses en la cartelera; de cada documento que se inscriba,
con su número, orden y fecha, de admitir o rechazar los documentos que se le presenten
para su registro; entre otros.

El Registro Mercantil o también llamado Registro de Comercio, es aquel instrumento


creado por el Estado para regular las constituciones de sociedades de carácter mercantil
por parte de los distintos sujetos de derecho en las relaciones de carácter mercantil en
cuanto a la obligación en que se encuentran los que voluntariamente deseen constituir
una sociedad mercantil , como quienes la conforman, su capital, objeto, su domicilio, las
disposiciones estatutarias las cuales consagran cual es la estructura y funcionamiento de la
sociedad; con la única finalidad que todas las personas interesadas puedan conocer tal
información así como otras, por medio del Registro Mercantil, ya que si no existiera la
regulación que realiza el Estado pueden originarse fraudes y deslealtades entre los
comerciantes , y es eso precisamente lo que el Estado trata de lograr regulando de esta
forma la actividad mercantil, por lo tanto, los actos que efectué el comerciante sean del
conocimiento público, ya que se supone de que su objeto es licito, el capital aportado
existe, es decir, que cumple con todos los requisitos exigidos por el Código de Comercio
para su posterior inscripción en el Registro Mercantil.

El Estado a través de su derecho adjetivo crea el instrumento necesario para que


satisfaga a los intereses de los comerciantes y de la propia actividad mercantil, como es
el Registro de Comercio; en donde los terceros y cualquier interesado puedan saber y
obtener la información necesaria a sus propios intereses, a través de las actas de
constitución y Estatutos de ellas, que debe estar formalizadas en los Registros
Mercantiles de las respectivas circunscripciones del domicilio de una empresa
determinada.

Características del Registro Mercantil

Es legitimador, ya que impone la credibilidad de las actuaciones inscritas en el


Registro Mercantil; garantizando así la seguridad de los derechos; que toda persona
necesita para que puedan celebrar sus negocios jurídicos. El Registro Mercantil contiene
la verdad jurídica, tanto inter- partes como frente a terceros, con prescindencia de la
buena o mala fe; es decir, lo que expresan los asientos regístrales se reputa siempre
exacto. Siendo la función primordial del Registro Mercantil dar seguridad al comercio,
por eso la publicidad registral crea una apariencia legitimadora suficiente como para
proteger a quien en ella confía, orientando y dando a conocer los derechos que se
inscriben en esta institución a los interesados (terceros).

Es regulador de la publicidad, tiende a dar conocimiento a los interesados de una


determinada situación, de un hecho, acto o negocio jurídico, está contemplado en el
artículo 215 del Código de Comercio, al indicar “El funcionario respectivo, previa
comprobación de estar cumplidos los requisitos legales, ordenará su registro y
publicación”. Igualmente el Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del
Notariado, señala que “la inscripción de un acto en el Registro Mercantil y su posterior
publicación, cuando ésta es requerida, crea una presunción iuris et de iure sobre el
conocimiento universal del acto inscrito”.

Es un Servicio Autónomo sin personalidad jurídica, adscrito al Ministerio de


Interior y Justicia, ya que recauda sus propios ingresos teniendo un patrimonio propio.

Posee un predominio de los sistemas convalidante y de folio personal, siendo un


sistema convalidante porque además de la oponibilidad de lo inscrito, establece a favor de
quien inscribe una presunción legal relativa o “ iuris tantum” acerca de la veracidad que
implica la coincidencia de la verdad real y la registral e integridad del contenido del
registro, es decir, que comprende la titularidad del derecho en todos los aspectos jurídicos
en cuanto al contenido y legitimidad del titular y la forma exigida si fuera el caso. Este
carácter está en el artículo 59 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del
Notariado.

Las actuaciones que se inscriben en el Registro mercantil se consideran exactas y


validas, carácter incluido en el artículo 58 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro
Público y del notariado, al indicar: “El contenido del registro se presume exacto y válido,
pero la inscripción no convalida los actos y contratos nulos”.

Es una institución de carácter público creada con el fin de suministrar para el interés
de la colectividad y también el del comerciante, datos importantes sobre la situación
jurídica de éstos, está contemplado en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley de
Registro Público y del Notariado.

Efectos que produce la inscripción de documentos en el

Registro Mercantil

En el derecho venezolano, los actos cuya inscripción obligatoria es proclamada por el


Código de Comercio surten efectos frente a terceros cuando la inscripción se ha realizado.
Así lo señala el Código de Comercio en el artículo 25 al consagrar:

Los documentos expresados en los números 1°, 2°, 3°, 7°, 8°, 9° 10° 11°, 12° y 13° del
artículo 19, no producen efecto sino después de registrados y fijados. Sin embargo, la falta
de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de buena fe los interesados en
los documentos a que se refieren esos números.

La falta de oportuno registro y fijación no incide en la validez del acto. Los actos son
válidos, pero ineficaces frente a terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la publicación.

Los documentos que deben registrarse están contemplados en el artículo 19 del Código de
Comercio dentro de los cuales destaca:

a) Documentos relativos a situaciones de derecho de familia: 1. autorización al menor


emancipado y su revocación. 2. Autorización a quien ejerce la patria potestad para
representar al menor en la actividad mercantil. 3. Autorización a la mujer para afectar los
bienes conyugales.

b) Documentos relativos al comerciante individual o colectivo: 1. Firmas de comercio. 2.


