You are on page 1of 71

República Dominicana

Universidad Autónoma de Santo Domingo


Recinto San Francisco de Macorís
Primada de America
Fundada el 28 de octubre de 1538
Facultad de Humanidades
Escuela de Psicologia

Tema:
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y BULLYING EN ESTUDIANTES DE 4TO. DEL
POLITÉCNICO VICENTE AQUILINO SANTOS, SAN FCO. DE MACORÍS,
PERIODO ABRIL-AGOSTO 2023

Curso Monográfico Número 21 Recinto San Francisco


Licenciatura en Psicología Mención Escolar
Sustentado por:
Mariely J. Then Hernández CI-0577 Las opiniones contenidas en el
presente informe final de la
Yesenia Reyes Peralta EC-2238
investigación son de exclusiva
Rosa Alvania Castro Concepción EC-1620 responsabilidad de los autores.

Asesora:
Angelita De La Rosa Peralta, M.A

San Francisco de Macorís, R.D


Agosto, 2023
Título:

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y BULLYING EN ESTUDIANTES DE 4TO. DEL


POLITÉCNICO VICENTE AQUILINO SANTOS, SAN FCO. DE MACORÍS,
PERIODO ABRIL-AGOSTO 2023
1

CAPITULO I.
ASPECTOS INTRODUCTORIOS
2

1.1. Introducción

La inteligencia emocional tiene presencia en todos los contextos en los que se desenvuelven
las personas, sobre todo en el educativo. La inteligencia emocional se puede considerar como la
capacidad que tienen las personas para controlar sus emociones. Esta requiere también
comprender los impulsos y necesidades de las personas, puesto que se origina dentro de ellas
(Díaz, 2018).

Esta investigación tiene como tema determinar la inteligencia emocional y bullying en


estudiantes de 4to. del Politécnico Vicente Aquilino santos. San Francisco de Macorís, Periodo:
Abril-Agosto 2023. Este estudio es importante ya que aborda el nivel de inteligencia emocional
de los estudiantes y la manera en que esta puede influir en los casos de bullying. La información
presentada en este estudio facilitará instrumentos que permitirá conocer el nivel de inteligencia
emocional y el tipo de bullying en los estudiantes. El mismo se ha desarrollado en cinco
capítulos, consistentes en los siguientes aspectos:

El primer capítulo incluye el planteamiento del problema seguido de la formulación del


problema, la sistematización, los objetivos, así como la justificación, algunas investigaciones
previas, tanto a nivel internacional como nacional, relacionadas con el estudio en cuestión.

El segundo capítulo marco teórico, el cual comprende: conceptos, historia, teorías, los
diferentes enfoques, así como las pruebas psicométricas utilizadas para su evaluación, para
finalizar con las distintas informaciones de la institución en la cual se está efectuando el estudio.

En el capítulo tres se encuentra la metodología, en la que se describe el tipo de estudio e


investigación, el cuadro de operacionalización de las variables, la ubicación del lugar de
estudios, la población y la muestra, el instrumento, el procedimiento para la aplicación del
instrumento y el análisis de los datos.
3

Siguiendo la secuencia de contenido, en el capítulo cuatro se presenta el resultado de la


aplicación del instrumento a los evaluados. Por medio de tablas, con su interpretación de los
resultados de cada una.

En el capítulo cinco discusión, en este se encuentra la comprobación de los objetivos, las


conclusiones arrojadas por esta investigación; así como las recomendaciones. Para finalmente se
presentan las referencias citadas, en orden alfabético, indicando los diferentes autores, la
procedencia o dirección electrónica; de acuerdo con las normas APA y por último los anexos de
la investigación.
4

1.2. Planteamiento del problema

La inteligencia emocional es saber utilizar un sentimiento adecuado a cada problema que nos
plantea la experiencia, siendo la inteligencia emocional aquella que nos permite tomar
conciencia de nuestras emociones y comprender los sentimientos de los demás (Moraleda, 2015).
Diversas investigaciones se orientan en conocer con exhaustividad los procesos de aprendizaje y
a valorar en qué grado influye la inteligencia emocional en los estudiantes (Casassus, 2019). Los
estudiantes que trabajan su inteligencia emocional están motivados para prestar atención a la
enseñanza y se dedican a repasar la información, relacionarla con sus conocimientos y hacer
preguntas

Una de las situaciones de la vida escolar que pone a prueba la inteligencia emocional es el
acoso escolar, entendido como un comportamiento caracterizado por el asedio físico y
psicológico de una alumna o alumno contra otro u otra de forma intencionada y repetitiva
generando comportamientos de poder y dominio (Ortiz, 2019). Se estima que las agresiones
físicas y la intimidación son comunes en personas con edades entre 10 a 29 años, un estudio
ejecutado en 40 países en desarrollo muestra que una media del 42% y del 37% de los niños y
las niñas respectivamente estaban en riesgo de sufrir amenazas (Conde, 2017). El concepto de
bullying se refiere a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre
escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo (Glover. 2017).

A partir de lo antes expuesto, se han evidenciado y para el caso de esta investigación, al


Politécnico Vicente Aquilino Santos, San Francisco de Macorís, los profesores han externado la
existencia de diversos casos de conductas violenta en los estudiantes; las cuales se manifiestan de
manera verbal, física y psicológica. En algunos momentos este comportamiento se manifiesta por
medio de empujones palabras groseras para expresar sus sentimientos o sus comportamientos. En
diálogo con algunos colaboradores del centro de estudio, refieren que este tipo de conductas se
manifiestan en reiteradas situaciones de la vida escolar y en diferentes contextos, tanto en el
recreo cuando están en el patio o en las aulas, esto se podría deber a que los estudiantes no tienen
un adecuado control y regularización emocional. Por lo general los lugares en los cuales pueden
ocurrir las situaciones de violencia son aquellos en los cuales la víctima se encuentra
desprotegido o en desventaja.
5

Así mismo, expresan los docentes que cada día es mayor la frecuencia sobre la falta de
estabilidad emocional de los estudiantes, lo cual hace más difícil y casi imposible la enseñanza y
por consiguiente el aprendizaje, generando así, un clima escolar que dificulta la formación de un
sujeto integral. Los lugares donde suele frecuentarse el acoso escolar son diferentes: en el patio,
el baño, los pasillos, el comedor, los espacios exteriores del centro (Gonzales, 2019).

La inteligencia emocional está compuesta por un conjunto de aptitudes, competencias,


destrezas y habilidades personales como interpersonales que intervienen en nuestra manera
enfrentarnos a las presiones del medio ambiente, es decir, influye de manera importante en el
desarrollo del éxito en la vida. En este sentido un buen manejo de las emociones puede ayudar
con los casos de violencia escolar, ya que en muchas situaciones suelen ocurrir debido a que los
implicados no están teniendo un buen control de sus emociones. Por lo tanto, el desarrollo de la
inteligencia emocional es un proceso complejo que puede prevenir la ocurrencia de situaciones
de acoso (Tormo, 2018).

¿Cuál es el nivel de inteligencia emocional y características del bullying en estudiantes de 4to.


del Politécnico Vicente Aquilino Santos, San Francisco de Macorís, Periodo: Abril-Agosto
2023?

Sistematización del Problema

¿Cuáles son las características sociodemográficas de los estudiantes participantes en el estudio?

¿Qué nivel de atención emocional presentan los estudiantes colaboradores de la presente


investigación?

¿Cuál es el nivel de reparación emocional en estudiantes de 4to. del Politécnico Vicente Aquilino
Santos?

¿Cuál es el nivel de claridad emocional en los participantes del estudio?

¿Cuál es la condición del bullying en los estudiantes participantes de la investigación?

¿Cuál es el tipo de bullying que presentan los estudiantes de del presente estudio?
6

1.3. Justificación

La inteligencia emocional es considerada como la capacidad de saber utilizar un sentimiento


adecuado a cada problema que nos plantea la experiencia. Siendo la inteligencia emocional
aquella que permite tomar conciencia de nuestras emociones, comprender los sentimientos de los
demás, tolerar las pasiones y frustraciones.

La presente investigación se realiza con el objetivo de determinar el nivel de inteligencia


emocional y bullying en estudiantes de 4to. del Politécnico Vicente Aquilino Santos, San
Francisco de Macorís, Periodo Abril-Agosto 2023, permitió a la institución; conocer a los
estudiantes en lo referente a sus competencias emocionales y así obtener mejor resultado en sus
interacciones dentro del ambiente educativo y podrán trabajar en el mejoramiento de estas según
sus necesidades que implique de manera positiva un mayor desarrollo de sus habilidades
emocionales.

De acuerdo a la relevancia teórica, esta investigación podría conocer las condiciones de los
estudiantes de esta institución en lo referente a los niveles de inteligencia emocional que
presentan y como esta puede impactar en los casos de bullying. Partiendo de estos datos se
pueden elaborar una serie de estrategias en las que se podrán abordar los casos que más los
necesiten.

Así mismo, en lo referente a la relevancia científica, los resultados de la presente


investigación podrán ser utilizados como antecedentes de futuras investigaciones; también
podrán ser aprovechados por el Politécnico Vicente Aquilino santos, y el programa mi país
seguro, pues podrán tener conocimiento de cómo se presenta un inadecuado desarrollo de la
inteligencia emocional y como esta puede influir de manera negativa en manifestación de casos
de bullying.
7

Para la Republica Dominicana, la presente investigación aportara datos de dos variables poco
estudiada en conjunto como lo son: la inteligencia emocional y el bullying, considerando los
resultados se tendrá una idea de manera generar de la situación en que se encuentra el centro
educativo Politécnico Vicente Aquilino Santos, respecto a un problema que poco a poco ha ido
incrementando. Partiendo de los resultados en caso de que sea necesario instituciones como el
Ministerio de Educación podrá crear campaña de concientización y sensibilización dirigida a los
estudiantes, para que estos se hagan más conscientes de la consecuencias negativas del bullying.

También, dicha investigación se justifica de forma práctica, puesto que los resultados
obtenidos podrían ser un referente para toda la comunidad educativa, especialmente en nuestra
localidad, de San Francisco de Macorís. Además las informaciones obtenidas podrían aportar
datos e informaciones a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Recinto San Francisco de
Macorís, ya que al socializar los resultados arrojados se plantearían medidas de prevención como
la implementación de programas educativos y de intervención desde la unidad de psicología,
enfocados en la promoción del desarrollo de la inteligencia emocional como factor preventivo de
las conductas de bullying en los estudiantes.
8

1.4. Objetivo general y específicos

1.4.1. Objetivo general

Determinar el nivel de inteligencia emocional y bullying en estudiantes de 4to. del Politécnico


Vicente Aquilino Santos, San Francisco de Macorís, Periodo: Abril-Agosto 2023.

1.4.2. Objetivos específicos

Distinguir las características sociodemográficas de los estudiantes participantes en el estudio.

Describir el nivel de atención emocional presentan los estudiantes colaboradores de la presente


investigación.

Destacar el nivel de reparación emocional en estudiantes de 4to. del Politécnico Vicente


Aquilino Santos.

Identificar el nivel de claridad emocional en los participantes del estudio.

Diferenciar el bullying en los estudiantes participantes de la investigación.

Identificar el tipo de bullying que presentan los estudiantes del presente estudio.
9

1.5.1. Antecedentes internacionales


1.5. Antecedentes

Desde la psicología, el interés por la inteligencia emocional y la manera en que esta puede
influir en las conductas de bullying se ha centrado la idea muy extendida actualmente que una
persona con alto desarrollo de sus capacidades emocionales tendrá una mayor posibilidad para
enfrentar los casos de violencia, en tal sentido, se ha realizado una búsqueda de los estudios
publicados tanto en el contexto internacional, como el nacional.

Conde (2017) en el estudio titulado inteligencia emocional en estudiantes de un centro


privado del distrito de Santa Anita, Lima, Perú. Con el objetivo de determinar los niveles de
inteligencia emocional en los estudiantes del distrito de Santa Anita. La investigación
correspondió al tipo básico estas son las que se denomina investigación pura, teórica o
dogmática. Se caracteriza porque se origina en un marco teórico y permanece en él. El objetivo
es incrementar los conocimientos científicos pero sin contrastarlos con ningún aspecto práctico,
además el estudio presento un enfoque cuantitativo, de diseño no experimental transaccional a
nivel descriptivo. La muestra estuvo compuesta por 103 estudiantes, 55 varones y 48 mujeres.
Para la recolección de datos se utilizó el instrumento TMMS-24 que evalúa la inteligencia
emocional. Se concluyó que los participantes mantenían un nivel alto de inteligencia emocional.
En la dimensión comprensión emocional la mayoría de los colaboradores estuvieron en un nivel
alto. En la dimensión atención emocional la mayoría de los colaboradores estuvieron en un nivel
alto. El nivel de inteligencia emocional se pone de manifiesto en la capacidad que tengan de ser
capaces de enfrentar las situaciones que se presentan en el ejercicio de sus funciones.

Castro (2016), en su estudio del acoso escolar e inteligencia emocional en estudiantes de nivel
secundario de una institución educativa del distrito de Florencia de mora, según género y nivel
académico. El tipo de investigación de este estudio fue descriptivo, comparativo. La población
en el estudio estuvo constituida por 1054 alumnos. Para ellos, se optó por el uso del cuestionario
que mide la inteligencia emocional TMMS-24. Se encontraron en los indicadores Agresión e
Intimidación amenazas en condiciones altas. Es en este sentido que se concluyó que se
desarrollen programas de prevención del Acoso Escolar y sus manifestaciones siguiendo el
10

enfoque cognitivo conductual ya que va a permitir concientizar su problema y poder modificarlo


de manera positiva. En cuanto a los niveles de inteligencia emocional de los estudiantes estas se
encontraron en un nivel bajo. La inteligencia emocional es la capacidad de expresar nuestros
propios sentimientos de manera apropiada y eficaz.

Sánchez (2016) efectuó un estudio de la Inteligencia Emocional, Cognitiva y acoso escolar.


Tesis de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México). Se trabajó con un análisis
descriptivo correlacionar no experimental y la muestra fue por conveniencia con una cantidad de
137 en edades que oscilan entre los 11 y 17 año. Se llegó a la conclusión de que los participantes
presentaron un nivel bajo de inteligencia emocional. Las personas que presentan un nivel bajo
por lo general sus emociones son volubles. Presentan un nivel bajo de reparación emocional y
por esto suelen sentirse desbordadas por todo tipo de sentimientos y no tienen prácticamente
conciencia de lo que en realidad les ocurre lo que se puede traducir en ira y frustración. Las
personas con competencias emocionales desarrolladas. Saben en cada momento que están
sintiendo. Cuando experimentan emociones negativas no luchan a brazo partido intentando
reprimirlas, más bien, se limitan a reconocer la emoción dominante.

Mandujano (2016) realizó una investigación sobre la inteligencia emocional como elemento
esencial para prevenir los casos de violencia escolar, tesis de la universidad Autónoma de
México. Este fue un estudio descriptivo, la muestra estuvo constituida por 70 estudiantes. Se
utilizó el cuestionario TMMS-24. Se concluyó que en cuanto nivel de claridad emocional los
participantes se encontraron en un nivel alto. Esta conclusión arroja evidencias sobre el papel
potencial de las destrezas emocionales y sugirieron la implementación de actividades que
contemplen el desarrollo de estas habilidades emocionales básicas como base para una mayor
eficiencia de los programas de formación de resolución de conflictos sociales. La inteligencia
emocional es la habilidad de conocer las emociones de la persona en cuestión de controlar las
reacciones de las mismas y estas a su vez ser un ente capaz de interpretar las emociones de los
demás y no permitir que las mismas afecten de forma negativa al desenvolvimientos de las
actividades en cuestión.
11

Valenzuela (2015), presentó el tema, acoso escolar e inteligencia emocional en las aulas
chilenas Construcción de significados que otorgan los alumnos de secundaria, al acoso escolar
entre pares en un colegio de la comuna de las condesas”. El enfoque fue el cualitativo, utilizando
el diseño de estudio de caso, ya que a través de él se pudo comprender el fenómeno tal como se
presenta en este contexto real. Procedimiento, la recolección de datos se realizó a través de la
entrevista en profundidad, permitiendo conocer los significados que los actores le daban al acoso
escolar para evaluar la inteligencia emocional se utilizó el TMMS-24. Se concluyó que el
bullying se encontró en un nivel alto. Se evidencian dos tipos de bullying que suele utilizar el
agresor y sus cómplices, estos son: el acoso físico y acoso psicológico. El agresor, sabe cuándo y
cómo agredir a sus víctimas, sabe que el mejor lugar para el acoso físico son los recreos, los
patios, los baños y las horas de deporte.

