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Historia de Guatemala
Historia de Guatemala
Época prehispánica[editar]
Véase también: Mesoamérica
Templo de las Máscaras, en Tikal.
Conquista española[editar]
Artículos principales: Conquista de Guatemala e Iglesia católica en Guatemala.
Adelantamiento y gobernación de Guatemala[editar]
Época colonial[editar]
Artículo principal: Capitanía General de Guatemala
Véase también: Religión en Guatemala
Los terremotos más fuertes que vivió la ciudad de Santiago de los Caballeros
antes de su traslado definitivo en 1776 fueron los terremotos de San Miguel en
1717. En esa época, el dominio de la Iglesia católica sobre los vasallos de la
Corona española era absoluto y esto hacía que cualquier desastre natural fuera
considerado como un castigo divino. En la ciudad, los habitantes también
creían que la cercanía del Volcán de Fuego era la causa de los terremotos; el
arquitecto mayor Diego de Porres llegó a afirmar que los terremotos eran
causado por las reventazones del volcán.59
El 27 de agosto hubo una erupción muy fuerte del Volcán de Fuego, que se
extendió hasta el 30 de agosto; los vecinos de la ciudad pidieron auxilio al
Santo Cristo de la catedral y a la Virgen del Socorro que eran los patronos
jurados contra el fuego del volcán. El 29 de agosto salió la Virgen del
Rosario en procesión después de un siglo sin salir y hubo muchas más
procesiones de santos hasta el día 29 de septiembre, día de San Miguel; los
primeros sismos por la tarde fueron leves, pero a eso de las 7 de la noche se
produjo un fuerte temblor que obligó a los vecinos a salir de sus casas;
siguieron los temblores y retumbos hasta las cuatro de la mañana. Los vecinos
salieron a la calle y a gritos confesaban sus pecados, pensando lo peor.60
Los terremotos de San Miguel dañaron la ciudad considerablemente, al punto
que el Real Palacio sufrió daños en algunos cuartos y paredes. También hubo
un abandono parcial de la ciudad, escasez de alimentos, falta de mano de obra
y muchos daños en las construcciones de la ciudad; además de numerosos
muertos y heridos.60 Estos terremotos hicieron pensar a las autoridades en
trasladar la ciudad a un nuevo asentamiento menos propenso a la actividad
sísmica; los vecinos de la ciudad se oponen rotundamente al traslado, e incluso
tomaron el Real Palacio en protesta al mismo. Al final, la ciudad no se movió de
ubicación, pero el número de elementos en el Batallón de Dragones para
resguardar el orden fue considerable.61 Los daños en el palacio fueron
reparados por Diego de Porres, quien los terminó en 1720; aunque hay indicios
de que hubo más trabajos de Porres hasta 1736.61
Los habitantes de la ciudad de Santiago de los Caballeros temían a los sismos,
pero no tanto como a las epidemias de viruela, ya que las mismas se sucedían
aproximadamente cada quince años y provocaban más decesos que los
terremotos. Los terremotos eran responsables, eso sí, del cambio en el estilo
arquitectónico de la ciudad y de la pérdida de valiosos retablos y pinturas.62
Rafael Landívar[editar]
Artículo principal: Rafael Landívar
Agustín de Iturbide.
Escudo de las Provincias Unidas del Centro de América.
A pesar de la nueva situación política, existía en las autoridades de las
provincias centroamericanas la indecisión, ya que unas se avocaban por la
independencia total y otras adoptaban el Plan de Iguala y la sumisión al Imperio
mexicano de Agustín de Iturbide. Precisamente, Gaínza supo de la invitación
de Iturbide el 27 de noviembre para que el Reino de Guatemala formase, junto
a México, «un grande imperio», ya que Guatemala, según reporta Alejandro
Marure, «se hallaba todavía impotente para gobernarse por sí misma».92
También anunciaba la aproximación de un «ejército de protección»,92 cuya
misión era «proteger con las armas..los amantes de su patria».93
De hecho, la facción anexionista al Imperio mexicano, compuesta por los
criollos de la ciudad de Guatemala y los miembros de las órdenes regulares de
la Iglesia católica,94 deseaban mantener la hegemonía en la región tras la
independencia, y empezaba a imponerse en Guatemala, ya que temían que el
congreso centroamericano estipulado por el acta de independencia del 15 de
septiembre, el cual debía «decidir el punto de independencia general y
absoluta», fuera contrario a sus intereses.95 Mediante una consulta a los
cabildos abiertos, el 5 de enero fue decretada la anexión por la Junta
Consultiva, la cual quedó disuelta posteriormente.92 Sin embargo, únicamente
los cabildos de San Salvador y San Vicente manifestaron plenamente su
oposición,96 y se convertirían luego en baluarte del partido liberal de
Centroamérica.
Días antes, y en vista de la situación inestable en las provincias, el gobierno
presidido por Delgado había enviado una invitación a las Provincias de León y
Comayagua el 25 de diciembre de 1821 para unirse a San Salvador y así
formar una especie de «entidad tripartita».97 De igual manera el ayuntamiento
de San Salvador había expresado su posición de resolver su destino por medio
de un congreso nacional centroamericano, como único facultado para resolver
sobre el asunto.98
La ofensiva desde Guatemala para someter a San Salvador empezó con el
despliegue de las tropas al mando del sargento mayor José Nicolás de Abós y
Padilla, que trabó batalla con las huestes salvadoreñas comandadas
por Manuel José Arce, quien triunfó en la batalla de Llano El Espino. Otra
ofensiva al mando de Manuel Arzú, a pesar de arribar a San Salvador, no pudo
consolidar la ocupación. Para cesar las hostilidades, se firmó un convenio el 10
de octubre de 1822 entre representantes salvadoreños y del Imperio mexicano,
pacto en el que se reconoció la voluntad de las provincias que se habían
sometido a México y también a las que deseaban sujetarse a San Salvador.99
Al final el acuerdo quedó a la discreción Iturbide, quien tomó como disensión la
conducta de San Salvador y ordenó su sometimiento.100