Venta de fondo de comercio. 3. Extracto de escrituras de sociedad. 4. Poderes del
comerciante a sus factores. 5. Autorización del Juez para ejercer su profesión a corredores y
venduteros.

La no inserción en el Registro de Comercio de los documentos enumerados en el artículo


19, es la de hacerlos ineficaces frente a terceros de buena fe, es decir, que contra estos no
podría alegarse válidamente el otorgamiento de un determinado documento, si previamente
no se cumplió con la formalidad de su inscripción en el Registro de Comercio. Ahora bien,
frente a terceros de mala fe y aún entre los mismos contratantes, dichos documentos
carentes de la formalidad anotada, si podrían ser opuestos.

En cuanto a los efectos del registro pueden ser: Constitutivos y declarativos:

Constitutivos: Los constitutivos del registro consisten en que la inscripción del respectivo
documento, crea una nueva condición jurídica entre las partes y los terceros, como es la
eficacia total.
Declarativos: Es un acto celebrado entre las partes y por lo tanto hace constar hechos y que
no produce con el registro ningún efecto jurídico nuevo. Dentro de esta categoría de
efectos, se pueden ubicar, los documentos señalados en los numerales 4, 5 y 6 del artículo
19 del Código de Comercio. En defecto de su inscripción, el negocio jurídico o el acto no
tiene efectos ante terceros, como es la eficacia parcial.

Señala Morles, A. (2002: .376) lo siguiente: “El efecto principal general de la inscripción
de los actos en el Registro Mercantil es el de la oponibilidad de éstos a terceros: 1.- El
efecto es inmediato y pleno, en el caso de los supuestos indicados en los ordinales 1º, 2º, 3º,
7º, 8º (en cuanto concierne a firmas personales), 11º, 12º y 13º”.

Del mencionado efecto uno de los ejemplos que se pueden mencionar son: La autorización
del curador y la aprobación del Juez, en su caso, habilitando a los menores para comerciar,
el registro del documento constitutivo de una sociedad para que adquiera personalidad
jurídica, el registro de los poderes que los comerciantes otorgan a sus factores y
dependientes para administrar negocios.

Igualmente Morles, A. (2002: 376), hace referencia a otros efectos dentro de los cuales
destaca:

2. El efecto suspensivo en los otros casos del ordinal 8° (en cuanto concierne a las firmas
sociales). En efecto, la sociedad registrada no se considera legalmente constituida hasta que
no se publique el registro, entre tanto no se puede pedir la liquidación de la sociedad.

3. El efecto es parcialmente constitutivo en el caso de las reformas estatutarias (Ord. 9° del


artículo 19 en concordancia con el art. 221 del Código de Comercio). Solo con el registro y
posterior publicación surten efectos las reformas estatutarias. No surten ningún efecto
antes.

4. El efecto es declarativo en el caso de los ordinales 4º, 5º y 6º, puesto que no se requiere
el registro para que surtan efectos frente a terceros.

Del estudio y análisis del sistema registral, se induce que los documentos, actos y
sentencias que la Ley sujeta a las formalidades del registro y que no hayan sido
anteriormente registrados, no tienen ningún efecto contra terceros que, por cualquier título
hayan adquirido y conservado legalmente derechos. Cuando la ley exige un titulo registrado
para hacer valer un derecho, no puede suplirse aquel con otra clase de pruebas, salvo
disposiciones especiales.

Morles, A. (1998, pp. 374 – 375): Señala que en el derecho mercantil venezolano:

…los actos cuya inscripción obligatoria es proclamada por el Código de Comercio surten
efectos frente a terceros cuando la inscripción se ha realizado. La falta de oportuno registro
y fijación no incide en la validez del acto. Los actos son válidos, pero ineficaces frente a
terceros hasta tanto ocurra la inscripción y la publicación. El efecto principal general de la
inscripción de los actos en el Registro Mercantil, es el de la oponibilidad de éstos a
terceros. El registro no es completo si no está acompañado de la fijación de una copia en la
sede del Registro Mercantil (arts. 22 y 25 del Código de Comercio). La falta de fijación
impide que el acto surta efectos frente a terceros.

Cuando el artículo 25 del Código de Comercio dispone que los documentos a que en este se
aluden, no producirían efectos sino después de registrados y fijados, no esta estableciendo
que los actos allí indicados sean jurídicamente inexistentes por el incumplimiento de dichos
requisitos. Muy por el contrario, existen y son oponibles entre las partes, lo que sucede es
que para que produzcan efectos frente a terceros, es decir, que dichos actos puedan ser
oponibles a personas distintas de las que forman parte de los mismos, requerirán del
cumplimento previo de registro y fijación.

El texto de las anteriores disposiciones debe ser coordinado con el contendido de la Sección
Segunda, Título VII, Libro Primero del Código de Comercio, en cuyos artículos 211 a 226
se explicita el régimen de publicidad de las sociedades mercantiles, esto es señalado por el
autor Goldschmidt, R. (2002,p.139) al señalar:

Los artículos 19 y 25, se refieren, incluso a las escrituras relativas a las sociedades. No
obstante, en materia de sociedades encontramos disposiciones especiales que son de
aplicación preferente. En primer lugar, allí se prevé, además de la anotación, la publicación
en un periódico (artículo 212), cosa diferente de la fijación del artículo 22. En segundo
lugar, si el contrato de sociedad, que conforme al artículo 211 debe otorgarse por
documento privado o público, no tuviese esta forma o si los documentos respectivos no
hubiesen sido registrados y publicados, las sanciones previstas no son las del artículo 25
sino que están establecidas en forma especial en los artículos 219 y 220.