Inglés, C. J., Torregrosa, M. S., García-Fernández, J. M., Martínez-Monteagudo, M. C.,


Estévez, E., y Delgado, G. (2014) realizaron un estudio titulado conducta agresiva e inteligencia
emocional en la adolescencia. La investigación es de tipo correlacional, cuantitativa y de campo.
La muestra estaba compuesta por 314 adolescentes de 12 a 15 años de edad que tuvo como
objetivo relacionar la inteligencia emocional con el comportamiento agresivo. Para la
recolección de los datos se utilizaron dos instrumentos de evaluación, el TMMS-24 y el
cuestionario para evaluar la percepción de la violencia escolar CEBU. En sentido general se
concluyó que los participantes presentaron un nivel bajo en lo referentes a los factores que
integran a la inteligencia emocional específicamente la reparación emocional. La reparación o
regulación de las emociones está vinculada a la creencia que posee la persona sobre su capacidad
de interrumpir estados emocionales negativos y prolongar los positivos, así como regularlos. Este
elemento se concibe como la capacidad de manejar las emociones en la que, teniendo en cuenta
que se actúa en respuesta al pensamiento y que éste está influenciado por las emociones. En
cuanto a la percepción del acoso escolar las víctimas se encontraron en un nivel alto de acoso.
12

1.5.2. Antecedentes nacionales

Lanfranco y Guzmán (2020) en la investigación del análisis de las emociones y el acoso


escolar entre pares en República Dominicana. Esta investigación tuvo como objetivo identificar
las emociones y percepciones del acoso escolar entre estudiantes. Se trabajó con un método no
experimental, de tipo transversal con enfoque cuantitativo y alcance descriptivo. Participaron del
estudio 45 estudiantes entre 11 y 16 años; seleccionados a través de un muestreo no
probabilístico. Se utilizó el instrumento cuestionario para la exploración del acoso escolar
CEBU. Se concluyó que los estudiantes presentaron un alto nivel de bullying. En cuanto a la
frecuencia y continuidad del maltrato, gran parte del estudiantado expresa que las situaciones de
acoso escolar ocurren habitualmente, lo cual coincide con diversos estudios previos.

Luciano et al. (2018) en su estudio de la inteligencia emocional y general en líderes


comunitarios de las Juntas de Vecinos del Municipio de Hatillo, San Cristóbal, Periodo Octubre-
Diciembre 2018. Tesis de grado para optar por el título de psicología clínica. Para esto se
seleccionó una muestra no probabilista de 31 participantes, se realizó un estudio descriptivo,
transversal, de campo y cuantitativo. Para esto se utilizó la escala rasgo de meta-conocimientos
sobre estados emocionales (TMMS-24). Concluyendo que en lo referente a la inteligencia
emocional los participantes presentaron un nivel medio, ya que aunque se sienten mal, en algún
momento de sus vidas, estos procuran pensar en cosas agradables, tienen pensamientos positivos
y tratan de ser objetivo a la hora de tomar sus decisiones.

Valerio (2017) investigó la relación entre inteligencia emocional y religiosidad intrínseca en


católicos. La investigación se enfocó en conocer la relación entre Inteligencia Emocional y
Religiosidad Intrínseca, en estudiantes católicos en Santo Domingo, República Dominicana. El
análisis estadístico fue de tipo descriptivo e inferencial, con un diseño correlacional. Se
seleccionó una muestra de 97 estudiantes de secundaria. Para la recolección de datos se les
administró un consentimiento informado, un cuestionario sociodemográfico, la Escala de Trait-
Meta Mood Scale (TMMS-24). Concluyendo que los participantes no presentan un bajo nivel de
Claridad Emocional. Esto provoca que los colaboradores no identifiquen ni comprendan los
estados emocionales de sí mismos y de sus compañeros, los cuales no permiten tomar decisiones
adecuadas para comprenderlos mejor y ayudar a solucionar sus problemas.
13

Espaillat (2016), presento como tema Factores de la inteligencia emocional que se asocian a la
violencia en el contexto escolar de adolescentes en República Dominicana”. Este fue un estudio
descriptivo, de campo y de corte transversal. La población de estudio fueron los estudiantes
desde séptimo hasta duodécimo grado de escuelas de diferentes clases sociales de la ciudad de
Santo Domingo. Se trabajó con un total de 200 estudiantes, a los cuales se les aplico un
Cuestionario para la Exploración del Bullying CEBU y la escala TMMS-24. Los niveles de
agresión se encontraron en un nivel alto. En cuanto a la evaluación del agresor este se encontró
en un nivel alto. Se pudo concluir que el pobre manejo de los impulsos agresivos, por parte del
agresor, es una manifestación de falta de habilidades sociales y falta de inteligencia emocional,
para poder hacerle frente a las situaciones que se les presentan. El nivel de violencia escolar se
encontró en condiciones altas, mientras que la inteligencia emocional de los estudiantes se
encontró en un nivel bajo. El factor de claridad emocional se encontró bajo. La claridad
emocional hace referencia a cómo creen los sujetos percibir sus emociones y es la habilidad para
comprender los propios estados emocionales. Además, hace referencia a comprender
correctamente la naturaleza de esos estados emocionales, es decir, la causa que los genera.
14

CAPITULO II. MARCO TEÓRICO


15

Historia de la inteligencia emocional

En los años 90 los psicólogos estadounidenses John Mayer y Peter Salovey, propusieron la
teoría de la inteligencia emocional que la define como “un tipo de inteligencia que incluye la
habilidad de supervisar y entender las emociones propias y la de los demás, discriminar entre
ellas y usar la información para guiar el pensamiento y las acciones de uno” (Vallés, 2016). El
psicólogo Thorndike en 1935, indica que la inteligencia era la capacidad de obrar prudentemente
en las relaciones humanas; sin embargo, Gardner en 1983 revolucionó el concepto de
inteligencia a través de la teoría de la “inteligencia múltiple”, en la cual plantea siete tipos de
inteligencia de las cuales sobresalen dos, la inteligencia interpersonal y la inteligencia
intrapersonal (Tormo, 2018).

Bar-On, R. define inteligencia emocional como “un conjunto de capacidades, competencias y


habilidades no cognitivas que influencian la habilidad propia de tener éxito al afrontar aspectos
del medio ambiente” (Raffino, 2020). Sin embargo, uno de los principales autores, Goleman
define inteligencia emocional como “capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los
de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. Pero Goleman
reformula esta definición de la siguiente manera: “capacidad para reconocer nuestros propios
sentimientos y los de los demás, para motivar y gestionar la emocionalidad en nosotros mismos y
en las relaciones interpersonales” (Núñez, 2019).

En 1870, Francis Galton; se interesó por el estudio sistemático de las “diferencias


individuales” de la capacidad mental y la herencia de la inteligencia, llegando a proponer un
análisis estadístico tomando en cuenta la regresión a la media, la ley de error, la distribución
normal y la correlación de Pearson; siendo el fundador del uso de cuestionarios y métodos no
tradicionales (Navarro, 2019). En 1905, Alfred Binet, bajo la petición del ministerio de su país,
elaboró un instrumento para la evaluación del constructo de la inteligencia en una población de
niños, convirtiéndose así en el padre de los test de inteligencia; más tarde, en 1916, este
instrumento fue rectificado por Lewis Madison Terman, quien fue el pionero en el cociente
intelectual (Montoya, 2016).
16

En 1920, Edward Lee Thorndike planteó la inteligencia social con base en la ley del efecto,
que fue el pilar de la inteligencia emocional (Montoya y Silvia, 2016). En la década de los
treinta, David Wechsler mostró dos baterías de prueba: escala para adultos Wheisler Adult
Intelligence Scale (WAIS) en 1939, y su escala para niños Wheisler Intelligence Scale for
Children (WISC) en 1949. Así mismo, durante esta época hubo un silencio teórico de la
inteligencia, debido al apogeo del conductismo (Márquez, 2020). En 1983, Howard Gardner
renovó el concepto de inteligencia por medio de su teoría de las inteligencias múltiples, donde
plantea siete tipos de inteligencia. Esta teoría introdujo dos tipos de inteligencia vinculados a la
inteligencia social propuesta por Thorndike: inteligencia interpersonal e intrapersonal (Lanfranco
y Guzmán, 2020).

En 1990, Peter Salovey, conjuntamente con Julius Von Mayer, propuso el concepto de
inteligencia emocional, bajo los cimientos teóricos de las inteligencias múltiples de Gardner y la
ley de efecto de Thorndike (Guerri, 2016). Sin embargo, Daniel Goleman es quien expandió este
término en 1995 por medio de su obra dirigida al ámbito empresarial, empezando así
investigaciones sobre los beneficios de la inteligencia emocional en el área de la administración
(Gonzales, 2019).

Clasificación de la inteligencia emocional

La inteligencia emocional incluye la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar
emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos; la
habilidad de comprender y la habilidad para regular las emociones, para promover crecimiento
emocional e intelectual (Salmurri, 2015).

Por lo tanto, para estos psicólogos la inteligencia no se trata solo de sacar buenas notas
académicas, sino que cada uno tiene talentos diferentes, y dentro de ese talento se encuentra la
inteligencia más alta. De esta forma, propone una teoría que servirá de base para futuras
investigaciones sobre los tipos de inteligencia emocional (Pérez y Medrano, 2013). La teoría de
las inteligencias múltiples establece que existen 8 tipos diferentes de inteligencia, de los cuales la
inteligencia emocional se puede dividir en dos tipos:
17

Inteligencia interpersonal. Este es uno de los tipos de inteligencia emocional que menciona
dentro de su teoría. Según Gardner, esta clasificación de la inteligencia emocional implica la
capacidad de mostrar empatía ante los demás e interpretar correctamente sus emociones. Este
tipo de inteligencia tiene la finalidad de mejorar la comunicación y, como su nombre lo dice, te
permite desarrollar tus relaciones interpersonales (Salmurri, 2015).

Inteligencia Intrapersonal. A diferencia de la anterior, este tipo de inteligencia está orientada


al autoconocimiento. Una persona con la inteligencia intrapersonal desarrollada es capaz de ser
consciente de sus emociones y comprender cómo estas repercuten en sus pensamientos y
acciones (Sánchez, 2016).

Inteligencia emocional

Cuando se habla de inteligencia emocional suelen aparecer varias definiciones, algunos la


consideran como la capacidad de una persona para resolver problemas, y en cierta medida se
puede considerar una definición general de inteligencia (Carrillo y López, 2014). Goleman
(citado en Bisquerra 2016), uno de los autores más conocidos de su libro Inteligencia Emocional,
quien define la emoción como el deseo de actuar, ha logrado comunicar la importancia del
mundo emocional. Según Goleman (citado en Cabello et al. 2016), la inteligencia emocional se
define como la capacidad de percibir, comprender, asimilar y regular las emociones en uno
mismo y en los demás.

Para Mayer y Salovey la inteligencia emocional es la facultad que combina elementos de tipo
social mezclado con una serie de competencias que se centraliza en la persona y en las que los
rodean de una forma efectiva (Damasio, 2014). Además la inteligencia emocional es la habilidad
de conocer los sentimientos de la misma persona y las que lo rodean, teniendo una habilidad
innata de sacarle los mejores beneficios para ambos, siempre hay que recordar que las emociones
afectan tanto al que las emite como a quienes le rodean es por ellos que el buen uso de las
mismas pueden ser de gran beneficio tanto en nuestra vida diaria como en el entorno laborar o
institucional en el cual nos encontremos (Casassus, 2019).
18

Por consiguiente en definitiva se puede considerar que la inteligencia emocional es la


habilidad de conocer las emociones de la persona en cuestión de controlar las reacciones de las
mismas y estas a su vez ser un ente capaz de interpretar las emociones de los demás y no permitir
que las mismas afecten de forma negativa al desenvolvimientos de las actividades en cuestión. El
control de esta permitirá una mejor armonía en el lugar en que se encuentren las personas y que
logren entenderse y trabajar en común con metas establecidas.

Es debido a esto que se cree que este tipo de inteligencia toma elementos en consideración,
como la capacidad de dominio de sí mismo que tiene la persona, siempre es importante recordar
que a la medida en que se es capaz de controlarse a sí mismos ante determinada situación
podremos sacar un mayor provecho, el dominio de sí mismo es relevante en lo que respecta a la
inteligencia emocional y más en una sociedad que avanza tan rápido que no permite que nos
tomemos un momento en el cual podamos percibir cuales son las mejores decisiones no solo para
nosotros sino también para las personas que nos rodean y que de una forma u otra se verán
afectados por las decisiones que tomemos (Castellanos y Hidalgo, 2016).

Es debido a lo planteado que es necesario que se aprenda a vivir el aquí y el ahora como una
forma de poder sacar provecho a las situaciones que nos ocurren y que no nos sintamos como
que nos ahogamos en la situación en cuestión. La inteligencia emocional se ha convertido en una
habilidad necesaria para el buen funcionamiento de la persona, una habilidad que le proporciona
conocer sus estados emocionales, pensar las emociones y comprender y controlar sus respuestas
emocionales y de comportamiento. En los últimos años las emociones se han puesto de moda y
existe un mayor interés por conocer todo lo relacionado al mundo de los sentimientos (Collado y
Cárdenas, 2013).

A esta moda de las emociones se suma el hecho de que cada vez más en los periódicos, en la
televisión, en las conversaciones, surjan comentarios sobre fenómenos violentos o trágicos
(como el suicidio), en donde la persona actúa sin conocer la causa y después se arrepiente de lo
realizado y no entiende cómo pudo efectuar esa conducta. Intimidación, acoso o abuso de
19

compañeros o compañeros. A esto se suma la vulnerabilidad de identidad de los adolescentes,


quienes muchas veces se encuentran desorientados, no saben qué hacer, con quién hablar y
tienen una idea equivocada de sí mismos y de lo que sienten y quieren. (Dámasio, 2014).

Teorías sobre la inteligencia emocional

Se ha tenido el concepto de que la inteligencia es algo que nace la persona y por ende no se
puede cambiar, mejorar. Sin embargo al hablar de la inteligencia emocional se puede considerar
que las habilidades que la compone se pueden desarrollar, es decir dichas competencias se
pueden ver como talentos los cuales se pueden ir puliendo y desarrollando durante toda la vida,
principalmente aquellas personas que debido a las actividades que realizan deben estar en
constante interacción con muchas personas. De igual forma este tipo de inteligencia se puede
lograr aumentar a lo largo de la vida (Fernández, et al., 2017).

Mientras más aumentan las posibilidades de comunicación con las que cuentan las personas
de igual forma se actualizan las exigencias sociales y las habilidades con las que contamos para
que esa interacción se lo mas efectiva posibles. Es debido a esto que el día de hoy se tiene
conocimientos de que la mejor forma de respuestas a los distintos cambios por los cuales
estamos pasando es la inteligencia emocional y el buen uso que hagamos de la misma, esta
permite que seamos capaces de entender y comprender las emociones propias y las de los demás
y permite que tengamos una comunicación más eficaz esto se ve mucho más reflejado dentro de
las instituciones ya que en mucho sentido se podría decir que la inteligencia emocional se pone
de manifiesto dentro de las organizaciones (Bisquerra, 2016).

Teoría de la inteligencia emocional de Goleman

La inteligencia emocional se divide en cinco habilidades principales todas ellas se


complementan de una forma tal que se pueden obtener los mejores resultados de las mismas. Se
20

pueden iniciar con aquellas que son las básicas personales, estas son las que todas las personas
deberían dominar ya que permitirían una mayor comprensión de las situaciones a las cuales son
sometidas. Luego siguen aquellas que son las sociales estas son las que se desarrollan en base a
la interacción con las personas que nos rodean y con relación a la forma en que le damos
respuestas a las emociones que recibimos de estas (Hernández, 2014).