En este orden de ideas, existen consecuencias del incumplimiento de las formalidades


legales, del contenido del artículo 219 del Código de Comercio se infiere que la ley no fija
término para el cumplimiento de ciertas formalidades, pues dicho artículo dice:

Si en la formación de la compañía no se cumplieren oportunamente las formalidades que


ordenan los artículos 211, 212, 213, 214, y 215, según sea el caso, y mientras no se
cumplan, la compañía no se tendrá por legalmente constituida. Los socios fundadores, los
administradores o cualesquiera otras personas que hayan obrado en nombre de ella,
quedarán personal y solidariamente responsables por sus operaciones.

Esta disposición legal contempla dos sanciones que es necesario destacar: a) La sociedad
no está legalmente constituida y b) Los fundadores, administradores o cualesquiera
personas que hayan actuado en nombre de la sociedad, son personal y solidariamente
responsables.

Como se puede apreciar, la sociedad que no cumple con las exigencias legales, no está
legalmente constituida y por lo tanto no tiene personalidad jurídica, y los socios son
personal y solidariamente responsables.-

Es importante destacar sentencia Nº. 201 del 14-06-2000, de la Sala de Casación Civil, la
cual señala:

La doctrina nacional, salvo aisladas voces discrepantes, ha puntualizado que la sociedad no


nace por el hecho de su registro y publicación, pues como su existencia se deriva de un
contrato, nace junto con el contrato mismo. Las formalidades del registro y publicación no
tienen entre nosotros carácter constitutivo sino simplemente declarativo, a los fines de
publicidad frente a terceros, de modo que el incumplimiento de dichas formalidades no
entrañan la inexistencia de la sociedad, puesto que la sanción que establece no es la
inexistencia ni la nulidad, sino la de que la sociedad no se debe considerar entonces como
legalmente constituida, es una sociedad irregular, pero de todos modos sujeto de derechos y
obligaciones, dado que su `objetividad jurídica es sustancialmente del contrato que es el
que crea el ente…`
Efectos de la Inscripción. Publicidad Formal y Publicidad Material

Los efectos de la inscripción producen dos clases de publicidad:

a) Publicidad Formal: Significa que los terceros pueden acudir al Registro Mercantil con el
fin de tener conocimiento de la vida mercantil del comerciante y están facultados para
exigir copias certificadas de los documentos. (Esta clase de publicidad está reconocida en el
en el artículo 60 del Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado).

b) Publicidad Material: Significa que: 1.Los interesados no pueden oponer los hechos a los
terceros si esos hechos no han sido registrados. (En este sentido está reconocida la
publicidad material en nuestro Código de Comercio en el artículo 25). 2. Los terceros no
podrán alegar desconocimiento de los hechos si éstos han sido registrados según la Ley.
(En este sentido no ha sido reconocida todavía la publicidad material en el Código
venezolano.

La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia en sentencia de fecha 28-05-1987, señaló que
la falta de oportuno registro y fijación no podrá oponerse a terceros de buena fe, al indicar:

….En el artículo 19 (no el 18 como lo denuncia el recurrente) en su ordinal 9°, entre los
documentos que deben registrarse en el Registro de Comercio está ‘un extracto de las
escrituras en que se forma, se prorroga, se hace alteración que interese a terceros o se
disuelva una sociedad y en las que se nombren liquidadores’; y es igualmente cierto que a
tenor del artículo 25 ejusdem, en su primera parte, los documentos que deban registrarse
‘no producen efecto sino después de registrados y fijados’. Sin embargo, conforme al aparte
del mismo artículo, ‘la falta de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de
buena fe los interesados en los documentos a que se refieren esos números’ y tal sería el
caso de autos, como lo declaró la recurrida, fundada en que ‘no hay prueba en autos de que
el Banco Industrial actor hubiera procedido de mala fe, ni en la preparación, ni en la
celebración de ese convenio’ y ‘tampoco se puede presumir que en las diligencias
practicadas por ella ante el Registro Mercantil la expresada… haya faltado a la buena fe’,
en cuyo caso sí podrían oponerse la sanción a tenor de la jurisprudencia de la Corte.

En tales circunstancias, la prenombrada Directora habría hipotecado validamente el


inmueble de su representada y por consiguiente no se habría violado por parte de la
recurrida el artículo 1890 del Código Civil al declarar valida la hipoteca en referencia. Y
tampoco los artículos 19, ordinal 9° y 25° del Código de Comercio…”.

De lo antes expuesto, se deduce que la inscripción de los documentos y actos en el Registro


de Comercio tienen doble finalidad: la de hacer públicos dichos documentos y actos, con la
posibilidad para los interesados de examinarlos y pedir copias de ellos, sin que la
inscripción tenga o no algún efecto jurídico; y la de dar o no determinados efectos jurídicos
a los documentos y actos, inscritos o no inscritos. A lo primero se le ha llamado publicidad
en sentido formal o declarativa, en cambio que, a lo segundo se le ha llamado publicidad en
sentido material, constitutiva o notificativa hacia los terceros.

Efectos del Registro Extemporáneo y de la Falta de Registro.

Si los efectos del oportuno registro son los declarativos y constitutivos, la falta de registro
o del registro extemporáneo de algún documento, motiva que se presenten dos situaciones
distintas: En efecto, cuando un documento se registra después del término legal, dicho
registro es válido y el acto queda convalidado y por lo tanto produce plenos efectos ante
terceros.

La falta definitiva del registro, por el contrario, determina que el negocio jurídico
celebrado, no produce efectos ante terceros; sin embargo, la falta de oportuno registro o la
falta definitiva de registro no podrá oponerla a terceros de buena fe, los interesados en los
documentos a que se refieren los números ya señalados, por cuanto, atendiendo al principio
de buena fe, el contrato celebrado es válido y en consecuencia, producen plenos efectos
legales vinculantes para los contratantes.

Es decir, el acto en sí es válido y obliga a las personas que han intervenido en su formación.
Lo que no quiere decir que dicho acto también tenga efectos ante terceros. Tiene en este
caso plena vigencia el principio de la relatividad de los contratos acogida en el artículo
1159 del Código Civil, que establece: ‘Los contratos tienen fuerza de ley entre las partes’.
De tal manera, una cosa son los efectos que no producen ante terceros la falta de registro de
determinados documentos a los cuales está obligado el comerciante registrar, y otra cosa, es
el efecto jurídico que produce entre las partes contratantes, el contrato celebrado. Las partes
contratantes tienen que cumplir con lo pactado independientemente si para ello se hubiere
cumplido con el requisito del registro del documento en el registro de comercio. Esto
interesa para que produzca efectos ante los terceros, pero no impide la celebración de
contratos y la validez de los mismos, el contrato celebrado existe y por lo tanto, son válidas
las obligaciones nacientes del mismo.

Libros que deben ser sellados en el Registro Mercantil

La contabilidad de un comerciante debe ser llevada de conformidad con lo dispuesto en el


Código de Comercio y es necesaria para que el comerciante conozca en cada instante la
situación activa y pasiva de su comercio y de igual manera desde el punto de vista fiscal y
estadístico del Estado, por las normas que ha dictado el Estado para regular la contabilidad
de ciertos comerciantes, cuyo estado financiero influye en el equilibrio económico del país.
Obligatoriamente todo comerciante debe llevar los siguientes libros de contabilidad: 1.
Libro Diario 2. Libro Mayor. 3. Libro de Inventarios. Igualmente son obligatorios para
todo comerciante los Libros de las sociedades anónimas contemplados en el artículo 260
del Código de Comercio, dentro de los cuales se mencionan, el libro de accionistas, el libro
de actas de asambleas y el libro de actas de juntas de administradores, además de estos tres
libros los comerciantes podrán llevar además todos los libros auxiliares que estimen
convenientes para el mayor orden y claridad de sus operaciones, pero deben reunir todos
los requisitos que se prescriben con respecto a los Libros necesarios.

Goldschmidt , (2002. p. 186), hace referencia a los libros auxiliares al indicar: “Los libros
auxiliares,… para ser aprovechados en juicio deben reunir todos los requisitos que se
prescriben con respecto a los libros necesarios. Hay que observar, sin embargo que los
jueces pueden tomar en cuenta, hasta libros irregulares, considerando que constituyen un
principio de prueba por escrito, en el sentido del artículo 1392, del Código Civil, como, por
otra parte, los jueces quedan en libertad para no tomar en consideración los asientos de un
libro regularmente llevado”.
Los libros obligatorios son:

1. Libro Diario: El libro diario contiene el registro, la demostración escrita de todas las
operaciones realizadas, día a día, y con su orden cronológico. No obstante, algunas casas de
ventas al detal acostumbran a anotar en libros borradores las sumas provenientes de ventas,
y al cerrar las labores del día anotan en conjunto todos estos ingresos de dinero en el Diario,
sin que por ello contraríen el ordenamiento legal.

El libro diario es analítico, cada asiento debe corresponder a una sola operación realizada
en el día, por otro lado, las anotaciones sintéticas no podrán hacerse sino al siguiente día y
se manumitiría el cabal cumplimiento del artículo 34 del Código de Comercio, que exige
que las anotaciones se hagan día a día. El único asiento sintético reconocido, es el de los
gastos generales del establecimiento y los domésticos del comerciante, y los asientos de los
comerciantes por menor.

2. Libro Mayor: En este libro se abrirán las cuentas con cada persona u objeto por Debe y
Haber, trasladándose las partidas que les correspondan con referencia al Diario, y por el
mismo orden de fechas que tengan en éste. Aparecen así abiertas todas las cuentas
particulares o personales, sin anotarse en él las operaciones al contado que sí debe hacerse
en el Diario. El libro mayor sirve para facilitar el uso del Diario, el cual contiene la certeza
de las operaciones.