De igual forma se tiene lo que se conoce como aptitudes dentro de las cuales se encontraron:
el autoconocimiento, elemento necesario al realizar cualquier labor tanto de tipo laboral, familiar
y de cualquier índole, esta es necesaria en el momento en que tenemos que tomar alguna decisión
de la cual seremos afectados de forma directa e indirectamente. En esta se encontró un elemento
importante el cual es la confianza que tengamos en nosotros mismos la cual mientras más
conocimientos tengamos de la forma en que nos sentimos por consecuencia aumentara y
permitirá que podamos plantearnos mayores metas siempre con la convicción de que podamos
alcanzarlas (Iratxe, et al., 2015).

La autorregulación, es la capacidad de manejo de las emociones de una forma tal que nos
permitan alcanzar las labores que tenemos planteadas en vez de ser un estorbo, en definitiva es
utilizar las emociones de una forma útil que es un arma que nos permita alcanzar las metas
planteadas en vez de ser un obstáculo para la misma. Dentro de esto es necesario mencionar la
adaptabilidad, en algunas ocasiones se ha dicho que la inteligencia también se mide en base a la
capacidad de adaptación que tienen las personas es decir que mientras más elevada sea un
individuo se podría considerar mucho más inteligente que otro y esto a su vez se convertiría en
un elemento muy importante a la hora de plantearse algún logro ya que tendría una mayor
posibilidad de alcanzarlo frente a otro que tenga un bajo nivel de adaptación (Landy, 2015).

Goleman explica que vivimos en una época en la que el entramado de nuestra sociedad parece
descomponerse aceleradamente, una época en la que el egoísmo, la violencia y la mezquindad
espiritual parecen socavar la bondad de nuestra vida colectiva. De ahí la importancia de la
inteligencia emocional, porque constituye el vínculo entre los sentimientos, el carácter y los
impulsos morales. Además, existe la creciente evidencia de que las actitudes éticas
21

fundamentales que adoptamos en la vida se asientan en las capacidades emocionales


subyacentes.

Hay que tener en cuenta que el impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo
impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción. Podríamos decir que
quienes se hallan a merced de sus impulsos quienes carecen de autocontrol adolecen de una
deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo
de la voluntad y del carácter (Montoya et al., 2016).

Como se pudo observar de lo expresado anteriormente Salovey y Mayer proponen que las
emociones han de aprovecharse en sentido positivo y para conseguirlo es necesario aprender e
interpretarlas como una fuente de información sobre los procesos de nuestra mente y no como
una reacción automática que no se es capaz de controlar. Dichas emociones deben ser
controladas y no permitir que se desborden (Navarro, 2019).

Teoría de la inteligencia emocional de Gil Adi

Esta teoría se centra en el individuo mismo y en la necesidad de independencia que posea el


mismo tomando elementos tan importantes como son la capacidad de adaptación y el liderazgo
esto es debido a que es probable que el rol de líder exija de la persona que lo desempeña tengan
la capacidad de adaptarse no solo a cualquier situación, sino a algún tipo de persona. En este
sentido se ha dicho que mientras más inteligente sea una persona tendrá una capacidad más
elevada de adaptación y por ende tendrá mucha más posibilidad de influir en otros (Páez y
Castaño, 2015).

Además de las mencionadas otra característica es la inconformidad, esto es debido a que en


todo momento la persona inteligente busca la forma de realizar mejor cada una de las actividades
que realiza y de igual forma le exige a su equipo de trabajo que cada día sean mejor, esto hasta
cierto punto es bueno, aunque en alguna ocasiones podría ser negativo ya que conllevaría a
someter a su equipo de trabajo a fuertes exigencia que en algunos casos no pueden ser
cumplidas, produciendo esto una insatisfacción (Pea y Repetto, 2015).
22

Teoría de los cuatros pilares de la inteligencia emocional

Al momento de entrar dentro de los modelos referentes a la inteligencia emocional es


necesario centrase en que esta se enfoca en el desarrollo del individuo, siempre es bueno tener en
cuenta que para que una persona se desarrolle de forma adecuada se deben toma en
consideración los distintos pilares que integran a este modelo dentro de los que se encuentran:
que tanto se conoce la persona en lo que respecta a su forma de proceder, es decir sus emociones,
como reaccionaria una persona ante determinada situación y cómo podríamos hacer que esta
acción sea lo más rentable posible tanto para el emisor como para el receptor (Platero, 2015).

Otro factor a tener en cuenta es nuestra capacidad de actuación ante una situación. Se dice que
cuanto más flexible es una persona, más probable es que comprenda los sentimientos de los
demás. Asimismo, la flexibilidad puede ayudar a reducir el conflicto y, cuando se presente,
actuar como mediador entre las partes involucradas (Ruíz, 2013).

Profundidad emocional se enfoca en el uso de la inteligencia emocional en el lugar de trabajo


y sus beneficios para las organizaciones, y siempre es bueno recordar que hay muchos
malentendidos en las organizaciones debido a la comunicación. Por lo general, dicha
información no se recibe de primera mano, lo que da lugar a la aparición de los llamados
rumores, que en la mayoría de los casos carecen de fundamento (Salmurri, 2015).

Enfoques de la inteligencia emocional

Los distintos enfoques que abordan a la inteligencia emocional se centran en los diferentes
factores que la integran. En la presente investigación se tomaran en cuenta varios aspectos
principales de la inteligencia emocional los cuales se desglosan a continuación:

Enfoque psicométrico
23

Las teorías psicométricas han dado como resultado una serie de pruebas de inteligencia y
varios métodos estadísticos para la calificación de las pruebas, entre las teorías o modelos de
aasdgjklihabilidades cognoscitivas se menciona la teoría bifactorial expuesta por Spearman quien
utilizó el método factorial (Carrillo y Díaz, 2019). En 1927, plantea la existencia de un factor
general y específicos. El factor general o G es común a todos los test y lo relaciona con la
habilidad, velocidad, intensidad y coeficiente intelectual, en cambio el factor S o específico es
exclusivo de cada prueba y sujeto (Camps, 2019). Esto indica que el autor trata de expresar que a
pesar que diferentes sujetos que posea el mismo nivel de habilidad mental, sus aptitudes se
desarrollan de diferente manera.

Por otra parte, Thurstone propone realizar un perfil aptitudinal en el cual expresa las
diferencias entre dos individuos con el mismo coeficiente intelectual. En dicho perfil se describe
una serie de rasgos que funcionan independientes, lo cual lo lleva a crear un análisis
multifactorial (Castillo, 2019). Para lo cual, divide la inteligencia en siete habilidades mentales
primarias: comprensión verbal, fluidez verbal, capacidad numérica, ubicación espacial, memoria,
razonamiento y velocidad perceptual. Dado que, Thurstone trata de explicar la inteligencia
mediante varias habilidades mentales, el sujeto desarrolla una de las mismas con el fin de
compensar las demás (Durán, 2015).

De igual manera, Cattell trabajo con un análisis factorial, identifica dos dimensiones generales
como: la inteligencia fluida y la inteligencia cristalizada. La primera se asocia con habilidades no
verbales y culturalmente independientes, como la memoria de trabajo, la capacidad de
adaptación y nuevos aprendizajes, y la llegó a definir como “la piedra angular de la cognición
humana” (Glover. 2017, p. 46). Este tipo de inteligencia sigue un proceso para alcanzar cierto
nivel de madurez en la adolescencia; luego comienza a declinar en la vejez debido al deterioro de
las estructuras fisiológicas.

En cuanto a la inteligencia cristalizada, esta se encuentra relacionada con una noción más
particular, además de estar acompañado de aspectos culturales y educativos, así mismo tiene que
ver con los razonamientos inductivos, experienciales y silogísticos (Guerri, 2016). Es decir, el
segundo tipo de inteligencia se encuentra relacionada a un aspecto más ambiental o cultural en el
24

cual el individuo adquiere nuevos conocimientos y destrezas en base a lo que experimenta en su


entorno.

Más tarde, Guilford crea un modelo de la estructura del intelecto, el cual se encontraba
conformado por tres dimensiones: operaciones, contenido y productos. Los mismos, a su vez
estaban subdivididos en áreas. Existían cinco operaciones: cognición, memoria, elaboración
divergente, elaboración convergente y valoración; cinco contenidos: visuales, auditivos,
simbólicos, semánticos y conductuales; y seis productos: unidades, clases, relaciones, sistemas,
transformaciones e implicaciones (Salmurri, 2015).

Cada subcategoría era multiplicada entre da como resultado 150 factores. Es decir, la
búsqueda de un modelo estructural genero la creación de factores que eran resultados de la
multiplicación de diversas dimensiones. Para concluir con los modelos psicométricos, Vernon
crea un modelo jerárquico el cual lo divide en dos factores: el verbal – educativo y el mecánico
espacial, el primero lo subdivide en inteligencia verbal, fluidez ideacional, fluidez verbal e
inteligencia numérica; al mecánico-espacial son la inteligencia espacial, la memoria visual, la
información mecánica y la habilidad manual (Sánchez, 2016).

De la misma manera distingue tres tipos de inteligencia: la A de carácter genotípica


relacionada con la adaptación al entorno, la B distingue la forma de reacción ante los
acontecimientos y la cultura; la C que constituye el resultado de puntuaciones obtenidas en
pruebas de inteligencia (Soler N., et al. 2016). Para estos autores la inteligencia se encuentra
dividida en dos tipos como la verbal o la espacial las cuales poseen funciones específicas.

Enfoque cognitivo

La psicología es una ciencia que se ha desarrollado a lo largo de los años con el objetivo de
comprender los procesos mentales y emocionales de los seres humanos. Uno de los enfoques
más importantes dentro de la psicología es la perspectiva cognitiva. Este enfoque se originó entre
las décadas de 1950 a 1960 y surgió como una alternativa a los enfoques conductistas y
freudianos, que se centraban en el comportamiento y la personalidad, respectivamente. Desde
25

entonces, el enfoque cognitivo se ha convertido en una de las corrientes más influyentes y


respetadas en la psicología (Navarro, 2019).

El enfoque cognitivo se concentra en las actividades mentales del estudiante que conducen a
una respuesta y reconocen los procesos de planificación mental, la formulación de metas y la
organización de estrategias. De ahí que su utilización para abordar a la inteligencia emocional
sea tan utilizada principalmente cuando se trata de estudiantes (Bisquerra, 2016). De ahí surge lo
que se conoce como la inteligencia cognitiva la cual está influida por el análisis y procesamiento
de información proveniente del sistema cognitivo del ser humano.

Enfoque de procesamiento de información

Las teorías sobre el procesamiento de información se encargan de analizar los procesos


cognoscitivos por los cuales el cerebro maneja la información. En 1985 Robert Sternberg
propone la teoría triárquica que consiste en tres subtipos de inteligencia: la componencial, la
experiencia y la contextual. La primera se refiere al procesamiento de la información de los
individuos, la resolución de problemas, adquisición de nuevos conocimientos y la realización de
tareas de manera eficaz, el segundo intenta entender en términos de relaciones del sujeto con su
experiencia a lo largo de su vida y, por último, el subtipo contextual era asumido en función de la
adaptación, selección o modificación del medio más próximo al individuo (Velázquez, 2016).

A continuación, en 1983- 1993, Howard Gardner con su teoría de inteligencias múltiples, el


procesamiento de información involucra una serie de sistemas simbólicos. Propone siete formas
de inteligencia: lingüística que mide la capacidad del uso de palabras; lógico matemática que
permite resolver problemas lógicos; espacial como la capacidad de distinguir los espacios;
musical que es el talento para reconocer y ejecutar melodías; kinestésica corporal que es la
capacidad de controlar los movimientos y dos formas de inteligencia personal (intrapersonal e
interpersonal) que es la capacidad de entenderse a sí mismo y a los demás (Núñez, 2019).

Modelos de la inteligencia emocional

Modelo de Bar-On
26

Bar-On diseño su modelo inspirado en los trabajos de Marie Jahoda, quien en la década de los
años 50, estimuló el interés entre los estudiosos de la época por investigar los conceptos y temas
de salud mental y bienestar psicológico, restando importancia a los estudios psicopatológicos.
Según Bisquerra (2016) es a partir de los seis componentes de bienestar psicológico identificados
por moda en el momento en que Bar-On propone una serie de componentes de personalidad
vinculados con el bienestar psicológico, a partir de los cuales elabora su concepto de cociente de
inteligencia emocional, base de la elaboración de su cuestionario. A partir de aquí comienza a
desarrollar su estructura teórica sobre la inteligencia emocional, reconociendo que su
fundamentación se basa, además de Jahoda, en los siguientes postulados (Carrillo y López,
2014):

En la teoría de Darwin, quién destacó la relevancia de las emociones como medio de


supervivencia y adaptación. En la teoría de Thorndike sobre la inteligencia social. En la teoría de
Weschler sobre la importancia de los factores no intelectuales de la inteligencia. En la definición
de la alexitimia desarrollada por Sifneos elabora el constructo de alexitimia para definir la falta
de emociones. Este concepto es primordial para explicar la falta de comprensión ante las
emociones, no encontrando palabras para expresar el propio estado emocional) (Casassus, 2019).

Es así como Bar-On definió la inteligencia emocional como una capacidad no cognitiva, unas
competencias y habilidades que tienen poder de influencia en el afrontamiento del ambiente.
Como resultado, Bar-On define la inteligencia emocional como un conjunto habilidades y
conocimientos emocionales que se manifiestan en la forma efectiva de afrontar las dificultades
que se van presentando en la vida. Este afrontamiento exitoso observado en la relación con los
individuos y con el medio ambiente es consecuencia de una capacidad que se centra en
comprender, ser consciente, controlar y expresar las emociones de una manera adecuada y esto
depende de características de la personalidad (Collado y Cárdenas, 2013).

Las competencias pertenecientes a esta inteligencia no cognitiva están constituidas por


elementos emocionales, personales y sociales que están interrelacionados entre sí. Es bajo esta
fundamentación teórica que Bar-On comienza a utilizar el concepto de inteligencia emocional y
de inteligencia social, con la resultante de la obtención del vocablo inteligencia emocional-social.
27

Este nuevo término hace referencia a una sección representativa de la correlación entre las
capacidades emocionales y sociales (Dessler, 2016).

Bar-On (citado por Durán, 2015) definió la inteligencia emocional-social como un cruce de
competencias sociales y emocionales interrelacionadas, habilidades y facilitadores que
determinan la manera en que la persona se expresa y comprende a sí misma, a los demás y se
relaciona con ellos y afronta las demandas de la vida cotidiana. Las capacidades emocionales
según Bar-On se pueden dividir en dos clases que se interrelacionan entre sí: en competencias
básicas y en competencias facilitadoras.

Las capacidades básicas se basan en diez factores indispensables para la inteligencia


emocional y éstos son: la autoconciencia emocional, la autoevaluación, la empatía, las relaciones
sociales, la asertividad, el afrontamiento de presiones, el análisis de la realidad, la flexibilidad, el
control de impulsos y la solución de problemas. Por otro lado, las capacidades facilitadores están
compuestas por los siguientes cinco elementos: optimismo, alegría, independencia emocional,
autorrealización y responsabilidad. Las capacidades emocionales relativas a las competencias
básicas y facilitadoras el autor las incluye dentro de otra clasificación más específica,
dividiéndolas en cinco componentes de la inteligencia no cognitiva (Extremera y Fernández,
2013).
Componente intrapersonal: está formado por la autoconsciencia emocional, la asertividad, la
independencia emocional, la auto-consideración y la autorrealización. La autoconciencia
emocional es la habilidad para reconocer y entender los propios sentimientos; la asertividad es la
capacidad de expresar sentimientos, creencias y pensamientos y defender los derechos propios de
forma no destructiva. La independencia emocional hace referencia a la capacidad de autocontrol
y autodirección del pensamiento y de los comportamientos (Fragoso, 2015).

Componente interpersonal: integrado por la empatía, la responsabilidad social y relación


interpersonal. La empatía es la capacidad para entender y apreciar los sentimientos de los demás;
la responsabilidad social consiste en la capacidad para constituir una unidad sistemática
constructiva y cooperativa de un grupo. Por último dentro de este factor se encuentra la relación
28

interpersonal, que es la capacidad para establecer y mantener relaciones satisfactorias (Fernández


y Extremera, 2016).

Componente de manejo de las emociones: está conformada por la capacidad de tolerar las
presiones y por la de control de impulsos. La tolerancia a las presiones o al estrés la define como
la capacidad para resistir a fenómenos adversos y a circunstancias estresantes. Y el control de
impulsos hace referencia a la capacidad de resistencia o de demora de un impulso (Fragoso,
2015).