3. Libro De Inventario: Contiene la discriminación exacta de todos los bienes, créditos,


débitos y todo lo que exista realmente, y su valor venal. El inventario puede definirse como
la cuenta general de la casa de Comercio. El inventario debe contener la expresión perfecta
de la verdad, y de esta manera suministrar la prueba llena de certeza moral y jurídica de la
situación económica del comerciante, tanto al iniciarse como al finalizar los ejercicios.

El inventario se formalizará por el comerciante y por todos los interesados en el


establecimiento que se hallen presentes, pudiendo los ausentes hacerse representar por
tratarse de un acto trascendental, de la vida y salud del negocio y de los resultados
beneficiosos o adversos obtenidos en la especulación comercial, y del cual se deduce las
posibilidades existenciales del mismo. No reviste el carácter de un acto autentico sino
cuando en su levantamiento interviene la autoridad judicial y no es susceptible de ser
atacado por falsedad, aun en el caso de que se hubiese exagerado fraudulentamente los
valores.

El comerciante que omitiere llevar los libros y registros especiales exigidos por la ley y los
reglamentos o no los conserve por el plazo previsto en la ley, referentes a las actividades u
operaciones que se vinculan a la tributación será penado con multa de 50 unidades
tributarias a 200 unidades tributarias. (50 U.T. a 200 U.T.). En la misma pena, disminuida
en la mitad, incurrirá el que no lleve los libros y registros especiales conforme a las
formalidades establecidas en las leyes o en los reglamentos. En caso de impuestos al
consumo la reiteración de la presente infracción acarreará, además, la clausura del
establecimiento por un término de 15 a 30 días continuos.

Libros, cuadernos y registros auxiliares que deben llevarse

en la Oficina de Registro

Cabe destacar, que Calvo B. (1997,p. 119), en su obra Derecho Registral y Notarial, señala
que existen libros, cuadernos y Registros que deben llevarse en las Oficinas de Registros.
Atendiendo a ello, los Registradores deben llevar “un libro de presentaciones, un libro
diario, un libro de índice, un libro de inventario, un libro copiador de correspondencia, un
cuaderno de comprobantes, unos cuadernos de correspondencia y un libro de estampillas”.

En el libro de presentaciones, anotará el registrador después de pagados los derechos, los


documentos que se le presenten para ser registrados, la fecha, hora y minuto de la
presentación, el nombre del otorgante u otorgantes y el de la persona o personas que
aparezcan interesadas en el acto, esta nota será firmada por el registrador y por el
presentante, cuando este no sepa o no pueda firmar, se hará constar esta circunstancia y
firmará el Registrador solamente.
Los registradores se abstendrán de liquidar los derechos correspondientes y de anotar en el
Libro de presentaciones los documentos que le se presenten para ser registrados cuando
estos no lleven al margen la firma del abogado en ejercicio que lo redactó.

Organización del Registro Mercantil Primero del Estado Táchira

El registro mercantil está estructurado organizacionalmente por departamentos donde cada


uno cumple una función específica como a continuación se especifican:

Departamento de Administración- Presentación y Cálculos (Caja): Elabora los cálculos


equivalentes al pago de los impuestos fiscales y los derechos de Registro, así como la
elaboración de las planillas respectivas para cada pago.

Departamento de Revisión Legal: Se ocupa de hacer la revisión a fondo desde el punto de


vista jurídico de cada documento presentado para su Registro o bien para ser agregados al
expediente. Está a cargo de abogados revisores.

Departamento de Escribientes: Es el que se encarga de procesar los documentos


que van a hacer otorgados. También se encarga que los documentos sean firmados por el
usuario o interesado. Una vez que se produce el otorgamiento se le hace entrega de la copia
certificada al usuario para su publicación.

Departamento de Archivo: Donde se forman los expedientes de las sociedades mercantiles


y de los comerciantes, llevándose un control de cada uno. Igualmente reposan los tomos
que se forman de los protocolos que firman los usuarios.
Se encarga de expedir copias certificadas y simples que los usuarios soliciten mediante un
escrito, así mismo, llevan el control y la atención al usuario para verificar las
denominaciones de las empresas.

Departamento de Inserción: Se encargan de procesar aquellos documentos que el usuario


presenta para agregar al expediente de su respectiva sociedad mercantil e igualmente se
encarga de expedir las copias certificadas inscritas que hallan sido solicitadas por el
usuario.

Departamento de Otorgamiento: Una vez que el documento ha sido inserto y firmado por
el interesado, seleccionan los documentos, dándole número y formando los llamados tomos.

CLASIFICACIÒN DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES

Cabanellas G.(1997,p.486) define la Sociedad Mercantil como “la asociación de personas


y bienes o industria, para obtener lucro en una actividad comercial”.

La Sociedad, en sentido técnico jurídico, ente creado por un acto voluntario colectivo de los
interesados, en aras de un interés común y con el propósito de obtener ganancias o un fin
lucrativo. Los socios se comprometen a poner un patrimonio en común integrado por
dinero, bienes o industria, con la intención de participar en las ganancias. Por tanto, son
características fundamentales y constitutivas de la sociedad la existencia de un patrimonio
común y la participación de los socios en las ganancias.

En referencia al artículo 19 del Código de Comercio la inscripción en el Registro de


Comercio será obligatoria para todas las sociedades mercantiles. Es por ello que la
constitución de la Sociedad Mercantil se perfeccionará cuando se cumpla con este requisito.

Las sociedades mercantiles según el artículo 201 del Código de Comercio. Vigente en
Venezuela se dividen en: “Sociedades en Nombre Colectivo. Sociedades en Comandita.
Sociedades Anónimas. Sociedades de Responsabilidad Limitada”. Debiendo distinguirse en
este caso entre las sociedades mercantiles de base personal y las sociedades mercantiles de
base capital.

Con respecto a las Sociedades Mercantiles de Base Personal se utiliza la expresión razón
social, la cual viene a ser la formula enunciativa del nombre completo de todos o algunos
de los socios, dependiendo del tipo de sociedad de personas de que se trate, si es una
sociedad en nombre colectivo o si es una sociedad en comandita. Así es el caso de
las Sociedades en Nombre Colectivo, tal razón social se va a formar bien sea con el nombre
de todos los asociados, o por lo menos con el de alguno de ellos (artículo 27 Código de
Comercio. encabezamiento). Las obligaciones sociales están garantizadas por la
responsabilidad ilimitada y solidaria de los socios. El capital social está constituido por
partes sociales.

Interpretando el artículo 230 del Código de Comercio vigente en relación a los socios
autorizados para administrar la Sociedad en Nombre Colectivo que llevará el nombre del
socio o los socios que hayan sido autorizados por el documento constitutivo, de no
señalarse disposición expresa se entiende que todo socio cuyo nombre éste incluido en la
razón social está autorizado para obligar a la compañía.

Como ya hemos señalado la responsabilidad de los socios es ilimitada y solidaria y esta


cesa cuando el socio se separa de la sociedad siempre y cuando esta separación haya sido
registrada y publicada tal y como lo indican los artículos 217, 221 y 339 del Código de
Comercio. Al igual que la prescripción es de 5 años siempre y cuando dicha disolución o
término cumpla con la finalidad de registro y no surtirá efecto cuando la sociedad termine
por quiebra.

El documento constitutivo deberá cumplir:

– Nombres y domicilios de los socios que sean responsables ilimitada y solidariamente.

– Nombres y domicilios de los socios con responsabilidad limitada, (caso de


comanditarios) si no han entregado su aporte; se especificará la clase y manera cómo ha de
ser entregado.
– Firma o razón social (la forma en nombre de los socios, a menos que sea una compañía
sucesora de otra y se presente con tal carácter) y objeto social.

– Nombre de los socios autorizados para obrar y firmar por la compañía.

– La duración del giro social.

El domicilio se determinará en el mismo documento de creación y en su defecto será donde


tenga su establecimiento principal. En este tipo de sociedades, los socios no pueden tomar
interés en otra compañía en Nombre Colectivo que tenga el mismo objeto sin el
consentimiento de los otros socios.

En el caso de la Sociedad en Comandita, tal razón social deberá contener el nombre de uno
por lo menos de los asociados personalmente responsables, (art.27 1er. Aparte). Dichos
asociados reciben el nombre de Socios Comanditantes. En la Comandita Simple la
responsabilidad ilimitada de uno o más socios (solidarios o comanditantes) y por la
responsabilidad limitada a una suma determinada de uno o más socios comanditarios) el
capital de los comanditarios puede estar dividido en acciones y en este caso la Sociedad es
llamada en Comandita por Acciones, perteneciendo esta última a las Sociedades de base de
capital. En ambos casos, tales razones sociales o nombres deberán ir acompañados de una
locución que refleje que se trata de una Sociedad, de un ente Colectivo. Lo cual reemplaza
a aquellos socios cuyos apellidos se omite (sobre todo en aquellas Sociedades en donde son
varios socios, pues de lo contrario resultaría demasiado extensa la razón social) y
exterioriza ante el público la existencia de los demás socios responsables de las
obligaciones sociales.

Sin embargo, es necesario aclarar que el Articulo 227 del Código de Comercio. Contempla
una excepción al principio de que solo los nombres de los socios pueden integrar la razón
social, como es el caso de que una compañía que sea sucesora de otra, pudiendo utilizar la
razón social de causahabiente siempre y cuando indique tal carácter, ejemplo: Molina,
Sucesores.

Por otra parte, si una persona tolerase la inclusión de su nombre en la razón social de una
compañía, ello comporta la responsabilidad solidaria de él por las obligaciones sociales, a
menos de que se trate de una firma derivada. Igual efecto surte la inclusión del nombre de
los socios comanditarios (con su consentimiento expreso o tácito) en la razón social.

También hay otra norma que establece, que el nombre del socio que se retira puede seguir
formando parte de la razón social, pero para ello es necesario el consentimiento expreso de
él (Art. 31 del C.Co.). Los socios comanditantes son los socios a los que les corresponde la
administración de la Sociedad Comandita, y en tal virtud su responsabilidad es igual a la
del socio de la Compañía en Nombre Colectivo (ilimitada y solidaria), mientras que los
Socios Comanditarios son aquellos que si bien forman parte de la compañía están excluidos
de la administración de la misma y por lo tanto su responsabilidad es limitada al monto de
sus aportes, y es por esta razón que las normas de los artículos 27, primer aparte y 235 del
C.Co. prevén que la firma o razón social de éstas no pueden contener el nombre de otros
asociados que no sean personalmente responsables y como ya ha sido señalado el capital de
los comanditarios puede estar dividido en acciones. En la sociedad en comandita simple se
cumplen de igual forma con todo el contrato exigido en la Sociedad en Nombre Colectivo;
pero se debe agregar la suma de valores entregados o por entregar.