Componente de estado de ánimo: relativo al optimismo y a la alegría. El optimismo se


entiende como la capacidad de mantener una actitud positiva ante la vida y mirar lo más hermoso
de ella. La alegría se concibe como la capacidad para sentirse satisfecho de uno mismo y de los
demás (García, 2013).

Componente de adaptabilidad- de ajuste: vinculado a las capacidades de examen de la


realidad, flexibilidad y solución de problemas. La flexibilidad es la capacidad de adecuarse a
emociones, pensamientos y conductas cuando se modifican las situaciones y condiciones
(Giménez et al., 2016). Se pudo observar que el modelo teórico de Bar-On combina la
posibilidad de calificar la inteligencia emocional como una habilidad mental (cuando se refiere a
autoconciencia emocional) con otras características independientes de la habilidad mental, como
es el caso de la seguridad y el optimismo (Hernández, 2014).
Modelos de habilidades

Landy (2015) incluyo el modelo de Sawaf y Cooper dentro de los modelos mixtos, los sitúan
con los modelos de Goleman y Bar-On, pero dicho modelo pertenece a un modelo de habilidad
ya que estos autores conciben la inteligencia emocional como una habilidad, al igual que el
modelo de Mayer y Salovey. En esta misma línea de pensamiento, aunque sin incluir este
modelo dentro de un modelo de habilidad, Montoya (2016) señala que las conceptualizaciones de
Bar-On y de Goleman pertenecen al paradigma de modelo mixto, sin incluir al modelo de
Cooper y Sawaf en este paradigma.

Este modelo definió la inteligencia emocional como una actitud que consiste en captar,
entender y aplicar de forma eficaz las emociones consideradas como fuente de motivación,
29

información de relaciones e influencia. Cooper y Sawaf (citado por Muñoz, 2015) presentan en
su libro Estrategia emocional para ejecutivos, su modelo de los "Cuatro Pilares" de la
Inteligencia Emocional.

Intuición: La intuición la entienden siguiendo el planteamiento de Sorokin (Páez y Castaño,


2015) para quién la intuición es el fundamento último de la comprensión de la ética, de lo valioso
de la vida y del bien. Sería “Ver con el corazón”, es la percepción que traspasa las sensaciones
físicas. La energía: hace referencia a la motivación, al deseo interno del querer.
Retroinformación emocional: consistiría en proporcionarle atención a las emociones, en las
propias palabras de los autores “toda sensación es una señal” (Pea y Repetto, 2015) y a partir de
esa atención actuar. Dentro de esta retroalimentación se encuentra el manejo de los impulsos.

Modelo de Salovey y Mayer

El modelo de Salovey y Mayer es el modelo de inteligencia emocional como habilidad por


excelencia ya que como afirmaron Grewal y Salovey integra un “conjunto de aptitudes que
pueden ser medidas y diferenciadas de la personalidad y de las potencialidades sociales” A
principios de la década pasada, Salovey y Mayer acuñaron para la inteligencia personal (en la
terminología de Gardner) la designación de inteligencia emocional, a la que puntualizaron como
la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno mismo y de los demás
(Pérez y Medrano, 2013).
Los autores reformularon posteriormente esta definición, ampliándola y no centrándose tanto
en la regulación de las emociones y relacionando los sentimientos con el pensamiento. Como
resultado propusieron la siguiente definición: “La inteligencia emocional relaciona la habilidad
para percibir con precisión, valorar y expresar emociones, relaciona también la habilidad para
acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan el pensamiento” (Platero, 2013). Esta
concepción teórica incluyó cuatro grupos de habilidades la percepción emocional, la facilitación
emocional, la comprensión emocional y la regulación emocional que se expresan
jerárquicamente. En el contexto de este modelo de inteligencia emocional como habilidad
existen dos líneas de trabajo (Salmurri, 2015),
30

Modelo de inteligencia emocional percibida

En la investigación para comprender la inteligencia emocional se centró en este modelo


teórico, porque es el que tiene más desarrollo empírico y su fundamentación teórica es la más
desarrollada. La inteligencia emocional percibida se centra en el metaconocimiento o creencias
individuales que poseen las personas con respecto a conceptos propios de la inteligencia
emocional como habilidad emocional (Sánchez, 2016). Este abordaje teórico representa el primer
planteamiento científico sobre la IE y ésta es definida como la habilidad de las personas para
atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa, la capacidad de asimilarlos y
comprenderlos adecuadamente y la destreza de regular y modificar el propio estado de ánimo y
el de los demás (Salmurri, 2015).

Desde este modelo la inteligencia emocional es “un conjunto de destrezas que se supone que
contribuyen a una adecuada percepción y expresión de las emociones en uno mismo y en los
otros, y en la utilización de las emociones para motivarse, planificar y alcanzar los propios
objetivos vitales”. Este modelo de inteligencia emocional se enfoca en las concepciones de
Salovey y Mayer, con la única diferencia entre los modelos mixtos, de que es la inteligencia
emocional – propias habilidades emocionales- que la persona cree poseer (Soler, et al., 2016).

Antes de presentar las tres dimensiones básicas de la inteligencia emocional es necesario


conocer que la idea principal de Salovey y colaboradores es que si el elemento que especifica la
inteligencia general es el razonamiento abstracto, éste no desarrolla en el vacío, es decir, necesita
un input precisa informaciones referidas a su área (la espacial, musical, verbal, etc.). En el caso
de la IE, el input lo compone, por una parte, la información vinculada a lo emocional; por otro
lado, el razonamiento abstracto, que se complementa mediante el conocimiento base, el cual
constituye un cuerpo organizado de conocimientos (Urdaneta, et al. 2013).
31

La atención emocional

La atención a los sentimientos es el grado en el cual los individuos creen prestar atención y
observar sus emociones y sentimientos. El factor de atención emocional es uno de los
componentes más imprescindibles de la inteligencia emocional, ya que es en él en donde se
perciben los sentimientos propios en el mismo momento en el que se dan (Velázquez, 2016).

Los sentimientos constituyen una información acerca de lo que le gusta o disgusta a la


persona, cuya finalidad es poder efectuar modificaciones en el ambiente donde se desarrolla. La
percepción (otorgarle atención) de los estados emocionales es la capacidad más elemental y
consiste en el registro de los estímulos emocionales en sí mismo, resultando imprescindible para
que pueda desarrollarse la claridad y la reparación emocional (Vallés, 2016). Si se desconoce la
emoción que gobierna en un momento o situación de la vida no se podrán predecir las acciones y
los pensamientos que se podrían tener.

Esta atención continua encaminada a los estados emocionales y a la dinámica de los propios
sentimientos queda resumida en la autoconciencia emocional. La atención emocional comporta
que la persona se posicione en una actividad no reactiva, es decir, que observe, dirija y mantenga
la atención sobre uno mismo. Por ejemplo, una persona con esta capacidad desarrollada puede a
la vez estar discutiendo violentamente con alguien y poseer la conciencia autorreflexiva de que
está discutiendo. Por tanto, se trata de ser consciente de los propios estados de ánimo y de los
pensamientos que se tienen de esos estados de ánimo y no buscar estrategias con el fin de evitar
experimentar esas emociones, como por ejemplo, ver una película, irse de vacaciones, ir de
compras o efectuarse un cambio de look. (Urdaneta, et al., 2013).

Es necesario que se entienda que la atención sobre uno mismo no implica la emisión de un
juicio evaluativo, si esto sucediera, cuando la atención emocional conlleva a una valoración o
juicio de esa emoción sentida, Segal, Williams y Teasdale (citado Soler Nages, et al. (2016)
indican que esa evaluación puede llevar a patrones de pensamientos que se distancian de la
experiencia ocurrida y como resultado no existe la integración adecuada del suceso acontecido.
32

La atención emocional también implica la identificación de esa emoción o sentimiento, es


decir, experimentar la emoción y poder otorgarle una etiqueta verbal. Es de gran necesidad
clarificar el hecho de que la atención emocional hace referencia a la percepción del estado
emocional, sin embargo, conocer ese estado emocional que envuelve a la persona no significa
necesariamente que identifique y comprenda esa emoción (Sánchez, 2016).

La claridad emocional

La claridad emocional hace referencia a cómo creen los sujetos percibir sus emociones y es la
habilidad para comprender los propios estados emocionales. El individuo posee un grado de
percepción de sus emociones, y es en esta dimensión en donde se evalúa esa adecuada y óptima
percepción de los estados emocionales asumiéndolos como tales y expresándolos adecuadamente
(Salmurri, 2015).

Según Platero (2013) tiene una competencia personal que es la integración de la emoción y de
la razón, y una competencia social que es la empatía. Si se integra la emoción al razonamiento,
esto facilita un razonamiento más inteligente y el hecho de tomar unas decisiones más acertadas.
También es posible que si se dispone de una buena capacidad para integrar las emociones en el
razonamiento se pueda anticipar los estados emocionales previamente a ejecutar la conducta
(Pérez y Medrano, 2013). Por ello es necesario que la persona disponga de una serie de bagaje,
memoria o experiencia emocional porque si ella no ha experimentado esa emoción o situación
personal, le será más dificultoso poder comprender a los demás. A pesar de esta explicación, no
todos los individuos sienten lo mismo en una situación similar (Pea y Repetto, 2015).

La reparación emocional

La reparación o regulación de las emociones está vinculada a la creencia que posee la persona
sobre su capacidad de interrumpir estados emocionales negativos y prolongar los positivos, así
como regularlos. Este elemento se concibe como la capacidad de manejar las emociones en la
que, teniendo en cuenta que se actúa en respuesta al pensamiento y que éste está influenciado por
las emociones, es necesario que sean tenidas en cuenta en el razonamiento, en la forma de
solucionar problemas, en los juicios y en las conductas (Páez y Castaño, 2015).
33

En esta regulación de los estados emocionales la persona es capaz de impedir los efectos
negativos de esa emoción (por ejemplo, no dejarse envolver y actuar impulsivamente ante una
situación que provoca ira) y procurar aprovechar y utilizar los aspectos positivos que permiten
conocer y comprender la emoción con la finalidad de actuar sin perjudicarse. La reparación
emocional también se dirige hacia uno mismo y hacia los demás. En consecuencia, existe la
regulación emocional personal y la resolución de conflictos interpersonales (Navarro, 2019).

La regulación emocional consiste en la capacidad para no generar respuestas emocionalmente


descontroladas, pero no consiste en esconderlos sino en poder manejar esos sentimientos, lo que
implica reconocerlo, experimentarlo y manejar esta información de la forma más efectiva.
Igualmente, la autorregulación emocional permite tolerar la frustración y también interviene en
la automotivación (Muñoz, 2015).

La capacidad para ofrecerse a los otros. Saber escuchar y saber responder en el momento
adecuado. Animar a que la otra persona comunique sus preocupaciones mediante la transmisión
de confianza y apoyo. Tener honestidad aunque ello implica herir sus sentimientos. Emplear la
crítica constructiva. Llegar a acuerdos, saber defender las ideas y opiniones propias, respetando a
los demás. Cooperar cuando se trabaja en equipo y cuando se plantean soluciones evitar que
éstas perjudiquen a alguna parte involucrada (Montoya, 2016).

Las emociones ayudan a moldear y mejorar tu mente porque te hacen concentrarte más
rápidamente en la información importante. Las emociones promueven cambios de perspectiva, la
formación de juicios y la consideración de nuevas perspectivas sobre cuestiones provocadas por
cambios emocionales en curso (Fernández y Extremera, 2016). Los estados emocionales
positivos están relacionados con el pensamiento creativo y son adecuados para resolver
problemas que requieren reorganización, razonamiento inductivo, romper con el pensamiento
convencional y establecer conexiones entre conceptos aparentemente no relacionados (Durán,
2015).
34

La inteligencia emocional y las emociones

Cuando se trata de emociones y su impacto en el conflicto, es necesario definir nuestra


comprensión del concepto de conflicto, que puede considerarse un factor muy importante en la
interacción emocional humana. El conflicto es, por así decirlo, una incomprensión de la
situación, y en el sentido jurídico hay que remontarse al surgimiento de los derechos
contributivos, que marcan indiscutiblemente los males que las personas se hacen a sí mismas.
(Desler, 2016).

Se podía notar el aprovechamiento del fuerte con aquellos que eran más débiles, de igual
forma existía un desprecio de índole económico sobre aquellos poco pudientes. El trabajo y los
conflictos han idos cambiando adaptándose a las distintas formas de interacción que tenemos
hoy. Se podría considerar que durante tiempo pasado más exactamente durante el tiempo de
esclavitud, era imposible ayudar a los que eran de clase baja. Había una mala idea de que el
hombre se podría tratar como un objeto, esto ocasionaba que no se pudieran ver a las personas de
poco recursos como seres humanos dignos (Damasio, 2014).

Esto se logró disminuir específicamente en Inglaterra, con lo que se llamó la Revolución


cartista, esto permitió que se tuviera un panorama mucho más claro y permitió que se empezará a
defender el derecho de aquellos menos pudientes, esto fue debido a que se provocó una
insatisfacción entre los colaboradores manuales esto desemboco que estos últimos decidieran
defenderse a ellos y a todos los que estaban siendo afectado (Collado y Cárdenas, 2013).

De igual forma un conflicto también puede repercutir en vida familiar de los empleados, a raíz
de esto es necesario que se logre lidiar con estos y erradicarlos desde la raíz, antes de que se
puedan convertir en el detonante de muchas situaciones que en la mayoría de los casos solo traen
perdidas tanto para los involucrados, como para la institución en cuestión. Es debido a lo
planteado que es de vital importancia el aprender a lidiar ante un conflicto, es en estos momentos
que la inteligencia emocional juega un papel muy importante, debido a que mientras más elevado
sea el nivel de inteligencia emocional con la que cuente la persona lograra ver una mejor
solución y que la misma pueda ser de beneficios para los involucrados (Casassus, 2019).
35

Inteligencia emocional en la escuela

Galton en 1870, fue uno de los primeros investigadores en realizar un estudio sistemático
sobre las “diferencias individuales” en la capacidad mental de los individuos, utilizando un
desarrollo de correlación de métodos. Tempranamente, propuso un análisis estadístico como
aplicación al fenómeno mental, así como su implicación y uso. También fue pionero en el
empleo de cuestionarios y métodos no tradicionales (Camps, 2019).

A partir de 1960 se observó un debilitamiento en las posturas conductistas, y se produjo la


emergencia de procesos cognitivos con el estructuralismo (Bisquerra, 2016). Piaget, educado en
la tradición del coeficiente intelectual, se opuso a dichas posturas psicometristas y del
pensamiento de la información, y aunque no emprendió una crítica contra el movimiento de
prueba, su punto de vista se percibe en las acciones científicas que realizó, desarrollando una
visión distinta a la de la cognición humana.

Según él, el principio de todo estudio del pensamiento humano debe ser la postulación de un
individuo que trata de comprender el sentido del mundo. Otra aportación importante es la del
psicólogo soviético Vygotsky, quien encontró que las pruebas de inteligencia no dan una
indicación acerca de la zona de desarrollo potencial de un individuo (Barrón, 2017).

El concepto de inteligencia emocional fue propuesto por Salovey y Mayer en 1990, a partir de
los lineamientos de Gardner en su teoría de las IM. Sin embargo, este concepto no es nuevo pues
tiene su origen en la “ley del efecto” formulada por Thorndike en 1988, cuando propuso en su
tesis doctoral un principio explicativo del aprendizaje animal. Fragoso (2015) dice que uno de
los ámbitos en los que la IE ha tenido más relevancia y, en consecuencia, se han realizado más
estudios ha sido en el ámbito educativo o académico.
36

El Bullying

El acoso o bullying en la escuela es cualquier forma de abuso mental, verbal o físico entre
estudiantes que se repite durante un período de tiempo, incluida una forma metódica y
sistemática de tortura en la que el perpetrador suele someter a la víctima al silencio, el rechazo o
la complicidad otros colegas (Glover, 2017).

En el caso del bullying, una persona con potencial de agresión física es percibida como más
fuerte y capaz de intimidar, abusar o acosar a uno o más compañeros. Como resultado, acosaba
verbal, emocional o físicamente a uno de sus compañeros que era percibido como vulnerable o
débil (García, 2020). El acoso se diferencia de otras formas de violencia entre pares por su
naturaleza repetitiva y deliberada, patrones de comportamiento y poder o desequilibrios de
poder. Desde el punto de vista de la víctima, se trata de no poder apartarse o protegerse del
acoso. Por otro lado, desde la perspectiva del agresor, es necesario dominar y oprimir a los
demás para buscar la aprobación social o el estatus frente a otros estudiantes (Barrón, 2017).

Cuando surgen jerarquías informales e interpersonales desiguales entre grupos de individuos,


se crea un círculo de acoso o intimidación, la víctima carece de recursos personales para prevenir
una determinada forma de agresión, por lo que le resulta difícil buscar ayuda, el agresor acosa,
acosa o la humillación de la víctima está más allá de la visión del adulto, además, también
involucra la participación de un observador o testigo (Camps, 2019). La violencia persistente
entre los jóvenes tiene sobre todo efectos negativos evidentes en las víctimas, tales como: baja
autoestima, síntomas de depresión o ansiedad, problemas académicos o, en casos extremos, la
muerte, lo que dificulta su integración al entorno escolar y su desarrollo aprendizaje normal
(Casassus, 2019).

Por lo general se habla de Bullying cuando una o más personas en forma repetida y durante un
período de tiempo que dicen o hacen cosas dolorosas y desagradables para alguien que tiene
problemas defendiendo a sí mismo. Para hacer frente a los términos dolorosos y la experiencia
desagradable, Castillo (2019) se refiere como la intimidación directa e indirecta la intimidación.
Sustentan que el dolor y la incomodidad pueden deberse a dirigir la intimidación involucra
golpes, patadas, insultos, comentarios ofensivos y desprecio o amenaza, mientras que el acoso
indirecto, que es igual de doloroso, es la experiencia de ser aislados y excluidos de la pertenencia
a un grupo social (Fernández, et al., 2017).
37

Historia del Bullying

El bullying fue abordado por primera vez en Escandinavia, a raíz del suicidio de un estudiante
que fue acosado por algunos de sus compañeros de clases. Se conoció internacionalmente y es
considerado como una forma de maltrato físico, intencionado y perjudicial de un estudiante
de clases hacia otro compañero, generalmente más débil y se da en el contexto escolar
(Glover, 2017).

Concretamente, Peter Paul Heineman, un médico (School Physician), en un contexto de


discriminación racial, se refirió a la violencia perpetrada por parte de un grupo de alumnos contra
otro. Heineman empleó el término sueco mobbning (en inglés mobbing) para referirse a esta
violencia, quien a su vez lo tomó prestado del etólogo alemán Korand Lonrenz, que al parecer lo
había empleado en su libro On agression. Mobbing en etología se refiere a la violencia que un
grupo de animales dirigen contra otro perteneciente a una especie distinta considerada un
enemigo natural del grupo (Gonzales, 2019).

Por su parte, Lanfranco y Guzmán (2020) creen que las primeras investigaciones científicas
se remontan a los años 70 en los países escandinavos. Concretamente, Dan Olweus, autor sueco
pero afincado en Noruega e ineludible referente internacional, fue el primero de los
investigadores que llamó la atención sobre la existencia de un determinado tipo de
comportamiento agresivo que se daba entre sujetos de aproximadamente la misma edad en los
centros educativos. Con la publicación de su libro Aggresion in the schools: bullies and
whipping boys marca un punto de inflexión, en primer lugar, por llamar la atención sobre lo que
actualmente conocemos como Bullying y, en segundo, por realizar los primeros estudios
sistemáticos en este campo (Lozano, 2020).

Quizá la identificación de este fenómeno en los países escandinavos no fue nada casual, sino
más bien todo lo contrario (Márquez, 2020); los altos niveles de bienestar existentes en esta zona
del globo, su naturaleza pacífica y preocupación por los derechos de las personas, entre otros
factores, constituyó en realidad un caldo de cultivo ideal para prestar atención a un tipo de
conducta execrable que se daba entre niños y que puede llegar a producir altos niveles de
sufrimiento, no solo a la víctima, sino al conjunto de la comunidad educativa.
38

El empleo del término mobbing para referirnos a lo que hoy denominados Bullying no ha
estado exento de polémica; el propio Olweus en sus primeros escritos ya aludió a algunos de sus
inconvenientes. En primer lugar, se señala que el propio Lorenz nunca empleó el término
mobbing en su libro en versión original alemana sino que fue su traductor al sueco, Sverre
Sjöslander, etólogo de profesión, quien realmente lo hizo (Montoya y Silvia, 2016).

Por otro lado, cuando se emplea el término mobbing para referirse a este tipo de
comportamiento, se hace hincapié en un tipo concreto de violencia: aquella a la que un grupo de
alumnos dirige contra otro. Dicho tipo de agresiones ciertamente se dan y pueden ser incluidas
bajo el paraguas del término Bullying, pero no son las únicas o las más representativas, ya que en
muchas ocasiones es tan solo un alumno -o un reducido grupo de ellos- quien actúa contra otro
(Montoya, 2016). Igualmente, el empleo de este término pone excesivo énfasis en la
temporalidad del fenómeno, es decir, en un momento puntual un grupo de sujetos agrede a otro,
mientras que una de las características esenciales del Bullying es la reiteración de la violencia
(Navarro, 2019).

Modelos del Bullying

Modelo constructivo de convivencia para prevenir la violencia

Entre los modelos teóricos propuestos para intervenir en la mejora de la convivencia escolar
que han sido convenientemente evaluados y de los que se sabe que tienen resultados positivos
basados en la evidencia científica, encontramos el que denominamos Modelo Construir la
Convivencia (Navarro, 2019). Se trata de un modelo que manteniendo los grandes parámetros o
líneas de intervención ha venido evolucionando, integrando nuevos hallazgo provenientes de la
investigación por un lado y de la experiencia práctica por otro (Tormo, 2018). En los últimos
diez años el modelo ha avanzado tratando de comprender e integrar la conducta y los procesos
sociales que se derivan del uso de dispositivos digitales para la comunicación e interacción de
todos los protagonistas de la convivencia escolar pero muy especialmente del alumnado.
39

El modelo se estructura en base a tres niveles de actuación que vienen reclamados por la
actividad más relevante que acontece en los tres planos de relaciones interpersonales (docente-
alumnado; alumnado entre sí y relaciones del equipo docente y el alumnado con las familias). En
los tres planos, la intervención que propone el MCC se corresponden con estrategias de
actuación tanto de carácter general como de prevención del bullying (Vallés, 2016). Una línea de
intervención que igualmente se organiza en tres niveles: a) prevención primaria (ligada a la
actividad ordinaria de enseñanza-aprendizaje, al diseño de disciplinas democráticas; el
aprendizaje de resolución pacífica y dialogada de los conflictos, etc.); b) prevención de carácter
focalizado, concretado en la atención al alumnado en riesgo (diseño e implementación de
programas específicos sobre competencia social, desarrollo de la asertividad y la empatía,
programas de ayuda entre iguales, etc.) y c) Intervención directa en casos de bullying
(Velázquez, 2016).

Modelo de trabajo social

El acoso escolar es un fenómeno social; por tanto, no debemos prevenir y actuar solo en la
escuela, sino traspasar también al contexto comunitario (Barrón, 2017). La educación es una
labor que implica a muchas personas, tanto del centro educativo como de fuera de él; por eso es
muy importante que todos ellos estén bien coordinados para trabajar de manera cooperativa y
conseguir un mismo objetivo. Es muy importante que los ciudadanos, asociaciones y diferentes
agentes de entidades no profesionales también estén implicados en la tarea. Asimismo, los
ayuntamientos tienen un papel muy importante de mediación, ya que constituyen un lugar de
puesta en común de metodologías y se da forma a diferentes proyectos (Camps, 2019).

Las acciones de este modelo van destinadas a todos los miembros de los colegios, para
enseñarles a relacionarse de manera pacífica y constructiva, asignarles tareas que requieran
responsabilidad, etc. Se quiere causar un impacto sobre el entorno, para que todos los miembros
del centro, tanto el personal docente como el no docente, desarrollen una responsabilidad con la
comunidad educativa, pues el bullying es un grave trastorno social que puede ser muy perjudicial
para la sociedad; sus programas de prevención y control en las escuelas debe convertirse en una
herramienta sistémica y permanente, causando impacto en el entorno y apelando al sentido
común de responsabilidad social de toda la comunidad escolar (Carrillo y Díaz, 2019).
40

Modelo de prevención centrado en el las emociones

Este modelo se centra en la educación emocional y los efectos positivos que aportan en los
individuos. Por medio de este se produce un aumento de las habilidades sociales y de las
relaciones interpersonales, se disminuyen los pensamientos negativos, las conductas violentas y
las agresiones, en definitiva, se produce una mejora de la autoestima y de los comportamientos,
ya que en el entorno escolar, la educación emocional evita y disminuye las expulsiones que se
producen en el aula y aumenta su rendimiento escolar (Mosquera, 2015). Desde el ámbito
educativo, así como el familiar y social, es conveniente y casi obligatorio ayudar y ofrecer a los
niños los instrumentos y herramientas necesarias que les ayuden a identificar sus sentimientos y
emociones, lo que sienten y cómo esto se refleja en sus actitudes, en cómo les afecta y proponer
alternativas para que lo puedan gestionar (Muñoz, 2017).

Los alumnos con buenas competencias emocionales, es decir, buen nivel de autoestima,
capacidad de empatizar, buenas habilidades sociales, mejor conocimiento de sí mismos, que
saben gestionar sus emociones y las de los demás, suelen ser capaces de evitar o gestionar casos
de acoso escolar (Rodríguez, 2015). Los centros educativos están incluyendo la educación en
materia de inteligencia emocional en sus aulas a través de proyectos y distintas iniciativas, se
está demostrando que la inteligencia emocional produce efectos positivos en los alumnos, es
igual de importante lo que aprenden a través de los distintos aprendizajes como lo que sienten
cuando lo logran, se produce entre otras, una mejora en su conducta, se fomentan el aprendizaje,
la responsabilidad, la transmisión de sus sentimientos a través de un buen canal de comunicación
(Sáenz y Luis, 2017).

El modelo ABC

El nombre de este modelo proviene del acrónimo anti-bullying center y de los principios
fundamentales del programa: Avoid aggression, Be tolerant y Care for others, que quiere decir:
evita la agresión, sé tolerante y preocúpate por los demás. Se ha llevado a cabo por la
investigadora O’Moore en el condado Donegal, de Irlanda (Velázquez, 2016).
41

Con este método se pretende concienciar a todos los miembros de la comunidad escolar de las
conductas escolares negativas y proporcionar a todo el personal del centro estrategias para evitar
que se produzca el acoso en los colegios. Por lo tanto, para que este modelo se pueda aplicar es
muy importante que todos los componentes de la comunidad educativa (personal docente y no
docente, estudiantes, familias, etcétera) tengan un buen conocimiento acerca del tema y de las
medidas de prevención, además de que se encuentren motivados para aplicar el modelo, asuman
las responsabilidades que conlleva y logren un consenso entre todos para trabajar en la misma
línea (Mosquera, 2015).

Otro punto importante del programa es la formación de los padres de familia, para que se den
cuenta que la colaboración tanto en el hogar como en el centro es imprescindible para llevar a
cabo un programa antibullying (Rodríguez, 2015). También se trabaja con los llamados
espectadores de la violencia, para que sean conscientes de los efectos tan perjudiciales que tiene
el acoso sobre sus compañeros y el sufrimiento que este les genera; pero también que sean
conscientes de que ellos pueden tener un papel activo para prevenir el bullying y denunciarlo,
pero nunca pasándolo por alto o miren hacia otro lado, porque de esa forma también se es
partícipe, si bien de manera indirecta (Tormo, 2018).

Teorías del Bullying

Teoría psico-biologicas

La teoría psicobiológica explica el comportamiento antisocial como un comportamiento


basado en desviaciones o disfunciones orgánicas, creyendo que los factores individuales son
factores que ocurren en algunas personas y causan sus tendencias delictivas innatas. La teoría de
la conducta antisocial de Eysenck (Carrillo y Díaz, 2019) es uno de los conceptos
psicobiológicos más famosos basados en la teoría de la personalidad. Vincula el comportamiento
antisocial a rasgos de personalidad tales que altos niveles de psicoticismo, extraversión y
neuroticismo complican los procesos normales de socialización.
42

Teoría del aprendizaje

En las teorías del aprendizaje, Casassus (2019) argumenta que la conducta delictiva se
interpreta como una conducta aprendida, la cual puede basarse en condicionamientos clásicos,
aprendizaje operante o vicario. Como parte de la teoría cognitiva social, Piaget ya afirmaba en
1932 que los niños comenzaban a aprender las leyes morales de los adultos, experimentaban un
período de egocentrismo y posteriormente experimentaban las etapas de realismo moral y
relativismo moral. El desarrollo inadecuado de la etapa de relativismo moral significa la
interrupción del proceso de socialización provocado por la conducta delictiva.

Entre las teorías sociológicas, la teoría del aprendizaje social se considera actualmente la
explicación más completa del comportamiento delictivo. Guarin (2019) argumenta que la
adquisición de la conducta delictiva implica cuatro mecanismos interrelacionados, a saber, la
asociación diferencial con personas que tienen hábitos y actitudes delictivas, la adquisición de
definiciones del delito favorables a los individuos, el refuerzo diferencial de la conducta delictiva
y la imitación de modelos prodelictivos. . Las teorías biológicas, psicológicas y sociales previas
no han podido explicar satisfactoriamente el comportamiento antisocial de los jóvenes. Según
Gonzales (2019), el delito ocurre a través de un proceso interactivo entre el individuo y el
entorno.

En un modelo teórico, Guerri (2016) argumenta que el bullying puede tener causas
psicológicas. El hecho de que el maltratador inicie el proceso de acoso contra la otra pareja será
por diversas razones. Puede ser una persona violenta porque vive en un ambiente familiar donde
hay un patrón de violencia. Además, la propia sociedad puede incitar al agresor a actuar con
violencia porque entiende que hacerlo puede generar mejores oportunidades. Desde el punto de
vista de la psicología evolutiva, el origen de esta conducta agresiva puede explicarse a través de
varios modelos explicativos, como los modelos psicoanalíticos, los modelos descriptivos de la
teoría de la frustración, los modelos de conductismo social, los modelos conductuales y los
modelos cognitivos. Modelo de Vigorska o psicología sociocultural (Navarro, 2019).
43

La hipótesis de Márquez (2020), la teoría más clásica que explica las diferencias individuales
en los patrones de comportamiento violento, enfatiza la teoría activa e innata y la teoría de la
agresión-frustración. Las teorías activa e innata postulan que el origen de la agresión se
encuentra en los impulsos característicos del individuo. Incluye principalmente: teoría genética,
teoría psicoanalítica, teoría del comportamiento y teoría de la personalidad. Las teorías genéticas
muestran que las manifestaciones agresivas son el resultado de síndromes orgánicos patológicos
o procesos bioquímicos y hormonales que ocurren en el cuerpo humano. En la teoría del
aprendizaje del condicionamiento clásico, la agresión se puede aprender a través de la asociación
o el condicionamiento clásico, cuando un estímulo neutral se combina con otro estímulo que
causa agresión de forma natural.

La teoría sugiere que cuando la frustración, la ira y las emociones negativas interactúan con
estímulos que desencadenan la agresión, aumentan la violencia. En la teoría del aprendizaje del
condicionamiento operante, la agresión se aprende operativamente a través del comportamiento
posible (condicionamiento operante). La conducta agresiva tiende a inhibirse si se castiga y
premia de otra forma (Salmurri, 2019). Este comportamiento hace que sea más probable que
suceda. La teoría del aprendizaje social de Bandura y Walters (Raffino, 2020), que se centra en
las influencias ambientales, así como en las influencias cognitivas y de autorregulación, postula
que el comportamiento agresivo es el resultado del aprendizaje a través de la observación y la
imitación, así como de la experiencia directa que puede conducir a la violencia.