En las Sociedades de Base de Capital (Sociedad Anónima, Sociedad de Responsabilidad


Limitada) se habla propiamente de denominación social, llamándosele de esta manera
porque lo que se toma en cuenta a los fines de su configuración son los negocios o
actividades que constituyen el objeto social; es decir, en la Sociedades de Capital, como el
elemento primordial es el carácter Intuitu Pecunise, no se justifica la utilización del nombre
de los socios para identificarlas, de ahí que se le denomine Compañías Anónimas y
Sociedades de Responsabilidad Limitada, aún cuando sabemos que el Código Comercio
vigente permite la inclusión del nombre de los socios como denominación social, si se
quiere.

El Artículo 202 del Código Comercio establece al respecto lo siguiente:

La Compañía Anónima y la Compañía de Responsabilidad Limitada deben girar bajo una


denominación social, la cual puede referirse a su objeto, o bien formarse con cualquier
nombre de fantasía o de persona, pero deberá necesariamente agregarse la mención de
Compañía Anónima o Compañía de Responsabilidad Limitada escritas con toda sus letras o
en la forma que usualmente se abrevian, legibles sin dificultad.
Goldschmidt R. (2003, p. 469).

La sociedad en comandita por acciones, que tenía gran importancia en los tiempos en que
ella podía ser constituida libremente mientras que para la sociedad anónima era necesario
una concesión por parte del Estado, ha perdido tal trascendencia desde que fue suprimido
aquel requisito para la segunda de las sociedades mencionadas.

Estando sometida la Sociedad en Comandita por Acciones a los mismos requisitos que la
Sociedad Anónima. La Compañía Anónima es una sociedad de carácter mercantil, las
obligaciones sociales de estas compañías están garantizadas por un capital determinado y
cuyo aporte debe ser de al menos una quinta parte, por lo menos, en dinero (art.249) C.Co.
en el momento de su constitución y en la que los socios no están obligados sino por el
monto de su acción dándole a sus tenedores iguales derechos, al menos que se establezca
otra cosa en sus estatutos. En donde hoy día es común clasificarlas en varios tipos de
acciones, no existiendo acciones al portador, todas deben ser nominativas.

La constitución de las Compañías Anónimas puede ser en forma simultánea y en forma


sucesiva o continuada. Goldschmidt R.(2003,p.489) refiere que: “ …la constitución en
forma simultánea, aunque el legislador ha regulado de manera mucho más amplia la
constitución en forma sucesiva, o sea, por suscripción pública”.

Cuando la sociedad se constituye en forma sucesiva o continuada se hace a través de


promotores. Los accionistas poseen derechos contractuales señalados en el momento de su
constitución. Deben participar en el reparto de las ganancias sociales y en el patrimonio
resultante de la liquidación. Derecho de suscripción preferente, tanto en nuevas acciones
emitidas como en obligaciones convertibles en acciones. También tiene el derecho de
asistir y votar en las asambleas generales o extraordinarias e impugnar acuerdos sociales, y
mantenerse informados sobre lo que suceda en la compañía.

La administración de estas sociedades indica el C.Co. en su art. 242 que podrá realizarla
uno a más administradores temporales, revocables, socios o no socios. En este tipo de
Sociedades al igual que en la Sociedad en Comandita por acciones se establece la
prohibición a los administradores de dichas sociedades de intervenir en las deliberaciones
sobre la materia en las cuales, ya sea en su propio nombre, ya en nombre de otro, tenga
interés contrario a la compañía. Ejemplo de ello se establece en el artículo 286 del C.Co. Su
denominación social puede referirse a un objeto o formarse con cualquier nombre de
fantasía o persona.

Nombres Referentes al Objeto: Es frecuente la utilización de éstos, ya que facilita su


identificación y tiene valor en el campo publicitario. Esta forma de denominar a la sociedad
ha sido consagrada desde nuestros primeros Códigos de Comercio, pues anteriormente a la
reforma del año 1955 se establecía expresamente que la Sociedad Anónima no tenían
denominación social ni se designaban con el nombre de ninguno de sus socios, sino con el
objeto para el que se formaban. Posteriormente, luego de la reforma se cambió totalmente
tal orientación, permitiéndose que los nombres de personas naturales pudieran formar parte
de la denominación social de las compañías anónimas atendiendo de esta manera a las
exigencias de la realidad mercantil de aquél entonces, ya que en la práctica la prohibición
legal era objeto de constante desconocimiento, en especial al darse la transformación de
Sociedades en nombre colectivo en Sociedades Anónimas, pues dicho nombre era con el
cual se reconocían desde hacía muchos años, no sólo en el mercado local sino también en el
nacional e internacional, y por lo tanto lo querían mantener.

En la práctica se ve con frecuencia la utilización total o parcial de nombre de los socios


como denominación social. Sin embargo, la salida del socio o accionista cuyo nombre se
use en la denominación social no requiere necesariamente un cambio de la misma, pues en
este tipo de sociedades atendiendo a los principios que la rigen no se aplican la disposición
del Artículo 31 del C.Co. que establece:

Si una compañía mercantil cambia, sea por la incorporación de otro asociado sea por la
separación de alguno de los que la forman la razón mercantil puede subsistir; pero es
necesario el consentimiento expreso del asociado que se retira si su nombre figura en la
firma.

Nombres de Fantasía: Con lo cual se da a los socios libertad para elegir la palabra o
conjunto de palabras que van a formar la denominación social.
Mención Sociedad Anónima o Sociedad de Responsabidad Limitada (según el caso): En
cuanto a la compañía anónima, debemos señalar, que perfectamente se puede usar la
mención Compañía Anónima o Sociedad Anónima, escrita con todas sus letras, o en
abreviatura (S.A. o C.A.) ya que nuestro derecho ambas palabras son sinónimas. La
mención S.A., C.A. y S.R.L., C.R.L. se pueden colocar al comienzo o final de la
denominación social. Aún cuando la norma en comento no establezca nada al respecto, se
puede dar la utilización de siglas o formas abreviadas del nombre o denominación de la
sociedad, en tal caso se debe expresar claramente tal cuestión en el nombre constitutivo.

Para constituir una Sociedad Anónima y la Sociedad en Comandita por Acciones el acta
constitutiva según el C.Co. en su artículo 213 señala:

– Denominación y domicilio de la sociedad, de sus establecimientos y representantes.

– Especie de negocios a que se dedica.

– Importe, capital suscrito y del capital pagado o del enterado en caja.

– Nombre, apellidos y domicilio de los socios.

– Número o valor nominal de las acciones que corresponderán ser nominativas.

– Vencimiento e importe de las entregas que los socios deben realizar.

– Valor de los créditos y demás bienes aportados.

– Reglas para formar balances, calcular y repartir beneficios.

– Ventaja o derechos otorgados a los promotores.

– Número de individuos que comprenderá la Junta Administrativa, especificado sus


derechos y obligaciones y cuál de aquellos podrá firmar por la compañía. Si es comandita
por acciones, el nombre, apellido y domicilio de los socios solidariamente responsables.

– Número de comisarios.
– Facultades de la Asamblea, condiciones para su validez y para el ejercicio del derecho
del voto.

– Tiempo en que comienza y termina el giro social.

Las acciones en la Compañías Anónimas como ya se estableció son nominativas y son


transferibles entre partes por el libre consentimiento, para que la transferencia surta efectos
frente a la sociedad y terceros, la cesión de las acciones debe realizarse en el libro de
accionistas a través de la declaración firmada por el cedente y el cesionario o por sus
apoderados así lo establece el articulo 296 del C.Co. vigente. Esto la diferencia
notablemente de la Sociedad de Responsabilidad Limitada en donde se señala que la cesión
de las cuotas debe hacerse a través de documento público. Estas sociedades puede llegar a
disolverse por acuerdo tomado en las Asambleas de Socios bien sea General o
Extraordinaria, por cumplimiento del término fijado en sus estatutos o por la
imposibilidad de realizar el fin social para el cual fue constituida; es decir, la paralización
de sus órganos de funcionamiento.

En cuanto a la Sociedad de Responsabilidad Limitada también se presenta como una


Sociedad de tipo capital y se caracteriza por poseer una personalidad jurídica propia, de
carácter mercantil, cualquiera que sea la naturaleza de su objeto y se constituye entre
socios que solamente están obligados a pago de sus aportaciones. Las obligaciones sociales
están garantizadas por un capital determinado, dividido en cuotas de participación, las
cuales no podrán estar representadas en ningún caso por acciones o títulos negociables,
pues solo serán cesibles en los casos y con los requisitos que establece la ley.

En este tipo de Sociedad las atribuciones de sus socios serán determinados en el


documentos constitutivo al igual que en la Sociedad Anónima, los socios tienen el derecho
a participar en el reparto de los beneficios y en el patrimonio resultante de la liquidación de
la sociedad como también el derecho a participar en las decisiones sociales y a ser elegidos
como administradores, salvo pacto en contrario la sociedad tendrá el derecho para revocar
en cualquier tiempo a sus administradores. Aquí al igual que en las Sociedades Anónimas
se prevé una limitación para los administradores.
El contenido del Documento Constitutivo en las compañías de Responsabilidad Limitada
deberá cumplir con los siguientes requisitos:

– Nombre, domicilio de los socios fundadores y en su defecto el domicilio de la Sociedad


será donde tenga el establecimiento principal.

– Denominación, domicilio y objeto de la sociedad.

– Monto del capital social. (el capital debe ser íntegramente suscrito y los socios deben
integrar el 50% de los aportes en dinero, por lo menos y la totalidad de los aportes en
especie, al momento de la constitución).

– Monto de la cuota de cada socio, especificando si el aporte es en dinero o especie.

– Número de personas que ejercerán la administración y representación.

– Número de comisarios, cuando los haya.

– Reglas para formar balances, calcular y repartir beneficios.

– Tiempo en que comienza y termina el giro social.

– Otros pactos lícitos y condiciones que los socios juzguen convenientes, no prohibidos
por la ley

Cuando una Participación se transmita se formalizará en documento público, así lo señala el


articulo 318 del C.Co.

Cuadro1

Estadística Registro Mercantil de Constitución de

Sociedades Mercantiles
1986 – 2006

Periodo C.A % S.R.L % S.N.C %

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