Teoría psicoanalítica

Tormo (2018) Afirma que la teoría psicoanalítica cree que la agresión es el resultado de la
acumulación de influencias internas negativas que el individuo no puede liberar. Las teorías
etológicas afirman que los humanos, al igual que otras especies animales, tienen impulsos
agresivos innatos que deben ser liberados o desencadenados periódicamente por estímulos
específicos sin un aprendizaje previo. Argumenta que la agresión se basa en una adaptación
biológica de impulsos inconscientes que se desarrollan a medida que las especies evolucionan
para la supervivencia del individuo y de la especie.
44

La teoría de la personalidad sugiere que ciertos rasgos de personalidad pueden explicar o


aumentar la probabilidad de que las personas adopten un comportamiento agresivo y que el
comportamiento violento puede estar basado en rasgos de personalidad constitucionales, como la
falta de autocontrol. Sánchez (2020) apunta a otra teoría para explicar la violencia denominada
teoría de la frustración. Esta teoría fue propuesta por Dollar et al. (Citado en Sihuay, 2020)
sostiene que toda conducta agresiva es el resultado de la frustración que lleva a la agresión,
cuanto más frustrado está el sujeto, más agresivo se vuelve, brindando un nexo causal directo
entre la frustración causada por el bloqueo de la meta y la agresión.

Basado en los supuestos de la teoría de la decepción, Berkowitz (citado en Vicente, 2016)


propuso la teoría de activación de señales y argumentó que la decepción ocurre cuando las
personas esperan perder lo que quieren. También introduce un nuevo concepto entre la
frustración y la agresión, señalando que la frustración conduce a la ira, la ira activa el organismo
y lo prepara para el ataque, y que la agresión finalmente se produce según el grado de activación
en el individuo. En cuanto a las teorías o modelos reactivos o ambientales, intentan explicar las
diferencias individuales en el comportamiento violento, cómo se adquiere y desarrolla la
violencia, para abordar cuestiones de cómo reducir y prevenir la violencia. Entre ellas, se pueden
destacar las teorías clásicas del aprendizaje, las teorías del aprendizaje operante y las teorías del
aprendizaje social (Castillo, 2019).

Teorías sociológicas

La teoría sociológica explica la violencia como un producto de las características culturales,


políticas y económicas de la sociedad, pone gran énfasis en los valores imperantes en la sociedad
y cree que la agresión tiene un valor positivo en algunas sociedades, una tolerancia favorecida
por muchos y beneficiosa para la humanidad. . Influenciadores clave como los medios de
comunicación (Gonzales, 2019). Los modelos cognitivos sociales intentan explicar la
adquisición, el mantenimiento, los cambios en el desarrollo, el control y la prevención de la
violencia a través de factores cognitivos adquiridos a través del aprendizaje y el desarrollo
(Glover. 2017).
45

En esencia, el modelo cognitivo-social propone que los patrones de violencia están


determinados en gran medida por procesos cognitivos específicos y mecanismos de
procesamiento de información social que son activados por el sujeto al interactuar con el
entorno. Desde el punto de vista de la psicopatología evolutiva, según la hipótesis de Cichetti y
Cohen (citado en Castillo, 2019), desarrolla lo que considera una serie de reorganizaciones
cualitativas entre diferentes sistemas conductuales que siguen un proceso de diferenciación e
integración jerárquica, adquiriendo gradualmente a partir de ella habilidades sociales,
emocionales y cognitivas más complejas (Cassus, 2019).

Enfoques del Bullying

Enfoque experimental

La psicología, en su búsqueda por adquirir el estatus científico y consolidarse como una


disciplina diferenciada de otras, encontró un apoyo en el uso del método científico, resolviendo
el estudio de sus problemas a través de experimentos en el laboratorio (Rodríguez, 2015). La
psicología experimental fue desarrollada por Wundt, quien fundó el primer laboratorio de
psicología en Leipzig; una de las derivaciones más importantes de la tendencia experimental es
el conductismo, cuyo representante principal fue John B. Watson, para quien el objetivo de la
psicología era predecir y controlar la conducta (Muñoz, 2017), a través del esquema E-R
(estímulo-respuesta) o modelo de condicionamiento clásico. En sus primeros trabajos, Watson
habló de reflejos condicionados, a partir del trabajo de Pávlov acerca de la fisiología y el papel
de los estímulos para producir condicionamiento clásico, hallazgo que se convirtió en uno de los
pilares de la teoría psicológica de Watson. Años antes que Pávlov, Thorndike desarrolló una
teoría de la conducta con base en estudios sobre el aprendizaje. (Vallés, 2016).

Lo anterior conllevó a una posición teórica que sostiene que el entorno del individuo causa su
comportamiento, aunque Bandura consideró que esto era un reduccionismo, pues sugirió que el
ambiente causa el comportamiento y viceversa, relación que propició el estudio de la mutua
influencia del entorno, la familia y los grupos en el comportamiento o conducta individual y
colectiva (Mosquera, 2015).
46

El bullying se basa en una conducta agresiva, intencionada y perjudicial de un escolar a otro;


es, de manera general, una forma de abuso que se basa en el escaso autocontrol de un poder
psicosomático, que emerge de forma desproporcionada puesto que la víctima no es capaz de
defenderse por sí misma, al tiempo que el victimario no logra contener su agresión. La sumisión
o “debilidad” del agredido se debe, entre muchos factores, al tamaño (de mayor edad o al número
de agresores), a la fuerza del provocador, o a la poca resistencia psicológica ante la presión
continua (Tormo, 2018).

Otra explicación (desde la teoría del aprendizaje social) es que este fenómeno se produce
debido a un sin número de “modelos” violentos que existen en la sociedad, los cuales son
observados, retenidos, motivados y reproducidos por estudiantes, quienes al mostrar dichas
conductas no fueron penalizados y obtuvieron estatus, participación y reconocimiento a través de
la violencia; así, un agresor aprende a ser agresivo observando a personas violentas, aceptando
la conducta en sí mismo y luego realizándola (Salmurri, 2015). Algo muy importante de la teoría
de Bandura es que considera como punto focal del modelado el resultado o consecuencia de la
práctica de una conducta; así, si las conductas son reforzadas podrían repetirse, pero si fueran
“castigadas”, probablemente disminuirían en frecuencia o uso (Rodríguez y Ovalles, 2016).

Igualmente, el bullying puede explicarse a través del aprendizaje por la consecución de las
respuestas, el cual se modula en función del resultado de acciones específicas. En este
aprendizaje, el sujeto elige entre formas de comportamientos eficaces que retiene, y formas
ineficaces que desecha (Barrón, 2017). Para hacerlo, debe primero apreciar las consecuencias de
su comportamiento, por lo que si éstas son el castigo, evitará en el futuro la realización de esa
actividad, pero si, por lo contrario, obtiene algún beneficio, la respuesta comportamental se verá
estimulada o “reforzada”. Esta postura explicaría la adhesión de los espectadores de las
agresiones al bullying y la búsqueda de aceptación del agresor, al verse estimulado o inhibido
por compañeros que pueden actuar como reforzadores de las conductas de acoso, al rechazar,
aprobar o incitar estas conductas (Camps, 2019).
47

Enfoque humanista

La psicología humanista es una escuela que nace en Estados Unidos en los años sesenta del
siglo XX, que pone de relieve al hombre como un ser humano libre, autónomo y responsable, el
cual construye su vida en un constante devenir en compañía de otros y se caracteriza por estar
ubicado existencialmente. Esta corriente sienta sus bases epistemológicas en el existencialismo y
la fenomenología, teorías que denotan al ser como el resultado de múltiples y variadas
influencias (Carrillo y Díaz, 2019).

Para la psicología humanista, la persona con comportamiento bully es una totalidad, en la que
se interrelacionan factores físicos, emocionales, ideológicos y espirituales, que lo conforman
integralmente y no como una mera suma de sus partes. Así, la comprensión de la agresividad
humana no asume la agresión como un problema inherente al individuo, puesto que el hombre no
es una esencia o conjunto de características que lo definen de una vez y para siempre (Casassus,
2019). El ser y el existir es un continuo fluir y cambio, por ello no se debe estigmatizar al
adolescente bully (agresor) como un individuo de comportamientos hostiles, sistemáticos y
persistentes orientados a dañar al otro, ya que éste no siempre será así. Esto no quiere decir que
“el humanismo no renuncia a la verdad, ni por supuesto a la realidad; pues, sólo pretende que
sean más ricas” (Durán, 2015).

Desde una visión fenomenológica, el humanismo busca identificar qué es aquello que está
generando el síntoma (agresividad), tratando de descifrar el “auténtico bloqueo”, el cual puede
ser emocional; análogamente, la agresividad del adolescente bully es el indicador de que algo no
está en orden, es decir, es la manifestación externa de un conflicto que la persona no logra
expresar abiertamente. Estos conflictos provenían a menudo de la manera en que la persona se ve
y las percepciones derivadas de esta conceptualización, lo cual dificulta el hecho de asumirlas
como pertenecientes a sí mismo (Fragoso, 2015).
48

Desde la postura humanista, la agresividad entre niños y niñas escolarizados puede ser
considerada como una respuesta ante la frustración que deviene de los diversos procesos de
interacción en el aula o de otros espacios de socialización. Esta diversidad de lugares de agresión
denota patrones globales de comportamiento, definidos por presentar una superioridad física,
conductas dominantes, impulsivas, además de una notable dificultad para “seguir reglas, baja
tolerancia a la frustración, desafiantes ante la autoridad, buena autoestima, actitud positiva hacia
la violencia crear conflictos donde no los hay, no empatizar con el dolor de la víctima, ni
arrepentirse de sus actos” (García, 2015, p. 40).

Lo anterior indica que en el comportamiento agresivo siempre hay una intencionalidad


destructiva, que se constituye en un elemento de mediación entre el niño agresivo y el mundo,
sistema que proviene del conjunto de representaciones inscritas al lenguaje en el proceso de
socialización humano (Glover, 2017). El análisis fenomenológico del bullying implica remplazar
las interpretaciones formales por una representación o descripción de “lo que sucede”
naturalmente desde la visión particular del que vive la circunstancia o realidad concreta. En este
sentido, víctimas y victimarios afirman que cualquier elemento del lenguaje desata la agresión, y
que luego el acto de agredir a otros se transforma en una necesidad personal, mientras para el
agredido la conducta sumisa se constituye en el indicador real de su debilidad. La víctima pasiva
o sumisa muestra reacciones de ansiedad y sumisión, al tiempo que son débiles físicamente,
conservando una actitud evasiva ante la violencia o la implementación de métodos violentos,
prefiriendo huir, paralizarse o llorar ante las agresiones (González, et al., 2018).

A medida que pasa el tiempo, los niños con comportamiento bully crean una autovalía
condicionada por elementos agresivos, conducta que deben mantener para ganar respeto (de
agredidos y espectadores) y participar del ámbito social. Por tanto, el concepto de amor que
construyen se da con base en el mantenimiento de esta conducta, aunque no se ajuste a los
estándares que los participantes pasivos aplican; así, entre las consecuencias para los testigos se
encuentran el valorar como respetable la agresión, el desensibilizarse ante el sufrimiento de otras
personas y el reforzar el individualismo (Navarro, 2019).
49

Para el humanismo, la incongruencia es el espacio comprendido entre el self ideal


(determinado por la búsqueda de una actualización no-sincronizada con la sociedad, a través de
la prevalencia de potenciales individuales que se apartan del sentido positivo inscrito al bienestar
común) y la construcción de un verdadero yo (self), proceso en el que resulta complejo para el
niño lograr un apropiado nivel de autoestima. Así, a mayor distancia entre lo que los niños y
niñas esperan de su entorno y lo que la sociedad represiva implementa como medida de castigo-
corrección, será mayor la incongruencia, aspecto visible en la reproducción e identificación con
la conducta agresiva de acoso escolar (Rodríguez, 2015).

Clasificación del Bullying

Bullying de exclusión social

Tendencia a excluir al chico o chica que según el líder del grupito o de la banda es un “tonto”,
“un nerd”, “un teto”, etc. Se le ignora, se le aísla de forma deliberada, se le aplica la famosa “ley
del hielo”. Muchas veces la víctima tarda en entender la intención de tal exclusión y el conjunto
se deleita al ejercer dicho rechazo (Velázquez, 2016).

Bullying psicológico

Vallés (2016) plantea que infundir el temor en la víctima es el eje de esta práctica. Se le
acecha, persigue, se le fuerza a hacer cosas que no quiere, como entrarle a las drogas o al
alcohol. Se le intimida para causar miedo. El niño o joven vive con angustia el encontrarse con el
abusador en los pasillos, patios o a la salida de la escuela. El agresor, al ejercer su poder, puede
hacerlo casi de forma tiránica, más aún si el conjunto del grupo le atribuye cualidades de héroe
por su audacia, su fuerza, su simpatía o incluso su patanería.

Bullying físico

Pasar al empujón, los jalones, a la pamba y finalmente a una golpiza colectiva en donde los
cómplices alientan, observan complacidos o indiferentes y otros con celulares graban las riñas.
Son conductas agresivas directas dirigidas contra un cuerpo, que pueden realizarse a través de
patadas, golpes, empujones, puñetazos o conductas ejercidas de manera indirecta, como robar,
romper, ensuciar y esconder objetos (Sáenz y Luis, 2017).
50

Ciberbullying

Hoy la práctica de grabar las riñas en las escuelas y subirlas al YouTube se ha convertido en
una constante, como si fuera algo gracioso. Es una forma más de ridiculizar y devaluar al otro. A
esto se asocian los espacios como el de La jaula, un portal que permitía que alumnos y alumnas
de las diferente escuelas difundieran chismes, calumnias, groserías de cualquiera que no le
cayera bien. Son espacios de denotación del otro, en donde el anonimato permite que los tonos
de los insultos denigren la imagen de cualquiera. El abuso por internet tiene una expresión más
alarmante, que es la de los acosadores adultos que se hacen pasar por jóvenes y que hábilmente a
través de los foros (Mosquera, 2015).

Entorno en los que se puede manifestar bullying

La violencia en la escuela puede darse con más frecuencia entre alumnos y alumnos y
profesores en la práctica, aunque también puede darse entre alumnos y profesores y entre
profesores y profesores (Macía, 2019). Para analizar el problema desde un enfoque más amplio,
se puede utilizar una perspectiva ecológica, que mira las condiciones de riesgo y conservación en
el nivel complejo de interacción entre el individuo y el medio ambiente, a partir de la cual se
pueden formar acciones preventivas para optimizar el medio ambiente como su representante. , y
el estudiante. -oportunidades ponderadas, incluyendo el entorno en el que transcurren sus vidas
(escuelas, familias, conexiones entre estos entornos, los medios de comunicación y el abanico de
creencias y estructuras sociales (Moreno y Jiménez, 2018).

La violencia se convierte en parte de la vida cotidiana en diferentes niveles, tanto en las


relaciones sociales como en contextos microsociales. Para un estudiante que sufre este tipo de
violencia por parte de sus compañeros, la cotidianidad en el centro educativo se convierte en un
infierno; su carácter se vuelve incierto e inquieto; Para no enfrentarse a sus agresores, no suele
acudir a la casa. Intenta usar diversas excusas para quedarse en casa (Goroskieta, 2019).
51

2.2 Marco contextual

Origen del Politécnico Vicente Aquilino Santos

La construcción de este edificio se inició al principio del año 1982, se inauguró al final del
año 1983, las docencias se iniciaron en el 1984. Este Centro Educativo está ubicado en el
Kilómetro 1 y medio de la carretera San Francisco de Macorís-Villa Tapia. El terreno fue donado
por la asociación para el desarrollo de la provincia Duarte. El primer Director fue el señor
Milton Morillo Soto, en su inicio se le dio el nombre de Escuela Técnico Vocacional Vicente
Aquilino Santos.

Las áreas Técnicas que se impartían en este momento eran: Plomería, Albañilería, Ebanistería,
Mecánica y Electricidad, las cuales tenían un año de duración en la tanda matutina de 8:00 a.m. a
1:00 p.m. a los maestros se les llamaba instructores, los mismos fueron: Félix Leonardo Paulino,
Rafael Alfonso Guzmán, Elvis Abreu, Rafael Ortiz, Héctor Guzmán y Rafael Rodríguez.
Este centro ha tenido los siguientes directores: Ing. Rafael Vargas, Lic. Leovigildo Salazar,
Lic. Roberto Mosquea, Lic. Martin Vargas, en la gestión del Ing. Rafael Vargas se logró un
acuerdo con el Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional (INFOTEP) con el objetivo
de que el personal docente se capacitara en metodología. En 1995-1996 fueron creadas las áreas
de Soldadura y Refrigeración.

En el año 2001 este centro obtiene la categoría de Politécnico con horario de 8:00 a.m. a 4:00
p.m. y fue creado el Bachillerato Técnico en las áreas de Refrigeración, Mecánica y Ebanistería,
siendo los profesores de Mecánica Dominicano Paula, Juan José Bonilla de Refrigeración y
Francisco Javier Álvarez de Ebanistería. La misma se inició con 22 estudiantes y concluyeron
16.

En los verdes prados de Monte adentro, de la fértil ciudad de Salcedo, Republica Dominicana,
nace el 22 de Enero del año 1920, el Profesor Vicente Aquilino Santos, en el seno de una
humilde familia formada por sus padres: Ramón Antonio Santos y Francisca Sánchez, quienes
procrearon además; cuatro hermanos más. A tan solo la edad de 16 años, Vicente Aquilino
Santos, asumió el rol Magisterial en la escuela Primaria Rudimentaria Rural de su comunidad.
52

A tan solo la edad de 16 años, Vicente Aquilino Santos, asumió el rol Magisterial en la
escuela Primaria Rudimentaria Rural, de su comunidad; perfilándose como un consagrado
Maestro, actividad que el dignificaría y ejercería como un Sacerdocio. El profesor Vicente
Aquilino Santos, surco diversos extractos del ámbito de la enseñanza y el Magisterio
Dominicano, habiéndose destacado como: Maestro, Director de Escuela, Inspector de
Educación, Supervisión de Alfabetización de Adultos.

En el año 1949, el profesor Santos, contrae matrimonio con la también Maestra Antonia
Vargas, mujer dulces abnegada, con quien alcanza la plenitud de su vida procreando 10 hijos, a
los que inician e inculcan una educación familiar que los catapultarían a una zapata de la que
emergerían 10 profesionales, 5 de los cuales hoy son también maestros en la cuidad de New
York.

Misión

Ser una institución profesional capaz de formar individuos competentes que puedan
incorporarse de forma eficiente al mercado laboral para así contribuir al desarrollo económico,
social y cultural de la región y del país.

Visión

Ser un centro educativo con alta calidad académica que responda a las necesidades de sus
estudiantes preparándolos con eficiencia para que puedan brindar un servicio de calidad en el
mercado laboral tanto regional, nacional e internacional que estén a la vanguardia con los nuevos
tiempos.
53

CAPÍTULO III. METODOLOGÍA


54

3.1. Tipo de estudio y de investigación

La presente investigación correspondió a un tipo descriptivo estos estudios descomponen los


distintos elementos que integran la variable principal para su posterior investigación (Hernández,
Fernández y Baptista, 2014). En este caso, se evaluó el nivel de inteligencia emocional en los
participantes, medir la capacidad de expresar sus sentimientos, conocerlo de forma adecuada,
compresión de sus emociones, identificar el grado en que pueden regularla y determinar la
manera en que esta puede influir en los casos de bullying.

De datos cuantitativo ya que según Hernández, et al. (2014) intervienen elementos de tipo
numérico. La muestra se pudo generalizar y las variables a estudiar en este caso, la inteligencia
emocional se pudo medir a lo largo de una escala que indica la cantidad presente de la variable
medida, además, los resultados se pudieron expresar en forma numérica con las ayuda de
herramienta del campo de la estadística.

De campo esto es debido a lo planteado por Hernández, et al. (2014) el cual considera que
este tipo de investigación se efectúa en contacto directo con la variable estudia. En este caso este
estudio fue de campo porque se visitó a la institución, hablando con los encargados y
organizando a la población con la cual se trabajó.

Transversal debido a lo expuesto por Hernández, et al. (2014) en la cual este tipo de
investigaciones se realizan en un periodo de tiempo limitado. Esta investigación es transversal
porque no existe continuidad en el tiempo. Su objetivo es conocer todos los casos de personas
con una cierta condición en un momento dado, sin importar por cuánto tiempo mantendrán esta
característica ni tampoco cuando la adquirieron.
55

3.2. Cuadro de operacionalización de las variables

Variables Según Definición Conceptual Indicadores Instrumento de


Objetivos medición
Características En el estudio se entenderá
Características
Sociodemográficas: Son una como: Sexo: Masculino,
Sociodemográficas:
serie de elementos que Femenino. Edad: 12 a 13.
distinguen a un individuo 14 a. Mayor de 16.
dentro de la sociedad (Barrón, Grado y sección: 3ro
2017). 4to. 5to. Nacionalidad.
Sexo
Edad
Grado
Sexo: condición biológica que
Sección
Nacionalidad distingue a un macho de una
hembra (Castillo, 2019).

Edad: intervalo comprendido TMMS-24 está


desde el nacimiento hasta la basada en el Trait-
muerte (Durán, 2015). meta Moodscale
(TMMS) de Salovey
Grado: nivel educativo en que y Mayer. Modificado
se encuentra un individuo por la coordinación
(García y Guerra, 2021). del Monográfico 21.

Sección: Cada una de las partes


en que se divide o considera
dividido un objeto, un conjunto
de objetos, una empresa, una
organización, etc. (García,
2015).

Nacionalidad: relación
56

vinculante de naturaleza
jurídico-política que existe
entre un individuo y una nación
(Real Academia, 2015).
Capacidad que tiene un Los ítems del 1 al 24
individuo de controlar
sus Medido en Niveles:
Inteligencia
Bajo
Emocional estados emocionales de una
Medio
manera eficiente (Goroskieta, Alto
2019).
Es la competencia que tiene una Los ítems del 1 al 8
persona de hacerse consiente de Medido en Frecuencia
Atención Emocional sus emociones (Camps, 2019). Nunca
Casi Nunca
Algunas Veces
Frecuentemente
Muy Frecuente
Es la habilidad de poder Los ítems del 9 al 16
expresar de una manera clara Medido en Frecuencia
Claridad Emocional sus emociones (Casassus, Nunca
Casi Nunca
2019).
Algunas Veces
Frecuentemente
Muy Frecuente
Habilidad de controlar los Los ítems del 17 al 24
cambios emocionales (Carrillo Medido en Frecuencia
Reparación
Emocional y Díaz, 2019). Nunca
Casi Nunca
Algunas Veces
Frecuentemente
Muy Frecuente
Son los distintos casos de Los ítems del 25 al 32
violencia entre iguales que Medido en Niveles:
Bullying
Bajo
presentan en el entorno escolar
Medio
(Márquez, 2020). Alto
Tipo de bullying Es la clasificación dependiendo Ítem 30
del tipo de violencia utilizada Según el tipo de maltrato
57

en la agresión entre iguales Psicológico


(García, 2015). Verbal
Físico
Social
Sexual
Ciberbullyin

3.3. Ubicación del lugar de estudio

El lugar donde se realizó la investigación fue el Politécnico Vicente Aquilino Santos, ubicado
en la Avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó #06, San Francisco de Macorís, Republica
Dominicana. El centro pertenece al distrito educativo 07-06. Esta delimitado al este con el centro
educativo Manuel Joaquín Cruz, al oeste con la avenida Francisco Alberto Caamaño Deñó, al
norte con la ferretería de Molla y al sur con la Urbanización Caonabo 2da Etapa.

3.4. Descripción de la población (universo)

Se trabajó con los grados 4to A. y 4to B la población total correspondió a 50 estudiantes de
los cuales se tomó una muestra de 35 estudiantes del Politécnico Vicente Aquilino Santos. Estos
datos fueron suministrados por la secretaria administrativa del centro de estudios. De acuerdo a
Hernández et al. (2014) refieren que la población es un acumulado de todos los casos que
coinciden con unas series de características que conforman claramente del contenido, lugar y
tiempo.

3.4.1. Muestra

El tamaño de la muestra fue establecida por la coordinación del monográfico la cual


correspondió a 35 estudiantes del Politécnico Vicente Aquilino Santos. Según los datos
demográficos obtenidos el sexo femenino fue el más representativo; con relación a la edad el
rango de edad con mayor frecuencia fueron aquellos que tenían 16 años, seguida por los de 15 y
14 años; con relación a la nacionalidad todos los estudiantes fueron dominicanos.
58

El método que se utilizó para seleccionar la muestra: no Probabilístico por conveniencia,


porque se tomaron los casos que se encontraron disponibles o de fácil accesibilidad a la
investigación (Hernández, et al., 2014).

3.5. Criterio de inclusión

Para poder participar en la investigación los participantes tienen que cumplir con algunos
requisitos estos son:

1. Aceptar el consentimiento informado.


2. Ser estudiante del Politécnico Vicente Aquilino Santos.
3. Pertenecer a los grados 4to A y B.
4. Estar presente al momento de la aplicación.
5. Participar por voluntad propia.

3.6. Instrumentos

El instrumento está basado en la Trait-Mood-Scale (TMMS-24) del grupo de investigación de


Salovey y Mayer. La escala originales fue una escala de rasgo que evalúo el meta-conocimiento
de los estados emocionales mediantes 48 ítems. Esta última luego de ser revisada y analizada se
redujo a 24 ítems.

En concreto, las destrezas con las que podemos ser conscientes de nuestras propias emociones
así como de nuestras capacidades para regularlas. La escala de rasgo de meta-conocimiento sobre
estados emocionales (TMMS-24) contiene tres sub-escalas con 8 ítems cada una de ellas:
atención emocional, claridad de sentimientos y separación emocional.

Las tres características de la sub-escalas: Atención emocional: Soy capaz de sentir y expresar
los sentimientos de forma adecuada. Claridad de sentimiento: Comprendo bien mis estados
emocionales. Reparación emocional: Soy capaz de regular los estados emocionales
correctamente.
59

La confiabilidad interna del instrumento original fue de 0,95 (95%). Así mismo, para cada una
de las dimensiones, las medidas del coeficiente Alfa de Cronbach, obtenidos fueron superiores al
85% en las 3 Espinoza-Venegas M, Sanhueza-Alvarado O, Ramírez-Elizondo N, Sáez-Carrillo
K. dimensiones, siendo en la dimensión Percepción el Alfa de Cronbach de 88%, en la
dimensión Compresión de 89% y en la dimensión Regulación de 86%.

El test de adecuación de la muestra de Kaiser-Meyer- Olkin fue de 0,895 y la prueba de


esfericidad resultó significativa (p<0,000), lo que permitió un análisis factorial pertinente. Se
recogieron saturaciones superiores a 0,3 y siguiendo el criterio de valores propios superiores a
uno.

Los resultados iniciales previos a la rotación, identificaron 3 factores, que resumían el 56,5%
de la variabilidad total de los datos. Para confirmar la hipótesis de tridimensionalidad de la escala
planteada en la teoría y para buscar el mejor ajuste, se decidió someter los resultados del Análisis
de Componentes Principales a una rotación Varimax.

Para el bullying se tomaron en cuenta el Cuestionario para la Exploración del Bullying, por
Miguel Ángel Estrada Gómez, en colaboración con Adla Jaik Dipp, para estructurar una serie de
preguntas correspondientes a 25 al 32 en estas se abordan los elementos principales de las
conductas de bullying. Todo este cuestionario esta configuradas en escala Likert (Nada De
Acuerdo (1), Algo De Acuerdo (2), Bastante De Acuerdo (3), Muy De Acuerdo (4) y Totalmente
De Acuerdo (5). Para la corrección del mismo se le dará un puntaje según la opción que el
participante seleccione. Por medio de este cuestionario se pretende dar respuestas a las preguntas
de investigación que se presentaron.

Para la obtención de los datos demográficos se elaboraron una serie de preguntas en las que se
buscó conocer las informaciones generales de la muestra entre las que se encontraron: la edad,
sexo, grado, sección y la nacionalidad.

3.7. Procedimiento
60

Para la realización de este estudio se coordinó una reunión con el Director del centro
Politécnica Vicente Aquilino santos, para brindar información sobre los beneficios de realizar la
investigación en el mencionado centro educativo, así como sobre el objetivo, manejo de
inventario, tratamiento de datos y objetivos; a los cuales han recibido formalmente una carta de
solicitud de permiso, emitida por la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Campus San
Francisco.

Luego de obtener el permiso del director para iniciar el estudio, en otro momento se realizó
una reunión con el grupo de la Unidad de Psicología y Orientación del centro educativo
identificando a los estudiantes que podían participar en el estudio. Para el estudio se resguardó
la identificación de los sujetos de investigación, teniendo en cuenta los siguientes aspectos
éticos: La confiabilidad de la información estará reservada sólo para uso exclusivo del centro de
investigación y educación donde se aplicará la herramienta. El consentimiento informado, se
realizará con la autorización de los directores de los centros educativos del nivel medio, así como
la autorización de los sujetos de la población. Se considerará el anonimato al momento de la
aplicación de las herramientas, que requiere únicamente un número de serie, para los sujetos que
conforman la población.

Luego de obtener los permisos necesarios se procedió a reunir de forma grupal a los
estudiantes seleccionados del centro, por la mañana a las 9 a.m. y por la tarde a las 2 p.m. En la
biblioteca, donde les explicaron los detalles de la investigación e información confidencial,
aceptando su participación libre y voluntaria. Luego se les entregaron lápices, borradores,
muestras de la prueba, en las que escribieron el número de serie que les fue asignado. Al final del
proceso de recolección de datos, mediante la aplicación de las herramientas, a cada estudiante se
les agradeció y se les entregó un premio comestible.

3.8. Análisis de los datos


61

Las informaciones obtenidas por medio de las pruebas aplicadas se tabularon, en tablas. Para
el análisis de los datos se utilizó estadística descriptiva. El programa utilizado para el cálculo de
los mismos fue Microsoft Excel.
62

Referencias

Barrón,T. M. C. (2017). Miradas docentes. México: Editorial Newton, Edición y Tecnología


Educativa. http://doi.org/10.1108/02683940810850763
Bisquerra (2016). Inteligencia emocional. México: Editorial Newton, Edición y Tecnología
Educativa. http://revistas.uned.es.
Bisquerra A., y Giselle L. (2016). Diccionario de emociones y fenómenos afectivos. Valencia:
PalauGea Comunicación, 2016. ISBN 978-84-944002-3-0. Recuperado de
https://www.researchgate.net.
Cabello G., Mendez, C., Santos. R. (2016). Programa Interno para Mejorar la inteligencia
emocional de los adolescentes. Madrid: Pirámide, 2016. ISBN 978-84-368-3490-1.
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/.
Camps, E. (2019). La contribución de la madurez psicológica y de los Cinco Grandes factores
de personalidad a la predicción del rendimiento académico en adolescentes. (Tesis
Doctoral). Universitat Rovira i Virgili, Tarragona, España. Website:
https://www.tdx.cat/handle/10809/998870
Carrillo, C. y Díaz, D. (2019). Desarrollo del locus de control en las etapas de la adolescencia.
Revista de Educación y Desarrollo, 99, 27–99. Website: https://www.uv.es/~
Carrillo, M. y López, A. (2014). La teoría de las inteligencias múltiples en la enseñanza de las
lenguas. Contextos Educativos, 17 (3), 79-89. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4690236.pdf
Casassus, J. (2019). La educación del ser emocional. Universidad Metropolitana de Ciencias de
la Educación, Santiago de Chile: Ed. Cuarto Propio. Website:
https://es.scribd.com/document/291890907/CASASSUS-JUAN-La-Educacion-Del-Ser-
Emocional.
Castellanos, L., Diana Y., y Hidalgo, J. (2016). La ciencia del lenguaje positivo: cómo nos
cambian las palabras que elegimos. Barcelona: Paidós, 2016. ISBN 978-89-999-9199-9.
Website: https://dialnet.unirioja.es/.
63

Castillo, A. (2019). Mitos Sexuales e inteligencia Emocional Percibida en Estudiantes de


psicología. (Tesis de maestría). Universidad Autónoma De Santo Domingo. Santo
Domingo, D. N. Website: https://catalogo.uasd.edu.do/.
Collado, F. D. y Cárdenas, S.- C. (2013). Educación de las emociones ¿Un reto?, E- Motion,
Revista de Educación, Motricidad e Investigación, No 1, pp. 196- 211. Recuperado de
rabida.uhu.es/dspace/handle/10272/8059
Damasio, R. (2014). En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los sentimientos.
Barcelona: Booket, 2014. ISBN 978-84-233-4615-8. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/.
De La Serna, J. (2019). Alexitimia. Un mundo sin emociones. España: AUTOR-EDITOR.
Website:https://www.academia.edu/29829877/Alexitimia_Un_Mundo_Sin_Emociones_
Aprende_c
%C9%B9mo_superar_el_problema_de_no_comprender_las_emociones_propias_y_de_lo
s_dem%C9%A1s_Cap%C9%ADtulo_1_
Dessler, G. (2016). Administración de Personal. 9na ed. Prentice-Hall Hispanoamericana S.A.
México, paginas 70-80. Recuperado de rabida.uhu.es/dspace.
Durán, A.N. D. (2015). Pedagogía de lo corporal: el aprendizaje de las emociones en los
niños, IISUE Editorial, serie Educación, UNAM, México. Recuperado de
http://www.iisue.unam.mx/libros/?dd-product=pedagogia-de-lo-corporal-el-aprendizaje-
de-las-emociones-en-los-ninos.
Extremera, N. y Fernández, B.P. (2013). Inteligencia emocional en adolescentes, Revista Padres
y Maestros, N° 352, agosto, Universidad de Málaga.
Laboratorio de Emociones, España. Recuperado de
https://www.researchgate.net/publication/263129042_Inteligencia_emocional_en_adolesce
ntes
Fernández, B.P., Cabello, R., Gutiérrez, M.J. (2017). Competencias Emocionales en Educación,
ISSN 0213-8646/ E- ISSN 2530-3791, Zaragoza, España, Editorial AUFOP (Asociación
Universitaria de Formación del Profesorado). Recuperado de http://www.aufop.com.
64

Fernández, B.P., Extremera, P.N. (2016). Inteligencia emocional y educación, España: Editorial
Grupo 5, Psicología, bienestar y salud, N° 7. Recuperado de https://www.researchgate.net.

Fragoso, L.R. (2015). Inteligencia emocional y competencias emocionales en educación


superior, ¿un mismo concepto?, Revista Iberoamericana en Educación Superior (RIES),
México, UNAM-IISUE/Universia, vol. VI, núm.16, pp. 110-125. De
https://www.ries.universia.unam.mx/index.php/ries.
García B. y Guerra P. (2021). Bienestar Emocional en Tiempos de Pandemia: Análisis Impacto
en República Dominicana, Publicación de Resultados Preliminares del Estudio realizado
el laboratorio Emociones, Salud y Ciberpsicologia de la Pontificia Universidad Católica
Madre y Maestra, durante la apertura del Congreso de Psicología CODOPSI. De:
https://www.resumendesalud.net/85-psiquiatria/26302-ansiedad-panico-y-deseos-
suicidas-principales-danos-a-la-salud-mental-rible-segun-estudio.
García F. (2015). Disfrutar de las emociones positivas. Madrid: Grupo 5, 2015. ISBN 978-84-
943980-2-5. Recuperado de http://www.aufop.com.
García Sanz, Vi. (2013). La Motivación Laboral; estudio descriptivo de algunas variables.
(Monografía de grado). (2012) España. Universidad de Valladolid. Recuperado de
https://www.researchgate.net.
García, M. D. (2020). La docencia desde el hogar. Una alternativa necesaria en tiempos del
COVID 19. Polo del Conocimiento: Revista científico-Académica Multidisciplinaria,
5(4), 304-324. https://doi.org/10.23857/pc.v5i4.1386.
Giménez, D., Quintanilla C., y Arias V. (2016). Pensando las emociones con atención plena:
programa de intervención para Educación Primaria. Madrid: Pirámide, 2016. ISBN 978-
84-368-3579-3. Recuperado de http://www.redalyc.org/
Glover. M. (2017). Inteligencia emocional. Conozca el papel relevante de las emociones para
alcanzar el éxito en la vida. Inglaterra: Esenciales Robin Book. Website:
https://www.perlego.com/book/1922977/inteligencia-emocional-conozca-el-papel-
relevante-de-las-emociones-para-alcanzar-el-xito-en-la-vida-pdf
Gómez R., Morejón R. y Palenzuela D. (2016). Validación de una escala de control personal:
una medida específica de las expectativas de control percibido de búsqueda de empleo.
Scielo website: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1976-
65

99622016000900199#:~:text=Las%20expectativas%20de%20locus%20de%20control
%20representan%20la%20percepci%C9%B9n%20que,2006%9B%20Rotter%2C
%201966).
Gonzales, D. (2019). Inteligencia emocional: un constructo viral y controversial para la
comunidad científica, PSYCIENCIA. Website: https://www.psyciencia.com/inteligencia-
emocional-un-constructo-viral-y-controversial-para-la-comunidad-cientifica/
González, D., Maytorena, M., y Fuentes, M. (2018). Locus de Control y Morosidad como
Predictores del Ejercicio Físico-Deportivo en Estudiantes Universitarios. Revista
Colombiana De Psicología, 27(2), 19-90. Doi: 10.19996/rcp.v27n2.61989.
Guerri, M. (2016). Inteligencia Emocional: una guía para mejorar tu vida. Bélgica: Editorial
Primento Digital Publishing. Website: https://www.amazon.com/-/es/Marta-Guerri-
ebook/dp/B01EYTPTZS
Hernández, J.J. (2014). La pedagogía de la sensibilidad y los acercamientos al sujeto
descentrado. Universidad de los Andes, Mérida, Venezuela: Educare,
volumen 18, número 60, mayo-agosto, pp. 229-236. Recuperado de
http://www.redalyc.org/html/356/35631743012/.
Hernández, R., Fernández, C. & Baptista, P. (2014). Metodología de la Investigación. (6ta ed.).
México: McGraw-Hill Interamericana. Recuperado de
https://metodologiaecs.wordpress.com/2016/01/31/libro-metodologia-de-la-
investigacion-6ta-edicion-sampieri-pdf/.
Huarcaya, J. (2020). Consideraciones Sobre La Salud Mental En La Pandemia De Covid-19.
Revista Perú Med. Exp. Salud Pública, (1), 1–8. De:
http://dx.doi.org/10.15257/issn.2386-4915.
Inglés, C. J., Torregrosa, M. S., García-Fernández, J. M., Martínez-Monteagudo, M. C., Estévez,
E., y Delgado, G. (2014) “Conducta agresiva e inteligencia emocional en la adolescencia”.
Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/1293/129330657003.pdf.
Iratxe, A.A., Azpiazu, I. L., Esnaola, E. I., Sarasa, M. M. (2015). Capacidad predictiva del
Autoconcepto y la Inteligencia Emocional en el ajuste escolar autopercibido. Revista de
Bordón, volumen 67, Número 4. Universidad del País Vasco. Recuperado de
https://recyt.fecyt.es/index.php/BORDON/article/view/Bordon.2015.67401.
66

Janampa, M. (2019). Locus de control y la inteligencia emocional en profesores de la Institución


Educativa Pública N° 102 Rosita de Lima, Ayacucho 2019. Tesis de grado. Website:
https://r.issu.edu.do/l?l=111687ou
Lanfranco, J., y Guzmán, M. (2020). Análisis de las emociones sociomorales y el acoso escolar
entre pares en República Dominicana. Ciencia y Educación, 4(2), 39-51. Doi:
https://doi.org/10.22206/cyed.2020.v4i2.pp39-51
Landy J. (2015). Psicología Industrial. Primera edición. Punta Santa Fe, México D.F. Mc Graw
Hill. Recuperado de http://ries.universia.net/.
Lozano, C. (2020). Impacto de la epidemia del Coronavirus (COVID19) en la salud mental del
personal de salud y en la población general de China. De:
https://revistas.upch.edu.pe/index.php/RNP/article/view/3687.
Luciano T., Tamariz F., Ramírez P. (2018). Nivel de Inteligencia Emocional en líderes
comunitarios, juntas de vecinos del municipio de Hatillo San Cristóbal, durante el periodo
octubre-noviembre 2018. Tesis de grado. Website: https://catalogo.uasd.edu.do/.
Márquez, A. (2020). Principios neurológicos y psicológicos de la inteligencia emocional.
México: Arturo Márquez Castellanos. Website:
https://play.google.com/store/books/details/Arturo_Marquez_Castellanos_PRINCIPIOS_N
EUROL%C9%99GICOS?id=9qvmDwAAQBAJ
Mathiesen, M., Castro, G., Merino, J., Mora, O. y Navarro, G. (2013) Diferencias en el
desarrollo cognitivo y socioemocional según sexo. Estudio Pedagógicos, 39 (2), 199-211.
Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
07052013000200013.
Montoya C., y Silvia P. (2016). Programa Predema: programa de educación emocional para
adolescentes de la emoción al sentido. Madrid: Pirámide, 2016. ISBN 978-84-368-3592-2.
Recuperado de http://ries.universia.net/.
Montoya, C. (2016). II Jornadas internacionales Educando en emociones bienestar y
adolescencia: compilación de trabajadores presentado, Valencia: Universidad de
Valencia. Recuperado de http://www.educandoenemocionesenlaadolescencia.com/
Mosquera, J (2015). Prevención del acoso escolar en educación infantil: propuesta de educación
emocional para la resolución pacífica de conflictos. [Trabajo Final de Grado, Universidade
de Santiago de Compostela]. Minerva. Recuperado de http://ries.universia.net/.
67

Muñoz, J. (2015). Programa de intervención para la mejora de las habilidades sociales y la


inteligencia emocional en alumnos con discapacidad intelectual leve. Úbeda, Jaén:
Didacbook, 2015. ISBN 978-84-15969-56-3. Recuperado de http://ries.universia.net/.
Muñoz-Prieto, MM (2017). Desarrollar la inteligencia emocional para prevenir el acoso escolar.
Escuela abierta: revista de Investigación Educativa, 20, 35-46. Recuperado de
http://www.educandoenemocionesenlaadolescencia.com/.
Navarro, T. (2019). Fortaleza emocional: toma distancia, piensa diferente y atrévete a actuar
para adaptarte a los cambios. Barcelona: Planeta: Zenith, 2019. ISBN 978-89-08-19967-
6. Website: http://www.redalyc.org.
Núñez, C., (2019). Relación entre Locus de control e Inteligencia emocional en estudiantes del
6to grado del nivel primario de la Institución Educativa Pública N° 98006 “9 de
Diciembre” del Distrito de Ayacucho, Perú. Website: http://www.redalyc.org.
Páez, C.M. L., Castaño, C. J.J. (2015). Inteligencia emocional y rendimiento académico en
estudiantes universitarios, Psicología desde el Caribe, Universidad del Norte, Universidad
de Manizales, Colombia, volumen 32 (2), ISSN 0123-417 (impreso), ISSN 2011-7485 (on
line). Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/213/21341030006.pdf.
Pea, G.M; Repetto, T.E. (2015). Estado de la investigación en España sobre inteligencia
emocional ea, Revista electrónica de la Investigación Docencia Creativa, volumen 2, pp.
188-193. Recuperado de https://digibug.ugr.es/handle/10481/27761.
Raffino, M. E. (2020.) Concepto de inteligencia emocional (Respaldo científico). Website: en el
ámbito educativo. MIDE II (OEDIP), Universidad Nacional de Educación a Distancia,
Madrid: Revista Redalyc.org, Sistema de información científica. Recuperado de
http://www.redalyc.org/
Pérez, E. y Medrano, L. (2013). Teorías contemporáneas de la inteligencia. Una revisión crítica
de la literatura. Revista Latinoamericana de Ciencia Psicológica, 5 (2), 105-118.
Recuperado de www.redalyc.org/pdf/3331/333129928007.pdf
Platero, I.Ch. (2013). Aplicaciones de la inteligencia emocional, Universidad de Granada,
ReiDoCr. Recuperado de www.redalyc.org
https://concepto.de/inteligencia-emocional/#ixzz6dQcb2sPs [10 de Noviembre, 2020].
68

Ramos Días, N., Enríquez Anchondo, H. y Recondo Pérez, A. (2012). Inteligencia emocional
Plena. Barcelona: Editorial Kairos, S. A. Website: https://www.casadellibro.com/libro-
inteligencia-emocional-plena/9788999881999/1996799
Real Academia Española. (2015). Diccionario de la lengua española. (22.a ed.). Madrid,
España: Autor. Disponible en: http://www.rae.es/.
Rodríguez R. (2016). ¿Qué es el locus de control? Locus de control interno y externo.
PSIQUION website: https://www.psiquion.com/blog/que-es-locus-control-locus-
control-interno-externo
Rodríguez, M. y Ovalles, P. (2016). Locus de control en los estudiantes del centro Politécnico
Aragón, Santo Domingo. Tesis de grado. Website: https://opacbiblioteca.unibe.edu.do/
Rodríguez, P., y Ovalles, L. (2016). La relación entre el locus de control y la satisfacción
laboral de los empleados de la cooperativa de servicios Adepe (COOPADEPE). Tesis de
grado. Website: https://catalogo.uasd.edu.do
Rodríguez, B. (2015). Percepción y atribución causal sobre el bullying y sus efectos emocionales
en escolares de primaria. [Tesis Doctoral inédita, Universidad de Córdoba]. Helvia.
Recuperado de www.redalyc.org
Ruíz, D. (2013). Estandarización del Test de Matrices Progresivas de Raven: Escala coloreada
en población infantil Yaqui. (Tesis de Licenciatura). Instituto
Tecnológico de Sonora, Sonora, México. Recuperado de
https://es.scribd.com/document/317966724/Estandarizacio-n-del-test-de-matrices-
progresivas-de-Raven-Escala-coloreada-en-poblacio-n-infantil-yaqui.
Sáenz J., y Luis R. (2017). Educación emocional en la formación del docente de la Sociedad
Red. Contextos educativos: Revista de educación, 20, 7-9. Recuperado de
http://www.redalyc.org.
Salmurri, F. (2015). Razón y emoción: recursos para aprender y enseñar a pensar. Barcelona:
RBA, 2015. ISBN 978-84-9056-407-3. Recuperado de http://www.redalyc.org.
Sánchez, H. y Reyes, C. (2015). Metodología y Diseños en la Investigación Científica. Lima:
Editorial Visión Universitaria. Recuperado de: http://repositorio.espe.edu.ec
Sánchez, M. (2020). Relación entre el síndrome de burnout y locus de control de los docentes de
la Institución Educativa Privada Federico Froebel, Ayacucho 2019. Tesis de grado.
Website: http://repositorio.udaff.edu.pe/handle/20.900.11996/169
69

Sánchez, P. (2016). La palanca del éxito: activa tu inteligencia emocional y relánzate. Madrid:
Kolima, 2016. ISBN 978-84-16364-65-7. Recuperado de http://www.funlam.edu.co.
Soler N., et al. (2016). Inteligencia Emocional y Bienestar II: reflexiones, experiencias
profesionales e investigaciones. Zaragoza: Ediciones Universidad de San Jorge, 2016.
ISBN 978-84-608-4847-9.
Tormo, P. (2018). Los principales problemas en la escuela se deben a un deficiente control de
las emociones [entrada de blog]. Universidad Internacional de Valencia. Website:
https://www.universidadviu.com/problemas-escuela-emociones-negativas-200116/
Urdaneta, G., Morales, M., Belloso, Ch. R. (2013). Manejo de habilidades sociales e inteligencia
emocional en ambientes universitarios, ISSN 1856-9331,
No 14, año 8, octubre 2012-marzo. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4339639.
Valadez, M., Valdés, A., Aguiñaga, L., Morales J., Cervantes D., Zambrano R.
(2016).Diferencias en el locus de control y la motivación al logro en estudiantes de
secundaria con altas habilidades intelectuales y promedio. Revista de Educación y
Desarrollo. Website: https://dialnet.unirioja.es.
Vallés A. (2016). Psicopedagogía de la inteligencia emocional. La Guardia de Jaén: Formación
Continuada Logoss, 2016. ISBN 978-84-15764-63-2. Recuperado de
http://www.redalyc.org.
Velázquez, V.D. (2016). Ética profesional y responsabilidad social universitaria, Medellín,
Colombia: Fondo Editorial Funlam profesional. Recuperado de
http://www.funlam.edu.co/uploads/fondoeditorial/ebook/2016/Etica- -y-responsabilidad-
social-universitaria.pdf.

You might also like